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Los 9 procesos del servicio devocional.

—— Śrīmad-Bhāgavatam canto7, Cap 5, versos 23-24.-pg.5921.

VERSOS 23-24
śrī-prahrāda uvāca
śravaṇaṁ kirtanaṁ viṣṇoh
smaraṇaṁ pāda-sevanam
arcanaṁ vandanaṁ dāsyaṁ
sakhyam ātma-nivedanam
iti puṁsārpitā viṣṇau
bhaktiś cet nava-lakṣaṇā
kriyeta bhagavaty addhā
tan manye’ dhītam uttamam
śrī-prahlāda uvāca—Prahlāda Maharāja dijo; śravaṇaṁ—
escuchar, kirtanaṁ—glorificar; viṣṇoh—del Señor Viṣṇu (y de nadie más); smaraṇaṁ—recordar; pāda-
sevanam—servir los pies; arcanaṁ-adoración (con ṣoḍaśopacāra, los dieciséis tipos de artículos); vandanaṁ—
ofrecer oraciones; dāsyaṁ—ser el sirviente; sakhyam—ser el mejor amigo; ātma-nivedanam—entregar todo lo
que se posee; iti—así; puṁsārpitā—por el devoto; viṣṇau—al Señor (y a nadie más); bhaktiś—devocional;
cet—si; nava-lakṣaṇā—con nueve procesos distintos; kriyeta—se debe realizar; bhagavaty—a la Suprema
Personalidad de Dios; addhā—directa o completamente; tat—eso; manye—yo considero; dhītam—sabiduría;
uttamam—suprema.
TRADUCCIÓN
Prahlāda dijo: Hay nueve procesos que se consideran servicio
devocional puro: escuchar y glorificar el santo nombre, la forma, las
cualidades, los utensilios y los pasatiempos trascendentales del Señor
Viṣṇu, recordarlos, servir los pies de loto del Señor, ofrecerle adoración
respetuosa con dieciséis tipos de artículos, ofrecerle oraciones, ser Su sirviente,
considerarle el mejor amigo, y entregárselo todo (o, en otras palabras, servirle
con el cuerpo, la mente y las palabras). A quien haya dedicado su vida al
servicio de Kṛṣṇa mediante estos nueve métodos, se le debe considerar la
persona más sabia, pues ha adquirido conocimiento completo.
SIGNIFICADO
Cuando su padre le pidió que repitiese algo de lo que había aprendido, Prahlāda
Mahārāja consideró que las mejores enseñanzas eran las que había recibido de
su maestro espiritual, mientras que las lecciones de diplomacia de sus maestros
materiales Ṣaṇḍa y Amarka le parecían inútiles. Bhaktiḥ parśānubhavo
viraktir anyatra ca (Bhāg. 11.2.42). Ésta es la característica del servicio devocional puro. El
devoto puro sólo tiene interés en el servicio devocional, y no en los asuntos materiales. Para
llevar a cabo servicio devocional, es necesario dedicarse constantemente a escuchar y cantar
acerca de Kṛṣṇa o el Señor Viṣṇu. El proceso de adorar en el templo se denomina arcana, y se
explicará en las páginas que siguen. Debemos tener plena fe en las palabras de Kṛṣṇa, quien
afirma que Él es el gran amigo y bienqueriente de todos (suhṛdaṁ sarva-bhūtānām). Para el
devoto. Kṛṣṇa es el único amigo. Eso se denomina sakhyam. Puṁsārpitā viṣṇau: la palabra
puṁsā significa «por todas las entidades vivientes». No se hacen distinciones que conviertan el
servicio devocional del Señor en prerrogativa de los hombres o de los brāhmaṇas. Es para
todos. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (9.32): sitriyo vaiśyās tathā śūdrās te ’pi yānti
parāṁ gatim: A las mujeres, los vaiśyas y los śūdras se les considera poco inteligentes, pero
también ellos pueden hacerse devotos y regresar al hogar, de vuelta a Dios.
A veces, las personas dedicadas a las actividades fruitivas siguen la costumbre
de ofrecer a Viṣṇu los resultados de los sacrificios que realizan, En este verso,
sin embargo, se dice: bhāgavaty addhā: Debernos ofrecerlo todo directamente a
Viṣṇu. Eso se denomina sannyāsa (y no simplemente nyāsa).
Los tridaṇḍi-sannyāsīs llevan tres daṇḍas, que simbolizan kaya-mano-vākya: el
cuerpo, la mente y las palabras. Todo ello se debe ofrecer a Viṣṇu. Sólo entonces se puede
comenzar la práctica de servicio devocional. Los que se ocupan en actividades fruitivas,
primero realizan determinada actividad piadosa y, luego, como cuestión formal u oficial,
ofrecen los resultados a Viṣṇu. El verdadero devoto, sin embargo, comienza por entregarse él
mismo a Kṛṣṇa en cuerpo, mente y palabras, y luego utiliza el cuerpo, la mente y las palabras al
servicio de Kṛṣṇa conforme a los deseos de Kṛṣṇa.
En su obra Tathya, Śrīla Bhaktisiddhānta Saraswatī Ṭhākura da la siguiente
explicación. La palabra śravaṇa se refiere a la recepción auditiva del santo nombre y de las
descripciones de la forma, cualidades, entorno y pasatiempos del Señor, según vienen expuestos
en el Śrīmad-Bhāgavatam. El Bhagavad-gītā y otras Escrituras autorizadas. Tras la recepción
auditiva, esos mensajes deben
memorizarse y repetirse (kīrtanaṁ). Smaraṇam significa tratar de adquirir una
comprensión cada vez mayor acerca del Señor Supremo, y pāda-sevanam
significa ocuparse en servir los pies de loto del Señor conforme al momento y
las circunstancias. Arcanam es la adoración que se ofrece al Señor Viṣṇu en el
templo, y vandanam significa ofrecer reverencias respetuosas. Man-manā
bhava mad- bhakto mad-yājī maṁ namaskuru. Vandanam significa namaskuru,
ofrecer reverencias y oraciones. Considerarse nitya-kṛṣṇa-dāsa, el sirviente
eterno de Kṛṣṇa, es lo que se denomina dāsyam, y sakhyam significa ser un
bienqueriente de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa desea que todos nos entreguemos a Él, ya que todos somos, por
naturaleza, Sus sirvientes, Por lo tanto, como amigos sinceros de Kṛṣṇa debemos predicar esta
filosofía, pidiendo a todas las demás personas que se entreguen a Kṛṣṇa. Ātma-nivedanam
significa ofrecerlo todo a Kṛṣṇa: el cuerpo, la mente, la inteligencia y todo lo que poseamos.
El esfuerzo sincero por poner en práctica estos nueve procesos de servicio
devocional recibe, técnicamente, el nombre de bhakti. La palabra addhā
significa «directamente». No debemos ser como los karmīs, que, después de
realizar actividades piadosas, presentan a Kṛṣṇa sus resultados como cuestión
de formalidad. Eso sería karma-kāṇḍa. No debemos aspirar a los resultados de
las actividades piadosas, sino que, primero, debemos consagrarnos por
completo, y, después, actuar de modo piadoso. En otras palabras, debernos
actuar para satisfacer al Señor Viṣṇu, y no para satisfacer nuestros propios
sentidos. Eso es lo que significa la palabra addhā, «directamente».
anyābhilaṣitā śūnyaṁ
jñāna-karmādy-anāvṛtam
ānukūlyena kṛṣṇānu-
śīlanaṁ bhaktir uttama

«El servicio amoroso trascendental al Supremo Señor debe ofrecerse con actitud favorable
y sin deseo de obtener beneficios materiales de las actividades fruitivas ni de la
especulación filosófica. Eso recibe el nombre de servicio devocional puro».

Nuestra única ocupación debe ser satisfacer a Kṛṣṇa, sin dejarnos influenciar por el
conocimiento fruitivo y las actividades fruitivas.
El Gopāla-tāpanī Upaniṣad dice que la palabra bhakti significa ocuparse en el
servicio devocional que se ofrece a la Suprema Personalidad de Dios, y únicamente a la
Suprema Personalidad de Dios. Ese Upaniṣad explica que bhakti es la ofrenda de servicio
devocional a la Suprema Personalidad de Dios.
Para llevar a cabo servicio devocional, es necesario estar libre del concepto
corporal de la vida y de las aspiraciones a lograr la felicidad por medio de la
elevación a los sistemas planetarios superiores. En Otras palabras, la actividad
que se lleva a cabo con la única intención de satisfacer al Señor Supremo, sin
ningún deseo de beneficios materiales, se denomina bhakti. El bhakti recibe
también el nombre de niskarma, es decir, estar libre de los resultados de las
actividades fruitivas. Aunque el servicio devocional y las actividades fruitivas
puedan parecer prácticamente lo mismo, el bhakti está al nivel de niskarma.

Prahlāda Maharāja aprendió de Nārada Muni los nueve procesos que ahora está
exponiendo; sin embargo, en la ejecución de servicio devocional pueden no ser
necesarios los nueve procesos; la práctica de uno sólo de ellos, realizada sin
desviación, permite al devoto alcanzar la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios.
Vemos a veces que en esa práctica de uno de los procesos se incluyen algunos de los demás; eso
no es inadecuado. Al devoto le es suficiente con practicar uno cualquiera de los nueve procesos
(nava-lakṣaṇā), pues en esa práctica entran también los otros ocho, A continuación,
comentaremos cada uno de esos nueve procesos:

(l) Śravaṇam. Escuchar el santo nombre del Señor (śravaṇam) es el comienzo


del servicio devocional. Aunque cualquiera de los nueve procesos es suficiente
por sí solo, el comienzo, en orden cronológico, está en escuchar el santo nombre del Señor. El
proceso de escuchar es esencial. Como explica Caitanya Mahāprabhu: ceto-darpaṇa-mārjanam:
Mediante el canto del santo nombre del Señor, nos purificamos del concepto material de la vida.
que se debe a la impura influencia de las modalidades de la naturaleza material.
Cuando esa suciedad se elimina de lo más profundo del corazón, podemos comprender la forma
de la Suprema Personalidad de Dios (īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ
sac-cid-ānanda-vigrahaḥ). De ese modo, cuando escuchamos el santo nombre del Señor,
llegamos al plano de comprensión de la forma personal del Señor. Una vez alcancemos ese
nivel, podremos percibir cualidades trascendentales del Señor, y cuando comprendamos Sus
cualidades trascendentales, llegaremos a comprender a los acompañantes del Señor. De ese
modo, iremos avanzando progresivamente hacia la comprensión plena del Señor, a medida que
cobremos conciencia de Su santo nombre, Su forma, Sus cualidades trascendentales, los objetos
relacionados con Él, y lodo lo que se a Él. Según vemos, el orden cronológico del proceso es
śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ. La validez de ese proceso de comprensión cronológica se extiende
también a los procesos de cantar y recordar. Si quien glorifica el santo
nombre, la forma, las cualidades y los objetos relacionados con el Señor es un
devoto puro, el proceso de escuchar resulta muy agradable. Śrīla Sanātana
Gosvāmī nos ha prohibido que escuchemos esa glorificación de labios de un
devoto artificial o de un no devoto.
Escuchar el texto del Śrīmad-Bhāgavatam se considera el proceso de escucha
más importante. En el Śrīmad-Bhāgavatam encontramos el canto trascendental
del santo nombre a cada paso; debido a ello, cuando recitamos y escuchamos el
Śrīmad-Bhāgavatam, lo hallamos pleno de melosidades trascendentales. El
trascendental santo nombre del Señor puede escucharse y cantarse en función
de la atracción que sienta el devoto. Se puede cantar el santo nombre del Señor
o del Señor Rāma, de Nṛsiṁhadeva, etc. (rāmādi-mūrtiṣu kalā-niyamena
tiṣṭhan). El Señor tiene infinidad de formas y nombres, y los devotos pueden
meditar en una de esas formas en particular y cantar el santo nombre por el que
sienten una mayor atracción. Lo mejor es escuchar acerca del santo nombre, la
forma y los demás aspectos del Señor de labios de un devoto puro que manifieste nuestras
mismas preferencias. En otras palabras, quien esté apegado a debe cantar y escuchar
refugiándose en Otros devotos puros que también estén apegados al Señor Kṛṣṇa. El mismo
principio se aplica al devoto que siente atracción por el Señor Rāma. el Señor Nṛsiṁha o
cualquier otra forma del Señor. Como es la forma suprema del Señor (kṛṣṇas tu bhagavān
svayam), lo mejor es escuchar las glorias del nombre, la forma y los pasatiempos del Señor
Kṛṣṇa de labios de un devoto iluminado que se sienta particularmente atraído por la forma del
Señor Kṛṣṇa.
En el Śrīmad-Bhāgavatam, grandes devotos de la talla de Śukadeva Gosvāmī han
descrito en particular el santo nombre, la forma y las cualidades del Señor Kṛṣṇa. Quien no
escuche acerca del santo nombre, la forma y las cualidades del Señor, no podrá entender
claramente los demás procesos del servicio devocional. Por eso
Śrī Caitanya Mahāprabhu nos recomienda que cantemos el santo nombre de Kṛṣṇa: paraṁ
vijayate śrī-kṛṣṇa-saṅkīrtanam. Quien sea lo bastante afortunado como para escuchar de labios
de devotos iluminados, obtendrá con gran facilidad el éxito en la senda del servicio devocional.
Por consiguiente, es esencial escuchar acerca del santo nombre, la forma y las cualidades del
Señor. En el Śrīmad-Bhāgavatam
(l .5.1 1) encontramos este verso:
tad-vāg -visargo janatāgha-viplavo
yasmin prati-ślokam abaddhavaty api
nāmāny anantasya yaśo-‘ṅkitāni yat
śṛṇvanti gāyanti gṛṇanti sādhavaḥ
«Los versos que describen el nombre, la forma y las cualidades de Anantadeva, el ilimitado
Señor Supremo, pueden acabar con las reacciones pecaminosas del mundo entero. Por esa
razón, aunque puede darse el caso de que esos versos no estén compuestos de forma perfecta,
los devotos los escuchan, los comentan y los consideran genuinos y autorizados». En relación
con esto, Śrīdhara Svāmī ha señalado que el devoto puro se beneficia de la compañía de otro
devoto puro
escuchándole hablar del santo nombre, la forma y las cualidades del Señor.
Cuando no tiene oportunidad de hacerlo, canta y escucha el santo nombre del
Señor en soledad.

(2) Kīrtanam. Hasta aquí se ha explicado el proceso de escuchar el santo nombre. Ahora
trataremos de comprender el proceso de cantar el santo nombre.
que es el segundo en orden cronológico. Se recomienda realizar ese canto en voz bien alta. En el
Śrīmad-Bhāgavatam. Nārada Muni cuenta que partió a recorrer el mundo cantando el santo
nombre del Señor sin timidez alguna. Śrī Caitanya Mahāprabhu nos ha dado un consejo
parecido:
tṛṇād api sunīchena
taror iva sahiṣṇunā
amāninā mānadena
kīrttanīyaḥ sadā hariḥ
El devoto puede cantar pacíficamente el santo nombre del Señor si se muestra más humilde que
la hierba, es tolerante como un árbol y es respetuoso con todos, sin esperar ningún tipo de
honores. Esas cualidades hacen más fácil el canto del santo nombre del Señor. El proceso del
canto trascendental es muy fácil y todo el mundo puede ponerlo en práctica. El canto del santo
nombre es beneficioso incluso para los que no están físicamente capacitados, los considerados
inferiores. los que carecen de buenas cualidades materiales y los que no han logrado elevarse en
el campo de las actividades fruitivas. Para avanzar en la vida espiritual no es necesario haber
nacido en una familia aristocrática ni gozar de una excelente educación, un hermoso aspecto
físico, riquezas u otros resultados de actividades piadosas; es suficiente con cantar el santo
nombre. Las fuentes autorizadas, las Escrituras védicas, nos indican que en esta era en
particular. Kali-yuga. la gente vive por muy poco tiempo. tiene
unos hábitos malísimos y está predispuesta a seguir métodos de servicio devocional que no son
genuinos. Además, las circunstancias materiales les tienen siempre perturbados. y son
sumamente desdichados. En esas circunstancias, la práctica de otros procesos, como yajña,
dāna, tapaḥ y kriyā, es decir, sacrificios, caridad, etc. es completamente imposible. Por esa
razón se nos da el siguiente consejo:
harer nāma harer nāma
harer nāmaiva ke valam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā
«En esta era de riñas e hipocresía, el único modo de alcanzar la liberación
consiste en cantar el santo nombre del Señor. No hay otra manera. No hay otra
manera. No hay otra manera».

Por el simple hecho de cantar el santo nombre del Señor avanzamos de modo perfecto en la vida
espiritual. Ése es el mejor método para tener éxito en la vida. En otras eras. el canto del santo
nombre también tiene potencia, pero en la era actual. Kali-yuga, es especialmente poderoso.
Kīrtanād eva kṛṣṇasya mukta-saṅgaḥ
paraṁ vrajer: Por el simple hecho de cantar el santo nombre de nos liberamos y vamos de
regreso al hogar, de vuelta a Dios. Por consiguiente, y aunque podamos poner en práctica otros
procesos de servicio devocional. el principal método que debemos seguir para progresar en la
vida espiritual es el canto del santo nombre.
Yajñaiḥ sāṅkīrtana-prāyair yajanti hi sumedhasaḥ: Las personas de inteligencia aguda deben
seguir este proceso de cantar los santos nombres del Señor.
Pero no se deben inventar nuevas formas de cantar. Se trata de cantar el santo nombre tal como
lo recomiendan las Escrituras: Hare Kṛṣṇa Hare Kṛṣṇa Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare Hare Hare Rāma Hare
Rāma Rāma Rāma Hare Hare.
Hay diez ofensas que se deben evitar cuidadosamente cuando se canta el santo
nombre del Señor. Sanat-kumāra explica que una persona que haya cometido
todo tipo de ofensas graves puede liberarse de esa vida de ofensas si se refugia
en el santo nombre del Señor. En verdad. hasta los seres humanos que no pasan
de ser animales de dos patas se liberarán si se refugian en el santo nombre del
Señor. Por lo tanto, debemos cuidarnos mucho de cometer ofensas a los pies de
loto del santo nombre del Señor. Esas diez ofensas son las siguientes:
(l) blasfemar de los devotos, y en especial, de los devotos dedicados a propagar las
glorias del santo nombre.
(2) considerar que los nombres del Señor Śiva o de otros semidioses tienen la
misma potencia que el santo nombre de la Suprema Personalidad de Dios (nadie
es igual ni superior a la Suprema Personalidad de Dios).
(3) desobedecer las instrucciones del maestro espiritual.
(4) blasfemar contra las Escrituras védicas o contra aquellas obras que siguen las
enseñanzas de los Vedas.
(5) considerar que las glorias del santo nombre del Señor son exageraciones.
(6) dar interpretaciones desviadas acerca del santo nombre.
(7) cometer actividades pecaminosas apoyándose en la potencia del santo nombre.
(8) comparar el canto del santo nombre con las actividades piadosas.
(9) instruir acerca de las glorias del santo nombre a personas que no lo comprenden.
(10) no adquirir apego trascendental por el canto del santo nombre a pesar de haber
escuchado todos esos mandamientos de las Escrituras.
Cuando se comete una de esas ofensas, no hay expiación posible. Por consiguiente. a quien
comete ofensas a los pies del santo nombre, se le recomienda que continúe
cantando el santo nombre las veinticuatro horas del día. Ese canto constante le liberará de las
ofensas hasta elevarle al plano trascendental; en ese nivel, podrá cantar el santo nombre puro y
llegar al nivel del amor por la Suprema Personalidad de Dios.
Se nos recomienda continuar cantando el santo nombre incluso si cometemos
ofensas. En otras palabras, el canto del santo nombre nos libera de las ofensas.
En el libro Nāma-kaumudī se aconseja que, si cometemos ofensas a los pies de
loto de un vaiṣṇava, debemos dirigirnos a él con humildad y recibir su perdón;
de manera similar para liberarnos de las ofensas en el canto del santo nombre,
debemos entregarnos a él. En relación con esto, citaremos las siguientes palabras
de Dakṣa al Señor Śiva: «Yo no conocía las glorias de tu personalidad, y por ello cometí una
ofensa contra tus pies de loto ante toda la asamblea. Tú, sin embargo, eres tan bondadoso que
no te diste por ofendido. Al contrario, mientras yo caía como consecuencia de haberte acusado,
me salvaste con tu misericordiosa mirada. Tú eres el más grande. Te ruego que me disculpes y
te sientas satisfecho en virtud de tus propias y gloriosas cualidades».
Debemos ser muy mansos y humildes, para poder expresar nuestros deseos y
cantar oraciones compuestas en glorificación del santo nombre, como ayi
mukta- kulair upāsya mānam y nivṛtta-tarṣair upagīyamānād. Debemos cantar
esas oraciones para liberarnos de las ofensas a los pies de loto del santo
nombre.

(3) Smaraṇam. Después de una práctica regular de los procesos de escuchar y


cantar, y después de haber limpiado lo más profundo del corazón. se
recomienda smaraṇam, recordar. En el Śrīmad-Bhāgavatam (2.1.1), Śukadeva
Gosvāmī dice al rey Parīkṣit:
etan nirvidyamānānām
icchatām akuto-bhayam
yogināṁ nṛpanir nirṇītaṁ
harer nāmānukīrtanam
«¡Oh rey!, el canto constante de los santos nombres del Señor se recomienda tanto para los
grandes yogis que han renunciado por completo a las relaciones materiales, como para las
personas que desean todos los placeres materiales, y para aquellos que encuentran satisfacción
en el ser gracias al conocimiento trascendental».
Las diversidades de nāmānukīrtanam, el proceso de cantar el santo nombre, vienen
determinadas por el tipo de relación con la Suprema Personalidad de Dios; en el proceso de
smaraṇam, las distintas relaciones y melosidades determinan los siguientes cinco tipos de
recuerdo: (a) investigar acerca de la adoración de una determinada forma del Señor; (b)
concentrar la mente en un único objeto y retraerla de Lodos los demás en sus actividades de
pensar, sentir y desear; (c) concentrarse en una determinada forma del Señor (esto se denomina
meditación); (d) concentrar la mente sin interrupción en la forma del Señor (esto se denomina
dhuvānusmṛti, meditación perfecta); (e) adquirir un gusto por concentrarse en determinada
forma del Señor (esto se denomina samādhi, trance). También se considera recuerdo la
concentración de la mente en determinados pasatiempos del Señor bajo determinadas
circunstancias. Por lo tanto, el samādhi, o trance, puede adoptar cinco formas distintas, en
función de nuestra relación con el Señor. En concreto, el trance de los devotos que se
encuentran en el estado de neutralidad recibe el nombre de
concentración mental.
(4) Pāda-sevanam. Según el gusto y la fuerza del devoto, los procesos de escuchar, cantar y
recordar a veces van seguidos de pāda-sevanam. la perfección en el proceso de recordar se
obtiene cuando se piensa constantemente en los pies de loto del Señor. Ese apego intenso a
pensar en los pies de loto del Señor de denomina pāda-sevanam. Cuando alguien siente una
predilección especial por pāda-sevanam, este proceso poco a poco va dando cabida a otros
métodos, como ver la forma del Señor, tocarla, caminar alrededor del templo o de la forma del
Señor, visitar lugares como Jagannātha Purī, Dvārakā y Mathurā para ver la forma del Señor, y
bañarse en el Ganges o en el Yamunā. Los procesos de bañarse en el Ganges y servir a un
vaiṣṇava puro reciben también el nombre de tadīya-upāsanam, lo cual también es pāda-
sevanam. La palabra tadīya significa «en relación con el Señor». El
servicio al vaiṣṇava, a Tulasī, al Ganges y al Yamunā, están incluidos en
pāda-sevanam. Todos los procesos de pāda-sevanam nos ayudan a avanzar
rápidamente en la vida espiritual.

(5) Arcanam. El proceso que sigue a pāda-sevanam es arcanam, la adoración


de la Deidad. Quien sienta interés por el proceso de arcanam debe refugiarse
sin titubeos en un maestro espiritual genuino y aprender de él el proceso. Hay
muchos libros que tratan de arcana, y entre ellos destaca el Nārada-pañcarātra. En esta era, el
sistema que se recomienda de modo especial para arcana, la adoración de la Deidad, es el
Pañcarātra. Hay dos sistemas de arcana: el sistema bhāgavata y el sistema pañcarātrikī. En el
Śrīmad-Bhāgavatam no se recomienda la adoración pañcarātrikī, pues en Kali-yuga se puede
lograr la perfección incluso sin adorar a la Deidad, mediante los procesos de escuchar, cantar,
recordar y adorar los pies de loto del Señor. Rūpa Gosvāmī afirma:
śrī-viṣṇoḥ śravaṇe parīkṣid abhavad vaiyāsakiḥ kīrtane
prahlādaḥ smaraṇe tad-aṅghri-bhajane laksmīḥ pṛthuḥ pūjane
akrūras tv abhivandane kapi-patir dāsye ‘tha sakhye ‘rjunaḥ
sarvasvātma-nivedane balir abhūt kṛṣṇāptir eṣāṁ param

«Parīkṣit Maharāja alcanzó la salvación con el simple proceso de escuchar, y


Śukadeva Gosvāmī la logró mediante el canto, Prahlāda alcanzó la salvación mediante el
recuerdo del Señor. La diosa de la fortuna, llegó a la perfección por adorar los pies de loto del
Señor. Pṛthu Mahārāja logró la salvación adorando a la Deidad del Señor. Akrūra la logró
ofreciendo oraciones, Hanumān ofreciendo servicio, Arjuna haciendo amistad con el Señor, y
Bali Mahārāja por entregarlo todo al servicio del Señor».
Cada uno de esos grandes devotos siguieron un proceso distinto para servir al Señor. pero todos
ellos alcanzaron la salvación y pudieron regresar al hogar, de vuelta a Dios. Esto se explica en
el Śrīmad-Bhāgavatam.
Por consiguiente, se recomienda que los devotos iniciados adoren a la Deidad en el templo
conforme a los principios del Nārada-pañcarātra. Esta senda de la adoración a la Deidad se
recomienda con especial énfasis a los devotos casados que gozan de opulencias y posesiones
materiales. Al devoto casado que goza de opulencia pero que no emplea en el servicio del Señor
ese dinero que ha ganado con tanto esfuerzo, se le considera un avaro. para adorar a la Deidad
no deben emplearse a sueldo. Quien paga a unos sirvientes para que adoren a la Deidad, en
lugar de adorarla personalmente, es un perezoso, y su adoración es artificial. Un cabeza de
familia rico puede conseguir los artículos más lujosos para a la Deidad; así pues, la adoración de
la Deidad es obligatoria para los devotos casados. En nuestro movimiento para la conciencia de
Kṛṣṇa hay brahmacārīs, gṛhasthas, vānaprasthas y sannyāsīs, pero la adoración de la Deidad en
el templo deben realizarla principalmente los casados, Los brahmacārīs pueden ir a predicar
con los sannyāsīs, y los vānaprasthas deben prepararse para la siguiente etapa de vida
renunciada, sannyāsa. Los devotos gṛhasthas, sin embargo, suelen estar dedicados a actividades
materiales; por esa razón, si no se ocupan en la adoración de la Deidad, su caída está
prácticamente garantizada. Adorar a la Deidad significa seguir estrictamente las reglas y
regulaciones; esto nos mantendrá estables en el servicio devocional, Por lo general, los casados
tienen hijos; del mismo modo que son las mujeres quienes hacen de maestras en las guarderías,
el cuidado de los hijos debe confiarse a las esposas. Los devotos gṛhasthas deben seguir
adecuadamente el proceso de arcana-vidhi, la adoración de la Deidad, conforme a las
disposiciones y normas que dicta el maestro espiritual. Con respecto a quienes no pueden
dedicarse a la adoración de la Deidad en el templo, en el Agni Purāṇa encontramos la siguiente
afirmación: Todo devoto casado que, por determinadas circunstancias, no pueda adorar a la
Deidad, por lo menos debe ver cómo se La adora; de ese modo, también él podrá alcanzar el
éxito. La finalidad específica de la adoración de la Deidad es mantener al devoto siempre limpio
y puro. Los devotos gṛhasthas deben ser verdaderos ejemplos de limpieza. La adoración de la
Deidad debe ir acompañada de los procesos de escuchar y cantar. Esa es la razón de que todo
mantra vaya precedido de la palabra namaḥ. Todos los mantras poseen potencias específicas,
que los devotos gṛhasthas deben aprovechar. Los mantras que van precedidos de la palabra
namaḥ son muchos, pero quien canta el santo nombre del Señor recibe los resultados de cantar
namaḥ muchas veces. Cantando el santo nombre del Señor se puede llegar al nivel del amor por
Dios. Alguien podría preguntar qué necesidad hay entonces de recibir iniciación. La respuesta
es que, si bien el canto del santo nombre es suficiente para que podamos progresar en la vida
espiritual hasta llegar al nivel del amor por Dios, siempre cabe la posibilidad de que nos
contaminemos, pues tenemos un cuerpo material. por eso el proceso de arcana-vidhi tiene una
importancia especial. Debemos, pues, recibir con regularidad los beneficios de los dos sistemas,
bhāgavata y pāñcarātrikī.
Hay dos tipos de adoración de la Deidad: la adoración pura y la adoración mezclada con
actividades fruitivas. Para un devoto estable, la adoración de la Deidad es obligatoria. En ese
proceso se incluye también la celebración de determinadas festividades. como Śrī Janmāṣṭamī,
Rāma-navamī y Nṛsiṁha-carurdaśī. En otras palabras, los devotos casados deben celebrar esas
festividades obligatoriamente.
Comentaremos ahora las ofensas en la adoración de la Deidad. Son las siguientes: (1) entrar en
el templo con zapatos o en un palanquín; (2) no celebrar las festividades prescritas; (3) no
ofrecer reverencias ante la Deidad; (4) ofrecer oraciones sin estar debidamente limpio, sin
haberse lavado las manos después de comer, (5) ofrecer con una sola mano; (6) caminar dando
vueltas directamente ame la Deidad; (7) sentarse con las piernas estiradas ante la Deidad; (8)
sentarse ante la Deidad cogiéndose los tobillos con las manos; (9) acostarse ante la Deidad; (10)
comer ante la Deidad; (l l) mentir ante la Deidad; (12) dirigirse a alguien en voz. alta ante la
Deidad; (13) hablar innecesariamente ante la Deidad; (14) llorar ante la Deidad; (15) discutir
ante la Deidad; (16) reñir a alguien ante la Deidad; (17) dar muestras de favor a alguien ante la
Deidad; (18) hablar a alguien con aspereza ame la Deidad; (19) ir vestido con una manta de lana
delante de la Deidad: (20) blasfemar contra alguien ante la Deidad; (21) adorar a alguien ante la
Deidad; (22) emplear un lenguaje vulgar ante la Deidad; (23) ventosearse ante la Deidad; (24)
no ofrecer una adoración opulenta a la Deidad. aun contando con medios para ello; (25) comer
alimentos no ofrecidos a la Deidad; (26) no ofrecer a la Deidad frutas
frescas propias de la estación; (27) ofrecer a la Deidad alimentos que ya hayan
sido probados o de los cuales ya se haya servido a otras personas (en otras palabras, los
alimentos no deben servirse hasta que hayan sido ofrecidos a la Deidad); (28) sentarse dando la
espalda a la Deidad; (29) ofrecer reverencias a alguien ante la Deidad; (30) ofrecer reverencias
al maestro espiritual sin cantar las oraciones adecuadas; (31) alabarse uno mismo ante la
Deidad; (32) blasfemar de los semidioses. Estas treinta y dos ofensas en la adoración de la
Deidad deben evitarse.
En el Varāhu se mencionan las siguientes ofensas: (l) comer en casa de una persona rica; (2)
entrar en la habitación de la Deidad a oscuras; (3) adorar a la Deidad sin seguir los principios
regulativos; (4) entrar en el templo sin avisar con algún sonido; (5) ofrecer alimentos que hayan
sido vistos por un perro; (6) romper el silencio mientras se adora a la Deidad; (7) interrumpir la
adoración de la Deidad para ir al baño; (8) ofrecer incienso sin ofrecer flores: (9) adorar a la
Deidad con flores prohibidas; (l comenzar la adoración sin haberse lavado los dientes; (l l)
adorar después de tener relaciones sexuales; (12) tocar una lamparilla, un cadáver o a una mujer
en fase menstrual, o ponerse ropas rojas, azules, sucias, de otros o manchadas. Otras ofensas
son: adorar a la Deidad después de haber visto un cadáver, ventosearse ante la Deidad, montar
en cólera ante la Deidad, y adorar a la Deidad tras visitar un crematorio. No se debe adorar a la
Deidad después de comer, mientras no se haya digerido el alimento; no se debe tocar a la
Deidad ni ocuparse en Su adoración después de ingerir asafétida o aceite de cártamo. Todo esto
también se considera ofensivo.
En otros pasajes de las Escrituras, se enumeran las siguientes ofensas: (l) estar en contra de los
mandamientos de las Escrituras védicas, o fingir externamente que se aceptan los principios del
Śrīmad-Bhāgavatam mientras que en el corazón se le falta al respeto; (2) introducir sāstras que
difieran de los Vedas; (3) masticar pan y betel ante la Deidad; (4) guardar las flores que se van a
ofrecer en la adoración en una hoja de ricino; (5) adorar a la Deidad pasado el mediodía; (6)
sentarse en el altar o en el suelo para adorar a la Deidad (sin ningún asiento); (7) tocar a la
Deidad con la mano izquierda mientras se La baña; (8) adorar a la Deidad con llores mustias o
que ya se hayan usado: (9) escupir se adora a la Deidad; (10) ensalzarse a sí mismo mientras se
adora a la Deidad; (l l) ponerse tilaka transversal en la frente; (12) entrar en el templo sin
haberse lavado los pies; (13) ofrecer a la Deidad alimentos
cocinados por personas no iniciadas; (14) adorar a la Deidad y ofrecerle bhoga
en presencia de personas no iniciadas o no vaiṣṇavas, (15) ofrecer adoración a
la Deidad sin adorar a las deidades de Vaikuṇṭha, como Gaṇeśa; (16) adorar a
la Deidad sudando; (17) rechazar las flores ofrecidas a la Deidad; (18) hacer
votos o juramentos utilizando el santo nombre del Señor.
Como se confirma en el Avantī-khaṇḍa del Skanda-Purāṇa, quien cometa alguna de estas
ofensas debe leer por lo menos un capítulo del Bhagavad-gitā. También se indica que quien lea
los mil nombres de Viṣṇu puede liberarse de todas las ofensas. En el Revā- khaṇḍa del mismo
Skanda-Purāṇa se dice que quien recita oraciones a Tulasī o siembra una semilla de Tulasī
también se libera de todas las ofensas. Del mismo modo, aquel que adora a la śālagrāma-śilā
también puede liberarse de todas sus ofensas. En el Brahmāṇḍa-Purāṇa se dice que quien adora
al Señor Viṣṇu,
cuyos cuatro brazos sostienen una caracola, un disco, una flor de loto y una maza, puede
liberarse de las ofensas mencionadas. En el Ādi-varāha Purāṇa se dice que el
adorador que haya cometido ofensas puede ayunar durante un día en el sagrado
lugar de Śaukarava, y a continuación, bañarse en el Ganges.
En el proceso de adoración de la Deidad, a veces se recomienda la adoración de la Deidad en la
mente. En el Uttara-khaṇḍa del Padma Purāṇa se dice: «En general, lodo el mundo puede adorar
con la mente». El Gautamīya Tantra afirma: «Al sannyāsī, que no tiene casa, se le recomienda
la adoración de la Deidad en la mente». En el Nārada-pañcarātra, el Señor Nārāyaṇa menciona
que el proceso de adorar a la Deidad en la mente se denomina mānasa-pūjā. Ese método nos
permite liberarnos de las cuatro miserias. A la adoración con la mente se puede practicar de
modo independiente. Según la instrucción de Āvirhotra Muni, que es uno de los nava-yogendras
mencionados en el Śrīmad-Bhāgavatam, a la Deidad se La puede adorar mediante el canto de
todos los mantras. En el śāstra se mencionan ocho
tipos de Deidades; uno de ellos es la Deidad mental. En relación con esto, el Brahma-vaivarta
Purāṇa nos ofrece el siguiente ejemplo:
Hace mucho tiempo, en la ciudad de Pratiṣṭhāna-pura vivía un que, a pesar de su gran pobreza,
era inocente y vivía satisfecho. Un día, en la asamblea de brāhmaṇas escuchó un discurso acerca
de la adoración de la Deidad en el templo, y supo entonces que a la Deidad se La puede adorar
también con la mente. Desde entonces, el brāhmaṇa, tras bañarse en el río Godāvarī, adoraba a
la Deidad en la mente. Limpiaba el templo mentalmente, y con la imaginación traía agua de
todos los ríos sagrados en cántaros de oro y plata. Se hizo con los más valiosos artículos de
adoración, y adoró a la Deidad del modo más suntuoso, comenzando por bañarla y terminando
con un ārati. De ese modo pasó muchos años lleno de felicidad. Un día se encontraba
cocinando mentalmente un sabroso arroz dulce con ghī para la Deidad. Lo sirvió en un plato de
oro y lo ofreció al Señor Kṛṣṇa, pero, pensando si estaría demasiado caliente, lo tocó con el
dedo. En ese mismo instante sintió la
quemadura del arroz en el dedo, y comenzó a lamentarse, Y mientras el brāhmaṇa se lamentaba
por el dolor que sentía, en Vaikuṇṭha el Señor Viṣṇu sonrió, y la diosa de la fortuna Le preguntó
por qué sonreía. El Señor ordenó a Sus asistentes que trajesen al brāhmaṇa a Vaikuṇṭha. De ese
modo, aquel brāhmaṇa alcanzó la liberación sāmipya y pudo vivir cerca de la Suprema
Personalidad de Dios.

(6) Vandanam. Pese a que las oraciones forman parte de la adoración de la Deidad, también
deben estudiarse por separado, como hemos hecho con los procesos de oír, escuchar, etc.; por
esa razón, en estas páginas les dedicaremos una sección aparte. El Señor tiene ilimitadas
opulencias y cualidades trascendentales, y cuando alguien se siente influido por las cualidades
del Señor en Sus diversas actividades, ofrece oraciones al Señor. De ese modo alcanza el éxito.
En relación con esto, citamos a continuación algunas ofensas que se deben evitar: (1) ofrecer
reverencias apoyando en el suelo una sola mano; (2) ofrecer con el cuerpo cubierto; (3) dar la
espalda a la
Deidad; (4) ofrecer reverencias a la izquierda de la Deidad; (5) ofrecer reverencias muy cerca de
la Deidad.
(7) Dāsyam. Con respecto al proceso de actuar como sirviente del Señor, encontrarnos la
siguiente declaración: Aquel que, después de muchos miles de
vidas, llega a entender que es el sirviente eterno de puede liberar a los demás habitantes del
universo. Aquel que siempre se considera un sirviente eterno de puede alcanzar el éxito
completo, sin necesidad de ningún otro proceso de servicio devocional, ya que ese sentimiento
es suficiente por sí solo para poner en práctica los nueve procesos del servicio devocional.

(8) Sakhyam. Con respecto al proceso de adorar al Señor con actitud de amistad, el Agastya-
saṁhitā explica que el devoto ocupado en servicio mediante śravaṇam y kīrtanam desea a veces
ver al Señor personalmente y, con ese objeto, establece su residencia en el templo. En otra
Escritura encontramos la siguiente declaración:
¡Oh mi Señor, Suprema Personalidad, amigo eterno!, aunque Tú gozas de plenitud en felicidad
y conocimiento, eres el amigo de los habitantes de Vṛndāvana. ¡Qué afortunados son esos
devotos!». En esta cita, la palabra «amigo» se emplea con la intención específica de expresar
amor intenso. Por consiguiente, la amistad es mejor que la servidumbre. En la etapa que está
por encima de dāsya-rāsa, el devoto
considera a la Suprema Personalidad de Dios Su amigo. Esto no es en absoluto sorprendente,
pues, cuando el devoto tiene el corazón puro, la opulencia de su
adoración de la Deidad disminuye a medida que se manifiesta su amor espontáneo por la
Suprema Personalidad de Dios. En relación con esto, Śrīdhara Svāmī pone el ejemplo de
Śrīdāma Vipra, quien expresaba sus sentimientos de gratitud pensando: «Que esta relación
amistosa con Kṛṣṇa, continúe vida tras vida».

(9) Ātma-nivedanam: La palabra ātma-nivedanam se refiere a la etapa en que el


devoto, sin otra motivación que servir al Señor, lo entrega todo al Señor y realiza sus
actividades sin otro objetivo que satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios. Ese devoto es
como una vaca bajo el cuidado de su dueño, En esa situación, la vaca no pasa ansiedad acerca
de su subsistencia. Está siempre consagrada a su dueño y nunca actúa de modo independiente,
sino que lo hace únicamente para beneficio de su dueño. para algunos devotos, ātma-nivedanam
es dedicar el cuerpo al Señor; otras veces, como se afirma en el libro llamado Bhakti-viveka, se
da el nombre de ātma-nivedanam al hecho de consagrar el alma al Señor. Los mejores ejemplos
de ātma-nivedanam son Bali Mahārāja y Ambarīṣa Mahārāja. Ātma-nivedanam se ve también a
veces en la conducta de Rukmiṇīdevī en Dvārakā.

VERSO 25
niścunyaitat suta-vaco
hiraṇyakaśipus tadā
guru -putram uvācedaṁ
ruṣā prasphuritādharaḥ
niśamya—esecuchar; etat—estas; suta-vacaḥ—palabras de su hijo;
hiraṇyakaśipus—Hiraṇyakaśipu; tada—en ese momento; guru-putram—al hijo
de Śukrācārya, su maestro espiritual; uvāca—habló; ruṣā—con ira;
prasphurita—temblorosos; adharaḥ—cuyos labios.
TRADUCCIÓN
Cuando escuchó de labios de su hijo Prahlāda aquellas palabras de
servicio devocional, Hiraṇyakaśipu no podía contener la ira. Con los labios
temblorosos, se dirigió a Ṣaṇḍa el hijo de su guru, Śukrācārya, las siguientes
palabras.
VERSO 26
brahma-bandho kim etat te
vipakṣaṁ śrayatāsatā
asāraṁ grāhito balo
mām anādṛtya durmate
brahma-bandho—¡oh, hijo inepto de un brāhmaṇa!, kim etat—qué es esto; te—
por ti; vipakṣaṁ—el bando de mis enemigos; śrayatā—refugiándole en;
asatā— más que malvado; asāraṁ—estupidez; grāhitaḥ—enseñado; bālaḥ—el
niño; mām—a mí; anādṛtya—sin preocuparte de; durmate—¡Oh, necio maestro!
TRADUCCIÓN
¡Oh, más que inepto!, ¡abominable hijo de brāhmaṇa!, has desobedecido mi orden y te has
refugiado en el bando de mis enemigos, ¡le has estado enseñando servicio devocional a este
pobre niño! ¿Qué estupidez es ésta?
SIGNIFICADO
En este verso es significativa la palabra asāram, que significa «sin sustancia».
Para los demonios, el proceso de servicio devocional no tiene sustancia; para el
devoto, sin embargo, es el factor esencial en la vida, A Hiraṇyakaśipu no le
gustaba el servicio devocional, la esencia de la vida, y debido a ello riñó con
dureza a los maestros de Prahlāda Mahārāja con fuertes insultos.

VERSO 27……

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