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EL MITO GNÓSTICO VALENTINIANO

PRESENTACION

“El racionalismo especulativo, en vez de enriquecer el lenguaje gnóstico, lo empobrece


lamentablemente, ya que los relatos gnósticos, escritos o alegorizados en cualquier forma artística se
orientan siempre hacia el SER. Y es en este interesantísimo lenguaje “semi-filosófico” y “semi-mitológico”
de la Gnosis, en el que se presentan una serie de variantes extraordinarias, símbolos con fondo esotérico
trascendental que en silencio dicen mucho. Bien saben los Divinos y los Humanos que el silencio es la
elocuencia de la Sabiduría. Los caracteres que especifican claramente al “Mito Gnóstico” y que
mutuamente se complementan entre sí, son los siguientes:

1º/ Divinidad Suprema.


2º/ Emanació n y caída Pleromá tica.
3º/ DEMIURGO Arquitecto.
4º/ PNEUMA en el Mundo.
5º/ Dualismo.
6º/ Salvador.
7º/ Retorno.

El “Mito Gnóstico” de Valentín, que en forma específica nos muestra a lo Treinta “Eones Pleromáticos”
surgiendo misteriosos de entre el “Espacio Abstracto Absoluto”, por emanaciones sucesivas y ordenadas
en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un Mito Monista que en forma más o
menos manifiesta, se encuentra en todo sistema gnóstico definido...”
Samael Aun Weor. Doctrina Secreta de Anahuac. (Cap. 10 )

Las palabras del V. M. SAMAEL AUN WEOR, nos introducen en el eje central sobre el que gira
toda la antigua filosofía gnó stica: “El Mito Gnóstico”.
Todos los sistemas gnó sticos surgidos a lo largo de la historia se fundamentaron en este mito.
Por supuesto, se pueden apreciar diferencias en los mismos a la hora de presentar sus enseñ anzas,
pero al estudiarlos a fondo se descubre el mismo eje central, que como un gran pilar a todos los
sostiene.
De entre los diferentes sistemas gnó sticos de los primeros siglos de la era cristiana, hemos
escogido el Mito Gnóstico Valentiniano por ser el má s conocido y del que se tiene mayor informació n.
Por otra parte, y a pesar de su profunda complejidad, es el má s asequible a nuestra mentalidad
gnó stica contemporá nea, ya que el Maestro Samael lo cita y comenta en su obra La Doctrina Secreta de
Anahuac (como hemos visto en la presentació n).
Valentín, el gnó stico, fue conocido como un eminente poeta y filó sofo del siglo II. Se cree que
nació hacia el añ o 85 de nuestra era, en la ciudad de Phrebó n o Pharbe, situada en el litoral de Egipto.
Se sabe que estudió en las escuelas esotéricas de Alejandría. Decía haber recibido la “Enseñanza
Secreta” (Gnosis de Jesucristo), a través de uno de los discípulos directos de San Pablo, llamado
Teudas. Histó ricamente se sabe que se trasladó a Roma hacia el añ o 140 de nuestra era, y que durante
muchos añ os se dedicó a difundir el verdadero cristianismo esotérico. Tuvo muchos discípulos; fue
muy respetado por todos los oradores de la época, tanto por su elocuencia como por su sabiduría. Sin
embargo, la ortodoxia naciente en el seno del joven cristianismo, ciega en sus dogmas de
interpretació n literal de las enseñ anzas de Jesucristo, no vio bien para sus intereses de crecimiento y
poder, la difusió n de esas doctrinas que desde entonces han sido consideradas heréticas. Valentín y
sus seguidores fueron declarados herejes y se les persiguió hasta destruir su Obra...
El “Mito Gnó stico” de Valentín es un relato filosó fico y alegó rico, simbó lico y artístico, en el que
se nos narra la creació n del Mundo Superior y del Inferior. El mito encierra en sí mismo grandes
verdades sobre las leyes de la creació n, los orígenes de la vida, el misterio de la caída, las claves de la
salvació n, etc., pero sobre todo nos describe de forma maravillosa el má s grande de todos los
misterios de la Gnosis: El Dios Inmanifeatado (La Causa-Raíz de la Existencia).
Aclaramos y advertimos, una vez má s, que el “Mito Gnó stico” no puede ni debe ser estudiado
intelectualmente a la luz del racionalismo especulativo, ni debe interpretarse literalmente, ya que nos
confundiríamos aú n má s. Los componentes del mito nos hablan intuitivamente; deben ser
comprendidos por la mente intuitiva, ya que está n escritos segú n la dialéctica de la Ló gica Superior.
Estudiar este mito nos ayuda a cambiar nuestra equivocada forma de pensar.
Los textos en que nos hemos basado para hacer esta breve exegesis han sido extraídos del
libro: Adversus Haereses (“Contra las Herejías”), del Obispo Irineo de Lyon (siglo II). Es bien curioso
que la ú nica fuente de informació n que se tenía hasta mediados del presente siglo XX (época en la que
aparecieron los famosos textos gnó sticos de Nag Hammadi), sobre las enseñ anzas de los antiguos
gnó sticos, eran los escritos de aquellos que supuestamente querían destruirlos, y si bien en estos
escritos contra la llamada “herejía gnó stica” encontramos muchas burlas, ataques y tergiversaciones, a
pesar de todo ello, han sido hasta hace bien poco, paradó jicamente, el ú nico medio para conocer lo
que pensaban y enseñ aban los antiguos gnó sticos.
Iniciamos, por tanto, este estudio sobre el Mito Gnóstico Valentiniano, resaltando en letra
negrita el texto original del mencionado libro, y en letra normal los comentarios.

EL MITO GNOSTICO

1º/ DIVINIDAD SUPREMA: El Dios Trascendente.

“Había un Eón perfecto, supraexistente, que vivía en alturas invisibles e innominables. Él es el


Pre-Principio, Pre-Padre y Abismo (Bythos); inabarcable en su manera de Ser, invisible,
sempiterno e ingénito. Vivió infinitos siglos en magna paz y soledad. Con él vivía también Ennoia
(pensamiento, intuición), a la que también se llama Gracia y Silencio (Sige)”...

Con el nombre de “Eones”, los gnó sticos trataban de transmitir la idea de las Potencialidades o
Entidades que “personifican” los componentes del Mundo Superior: El Pleroma. Deben ser entendidos
estos Principios como partes de la Unidad del Ser. El Ser, tanto en el Macrocosmos como en el
Microcosmos hombre, es una “Unidad-Múltiple-Perfecta”; los “Eones” son, por tanto, las “Partes del
Todo”.
La palabra griega “Eó n” tal vez sea la má s idó nea para expresar la Naturaleza infinita del Ser; su
traducció n literal es “Eternidad” (aeionos). El “Eón Supremo” es, por consiguiente, “El de Siempre”, el
“Eterno Padre Có smico Comú n”. Los “Treinta Eones” que en el mito conforman el Pleroma, son “los
que siempre han sido, son y serán”.
Esta inmensa concepció n de la Divinidad Suprema aparece inaprehensible para nuestra mente,
y a pasar de ello, el Todo Incomprensible está en todo y deberíamos verlo en todo. Lo inferior se ha
configurado de acuerdo con lo superior, y en “libro de la Creació n” debemos aprender a ver la
magnitud del Dios Incognoscible.
Así, si acudimos a la Ley de las Analogías Inversas, podemos ver reflejados en los períodos de tiempo
cronoló gico una imagen de la Eternidad… Plató n, en su obra Timeo, decía:
“Por esto se procuró (el Creador) de hacer una especie de “imitación móvil” de la Eternidad (aeionos),
y mientras organizaba el Cielo (Pleroma), hizo, a semejanza de la Eternidad “Inmóvil” y “Una”, esta
imagen que progresa según las leyes de los números, esto que llamamos Tiempo (cronon)”.

Como ejemplo vivo de esta simbiosis aparentemente irreconciliable de lo eterno y de lo


temporal, los gnó sticos veían en los “treinta días” clá sicos de un mes, una correspondencia con los
“Treinta Eones Pleromá ticos”. Sin duda, los gnó sticos fueron unos auténticos maestros en el uso de
lenguaje analó gico; có mo sino se podría describir lo indescriptible con nuestro limitado lenguaje
razonativo.
Los términos que en el Mito Valentiniano se utilizan para describir a la Divinidad Suprema, se
pueden enmarcan dentro de la gama de definiciones que Plató n sintetizó muy sabiamente en las
“Cuatro Vías” (de expresió n posible):
VIA EMINENTIAE (eminente): Supra-existente, Pre-Padre, Pre-Principio, Perfecto, Sempiterno.
VIA NEGATIONI (de negació n): In-visible, In-nominable, In-abarcable, In-génito
VIA ANALOGIAE (analó gica): Abismo, Magna Paz, Soledad, Silencio.
VIA OPOSITIONIS (opositiva): Esta Vía es má s dificil de captar, y sin embargo es la má s certera.
Definiciones de esta Vía no se encuentran en este texto del mito; a pesar de ello, los gnó sticos de todas
las épocas la utilizaron con especial insistencia por encerrar en sus contenidos una fuerza impactante
para la mente. Un ejemplo lo encontramos en el texto gnó stico conocido como El Apó crifo de Juan:

“El es Aquel cuyo nombre no se puede nombrar... No es consumación ni santidad, ni divinidad, sino
algo mucho más excelente que eso. No es corpóreo ni incorpóreo. No es grande ni tampoco pequeño. No
tiene magnitud alguna mensurable... En general, nada de cuanto existe sino algo superior a eso.”

Otro ejemplo lo podemos encontrar en el libro La Doctrina Secreta de Anahuac: “El Espacio
Abstracto Absoluto, el Dios Incognoscible, no es ni un vacío sin límites, ni una plenitud condicionada, sino
ambas cosas a la vez.”

Como podemos observar, la Vía Opositionis es la misma Vía Koan del budismo Zen.
Hasta el momento hemos hablado del “Eó n Perfecto” como un principio de naturaleza
masculina, pero, en las maravillosas concepciones de los gnó sticos, encontramos un misterioso y
fascinante androginismo divinal que presenta cada “Eó n”, en sí mismo, como “masculino-femenino”.
Ennoia (Pensamiento, Intuició n), es el término con el que se denomina el aspecto femenino del
Eón Supremo. También la llaman “Silencio” (Sige) y “Gracia”.
Ellos decían que el nombre de “Gracia” se debía a que siendo el Pre-Padre incomunicable y no
teniendo necesidad de comunicarse, por “Gracia” se hace comunicable, y aquí reside la “gratuidad” de
Dios en entregar dones, vida y sabiduría sin tener necesidad de entregarlos.
Pero el nombre que má s utilizaron los gnó sticos para hablar de la Gran Madre, fue el de Sige
(Silencio).
Todas estas concepciones sobre Aquello que “siempre ha sido, es y será ”, nos dejan ató nitos y
perplejos; hacen que nos preguntemos: “Antes de la Creación ¿qué hacía Dios?”. El Mito nos habla de un
estado de pre-manifestació n de absoluta auto-suficiencia, de magna paz y de profundo silencio... Un
verdadero tema gnó stico de meditació n.
2º/ EMANACION Y CAIDA PLEROMATICA.
Primera emisión:

“Una vez pensó este ABISMO (Bythos), “emitir” de su interior un Principio de todas las cosas, y
esta emisión que pensaba emitir la depositó a manera de simiente en SIGE, que vivía con él, como
en una matriz. Habiendo ella recibido esta simiente y resultando grávida, parió a NOUS,
semejante e igual al eminente, y único capaz de abarcar la magnitud de Pre-Padre. A este Nous lo
llaman, también, Unigénito, Padre y Principio de todas las cosas. Junto a él fue emitida su Eón
compañera VERITAS (Verdad). Esta es la Primera Tétrada Pitagórica, la cual es la Raíz del
Universo. Hay en efecto: BYTHOS (Abismo) y SIGE (Silencio); después NOUS (Unigénito) y VERITAS
(Verdad).

En esta primera emisió n, la Divinidad Suprema establece, por “libre voluntad”, un Principio del
Universo. En esta imagen del mito se nos muestra el inicio de la Actividad Trascendente de la
Manifestació n.
Resulta muy similar a la idea del hinduismo, que dice que la Creació n es un “sueñ o o
pensamiento de Brahama” (la Divinidad Suprema). La Voluntad de la Inteligencia Divina, queriendo
emitir, proyecta un Principio de todas las cosas, es decir, una semilla prototipo: NOUS; un Espíritu o
Pneuma que contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la
manifestació n.
La gran interrogante teoló gica es la siguiente: ¿Por qué se produce esto?, ¿cómo es posible que
siendo la Divinidad Suprema perfecta en sí misma, sienta la necesidad de iniciar la manifestación? El
mito nos lo irá aclarando poco a poco, pero una interesante idea grá fica y filosó fica de este proceso
inicial del mito, nos la da Teodoto:

“El Pre-Padre, que es “por naturaleza” firme y no-comunicable, experimenta simpatía y se


“entrega” a Sí mismo como comunicable, para que Silencio (Sige) comprendiese esto”

La pregunta que surge es la siguiente, ¿por qué decide el Eón Perfecto hacerse comunicable?...
Otra idea gnó stica, en este caso má s atrevida, contenida en el texto, La Carta Dogmática Valentiniana,
trata de darnos luz sobre este misterio:

“SIGE, queriendo romper las eternas cadenas (¿Karma de los Dioses?), ablandó la Grandeza
(tentó), induciéndole al “deseo” de su reposo. Y se unió con Él, y produjo al Padre de la Verdad (NOUS)...”.

Dos aspectos a destacar:


1º.- La idea delicada y recurrente, siempre presente en todos los sistemas gnó sticos: la idea
sexual. É sta nos señ ala la existencia de una ley có smica por la que toda posible “emanació n”, “bajada”
o “caída”, tiene siempre una raíz de naturaleza sexual.
2º.- El misterio que encierra la expresió n: “romper las eternas cadenas...” ¿Qué significado
puede tener esta afirmació n? ¿Tendrá esto algo que ver con las causas de la existencia de las que nos
habla el Maestro Samael en su libro Mi Regreso al Tíbet?

“Podemos y debemos clasificar las múltiples causas de la existencia en tres órdenes:


A.- Causas físicas.
B.- Causas metafísicas.
C.- Causas Kármicas.
Es obvio que el primer orden cósmico de causalidad, ya ha sido estudiado aunque sea en forma
superficial por los hombres de la ciencia oficial.
Es incuestionable que el segundo orden causal cósmico, ha sido investigado muy a fondo por los
sabios orientales.
Es ostensible que el tercer orden causal cósmico ha sido escudriñado con el ojo abierto de Dagma
por los JIVANMUKTA o ADEPTOS AUTO-REALIZADOS.
Dentro de la primera categoría están incluidas todas las leyes físicas conocidas. (Gravitación,
cohesión, peso, etc.)
Dentro de la segunda categoría causal está muy escondido el deseo de vivir en el mundo físico; el
anhelo de vida senciente; una resultante manifiesta de Nidana y de Maya, (Ilusión).
En la tercera categoría se encuentran las leyes de acción y consecuencia; no hay efecto sin causa.
Antes del rayar de la aurora del MAHAMVANTARA, los dos primeros órdenes causales habían sido
destruidos. Resulta ostensible que si el tercer orden hubiera sido destruido, el universo solar en el cual
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, jamás habría nacido en el espacio infinito. Es
incuestionable que cualquier mundo o sistema solar que venga a la existencia cósmica es el resultado del
KARMA.
En el pretérito sistema, solar representado ahora por todas las lunas de nuestro sistema de ORS,
los dioses trabajaron intensamente y hasta tuvieron sus errores... Los dioses también se equivocan...
Los mundos del pasado sistema son ahora cadáveres, lunas... Cada uno de los planetas actuales de
nuestro sistema solar está relacionado con estas lunas. La tierra no es una excepción. Esto lo saben los
divinos y los humanos...
La tierra es una viva reencarnación del ALMA-LUNAR; Esto lo sabe cualquier MAHATMA.
Desgraciadamente y para colmo de males nuestro fuego planetario terrestre es muy pobre y está
cargado del KARMA lunar. Esto se debe a que los frutos de tal fuego fueron otrora muy pobres en el
mundo lunar; así está escrito en el libro de la ley. El resultado Kármico lo tenemos a la vista en este valle
de lágrimas; ciertamente la humanidad terrícola es un caso perdido... tú lo sabes.
Si los dioses no hubieran debido karma cósmico, la tierra y todo el sistema solar de ORS, no
existirían actualmente.
Antes de la aurora del GRAN DÍA, lo invisible que ES y lo visible que fue, permanecían en el eterno
NO-SER EL ÚNICO SER”.

¿Cómo saber de la causa real de la manifestación? ¿Quién nos la puede revelar?

“¡Ah,... si las pobres gentes regresasen al huerto del Edén,... Si arrepentidas volviesen al Jardín
espiritual de su divina Madre, entonces comprenderían cuan vano es el deseo de existir en este valle de
lágrimas!.
Según las enseñanzas esotéricas la causa real de ese deseo de vida senciente, permanece por
siempre oculta y sus primeras emanaciones son las abstracciones más profundas. Alegría del silencio...
Forma de la recóndita esperanza, muéstrame la causa, el secreto raíz de la existencia.
Cuando sea tu alma de las desilusiones el imperio; cuando el sufrir tus lágrimas agote, cuando
inmisericorde su cauterio te aplique el mundo y el dolor te azote, podrás salvar la puerta tentadora, la
puerta blanca, la Tule postrera. Entonces discurrirás lentamente por el jardín de tu alma; allí tu divina
Madre en mucho secreto te enseñará el KARMA de los dioses, raíz de los mundos, origen de toda
existencia.
Esperemos, no suframos, no lancemos jamás a lo invisible nuestra negación como un reto. Pobre
criatura triste, ¡Ya verás, ya verás! Tu Madre se aproxima se aproxima... De sus labios benditos oirás el
cósmico secreto: “Cuando el corazón del SISTEMA SOLAR comenzó a palpitar después de la noche
profunda del GRAN PRALAYA, lloraron los dioses de la aurora. ¡Recuerda hijo mío que los dioses también
se equivocan! Esos ELOHIM DIVINOS escribieron sus erratas en la página cósmica del pasado día.
¿Comprenderás ahora el motivo? ¿La causa real del universo? ¿El secreto vital de la vida senciente? ¿El
deseo de vivir?”.
Cuando amaneció la aurora yo vi el LOGOS CAUSAL moviéndose sobre le faz de las aguas. “¡No
inicies todavía la aurora del MAHAMVANTARA”, gritaron entre sollozos los dioses santos!. Inútiles fueron
sus ruegos, vanos sus lamentos, de vez en cuando el gran SER se detenía un momento para leer el KARMA
de los resplandecientes hijos de la aurora.
Rezaron los pobres niños, lloraron mucho, y la madre con fervor; todo quedose en silencio y
después solo se oyó, entre apagados sollozos de las olas el rumor de la existencia. ¡Oh Madre mía, que
vuestra grandeza disponga de mí a su talante!”.

****

Pero volvamos al misterio de la manifestació n: ¿Cómo puede Aquello que es incorruptible,


corromperse, degradarse, bajar a otro nivel?
La sutil teología gnó stica soluciona esta paradoja diciendo que existen diversos niveles de
profundidad en la Divinidad Suprema, lo que permite comprender que la parte má s profunda de ella
nunca podrá mancillarse ni corromperse por estar má s allá de la caída y de la elevació n. Una idea
similar la encontramos en la teología cabalista, la cual nos presenta su Divinidad Suprema, el
Inmanifestado Absoluto, dividida en tres círculos concéntricos, distinguidos entre sí por sus niveles de
profundidad y sutileza: Ain (el Inmanifestado Absoluto: la parte oculta e irrevelada que nada tendrá
que ver con la manifestació n); Ain Soph (Primera forma de manifestació n del Absoluto: de donde
surge y a donde regresa la vida); y Ain Soph Aur (la parte má s externa del Absoluto: El Pleroma de los
Dioses).
El texto de Teodoto antes descrito, deberíamos interpretarlo de la siguiente manera: “En su
trascendente inactividad (primer estadio de la Divinidad Suprema), es por naturaleza in-corruptible,
in-accesible, in-comunicable”. Cuando nos dice: “Se entregó a Sí mismo”, entendamos un segundo
estadio de la Divinidad Suprema. Es decir, “Aquello” nunca se involucrará en el acto de inicio de la
manisfestació n, sino que continuará en su trascendente inactividad. La refinada filosofía gnó stica
aclara este punto diciéndonos que son dos “disposiciones” de la Divinidad Suprema las que inician la
actividad trascendente:

“Dicen que BYTHOS (Abismo) tiene dos cónyuges, a las que llaman también “disposiciones”:
ENNOIA (Pensamiento) y THELESIS (Voluntad). Pues, primero, “pensó” (o imaginó) lo que iba a emitir;
después lo “quiso”. Por esto, cuando estas dos disposiciones o potencias se unieron por completo
(Imaginación y Voluntad), tuvo lugar la emisión de Unigénito-Verdad, como por vía de conyugio.”

Los gnó sticos entendían que el acto que dio inició la Creació n fue un acto de Magia-Sexual, una
verdadera “Kriya-Shakti” (creació n por medio de la Imaginació n y de la Voluntad). El Principio del
Universo fue “engendrado” por el Pensamiento Divino y “fecundado” por el Querer o Voluntad Divina.

EL EON UNIGENITO-VERDAD.

El Principio Unigénito o Nous, emitido por el Eó n Supremo, es “semejante” e “igual” al


Eminente. Substancialmente es igual al Pre-Padre, por eso es el ú nico a través del cual podemos llegar
a conocerlo. En el Apó crifo de Juan, leemos:
“Porque de nosotros ninguno conoció cómo es el In-conmensurable, excepto Aquel que ha vivido
con El”...
Pero en cierta medida, y por este don de “mediador”, Unigénito ha quedado circunscrito: él si
es abarcable y abordable para la conciencia humana, que encuentra en Nous, la ú nica forma de
alcanzar la dicha del Pre-Padre. Como veremos, el “contenido” de Unigénito hecho “abarcable” es
VERITAS (la Verdad), por esta razó n Jesucristo dijo: “Conoced la Verdad y ella os hará libres”.

ACCION DE UNIGENITO-VERDAD.
(“Finalmente NOUS, Espíritu o Pneuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de
desarrollo durante la Manifestación.” S.A.W.).

“Unigénito-Verdad era el Padre de todos los seres que iban a existir después de él; era
principio y formación de todo el Pleroma, y comprendiendo el “motivo” por el que había sido
emitido, emitió a su vez el Eón Logos-vida (VERBUM-VITA)”.

El “motivo secreto” de la acció n de Unigénito-Verdad, era crear un Universo que en sus leyes y
en su organizació n, diesen una imagen asequible del Pre-Padre. Es decir, El Eón Perfecto quiere
hacerse comunicable y delega en Unigénito-Verdad el establecimiento de la Creació n en la que, por
analogía, É l se reflejará .
Y aquí surge otro misterio: ¿Para quién debe establecerse una imagen asequible del Pre-Padre?
¿Si Unigénito ya conoce su grandeza, a quién se le debe comunicar?
Como veremos má s adelante en el Mito, será a los elegidos, o mejor dijéramos, a los auto-
elegidos que en el Trabajo de la Auto-Realizació n Intima del Ser recibirá n la “Gnosis Divina” y se
convertirá n en gnó sticos: Conocedores de la Verdad (Veritas).
No puede ser de otra manera, el “motivo” o “sentido” de toda esta inmensa creació n en la cual
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, es la formación gnóstica del Ser: “Dios revaluándose a
sí mismo”... Pero no adelantemos acontecimientos y ciñ á monos al orden del mito.

ACCION DE VERBUM-VITA (Logos-Zoé).

Segú n el mito, la tarea de los Eones Verbo-Vida, será la “formación Substancial del Pleroma”.
San Juá n en su Evangelio nos dice del Verbo, “que todas las cosas por él fueron hechas”. El Verbo debe
ser visto como la funció n creadora de Unigénito. Una analogía de este pasaje sería ver en Unigénito al
Ejército de los Elohim (los Dioses creadores de la Cá bala Hebrea), saliendo del seno de Aelohim (el
Inmanifestado), en la Aurora de la Creació n; el Verbo sería el ó rgano con el que el Ejército de la Voz, a
través del sonido, crea. La Vida (VITA), Eó n compañ era e inseparable de Verbo, es la vitalidad
sustentadora de todo lo creado.
Para los gnó sticos había dos clases de “formació n”: La Substancial (que da forma y vida), y la
Gnóstica (que otorga el Conocimiento). Dentro del mito, Verbum-Vita tienen la capacidad de “formar
substancialmente el Pleroma”; mas la “Formación Gnóstica” só lo vendrá cuando la Creació n esté
consumada, y será a través de la acció n de dos Eones que Unigénito-Verdad emanará n má s adelante:
Cristo y Espíritu Santo.
Por lo tanto, Logos-Vida irá n formando el Mundo Superior (Pleroma). É ste estará constituido
por un conjunto de Potencialidades que, reveladas al gnó stico iluminado, le dará n una visió n indirecta
de la Divinidad Suprema (el Pre-Padre).
LA OGDOADA.

“Por Conyugio de Verbo-Vida fueron emitidos HOMBRE-IGLESIA (Homo-Ecclesia). Y esta es la


OGDOADA primigenia, raíz y subsistencia de toda las cosas, a la que designan con cuatro
nombres: Abismo, Unigénito, Logos y Hombre. Ahora bien, cada uno de ellos es andrógino de la
siguiente forma: Abismo está unido a Silencio; Unigénito a Verdad; Verbo a Vida y Hombre a
Iglesia.”

EL ANDROGINISMO EN EL GNOSTICISMO.

En el lenguaje alegó rico gnó stico, los nombres masculinos y femeninos de los Eones, tratan de
acercarnos y darnos a conocer la naturaleza de los mismos. Un texto gnó stico dice:

“Siendo uno, se halla que son dos; un ser andrógino que contiene en sí mismo la hembra. Un
miembro no se entiende sin el otro: el agua no existe sin la humedad, ni el fuego sin el calor, ni la piedra
sin la dureza, pues estos elementos están mutuamente unidos; no pueden ser separados, coexisten
siempre”.

Por tanto, el Eó n femenino es una propiedad que señ ala la naturaleza del masculino, y
viceversa. De esta forma podemos colegir que Abismo es Silencio, y éste un Abismo; Unigénito la
Verdad, y ésta el principio de todo; Verbo es la Vida, y ésta es el Sonido, la Palabra; Hombre es la
unidad colectiva de la Iglesia, y ésta el cuerpo del Hombre...

EL EON HOMBRE (Homo-Ecclesia).

Hombre es el modelo del ser racional poseedor de la Vida Divina (Gnosis). El Antropos o Adam-
Kadmon, es el prototipo ideal de la Creació n. Para los gnó sticos, el “Antropos Primordial” es el Cristo
Íntimo de cada uno de nos, resurrecto y victorioso, poseedor de la vita aeterna, e integrado en el
cuerpo del Crestos Có smico, que es la “Ecclesia de Cristo”: la Hermandad de los Elegidos o Poseedores
de la Gnosis.
Luego veremos có mo Verbo-Vida por un lado, y Hombre-Iglesia por otro, emiten nuevas
generaciones de Eones en honor del Pre-Padre, y cada una de esas “emisiones” sintetizará las
virtualidades Divinas y Humanas del “Hombre Primordial”.

LA OGDOADA EN EL PROLOGO DEL EVANGELIO DE SAN JUAN

San Juan, el Evangelista, escribió sobre la Ogdoada (los ocho primeros Eones), en el pró logo de
su Evangelio; lo hizo esotéricamente para que solamente entendieran los gnó sticos. Una exégesis o
explicació n de Ptolomeo sobre este prologo nos ayudará a comprender:

1) “En el Principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.”
2) “Este (el Verbo), era en el Principio con Dios.”

En estos dos primeros pá rrafos del pró logo, se nos habla de los tres primeros Eones del mito:
Pre-Padre (Dios), Unigénito (Principio) y Logos (Verbo).
Es de resaltar que el sentido que le daban los gnó sticos al término “Principio” en el prologo de
San Juan, era diferente al que le daban los cristianos ortodoxos. La palabra “Principio” en hebreo es
“Bereshit”. La encontramos significativamente en dos partes importantes de la Biblia. La primera
cuando en el Génesis del Antiguo Testamento se dice: "Bereshit bará Elohim et hashamáim veet
haaretz" (“En el Principio creó Dios los cielos y la tierra”); la segunda en el Evangelio de San Juan.
Para los gnó sticos, cuando San Juan escribe: “En el Principio...”, no se refiere al inicio o comienzo de
algo, sino al Eó n Principio-Unigénito (hijo de Bythos y Sige), en el cual estaba el Verbo, ya que fue
emitido por É l.
A la vez, Verbo estaba con el Dios Supremo, pues el Pre-Padre contenía al Principio (Unigénito),
que lo emitió de Sí mismo, y en consecuencia también contenía también a Verbo.

3) “Todas las cosas por él (Verbo) fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho fue hecho.”

É l formará “substancialmente” el Mundo Superior (Pleroma) e, indirectamente, el Mundo


Inferior (Extereoma), que también surgirá de él.

4) “En Él estaba la Vida (Vita), y la Vida era la luz de los Hombres.”

Nos dice Juan, que “la Vida era la Luz de los Hombres”, porque estos son iluminados por ella, es
decir, formados y manifestados. Puesto que Vita engendró , emitió y manifestó a Hombre-Iglesia, se le
llama “Luz de los Hombres”, y aunque no aparece en el pró logo el término Iglesia, esta se infiere al
decir “Hombres” en plural; esta pluralidad señ ala la “Comunidad de los Hombres”: la Iglesia (Ecclesia).
Con estas palabras, San Juan nos muestra la Segunda Tétrada del Universo: Logos-Vida, Hombre-
Iglesia.

5) “Y la Luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron (reconocieron).”

Aquí se habla de algo que estudiaremos má s adelante en el mito; ahora, en síntesis, dando una
breve explicació n sobre este quinto pá rrafo, indicaremos que cuando la Luz (llamada en el mito: El
Salvador), venga al Mundo Inferior (las tinieblas exteriores al Pleroma), no será reconocida, aú n
cuando el Salvador lo haya creado. Por este motivo San Juan lo reconoce como “el hacedor del Mundo
Inferior”:

10) “En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él; y el mundo no lo conoció.”
11) “A lo Suyo vino y los suyos no le recibieron.”

También nombra San Juan los componentes de la Primera Tétrada en esta otra parte del
pró logo:

14) “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (en nuestro interior); y vimos su
Gloria, Gloria como la de Unigénito del Padre (Pre-Padre), lleno de Gracia y Verdad.”

Aquí, Padre es Bythos, y Gracia es otra de las denominaciones de su Eó n compañ era. Esto
pá rrafos demuestran que San Juan era gnó stico, y en ellos nos habló de la Ogdoada, Madre de todos los
Eones.

18) “A Dios nadie lo vio jamás. El Unigénito Hijo, que está en el seno (Madre) del Padre, él le
declaró”
FORMACIÓN DEL PLEROMA.

“Estos dos Eones (Logos-Vida y Hombre-Iglesia), emitidos para gloria del Pre-Padre,
queriendo a su manera glorificarlo, emitieron emisiones en conyugio: Logos y Vida, después de
emitir a Hombre e Iglesia, emitieron otros Diez Eones, cuyos nombres son los siguientes:
Profundo y Mezcla; Inmarcesible y Unión; Genuino y Placer; Inmóvil y Comunión; Unigénito y
beata. Por su parte, Hombre en unión con Iglesia, emitió Doce Eones, a los que llamaron:
Paráclito y Fe (Pistis); Paternal y Esperanza; Maternal y Caridad; Intelecto Perdurable y
Entendimiento; Eclesial y Beatitud; Deseado y Sabiduría (Sophía)”.

En todas estas emisiones hay dos aspectos a distinguir: Un “elemento no-crementable”, inmó vil
y eterno, es decir, la parte DIVINA del hombre; y un “elemento crementable”, es decir, HUMANO (que
puede caer, crecer y desarrollarse, que podemos identificar con la parte anímica del hombre).

LA DECADA: Los Velentinianos llamaron Década a los Diez Eones emitidos por Logos y Vida; los
nombres originales que les pusieron son los siguientes:
BYTHIUS et MIXIS: Profundo y Mezcla.
AGERATOS et HENOSIS: Inmarcesible y Unió n.
ALIOPHYES et HEDONE: Genuino y Placer.
ACINETOS et SYNCRASIS: Inmó vil y Comunió n.
MONOGENES et MACARIA: Unigénito y Beata.

La Década expresaba el componente DIVINO del Salvador que será emitido por el Pleroma. Los
Eones masculinos de la Década expresan al unidad substancial del Cristo-Salvador con Dios: Profundo,
Inmarcesible (no crece ni decrece), Genuino (no es copia ni imitació n), Inmó vil (no se altera) etc. Los
Eones femeninos expresan el alto grado de vida divina del Salvador: Mezcla (combinará en sí todas las
potencialidades del Pleroma), Unió n (estará unido a Unigénito), Placer, Comunió n, Beatitud (gozará
de la revelació n divina).

LA DODECADA: Los Doce Eones emitidos por Hombre e Iglesia llevan los siguientes nombres:
PARACLETUS et PISTIS: Pará clito y Fe.
PATRICUS et ELPIS: Paternal y Esperanza.
METRICUS et AGAPE: Maternal y Caridad.
AEONOS et SYNESIS: Perdurable y Entendimiento.
ECCLESIASTICUS et MACARIOTES: Eclesial y Beatitud.
THELETOS et SOPHIA: Deseado y Sabiduría.

En todos ellos vemos partes crementables que pueden ser llevadas a mayor perfecció n. Son
todos elementos humanos y perfectibles y expresan el componente Anímico del Salvador. Destacan
especialmente para los gnó sticos, entre los Eones femeninos, el primero y el ú ltimo de la Dodécada:
Pistis y Sophía; la parte humana del Ser que caerá en las tinieblas del Mundo Exterior y que tendrá
que ser rescatada por el Salvador.
En resumen, diremos, que los treinta Eones que forman el Pleroma se dividen en tres grupos:
LA OGDOADA; con ocho Eones.
LA DECADA; con diez Eones.
LA DODECADA; con doce Eones.
TOTAL: “Los 30 Eones Pleromá ticos”.
TESTIMONIOS DEL MITO EN EL NUEVO TESTAMENTO:

1º) El que Jesucristo tuviese una sola aparició n pú blica después de su nacimiento (a los 12
añ os), hace referencia al Doceavo Eó n de la Dodécada: Sophía. significando que Jesú s, lleno de
Sabiduría (Sophía), instruyó a los ancianos del Templo.
2º) El que Jesucristo surgiese a la manifestació n pú blica a la edad de 30 añ os, indica que es el
producto de los 30 Eones Pleromá ticos... El Pleroma siempre permanecerá en silencio y no conocido,
lo que de él se hace manifiesto es el Salvador, resultado de la acció n de todo el Pleroma. Este es el
misterio de los 30 añ os de desconocimiento de la vida de Jesú s. Má s adelante en el mito se explicará el
por qué de su aparició n.
3º) La pará bola de “los obreros de la viñ a”, señ ala también a los 30 Eones Pleromá ticos y como
éstos fueron emitidos ordenadamente de modo similar a como los obreros fueron enviados a trabajar
a la viñ a: Unos son enviados a la primera hora; otros a la tercera; otros a la sexta; otros a la nona; y los
ú ltimos a la undécima: 1+3+6+9+11=30.
4º) Otra referencia, ajena en este caso al Nuevo Testamento, pero igualmente interesante, nos
la aporta la tradició n Zoroá strica, que dice que Aura Mazda, la Divinidad Suprema de esta religió n,
hizo sus dioses, primero en nú mero de seis y luego de veinticuatro; total: 30 Dioses.

CAIDA PLEROMATICA. Contemplación del Pre-Padre por Unigénito.

“Continúa el mito diciendo: Sólo Unigénito gozaba contemplando al Pre-Padre y se alegraba al


comprender su inconmensurable magnitud, mientras que para todos los demás Eones
permanecía invisible e incomprensible. Y Unigénito discurrió en comunicar al resto de los
Eones la grandeza del Pre-Padre, así como su poder y su manera de ser, y cómo era sin
principio, inabarcable e incomprensible. Pero le detuvo Silencio (Sige), por voluntad del Pre-
Padre, porque quería conducir a todos al pensamiento y al ardiente deseo de buscar al
mencionado Pre-Padre.”

Silencio (Sige), la elocuencia de los sabios, habla a Unigénito indicá ndole que aú n no es el
momento de la Revelació n o “formació n gnó stica del Pleroma”. ¿Por qué detiene el Pre-Padre la noble
intención de Unigénito? Ya hemos explicado cual es el objetivo de la Creació n: que el Ser se revalúe a
Sí mismo; exaltació n interior que se produce adquiriendo la Auto-Gnosis del Ser. Lo interesante del
mito es que nos enseñ a que este auto-conocimiento debe sujetarse a un proceso que comprenderá la
creació n del Mundo Inferior y la aparició n de la criatura racional, con su consiguiente caída y
salvació n. Por este motivo a los Eones del Pleroma no les es dado “aún” conocer la Verdad. Deben
antes manifestarse todas las “Virtualidades” del Pre-Padre, hasta llegar a la má s baja de sus
posibilidades de manifestació n: los Reinos Inferiores del Mundo. Es en esa manifestació n “total” del
Ser, que todas las partes se pueden reconocer y realizar.
Dice un adagio hermético: “El Diablo es Dios a la inversa”; es decir: “El Infierno es la otra cara
del Cielo”. Todo es obra de Dios, todo vuelve a Dios, por eso podemos decir que la “bajada” y la “caída”
está n en el programa Divino. La Luz que permitirá una nueva revaluació n del Absoluto, tendrá que
salir de las profundas tinieblas de la materia.
EXTRAVIO DE SOPHIA.

“Y los demás Eones, de modo parecido, conciban en su paz un cierto deseo (Pothos), de ver al que
había emitido su simiente y de saber acerca de la raíz sin principio. Mas avanzó
precipitadamente el último y más joven Eón de la Dodécada emitida por Hombre e Iglesia, es
decir, Sophía, y experimentó una pasión (Pathos), sin el abrazo de su cónyuge, Deseado. Al
haberse lanzado a una empresa imposible e incomprensible, parió en su pasión una substancia
amorfa, a la que llaman la “Intención” (Enthymesis), de Sophía. Sophía se debatía en una lucha
terrible a causa de la grandeza de Bythos y de la inexcrutabilidad del Pre-Padre, y de amor hacia
él. Tendía a ir siempre más allá bajo el influjo de la dulzura del Pre-Padre, y al fin se habría
quedado absorbida y disuelta en la Substancia Universal (Caos), de no haber topado con la
fuerza que “consolida” y “conserva” a los Eones fuera de la inefable Grandeza. A esta fuerza la
llaman: “Límite”. Por él fue “retenida”, “consolidada” y “convertida” a sí misma, y reconociendo
que el Pre-Padre es incomprensible e inabarcable, abandonó su primera “Intención” junto con la
“Pasión” que le sobrevino por aquella desconcertante maravilla.”

¿Qué es lo que ha pasado en este pasaje del mito?


Sophía no se contentó con su Eó n consorte (Deseado), no se limitó al tranquilo “Deseo”
(Pothos), que sentían los otros eó nes, sino que experimentó una violenta “Pasió n” (Pathos). Quiso
conocer al Pre-Padre como lo conocía Unigénito, sin aguardar la “formació n Gnó stica”, y fue este deseo
desordenado el que provocó su caída.
Los gnó sticos distinguían entre Pothos (deseo): afecció n ordenada, anhelo divinal, etc.; y Pathos
(pasió n): afecció n excesiva y desordenada; es decir, deseo egoísta. En este deseo y adulterio, pues
deseó al Pre-Padre sin el consentimiento de su Eó n compañ ero (Deseado) parió una sustancia amorfa,
un aborto u obra imperfecta.
Los gnó sticos veían en esta “caída” de Sophía una doble dimensió n: Cosmoló gica y Teoló gica:
COSMOLOGICA: “La Primera emanación fuera del Pleroma”, el Principio del Mundo Inferior y
Material. En este punto, los gnó sticos, al igual que Plató n, identificaban a Sophía como la Madre o Alma
del Mundo (en el Antiguo Testamento la Sabiduría representa la actividad de Dios vuelta hacia al
Mundo).
TEOLOGICA: “El pecado original por excelencia”; la falta de Eva, que hace necesaria la venida
del Salvador o Redentor.
El “Mito de la Caída de Sophía” presenta uno de los má s grandes dilemas teoló gicos: ¿Por qué el
Alma, vuelta hacia lo Divino, puede inclinarse hacia lo Sensible? Segú n Ptolomeo, la clave de la caída
está :

“No sólo en el Deseo de conocer la grandeza del Pre-Padre (que de por sí ya lo és), sino en su
resistencia a cumplir la misión hacia el exterior que le competía: El Eón que debe crear el Mundo
Inferior, se resiste a crear”.

Algo similar leemos en un pá rrafo del Pistis Sophía Develado por Samael Aun weor, parte que
corresponde a “la Historia de Pistis Sophía”, capítulo treinta del libro:

“Y jesús respondió y dijo a sus discípulos: Sucedió, cuando Pistis Sophía estaba en el Treceavo
Aeón (Pleroma), en la región de toda su familia de invisibles, o sea las cuatro y veinte emanaciones del
Gran Invisible, que por mandato del Primer Misterio, Sophía contempló la luz. Ella vio la luz del velo del
Tesoro de la Luz y “deseó” llegar a esa región, aunque no podía alcanzar dicha región; pero dejó de
realizar el misterio del Treceavo Aeón, y cantó alabanzas a la Luz de las Altura que ella había visto en la
luz del Velo del Tesoro de la Luz.” (Cap. 30).

¿Cuá l es el misterio del Treceavo Aeó n? ¿Podría existir la creació n del Mundo Inferior sin caída,
es decir, sin deseo? ¿Es necesaria, para la completa manifestació n de Dios, la caída o bajada?, y para
ello, ¿no es necesario un culpable?: ¿Sophía? ¿Eva? ¿Judas?
El V.M. Samael nos da una explicació n de la Dimensió n Teoló gica de la Caída de Sopía:

“Entre los “límites” del Ser y del no-Ser de la Filosofía (amor por Sophía), se ha producido la
multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophía alegoriza solemnemente este terrible
trastorno en el seno del Pleroma”.
“El Deseo, la fornicación, el querer resaltar como Ego, origina el descalabro y el desorden,
produce una “obra adulterada” (la “Intención” de Sophía), que incuestionablemente queda fuera del
ámbito Divinal (en el caos exterior), aunque en ella quede atrapada la Esencia, el Buddhata, el
material psíquico de la humana criatura”.
“El impulso hacia la Unidad de la Vida libre en su movimiento, puede desviarse hacia el Yo, y en la
separación fraguar un mundo de amarguras (Mundo Inferior).”.
“El deseo desmedido, el trastocamiento del régimen de la emanación, conduce al fracaso”.
“El querer distinguirse como Ego, origina siempre el desorden y la caída de cualquier rebelión
Angélica” (Doctrina Secreta de Anahuac. Cap. 10).

Dentro de la Dimensió n Cosmoló gica, el Maestro Samael también nos enseñ a que en el Karma
de los Dioses (“las eternas cadenas” del texto del Mito Gnó stico), se encuentra la explicació n del origen
del Mundo y de la existencia sensible. La Causa Ká rmica origina el “Deseo” de existir y de querer
distinguirse, ésto, a su vez, inicia todo el encadenamiento de causas metafísicas y físicas que dan lugar
al Mahamvantara (La Gran Manifestació n).

EMISION DE LÍMITE

“Sophía tendía a alejarse más y más bajo el influjo del “deseo”, y al fin se hubiese disuelto en el
caos de no ser por la misericordia del Pre-Padre y Unigénito, que apiadándose de ella, emitieron
conjuntamente otro Eón: “Limite” (Horos), que separó a Sophía de su “Intención” (Enthymesis), y
de su “Pasión” (Phatos), purificándola y reintegrándola a la región inefable del Pleroma. Su
“Intención” y su “Pasión”, separadas de ella, quedaron atrapadas en las tinieblas extra-
pleromaticas. Gracias a este “Limite” fue Sophía restablecida en su conyugio”.

“Límite” es un Eó n protector emitido conjuntamente por Abismo y Unigénito con el propó sito
de preservar el á mbito glorioso del Pleroma, de manera que en él no pudiesen entrar la “Intenció n” y
la “Pasió n” de Sophía. El mito remarca muy insistentemente los dos aspectos que, paridos por Sophía,
son separados de ella por la acció n redentora de “Límite”. Este delicado punto cobrará vital
importancia dentro del desarrollo posterior del mito. Pero detengamos unos pá rrafos en el misterio
del Eó n “Límite”. Este recibe diferentes nombres:
HOROS: Límite.
STAURUS: Cruz.
HOROTETES : Limitador.
METAGOGEOS: Transportador o Reintegrador.
CARPISTES : Emancipador.
Cosmoló gicamente, la consolidació n de Sophía dentro del Pleroma (Plereoma), debe conectase
con el establecimiento del firmamento (Stereoma), y con la fijació n de la Cruz en la multiplicidad del
Universo para hacer infinitas las cosas limitadas del Mundo, que ahora se estaba creando.
Posiblemente sea el término “Staurus” el que mejor define el simbolismo que encierra “Límite”.
En la Cruz encontramos otro de los grandes misterios de la Creació n, que de forma tan certera
nos devela el gnosticismo. Dentro de las diferentes connotaciones que tiene el símbolo de la Cruz,
debemos destacar dos aspectos relacionados con los dos maderos que la forman:
Por una parte, su “Brazo Transversal”, que separa el Pleroma del Mundo Exterior (stereoma), y
en el mito, a Sophía redimida de su obra o engendro. Dentro del orden interior del Universo,
podríamos ver este “Brazo Transversal” en el Octavo Cielo de Dante, en su Divina Comedia: “El cielo
estrellado Zodiacal (Firmamento)”. Para poder atravesar ese Brazo o Frontera, debemos encarnar a
Cristo en nuestro interior. Esto lo leemos en Ephesos, 2:

“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la República de Israel (Pleroma) y extranjeros
(en el caos), sin esperanza y sin Dios en el Mundo. Más ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es vuestra paz, que de
ambos (los Dos Mundos), hizo uno, derribando la pared (muro celeste) intermedia de separación”.

Por otra parte, su “Palo Vertical” sirve de escalera para pasar del Mundo Inferior al Superior.
Los escalones son los grados de ascensió n Iniciá tica de Cielo en Cielo. Este ascenso só lo es posible
practicando el misterio gnó stico de la Cruz (Arcano A. Z. F.), “la fuerza fuerte de toda fuerza” que nos
transforma, nos redime y reintegra al Pleroma. Un antiguo texto gnó stico, refiriéndose al Misterio de
la Cruz, dice:

“Sé de tus misterios, del Sagrado misterio que te envuelve, pues fuiste donada al mundo para
hacer infinitas las cosas limitadas... ¡Oh Cruz de los maravillosos destinos!, puesta por el Altísimo en la
multiplicidad del Universo para que seas la redención del género humano...” “Tu cabeza se yergue
majestuosa hasta tocar el Cielo (Mundo Superior), para que seas el símbolo del Logos Divino. Para que
presidas en tu estructura la intersección del madero atravesado que forman tus dos brazos, como dos
manos ingentes que se extienden para ahuyentar a las fuerzas siniestras y a los poderes inferiores (del
Mundo Inferior), para unir en una Iglesia de Santa Fraternidad a todos los seres humanos de puro y
noble corazón. Tu pié, como una lanza, está clavado en tierra, para que puedas redimir, para que ayudes,
en tu impulso volitivo, a todas las entidades moran bajo el suelo, en las regiones inferiores del mundo, y
que a través de múltiples encarnaciones puedan llegar a la Divinidad para estar reunidas eternamente
en ti...”

DIVISION DE SOPHIA.

“Gracias a este Límite, fue Sophía purificada, consolidada y restablecida en su conyugio. Al


separarse de ella la “Intención” (Enthymesis), junto con la “Pasión”, pudo permanecer dentro del
Pleroma, mientras que su “Intención”, junto con la “Pasión”, fueron expulsadas por el Límite y
dejadas fuera de él. La “Intención” era ciertamente una substancia espiritual, puesto que poseía
una especie de impulso natural del Eón Sophía (“La parte más honda de la Madre Natura es la
Aeónica vida que en nosotros fulgura...”), pero amorfa y sin figura, pues le faltaba la formación
según la substancia”.
Esta divisió n de Sophía hace que a partir de ahora tengamos que entender que dentro del mito
se hablará de dos Sabidurías (Sophías): Una Superior (la reintegrada al Pleroma), y otra Inferior (que
los gnó sticos llamaban Madre Achamot (Intenció n de Sophía), por ser la madre de todo lo que surgirá
fuera del Pleroma.

FORMACION GNOSTICA DEL PLEROMA: Emisión de Cristo y Espíritu Santo.

“Después de ser expulsada fuera del Pleroma la “Intención” de Sophía, y después que su Madre
fuese restablecida en su propio conyugio, el orden se establece en el trastocado Pleroma.
Entonces, Unigénito emitió otro conyugio de Eones, según la previsión del Pre-Padre, en orden a
que nada semejante a lo sufrido por Sophía aconteciese a los demás Eones. Esta nueva pareja de
Eones fueron: Cristo y Espíritu Santo, para la fijación y consolidación del Pleroma; por ellos
quedó restablecido el orden entre los Eones.”

ACCION DE CRISTO.

“Les enseñó la comprensión del Ingénito a través del Unigénito, es decir, les dio la Sabiduría
Eterna, el conocimiento del Pre-Padre, a saber: que es inabarcable e incomprensible, que no se le
puede oír, sino solamente a través del Unigénito, y que la causa de la eterna permanencia de los
Eones reside en lo incomprensible del Pre-Padre, mientras que la causa de su generación y de su
formación depende de lo que en él hay de comprensible, esto es, el Hijo Unigénito. Y esto es lo que
Cristo, acabado de emitir, obró entre ellos.”

ACCION DE ESPIRITU SANTO.

“Una vez hechos todos iguales, Espíritu Santo les enseñó a practicar la Eucaristía e introdujo el
“Verdadero Reposo”. De esta manera los Eones fueron establecidos iguales en Forma y Juicio,
hechos todos Unigénitos y todos Verbos, todos Hombres y todos Cristos; e igualmente las
hembras pasaron a ser todas Verdades, todas Vidas, todas Iglesias y Espíritus.”

La introducció n del “Verdadero Reposo” está ligado a la ausencia de deseo (Pathos), después de
haber recibido al Espíritu Santo (la Iluminació n). En el Evangelio de Felipe, leemos esta acció n sobre
los Eones Pleromá ticos de la siguiente manera:

“El Señor lo hizo Todo en un Misterio: un Bautismo, una Unción, y una Cámara Nupcial.”

Si en lo humano la Eucaristía es recibir el Pan del Espíritu, en el Pleroma es recibir el Espíritu.


En definitiva, la Acció n de Cristo y Espíritu Santo significa recibir la GRACIA DIVINA (La Gnosis o
Revelació n).
Primero, los Eones fueron “formados Substancialmente”, ahora han sido “formados
Gnó sticamente”; han alcanzado el estado de Anapausis: “Gnó stico Perfecto”. Este estado,
gnoseoló gicamente se considera la “Visión de Dios”; ó nticamente, “Ser Dios”.
Y así como lo inferior se configura de acuerdo con lo superior, estas dos acciones de Cristo y
Espíritu Santo se ven reflejadas en la vida de Jesucristo en dos periodos o etapas muy definidas: La
etapa que va desde del “Bautismo” hasta la “Resurrecció n”, que los gnó sticos antiguos emparentaban
con la acció n de Cristo, es decir, el periodo en que se da la enseñ anza, el conocimiento. Y la etapa que
va desde la “Resurrecció n” a la “Ascensió n”, la acció n del Espíritu Santo, breve periodo de tiempo en el
que Jesú s entregó la Gnosis o Revelació n Secreta a sus discípulos má s selectos.

EMISION DEL SALVADOR.

“Cuando todos los Eones hubieron quedado consolidados y alcanzado el reposo, con gran gozo
cantaron himnos de alabanza al Pre-Padre, henchidos de gran alegría. Y a causa de este
beneficio, con una Voluntad y una Intención, con el consentimiento de Cristo y Espíritu Santo,
todos los Eones, con la ratificación de Unigénito, aportaron y pusieron en común lo que cada uno
tenía de más bello y floreciente, disponiéndolo armónicamente y reuniéndolo con cuidado, para
emitir, en honor y gloria del Pre-Padre, el Ser de hermosura más perfecto, el astro del Pleroma,
un fruto perfecto: El Salvador, al que también llaman Cristo, Logos y Jesús, y también “Todo”,
porque proviene de Todos. Y como “lanceros” en su honor, fueron emitidos simultáneamente
Angeles de su mismo género”.

En la tradició n litú rgica cristiana se ha conservado una analogía de esta acció n conjunta del
Pleroma: Después de la Eucaristía, la hinmodía. Todo el Pleroma, después de recibir la Gracia de Cristo-
Espíritu Santo, se convierte en un “Logos Sonante”. El Logos-Pleroma, una vez “formado”, se articula
como Logos Creador. Y el Pleroma emite a Ser má s hermoso: El Salvador, junto con un sin nú mero de
Angeles. Esta “comunidad inefable” es el Crestos Có smico. En esa comunidad, el Cristo Íntimo de cada
uno de nosotros, es uno de los “Angeles lanceros” que conforman el Logos Salvador.

CREACION DEL MUNDO INFERIOR

Siguiendo la trama del mito, recordemos que Enthymesis (Intenció n o Reflexió n de Sophía),
quedó atrapada en las tinieblas exteriores, fuera del á mbito inefable del Pleroma. Los gnó sticos veían
en Enthymesis la reflexió n o conjunto de deliberaciones del Logos respecto al mundo y su
distribució n; el principio genético que se encuentra en la substancia informe y sin figura equivalente
al Caos de todas las Teogonías. Haciendo una analogía descriptiva, podríamos decir que en el semen
humano se encuentra la Enthymesis de lo que con el tiempo será un hombre, con todos sus
componentes físicos, psíquicos y espirituales, pero en estado caó tico e informe (sin “formació n
substancial”). Enthymesis contiene en sí misma las substancias y principios que formará n el Mundo.
Como ya hemos dicho, a Enthymesis los Valentinianos la llamaban Sophía Achamot, y con este
nombre se citará a partir de este momento en el mito.

SOPHIA ACHAMOT: Su formación según la Substancia. (Este proceso va a seguir los pasos de
la formación del Pleroma).

“Sophía Achamot, una vez apartada del Pleroma, entró en ebullición (Así como Abismo tuvo el
movimiento de emitir su imagen), por necesidad en las regiones de Sombra y Vacío, porque salió de
la Luz del Pleroma, informe y sin figura, a manera de aborto por no haber comprendido nada. El
Cristo de arriba se apiadó de ella, se extendió a través de la Cruz y con su propia potencia le dió
“forma”, la que es según la substancia solamente, no la que es según el conocimiento (aquí se
repite la acción de Logos-Vida al formar substancialmente el Pleroma). Una vez realizado esto, se
remontó de nuevo, a fin que, tomando ella conciencia de la “pasión” que la rodeaba a causa de su
destierro del Pleroma, apeteciera las cosas de arriba, gracias al “aroma de incorrupción” que le
dejaron Cristo y Espíritu Santo (aquí se refleja el despertar del anhelo -Pothos Eónico-, de conocer al
Pre-Padre al que fueron inducidos los Eones Pleromáticos). Una vez formada y capaz de entender,
pero al mismo tiempo vacía del Logos invisible, se lanzó en busca de la Luz que la había
abandonado (el Velo del Tesoro de la Luz del libro el Pistis Sophía), pero no pudo alcanzarla a causa del
impedimento de Límite (el brazo transversal de la cruz). Y entonces, Límite, al impedirle abarcar
más, dijo: I.A.O (Purificación por el fuego, el agua y el espíritu). Y de aquí dicen que proviene el
nombre de I.A.O.

ORIGEN DE LOS ELEMENTOS DEL MUNDO.

“Al no poder rebasar el Límite, por estar entrelazada en la “Pasión” , y al quedar abandonada
sóla en el exterior, cayó en toda clase de pasiónes multiformes y variadas: padeció TRISTEZA
porque no había comprendido; TEMOR por perder la vida como había perdido la Luz; y además
PERPLEJIDAD. Todo esto lo sufrió en IGNORANCIA. Y en esta CONTRARIEDAD, lloró de tristeza, rió
al recordar la luz que había visto, mas en medio de todo ello le sobrevino también una
disposición distinta, la CONVERSION al dador de vida.”

Con esta compleja visió n mitoló gica, los gnó sticos describían el origen de los elementos del
mundo. Todas estas disposiciones y pasiones van a ser las substancias que constituirá n el Mundo
Inferior, el inteligible y el material:
De la TRISTEZA proviene el alma diabó lica y los demonios.
Del ESTUPOR y la ANSIEDAD, los elementos corporales del mundo.
De sus LAGRIMAS, la substancia hú meda.
De su RISA, la substancia luminosa (regiones superiores).
De la CONVERSION, el Alma del mundo y el “Demiurgo”.
La Conversió n es la parte má s digna de Sophía Achamot; es la parte que se dirigirá a la Luz del
Tesoro de la Luz, clamando su salvació n a través de trece arrepentimientos purificadores, que
servirá n para que el Salvador la reintegre al Pleroma.
En el mito no se encuentran detallados estos trece arrepentimientos, pero se da a entender que
se realizan en el periodo que va desde la “Formació n Substancial” de la Sophía expulsada del Pleroma,
y su “Formació n Gnó stica”, en la que recibe el Conocimiento del Salvador. Todos estos
arrepentimientos se encuentran muy bien detallados en otro texto gnó stico, descubierto en el siglo
XVIII, El Pistis Sophía, que ha sido magnificamente develado en este siglo XX por el V.M. Samael Aun
Weor.

FORMACION DE SOPHIA ACHAMOT SEGUN LA GNOSIS.

“Una vez superadas las pasiones (13 arrepentimientos), se inclinó a suplicar a la Luz que le
había abandonado, es decir a Cristo. Este le envió al Salvador, al que el Padre otorgó toda
Potencia sometiéndolo todo bajo su potestad, e igual hicieron los Eones, de manera que “en él
fuera creado lo visible y lo invisible; los tronos, las divinidades, las dominaciones (Coloss. 1, 16).
Fue enviado con sus Angeles coetáneos de él. Achamot lo reverenció y primero se cubrió (velo del
pudor), pero luego, al verlo con toda su fructificación, avanzó hacia él, robusteciéndose con su
aparición. El la formó con la formación según el conocimiento (la Gnosis), y la curó de sus
pasiones, apartándolas de ella, pero sin dejar de prestarles atención, ya que habían quedado
fijadas por el hábito y eran poderosas, no como las de la primera Sophía que habían podido
desaparecer”.
Esta maravillosa narració n sobre la “Formació n Gnó stica” de Sophía Achamot, la encontramos
ampliada en el capítulo 58 del libro El Pistis Sophía:

“Sucedió entonces, cuando Pistis Sophía pronunció estas palabras (El treceavo arrepentimiento),
que el tiempo se había cumplido para que ella fuese conducida fuera del caos. Y de Mí mismo, sin el
Primer Misterio, envié su Poder-Luz hacia el caos para que condujese a Pistis Sophía fuera de las
profundas regiones y hasta las altas regiones del caos, donde el mandato del Primer Misterio le llegase y
pudiese entonces ser conducida fuera del caos. Y mi Poder-Luz condujo a Pistis Sophía a las regiones
superiores del caos...”

Este Poder-Luz la formó segú n el conocimiento y se convirtió en “aureola sobre su cabeza”,


para que desde ese momento las pasiones (emanaciones de Obstinado), no pudieran perjudicarla
(léase capítulo 59, del Pistis Sophía Develado).
Es interesante observar en el Mito Gnó stico como los mismos actos se van repitiendo en
octavas inferiores, de manera que en todo proceso de creació n o formació n se repite un patró n que
funciona segú n los mismos principios, a saber: siempre se da en primer lugar una “formació n
substancial”, podríamos llamarla también material, de aquello creado (equivaldría en el trabajo de la
Auto-realizació n Intima del Ser, a la creació n de los Cuerpos Existenciales). A continuació n le sigue la
“formació n gnó stica” de lo creado, en la que se recibe el Conocimiento; es decir, la Perfecció n (en el
proceso de la Auto-realizació n sería encarnar al Cristo Intimo después de convertir los Cuerpos
Existenciales en Oro, a través de la eliminació n de los Yoes-Pasiones).

OBRA DEMIURGICA DEL SALVADOR (¿Demiurgo Arquitecto?)

“Después que le separó las pasiones, las mezcló y las fijó, transformándolas de pasión
incorporal en materia incorporal. Luego, del mismo modo, implantó en ellas una aptitud y una
naturaleza tales que pudieran mezclarse entre sí y formar cuerpos, de modo que se hicieran dos
substancias; una mala, proveniente de las “Pasiones” y otra buena, proveniente de la
“Conversión”. Y por esto enseñan que el Salvador había hecho, por su potencia, obra
Demiúrgica”.

Esta obra Demiú rgica la hizo el Salvador secretamente, por ello los gnó sticos lo consideran el
verdadero Demiurgo del Universo.
El proceso del mito que acabamos de tratar, está relacionado con el establecimiento de dos de
los tres componentes del Ser Racional hecho a “imagen” y “semejanza” de su Creador: el componente
Material (proveniente de la parte mala), y el componente Psíquico (proveniente de la parte buena).

PARTO DE LOS ESPIRITUALES: “Spirituale Semen”.

“Sophía Achamot, una vez liberada de sus pasiones, concibió con gozo en la visión de las Luces
(Angeles), que venían con el Salvador. Quedó preñada, a la vista de ellos, y parió frutos a la
”Imagen” de esos Angeles, retoños espirituales formados “a Semejanza” de los acompañantes del
Salvador”.

La concepció n “a la vista”, es una concepció n divina producida por el “Spirituale Semen” o


Semilla Espiritual. Este tipo de concepciones espirituales las encontramos en la Biblia; un ejemplo es
la Divina Concepció n de María, “a la vista” de la Luz cegadora que acompañ aba al Arcá ngel San
Gabriel. Otro ejemplo lo encontramos en el Genesis, cap. 30, ver. 38-39-41, en el que se nos dice que
Jacob, con el fin de seleccionar el ganado (ovejas blancas y negras), tomaba varas de á lamos a las que
descortezaba mondaduras, de modo que se viese el color blanco de las varas:

“Y Jacob puso varas que había mondado en pilas, delante del ganado, en los abrevaderos de agua
donde venían a beber las ovejas, las cuales se recalentaban viniendo a beber. Y “concebían” las ovejas
delante de las varas, y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores... Y sucedía que
cuantas veces se recalentaban las tempranas, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en las pilas,
para que concibiesen “a la vista” de las varas”.

Luego Jacob seleccionaba las pintadas de las oscuras (espirituales de los materiales). Por
analogía mitoló gica, así como las ovejas se apareaban mirando las varas y parían a imagen del color de
las varas (mas las varas no las fecundaban), así nacieron los espirituales: Sophía es fecundada por el
“Spirituale Semen” y en ese apareamiento místico con el Salvador, a la vista de sus “Angeles Lanceros”,
concibió retoñ os espirituales a imagen y semejanza de los Angeles del Salvador.
Estos retoñ os poseen el mismo aroma de incorruptibilidad que Cristo dejó en Sophía cuando la
purificó en el Pleroma. Pero son creados a “semejanza”, lo que indica que no son perfectos, mas como
está n conformados a su “imagen”, existe la posibilidad de desarrollo hasta recibir la Gnosis y hacerse
perfectos (Cristos).

LOS TRES SUBSTRATOS DEL MUNDO INFERIOR


Por tanto, de Sophía Achamot provienen tres substratos:
Lo Espiritual: Proveniente de la concepció n Divina.
Lo Psíquico: Proveniente de la Conversió n de Sophía (lo bueno).
Lo Material: Proveniente de las Pasiones (lo malo).

3. - EL DEMIURGO ARQUITECTO.

“Entonces Sophía Achamot se dispuso a dar forma a estas substancias con la intención de
ordenar el mundo. Pero no pudo dársela a lo espiritual (Pneuma), puesto que era consubstancial
a ella.”

El Pneuma (espíritu), se escapa a la competencia de Sophía Achamot. Esta posee la Gnosis para
sí misma, pero no puede comunicarla. Esto es semejante a Logos (Verbo), cuando emite los Eones del
Pleroma, los forma segú n la substancia pero no puede darles la formació n gnó stica, esto le competerá
a Cristo-Espiritu Santo. Con respecto a los Hijos de Sophía Achamot, los espirituales del mundo, será
Jesucristo quien los redimirá .

“Entonces se dispuso a formar la substancia psíquica nacida de su Conversión, poniendo en


práctica las enseñanzas del Salvador. Y en primer lugar formó al que es Dios, Padre y Rey de
Todos (El Demiurgo), tanto de los psíquicos, los de la derecha (ovejas), como los procedentes de
la pasión, los de la izquierda (cabritos). Y todos los seres posteriores fueron por él formados, sin
caer en la cuenta de estar movido por la Madre.”

Posiblemente, el surgimiento de este Demiurgo, dentro de la trama del Mito Gnó stico, sea uno
de los pasajes menos comprendidos por los estudiosos del tema. El Demiurgo, Rey del Mundo Inferior,
está estrechamente relacionado con el Jehova del Antiguo Testamento. Para los gnó sticos no era ni
bueno ni malo; pero nunca lo reconocieron como su verdadero Padre espiritual. Ademá s, ellos sabían
que la figura del Jehova Bíblico había sido sustituida en algunas escrituras por Javhe, el Genio del Mal,
antítesis de Jehova, personaje totalmente renegado por los gnó sticos. Todo ello motivó la creencia de
que los gnó sticos renegaban del Dios Creador, creencia simplista que se derrumba al estudiar el mito
gnó stico.
En el mito se destaca que el Demiurgo no va a inventar o crear ninguna especie, que él no es
Padre como tal, sino que todas las creaciones provenientes de él, fueron perfectamente determinadas,
por el Salvador, como “patrones seminales” en Sophía Achamot.

IGNORANCIA DEL DEMIURGO.

“El Demiurgo estaba convencido de haber creado por sí mismo todas las cosas, pero en
realidad lo había hecho impulsado por su Madre, a la cual desconocía. Hizo el Cielo sin conocer
Cielo alguno. Formó al Hombre Terrenal, sin saber del Hombre Primordial. Creó la Tierra, sin
saber de la Tierra. Ignoraba los modelos de las cosas que hacía y aún su origen (su Madre),
creyendo serlo todo (de ahí su ignorancia)”.

Para los gnó sticos este Demiurgo es el Jehová vengativo y celoso del Antiguo Testamento: “Yo
soy Dios, y ninguno hay fuera de mí”. (Isa. 45. 5) Para ellos el Padre del que hablaba Jesuscristo no era
el Jehová Bíblico, sino el Agnostos Theos, el Dios Desconocido; ellos creían en el Padre como entidad
impersonal, inefable e irrevelada, que nadie nunca vio, pero cuya potencia creadora (Unigénito), fue y
es plasmada en el ritmo perenne de la creació n...

COSMOGONIA

“El Demiurgo creó las cosas celestiales y las terrenales, pasando a ser Demiurgo de los seres
Psíquicos y de los Materiales (hílicos), de los ligeros y los pesados, de los que ascienden y de los
que descienden. Siete cielos fabricó (Hebdómada), sobre los cuales reside. Estos cielos son la
morada de los Angeles, Arcángeles, Arcontes, Liturgos, Ministros, Potestades, etc.”

CREACION DE LOS ELEMENTOS CORPOREOS

“Los elementos corpóreos del mundo proceden del Estupor y de la Angustia así como de lo más
innoble. La Tierra por su inmovilidad del Estupor; el Agua, por el movimiento del Temor, el Aire
por la su fijación de la Tristeza y al Fuego les corresponde a todos como muerte y corrupción, al
igual que la Ignorancia se esconde en las tres pasiones.”

CREACION DEL ANIMA ANIMAL (Que está en los elementos corpóreos).

“Del Temor, proviene la substancia psíquica de las almas de los animales irracionales, de
las fieras y de los hombres.”

CREACION DEL HOMBRE PSIQUICO Y MATERIAL.

“Después creó al hombre a su “imagen” y “semejanza” (imagen imperfecta del Antropos


Primordial); lo formó de la Tierra “invisible e informe” (Gen.1,1), no la “árida” (Gen.2, 10), y en
este hombre infundió a través del soplo en el rostro (el aliento vital), al “hombre psíquico”.
Finalmente le revistió con una túnica de piel; la carne sensible. (Gen.3, 21).

4. - PNEUMA EN EL MUNDO: Creación del Hombre Espiritual.

“El Pneuma o espíritu pasó desapercibido para el Demiurgo, a través del aliento vital, al
hombre que él había creado. Así tenía que ser, para que el espíritu infundado en la materia y en
lo psíquico, crezca en medio de ellos hasta que se halle dispuesto para recibir a Cristo y liberarse
del Mundo, del Demonio y la Carne”.

LOS TRES TIPOS DE HOMBRES EN EL GNOSTICISMO:

HYLICOS: Los hombres materiales (que para los gnó sticos no significaba físicos), son los
irracionales e instintivos. Hombres rudos, incapaces de penetrar en los misterios; atados a la Tierra.
PSIQUICOS: Los hombres que poseen el material anímico pero que no han alcanzado el
desarrollo espiritual.
PNEUMATICOS: Los hombres espirituales del Mundo; los escogidos.

Decían los gnó sticos que ellos recibieron el Alma del “Demiurgo”, el cuerpo del “barro”, y el
Espíritu del “Salvador a través de Sophía”. Decían que el espíritu se debe formar substancial y
gnó sticamente, y que por eso se unió a lo psíquico, para descender al mundo de la forma y educarse
en lo concerniente a la conducta (recto actuar). Decían que ellos eran la “sal de la Tierra” (la esencia
del cuerpo), y la “Luz del Mundo” (la conciencia), y que por este motivo fue creado el Mundo y el
Hombre...
En muchos textos antiguos se encuentras referencias a esta divisió n triple del hombre. Veamos
algunos ejemplos:

“Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura...
Empero el espiritual juzga todas las cosas, mas él no es juzgado de nadie.” (I Cor. 2, 14-15).
“El que os llama helemitas no cometerá injusticia con tal que comprenda la palabra con
perfección, porque ella contiene tres grados: El hombre que mora en silencio. El hombre que ama. El
hombre vulgar de la Tierra. El hierofante observa tres exámenes en uno y pueden ser dados de tres
maneras: los rústicos y vulgares en el fuego; los evolucionados y educados en la mente; los selectos y
escogidos en lo más alto.” (Antiguo texto gnó stico).

Sobre este cuarto punto del Mito Gnó stico (PNEUMA EN EL MUNDO), Samael Aun Weor nos
dice lo siguiente:

“La situación -por cierto no muy agradable-, repetida incesantemente en los relatos Gnósticos, del
“Pneuma” sometido cruelmente a las potencias de la Ley, al Mundo y al Abismo, resultan demasiado
manifiestas como para insistir aquí sobre ella”... “Es evidente la debilidad e impotencia desconcertante
del pobre “mamífero intelectual” equivocadamente llamado “hombre”, como para levantarse del lodo de
la Tierra sin el auxilio de lo Divinal”... “Con palabras ardientes declaramos: únicamente el “Hálito Divino”
puede reincorporarnos a la Verdad; sin embargo esto solo es posible a base de Trabajos conscientes y
padecimientos voluntarios.”
5. – DUALISMO.

El pecado original, la caída de Adam y Eva, origina el descalabro del Mundo Inferior. Si en el
Pleroma lo ocasiona el ú ltimo Eó n creado (Sophía), en el Mundo Inferior será Eva, surgida de Adam (el
ú ltimo ser surgido a la Creació n), quien con su deseo origina un trastrocamiento en la Naturaleza.
A partir de ese momento, el Pneuma, aparte de cargar la cadena de vagar por este mundo (el
del Demiurgo Inferior), desterrado del Pleroma, quedará sumergido tenebrosamente en la cá rcel del
Yo Psicoló gico. Sobre la DUALIDAD, nos dice el Maestro Samael:

“Dos estados Psicológicos se abren ante el gnóstico definido (el pneumático):


El del Ser, transparente, cristalino, impersonal, real y verdadero.
El del Yo, conjunto de Agregados psíquicos personificando defectos, cuya razón de existir es la
ignorancia”. (Las pasiones de Sophía que se van a convertir en la materia del Infierno).

6. - SALVADOR: “SALVATOR SALVANDUS.”

Así como la Sophía Superior fue restablecida en el Pleroma por Cristo-Espíritu Santo, y del
mismo modo que Sophía Achamot es purificada por el Salvador, los pneumáticos del mundo será n
salvados por Jesucristo. El vino a reintegrarlos al Pleroma.
Segú n el mito, los tres tipos de hombres tendrá n distintos destinos:
El Material no puede salvarse, está condenado a la corrupció n y a la muerte, por lo tanto, en la
consumació n final el fuego lo destruirá (involució n sumergida).
El Psíquico puede acceder a la beatitud extra-pleromá tica.
El Espiritual podrá ingresar al Pleroma.

“La Gnosis es revelación o develación, aspiración refinada, sintetismo conceptual, máximos logros.
Ostensiblemente, tanto en esencia como en accidente, GNOSIS y GRACIA son identificables
fenomenológicamente. Sin la Gracia Divina, sin el auxilio extraordinario del Hálito Sagrado, la Auto-
Gnosis, la Autorrealización Intima del Ser, resulta algo más que imposible.” “Auto-salvarse es lo más
indicado y esto exige plena identificación del que salva y de lo que es salvado. Lo Divino, que habita en el
fondo del alma (de lo Psíquico), la auténtica y legítima facultad gnoscente, aniquila al Ego y se absorbe
en su PAROUSIA a la Esencia y en total iluminación la salva. Este es el tema del SALVADOR SALVANDUS.”
(S.A.W. Doctrina Secreta de Anahuac, cap. 10).

7. - RETORNO

“El Gnóstico que ha sido salvado de las aguas, ha cerrado el CICLO de las amarguras infinitas; ha
franqueado el “Límite” que separa el ámbito inefable del Pleroma, de las Regiones inferiores del Mundo;
se ha escapado valientemente del “imperio del Demiurgo”, porque ha reducido al Ego a polvareda
cósmica. El paso a través de los diversos mundos (Hebdomada), la aniquilación sucesiva de los elementos
inhumanos, afirma esta reincorporación en el Sagrado Sol Absoluto (Pleroma), y entonces convertidos en
criaturas terriblemente divinas, pasamos más allá del bien y del mal.” (S.A.W. Doctrina Secreta de
Anahuac, cap. 10).
“Al final, consumada la obra, Sophía Achamot forma conyugio Eónico con el Salvador, y todos
los Retoños Espirituales paridos por ella (los pneumáticos del mundo), formarán pareja con los
Angeles del Salvador, retornando todos al seno del Pleroma, gozando de la Gnosis Perfecta
(anapausis).”

POEMA GNOSTICO

“Deseosa de la Luz Paterna,


Oh Sophía mía, hermana y esposa,
ungida en las abluciones del Cristo
con el ungüento inmortal y Sagrado.
Te has apresurado a contemplar
los rostros Divinos de los Eones,
al gran Angel del gran consejo,
Hijo en Verdad,
corriendo hacia la Cámara nupcial y
lanzándote, inmortal,
hacia el seno del PADRE...”

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