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TRABAJO DE PLAN SANITARIO

APRENDIZ
MARIA ALEJANDRA RESTREPO VANEGAS
JASSER SAMIR LOPEZ ORTIS

INSTRUCTOR
ROBINSON LOBO HERNANDEZ

FICHA: 2025528

TECNOLOGO EN GESTION DE EMPRESA AGROPECUARIAS


SERVICIO NACIONAL APRENDIZAJE SENA
AGUACHICA _ CESAR
2021
3.2 Actividades de contextualización e identificación de conocimientos necesarios
para el aprendizaje. (18Hora)
Estimad@ Aprendiz en formación:
En un conversatorio, donde participen todos los aprendices y el instructor.
“Socializar” las experiencias previas, historias vividas o contadas y la percepción
respecto a COMO SE IMPLEMENTA UN PLAN SANITARIOPREVENTIVO de
nuestros animales en nuestras fincas o unidades pecuarias familiares además
expresar que le gustaría aprender en el desarrollo de esta guía de aprendizaje
para implementar en el contexto productivo y social.

Rta: Plan sanitario: la importancia de su implementación: En esta época de


destete es esencial que cada establecimiento cuente con un plan sanitario para
reducir el riesgo de ocurrencia de enfermedades que afectan al rodeo de terneros.
Desde INTA Balcarce explican cuáles son las principales enfermedades y vacunas
disponibles para su prevención y control. Cualquier enfermedad que ocurre en un
rodeo de animales inevitablemente genera pérdidas económicas, y hay momentos
del ciclo ganadero que son más propensos para el desarrollo de las mismas. El
destete es uno de ellos, por eso Enrique Louge de INTA Balcarce recomienda
tener un plan sanitario programado para evitar o reducir la ocurrencia  de
enfermedades. “En todo plan sanitario se deben establecer primero las
prioridades, es decir cuál es el riesgo de que una enfermedad ocurra o ingrese en
el establecimiento, cuáles son sus consecuencias si se produce y realizar un
análisis costo-beneficio de las medidas sanitarias implementadas” explica Louge.

Anticiparse es la cuestión
De acuerdo con el profesional, los planes sanitarios deben adecuarse a cada
establecimiento en particular y al sistema de manejo. “Todos los establecimientos
deberían tener un Plan Sanitario que permita  realizar acciones programadas,
entre las cuales se destacan las medidas de manejo, la recolección de muestras,
las aplicaciones de vacunas y desparasitaciones que contribuyan a reducir el
riesgo de las distintas enfermedades” agrega Louge.
Y remarca que las enfermedades más importantes vinculadas al período de
destete son: mancha,  gangrena, queratoconjuntivitis infecciosa bovina,
enfermedad respiratoria bovina, deficiencia de cobre y parasitosis gastrointestinal
y pulmonar.
Con respecto a la mancha de los terneros (causada por una bacteria clostridial),
Louge recomienda  aplicar 3 dosis de vacuna, a partir de los 3 meses, al destete y
al año de vida. Pero siempre hay que pensar en cada establecimiento en
particular. “Cuando se desconoce la situación sanitaria de los animales que
ingresan a una invernada o  se van recriar terneras compradas se pueden
aplicar          2 dosis de vacuna separadas por 30 días al momento del destete y
un refuerzo al año de vida. También esto se puede implementar cuando los casos
de mancha son muy esporádicos” destaca el profesional.
La gangrena gaseosa es otra enfermedad clostridial, usualmente esporádica, pero
puede haber brotes cuando se realizan maniobras quirúrgicas (ej. castración) con
falta de higiene o se aplican inyecciones con agujas o productos contaminados.
Para la gangrena gaseosa hay vacunas disponibles que son polivalentes e
incluyen a la bacteria implicada en la mancha de los terneros.
En este sentido, el profesional de INTA Balcarce indica que ambas enfermedades,
utilizando las vacunas y medidas higiénicas y de manejo adecuadas, son
prevenibles muy fácilmente y en general en el caso de mancha la eficacia de la
vacunación es cercana al 100% en condiciones naturales de exposición.
Con respecto a la queratoconjuntivitis infecciona bovina, según Louge, esta
enfermedad se suele presentar con mayor frecuencia en otoño y verano, siendo
especialmente importante luego  del destete. Para su prevención se utilizan 2
dosis de vacuna que suelen aplicarse con  20 a 25 días de intervalo y la segunda
dosis se administra a los 15 días antes de la fecha programada de destete.
Además, se recomienda aplicar una tercera dosis de refuerzo a los 6 meses o
antes de la época de mayor incidencia. En caso de observase animales enfermos
resulta importante separar a los afectados del lote para su tratamiento individual
con antibióticos y para evitar contagios.  
“Para neumonía también es el mismo fundamento, se deberían aplicar 2 dosis de
vacuna. Si uno tiene la producción propia de terneros y después va a destinarlos a
invernada o a reposición de vaquillonas, debe tener presente este esquema de
vacunación” explica el profesional. Al igual que otras enfermedades se recomienda
detectar y aislar los enfermos para realizar un tratamiento adecuado.
Diagnosticar la deficiencia de cobre
Con respecto al cobre, Louge indica que la deficiencia de cobre, en
establecimientos de la provincia de Buenos Aires, generalmente es secundaria o
condicionada. “Es decir que los niveles de cobre en las pasturas o en los
pastizales naturales son normales, pero destaca que hay exceso de otros
elementos como puede ser el molibdeno y sulfatos (a veces también el hierro).
Además, el agua de bebida puede tener altos niveles de sulfatos. Estos 
elementos y sales  interfieren con la absorción y metabolismo del cobre”. Por lo
tanto, en cada establecimiento es importante hacer un diagnóstico de la
deficiencia de cobre tomando muestras de sangre de los animales y a su vez
muestras de forraje y  agua de bebida. Una vez diagnosticada la deficiencia se
puede aplicar cobre en el momento del destete, pero siempre es importante
primero diagnosticar problema. En este sentido, el profesional recalca que se
aplica por vía subcutánea y hay que tener cuidado porque el cobre inyectable
puede producir intoxicación si se administra de forma incorrecta.
Control de parásitos gastrointestinales (PGI)
Los PGI producen importantes pérdidas económicas debidas, principalmente, a la
disminución            en la ganancia de peso. Por lo tanto, es recomendable
implementar un programa de control        que no sólo utilice las drogas
antiparasitarias sino que también incluya el manejo de animales y pasturas y
además considerar el riesgo de enfermedad parasitaria y  el diagnóstico
parasitológico. Antes de comenzar a utilizar las drogas antiparasitarias de
diferentes grupos como imidazotiazoles (levamisol), benzimidazoles (albendazol,
febendazol, etc.) y lactonas macrocíclicas (ivermectina, doramectina, etc.), es
conveniente evaluar su eficacia mediante un test de reducción del conteo de
huevos (TRCH). Una vez conocida dicha eficacia, se deberán realizar controles
periódicos utilizando diferentes técnicas de diagnóstico, como pueden ser los
conteos de huevos por gramo (HPG) e identificación larvas en la materia fecal, o el
recuento de larvas infectantes en la pastura. Además, se puede realizar un
seguimiento de los indicadores productivos (ej. diferencia de la ganancia de peso
entre grupos con diferente frecuencia de tratamiento).
Para reducir el riesgo de resistencia se recomienda: disminuir el número de
tratamientos, ajustar la dosis según el peso de los animales (no subdosificar), rotar
el grupo de antihelmínticos, evaluar la eficacia del antiparasitario luego del
tratamiento mediante controles y utilizar pasturas o recursos forrajeros seguros (ej.
pasturas nuevas, de 1-2 años de implantación, u ocupadas por categorías que
tuvieron un control adecuado de PGI) para la recría e invernada (categorías de
mayor riesgo).     es importante que todos los establecimientos ganaderos cuenten
con el asesoramiento de un médico veterinario. De esta manera se podrá
implementar un plan sanitario acorde a las necesidades de cada sistema
productivo.

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