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Rev Chil Salud Pública 2010; Vol 14 (1): 46-51

TEMAS DE ACTUALIDAD

Bioética en situaciones de catástrofe a

MIGUEL KOTTOW(1)

INTRODUCCIÓN de ayuda, reacción que las personas presentan


en muy diverso grado, pero que compromete al
Para los griegos katastréphein se refería a Estado en forma primordial e indiscutible. Todos
un giro o cambio de rumbo, que en el latín los que sufren una catástrofe se encuentran en
katastrophê se aplicó al vuelco trágico que toma situación de desamparo y, por lo tanto, todos
el relato dramático. No fue hasta el siglo 20 que han de tener acceso al resguardo que debe ema-
este vuelco recibió un cariz de desastre: en la nar del gobierno sin discusión ni dilación, lo
actualidad hay quienes oyen cambio y anticipan cual en la práctica no se cumple porque la
catástrofe. El desastre lleva la marca de Caín magnitud del suceso requiere convocar asistencia
en su etimología griega: (dus = malo, aster = desde lugares alejados y porque la gestión es-
estrella), tomando el carácter de catástrofe cuan- tratégica está sujeta a una cadena de responsa-
do la magnitud y extensión de los daños desor- bilidades que no tiene más firmeza que su esla-
ganizan el tejido social y la institucionalidad de bón más débil. Si se quisiera disecar los
los afectados. componentes éticos de este primer momento
De tres enfoques posibles para deliberar post-evento, habría que solicitar que los actores
sobre situaciones catastróficas: la técnica, la políticos e institucionales tomen decisiones
ética y la bioética -la dimensión económica y estrictamente técnicas sin tardanza y se abstengan
la política son más bien consecuencias-, el de aplicar criterios de valor que no pueden sino
presente trabajo se inclina por esta última. Re- generar discriminaciones que afectarían de di-
flexión y medidas técnicas son del resorte de la verso modo a unos o a otros, provocando reac-
ingeniería. La reflexión ética, en cambio, se ciones de beneplácito o rencor, pero rara vez de
refiere al comportamiento de las personas en imparcialidad.
emergencias, donde las reacciones humanas Al menos en sus inicios, la respuesta asisten-
fluctúan desde el altruismo de salvar a otros a cial a situaciones de emergencias es improvisada
costa de la propia seguridad, hasta el saqueo y escapa a una programación ordenada de estra-
descontrolado al amparo del caos social desen- tegias y recursos. La equidad como fundamento
cadenado por el evento desastroso. La perspec- ético, ha de entenderse en su forma negativa,
tiva bioética prefiere enfoca los actos humanos es decir, evitando la inequidad, cuidando de
en situaciones límites, analizando su acercamien- rechazar las arbitrariedades y discriminaciones
to o desatención de valores cruciales como que pretendan ayudar unos más que otros. El
equidad, respeto, responsabilidad, solidaridad, triage, que destina recursos a los que más bene-
derechos y deberes, así como el impacto que ficiarán, no es aplicable por cuanto habría que
producen sobre la vida de personas y comuni- examinar simultáneamente a todos para clasifi-
dades afectadas por un cataclismo. carlos según gravedad, lo cual en situaciones
de emergencia no es realizable. Aquí tiene plena
EQUIDAD O PROTECCIÓN validez la definición aristotélica de justicia:
tratar en forma igual a los iguales, en forma
Una catástrofe invoca una pulsión inmediata desigual a los desiguales, estableciendo a la
(1)
Escuela de Salud Pública. Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Independencia 939. Santiago. Chile.
mkottow@med.uchile.cl
a
Ponencia presentada en el seminario “Análisis y propuestas para una política nacional de gestión integral del riesgo
y manejo de crisis: una visión académica”. Santiago, 24 y 25 de marzo de 2010.

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brevedad un programa de prioridades: dispone de conocimientos y prácticas confiables


“Un marco ético propuesto para evaluar para asegurar una gestión efectiva de prevención.
intervenciones y políticas de acción llama a Cuando la ecuación riesgos/beneficios o la
seleccionar aquello que tiene más probabilidades evaluación de riesgos -risk assessment- se en-
de ser efectivo en alcanzar una meta identificada cuentran horadadas por incertidumbres, la pre-
por la salud pública (reducir morbilidad y mor- vención deja de ser viable y el cálculo mismo
talidad), que minimice riesgos de daño y sea se invalida por su imprecisión. En situaciones
razonable en relación a beneficios esperados, de incertidumbre, incluso si se anticipan conse-
que promueva la justicia (o, al menos, no pro- cuencias de envergadura, se recurre con liviandad
mueva la injusticia), y que decidan utilizar demasiado frecuente al principio de precaución
criterios equitativos… que muchas veces son con auxilio del cual se pretende dar solidez a
elusivos y requieren mayor esclarecimiento.”1 decisiones carentes de fundamento.
Si la estrategia asistencial frente a catástrofes
pudiese ser programada y la ética legitimase la Riesgos
gestión, se evitaría que las respuestas a situacio- Las profusas disquisiciones sobre el principio
nes de crisis fuesen a su vez caóticas; las emer- de precaución giran alrededor del concepto de
gencias serían un desafío de previsión y gestión riesgo, a su vez un significante polisémico
y no la tragedia de equivocaciones que maculan sometido a intensos debates y variadas interpre-
los esfuerzos solidarios, altruistas y abnegados taciones de las cuales es preciso fijar tres aspectos
que palian de la mejor forma que pueden. Ante que inciden en la solvencia ética. Primeramente,
este cúmulo de incertidumbres, la reflexión ha de rescatarse la distinción entre peligro -una
teórica muestra escasa ecuanimidad si se empeña amenaza proveniente de la naturaleza- y riesgo
en dar buenos consejos, identificar culpables de -un suceso indeseado causado por acción huma-
errores y sembrar sospechas fáciles pero de na-: “Cuando el posible daño es visto como
improbable fundamentación. Deliberar sobre consecuencia de decisiones, es decir, se le imputa
catástrofes debiera tomar otros rumbos: a) cotejar el riesgo a la decisión, hablamos de riesgo como
la solidaridad de la crisis con la indiferencia y inherente a la decisión. Si, en cambio, el posible
desatención a la miseria crónica, un tema general daño es visto como de causa externa, se le
que incluye cuestiones de moral profesional y imputa al entorno. Hablamos entonces de
ciudadana, abordado por A. Sen2, mas cuyo peligro”4. En segundo lugar, ha de recuperarse
desarrollo no tiene cabida en el presente texto; la diferencia entre riesgos existentes en un
b) Como es característico para la salud pública, ambiente o situación determinada, y los riesgos
pensar en los posibles modos de mitigar o des- imputables a las personas consideradas suscep-
activar riesgos catastróficos, un tema tan inmerso tibles a los efectos indeseados. Es la diferencia
en ponderaciones y valores que escapa al análisis entre una epidemiología de la constitución que
técnico y convoca la reflexión bioética. apunta a la condición objetiva de factores de
riesgo, y una epidemiología de la exposición
PREVENCIÓN O PRECAUCIÓN que estudia condiciones de susceptibilidad
individual5. Tercero, considerar que la fórmula
Prevención clásica de ponderar riesgo en relación a la mag-
La prevención es una regla de oro para evitar nitud del posible daño y la probabilidad que
acontecimientos dañinos e indeseables, basada ocurra, debe ser enriquecida con la percepción
en conocimiento de las causas que determinan individual y social del riesgo en cuestión.
el evento indeseado, y en el dominio de herra-
mientas eficaces -resolutivas- y eficientes - Precaución
sustentables- para paliar o solucionar los pro- Tan variadas y discrepantes son las defini-
blemas detectados. La prevención se aplica ciones y descripciones del así llamado principio
cuando hay certezas en evaluar riesgos, y se de precaución, que algunos autores hablan de

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un conjunto de principios precautorios de muy correr el riesgo de descuidar los beneficios del
diversa factura. Para evitar caer en el error de progreso en aras de no introducir posibles pero
otorgarle el estatus conceptual de principio a lo improbables efectos indeseados
que es una gavilla desordenada de propuestas, Rasgo distintivo de las diversas presentacio-
parece más propio hablar de una estrategia nes del principio precautorio, es la abundancia
precautoria inmersa en la actualmente prepon- de vocablos moduladores que contienen -daño
derante Realpolitik, más que de una máxima severo, posibles daños, evidencia clara, medidas
ética como en un comienzo se pretendió. Am- costo-eficientes- los que, por una parte, disimulan
pliamente difundida es la definición presentada incertidumbres e ignorancias y, por otra, se
por las Naciones Unidas en 19926: prestan a ejercer influencias sesgadas sobre la
“Cuando existen amenazas de daños serios percepción social y psicológica de riesgo. Estos
e irreversibles, no ha de entenderse la falta de elementos de aprensión, que faltan del todo en
certeza científica como motivo para postergar las evaluaciones cuantitativas de sustentabilidad,
medidas costo-eficientes destinadas a prevenir no deben ser silenciados, pero cuidando que no
degradación ambiental.” se empleen para manipular la opinión pública.
Con esta formulación quedarían respondidas Precisamente porque los imponderables de la
las acusaciones contra un principio de precaución percepción de posibles efectos deletéreos son
excesivamente fuerte que inhibiría el progreso minimizados por los productores de riesgos, en
tecnocientífico7, así como la crítica opuesta tanto aparecen sobredimensionados por las
según la cual este principio sería demasiado potenciales víctimas, es que el principio de
débil para tener, por sí solo, efecto regulatorio8. precaución abandona la deliberación ética y se
Ambas interpretaciones han sido latamente convierte en un instrumento retórico y estratégico
debatidas, sometiendo el principio a modifica- empleado para matizar el debate de acuerdo a
ciones semánticas para darle firmeza resolutiva intereses reinantes. Estados potentes se niegan
o, a la inversa, hacerlo más dúctil para enfrentar a firmar convenios internacionales, en resguardo
las respectivas críticas. No obstante, la definición de las políticas expansivas de su industria y
es imprecisa y netamente utilitarista, teniendo aduciendo un sesgado principio de precaución
escasa fuerza conceptual y política. para lograr que entren al mercado productos
con escasas exigencias reglamentarias de inves-
APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE tigación sobre su potencial de producir daños
PRECAUCIÓN contaminantes. La precaución ex ante de no
permitir productos inseguros en tanto no se
La precaución como principio se invoca en demuestre su inocuidad es reemplazada por una
dos escenarios diferentes: a) frente a acciones precaución ex post que deriva hacia instituciones
o situaciones ya en curso de las que se teme o gubernamentales: la Occupational Safety and
se tiene evidencia de daños y riesgos preocu- Health Administration (OSHA), en vez de filtrar
pantes -cambio climático-; b) ante propuestas el ingreso de nuevos productos, se ve obligada
de introducir nuevas acciones que prometen a detectar en forma fehaciente la existencia ex
beneficios sin que haya claridad sobre los posi- post de riesgo en lo que ya está en circulación10.
bles riesgos involucrados -alimentos transgéni-
cos-. En el primer caso, la precaución consiste PRECAUCIÓN DE CATÁSTROFES
en tomar medidas de contención precautoria
sugeridas, fundamentalmente, por Declaraciones Convertida en instrumento ético, legal, polí-
internacionales activistas, políticos, ONGs e tico y pragmático de mercado, la precaución ha
instituciones gubernamentales9. En la segunda desertado de sus orígenes que pueden ser detec-
instancia se pondera la postergación o el bloqueo tados en la prudentia aristotélica -virtud cardinal
-omisión precautoria- de nuevas actividades, pero no principio-, volviéndose insostenible
indebidamente prefiriendo, dicen sus detractores, para una bioética independiente de intereses

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contingentes. Prescindiendo de profundizar en investigación como en la aplicación del


la variedad de aspectos polémicos que suscita conocimiento11.
el tema de la precaución, es pertinente recoger
el desafío de indagar si acaso la precaución 2. Evidencia considerada insuficiente para
podrá ser el monitor ético adecuado para reducir intervenir
la magnitud y la probabilidad de ocurrencia de La vulnerabilidad de la ciudad de New Or-
emergencias desastrosas, y para ayudar a mitigar leans, construida a 1,5 metros bajo el nivel
sus eventuales efectos. del mar en una zona regularmente azotada
Las recientes catástrofes de la destrucción por huracanes, había sugerido hacía varios
de New Orleans por el huracán Katrina (2005), años la necesidad de fortificar los diques de
del terremoto en Chile (2010) y del daño ecoló- contención para reducir el riesgo de inunda-
gico por derrame masivo de petróleo en el Golfo ción de la ciudad. El incumplimiento de estas
de México (2010), muestran claramente las medidas caracteriza las largas y dañinas
falencias de una presunta reducción de riesgos latencias entre el reconocimiento de riesgos
que busca su justificación ética en el respeto y y la instalación precautoria de medidas des-
la aplicación de una estrategia precautoria. No tinadas a eliminarlos12. La latencia entre el
basta señalar que si se hubiese cumplido con conocimiento del efecto tóxico de sustancias
los postulados de la precaución, los desastres como el arsénico o el plomo, y la tardía
no hubiesen ocurrido o habrían sido menos prohibición o limitación de utilizar estos
devastadores, como tampoco quedan calmadas elementos tiene el efecto que persistan las
las inquietudes al plantear que el principio de consecuencias deletéreas muchos años más
precaución, como cualquier otra estrategia de allá de la restricción. En el tema del cambio
reducción de riesgos, no puede garantizar inmu- climático sucede algo similar: aun si se im-
nidad contra emergencias. La pregunta es, más plementara una política precautoria contra
bien, si la precaución es la estrategia más ade- emisiones de CO2 y metano, cosa que no se
cuada para responder a riesgos críticos generados ha logrado, los niveles actuales y sus efectos
por acción humana y para mitigar los efectos en los cambios climáticos perdurarán por
de peligros naturales. A todas luces, la precaución varias décadas.
como estrategia es engañosa, creando falsas
seguridades y siendo manipulada a favor de 3. Peligros catastróficos agravados por
potentes intereses que desatienden los requeri- indecisiones de alto riesgo
mientos de protección de la sociedad civil y del El devastador terremoto ocurrido en Chile
bien común. Esta crítica a un principio de pre- (febrero de 2010) es producto de un peligro
caución aplicado a situaciones catastróficas natural imposible de prevenir, pero al que
anticipadas o realmente ocurridas, se fundamenta se agregaron daños debidos a decisiones y
en al menos cuatro argumentos: previsiones cuya correcta implementación
habría reducido los destrozos y evitado buena
1. La vana promesa de certezas científicas parte de las muertes ocurridas. En el territorio
A objeto de acelerar la aceptación para ac- con la geología más inestable del mundo,
ciones propuestas y reconociendo la incerti- las medidas precautorias fueron entendidas
dumbre en que opera la precaución, es notorio en forma pragmática, lo cual significó auto-
que su invocación invariablemente incluya rizar edificaciones sin fiscalizar el cumpli-
el compromiso, rara vez cumplido, de conti- miento riguroso de regulaciones antisísmicas,
nuar investigando posibles riesgos. Es, a su o desechar ciertos adelantos técnicos cuya
vez, un riesgo confiar en las ciencias, que implementación, se adujo, habría encarecido
operan con probabilidades y no con certezas, desmedidamente la construcción. Las comu-
además de verse sometidas a múltiples in- nicaciones no fueron dotadas de enlaces
fluencias de intereses y de poder tanto en la satelitales para resistir los efectos de una

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destrucción de la red física de instalaciones frentando las consecuencias de catástrofes y la


eléctricas. Y, tercero, el sistema de alarmas previsibilidad de nuevas emergencias desastro-
y de detecciones sismográficas no fue desa- sas:
rrollado a pesar de haber sido ordenado y - El principio de precaución es demasiado
financiado desde hacía dos años. manipulable, en lo conceptual y en lo político,
para servir de salvaguarda contra eventos
4. El uso inmoral de la estrategia precautoria catastróficos. La actitud precautoria es indis-
La ingente polución ambiental del escape pensable en relación a la ética que tiene por
masivo de petróleo por una perforación sub- máxima no dañar, pero es un error convertirla
marina es demasiado reciente e inconclusa en un principio supuestamente estructurado
para permitir un análisis acabado, pero se que justifique de por sí la acción.
han filtrado informaciones que, de confir- - El carácter inevitable de peligros naturales
marse, darían por tierra la defensa de estra- de envergadura debiera generar la obligación
tegias precautorias ex ante. Supuestamente, irrestricta de tomar todas las medidas cono-
la compañía explotadora conocía los riesgos cidas para mitigar los efectos de su eventual
de su empresa en el Golfo y aduce haber ocurrencia. La disculpa de la escasez de
tomado las “precauciones posibles”, un des- recursos es inaceptable cuando ello pone en
cargo inaceptable desde que no impidió la peligro posibilidades reales de proteger la
muerte de 11 personas y uno de los desastres vida de los seres humanos y la integridad
ambientales más gigantescos que haya ocu- ecológica.
rrido jamás. También ha corrido el rumor - La mera posibilidad de riesgos catastróficos
que la empresa explotadora, conocedora de debiera ser suficiente para abandonar pro-
los riesgos, estimó que las medidas de pre- yectos técnocientíficos con un potencial de
vención y precaución le provocarían costos daños masivos, irreversibles y no indemni-
mucho mayores que las eventuales compen- zables, como es la muerte de seres humanos
saciones si los daños insinuados por los y los deterioros irrecuperables de la natura-
riesgos llegasen a materializarse. Esta actitud leza. Para ello ha de considerarse la regla
de despreocupación ya había sido ejercitada maximin de Rawls, recientemente reeditada
por la industria automotriz y, en más de una como el “principio precautorio nuclear”, que
ocasión, por empresas farmacéuticas. propone maximizar los esfuerzos por reducir
al mínimo los riesgos excesivos13. Sin em-
CONCLUSIÓN bargo, la actitud maximin ha sido objeto de
polémicas y ciertamente requiere una depu-
Los ejemplos de catástrofes tanto naturales ración aún pendiente estableciendo, como
como técnicas cuya gravedad se multiplicó por Luhmann sugiere, un sensitivo “umbral de
confiar en una estrategia de precaución intrín- catástrofe” para encarar la posibilidad, aun
secamente débil y manipulable, demuestran la cuando muy improbable, de un desenlace
trágica paradoja y la falta de ética al aceptar el desastroso3.
riesgo de un manejo inadecuado de riesgos. Esta - Los cantos de sirena de un “principio de
acusación tendrá que ser complementada con precaución” también han alcanzado a la salud
sugerencias que propongan modos más éticos pública, gozando de una benevolente pero
de mitigar los desastres provocados por peligros infundada aceptación14. De celebrar es el
naturales y evitar efectos catastróficos produci- efecto indirecto de la precaución al requerir
dos por el quehacer humano. Aunque embrio- que la salud pública no tolere los problemas
narias y necesitadas de rigurosa reflexión y heurísticos de la epidemiología, sino que
amplia deliberación, han de contemplarse pro- estimule el escape de la incertidumbre hacia
puestas que ayuden al menos a no cometer los evidencias sustentables y hacia la audacia
mismos errores con que hasta ahora se ha en- de proponer políticas sanitarias que no sean

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impositivas pero sí eficaces y eficientes para 3. LUHMANN N. Soziologie de Risikos. Berlin Nueva
mitigar o evitar situaciones catastróficas15-17. York, Walter de Gruyter 1991
4. Ibid. p 30-31.
Ciertamente, recurriendo al lenguaje paradó- 5. AYRES JR de CM. Acerca del Riesgo. Buenos Aires,
jico que Luhmann empleara con gran vigor Lugar Editorial 2005.
retórico, invocar la precaución para reducir 6. Rio Declaration on Environment and Development
incertidumbres es tomar la precaución de (1992). Ver Ref. Nº 9.
7. HARRIS J, HOLM S. Extending human life span and
desactivar el principio de precaución. the precautionary paradox. Journal of Medicine and
Philosophy 2002; 27: 355-368.
Las ingentes y en gran medida irreversibles 8. ENGELHARDT JR HT, JOTTERLAND F. The pre-
consecuencias de catástrofes naturales y técnicas cautionary principle: a dialectical reconsideration.
confirman que el manejo conceptual de enfrentar, Journal of Medicine and Philosophy 2004; 29: 301-
312.
mitigar y evitar situaciones de crisis es del todo 9. COMEST: The precautionary principle. Paris,
insuficiente, generando una falsa seguridad de UNESCO 2005.
haber hecho todo lo posible, error que a su vez 10. CRANOR CF. Towards understanding aspects of the
lleva a situaciones catastróficas aún mayores. precautionary principle. Journal of Medicine and
Philosophy 2004; 29: 259-279.
Se hacen sentir voces que llaman a una reflexión 11. DIMITROV RS. Knowledge, power, and interests in
más profunda y consistente que enfatice los environmental regime formation. International Studies
aspectos morales que deben ser considerados Quarterly 2003; 47: 123-150.
en forma prioritaria, puesto que el análisis téc- 12. COMEST 2005, p. 10-11.
nico, el conocimiento científico y la gestión 13. GARDINER SM. A core precautionary principle. The
Journal of Political Philosophy 2006; 14: 33-60.
política no son unidimensionales sino que de- 14. TICKNER JA. The precautionary principle and public
penden de intereses, visiones de mundo y prio- health trade-offs: case study of West Nile virus. Annals
ridades axiológicas18. AAPSS 2002; 584: 69-79.
15. MARTUZZI M. The precautionary principle: in actions
for public health. Occup Environ Med 2007; 64: 569-
REFERENCIAS 570.
16. GOLDSTEIN BD. Problems in applying the precautio-
1. ECKENWEILER LA. Emergency health professionals nary principle to public health. Occup Environ Med
and the ethics of crisis. En Moreno JD (ed.): In the 2007; 64: 571.
wake of terror. Cambridge/ London, The MIT Press 17. CAGLIANO VJ. The IARC Monographs: a resource
2004: 111-131. for precaution and prevention. Occup Environ Med
2. SEN A. Ethics, development and disaster. Conferencia 2007; 64:572.
dada en el Banco Interamericano de Desarrollo (11- 18. GARDINER SM. Ethics and global climate change.
1-2005). Ethics 2004;114:555-600.

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