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Vía Crucis de San Oscar Arnulfo Romero
Vía Crucis de San Oscar Arnulfo Romero
PRIMERA ESTACIÓN
El juicio contra Jesús fue una farsa. Las autoridades judías ya habían decidido su
muerte mucho antes de su captura; ellos tenían mucho poder y dinero, y Jesús los
denunció públicamente; por eso deciden matarlo. Para cubrir ese asesinato y
presentarlo como un hecho legal, preparan un juicio amañado y con testigos falsos.
- Por rechazar a quienes buscan realmente el bienestar del pueblo pobre. Oremos.
- Para que nos dispongamos a vivir de la mejor manera este santo vía crucis…
Era costumbre romana que el reo que iba a ser ajusticiado llevara hasta el lugar del
suplicio, no la cruz, como aparece en las imágenes, sino sólo el palo transversal, al que
llamaban "patíbulo". El leño era colocado sobre los hombros a manera de yugo; para un
hombre que había sido torturado aquello resultaba muy doloroso, Jesús comienza su
camino al calvario, eso significa la palabra Vía Crucis: "camino de la cruz".
Mons. Romero tuvo que cargar una cruz muy pesada y complicada, durante su
ministerio como arzobispo: la cruz de la incomprensión, la calumnia y la persecución.
Sin embargo, ello le obtuvo la gracia de ser un discípulo fiel de Jesús, hasta
configurarse con su vida y su muerte.
- Por colaborar a hacerles más pesada la cruz del sufrimiento a los pobres,
TERCERA ESTACIÓN
"JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ"
Jesús nos dice que para anunciar al Buena Nueva a los pobres es necesario cargar la
cruz; creer que estas palabras son una invitación a la resignación no es nada cristiano;
cargar con la cruz es atreverse a tomar la tarea de servir a los pobres y marginados, aún
a sabiendas que esto trae consigo la incomprensión, las acusaciones y el fracaso.
Cargar la cruz de cada día, causa sufrimiento. Mons. Romero vivió en carne propia el
temor, la debilidad humana, la posibilidad de la caída, ante el peso de la realidad
salvadoreña y eclesial que le agobiaba. Sufría al ver caer en el fanatismo a muchos
cristianos; sufría al ver cómo los mismos hermanos del pueblo oprimían y mataban a
sus propios hermanos. Y hoy seguiría sufriendo al ver tanta violencia y egoísmo en
nuestro país.
"El que rehuye el sufrimiento se quedará solo. No hay gente más sola que los egoístas"
(1 de abril de 1979)
María, Reina de la Paz, sostuvo con su presencia el esfuerzo pastoral de Mons. Romero.
Además, de que él tuvo un profundo sentido de la historia nacional, entrelazándola con
la historia de la salvación; y en la historia salvadoreña, en la mujer salvadoreña, pudo
contemplar a María hecha salvadoreña.
"Hemos alejado a la Virgen María de nuestra realidad salvadoreña, una realidad cargada
de injusticias e ingratitudes. A veces nos refugiamos en la Virgen María para no
enfrentar esta realidad y evadir el mandamiento de amor. Rezamos a la virgen María
pero damos la espalda a los pobres. Olvidamos que la devoción a la Virgen tiene que
ser una devoción que nos haga aprender de María la libertad con que ella hablaba, una
liberación liberadora" (15 de julio 1979)
Los soldados obligaron a Simón de Cirene, que regresaba de trabajar, a ayudar a Jesús
con la cruz; no lo hicieron por compasión, sino para que Jesús no muriera en el camino
y no perder la diversión de la crucifixión.
Parece ser que "Verónica" es una palabra que significa verdadero rostro. Así como la
Verónica se acercó a limpiar el rostro de Jesús, también nosotros debemos acercarnos a
nuestros hermanos y reconocer en sus rostros sufridos por el hambre y opresión
económica, el verdadero rostro de Jesús y limpiarlos de tanta injusticia y maldad para
que realmente sean imagen de nuestro creador.
SÉPTIMA ESTACIÓN
"JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ"
En realidad los evangelios no hablan de ninguna caída, apenas dan detalles de cómo fue
el camino del lugar donde torturaron a Jesús hasta el Gólgota. Pero no debemos dudar
que aquel camino fue muy doloroso para Jesús; caminar toda la calle con el madero en
los hombros era la última humillación a la que sometían a los reos políticos antes de
matarlos; lo hacían así para que sirviera de advertencia a posibles nuevos alborotadores.
Debemos luchar, cada día, y si caemos, tener la valentía de levantarnos, una y otra
vez… pero también tenemos el deber de ayudar a levantarse a quienes yacen caídos a la
orilla del camino, sobre todo a los jóvenes con el futuro truncado a causa de la droga y
la violencia irracional, los alcohólicos, los homosexuales. Ese ejemplo nos dan Jesús y
Mons. Romero: ayudar al caído a levantarse.
Las mujeres de Jerusalén formaban algo así como una cofradía; se dedicaban a distintas
formas de beneficencia, daban limosna, rezaban por la conversión de los condenados a
muerte y los endrogaban para que no sintieran el suplicio; a ellas les dice Jesús que no
lloren por él, sino por sus hijos. Porque no bastan las lágrimas y sentimentalismos, ya
que muchas veces decimos de alguien que sufre ¡pobrecito!, pero no hacemos nada; no
basta lamentarse, hay que hacer algo, y rápido antes que sea tarde.
- Por las mujeres que se les maltrata su dignidad y no se les reconocen sus derechos
El mal no está en la persona que cae, el mal y el pecado están en la situación que lo hizo
caer, en las personas que lo botaron. A Jesús lo botaron al suelo los fariseos que no
soportaron la verdad de sus palabras. Herodes que lo odiaba, Pilato que vio en él un
peligro para el imperio romano. ¿Quiénes son los que hacen caer al pueblo en la
miseria y no le permiten levantarse?
- Por quienes todavía afirman que Monseñor Romero era el jefe de los guerrilleros…
- Por asegurar que la Iglesia cuando explica su doctrina social, es política…
- Por los que han caído en el pecado…
- Por aquellos que practican la injustica con sus hermanos…
Era costumbre desnudar a los crucificados para someterlos, todavía más, a una
humillación mayor "Este es el compromiso de los cristianos: seguir a Cristo en su
encarnación, y si Cristo es Dios majestuoso que se hace hombre humilde hasta la muerte
de los esclavos en la Cruz y vive en los pobres, así debe ser nuestra fe cristiana.
Desde pequeños aprendimos de memoria las obras de misericordia, pero muy poco
esfuerzo hemos hecho en vivirlas, sobre todo en un compromiso decidido por encarnar
la opción de Jesús por los más pobres y enfermos, en quienes él mismo se halla
presente.
"JESÚS ES CRUCIFICADO"
La cruz era el tormento usado por los romanos para quienes cometían delitos políticos;
en el año 4 antes de Cristo, el gobernador, Quintillo Varo crucificó en las afueras de
Jerusalén a dos mil personas; después de crucificar a las personas se les colocaba en lo
alto de una tablilla la acusación. Por eso aparece INRI, que quiere decir: Jesús
Nazareno, Rey de los Judíos, en la cruz de Jesús; era ese un delito político, pues ya las
autoridades y el pueblo judío habían reconocido únicamente al emperador romano como
su rey.
Veamos la realidad que nos rodea: No es mucha la diferencia con la realidad que vivió
Jesús y con la realidad que vivió Mons. Romero: muerte injustas, innecesarias,
violentas, por amor al poder y al dinero, por controlar intereses y territorios.
Necesitamos superar estas situaciones con la ayuda del Señor.
- Para que movidos por intereses personales, no le demos muerte a las esperanzas del
pueblo, roguemos al Señor
- Por las familias que son víctimas de la violencia en nuestro país, y que han tenido
que sufrir la pérdida de un ser querido.
José de Arimatea y Nicodemo, que eran de la clase poderosa y simpatizaban con Jesús,
aunque sin darse color, se atrevieron a dar la cara para reclamar el cuerpo de Jesús.
Cuanta necesidad hay ahora de que haya más José de Arimatea y Nicodemo que ayuden
al pueblo a bajar de la cruz en que lo tienen crucificado el sistema económico que sólo
favorece a las grandes empresas.
Mons. Romero fue un modelo de compromiso con los cristos crucificados de su época,
como José de Arimatea y Nicodemo, en su labor en beneficio de los campesinos, los
pobres y los obreros. Ahora, con su reconocimiento como mártir y beato, él ha sido
bajado de la cruz del oprobio, de la injusticia y de la falta de verdad.
- Por ser indiferente a la necesidad de mi hermano que está peor que yo…
- Por no vivir nuestro compromiso cristiano…
- Por no reconocer en la persona de Monseñor a Romero Cristo…
- Por no cumplir la voluntad de Dios cuando me trae sacrificio…
"JESÚS ES SEPULTADO"
Después de dos mil años se conserva aún la piedra donde fue depositado el cuerpo de
Jesús, en ese lugar está hoy la basílica del Santo Sepulcro. Concluimos este recorrido,
este camino de la cruz, no de forma pesimista y derrotada, sino con la alegre esperanza
que nos da la certeza de la resurrección de Jesús.
Así como Jesús fue asesinado y sepultado, Mons. Romero también fue asesinado y
sepultado; pero también, así como Jesús resucitó al tercer día, Mons. Romero también
resucitó junto a su Maestro en el cielo y en la conciencia del pueblo cristiano.