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FUENTES DE LA CONTAMINACIÓN EN LA AGRICULTURA Y GANADERÍA.

El auge de la productividad agrícola mundial que siguió a la Segunda Guerra Mundial se logró
en gran parte a través del uso intensivo de insumos, como plaguicidas y fertilizantes químicos.
Desde 1960, el uso de fertilizantes minerales se ha multiplicado por diez, mientras que desde
1970 las ventas mundiales de plaguicidas pasaron de cerca de 1 000 millones de dólares EEUU
anuales, a 35 000 millones de dólares al año.

Mientras tanto, la intensificación de la producción pecuaria -el número mundial de cabezas de


ganado se ha más que triplicado desde 1970- ha visto surgir una nueva clase de contaminantes:
antibióticos, vacunas y promotores hormonales del crecimiento que viajan a través del agua desde las
granjas a los ecosistemas y al agua que bebemos.

Al mismo tiempo, la contaminación del agua por materia orgánica procedente de la ganadería
está hoy mucho más extendida que la contaminación orgánica derivada de las áreas urbanas.
Y otro sector en auge, la acuicultura (que se ha multiplicado por veinte desde 1980) está ahora
liberando cantidades cada vez mayores de excrementos de peces, piensos no consumidos, antibióticos,
fungicidas y agentes antiincrustantes en las aguas superficiales.

La agricultura y la ganadería son las dos actividades primarias que vierten la mayor parte de
sustancias contaminantes en el agua, como el nitrato, el fosfato y los pesticidas. La contaminación del
agua por prácticas agrícolas insostenibles plantea una grave amenaza para la salud humana y los
ecosistemas del planeta, un problema que a menudo subestiman tanto los responsables de las políticas
como los agricultores.

La agricultura suma el 70 % del consumo de agua en todo el mundo y es responsable del vertido
de químicos, materia orgánica, desechos, sedimentos y sales.

En los últimos veinte años, ha surgido una nueva clase de contaminantes en forma de fármacos
como los antibióticos y las hormonas que se emplean en la ganadería y que también suelen llegar a las
fuentes hídricas y los ecosistemas, con riesgo para la salud.

La ganadería intensiva contribuye sobre todo a la contaminación por ese tipo de residuos, así
como por los excrementos de los animales y otras sustancias que acaban degradándose en el ambiente.

Los cultivos, por su parte, están más relacionados con el uso de pesticidas y elementos químicos
como el potasio o el magnesio que pueden llegar hasta el agua.

En ambas actividades existe la amenaza de un exceso en la utilización de nitrato, fosfato y otros


nutrientes como fertilizantes.
El sector pecuario es el de crecimiento más rápido en el mundo en comparación con otros
sectores agrícolas. Es el medio de subsistencia de 1300 millones de personas y supone el 40% de la
producción agrícola mundial. Para muchos campesinos pobres en los países en desarrollo, el ganado es
también una fuente de energía como fuerza de tiro y una fuente esencial de fertilizante orgánico para
las cosechas.

Pero este rápido desarrollo tiene un precio elevado para el medio ambiente y en la lucha contra
el cambio climático: el sector ganadero es responsable del 9% del CO2 procedente de la actividades
humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más
perjudiciales.

El informe de la FAO explica que la ganadería utiliza el 30% de la superficie terrestre del
planeta y ocupa un 33% de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de
bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en
Latinoamérica, donde el 70% de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han dedicado a
pastizales.

Para contrarrestar la contaminación provocada por el ganado, la FAO propone, entre otras
medidas, controlar los accesos y eliminar los obstáculos a la movilidad en los pastos comunales;
incrementar la eficiencia de la producción ganadera y de la agricultura forrajera; y mejorar la eficacia
de los sistemas de riego.

La forma más eficaz de mitigar la presión sobre los ecosistemas acuáticos y rurales es limitar la
emisión de contaminantes en el origen, o interceptarlos antes de que lleguen a los ecosistemas
vulnerables. Una vez fuera de las explotaciones, los costes de reparación aumentan progresivamente.

Una forma de hacerlo es desarrollar políticas e incentivos que alienten a las personas a adoptar
dietas más sostenibles y limitar los aumentos en la demanda de alimentos con gran huella ambiental,
por ejemplo, a través de impuestos y subsidios.

A nivel del consumidor, puede resultar útil reducir el desperdicio de alimentos. Un estudio
incluido en el informe estima que la contaminación por nitrógeno a partir del desperdicio de alimentos
suma hasta 6,3 teragramos por año.

Los instrumentos normativos “tradicionales” seguirán siendo también una herramienta clave
para reducir los productos contaminantes agrícolas. Estos incluyen estándares de calidad del agua;
permisos de vertido de contaminantes; mejores prácticas obligatorias; evaluaciones de impacto
ambiental para ciertas actividades agrícolas; zonas tampón alrededor de las explotaciones; restricciones
a las prácticas agrícolas o la ubicación de las granjas; y límites en la comercialización y venta de
productos peligrosos.

A nivel de las granjas, existen diversas mejores prácticas que pueden reducir la emisión de
contaminantes a los ecosistemas circundantes, por ejemplo: minimizar el uso de fertilizantes y
pesticidas, establecer zonas de amortiguación lo largo de los cursos de agua y los lindes de las granjas,
o mejorar las instalaciones de control del drenaje.

En las actividades ganaderas, se necesitan técnicas tradicionales como la restauración de


pastizales degradados y una mejor gestión de la alimentación de los animales, de los aditivos para los
piensos y las medicinas, mientras que también se debería hacer más con las nuevas técnicas y
tecnologías de reciclaje de nutrientes, como biodigestores de los residuos agrícolas.

FUENTES DE LA CONTAMINACIÓN DE LA INDUSTRIA

Con la llegada de la Revolución Industrial (Inglaterra, entre 1760 y 1800), se diseñaron


procesos de producción utilizando energía y maquinaria para fabricar productos que no eran
directamente proporcionados por la Naturaleza. Aquí nació la gran industria actual.
¿Qué es contaminación industrial? Es la incontrolable degradación del medio ambiente por el
crecimiento industrial no planeado, el cual está directamente relacionado con la descarga a la atmósfera
de sustancias contaminantes sin ningún control de la cantidad, densidad y composición química. La
causa principal de la contaminación industrial es la quema a gran escala de combustibles fósiles como
el petróleo, el carbón, el gas, más el agua residual envenenada que contamina tierra, ríos y lagunas.
El problema de la contaminación industrial afecta al aire, al agua y la tierra. Las causas más
comunes de la contaminación ambiental, aparte de la quema de combustibles fósiles, es el sobre uso de
fertilizantes y pesticidas sin control,el manejo y almacenamiento inapropiado de desperdicios orgánicos
e inorgánicos como el plástico, desechos de fábricas, hospitales, restaurantes, mercados, y conjuntos
habitacionales, la destrucción de televisores analógicos y sus delicados componentes tóxicos, el
almacenamiento inapropiado de medicamentos tóxicos caducados y la baja calidad de los procesos de
refinación del petróleo, generando compuestos orgánicos volátiles y sustancias químicas que consisten
en pequeñas y finas partículas como el humo y los gases que se elevan a la atmósfera.
La contaminación de la atmósfera es la forma más importante y peligrosa de la contaminación
por las actividades industriales y los automóviles, que crean una enorme cantidad de sustancias
químicas que se liberan todos los días.

Las industrias más contaminantes:

Industria pesada : Conocemos como industria pesada la que utiliza como materia prima grandes
cantidades de productos brutos (pesados) para ser transformados y poder ser utilizados como materia
prima por otros sectores industriales. La industria pesada necesita grandes instalaciones y es muy
contaminante.
Normalmente se encuentran cerca de los recursos o cerca de un puerto mercante al que pueden
llegar grandes cantidades de materia prima. Los principales sectores de la industria pesada son la
metalurgia y la química.

La industria metalúrgica: Tiende a ubicarse siempre cerca de los recursos. Necesita grandes
espacios para instalar sus sistemas productivos: altos hornos, trenes de laminación, lugares de
almacenamiento, transporte interno, etcétera. Son plantas que exigen grandes inversiones. Proporciona
lingotes, forjados, tubos, planchas de acero, hierro, aluminio u otros metales.

Esta industria permite tener asociadas otras formas de rendimiento como la producción de
energía eléctrica en los altos hornos o la obtención de cemento. Son las llamadas plantas de
cogeneración.

La industria química: Es más variada. Utiliza una amplia gama de recursos: combustibles
sólidos, líquidos y gaseosos, pirita, cal, sales, productos vegetales y animales, etcétera. Su proceso de
producción puede llegar a ser muy complejo, por lo que el valor añadido es mayor y no dependen tanto
de una localización cercana a los recursos.

Además, los productos químicos necesitan de unas condiciones de transporte y almacenamiento


muy especializadas. Sus trabajadores deben de estar altamente cualificados. Los productos más
comunes que proporciona son fertilizantes, colorantes, explosivos, plásticos, gomas, caucho,
detergentes, aislantes, fibras artificiales, productos farmacéuticos y otros.

El refinado de petróleo es un tipo de industria química especial que proporciona muchos


productos. Todas ellas son potencialmente muy peligrosas, por lo que suelen ubicarse lejos de las
poblaciones.

Desde que comenzó el desarrollo de la industria química, se calcula que se han producido y
diseminado en el medio ambiente aproximadamente cien mil (100.000) nuevas sustancias químicas.
Además, cada año esta cifra se va incrementando en mil (1.000) nuevas sustancias.

El conocimiento del impacto de estas sustancias sobre el medio ambiente y la salud humana es
escaso y, en la mayoría de los casos, no existe.

Desde que estas sustancias se liberan al medio, se van acumulando en el agua, en el aire, en el
suelo, en los alimentos e incluso en nuestros tejidos. Con el tiempo, actúan sobre ellos amenazando
nuestra salud. Muchas de estas sustancias podrían ser extremadamente tóxicas para los seres vivos,
pero la realidad es que no se conocen todavía sus efectos, ya que la gran mayoría todavía no se han
estudiado.

Dentro del amplio espectro de empresas del sector industrial caben destacar algunas que en su
producción emiten contaminantes persistentes, tóxicos o radiactivos: Industrias del cloro, Plantas de
PVC, Papeleras (fábricas de celulosa-pasta de papel), Industrias metalúrgicas,Plantas de fertilizantes,
etcétera
FUENTES DE CONTAMINACIÓN DESECHOS SOLIDOS

El desmesurado crecimiento en el volumen de los residuos en la sociedad actual está poniendo


en peligro la capacidad de la naturaleza para mantener nuestras necesidades y las de futuras
generaciones.

La basura se considera uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad. La
población y el consumo per-cápita crece, y por ende la basura; pero el espacio no y además su
tratamiento no es el adecuado.

Se entiende por “Desecho Sólido” todos aquellos desechos no-líquidos que son generados por la
actividad humana y los escombros resultantes del desastre mismo. Con lo cual desechos sólidos
incluyen: Basura doméstica tales como: resto de comidas, cenizas, materiales de empaques, etc; heces
humanas mezcladas en basura domestica; los escombros (materiales de construcción,electrodomésticos,
etc.) resultantes del desastre; así como sedimentos y otros materiales sólidos (árboles, ramas, piedras,
etc.) depositados por el desastre, y otro tipo de basuras especiales, tales como desechos hospitalarios y
tóxicos provenientes de la industria, también requieren de un tratamiento especial.

Los desechos sólidos si no son debidamente manejados pueden originar importantes problemas
de salud y un medio ambiente desagradable para vivir en él, si no se eliminan de manera segura y
apropiada. De igual forma, pueden servir de criaderos de insectos, parásitos y de otros animales
dañinos (por ejemplo, ratas), lo cual aumenta la posibilidad de la transmisión de enfermedades, y puede
atraer serpientes y otras plagas. Los desechos sin ningún manejo también pueden contaminar las
fuentes de agua y el medio ambiente.
La gestión de los desechos sólidos es un problema universal que atañe a todo habitante del
planeta. Y con más del 90 % de los desechos que se vierten o queman a cielo abierto en los países de
ingreso bajo, son los pobres y los más vulnerables quienes se ven más afectados.

En los últimos años, los deslizamientos de basureros han enterrado a viviendas y personas bajo
pilas de residuos. Y son los más pobres los que suelen vivir cerca de los vertederos de basura y
alimentan el sistema de reciclado de su ciudad a través de la recolección de desechos, lo que los hace
susceptibles de sufrir consecuencias graves para la salud.

“La gestión inadecuada de los desechos está produciendo la contaminación de los océanos del
mundo, obstruyendo los drenajes y causando inundaciones, transmitiendo enfermedades, aumentando
los afecciones respiratorias por causa de la quema, perjudicando a los animales que consumen
desperdicios, y afectando el desarrollo económico, por ejemplo, al perjudicar el turismo”, afirmó
Sameh Wahba, director de Desarrollo Urbano y Territorial, Gestión de Riesgos de Desastres, y
Resiliencia del Banco Mundial.

En el informe de 2018, que es una actualización de una edición anterior, se proyecta que la
rápida urbanización, el crecimiento de la población y el desarrollo económico harán que la cantidad de
desechos a nivel mundial aumente 70 % en los próximos 30 años y llegue a un volumen asombroso de
3400 millones de toneladas de desechos generados anualmente.

La generación de basura trae consigo los siguientes impactos ambientales:

•El consumo de energía y materiales que se utilizan para elaborar envases y productos que después
desechamos. Esta energía y estos materiales con frecuencia provienen de recursos que no son
renovables, por ejemplo del petróleo y de minerales. Cuando desechamos lo que consideramos basura,
en realidad estamos tirando recursos naturales.

• La contaminación del agua. El agua superficial se contamina por la basura que tiramos en ríos y
cañerías. En los lugares donde se concentra basura se filtran líquidos, conocidos como lixiviados, que
contaminan el agua del subsuelo de la que, en nuestra ciudad, todos dependemos. Cabe aclarar que en
los rellenos sanitarios los lixiviados no contaminan el agua ni el suelo porque están controlados y
debidamente tratados. La descarga de la basura en arroyos y canales o su abandono en las vías públicas,
también trae consigo la disminución de los cauces y la obstrucción tanto de estos como de las redes de
alcantarillado. En los periodos de lluvias, provoca inundaciones que pueden ocasionar la pérdida de
cultivos, de bienes materiales y, lo que es más grave aún, de vidas humanas.

• La contaminación del suelo, la presencia de aceites, grasas, metales pesados y ácidos, entre otros
residuos contaminantes, altera las propiedades físicas, químicas y de fertilidad de los suelos.
• La contaminación del aire, los residuos sólidos abandonados en los basurales a cielo abierto
deterioran la calidad del aire que respiramos, tanto localmente como en los alrededores, a causa de las
quemas y los humos, que reducen la visibilidad, y del polvo que levanta el viento en los periodos secos,
ya que puede transportar a otros lugares microorganismos nocivos que producen infecciones
respiratorias e irritaciones nasales y de los ojos, además de las molestias que dan los olores pestilentes.
También, la degradación de la materia orgánica presente en los residuos produce una mezcla de gases
conocida como biogas, compuesta fundamentalmente por metano y dióxido de carbono (CH4 y CO2),
los cuales son reconocidos gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al proceso de cambio
climático.

Además de la contaminación del aire, la tierra y el agua; la mala gestión de los residuos tiene
efectos perjudiciales para la salud pública (por la contaminación ambiental y por la posible transmisión
de enfermedades infecciosas vehiculizadas por los roedores que los habitan) y degradación del medio
ambiente en general, además de impactos paisajísticos. Asimismo, la degradación ambiental conlleva
costos sociales y económicos tales como la devaluación de propiedades, pérdida de la calidad
ambiental y sus efectos en el turismo.

BIBLIOGRAFÍA
https://eco.mdp.edu.ar/institucional/eco-enlaces/1611-la-basura-consecuencias-ambientales-y-desafios
https://www.bancomundial.org/es/news/immersive-story/2018/09/20/what-a-waste-an-updated-look-
into-the-future-of-solid-waste-management
https://www.monografias.com/trabajos91/contaminacion-del-medio-ambiente-residuos-
solidos/contaminacion-del-medio-ambiente-residuos-solidos.shtml
https://www.monografias.com/trabajos27/residuos-solidos/residuos-solidos.shtml
https://www.profesorenlinea.cl/ecologiaambiente/Contaminacion_industrial.htm
https://www.iagua.es/noticias/fao/contaminantes-agricolas-grave-amenaza-agua-planeta

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