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CAPÍTULO II

EL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO Y LOS PLANES ESTRATÉGICOS EN


EL PERÚ CON ENFOQUE DE INTERCULTURALIDAD

INTERCULTURALIDAD EN LOS PLANES DE DESARROLLO Y LA


PLANIFICACION ESTRATEGICA

2.1. PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

El planeamiento estratégico es un instrumento de la gestión pública, cuyo


diseño y aplicación pretenden racionalizar y regular la misión de las
instituciones públicas y la correspondiente asignación de recursos, que tienen
relación con la organización del esfuerzo colectivo para lograr, dentro de un
régimen democrático, metas y objetivos de consenso nacional.

De esta manera, por un lado, "interpreta" y por otra parte, "pone en operación"
una visión de futuro, que construye "sinergias" (acuerdo, compromiso y
acción) entre el Estado, los ciudadanos, la empresa privada y las
organizaciones de la sociedad civil, que tienen, a grandes rasgos, como
propósitos centrales los siguientes:

• Elevar integralmente el nivel de desarrollo de los individuos, a través de


la plena vigencia de los derechos humanos, las garantías
individuales, y la igualdad de oportunidades, para alcanzar una
distribución equitativa del bienestar social.

• El desarrollo endógeno de las potencialidades internas, para lograr una


afirmación pero también una articulación, asimiladora e innovativa, de la
identidad nacional con el mundo global.

• La protección y aprovechamiento sostenible del patrimonio integral de


la nación (cultural, natural, social, económico, territorial etc).

• Una mayor especialización productiva; una ampliación y mayor dinámica


del mercado interno; una reducción de las disparidades territoriales
internas y por ende una convergencia territorial de los beneficios
del crecimiento; y dentro de este contexto una inserción dinámica y
cada vez más competitiva en la economía mundial.

• El planeamiento estratégico se inserta en el proceso de la gestión de los


asuntos de interés público, con el objeto de establecer prioridades y por
ende racionalizar la asignación de los recursos públicos y orientar la
iniciativa privada en torno a un "Proyecto de Nación" que está definido
en la Constitución de la República.

La Constitución define el "proyecto Nacional" y orienta la construcción de futuro


y por tanto su temporalidad se limita al logro de los ejes de dicha imagen-
objetivo o a la disolución del consenso social que dió origen a la carta
constitucional. Por tanto, Constitución y planeamiento estratégico están
estrechamente vinculados.

Para poner en marcha el "Proyecto Nacional" establecido en la Constitución, es


necesario construir un itinerario o estrategia general, que debería ser
concertada para alcanzar el consenso necesario que requiere como elección
racional. Esta estrategia se pone en marcha a través de planes de corto,
mediano y largo plazo y se ejecuta mediante programas específicos del
Presupuesto Público y de ser posible, mediante programas concertados con
la empresa privada y las organizaciones de la sociedad civil.

En nuestro país se ha logrado un Acuerdo Nacional que define una serie de


objetivos centrales y políticas de desarrollo.

Este Acuerdo tiene una gran significación histórica ya que es la primera vez
que las organizaciones políticas y de la sociedad civil definen los ejes básicos
de lo que, definitivamente, es un "Proyecto Nación". Luego, se ha iniciado un
debate sobre la nueva Constitución Política, que debería dar forma jurídica a
los principales objetivos y lineamientos generales que comprende dicho
Acuerdo Nacional. Este Acuerdo ha establecido un estilo y una estrategia de
desarrollo, que ha definido sus políticas fundamentales.

El desafío después de la aprobación de la nueva Constitución, radica en definir


el diseño institucional del planeamiento estratégico; definir las articulaciones
institucionales entre el Gobierno Nacional y los Gobiernos
Subnacionales; establecer las relaciones entre el Poder Ejecutivo y
Legislativo y entre el Poder Ejecutivo y las organizaciones de la sociedad
civil para la evaluación de los avances y la correspondiente "rendición de
cuentas"; y precisar las relaciones vinculantes entre los planes de
mediano plazo (programación plurianual del Sector Público), los planes de
corto plazo (programación operativa anual) y el Presupuesto General de la
República.

El planeamiento estratégico además, debe ser concebido y articulado


eficazmente a nivel, nacional, regional y local; y establecer también, un diseño
institucional vinculante con la "concertación nacional" para que el consenso
alcanzado en el Acuerdo Nacional se mantenga activo y vigente en el tiempo.

El planeamiento estratégico debería ser esencialmente participativo y


estar inserto en una dinámica de "rendición de cuentas y resultados" dentro del
propio Poder Ejecutivo, redefiniendo el papel de la Contraloría General de la
República, de tal forma que se complemente con un esquema, también
institucional, de evaluación, que supere el formal control del debido proceso
administrativo y se pronuncie sobre los resultados alcanzados; que informe
sobre los resultados al Poder Legislativo y que haga lo mismo con la
ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil.

Ahora bien, es muy importante comprender, que no se trata de la simple


elaboración de documentos sino de un proceso que involucra a múltiples
instituciones y sectores sociales. Es mucho más que un simple ejercicio teórico.
Se trata propiamente de un estilo y de una práctica de gestión de los asuntos
de interés público que irá evolucionando, de acuerdo a las correlaciones que se
establecerán, en "tiempos-históricos" concretos, entre el Estado, los
ciudadanos y sus organizaciones políticas, empresariales, laborales y civiles.

2.2. FUNCIONES BÁSICAS DEL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

El planeamiento estratégico es el común denominador en los procesos de


modernización del Estado. Es un componente de la gestión pública
considerado esencial para garantizar la continuidad de las transformaciones
económicas y sociales, como también para dar sustentabilidad al desarrollo.
Define prioridades como criterio ordenador en la toma de decisiones, como
también en el diseño, elaboración, implementación y control de políticas
públicas y por tanto, permite a los tomadores de decisiones, actuar
eficazmente en función de las oportunidades actuales y futuras que
ofrece el entorno. Promueve la congruencia y sinergia entre las áreas de
la organización y permite establecer prioridades de operación e inversión,
ayudando a identificar los problemas y sus causas y a tomar acciones
correctivas de manera oportuna. Se desarrolla en un marco de consistencia
y retroalimentación entre las acciones de corto plazo y mediano plazo y
visualiza el futuro bajo una perspectiva integral.

Las principales funciones del planeamiento estratégico son:

• Formular estrategias, planes, políticas y programas para poner en


ejecución un "Proyecto de Nación", definido en la Constitución Política.

• Evaluar estrategias, planes, políticas, programas y proyectos de


inversión, poniendo énfasis en áreas dónde existen complejos desafíos
institucionales y de gestión pública como son, entre otros, el desarrollo
humano y su adaptación a la sociedad de la información y el
conocimiento; la modernización, desconcentración y descentralización
del Estado; ordenamiento del territorio y desarrollo regional; proyección y
aprovechamiento sustentable del patrimonio integral de la sociedad;
regulación de actividades consideradas de servicio público para
garantizar el traslado de la eficiencia privada a los usuarios o
consumidores; y garantizar que las privatizaciones proporcionen más
eficiencia y mayores recursos financieros al Estado.

• Coordinar la ejecución de estrategias, planes, políticas y programas, a


fin de integrar las decisiones y acciones del gobierno bajo una visión de
largo plazo, para promover resultados en democracia y con
equidad social y eficiencia económica.

• Hacer prospectiva, para vislumbrar y anticiparse a las oportunidades y


dificultades que pudiera experimentar la construcción de futuro en base
al "Proyecto de nación".
2.3. DESARROLLO, INSTITUCIONES Y PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

Después del significativo proceso de reformas económicas que emprendieron


la mayoría de los países de la región, un buen número de estudios elaborados
por diversos organismos internacionales consideran que, el balance de la
década pasada, indica que los equilibrios macroeconómicos son fundamentales
aunque insuficientes para impulsar el crecimiento y reducir las desigualdades.
Asimismo, la desregulación y la privatización por sí solos no son garantía para
obtener eficiencia, equidad, descentralización de la estructura productiva o de
protección del patrimonio integral de las sociedades (humano, natural, social,
cultural, etc).

Los estudios destacan la conveniencia de reforzar las instituciones insistiendo,


por tanto, en la conveniencia de la intervención pública y de la regulación , para
lograr el pleno funcionamiento de las fuerzas del mercado y de la competencia;
para desarrollar los mercados cuando no existen y son posibles y para corregir
las "fallas del mercado" o la generación de "externalidades negativas"
derivadas de las relaciones entre los intereses tanto privados como públicos.
En efecto, así como hay que corregir las "fallas del mercado" también es
imprescindible corregir las "fallas del Estado".

Los nuevos enfoques sobre el desarrollo que otorgan especial relevancia a la


calidad de las instituciones consideran que hay que dotarlas de mejores
instrumentos de gestión y sobre todo de mecanismos que garanticen
efectivamente la transparencia de sus actos administrativos y sobre todo una
mayor interacción y concertación con los agentes privados.

La inestabilidad en el ritmo del crecimiento que han experimentado las


economías de la región y la fuerte volatilidad de los mercados internacionales,
unido a la mayor frecuencia de las crisis financieras, obligan a fortalecer la
capacidad de previsión de las instituciones públicas. La experiencia más
reciente demuestra que cuando más abiertas son las economías están más
expuestas a las "euforias" y a los "contagios" financieros.

Una de las lecciones más importantes de la década pasada fue, sin duda, el
carácter marcadamente procíclico que asumió la política fiscal en la mayoría de
los países de la región. Este fenómeno distorsionó significativamente el
funcionamiento de las economías de mercado, ya que se supone que el Estado
debería dinamizar el gasto cuando hay un ciclo depresivo y más bien ahorrar
cuando hay un ciclo expansivo.
En el contexto del proceso de globalización y de las políticas de apertura
financiera y comercial no cabe duda que la gestión pública debe ser anticíclica
y por tanto las instituciones deben desarrollar una elevada capacidad de
previsión para reconocer oportunamente los factores desencadenantes de un
ciclo, pero también, contar con atribuciones legales e instrumentos de gestión
que les permitan enfrentarlos.

Dichos instrumentos deben ser enmarcados dentro de la planificación


estratégica por cuanto la gestión pública anticílcica implica resguardar ciertos
objetivos y metas que corresponden a "Políticas de Estado" y por ende de gran
consenso. De allí que los enfoques institucionalistas del desarrollo propongan
revalorizar las funciones básicas de la planificación estratégica (prospección,
coordinación y evaluación).

Se trata de construir "Proyectos de Nación" con el mayor acuerdo posible y de


garantizar que ciertas políticas, que por su naturaleza son políticas de Estado
(políticas de desarrollo humano, competitividad territorial, protección del medio
ambiente, etc.) que trascienden los periodos de gobierno, puedan tener
continuidad en el tiempo.´

No se debe confundir planificación estratégica con estatismo. La planificación


estratégica se inscribe en un "Proyecto de Nación" y constituye un instrumento
indispensable para conducir el proceso de modernización de la gestión pública
y de la sociedad en la medida que debe estar sujeta a un esquema de
concertación generador de sinergias público-privadas. En este sentido, la
planificación estratégica es fundamental para lograr también una administración
pública transparente e interactiva con la sociedad civil.

Los enfoques institucionalistas del desarrollo insisten en la eficacia de las


instituciones para conducir y enfrentar los asuntos de interés público. La
planificación estratégica permite identificarlos y priorizarlos, de manera
rigurosa, precisando la finalidad, trayectoria, proceso y responsabilidades, bajo
reglas de gestión controlables por una autoridad legítima, a fin de obtener un
resultado que corresponde a un óptimo de interés general.

Es importante destacar que los organismos financieros multilaterales están


otorgando especial importancia a la planificación estratégica y en consecuencia
a la elaboración de los "proyectos de país" y a los esquemas de concertación,
ya que estiman que los programas que cuentan con mayor viabilidad de
financiamiento son aquellos en que existe un amplio acuerdo nacional.

Varios países de la región han hecho importantes avances y existen


experiencias que pueden ser asimiladas por otros países de la región. En este
sentido, es importante destacar los avances que se han producido en la región
respecto de la concertación público-privada en tres situaciones muy concretas:
facilitar las transiciones democráticas; restaurar la paz; y obtener mayorías
para la ejecución de políticas de Estado cuando existe dispersión de la
representatividad política.

2.4. EL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO Y LOS PLANES CON EL


ENFOQUE INTERCULTURAL

En nuestro país existen una serie de planes de desarrollo sectoriales, los


mismos que son políticas nacionales de desarrollo a mediano y largo plazo,
donde el enfoque de interculturalidad es abarcado sutilmente. Plan Perú 2021
hace el esfuerzo de integrar estas políticas para plasmarlas en una unidad a
largo plazo. Sin embargo el enfoque de interculturalidad como eje transversal
de desarrollo no es analizado con profundidad.
Planes Nacionales

1. Plan nacional de restitución de la identidad. Documentando a las


personas Indocumentadas 2005 – 2009

Objetivos:
Documentar a la población peruana indocumentada, con énfasis en las
personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Prevenir la indocumentación en la población peruana.

Enfoque de interculturalidad.
Basado en la convivencia pacífica y enriquecedora entre culturas, reconociendo
que la cultura adopta formas diversas, a través del tiempo y del espacio y tiene
sus manifestaciones en la originalidad y pluralidad de las identidades que
caracterizan a los seres humanos. La interculturalidad se inicia en la fraternidad
existencial y culmina en el encuentro y diálogo entre las culturas .

Este enfoque apuesta por la construcción de un diálogo horizontal entre las


diversas culturas, que se sustenta en el reconocimiento de la ciudadanía plena
para todas y todos los miembros de la sociedad, respetando sus diferencias
culturales.

2. PLAN NACIONAL DE POBLACIÓN 2010 – 2014

Objetivo general
Incorporar las oportunidades y retos del cambio demográfico en las políticas y
estrategias de desarrollo, para contribuir a superar la pobreza y a eliminar las
inequidades y desigualdades sociales, económicas y territoriales del país.

Enfoque de Interculturalidad

Al ser el Perú un país multicultural, pluriétnico y multilingüe. El presente Plan


promueve tanto la consideración y el respeto a todas las formas culturales,
étnicas y lingüísticas existentes, como el derecho a la diversidad, reconociendo
el valor que tiene esta diversidad como un potencial para su desarrollo.

Como se reconoce en la política social vigente en el país, este enfoque implica


considerar la integración a la ciudadanía de toda la población peruana y un
diálogo permanente de mujeres y hombres de todas las culturas, de todos los
grupos indígenas y no indígenas, y de poblaciones diversas de áreas rurales y
urbanas.

Este Plan garantiza que las decisiones que tomen las personas en el ámbito
demográfico, tendrán el marco debido del mayor respeto a la diversidad
sociocultural del país y al pleno ejercicio de sus derechos, sin imposiciones de
ningún tipo, y que las estrategias y acciones propuestas son apropiadas a
todas las expresiones de esta gran diversidad.

3. Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2009-2015


Objetivos estratégicos
Garantizar la adopción e implementación de políticas públicas orientadas a
enfrentar el problema de la violencia hacia las mujeres, desde un enfoque
intersectorial y participativo, en los diversos niveles de gobierno.

Garantizar el acceso de las mujeres afectadas por la violencia basada en


género, a los servicios públicos de calidad, incluyendo el acceso al sistema de
salud y judicial, entre otros, contribuyendo a superar su condición de víctimas.

Identificar y promover la transformación de patrones socioculturales que


legitiman, toleran y exacerban la violencia hacia las mujeres, con la finalidad de
establecer nuevas formas de relaciones sociales entre mujeres y hombres.

Enfoque de interculturalidad
Significa atender a la posibilidad de diálogo entre distintas culturas, de modo
que permita recuperar desde los diversos contextos culturales, todas aquellas
expresiones que se basan en el respeto al otro/a. No obstante, ello de ninguna
manera significa aceptar prácticas culturales discriminatorias hacia las mujeres
que toleren la violencia hacia ellas u obstaculicen el goce de igualdad de
derechos.

4. El Plan de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Varones 2006-


2010

Lineamientos
Institucionalizar y transversalizar la perspectiva de equidad de género, es decir,
igualdad de oportunidades entre mujeres y varones en las políticas públicas,
planes nacionales y prácticas del Estado.

Promover en la sociedad la adopción de valores, prácticas, actitudes y


comportamientos equitativos entre mujeres y varones, para garantizar el
derecho a la no discriminación hacia las mujeres

Garantizar el ejercicio pleno de los derechos sociales y culturales, de los


derechos económicos, de los derechos civiles y políticos de las mujeres y el
acceso equitativo a instancias de poder y toma de decisiones.

Enfoque de Interculturalidad
El enfoque de interculturalidad reconoce el derecho a la diversidad, a las
diferentes racionalidades y perspectivas culturales de los pueblos, expresadas
en diversas formas de organización, sistemas de relación, visión del mundo, y
reconocimiento de diferentes prácticas ancestrales.
Este enfoque confronta las visiones discriminatorias y excluyentes y propugna
el respeto a la diferencia cultural como derecho humano. Implica la integración
a la ciudadanía de toda la población peruana y un diálogo permanente de todas
las culturas, mujeres y varones de diferentes grupos indígenas y no indígenas,
poblaciones étnicas y culturalmente diversas de ámbitos rural y urbanos, y la
revisión de las relaciones de género en las diferentes culturas.
Asume que la convivencia de diferentes comunidades étnicas y culturales en
una sociedad pluricultural, multiétnica y multilingüe es potencial para el
desarrollo y aporte para la construcción de una sociedad integrada y tolerante.

El Perú encara el desafío de articular y mantener una identidad cultural en el


proceso de globalización, lo que requiere implementar una adecuada política
intercultural que incorpore la diversidad de culturas, lenguas, poblaciones y
relaciones sociales en el reconocimiento de una ciudadanía plena.

5. Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-2010

El Lineamiento Estratégico 4,
Implementar políticas afirmativas a favor de los derechos de los sectores de
la población en condición de mayor vulnerabilidad, en condiciones de
igualadad de trato y sin discriminación
OE 2 - Garantizar los derechos de los pueblos indígenas y afroperuanos

6. Plan Nacional de Educación Para Todos 2005-2015, Perú

Dentro de las políticas que orientan el Plan, consideran los siguientes


puntos que dentro de un enfoque de interculturalidad:

• Ampliar las oportunidades educativas de calidad de la población


analfabeta particularmente en la población rural, femenina y
hablante de una lengua originaria. c

• Ofrecer en las áreas rurales una educación acorde a las


diferencias lingüísticas de las comunidades con lenguas
originarias.

2.5. LECCIONES APRENDIDAS DE LOS PLANES DE DESARROLLO

La importancia de que el enfoque intercultural apoye y acompañe a las políticas


nacionales del país.

La certeza de que las acciones que se desarrollan en los planes de desarrollo


sólo serán verdaderamente eficaces si logran adecuarse y desarrollarse en
concordancia con las realidades locales.

La necesidad de un diálogo fluido y estrecho entre los actores sociales y las


autoridades.

La importancia de aprovechar las capacidades locales desde un enfoque


intercultural para multiplicar los beneficios de los planes de desarrollo.

Articulación con los gobiernos regionales y gobiernos locales.


Formulación de políticas y estrategias regionales en función a las políticas y
estrategias nacionales entrelazados con el enfoque intercultural.

2.6. ANALISIS

El objetivo principal del presente capitulo es analizar la manera en que la


interculturalidad como eje transversal pueden ser incorporados en los planes
de desarrollo del estado con el objetivo de mejorar las condiciones de los
medios de vida de la población, especialmente aquella cuyo acceso a activos
es limitado y presenta condiciones de pobreza o pobreza extrema.

Es de destacar que en un contexto como el de nuestro país que se caracteriza


por altos índices de pobreza, inequidad y exclusión, pronunciados niveles de
violencia, procesos acentuados de vulnerabilidad ambiental y un marco
económico de crecimiento volátil que prioriza el control de la inflación y las
relaciones de comercio; resulta prioritario considerar la interculturalidad como
eje transversal así como otros ejes tales como el de los derechos humanos,
género y ambiente como elementos de carácter estructural, que marcan la
necesidad de lograr converger en las estrategias y procesos sociales una
articulación que no solamente los resalte en el discurso, sino que sean
operativos en cuanto a sus condiciones generales.

La discusión de los ejes transversales es un tema de articulación, inclusión de


contenido y gestión del conocimiento en cuanto a: eficacia de la ayuda,
enfoque de desarrollo y compromiso. Es evidente que el marco de planificación
del desarrollo simula un rompecabezas donde las piezas deben articularse de
manera tal que logren formar una propuesta integral de desarrollo. No
solamente se considere las crisis coyunturales, sino que incorpore los
elementos estructurales que presionan al desempeño de las sociedades a ser
mucho más eficientes y eficaces en términos económicos, sociales, políticos y
de cooperación.

Dentro de ese contexto la interculturalidad como eje transversal en los planes


de desarrollo rescata la importancia y trascendencia debido a que:

- Dejan de ser coyunturales para transformarse en ejes estructurales que


demandan no solamente inclusión, sino articulación apropiada a la
propuesta de desarrollo.

- Este tema se asocia a tres activos importantes para el desarrollo: capital


humano, capital social y capital ambiental.

- Además de ser un problema estructural, están internacionalmente


respaldados pues han sido objeto de convenios, convenciones y acuerdos
internacionales que expresan su importancia en el desarrollo.

Es claro que la interculturalidad es relevantes, importante y pertinente para la


promoción del desarrollo; sin embargo operativizarlos en la planificación
requieren: comprensión y voluntad política, esfuerzo de innovación a nivel
técnico gubernamental y no gubernamental, y finalmente el diseño de
instrumentos operativos que permitan avance en impacto y gestión de
resultados. Ante ese marco de relaciones y justificación la pregunta que surge
es:

• En el enfoque sectorial:

Pese a las iniciativas de integración, diversificación económica, promoción de


la competitividad e inversión en programas sectoriales; el tema del desarrollo,
no se reflejan en la reducción de las condiciones de pobreza. Los temas
transversales están incluidos en el discurso pero su operativización no ha
logrado concretarse, en ese sentido es factible pensar algunos aspectos que
podrían explicar la falta de inclusión sistemática en los planes y políticas,
debido a que:
- Ha existido una falta de discusión profunda sobre las bases conceptuales
en varios niveles.
- Ha faltado formar capital humano en todos los niveles (tanto técnico como
gerencial)
- A nivel de las iniciativas (proyectos o programas) ha existido una tendencia
de implementar una serie de intervenciones poco articuladas o integradas.
- Históricamente hemos tenido una tendencia a priorizar ciertos grupos sin
fortalecer adecuadamente su capacidad para ser incluidos como
actores(as) del desarrollo.
- Nuestras estrategias han sido insuficientes para incluir los ejes
transversales en el marco de las intervenciones.
- Se ha subestimado el papel técnico en la definición de soluciones.
- Ha faltado de evaluación de impacto y sistematización de experiencias.

• Las buenas prácticas y la operatividad de los ejes transversales en


los Planes de Desarrollo de los Sectores

La mejor forma de transversalizar es aplicar un marco de acción que permita en


cada eje trascender en su enfoque y en su forma de “instrumentalizar” una
propuesta operativa coherente con la realidad sectorial. Por otro lado, cada
sector tiene características particulares que no pueden descuidarse en el
momento de hacer la transversalización. Partiendo de esta situación se plantea
lo siguiente:
- En cuanto a la Interculturalidad, al trascender de una visión centrada en
reinvindicación a una propuesta de garantía ciudadana de los derechos
humanos, se incorpora la necesidad de que se apoye un enfoque en
derechos ciudadanos y se promueva su inserción en la institucionalidad
sectorial. Por ejemplo, el acceso a educación y salud mas que un discurso
de acceso a todas y todos los ciudadanos, es necesario considerar que
esta adecuadamente transversalizado en los aspectos interculturales, en
los esquemas de atención a los diferentes actores, en los aspectos de
accesibilidad a mercados en los sectores productivos y así sucesivamente.
Para ello, cada sector debe contar con un set de indicadores sencillo,
práctico y comprensible.
• Del enfoque teórico de los planes de desarrollo a un enfoque
transversal operativo

La práctica nos dice que para pasar de un enfoque basado en los conceptos a
uno centrado en operatividad es necesario partir de un análisis sencillo y
concreto de la realidad:
- El bajo índice de confianza en los gobiernos, la falta de predictibilidad en los
presupuestos, y la limitada garantía de derechos se transforma en un
problema de falta de garantía a los derechos humanos por la inseguridad
ciudadana y al mismo tiempo, se genera una débil identidad ciudadana.

- En el contexto de la agudización de la pobreza y un marco acentuado de


concentración de los beneficios del crecimiento se induce a consolidar un
proceso de crecimiento que no resuelve las inequidades.

- El avance de la frontera agrícola, la desertificación, la crisis hídrica y la


recurrencia de fenómenos naturales entre otros, hacen que el contexto de
recursos naturales sean mal manejados.

Bajo ese marco de problemática se proponen dos estrategias centrales para


transversalizar: la primera lograr la implementación de un enfoque intercultural
programático/sectorial que tome debida cuenta de la territorialidad del
desarrollo, en segundo lugar desarrollar un proceso de definición de políticas
públicas de carácter redistributivo y que garanticen acceso a activos (ejemplo
políticas de pago por servicios ambientales para la parte ambiental,
presupuestos sensibles a genero, subsidios focalizados para jóvenes en
situación de riesgo). Lo anterior, permite que se logren mejorar los medios de
vida y por ende, se haga factible la reducción de la pobreza. (El caso de Brasil
muestra impactos con políticas como las planteadas)

Evidentemente los elementos centrales que hacen que los actores comiencen a
cambiar comportamiento son muchos, los procesos sociales son tan lentos que
a veces el concensuar una prioridad puede llevarnos a postergar necesidades
inmediatas de los actores. Por ende, para lograr la transversalización en los
planes de desarrollo a nivel sectorial y/o programático es necesario que se
consideren como elementos claves los siguientes:
– Transversalizar implica incorporar la visión en todos los principios.
– Capacidades y formación son importantes pero no suficientes, se requiere
voluntad política y armonización.
– Los ejes transversales se interiorizan mejor cuando el costo de no hacer la
transversalización es mayor que la inversión en lograrlo.
– Alianzas son claves.

Asimismo, las políticas públicas deben considerar, entre otros los siguientes
elementos:
- Seleccionar actores claves vinculados a los temas.
- Planificar y presupuestar las actividades en función de la problemática de
los actores.
- Diseñar los incentivos o estímulos en base a la problemática.
- Integrar las actividades en forma concentrada para generar efecto
demostrativo y de corto plazo, aunque la visión sectorial sea de largo plazo.
- Difundir el enfoque con instituciones viables, capaces de aprender e
implementar operativamente políticas, programas y/o proyectos.
- Desarrollar un proceso de formación técnica y universitaria que garantice
una visión holísitca e integral con destrezas y habilidades que permitan a
los profesionales innovar, minimizar el error y desempeñarse de acuerdo a
la realidad en los múltiples niveles (local, municipal, territorial, nacional).
- Redimensionar el rol del funcionario público, no como el empleado sino
como el agente del desarrollo capaz de reflexionar, innovar y proponer.

2.7. CONCLUSIONES

- Un plan de desarrollo con enfoque intercultural y la planificación estratégica


implica compromiso político para llevarlo a cabo y, por supuesto, requiere
de una inversión monetaria que permita concretarlo.

- El proceso de planificación y presupuestacion a nivel sectorial debe


desarrollarse en base a sistemas de información operativos y estadísticas
actualizadas. Los planes de mediano plazo, vinculados con los planes de
desarrollo del país y planes operativos anuales reflejaran las acciones y los
resultados esperados expresados en el presupuesto, respondiendo con ello
a un sistema de gestión por resultados.

- En los países de renta media los planes sectoriales deben focalizarse


territorialmente y apostando por el enfoque intercultural, con objetivos de
impacto consensuados en un marco de inclusión social y reducción de la
pobreza.

- Concretar la operacionalizacion de la mutua responsabilidad y la rendición


de cuentas, incluyendo, sociedad civil, parlamento y otros actores,
conforme al marco legal e institucional de los países.

- Género, ambiente y derechos humanos también deben ser considerados


como ejes transversales que deben formar parte del proceso de
planificación sectorial y ser visualizados en el impacto de los procesos de
intervención de los planes sectoriales.

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