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Historia del ladrillo – Origen y

evolución

Hablar de la historia del ladrillo, es hacerlo también del progreso de la civilización


humana. Desde que el hombre dejó de ser nómada, la importancia de construir
casas resistentes, ha sido una necesidad. En CurioSfera-Historia.com, te
explicamos su historia, quién inventó el ladrillo, cuál es su origen y
su evolución en el tiempo.

No te pierdas la historia de la rueda

Qué vas a encontrar aquí


 1 Quién inventó el ladrillo
 2 Origen del ladrillo
 3 Evolución del ladrillo
 4 Historia del ladrillo en el Antiguo Egipto
 5 Historia del ladrillo en Babilonia
 6 Historia del ladrillo en la Antigua Grecia
 7 Historia del ladrillo en Roma
 8 Historia del ladrillo en la Edad Media
Quién inventó el ladrillo
El ladrillo es una invención de la civilización acadia, un pueblo de
Mesopotamia en el siglo XXII a. C.

Existe una leyenda respecto a la invención del ladrillo. Según los acadios, el


ladrillo es un invento divino, ocurrencia del dios Marduk.

Según su creencia, en el orden de sucesión de las cosas creadas por su dios, el


ladrillo fue creado después de la tierra y del agua, junto al nacimiento de la vida y
con anterioridad al concepto de casa y familia. Simbolizó el paso de la vida
nómada a la sedentaria.

¿Cuándo empezó a construir el hombre su vivienda o salió de la cueva? No


parece que tal hecho sucediera hasta hace solo 12.000 años.

El ser humano era nómada, dependía de la caza, no vivía en lugar fijo, sino que de
vez en cuando construía toscos refugios o chozas de madera y base de piedra que
abandonaba luego.
Origen del ladrillo
Para conocer los orígenes del ladrillo, debes saber que la arquitectura nació en
Oriente Medio. Lugar en que, paradójicamente, se carecía de materia prima
adecuada para ello, como la piedra o la madera.

Fue allí donde, sin embargo, surgieron las primeras viviendas hace 10.000 años.
Allí surgió la vida agrícola y la vida sedentaria.

Se pensó entonces en construir viviendas permanentes, y al carecerse de piedra y


madera se echó mano de otro tipo de materiales.

Mesopotamia, lugar entre los ríos Tigris y Éufrates, era rica en valles
fluviales abundantes en barro: allí nació el adobe o ladrillo sin cocer.

De hecho, en la meseta de Irán, en la antigua Persia, se han encontrado en unos


restos arqueológicos los primeros ladrillos de la historia hechos a mano hace
ocho mil años.

Le sigue en antigüedad el ladrillo de Jericó en forma de hogaza, del 5000 a.


C., del que hay ejemplares que aún hoy se conservan. En la Mesopotamia del 3500
a. C., se empezó a cocer el ladrillo y a rebajarse su tamaño, ya que el primitivo
era enorme: el ladrillo pequeño se cocía mejor y resultaba también más resistente.

Para mejorarlo se dio hacia el 2500 a. C., con una solución: quemarlo con fuego. Se
amontonaban y sobre ellos se armaba un horno de carbón. Como era costoso por
la escasez de combustible los ladrillos así obtenidos se emplearon en puntos
concretos: esquinas, jambas o arcos para reforzar fachadas de adobe.

Su endurecimiento fue total hacia el 1000 a. C. En el capítulo 3 del libro


del Génesis, donde se da cuenta de cómo los descendientes de Sem se disponían a
construir la torre de Babel, se lee:

“Partiéndose de Oriente hallaron una vega en tierra de Sennar, donde hicieron


asiento. Se se dijeron unos a otros: venid, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego. Y
se sirvieron de ladrillos en lugar de piedras, y de betún en vez de argamasa. Y
dijeron: vamos a edificar una ciudad y una torre”.

Evolución del ladrillo


Después de estos ladrillos primitivos que te hemos comentado, esta pieza fue
sufriendo modificaciones tanto en su diseño como en su tamaño. Vamos a verlo
con más detalle:

Historia del ladrillo en el Antiguo Egipto


Los primeros ladrillos eran de forma ovalada y se hacían a mano. En Palestina o
Siria estaban provistos de rebajes en la cara superior para que cogiesen el mortero
de arcilla, ya que no se conocía el cemento. No se secaban en horno, sino al sol:
así eran los ladrillos de Jericó.

En Anatolia central a los ladrillos de uno de los poblados más antiguos de la


tierra, Çatal Hüyük, se les daba forma en moldes de madera tras apisonarse el
barro con los pies.

Eran rectangulares, mayores que los de Oriente Medio, y se secaban al sol, técnica
adoptada luego por todos. Una pintura egipcia del 2000 a. C., encontrada en una
tumba de Tebas, describe la fabricación de ladrillos: se empleaba barro arenoso
para evitar su agrietamiento tras el secado, y en los lugares donde el lodo no
poseía esta condición se mezclaba con arcilla y paja, dándose así al ladrillo mayor
consistencia y aspecto compacto.

Cuando a los esclavos judíos durante su cautiverio se les redujo la cantidad de


paja para su fabricación, se declararon en huelga. Es la huelga más antigua de la
Historia, huelga que ganaron, aunque sus logros se redujeron a un poco más de
paja por cada cien ladrillos, y a un ligero aumento en la dieta del obrero. El albañil,
que utilizaba plomada y escuadra ya en el 2700 a. C., supervisaba su fabricación.

Historia del ladrillo en Babilonia


En el año 1600 a. C., los babilonios empleaban el barro en sus obras de arte
y fabricaban ladrillos en moldes de piedra o madera y aplicaban a la mezcla un
vidrio coloreado que les daba mayor dureza y hermoso aspecto.

Fue en Mesopotamia donde comenzó la técnica del vidriado: los Jardines


Colgantes de Babilonia, que los griegos consideraron una de las maravillas del
mundo, levantados por la reina Semíramis, así como la hermosa muralla que rodeó
Babilonia, utilizaron este tipo de ladrillo.

Pero el ladrillo, no obstante su utilidad, tenía un grave inconveniente: las lluvias


torrenciales podían desintegrarlo, por lo que era imprescindible andar siempre
con obras de mejora. Por esta razón los edificios civiles o religiosos de importancia
como templos y palacios se construían en piedra a pesar de lo caro que resultaba
su transporte.

Pequeños ladrillos o tablillas de arcilla fueron el primer soporte para la escritura:


la biblioteca de los reyes de Sumeria y Akadia era una inmensa pila de documentos
en escritura cuneiforme: rasgos en forma de cuña inscritos en la arcilla o el barro
blando y puesto luego a cocegr.
Así han llegado hasta nosotros historias, poesías, recetas culinarias y libros de
Medicina del saber antiguo. Ladrillos de ciencia y de filosofía, viejos tratados que
compendian el grado de conocimiento alcanzado por el hombre en el Oriente
Medio, cuna del ladrillo.

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