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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “GERVASIO RUBIO”
RUBIO – ESTADO TÁCHIRA

La Orrquesta
Recopilación de
Instrumentos
Típicos
Venezolanos y
Europeos
Rubio, Junio 2007
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “GERVASIO RUBIO”
RUBIO – ESTADO TÁCHIRA

La Orrquesta
Recopilación de
Instrumentos Típicos
Venezolanos y
Europeos
INTEGRANTES:
Cecilia Villamizar C.I. 16.230.248
Cesar Pabón C.I. 11.495.144
Juan C. Bermúdez C.I.
Tibizahy Gómez C.I.: 12.516.843
Profesor: Alexis Cáceres
Asignatura: Práctica Instrumental Colectiva
Semestre VII Educ. Musical
Rubio, Junio 2007
INDICE

INTRODUCCIÓN
ORQUESTA SINFONICA. CONCEPTO
Origen
Tipos de Orquesta
Constitución de la orquesta y su disposición en el escenario
Dirección de la Orquesta
Instrumentos que la conforman
Instrumentos Invitados
La Orquesta Sinfónica en Venezuela
CLASIFICACION DE LOS INSTRUMENTOS
Instrumentos Aerófonos
Instrumentos Cordófonos
Instrumentos Idiófonos
Instrumentos Membranófonos
INSTRUMENTOS TÍPICOS VENEZOLANOS
INSTRUMENTOS TIPICOS Y TRADICIONALES DEL CONTINENTE
EUROPEO
INTRODUCION

La música es una lengua universal, y como lenguaje vivo que aun hoy
permanece en el tiempo, ha sufrido múltiples transformaciones que le ha permitido
pasar por un proceso evolutivo, que afortunadamente en la mayoría de los casos ha
sido positivo. Desde los comienzos de la historia del mundo el hombre ha sentido la
necesidad de imitar los sonidos y a estos insertarles líneas rítmicas, claro esta, que la
música es un compendio de melodía y ritmo.
Principalmente el hombre comenzó a utilizar el instrumento que mas tenia a la
mano, es decir, la voz, con esta imitaba los sonidos que emitía la naturaleza, el trinar
de las aves y los sonidos producidos por el viento y demás elementos naturales. Una
vez superados estos, opto por producir sonidos percutidos que expresaban líneas
rítmicas, utilizando, como instrumentos de principio, las herramientas que se
utilizaban en su jornada de trabajo, o de sus quehaceres diarios; a medida que el
tiempo transcurre estos elementos van pasando por procesos de experimentación y
sufren cambios evolutivos que permiten mejor sonorida.
Como el hombre no siempre se ha sentido conforme con cada uno de sus
descubrimientos, siempre, ha querido llegar un poco más allá de las posibilidades
que se le dan en el presente, comenzó a percatarse que combinando los medios y
materiales que poseía se podrían conseguir mejores posibilidades musicales, de esta
forma, se empezaron a crear los instrumentos musicales.
Gratamente los instrumentos musicales han evolucionado produciendo una
mejor calidad de su sonido, y creando mejores propuestas musicales, se siente la
necesidad y se crea una notación musical para dejar registro de las composiciones
realizadas a través del tiempo, y que van a ser superadas por cada uno de los
compositores en cada nueva generación. Cada etapa de la historia de la música
(Barroco, Clásico, Romántico, por nombrar algunos) ha dejado valiosos aportes, para
el descubrimiento de este lenguaje hoy en día.
De allí que en la actualidad no solo se ejecuten instrumentos, sino que se
agrupan formando practicas de instrumentación colectiva tales como, ensambles,
orquestas en sus diferentes formas, para disfrute del ser humano y para el
enriquecimiento de su espíritu. No solo se han creado grupos instrumentales
musicales a nivel formal e universal, por el contrario cada sector cultural ha creado
sus propias propuestas pero de igual modo se ha utilizado la música, como un
lenguaje a través del cual se expresan ideas y sentimientos.
Orquesta Sinfonica
Orquesta
La palabra orquesta procede del griego orcheistbai, y estaba referida al
espacio destinado a los bailarines en la tragedia y la comedia de la antigua Grecia. Sin
embargo, en su significado actual hasta el siglo XVII, cuando el termino vino a
designar un conjunto instrumental más o menos numeroso; pero ya a finales del
Renacimiento la documentación conservada nos permite comprobar que este
apelativo se aplicaba por igual a los pequeños grupos que incluían miembros de una
misma familia, como los conjuntos de violas, e incluso a las agrupaciones formadas
por voces e instrumentos.
Se llama orquesta a la reunión de determinados grupos de instrumentos en
cantidad variable; pero proporcional, siendo formado este conjunto por cuatro
grandes familias: cuerda, madera, metal y percusión. Este conjunto recibe el nombre
de "orquesta sinfónica".

Origen de la orquesta.
Con la evolución musical y el nacimiento de nuevas formas, la estructura
instrumental fue adquiriendo una fisonomía propia, y fue durante el siglo XVII
precisamente cuando se empezó a imprimir en los frontispicios de las partituras la
relación de instrumentos que debían intervenir en la ejecución de la obra. Podemos
imaginar la trascendencia que en este terreno adquirió la aparición del concierto
grosso, pues dió a la orquesta una unidad sonora considerable y un equilibrio de
timbres idóneo, difícil de conseguir en un conjunto solo formado por arcos. Ello, sin
duda, era fruto de una larga investigación, cuyos fundamentos parten de los maestros
venecianos de la catedral de San Marcos, entra ellos Gabrieli, Andrea, Giovanni, y
Claudio Merulo, quienes, todavía en el siglo XVI, experimentaron numerosas
ubicaciones de los músicos; sus estudios les llevaron a distribuir grupos de
instrumentistas en la diferentes capillas de la catedral con el propósito de obtener
efectos de eco, contrastes sonoros, y nuevos planos acústicos.

Tipos De Orquesta
Durante el Barroco y el Clasicismo, el número de instrumentos de viento y
percusión era variable y, posteriormente, se llegó a una estructura mínima. En la
actualidad existen diferentes tipos de orquestas como:
 
 De cuerda: Compuesta por instrumentos de viento en metal, saxofones e
instrumentos de percusión y con frecuencia un contrabajo.
 De armonía: Compuesta por numerosos instrumentos de viento en madera y
en metal, instrumentos de percusión y un grupo de cuerda.
 Sinfónicas: Compuesta por violines, violas, violonchelos y contrabajos. En
general se llama orquesta sinfónica u orquesta filarmónica a una orquesta
de gran tamaño, con presencia de todas las familias de instrumentos. Para
hablar de la orquesta sinfónica hay que esperar a la aparición de la sinfonía y
del sinfonismo. Por ello, sólo con el desarrollo de las obras orquestales con
forma sonata podemos pensar en un conjunto estándar en número y
composición de instrumentos, pensado expresamente para el nuevo concepto
de espectáculo musical ligado al crecimiento de la burguesía desde finales del
siglo XVIII. A este tipo de orquesta, que será el protagonista de la música de
la época de Mozart, Haydn y el joven Beethoven, se le llama por esto también
«orquesta clásica». La única diferencia con una «sinfónica» estará en el
tamaño. Beethoven acrecienta el tamaño de la orquesta, aumentando el
número de instrumentos (en especial los vientos) e introduciendo algunos
nuevos como el trombón, bombo, triángulo y platillos.
 De cámara: Compuesta por los citados instrumentos por grupos de tres, más
instrumentos de madera, sobre todo clarinetes. puede consistir en diez a treinta solistas
instrumentales

 Bandas de música: Compuesta por instrumentos de cuerda, aumentadas por


algunos instrumentos de viento madera y metal.
 De uso especial: Composición variable: orquesta de jazz, de salón, de
mandolinas, de balalaicas, etc.
 Una orquesta teatral cuenta con diez a cincuenta músicos que ejecutan en el
“foso” (un sector bajo nivel frente al escenario) en los espectáculos musicales.
 Las orquestas bailables, como lo sugiere su nombre, ejecutan piezas de
baile. La época de la danza, o de la Big Band culminó durante los años treinta
y cuarenta
 La orquesta romántica: Por su parte, la orquesta romántica, base de la
actual, que tendió a la separación de las secciones y a dar mayor cohesión a
las propias familias, presentaba los violines a la izquierda, las violas en el
centro y los violoncelos a la derecha, ya tras estos a los contrabajos. Después
de los violines, algo escorados, flautas y clarinetes, y un poco retrasadas las
trompas, mientras que enfrente estaban los fagotes y los oboes. Luego, a sus
espaldas, las trompetas, y más atrás que éstas, las tubas -izquierda- y los
trombones -derecha-. Los timbales y demás percusiones quedan emplazados
entra las trompas y los trombones.
Este sistema, el común de la orquesta, es susceptible de mutación, ya que hay
compositores que requieren otras ordenaciones debido a las peculiaridades acústicas
de sus obras, como también algunos directores prefieren alterar dicho orden, como
Leopoldo Stokowski, quien ocasionalmente situaba maderas y los metales delante de
los arcos, toda vez que acercaba la percusión a los violoncelos. El siglo XX mantiene
todos los tipos de orquesta anteriores, en todos sus tamaños. Como novedades
aparece el piano como parte de la orquesta (no solista), se suma el órgano, la
percusión añade una gran variedad de instrumentos, y la inclusión de elementos
electrófonos.

Constitucion de la Orquesta y su
Disposicion en el Escenario
Ya dentro de la música barroca, las disposiciones orquestales fueron muy
diversas, siendo una de las habituales situar el clave en el centro, para la ejecución del
bajo continuo, con los músicos alrededor, que generalmente tocaban de pie. A la
derecha de clvecinista se colocaban los músicos de viento, y a la izquierda, los de
cuerda. No obstante, era frecuente también, y sobre todo en el ámbito escénico,
encontrar distribuciones poco homogéneas, que a veces respondían a l propia acústica
del local. Sabemos que en algunas de las representaciones del Orfeo, de Claudio
Montevredi, la ubicación de los músicos variaba, ya que los instrumentos de arco, los
dos órganos de cámara, los dos claves, las arpas, las tiorbas, las cornetas, los
trombones, y las trompetas cambiaban de lugar y se acomodaban a las características
de los teatros.
Durante el reinado de Luis XIV, con la inclusión de los instrumentos de
lengüeta -oboes y fagotes-, las flautas traveseras y los tibales en la orquesta francesa,
ésta adquirió una nueva estructura. De hecho, la fusión de la orquesta italiana y la
francesa fue el comienzo de la agrupación orquestal que nos situara de lleno en el
clacisismo: uno de los esquemas más comunes fue colocar, vista la orquesta de frente,
los violines a la derecha -primeros violines- e izquierda del escenario. En el centro, y
algo desplazados a la izquierda, los violoncelos, y de forma simétrica, las violas. A la
espalda de éstas, los oboes, y tras ellos, los fagotes. La flauta travesera queda en
medio del grupo, los clarinetes, detrás. A la izquierda de la flauta, las trompas, tras de
las cuales se ubican los contrabajos. Los timbales, en caso de que los hubiera, solían
ponerse tras los fagotes, si bien era común también verlos en el espacio que queda
entre los contrabajos y los clarinetes.
La composición de una orquesta sinfónica, la cantidad de instrumentistas de
cada familia, ha ido variando al correr los tiempos, según lo que los compositores de
cada época precisaran y según se fueron perfeccionando los instrumentos.
Modernamente una gran orquesta sinfónica está constituida por 80 o más
instrumentistas.
El compositor escribe la partitura de su obra, en la que figuran todos los
instrumentos que han de tocar y la música que han de interpretar. No todos tocan
siempre a la vez: Hay ratos que permanecen en silencio. Esta partitura es la que tiene
el director delante. Cada instrumentista tiene en su atril una copia de la música que le
corresponde tocar.
En la orquesta hay varias secciones, en cada cual, hay un tipo de instrumento:
Sección de cuerdas: Se divide en cinco partes: primeros violines, segundos violines,
violas, violonchelos y los contrabajos.
Secciones de maderas: Constituyen del 10 al 20% de la orquesta. La forman:
clarinetes, oboes, flautas y los fagotes.
Sección de metales: También constituye entre un 10% al 20%. La forman: tubas,
trompas, trompetas y los trombones.
Sección de percusión: Constituye aproximadamente un 10% de la orquesta. La
forman: tambores, triángulos, timbales y los platillos.
La mayoría de las orquestas tienen, además de los de antes, un arpa y un piano. La
cantidad de músicos en una orquesta moderna puede ser desde unos 24
instrumentistas hasta más de 100.
Colocación en el escenario
La colocación de los asientos de la orquesta la determina el director, que está
al frente de la orquesta durante las actuaciones. Pero normalmente están colocados
así:
Los primeros y segundos violines suelen situarse a la izquierda del director. A
la derecha se sitúan las violas, violonchelos y contrabajos. Las maderas y metales
están frente al director (detrás de las cuerdas). La percusión está en la parte de atrás
Número de instrumentos por cada sección.
La sección de maderas tiene: dos flautas, dos oboes, dos clarinetes y dos
fagotes. La sección de metales tiene: cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones y
una tuba. La sección de la percusión cuenta con: timbales, un tambor lateral, un
bombo, platillos y un triángulo.

DIRECCIÓN DE LA ORQUESTA
Una gran orquesta es, en si, el mejor de los instrumentos, por su variedad de timbres,
para la expresión musical. Al frente de ella figura el maestro director, músico que ha
de tener grandes conocimientos y formación musical, que conjunta y dirige a todos
los instrumentistas que componen el conjunto y, además, imprime el sentimiento y la
expresión exigida por el autor en su obra musical. Este arte es el de dirigir a los
instrumentistas y cantantes en la interpretación de una obra musical. Los directores

modernos suelen utilizar gestos con la mano:


Usan la derecha para indicar la métrica (pulsos de compás) y el tempo (La
velocidad), mientras que la izquierda señala las entradas de los diferentes
instrumentos y se utiliza para comunicar aspectos de la interpretación musical.
Los directores de los conjuntos instrumentales suelen usar una batuta, aunque es raro
que se utilice para grupos reducidos de cámara o para dirigir a un coro. Los directores
modernos son los responsables de la interpretación durante una actuación. Como tales
aparecieron a partir del siglo XIX; en tiempos anteriores a esa fecha, el director a
menudo uno de los músicos, cumplía principalmente la función de marcar los
tiempos.
Durante el siglo XIX, la dirección se convirtió gradualmente en una profesión
de virtuosos que exigía total dedicación. Entre los primeros compositores que
actuaron a la vez como directores destacan los alemanes Carl Maria von Weber y
Felix Mendelssohn, Hector Berlioz etc... Dichos directores introdujeron la batuta que
próximamente fue utilizada en muchas representaciones. Anteriormente se utilizaban
bastones o zapatillas de doble suela para marcar el ritmo que al pasar los siglos todos
estos métodos se sustituyeron por la batuta.

Instrumentos que Conforman la


Orquesta
El instrumento musical es el conjunto de piezas dispuestas de modo que sirvan
para producir sonidos musicales. Por la manera de producir el sonido, los
instrumentos musicales se pueden clasificar en unos grandes grupos o familias:

Instrumentos de cuerda
El sonido se produce con cuerdas tensas, sujetas por sus extremos,
generalmente situadas en una caja de resonancia. Estas cuerdas pueden ser
"punteadas" con los dedos guitarra o arpa o por medio de una púa bandurria o
mandolín, o bien frotando la cuerda con un arco -violín-, o bien golpeando las
cuerdas por medio de macillos como el piano.

Violín

Dentro de la historia del violín, por “de cuerdas” es


de referir a aquellos instrumentos tocados con un arco.
Fue en el siglo XV cuando, lentamente, se desarrolló la
familia de los instrumentos de cuerda frotada y violines.

El renacimiento causó un gran impacto en todas las artes y particularmente en


la construcción de violines y otros instrumentos. El violín como es conocido hoy en
día se construyó a comienzos del siglo XVI. También emergieron en este clima la
viola y el chelo. En Italia a partir del rebab surgen los antecedentes más evidentes
tanto del violín como de la llamada viola de gamba, son tales precedentes la viela
(originalmente llamada rebec, y también denominada fídula) y la lira da braccio ésta
ya muy semejante a un violín primitivo aunque con el diapasón separando los
bordones. Es en el siglo XVI que aparece el violín propiamente dicho, aunque con
algunas diferencias respecto a la mayoría de los violines que se vienen fabricando
desde el siglo XIX. La tapa superior se hace de madera de pino, y la inferior de arce,
estas maderas eran las usadas por los grandes fabricantes. El arco ha sufrido muchas
modificaciones. El modelo actual data del siglo XIX, cuando se le dio una curvatura
que antes no tenía. Incluso era cóncavo en los modelos más primitivos.

Caja de resonancia: que a su vez se compone de varias piezas (tapa armónica,


fondo, aros, cercos, alma, barra armónica y otras). Es el cuerpo del violín.
Mástil, la sección alargada que sobresale de la caja y servirá de sostén a las
cuerdas.
Diapasón, el recubrimiento de madera negra que va pegado al mástil.
Clavijero, con las clavijas, que sujetan las cuerdas y permiten su afinación.
Ceja, una piecesita que se coloca transversalmente debajo del clavijero. En
ella se apoyan fuertemente las cuerdas, que quedan en el aire desde aquí hasta el
puente.
Puente, el otro apoyo de las cuerdas. Por el se transmite también la vibración
de la cuerda hasta la caja de resonancia.
Cordal, donde las cuerdas quedan sujetas firmemente.
Las cuerdas, suelen ser de tripa de animal, las más agudas, y de metal con
entorchado las dos más graves.
Sus cuatro cuerdas son afinadas por intervalos de quintas: sol2, re3, la3 y mi4.
La cuerda de sonoridad más grave (o "baja") es la de sol2, y luego le siguen, en orden
creciente el re3, la3 y mi4. En el violín la primera cuerda en ser afinada es la del la,
ésta se afina comúnmente a un tono de 442 Hz utilizando como referencia un
diapasón clásico (de metal ahorquillado) o, desde el siglo XX, un diapasón
electrónico.
Dos tipos de madera son los más comunes a la hora de fabricar un violín:
pícea para la tapa y arce para el fondo y la voluta. El diapasón es de ébano, la cual es
una madera muy resistente. Las clavijas y el cordal se hacen mayormente de ébano o
jacarandá ya que desde allí se afina el violín. La madera de arce más fina proviene de
Bosnia y la pícea mejor adaptada de los países de Europa central; crecen hasta una
altura de 1000 metros. La madera de ébano proviene de África ya que es madera de la
palmera datilera.
En la actualidad puede ser empleado en cualquier tipo de música, incluso en la
electrónica, ya que se está construyendo este instrumento con estas características.
Viola
La viola es un instrumento musical de cuerda, similar en
cuanto a materiales y construcción al violín pero de
mayor tamaño y proporciones más variables. Su
sonoridad se sitúa entre las agudas notas del violín y el
grave sonido del violonchelo y el contrabajo. Las
cuerdas de la viola están afinadas en quintas (o sea que
entre una cuerda y la siguiente existe un intervalo de
quinta).
La aparición de la viola como heredera directa de la
viella de cuerda (la viella es como un violín cuyas cuerdas se ponen en vibración por
medio de un teclado, el arco es reemplazado por una cuerda pulida y frotada con
colofonia) supone un avance enorme en la historia de los instrumentos de arco.
Nacida entre los siglos XIV y XV, su cultivo empieza ya a tomar valor artístico a
partir de este último siglo. Su primer método o tratado fue publicado en 1543 por
Ganassi del Fontego, bajo el nombre de Régola Rubertina.
Teniendo en cuenta que en aquella época la mayoría de instrumentos tenían tres o
cuatro variantes correspondientes a la extensión de las voces humanas (soprano,
contralto, tenor y bajo), es decir las cuatro voces tradicionales del coro mixto, la viola
no escapó a dicha costumbre y por ello conocemos la viola quintón (la más aguda o
sea soprano). El nombre de quintón proviene de sus cinco cuerdas en lugar de las seis
que tenían las demás violas. La viola a spalla (‘viola de hombro’), la viola do braccio
(‘viola de brazo’, que es la más parecida a la actual) y la viola de gamba (‘viola de
pierna’, de tesitura y modo de ejecución similar al violonchelo).
Otros tipos de violas se conocieron otros tipos de violas con el nombre de bastarda, di
borbone, víolone, pomposa, etcétera La viola pomposa fue inventada en 1720 por
Johann Sebastián Bach y construida por el luthier de Leipzig, Hoffmann. Era de
tamaño algo mayor que la actual viola y tenía cinco cuerdas que se afinaban por este
orden, de grave a agudo: do, sol, re, la, mi. Este instrumento podía sujetarse a la
espalda mediante una correa y sustituía al violonchelo en las notas altas de su tesitura.
Pero a medida que la técnica del violonchelo fue perfeccionándose, la viola pomposa.
La viola como hoy la conocemos , La viola que actualmente conocemos nace
entre los siglos XVI y XVII con el nombre de viola da gamba. Su tamaño es algo
mayor que el violín. Sirve de puente sonoro entre éste y el violonchelo, lo mismo en
el cuarteto de cuerda que en toda formación orquestal. Su timbre es muy bello aunque
con tinte dulcemente opaco. Su tesitura central es la mejor y la que conserva además
su verdadero carácter. Se sostiene con el brazo izquierdo en posición horizontal, al
igual que el violín y se apoya su caja armónica de la misma manera que éste, o sea
debajo de la barbilla. Tiene cuatro cuerdas que se afinan con las notas do, sol, re, la
(de grave a agudo subiendo en intervalos de quinta). Para su lectura musical emplea
las claves de do en tercera línea y (cuando las notas son muy agudas) en clave de sol.
Su extensión es de más de tres octavas. Como todos los instrumentos de
cuerdas frotadas por el arco, empleando armónicos naturales y artificiales su ámbito
es mayor.
Papel de la viola En el siglo XVII el papel de la viola se limitaba a reforzar la
línea del bajo o completar la armonía. En el siglo XVIII la viola tiene un papel más
expuesto (por ejemplo en el Tercer concierto de Brandemburgo, de Bach).
En este siglo Telemann compone el primer concierto para viola en 1731. En
los cien años siguientes se alcanza la edad dorada de la historia de la viola. Se
componen 150 conciertos por varios compositores como Stamitz, Hoffmeister, Zelter,
Rolla... Algunos compositores violistas cuyo repertorio ha permitido el desarrollo de
la viola como instrumento solista y virtuoso son, entre otros: Lionel Tertis (1876-
1975); Paul Hindemith (1895-1963); Vadim Borisovskiy (1900-1972); William
Primrose (1904-1982).
Evolución en el diseño Las violas construidas en el siglo XVIII tenían unas
dimensiones de 38 cm para combinar su uso con el violín. En esta época aparece la
scordatura que se basaba en afinar la viola más alto de lo normal. A finales de este
siglo, se empezaron a construir violas grandes aunque eran muy escasas. Éstas tenían
un tamaño de 45 a 47 cm pero eran todavía de muy baja calidad. Actualmente, para
designar los tamaños de las violas se utilizan las pulgadas (1 pulgada = 2,54 cm). Hay
violas desde 11' (27,9 cm) hasta 16,5' (41,9 cm). Dependiendo de la edad y altura de
la persona ejecutante se elige un tamaño u otro.
Durante el romanticismo compositores como Weber, Berlioz, Wagner y otros
destinaron sus composiciones a los salones aristocráticos en donde la viola actuaba
como protagonista e intérprete debido a que su tesitura débil limitada por su tamaño
no le permitía hacer frente a las orquestas cada vez mayores y a los auditorios.
Posteriormente hubo un período de experimentación por parte de los fabricantes de
viola. En el siglo XIX el modelo de viola tenía alrededor de 41 cm. Este nuevo sonido
y el contraste que tenía en la orquesta inspiraron a muchos compositores como
Rubinstein, Max Reger, Béla Bartók, Benjamin Britten, etc.
Nota: La viola es conocida en Francia con el nombre de alto y en Alemania con el de
Bratsche (pronunciado brache).
Importancia de la viola La viola es conocida actualmente como un
instrumento de cuerda frotada algo mayor que el violín; sin embargo, con este
nombre se conocía en la Edad Media a todo cordófono de arco de varias piezas y fue
ésta la primera denominación utilizada para definir a los instrumentos de cuerda
frotada, tanto de brazo como de pierna. Durante el renacimiento, la familia de la viola
original se dividió en dos ramas: la viola da braccio y la viola da gamba. Las violas
de brazo quedaron relegadas a las tabernas, en donde tocaban músicas populares;
mientras que las violas de gamba eran exclusivas de las cortes más refinadas. Este
instrumento acabó cayendo en desuso y el violín fue sustituyéndolo por su brillantez.
Los compositores preferían dicho instrumento por su amplitud sonora y la agilidad en
vez de la delicadeza de las violas de gamba.
En el barroco, el violín cobró la máxima importancia. La viola le gana en
calidez y resonancia, y es casi tan manejable y ágil como el violín.
El papel de la viola es fundamental en la orquesta ya que da profundidad y
apoyo a la armonía, la hace rica y aterciopelada. No debemos olvidar tampoco la gran
variedad de obras compuestas para la viola solista o las sonatas para viola
acompañada. La viola tiene una reputación menor dentro de la cuerda pero se trata de
un prejuicio arrastrado desde los orígenes de la orquesta moderna (s.XIX), cuando era
asumida por violinistas en decadencia. Desde entonces ha ido ganado terreno hasta
convertirse en el poeta de su grupo, asentado en la realidad de su magnífico cuerpo
sonoro, el equilibrio entre el retumbante chelo y el, a veces, chillón violín. La viola
empasta y da lección de sentido común.
Su poder expresivo La viola posee un notable poder expresivo. De acento
más bien suave, recogido y algo melancólico, se presta más a pasajes de poco
movimiento que excesivamente rápidos. Entre las obras orquestales que tiene
asignada partes importantes figuran la Sinfonía concertante de Mozart y el poema
sinfónico de Richard Strauss Don Quijote, ambas con carácter solístico, amén de
otras muchas cuya relación resultaría excesivamente prolija. Grandes compositores,
clásicos. románticos y modernos, apreciando las cualidades sumamente emotivas de
este instrumento han escrito obras muy importantes como conciertos, sonatas, suites,
etc., que justifican por sí solas la presencia del concertista de viola en las salas de
audiciones.

Violonchelo
Surgió en la primera mitad del siglo XVI como el
bajo de la familia de las violas da braccio. Uno
de los primeros instrumentos que han sobrevivido
data de 1572 y fue creado por Andrea Amati.
Algo posteriores, pero de mayores dimensiones
son los primeros instrumentos creados por
luthiers como Gasparo da Salò, Nicola Amati y
Giovanni Paolo Maggini, de la escuela de
Brescia. Un papel importante en la estabilización
del tipo organológico fue la dinastía Grancino, en el norte de Italia, y en Nápoles los
Gagliano. Antonio Stradivarius consiguió las mejores proporciones y tamaño, en
torno a los 75 cm, a partir de 1710. Con todo, y en la primera mitad del siglo XVIII
hubo experimentaciones en instrumentos de poca duración, como el violonchelo
piccollo utilizado por Bach en sus cantatas de Leipzig o el violonchelo de cinco
cuerdas utilizado por el mismo compositor en la Suite para chelo nº 5. Durante el
Barroco el violonchelo tuvo un papel esencial como instrumento de continuo -junto
con otros bajos de cuerda frotada- y fue sustituyendo al tenor de viola da gamba tanto
como instrumento solista como de continuo. A lo largo del siglo XVIII su presencia
en la orquesta como sección va estabilizándose y aumentando en número, y en la
segunda mitad del XVIII aparece la primera literatura concertística especialmente
pensada para el instrumento, como en los conciertos de cámara.
Casi simultáneamente se comenzaron a escribir para él sonatas, tríos, cuartetos
y surgieron numerosos virtuosos como Luigi Boccherini. Inicialmente se tocaba de
pie, sosteniéndose el arco con la palma de la mano hacia arriba. En el trancurso del
XVIII las fuentes iconográficas nos van mostrando que el arco se comienza a agarrar
con la palma hacia abajo, como correspondía a un tratamiento crecientemente
virtuoso, aunque aún a un cuarto de su longitud. A lo largo de mediados y segunda
mitad del XVIII la mano va agarrando el arco más hacia su extremo, y se impone su
ejecución sedente, con el instrumento entre las piernas. A partir de inicios del XIX se
va difundiendo el uso de la pica que fija el instrumento al suelo y ofrece más
seguridad y resonancia.
Esta evolución desde el XVIII al XIX afectó igualmente al propio
instrumento, que creció algo en volumen, mientras la mayor inclinación del clavijero
respecto a la tabla de resonancia desembocó en una mayor tensión de las cuerdas, y
por consiguiente, en más volumen, más brillantez y cierta pérdida de armónicos. El
arco creció de forma consecuente, y el ataque se hizo más pesado. Ya a lo largo del
XIX el violonchelo aparece definitivamente instalado como el segundo instrumento
de cuerda en una formación sinfónica -en la actualidad, una orquesta puede contar
con una sección de chelos de entre 10 o doce instrumentos-, mientras consolida su
papel como relevante instrumento camerístico, tanto dentro del tradicional trío o
cuarteto, como en las más diversas posibilidades instrumentales. La producción
concertística aumenta en el siglo XIX, que deja alguna de las muestras más
paradigmáticas del género, e incluso se expande aún más en el siglo XX, con nuevas
creaciones de todo tipo, algunas escritas especialmente para solistas tan relevantes
como el español Pau Casals o el ruso Mtislav Rostropovich.
De la familia del violín (violas da braccio), de la cual nació como bajo,
aunque la estabilización de la familia en violín, viola, cello y contrabajo hace que a
este se le pueda considerar hoy el tenor de la sección. Está afinado una octava más
grave que la viola.
De forma: parecida a la del violín, caja de resonancia de hombros altos,
cintura pronunciada en su sección intermedia, torso abombado, tabla armónica con
sendos tornavoces en F, mástil con diapasón sin trastes y clavijero con clavijas
laterales rematado en voluta o en cabeza antiguamente Tamaño: largo total: 1.55-1.56
m.. Ancho: 0’76cm. Extensión: Do 1 – La 4 Afinación: cuatro cuerdas en quintas,
Do 1, Sol 1, Re 2, La 2. La parte se escribe normalmente en clave de Fa, a no ser que
haya notas o pasajes especialmente agudos, para los que se puede recurrir a la clave
de Do o Sol.
Para su ejecución, el instrumentista está sentado, con el instrumento, fijado al
suelo por una pica, pasa entre las piernas para crear un ángulo contra el pecho,
mientras es frotado por un arco sostenido por la mano derecha.
Contrabajo
Sus orígenes se remontan al siglo XVI, época en la que ya
existía un instrumento llamado violone del cual parece derivar. Sin
embargo, hasta el siglo XIX no adoptó la forma y las características
actuales, una combinación de elementos propios del violín y de la
viola. También durante ese siglo se incorporó definitivamente a la
orquesta, en la que desempeñaba un papel secundario: se limitaba a
reforzar la parte del violonchelo. Las dificultades de la
interpretación derivadas de su gran envergadura limitaron su salto a
los escenarios. A pesar de todo, a finales del siglo XVIII y durante
todo el siglo siguiente algunos compositores depositaron su
confianza en el instrumento, que se fue ganando el respeto de
músicos y de público. Hubo que esperar a la segunda mitad del siglo
XX para asistir al verdadero auge del contrabajo de la mano de instrumentistas,
pedagogos y, sobre todo, del jazz, que brindó la oportunidad de lucirse en solitario y
posibilitó la adopción de nuevas técnicas interpretativas.
Está compuesto por: Mástil, tabla de armonía, ese y cordal.
La música para contrabajo se escribe en clave de fa. Para facilitar la lectura,
las notas se escriben una octava más aguda que su sonido real.
El contrabajo es un instrumento musical de la familia de las cuerdas, de
voluminoso tamaño. Tiene generalmente cuatro cuerdas, afinadas por cuartas
ascendentes, (Mi-La-Re-Sol, desde la 4ª cuerda, más grave, a la 1ª, más aguda),
aunque también los hay de cinco, en los que la quinta cuerda se afina en un Do o Si
más grave que la cuarta cuerda.
Hasta el siglo XIX no adoptó la forma y las características actuales, una
combinación de elementos propios del violín y de la viola. También durante ese siglo
se incorporó definitivamente a la orquesta, en la que desempeñaba un papel
secundario: se limitaba a reforzar la parte del violonchelo. Las dificultades de la
interpretación derivadas de su gran envergadura limitaron su salto a los escenarios. A
pesar de todo, a finales del siglo XVIII y durante todo el siglo siguiente algunos
compositores depositaron su confianza en el instrumento, que se fue ganando el
respeto de músicos y de público. Hubo que esperar a la segunda mitad del siglo XX
para asistir al verdadero auge del contrabajo de la mano de instrumentistas,
pedagogos y, sobre todo, del jazz, que brindó la oportunidad de lucirse en solitario y
posibilitó la adopción de nuevas técnicas interpretativas.
El protagonismo que se le había negado en la orquesta, donde durante décadas
tuvo un papel secundario, le era ahora entregado sin reservas, de modo que los solos
pasaron a ser parte habitual en las actuaciones. Hoy en día, el contrabajo destaca por
su adaptación a todos los estilos musicales. Rock, psychobilly, jazz, tango, clásica…
cada ámbito se lo ha apropiado y ha desarrollado técnicas de ejecución particulares.
Sin embargo, la adopción del contrabajo acústico por parte de los intérpretes de rock
puede calificarse de efímera o, en cualquier caso, minoritaria. La irrupción del bajo
eléctrico en el panorama musical a mediados de la década de 1950 dio paso a nuevas
técnicas, estilos y formas que se adaptaban mejor a ese tipo de música.
Instrumentos de Viento
Hay otros instrumentos llamados de viento, porque el sonido se produce
mediante la vibración de la columna de aire que hay dentro de un tubo. Los
instrumentos de viento se clasifican en dos grandes familias o grupos. Los de viento-
madera y los de viento-metal: Estos instrumentos producen el sonido mediante el
soplar del instrumentista, auxiliado además por los dedos, que cierran o abren
determinados orificios hechos en el tubo y que se tapan o destapan con las llaves o
apretando unos botones llamados "pistones".
Viento madera: Se les conoce con el nombre de instrumentos de madera o
simplemente "maderas", por estar constituidos de esta materia. Se ha conservado esta
denominación por tradición, aunque hay algunos, como la flauta, que se construyen
modernamente en metal (plata).

Flauta
Sus características fundamentales: Extensión: Los límites
normales de la flauta van desde el do' hasta el do a la tercera
octava. El si grave puede ser obtenido con cierta facilidad, pero
es más frecuente sobrepasar el límite agudo. El do sostenido
sobreagudo, si bien en los tratados de instrumentación no entra
dentro de los límites normales, se obtiene con bastante facilidad.
Wagner lo usa en el último acto de La valquiría. El re
sobreagudo es ya más difícil y es más conveniente reservar esta
nota para el flautín. Sin embargo, Stravinski lo usa en Renard e
incluso llega al re sostenido en Jeu de canes. Estas dos últimas
notas se emplean para obtener ciertos efectos más bien violentos.
Timbre: la flauta tiene un timbre homogéneo. Pasando gradualmente de un registro a
otro no existen diferencias tímbricas.
El registro grave, mate y volátil, se aparta del sonido característico de la
flauta. Tocado en pianissimo, recuerda los instrumentos de cuerda.
En el registro medio, lleno y dulce, la flauta emite sus sonidos más puros; a medida
que asciende, es más claro.
El registro agudo es luminoso y brillante; el sobreagudo, incisivo y violento. Este
último sólo es posible ejecutarlo fuerte.
Posibilidades técnicas: la flauta del sistema Böhm, que es la que se usa
actualmente, posee una enorme agilidad y una velocidad de ejecución parecida al
violín; incluso es capaz de resolver ciertos pasajes con mayor facilidad. La flauta
ejecuta todo tipo de escalas y arpegios, así como grandes intervalos, con rapidez y
comodidad

Flautín

El flautín, también llamado piccolo en


italiano, es un poquito menos de la mitad de una
flauta corriente y su técnica de ejecución es igual a
esta, aunque el flautín suena una octava más alta. Las
primeras ocho notas del flautín son débiles y de
efecto deficiente, en cambio la segunda octava es
brillante, penetrante y muy aguda, lo cual lo hace
muy útil para proporcionar brillantez a los temas fortísimos y también se utiliza para
ampliar la región superior de los instrumentos de viento-madera, ya sea en el forte o
en el piano, cuando se quiera traspasar el registro de la flauta. Las notas de la región
alta son estridentes y cortantes, ideal para los pasajes de carácter tormentoso o
aterrador. La música del flautín se escribe igual que para la flauta, pero suena una
octava más alta y frecuentemente se tocan juntos para darle mayor brillantez a la
orquesta.

Oboe
Su extensión normal comienza en el si bemol y puede considerarse
que llega hasta el re agudo, ya que a partir de él el sonido irá perdiendo su
peculiar sonoridad y se volverá estridente. El sol sostenido sobreagudo es
muy forzado y pobre tímbricamente. El oboe tiene un timbre bastante
homogéneo y el paso de un registro a otro apenas se percibe, siempre y
cuando no se ejecuten las primeras notas de su registro grave, que es
penetrante y sonoro y tiene una emisión de sonido menos rápida que la de los
demás registros. Desde el mi del registro grave hasta el re del registro agudo
este instrumento ofrece su peculiar sonoridad, mordente y algo nasal, dulce y
muy expresiva. Posibilidades técnicas: el oboe es un instrumento
particularmente expresivo. Puede realizar escalas y arpegios con comodidad y
en cualquier tonalidad, pero con menos agilidad que la flauta.

Clarinete
El clarinete actual tiene 24 agujeros y consta de cuatro partes: la
boquilla o pico, sobre la que se fija la lengüeta vibrante de caña por medio de
un anillo de metal provisto de tornillos; la porción superior del cuerpo o de la
mano izquierda; la porción inferior o de la mano derecha y el pabellón o
campana. El mejor material para la construcción de clarinetes es la madera de
ébano, aunque existen instrumentos más económicos, y naturalmente
inferiores, en ebonita o metal. Antiguamente se fabricaban varios tipos de
clarinetes en distintas tonalidades. Uno de éstos, el clarinete contralto en fa,
llamado como di bassetto, fue muy utilizado por Mozart. Hoy existen cinco modelos
de clarinetes; de éstos sólo el clarinete en do da las notas escritas; los demás, el
clarinete en mi bemol o piccolo, el clarinete en do y en si bemol, el clarinete en la y el
clarinete bajo en si bemol, sólo son transpositores.
Vivaldi fue el primero que utilizó el clarinete en la orquesta y Rameau lo
introdujo en la ópera. Los más utilizados actualmente son el clarinete en 51 bemol y
el clarinete bajo en 51" bemol.

Fagot
El fagot actual mide 1,37 m, pero su tubo, desdoblado, tendría una longitud de 2,59
m. Consta de cinco partes, cuatro de madera y una de metal: el cuerpo
pequeño con gujeros oblicuos, la culata, el cuerpo grande, el pabellón y
la embocadura. Esta última, llamada también tudel, es de metal, tiene
forma de S y lleva insertada la lengüeta doble, más larga que en el
oboe. El primero que usó el fagot en la orquesta fue el compositor
francés Antonio Cesti (1623-69) en su ópera Il pomo d'oro (1666-67).
Antonio Vivaldi (1678-1741) fue seguramente el primero que lo
empleó como instrumento solista, dedicándole aproximadamente 37
conciertos.
Las Características fundamentales en cuanto a su Extensión:
las cuatro últimas notas agudas son de difícil emisión y es conveniente
no atacarlas directamente. En el forte, todos los sonidos del fagot son
excelentes, sobre todo su potente registro grave. Sus primeras notas graves, sin
embargo, no pueden ser atacadas en piano. El fagot posee características tímbricas
parecidas al oboe. Su registro grave es, como hemos dicho, potente y lleno, en
especial su primera quinta. Es un buen bajo para los instrumentos de madera y para
las trompas.
El registro medio es más delgado e incoloro y se combina perfectamente con trompas
y violoncelos; en el agudo da óptimo resultado concertado con la flauta. El fagot es
un instrumento ágil que permite diversas y variadas acrobacias técnicas. Sólo los
intervalos descendentes no pueden ejecutarse a gran velocidad.

Instrumentos de Viento
Metal
También llamados "cobres", por ser el metal en que un principio se fabricaron,
estos instrumentos constan de un tubo, más o menos largo, provisto en un extremo de
una "boquilla" y terminando en el otro extremo, en un ensanchamiento que se llama
"pabellón". Las trompetas primitivas eran muy largas y para evitar esta longitud, el
tubo se enrosca sobre si mismo. Los instrumentos de metal usados en la orquesta
sinfónica son los siguientes: Trompeta, trompa, trombón, saxo y tuba.

Trompa
De los distintos tipos de trompas, la trompa en fa es la
más usada en la orquesta sinfónica, que suele dar cabida a
cuatro trompas, dos para las voces agudas y dos para las
graves.
Extensión:

Si se quiere sobrepasar el fa agudo, hay que hacerlo con mucha cautela, ya


que se hace difícil precisarlo y el sonido se empobrece y se vuelve inexpresivo.

Con respecto al timbre en el que se considera registro normal de la trompa


este instrumento tiene una sonoridad llena y dulce y, a veces, algo lejana. A medida
que desciende del do, el sonido se vuelve más oscuro.
Otros timbres, aparte del sonido que en sí posee este instrumento, podrían
resumirse así: Sonidos tapados (bouchés), que se obtienen cerrando el pabellón con la
mano derecha; resultan algo nasales. Sonidos metálicos (cuivrés), que resultan algo
forzados y metálicos. Sonidos eco (demibouchés), que producen un efecto lejano y
son muy dulces. Se obtienen con sordina o colocando la mano dentro del pabellón
pero sin cubrirlo del todo. La trompa es un instrumento particularmente expresivo que
puede realizar todo tipo de escalas con una agilidad parecida a la trompeta.
Tuba
La tuba contrabajo en do es la que más se usa en la orquesta sinfónica. Su
Extensión:

Su sonoridad es llena, amplia y rotunda, muy diferente


del característico mordente que tienen los trombones. La técnica
de este instrumento es análoga a la de los trombones. A medida
que se desciende en el registro grave la emisión del sonido es
más difícil, menos espontánea y por lo tanto menos ágil.
Aunque hay seis instrumentos diferentes en la familia de la tuba, la tuba bajo
es la más utilizada comúnmente. Su tubo cónico de 18 pies de largo doblado en
diferentes formas termina en una campana grande y está provista de tres o cuatro
válvulas. La tuba es el instrumento más grave de la familia de los metales, su sonido
bajo y profundo le da a la orquesta la sonoridad básica y puede proporcionar efectos
cómicos y grotescos. La tuba viene siendo el contrabajo de la sección de los metales y
fue introducido a la orquesta por Wagner.
Trombón
Como la trompeta, el trombón tiene un tubo
cilíndrico que se ensancha al final para formar el
pabellón. Su principal característica es el empleo de
varas correderas que permiten bajar progresivamente el
sonido fundamental alargando la columna de aire. La
corredera, cuyo principio permite efectos de glissando,
está sujeta a siete posiciones bien definidas, cada una
de las cuales da un fundamental medio tono más bajo
que la precedente. La primera posición corresponde a la
corredera completamente cerrada; la séptima, a la
corredera totalmente abierta. En el siglo XIX se
construyeron también trombones de pistones.
Actualmente se usan los de varas y los de pistones, y existe también un tipo mixto
con pistones y varas.
Los trombones usados actualmente, aparte del tenor, que, como hemos dicho,
es el preferido por la orquesta sinfónica, son: el piccolo, afinado a una octava superior
del tenor; el contralto, a una tercera menor más alta del tenor; el bajo, a una tercera
menor más baja del tenor, y el contrabajo, a una octava grave del tenor.

Trompeta
Las Características fundamentales de la trompeta en do y
en si bemol. Las notas entre paréntesis son ya expuestas dado
que el sonido se irá distorsionando. El re sostenido y el mi de la
trompeta en do, sus últimas notas, son ya peligrosas.
El timbre de este instrumento es fuerte, noble y claro. Salvo en sus notas más
bajas o en las más altas, es muy homogéneo desde el grave al agudo. Su región ideal
es la comprendida entre:

La trompeta es un instrumento muy ágil que permite repetir notas a gran


velocidad en staccato y efectuar escalas diatónicas o cromáticas o bien arpegios en
ligado con extraordinaria facilidad.

Corno Inglés
El Corno Ingles es un instrumento de doble
lengüeta, cuyo nombre es un poco falso, por cuanto ni es
corno ni es ingles. Anteriormente, la forma de este era
doblado en medio, por eso es llamaba "Cor angle" o sea
corno angular, sin duda alguna la mala pronunciación de
estas dos palabras francesas llevó a deletrearse "Cor anglais" o corno ingles cuyo
nombre se ha conservado hasta ahora.
El Corno Ingles junto con el oboe de amor y el fagot pertenecen a la familia del
Oboe, los cuales se fabrican de madera. El sonido de este instrumento (parecido al del
Oboe) es doloroso, profundo, desolado y muy patético y se mezcla muy bien con
todos los otros instrumentos del grupo viento-madera. El corno ingles es un
instrumento transpositor porque suena una quinta más baja de lo escrito, por ejemplo,
el sonido de la escala de do requiere una anotación en la escala de sol.

Saxofón
El saxofón se compone de cinco partes: cuerpo, culata, pabellón, boquilla y
pico. Las tres primeras están soldadas entre sí; la boquilla
y el pico (salvo en el sopranino y en el soprano) son
desmontables. La boquilla se fija en la parte superior del
cuerpo y el pico en el extremo de la boquilla. En la parte
inferior del pico está sujeta la lengüeta de caña. El cuerpo,
la culata y el pabellón presentan varios agujeros que se
obturan por medio de unos platillos accionados directamente con los dedos o con
unas llaves. La boquilla también tiene su agujero y una llave, denominada llave de
octava.
La familia del saxofón comprende: el sopranino en mi bemol, el soprano en si
bemol, el contralto en mi bemol, el tenor en si bemol, el barítono en mi bemol, el bajo
en si bemol y el contrabajo en mi bemol. Los dos últimos sólo tienen uso en bandas
militares. El sopranino y el soprano se distinguen porque en general son rectos; los
otros, en cambio, tienen un pabellón curvado en forma de pipa. La boquilla forma un
ángulo con el cuerpo (en el tenor tiene forma de S). El más usado en la orquesta
sinfónica es el contralto y, más raramente, el tenor, el barítono y el soprano.
la extensión total de los siete instrumentos que componen la familia del saxofón
abarca cinco octavas y media. Este instrumento posee una gran flexibilidad de
matices y su timbre es penetrante, algo velado, dulce y sensual. El registro grave es
sonoro e intenso. A partir del re del registro medio, el sonido es más cálido e íntimo.
A medida que asciende en el registro agudo, el sonido va empobreciéndose,
perdiendo su timbre característico.
Aunque el saxofón es un instrumento eminentemente lírico, su facilidad
técnica es enorme, sobre todo en ligado, en que puede ejecutar cualquier tipo de
escalas y arpegios a la misma velocidad que los más ágiles instrumentos de madera.

Bombardino
Bombardino de pistones fabricado en cobre-latón por
Jerome Thibouville Lamy en Paris alrededor de 1910. Tres
pistones, falta boquilla. Instrumento militar. Se clasifica
como corno con válvulas: 423.232. Inscripción similar a
las anteriores en el pabellón, además de monograma
grabado: un león con estandarte y leyenda "Phebus".
Instrumentos de Percusión
Estos instrumentos, que se tocan golpeándolos, constituyen un grupo
variadísimo y tan nutrido como el compositor lo desee, que podríamos dividir en
otros dos: los que producen sonidos determinados (afinados) y los que producen
sonidos indeterminados (ruidos). Muchos de estos instrumentos son empleados en la
orquesta sinfónica; pero es el compositor quien elige los instrumentos de percusión
que precisa en la obra.

Timbales

Los timbales son de origen oriental. Ellos son los


instrumentos más importantes de su grupo porque pueden
ser afinados con sonidos definidos, para lo cual se ajusta
una serie de tornillos a los lados de cada timbal para
cambiar la tensión de la membrana y, por consiguiente,
alterar la altura del sonido. Hoy día se utilizan pedales para
cambiar el tono y así tocar las notas fundamentales de una
composición. A veces el Timbalista tiene a su disposición tres o más timbales
afinados cada uno en diferentes tonos. Se utilizan diferentes tamaños de baquetas
porque los diferentes grados de dureza producen diferentes clases de sonidos. Igual
que otros tambores, los timbales se utilizan para subrayar el ritmo, aunque también
apoyan la armonía fundamental y pueden cantar una melodía. Los timbales producen
dos efectos principales: El tremolo, hecho con dos baquetas, y glissando, haciendo
funcionar el pedal al tocarse una nota.
Xilófono
El Xilófono es un instrumento de percusión que,
al contrario de otros instrumentos de la misma sección,
como las castañuelas o el bombo, produce sonidos
definidos. Está formado por barras de madera dura, las
cuales son golpeadas con dos mazos de madera. Bajo
cada barra de madera está conectado un tubo resonador
de metal que ayuda a enriquecer y aumentar el sonido.
El Xilófono fue introducido a la orquesta por Saint-Saens en el año 1875. El sonido
de este instrumento es hueco y seco.

Campanas Tubulares
Las campanas tubulares están formadas por tubos de acero que cuelgan
verticalmente y son percutidas con una baqueta en la parte
superior del tubo. Tiene sonido determinado muy parecido al
de las campanas de iglesia. Juego de Timbres. Desde hace
siglos las campanillas han sido utilizadas por el hombre en
diferentes ceremonias, estas fueron introducidas en la
orquesta moderna en forma de barras de metal afinadas con
sonidos determinados, las cuales son percutidas con dos
baquetas. A este instrumento se le llama Juego de timbres,
cuyo sonido es brillante, similar al de la celesta pero más fuerte, se toca igual al
xilófono.
Celesta
La celesta es un instrumento moderno
inventado en 1886 por Mustel e introducido a la
orquesta por Tchaikovsky. Este instrumento, de sonido
definido, se precede a un órgano o un piano vertical y
tiene un teclado similar a éste, el cual percute,
mediante un mecanismo interior, las barras de acero
(anteriormente eran de vidrio) suspendidas sobre cajas
resonantes de madera. Su sonido es dulce,
acampanado, infantil, celestial. Suena una octava más alta de lo escrito.

Tambor Militar
El tambor militar es el instrumento más conocido de
la sección de percusión. Generalmente se utiliza para
efectos marciales y dramáticos. Existe otro tipo de tambor
más delgado que se llama redoblante, el cual tiene varias
cuerdas de metal prensadas a través de la membrana en
forma de Y.

Bombo
El bombo es un tambor grande y se toca con
baqueta. El sonido de este instrumento subraya el ritmo
básico de la música. Se utiliza para efectos de artillería
y tormentas.
Platillos

Los platillos, de origen árabe y turco,


fueron utilizados por los egipcios, sirios y
hebreos en los tiempos bíblicos. Consiste en dos
planchas de metal cóncavas y redondas, las
cuales son aplastadas una contra otra por el
ejecutante y también hacia arriba y hacia abajo.
Los platillos son de sonidos definidos y son
fundamentales en los pasajes de clímax dramáticos y de gran colorido.

Gong o Tamm Tamm


El gong, instrumento de origen oriental es un disco
grande de metal que se golpea con una baqueta. Se utiliza
en pasajes fortísimos que sugieren escenas de horror, pero
en pasajes pianos es solemne.

Triángulo
Tal como su nombre, el triángulo es una varilla en
forma equilateral, con un ángulo abierto, el cual cuelga
de una cuerda. Su sonido parecido al de una campanilla,
ayuda a marcar el ritmo y también es efectivo en los
pasajes brillantes y dramáticos. Uno de los efectos del triángulo es el trémolo, que se
produce golpeando rápidamente los dos lados.

Pandereta
La pandereta probablemente es de origen oriental.
Está formada por un marco redondo de metal o madera a
cuyo alrededor está pegada una membrana. Alrededor de
su marco redondo están agarrados varios pequeños discos
de metal que producen un sonido de tintineo. Es un
instrumento asociado a la música española y árabe.

Castañuelas
Las castañuelas, instrumento de percusión español,
están compuestas por dos piezas de madera hueca
agarradas ambas con una cuerda que el ejecutante pasa
sobre el pulgar y el primer dedo. Las castañuelas se usan
en pares, uno de los cuales es más agudo que el otro y se
distinguen con el nombre de macho y hembra. Las
castañuelas fueron introducidas a la orquesta sinfónica con
una modificación que consiste en un mango, que al ser sacudido percute las dos
partes.

Bloque de Madera
Los compositores comenzaron a tomar en cuenta el
bloque de madera a partir del siglo XIX. Es simplemente un
bloque hueco de madera que se golpea con una baqueta y produce un sonido seco, útil
en los efectos especiales.
Instrumentos Invitados de
la Orquesta
Esta sección está compuesta por instrumentos cuyas características propias y
uso ocasional en la orquesta los hacen independientes de los demás grupos, aunque si
están incluidos dentro de la paleta orquestal. Existen otros instrumentos de uso
ocasional en la orquesta, los cuales son utilizados para efectos especiales en ciertas
composiciones, también existen los instrumentos utilizados antiguamente como el
clavecín, el cual forma parte de casi todas las orquestas del periodo pre-clasico, el
oboe de amor, la viola pomposa y de gamba utilizados por Bach en muchas de sus
composiciones, y otros instrumentos modernos como el Heckelfono utilizado por
Ricardo Strauss en "Salomé", los bombardinos, el pequeño clarinete en Re bemol.
Instrumentos de la sección independiente El arpa, el corno di Basseto, el teremin, el
piano, las ondas Martenot, el órgano, la viola de amor.

Arpa
El arpa es quizás el instrumento de cuerdas más viejo.
En murales egipcios de tres mil años de edad y en vasos
griegos antiguos hay dibujos de arpas. Anteriormente las
arpas eran diatónicas o sea, sin sostenidos ni bemoles, luego
se le agregaron ganchos para cambiar la tonalidad.
Hochbrucker invento y puso en práctica un mecanismo para
hacer funcionar estos ganchos mediante una hilera de pedales
que permitían cambiar las tonalidades. En 1811, Sebastián
Erard, en París, perfeccionó esta invención, añadiendo una
segunda hilera de pedales y creó la llamada "de doble movimiento" que puede
modular a otras tonalidades. El arpa de Erard ha sufrido pocas modificaciones: se
afina en do bemol y su extensión es de seis octavas y media.
El sonido del arpa es gracioso, dulce y bello y da impresiones acuáticas.

Corno di Basseto
Este instrumento igual que el corno ingles tiene
nombre falso, su nombre proviene de su inventor de apellido
Horn (corno en ingles), fabricante alemán de instrumentos,
quien lo presentó en el año 1770. Corno di basseto significa
"pequeño clarinete bajo de Horn". El corno di basseto es un
clarinete tenor en Fa, el cual está provisto de llaves
adicionales que permiten aumentar su extensión inferior a Do.
Su parte inferior está construida de metal y tiene una varilla de
metal para apoyarlo en el piso. Es un instrumento transpositor.

Teremin

El teremin es un instrumento inventado por Víctor


teremin el cual consiste en una consola electrónica con dos
antenas, una vertical y otra en forma de lazo. La antena
vertical baja y sube el sonido o alejando la mano derecha y,
la antena en forma de lazo aumenta o disminuye la
intensidad del sonido producido por la mano derecha. El
teremin tiene una extensión de cuatro octavas y existe un
tipo de teclado. Su sonido en la región grave imita al
Violonchelo y en la región alta al violín. Fue utilizado por los compositores
Joseph Schillinger en su obra "Suite Aerofonica" y por Alexander Siloti y
Robert Dassaut.
Piano
El piano es un instrumento derivado del
clavicordio, tiene 88 teclas, las cuales están
conectadas a un mecanismo de martillos que
percuten las cuerdas. Se utiliza generalmente como
instrumento solista, pero se utiliza en orquestas
para efectos rítmicos y de color. El es un
instrumento de percusión por su sistema de
martinetes, de cuerda porque en su interior tiene un
armazón que contiene aproximadamente 200
cuerdas y también es un instrumento de teclado.

Ondas Martenot
Este instrumento consiste en una
consola con teclado y un altavoz separado,
el cual funciona mediante un sistema
electrónico. Fue presentado en París por su
inventor Maurice Martenot en el año 1928.
Messiaen y A. Jolivet compusieron obras
con este instrumento.
Órgano
El Organo es un instrumento de teclado
cuyo desarrollo de construcción comenzó a
partir del siglo XVII. Desde entonces se han
incorporado a el diversos sistemas para
producir el sonido y aumentar su gama
expresiva; sin embargo, siempre ha conservado
su característico sonido. Existen órganos de
fuelles, eléctricos, de pipa y los electrónicos de
hoy día. Generalmente un órgano tiene dos o
tres teclados con diferentes registros que
imitan a ciertos instrumentos como la flauta, el
violín. La gran variedad de sonidos que
produce lo convierte en instrumento solista, aunque muchos compositores como
Strauss, Bruckner, Saint-Saent y Elgar lo utilizaron en ciertas obras para orquesta.

Viola de Amor
Es un instrumento de arco parecido a la viola
normal, cuya característica fundamental radica en que
aparte de sus cuerdas normales en numero de 7 tiene
otras siete debajo de las normales, las cuales vibran por
"simpatía". Su afinación del grave al agudo es Re, Fa
sostenido, La, Re, Fa sostenido, La y Re (cuerdas
principales) y Re, Fa sostenido, La, Re, Fa, Fa sostenido
y La, (cuerdas simpáticas).
Orquesta Sinfonica en Venezuela

Con la disolución en Enero de 1929 de la Unión Filarmónica Nacional,


orquesta inmediatamente antecesora, que no llegó a cumplir los siete años y que fue
el primer intento musical académico en Venezuela, un grupo de 26 ilustres músicos,
profesionales unos, aficionados otros, se reunió por convocatoria del Maestro
Vicente Emilio Sojo, reconocido pedagogo y factor aglutinante de la incipiente
agrupación. Dicha reunión se llevó a cabo el 15 de Enero de 1930 en la Escuela de
Música y Declamación de la Academia de Bellas Artes de Caracas (hoy Escuela de
Música José Ángel Lamas) para establecer los cimientos de la que habría de ser la
institución más firme creada en toda la historia musical de Venezuela hasta esa fecha.
De los más entusiastas iniciadores de la idea podemos nombrar, entre otros, al
violinista Ascanio Negretti, (primer concertino de la institución), el flautista Simón
Álvarez, y el violista Luís Calcaño.
Ante todas las adversidades sociales, económicas, logísticas, técnicas y
personales, la orquesta celebró su primera presentación, pública el 24 de junio de
1930, dedicada, según rezaba el programa de mano, a: “…los altos funcionarios del
Estado, a los artistas, literatos y a la muy culta sociedad caraqueña…” La agitada y
vigorosa actividad siempre actualizada que se mantiene ininterrumpida desde sus
inicios en 1930, ha generado reacciones, positivas no solo en el público asistente a los
conciertos sino también en personalidades musicales, intelectuales y políticas de
relevancia histórica, y ha llevado a la institución a ser merecedora de grandes
reconocimientos, entre los cuales el más importante es haber sido declarada en 1980
“Patrimonio Artístico de la Nación”.Durante su larga trayectoria muchos han sido
los escenarios en los cuales la OSV se ha dejado oír, y bien vale la pena nombrar
algunos de ellos que por cosas del destino le ha tocado a esta importante institución
darlos a conocer, tal es el caso del Teatro Nacional de Caracas, el Teatro
Municipal de Caracas, la Concha Acústica de Bello Monte, el Aula Magna de la
Universidad Central de Venezuela, el Poliedro de Caracas.
En la década de los sesenta y comienzos de los setenta, el Maestro Pedro
Antonio Ríos-Reyna, entonces presidente de la sociedad, hizo gestiones para
conseguir un teatro propio para que la orquesta realizara sin contratiempos sus
ensayos y conciertos regulares. Estando en estas diligencias, la muerte sorprendió al
Maestro, pero la semilla de su sueño y el de la orquesta germinó, y el 19 de abril de
1983, en el marco de un emotivo concierto, la O.S.V. inauguró su sede permanente, la
Sala Ríos-Reyna, y con ella, uno de los teatros de mayor relevancia y majestuosidad
de América: El Teatro Teresa Carreño. Hoy día, aunque el estatus económico no
corresponde todavía a una institución de elevado prestigio como ésta, la orquesta está
integrada por más de noventa profesores de, no solo gran nivel artístico, sino además
de una sensibilidad humana que la hace única en su género. Conformada por
profesores en escalafones diversos, la cual se presenta con un aporte musical
invalorable, fundamentado en la experiencia de los más veteranos y el alto nivel
técnico de los jóvenes, aunado a la esmerada vocación de servicio de todos.
Solistas y Directores Invitados: Durante estos 75 años de persistente y
tesonera labor, la O.S.V., ha recibido la visita de notables figuras del mundo de la
música, igualmente incontables son las obras, tanto nacionales como internacionales,
que la O.S.V. ha estrenado mundialmente o ha interpretado por primera vez en
Venezuela.
Ensambles Desde sus orígenes en el seno de la Orquesta Sinfónica Venezuela
funcionan diferentes tipos de ensambles formados por integrantes de la misma
orquesta, que con la inquietud de continuar desarrollando su vida profesional, se
dedican a la música de cámara o a la música popular de alta factura.
El perfil de la ejecución musical en Venezuela cambia definitivamente en
1975, a raíz de un movimiento orquestal sin precedentes en la historia musical del
país. Un discípulo de Vicente Emilio Sojo, el Maestro José Antonio Abreu, quien
para ese entonces ejercía también las profesiones de economista y parlamentario,
funda en Caracas la Orquesta Nacional Juvenil “Juan José Landaeta”, organización
que posteriormente pasaría a convertirse e Fundación de Estado en 1978, y que se
multiplicaría en diferentes núcleos orquestales juveniles diseminados por toda la
geografía nacional. Estas orquestas juveniles e infantiles convirtieron a la música
sinfónica en un Programa Social del estado venezolano, ya que hoy en día es posible
que niños y jóvenes de todos los estratos sociales, tengan acceso a una formación
musical integral a partir de la ejecución de un instrumento. La masificación de la
enseñanza musical a través de estas agrupaciones artísticas, ha originado un público
cada vez más numeroso en los sectores populares y en la provincia, permitiéndole la
familiarización con la música de los grandes maestros venezolanos y universales,
convirtiéndolos a su vez en elementos críticos importantes en cada una de sus
comunidades.
Otra consecuencia de este movimiento de orquestas juveniles e infantiles, ha
sido la creación de orquestas sinfónicas profesionales y semi-profesionales en
diversas ciudades de Venezuela. Justamente, estas orquestas regionales se nutren
principalmente de jóvenes músicos que han escogido la música como profesión y que
han egresado de las orquestas juveniles. Las orquestas regionales, muchas de las
cuales han alcanzado niveles artísticos de excelencia, reciben su principal aporte
económico del estado venezolano a través del Consejo Nacional de la Cultura
-CONAC- apoyados en algunos casos por sus respectivas gobernaciones.
Sistema de orquestas juveniles e infantiles de Venezuela designado embajador
nacional de UNICEF Una vez más, la labor que realizan las Orquestas Juveniles e
Infantiles de Venezuela (Organismo adscrito al MSDS) a favor de la juventud ve
reconocidos sus esfuerzos por una organización internacional. En esta ocasión se trata
de la UNICEF, organismo que vela por los derechos de los niños y jóvenes del
mundo entero, la cual ha designado al sistema orquestal venezolano como su
Embajador Nacional.
Clasificación de los
Instrumentos
Instrumentos Aerofonos
Estos instrumentos son los que producen el sonido debido a la vibración de
una columna de aire.
Según el origen de esta vibración, los aerófonos pueden ser de boquilla, de
bisel,  sin lengüeta, de lengüeta simple, de lengüeta doble y de vibración.

Carrizos o Pitos
Flautas de pan que se ejecutan en los estados Guárico,
Sucre y Monagas. En las comunidades indígenas del país se
utilizan diversas variantes de este instrumento.
 

Cuereta o Acordeón
Nombre con el que se conoce en el oriente
del país al acordeón. Este instrumento se usa en la
interpretación del joropo oriental.
Se estima que el afianzamiento de este instrumento en el estado Sucre se
debió al asentamiento de un importante grupo de inmigrantes corsos en esta zona del
país.

Flauta De Chimbangueles
Flauta nasal sin orificios de metal o madera que se
ejecuta con la nariz, aunque a veces también se toca con la
boca. Este aerófono acompaña a la batería de tambores del
mismo nombre durante las fiestas de San Benito.

Gaita
Un odre o piel de animal sirve para almacenar el aire que dentro de él se
insufla por medio de un tubo pequeño o boquilla
dotado de una válvula interior que impide que el
aire retroceda y escape. Al apretar ese odre, el aire
sale por dos conductos: uno, un tubo cónico con
siete agujeros en cuyo extremo superior (por el que
primero pasa el aire) hay una pipa de doble caña
que vibra. Otro, un tubo largo y cilíndrico a cuya
entrada hay una caña con una lengüeta simple. Este
tubo produce una nota tenida de tonalidad grave
que hace de bordón a la melodía que se ejecuta en el puntero o tubo cónico.
La gaita de odre es un paso definitivo en el proceso del individuo por tratar de
almacenar el aire en un recipiente antes de hacerlo salir a través de un órgano sonoro.
Los pasos anteriores (la cavidad bucal o un recipiente rígido -como una calabaza, por
ejemplo-) aún se mantienen en algunas regiones del planeta combinados con técnicas
de respiración e insuflado constante muy complicadas. La evolución de la gaita desde
la Edad Media tiene un hito decisivo en el siglo XVIII cuando la música occidental se
tonaliza. Algunas gaitas (gallega, asturiana) modifican entonces su puntero
cambiando escala y repertorio, mientras que otras (zamorana, leonesa) mantienen las
escalas modales y el repertorio primitivo.

Guarura o Botuto
Aerófono de soplo que consiste en una
concha de caracol marino con un orificio
practicado en el ápice que le sirve de boquilla.
La guarura se ejecuta haciendo vibrar
los labios mientras se sopla para producir un
sonido fuerte y penetrante.
La guarura acompaña a los tambores
cumacos durante las festividades en honor San
Juan Bautista, especialmente en las localidades del estado Vargas.
La guarura es un instrumento de origen indígena, utilizado ancestralmente por
etnias aborígenes del país para la comunicarse o en rituales sagrados.

Pito de caña
Es un aerófono de bisel. Era muy usada por pastores, niños y
dulzaineros, los cuales la utilizaban para ensayar en casa debido a su
sonido de baja potencia. Las formas y tamaños son muy variables,
dependiendo del constructor, pues se trata más de un instrumento de
pasatiempo que otra cosa. Podían tener entre 4 y 8 agujeros. Se puede
encontrar en toda la península.
 
Pito de caja de puro:
Otro aerófono de bisel. Es una variedad del anterior,
pero hecho con la funda de un puro y un corcho. Es copia de
uno recogido por el investigador Luis Angel Payno en Soria.
Nos viene a demostrar la riqueza de la Cultura Tradicional, y la
adaptabilidad de materiales para construir los instrumentos con
lo que se tiene más a mano.
 

Pito de cuerno de cabra:


También es un aerófono de bisel. Similar a los
anteriores, pero construído con un cuerno de cabra. Lo
construían los pastores de dicho ganado. Se han
encontrado varios en la provincia de Salamanca, aunque
es normal que existieran en otros lugares donde dicho
pastoreo era común. No tienen una afinación determinada
y el número de agujeros oscila entre 3 y 6.

Flautas de tres agujeros:


Aerófonos de bisel. Su escala tonal completa se consigue sobresoplando la
embocadura, llegando a alcanzar más de dos octavas. Se tocan inseparablemente con
el tamboril, uno en cada mano, o más ocasionalmente con el salterio, como en el caso
de la txirula vasca y el chiflo aragonés. El de la foto de la izquierda es un pito de la
zona de la Maragatería, en León, y está hecho de una pieza de madera. Es familiar de
la gaita charra de Salamanca, la chifla de Zamora, las flautas extremeñas, las rocieras
de Huelva, el chiflo aragonés y el txistu vasco, aunque las afinaciones y formas de
este último son algo distintas. Esta familia de instrumentos perviven con gran arraigo
en la franja occidental de la península, así como en la zona fronteriza con Portugal, en
Tras-os-montes y el Alentejo. También hay ejemplares en Ibiza y Canarias. El txistu
y la txirula son muy utilizados y característicos de la región vasco-navarra.
En las fotos de debajo podemos ver una serie de instrumentos pertenecientes
al museo de la Fundación Joaquín Díaz. Son una txirula, del País Vasco y Navarra, un
txistu de la misma zona, un chiflo aragonés con su correspondiente forro de piel de
culebra, una flauta de Ibiza y otra de Tras Os Montes, en Portugal.
Otras variedades de este instrumento son las gaitas charra y extremeña, siendo
quizás la charra la más conocida en la península tras el txistu. La gaita charra procede
de la zona de Salamanca y es inseparable del tamboril, tal y como dijimos antes. Se
suele fabricar normalmente de corazón de encina para el cuerpo, asta de toro o vaca
para los anillos o encelgas, y hueso para la embocadura y el bisel. Además de tocarse
en Salamanca, se utiliza en el norte de Cáceres, desplazando a los modelos autóctonos
como el de la segunda fotografía, pues hay más constructores en Salamanca que allí.
La primera foto muestra un ejemplar del artesano Felicísimo Valle, de Salamanca. La
segunda fotografía muestra una gaita extremeña del norte de Cáceres. El tamboril de
debajo es de Acetuna (Cáceres) y fue fabricado por Martín Pérez. Para la piel del
tamboril se suele utilizar pellejo de cabra, como en este modelo. Las flautas de tres
agujeros alcanzaron mucha popularidad en toda Castilla y León, pero en algunos
lugares fueron desplazadas por la dulzaina y el redoblante..
Flabio
Otro aerófono de bisel. Es de forma cilíndrica y tiene
una longitud de unos 20 ó 25 cm. Suele tener 8 agujeros
melódicos, 5 en la parte delantera y tres en la trasera. Están
fabricados de madera o de caña y pueden tener llaves para
dar más notas cromáticas, llamandose flabiol "de cobla" o
"de claus". También esta flauta se toca por un solo músico
conjuntamente con un pequeño tambor ó

" tamborí". Acompaña las sardanas y otros bailes y es normal que forme
parte de las "coblas", que son agrupaciones de música tradicional de Cataluña. El
territorio donde se utiliza fundamentalmente corresponde a Cataluña y Baleares.

Dulzaina:
Aerófono de lengüeta doble. El tubo
sonoro tiene forma troncocónica y es de madera.
En su extremo superior lleva alojado el tudel,
que es una pieza metálica donde se coloca la
caña o pipa. Estos oboes tradicionales están muy
extendidos por toda Europa y no podía ser
menos en España, donde reciben distintos
nombres. Pueden tener llaves como la primera y
la última foto o no tenerlas, que es lo más
normal en las menos evolucionadas. La primera es una dulzaina castellana, la
segunda una rústica dulzaina extremeña, la tercera una dolçaina valenciana, la cuarta
una gaita navarra, la siguiente una dulzaina aragonesa y las dos últimas son grallas
catalanas del artesano Cesc Sans; una "seca" sin llaves y una "dolça" con ellas. Hay
un instrumento de la misma familia que las dulzainas pero mayor en longitud y con
sonido más grave, más emparentado con el oboe tradicional del sur de Francia. Es la
"tarota", y es muy utilizada en las agrupaciones sardanísticas de Cataluña. En Aragón
hay un instrumento parecido también más cercano al oboe de Occitania (Francia)
llamado "grallón" o trompa de Graus. En la fotografía inferior podemos ver tarotas y
grallas del artesano Jordi Aixalá.
Las dulzainas se acompañan de tambores tipo caja o redoblante la mayoría de
ellas. Y en muchas ocasiones se tocan en grupo, como ocurre con los dulzaineros, los
"grallers" y los gaiteros navarros. Son utilizadas en bailes, fiestas, romerías, etc.
También en Portugal se pueden encontrar ejemplares de construcción más rústica,
parecida a la extremeña de la fotografía, como es el caso de la "palheta", de la que
vemos una imagen a continuación.
 

Quena
Es el aerófono más importante de la zona
norte y existe con escasas modificaciones
estructurales en Venezuela, Colombia, Andes
ecuatorianos y peruanos, altiplano boliviano,
noroeste argentino, Norte grande de Chile, y en la
cuenca del Amazonas  en el Brasil.
Desde tiempos remotos y antes de la llegada
de los conquistadores hispanos, la Quena ha sido
parte vital de la vida espiritual de los pueblos que
habitan y aún viven en las zonas precordilleranas y cordillera de los Andes, como
también en Chile, Perú, Bolivia y Argentina.
 
La Quena se fabrica con un trozo de caña de bambú, hueso u otro material de
origen vegetal, de unos 25 a 40 cm, de longitud y de media a una pulgada de
diámetro.  En el extremo superior  lleva una muesca que hace las veces de
emboquilladura. En la parte media-inferior se le perforan cinco o seis agujeros, y uno
en la parte posterior para armonización.
La Quena es un instrumento solista, pero generalmente se la utiliza junto  con
el bombo o caja en las bandas de cofradías danzantes del Norte Grande.

Pincullo o Pinkillo
Después de la quena,  es el aerófono más popular
del norte de Chile y del área de influencia andina, de
origen andina, de origen quechua y aymará. Es muy
similar a la quena, pero en la abertura superior lleva una
boquilla semejante al clarinete. Consta de siete agujeros y
se ejecuta en forma vertical.  En la parte posterior lleva
otra abertura para armonización.
Existen diversas variedades, desde los rectos usados en el Norte Grande hasta
los curvos que se usan  en las quebradas de San Pedro de Atacama.
Los grupos de bailes que concurren a las festividades de San Pedro de
Atacama, llevan como instrumentista a una sola persona, llamada Niño Mayor, que
toca simultáneamente el Tambor y el Pinkillo.
En las festividades religiosas de las peñas de Livilcar y en la Tirana se usan
Quenas y Pincullos de tamaños mayores que los comunes, que en muchos casos
pasan de los 50 cm. de largo.
 
Pusa o Zampoña
Es quechua y aymará y sigue en preferencia al
pincullo, entre los instrumentos del Área Andina.
En aymará se le llama Sikn o Sikuri; en quechua
recibe el nombre de Antara, en el norte de Chile se le llama
Pusa o Laca y en español se la bautizo como Zampoña.
Todas son variaciones de la antiquísima  flauta de pan,
réplica del órgano que introdujeron las misiones jesuitas en el Altiplano.
Es de diversas formas y tamaños.
La zampoña simple consta de diez a doce cañitas de bambú, dispuestas una al
lado de la otra y que dan la escala musical natural completa, sujetas por dos palitos de
la misma caña por ambos costados y unidas por hilos de cáñamo  o fibras vegetales.
Las cañitas llevan abertura superior y obturadas en la extremidad inferior. 

Sicura
Es una Zampoña doble, y consta de dos hileras de tubos de caña de bambú,
ocho adelante y atrás , siendo la primera de doble tamaño que la segunda: es en
realidad, “medio instrumento” y se necesitan dos para obtener la escala completa,
alternando los sonidos entre uno y otro ; su ejecución demanda la atención de
ejecutantes muy expertos. 
Durante las Fiestas Religiosas  y de Carnaval en el Norte Grande se usan
inmensos aerófonos  de casi un metro de largo y una pulgada de diametro.

 
Tarca o Anata
Nacieron en el altiplano boliviano y su área abarca casi
todos los países de América del sur. Las Tarcas son flautas de
madera de una sola pieza, con boquilla en el extremo superior 
y con seis perforaciones en la parte media inferior y abiertas en
el extremo inferior. Anatas y Tarcas miden entre 20  a 55 cm.
de longitud y son instrumentos de verano, muy usados en las
Fiestas de Carnaval. La palabra anata significa justamente
“carnaval”. Las fiestas mencionadas son acompañadas por
cajas y bombos constituyen las Tarcadas.

Lichiguayo
Es un aerófono de origen quechua y aymará,
como una quena de mayor tamaño que las habituales pero
solamente de cinco o tres aberturas anteriores en la parte
inferior del instrumento, y un agujero posterior para
armonización. 
Por sus limitaciones musicales, sólo se usa como
instrumento de acompañamiento en las bandas nortinas.-

 
Erke   o Clarín del Norte
Su origen se pierde en el pasado. Se usa en el
Norte Chico y  extremo norte de Chile, noroeste
argentino, sur del Perú, alturas del oeste colombiano,
norte venezolano, altiplano boliviano, y la
desembocadura del Amazonas en el Brasil. Es un
instrumento gigante, de tres a cinco metros de longitud,
construido con trozos de caña de bambú o con vara de
cardón. Consta de tres partes: la embocadura que va
ubicada en la parte superior del instrumento en forma
lateral como las flautas de las bandas militares; el cuerpo del instrumento hecho con
cañas unidas para dar longitud total del aerófono, adornado con lanas de colores
llamativos y con ligazones de cuero en sus uniones para impedir el escape del aire.  

Erkencho o Erkecito
Se conoce en Chile con el nombre de Pututo y en los
Andes peruanos como Wakawak´ra. Su zona de uso es
similar a la del Erke. Consta de una boquilla de diez a
catorce cm. de largo y una bocina o pabellón  de asta de
vacuno. En la boquilla lleva una lengüeta.
 
 
Flautas y Pitos o Flautillas
Las flautas son de uso común en el Area Andina, pero los
ejecutantes prefieren las quenas y pincullos.
Tienen forma y tamaño como los pitos de las bandas
militares, constan de cinco o seis aberturas para la
ubicación de los dedos, y de una abertura lateral en la
embocadura para soplar y emitir el sonido. Se usa en las
cofradías del Norte Grande, en los carnavales y festividades
religiosas.
Los pitos o Flautillas son de la misma zona, con embocadura semejante al
pincuyo, pero con uno o dos agujeros en la parte inferior, por lo que son muy
limitadas sus posibilidades musicales. Son fabricados de madera o caña y se usan en
el norte de Chile. 

Ocarina
El uso de la ocarina se ha ido perdiendo en el
norte Chileno; pero se mantiene en Putre, en la zona de
Belén , en aiquina  y en el altiplano boliviano.
Se hace de greda ovoidal, hueca en su interior y
con un grosor de no más de medio centímetro.  En  uno
de sus costados se le hace una boquilla sobresaliente. En
su parte superior lleva dos series de cuatro orificios cada
una, en forma de semicírculo abierto, para los dedos de las manos desde el índice al
meñique. En la parte posterior lleva tres perforaciones, casi entre distantes entre sí,
que son para los dos pulgares, y la del medio para el resto del aire sobrante al hacer
sonar el instrumento.  Su longitud varía desde los 15 a los 28 cm. y su diámetro va
desde los 5 a los 10 cm. Es tan difícil de hacer como de ejecutar, por eso se va
perdiendo su uso.
Bajones o Bajunes
Se usaron mucho en el pasado en las misiones
jesuitas y haora están totalmente extinguidos. Se ha usado
en el norte chileno aproximadamente hasta el Loa y gran
parte del Altiplano.
Igual en su construcción a los sikuris, pero  de gran
tamaño, fueron  las réplicas indígenas de los órganos que
los religiosos introdujeron, junto con las flautas y violines,
para atraer el interés de los indígenas  hacia la religión
cristiana.-
 

Clarín Atacameño
Es un instrumento ritual, perteneciente a la
Cultura Atacameña (II Región, interior provincia den
Antofagasta). Es un aerófono,  es decir, el sonido se debe
a la vibración de la columna de aire; instrumento de
viento propiamente tal,  trompeta natural, tubular,
traversa, recta, con embocadura.
Se construye con una caña de aproximadamente 1.50 a 2
metros; se cubre con la lana de diversos colores. Se toca en forma traverso-diagonal.
Se utiliza en ocasiones rituales (II Región) y es privativa de la Cultura Atacameña:
rito de talátur  o del agua, convido a la semilla, etc.
Putu o Pututo
Instrumento ritual perteneciente a la Cultura
Atacameña (valles y oasis del interior de la provincia de
Antofagasta, II Región).
Trompeta natural, tubular, traverso-diagonal,
curva, sin embocadura, construida de un cuerno  de
vacuno.
Actúa como instrumento solista. Esta presente en los
grandes rituales del Talátur o rito del agua de la Cultura Atacameña y en las fiestas de
los Santos Patronos de los pueblos.

Erkencho
Es una variante del erke pero mucho más corto, por lo tanto es llamado
también erkecito, esta constituido por un cuerno de
vacuno que forma el pabellón acústico. Se toca solamente
en verano, desde el día de todos los Santos hasta el
miércoles de Ceniza (Carnaval). Se lo encuentra en Jujuy
y norte de Salta, además en zonas del Chaco y Formosa.

Siku
Es una "flauta de pan", constituida por una o dos hileras de
cañas (anterior y posterior), ordenadas de mayor a menor atadas
en forma de balsa. Su sonido es alegre y animado y los
ejecutantes, mientras lo sostienen y manejan con una mano, se
acompañan con la otra en el bombo, formándose conjuntos que
animan los bailes y fiestas populares. Vigente en Jujuy y en el
norte de Salta.
Placa Zumbadora
    Consta de una pieza liviana en forma de hoja alargada o de pez, de hasta
40 cm de largo por 10 de ancho. En uno de sus extremos posee una perforación por
donde se ata un cordón de fibra de cháguar de aproximadamente 1,50 m de largo
cuyo otro extremo puede tomarse con la mano o amarrarse al extremo de un vara. La
técnica de ejecución consiste en hacer girar la placa, con lo que se obtiene un
zumbido denso cuya altura varia de acuerdo a la velocidad de giro.

Temïmbï púku
    Flauta vertical chiriguano-chane también llamada mïmbí púku claramente
emparentada con la quena llegada desde territorio boliviano. Tradicionalmente se
construye con tallo de guayapa o sacharrosa, con menos frecuencia de caña. Posee
cinco agujeros y su escotadura es generalmente cuadrangular.
    El indígena considera a esta flauta como un vehículo canalizador de
potencia vinculada con la atracción sexual, su utilización más ostensible se da durante
las danzas de verano, también de ejecución solitaria apta para la expresión de
sentimientos íntimos y diversos estados de ánimo relacionados con la elección de
pareja.

Flautilla Chaquense
    Flauta similar a la llamada "quena" por los criollos de Salta y Jujuy, y
seguramente difundida entre los aborígenes chaquenses por imitación de ésta.
Presenta sin embargo una gran variedad morfológica, tanto en el tipo de caña
utilizada como en su largo, diámetro y cantidad de agujeros -de tres a seis- y la
disposición de éstos a lo largo del tubo.
    Es instrumento masculino. Su música puede ser para la simple recreación,
para atraer a las mujeres y más raramente para bailar.
Pifilka
    Silbato longitudinal mapuche del cual existen
dos variedades. En la zona cordilerana se lo construye
tallando un trozo de madera hasta lograr un tubo cuyo
aspecto exterior es ensanchado y aplanado hacia su
extremo proximal, con dos lóbulos laterales hacia el tercio
superior de la pieza por cuyas perforaciones se hace pasar
un cordón de lana para su suspensión.
    En la meseta patagónica la pifilka es
sencillamente un tallo de cicuta, hinojo, cardo o cortadera cuyo extremo abierto se
afila mediante dos cortes a bisel en forma de V invertida.

Mimbï retá
    Flauta de Pan de los mbyá cuyo nombre
significa "flautas". Consta de siete tubos pequeños
cerrados de cañas takuapí que forman dos juegos
separados de cuatro y tres tubos respectivamente. Su
ejecución está a cargo de dos mujeres y tiene función
recreativa. Presenta hoy una rica ornamentación de
motivos geométricos realizados con dos fibras takuapí y güembepí intercaladas.
Pilóilo
   Flauta de Pan de cinco o seis tubos hecha de una
sola pieza de madera cuya existencia entre los mapuche se
viene documentando esporádicamente desde principio de
siglo, sin que ningún caso se halla obtenido registros de
sus melodías. Realizados en piedras.
    En la actualidad el pilóilo es construido para su
venta para algunos artesanos mapuche de Neuquén, Río Negro y Chubut, pero
ninguno de ello lo ejecuta.

Kïná
    Ocurre con esta flauta travesera mapuche un caso similar al del pilóilo en lo
que hace a su escasa documentación etnológica y su actual elaboración con fines
comerciales. Hay ejemplares realizados con tallos de cicuta, cortadera, hinojo, caña y
cardón, que poseen entre cuatro y seis agujeros.

Temïmbï ïe pïása
    Flauta travesera chiriguano-chané también llamada yúru ïe pïása ("flauta
cruzada" y "boca cruzada", respectivamente). Se la construye con un tubo de caña de
Castilla de no menos de 30 cm entre dos tabiques, de los cuales se perfora solamente
el del extremo más alejado de la boca del ejecutante. Llega a un orificio circular o
cuadrangular como embocadura y seis para obturar, todos dispuestos en una línea que
se obtiene previamente levantando una delgada cinta de la corteza de la caña. Produce
con comodidad siete sonidos de una gama diatónica atemperada, aunque sus melodías
pueden asimiladas a las de una escala mayor europea.
    Tiene a su cargo -cada vez con menor frecuencia- la música para ronda y
zapateo que es propia de la celebración de la Pascua.

Silbatos chaquenses de madera


    El más común de estos silbatos es el de forma discoidal que se construye a
partir de un trozo de madera dura -quebracho, "palo santo" o "palo mataco"- al que se
practican cuatro perforaciones en su borde: una, en sentido vertical constituye el tubo
sonoro cerrado en el fondo, que suele mantener tapado con "algodón" de yuchán
cuando no se lo utiliza; dos laterales, de un menor diámetro perpendiculares a la
primera, se comunican con esta y sirven para modificar su altura fundamental cuando
se los destapa; y una perforación en U invertida sobre la parte inferior del disco, por
la que pasa un cordel de fibra de cháguar que sirve de colgante.
Fue un importantísimo instrumento de comunicación durante los combates
interétnicos y las cacerías. Resultando hoy obsoletas esas funciones, el silbato aparece
ahora -con no mucha frecuencia- como juguete infantil. Produce tres sonidos que,
combinados de distintos modos, por resultado señales de específico significado.

Silbato de hueso
    Dos flautas longuitudinales construidas con
huesos largos, comúnmente de ave. En ambas, el tubo, de
no más de 15 cm de longitud, lleva cerca del extremo
proximal un orificio rectangular y un tapón de cera que deja
libre una pequeña ranura por la que circula el aire insuflado.
Entre los matacos recibe el nombre de kanohí y junché slilé
("hueso de cigüeña"). Los chiriguanos -quienes emplean
huesos de cigüeña gallina y "corzuela"- lo llaman añachí.
Pinguyo
   Flauta de pico similar al pinkullo boliviano. Se diferencia de él en detalles:
la parte inferior del extremo proximal va cortada a bisel con perfil curvo y no recto; la
"ventana" que corta el aire no es cuadrangular sino de figura similar a la formada por
dos W enfrentadas por su base; y lleva adosados a la envocadura uno o dos pequeños
silbatos llamados imémbï hechos con un canuto de pluma de pavo o un delgado tubo
de caño.
    Es instrumento masculino de amplia vigencia y se lo emplea para
acompañar danzas, actividades rituales y lúdicas durante el carnaval.

Mimbüí
    Construido con caña, cuya aeroducto se obtiene colocando en el interior un
tapón de cera que solo deja libre una pequeña ranura para que el aire insuflado
choque contra el borde afilado de una abertura cuadrangular practicada en la caña.
Está abierta en su extremo distal y posee siete orificios para obturar.
    Es un instrumento de los varones jóvenes mbyá, quienes utilizan sus
melodías a modo de señales para enunciar su llegada algún sitio y también como
simple pasatiempo.

Temïmbï guásu
    Flauta chiriguano-chané de características gigantescas, similar a la variedad
sallíva del tokóro boliviano. Su tamaño suele superar al metro de longitud. Su tubo
-antiguamente de caña tacuara- se construye hoy con caños de hasta 5 cm de
diámetro. Posee cinco agujeros dispuestos en la mitad distal del tubo, que producen
dos octavas de una escala pentatónica. Su envocadura similar a la del pengullo con la
peculiaridad de que se ubica en el lado opuesto a los agujeros digitales, recurso que,
al permitir la colocación vertical del instrumento, facilita en parte su ejecución. Ya en
escasa frecuencia, lo utilizan los varones adultos, para atraer las mujeres.

Kullkull
    Trompeta tubular curva, sin boquilla, de asta vacuna, que los mapuches de
Pampa y Patagonia han conocido en sus variedades, travesera y frontal.
    Esporadicamente, el Kullkull ha sido utilizado en los rogativas como
refuerzo de las exclamaciones rituales colectivas.

Trutruka
Trompeta "natural" longitudinal de embocadura oblicua.
El tubo se obtiene de una caña colihue que se parte mediante un
corte longitudinal en dos mitades, de las cuales se extrae parte del
tejido leñoso y luego se vuelven a unir, asegurando la
hermeticidad del conducto mediante el embutido en una triba
fresca de potro. Una guampa -asta vacuna- despuntada se coloca
en el extremo más grueso de la caña.
Es instrumento tradicional de los mapuche y conserva
especialmente su vigencia en las províncias de Neuquen y
Chubut. Se la usa principalmente en el nguillatún. Sus toques
enmarcan diversas etapas de la ceremonia.
Wakar`hanti
Trompeta travesera recta cuyo sonido se obtiene mediante una técnica
combinada de insuflación de aire y vibración de los labios. La utiliza los grupos
chiriguano de Salta, tanto para convocar a la fiesta del Carnaval como para bailar en
ronda su nombre significa "cuerno de vaca"

Turú
Hasta hace aproximadamente 50 años, los guaraníes misioneros aplicaban la
denominación de turú a una trompeta de caña tacuara de aproximadamente 35 cm de
largo por 5 de diámetro. Emitía un solo sonido, grave y profundo, y se utilizaba para
dar señales. Carece hoy de total vigencia, conservándose algunos ejemplares en
museos públicos y privados.
Instrumentos Cordófonos
Aro musical chaquense
    Son dos pequeños aros flexibles, cada uno de los cuales se tensa con un haz
de cerda equina. El portacuerdas propiamente dicho se construye con la sección chata
de una rama de eskayánti y el arco de frotación con una de ankóche en estado natural
ambas desprovistas de su corteza. Ambos arcos van entrelazados. El primero se
sostiene con una mano, apoyando uno de sus extremos en la mejilla del ejecutante,
quién mantiene la boca entre abierta para que haga las veces de caja de resonancia. El
otro arco se toma con la otra mano haciendo que su cuerda tome contacto tanto con la
cuerda como con la rama de la otra pieza cerca de los labios de quien toca. Se obtiene
un débil sonido. Se considera que su sonido posee un especial poder de atracción
sexual. Posee plena vigencia entre los mataco, chorote y chulupí, y parece haber sido
usado también por los pilagá.

Arpa de Concierto
El arpa es uno de los instrumentos musicales más viejos
existiendo distintas formas a lo largo de épocas y zonas del
mundo.. Se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y Egipto,
de donde pasó a Grecia. Fue un instrumento muy en boga
durante la Edad Media, siendo abandonado durante el
Renacimiento. Se recupera en el siglo XVIII, con la
incorporación de pedales. También se toca en orquestas
musicales clásicas.
Consta mecanismo que transmite el movimiento de los pedales a los cilindros
y que a su vez estrangulan las cuerdas, mediante cables o varillas que recorren el
interior de la columna del arpa.
Posee un mecanismo de siete pedales, cada uno con tres posiciones, para dotar
a cada una de las cuerdas de tres alturas distintas: bemol, natural o sostenido,
dependiendo de la posición del pedal correspondiente. Cada pedal, uno por cada nota
Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si, acciona el mecanismo en su cuerda, en todas las octavas del
instrumento, permitiendo así modulaciones y cambios relativamente rápidos de
armadura de tonalidad. Aunque por este sistema se hace complicado efectuar escalas
cromáticas como puede hacerse, por ejemplo, con el teclado de un piano, en cambio
es sencillo realizar escalas, arpegios y glissandos en una tonalidad dada, una vez
fijada la combinación de pedales requerida por esta tonalidad
El arpa moderna de orquesta incluye más de 1400 piezas, y la presión que
ejercen las cuerdas sobre el instrumento es alrededor de 2 toneladas y media. Su
construcción supone un costo elevado, por lo que son pocos los luthiers que se
aventuran a fabricarla. En este proceso se incluye la utilización de contrachapados de
haya, arce o palisandro -de fácil curvado al vapor- para la caja de sonido que, a su
vez, está reforzada en su interior por una moldura triangular a veces metálica.
El arpa se usa ampliamente en la música académica, normalmente para
efectos como el glisando o los arpegios. En la ópera italiana y alemana se usa para
arias románticas y bailes, como el "Vals de Musetta" en La bohème. Compositores
franceses como Claude Debussy y Maurice Ravel compusieron conciertos para arpa y
música de cámara que se sigue interpretando. Durante el siglo XIX, el compositor y
arpista francés *Nicolas Bochsacompuso cientos de piezas de todo tipo
(transcripciones de ópera, música de cámara, conciertos, óperas, métodos para el
arpa). Henriette Renié y Marcel Grandjany han compuesto muchos solos y piezas de
cámara, aunque son menos conocidas. Los compositores modernos utilizan el arpa
con frecuencia porque los pedales de un arpa de concierto permiten toda clase de
escalas no diatónicas y extraños sonidos, aunque algunas piezas modernas requieren
manipulaciones del pedal poco prácticas.Alice Coltrane es conocida por introducir
este instrumento en las bandas de jazz.

Arpa Venezolana
Se pintaron arpas en Egipto antiguo tan temprano
como en la 4th Dinastía (sobre el siglo 26 AC), y aparecen
haber sido muy grandes, más de (1.8 metros) alto. Se supo
en la civilización Asiria del siglo 7 y 8 AC de dos tipos de
arpas, una tenía su propia caja de resonancia hacia el
fondo, la otra hacia arriba. En el siglo 9 AC el arpa Siria
aparece con un bastón de apoyo. Los griegos lo copiaron y
ajustaron por en el siglo 4 AC. Eventualmente este se
convirtió en el modelo de arpas en todo Europa Occidental.
El arpa más antigua que existe es un instrumento de
la civilización Sumeriana, aproximadamente 3000 AC. Se
piensa que el instrumento se originó cuando se estiró una
cuerda con cierta inclinación y se aumentó el nº de cuerdas dispuestas en esta
configuración. El arpa contemporánea que utilizaron los solistas y formó parte de
orquestas tiene un rango de 6 1/ 2 octavas y usa cuerdas hechas de intestino, la última
octava de bordones o bajos lleva encima un hilado de alambre o seda. Este
instrumento, como lo diseñaron los griegos antiguos, tiene una caja de resonancia y
un encordado que está cerca del ejecutante y ése forma un ángulo agudo con el bastón
unido a la caja de resonancia y al diapasón., por la parte de arriba las cuerdas apoyan
en un encorvado de madera o diapasón, el diapasón se una a la caja de resonancia por
un punto llamado cuello, y las cuerdas quedan estiradas entre el diapasón y la caja de
resonancia. Las arpas modernas tienen un mecanismo para subir el diapasón y estirar
mas o menos la cuerdas para cualquiera de los tonos o dos medio tonos. Este
mecanismo fue perfeccionado por Sebastián Erard.
Mucho antes, en el siglo 19th se encontraron arpas con pedales que permiten
al ejecutante transportar el arpa de tono, subiendo o bajando el diapasón. Otro tipo de
instrumento moderno es el arpa cromática, fue perfeccionado a la salida del 20th siglo
por Gustave Lyon. Esta arpa no tiene pedales proporcionando tonos cromáticos. Son
grupos de cuerdas entrecruzadas. En las notas blancas de un teclado del piano y otro
grupo de cuerdas atravesadas representan las notas negras de un teclado.
Aunque se ha encontrado este instrumento ingenioso, no ha reemplazado el
arpa perfeccionada por Erard.
Diapasón, que aloja las clavijas y cejillas que sirven para tensar y apoyar las
cuerdas respectivamente. Bastón, que une la caja de resonancia con el diapasón. Caja
de resonancia, recipiente sonoro que permite al instrumento aportar resonancia al
pulsar las cuerdas. Dos Patas para apoyar el instrumento y amortiguar las vibraciones.
32 Cuerdas entre la caja de resonancia y el diapasón:
Primas: Las 9 primeras.
Segundas: Las 5 siguientes.
Terceras: Las 5 siguientes.
Cuerdas de 1 milímetro: Las 3 siguientes.
Bordones: Las 10 siguientes, aumentando su calibre progresivamente.
En Venezuela se utiliza principalmente en la Región de los Llanos, donde
participa en la ejecución melódica de este tipo de música.
Bajo
El origen del bajo eléctrico se sitúa sobre el año 1951, en
Estados Unidos. Su creador fue Leo Fender. Fender construyó su
diseño para aliviar los problemas de espacio y sonido de los
contrabajos de la época reduciendo drásticamente el cuerpo,
incorporando la amplificación eléctrica y añadiendo los trastes. El
bajo nace como un instrumento musical eléctrico de cuatro cuerdas,
un híbrido entre la guitarra y el contrabajo, tal como lo explica su
nombre original: guitarra baja (en inglés bass guitar).
Hasta hoy en día el instrumento ha tenido muchas
evoluciones, se ven con mayor cantidad de cuerdas (partiendo de 4,
pueden encontrarse de 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 15), y con mayor
cantidad de espacios o trastes (hasta 24, generalmente; existen mayores), aunque hay
una variedad que no los posee, y se les denomina "fretless" (literalmente, "sin
trastes"). Estos conservan un "toque" comparable al que se tendría con un contrabajo.
También del mismo ya han evolucionado incluso otros intrumentos, como el stick.
Consta de: Trastes, cuerpo, pastillas o micrófonos, cuerdas.
Las cuerdas de bajo se afinan: mi1, la1, re2 y sol2 (en el formato de cuatro
cuerdas). Para el bajo de cinco o seis cuerdas, se les agrega las afinaciones si y do
correspondientemente. Pero no es extraño encontrar otras afinaciones
El cuerpo de un bajo suele estar hecho de madera y la elección de la misma es
muy importante en el sonido del instrumento (Cabe aclarar que existen cuerpos y
mástiles de grafito - Steinberger, Modulus Graphite - y algunos de acrílico o
compuestos plásticos). Actualmente se emplean, (limitando la lista a maderas), sobre
todo el chopo, aliso y tilo americano para el cuerpo y arce, palo de rosa, palo ferro y
ébano para el mástil, así como una amplia gama de maderas africanas, como la
bubinga o el wenge.
La madera de chopo es la más suave y tiende a "absorber" el sonido. El aliso
es una buena madera de bastante peso utilizada para sacar sonido con garra de
registro medio, el típico sonido del Precission; el tilo americano está entre los dos
anteriores y es muy ligero, lo que repercute en la resonancia general de las cuerdas.
En cuanto al mástil, la madera de palo de rosa es la que produce un sonido
más cálido; la de palo-ferro suena muy parecido; el arce es un poco más brillante y el
ébano combina la calidez del palo de rosa y la brillantez del arce, para un sonido más
equilibrado.
La pastilla se compone de un imán (núcleo) que refuerza la corriente inducida
en la pastilla y un bobinado.
Hay cuatro tipos básicos de cuerdas para bajo: roundwound, flatwound,
halfwound. Las "roundwound" son las más corrientes, de 'entorchado' circular.
Las "flatwound" son de entorchado plano y entregan un sonido más apagado
y con menos "sustain". Las "halfwound" no se utilizan tanto como los dos tipos
anteriores y son un híbrido, ya que tienen la mitad superior de la cuerda de
entorchado plano y la inferior de entorchado normal. Hay otros tipos de cuerda menos
usados, como las groundwound, cuerdas de entorchado circular a las cuales se les ha
lijado el mismo hasta dejarlo plano, o las tapewound, cuerdas de entorchado circular
recubiertas generalmente de nylon, lo cual contribuye a darles un sonido más oscuro
y un tacto más agradable, parecido al de las cuerdas de entorchado plano.
El bajo se utiliza ampliamente en los más diversos tipos de música: funk (en
todas sus variantes), jazz, blues, rock y metal, muy fuertemente en el pop, en el
country, etc. En la música clásica el instrumento utilizado casi exclusivamente es el
contrabajo (que por el hecho de ser «acústico» no siempre necesita amplificación). Y
por su puesto se utiliza también en la música venezolana.
Bandurria
La bandurria es un instrumento de cuerda
pulsada y no pertenece a la familia del laúd. La familia
de este instrumento español es la familia de las
bandurrias. En esta familia aparecen cinco
instrumentos, Bandurria Soprano, Bandurria Contralto,
Bandurria Tenor, Bandurria Bajo y Bandurria
Contrabajo. A la Bandurria Tenor se la llama Laúd,
pero realmente es un nombre popular. Se la llamaba
Nuevo Laúd a principios del siglo XX porque sus
formas y sonido quería recordar a aquel instrumento
del barroco, pero realmente no pertenecen a la misma familia de instrumentos.
La bandurria es similar al "laúd" o mejor dicho bandurria tenor, de hecho, en
su forma es muy similar, pero con el mástil más corto y el cuerpo más
redondeado, aunque el fondo del instrumento, como en la guitarra, es plano, al
igual que el del laúd y a diferencia del laúd barroco, con el que no tiene
parentesco, que está abombado.
Tiene doce cuerdas (seis pares): seis de tripa y seis entorchadas, aunque las
bandurrias modernas suelen montar los dos primeros pares metálicos y los cuatro
últimos pares entorchados.

Afinación Por parejas de cuerdas


SOL# SOL# DO# DO# FA# FA# si si mi mi la la
G# G# C# C# F# F# b b e e a a
Se usa en coros y en música popular. Es imprescindible en una tuna
universitaria y en orquestas de pulso y púa.
Banjo
Este instrumento procede de África occidental y fue
introducido en el siglo XIX en Estados Unidos, donde los
músicos negros explotaron sobre todo sus posibilidades
rítmicas. Hacia 1890 entra a formar parte de la música
dixieland.
Este instrumento da un sonido muy característico a las
bandas de country y jazz en sus distintas modalidades, y la
velocidad de pulsación de sus cuerdas varía de unos estilos a
otros, por ejemplo, en el bluegrass el ritmo es tan rápido que
causa admiración.
El banjo es un instrumento musical constituido por una caja
metálica, chata y circular, cubierta en la parte superior por un
pergamino y abierta en la inferior, con un largo mástil. El
número de cuerdas puede variar de cuatro a nueve, y se pulsan con un plectro o con
los dedos.
El banjo constituye una familia compuesta de varios tipos que se diferencian
por el número de sus cuerdas y afinación peculiar.
De 4 cuerdas:
Banjo tenor C, G, D, A
Banjo D, B, G, C
Banjo D, B, G, D
Banjo A, D, G, C
Banjo D, B, G, B
Banjo E, B, G, D
De 5 cuerdas:
Banjo D, B, G, C, G --> Re-D Si-B Sol-G Do-C Sol-G
Banjo D, B, G, B, A
De 6 cuerdas:
Banjo E, A, D, G, B, E
A diferencia de los demás instrumentos de la familia de la guitarra, la caja
armónica del banjo tiene en su parte superior una membrana de cuero. El cuerpo del
instrumento es igual que el de los tambores, y sobre éste se tensa la membrana. La
parte inferior del cilindro permanece abierta.
De este modo, con la membrana tensa y la caja armónica abierta se
incrementa el sonido producido por las cuerdas, ya que una mayor superficie
resonante mantiene el contacto con el aire.
Este instrumento da un sonido muy característico a las bandas de country y
jazz en sus distintas modalidades, y la velocidad de pulsación de sus cuerdas varía de
unos estilos a otros, por ejemplo, en el bluegrass el ritmo es tan rápido que causa
admiración.

Balalaica
La balalaica (en ruso: балала́йка) es un instrumento
musical ruso de cuerda de la familia del laúd. No se conoce
el origen exacto de la balalaica.
Tiene un cuerpo triangular, casi plano, con una
pequeña boca de resonancia cerca del vértice superior de la
tapa, un mástil largo y estrecho y tres cuerdas de metal o
tripa que suelen pulsarse con los dedos (algunas veces se
utiliza un plectro de piel para las cuerdas metálicas).
Los trastes en balalaicas anteriores fueron hechos de tripa animal y atados al
cuello de modo que pudieran ser ajustadas por el músico a voluntad.
Charango
El charango es un instrumento de origen europeo,
descendiente de la antigua guitarrilla europea, muy similar
al "timple" o "tiple" de las Islas Canarias. Es muy usada por
mestizos e indios de Salta y Jujuy.
Este instrumento musical actualmente se erradica en
las regiones altiplánicas de la Cordillera de Los Andes en
América del Sur. Se remonta al siglo XVIII en Potosí,
(Bolivia), como una adaptación indígena de la vihuela
española, desde donde se expandió al resto de Sudamerica y
el mundo.
Consta de: Paleta, clavijero, diapasón, sejilla,
trastes, casilla, boca, tapa armónica, cuerdas y puente.
Las cuerdas al aire dan la sensación de un acorde mayor con 6ta. agregada,
pues suele usarse la siguiente afinación: sol4 - do3  - mi4 (octavado) - la4 - mi5 (las
notas de un acorde de Do Mayor con 6ta. agregada).
La caja puede estar hecha con  un caparazón de quirquincho, mulita, o
gualacete (armadillos), o de madera con el fondo combado, imitando la forma del
caparazón de los armadillos; y se adapta a la forma de ocho de la tapa armónica.
El charango acompaña o ejecuta la mayor parte de la música mestiza del norte
argentino: carnavalitos, bailecitos, huaynitos, cuecas, yaravíes. Es muy apto para
realizar o acompañar melodías pentáfonas puras.
Citara
La cítara es un instrumento de cuerda
Instrumentos de cuerda pulsada.
También se denomina así a un antiguo
instrumento de cuerdas metálicas
punteadas, afinadas de a pares (como el
laúd) pero con la parte posterior plana
como la guitarra. (Justamente el nombre
guitarra proviene de cítara). Un nombre más antiguo es el italiano cítole (a pesar de
que D. G. Rossetti en su poema "La doncella elegida" infiere que son instrumentos
diferentes). Otra designación inglesa como gittern aparentemente no se refiere a la
cítara sino que es un antiguo nombre inglés de la guitarra (u otro instrumento muy
parecido).
La cítara también es un instrumento de cuerda que se sostiene sobre las
rodillas o en una mesa y que se puntea. Algunas cuerdas pueden ser pisadas (como en
la guitarra actual) y otras tienen altura fija y son usadas para acompañamiento. Es un
instrumento folclórico de Europa Central.
Modernamente tiene forma trapezoidal y el número de sus cuerdas varía de 20
a 30. Se toca con una púa. Es de un tamaño superior al violín aunque existen diversos
tamaños.
Clavicordio
El clavicordio (en inglés
clavichord) es un instrumento musical
europeo de teclado, de cuerda percutida y
sonido muy quedo. Este instrumento no se
debe confundir con el clave (harpsichord,
clavecín, clavicémbalo, clavicímbano),
espineta o virginal.
Las teclas del clavicordio son simples palancas; cuando se hunde una de ellas
se percute la cuerda con una pequeña púa de metal ("tangente") insertada en el
extremo contrario de la tecla. Esta tangente determina la afinación de la cuerda al
dividirla en su longitud. La longitud de la cuerda entre el puente y la tangente
determina la altura (afinación) del sonido. Una de las dos partes de la cuerda dividida
no suena porque está en contacto con una faja de fieltro.
A partir del mecanismo del clavicordio, que permite tocar con diferentes
dinámicas entre el piano (suave) y el forte (fuerte), los italianos crearon el pianoforte
(el actual piano) que desplazó a sus dos antecesores: el clavicordio y el clave.
Como las cuerdas vibran desde el puente sólo hasta donde se aplicó el
martillo, se pueden asignar varias teclas con sus respectivos martillos a la misma
cuerda (como en el monocordio). A este sistema se le llama "clavicordio trasteado"
(fretted clavichord). Esta técnica simplifica la construcción (debido a que se
requieren menos cuerdas) pero limita las habilidades del instrumento ya que en cada
cuerda sólo se puede ejecutar una altura (nota) a la vez. Por eso era muy raro que se le
asignaran más de dos notas a cada cuerda. Generalmente para compartir una misma
cuerda se elegían pares de notas que en esa época nunca se oían juntas (por ejemplo
el do y el do#).
Aunque casi cualquier música escrita para clave, piano u órgano se puede
tocar con clavicordio, su sonido es demasiado tenue como para tocar en ensambles de
cámara. Carl Philipp Emmanuel Bach (el hijo de Johann Sebastian Bach) fue un gran
compositor de obras para clavicordio.
El clavinet —que se usaba en la música funk y en el rock desde los años
cincuenta— era básicamente un clavicordio eléctrico que utilizaba una cápsula
magnética para generar una señal eléctrica amplificable.

Contrabajo
Sus orígenes se remontan al siglo XVI, época en la que ya existía un
instrumento llamado violone del cual parece derivar. Sin
embargo, hasta el siglo XIX no adoptó la forma y las
características actuales, una combinación de elementos propios
del violín y de la viola. También durante ese siglo se incorporó
definitivamente a la orquesta, en la que desempeñaba un papel
secundario: se limitaba a reforzar la parte del violonchelo. Las
dificultades de la interpretación derivadas de su gran envergadura
limitaron su salto a los escenarios. A pesar de todo, a finales del
siglo XVIII y durante todo el siglo siguiente algunos
compositores depositaron su confianza en el instrumento, que se
fue ganando el respeto de músicos y de público. Hubo que esperar
a la segunda mitad del siglo XX para asistir al verdadero auge del contrabajo de la
mano de instrumentistas, pedagogos y, sobre todo, del jazz, que brindó la oportunidad
de lucirse en solitario y posibilitó la adopción de nuevas técnicas interpretativas.
Está compuesto por: Mástil, tabla de armonía, ese y cordal.
La música para contrabajo se escribe en clave de fa. Para facilitar la lectura,
las notas se escriben una octava más aguda que su sonido real.
El contrabajo es un instrumento musical de la familia de las cuerdas, de
voluminoso tamaño. Tiene generalmente cuatro cuerdas, afinadas por cuartas
ascendentes, (Mi-La-Re-Sol, desde la 4ª cuerda, más grave, a la 1ª, más aguda),
aunque también los hay de cinco, en los que la quinta cuerda se afina en un Do o Si
más grave que la cuarta cuerda.
Hasta el siglo XIX no adoptó la forma y las características actuales, una
combinación de elementos propios del violín y de la viola. También durante ese siglo
se incorporó definitivamente a la orquesta, en la que desempeñaba un papel
secundario: se limitaba a reforzar la parte del violonchelo. Las dificultades de la
interpretación derivadas de su gran envergadura limitaron su salto a los escenarios. A
pesar de todo, a finales del siglo XVIII y durante todo el siglo siguiente algunos
compositores depositaron su confianza en el instrumento, que se fue ganando el
respeto de músicos y de público. Hubo que esperar a la segunda mitad del siglo XX
para asistir al verdadero auge del contrabajo de la mano de instrumentistas,
pedagogos y, sobre todo, del jazz, que brindó la oportunidad de lucirse en solitario y
posibilitó la adopción de nuevas técnicas interpretativas.
El protagonismo que se le había negado en la orquesta, donde durante décadas
tuvo un papel secundario, le era ahora entregado sin reservas, de modo que los solos
pasaron a ser parte habitual en las actuaciones. Hoy en día, el contrabajo destaca por
su adaptación a todos los estilos musicales. Rock, psychobilly, jazz, tango, clásica…
cada ámbito se lo ha apropiado y ha desarrollado técnicas de ejecución particulares.
Sin embargo, la adopción del contrabajo acústico por parte de los intérpretes de rock
puede calificarse de efímera o, en cualquier caso, minoritaria. La irrupción del bajo
eléctrico en el panorama musical a mediados de la década de 1950 dio paso a nuevas
técnicas, estilos y formas que se adaptaban mejor a ese tipo de música.
Cuatro
El Cuatro es un instrumento musical típicamente
venezolano, de origen llanero, que consta como
lo indica su nombre de cuatro cuerdas, las cuales
pueden ser de tripa o de nylon, y que se
denominan de izquierda a derecha: cuarta,
segunda, primera y tercera, pero que
musicalmente le corresponde, los nombres de:
LA, RE, FA# y SI.
Tiene sus orígenes muy remotos. Aparece en
grabados Iraníes y Cretenses en forma ovoidal y cuadrado. Hay quienes afirman que
existía para el año tres mil a. J.C., porque se han encontrado instrumentos similares
en Egipto los que a su vez son derivados de instrumentos caldeo-asirios. Se le ve
aparecer en España a comienzos del siglo XVI con cuatro órdenes. Posteriormente el
Maestro Salinas -Maestro de capilla de los Reyes Católicos - le añade la quinta
cuerda y, Vicente Espinel -quien estableció la forma estrófica actual de la décima- le
agrega la sexta cuerda a comienzos del siglo XVII (conocida como bordon o espinela)
dando origen a la guitarra de hoy.
Cabeza: Constituida por una pieza de madera incrustada al diapasón de la
cabeza y es donde van colocadas la clavijas.
Diapasón: pequeña horquilla de dos puntas utilizada por los músicos para
obtener, al golpearla, un sonido o tono fijo con el que se afinan los instrumentos. Se
fabrica con una aleación de cromo, níquel y acero. Produce un sonido puro, casi sin
armónicos, que no varía con los cambios de temperatura. Los diapasones que no dan
el tono preciso pueden mejorarse limándolos con cuidado. En experimentos físicos y
acústicos se utiliza también el diapasón, a veces con caja de resonancia. Fue
inventado en 1711 por el trompetista y flautista inglés John Shore. En tiempos
recientes se han fabricado diapasones electrónicos que sintetizan la curva sinusoidal
pura. Éstos tienen la ventaja de producir cualquier frecuencia, mientras que el
tradicional sólo vibra en una. La mayoría de los diapasones se afina en la = 440 Hz
(la 4).
Caja armónica: Parte exterior de madera que cubre algunos instrumentos;
cuerpo hueco de madera que forma parte principal de los instrumentos de cuerda
Clavija: Pieza pequeña de madera o metal que se utiliza para tensar las
cuerdas de un instrumento musical. Apretar las clavijas, reprenderle o exigirle con
severidad el cumplimiento de su deber.
Cejuela: Pieza e madera o hueso que separa el diapasón de la cabeza y es
donde encajan las cuerdas del instrumento.
Traste: Es una serie de divisiones formadas por piezas lineales ya sea de
metal o de madera y al espacio que existe entre una y otra división se llama traste.
Barras: son las divisiones perpendiculares a las cuerdas que se encuentran en
el diapasón del cuatro generalmente son de metal y separan a los trastes.
Tapa: Pieza que cierra por la parte superior al cuatro
Boca: es la abertura u orificio del cuatro para reflejar o aumentar el sonido.
Cuerdas: Hilo hecho de tripa de carnero, a veces envuelta por alambre en
hélice, que, por vibración, produce los sonidos en ciertos instrumentos músicos, que
en la actualidad se fabrican de nailon
Puente: tablilla que mantiene levantadas las cuerdas del cuatro y de otros
instrumentos de cuerda.
Hay varias maneras de afinar el Cuatro, pero lo más práctico es acostumbrar
el oído al sonido de las cuerdas al aire, es decir, sin que las pise ningún dedo de la
mano izquierda, cuyos sonidos, al pulsar cuerda por cuerda con el pulgar de la mano
derecha, debe ser lo que el vulgo ha dado en llamar:
CAM – BUR – PIN – TON
Técnicamente lo indicado sería valerse de un diapasón, de voz o cualquier
instrumento que dé el LA natural que corresponde a la cuerda 4a pulsada al aire, pero
en su defecto se procederá del modo siguiente:
Se aflojará la 4a cuerda hasta que no produzca ningún sonido, luego se irá
templando poco a poco hasta que produzca un sonido claro, en esta forma se
considerará ya afinada esta cuerda; pasando a afinar la 2a o RE, que después de
aflojarla, lo mismo que se hizo con la anterior, se irá subiendo poco a poco hasta que
esta cuerda tocada al aire, produzca el mismo sonido que el de la 4a, pisada en el
quinto traste; para afinar la Primera o FA sostenido, debe pisarse la 2a en el 4o traste,
que pulsada debe producir el mismo sonido que el de la Primera al aire; y por último
para afinar la 3a o SI, debe pisarse la 4a, en segundo traste, que tocada debe producir
el mismo sonido que el de la 3a al aire. Como podrá observarse, este procedimiento
resulta algo engorroso y aconsejamos emplearlo más bien para rectificar o chequear
la afinación hecha por oído.
Algunas de las afinaciones normales antiguas del cuatro son La, Re, Fa#, Si, y
Sol, Do, Mi, La en formas ascendentes. Las cuerdas que usaba el cuatrista popular
venezolano eran de dudosa calidad, construidas de tripas de animales. Por un motivo
mecánico-económico el venezolano cambia la afinación para cuatro rasgueado.
Los materiales utilizados para la construcción de este instrumento son
básicamente madera para la caja y el cuello, metal para los trastes y clavijas y nylon
para las cuerdas. Las maderas pueden variar en cuanto a su calidad, comenzando por
el cedrillo, pasando por el cedro y la caoba. Como todo instrumento, existen
ejemplares de acabado artístico que sólo son hechos por encargo y con las maderas
más finas. Inclusive, se ha llegado a experimentar la fabricación de cuatros usando
resinas plásticas y fibra de vidrio, pero éstos no son comunes en el comercio.
Se usa en la ejecución de ritmos venezolanos entre los que más se destacan
están: el orquídea, el joropo, el merengue venezolano, la gaita, el vals y el aguinaldo.
El cuatro es parte inseparable de los conjuntos típicos de música llanera, junto con el
arpa llanera (o bandola, según el caso) y las maracas. Suele tener una función de
acompañamiento, aunque también puede ocupar un puesto de solista, como
instrumento de concierto, en algunos casos (por lo general, fuera del ámbito de la ya
mencionada música llanera).
Su importancia consiste en que es un instrumento utilizado en la mayoría de
las manifestaciones musicales, junto con el arpa y las maracas forman los
instrumentos folklóricos del país; También por que son los tradicionales, los que
tocaban nuestros ancestro; además los instrumentos de cuerda, son muy gratos al
oído; pues han sido los grupos musicales que nos han agregado la vida. Se puede
decir también que es n instrumento económico y fácil de tocar.
El cuatro. Podemos llamarle el baluarte de nuestro folklore autóctono
venezolano ya que es uno de los elementos principales que identifica nuestra
tradición por su trascendencia social y cultural.

Espineta
La espineta lleva su nombre del
constructor italiano Giovanni Spinetti, que
residía en Venecia durante la segunda
mitad del 1400 y que fue uno de los
primeros fabricantes (ya que se conocen
instrumentos parecidos en Italia en el
1300. Su máximo esplendor se sitúa en el
1500 y el 1600. Existen espinetas de dos teclados, que se colocan uno sobresaliendo
por debajo del otro (como en el órgano).
Es el instrumento con el que el compositor italiano Giuseppe Verdi se inició
en la música.
Al igual que en el clave, a cada orden (tecla) le corresponde una sola cuerda.
Su mecanismo consistía en una serie de palancas verticales provistas de plectros
(puntas de pluma), las cuales percutían las cuerdas bajo la presión de los dedos sobre
las teclas. Las cuerdas son cortas y dispuestas en diagonal dentro de la caja.

Guitarra
Sus orígenes no son muy claros, numerosos
instrumentos del mismo tipo eran utilizados en la
antigüedad, se han descubierto representaciones en
bajorrelieves asirios e hititas que se remontan a 1000 años
antes de nuestra era. No obstante, el nombre de guitarra
provendría de instrumentos sin mango (kettarah) y esto ha
dado lugar a suponer que la guitarra deriva de las cítaras
griegas y romanas, a las cuales se les habría adjuntado un
mango al comienzo de nuestra era.
Sea como sea desde los siglos XI o XII existen dos
tipos de "guitarres" o " guiternes": la morisca de forma ovalada emparentada con la
mondora (siglos XIV-XVIII) y con la familia de las laudes, así como con la
mandolina; la latina (guitarra latina) de fondo plano, como la guitarra actual con lados
y perfiles que unen la tapa con el fondo. La primera irá a favor de origen oriental (una
especie de laúd asirio, pasando por Pérsia y Arabia, habría conquistado España sobre
la dominación árabe); la segunda, a favor de un origen greco-latino. Uno y otro tipo
están representados en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el
sabio (1270). En el siglo XIV, Macheau y Eustache Deschamps citan la "guiterna" sin
precisar el tipo, pero parece que se trata de la guitarra "latina" pues su hermana
moresca había derivado en la "mandora".
En siglo XVI aparece una literatura muy rica cuya gran producción se centra
en España.En esta época aparece una guitarra de cinco cuerdas cuya aportación se
debe al poeta y músico andaluz Vicente Martínez Espiel, nacido en Ronda (Málaga)
en el año 1550.
El portugués Nicola Doici de Velasco, publicó, en el año 1630 su Nuevo
método por cifra para tañer guitarra de cinco cuerdas, el más antiguo de cuantos se
conocen, y en el cual se da un mensaje extraordinario: " En Francia, Italia y demás
países, a la guitarra se le llama española desde que Espinel puso la quinta cuerda,
quedando tan perfecta como el laúd, al arpa, la tiorba y el clavicordio y aún más
abundante que éstos".
La guitarra adquirió gran importancia debido a la aportación de Gaspar Sanz,
(1640-1710) compositor aragonés que gracias a su obra" Instrucción de música sobre
la guitarra española"supuso un gran aporte a la guitarra barroca. El siglo XVIII trajo
consigo gran evolución en la guitarra. Tal vez la modificación más transcendente fue
con la aparición de la sexta cuerda.
En el año 1760, fray Miguel García, conocido como el padre Basilio, presentó
por vez primera una guitarra de seis cuerdas, siendo éste el primer músico en escribir
música para guitarra en notación musical moderna.
Como consecuencia del enriquecimiento musical que adquirió la guitarra de
seis cuerdas, al final del siglo XVIII aparecieron grandes concertistas en el arte de
tañer la guitarra como: Fernando Carulli (1770-1849), gran clásico de la guitarra, que
compuso más de trescientas obras y escribió un tratado de armonía, publicado en el
año 1825.
Dionisio Aguado (1778-1849) gran estudioso de la digitación, nació en
Madrid y fue discípulo del padre Basilio; su método aún está en vigor.
Fernando Sor (1778-1839) catalán, dió prestigio universal a la guitarra; se le llamaba
el "Beethoven" del instrumento.
Francisco Tárrega (1854-1909) nació en Castellón. Demostró por primera vez
todas las posibilidades musicales de la guitarra, sus composiciones son de una
armonización magnífica y movió a los músicos más importantes a componer para
guitarra. Los conocimientos que Tárrega extrajo de la guitarra fueron recogidos y
ampliados por el más ilustre maestro de nuestros tiempos Andrés Segovia, (1893-
1987)que nació en Linares (Jaén), con su gran talento y amor a la guitarra, llevó la
guitarra a todos los conservatorios del mundo y las grandes salas de conciertos.
En el siglo XIX pese a la gran evolución que experimentó la guitarra respecto a su
construcción, su aspecto musical quedó afectado por la crisis ocasionada por la
aparición del piano, instrumento que se tomó como patrón y entonces rara vez se le
veía donde hubiera música seria y tocar la guitarra quedó relegado a una actividad de
pasatiempo. Desde estos tiempos en que el lugar más frecuente de ver una guitarra era
la taberna hasta nuestros días observamos como la evolución ha sido asombrosa y ha
hecho de la guitarra un instrumento imprescindible en el arte flamenco:
acompañamiento al cante, al baile y como instrumento solista para el concierto.
A finales del siglo XX se encuentran nombres como, Paco de Lucia, Manolo
Sanlúcar, Manuel Cano, Juan Manuel Cañizares etc... guitarristas que han hecho que
este instrumento sea conocido a nivel popular en todo el mundo.
Clavijero,Cejilla (también cejuela o puente superior),Clavija,Trastes ,Tensor ,
el mástil , Marcadores de posición, Diapasón, Cuello, Caja (clásica) o cuerpo
(eléctrica), Pastillas o micrófonos, Perillas o controles de volumen y tono, Puente,
Protector o golpeador , Tapa ,Tapa armónica, Aro, Roseta, Oído o boca, Cuerdas,
Mástil .
Algunas guitarras poseen más de un diapasón (máximo conocido 5 mástiles) o
sobrepasan las 7 cuerdas.
Las cuerdas de la guitarra se nombran de abajo hacia arriba —desde las más
agudas a las más graves— con números ordinales: primera cuerda o cuerda prima,
segunda cuerda, tercera cuerda, etc. También se las conoce con el nombre de su nota
de afinación —como se hace también en los violines, violas, violonchelos y
contrabajos—: la cuerda mi4 —la primera cuerda—, la cuerda si3 —la segunda—, sol3
—la tercera—, re3 —la cuarta—, la2 —la quinta— y mi2 —la sexta— siendo el do4 la
nota central de un piano. En algunas obras el compositor pide al guitarrista que baje
dos semitonos, o un tono, la sexta cuerda —desde el mi2 al re2—.
En las partituras las cuerdas se nombran con números romanos: I, II, III, IV, V
y VI. Las obras para guitarra se escriben en clave de sol, transpuestas una octava más
aguda como si la guitarra fuera un instrumento más agudo: el mi4 de la primera
cuerda al aire se escribe como si fuera un mi5 —el mi del cuarto espacio del
pentagrama con clave de sol, contado de abajo hacia arriba—.
A las tres cuerdas más graves —la cuarta, quinta y sexta cuerda y,
particularmente, a esta última— se las llama "bordonas", mientras que "bordonear" es
la ejecución de un bajo acompañante de una obra de música.
También se cambian las tonalidades de las cuerdas poniendo una cejilla que se
sitúa un traste más alto por cada semitono que se quiera aumentar. Por ejemplo si se
coloca una cejilla en el primer traste la afinación sería la siguiente: Fa4, la#3, re#3,
sol#3, Do2 y Fa2 "por que las notas Mi y Si No Tienen sostenidos"
La guitarra de diez cuerdas es como la suma de una guitarra común de seis
cuerdas y un contrabajo —afinado normalmente: sol2, re2, la1 y mi1—.
*Cedro de Honduras. Madera de gran estabilidad y escaso peso. Con ella se
fabrica el mástil, la pala, el zoque y la culata. Además es muy apropiada para
construir los junquillos de unión de los aros.
*Palosanto de la India. Es una madera muy apreciada para la construcción de
la caja y los fondos. Su acabado es elegante y lustroso.
*Cedro del Canadá. Madera de uso obligado junto con el pino abeto alemán
para la construcción de la tapa armónica. Su elección es muy importante de cara a
obtener unos buenos resultados de sonoridad del instrumento. Su veteado ha de ser
uniforme y la distancia entre vetas nunca deberá de superar el milímetro para
instrumentos de 1ª calidad.
*Ébano. Madera muy estable y de gran belleza en acabos. Se útiliza para
fabricar el diapasón y en muchos casos el puente y la lámina de remate de la pala.
Generalmente en las tres piezas, por razones estéticas, suele emplearse un mismo
material.
*Pinoabeto alemán. Es una madera blanda de grandes cualidades acústicas,
por lo es empleada en muchas ocasiones como tapa armónica y en la mayoría de las
guitarras, para fabricar todo el sistema de varetas y costillas del instrumento.
*Sicomoro. Es una madera muy blanca que se emplea laminada para fabricar
remates y vivos. Se trabaja en distintos espesores que no suelen superar el milímetro
y con acabados tanto al natural como teñida en diferentes colores. Con ella se
fabrican los filetes y suele utilizarse, a modo de resalte, bajo la chapa de ébano que
remata la pala.
*Tiras de remate. Empleadas para rematar los filetes en su canto exterior al
tiempo que protegen las aristas de la caja del instrumento. Por ello suelen ser maderas
con una cierta densidad y dureza pero además, lo suficientemente dúctiles para poder
ser dobladas.
La guitarra puede ser utilizada en un amplio repertorio en el mundo entero,
que va desde lo clásico hasta la música popular.

Kinkulkáwe
Arco musical de los mapuche cuyos últimos
ejecutantes han desaparecido recientemente o son
ancianos. Es organológicamente similar al arco
chaquense, con la diferencia que cada uno de sus
piezas era una costilla de potro. Sus cuerdas se
frotaban con carbón o ceniza para aumentar el efecto
sonoro durante la frotación.

Koólo
 Fue, hasta la muerte de sus últimos ejecutantes en la
década pasada, la variedad tehuelche del arco musical.
Constaba de un arco de madera de calafate de hasta 60 cm de
largo, que se frotaba con un trozo de hueso de cóndor o de
avestruz que antiguamente solía presentar dibujos incisos y
mucho más raramente perforaciones.
Laud
El laúd (del árabe al-ud) es un instrumento de
cuerda pulsada cuyo origen se remonta a la Edad Media.
Tiene una forma parecida a la bandurria, pese a que su
caja de resonancia es de un tamaño mayor y su sonido
algo más grave.
Fue muy utilizado entre los siglos XIV y XVIII y ha
resurgido en el siglo XX.
Por extensión, también se designa laúd a todo
instrumento en el que las cuerdas se sitúan en un plano
paralelo a la caja a lo largo de un mástil saliente.
Cabeza , Clavijas , Cejuelas , Trastes , Mástil , Diapasón , Caja de resonancia
Boca , Cuerdas , Puente ,Cordal .
Su afinación se corresponde con la afinación actual del laúd, aunque este
último se afina una octava más baja (al igual que le ocurre a la guitarra) Las cuerdas,
que son dobles, se afinan con las siguientes notas, de la cuerda más aguda a la más
grave: la, mi, si, fa#, do# y sol#. Como se puede observar, la afinación va por cuartas
justas.
Los laúdes tenían cuerdas de tripa de cordero. Sabemos que para calcular la
afinación óptima de un instrumento la cuerda esencial es la más aguda, la prima. A
partir de ella el músico afinará el resto del instrumento y los violeros concebirán sus
laúdes en función de las cuerdas existentes. La elección de la prima es delicada:
demasiado fina da un sonido hueco y demasiado gruesa pierde claridad y brillo. John
Dowland aconseja en 1.610 escoger cuidadosamente las cuerdas agudas, pues son las
más improtantes; pide que se elijan bellas y transparentes, mas no demasiado finas
pues son falsas y no tienen buen sonido. Tras años de experiencia se han llegado a la
utilización de primas de tripa de un diámetro comprendido entre 0.35 y 0.48 mm. Los
instrumentos pequeños suenan menos con las más finas, pero si la talla aumenta, se
siente la necesidad de usar primas más gruesas. Para dar la misma impresión de
tensión bajo los dedos, un laúd grande precisa más tensión que uno menor.
Actualmente se suelen tender los laúdes oscilando entre 2.5 kg. para los pequeños y 5
kg. para las teorbas y laúdes bajos.

Lira
Lyra o la lira. el instrumento más antiguo del mundo, ya
era tocado en la civilización sumeria, hace 5.000 años para
deleitar a la realeza de las ciudades estado.
       En la mitología griega, la lira fue inventada por
Hermes cuando aún era un niño regalándosela
posteriormente a su hermanastro Apolo, el dios de la
música a quien se asoció para siempre.

Mandolina
A finales del siglo XVI, en Italia, aparece el
instrumento conocido como mandola, precursor
de la mandolina. El término mandolino, nombre
italiano del instrumento, se cita por vez primera
en 1634, refiriéndose, según parece, a una
variante de la mandola, de menor tamaño. Durante
el siglo XVII se fabricaron mandolinas en Italia; en
el Museo Stradivariano de Crema se conservan los
patrones de construcción de varias mandolinas, con anotaciones a mano del propio
Antonio Stradivari, el famoso constructor de violines.
A partir de finales del siglo XVII, muchos grandes compositores comienzan a
utilizar la mandolina en sus obras: es el caso de Antonio Vivaldi (1678-1741),quien
compuso obras para mandolina y orquesta; Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791),
quien la utilizó en su ópera Don Giovanni, Ludwig van Beethoven(1770-1827) o
Nicolo Paganini (1782-1840).
A. Mástil. Se compone de: 1. Cabeza: Donde se pone el clavijero. 2.
Clavijero: Donde están las clavijas que sostienen y con que se afinan las cuerdas. 3.
Hueso superior o cejuela: Pieza de hueso donde comienza la longitud vibrante de las
cuerdas y determina su separación. 4. Diapasón: Parte de la bandola donde se pisan
las cuerdas, conformada por los trastes. 5. Mástil: Donde se apoya el dedo pulgar de
la mano izquierda y se ubica el diapasón. 6. Tacón: Unión posterior entre el brazo y la
caja armónica. B. Caja armónica: 7. Boca: Agujero redondo u ovalado por donde se
proyecta el sonido. 8. Tapa superior o armónica: La que vibra para producir el sonido.
9. Aros: Franja de madera que forma el contorno del instrumento y une la tapa
superior con la inferior. 10. Tapa posterior o inferior: Cumple una función estructural
de sostener la tensión dada por la afinación de las cuerdas. 11. Puente o pontezuela:
Pieza de madera donde se ubica el hueso que en donde se apoyan las cuerdas. 12.
Hueso: Es el punto donde se apoyan las cuerdas y donde termina la longitud vibrante
de las cuerdas. 13. Tiracuerdas: Pieza de madera dura donde se aseguran las cuerdas.
Se ubica en la rabiza del instrumento.
La forma de afinar la madolina es la del violín, es decir, la siguiente: Sol, Re,
La y Mi, siendo Mi la más aguda y Sol la más grave. La sucesión se da por intervalos
de quinta justa entre una cuerda y otra.
Actualmente, la mandolina está muy extendida en la música folk británica e
irlandesa, en la música country y bluegrass de Estados Unidos, y en el choro y la
samba brasileños. También se encuentra en algunos conjuntos de música tradicional
portuguesa, mientras que en España ha sido desplazada por la bandurria y no es
frecuente su uso en la música tradicional. En México , durante años fue la primera
voz de los conjuntos estudiantiles llamados Tunas o estudiantinas (de origen español),
pero en la actualidad ha sido reemplazada por un instrumento similar (cuatro ordenes
de tres cuerdas afinadas igual que el violín) llamado Tricordio. Se encuentra también
en los conjuntos folclóricos de algunos países latinoamericanos, sobre todo de Chile,
Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela.

Mbaraká
    Con ese termino los guaraníes de Misiones designaron a la guitarra.
    Los acostumbran utilizar hoy en sus ceremonias religiosas guitarras de
fábrica a las que siempre quitan la sexta cuerda, buscando seguramente mantener las
características del instrumento que llegó a sus manos -tal vez por medio de los
jesuitas, antes de 1800- cuando todavía poseía sólo cinco cuerdas.

Moodswinger
La Moodswinger es un instrumento de cuerda
creado por Yuri Landman. Aunque en apariencia es una
guitarra eléctrica, es en realidad una cítara, ya que no
tiene traste ni tampoco cuello. Se puede decir en
resumen que es una cítara resonante de 12 cuerdas con
un tercer puente. La pastilla y electrónicas están
construidas hasta el cuello, al contrario del cuerpo que
poseen las guitarras eléctricas convencionales.
En marzo del 2006, Landman se contactó con la
banda americana Liars con quienes acordó fabricarles el
instrumento. Al cabo de dos meses fabricó dos copias de
la Moodswinger, una para el guitarrista/baterista Aaron Hemphill y otra para él
mismo.
Posee: Pastillas electrónicas, 12 cuerdas, puentes.
La afinación del Moodswinger es un círculo de quintas
E-A-D-G-C-F-A#-D-G#-C#-F#-B.
Monocordio
El monocordio es un instrumento largo en forma de flauta
larga interiormente cóncava con aberturas, dividida en nueve
partes grabadas con nueve letras del alfabeto, de arriba abajo
sobre las divisiones tiene una única cuerda de nervio, cuando
se la percute con una pluma o madera y la parte anterior con la
mano izquierda según las reglas del arte, permite ejecutar
todas las melodías inventadas; es un instrumento ...quod del
cual...<!—traducción bastante libre, mejorarla --> llevaban
casi todos los instrumentos cultos y los utilizados en la
enseñanza de la habilidad musical. Boecio (fol. 162, col. 3),
fue el primero que describió las investigaciones llevadas a
cabo con el instrumento.
Su caja de resonancia de forma piramidal, esta formada por 3 planchas de
madera de forma triangular muy alargada, con una sola cuerda de tripa.
En instrumentos posteriores se le añade una segunda cuerda afinada a una octava de
la anterior. Grabados posteriores muestran un pequeño puente móvil añadido que
mejoraba la transmisión de las vibraciones a la caja de resonancia. Según grabados de
la época, el instrumento debía medir 18 dm de largo, 12 dm para el cuerpo y 6 dm
para el mástil, con su base aproximadamente de 3 dm La cuerda de 16 dm de longitud
Dado que el instrumento solo dispone de una cuerda, el afinado consiste en
aplicarla una tensión que produzca la nota deseada de la escala.
Para el monocordio, se indica en diversas fuentes:
En un grabado del siglo XVI de autor desconocido, en Proportio cuadrupla a
88 Hz En un grabado del siglo XVI atribuido al filosofo inglés LFudd, C = Do = 384
Hz Según otros, en escala diatónica natural, C = Do = 256 Hz. Smits van
Waesberghe en 1953 tipificaba 17 procedimientos de división de este instrumento, -P.
Calo, Instrumentos del Pórtico de la Gloria vol.1 (2002) pág. 157 y 159-.
En el Diapasón, una vez fijada la nota base, desplazando el soporte deslizante
según los intervalos definidos por Pitágoras, se pueden fijar distintas longitudes de
cuerda cada una con diferente nota desde los tonos bajos a los altos.
El monocordio, es un instrumento musical de una sola cuerda que
acompañaba la monodia al unísono.

N’biké
 Laúd de mango, monocorde exclusivo de los
toba y pilagá. En los ejemplares más antiguos que se
han recolectado, su resonador y su mango estaban
realizados en una pieza de madera tallada. En los
actuales la caja de resonancia es un envase industrial de
hojalata de tamaño industrial que se somete a la acción
del fuego de modo que sus paredes se adelgacen y
resulte así mayor su amplificación sonora, y a la que se
practican de dos a ocho incisiones o agujeros a modo
"oídos". Posee un mango de madera, una cuerda de
cerda equina que se ata a la base del recipiente, un puente y una clavija. El arco de
frotación es una rama delgada. Las cuerdas se humedecen con saliva antes de la
ejecución.
Organistrum
El organistrum aparece en Europa en el siglo
XII, aunque algunos musicólogos como Curt Sachs
indican que ya existía en el siglo X. Otros indican
que puede haber tenido un origen árabe más antiguo
e incluso egipcio.
La primera referencia escrita se basa en una
obra acerca de su construcción Quomodo
[3]
organistrum construatur , aproximadamente
‘Cómo construir un organistrum’, atribuida al abad
Odón de Cluny (Eiusdem Oddonis, aprox. 900 d.C.),
que describe cómo ubicar las teclas a lo largo del
mástil para lograr una escala musical completa.
Debido a su complejidad mecánica y dificultad de ejecución, fue considerado
el instrumento musical culto por excelencia de amplia difusión en el entorno religioso
de la época medieval, como lo demuestra el hecho de que aparece representado en
multitud de manuscritos y en las catedrales románicas más importantes de la época.
Sus elementos principales son: caja de resonancia, cuerdas, manivela, cordal,
puente, rueda, teclado o clavijero, mástil y ceja.La caja de resonancia en forma de 8
con escotaduras, normalmente tiene ambas tapas planas en los modelos más
primitivos.
Elementos que conforman el organistrum.
Los modelos más antiguos utilizaban dos cuerdas. Los más comunes (del
siglo XII) disponían de tres cuerdas: una melódica o cantante (chanterelle en francés,
dallamhúr en húngaro) y dos drones colocados sobre un puente común, con las que se
obtenían simultáneamente la melodía principal con las dos voces acompañantes (a un
intervalo paralelo de quinta y octava ascendentes) definidas por el órganum básico.
Los drones producían un sonido grave y profundo. El Tractatus de música (1460) de
Paulus Paulirinus, que describe varios instrumentos, entre ellos el ysis, indica:
Ysis est instrumentum in modum rótae
introrsus habens cordas nervales grossas et fortes.
El Ysis es un instrumento en modo roto; dentro tiene cuerdas de nervio
gruesas y fuertes.
Lo más probable es que se utilizaran cuerdas de tripa retorcida de animal.
El teclado, constituye una innovación mecánica y un gran avance que facilita
aprender e interpretar música escrita.
Manejando las teclas y tangentes del teclado, distribuidas según los intervalos
definidos por Pitágoras, se modifica la longitud vibrante de las cuerdas, obteniéndose
una octava diatónica cromática.
La rueda es una innovación mecánica introducida en los instrumentos
musicales medievales. Gira mediante la acción de una manivela y frota las cuerdas,
generando un sonido continuo.
El órganum básico, se describe como la superposición paralela de quinta
ascendente, octava ascendente y cuarta descendente, que corresponde a do-sol-do, por
lo que este debió ser el afinado del instrumento. La cuarta inferior equivale a una
quinta ascendente descendida una octava.
El afinado se basa en el acorde relativo en quintas y octava DG.

Acorde relativo

 La octava superior (más aguda) es el intervalo entre


alturas que se obtiene con una longitud de cuerda equivalente a 1/2 de la
inicial. Su frecuencia es 100% más alta (2/1) que la del sonido inicial.
 La quinta ascendente (o más aguda) es el intervalo entre alturas que se obtiene
con una longitud de cuerda equivalente a 2/3 de la inicial. Su frecuencia es un
50% más alta (3/2) que la del sonido inicial.
 La cuarta es el intervalo entre alturas que se obtiene con una longitud de
cuerda equivalente a 3/4 de la inicial. Su frecuencia es un 33,33% más alta
(4/3)que la del sonido fundamental.
Producía un sonido grave y de gran amplitud, muy adecuado para el
acompañamiento del coro y la polifonía.

Piano
El piano o pianoforte es un
instrumento musical clasificado como
instrumento de teclado de cuerdas
percutidas, según el sistema de
clasificación usado. Está formado por un
arpa cromática de cuerdas múltiples
accionada por un mecanismo de percusión
indirecta, a la que se le han añadido
apagadores. En la música occidental, el
piano permite tanto interpretación solista, como para la música de cámara, para el
acompañamiento o para ayudar a componer y ensayar.
El piano produce el sonido pulsando cuerdas de acero con martillos de fieltro.
Las vibraciones se transmiten a través de los puentes a la caja de resonancia.
La palabra piano es una forma abreviada de la palabra pianoforte, que es poco
usada salvo en el lenguaje formal, y deriva del nombre original en italiano del
instrumento: gravicèmbalo col piano e forte (literalmente clavecín con [sonidos]
suaves y fuertes). Esto se refiere a la capacidad del piano para producir notas en
diversos volúmenes dependiendo de cómo se presionan las teclas.
Como instrumento de cuerda con teclado, el piano es similar al clavicordio y
al clavecín. Estos tres instrumentos se diferencian en sus mecanismos de producción
del sonido. En un clavecín, las cuerdas son pinzadas por plectros. En un clavicordio,
las cuerdas son pulsadas por por pequeñas púas de metal (tangentes), que continúan
en contacto con la cuerda hasta que se deja de presionar la tecla. En un piano, las
teclas son pulsadas por martillos, que rebotan inmediatamente, dejando a la cuerda
vibrar libremente.
Bartolomeo Cristofori de Padua, Italia, inventó el primer pianoforte. Él lo
llamó gravicémbalo col piano e il forte. El nombre hace referencia a la capacidad del
instrumento de producir notas a diferentes volúmenes, dependiendo de la intensidad
de la presión sobre las teclas. No está enteramente claro cuándo construyó este
instrumento, pero un inventario hecho por los patrones de Cristofori, la familia de
Medici, indica la existencia de un instrumento temprano de Cristofori por el año
1701. Cristofori construyó solamente unos veinte pianofortes antes de morir en 1731;
los tres que han sobrevivido hasta hoy datan de la década de 1720.

Rabel
Con el nombre de rabel, rebec o rabeca se designa un
instrumento musical de cuerdas, de uso popular en Europa desde
la Edad Media, y emparentado con instrumentos similares de
origen árabe.
Este instrumento, clasificado como cordófono compuesto,
laúd de mango con tres cuerdas, es patrimonio exclusivo de los
mbyá, quienes lo denominan rabé o labé. Pasó a América en
manos de los jasuítas, adquiriendo entre los guaraníes el valor de un instrumento
propio. Hoy se construyen y se ejecutan en algunas aldeas mbyá. Su caja es de
madera de cedro tallada y encolada con sustancias gomosas producidas por frutas
silvestres o por flores.
Sus cuerdas pueden ser por cuerdas vegetales, tripa, cerda equina, pelo
femenino y más recientemente de nylon. Los ejecutantes son siempre varones. Se lo
emplea para acompañar distintos cantos danzas y juegos de destrezas.
Dado el carácter popular del rabel, existen varios nombres que designan a
instrumentos similares según el país e idioma: rebec, rebeck, rabab, rebeb en el norte
de África y oriente medio; fidel, fidula o viela, rebé, rabe, rebeca, rabeba e incluso
"giga" en numerosas citas de la Edad Media, en regiones de España se lo conoce así
mismo como arrabel, aunque este nombre designa también a un instrumento
totalmente diferente, de la familia de los idiófonos. En Cantabria y Asturias se le
llama también "bandurria". Y es en estos lugares, principalmente en Cantabria, donde
se toca este instrumento. Del Cáucaso derivan términos como fandir o feandir, que en
Europa se transforman en fidle o fidula.
Se conocen grabados, ilustraciones y referencias al rabel desde la Edad Media,
aunque es evidente que su origen es más remoto. Fue particularmente popular en los
siglos XV y XVI.
Si bien el número de cuerdas puede variar de una a tres, el número más común
es dos o tres. La afinación entre cuerdas es habitualmente de una quinta, aunque
-nuevamente- no existe un criterio universal. El rabel tenía originalmente un rango
tonal de soprano, como el violín, aunque posteriormente se desarrollaron también
modelos más grandes, lo que permitió a los compositores de la Baja Edad Media
escribir para conjuntos de rabels, de la misma forma que lo hacían para conjuntos de
otros instrumentos. Con el tiempo, la familia de los violines reemplazó al rabel, y el
instrumento fue poco usado a partir del Renacimiento. Permaneció sin embargo en
uso por maestros de danza hasta el Siglo XVIII, en muchos casos usado como
"instrumento de bolsillo" . A nivel popular, el instrumento se ha seguido utilizando en
música folclórica, especialmente en el este de Europa, donde es más común el
nombre de "rebec".

Requinto
El Requinto tiene séis cuerdas, es más pequeño que la guitarra clásica Europea
pero su tono es más alto. Difiere de algunos de sus primos en términos de sus
construcción ya que su interior es reforzado y su forma es más parecida a la guitarra
moderna.
El Requinto era ampliamente usado por toda Latina América, a pesar de que
sus técnicas de afinación, ejecución y cuerdas difieren de un país o región a otra.
Posee 12 cuerdas hechas de acero, distribuídas en cuatro órdenes triples. Se le
suele llamar Guitarro, Guitarro Primo ó Primo. Se usa para acompañar la música
andina venezolana. Su afinación es la de su similar colombiano, con la diferencia de
que la tercera cuerda de cada orden está afinada una octava más baja que las otras
dos. Otra afinación alterna es: Si, Fa#, Re, La. Sin embargo, en el primer orden todas
las cuerdas están afinadas igual y en los restantes órdenes, la tercera cuerda está
afinada una octava más baja. Curiosamente, esta última es la misma afinación (pero
en sentido inverso) del cuatro venezolano.

Turúmi
    Laúd de mango de cuatro cuerdas adoptado por los Churiguano-chané,
quienes lo llaman también miorí. Aunque este último término es deformación de la
palabra violín, se asemeja -por su tamaño y proporciones- a una viola. Su afinación
hace pensar en la viola ya que sus cuerdas guardan las mismas relaciones interválicas
que las del violín pero su altura absoluta suele ser una tercera más baja. Lo construye
tallando y excavando un trozo de madera de cedro logrando que el fondo, el arco, el
mango y el cabezal del instrumento sean de una sola pieza.
    El uso del turúmi se haya en franca decadencia.

Salterio
El Salterio es un Instrumento en el cual,
una varilla de madera golpea una cuerda creando
melodías (como en el caso de la celesta, cítara,
santur persa o qanun árabe) o bien un grupo de
cuerdas creando un acompañamiento rítmico.
En la música tradicional del norte de
Aragón, Navarra y País Vasco, el músico toca a
la vez el chiflo o txistu con la mano derecha
mientras que con la izquierda se toca el chicotén
(Aragón) o txun-txun (País Vasco y Navarra).

Sinfonía
Sinfonía, también conocida como Chifonía (fr: Chifonie, en: hurdy gurdy)
(del latín Symphonia y griego συμφωνíα), significa que une su sonido de forma
acorde.
En el contexto musical, es un instrumento de música medieval usado durante los
siglos XIII y XIV para acompañamiento del canto sacro que pertenece al grupo de los
Instrumentos de cuerda frotada.
Para la antigua Grecia, Symphonia indicaba la consonancia perfecta, es decir
la octava.
En el medioevo el termino Sinfonía era el opuesto a diafonía, la primera
indicaba consonancia, la segunda disonancia.
Pitágoras usó el término en el siglo VI adC para designar un instrumento,
mientras que su uso para referirse a un grupo de instrumentos funcionando al unísono
se encuentra en el siglo VI 'Hymni Homerica, ad Mercurium 51'.
A pesar de su uso en la Antigua Grecia, no hay evidencia del uso de estos
instrumentos en Mesopotámia durante el periodo Neo-Babilónico, donde podría haber
sido utilizado por Daniel, y su mención en el libro se toma generalmente como un
anacronismo.
Hay tres palabras griegas en el Libro de Daniel utilizadas en instrumentos
musicales que han sido consideradas como evidencia de su uso por el profeta.
Rowlings cita 'Symphonia' como usada durante el siglo II adC, aunque estudios
modernos indican un uso mucho más antiguo, aplicada a un instrumento especifico y
como termino que hacía referencia a un grupo de instrumentos tocados al unísono.
Symphonia o Chifonie se aplicó durante los siglos XIII y XIV a la zanfona,
especialmente en los países latinos. Symphonia fue aplicado por Praetorius a un
instrumento clasificado como clavicordio, spinet, regals y virginal, pero sin
determinar ninguna de sus características. La Sinfonía aparece citada en las epistolas
de Boncompagno de Signa (1230) con indicaciones para el juglar que la toca:
De liratore vel symphonatore: Litteras nostri sigili munimine roboratas
vestre duximus amicitie destinatas, rogantes ut latori presentium. E.
Remunerationem vice nostra sicut expedit conferatis, scientes quod hic novis
cantare cum lira et tangere mirabiliter symphoniam.
La zanfona también se menciona en El libro de Alexandre verso 1545 (s XIII)
y el Libro del Buen Amor versos 1233 y 1516 (1330 )
Una de las primeras representaciones conocidas de este instrumento es una
miniatura de la Cantiga 160 de las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio,
Códice de El Escorial (1221-1284).
Decae a lo largo del siglo XIV, como consecuencia del auge del Ars Nova,
cuyos ritmos melódicos no podía interpretar. Desaparece en el siglo XV, siendo
sustituido por la zanfona (fr. Chifonie, Viola de roue, en: hurdy gurdy).
Se utilizaba:
 En la liturgia religiosa dentro de los monasterios y catedrales.
 En canciones religiosas, Cantigas de Santa María (siglo XIII).
 Canciones profanas, tanto de amor como eróticas, Carmina Burana
(siglos XII y XIII)
SYMPHONATORE, Juglar que toca la sinfonía.
Debido su forma sencilla, modernamente ha sido reproducida profusamente
tanto por grupos profesionales, como por entusiastas particulares de este tipo de
música. A este instrumento se le considera sucesor del organistrum y antecesor de la
zanfona.
Es un instrumento de morfología rectangular. Se le considera una evolución
del organistrum, facilitando la movilidad y uso por una sola persona al disminuir su
tamaño prescindiendo de caja de resonancia independiente, función efectuada por la
caja del teclado. El sonido se produce mediante cuerdas frotadas por una rueda
accionada manualmente mediante una manivela.
Dispone de teclado, que facilita aprender e interpretar la música.
Una de las características que más la diferencia de otros instrumentos que
usan la rueda para generar sonido, es que esta se encuentra completamente contenida
dentro de la caja del teclado, posiblemente para hacer el instrumento mecánicamente
más robusto y facilitar el desplazamiento.
Normalmente tiene 1 cuerda melódica y 2 bordones.
Sus dimensiones aproximadas son:
Longitud total: 85 cm., Alto:15 cm., Ancho:18 cm., Longitud de
cuerda vibrante:62 cm.
Se le considera un instrumento de sonido bajo (grave).
Este instrumento no ha evolucionado con el tiempo, siendo sustituido en el
siglo XV por la zanfona, técnicamente más avanzada, fondo curvado como un laud y
mayor número de cuerdas.
 Caja de resonancia, su función la realiza la caja del teclado, plana por
ambas tapas.
 Rueda, al girar frota las cuerdas haciéndolas vibrar.
 Manivela, permite hacer girar manualmente la rueda.
 Teclado, dispone de teclas pulsadas con tangentes que permiten
modificar la longitud de las cuerdas, variando así la frecuencia del sonido; puede
ejecutar una escala diatónica. Las teclas vuelven a su posición por gravedad,
ayudadas por la vibración de las cuerdas.
 Cuerdas, posiblemente se utilizara el material habitual en la Edad
Media, tripa retorcida o nervio de animal, de aproximadamente 1 mm. de grueso para
la cuerda melodica y 0,6 mm. para los drones.
 Puente, de madera dura y fijado a la base; en la Edad Media todavía no
se conocía el puente móvil.
 Clavijas, permiten afinar el instrumento.
En Sinfonías primitivas, las teclas se distribuían siguiendo la Afinación
pitagórica, pero en instrumentos posteriores la afinación variaba ampliamente; para
adaptarse más fácilmente a otros instrumentos tocados al unisono el más común era el
Afinado justo, sistema de afinación en el que un intervalo, usualmente una octava, se
divide en siete pasos con la misma relación de frecuencia.
Además del afinado clásico mediante las clavijas, para lograr una entonación
y calidad de sonido apropiadas, tal como muestran diversas representaciones, se
utilizan dos técnicas, algodonado y shimming, relacionadas entre si ya que ambas
afectan a la geometría de las cuerdas del instrumento. En el algodonado, la superficie
de cada cuerda en contacto con la rueda, se envuelve en algodón impregnado en
resina que se distribuye uniformemente al girar la rueda. El algodón en la cuerda
melódica tiende a ser en pequeña cantidad y mayor en los drones.
Con el shimming, se puede ajustar la altura de cada cuerda, en especial las melódicas,
respecto a la rueda, añadiendo pequeños trozos de papel entre la cuerda y el puente.
Considerando que la Sinfonía desciende del organistrum, es lógico pensar que
su afinado para uso en el canto litúrgico sería similar a este instrumento, en organum
parallelo, es decir tocando en paralelo, a la octava, quinta y cuarta, añadiendo a la voz
principal, la voz organal. Una cuerda melódica en SOL, un bordón en sol una octava
por debajo y otro en re a la cuarta por debajo.
Debido al material de las cuerdas, la Sinfonía es un instrumento muy sensible
a los cambios de temperatura y humedad, por lo que precisa frecuentes afinaciones.
Sitar
El sitār es un instrumento musical indio-, de
cuerda pulsada, de arquitectura similar a la de la
guitarra, el laúd, el banjo, etc. Se identifica por su
sonido metalizado y sus glissandos.
El sitār es un instrumento versátil con sonido
delicado y brillante, apropiado para expresar el lento
desarrollo de los ragas así como para servir a la
interpretación virtuosa.
Se cree que fue introducido en India desde
Persia durante el periodo mogol (en persa se llama seh-
tar y tiene sólo tres cuerdas). Otros musicólogos
atribuyen su invención a Amir Jusru, importante músico cortesano musulmán del
siglo XIII.
Todas las cuerdas se pulsan con una púa (mizrab) o con el meñique. El sitār
tiene un total de 18 a 26 cuerdas de acero: 4 cuerdas para la melodía, 3 que
proporcionan el acompañamiento armónico y rítmico, y entre 11 y 19 cuerdas
afinables que vibran por simpatía y con su resonancia añaden cuerpo y textura al
sonido (aunque en ocasiones pueden ser pulsadas con el meñique).
El sitār es algo más pequeño que el antiguo vina, el otro instrumento de
cuerda importante de la India. Está fabricado con dura madera de teca. El mástil recto
lleva un diapasón mucho más ancho que el de la guitarra, con entre 16 y 20 trastes
móviles de latón o plata, de curva suave, que son colocados por el instrumentista
según el raga (modo melódico que se inspira en un tema poético) que vaya a
interpretar. En el extremo inferior del mástil posee una caja de resonancia de calabaza
curada. Algunos sitāres vienen con otra caja de resonancia más pequeña, también de
calabaza, situada debajo del extremo superior del mástil.
Trompa marina
La Trompa marina (En. tromba marina, marine
trumpet ; Fr. trompette marine; Ger. Marientrompete,
Trompetengeige, Nonnengeige or Trumscheit, Pol. tub
maryna) es un instrumento de cuerda de forma triangular o
trapezoidal usado en la Europa medieval y durante el
Renacimiento, fue popular en el s. XV sobreviviendo hasta el
s. XVIII.
Su nombre procede de su sonido similar al de la
trompeta y el parecido de su contorno a la trompeta marina
de la Edad Media. Se toca sin apretar las cuerdas;
obteniéndose un sonido natural, armonicos, pulsando
ligeramente con el pulgar en los puntos nodales.
Este instrumento se considera sucesor del
monocordio. Michael Praetorius (1618), en su obra
Syntagma_Musicum_Theatrum_Instromenturum (1620) muestra una serie de
instrumentos usados en los conciertos de teatro y entre ellos, XXI nº7 Trumfcheidf
(trompa marina) y nº 8 Scheidtholtt (monocordio).
En Alemania, cuando la trompeta era usada masivamente en las iglesias, las
monjas a menudo la sustituían por la trompa marina porque a las mujeres no les
estaba permitido tocar la trompeta - de ahí el nombre Nonnengeige (literalmente,
violin'monjas).
En Francia, la banda de la Grande Ecurie du Roi incluía cinco trompas
marinas y cornamusas, cuando su coste se contabilizó por primera vez en 1662; en
1666 el número había subido a seis.
El instrumento cae en desuso durante la primera mitad del s. XVIII, cuando
solo era utilizado por los músicos itinerantes y de calle.
En tiempos de Michael Praetorius (1618), su longitud era de aprox. 1,85 m. y
los tres lados de la base median 18 cm., disminuyendo hasta 5 cm. en el mástil. [[3]]
Las medidas de la trompa marina, la forma de la caja y el número de cuerdas variaban
considerablemente.
La caja es pesada, de tamaño similar al cello.
Originalmente tenía una sola cuerda, generalmente una D de cello.
Para mejorar el timbre y reforzar los tonos armónicos puros sin incrementar los
sonidos estridentes debido a la acción del puente, algunas veces, dentro de la caja de
resonancia se añadían, una cuerda octava de la mitad de la longitud de la cuerda
melódica, e incluso otras dos más, respectivamente la duodécima y doble octava, que
actuaban como cuerdas simpáticas.
Se toca con la mano izquierda pulsando entre los puntos nodales y la nuez de
la cabeza.
El cuerpo de la trompa marina está formado generalmente por tres listones de
madera en forma de pirámide alargada con un clavijero en el extremo; o una caja de
tres a seis lados, con caja de resonancia frontal, y mástil separado, con el fondo del
instrumento abierto en la mayoría de los casos; algunos modelos históricos usan
agujeros de sonido.
La única cuerda, generalmente la cuerda D de un cello, unida a la caja de
resonancia pasa sobre un lado del puente, dejando el otro que vibre libremente sobre
un plano de marfil o cristal situado sobre la caja de resonancia, creando un brassy
buzz.
El puente, debido a su forma curiosamente irregular, se le conocía también
como zapato; era grueso y alto en el lado de la cuerda, y bajo y estrecho en el lado
situado a la izquierda haciendo vibrar el cuerpo con cada movimiento del arco.
La trompa marina consiste en un cuerpo en forma de una piramide truncada
apoyado en una base triangular y un mástil. Usualmente tiene 1,5 a 2 metros de
largo, y una sola cuerda, aunque algunas versiones tienen cuerdas simpáticas.
En un Trummscheit de la colección del Kgl. Hochschule, en Charlottenburg
(No. 772 del catálogo) hay marcas rotuladas A, D, F, A, D, F, G, A, B, C, D.
La única cuerda, generalmente la cuerda D de un cello, a menudo se afina a C
tres octavas por debajo (media C).
Una cuerda llamada guidon se enrolla en la cuerda melódica debajo del puente
subiendo hasta el clavijero donde se enrolla en una clavija. El guidon ajusta el
balance del puente tirando de la cuerda.

Vina
La vina es un instrumento de cuerda
empleado en la música de India. Existen varios tipos
de ese instrumento emparentado con la sitar, mismo
que forma parte de la familia del laúd.
Los diseños de las vinas han evolucionado
por años, y han adquirido las más diversas formas.
En nuestros días, el tipo más popular es el conocido
como vina saraswati. Esta posee treinta y cuatro
trastes, cuatro cuerdas principales que atraviesan
todos los trastes y son pulsadas con las yemas de los
dedos. Además cuenta con tre cuerdas auxiliares, las
cuales pasan sobre un puente arqueado u son empleadas para la producción de
acompañamiento rítmico.
Para tocar la vina, sus intérpretes deben sentarse cruzados de pierna y colocar
el instrumento frente a ellos. La pequeña caja de resonancia debe descansar sobre la
pierna izquierda, el brazo izquierdo debe pasar con la mano cruzada por debajo del
brazo del instrumento, de modo que los dedos queden girados hacia rriba para pulsar
las cuerdas. El cuerpo principal de la vina debe descansar sobre el piso, y es
parcialmente soportado por el muslo derecho. La mano derecha del ejecutante puntea
las cuerdas para producir melodías.
La patrona hindú de los aprendices de las artes, la Madre Saraswati, casi
siempre es aparece en la iconografía sentada, pulsando una vina.
Otras variaciones de la vina son las llamadas rudra, mahanataka, vichitra y
gottuvadhyam —también llamada chitra—. Mohana vina es el nombre que se da a
una guitarra modificada, inventada y popularizada por el Pandit Vishwa Mohan
Bhatt, y casi siempre se la ubica erróneamente como parte de la familia de
instrumentos tradicionales de la India.

Viola
La viola es un instrumento musical de cuerda,
similar en cuanto a materiales y construcción al violín
pero de mayor tamaño y proporciones más variables.
Su sonoridad se sitúa entre las agudas notas del violín
y el grave sonido del violonchelo y el contrabajo.
Las cuerdas de la viola están afinadas en
quintas (o sea que entre una cuerda y la siguiente
existe un intervalo de quinta).
La aparición de la viola como heredera directa
de la viella de cuerda (la viella es como un violín
cuyas cuerdas se ponen en vibración por medio de un teclado, el arco es reemplazado
por una cuerda pulida y frotada con colofonia) supone un avance enorme en la
historia de los instrumentos de arco.
Nacida entre los siglos XIV y XV, su cultivo empieza ya a tomar valor
artístico a partir de este último siglo. Su primer método o tratado fue publicado en
1543 por Ganassi del Fontego, bajo el nombre de Régola Rubertina.
Teniendo en cuenta que en aquella época la mayoría de instrumentos tenían
tres o cuatro variantes correspondientes a la extensión de las voces humanas (soprano,
contralto, tenor y bajo), es decir las cuatro voces tradicionales del coro mixto, la viola
no escapó a dicha costumbre y por ello conocemos la viola quintón (la más aguda o
sea soprano). El nombre de quintón proviene de sus cinco cuerdas en lugar de las seis
que tenían las demás violas. La viola a spalla (‘viola de hombro’), la viola do braccio
(‘viola de brazo’, que es la más parecida a la actual) y la viola de gamba (‘viola de
pierna’, de tesitura y modo de ejecución similar al violonchelo).
De la viola da braccio surgió la viola d'amore («viola de amor»). La diferencia
entre ellas consiste únicamente en que a la segunda se le añadieron unas cuerdas de
latón que descansando en el puentecillo debajo de las de tripa, vibraban por simpatía,
ampliando con este procedimiento la sonoridad del instrumento, a parte darle también
un timbre especial gracias a esta vibración común y a la sonoridad metálica de las
cuerdas inferiores.
En estos bellos instrumentos se acusa ya mucho la transformación que desde
siglos anteriores venía haciéndose lenta y paulatinamente. En lugar de la llamada
«rosa» (abertura practicada en la mitad de la tabla armónica o caja de resonancia al
igual que el laúd, la vihuela, la guitarra, etc. o sea los instrumentos cuyas cuerdas se
pellizcan o puntean), aparecen unas pequeñas aberturas conocidas con el nombre de
oídos o efes y en forma de C puestas una enfrente de otra y en sentido inverso.
También aparecen unos cortes laterales curvados para facilitar el movimiento del
arco. Estos cortes llegaron a ser en algunos casos tan exageradamente pronunciados
que la caja armónica en su parte central quedaba reducida a la mínima expresión.
Como el clavecín, la viola penetró también en el templo para apoyar las voces
y muy particularmente para las de tesitura grave.
Wolf, en su interesante Historia de la Música (Editorial Labor), subraya la
importante aportación inglesa en el terreno de la música para viola:
Introducido dicho instrumento en aquel país probablemente con la música
vocal italiana, sirve al principio, como sucedía en Italia, para apoyar las voces del
conjunto en obras vocales religiosas o profanas. Publícanse madrigales que llevan la
indicación apt for viols and voices. Con el madrigal se introdujo seguramente también
la viola en la sociedad. En ninguna casa de la buena burguesía faltaba el conjunto de
violas, que constaba casi siempre de seis instrumentos: contraltos, tenores y bajos,
colocados en la antesala a disposición de las visitas que se aguardaban. Ya se ha
dicho que se consideraba formar parte de una buena educación el saber encargarse a
primera vista de un papel vocal en el conjunto del madrigal; era completamente
imprescindible de toda educación refinada y distinguida un dominio artístico de la
viola que permitiese en todo momento colaborar satisfactoriamente en el conjunto de
cámara.
Se conocieron otros tipos de violas con el nombre de bastarda, di borbone,
víolone, pomposa, etcétera
La viola pomposa fue inventada en 1720 por Johann Sebastián Bach y
construida por el luthier de Leipzig, Hoffmann. Era de tamaño algo mayor que la
actual viola y tenía cinco cuerdas que se afinaban por este orden, de grave a agudo:
do, sol, re, la, mi. Este instrumento podía sujetarse a la espalda mediante una correa y
sustituía al violonchelo en las notas altas de su tesitura. Pero a medida que la técnica
del violonchelo fue perfeccionándose, la viola pomposa —por cierto incómoda y
bastante difícil de tocar, fue cayendo en desuso hasta llegar a quedar totalmente
olvidada años más tarde.
La viola es conocida actualmente como un instrumento de cuerda frotada algo
mayor que el violín; sin embargo, con este nombre se conocía en la Edad Media a
todo cordófono de arco de varias piezas y fue ésta la primera denominación utilizada
para definir a los instrumentos de cuerda frotada, tanto de brazo como de pierna.
Durante el renacimiento, la familia de la viola original se dividió en dos
ramas: la viola da braccio y la viola da gamba. Las violas de brazo quedaron
relegadas a las tabernas, en donde tocaban músicas populares; mientras que las violas
de gamba eran exclusivas de las cortes más refinadas. Este instrumento acabó
cayendo en desuso y el violín fue sustituyéndolo por su brillantez. Los compositores
preferían dicho instrumento por su amplitud sonora y la agilidad en vez de la
delicadeza de las violas de gamba.
En el barroco, el violín cobró la máxima importancia. La viola le gana en
calidez y resonancia, y es casi tan manejable y ágil como el violín.
El papel de la viola es fundamental en la orquesta ya que da profundidad y
apoyo a la armonía, la hace rica y aterciopelada. No debemos olvidar tampoco la gran
variedad de obras compuestas para la viola solista o las sonatas para viola
acompañada.
La viola tiene una reputación menor dentro de la cuerda pero se trata de un
prejuicio arrastrado desde los orígenes de la orquesta moderna (s.XIX), cuando era
asumida por violinistas en decadencia. Desde entonces ha ido ganado terreno hasta
convertirse en el poeta de su grupo, asentado en la realidad de su magnífico cuerpo
sonoro, el equilibrio entre el retumbante chelo y el, a veces, chillón violín. La viola
empasta y da lección de sentido común.
La viola posee un notable poder expresivo. De acento más bien suave,
recogido y algo melancólico, se presta más a pasajes de poco movimiento que
excesivamente rápidos. Entre las obras orquestales que tiene asignada partes
importantes figuran la Sinfonía concertante de Mozart y el poema sinfónico de
Richard Strauss Don Quijote, ambas con carácter solístico, amén de otras muchas
cuya relación resultaría excesivamente prolija.
Grandes compositores, clásicos. románticos y modernos, apreciando las
cualidades sumamente emotivas de este instrumento han escrito obras muy
importantes como conciertos, sonatas, suites, etc., que justifican por sí solas la
presencia del concertista de viola en las salas de audiciones.

Violín
Dentro de la historia del violín,
por “de cuerdas” es de referir a aquellos
instrumentos tocados con un arco. Fue en el siglo XV cuando, lentamente, se
desarrolló la familia de los instrumentos de cuerda frotada y violines. El renacimiento
causó un gran impacto en todas las artes y particularmente en la construcción de
violines y otros instrumentos. El violín como es conocido hoy en día se construyó a
comienzos del siglo XVI. También emergieron en este clima la viola y el chelo. En
Italia a partir del rebab surgen los antecedentes más evidentes tanto del violín como
de la llamada viola de gamba, son tales precedentes la viela (originalmente llamada
rebec, y también denominada fídula) y la lira da braccio ésta ya muy semejante a un
violín primitivo aunque con el diapasón separando los bordones. Es en el siglo XVI
que aparece el violín propiamente dicho, aunque con algunas diferencias respecto a la
mayoría de los violines que se vienen fabricando desde el siglo XIX. La tapa superior
se hace de madera de pino, y la inferior de arce, estas maderas eran las usadas por los
grandes fabricantes. El arco ha sufrido muchas modificaciones. El modelo actual data
del siglo XIX, cuando se le dio una curvatura que antes no tenía. Incluso era cóncavo
en los modelos más primitivos.

Caja de resonancia: que a su vez se compone de varias piezas (tapa armónica,


fondo, aros, cercos, alma, barra armónica y otras). Es el cuerpo del violín.
Mástil, la sección alargada que sobresale de la caja y servirá de sostén a las
cuerdas. Diapasón, el recubrimiento de madera negra que va pegado al mástil.
Clavijero, con las clavijas, que sujetan las cuerdas y permiten su afinación. Ceja, una
piecesita que se coloca transversalmente debajo del clavijero. En ella se apoyan
fuertemente las cuerdas, que quedan en el aire desde aquí hasta el puente. Puente, el
otro apoyo de las cuerdas. Por el se transmite también la vibración de la cuerda hasta
la caja de resonancia. Cordal, donde las cuerdas quedan sujetas firmemente.
Las cuerdas, suelen ser de tripa de animal, las más agudas, y de metal con
entorchado las dos más graves.
Sus cuatro cuerdas son afinadas por intervalos de quintas: sol2, re3, la3 y mi4.
La cuerda de sonoridad más grave (o "baja") es la de sol2, y luego le siguen, en orden
creciente el re3, la3 y mi4. En el violín la primera cuerda en ser afinada es la del la,
ésta se afina comúnmente a un tono de 442 Hz utilizando como referencia un
diapasón clásico (de metal ahorquillado) o, desde el siglo XX, un diapasón
electrónico.
Dos tipos de madera son los más comunes a la hora de fabricar un violín:
pícea para la tapa y arce para el fondo y la voluta. El diapasón es de ébano, la cual es
una madera muy resistente. Las clavijas y el cordal se hacen mayormente de ébano o
jacarandá ya que desde allí se afina el violín. La madera de arce más fina proviene de
Bosnia y la pícea mejor adaptada de los países de Europa central; crecen hasta una
altura de 1000 metros. La madera de ébano proviene de África ya que es madera de la
palmera datilera.
En la actualidad puede ser empleado en cualquier tipo de música, incluso en la
electrónica, ya que se está construyendo este instrumento con estas características.
Violonchelo
El violonchelo o cello es un
instrumento musical de cuerda frotada,
perteneciente a la familia del violín, y de
tamaño y registro entre la viola y el contrabajo.
Se toca frotando un arco con las cuerdas, y con
el instrumento sujeto entre las piernas del
violonchelista.
Según la Real Academia Española, en
español se denomina chelo, violoncelo
(pronunciado violonzelo) o violonchelo (con
preferencia de este último). Sin embargo, la
forma que más se utiliza —aunque no esté aceptada oficialmente— es la palabra
italiana violoncello (pronunciada como en italiano: violonchelo). En italiano también
se abrevia cello (chelo).
Según la Academia, el ejecutante de violonchelo se llama violonchelista,
violoncelista (pronunciado violonzelista) o chelista.
Tradicionalmente es considerado uno de los instrumentos de cuerda que más
se parece a la voz humana. A lo largo de la historia de la música se han compuesto
muchas obras para violonchelo debido a su gran importancia dentro del panorama
musical al ser éste un instrumento básico en muchas formaciones instrumentales.
Las partes del violonchelo son prácticamente las mismas que las del resto de
instrumentos de cuerda frotada. La caja de resonancia, o cuerpo del violonchelo, está
formada por una tapa superior, una tapa inferior, y una "faja", que es una sección de
madera que une ambas tapas, creando una caja hueca. En el interior de este cuerpo se
encuentra el bastidor, que es una estructura de refuerzo de las tapas y sirve para
controlar la vibración, y el alma, varilla transversal de madera que une las dos tapas
del violonchelo por su parte media, y sirve para que el violonchelo entre en
resonancia con las cuerdas. En la tapa superior, se encuentran dos orificios por donde
sale el sonido, y se llaman efes (por su forma parecida a esta letra) u oídos. A ambos
lados del cuerpo, hay dos escotaduras, que son dos concavidades que permiten una
mejor sujeción del instrumento con las rodillas, y sobre todo, permite que pase el arco
y no choque con el cuerpo cuando se tocan las cuerdas más laterales, en este caso, el
do y el la. Es alrededor de esta caja en donde se encuentran el resto de estructuras.
Comenzando desde arriba, primero se encuentra la cabeza (con la voluta y el
clavijero, en donde están insertadas las clavijas, que sirven para sujetar las cuerdas),
el mástil y el diapasón (sin trastes, como todos los instrumentos de la familia del
violín, a diferencia de la guitarra). Hacia la mitad del instrumento, se encuentra el
puente y un poco debajo el cordal (que sujeta las cuerdas y ayuda a afinar el chelo ya
que se encuentran ahí incluidas las llaves, pequeñas piezas metálicas con la misma
función que las clavijas). En su parte inferior está encajado el botón, de donde sale la
pica, que es una pieza metálica, cuya función es apoyar el instrumento en el suelo y
regular su altura para comodidad del chelista.
Aunque en tamaño estándar profesional del violonchelo es el del tamaño 4/4,
existen instrumentos de otros tamaños, más pequeños, como 3/4, ½, ¼ ó 7/8. Los
violonchelos barrocos son algo más pequeños que los modernos.
El puente es una pieza de madera que se sitúa hacia la mitad de la parte
superior del violonchelo y sobre el que se apoyan las cuatro cuerdas. Tiene que estar
en posición perpendicular al plano del violonchelo y a la misma distancia de las dos
efes. No está pegado ni clavado a la tapa, sino que se sujeta gracias a la presión que
ejercen las cuerdas. Su parte superior, está curvada, lo que hace que las cuatro
cuerdas a lo largo del mástil y el diapasón no se encuentren en el mismo plano. Los
puentes de los violonchelos barrocos eran más pequeños y tenían la parte superior
mucho menos curva, lo que hacía que todas las cuerdas estuvieran en un mismo
plano. El principal inconveniente de esto es que al tocar una cuerda, podrías tocar sin
querer las cuerdas adyacentes.
Las cuerdas se nombran de acuerdo a su afinación: la primera cuerda
(contando desde la más aguda a la más grave y de derecha a izquierda en la imagen)
es la, la segunda cuerda es re, la tercera cuerda es sol y la cuarta cuerda es do Cello
Igual que la viola, pero en una octava más grave.
El registro del violonchelo ocupa casi cuatro octavas: va desde el do2, dos
octavas abajo del do central y que se genera haciendo vibrar —con el dedo o con el
arco— la cuerda más grave al aire, que significa sin apoyar ningún dedo sobre la
cuerda en el mástil, hasta el do6 (en la posición más aguda de la primera cuerda la2),
aunque se pueden lograr notas más altas con sus armónicos (estos se logran tocando
ligeramente la cuerda en ciertos puntos mientras se hace sonar la cuerda).
Al emitir las cuerdas del violonchelo sonidos graves, las partituras no se
suelen escribir en clave de sol, sino que lo más común, es escribirlas y leerlas en
clave de Fa en cuarta, que es el símbolo que se ve en la imagen a la izquierda de las
notas. Pero es relativamente frecuente que para registros agudos se empleen otras
claves, sobre todo la clave de do en cuarta, y clave de sol.
En un principio, las cuerdas eran cuerdas de tripa, menos resistentes que las de
metal, pero que daban una sonoridad más pura y cálida. Estas cuerdas fueron usadas
hasta el siglo XX. A raíz de la Segunda Guerra Mundial se generalizó el uso de
cuerdas metálicas, más resistentes y con mayor sonoridad que las otras. También hay
cuerdas de nylon y otros materiales. Se siguen fabricando cuerdas de tripa, ya que
muchos intérpretes que tienen instrumentos barrocos o que tocan música barroca
consideran que la sonoridad con este tipo de cuerdas se acerca mucho más a la idea
original del compositor.
El violonchelo se toca generalmente con un arco, que está formado por una
vara de madera sobre la que se tensan cerdas hechas de crines de caballo. También
puede tocarse con la punta de los dedos, utilizando la técnica llamada pizzicato
(‘pellizcado’), en italiano. El arco está formado por una cabeza, una varilla, y las
cerdas.
La cabeza, es donde se encuentra la nuez, pieza de ébano, con adornos de
nácar para sujetar las cerdas, y el tornillo, que sirve para regular el grado de tensión
de las cerdas. La varilla, es una vara de madera de pernambuco normalmente, con un
extremo llamado punta, y el otro talón, donde se encuentra la cabeza. Las cerdas,
suelen ser unas 250 aunque su número puede variar. Pertenece normalmente a
caballos macho, ya que sus crines suelen estar más limpias, y de caballos de países
nórdicos o de climas más fríos, ya que su resistencia y dureza es mayor. El color, en
principio, no influye, aunque parece que las blancas son algo más finas. Algunos
violonchelistas y contrabajistas usan cerdas negras porque dicen que imprime más
carácter a la interpretación.
El arco ha ido evolucionando a lo largo de los siglos. Ya se conocía en las
culturas más primitivas, y llegó a Europa hacia el siglo XI. Al principio era una mera
vara que se doblaba por la tensión de las cerdas hacia fuera y que se agarraba por el
centro. Prácticamente no hubo ningún cambio hasta el siglo XVII, cuando se
incorporó la nuez al talón para aumentar el peso del arco, además de permitir cambiar
la tensión y que la vara se doble hacia dentro, lo que mejora la calidad acústica. Se
cambió la convexidad del arco a su forma actual en el siglo XVIII. Fueron Tourte y
Villaume en el siglo XIX los que fijaron el arco tal y como lo conocemos ahora.
Al igual que los violines, la tapa de la caja de resonancia suele estar
construida con madera de abeto y se usa madera de arce para el resto, pero también se
utilizan otros tipos de madera, como sauce o cedro. El puente es de arce. Algunos
violonchelos de baja calidad están fabricados en laminados, y ya se han construido
violonchelo en materiales plásticos. El mástil y la cabeza suelen estar fabricados
también en algún tipo de madera anteriormente mencionada, generalmente arce muy
veteado para aquellos finos. Las clavijas, el diapasón y el cordal están fabricados en
madera de ébano, aunque en la actualidad cada vez se fabrican más de plástico, sobre
todo el cordal. Las llaves o afinadores que se encuentran en el cordal son
generalmente de acero, al igual que la pica, aunque éstas últimas todavía se siguen
fabricando de madera en algunos casos.
Al contrario de lo que se suele pensar, los precursores del violonchelo
aparecieron en la primera mitad del siglo XVII en Italia no como descendientes de la
viola de gamba (‘viola de pierna’), sino que pertenecen a la familia de los violines, y
nacieron (como los contrabajos) de la viola da braccio (‘viola de brazo’), hacia el
1530, apenas unos años después que el violín. Para la fabricación de estos nuevos
instrumentos, usaron características de otros, como el rabel, aunque éste sólo tenía
tres cuerdas. Está demostrado, además, que no tuvo nada que ver con la familia de las
antiguas violas (como la viola da gamba, por ejemplo), ni en la construcción, ni en la
técnica, ni en la interpretación.
En la primera época, había más instrumentos similares al violonchelo, como
por ejemplo el violón, que se usaba como bajo continuo. Además, había otros como
violonzino o basset, que pertenecerían a la misma familia pero se interpretarían de
distintas maneras o tendrían otros tamaños o número de cuerdas distinto. También
existía la viola d’amore (viola de amor), por ejemplo, cuyo origen es distinto pero que
recuerda al violonchelo en cuanto a su interpretación (con arco) y a su sujeción. Al
principio se sostenía sujetándolo con una cuerda a la cintura, o bien sobre el hombro
(da espalla), o bien entre las rodillas o en el suelo. Había muchos tipos distintos de
violonchelos, desde los tenor, a otros de tamaños mayores, con distintas tesituras y
diferentes formas de sujeción.
Muchos de estos violonchelos eran meramente decorativos, como algunos que
todavía se conservan, como los de Amati), pero la mayoría de ellos estaban
construidos para ser usados. A principios del siglo XVIII, fue Stradivarius quien
estandarizó su tamaño, y lo cambió de 80 a 76 cm, muy similar a la talla actual. Los
violonchelos de Stradivarius son en la actualidad de los más caros que existen, y ya
en su propia época, es posible que los fabricantes de violines que también fabricaban
violonchelos ganaran mucho más dinero con la construcción de estos instrumentos
que con los violines.
Como muestra de su rápida eclosión, en 1680 ya estaba incluido como
instrumento fijo en la Orquesta Imperial de Viena y en 1709, la Orquesta Sinfónica de
Dresde ya tenía cuatro violonchelos. Las primeras obras creadas ya específicamente
para violonchelo, fueron de Doménico Gabrielli y Jacchinni en el año 1689. Durante
sus primeros años, hasta la primera mitad del siglo XVIII, estuvo compitiendo por el
repertorio con la viola da gamba, ya que tenían un timbre similar y eran usados sobre
todo como bajo continuo. Algunos de los grandes compositores de la época, como
Marin Marais o Henry Purcell, se negaron a emplear el nuevo violonchelo, usando en
su lugar la viola da gamba y escribiendo expresamente en las partituras que la
interpretación debería de ser para este instrumento.

Zanfona
Una zanfona (también llamada
cinfonía, zanfonía, en Galicia: zanfoña
o zampoña, en Zamora: gaita zamorana
y gaita de pobre, en Asturias: Gaita de
Rabil y Zanfonía, en el País Vasco:
Zarrabete, en Cataluña: Viola de roda,
en Palencia: Rabil de manubrio)
(fr:vielle à roue; en:hurdy-gurdy;
it:ghironda; ge:Drehleier), es un
instrumento musical perteneciente a la familia de los cordófonos frotados.
La zanfona se asemeja a un violín mecánico en el que varias cuerdas vibran
por la fricción de una rueda en resinada (situada en la caja de resonancia del
instrumento) que gira gracias a un manubrio.
Las notas cambian al presionar las teclas de un teclado dotado de unas
espadillas que acortan la cuerda melódica. La zanfona común tiene dos o tres cuerdas
melódicas o cantantes, de las que se obtienen varias notas (alrededor de dos octavas
de un piano), y dos o tres bordones a los lados, que emiten una sola nota
(generalmente más grave). Esta nota sostenida independiente de la melodía es la que
le ha valido el sobrenombre de gaita zamorana o de pobre, debido a la nota sostenida
o bordón de la gaita. Las zanfonas actuales pueden llegar a tener 23 cuerdas,
agrupadas en cuatro categorías: melódicas, bordones, rítmicas (o trompetas) y
simpáticas (que vibran sin necesidad de tañirlas porque entran en resonancia).
La zanfona apareció en Europa Occidental hacia el siglo IX. Se usaba en la
música religiosa medieval, requería dos intérpretes y recibía el nombre de
organistrum (‘organito’) y más tarde vielle à roue (‘viola a rueda’) y symphonia.
A partir del siglo XVI pasó a manos de trovadores, juglares y mendigos. Su
época dorada llegó en el siglo XVIII, especialmente en la corte francesa del rey Luis
XV, ya que ésta era la referencia de la moda en el resto de Europa. A partir del siglo
XVIII la zanfona vuelve a manos populares, ya que en la música académica se
imponen otros instrumentos de cuerda de mayor calidad (como los violines, las
violas, los violonchelos y los contrabajos).
Instrumentos Idiófonos
Iwirata´í
    Palo de entrechoque utilizado por los Mbyá de la provincia de Misiones.
Son dos varillas de madera dura de unos 35 centímetros de largo, unidos por uno de
sus extremos por un cordel de fibra vegetal.
    Ambas varillas se toman con una mano por sus extremos unidos y se
golpean entre sí en determinados tramos de la secuencia musical aunque sin relación
rítmica estricta con el resto de los instrumentos.

Takuapú
Tubo de ritmo constituido por un trozo de tacuara de
70 a 95 centímetros de largo y entre 4,5 y 7 de diámetro al
que se eliminan sus tabiques naturales, salvo el del extremo
inferior. Lo ejecutan exclusivamente las mujeres. Su forma
de ejecución consiste en tomarlo con una mano por su tercio
superior y, manteniéndolo en posición vertical, golpear el
suelo.

Sonajeros de uñas
Es un conjunto de resonadores individuales,
originalmente de pezuñas vacías de "corzuelas", "chancho
del monte", anta o avestruz. Cada una de las uñas se perfora
por su vértice, y se hace pasar por ese orificio un cordón
defibras de Cháguar que se anuda sobre sí mismo en el
interior de cada resonador. Los cordones pueden ir atados
entre sí formando un racimo o bien añadirse a lo largo de otro cordón que se ata en la
cintura o en las piernas.

Kaskawilla
De golpe indirecto que produce sonido por
sacudimiento, utilizado por los mapuche de Neuquén,
Río Negro y Chubut. Se trata de una faja de lana tejida
con sus extremos unidos entre sí dejando libres los flecos.
Un número variable de cascabeles industriales de bronce
se cosen a ella, generalmente en hilera o a lo largo de su
línea central y con menor frecuencia agrupados cerca del
punto de unión de los extremos de la faja.

Sonajero de calabaza
Son ideófonos de golpe directo que producen
sonido por sacudimiento. Consiste en una calabaza de
forma ovoidal o esférica, de tamaño variable, cuyas propias
semillas pueden utilizarse como resonadores, aunque es más
frecuente que éstas se reemplacen por pequeñas piedras,
pezuñas, trozos de vidrio u otras semillas de naturaleza más
consistente.
    El instrumento puede poseer un cordel de fibras
de cháguar o tela que atraviesa el mango y sirve de
colgante. Su cuerpo puede estar ordenado con decoración
incisa o pirograbado.
Palo - sonajero
Instrumento chaquense. Se compone de un racimo de uñas, cascabeles y/o
campanillas amarrado al extremo de una vara de hasta 2,50 m de longitud.
Ha sido utilizado exclusivamente por mujeres adultas para acompañar el
canto-danza durante las ceremonias de iniciación femenina.

Claves
  E s t á n c o n s t r
mantiene uno de ellos en una mano, formando en ésta una ligera
concavidad a modo de pequeña caja de resonancia, y percutiendo
con la otra pieza. 

Tubo de resonancia.

Es un bloque de madera con una perforación interior y con la


superficie acanalada. Se toca con un mazo de madera y se
puede golpear o raspar su superficie como un güiro.

Caja china.
Es un bloque de madera que tiene una ranura lateral. Esta ranura
facilita la amplificación del sonido. Se golpean con una baqueta con
cabeza de madera.
Maracas.

Este instrumento está formado por un recipiente con mango.


En éste se introducen semillas secas u otros pequeños cuerpos
sólidos que suenan al chocar entre sí o contra las paredes
internas. 

Castañuelas.

Están formadas por dos piezas simétricas de madera muy dura


con su interior ahuecado. Estas dos piezas se unen entre sí por un
cordón y las hacemos sonar entrechocándolas una con otra.
Su forma característica de "castaña" le da el nombre a este instrumento.

Güiro
Es un recipiente alargado, normalmente una calabaza, que tiene uno de sus
lados con hendiduras o muescas. Se raspa con una varilla de madera.

Crótalos.

Son unos pequeños discos metálicos, ligeramente


cóncavos, que se colocan entre los dedos y suenan por
percusión directa al chocar entre sí.
Triángulo.
Se fabrica con una varilla cilíndrica de metal doblada en
forma triangular dejando uno de sus vértices abiertos. Se hace
sonar suspendiéndolo con un cordón por el vértice superior y
percutiéndolo con una varilla metálica en el interior del
instrumento. Se pueden producir sonidos cortos o redobles.

Címbalo o platillo
Es una lámina metálica circular y ligeramente cóncava que suena
al ser percutida. Podemos hacerlos sonar al entrechocar dos discos
con las manos, o bien, suspender la pieza en un soporte (como el
de la fotografía) y percutirlo con baquetas o escobillas. Otro tipo
de címbalo es el utilizado en las baterías, con soporte mecanizado
que hace entrechocar los dos platos mediante un pedal.

Cascabeles.
Son unas esferas metálicas huecas y con un pequeño corte,
en las que se inserta una pequeña bola del mismo material.
Los cascabeles se utilizan para construir sonajas de muy
diferentes formas. Las encontramos con forma de pulsera,
con mango, en cinturones, etc.
Pandereta sin parche o sonaja.
Es un bastidor cilíndrico, de poca anchura, que
dispone de unas hendiduras con pequeños platillos o sonajas
insertadas. Este instrumento suena al ser agitado y ponerse en
movimiento sus piezas metálicas.

Matraca:

Idiófono percutido utilizado para acompañar los oficios religiosos de


Tinieblas de Semana Santa dada la prohibición de utilizar campanas en esta época. Se
trata de un idiófono golpeado. Consta de un cuerpo de madera al que se unen unos
martilletes móviles de madera o metal que golpean dicho cuerpo de madera. Puede
tener un asa en el caso de las matracas "portátiles". Hay también matracas de
campanario, que tienen varios cuerpos de madera y se accionan con una manivela. En
las fotografías podemos ver una matraca "portatil" de las que se tocaban por las calles
y otra mayor de las de campanario, compuesta por cuatro cuerpos. Ambos ejemplares
son del Museo de la Fundación Joaquín Díaz.

Carraca
Idiófono percutido. Este instrumento consta de una
rueda dentada unida a un eje que sirve de asidero. Alrededor
de dicho eje, gira libremente una pieza de madera que sujeta
una lengüeta, la cual suena al entrar en contacto con los
dientes de la rueda. Es un instrumento que cumplía una
función religiosa, utilizándose en diversos oficios de
Semana Santa acompañando a las matracas, dada la prohibición de tocar las
campanas en estas celebraciones cristianas. En la foto se puede ver un ejemplar
sencillo del centro de la península, pues los podía haber con múltiples lengüetas y
ruedas.
 

Txalaparta
Idiófono percutido. Es un instrumento cuya localización se circunscribe a
Euskadi y Navarra, siendo casi un símbolo de la música vasca. Se tienen noticias de
él desde el Siglo XV, utilizándose en zonas de Guipuzcoa y Navarra. Se tocaba sobre
todo por las noches en los trabajos agrícolas y de recogida de la manzana, bodas y
fiestas. Consta de una o varias tablas (o piezas de metal) apoyadas en dos soportes y
es tocada por dos personas golpeándo las tablas con dos pares de bastones de madera
o metal. Mientras un ejecutante toca el ritmo básico, el otro hace los contratiempos,
llegando a tener los buenos músicos un grado de coordinación y compenetración
asombroso. La supervivencia del instrumento está asegurada, pues en los últimos
años se ha relanzado su uso adaptándo el instrumento a todo tipo de estilos musicales.
En la fotografía podemos ver un ejemplar de la colección de Juan Mari Beltrán. 
 

Sonaja:
Idiófono sacudido. Es un instrumento de percusión
utilizado para acompañar el baile y algunos cantos tradicionales.
El sonido se produce al chocar entre si una serie de círculos
recortados de hojalata que están a su vez atravesados por
alambres tensos y sujetos a un bastidor u horquilla de madera. Se
puede encontrar en toda la Península en diversas variantes.
Arrabel
Idiófono frotado. También llamado ginebra o huesera, en el caso de estar
formada por huesos. Es un conjunto de cañas, palos o huesos atados entre sí, que se
hacen sonar atándoselos al cuello y frotándolos con una castañuela. Su uso es común
en toda la península ibérica. En Colmenar de Oreja (Madrid) se acompaña de la
zambomba para cantar rondas en las calles.

Birimbao:
Idiófono punteado. También llamado guimbarda, es un instrumento utilizado
en el resto de Europa y otras zonas del mundo, y en la península ibérica fue muy
normal encontrarle en Galicia. El sonido se produce colocando el instrumento en
contacto con los dientes y pulsando la lengüeta metálica, que con su vibración genera
el sonido que luego se puede modular en la cavidad bucal. Bien tocado puede dar una
nota pedal de fondo y otras que van conformando la melodía.
 

Almirez:
Sin ser un instrumento musical, es un idiófono
percutido que golpeado rítmicamente en el fondo y los
laterales se utiliza para acompañar el canto en reuniones
improvisadas. Es un ejemplo de adaptación de útiles caseros
o de trabajo a usos musicales. De igual manera se han
utilizado desde siempre sartenes, calderos, tapaderas, llaves,
guadañas, azadas y un largo etcétera, en definitiva, todo lo
que consiguiera hacer ruido y se tuviera a mano, sin tener
que gastar dinero -que no había- en instrumentos.
 

Sartén
Unas veces frotando el mango con una llave
-de las de antes- otras veces golpeando el fondo con
una cuchara y en otros casos golpeándola con una
cuchara y un dedal cada una en una mano -al estilo
de El Payo, en la provincia de Salamanca- este
instrumento es de reuniones caseras a la lumbre de la
cocina. De este modo, podemos hablar de un
idiófono frotado o golpeado, según el uso. No se
puede decir que tenga una zona determinada de
desarrollo, pues es seguro que al tenerlo tan a mano
se ha utilizado en toda la península. De nuevo
estamos ante una muestra más del aprovechamiento tradicional de los útiles de
trabajo más cercanos para entretenerse.
 
 

Cucharas:
Idiófono entrechocado. Es un util de cocina muy
utilizado como instrumento de percusión
entrechocándolas por su parte convexa. Fue muy usado
para amenizar fiestas y reuniones familiares. Está
extendido por toda la península, y se toca de varias
maneras. Una de ellas es golpearlas como si fueran palillos o tejoletas. Otra forma es
coger ambas con una mano y golpearlas contra la rodilla y la otra mano, sacando gran
variedad de ritmos.
Botella:
Es otro instrumento casero. En este caso se trata de un idiófono frotado. El
sonido, rítmico y brillante, se consigue frotando una botella labrada (normalmente de
anís) con una llave o el mango de un tenedor, cuchara o cuchillo. No servía cualquier
tipo de botella labrada, sólo las de "caramelos", en referencia a la forma cuadrada del
labrado. Se usa de acompañamiento a rondas y bailes y al canto, alcanzando gran
popularidad en diversos grupos folklóricos. Se utiliza en toda España, siendo más
raro encontrarlo en Portugal.

Hierros
Es un idiófono percutido. Se trata de una barra de hierro en forma de triángulo
que es golpeada con una baqueta, también de hierro, en los tres lados de dicho
triángulo. De esta forma, se pueden conseguir diversos ritmos. Originalmente eran de
forja, siendo sustituídos más tarde (sobre todo en los últimos 50 años) y
ocasionalmente por otros fabricados con redondos de construcción, hechos también a
mano. Actualmente se pueden encontrar facilmente en tiendas de instrumentos
musicales. Se utiliza para acompañar diversos conjuntos musicales tradicionales de la
península, como es el caso de las rondallas. En la foto podemos ver un ejemplar del
Museo de la Fundación Joaquín Díaz, de Urueña.

Caldero
Idiófono percutido. Una vez más nos encontramos ante un útil de cocina usual
en el mundo rural. El caldero se hace sonar golpeando el mango sobre el recipiente de
muy diversas maneras, haciendo diferentes ritmos. También es muy utilizado en toda
la península, debido a encontrarse en todos los hogares.

Lato
Idiófono percutido. Utilizado en la comarca de Aliste, en Zamora. A falta de
tambor redoblante, se aprovechaba una lata vacía de aceite, conserva u otro alimento
y con dos cucharas se golpeaba su superficie ejecutando ritmos propios de tambor
(charros, jotas, habas verdes...) para acompañar el canto en las reuniones caseras y
celebraciones familiares. Igualmente podía servir la tapadera de un puchero grande.

Instrumentos
Membranófonos
Anguá
    Tambor tubular de los mbyá. Cuyas dimensiones no superan por lo general
los 25 cm de altura y los 20 diámetros. Su caja es un tronco de palma excavado, con
un pequeño orificio cuadrangular a modo de "oídos". Sus parches, de cuero de
carpincho, se adaptan para su colocación a sendos aros chatos, de madera flexible,
que quedan cubiertos por el cuero. Sobre ello se adaptan otros dos aros de tamaño y
estructuras similares pero que suelen estar ornamentados con guardas. Se lo cuelgan
de un hombro y se lo percute con dos palillos.

Anguaguásu
    Tambor de los chiriguanos-chané que habitan en el borde occidental del
Chaco Salteño y en el "Ramal" de Jujuy, denominado también anguá arétepe
("tambor de fiesta"), anguá tubícha ("tambor jefe") y "tambora". Se lo considera el
integrante femenino de una familia de tambores, de los cuales es el de mayores
dimensiones (50 cm de altura y de diámetro aproximadamente). Los parches son de
cuero de corzuela, akúti, karaguáy o teyuguásu y van cosidos a un anillo interno de
bejuco que se adapta por fuera a la boca del cilindro. Posee dos aros externos de tala,
afata o palo amarillo y un cordel de tiento o de fibra vegetal que los une en W. Se lo
cuelga de un hombro y se lo percute con una maza.

Anguarái
Es el tambor tubular mediano de los chiriguano-chané. Las medidas en su diámetro y
su altura suelen coincidir en aproximadamente 25 cm. Su caja es de algarrobo o
palma excavada y sus parches de akúti, vizcacha o iguana. El cuero no percusivo
lleva un cordón de cerda o fibras vegetales llamado evínsa. La tensión de la
correhuela se logra mediante un solo tiento o cordón de fibra vegetal que va
abrazando de a dos los ramales que une ambos lados. Se lo percute con dos palillos.

Ápel
    Timbal tehuelche de características similares al Kultrún pero sin
resonadores en su interior. Los testimonios de los primeros viajeros por la patagonia
indican que ya a partir del contacto entre indígenas y hombres blancos, los primeros
comenzaron a elaborar su timbal aprovechando "bacinillas". La información recogida
en campaña en la provincia de Santa Cruz asegura que el elemento original para
construir el elemento original para construir el cuerpo del instrumento era una
caparazón de "peludo" a la que se " retobaba igual que una boleadora" con un cuero
de lomo o panza de guanaco.

Banja
El banja es un tambor en forma de caldero metálico
que se toca con una sola mano, la izquierda, y que forma
pareja con otro tambor de madera llamado tabla. Ambos
instrumentos son típicos de la música clásica del norte de la
India.
Bombo
Tambor construido por un cuerpo cilíndrico de
madera, sobre cuyos extremos se extienden dos membranas
de cuero de oveja o de cabra, que llevan cosido un arquito en
el borde, se percute con dos mazos. Se utiliza para acompañar
canciones y danzas y su función es eminentemente rítmica.

Caja
El cuerpo del instrumento es un arco de madera
delgada, de aproximadamente de 10 cm. de altura, tiene
dos parches de cuero atados entre sí por medio de un
tiento en forma de zigzag. El diámetro de la membrana
es de aproximadamente 33 cm., uno o dos palillos
completan el instrumento. La caja está presente en casi
todas las manifestaciones tradicionales del Noroeste, ya sean festivas (chaya),
ceremonias populares, ceremonias religiosas (Misa chico, la fiesta de la Virgen del
Valle, fiesta de Iruya, etc). Se encuentra muy difundida en Tucumán, Santiago del
Estero, Salta, Jujuy, norte de San Juan, La Rioja y Catamarca.

Daff
El daff es un instrumento membranófono que en
realidad es un pandero redondo formado por un bastidor
de madera cubierto por piel por los dos lados,
generalemnte uno de ellos está decorado con pintura. En
el mundo árabe es utilizado principalmente por mujeres en cantos y danzas
folclóricos.
Existe una gran variedad de este instrumento, conocido desde la antigüedad, en asirio
es meze, hebreo tof, griego y latín tympanon, mozárabe pandair y en Galicia pandero.

Kultrún
Timbal-sonaja de los mapuches cuyo uso está vigente en
las comunidades de Neuquén, Río Negro y Chubut. Su cuerpo es
una semiesfera de tronco de canelo, laurel, lenga, ciprés o raullí
cuyo diámetro oscila entre 30 y 60 cm.
     Un parche de cuero de potro, oveja, guanaco, chivo o
perro cubre la boca del recipiente y se une a un aro de tientos
retorcidos retorcidos aplicado a la base mediante un cordel de cerda equina o de
cuero, dispuesto en zigzag.
    Suele contener en su interior cuatro pequeñas piedras u otros elementos que
revisten especial significación mágica.

Pandero
El pandero es un instrumento de percusión
parecido a la pandereta, sin embargo no posee
sonajas ni cascabeles y, usualmente, es de mayor
tamaño. Aunque no lleven en el bastidor ni sonajas
ni cascabeles, en el interior los panderos puede
llevar semillas, chapas, cascabeles, piedrecitas o
cualquier otro pequeño objeto. Al golpearse contra
la piel que confroma la membrana, estos elementos enriquecen el sonido grave de la
piel.
Tarija
Está realizado en forma de copa de cerámica con una
sola membrana o piel dejando la parte inferior de la copa
abierta y libre. De la misma familia que la darbuka o tombak,
la tarija suele tener bajo el parche una cuerda que resuena al
vibrar éste amplificando y distorsionando su sonido. Mediante
la técnica de interpretación se consiguen varios sonidos:
graves, agudos, secos o resonantes, que permiten un variado
juego para el ritmo musical.

Tambor de agua
    Membranófono chaquense de golpe directo,
tubular, cerrado en uno de sus extremos. Su cuerpo es
un tronco ahuecado en forma de vaso cilíndrico en
cuyo interior se vierte agua hasta alcanzar
aproximadamente un tercio de la capacidad del
recipiente. Se cubre luego con un cuero de
"corzuela", cabra o avestruz que se ajusta al borde
extremo del tronco -donde suelen practicarse una
acanaladura- mediante varias vueltas de un cordón de fibras de cháguar.
    Los ejemplares cuyos toques se realizan sentado o en cuclillas llegan hasta
los 50 cm de altura por 30 de diámetro y se construyen con troncos de algarrobo,
pakará, cedro o yuchan. Los que se tocan de pié son de mayor altura -hasta 1,5 m-.
Tambor cilíndrico de dos
membranas
Tambor cilíndrico de dos membranas es un tambor
original de sur de India con forma de barril, con dos membranas
o parches. Su forma facilita su tocado, esta permite su
colocación horizontal en el regazo de modo que el intérprete
toque con los dedos y las palmas de las manos en las dos pieles
del tambor.
Los parches se tensan con los tacos de las correas o
cuerdas, estos tienen pegado una pasta de color negro formada
por arroz cocido y limaduras de manganeso para templar y
cambiar el timbre. El parche de la izquierda es grave y el de la
derecha agudo.

Michirái
    Es el tambor más pequeño de la familia de membranófonos chiriguano-
chané, similar a lo que hemos escrito "caja de indio". Su nombre significa "el hijo
más chico".
 
Instrumentos Típicos de Venezuela
 Arpa
 Cuatro
 Maracas
 Mandolina
 Violín
 Tiple
 Requinto
 Cinco
 Seis
 Bandola Llanera
 Bandola Oriental
 Bandola Guayanesa
 Bandola Andina
 Flauta venezolana
 Chimbangles
 Cumacos
 Furro
 Charrasca
 Guira

Región Capital integrada por el Miranda, Vargas y el Distrito Capital
Región Central integrada por los estados Aragua, Carabobo, Cojedes.
Región Centro-Occidental integrada por los estados Falcón, Lara, Portuguesa y
Yaracuy.
Región de los Andes integrada por los estados Barinas, Mérida, Táchira, Trujillo,
y por el municipio Páez del Estado Apure
Región de los Llanos integrada por los estados Guárico, Apure, con excepción del
Municipio Páez.
Región Guayana integrada por los estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro.
Región Insular integrada por el estado Nueva Esparta y las dependencias
federales.
Región Nor-Oriental integrada por los estados Anzoátegui, Monagas, Sucre.
Región Zuliana integrada por el estado Zulia
Instrumentos Típicos y
Tradicionales del
Continente Europeo
Acordeón
Un fuelle colocado entre dos cajas herméticas y
accionado constantemente por el ejecutante lleva el aire
a unas lengüetas interiores que vibran. A ambos lados
del instrumento hay botones: los que corresponden a la
mano derecha hacen la melodía, mientras que los de la
izquierda tocan acordes de acompañamiento. A este tipo
de acordeón se le denominó diatónico porque abriendo
el fuelle sólo daba las notas de una escala diatónica; la
escala cromática se conseguía abriendo y cerrando y
combinando adecuadamente los botones.
El alemán Christian F. Ludwig Buschmann patentó en 1821 un instrumento de
viento con fuelle y botones al que llamó handaeolina. El nombre de acordeón lo
patentó en 1829 Cirilo Demian, armenio que vivía en Viena, quien añadió unos
botones para la mano izquierda con acordes que servían de acompañamiento. Charles
Buffet comenzó a construir acordeones en 1830 y casi al mismo tiempo lo hacen los
franceses Fourneaux y Bousson, siendo éste el creador del acordeón piano, en el que
la hilera de botones de la mano derecha se sustituía por un teclado de tres octavas.
El instrumento de botones se comenzó a fabricar en España a comienzos de
los años 40 del siglo XIX, destacando marcas nacionales como El Cid junto a otras
extranjeras (la alemana Invencible -que se puede observar en el grabado adjunto- o
las italianas que procedían de Castelfidardo). Debido a esta proliferación, muy pronto
aparecieron también métodos para aprender a tocarlo, donde se incluían melodías de
época para atraer a los músicos con un repertorio que reunía temas clásicos de ópera o
zarzuela al lado de mazurcas, polcas y valses de moda en aquellos momentos en los
salones de baile. Entre esos métodos destaca el de Emilio Yebra y Piqué, publicado
en 1865 por A. Romero pero grabado e impreso en Alemania (C. G. Röder). En él su
autor indica que ha pretendido cubrir un vacío escribiendo un tratado "que sirva para
conocer y aprender el uso de todos los acordeones, principalmente en los diferentes
sistemas alemanes, que son los más usados, desde el más modesto de un teclado hasta
el más difícil y complicado acordeón cromático".

Albogue
Es un tubo de madera a cuyos extremos se
insertan dos pabellones de cuerno, uno más grande que el
otro; el mayor sirve de amplificador del sonido mientras
que el pequeño sirve para albergar una caña en la que se
ha practicado una incisión para convertirla en el órgano
de sonido como lengüeta simple. En el tubo se hacen
varios agujeros (habitualmente, tres arriba y uno abajo)
que modifican la altura de la melodía. Algunos tipos de
albogue, como la alboka vasca, tienen dos tubos (con
cinco y tres agujeros) y abarcan una escala de Fa sostenido a Do sostenido.
Este instrumento aparece en diferentes culturas y, aunque hay autores y
estudiosos que son partidarios de su origen asiático, es probable que, como en tantos
otros casos, la aparición y difusión de su uso haya sido prácticamente simultánea en
diferentes regiones del planeta. En España existen diversos tipos de albogues
documentados (País Vasco, Navarra, Castilla, Madrid, Andalucía) y hay noticias
acerca de su uso en otros países como Marruecos, Grecia, India, Gran Bretaña (el
pibcorn galés o escocés), Rusia, Finlandia e incluso algunas regiones de América del
Sur.
La palabra albogue parece derivar del árabe (su traducción sería "la
trompeta"). En algunas piezas se observa un asa bajo las cañas para sujetar mejor el
instrumento; ejemplos de ello se pueden ver en la Colegiata de Toro (en un
instrumento de un solo tubo) y en las Cantigas de Santa María (con una pieza de dos
cañas). En el País Vasco todavía se utiliza ese asa o yugo, denominado bustarri,
dándose la circunstancia de que se ha convertido además en la seña de identidad de
los fabricantes, ya que cada uno utiliza un dibujo y unos adornos distintos para
diferenciarse de los demás.

Anandalahari
A través del parche de un tambor con forma de
barril y cuyo tamaño permite sostenerlo bajo el brazo, se
ha traspasado una cuerda doble que se tensa y destensa a
voluntad, al mismo tiempo que, con la otra mano, se
pulsa con una gruesa púa de madera o hueso. Este
instrumento tiene una utilidad rítmica.
Su nombre significa literalmente "olas de alegría",
aunque popularmente en la zona de Bengala (India), de
donde es originario, se le conoce como khamak o gubgubi, que son nombres
onomatopéyicos más comunes en este tipo de denominaciones, y que aluden
claramente al sonido del instrumento.
Frecuentemente vemos el anandalahari en las actuaciones de los Bauls,
practicantes de la religión que lleva su mismo nombre y que proclaman, entre otros
conceptos, la igualdad entre los seres humanos, rechazando la estructura de las castas.
En el este de India, en la región de Orissi, una variante del anandalahari
llamada dudhuki, es utilizada por los kela o encantadores de serpientes. En Bujarat
otra variante es denominada bagilu, y en Rajastan existe otro instrumento llamado
bhapang de características comunes con todos los mencionados.

Añafil
El término “añafil” procede del árabe “nafir”, y el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua lo define como:
“Trompeta recta morisca, parecida a la tuba romana, que se usó
también en Castilla”.
Efectivamente, estamos hablando de un aerófono recto,
cuyo sonido surge de la vibración de los labios del interprete en
una boquilla en forma de pequeño embudo. Este tipo de
instrumento se encuentra en diversas culturas alrededor del
mundo, agrupándose generalmente en el apartado de las
denominadas “trompas naturales”, ya que no presentan orificios, llaves ni ningún otro
elemento constructivo que altere la afinación o el timbre.
Aparece con frecuencia en la iconografía medieval (Beatos de los siglos X y XI, y
Cantigas de Santa Maria de Alfonso X, del siglo XIII, etc.). Es frecuente encontrarlo
representado en escenas de batallas, con estandartes incorporados que identifican su
militancia.
En la actualidad es frecuente encontrarlo aún en uso en algunas cofradías
religiosas de los países del Magreb.
Con el tiempo, el largo tubo del añafil se curvaría para convertirse en un
instrumento mas manejable, y evolucionaría hasta llegara a los aerófonos de boquilla
que conocemos en la actualidad, equipados con llaves y pistones (trompetas, tubas,
trombones, etc.).
Aristón
El Ariston es la marca registrada de un organillo
neumático de manivela con lengüetas libres. Parece que
su inventor, Paul Ehrlich (1849-1925), comenzó
fabricando en Leipzig en 1877 un tipo de organillo
pequeño (el Orchestrionette) y pocos años más tarde
crearía otro modelo (Ariston) para el ámbito doméstico
(40 x 40 x 25 cms.) que funcionaba con discos de cartón
perforado y que bien pronto alcanzaría una gran
popularidad (se vendieron cerca de medio millón de aparatos y se perforaron hasta
seis mil melodías distintas). Por eso no le importó que otros inventores como Ludwig
Hupfeld alcanzaran la gloria de haber creado órganos de más voces: frente a los
instrumentos de Ehrlich con 24 y 36 voces, los de Hupfeld llegaron a tener 61 notas.
Otras compañías, como la Pietschmann und Soehne, lanzaron patentes diferentes
hacia 1885 como el Herophon (de disco cuadrado en el que se movía el mecanismo
interior en vez del disco) o el Manopan (en el que la canción se codificaba en un rollo
de papel). En 1887 Ehrlich patentó el Ariston para todo el mundo y sólo el éxito de
aparatos como el Polyphon (con discos de metal y cilindro de púas) o del Fonógrafo,
acabaron con el reinado largo y fructífero del fabricante.
El invento de Ernest Paul Ehrlich era un instrumento de tipo órgano (es decir
con fuelles y “secreto” o caja para almacenar el aire), dotado de una manivela que
ponía en marcha dos funciones: una, insuflar aire al secreto con los fuelles y otra
hacer girar interiormente un mecanismo que, cada vez que pasaba por las
perforaciones efectuadas en un disco cuadrado de cartón que iba fijo sobre el mueble,
levantaba las llaves del secreto para que el aire hiciese sonar unas lengüetas libres.
Armonio
En una caja cuyo tamaño varía, aunque sin
superar nunca el del piano vertical, hay, dentro de una
abertura practicada en la parte frontal inferior, dos
pedales que el ejecutante debe oprimir alternativamente
con los pies. Esos pedales abren y cierran un fuelle que
lleva aire a una caja interior o secreto. Por medio de
teclas conectadas a un mecanismo, el ejecutante puede
tocar notas o acordes -con la posibilidad de modificar
su sonido por medio de registros- que se producen por
la vibración de las lengüetas correspondientes sobre las que pasa el aire almacenado
en el secreto.
El teclado del armonio del Museo de Urueña tiene separadas las partes para
cada mano formando dos cuadrados de 7 x 6 notas de lado entre las cuales van los
semitonos. Para la mano derecha, el sentido de la escala, en horizontal, va de
izquierda a derecha, de DO a SI; en la izquierda sucede lo mismo pero de derecha a
izquierda. La tercera hilera horizontal desde arriba da la octava fundamental y las dos
siguientes hacia arriba dos octavas superiores. Hacia abajo, a partir de la tercera hilera
hay una octava baja, una alta sobre la fundamental y la última abre todas las octavas
de la nota correspondiente, que suenan al tiempo.
Este tipo de órganos reducidos, aunque ya existiera anteriormente en
diferentes formas, fue patentado en 1842 en París por Alexandre François Debain.
Desde 1834 este constructor de pianos se había establecido por cuenta propia y entre
esa fecha y 1851 inventó el armonio, el antifonel y el armonicordio. El instrumento
de esta colección fue fabricado en Medina de Pomar (Burgos) por el fraile Jesús
Domínguez, quien patentó el teclado a principios de nuestro siglo con el nombre de
"Divina Pastora". Por la peculiaridad de ese teclado, porque está pensado para tocarse
de pie y por algún otro detalle, puede considerarse al instrumento como una pieza
única. En Valladolid se estableció a finales del siglo XIX Quintín Rufiner, de cuyo
taller salieron muchos armonios y un órgano que construyó en casa de la familia
Power en Renedo que sonaba en todas las habitaciones de la casa gracias a un
ingenioso sistema de tuberías.

Axabeba
Es probable que el término ajabeba, y todas sus
variantes como son ajaber, ayabeba, exababa, exabera,
xabeba, xabela, etc., provenga del árabe “sababa”
(joven, nueva). La aparición de las flautas traveseras en
Europa se remonta al siglo xi. Ramón Andrés, en su
Diccionario de Instrumentos Musicales, anota que no
llega a través de la Península Ibérica, como es el caso
del laúd, sino que penetra a través de Bizancio.
En la ajabeba, el sonido se provoca por la
incisión del aire en un orificio practicado en el lateral
del tubo. Se sitúa cerca del extremo superior del mismo, que se encuentra tapado.
Este tubo se coloca paralelamente a los labios del músico y en posición atravesada u
oblícua con relación a su cuerpo. Por ello ha recibido el nombre de flauta travesera, o
traverso. Es frecuente la utilización de la caña como elemento de construcción, pero
también se construyen en madera. La evolución del instrumento ha dado como
resultado la flauta travesera de llaves que hoy se toca en la orquesta sinfónica, que se
fabrica en diversos metales y entre ellos la plata.
La preciosa representación que figura en las Cantigas de Alfonso X el Sabio
establece claramente las proporciones y la posición del instrumento. Pero a la luz de
los trabajos realizados por Romà Escalas, del Museo de Instrumentos de Barcelona, y
por el constructor Josep Tubau, hoy tenemos datos, como los que se deducen del
retablo de Santa María de Pollensa en Mallorca, que invitan a pensar también en un
instrumento de posición oblicua con respecto al intérprete, y cuya construcción y
técnica de ejecución estaría a medio camino entre las actuales traveseras y los neis
orientales. Una técnica de interpretación determinada, combinada con una forma
específica del orificio, dotan a este instrumento de una enorme expresividad.

Bajo Hofner
Con la invención y el posterior desarrollo de
los instrumentos eléctricos, el músico comenzó a
tener más acceso a las frecuencias graves sin tener
necesidad de transportar enormes instrumentos
como el contrabajo o la tuba. Por ésta y otras
razones, los bajos eléctricos gozaron de una gran
aceptación, y rápidamente proliferaron tanto en las
orquestas de baile y los grupos de rock & roll,
como en las formaciones de jazz.
Este modelo, conocido popularmente como
"bajo violín", destacó entre otros por ser uno de los instrumentos que los Beatles
utilizaron a lo largo de toda su carrera. Hemos de recordar que Paul McCartney es
zurdo, y debido a ello en 1961 aún no había encontrado un bajo que le resultase
suficientemente cómodo, ya que los que había tocado siempre, y los que encontraba
en las tiendas, presentaban un problema: al colocarlos en la posición de los zurdos
adquirían un aspecto un poco extraño. Durante una estancia en Hamburgo,
McCartney descubrió un instrumento con una pequeña caja de forma simétrica que
recordaba a la de un violín. Se trataba del "Bass 500/1", fabricado por la casa alemana
Hofner. Paul decidió que este bajo sería estéticamente mucho más adecuado que los
anteriores, y pensó que realizar los cambios necesarios para acomodárselo no sería
tan complicado como en un modelo asimétrico. Fue a la tienda Stenway, y por unos
54 euros -al cambio actual-, compró el instrumento. Posteriormente, encargó un
modelo específico para zurdos a la casa Hofner que sería el bajo que, entre otros, ha
utilizado hasta nuestros días. Su colaboración con esta marca existió desde un primer
momento, y muy pronto Brian Epstein, el representante de los Beatles, firmó un
acuerdo por el que todos los bajos del modelo "500/1" llevarían una etiqueta colgada
en la que se vería una foto de Paul y una frase que decía "Wishing you every success
with this guitar", ("Os deseo un gran éxito con esta guitarra").
Independientemente de las modas, el modelo Hofner que mostramos,
fabricado hacia 1965, aportó una gran calidad en relación a su asequible precio. La
ligereza del instrumento, su sonido redondo, y su mástil cómodo, estrecho y corto
ayudaron a convertirlo en uno de los bajos más utilizados de su época.

Bandurria
Instrumento dotado de una caja acústica plana,
en forma de pera, un mástil y una cabeza en la que va
un clavijero con doce cuerdas metálicas agrupadas en
seis órdenes. El diapasón que va a lo largo del mástil
tiene habitualmente 14 trastes. El intérprete pulsa las
cuerdas con un plectro o púa casi siempre entre la
boca o tarraja (abertura de forma circular u oblonga
practicada en la tapa superior) y el puente. Éste está
situado entre la boca y el cordal y sobre él reposan las
cuerdas en la parte inferior, haciéndolo sobre la
cejuela en la superior para repartir la tensión.
En el siglo XVI se designaba con el mismo término a una pequeña guitarra de
tres órdenes, aunque nada tuviese que ver con el instrumento que ahora conocemos ya
que aquel otro tenía los trastes movibles, sólo tres cuerdas y forma de guitarrilla. Juan
Bermudo, el autor de la Declaración de instrumentos musicales (1555), refiriéndose
precisamente a ese instrumento, decía que si se juntaran dos bandurrias afinadas una
en grave y otra en agudo se podrían tocar obras de ámbito más extenso, haciendo
referencia a las pocas notas que podía alcanzar aquella primitiva bandurria. Poco
después confiesa que ya han llegado de Indias bandurrias de cinco cuerdas, no se sabe
si refiriéndose al mismo instrumento anterior con mayor número de cuerdas o al
nuevo instrumento al que se le aplicarían el nombre y la forma definitivos.
El instrumento que hoy conocemos con el nombre de bandurria se consolida
definitivamente en el siglo XVIII. Los primeros métodos empiezan a aparecer a
mediados de ese siglo (Minguet y Sotos) y siguen en el XIX (Tomás Damas, José de
Campo, Manuel P. García y Matías de Jorge). En ese período la bandurria se conoce
por lo general como instrumento estudiantil y de ronda -"la mandolina española", lo
llama el Barón Davillier en su Viaje por España- pero también llega a ser considerado
instrumento de concierto debiendo su auge a notables intérpretes que transcriben
obras para él. La necesidad de combinar para tales obras voces y timbres diversos
aconseja, finalmente, crear conjuntos, denominados generalmente "de pulso y púa"
capaces de tener un amplísimo repertorio.

Bandurria de Claudio Tabernero


Habiendo establecido los orígenes y principios del instrumento, es interesante
ampliar la historia de la bandurria durante el siglo XX, y especialmente aquella parte
en la que el ejemplar que ahora nos ocupa ha participado de forma activa.
Es a principios de este siglo cuando la bandurria comienza una andadura
destacada de la mano de músicos como El Cuarteto Aguilar, para el que Joaquín
Turina escribiría su Oración del Torero. En 1928 Germán Lago organiza con 50
instrumentistas los primeros ensayos de la futura Orquesta Ibérica, cuyo primer
concierto tuvo lugar el 14 de Junio de 1929 en el Teatro de la Comedia de Madrid. La
guerra civil interrumpiría en 1936 la actividad de la Orquesta Ibérica, reapareciendo
en 1940, una vez terminada la contienda. Es en esta segunda etapa en la que se
incorporarían nombres de la relevancia de Manuel Grandío, Gregorio Rubio, Santiago
Nebot, y los hermanos Tabernero, Ernesto y Claudio. Posteriormente, tras la
desaparición de esta formación y con la presencia de algunos miembros de ella,
Manuel Grandío fundaría la Orquesta Gaspar Sanz, en donde Claudio Tabernero sería
el concertino.
El modelo al que nos referimos está construido por Domingo Esteso en 1934.
Ha permanecido en activo hasta el año 2000, en el que el propio Claudio Tabernero
realizó la donación a la colección "Luis Delgado". Presenta la forma denominada
Calvete, en la que el mástil se une con la caja de forma muy gradual, permitiendo al
intérprete una mayor comodidad para moverse por la tesitura más alta del
instrumento. También es destacable en este ejemplar la curiosa posición de las
clavijas, similar a la de las mandolinas, que, a pesar de ser de una gran comodidad a
la hora de encordar el instrumento, no tuvo demasiado aceptación entre los
constructores, y son muy escasas las que se construyen de este modo.

Banjo
Todas las investigaciones invitan a pensar que el
banjo que hoy conocemos proviene de un instrumento
africano que llegó a América con los esclavos negros.
Probablemente su caja de resonancia primitiva era una
simple calabaza cortada por la mitad, con una piel como
tapa armónica y un mástil, sobre el que se extendían
varias cuerdas. Este instrumento recibía los nombres de
banza, banjil, banje, banshaw, banjar, etc., aunque otras
fuentes atribuyen el actual nombre a una evolución del termino bandore. Thomas
Jefferson, en sus Notes on Virginia (Notas sobre Virginia) publicado en París en
1784, escribe sobre los esclavos: "Su instrumento propio es el banjar... y sus cuatro
cuerdas corresponden a las más bajas de la guitarra". La primera representación
gráfica que se conoce está en el Viaje a las Islas de Madeira, Barbados, Nieves, San
Cristóbal y Jamaica escrito por Sir Hans Sloane en 1688 y publicado en Londres en
1707. Hasta comienzos del siglo XX el banjo llevaba cuerdas de tripa, a diferencia de
las actuales, que son de acero. El mástil inicialmente carecía de trastes, como se
observa en el modelo que exponemos, y fue a partir de 1860 cuando James Buckley,
en su Nuevo Método de Banjo, añadió los trastes metálicos. Algunas fuentes señalan
que la aparición de la quinta cuerda, más corta que las otras cuatro, tiene lugar en la
primera mitad del siglo XIX y con frecuencia se atribuye su incorporación a un
músico y constructor de la época llamado Joel Walker Sweeney. Sin embargo existe
una acuarela de finales del siglo XVIII que, bajo el título de The Old Plantation (La
vieja plantación) muestra un grupo de esclavos bailando al son de un tamborcito y de
un banjar muy similar a los representados en el libro de viajes de Sir Hans Sloane,
pero que ya presenta una quinta cuerda en la mitad del mástil. Lo que sí parece más
probable es que fuera el ya citado J. W. Sweeney el que, alrededor de 1825, sustituyó
la calabaza que presentaban los modelos primitivos, por un aro de madera.
Posteriormente y en colaboración con el fabricante William Boucher, incorporó a este
aro de madera el sistema de fijación del parche con tornillos, similar al de un tambor
moderno. Uno de sus ejemplares más antiguos (1846) se conserva en el Smithsonian
Institute de Washington. Se puede decir que a principios del siglo XX el banjo ya
estaba muy extendido y aceptado en diferentes ambientes y estilos, y que ha seguido
gozando de una enorme popularidad hasta nuestros días.

Banjulele
La historia de los instrumentos híbridos es tan
larga como la de los propios instrumentos musicales.
Siempre han existido músicos y fabricantes que han
adaptado los avances técnicos, acústicos o mecánicos
de otros instrumentos a los propios. Es el caso de los
hermanos hawaianos Alvin y Kelvin Keech, que en
1918 decidieron aplicar la caja de resonancia de un
banjo al mástil reducido de cuatro cuerdas de un
ukelele, respetando las dimensiones de este. Se patentó en 1920 y fabricaron
numerosos ejemplares en Norte América y en Inglaterra.
El objeto de este experimento era el de dar, en una época en la que no existían
los sistemas de amplificación actuales, una mayor sonoridad a un instrumento de
reducido tamaño y relativamente sencillo de tocar.
El término ukelele viene del origen hawaiano del instrumento, ya que “uku”
significa allí “pulga” y “lele”, “bailar”. Es decir que el instrumento en Hawai se llama
“pulga bailarina”, probablemente por su reducido tamaño y su ejecución rápida y ágil.
El híbrido entre banjo y ukelele tuvo éxito, y otras marcas comenzaron
rápidamente a fabricarlo. Para ello debieron de utilizar otros nombres (banjo-uke,
ukelele-banjo, etc.), ya que el de “banjulele” solo podía usarlo su creador Alvin
Keech. Se comercializaron instrumentos fabricados por Dallas, Harmony, Ludwig,
Bacon y por supuesto, Gibson, que con una variada gama de modelos, surtió a
muchos profesionales de la época.
Como interprete destacó el comediante George Formby, que con sus mas de
200 grabaciones, fue uno de los artistas más cotizados en la Inglaterra de la primera
mitad del siglo XX.
El modelo que se muestra es un auténtico Keech. Está fabricado
probablemente hacia los años cuarenta, con las cuerdas originales de la marca
Monopole que se servían en colores azul y rojo. Conserva la firma original de su
creador en el dorso.

Bombo
Bastidor cilíndrico de madera o metal con dos
parches en sus extremos. Su tamaño oscila según las
épocas, pero lo normal está entre 50 y 60 cm de diámetro y
unos 25 a 30 de altura. Como en el caso de otros tambores,
desde el siglo XVIII las palomillas metálicas vinieron a
sustituir a los tirantes de cuerda y cuero. Se golpea,
generalmente, en uno de los parches con una maza recubierta de piel, sujetándose el
instrumento con una correa y un tahalí de modo que los parches queden verticales al
suelo. Algunos combinaban el sonido del parche con el de unos platillos que iban
sobre la parte superior del bastidor. Los golpes de acompañamiento suelen coincidir
con las partes fuertes del compás.
Una de las primeras representaciones iconográficas de un pequeño bombo se
puede admirar en el pórtico de piedra policromada de la Colegiata de Toro (Zamora).
En él, uno de los reyes músicos sostiene, verticalmente y frente a sí, un instrumento
de doble parche colgado del cuello, mientras golpea las pieles de ambos lados con dos
mazas.
El instrumento seguramente llegó tardíamente a la música tradicional a través
de la militar, pasando de ésta a las bandas o agrupaciones civiles que tanto
proliferaron en España durante el siglo XIX y a comienzos del XX. Pudo tener su
primer origen en la música turca militar, interpretada con instrumentos estruendosos
entre los que estaban grandes tambores. A partir del siglo XVIII, por moda, muchas
bandas militares europeas comenzaron a imitar a las otomanas, convirtiéndose el
bombo de este modo en instrumento imprescindible para esas formaciones e
incorporándose después a la música sinfónica.

Caja
Cilindro de madera o metal cuyas bocas están
recubiertas por parches de piel. Uno de esos parches (el
inferior) tiene unos bordones o cuerdas (de metal o
tripa) que recorren diametralmente la piel de un lado al
otro del aro, sujetos entre una pieza fija y una palomilla
que sirve para tensarlos. También con palomillas y
varillas -entre cinco y ocho- se tensan los parches
(anteriormente se hacía con cuerdas) apretando los
hierros o las maderas que los abrazan. El parche mide entre 30 y 35 cm de diámetro,
variando la altura del cilindro entre 8 y 15 cm. La piel se golpea con dos baquetas y el
instrumento se lleva colgado a la cintura con un cinto, inclinándolo ligeramente para
facilitar la percusión.
La caja, de mayor o menor tamaño, aparece casi siempre unida a la música
militar. Ya desde la Orquesografía de Thoinot Arbeau (siglo XVI) se dan diferentes
ritmos para perfeccionar las evoluciones en la marcha de los soldados. Este tipo de
instrumento se solía denominar tambor de lado, pues los ejecutantes lo llevaban a un
costado para que no les estorbara al caminar. Su tamaño se fue reduciendo y, a partir
del siglo XVIII, también entra en la composición de la orquesta. Durante el XIX se
utiliza mucho en las bandas militares y, a partir del XX, entra a formar parte de las
baterías utilizadas para el Jazz y la música popular.
Esa caja, de tamaño más pequeño que el side drum o tambor de lado, se
denominó caja viva, caja clara o caja militar y, aunque se fabricaba en España, seguía
el sistema prusiano, con varillas para templar y aros reforzados. En el parche inferior
y a lo largo de la piel extendida iban dos bordones que daban al sonido un
característico tableteo. En la milicia, destemplar los parches de las cajas era sinónimo
de luto, aunque también se utilizaba para acompañar actos tristes, como expulsar del
regimiento a quien hubiese cometido una falta grave, lo cual se hacía "con cajas
destempladas". Algunos pregoneros, para llamar la atención del vecindario, utilizaban
instrumentos como bocina, tambor o caja, según se puede observar en el dibujo del
siglo XIX de Fernando Alberti que se ofrece.
Caja de Música Rectangular de
Manivela

No sería aventurado documentar esta caja de


manivela entre 1880 y 1900. La caja fue fabricada
probablemente en Suiza (en la parte inferior hay una
etiqueta en francés que dice “Musique a 1 air”, lo cual
quiere decir que es una caja con una sola pieza
musical). La pieza, sin embargo, nos lleva a la época
Victoriana y en concreto a una de las óperas de
Gilbert y Sullivan, tal vez una de las más famosas, titulada "H.M.S. Pinafore or the
lass that loved a sailor" y desarrollada en dos actos. La opereta fue un éxito y se
hicieron representaciones en Inglaterra y en los Estados Unidos, aunque éstas no se
reconocieron en derechos para los autores pese a que éstos lucharon largamente para
que se les pagaran. Si bien la obra fue muy bien recibida por la abundante burguesía
británica, no tuvo el mismo éxito entre la nobleza. Se dice que la Reina Victoria
asistió a una de las representaciones y al salir, en una de las frases lapidarias que se le
atribuyen, exclamó “No nos hemos divertido”.
De entre las canciones de esta opereta musical se ha elegido la más
significativa “For he is an englishman”, melodía bien pegadiza que se interpreta en
varias ocasiones pero que además cierra el segundo acto al finalizar el número “Oh
joy, oh rapture unforseen”:
La caja, toda ella de madera en su parte externa, está cerrada y sólo se puede
acceder al mecanismo interior retirando previamente cuatro tornillos que unen la base
de madera, sobre la que van el cilindro y el peine, con la carcasa.
Caja de Música Redonda de
Manivela
La diferencia entre este tipo de caja y otras
similares era que no tenía motor, de modo que el
cilindro de púas había que accionarlo con una
manivela que se encontraba en la parte exterior de la
caja. Desde el siglo XVIII los mejores fabricantes
fueron los relojeros, así que la mayoría de las cajas
provenían de Suiza y Alemania. Esta caja, sin
embargo, es francesa, tiene forma circular y presenta
en la parte superior una manivela de metal con pomo
de pasta. Sobre la caja va pintada una joven ataviada con una túnica al estilo clásico
que tanto gustó durante la época romántica

Caja de Música Reuge


A partir del año 1865, Charles Reuge, un
relojero nacido en Val de Travers, se estableció en la
localidad de Sainte Croix, en Suiza, para empezar a
fabricar relojes de bolsillo musicales. Su hijo Albert
continúa con el negocio y lo amplía convirtiéndolo en
una de las empresas más reconocidas en la fabricación
de cajas de música pese a tener que competir con otras
empresas de prestigio como Paillard o Gueissaz y tener que atravesar momentos de
crisis con la aparición de las cajas de música de discos recambiables o la invención y
difusión del fonógrafo y gramófono a comienzos del siglo XX. Los nietos de Charles,
Guido, Albert y Henri continúan la tradición y, en especial Guido se dedica a la
recreación de lujosas cajas y al lanzamiento de nuevos diseños. La casa Reuge
compra sucesivamente empresas como Bontemps, Thorens, Lador y Cuendet con lo
que amplía y diversifica su mercado y su oferta. Tras abrir un nuevo mercado en los
Estados Unidos a comienzos de la década de los 90 en el siglo XX, Reuge adquiere la
fábrica italina que le surtía de los recipientes de madera para las cajas de música. Hoy
día es la marca más reconocida en el mercado mundial.
La pieza que se muestra está fabricada en madera de raiz de olmo y contiene
un peine con 50 láminas sobre las que el rodillo toca dos canciones. Los rodillos se
hacían con un tubo de latón relleno de resina en el que se marcaban las púas para
codificar el tema musical. Un operario hábil (en el siglo XIX habitualmente eran
mujeres las encargadas de este cometido) podía marcar unas 700 púas por hora.

Caja de Música Thorens


Desde la invención de la caja de música por
Antoine Favre en 1796 hasta el establecimiento de la
primera fábrica pasaron algunos años. En 1815
Jeremie Recordon y Samuel Junod crearon una
empresa especializada en autómatas y cajas de música
y abrieron el camino a muchas otras compañías que se
fueron estableciendo en Alemania y Suiza
principalmente. En 1862, Paillard patentó el cambio de
rodillos, invento que fue perfeccionado en Ginebra en
1879 por Metert. Desde 1865 Charles Reuge se estableció en la localidad Suiza de
Sainte Croix, en el cantón de Saud, donde trabajó como maestro relojero y fabricante
de cajas de música. En 1882, también en Sainte Croix, Hermann Thorens comenzó a
crear modelos diferentes de cajas con discos marcados de pequeño tamaño, como la
denominada “Edelweiss”. Él y Paillard disfrutaron de una época dorada durante la
década de los años noventa pero tuvieron que cambiar su producción hacia los
fonógrafos a partir de 1906, tras la comercialización del invento de Edison.
La casa Thorens siguió especializada en aparatos de música, principalmente
platos tocadiscos, hasta nuestros días, aunque fue adquirida por Reuge en 1985. La
propia casa Reuge, la más prestigiosa en fabricación de cajas de música sufrió una
crisis tras el fallecimiento de Guido Reuge, su último heredero, y tuvo que reconvertir
su negocio hacia los productos de alta gama entre los años 2003 y 2004.

Campana
Instrumento de metal en forma de vaso
invertido, dentro del cual hay una barra de hierro o
badajo acabada en una bola a cuyo extremo se ata una
cuerda, de modo que permita llevar esa barra desde el
centro, de donde pende, hasta los bordes inferiores del
vaso. A veces se utiliza un contrapeso llamado maza o
melena para que la campana gire o voltee. Los dos tipos
más frecuentes en cuanto a la morfología son el llamado
romano o de hombro ancho, que se suele utilizar para
las campanas más grandes, y el de tipo esquilón o de hombro estrecho.
Aunque la campana de torre se conoce en Europa desde los primeros siglos de
nuestra era, no aparecen estudios sobre ella hasta el siglo XI en que un monje llamado
Telonius escribe un tratado sobre los metales. Muchos autores coinciden en que el
papa Sabiniano fue quien generalizó su uso en los templos, pero otros opinan que ya
san Paulino de Nola las había utilizado desde el siglo vi. La forma actual se va
imponiendo a partir de la Edad Media y sus constructores pasan, de ser nómadas
hasta el siglo XVIII, a establecerse y crear industrias, muchas de las cuales han
llegado a nuestros días.
Una de las primeras representaciones españolas de campanas de torre se puede
contemplar en el Beato de Tábara, que está en el Archivo Histórico Nacional. En esa
ilustración aparecen dos campanas de perfil antiguo (en forma de colmena
redondeada), que están siendo accionadas por un campanero mediante unas sogas que
llegan hasta el nivel del suelo en el que se encuentra. La misma escena, aunque
representada con más realismo, se puede ver también en las Cantigas de Santa María.
La Iglesia comparó el sonido de la campana con la voz de Dios, lo cual llevó a que,
en los días cruciales de la Semana Santa, se prohibiera su uso, pues Cristo estaba
muerto (mudo) y sus ministros (los apóstoles) atemorizados y dispersos. En su lugar
sonaban las matracas de torre, que servían para dar avisos civiles y eclesiásticos.

Carraca de dos lengüetas


En el centro de una caja de madera
alargada, abierta por arriba y por abajo, se inserta
un eje dotado de una manivela con pomo, que va a
mover a una rueda dentada. A un lado y a otro de
esa rueda, en sentido longitudinal a la caja y dentro
de ella, se alinean dos lengüetas, enfrentadas por su
parte más estrecha a la rueda que inciden sobre ella
y que van a producir un tableteo al ser elevadas por
cada uno de los picos de la rueda y depositadas en
la base del siguiente diente.
El ser habitualmente ebanistas o carreteros -artesanos rurales- quienes se
encargaron de fabricar las carracas en sus ratos libres, hizo que la variedad de formas
y modelos se multiplicase al aplicar en las piezas construidas el ingenio o el capricho.
Hoy día todavía se pueden ver algunas con forma de violín, de avión, de guitarra, etc.
El niño representado por Arnoldo de Westerhout en el libro de Philippo Bonanni
Gabinetto Armonico (1723), sujeta con una mano uno de los modelos más comunes
con mango mientras con la otra sostiene un mazo de los llamados matajudíos, para
llevar a las Tinieblas de la Semana Santa.
El hecho de que no aparezcan apenas testimonios iconográficos ni literarios
hasta el siglo XVI, no quiere decir que sea esa la época de su origen. Si Brueghel
pone carracas y matracas en manos de niños, que suelen ser el último eslabón en la
cadena evolutiva de entrega de las expresiones populares, quiere decir que esos
instrumentos ya habían pasado por una larga historia. Su uso en los monasterios
durante la Edad Media con el nombre de crepitaculum ligneum (crepitador de
madera) para dar las horas o para tocar determinados avisos está comprobado, aunque
su gran popularidad llegase más tarde, según se ha dicho.

Castañuelas
Son dos tablitas cóncavas, generalmente de
pequeño tamaño y sujetas con un cordón, que se
manejan con una mano. Suelen fabricarse por
parejas, llamándose desde el siglo XVIII macho al
par que se toca con la mano izquierda y hembra al
par que se lleva en la derecha. Algunas, por sus
grandes dimensiones, se tocan sosteniéndolas bajo
la cavidad de la mano; generalmente, sin embargo,
se atan al dedo corazón o al pulgar. Casi siempre
fue instrumento utilizado por danzantes, fuera en
los bailes del medio rural fuera para las danzas escénicas donde se solían llamar
castañetas y, a partir del siglo XVIII, palillos.
No existen referencias documentales muy antiguas (las primitivas menciones
se refieren más bien a tablillas que no van sujetas con cordel). A partir del
Renacimiento adquieren gran importancia para acompañar rítmicamente los pasos de
danza o de baile. En el siglo XVIII comienzan a publicarse tratados y métodos,
llamados impropiamente crotalógicos (ya que los crótalos sólo estaban unidos por la
presión de las manos), que estudian cómo perfeccionar su manejo, detallando y
nombrando las partes de que consta el instrumento. Los constructores rurales han
creado a lo largo de los siglos una gran variedad de tipos, que suelen adornar con
hermosos trabajos ornamentales hechos a punta de navaja.
La literatura aporta un amplísimo panorama descriptivo de cómo y para qué se
utilizaba este instrumento, siendo usado muy especialmente por los danzantes en los
bailes rituales o procesionales. En el cuadro adjunto de Bayeu, que se halla en el
Instituto Valencia de Don Juan de Madrid, se puede ver una danza de hombres a
cuatro, al estilo de las de palos, de valencianos, de huertanos, etc. que solían salir el
día del Corpus acompañando a la procesión por las calles de las ciudades y pueblos
españoles.

Celestina
La caja de la Celestina, así como la de
otros instrumentos similares que tienen nombres
diversos (Melodía, Symphonian, etc.) es
característica y similar a la de un pequeño bureau
(36 x 40 x 33,5 cms.). La tapa, que se abre hacia
atrás, cubre el mecanismo neumático de un
organito en el que 20 notas producidas por
lengüetas libres suenan alternativa o
conjuntamente al leer un rollo de papel en el que
se ha codificado una melodía. Una manivela, situada en el lateral derecho de la caja,
acciona un cigüeñal que mueve los fuelles y el rollo al mismo tiempo. La misma
manivela, extraida ligeramente hacia fuera, mueve el rollo en dirección contraria para
rebobinarlo.
Algunas compañías comerciales dedicaron gran atención, a finales del siglo
XIX, a la fabricación de aparatos domésticos capaces de reproducir canciones
“marcadas” previamente en rollos cambiables de papel perforado. De esta forma
sustituían a los órganos de manivela con tubos, populares pero demasiado grandes
para el ámbito de una casa. La compañía Mechanical Orguinette, de Nueva York,
incorporó en 1878 al sistema de pequeños tubos unos rollos de papel que, al ser
demasiado rígido, no tardó en ser sustituido por otros de papel más duradero y sin
embargo más flexible. De todo ello se aprovechó la empresa Aeolian, que se encargó
de comercializar la Celestina, instrumento que se hizo muy popular y cuyas patentes
estuvieron incorporando novedades sobre la primera que registró John McTammany,
hasta 1891. Sobre la base de ese invento, Edwin Votey patentó en 1896 la Pianola,
que movía con rollos de papel y aire los macillos de un piano.

Chiflo de Afilador
Este aerófono de utilización tipicamente
gremial, pertenece a una familia de instrumentos que
muchos musicólogos denominan “Flautas de Pan”.
Toma su nombre de la habitual representación del dios
Pan, de los pastores de la Arcadia clásica, tocando el
instrumento.
La familia de las flautas de Pan, que también
reciben el nombre de siringas, zampoñas, sikus, antaras,
fusas, etc., se compone de innumerables instrumentos con características similares,
pero con una gran diversidad de formas y tamaños, dependiendo de su localización
geográfica y cultural. Las encontramos desde el este de Europa hasta Asia y
Latinoamérica.
La que aquí presentamos es de reducido tamaño, está construida en una sola
pieza de madera, y con frecuencia se adorna con un remate zoomorfo. En España se
utiliza casi de forma exclusiva por los afiladores que, antiguamente, también eran
reparadores de paraguas. Su manejabilidad permite al afilador anunciar su presencia,
con escalas ascendentes y descendentes, sujetando el instrumento con una sola mano,
mientras tira con la otra del carrito donde transporta sus herramientas de trabajo. A
modo de anécdota, cabe citar que algunos afiladores intentaron sustituir la familiar
llamada del chiflo por el estridente chirrido de una ballena de paraguas al rozar con la
rueda de afilar. Parece ser que el sonido era tan desagradable que en Valencia llegó a
prohibirse explícitamente, y la gente tiraba baldes de agua al afilador que lo utilizaba.
Pocas profesiones han logrado tener un sonido tan identificativo como el del
chiflo de afilador, y prueba de ello es que actualmente los profesionales ambulantes
que aun ejercen su oficio utilizan una grabación que hacen sonar a través de los
altavoces del coche, para que la clientela perciba su presencia.

Cítara
Instrumento formado por una caja armónica
plana, de forma trapezoidal, sobre la que van
extendidas al menos 15 cuerdas (dos octavas) que dan
una escala diatónica. Las cuerdas suelen ser de metal y
cada una de ellas está anclada en uno de sus extremos
a una clavija que sirve para afinarlas. Se toca sobre las
rodillas o en una mesa, donde el ejecutante puede
observar mejor las cuerdas que pulsa con los dedos o
con púa. Durante el siglo pasado se patentó un modelo
llamado citarina que se hizo muy popular y del que cualquier persona con cierta
habilidad podía hacer una reproducción. Para ese modelo se crearon partituras que se
introducían entre las cuerdas y la caja, facilitando al músico, por medio de una
puntuación, la ejecución de la melodía.
Este tipo de instrumento tiene mucho que ver con el qanum oriental, descrito
ya en el siglo X, que procedería a su vez de otro instrumento griego llamado kanôn.
Esta denominación hizo que en la España medieval se le denominara canno o caño
(véanse algunas obras del Arcipreste de Hita) y provocó que algunos estudiosos
-como Esteban de Terreros (siglo XVIII) o Felipe Pedrell (siglos XIX-XX)- al
explicar el instrumento mencionado por Juan Ruiz, interpretaran que era una flauta
(caña) o un órgano antiguo (de caños).
En las Cantigas de Santa María (siglo XIII) aparecen dos músicos tocando
cada uno de ellos un medio canon de diez cuerdas, muy similar al instrumento que
hoy se conoce como cítara o citarina. La sencillez de su construcción y de su manejo
jugaron en favor de su popularidad, aunque no tanto a la hora de aparecer en tratados
junto a instrumentos sofisticados o procedentes de talleres de lutería. Todavía hay
muchos países donde este tipo de cítara es popular (recuérdese el kantele finlandés,
por ejemplo) y otros donde ha recibido un tratamiento más complicado (la cítara de
concierto de tipo austríaco o el autoharpa fabricado en los Estados Unidos).

Cítola
Se trata de un cordófono pulsado, de fondo plano y
escotaduras laterales en los aros. Éstos aumentan
gradualmente su altura, ensanchándose desde el cordal
inferior hasta el mástil y dotando al instrumento de
una característica forma de cuña. Generalmente la
cítola tenía un cuerpo monóxilo, es decir, vaciado a
partir de un solo bloque de madera que incluía también
el mástil. Éste, en algunos ejemplares, tiene el mismo
grosor que la caja de resonancia, continuando en
aumento la mencionada forma de cuña hasta el clavijero. En estos casos, y para
hacerlo practicable, tras el mástil se realizaba un corte longitudinal en la madera que
permitía al músico, durante la ejecución, deslizar el dedo pulgar de la mano izquierda
por detrás del diapasón. Esta forma es muy frecuente, apareciendo en numerosas
representaciones iconográficas. En el British Museum de Londres se conserva un
instrumento original de finales del siglo XIII o principios del XIV. La cítola aparece
con frecuencia en la iconografía medieval española destacando entre otras las
representadas en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, en el Pórtico de
la Majestad de la Colegiata de Toro (Zamora), en el Pórtico de la Iglesia de Sasamón
(Burgos), en la Iglesia de San Miguel de Estella (Navarra), en el Palacio de Gelmírez
de Santiago de Compostela, etc.

Cuerno de cabra
Tras haber extraído el tuétano de un cuerno de
cabra, se le da un corte en la punta que después se
rellenará parcialmente con cera para permitir que pase el
aire a través de él. A un centímetro y medio de ese corte
se hace otra incisión oblicua que deje al aire el tubo
interior y que permita crear un bisel sobre el que
chocará el soplo de aire que enviemos a través del corte
anterior. A lo largo de la parte plana del cuerno se
practican tres agujeros que son los que producirán la
escala pentatónica, habitualmente entre DO y LA.
Muchos códices y pinturas medievales muestran a diferentes personajes
(generalmente ángeles, pastores y cazadores) tocando un cuerno de buey sin agujeros
(sólo la embocadura y el orificio de salida del aire) que sujetan con una sola mano. En
ese tipo de bocina el órgano sonoro era la boquilla formada al hacer un corte en la
parte más estrecha del cuerno, mientras que en el cuerno de cabra el órgano sonoro
era la embocadura con el bisel. Algunas ilustraciones medievales, sin embargo, sí
parecen ofrecer también el instrumento dotado de agujeros para modificar con los
dedos el sonido; en esos casos el músico aparece sujetando la pieza con las dos
manos, una de las cuales acciona sobre dichos agujeros, como se puede observar en la
ilustración tomada de un códice del siglo XI que está en la Biblioteca Nacional de
París.
Un grabado de 1879 de Federico Guisasola representando a un pastor de
Fonsagrada (Lugo) tocando este instrumento, es la prueba iconográfica de su
existencia en España hasta el siglo XIX, existencia que fue general en toda la cornisa
cantábrica (Galicia, Asturias, Santander, etc.) y de su adscripción rústica,
especialmente pastoril. El tamaño varía poco entre las diferentes piezas encontradas,
sucediendo, lo mismo, por tanto, con

Darbouka
Se trata de un tambor en forma de reloj de
arena o de cáliz, con un solo parche en la boca
superior, que suele ser de piel de cordero o de
pescado. Es un instrumento muy extendido en las
zonas islámicas de Oriente Medio y del Magreb.
Pertenece a una familia de tambores que, con una
forma similar, reciben diferentes nombres
dependiendo de los países: en Turquía se denomina
“dumbelek”, en Irán “zarb”, en Egipto “tabla” o
“dohola” -según su tamaño-, en Marruecos, Argelia y
Túnez “derbuka”, en Irak existe una variedad de pequeño tamaño llamada “khisba”,
etc.
Su nombre probablemente proceda del término árabe “darba”, que significa
golpear, y sus orígenes mas remotos aparecen en las culturas Babilonias y Sumerias,
hacía el año 1100 a.C.
El instrumento se fabrica tradicionalmente en cerámica, metal o madera, y los
sistemas de fijación y tensión del parche abarcan desde los trenzados de fibra, tripa o
tendón, hasta las llaves mecánicas o el simple pegado con cola adhesiva.
Modernamente la darbuka ha experimentado cambios fundamentales en su
construcción, habiendo ganado estabilidad en la afinación y precisión en el timbre
con la incorporación de materiales sintéticos a su proceso de fabricación.
La ejecución del instrumento se realiza apoyando su costado sobre la pierna
del intérprete, aunque las de pequeño tamaño se tocan sobre el hombro, tal y como
aparece también en alguna representación medieval. Los percusionistas modernos la
colocan con frecuencia entre las piernas, ganando así agilidad en ambas manos.
La darbuka es en la actualidad el instrumento árabe de percusión por
excelencia, habiendo alcanzado una enorme popularidad también en músicas ajenas al
ámbito árabe.

Didjeridu
Se trata de una trompa natural, es decir, un aerófono
con boquilla, cuyo tubo levemente cónico no presenta
orificios, llaves ni ningún otro elemento constructivo
que altere la afinación o el timbre.
Utilizado por los aborígenes del norte de Australia, se
ha convertido en una de sus señas más exportables, a
pesar de que el nombre “didjeridu” no es de origen
australiano, sino que fue dado por los colonos. Hay
mas de 40 denominaciones en Australia para
denominar a este instrumento: Yiraki, Bambú, Bombo, Kambu, Papuu, Garnbak,
Illpirra, Martba, Jiragi, etc.
Uno de los datos mas curiosos es su proceso de construcción, ya que los
aborígenes utilizan las ramas que han sido previamente vaciadas por las termitas. Se
utilizan cuatro especies de Eucalipto para su fabricación, siendo la variedad roja la
más extendida. La boquilla del instrumento se realiza adhiriendo un anillo de cera de
abeja a la parte más estrecha del tubo.
La ejecución del instrumento se realiza mediante una depurada técnica
conocida como “respiración circular”. El intérprete retiene el aire en los carrillos,
expulsándolo por la boca mientras que aspira por la nariz simultáneamente. Esto hace
que el sonido sea constante, regular e ininterrumpido. Las inflexiones de los labios
alteran algunos armónicos de la emisión, enriqueciendo así la nota pedal.

Dulzaina
Este instrumento, con diferentes nombres,
se toca en muchos países del mundo y en casi toda
la Península Ibérica. En cualquier caso su llegada a
nuestro país parece producirse durante la Edad
Media tanto si viene desde el centro del continente
europeo –con los músicos que se incorporaban a las
capillas cortesanas– como si llega de África, donde
todavía hoy día se sigue utilizando con el nombre
de Algaita. En muchas regiones peninsulares
(Rioja, Aragón, parte de Castilla y León) continúa
llamándose gaita. La palabra charambita que se utiliza en Castilla es obviamente una
degeneración de chirimía, instrumento más largo pero también de doble lengüeta.
Donçaina y dulzaina se llama en Valencia y parte de Castilla y León, denominándose
gralla en Cataluña y chambela en el País Vasco.
La literatura y el arte son pródigos en ejemplos donde aparecen pastores
interpretando música con dulzaina, bien para su solaz bien para acompañar un baile.
En el caso del fragmento del Libro de horas (siglo XVI) que se ofrece, aparecen dos
pastores tocando dulzaina y gaita. Aunque la dulzaina quedó reducida principalmente
al ámbito rural, son numerosas las referencias iconográficas que muestran al
instrumento en otros ambientes y utilizado para otros fines: en la ilustración adjunta
del siglo XIV, aparece un músico cortesano subido en una torre y haciendo un toque
o señal para que comience un torneo entre caballeros. En muchas Crónicas, pero en
especial la del Condestable Miguel Lucas de Iranzo, se habla de dulzainas que
acompañan a un cortejo señorial o que preceden a una comitiva.
Esquila
Campana de pequeño tamaño que a veces
disponía de un mango, de madera o metal, para
ser utilizada. Sobre el vaso aparecen
frecuentemente inscripciones relativas al uso o al
lugar donde fue fundida o a quien la ordenó
fundir (son famosas en ese sentido las fabricadas
en Malinas, Bélgica, en el siglo XVI). Tiene un
pequeño badajo y una forma muy similar a la de
su hermana mayor aunque el material que se
utiliza para su construcción no sea
necesariamente el bronce.
En la Edad Media la usaban juglares y buhoneros aunque también se utilizaba,
con un sentido militar, para dar avisos desde las torres, según aparece en el Poema del
Cid: Violo el atalaya e tanxo el esquila. En la Vida de San Millán se narra, casi al
final del libro, un milagro o vertut grant e maravillosa que hacían dos campanillas
colgadas sobre el altar y que sonaban solas cada vez que sucedía "alguna brava cosa"
o moría un personaje o se acercaba algún peligro.
Este tipo de campanas se generalizó con el uso de las de torre o espadaña y
tuvo, a lo largo de la historia, varias funciones: Las cofradías solían tener una para
que el muñidor avisara al resto de los hermanos de algún acto o bien pidiera por las
calles para obtener limosna; algunas cofradías como las de San Antón, el Santísimo o
Santiago mandaban fundir pequeñas campanillas con su símbolo para venderlas y
obtener así recursos. Otro uso era civil: a los ladrones menores de edad se les paseaba
por las calles con una argolla al cuello, de la que colgaba una campanilla, que, con el
movimiento del reo, iba avisando y al mismo tiempo avergonzando a su portador para
que no volviera a delinquir. También los reos de muerte subían al patíbulo precedidos
por el toque de una esquila.
Flauta bastón
En esta flauta, procedente de Eslovaquia, se
unen varios datos curiosos. A partir de una rama cuya
forma se aprovecha para tallar la cabeza de un animal,
se ha construido un bastón de paseo en el que se han
incluido los elementos necesarios para que este sea a la
par una flauta. Es frecuente encontrar instrumentos
insertados en un bastón, especialmente durante el
período del Romanticismo europeo. Podemos hallar
incluso violines, que, con su arco incorporado, se
alojan increíblemente en el interior de uno de aquellos bastones.
El instrumento que nos ocupa, construido por el artesano Tibor Koblicek,
mide 130 centímetros de largo y carece de orificios de digitación a lo largo del tubo.
Se trata de una flauta cuya técnica de ejecución es similar a las flautas denominadas
selje, que se encuentran en Suecia y en los países nórdicos. Para hacerla sonar se
sopla a través de un agujero situado en un lateral de la parte superior, que comunica
con una cavidad conectada al bisel. A partir de ahí, el intérprete sólo cuenta con el
orificio final del tubo y con la presión del propio aire para dar las diferentes notas.
Generalmente se obtienen armónicos naturales, que se alteran en intervalo de un tono
al tapar el orificio final. El resultado acústico es de una enorme riqueza tímbrica, ya
que con frecuencia surgen numerosos armónicos paralelos durante la ejecución.
Flauta de tres agujeros
Un tubo de madera, abierto por un lado y con
una embocadura de bisel por el otro, lleva dos agujeros
en el extremo de la parte inferior y otro en el extremo
contrario (el más cercano a la embocadura) de la parte
superior, que se tapan respectivamente con los dedos
índice, corazón y anular y con el pulgar. Soplando más
o menos fuerte por la embocadura se logra obtener más
de dos octavas pues se consigue quintear las notas con
la fuerza del soplo. En el doblez del mismo brazo con
que se sostiene la flauta, el intérprete suele colgar un tamboril cuyo parche golpea con
una baqueta que empuña con la otra mano.
Abundante iconografía nos muestra la amplia difusión que flauta y tamboril
tuvieron tocadas por una misma persona desde la Edad Media hasta nuestros días. En
Europa desde el siglo XIII y en América desde el XV la flauta de tres agujeros sirvió
para acompañar danzas cortesanas y bailes al aire libre. Hoy día aún existe en toda
España, sobre todo en el medio rural y bajo distintas denominaciones: gaita charra en
Salamanca, gaita extremeña en Extremadura, chistu en el país Vasco, flaviol en
Cataluña, chiflo en León, etc.
Dice un antiguo refrán que "no hay olla sin tocino ni boda sin tamborino",
dando a entender lo popular que fue esta combinación de instrumentos (melodía y
ritmo) en todas las celebraciones populares y también en las cortesanas, como
muestra la ilustración adjunta de un manuscrito francés del siglo XV conservado en el
Museo del Louvre. Sólo a partir del siglo XVIII la fuente musical compuesta por
tamboril y flauta (a veces flauta y salterio), comienza a ser sustituida por otros
instrumentos como la guitarra que van captando el gusto y el favor del público.
Flutina
Desde que en 1777 el Padre Amiot
introdujera en Europa el sheng, un aerófono de
lengüeta libre procedente de China, los
fabricantes de órganos comenzaron a investigar
en las posibilidades de su sistema. Fueron
varios los pasos que se siguieron a lo largo del
tiempo hasta llegar al instrumento que serviría
de embrión a nuestros actuales acordeones.
Pero vamos a detener nuestra mirada en 1830. A partir de esta fecha varios
fabricantes comenzaron a producir comercialmente numerosos instrumentos basados
en el sistema de lengüetas libres. Entre ellos M. Busson, que en 1859 fabricó su
primera flutina, o harmonieflute. En aquel momento se trataba de un fuelle con un
mecanismo de llaves accionadas por la mano derecha del intérprete, teniendo en la
izquierda un par de bajos, generalmente los de tónica y dominante.
En un principio, y durante varios años, el ambiente de la música "culta"
recibió con poco agrado la llegada del nuevo ingenio musical. Si acudimos al
diccionario de Felipe Pedrell, editado en Barcelona en el año 1894, encontramos una
primera reseña en el término tipotono, que es un pequeño diapasón de viento que
aloja una lengüeta en su interior, y que al soplar suele dar la nota la. De él dice
Pedrell que "tomó origen el terrible acordeón". Pero no es ésta la única referencia
negativa, pues son varios los autores que lo desprecian. Su carácter alegre y su
capacidad para incitar al baile hace que algunos sectores del clero vasco lo
denominen fuelle del infierno, tal y como señala Julio Caro Baroja.
Fujara
Se trata de una flauta bajo, de dimensiones que
oscilan entre 1,70 y 2 metros de longitud. Se encuentra
principalmente en Podpolana, una región de Eslovaquia.
Su gran longitud es necesaria para alcanzar las notas
más graves, y al no incorporar llaves que faciliten su
manejo, éste se torna complicado. Para ello se instala un
tubo que comunica, a modo de conducto, la boca del
músico, con el extremo superior del instrumento que
aloja al bisel, poniendo así los orificios de afinación al
alcance de la mano. Estos tubos, unidos por uno de un grosor muy inferior, se fijan
entre sí con dos apretadas tiras de cuero. Tres son los únicos agujeros que maneja el
intérprete, y dado que éstos son frontales, y que uno de ellos se obtura con el dedo
pulgar, resulta complejo sostener el instrumento con la mano. Para ello, el músico lo
sujeta en posición vertical, apretándolo contra el cuerpo longitudinalmente, y sin que
toque el suelo. Las escalas que se obtienen de la fujara se consiguen con cambios de
presión en el aire emitido, de igual forma que en las flautas de tres agujeros existentes
tanto en España como en otros paises de Europa y Sudamérica.
El instrumento, originalmente utilizado por pastores, alcanza tres octavas, aunque su
utilización más frecuente se desarrolla en la octava media. A veces se reúnen varios
intérpretes tocándolas simultáneamente.
En la actualidad se fabrican fujaras desmontables para facilitar su transporte,
pero tradicionalmente son de una sola pieza de madera, horadada longitudinalmente
con un hierro candente. Es notable el trabajo de ornamentación del instrumento, con
motivos vegetales típicos de Podpolana, que combinan la talla con el pirograbado.
Furulya
Esta flauta se encuentra en diversas regiones,
tanto de Hungría como de Rumanía (fluierul). Se trata
de una flauta de bisel, habitualmente forrada de un
metal maleable, en este caso latón. Suele medir unos
60 centímetros de largo y lleva seis agujeros frontales.
Son numerosas las flautas procedentes de los
países del este de Europa, pero la furulya presenta una
técnica de interpretación particular. El músico obtiene
sonidos polifónicos introduciéndose la flauta en la
cavidad bucal, hasta alcanzar el borde del bisel. Regulando con el labio la salida del
aire se consiguen hasta dos armónicos inferiores sobre la nota fundamental. En
ocasiones, el músico canta simultáneamente, en registro grave, la misma melodía que
interpreta añadiendo una tercera octava más por debajo. El oyente recibe la impresión
de que son varios los instrumentos que interpretan la melodía al unísono.
Suelen ser pastores los intérpretes de la furulya, como se comprueba en un
documento de la primera mitad del siglo XVIII en el que Peter Apor, refiriéndose a
ella, escribe: “...el violín, el cimbalón y la gaita siempre están a mano, y
frecuentemente se reúnen con la flauta de los pastores”. También los campesinos
tocaban y construían las furulyas, por lo que se valoraba tanto su buen sonido como
su ornamentación, que demostraba el buen hacer y la habilidad de su propietario.
Gaita
Un odre o piel de animal sirve para almacenar el
aire que dentro de él se insufla por medio de un
tubo pequeño o boquilla dotado de una válvula
interior que impide que el aire retroceda y escape.
Al apretar ese odre, el aire sale por dos
conductos: uno, un tubo cónico con siete agujeros
en cuyo extremo superior (por el que primero
pasa el aire) hay una pipa de doble caña que
vibra. Otro, un tubo largo y cilíndrico a cuya
entrada hay una caña con una lengüeta simple.
Este tubo produce una nota tenida de tonalidad grave que hace de bordón a la melodía
que se ejecuta en el puntero o tubo cónico.
La gaita de odre es un paso definitivo en el proceso del individuo por tratar de
almacenar el aire en un recipiente antes de hacerlo salir a través de un órgano sonoro.
Los pasos anteriores (la cavidad bucal o un recipiente rígido -como una calabaza, por
ejemplo-) aún se mantienen en algunas regiones del planeta combinados con técnicas
de respiración e insuflado constante muy complicadas. La evolución de la gaita desde
la Edad Media tiene un hito decisivo en el siglo XVIII cuando la música occidental se
tonaliza. Algunas gaitas (gallega, asturiana) modifican entonces su puntero
cambiando escala y repertorio, mientras que otras (zamorana, leonesa) mantienen las
escalas modales y el repertorio primitivo.
Una de las primeras fuentes iconográficas españolas en que se muestran varios
tipos de gaita es el manuscrito de las Cantigas de Santa María; en la CCLXXX, en
concreto, aparecen dos sonadores de gaita tocando un modelo con odre y dos tubos
(uno en que se supone que se interpretaba la melodía y otro que haría el
acompañamiento sobre una nota pedal). Uno de los dos foles está recubierto con una
tela a escaques o cuadros; esta costumbre de forrar los odres con telas ajedrezadas,
dio origen a que, por extensión, se llamara a los gaiteros durante la edad media
exequiers o escaquiers. La gaita, al igual que otros instrumentos de alto volumen
como trompetas y cuernos, se utilizaba también para que los vigilantes de torres y
fortalezas dieran las horas.

Gayda
Una vez descrito el principio de la gaita,
diríamos que el modelo que nos ocupa es una
gaita de lengüeta simple. La vibración del aire
que se produce en la pajuela tiene lugar por el
movimiento de una membrana simple, a
diferencia de las gaitas de lengüeta doble, cuyo
sonido surge del batir de dos membranas que
dejan pasar el aire entre ellas. El primer caso es
similar, entre otros, a los albogues y a los
saxofones, y el segundo a las dulzainas y a los
oboes.
La gayda, con distintas denominaciones como gajda, gajdy, gajde, etc., se
extiende por el este y sudeste de Europa, y por algunas regiones del Asia Menor.
Afirma el Diccionario Grove que la raíz de su nombre proviene del término gait o
ghaid, que se refiere al pellejo de cabra utilizado en su construcción. De ahí la
representación de la cabeza de este animal que con frecuencia adorna muchos de
estos instrumentos.
Si nos detenemos a examinar el sistema de alimentación del fuelle, podríamos
decir que existen dos grandes familias dentro de estos instrumentos. Por una parte
aquellas gaydas que se soplan con la boca, como es el caso de la búlgara, y de otro las
que reciben el aire de un segundo fuelle, o soplillo, muy similar a los utilizados para
avivar el fuego, y que se acciona con el brazo derecho. Este soplillo alimenta de aire a
su vez un segundo fuelle que regula la presión y que se maneja con el brazo
izquierdo. Dentro de este sistema, y en otras zonas, hay modelos de gaita muy
complejos que incorporan bordones selectivos y llaves con acordes manejadas con el
pulpejo de la mano derecha. Es el caso de la uillean pipe, de Irlanda, que requiere una
técnica de interpretación muy compleja y extremadamente sincrónica. En las gaydas
que nos ocupan hay que señalar la existencia de unas bocinas, que en los extremos de
los tubos sonoros, amplifican y dirigen el sonido hacia el intérprete.

Gaydicka
Se trata de un aerófono de lengüeta simple, que
es un apartado que engloba una gran familia de
instrumentos extendida por todo del mundo. Sus inicios
se encuentran sin duda en las simples gaitas de centeno.
Éstas se fabrican en el medio rural realizando una
incisión alargada en el tallo hueco del mencionado
cereal. Practicando unos pequeños orificios a lo largo
del mismo tubo se hace posible la emisión de distintas
notas, aunque su afinación es generalmente aleatoria.
Algunos investigadores atribuyen el nombre bíblico de halil a este tipo de
instrumentos, pues al ser de fabricación muy sencilla, es muy antigua su presencia
entre pastores y campesinos.
La gaydicka es una evolución brillantemente desarrollada de este elemental
instrumento. La lengüeta se incorpora a un tubo de madera, que, perfectamente
afinado, encaja en un cuerno cuyo pabellón hace las veces de bocina amplificadora.
Es de destacar la profusa decoración de esta bocina.
Gem Roller Organ
El órgano de cilindro o rodillo Gem,
similar en su funcionamiento a los órganos de
cilindro europeos, se anunciaba desde su
origen como “The new american roller organ”
y se ofrecía como un instrumento capaz de
tocar perfectamente marchas, valses, polkas,
jigs, reels, fragmentos de óperas, canciones
populares y música de iglesia. Según la
publicidad de la época, podía competir con
ventaja las posibilidades y precios de las cajas
de música suizas y francesas que costaban 100
dólares y más. Hay anuncios en periódicos americanos desde 1885 hasta 1920, lo que
puede dar idea de los muchos instrumentos que se vendieron y de la música que se
codificó en cilindros para su ejecución (teniendo en cuenta que ya desde los
comienzos se ofrecían más de 250 canciones de repertorio).
La invención del organito doméstico se debió a Henry Morris, Samuel Tisdel
y Frederick Labar, quienes lo patentaron en1887. La compañía que lo fabricó, la
Autophone Company de Itaca, Nueva York, ya había probado suerte con autófonos
desde unos años antes. El Gem Roller Organ venía a posibilitar que en cualquier
hogar americano se pudiese interpretar música sin necesidad de tener un gran mueble
y, lo que era más importante, sin necesidad de saber tocar un instrumento
complicado. Una manivela se encargaba de hacer girar un cilindro con púas cuya
acción levantaba las llaves por donde salía el aire, que previamente había pasado por
una lengüetas. Sencillo e ingenioso, el Gem Roller Organ no tuvo competidores pese
a que la misma compañía que lo distribuía creó otros como el Concert Roller Organ
(también de 20 notas pero en formato más elegante) y el Grand Roller Organ (con 32
notas y en madera de roble).
Ginebra
Es un instrumento formado por una serie
de ocho a catorce huesos de cordero, enlazados
en sus extremos por un cordel o un alambre,
que se cuelgan al cuello o se colocan sobre el
pecho, en forma de escalera. Con un palo o una
castañuela sujeta con la mano derecha, se va
rascando arriba y abajo de esa escalera,
produciendo el ritmo deseado. En algunos
lugares se hace de madera o de cañas (este
último se denomina, en Tierra de Campos,
escalinata), pero normalmente se hace de
huesos, lo que motiva que en muchas regiones donde se toca se le conozca como
huesera o bandurria de huesos (Cataluña).
Aunque pudiera pensarse que este instrumento es una degeneración de un tipo
de XIlófono que al cambiar de materiales perdió la posibilidad de obtener notas de
diferente altura, parece obvio, sin embargo, que se trata simplemente de un rascador,
similar a los que se construían en civilizaciones primitivas haciendo muescas en
huesos de grandes animales.
La primera mención conocida de la palabra ginebra la hace el vallisoletano
Gabriel del Corral en su obra La Cintia de Aranjuez (1629). Diego de Colmenares en
la Historia de Segovia (1636) también describe el instrumento dentro de una
procesión cívica, y Vélez de Guevara, en El diablo cojuelo, trae a colación la ginebra
mezclada con castrapuercas, cascabeles, cencerros y gaitas zamoranas, pintadas a la
puerta de una casa de locos. En Francia, España y Portugal se aplica ese mismo
término de ginebra, lo que hace pensar en un origen etimológico común que bien
podría ser la palabra francesa genèvre = ruido. En unos villancicos de la catedral de
Málaga (1751) se habla de genebras y genebreras, lo que abundaría en esa misma
teoría.

Guitarra
La guitarra es un instrumento de seis
cuerdas, tendidas a lo largo de un mástil y de una
caja plana en forma de ocho, que se tensan entre un
clavijero y un cordal que va encolado en la parte
más ancha de la caja. De la primitiva guitarra, con
caja excavada en un tronco de madera y cuatro
cuerdas, se evolucionó, por sucesivos pasos a la
forma y encordado actuales. Muchas guitarras del
siglo XVIII se decoraban con incrustaciones de
nácar y exquisitos trabajos de marquetería. Algunas
del XIX se pintaron al óleo, ofreciendo muy bellos acabados que enriquecían
artísticamente el instrumento aunque modificaran negativamente su sonido. El
ejemplo que se ofrece fue fabricado en Madrid por "Hijos de González" con
anterioridad a 1890.
La palabra guitarra procede del griego kitara, aunque el instrumento que
correspondía a ese vocablo fuese de la subfamilia de las liras. Las primeras guitarras
medievales -denominadas guitarras latinas o hispanas- eran piezas pequeñas,
habitualmente para rasguear y con poco protagonismo en las capillas cortesanas; de
hecho, durante todo el siglo XVI se prefirió la vihuela, con dos órdenes de cuerdas
más, una por arriba y otra por abajo. En 1611 Covarrubias habla en su Tesoro de la
Lengua Castellana o Española de la guitarra como un instrumento que se va
popularizando en detrimento de la vihuela y de la propia música. El siglo XVII es,
pues, el de mayor auge del instrumento, ya con cinco órdenes de cuerdas y extendido
por toda Europa. Hacia finales del XVIII aparece la guitarra del tipo actual,
aumentando el tamaño de la caja y fijando el número definitivo de cuerdas en seis.
Los estudiantes, los barberos y los ciegos están ligados en la historia -y por
tanto en la literatura y en la iconografía- a la guitarra. Los últimos suelen ser
representados en cuadros y grabados acompañando su canto con guitarra o zanfona,
mientras que los barberos eran excelentes popularizadores de tonadas de moda en su
propio local, bien para entretener a sus clientes, bien para distraer los ratos de ocio.
Desde mediados del siglo XIX la guitarra entra también en los cafés y tablaos de las
ciudades, muy ligada al flamenco, género al que acompaña de forma tan estrecha que
incluso se llega a crear un tipo de guitarra especial con características propias. En
cualquier caso el siglo XIX es importantísimo para la guitarra en general, tanto por
los grandes fabricantes y lutiers (José Pagés, Antonio de Torres, etc.) como por los
excepcionales intérpretes y compositores (Dionisio Aguado, Fernando Sor, etc.) que
la elevan a uno de los lugares más destacados de la música instrumental.

Guitarra barroca
La historia de la guitarra se remonta en el tiempo a través de una larga lista de
instrumentos antecesores, procedentes de diversas
latitudes, hasta llegar al instrumento que hoy
conocemos.
Con la llegada del siglo XIX, la guitarra
experimenta dos importantes cambios. De un lado se
incorpora una sexta cuerda grave, y casi de forma
simultanea se convierten los ordenes dobles en
simples. Si bien es cierto que a finales del XVIII
aparecen ya los primeros registros que indican la
presencia de un sexto orden, como lo demuestra la Obra para guitarra de seis ordenes
publicada por Antonio Ballesteros en 1780, la verdadera aceptación y proliferación de
la sexta cuerda no tendría lugar hasta el XIX. La otra gran innovación en el proceso
de construcción de la guitarra no se encuentra a la vista del espectador, ya que se trata
de las barras en forma de abanico que, reforzando la tapa armónica, se alojan en el
interior de la caja, y supusieron un cambio radical en el sistema de construcción.
Estos instrumentos alcanzaron un sofisticado diseño en su estructura interior,
aligerando notablemente su peso, en beneficio de la calidad del sonido.
El ejemplar que nos ocupa es un réplica construida por Carlos Paniagua en
febrero de 1987. Se trata de una guitarra barroca, cuyo rosetón está realizado en
pergamino, presentando una evolución geométrica en tres dimensiones
verdaderamente notable. Tanto éste como el modelo de clavijero están inspirados en
el trabajo de Jean Voboan, prestigioso lutier establecido en París, que vivió durante la
segunda mitad del siglo XVIII.

Guitarra de fado
El instrumento que nos ocupa se
conoce en Portugal como guitarra
portuguesa, y fuera de sus fronteras se la
denomina también guitarra de fado. Desde
el siglo XVI se llama cítara en España y
Portugal, cetra en Italia, cittern en las Islas
Británicas, cistre en Alemania, etc. A partir
del siglo XVII esta cítara desarrolla
características propias en cada país, que
afectan, entre otras cosas, a su número de
cuerdas, afinación, dimensiones, etc. El
siglo XVIII representa para la cítara un
período de decadencia y olvido en toda Europa, excepto en Portugal donde,
salvándose de desaparecer, pasa a ser un instrumento usado por los músicos
populares, especialmente en los círculos suburbiales de los núcleos urbanos. En los
inicios del siglo XIX comienza su asociación con el Fado, asegurándose así su
supervivencia, y convirtiendo a Portugal en el único país Europeo en donde se ha
conservado activamente. También en el siglo XIX se comienza a denominar
“guitarra” en lugar de “cítara”.
Contrariamente a lo que se ha mantenido durante años, y a la luz de publicaciones
recientes, los musicólogos portugueses y en especial el también intérprete Pedro
Caldeira Cabral, afirman que la guitarra portuguesa no procede del cittern o guitarra
inglesa, sino que ambos instrumentos se desarrollan paralelamente y de forma
independiente a partir de la cítara original.
El ejemplar que se exhibe está restaurado primeramente por el constructor Joào Pedro
Gràcio Junior en Lisboa, y con posterioridad por Carlos Paniagua. Se construyó
probablemente a finales del siglo XIX.

Guitarra-laúd
Dentro de las tradiciones europeas de instrumentos relacionados con el laúd,
en Alemania se sigue construyendo un modelo que
se conoce como guitarra-laúd o “rundlauten”, y
que, conservando la forma del laúd, presenta la
encordadura y la afinación de la guitarra.
La diversidad de laúdes que se ha dado en Europa
ha sido enorme, habiendo variado con frecuencia
el numero de cuerdas, la afinación, el tamaño, etc,
dependiendo de las distintas zonas y de las
diferentes épocas. Curiosamente el instrumento
que nos ocupa, presenta una encordadura de ordenes simples, seis en este caso, que se
acerca mas a los albores del instrumento que a sus antecesores inmediatos. El sistema
constructivo de éstos cordófonos presenta tanto el sistema de duelas o tablillas
curvadas, como un sistema semiplano en la caja que utiliza aros laterales, pero que
incorpora una tapa posterior también con duelas, levemente curvada.
Gusli de Novgorod
Bajo el término gusli se agrupan diferentes cordófonos procedentes de Rusia y
de otros países. Esto se debe a que la raíz eslava de la
palabra, gosl, significa cuerda. Por regla general se
refiere a diferentes tipos de psalterio, en su mayoría
de forma trapezoidal. Es decir, a cordófonos sin
mástil cuyas cuerdas se tensan entre dos puentes y
paralelamente a la caja de resonancia. Curiosamente
también se llama gusle a una flauta de bisel en
algunas regiones de la Rusia Occidental y de
Bielorrusa. También encontramos algún instrumento
de cuerda frotada en Bosnia y Herzegovina con este mismo nombre.
El que nos ocupa es un instrumento muy curioso, tanto en esquema de
construcción, como en su técnica de interpretación. Se trata del Gusli de la región
rusa de Novgorod. Una sola pieza de madera excavada forma el cuerpo alargado y
ligeramente trapezoidal del instrumento. Mide unos 750 centímetros de largo. La tapa
armónica que continúa la redondeada forma del resto del instrumento, cierra la caja
de resonancia. En la parte superior, la más ancha del trapecio ya que éste está
invertido, hay un amplio orificio que separa el cuerpo resonante del clavijero. Esta
cavidad permite introducir una mano al intérprete, que coloca sus dedos entre las
cinco cuerdas de que consta, apagando aquellas que no desea que suenen, para con la
otra mano rasguear las cuerdas por la parte inferior. Esta técnica recuerda claramente
a las liras de la antigua Grecia y a las liras que con frecuencia aparecen en los
manuscritos medievales, generalmente tañidas por el Rey David.
Laghouto
Este instrumento procede de Grecia, en
donde es también conocido como laouto o lavouto.
Habitualmente juega un papel de acompañamiento
rítmico con acordes. De la importancia de este papel
nos habla Fivos Anoyanakis en su Greek Popular
Musical Instruments, donde anota que el nombre con
el que se le conocía antiguamente era el de
tiflosoúrtis (guía del ciego). Esto alude
específicamente a los momentos en los que los
instrumentos solistas se extraviaban en
improvisaciones y florituras, y el laghouto era la guía que siempre indicaba fielmente
el ritmo y el acorde. Solamente en la tradición de Creta el laghouto juega un papel
melódico, realizando una heterofonía junto a la lyra. A veces este instrumento se ve
sustituido en las agrupaciones musicales por un laghoutokithára, que es un laghouto
con la caja en forma de guitarra. Se toca con una púa (pénna) hecha de pluma de
halcón, águila o buitre.
El laghouto está claramente emparentado con la familia de los laudes
mediterráneos, de los cuales existen diferentes clases. En su caso encontramos trastes
móviles sobre el diapasón, hechos de tripa o más modernamente de nailon, y una
serie de trastes fijos de madera, sobre la tapa armónica. Es notable la ornamentación
del instrumento, que presenta primorosos motivos vegetales incrustados en diferentes
materiales en la casi totalidad de su superficie.
El desarrollo del laghouto se remonta, al menos, al siglo XVI, como lo
demuestra un fresco del Monasterio de Varlaam en Grecia, donde se representa
claramente un laghouto de características idénticas al actual, con los trastes sobre la
superficie de la tapa armónica, el número de ocho cuerdas organizado en cuatro
órdenes dobles, la ejecución con una pluma en idéntica postura a la actual, etc.
Laúd español
Es un instrumento compuesto por una caja
plana de madera en forma de pera, un mástil y
una cabeza en la que un clavijero agrupa doce
cuerdas dispuestas en seis órdenes.
El diapasón que va a lo largo del mástil
tiene 18 trastes. El intérprete pulsa las cuerdas
con una púa a la altura media entre las efes,
abiertas en la tapa superior armónica, y el puente.
Éste, situado entre dichas efes y el cordal, es una
pieza de marfil o similar en la que reposan las
cuerdas en la parte inferior, haciéndolo en la
superior sobre la cejuela antes de llegar a la clavija correspondiente con la que se
afinan.
El "nuevo laúd español" se crea en el siglo XIX, utilizando el nombre de un
instrumento histórico que había caído en desuso, para designar en realidad a un tipo
de bandurria grande que formaba con ella familia y de la que sólo se diferenciaba en
el mayor tamaño y, a veces, en las efes que adornaban la tapa armónica en vez de la
tradicional tarraja o abertura de la bandurria. Su mayor impulsor fue José de Campo y
Castro, quien escribió un método para ambos instrumentos que se afinaban del mismo
modo (una cuarta abajo el laúd).
El vallisoletano Félix de Santos -nacido en Matapozuelos en 1874- escribió
varios trabajos sobre cómo interpretar al laúd y a la bandurria y muchas obras para
estos instrumentos. Su maestro, el catalán Baldomero Cateura, al proponer la
formación de una orquesta de instrumentos españoles, es partidario de fabricar laúdes
de seis cuerdas en vez de los de doce, es decir, colocando una cuerda por cada orden
en vez de dos. Germán Lago con su orquesta de bandurrias, laúdes y guitarras y,
posteriormente, las familias Aguilar y Grandío, introdujeron innovaciones y mejoras
en este instrumento, creando diferentes modelos que variaban en tamaño, afinación y
denominación (laudín, laudete, laudón...).

Laúd Stössel
Los laúdes y mandolinas Stössel cuentan con
una interesante historia. Hacia 1914, Georg Stössel,
un luthier de reconocido prestigio en Colonia
(Alemania) ideaba un instrumento que, según sus
propias palabras, reuniría todas las posibilidades
armónicas, planteando un manejo sencillo y un coste
accesible a cualquier clase social. Así nació la
“Stössel Mandolin”, y posteriormente el “Stössel
Lute”.
Su diseño estaba a medio camino entre las
“zither” de mesa, típicas de Bavaria y Austría, y los cordófonos de mástil, similares al
laúd. Georg Stössel pensó que si a un juego de 7 de cuerdas se le dotaba de un
pequeño número de trastes, sería útil para la creación de cualquier acorde. No habría,
para ello, necesidad de cambiar la posición de las manos, con lo que su ejecución
sería muy sencilla. El manejo de la mano izquierda se realizaría accediendo a los
trastes desde la zona superior del mástil, a diferencia de la posición perpendicular,
clásica en otros instrumentos.
La trayectoria comercial del instrumento sufrió toda clase de vicisitudes,
logrando una cierta popularidad entre 1920 y 1930. Posteriormente estos
instrumentos caerían en desuso. Aunque el ingeniero Kurt Schiffler, colaborador de
Stössel, fundó la empresa "Dusyma Facility" en Stuttgart-Ostheim, sistematizando la
fabricación de algunos modelos del instrumento, y el hijo de Stössel retomó el
proyecto en los años treinta, el gobierno Nazi nunca vio con buenos ojos la utilización
de ellos, prohibiendo de forma específica su inclusión en cualquier actividad musical
o didáctica mediante un edicto publicado el 1 de noviembre de 1937.
El laúd Stössel finalmente acabaría sus días, junto a los de su creador, el 26 de Junio
de 1943 en su taller de Moltke Strasse, durante uno de los masivos bombardeos de la
ciudad de Colonia.En la actualidad han quedado muy pocos ejemplares de este
curioso instrumento, que honran la inventiva de su creador.

Mandolina milanesa
Una vez establecida la descripción genérica
del instrumento y en referencia a la variante milanesa
que nos ocupa, hemos de decir que la familia de
mandolinas (o mandolines), reúne una numerosa
variedad de cordófonos pulsados, entre los cuales
encontramos distintas encordaduras, afinaciones y
formas, todos ellos con la estructura de la caja
abombada. Algunos han quedado circunscritos al
ámbito de la música popular, mientras que otros han
pasado a ser instrumentos cortesanos, habiendo recibido la atención de compositores
e intérpretes. A pesar de que probablemente su origen sea anterior, la primera
referencia específica que de él se conoce hasta la fecha la realizó el músico
Bartholomeo Bortolazzi (1773-1840) en 1802, citando a este instrumento con el
nombre de Mailänder Mandoline (mandolina milanesa). La que aquí se expone se
ajusta al detalle a lo que Stephen Morey denomina mandolino lombardo o milanés en
su publicación Mandolins of the 18th century (Mandolinas del siglo XVIII), editado
en 1993. Su principal diferencia con la mandolina napolitana reside en las cuerdas, ya
que la milanesa incorpora seis órdenes simples, en lugar de los cuatro dobles que
lleva la anterior. El clavijero presenta un formato de clavijas de sujeción lateral, a
diferencia de otras mandolinas, en las que el anclaje de las clavijas, habitualmente
mecánicas, se realiza sobre una pala plana que se ve atravesada perpendicularmente
por ellas. Es destacable así mismo la frecuencia con la que las cuerdas primera y
sexta de la mandolina milanesa se fijan a las clavijas por la parte exterior del
clavijero. De esta forma se respeta la anchura del mismo y no se rompe el equilibrio
de su armonioso diseño.

Mandolina napolitana
Instrumento de ocho cuerdas, tensadas entre
un clavijero y un cordal encolado a una caja, a lo
largo de un mástil con trastes. Esas cuerdas van
divididas en cuatro órdenes que se afinan, de grave a
agudo Sol, Re, La, Mi (también a veces Mi, La, Do,
Fa). La forma de pera o almendra de su caja es
probable que contribuyese a fijar su nombre (en
italiano mandorla es almendra), aunque algunos
autores quieren hacer derivar su origen de la palabra
pandora, de donde vendría mandora, o de vandora, de
donde saldría bandurria y vandola. Hay modelos con la tapa inferior plana y otros que
mantienen la forma del laúd renacentista, con costillas componiendo una especie de
casco de barco.
Aunque la encordadura más frecuente es la de cuatro órdenes de dos cuerdas
cada uno, hay también mandolinas de cuatro cuerdas simples, de cinco (simples y
dobles), de seis (simples, dobles y triples) y hasta de dieciséis cuerdas (cuatro órdenes
de cuatro cuerdas cada uno) que se tocan siempre con púa. El diferente número de
cuerdas y alguna otra variante formal ha originado modelos locales que se suelen
denominar según el lugar del que proceden: mandolina milanesa, napolitana, etc.
Aunque su historia, si nos remontamos al estudio de instrumentos de
características similares, puede ser muy antigua y llevarnos hasta la Edad Media, en
realidad el instrumento, tal y como hoy le conocemos, comienza a difundirse y
popularizarse a fines del siglo XVII con un repertorio al que contribuyen músicos
como A. Scarlatti o F. Conti. Ya en el XVIII, Vivaldi escribe varios conciertos para
una y dos mandolinas (RV 425 y RV 532) y el alemán Hasse también compone un
Concerto con mandolino obligato. A partir de esa época y con la ayuda de
compositores e intérpretes que seguían los modelos de métodos escritos por italianos
y franceses (G. Fouchetti, M. Corrette, etc.) se crea una extraordinaria afición que
convierte al instrumento en una pieza favorita, tanto en los salones más refinados
como en ambientes más populares.

Matraca de cuatro aldabas


Sobre cada una de las bases de una tabla
gruesa, y aproximadamente en el centro de las
mismas, se clavan dos tiradores de cajón, de
hierro, cuyos ejes les permiten girar hacia un
extremo y otro de la tabla. Allí donde alcanza la
parte más gruesa del tirador, se colocan cuatro
clavos (dos en un extremo y dos en el otro) donde
golpeará dicho tirador cuando la tabla sea movida
por el ejecutante. Éste sujeta esa tabla con la mano
por medio de una abertura en forma de asa,
practicada en la misma madera, que le permite hacerla girar ciento ochenta grados
hacia un lado y hacia otro.
Instrumentos similares a la matraca fueron utilizados por el pueblo hebreo en
las fiestas de Purim con el sentido de alejar o conjurar malos espíritus con el efecto
del ruido. La Iglesia permitió usarlos también con finalidad similar (asustar a Judas o
"matar judíos" se llamaba al momento más estruendoso de la ceremonia de las
Tinieblas con que se conmemoraba la muerte de Jesús). Al propio tiempo, los
monasterios, conventos y templos solían tener siempre algún instrumento de este tipo
(semanterio o simandrón), bien para dar las horas o avisar a los oficios, bien para
sustituir a las campanas durante el tiempo en que éstas permanecían mudas durante la
Semana Santa.
Que la matraca fue un instrumento muy popular lo demuestra el hecho de
aparecer como pieza antigua en muchos tratados sin ser propiamente un instrumento
musical (al menos no hacía melodía, sino ruido). Lo podemos ver en el Gabinetto
Armonico de Filippo Bonanni (1723), lo cual quiere decir que pertenecería al
conjunto de instrumentos que recogió en el siglo XVII Athanasius Kircher para su
Museo en el Colegio Romano. También aparece en una de las láminas de la
Enciclopedia francesa (1785), bajo el nombre de sementerion. La expresión española
"dar la matraca" puede provenir de lo molesto que resultaba escuchar durante mucho
tiempo el instrumento, pero ya Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana dice
que en Salamanca llamaban dar matraca a las burlas que se hacían de palabra a los
estudiantes novatos.

Mellotron
El Mellotron es un instrumento de teclado con
un sistema electromecánico que fue fabricado y
comercializado por una compañía familiar inglesa
llamada Bradley Ltd. Esta producción se realizó sobre
una idea que Harry Chamberlain venía desarrollando
en California desde 1946. El primer Mellotron salió al
mercado en 1963, siendo adoptado inmediatamente
por un buen número de grupos que, como los Beatles
o los Moody Blues, lo incluyeron inmediatamente en
sus grabaciones y conciertos.
Se puede decir que el Mellotron es el primer instrumento que, partiendo de una
grabación previa, pone el sonido real de cualquier instrumento al alcance de la mano
de los teclistas. Es el principio básico sobre el que posteriormente se desarrollarían
los hoy conocidos como samplers digitales.
El funcionamiento técnico del Mellotron se basa en un juego de cintas
magnetofónicas –una por tecla–, que, merced a la presión del músico sobre el teclado,
se aproximan a una cabeza de lectura magnética. Es decir, bajo cada una de ellas se
esconde el mecanismo reproductor de un magnetofón. La compañía comercializaba
no sólo los instrumentos, sino los juegos de cintas que permiten cambiar los sonidos
en cada ocasión. Para asegurarse esta distribución de archivos sonoros, las cintas del
Mellotron no se ajustaban a ningún modelo de cinta estándar, por lo que siempre
había que acudir al fabricante para reponer los sonidos del instrumento.

Mirlitón
Instrumento construido con una caña a la que se le ha practicado una incisión
u orificio en el tubo, dejándole uno de los nudos
en un extremo. El otro se cubre con un papel de
fumar o con una capa de cebolla
(humedeciéndola antes para que esté blanda y no
se rompa) y se ata con un cordel o una goma
para que no se suelte. Cantando o hablando a
través de la incisión o produciendo un ruido
nasal, el papel vibra y modifica el sonido.
Aunque el instrumento es muy primitivo
y se debió probablemente a un descubrimiento
casual, su historia llega hasta nuestros días en que, bajo la denominación de kazoo,
forma conjuntos o bandas para interpretar música de Jazz. Durante el Renacimiento
se tocó en los salones cortesanos y Marin Mersenne en su obra Harmonie Universelle
(siglo XVII) habla de conciertos de mirlitón (o "flauta de eunuco") a varias voces. A
comienzos del siglo XVIII, probablemente por la influencia de todo lo turco u
oriental en la escena, se hicieron muy comunes esos instrumentos, algo más
sofisticados que el mirlitón pero basados en el mismo principio, que se denominaron
"flautas de eunucos", nombre tal vez irónico porque parecían una chirimía y ya se
sabe que para tañer un instrumento de doble lengüeta hacía falta mucha fuerza o
mucha virilidad.
La base del sonido en este instrumento es la vibración que produce la voz al
soplar sobre un papel delgado consiguiendo que varíe el timbre. No es extraño, por
tanto, que en las improvisaciones o juegos de los niños, más de una vez "sonara la
flauta por casualidad". Filippo Bonanni, en su Gabinetto armonico, ofrece una
muestra de los variados tipos de instrumento que se podían considerar un mirlitón;
entre ellos está el de caña, cuyo grabado se ofrece, y otro muy común, hecho con un
peine y un papel de seda, que él denomina Pettine.

Nuez
Sobre una de las dos mitades de una cáscara
de nuez se hace un corte en la parte más estrecha del
óvalo, dejando éste truncado. Casi en el extremo de
ese corte y en la parte más ancha del óvalo se
practican dos orificios a través de los cuales se dan
dos vueltas de guita. En medio de esos dos hilos se
introduce un palito plano por medio del cual se
retuerce la doble cuerda hasta que quede tirante. Al
oprimir con un dedo sobre la parte del palo que
sobresale en el corte, el otro extremo golpea en el
borde de la cáscara. Utilizando varios dedos alternativamente se puede conseguir un
repiqueteo.
Desde Portugal hasta Rusia, pasando por España, Italia, Yugoslavia o Polonia,
la mayor parte de los países donde han crecido nogales se han servido de su fruto para
hacer instrumentos de uso infantil. En una nuez vacía se introducía el cabo de una
cuerda a cuyo extremo había una membrana; esa membrana, al tirar de la cuerda,
hacía el efecto de una pequeña zambomba o de un tamborcillo de fricción. El tipo de
instrumento de que hablamos, sin embargo, hecho con media cáscara y un palillo, ha
sido tan popular como el anterior y, en la actualidad, se utiliza como trabajo manual
en muchas escuelas, lo que le ha permitido salvarse del olvido.
Los nombres con que se designan los instrumentos hechos con una nuez
suelen ser onomatopéyicos, es decir, responden al sonido que se puede obtener con
cualquiera de las aplicaciones del fruto seco: rec-rec, requetecrec (Cataluña),
carrascleta (Aragón), rasqueta; también por la forma o la función se le denomina
carajillo (León), carallete y brinquedo (Galicia), entre otros.

Ocarina
Recipiente de barro en forma de globo cuya
invención relativamente reciente mezcló dos tipos
de instrumento: uno soplado en forma de globo
(existente ya en civilizaciones primitivas) y otro de
tipo silbato con disposición de los orificios como en
una flauta travesera. La ocarina actual suele tener
nueve o diez agujeros y presenta formas
relativamente similares en las que siempre la
embocadura está separada del cuerpo del
instrumento por un conducto, de barro también, en
cuyo extremo se sopla.
Casi todos los tratadistas coinciden en señalar al bolonés (nacido en Budrio y
afincado en París) Giuseppe Donati como el inventor de este instrumento, que patentó
en 1867. Tras el éxito obtenido por el nuevo invento en toda Europa, surgieron
mejoras y variantes en Inglaterra y Alemania que permitían variar el tono. Hoy día se
fabrica en muchos países del mundo, aunque siguiendo casi siempre el tipo de Donati
que lo denominó ocarina o ansarina basándose en el parecido entre el instrumento y la
cabeza de una oca.
Aunque las ocarinas se han hecho tradicionalmente de barro, algunos
fabricantes han utilizado el metal o materiales cerámicos para su construcción. El
hecho de que pudiesen ser construidas por alfareros no siempre benefició al
instrumento, cuyas características requerían conocimientos físicos y musicales. En
algunas piezas, un regulador de tono, en forma de barra que iba insertada en el
extremo más grueso del instrumento, permitía, reduciendo o ampliando la capacidad
interior del globo, afinar su tonalidad.

Ondioline
A finales de la década de los años treinta, un
ingeniero electrónico y músico francés, que
estaba convaleciente en un hospital, ideó
durante su larga estancia un instrumento
electrónico que sería precursor de los futuros
sintetizadores. Su nombre era Georges Jenny, y
el instrumento se llamó Ondioline. Los primeros
ejemplares se comenzaron a comercializar en
1947, cuando el inventor funda su empresa “Les
Ondes George Jenny”. Con unas bases de
construcción casi artesanales, el ingeniero mantuvo la fabricación del “Ondiloine”
hasta muy poco antes de fallecer en 1976. Se trataba de un instrumento monofónico,
que consistía en un sencillo oscilador de lámparas y un teclado de tres octavas,
ampliable a siete por medio de un conmutador electrónico. Hay que anotar que el
mencionado teclado era sensible a la fuerza de la ejecución, y al vibrato que el
interprete imprimía a cada nota, función esta que actualmente no incorporan casi
ninguno de los sofisticados teclados actuales. La variedad tímbrica del Ondioline era
casi ilimitada, merced a un sistema de filtros que regulaban tanto el timbre como el
ataque y la caída de cada sonido.
El instrumento llegó a alcanzar una cierta popularidad entre artistas de
diferentes estilos. El primero en llevarlo al microsurco fue el americano Del Shannon,
en su éxito "Runaway". Posteriormente los Beatles lo perpetuarían en su "Baby you
´re a Rich Man" de la banda sonora de Yellow Submarine, y sin olvidar a Alex North
que lo había utilizado en la banda sonora del Espartaco de Stanley Kubrick. A partir
de 1952 un nuevo modelo de Ondioline sale al mercado incorporando un altavoz,
mayor rango de escala y mayor numero de controles. En la Exposición Universal de
Bruselas, celebrada en 1958, el Ondioline de G. Jenny sonó desde el famoso
Atomium, colocándose así en la cima de la vanguardia acústica de la época.
El modelo que nos ocupa es uno de los primeros ejemplares, anterior a los años 50, ya
que aún no incorpora el altavoz, pero si contempla la opción de siete octavas en su
conmutador central.
El archivo sonoro adjunto muestra un sonido de los muchos que se obtienen
del Ondioline. Se trata de un violín magníficamente conseguido.

Organillo
Una serie de púas clavadas en un rodillo que
gira sobre su eje cumplen en este instrumento la
función de las teclas en el piano normal,
accionando unos macillos que golpean las
cuerdas alineadas en un marco vertical. Ese
rodillo, provisto de una rueda dentada alrededor
de su eje, se mueve gracias a la acción de un
manubrio que hace girar a un tornillo sin fin conectado a dicha rueda. Las canciones,
normalmente diez, son “marcadas” con las púas en el sentido de rotación del rodillo.
El eje del rodillo tiene en uno de sus extremos unas muescas que corresponden a cada
canción y que permiten fijarla, para que el rodillo no se desplace longitudinalmente,
con una pieza que hace de freno.
Parece que un constructor de pianos de Bristol, John Hicks, fue quien puso de
moda este sistema mecánico de púas aplicado al piano a comienzos del siglo xix,
aunque ya la casa Flight de Londres vendía órganos con sistema de cilindro de púas
desde 1772 (probablemente de esa confusión viene el denominarlo organillo en vez
de pianillo o piano mecánico). George Hicks, familiar de John, puso una fábrica en
los Estados Unidos que empezó a fabricar este tipo de instrumentos con mucho éxito,
pero en toda Europa, y particularmente en Italia, se hizo muy popular también y se
siguió utilizando hasta bien entrado el siglo XX para hacer música en las calles y en
los salones de baile. Se dice que Mussolini, en uno de sus llamamientos patrióticos,
hizo regresar a Italia a todos los organilleros de su país que recorrían las calles de
Londres.
Al no precisar de ningún conocimiento musical para ser tocado, este
instrumento sustituyó a los músicos de salón y populares durante mucho tiempo,
conviviendo con el fonógrafo, con el gramófono y hasta con el disco de microsurco.
El hecho de ser un instrumento callejero y estar frecuentemente expuesto a la
intemperie, aconsejó a los fabricantes reforzar algunas cuerdas y la propia estructura
de la caja. En España fueron famosos los constructores Casali y Martín, de Barcelona
y Madrid, respectivamente. En Madrid también, y hasta mediado el siglo XX,
construía espléndidos organillos Antonio Apruzzese.
Organistrum
Añadiendo algo más de información a la
mencionada anteriormente1 sobre la familia de
las zanfonas, Felipe Pedrell, en su Diccionario
Técnico de la Música, (Barcelona 1894)
presenta esta definición: "Organistrum: Voz
latina compuesta de Organum y de
Instrumentum, nombre primitivo de un
instrumento de la Edad Media que constaba de
tres cuerdas y funcionaba por medio de una
rueda polvoreada con resina. Un pequeño
manubrio ponía en movimiento la rueda, que frotaba, al mismo tiempo, las tres
cuerdas afinadas a la cuarta y a la quinta y a la octava."
Pedrell se refiere claramente a la utilización de notas paralelas, que en su
práctica vocal se denomina organum.
Según las investigaciones comparativas realizadas por Christian Rault, el
organistrum del Pórtico de la Iglesia de Santo Domingo en Soria es el más antiguo
conocido en la iconografía medieval española. La figura central del arco presenta a
dos músicos que comparten el instrumento. Es frecuente encontrar esta representación
en otros pórticos de nuestro país como es el de la Catedral de Santiago de
Compostela, el de la Catedral de Orense, el de la Colegiata de Toro, el de San Miguel
en Estella, en Escalada, en Sepúlveda, en Portomarín, etc., y en otros muchos del
resto de Europa. Se puede decir del organistrum, y de su descendiente, la zanfona,
que es uno de los escasos instrumentos cuyo origen es netamente europeo1. La
evolución del organistrum, daría como resultado la simfonía y posteriormente las
actuales zanfonas1. Curiosamente, este desarrollo realizado por los lutiers, presenta
dos modelos claramente diferenciados. Con el propósito de reducir las dimensiones
del instrumento, y hacerlo manejable por una sola persona, unos deciden eliminar el
cuerpo "en ocho" del instrumento, incorporando la rueda a la caja del teclado,
quedando así una forma de hexaedro irregular. Estas son las simfonías que aparecen
en las Cantigas de Santa María. La otra opción es la que, primero construye un
organistrum de dimensiones más reducidas, como el que aparece en el Pórtico del
Sarmental de la Catedral de Burgos, y posteriormente incorpora el teclado sobre la
caja en forma de "ocho", quedando esta forma conservada en la tradición de las
zanfonas españolas.

Organo de Cilindro
El órgano de cilindro es un
instrumento mecánico dotado de unos
fuelles, de un rodillo con púas y de unos
tubos, generalmente de metal. Por medio de
una manivela que se encuentra en el exterior
de la caja, se ponen al mismo tiempo en
acción el cilindro de púas que gira sobre su
propio eje -que está situado en un nivel
inferior a los tubos- y unos fuelles que
alimentan de aire a una caja o “secreto” desde donde ese mismo aire pasa y sale al
exterior a través de los tubos seleccionados por las púas del cilindro.
Podría decirse que desde que el agustino francés Joseph Engramelle publicó
en Paris (1775) su Tonotechnie (Tonotécnica o arte de marcar cilindros), cientos de
constructores y músicos usaron instrumentos similares aunque con diferentes
características y denominaciones. Probablemente los más conocidos fueron el Organo
de Barbaria (Orgue de Barbarie o Barberie, llamado así, según algunos estudiosos,
por seguir las huellas de un constructor italiano apellidado Barbieri) y la “serineta” o
serinette (seriner era en francés enseñar a cantar a los pájaros), el primero usado en la
calle y el segundo en el ámbito doméstico. Otros nombres, como la denominación
germana Leierkasten, la inglesa Barrel Organ, la italiana Organetto a manovella,
fueron muy usados y hacen mención, como puede observarse, al manubrio, al cilindro
o al giro de la manivela.
La historia de este tipo de órganos es demasiado larga para tratar de resumirla
en pocas líneas pero serviría para simplificar la idea de que los primeros ejemplares
descritos usaban la energía hidráulica en vez del manubrio para poner en acción el
mecanismo (el órgano de Ctesibio de Alejandría, o los de Robert Fludd y Athanasius
Kircher en el siglo XVII) y, a partir del siglo XVIII se usó únicamente el modelo de
manivela.

Órgano de mano
Un fuelle alimenta de aire una cámara cerrada,
que, merced a un complejo diseño de conductos,
envía ese mismo aire a unos tubos o flautas. Este
envío se realiza selectivamente a través de un teclado.
Una mano del intérprete maneja el fuelle, y la otra
pulsa las teclas. Debido a la ausencia de un fuelle–
pulmón, es decir, de un depósito que regule el flujo
constante de aire, el instrumento tiene que respirar,
como lo haría un cantante, interrumpiendo la emisión
para tomar aire.
Las dimensiones de estos órganos, llamados también portativos, era muy
variable y abarcaba desde los de menor tamaño, que se colgaba del hombro por medio
de una correa, hasta los más amplios de tesitura, que se colocaban sobre una mesa. El
término portativo se refiere a la movilidad relativamente fácil del órgano, frente al de
positivo, que hace referencia a la posibilidad de emplazar o posicionar el instrumento
en diferentes lugares, a diferencia de los grandes órganos, que son inmóviles.
La palabra órgano proviene de la voz griega organon, que se aplica a un
instrumento o herramienta en general. Actualmente dentro de este término reunimos a
los instrumentos que incorporan un sistema de teclado y viento. Dice Covarrubias:
“Los Órganos de viento se llaman pneumáticos, como si dixesemos espirituales, por
tañerse con viento”, con lo que vemos que los órganos también han recibido el
nombre de neumáticos, a diferencia de los hidráulicos, que a pesar de funcionar
igualmente con aire, la presión de éste se alcanzaba merced a un sistema de émbolos
desplazados por agua. Aunque en el mundo árabe no ha gozado de demasiada
popularidad, en sus inventarios se menciona con frecuencia un instrumento
denominado al–urghana o urghan. de clara relación con que el nos ocupa. En las
investigaciones de Joaquín Saura encontramos referencias concretas a varios
documentos que describen o citan instrumentos de esta índole. Entre las más
significativas recoge una de Avicenna (Ibn Sinna) que a finales del siglo X escribe:
“Los instrumentos de viento pueden ser utilizados simultáneamente para formar un
conjunto, como el instrumento bizantino llamado “urganun”. En la música religiosa
ha gozado de enorme importancia, tal y como señala de nuevo Covarrubias: “ por
excelencia significa el instrumento músico de cañutería, que se tañe con el aire, de
que particularmente usan en las yglesias para los días festivos”.

Oud
La etimología del nombre viene del término
árabe ud, que significa madera. Se cree que fue a
través de España, durante la dominación
musulmana, por donde penetró en Europa. La
historia nos cuenta como en el siglo ix, en la
corte de Harun al-Rashid en Bagdad, existió un
estudiante de música llamado Abu al-Hassan Ali
ibn Nafi, que posteriormente sería más conocido
por Ziryab, "el Pájaro Negro", debido a su tez
oscura. Este estudiante era alumno de Ibrahim
el-Mussuli, y rival de su hijo Ishac. El Califa al-
Rashid comenzó a demostrar preferencia por Ziryab, y los celos condujeron a Ishac a
amenazar de muerte a su compañero si continuaba en Bagdad. Ziryab optó por
abandonar la corte, con una bolsa de oro que su oponente le había ofrecido al aceptar
el marcharse. Tras un largo periplo que le llevaría desde Siria hasta Túnez, fue
recibido en la Córdoba de Abderramán II, hacia el año 840. En el esplendor de esta
corte el músico fundó el que, para muchos, sería el primer conservatorio de
Occidente, y desarrolló las características del oud actual. Cuenta la tradición que fue
Ziryab el que sustituyó la caja excavada en una sola pieza, por el sistema de duelas o
costillas que dotan al instrumento de una mayor ligereza y de un sonido más potente y
rico en armónicos. También es la tradición la que adjudica al mismo Ziryab la
incorporación de una quinta cuerda que rompía el simbólico equilibrio del número
cuatro, a pesar de que el filósofo y científico al-Kindi ya citaba en sus escritos del
siglo IX la existencia de esta cuerda. Cada una de ellas estaba relacionada con un
elemento de la naturaleza, un punto cardinal, una estación del año, un humor del
cuerpo humano, etc. Ziryab parace haber revisado este esquema añadiendo una
cuerda que relacionó con el "sentimiento". A partir de ese momento el oud
comenzaría una carrera imparable de desarrollo y evolución que lo convertiría en
antecesor directo de los laudes renacentistas y barrocos de Europa.

Variantes del Oud


Una vez establecidas algunas referencias sobre la historia del oud, es
interesante anotar el gran número de variaciones que
existen sobre este instrumento.

Dejando a un lado las líneas de evolución que lo


trasladan a Europa –donde vive una dilatada época
de esplendor–, dentro del entorno de los países
árabes existen diferentes variedades, con distintas
formas, dimensiones, encordaduras, etc. Todos ellos
obedecen a unas reglas comunes, pero localmente se han desarrollado una serie de
características, por las que, unas veces por evolución, y otras por lo contrario, dan
como resultado instrumentos reseñables.
El ejemplar al que hacemos referencia, originario de Egipto, representa a una
de estas variedades. Se denomina kumethra, que significa literalmente pera, en una
clara alusión a su forma. Estos instrumentos tienen una utilización femenina, pues, la
curvatura que presentan en la unión de la caja con el mástil, resulta de más
comodidad para el pecho de las intérpretes que la tradicional caja abombada.
En Túnez existe otro tipo llamado oud arbí de cinco cuerdas, y que presenta
una afinación que hace pensar en la que probablemente tuviera el instrumento
propuesto por Ziryab. Este oud, que estuvo cercano a la desaparición, ha
experimentado un resurgimiento en la actualidad. En Argelia encontramos la kwitra,
que con sus cuatro cuerdas y una forma más estilizada, se sigue utilizando en la
tradición andalusí de este país. Actualmente en Marruecos, y a pesar de que hasta
principios del siglo XX se conservaba un laúd de cinco cuerdas llamado oud ramel,
muy característico de la música andalusí, se utilizan instrumentos que se diferencian
poco del modelo oriental.

Palillos
Son dos tablillas iguales (no más largas de
una cuarta ni más anchas de dos pulgadas) que,
colocadas entre los dedos y chocadas entre sí,
producen un tableteo para acompañar cualquier
tipo de ritmo. Tienen formas y figuras distintas
según la tradición de cada lugar o el capricho del
fabricante, aunque suelen predominar las
antropomorfas. A veces se utilizaban hasta tres en
cada mano para dar más fuerza al repiqueteo.
Palillos se llama a los que están hechos de madera, y tarrañuelas, tarreñas,
tejuelas o tejoletas a los que están construidos en barro cocido o en loza.
Muchos pueblos (egipcios, griegos, hebreos) utilizaron ya, según demuestra la
iconografía, algún tipo de instrumento similar para producir sonidos rítmicos. En
bastantes casos se trataba de grandes crótalos de madera o marfil que no se colocaban
entre los dedos, sino que parecían sustituir a las manos para palmear con más ruido
(de hecho, algunas piezas encontradas en excavaciones arqueológicas de Egipto o
Israel tienen la forma de brazos con unas manos talladas en uno de los extremos)
sobre todo en procesiones al aire libre.
En las Cantigas de Alfonso X se puede ver a un alboguero acompañado por un
músico que toca los palillos (dos en cada una de las manos). El grabado del siglo XIX
que mostramos representa a una pareja de músicos ambulantes tocando un violín
rústico y unos palillos. El uso de palillos y tejoletas por parte de vagabundos y gente
del hampa (tejuelas picareras, se les llamó a veces) ya está atestiguado por Cervantes
en alguna de sus obras como Rinconete y Cortadillo y El coloquio de los perros.

Pandereta
Podría definirse este instrumento como
unas sonajas con parche, es decir, un aro de
madera de dos dedos de ancho sobre uno de cuyos
lados va un parche y a lo largo de cuyo bastidor
van insertadas unas rodajas de metal (rizado o
alabeado) que chocan unas con otras. Se suele
sostener con la mano izquierda, introduciendo el
dedo pulgar en un agujero practicado en el
bastidor de madera, y golpearse el parche con la
mano derecha cerrada o haciendo resbalar los
dedos pulgar, índice y corazón por la piel. A veces lleva unos cascabeles o alguna
campanilla para aumentar y dar contraste al sonido.
Aunque ya se observan representaciones de mujeres tocando un instrumento
similar en la Edad Media, las primeras menciones literarias con el nombre específico
de pandereta no aparecen hasta el siglo XIX. Por ellas se ve que las cantadoras rurales
y los estudiantes eran los principales depositarios de una larga tradición que ha
llegado hasta nuestros días. Durante el siglo XIX era costumbre muy extendida, tanto
en el medio rural como en el urbano, la de adornar los parches con pinturas y algunos
grandes artistas llegaron a realizar al óleo hermosas decoraciones.
La Biblia, en el capítulo XV del Éxodo, habla del cántico que entona Myriam
o María, la hermana de Moisés y Aarón, para alabar a Dios porque defendió al pueblo
de Israel de la caballería egipcia; toma en sus manos un tímpano o pandereta y,
seguida por un coro, emprende una procesión. La escena ha sido representada
multitud de veces en la pintura y escultura. Con el mismo nombre latino de timpanum
aparece una pandereta en un tratado holandés de comienzos del siglo XIV. De esa
época es también el salterio inglés donde aparece la letra capitular adjunta en la que
se puede ver un grupo de músicos haciendo sonar diferentes instrumentos entre los
cuales está la pandereta. Hasta el siglo XIX, como se ha dicho, se llama
genéricamente pandero a cualquier instrumento de percusión, con una o dos
membranas sobre un bastidor redondo o cuadrado, ya tenga sonajas o no.

Pandereta con mango


Bastidor de madera con sonajas, en uno de cuyos
lados va extendido y tensado un parche. Dentro del
bastidor van unas cuerdas diametrales con cascabeles, lo
que añade un sonido característico a las rodajas de
hojalata (doce pares, generalmente) del aro de madera.
En casi todos los países donde aparece este tipo de
pandereta, el intérprete lo sujeta con la mano izquierda, golpeando el parche con una
baqueta que lleva en la derecha.
La historia de este instrumento no parece diferir demasiado de la de la
pandereta, aunque su uso suele aparecer unido a etnias donde ésta no se encuentra
(esquimales, nipones, etc). Las rodajas de latón parecen ser el elemento común e
intermedio entre el instrumento compuesto por un bastidor de madera cubierto de piel
y dotado de mango y la pandereta, con los cascabeles, campanillas y sonajas
habituales.

Pandero
Utilizando el bastidor de una criba, la
inventiva popular ha creado un instrumento de
percusión con el simple hecho de superponer una
piel tensada de animal. Esta tendencia, por otra
parte muy común, de utilizar y reutilizar
materiales o formas ya existentes para aplicarlos
a instrumentos musicales, produjo a veces,
además de piezas de gran belleza, algunas
sorpresas acústicas que, por su acierto, se
tradicionalizaron. En este tambor, el parche se golpea con una maza de madera
recubierta de piel, para atemperar el sonido y darle mayor calidad.
Este instrumento podría definirse como un tambor cilíndrico de aro de
madera, de gran tamaño, y hasta se le podría considerar como la versión rural del
bombo sinfónico, con la única diferencia de que sólo tiene parche en una de las bocas.
Aunque su tamaño varía, se podría denominar pandero a todo instrumento hecho con
un bastidor redondo de madera, con piel en una de las aberturas y sin sonajas; lo
diferenciaríamos así del pandero cuadrado y de la pandereta o panderete que
incorpora las rodajas de latón en el aro de madera.
Algunas ilustraciones muestran a músicos golpeando panderos, generalmente
con la mano o con una baqueta o maza, según se puede contemplar en las dos
ilustraciones que se ofrecen como ejemplo. Una de ellas representa a unos israelitas
adorando unos ídolos en el Roman de Horn (siglo XII), mientras que en el otro
grabado aparece un actor con máscara tocando un pandero, según se pudo ver en
1762 en Pompeya al descubrirse el mosaico de una casa situada extramuros de la
ciudad. Es evidente que asirios, egipcios, griegos y romanos usaron este instrumento,
generalmente para ceremonias públicas, si bien en España estuvo más unido al medio
rural y a las mozas, precediéndole además un toque de picaresca. Por eso el refrán
decía: "No todo es vero lo que suena en el pandero".

Pandero cuadrado
Instrumento formado por un bastidor
cuadrado de madera de unos 5 centímetros de
ancho, recubierto totalmente de piel y en cuyo
interior hay varias cuerdas de tripa, tensadas de
lado a lado, de las que cuelgan cascabeles. En casi
toda España se suele tocar apoyado entre los dedos
pulgar e índice de ambas manos, dejando libres los
demás dedos para tamborilear sobre el parche el
ritmo deseado. En Peñaparda (Salamanca), las
intérpretes (normalmente son mujeres) colocan el
bastidor del pandero en la rodilla izquierda -elevada sobre un escabel- y, sujetándolo
con una cinta de cuero al dedo pulgar de la mano izquierda, aprovechan los dedos de
esa misma mano para golpear un lado, mientras que con una baqueta actúan sobre el
otro parche haciendo contrapuntos rítmicos.
Un pandero cuadrado y de colgar dibuja Michael Praetorius en su Sintagma
Musicum (lámina XXX), definiéndolo como "pandero moscovita". En España, el
pandero cuadrado tiene su máximo esplendor a finales de la Edad Media y comienzos
del Renacimiento. Tanto es así, que algunos grabados muestran el baile de nuestro
país acompañado exclusivamente por este instrumento, siempre en manos de una
mujer al estilo de como se hace hoy todavía en Asturias, Galicia o León. Un ejemplo
claro es el dibujo que aparece en el códice Madrazo-Daza que mostramos.
En Portugal todavía se conserva, con el nombre árabe de adufe (duff parece que es
onomatopeya del golpe sobre la piel y tiene raíz semítica), un instrumento idéntico en
construcción y ejecución; también en Cataluña se le llegó a denominar aldufe. Casi
todas las menciones literarias le identifican con el medio rural y lo hacen acompañar
bailes de aldea.

Pandero de Verdiales
Se trata de un membranófono realizado
sobre un marco redondo y de un solo parche de
piel de burro. Es uno de los panderos ibéricos
que más sonajas incorpora, llegando incluso a
reforzar su sonoridad con cascabeles. Toma su
nombre del fandango popular al que sirve de
acompañamiento en la provincia de Málaga.
Existen tres tipos de panderos asociados a los
diferentes estilos musicales del fandango
verdial, que son el pandero de Montes, el de
Almogía y el de Comares. Los grupos que
tocan verdiales se denominan “pandas”.
El uso de este pandero en la actualidad se asocia a la tradición de las rondas
navideñas realizadas por las pandas de verdiales en las ventas y cortijos de los montes
de Málaga, celebrando su Fiesta Mayor 29 de diciembre. El pandero está tocado solo
por hombres, que utilizan una técnica no usual en el resto de España, ya que se
prolonga el "dedo corrido" (rajeo) a lo largo de casi todo el perímetro del pandero con
fuertes golpes de puño en el centro del parche. Se interpreta junto a otros
instrumentos como el violín, los crótalos, la guitarra y el laúd, que acompañan al
canto en la demostración del baile de bandera.
Las características de los diferentes estilos son:
Estilo Almogía El toque es el más extendido y es el más rápido de los tres estilos. En
la actualidad el pandero se toca con la yema de los dedos en el centro y de arriba
abajo, entremezclado con un "rajeo". Los panderos son de tipo medio y llevan unos
dieciocho pares de sonajas pequeñas.
Estilo Montes Comprende la zona Sur de la región, en los alrededores de la ermita en
la que se rendía honores a La Virgen de los Dolores. El toque es un poco más lento
que los demás, habiendo más lucimiento en el cante y dándose un gran protagonismo
a los golpes del pandero para la guía de la panda.
Estilo Comares En este estilo, el pandero pasa a un segundo plano, ya que las pandas
de Comares se centran más en el lucimiento de los de los instrumentos melódicos.

Pianoforte
Piano es abreviatura de la palabra pianoforte,
que designa a un instrumento cuyas cuerdas son
golpeadas por macillos accionados desde unas teclas.
Francesco Manucci (1711) fue quien primero habló
de un gravicembalo col piano e forte (clavicémbalo
con suave y fuerte) que había comenzado a construir
Bartolomeo Cristofori en 1698. A pesar de ésto, se
considera como inventor del pianoforte a Godofredo
Silbermann, primer constructor que acometió con
pleno interés su fabricación. Desde entonces hasta
hoy la palabra ha ido aceptándose y prefiriéndose a otras denominaciones como
hammerklavier o fortepiano. El instrumento se compone de seis elementos: las
cuerdas, el marco de hierro o madera que soporta la tensión de las cuerdas, la tabla
armónica y los puentes, las teclas (con los macillos y el mecanismo correspondiente),
la caja acústica y los pedales (que amortiguan o amplifican el sonido).
Muzio Clementi (1752-1832) fue, además de constructor de pianos (se le llamaba “el
padre del piano moderno”), un excelente intérprete. Nacido en Italia, comenzó muy
pronto una brillante carrera –primero en su país y luego en Inglaterra- que le llevó a
la cima de la popularidad comparándosele en virtuosismo al mismo Mozart. Como
constructor de pianos trabajó para la firma Longman & Broderip hasta su quiebra y
posteriormente se unió a Frederick Collard y otros para constituir una empresa cuya
fábrica se incendió en 1809. A partir de esa fecha y con la ayuda de algunos socios
creó su propia marca Clementi & Company, con la que se distinguió en la
construcción de pianofortes de la más bella factura.
Este modelo fue construido hacia 1815 y pertenece a la colección del P. José López
Calo.

Polyphon
La marca Polyphon era el sello comercial de
una fábrica creada en Leipzig bajo la patente
Polyphon Musikwerke (1889). Su fundador,
Gustave Brachhausen, venía de otra fábrica similar,
la Symphonyon, también de Leipzig, que fabricaba
diferentes tipos de aparatos mecánicos. Ambas
patentes se repartieron el mercado durante algunos
años pero en 1892 Brachhausen viajó a los Estados
Unidos y allí creó una nueva compañía que llamó
Regina Music Box Company y que mantuvo su
competencia con los nuevos inventos como el fonógrafo o el gramófono hasta que en
1922 quebró. Durante ese tiempo las fábricas existentes en Suiza y Alemania llenaron
el mercado con diferentes marcas (Kalliope, Fortuna, Stella, Britannia, etc.) y con
discos de 20,7 cms., 30 cms., 50 cms., 62,5 cms. y otras medidas superiores para
grandes aparatos que se vendían en suntuosos muebles.
El Polyphon era un instrumento mecánico que constaba de una caja (en
realidad se le podría denominar “caja de música”) en la que un peine de láminas
metálicas era accionado por unas púas que giraban independientemente en un cilindro
y que eran desplazadas por unas muescas o pestañas que se habían “marcado”
previamente en la base inferior de un disco metálico. En los primeros ejemplares
fabricados por Polyphon el sistema de giro del disco era manual y se hacía con una
manivela situada en la parte frontal de la caja, pero muy pronto la marca incorporó la
cuerda accionada con una llave que, sobre todo, permitía una regularidad en la
ejecución. Para que el disco girara de manera uniforme y las púas alcanzaran siempre
las láminas correctamente había una barra de hierro guarnecida de varias ruedas de
goma desde la mitad de uno de los lados hasta el centro (posteriormente la barra
cruzaba de lado a lado la caja) donde iba presionando el disco para evitar alabeos.
Cada disco contenía una canción codificada cuyo comienzo y final estaban señalados
en la parte anterior del disco con una flecha.
El ejemplar que se muestra tiene cuerda aunque no con la clásica llave sino
accionada con un cigüeñal dotado de una manija que se desplaza de un lado a otro en
la parte frontal de la caja. El eje gira en dirección contraria a las agujas del reloj. El
instrumento toca discos de 20,6 cms. de diámetro y tiene un peine con 40 láminas
vibrantes protegido por una cubierta metálica. Presenta una característica litografía en
la parte interior de la tapa que sirvió durante algunos años para identificar a la marca.
Pista de audio: Grabación realizada con el instrumento original expuesto en la
Fundación Joaquín Díaz.
Psalterio de Brazo
Se trata de un cordófono de órdenes dobles,
tocado con púa, y dotado de un mástil o mango que
permite sostenerlo durante la interpretación. El
modelo se halla en el Pórtico de la Majestad de la
Colegiata de Toro, en Zamora (Siglo XIII).
Es un instrumento que con frecuencia ha
despertado una cierta polémica entre los
investigadores. Es habitual plantear ciertas reservas
hacia la fiabilidad de las representaciones artísticas
que nos sirven de referencia a la hora de reproducir
instrumentos musicales de otras épocas. En muchas ocasiones, lo infrecuente de los
instrumentos representados o algunos detalles de éstos, invitan a pensar que se trata
de una fantasía del tallista, de una limitación física en los materiales utilizados o en el
espacio disponible para la representación. Sin embargo otros detalles de una enorme
minuciosidad indican que frecuentemente los artistas que se dedicaban al arte
suntuario de la época, se documentaban rigurosamente antes de reflejar un
instrumento en alguna de sus obras. Una de las formas de comprobar la fiabilidad de
ellas es la reproducción a tamaño proporcionado de lo representado. Es habitual
encontrarse sorpresas, pues aquello que parecía inútil o gratuito pasa a tener una
operatividad manifiesta una vez reproducido el instrumento. A veces sucede lo
opuesto y se hace imprescindible una interpretación muy libre por parte del lutier, ya
que una copia exacta del modelo nos llevaría a la obtención de un objeto no apto para
ser utilizado como instrumento musical.
El instrumento que nos ocupa, reproducido por Jesús Reolid en el año 2001,
no tiene paralelos en ninguna otra representación iconográfica conocida hasta la
fecha. Como es natural han sido muchas las hipótesis que lo han rodeado, pero,
finalmente y para hacerlo más útil en la interpretación, se ha optado por construir este
psalterio añadiéndole 8 órdenes dobles a los 8 ya existentes en el modelo original. A
diferencia de otros psalterios, este no necesita ser apoyado en el regazo o sobre un
soporte. Esto permite su utilización de pie o caminando, como podría ser el caso de
una procesión o de una celebración callejera. En el caso de que este instrumento fuese
simplemente una fantasía del escultor, hay que convenir que los datos organológicos
que aporta son totalmente fiables desde el punto de vista musicológico, y que su
utilización resulta cómoda y versátil.

Rabab Afgano
Llama la atención en este instrumento su enorme y apepinada caja excavada
en una sola pieza de madera de morera, que incluye
también el mástil. Asímismo son notables sus
acentuadas escotaduras, inicialmente más propias
en un instrumento de cuerda frotada que en uno de
cuerda pulsada. El diapasón presenta decoraciones
en marfil y cuerno tanto por la parte delantera
como por el anverso, para protegerlo de la
transpiración de las manos. La caja de resonancia
está cubierta por una piel que hace las veces de tapa
armónica, ya que sobre ella se apoya el complicado
puente que aloja 22 cuerdas.
Inicialmente el instrumento contaba con tres cuerdas dobles de tripa, que se
han sustituido en la actualidad por tres cuerdas simples de nailon, además de las 15
resonantes con que cuenta, y cuatro cuerdas metálicas más, que cubren las notas
pedales.
El nombre de rabab, que significa resonar en árabe, se aplica con frecuencia a
diferentes instrumentos, dependiendo de las distintas latitudes. Se suelen llamar así a
algunos instrumentos de cuerda frotada y de tiro corto que abundan en el Magreb, o a
otros de tiro más largo procedentes de zonas tan distantes entre sí como Egipto y
Sumatra. También reciben este nombre algunos instrumentos de cuerda pulsada de
Irán y otros países. De esta misma raíz etimológica proviene el nombre del rebec, el
del rabel, el de la rebaba, etc. Pero el que aquí nos ocupa es el rabab o rubab de
Afganistán, un instrumento de cuerda pulsada que también se encuentra en algunas
regiones de India y Pakistán. Este instrumento es el antecesor del sarod, que, con una
forma similar, ha incorporado un diapasón metálico de considerable tamaño que
permite una técnica más expresiva y cercana a las formas interpretativas de la música
clásica del norte de India.
En 1869 el escritor François Joseph Fétis, en su Historia General de la
Música: desde los tiempos más antiguos hasta nuestros días, describe y dibuja un
ejemplar de rabab, anotando la acentuada curva de sus escotaduras, y justificándolas,
también él, por un posible origen en un instrumento de arco. Según algunos autores el
rabab llega desde Afganistán hasta India hacia el año 1650 de la mano de los ejércitos
que frecuentemente atravesaban la región.

Rabel
Instrumento formado por una caja armónica, un
mástil y un clavijero, donde van sujetas de una a cuatro
cuerdas de tripa o de crin que se extienden a lo largo de la
caja hasta un cordal, normalmente de cuerno. La tapa
superior de la caja puede ser de piel, de hojalata o de madera
y, a diferencia del violín, la caja no tiene alma (pieza
cilíndrica de madera que, sin encolar, une las tapas superior e
inferior de aquel instrumento para sostener la tensión de las cuerdas y para darle más
volumen). Las cuerdas se tocan con un arco, normalmente corto y curvado, cuyo
cordamen está hecho de crines de caballo.
Las distintas formas que actualmente tiene el rabel (forma de ocho con tapa
inferior plana, forma cuadrada, forma oblonga con tapa inferior abombada, etc.)
hablan de su origen diverso. En unos casos procede del rebab árabe, y el intérprete lo
toca sentado y apoyándolo sobre las rodillas, y en otros casos proviene de la fídula
europea medieval y se toca sobre el pecho. De cualquier manera, el rabel vino a
derivar a partir del Siglo de Oro en un instrumento de ámbito pastoril con el que los
pastores se acompañaban canciones y bailes. Todavía hoy se sigue construyendo y
tocando en muchos puntos de la Península (Cantabria, Asturias, León, Extremadura,
Castilla La Mancha, etc.) donde han surgido nuevos intérpretes que han recuperado
su sonido y su repertorio.
Aunque la novela pastoril contribuyó a poner de moda el rabel en la literatura
y el teatro, siempre fue un elemento imprescindible y real entre los ganaderos de
ovino y particularmente entre los trashumantes. Su origen, forma y sonido le daban
muchas veces apellido; se habla así de rabel gritador, tosco, morisco, etc. Una copla
popular resumía las cualidades del instrumento al decir que el buen rabel debía de
construirse en madera de pino verde, las cuerdas de piel de culebra y las crines del
arco con la melena de una mula negra (se entiende que si era mula no convenía
utilizar el pelo de la cola, habitualmente manchado con los orines).

Rabel Medieval
Habiendo citado ya los orígenes etimológicos
del termino rabel, hay que decir que este instrumento
–con las variantes razonables que un elemento
construido y tañido en el medio rural puede presentar–
ha llegado en uso prácticamente hasta nuestros días.
En España lo encontramos principalmente en la zona
de Cantabria.
este ejemplar está reproducido fielmente de las Miniaturas de las Cantigas,
donde se pueden observar claramente los detalles de su factura. La tapa armónica se
halla dividida en dos partes: una superior de madera, que continua las mismas lineas
del diapasón, y una segunda de piel, sobre la que apoya el puente.
La forma en la que el intérprete sostiene el instrumento se ha mantenido en uso en los
paises del Magreb, donde hoy se sostiene la viola de igual manera en la música
andalusí. Esto permite al intérprete apoyar algunos pasajes musicales, separando
firmemente el arco y la viola en direcciones opuestas durante la interpretación. Así se
aumenta la intensidad con la que el arco frota las cuerdas, obteniendo un considerable
incremento en el volumen.
La variedad de formas, materiales, encordaduras, etc., que presentan los
rabeles, es muy numerosa, pudiendo hallarse ejemplares de forma de ocho, ovalada,
cuadrada, etc.
El instrumento que se exhibe ha sido construido por Jesús Reolid en 1997,
tomando como modelo el representado en la cantiga de Santa María número CLXX
de Alfonso X el Sabio (s. XIII).

Reclamo
El intento que el hombre hace por imitar los
sonidos de los animales se remonta en el tiempo,
probablemente, más allá de la propia aparición de
los primeros instrumentos musicales. A veces con su
propia garganta, o más sofisticadamente,
sirviéndose de herramientas externas, el hombre
trata de remedar el sonido de las bestias, tanto con
fines rituales como con fines domésticos, como
pueda ser la caza. No hay que desdeñar la
inclinación natural que siente también el ser humano
por comunicarse con otros seres vivos, especialmente con aquellos que no son
agresivos y que incluso comparten el entorno familiar.
Los reclamos de aves, desde el punto de vista técnico, suponen un alarde de
ingenio, pues la variedad de timbres y afinaciones del mundo de los pájaros es
prácticamente infinita. Para su fabricación se utilizan diversos sistemas.
El ejemplar que se muestra, que genera el sonido por medio de un bisel, lleva
tallada una primorosa figura de pájaro, que mueve el pico y la cola. Este tipo de pieza
es habitual entre los elementos de artesanía realizados por pastores y artesanos del
medio rural.
Otro sistema común es el de los llamados pitos de agua. En ellos el aire pasa a
través de un recipiente lleno de líquido que incorpora un bisel en su salida. Al soplar,
se provocan burbujas que alteran el volumen de la cavidad interna y, de forma
aleatoria, imitan el gorjeo de las aves.
Otro modelo de reclamo bastante extendido es el compuesto por dos discos
concéntricos que, atravesados por un orificio común, mantienen una cámara de aire
entre ambos. Al soplar, provoca una agudo silbido muy sensible a los cambios de
presión. Se utiliza para imitar a la alondra, al jilguero, etc. Curiosamente, también es
éste el mecanismo que se incorpora a las teteras inglesas para avisar de que el agua
hierve.
Por regla general los reclamos de caza no suelen cuidar demasiado el diseño
exterior, ya que se concentran más en la efectividad del instrumento. Pero los silbatos
de entretenimiento, no sólo intentan remedar con exactitud el canto de una
determinada ave, sino que en su diseño incluyen elementos alusivos al mundo de la
ornitología, como es el caso del ejemplar que se presenta.
Requinto
Es un tubo cónico de madera con seis
agujeros (más dos oídos en la campana que no
modifican el sonido). En el extremo más estrecho de
ese tubo se coloca una pieza metálica llamada tudel
donde se inserta el órgano sonoro, que es una doble
lengüeta hecha de caña. La escasa longitud del tubo
con respecto a otros instrumentos similares
contribuye a su denominación, pues suele estar
afinado una quinta más arriba que las dulzainas
normales. Aunque la pipa se hace habitualmente con
una caña desbastada, no es extraño encontrar alguna pipa hecha de cuerno
pulimentado y hasta de los cañones de las plumas de grandes aves como la avutarda.
El requinto tiene el mismo origen que la dulzaina. Sin embargo, la doble vía
de desarrollo -en las capillas cortesanas y en el medio rural- es, probablemente, el
motivo por el que en la actualidad se encuentran modelos de diverso tamaño. Durante
el siglo XIX toda la historia del instrumento dio un giro (al menos en el centro de la
Península Ibérica) con la irrupción del músico y constructor Ángel Velasco, pero su
actividad no afectó al requinto, sino a un tipo de dulzaina que vio aumentada
paulatinamente su longitud y a la que el constructor vallisoletano dotó de llaves para
facilitar a los intérpretes la ejecución de melodías cromáticas.
Requinto se suele llamar también a un tipo de clarinete agudo (muy utilizado
desde Galicia o Cantabria hasta Murcia o el Levante español) y a una pequeña
guitarra (usada en la Mancha y en el sureste de la Península), en ambos casos por
tratarse de instrumentos a los que se les ha subido una quinta con respecto a su
modelo original. Casi todos los requintos de tipo dulzaina conservados tienen la
campana recubierta por una o dos piezas de latón y un refuerzo de la misma aleación
en la parte donde encaja el tudel. La madera suele ser de peral o de encina.
Ritter´s Guitarre
A finales del siglo XIX y principios del XX
surge un enorme interés en la creación de cordófonos
en general, y muchos de ellos alrededor de las citaras
centroeuropeas. Así encontramos cítaras frotadas con
arco, cítaras equipadas con un teclado, cítaras de
acordes, autocítaras, etc.
El instrumento que nos ocupa podría pertenecer a la
familia de las cítaras, pero habida cuenta de que su
creador lo bautizó como “Reformed Ritter´s Guitar”,
podemos deducir que tenía un cierto interés en acercarlo mas a la familia de la
guitarra.
Lo cierto es que no disponemos de información sobre su datación ni sobre su
inventor, pero como muchos de los inventos del XIX, su principio de utilidad es
coherente y su constructor consiguió su objetivo. Se trataba de poder hacer el mayor
numero de acordes con no mucha dificultad técnica. Así el señor Ritter incorpora seis
acordes iniciales que se ven alterados merced a un firme sistema de palancas de fácil
uso. El instrumento es de manejo sencillo, ligero y de buen sonido.
La única cita que conocemos del instrumento aparece en el libro “Musical
Instruments of the World” editado por Paddington Press en 1976.
En cuanto a su creador, se desconoce la existencia de referencias claras al
respecto, pero a principios del siglo XX, aparece en Alemania el nombre de un
guitarrista llamado Hans Ritter, relacionado con grupos que, como el “Münchner
Kammertrio” y el “Munich Guitar Quartet”, utilizan instrumentos de la familia de las
guitarras-arpa. No es, por lo tanto, descabellado pensar en la relación existente entre
este Hans Ritter y la “Reformed Ritter´s Guitar”.
Ruan
Los orígenes del ruan se remontan a la China
de las dinastías Qin y Han, entre los años 221 a.C. y
el 220 d.C. El nombre del instrumento procede de
Ruanxian, un músico del siglo iii, y así se le conoció
hasta la dinastía Tang (618-907). Está relacionado
con el yuequin (yue: luna; quin: genérico para los
instrumentos de cuerda). Ambos constan de cuatro
cuerdas, pero en el caso del yuequin, éstas están
agrupadas en dos órdenes dobles, a diferencia del
ruan que presenta cuatro órdenes de cuerdas
simples. También encontramos instrumentos de
similares características en Corea, como el wanham, y en Japón el genkan, utilizado
en la música minshingaku.
Aunque originalmente el ruan era un solo instrumento, modernamente se
fabrica la familia completa de voces y tamaños que incluye soprano, alto, tenor y
bajo, en un intento de dotarle de una mayor tesitura y riqueza al incorporarlo a la
familia de la orquesta moderna de instrumentos tradicionales chinos.
El ejemplar que se exhibe es el bajo de la familia, y presenta los trastes elevados que
permiten alterar la afinación de cada nota al presionar la cuerda en la cavidad que se
crea entre los trastes y el diapasón.

Salterio
Sobre una caja larga y estrecha, de poca altura, van
extendidas -entre dos puentes situados a los extremos de
dicha caja- cinco o seis cuerdas que se golpean con una
baqueta. Esas cuerdas, afinadas en quintas y octavas, dan un
acorde produciendo un sonido suave. El músico suele colocar
el instrumento longitudinal a su cuerpo (reposando en parte sobre el pecho) y lo
sujeta con el antebrazo izquierdo en cuya mano lleva una flauta. Con la mano
derecha, en la que lleva una baqueta, va golpeando las cuerdas rítmicamente mientras
hace la melodía con la flauta de tres agujeros.
Referencias literarias como la conocida del Arcipreste de Hita, que después
citaremos, nos hacen pensar en que el instrumento tuvo una amplia difusión durante
la Edad Media y el Renacimiento (siglos XIV a XVI), sobre todo en la zona norte de
la Península Ibérica. Cuando Juan Ruiz habla de un salterio "más alto que la mota"
que sale con la guitarra y el rabel a recibir a Don Carnal, parece estar definiendo, en
efecto, a este instrumento alargado cuyo origen pudo ser cortesano pero que después
tuvo una difusión popular. A favor de ese pasado cortesano, habla el hecho de que
aparezca en pinturas de los siglos XV y XVI en España, Francia e Italia, sabiendo lo
normal que era en esa época el intercambio de músicos e instrumentistas en muchas
cortes europeas.
Hoy día la tradición sólo lo ha conservado en determinadas zonas de Aragón,
País Vasco francés, País Vasco español y el Bearn. Normalmente se le denominaba
salterio, chorus o tambor de cuerdas. En vocablos localistas chun-chun (chicotén es
un término literario muy cuestionado y tal vez derivado del italiano cicuterna), tun
tun, tambor de Bearn, tambourin de Gascogne y tambourin de Provence.

Saranghi
Éste es un cordófono que consta de un cuerpo
excavado en una sola pieza de madera de cedro, un
tiro bastante corto y gruesas cuerdas, que, excitadas
por un arco de factura muy recia, no necesitan ser
presionadas contra el diapasón por el intérprete. La
afinación de éstas se modifica por la presión
tangencial de los dedos y las uñas de la mano
izquierda contra la propia cuerda. Tanto el mástil
como la caja de resonancia forman un solo cuerpo que sustenta las 3 cuerdas que
podríamos llamar melódicas, un bajo y 34 de las llamadas simpáticas o resonantes.
Aunque también se le llama sarang o harangi, el nombre más utilizado en su país de
origen, la India, es el de saranghi. A veces este nombre, especialmente en Rajastán, se
utiliza para designar genéricamente diferentes tipos de instrumentos de arco, pero por
regla general, al hablar del saranghi, se hace referencia al que nos ocupa. El interior
de la caja está atravesada por una barra de sujeción que contrarresta la fuerte tensión
de la piel que sirve de tapa armónica. Las escotaduras que permiten el paso del arco
son asimétricas, siendo más amplia la de la izquierda ya que aquél trabaja
fundamentalmente sobre las cuerdas primas. El puente descansa sobre una piel de
cabra y tiene forma de elefante, acogiendo en una sola pieza el complicado entramado
de cuerdas que conforman el instrumento.

Sasando
Se trata de una de las llamadas cítaras
tubulares, denominadas así por la forma de su
caja. Alrededor de ella se tensan generalmente
22 cuerdas, aunque el presente ejemplar consta
de 23. Éstas se fabricaban originalmente con la
tripa de un animal llamado civeta o gato de
algalia, aunque modernamente se utiliza el
metal. El cilindro sobre el que se sitúan las
cuerdas está alojado en una cavidad casi
semiesférica confeccionada con hojas de palma
que se pliegan de un modo similar al del
abanico, facilitando así el transporte del instrumento cuya fragilidad es extrema.
Procede de la isla de Timor (Timor Oriental e Indonesia), donde también se le conoce
como sasanug, y la fecha de construcción del presente ejemplar se sitúa alrededor de
1970. Pertenece a la familia de las mencionadas cítaras, como el guntang de
Indonesia, el kerengtún de Malasia o la lejana valiha de Madagascar. A diferencia de
estas otras, que se tocan con ambas manos, en el sasando el intérprete se sienta en el
suelo, sujetando con la mano izquierda el instrumento frente a sí. La mano derecha se
dedica a la pulsación de las cuerdas, que se realiza directamente con las uñas.
La forma tubular de estos instrumentos se debe a que en sus orígenes estaban
fabricados a partir de una pieza de bambú, en la que, por medio de estrechas
incisiones longitudinales, se separaban tiras de la propia caña que permanecían unidas
por sus extremos al cuerpo del instrumento, y hacían las veces de cuerdas. Así se hace
también en instrumentos como el mvet de Camerún1. En la citada valiha de
Madagascar también se ha perdido este sistema de construcción, siendo sustituidas las
tiras de bambú por cuerdas metálicas, y fabricándose modernamente con forma de
hexaedro, muy similar a los psalterios y arpas dobles que aparecen en la iconografía
medieval occidental.

Saz
El “saz” o “baglamá” es uno de los
instrumentos musicales más populares en Turquía,
y su nombre significa literalmente ”instrumento”
en su acepción más general. El termino
“baglamá”, que significa “anudar” se debe a la
presencia de trastes anudados móviles, que
adaptan la configuración del diapasón a los
diferentes modos de la música turca.
Existen numerosos tamaños dentro de esta
familia de cordófonos. El más pequeño de estos
instrumentos es el “cura”, seguido por el “cura” de cuello largo, el “çogür”, el
“tambura”, el “divan saz” y el “bas saz”, que es el de mayor tamaño. Todos ellos
presentan tres ordenes: el primero de tres cuerdas, y el segundo y tercero de dos.
El instrumento que nos ocupa es un “divan saz” cuya caja está construida con
un sistema de duelas o tablillas curvadas, a diferencia de otros modelos que se
construyen a partir de una pieza de madera excavada.
En la Turquía actual el “saz” es el instrumento más utilizado dentro de la
celebraciones de los “alevi”, que es una de las ramas minoritarias del Islam chiíta.
Este ejemplar presenta un discreto sistema de amplificación eléctrica merced a una
pastilla alojada en el interior, y una clavija de conexión perfectamente integrada en el
diseño tradicional del instrumento.

Seljefløyte
La Seljefløyte, o flauta de sauce, que está
construida con la corteza de este árbol, es uno de los
instrumentos más identificativos de Noruega.
Tradicionalmente se construía en primavera, cuando
el material tenía la flexibilidad adecuada para ello,
pero en la actualidad se construye en materiales
artificiales forrándolo finalmente con la corteza del
sauce para mantener el aspecto tradicional.
El funcionamiento de esta flauta es muy
curioso, ya que carece de agujeros de digitación. El
intérprete maneja un solo orificio al final del tubo y obtiene las distintas notas
combinando dicho manejo con lo cambios de presión en la emisión del aire.
La longitud más frecuente de la Seljefløyte es de 60 cms., pero también se
construye en otros tamaños para obtener distintas escalas.
Este tipo de flautas se encuentran también en algunas regiones de eslovaquia.
Serinette Parisienne
Una de las acepciones de la palabra francesa
“seriner”, además de la de “tocar una melodía con la
serinette”, es “enseñar a un pájaro a cantar” (serin
significa “canario”). En efecto, al menos desde el
siglo XVII se conocen instrumentos con los que se
pretendía amaestrar a determinadas aves para que
cantasen mejor. Athanasius Kircher presenta en su
Musurgia Universalis (tomo II, grabado XXI) un
órgano mecánico automático movido por fuerza
hidráulica en el que no sólo cantaban los pájaros
sino que se movían.
Jerome Thibouville-Lamy, constructor de Organinas y Serinettes de 16, 24 y
36 notas denominó a uno de sus modelos “parisienne” para distinguirlo de otros
fabricados en sus sedes de Normandía y Mirecourt. Lejos de ser un organito para
enseñar a los pájaros era un instrumento mecánico de salón, un órgano de lengüetas
para ser más exacto, más barato que un piano, con el que se bailaba en casas
particulares.
El soporte en el que se codificaban las melodías era una tira muy larga de
cartón perforado sobre el que se “marcaban” las canciones siguiendo el sistema de
cartón perforado de Testé. La larga tira, a veces hasta de 20 metros, se iba plegando
sobre sí misma formando un taco de 15,3 x 12 cms. para facilitar su recogida y el
almacenamiento posterior. Aún pueden hallarse listados de las melodías más
frecuentes de cada época. Para la serinette se han hecho tiras hasta tiempos recientes
(hay tiras con canciones de la Piaff o de Adamo).
La serinette que se muestra tiene 16 notas y es la más pequeña de la serie de
órganos de lengüeta con manivela que fabricó Jerome Thibouville-Lamy.
Sgra-snyan
Se trata de un instrumento procedente del
Tíbet. Su cuerpo está excavado en una sola pieza
de madera, que incluye una preciosa talla en el
clavijero con forma de media luna. También
presenta a veces un dragón u otro animal
mitológico, y más frecuentemente una cabeza de
caballo, a la manera del morin khuur de Mongolia,
como es el caso del ejemplar que nos ocupa. El
mástil del instrumento se halla hueco en su parte
inferior, ayudando así a la resonancia del mismo.
El sgra–snyan tiene un pequeño parche de piel en
la parte más ancha de la caja, sobre el que apoya un puente de madera que amplifica
el sonido de las cuerdas. La púa, también tallada en madera, es de escasas
dimensiones, y se suele llevar unida al mencionado puente por medio de un cordón.
Su nombre significa sonido armonioso y quizás ello se deba a que su número
de cuerdas llega a ser de seis, organizadas en tres órdenes dobles, lo que no es muy
frecuente en este tipo de cordófonos asiáticos. Otros nombres del mismo instrumento
son danyen, damyen, danyan, etc., y es habitual encontrarlo también en Nepal. El
Budismo Tibetano excluye prácticamente a los cordófonos, por lo que es excepcional
la presencia de este instrumento, aunque sea en la tradición de la música seglar.
Con relación al remate zoomorfo del clavijero del sgra–snyan, hay que anotar
que la presencia de tallas representando animales es común a muchas culturas y se
extiende hacia el pasado. En Occidente tenemos desde las tallas zoomorfas y
antropomorfas de los instrumentos representados en la iconografía medieval, hasta las
primorosas cabezas que adornan los instrumentos del Barroco y del Romanticismo.
En América, las culturas precolombinas representan con frecuencia animales en sus
flautas y tambores, y en Oriente son milenarias las representaciones de cabezas de
dragón en los instrumentos tanto sagrados como profanos. Todo esto se debe sin duda
a una referencia que nos conduce al culto a la naturaleza y a la relación existente
entre la moralidad de los hombres y la conducta de determinados animales que
simbolizan estas actitudes morales. No han faltado estudios profundos, como los
realizados y publicados por Marius Schneider en la primera mitad del siglo XX, que
hayan encontrado líneas melódicas en la ordenación simbólica de los animales
tallados en pórticos y claustros medievales. El examen atento a la ornamentación de
los instrumentos musicales, con frecuencia nos revela que nada ha sido colocado allí
de forma gratuita, y que todo responde a un orden inicial, a veces de carácter
funcional, o a veces de forma puramente ornamental o simbólica.

Sonajas
Instrumento que consiste, según los
modelos, en un cerco redondo o en un marco
cuadrado de madera de dos dedos de ancho, con
unas ventanitas a todo lo largo del bastidor o unos
alambres que cruzan el marco, donde se colocan
unas rodajas de metal u hojalata que, al ser sacudido
el aro o el marco, chocan unas con otras
produciendo ruido. Cuando el marco era cuadrado,
solía tener un mango; si se trataba de un bastidor en
círculo, se solía agarrar de la misma tabla con la
mano derecha para golpear con el bastidor en la palma de la mano izquierda.
Egipcios, griegos y romanos utilizaron un instrumento similar con marco y
empuñadura de metal llamado sistro, que solía acompañar ceremonias religiosas.
Algunas sectas cristianas de Etiopía y Siria, como los coptos, todavía lo usan con la
misma finalidad. En España acompañó en iglesias y conventos los villancicos que se
solían cantar por las fiestas de navidad y epifanía, pero quedó definitivamente
relegado en los últimos tiempos al ambiente estudiantil o al medio rural, donde
todavía hoy sirve de acompañamiento a los grupos de aguilanderos y rondadores.
Al menos desde la época de Covarrubias, quien ya lo escribió en su Diccionario de la
Lengua Castellana o Española (1611), la definición de sonajas es "un cerco de
madera, que a trechos tiene unas rodajas de metal que se hieren unas a otras y hacen
un gran ruido...". La iconografía de diferentes siglos nos muestra a diversos
personajes tocando este instrumento, desde músicos cortesanos (como se puede
observar en una obra del siglo XV que se conserva en la Biblioteca Municipal de
Lille) hasta ángeles (como en el cuadro de la Virgen de la leche que se conserva en el
Museo Diocesano de Salamanca).

Sruti-Petti
Esta pequeña caja de uso en la India, llamada “sruti petti” en Tamil y
“swarpetti” en Hindi, contiene un sistema de
fuelles similar al del armonio. Un fuelle manual
alimenta a un segundo fuelle que se vacía
automáticamente gracias a la acción de un muelle,
consiguiéndose así un flujo ininterrumpido de aire
y, consecuentemente, un sonido constante.
Gracias a este sistema se obtiene un pedal regular
que permite a los músicos realizar sus
improvisaciones utilizándolo como soporte de
fondo. La elección de los distintos acordes de
acompañamiento se realiza mediante unas pequeñas clavijas que liberan la acción de
unas lengüetas interiores, similares a las del mencionado armonio, o a las de una
armónica al uso.
Anteriormente, para conseguir estas notas de fondo, el intérprete de armonio
bloqueaba el mecanismo de una de las teclas para mantener la nota pedal deseada, y
previamente a ello, esta función de acompañamiento se realizaba, y se realiza en la
actualidad, por la tambura e instrumentos similares.
Hoy en día todo ello se ve con frecuencia sustituido por los recientes “sruti
box” electrónicos que incorporan un pequeño altavoz, y, mediante un sistema de
reproducción digital, brindan todo tipo de pedales de acompañamiento al interprete.
Aunque el “srutipeti” está extendido en India a diferentes estilos y regiones, por lo
general, los intérpretes de música indostánicas solo lo utilizan como un instrumento
de ayuda en el aprendizaje y en el estudio, mientras que los intérpretes de música
carnática lo incorporan frecuentemente al escenario.

Strohviol
En 1899 el alemán John M. Augustus Stroh
patentaba un sistema de amplificación para los
instrumentos de cuerda, basado en la cápsula
fonocaptora de los gramófonos.
Así nació el Strohviol, y posteriormente el
Violín Stroh o Phonoviolín. Las características de este
instrumento le hacían especialmente útil en las
sesiones de grabación, ya que su alto volumen y la
direccionalidad de su sonido permitían una mayor
versatilidad en dichas sesiones.
Aunque el más conocido de los inventos sonoros de Augustus Stroh fue el
Phonoviolín, también se fabricaron otros instrumentos, como el Phonoukelele con el
mismo sistema, y el mencionado Strohviol de una sola cuerda, que llegó a gozar de
una cierta popularidad. Este último se llegó a vender en “kit” para su montaje
doméstico por lo aficionados a los trabajos manuales.
También se conoció como "Jap Violin", quizás por su similitud estética con el
"Erhu", que es un cordófono frotado de origen japonés.
El Violín Stroh tuvo también su lugar en los salones de baile de principios del
siglo XX, y, en ámbitos tan concretos como el del tango, virtuosos como Julio de
Caro lo llevaron en giras internacionales.

Symphonion
Se atribuye al ginebrino Antoine Favre la
aplicación en 1796 del sistema de láminas
metálicas al antiguo invento de la caja de música
que hasta entonces se había dotado de
campanillas.Con el nuevo invento, las cajas
funcionaban con un cilindro de púas que actuaban
sobre un peine con láminas vibrantes de acero
(que a veces alcanzaba hasta seis octavas). Se
usaban en relojes, tabaqueras y cajas de costura y
a menudo incluían figuras de autómatas sobre la
caja. Debido a las dificultades de ejecución de largas piezas musicales, se crearon los
rodillos intercambiables, lo cual llevó al problema añadido del almacenamiento de
dichos rodillos. Ésta y otras circunstancias movieron a Paul Lochman en 1889 a crear
un tipo de discos en cuya cara inferior se practicaban, sobre el mismo material
metálico de que estaban hechos, unas muescas o pestañas que servían para mover las
púas tradicionales del cilindro. La caja en la que se ponía el disco estaba dotada de
una manivela en uno de sus lados que hacía girar un eje vertical sobre el que se
encajaba el agujero central del disco. Para facilitar el correcto y uniforme giro del
disco se había practicado asimismo otro orificio más pequeño inmediato al central
que encajaba en un saliente y que permitía insertar mejor la placa circular. El disco
giraba en la dirección de las agujas del reloj y sus muescas o pestañas inferiores iban
desplazando una serie de púas móviles integradas en un cilindro (la movilidad de las
púas era la principal novedad) que eran las que accionaban las láminas del peine
musical. Para que las muescas llegaran a esas púas sin problemas aunque el disco
tuviese alabeos, una barra metálica (desde el eje central a uno de los lados) dotada de
dos ruedas de goma, oprimía dicho disco al pasar por encima del cilindro, corrigiendo
cualquier anomalía.

Tabla
Este nombre, sencillo de pronunciar en casi
todas las lenguas, en realidad corresponde a dos
instrumentos separados pero unidos en su ejecución
y en su historia: el “bayan” o "dagga", que es un
tambor fabricado en metal o cerámica, para la mano
izquierda, y el “dayan" o "sidda”, fabricado en
madera excavada, para la derecha. Ambos
presentan un parche de piel fuertemente atado con
tensores, que a su vez lleva adherido un circulo
negro llamado “shai” y fabricado con una pasta
hecha a base de goma, hollín, ciertas hierbas y limaduras de hierro.
El origen del instrumento admite muchas teorías, pero las más extendidas
apuntan hacia un tambor de doble parche en forma de barril alargado y aún en uso,
llamado “pakhavaj”, que evoluciona en el siglo XVIII dividiéndose en los dos
tambores de la actual “tabla” para alcanzar una ejecución más ágil.
Si bien el nombre “tabla” parece tener su raíz en el término árabe “tabl”, que
es el genérico utilizado para los tambores, existe al respecto una curiosa leyenda. En
cierta ocasión, estando el poeta persa Amir Khusrau (s XIII) en una velada musical,
un tambor cerámico cayó al suelo partiéndose en dos mitades. El músico las tomó, y
al intentar hacerlas sonar vio que continuaban dando un timbre aceptable, a lo que el
poeta, sorprendido, exclamó “Tab bhi bola!” (¡Todavía suena!). La tradición popular
cree en la evolución de esta frase hacia el término “tabla” y adjudica a Amir Khusrau
la creación del instrumento, a pesar de que ningún dato literario ni histórico lo
corroboran.
La tabla es el instrumento más extendido en el Norte de India, y desde la
década de los setenta su uso se ha ido extendiendo también entre determinados
sectores de músicos occidentales, al igual que otros instrumentos indios como el sitar
o el sarod.

Tamboril
Instrumento compuesto por un cilindro de
madera de hasta 50 centímetros de altura, recubierto
por ambas bocas con parches de pergamino de 25 a
30 centímetros de diámetro, que se tensan con
cuerdas y tirantes de cuero. Se toca generalmente
colgado del brazo izquierdo (el mismo que sostiene la
flauta de tres agujeros con la que se combina) y con
una sola baqueta empuñada por la mano derecha. En
el parche inferior, que no se toca, se suele colocar
algún bordón o cuerda que roza superficialmente la
piel y vibra con ella.
Toda la iconografía de este instrumento desde la Edad Media -aparece ya en
las Cantigas de Santa María- muestra al tamboril y a la flauta de tres agujeros unidos,
tanto en la corte como en la aldea. Aunque el tamaño varía y va desde atabalillos
hasta tambores de considerable tamaño, la colocación y ejecución del intérprete
parecen similares siempre. Si bien no puede asegurarse que su origen sea militar, tuvo
mucha relación con actividades marciales por resultar su sonido enardecedor para los
soldados. En España desde muy temprano aparece unido también a bailes y
celebraciones rústicas según refleja un antiguo refrán: "La olla sin cebolla es como
boda sin tamboril".
Algunos tamborileros construían y decoraban su tamboril, incluyendo en la
baqueta con que lo golpeaban o en el cilindro expresiones talladas o pintadas del tipo
"Viva mi dueño", "Me hizo Fulano de Tal" o "Es de Mengano...". La decoración solía
reunir los clásicos elementos como cruces, peces, pájaros o el árbol de la vida, según
muestra el tamboril del Museo de Urueña, decorado por su propietario José Ramón
Cid Cebrián, de Ciudad Rodrigo (Salamanca).

Tambura
La Tambura es el instrumento de
acompañamiento más extendido en India. Se trata
de un cordófono de cuatro cuerdas afinadas en un
acorde alrededor de la tónica. Carece de trastes y el
único acorde que genera el instrumento actúa como
pedal de acompañamiento.
Existen tres tipos principales de tambura. La
Tanpura Miraj se encuentra en el Norte de India, y
es, por lo tanto, característica de la música
indostánica. Tiene una longitud de unos 90cms., una
caja resonadora fabricada con una calabaza, y la tapa de resonancia es claramente
curvada. El mástil tiene sus lados paralelos, no presentando ningún estrechamiento
vertical.
En el Sur los intérpretes de música carnática utilizan la Tanbura Tanjore, cuya
caja es generalmente de madera y su mástil se estrecha en la parte superior. Aunque
su tamaño es similar, la tapa de resonancia es mucho más plana que en la Tanpura
Miraj.
En los últimos años, y merced a la utilización de los sistemas electrónicos de
amplificación, ha proliferado el uso de una tambura de tamaño inferior, que si bien
proyecta menos volumen de sonido, es físicamente más manejable. Se trata de la
llamada Tamburi, que al estar fabricada íntegramente en madera, se convierte en un
instrumento menos frágil. Su caja es menos profunda y su tapa armónica plana, pero
los mencionados sistemas de microfonía la hacen igualmente útil en escena.
En la actualidad todas ellas se ven con frecuencia sustituidas por los recientes
“sruti box” electrónicos que incorporan un pequeño altavoz, y, mediante un sistema
de reproducción digital, brindan todo tipo de pedales de acompañamiento al
intérprete.

Tanbur
Bajo este término se enmarcan diferentes
instrumentos de otras tantas zonas, como Irán,
Irak, Kurdistán, etc. También se le conoce como
tanbur kebir turkí. Se trata de un cordófono
pulsado de tres órdenes, dos de ellos dobles y
uno triple.
Llama la atención la longitud del mástil,
más grande de lo habitual en este tipo de
cordófonos. El trasteado del instrumento, que
cuenta con cuartos de tono, se realizaba
originalmente con cuerdas de tripa, aunque en la
actualidad se utiliza más el nailon. Es probable que en su origen la caja del tanbur
fuera de una sola pieza de madera excavada, presumiblemente cerrada por una piel
que hiciera las veces de tabla armónica. Se puede deducir esto del sistema actual de
construcción de dicha tabla, que a pesar de ser de madera, carece por completo de
barras armónicas. Debido a ello, y de forma prevista por el constructor, la tapa se
abomba exageradamente hacia adentro al recibir la presión de las cuerdas sobre el
puente.
Habitualmente se toca con una púa muy gruesa, fabricada en hueso, y de
forma excepcional se toca con arco, colocándose verticalmente sobre una pierna.
Existe modernamente un tanbur que utiliza una caja similar a la del cumbuç
turco, muy semejante a la del banjo americano en el sistema de fijación del parche a
base de tensores a tornillo. Este modelo, a pesar de no ser tradicional y de emitir un
timbre notablemente distinto, da un resultado más fiable en cuanto a afinación y
solidez, por lo que se extiende cada vez más entre los intérpretes de tanbur.

Tar
El término tar significa cuerda en farsi, y
por ello con frecuencia lo encontramos en el
nombre de muchos instrumentos: sitar, setar, dutar,
etc.
Este instrumento se encuentra activo como
un instrumento de la música clásica en Irán, y en
otros países del Cáucaso. La forma sorprendente
de su caja está tallada sobre dos bloques simétricos
de madera de morera. El mástil, de madera de
nogal, lleva incrustadas dos tiras de hueso de
camello y se ve dividido por trastes cuya posición corresponde a las escalas de la
música iraní, que incluye diferentes cuartos de tono. El puente está tallado en cuerno.
La púa con la que se toca está fabricada en cobre, pero cubierta de cera de abeja, para
evitar un excesivo desgaste de las cuerdas metálicas.
El sonido suave pero firme del tar se debe sin duda al material del que se
fabrican los parches que hacen las veces de tapa armónica. Se trata de piel de cordero
nonato, o de pericardio de vaca.
Es también de reseñar el diseño particular e infrecuente del clavijero, que
organiza las clavijas en dos niveles superpuestos, haciéndolas así más accesibles al
músico. El ejemplar que se exhibe está construido hacia 1980.
Thod rnga
El termino damaru se utiliza en el
subcontinente indio, en la región del Himalaya y en
Mongolia, para definir genéricamente a este tipo de
tambores con forma de reloj de arena. Aunque el
modelo que se exhibe, un thod rnga, pertenece a otra
variante, por regla general los parches están unidos
entre sí por un hilo tensor que teje un zigzag entre
ambos, y permite al intérprete alterar la afinación de
los parches apretando y tensando este entramado. El
damaru existe en muy diversos tamaños, desde los que apenas tienen 10 centímetros
de diámetro, como los budbudaka del Sur de India, hasta los enormes ejemplares del
Tíbet, que se manejan con grandes asideras.
El nombre de damaru viene reflejado en los textos medievales como uno de
los instrumentos atribuidos al dios Shiva, y suele ser un instrumento utilizado por los
ascetas, mendigos, músicos callejeros, etc. También está relacionado en la
iconografía con las deidades protectoras y con los maestros espirituales. Una de las
variedades del instrumento, llamada cang-teu, se utiliza en los rituales budistas,
sosteniendo el intérprete en la otra mano un Dril-bu (campana) o un rkang-gling
(trompeta). En otra de las variedades de este instrumento, el sonido se obtiene de
forma casi aleatoria por medio de dos pequeñas bolitas de madera o de lana tejida,
que, atadas a sendos hilos fijados por su otro extremo al cuerpo del instrumento,
golpean los parches al girar el tambor rápidamente con un movimiento de muñeca.
Este es el caso también del thod rnga.
Este instrumento es una variedad tibetana cuyo nombre significa tambor de
calavera, porque está construido con dos coronillas de cráneo humano. Siendo un
instrumento ritual, su estructura está llena de simbología. Las dos piezas deben de
pertenecer a dos personas de sexos opuestos, que hayan fallecido violentamente.
Generalmente la piel de los parches suele ser también de origen humano y se suele
teñir en color verde. Son frecuentes las abrazaderas en plata, con inscripciones de
carácter religioso.

Tricordio
En América del Sur existe una enorme cantidad de cordófonos relacionados
con la familia de las guitarras, bandurrias y
mandolinas, en su mayoría de origen hispano.
Estos instrumentos fueron muy bien aceptados
por los habitantes del Nuevo Continente, quizás
por lo novedosos que para ellos eran, ya que no
se conoce la existencia de ningún instrumento
de características similares previo a la llegada
de los europeos. Torquemada, en su Monarquía
Indiana (Libro XVII, cap. III) indica:
"...instrumentos que sirven para solaza y
regocijo de las personas seglares, los indios los
hacen todos y los tañen: rabeles, guitarras, discantes, vihuelas, arpas y monocordios".
Solamente en Méjico encontramos una enorme cantidad de variantes de la
guitarra como es la guitarra séptima, el bajo quinto, la jarana huasteca, la
huapanguera, el jirincho, el vihuelón, la guitarra chamula, y un interminable etc.
El que aquí nos ocupa es el tricordio, y especialmente aquél que se construye a partir
de una concha de armadillo. Con el nombre de guitarra conchera existe también otro
instrumento utilizado en la danza del mismo nombre, y que se denomina así por estar
construido también con una concha de tortuga, o una del armadillo antes mencionado.
Es habitual que los constructores populares intenten evitar las cajas
abombadas que se realizan a partir de un sistema de duelas o gajos, similares a las
costillas curvadas de una barca. Es un método que encierra una cierta complicación, y
que requiere determinadas herramientas y pegamentos específicos que sujeten la
tensión de la madera que siempre tiende a recuperar su posición original. Debido a
esto, y buscando siempre un camino más fácil, a veces se utiliza una calabaza, una
concha de un animal, o cualquier objeto previamente fabricado. Es más conocido el
uso de la concha del armadillo en la construcción de charangos, pero también se hace
en la de los tricordios y en la de algunos otros cordófonos de caja abombada. Aunque
el nombre del instrumento induce a pensar en tres cuerdas, en realidad consta de
cuatro órdenes triples. Probablemente se trate de un desarrollo de la mandolina
napolitana, cuya encordadura es de cuatro órdenes dobles.

Trompa Marina
A pesar de lo equívoco de su nombre, la
trompa –o tromba– marina no es un instrumento de
viento. La peculiaridad de la primera parte de su
nombre proviene del sonido similar al de una
trompeta, provocado por su particular puente. Éste
consta de dos patas, sobre las que descansa la
cuerda de forma deliberadamente asimétrica.
Gracias a ello, cuando el intérprete realiza un
crescendo en el volumen, se provoca una
repiqueteo sobre la tapa armónica que recuerda al
sonido de los instrumentos de metal. La segunda parte de la denominación se debe sin
duda a la frecuente utilización del mismo en los conventos europeos. En Alemania
recibe simplemente el nombre de Marien Trompet (Trompeta de María). Existe la
familia completa partiendo de una pequeña trompeta soprano, que con frecuencia
aparece situada sobre el hombro, como el violín, una trompa alto, una bajo y una
contrabajo. Esta última alcanza más de dos metros de altura. La que aquí se exhibe
mide un metro y medio, y equivale a la tesitura del bajo. Otra particularidad más de la
trompa marina es su peculiar técnica de interpretación. Nasarre, en su Escuela de
Música de 1724 dice: “Es instrumento de solo una cuerda aunque gruesa, y, no
obstante son sonidos agudos los más que en ella se forman”. Esto se debe a que los
dedos de la mano izquierda, en lugar de presionar la cuerda contra el diapasón, se
colocan simplemente sobre ella con la presión suficiente para provocar los armónicos
naturales de la misma. Para ello el arco corre muy cercano al clavijero, mientras que
la mano izquierda se mueve a lo largo de la cuerda, buscando los mencionados
armónicos en una posición inversa a la de otros instrumentos de cuerda frotada, como
sería la del violonchelo. Tal y como señala Nasarre, lo habitual es que la trompa
marina conste de una sola cuerda, aunque en ocasiones se encuentran algunas con dos
e incluso tres.
El presente ejemplar fue construido por Carlos Paniagua en 1980, partiendo de
modelos existentes en diferentes representaciones iconográficas, y en ejemplares
conservados en museos y colecciones. Esta trompa incorpora un sistema de cuerdas
simpáticas a la vista, que algunos de los instrumentos originales incluían en un
cajoncito extraíble, oculto en el interior de la caja.

Vaso Silbador o Llorona


Los aerófonos hispanoamericanos son una de las familias de instrumentos que
más variedad presenta. Entre ellos podemos hallar una
gran diversidad, tanto en las formas externas como en
sus sistemas de construcción. Flautas globulares,
flautas zoomorfas, sistemas a bisel, sistemas de agua,
flautas antropomorfas, silbatos de uso religioso,
reclamos… todo ello forma el inagotable abanico de
estos aerófonos.
La flauta antropomorfa que nos ocupa se
denomina "Vaso Silbador", ya que esta dotado de un recipiente para contener el agua
que activa el sonido. Al llenar el mencionado depósito posterior y al inclinarlo
suavemente hacia delante, el agua desplaza el aire contenido en el cuerpo del
instrumento, que representa una cabeza humana, y provoca la acción del silbato que
está incorporado al tocado de la figura. De acuerdo con la información facilitada por
el musicólogo mejicano Juan Guillermo Contreras, “al parecer, y por accidente, el
artesano descubrió que dejando unas pequeñas hendiduras en los ojos, a la vez que
emite sonido por el silbato, con el empuje del agua, puede gotear como si llorara”.
Por ello también se conoce a esta flauta como “llorona”.

Vina de Saraswati
Se podría afirmar que la Vina de Saraswati
es el instrumento por excelencia de la Música
Carnática, la tradición musical del Sur de la India.
Junto con el Bansuri, la Vina está asociada a la
diosa de la música, Saraswati.
Es uno de los pocos cordófonos indios que
presentan trastes fijos. En este caso son
veinticuatro trastes de cobre, y van montados
sobre una amalgama de cera de abeja con
adhesivos vegetales. Se fabrica en madera de yaca
y, además de la caja de resonancia, presenta un segundo resonador en forma de
calabaza bajo el clavijero, que ha perdido su función como tal y actualmente solo se
utiliza para facilitar su sujeción durante la interpretación. El clavijero suele estar
rematado con una cabeza de dragón de vivos colores.
La Vina de Saraswati tiene siete cuerdas, de las cuales cuatro se utilizan para
la melodía y las otras tres (thalam) como notas rítmicas y pedales.
Son varias los tipos de vinas existentes en India, con diferentes características:
Mahanataka vina, Rudra vina, Vichitra vina, Saraswati vina, etc. Pero esta última, que
es la que aquí presentamos, es conocida como la Reina de la Vinas, y las mejores
proceden de Tanjore.

Viola Beiroa
Son cinco las violas tradicionales de
Portugal: amarantina, toeira, campaniça, braguesa,
y beiroa. También existen dos más en las Azores,
la viola da terra y la viola da terceira, y aún una
más en Madeira llamada viola de arame. Para
completar el panorama de los cordófonos más
habituales portugueses, a éstas hay que añadir los
diferentes cavaquinhos, y las guitarras
portuguesas o de fado. Cada uno de estos
instrumentos presenta características distintas en
cuanto a la forma, el tamaño, el número de
cuerdas, afinaciones, ornamentaciones, dimensiones, etc. De todas ellas, la que nos
ocupa es la viola beiroa. Encordada con metal, sus 6 órdenes dobles combinan
cuerdas al unísono (las tres primeras y la sexta), con cuerdas octavadas (cuarta y
quinta), destacando un orden más corto, denominado requinto, que nace en la unión
del aro con el mástil y se extiende sobre la tapa armónica, sin trastes, ya que se toca
siempre al aire. De todas las violas portuguesas es la más rústica, pero la que presenta
mayor profusión de ornamento.
El origen de la viola beiroa se sitúa en la región de Castelo Branco, y llama la
atención su acentuada escotadura, así como lo reducido del tamaño de su boca. En
Brasil existe una viola angrense (Angra dos Reis) cuyas características muestran
claramente su ancestro en la beiroa. Especialmente la sexta cuerda, más corta que el
resto, y que en la angrense recibe el nombre de periquito o benjamín.
Normalmente la viola beiroa da solamente dos acordes para acompañar al
canto, y son instrumentos rasgueados que por lo general suenan junto a las ginebras o
hueseras.

Violoncello de Viaje
A pesar de la constante evolución de los instrumentos musicales, podemos
afirmar que durante el último siglo se han ido
estableciendo unos patrones más o menos
constantes en lo referente a la forma de los
instrumentos occidentales conocidos como
"clásicos". El violonchelo, por su tesitura y su
tamaño, se sitúa entre la viola y el contrabajo,
dentro de la familia de los instrumentos de cuerda
frotada occidentales. Ya en 1529, Martín Agrícola
describe este instrumento como uno de los cuatro
que conforman la familia de los violines. Se trata
de un cordófono frotado con una tesitura grave, que el intérprete coloca entre sus
piernas para tocarlo. Consta de cuatro cuerdas, que se afinan por cuartas.
El instrumento que nos ocupa es uno de los experimentos que realizan con
frecuencia los lutiers para probar nuevos sistemas de construcción, diferentes sonidos,
o innovaciones en su forma que faciliten su transporte. Se trata de un violonchelo de
viaje, en el que el constructor, probablemente por requerimiento de un intérprete, ha
diseñado una forma que resulta más reducida de tamaño para el transporte, aunque
esto influya negativamente en el timbre del instrumento. Por regla general, este tipo
de innovaciones se utilizan sólo en instrumentos de estudio, en los que el intérprete
realiza principalmente ejercicios mecánicos para no perder agilidad física. Las
escotaduras habituales en el violonchelo facilitan su sujeción entre las piernas del
intérprete, por lo que al diseñar un caja recta, surge un claro problema de fijación del
instrumento. El desconocido constructor que diseñó el presente ejemplar, solucionó el
inconveniente incorporando una plancha de madera con la misma forma que las
escotaduras clásicas, y que se fija mediante un tornillo detrás de la caja para su
transporte. Este elemento se sitúa en posición mediante un giro de 90º, ofreciendo al
músico dos puntos de apoyo para las piernas muy similares a las escotaduras de la
forma clásica. En este intento de ahorrar espacio y peso, son numerosos los
instrumentos de viaje que se han llegado a construir. Esto ha dejado una estela de
curiosos diseños que incluyen las guitarras desmontables, el violín-pochette o violín
de bolsillo, la mandolina-pochette, etc. En el mismo sentido, la inventiva de músicos
y lutiers ha desarrollado también diseños en los que se incorpora un instrumento
musical a un objeto de otro uso, como la flauta-bastón, o el violín-bastón, del que se
conservan ejemplares en algunos museos.

Zambomba
Instrumento construido con un recipiente más o
menos cilíndrico de metal, barro o madera
(generalmente abierto por arriba y por abajo) sobre
cuya boca se tensa y ata una piel o parche (muy
frecuentemente de gato o de conejo). En el centro de
ese parche se inserta previamente –de modo que entre
hacia el interior del instrumento unos dos centímetros
pero sin romper la piel– una caña o una pluma de ave;
sobre esa caña la mano derecha, humedecida con agua,
va frotando arriba y abajo hasta conseguir el sonido ronco y grave del parche.
La zambomba es un instrumento primitivo que, tal vez por su poca
versatilidad y sus reducidas funciones (normalmente era juguete para niños o
acompañamiento para Navidad y Carnaval), ha sido poco estudiado. Filippo Bonanni,
siguiendo a Marin Mersenne, dice que también se utiliza en las vendimias y termina
el párrafo dedicado a este instrumento citando a su maestro, el sabio jesuita
Athanasius Kircher, quien también había hablado de él en sus estudios.
Su amplia difusión por todo el mundo y sus muchas variantes dentro de su
sencillez (la fricción se efectúa con cuerda, con crines, con un palo, con una caña, con
una pluma), hablan en favor de su antigüedad y su uso tradicional. Esa fricción se
efectúa, o bien de arriba hacia abajo de la caña insertada en la piel (como ya se ha
dicho) o bien haciendo girar a un lado y al otro la caña entre las palmas de las manos.

Zanfona
Un eje, a cuyo extremo va una manivela,
atraviesa una caja armónica cuya forma ha variado
a lo largo de los siglos y de las modas. Ese eje lleva
insertada cerca del manubrio una rueda que roza al
mismo tiempo a las cuerdas (generalmente cinco,
tres para la melodía y dos bordones) que van sobre
la caja, desde el clavijero al cordal. Las tres
cantoras atraviesan un teclado que está sobre la caja
armónica y que tiene al menos 21 teclas sobre las
que se ejecuta la melodía. Cada tecla lleva tres
espadillas que inciden sobre las tres cuerdas al
mismo tiempo. El ejecutante puede estar sentado,
apoyando la zanfona sobre sus rodillas, o de pie.
El precedente de la zanfona es un instrumento denominado organistrum que se
tocaba entre dos personas: una hacía girar la rueda con su mano derecha y sostenía
con la otra mano el cuerpo del instrumento, mientras que la otra iba haciendo la
melodía accionando un teclado que estaba sobre la caja y de cuyos pernos iba tirando.
La primera fuente iconográfica en pergamino donde aparece la zanfona es la cantiga
CLX, en cuya ilustración se ve a dos músicos con dos instrumentos, similares en
construcción a los actuales aunque la caja es cuadrada, sin forma, y el teclado la
abarca por completo. Desde la Edad Media, época en que entró en España traída por
músicos pobres que venían a hacer el camino de Santiago, la zanfona ha estado en
manos de músicos callejeros y no ha tenido la evolución que, en países como Francia,
por ejemplo, le permitió llegar a un alto grado de sofisticación en construcción y en
ejecución.
Con el nombre de cinfonía o simfonía se menciona en el Libro de Aleixandre,
en obras del Arcipreste de Hita y Juan del Encina y hasta en el diccionario de
Covarrubias, donde aparece la siguiente definición: "Algunos pobres franceses suelen
traer un instrumento a modo de violoncillo y en el vientre de él cierta orden de
cuerdas, que con unas teclas que salen por de fuera las arrima a una rueda, que
trayéndola a la redonda con la mano derecha, tocando las teclas con la mano
izquierda, la hace sonar suavemente". En el siglo XVIII en Francia el instrumento
alcanzó una gran perfección en la Corte, donde Michel Corrette escribió un método
para aprender a tocar el instrumento y algún concierto para zanfona y orquesta.

Zukra
Se trata de una gaita sin bordón de
acompañamiento. El fuelle está compuesto por una
piel entera de ovino. Sus dos punteros, de lengüeta
simple, se insertan en un disco de madera ajustado
al orificio natural que la piel presenta en el cuello
del animal. Ambos punteros interpretan la melodía
al unísono, lo que provoca un cruce de frecuencias
que hace que el sonido de la zukra sea muy
característico. Dos cuernos de vacuno hacen las
veces de pabellones de amplificación, y en
ocasiones los orificios que dejan las dos patas delanteras del animal, se rematan con
dos puntas de asta.
El ejemplar que se exhibe es original de Túnez, pero está emparentado con un
gran número de instrumentos de características similares, como la tsambouna de las
Islas del Mar Egeo, la askomandura de Creta, el parkapzuk de Armenia, el tulum de
Turquía, el gudastviri de Georgia, etc. En algunos de los instrumentos citados, los
cuernos de vacuno han sido substituidos por pabellones de madera tallada que
respetan la forma abocinada del asta.
A veces este instrumento comparte su denominación con el mezued, o
mizwid, instrumento en el que los dos punteros se tocan directamente, prescindiendo
del fuelle, y utilizando la técnica de la “respiración circular”. Este procedimiento,
practicado en diferentes culturas de todo el mundo, permite la emisión ininterrumpida
de sonido, ya que el intérprete expulsa el aire por la boca, a la par que lo toma por la
nariz. La cavidad bucal hace las veces de fuelle. El albogue está también relacionado
con estos aerófonos dobles, de respiración circular.
CONCLUSION

La música ha representado para el hombre no solo un elemento de


entretenimiento, muy por el contrario, la música ha sido eje principal de los múltiplex
ritos religiosos. En algunas etnias es considerada como un elemento sagrado, y en la
sociedad civilizada esta inmersa en la cotidianidad. Para el hombre es un lenguaje
universal hasta el punto, que en una orquesta pueden converger o interpretarse los
instrumentos de esta, por personas de diferentes nacionalidades que hablen un idioma
diferente, y aun así todos llegarían a un perfecto entendimiento, reproduciendo una
melodía llena de armonía y comprendida por ellos y por un auditorio en cualquier
parte del mundo.
Los ensambles instrumentales o practicas instrumentales colectivas, surgen
como una necesidad del compartir, de mezclar las cualidades que posee cada ser
humano y crear un equipo, que pueda armonizar y producir propuestas musicales
interesantes para la localidad o comunidad donde se viva. Todas las regiones del
mundo han creado sus propios instrumentos musicales o han tomado el instrumento
original de una localidad y le han realizado los cambios pertinentes para que este
represente dignamente las particularidades de su cultura y de sus tradiciones.
Venezuela no ha escapado a este suceso del ser humano; se han tomado
instrumentos por lo general traídos de Europa y se le ha dado la connotación
necesaria para el disfrute y entendimiento de su cultura. Claro esta, que Venezuela
también posee un compendio musical institucional por no decir universal, y un
ejemplo de esto, es la creación de orquestas por nombrar el mas significativo, y del
cual se han desprendido muy buenos comentarios, a través del moviendo orquestal se
ha podido brindar la música sobre todo a los niños, y con esto brindarles un mejor
sistema de vida; esto lo confirma, el mas grande director de orquesta de la era
contemporánea, el maestro Claudio Abbado cuando comenta: “Enseñar música y
dotar a los niños de instrumentos proporcionan una base social, cultural y humanitaria
increíble... ¡Voy a encargarme personalmente de que el mundo entero conozca la
importante labor que el maestro José Antonio Abreu está haciendo con los niños y
jóvenes de Venezuela!”
Por supuesto debido al surgimiento y avance de la tecnología, y a la
hibridación que esta ha generado en los pueblos, han surgido múltiplex cambios en la
música y es evidente que este proceso evolutivo no va ha parar, gratamente los
instrumentos musicales seguirán teniendo cambios, y se crearan nuevas propuestas
sonoras, que permitan al hombre seguir expresándose a través de este lenguaje eterno
y universal que el la música.
BIBLIOGRAFIA

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http://www.osv.org.ve/htm/historia.htm
http://www.tamborileros.com/tradiberia/idifono1.htm
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http://www.msds.gov.ve/ms/modules.php?name=News&file=print&sid=94
http://encarora.com/Caroreno/MusicaVenezolana100906.htm
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http://www.fbigot.com.
http://www.funjdiaz.net/museo/alfabet.cfm
Nuestra Tradición Popular, Tomo I (1999) [CD-ROM]
Página oficial de FUNDEF [Sitio Web]

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