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Señor

JUEZ LABORAL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA (REPARTO)


E. S. D.

DEMANDANTE: JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA


DEMANDANDOS: YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ

RAUL RAMIREZ REY, mayor y vecino de esta ciudad, identificado con la cédula de
ciudadanía número 91.525.649 expedida en Bucaramanga, abogado en ejercicio portador
de la Tarjeta Profesional número 215.702 expedida por el Consejo Superior de la
Judicatura, obrando en representación según poder a mi otorgado por el señor JONATHAN
JOSE CHIRINOS ACOSTA, acudo a su despacho con el fin de interponer demanda
ORDINARIA LABORAL DE PRIMERA INSTANCIA en contra de YONNY SOTO
BECERRA identificado con cédula de ciudadanía No. 91244060, propietario del
establecimiento de comercio EMPANADAS 1 A y SONIA ORTIZ , para que mediante el
trámite legal correspondiente y mediante sentencia se confieran las condenas que indicare
en la parte petitoria, teniendo en cuenta los siguientes:

HECHOS

PRIMERO: El 13 de mayo de 2018, entre JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA, en


calidad de trabajador y YONNY SOTO BECERRA propietario del establecimiento de
comercio EMPANADAS 1 A Y SONIA ORTIZ, en calidad de empleadores, se celebró un
contrato de trabajo verbal a término indefinido.

SEGUNDO: Mi poderdante fue contratado para desempeñar el cargo de ATENCIÓN AL


CLIENTE Y CAJERO, labores que presentaba de manera personal.

TERCERO: Los jefes inmediatos del señor JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA eran
SONIA ORTIZ Y YONNY SOTO BECERRA

CUARTO: El trabajador laboraba lunes, miércoles, viernes y domingo de 3:00 pm a 11:00


pm y martes, jueves y sábados de 6:00am - 3:00 pm.

QUINTO: Atendiendo lo anteriormente dispuesto, el trabajador genero horas extras diurnas,


recargos nocturnos y recargos dominicales y festivos tal cual como se estructura a
continuación y que nunca fueron canceladas al trabajador:

HORAS RECARGOS RECARGOS


RECARGOS RECARGOS RECARGOS
PERIODO EXTRAS NOCTURNOS NOCTURNOS
NOCTURNOS DOMINICALES FESTIVOS
DIURNAS DOMINICALES FESTIVOS

01 Enero- 3 Agosto 2020 106 212 106 35 35 9


01 Enero- 31 Diciembre 2019 288 576 288 96 96 24
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 183 366 183 61 61 15

SEXTO: Durante la vigencia de la relación laboral, el señor JONATHAN JOSE CHIRINOS


ACOSTA, devengaba un salario de TREINTA Y DOS MIL PESOS ($32.000) diarios.
SEPTIMO: Durante la vigencia de la relación laboral el empleador de mi mandante
descontaba DOS MIL PESOS ($2.000) diarios, por concepto de aportes a Seguridad Social
del trabajador.

OCTAVO: He de resaltar que el empleador del señor JONATHAN JOSE CHIRINOS


ACOSTAA nunca efectuó la afiliación al Sistema de Seguridad Social Integral del
trabajador, por lo que no le realizaron los respectivos aportes a pensión.

NOVENO: El 3 de agosto de 2020, YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, en calidad


de empleador, de forma unilateral y sin mediar justa causa da por terminado el contrato de
trabajo.

DÉCIMO: Durante la relación laboral YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, no


canceló suma alguna por concepto de prima de servicios, intereses a las cesantías y
vacaciones.

DÉCIMO PRIMERO: Durante la relación laboral el empleador de mi mandante nunca


consignó suma alguna por concepto de cesantías al fondo correspondiente tal como lo
establece el numeral 3 artículo 99 de La ley 50 de 1990.

DÉCIMO SEGUNDO: Durante la relación laboral el empleador de mi mandante nunca


cancelo concepto alguno por AUXILIO DE TRANSPORTE.

PRETENSIONES PRINCIPALES

Con fundamento en los hechos expuestos, muy comedidamente solicito al señor Juez, que
previo el reconocimiento de mi personería para actuar como apoderado de la parte
demandante, y cumplidos los trámites del proceso ordinario laboral de primera instancia, se
ordenen las siguientes declaraciones y condenas:

DECLARATIVAS

PRIMERA: Se declare que el 13 de mayo de 2018, entre JONATHAN JOSE CHIRINOS


ACOSTA, en calidad de trabajador y YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, en calidad
de empleador, se celebró un contrato de trabajo verbal a término indefinido.

SEGUNDA: Se declare que mi poderdante fue contratado para desempeñar el cargo de


ATENCIÓN AL CLIENTE Y CAJERO, labores que presentaba de manera personal para
EMPANADAS 1 A.

TERCERA: Que se declare que durante la vigencia de la relación laboral, el señor


JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA, devengaba un salario de TREINTA Y DOS MIL
PESOS ($32.000) diarios.

CUARTA: Que se declare que el trabajador laboraba de lunes, miércoles, viernes, domingo
de 3:00 pm a 11:00 pm y martes, jueves y sábados de 6:00am - 3:00 pm.
QUINTA: Que se declare que atendiendo lo anteriormente dispuesto, el trabajador genero
horas extras, recargos nocturnos y recargos dominicales y festivos tal cual como se
estructura a continuación y que nunca fueron canceladas al trabajador:

HORAS RECARGOS RECARGOS


RECARGOS RECARGOS RECARGOS
PERIODO EXTRAS NOCTURNOS NOCTURNOS
NOCTURNOS DOMINICALES FESTIVOS
DIURNAS DOMINICALES FESTIVOS

01 Enero- 3 Agosto 2020 106 212 106 35 35 9


01 Enero- 31 Diciembre 2019 288 576 288 96 96 24
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 183 366 183 61 61 15

SEXTA: Que se declare que durante la vigencia de la relación laboral, el empleador de mi


mandante realizaba descuentos ilegales al trabajador, por la suma de DOS MIL PESOS
($2.000) diarios.

SEPTIMA: Que se declare que el 3 de agosto de 2020, YONNY SOTO BECERRA Y SONIA
ORTIZ, en calidad de empleador, de forma unilateral y sin mediar justa causa da por
terminado el contrato de trabajo.

OCTAVA: Que se declare que durante la relación laboral YONNY SOTO BECERRA Y
SONIA ORTIZ, no canceló suma alguna por concepto de prima de servicios, intereses a las
cesantías y vacaciones.

NOVENA: Que se declare que durante la relación laboral el empleador de mi mandante


nunca consignó suma alguna por concepto de cesantías al fondo correspondiente tal como
lo establece el numeral 3 artículo 99 de La ley 50 de 1990.

DÉCIMA: Que se declare que durante la vigencia de la relación laboral el señor


JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA nunca fue afiliado al Sistema de Seguridad Social
Integral por parte del empleador, por lo que no le realizaron los respectivos aportes a
pensión.

DÉCIMA PRIMERA: Que se declare que durante la vigencia de la relación laboral el


empleador de mi mandante nunca cancelo concepto alguno por AUXILIO DE
TRANSPORTE.

CONDENAS

PRIMERA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, apagar a mi


mandante la suma de CUATRO MILLONES CIENTO OCHENTA MIL DOCIENTOS
SETENTA Y NUEVE PESOS MCTE ($4.180.279) por concepto de INTERESES A LAS
CESANTÍAS, VACACIONES Y PRIMAS DE SERVICIOS, tal como se estructura a
continuación:
INTERESES
PERIODO ALAS VACACIONES PRIMAS TOTAL
CESANTÍAS
01 Enero- 3 Agosto 2020 $ 24.182 $ 177.333 $ 545.468 $ 746.983
01 Enero- 31 Diciembre 2019 $ 176.476 $ 480.000 $ 1.470.632 $ 2.127.108
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 $ 70.980 $ 305.333 $ 929.874 $ 1.306.188
TOTAL $ 4.180.279

SEGUNDA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, apagar a mi


mandante la suma de DOS MILLONES NOVECIENTOS CUARENTA Y CINCO MIL
NOVECIENTOS SETENTA Y CUATRO PESOS MCTE ($2.945.974) por concepto de
CESANTÍAS, tal como se estructura a continuación:

PERIODO CESANTÍAS
01 Enero- 3 Agosto 2020 $ 545.468
01 Enero- 31 Diciembre 2019 $ 1.470.632
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 $ 929.874
TOTAL $ 2.945.974

TERCERA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ A, a pagar a mi


poderdante la sanción contemplada en el art. 99 numeral 3 de la ley 50 de 1990, por no
consignar las cesantías antes del 15 de febrero de 2019, los cuales liquidados a la fecha
son equivalentes a la suma de DIECISEIS MILLONES NOVECIENTOS VEINTIOCHO MIL
PESOS MCTE ($16.928.000).

CUARTA: Que se condene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, a pagar la suma
de UN MILLON CUATROCIENTOS CUARENTA Y CUATRO MIL PESOS MCTE
($1.444.000) por concepto de descuentos ilegales realizados durante toda la vigencia de la
relación laboral.

QUINTA: Que se condene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, a pagar la suma
de DOS MILLONES DOCIENTOS NOVENTA Y TRES MIL SETENCIENTOS TRECE
PESOS MCTE ($2.293.713), por concepto AUXILIO DE TRANSPORTE, tal como se
estructura a continuación:

PERIODO AUXILIO DE TRANSPORTE


01 Enero- 3 Agosto 2020 $ 455.986
01 Enero- 31 Diciembre 2019 $ 1.164.384
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 $ 673.343
TOTAL $ 2.293.713

SEXTA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, a pagar la suma de
NUEVE MILLONES NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES MIL NOVECIENTOS
SETENTA Y DOS PESOS MCTE ($ 9.953.972) por concepto de horas extras, recargos
nocturnos y recargos dominicales y festivos que nunca fueron cancelados al trabajador.
SEPTIMA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, de acuerdo con
el contenido del artículo 64 del Código Sustantivo del Trabajo cancelar a favor de mi
mandante y por concepto de indemnización por despido sin justa causa, la suma de UN
MILLON SEISCIENTOS TREINTA Y TRES MIL TRECIENTOS TREINTA Y TRES PESOS
MCTE ($1.633.333)

OCTAVA: Que se ordene a YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, a pagar a mi


mandante la suma de SEIS MILLONES DOCIENTOS SETENTA MIL PESOS MCTE
($6.270.000), por concepto de indemnización moratoria de que trata el artículo 65 del
Código Sustantivo del Trabajo, por no cancelar prestaciones sociales debidos a la fecha de
terminación del contrato de trabajo desde el 03 de agosto de 2020, fecha en la que mi
mandante conoció la terminación del contrato laboral celebrado entre las partes y las que
se sigan causando hasta la materialización del pago.

NOVENA: Que se condene YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ, a consignar a


favor de mi mandante la suma de TRES MILLONES OCHOCIENTOS UN MIL
SEISCIENTOS PESOSMCTE ($3.801.600) por concepto de aportes a seguridad sociales,
discriminados de la siguiente manera:

COTIZACIÓN
SEMANAS VALOR
PERIODO IBC POR SEMANA
COTIZACIÓN CONSIGNACIÓN
16%
01 Enero- 3 Agosto 2020 $ 960.000 18 $ 38.400 $ 691.200
01 Enero- 31 Diciembre 2019 $ 960.000 50 $ 38.400 $ 1.920.000
13 Mayo- 31 Diciembre 2018 $ 960.000 31 $ 38.400 $ 1.190.400
TOTAL $ 3.801.600

DÉCIMA: Que las demandados deben pagar las costas del presente proceso.

DÉCIMA PRIMERA: Que se condene a los empleadores a pagar todo lo aquí relacionado
de conformidad con el cálculo actuarial al momento de emitir sentencia.

DÉCIMA SEGUNDA: Que el despacho del señor Juez falle extra y ultra petita en cuanto a
derechos no solicitados a favor del trabajador y a cargo del empleador.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Fundo esta demanda en lo preceptuado en los artículos 22, 23, 27, 37, 38, 45, 54, 56, 62 a
65 del Código Sustantivo de Trabajo, articulado donde se establecen los derechos a los
que se contrae esta acción. Adicionalmente, esta acción encuentra asidero en la
Constitución Nacional, en las leyes y códigos de la república, toda vez que se trata de
derechos adquiridos que todo trabajador debe recibir en un estado social de derecho. Se
reclaman derechos inherentes al derecho al trabajo mismo, al salario como
contraprestación del empleo de capacidad laboral, se reclaman derechos no cancelados
por el empleador sin justa causa, los cuales se encuentran amparados por el articulado
citado.
INDEMINIZACIÓN MORATORIA DE QUE TRATA EL ARTÍCULO 65 DEL CST

El art. 65 del Código Sustantivo del Trabajo modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de
2002, la cual establece las sanciones que se le impondrán al empleador en caso de no
pagar al trabajador los salarios y prestaciones debidas una vez se dé por terminado el
contrato de trabajo, el artículo 36 del código sustantivo del trabajo el cual establece la
solidaridad entre la sociedad de personas y sus miembros en materia laboral, y el artículo
12 del código procesal del trabajo modificado por el artículo 46 de la Ley 1395 de 2010, el
cual establece la competencia en razón a la cuantía de los jueces laborales del circuito.

En este orden de ideas, el artículo 99 de la Ley 50 de 1990 establece que el nuevo régimen
especial del auxilio de cesantías tendrá las siguientes características:

“1ª El 31 de diciembre de cada año se hará la liquidación definitiva de cesantía, por


la anualidad o por la fracción correspondiente, sin perjuicio de la que deba
efectuarse en fecha diferente por la terminación del contrato de trabajo (…)
2ª (…)
3ª El valor liquidado por concepto de cesantía se consignará antes del 15 de febrero
del año siguiente, en cuenta individual a nombre del trabajador en el fondo de
cesantía que el mismo elija. El empleador que incumpla el plazo señalado deberá
pagar un día de salario por cada día de retardo.”

Ahora bien, la sentencia C-892 de 2009 con Magistrado Ponente Nilson Pinilla Pinilla,
estableció que la indemnización moratoria es un instrumento que protege el derecho del
trabajo mediante el apremio para el pago de las sumas debidas al trabajador a la finalización
del contrato laboral. Es así como la Corte Constitucional ha establecido que el pago
oportuno de las acreencias laborales no solo se restringe al ámbito de la ejecución de la
relación laboral, sino que también se extiende a los actos posteriores a su finalización.

Sobre el particular, el artículo 12-2 del Convenio 95 de la OIT, establece la obligación de


los Estados que en el evento que “se termine el contrato de trabajo se deberá efectuar un
ajuste final de todos los salarios debidos, de conformidad con la legislación nacional, un
contrato colectivo o un laudo arbitral, o, en defecto de dicha legislación, contrato o laudo,
dentro de un plazo razonable, habida cuenta de los términos del contrato.” En este sentido,
finalizada la relación laboral, se entiende que el individuo queda en una situación de
vulnerabilidad, derivada de la carencia de recursos económicos para garantizar su
subsistencia futura. En tal sentido, el ordenamiento jurídico está llamado a ofrecer
herramientas dirigidas a (i) lograr el pago pronto y efectivo de las acreencias; y (ii)
desestimular que el empleador incurra en mora, para así evitar que el incumplimiento
acarree la inminencia de un perjuicio irremediable contra el trabajador y su familia.

Según lo dispone el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, sustituido por el artículo
29 de la Ley 789/02, la sanción moratoria es equivalente al último salario diario por cada
día de retardo, ello resulta aplicable cuando el empleador no paga al trabajador los salarios
y prestaciones debidas, salvo en los casos de retención autorizados por la ley o convenidos
por las partes. Además, a manera de herramienta supletoria a la indemnización, la norma
acusada igualmente dispone el reconocimiento de intereses moratorios respecto de
“salarios y prestaciones en dinero”, en el caso que el trabajador no haya iniciado la
reclamación judicial de sus acreencias dentro de los 24 meses siguientes a la fecha de
terminación del contrato.
La Corte han analizado a profundidad las implicaciones de la indemnización moratoria
desde la perspectiva de la protección del derecho al trabajo y las garantías que le son
propias.

Estas consideraciones resultan igualmente predicables de la exigencia de intereses


moratorios de que trata el inciso segundo del artículo 65 CST, puesto que refieren al mismo
propósito resarcitorio. Al respecto, el primer pronunciamiento relevante sobre la materia se
encuentra en la sentencia C-079 de 1999 con M.P. María Victoria Sáchica Méndez, fallo
que asumió el estudio de algunos apartados del artículo 65 CST., en su versión original. En
esta sentencia, la Corte partió de considerar que la indemnización moratoria, denominada
tradicionalmente como “salarios caídos” era una modalidad de restablecimiento de los
derechos del trabajador que, junto con otras previstas en la legislación laboral, pretendía
compeler al empleador al pago oportuno de los salarios y prestaciones sociales. En
términos del fallo, la indemnización moratoria es:

“La forma de una reparación a cargo del empleador que retarda el pago de los
salarios y prestaciones sociales que se le adeudan al trabajador al momento de la
terminación del respectivo contrato de trabajo, consistente en una suma igual al
último salario diario por cada día de demora en la cancelación de lo adeudado. Se
presenta así un mecanismo de apremio al empleador que demora dichos pagos
cuando ya no existe una acción con origen contractual para hacerlos exigibles pero
que permite compensar la pérdida del poder adquisitivo del dinero del trabajador,
por permanecer en manos del empleador.”

Esta sentencia, de igual modo, diferenció entre las distintas categorías de resarcimiento del
trabajador sometido al incumplimiento en el pago de sus salarios y prestaciones. En primer
lugar, identificó la indemnización no tarifada, derivada de la regla general prevista en el
inciso primero del artículo 64 CST., de acuerdo con el cual en todo contrato de trabajo va
envuelta la condición resolutoria por incumplimiento de lo pactado, con indemnización de
perjuicios a cargo de la parte responsable, indemnización que comprende tanto el lucro
cesante como el daño emergente. En segundo término, analizó las formas de
indemnización tarifadas, relativas a las sumas que debe asumir el empleador en el evento
que unilateralmente decida despedir al trabajador sin justa causa para ello, caso en el cual
tendrá que pagar los montos que prevé la norma legal mencionada, los cuales se tasan en
proporción directa a la antigüedad del trabajador y el monto de su salario, según lo
estableció la reforma introducida por el artículo 28 de la Ley 789/02.
En tercer lugar, analizó la situación concreta de la indemnización moratoria de que trata el
artículo 65 CST. En este escenario resaltó que su aplicación estaba desligada de las
causas que motivaron la terminación del contrato de trabajo y que, en contrario, constituía
una medida de carácter resarcitorio, destinada a proteger al trabajador de los efectos en el
tiempo de la falta de pago de las acreencias debidas a la culminación de la relación laboral.
Así, la Sala indicó que:

“situación diferente es la prevista en el artículo 65 del C.S.T., demandado


parcialmente en esta ocasión, pues aunque establece una indemnización tarifada,
su cómputo está referido de manera directa al no pago o al pago retardado de las
acreencias laborales causadas en una relación de trabajo que ya concluyó
independientemente de la causa que dio lugar a la terminación del contrato
laboral, de manera que el empleador debe pagar a quien fue su trabajador, una
suma igual al último salario diario por cada día de retardo.”

En este orden de ideas, la sentencia C-079 de 1999 estableció que “(…) la regulación
normativa versa sobre la especial circunstancia de incumplimiento de quien era empleador,
una vez finalizado el contrato de trabajo, como una especie de prolongación de la protección
de los derechos de quien ya está desvinculado de su trabajo y por la misma razón en una
situación más difícil que la de la persona que aún se encuentra laborando y que en criterio
del legislador requiere de una garantía especial como la que consagra el citado artículo 65
del C.S.T. Así las cosas, la indemnización moratoria se constituye en una garantía
necesaria para quien ya no cuenta con un contrato de trabajo ni las acciones que del mismo
se desprenden para defenderse: en su lugar, la configuración de una causal de terminación
injustificada por parte del empleador por el incumplimiento que tratan los artículos 57 y 62
del C.S.T., en la forma ya mencionada que constituye un mecanismo de protección efectivo
de los derechos contractuales vulnerados.”

Por último, la sentencia en comento estableció cómo el reconocimiento de la indemnización


moratoria tenía carácter cualificado, pues para su aplicación no bastaba la mora del
empleador para su exigibilidad, sino que debía acreditarse que el incumplimiento en el pago
estaba fundado en la mala fe del mismo. En otras palabras, el patrono debía incurrir en
mora a sabiendas de la existencia de la obligación, como presupuesto para el cobro judicial
de la mencionada indemnización. En términos del fallo se ha precisado que:

“la sanción indemnizatoria prevista por el artículo 65 del C.S.T. no es de aplicación


automática, razón por la cual la condena correspondiente debe obedecer a una
sanción impuesta a la conducta del empleador carente de buena fe que conduce a
la ausencia o deficiencia en el pago de origen salarial o prestacional. En
consecuencia, la absolución es posible si se demuestra una conducta de buena fe
del empleador mediante la presentación de razones atendibles que conduzcan a
demostrar que ciertamente creía no deber”. Así las cosas, la indemnización
moratoria se constituye en una garantía necesaria para quien ya no cuenta con un
contrato de trabajo ni las acciones que del mismo se desprenden para defenderse:
en su lugar, la configuración de una causal de terminación injustificada por parte del
empleador por el incumplimiento que tratan los artículos 57 y 62 del C.S.T., en la
forma ya mencionada que constituye un mecanismo de protección efectivo de los
derechos contractuales vulnerados.”

Las consideraciones expuestas sobre la naturaleza jurídico constitucional de la


indemnización moratoria, fueron reasumidas por la Corte en la sentencia C-781 de 2003 a
la que se hizo alusión en el fundamento jurídico 8 de esta decisión. En dicho fallo, la Corte
retomó la definición de la indemnización moratoria como un mecanismo de reparación al
trabajador respecto de la mora del empleador, instrumento que operaba al margen de las
motivaciones de la terminación del vínculo laboral. Así, con base en la normatividad
resultante de la reforma introducida por la Ley 789/02, esta Corporación identificó las
condiciones fácticas que deben reunirse para la exigibilidad de la indemnización. Al
respecto, estableció que los elementos de procedencia radicaban en “i) que haya terminado
la relación laboral; ii) que el empleador este debiendo al trabajador salarios y prestaciones
y no las pague en el momento de dicha terminación; iii) que no se trate del caso en que
procede la retención de dichos salarios y prestaciones; y, iv) que no se haya consignado el
monto de la deuda confesada por el empleador en caso de que no haya acuerdo respecto
del monto de la deuda, o que el trabajador se haya negado a recibir el pago.”

De conformidad con el análisis jurisprudencial expuesto, la Corte advierte que la


indemnización moratoria y, al compartir su naturaleza jurídica, el reconocimiento de
intereses moratorios respecto de salarios y prestaciones en dinero, son institutos del
ordenamiento laboral que responden a las siguientes características definitorias:

“14.1. Son mecanismos que buscan desincentivar el incumplimiento del empleador


en el pago de salarios y prestaciones, insolutas al momento de terminar la relación
laboral. Por ende, no son, en estricto sentido, una sanción contra el empleador, sino
un instrumento de apremio.
14.2. La indemnización moratoria y los intereses supletorios operan al margen de
las causas que dieron lugar al contrato de trabajo. Basta con que se demuestre que
el empleador, a sabiendas, dejó de pagar oportunamente los salarios o prestaciones
debidas, para que proceda su exigibilidad.
14.3 Por último, la indemnización moratoria y los intereses supletorios encuentran
sustento constitucional en la necesidad de proteger la remuneración del trabajador
que, al finalizar su vínculo laboral, queda desprotegido económicamente, lo que
obliga al pago oportuno de las acreencias debidas. Ello con el fin de evitar que la
mora en el pago involucre la inminencia de un perjuicio irremediable, derivado de la
afectación del derecho fundamental del trabajador y de su núcleo familiar
dependiente. Por ende, tanto la indemnización moratoria como los intereses
mencionados son instrumentos que extienden en el tiempo la protección
constitucional del salario, en tanto aspecto que precede al goce efectivo del derecho
al trabajo en condiciones dignas y justas”.

INDEMNIZACIÓN POR TERMINACIÓN DEL CONTRATO LABORAL SIN JUSTA


CAUSA

Cuando al trabajador se le termina el contrato de trabajo sin justa causa, la liquidación de


la indemnización se debe hacer conforme lo señalado en el artículo 64 del CST. Es decir la
indemnización dependerá del tipo de contrato, el tiempo laborado y del monto de del salario
del trabajador.

El artículo 64 del Código sustantivo del Trabajo confiere, al empleador la facultad de


terminar unilateralmente el contrato de trabajo “sin justa causa comprobada”, evento en el
cual se debe pagar una indemnización originada en el incumplimiento de lo pactado, la cual
comprende el lucro cesante y el daño emergente. Se advierte que la ley otorga cierta
discrecionalidad al empleador para efectos de dar por terminado el contrato de trabajo,
siempre y cuando éste asuma las consecuencias negativas que la privación del empleo
conllevaría en la situación del trabajador, razón por la cual le asiste la obligación de realizar
un pago como mecanismo de indemnización.

En este sentido, la Corte Suprema de Justicia ha señalado que dicha norma tiene como
fundamento un “sistema tomado del derecho contractual privado tradicional de consagrar
el incumplimiento de una de las partes como condición resolutoria del vínculo para imputar
a la parte fallida el pago de los perjuicios comprendidos por el daño emergente y el lucro
cesante”. (Corte Suprema de Justicia. Sala Plena. Sentencia No. 115 de 26 de septiembre
de 1991. M.P. Jaime Sanín Greffenstein. Rad. 2.304.)

De esta forma, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que, si bien existe


un margen de discrecionalidad otorgado al empleador para efectos de realizar despidos sin
justa causa, dicha facultad no es absoluta ni ilimitada, pues no puede implicar un abuso del
derecho que devenga en desmedro de los derechos fundamentales del trabajador. Por
ende, la potestad del empleador de finalizar de manera unilateral y sin justa causa el
contrato laboral, prevista en el artículo 64 del C.S.T., debe ejercerse en un marco de respeto
por los derechos fundamentales y en ningún caso puede desconocer gravemente tales
garantías bajo el pretexto de la autonomía contractual.

Conviene anotar que el artículo 64 del C.S.T. ha sido modificado en varias ocasiones, pues
el texto original fue subrogado por el artículo 8° del Decreto 2351 de 1965, luego por el
artículo 6° de la Ley 50 de 1990 y, posteriormente, por el artículo 28 de la Ley 789 de 2002.
No obstante, tales reformas han mantenido el sentido de esta disposición, sin que se haya
alterado la potestad del empleador y del trabajador de finalizar el contrato de trabajo sin
justa causa, con el pago de la indemnización correspondiente.

Ahora bien, en relación con la norma anteriormente referida, la Corte Constitucional ha


establecido que, en principio, la acción desplegada por el empleador que decida dar por
terminado un contrato de trabajo sin justa causa se encuentra amparada por la ley y por la
Constitución. En esa medida, es legítima siempre y cuando realice el pago de la
indemnización respectiva al trabajador, para efectos de resarcir el daño causado en su
situación social y económica y para garantizar sus derechos fundamentales. (Sentencia T-
462 de 2015 (M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado)

No obstante, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que, si bien existe


un margen de discrecionalidad otorgado al empleador para efectos de realizar despidos sin
justa causa, dicha facultad no es absoluta ni ilimitada, pues no puede implicar un abuso del
derecho que devenga en desmedro de los derechos fundamentales del trabajador.

En el caso en concreto YONNY SOTO BECERRA Y SONIA ORTIZ por razones


económicas o de conveniencia, decide dar por terminado el vínculo laboral con mi
mandante sin que se configure una de las justas causas contenidas en el artículo 62 del
CST. De esta forma, la terminación del contrato laboral celebrado entre las partes se finalizó
sin justa causa comprobada por parte del empleador, por lo tanto, este último debía realizar
el pago por concepto de indemnización por la terminación unilateral del contrato sin justa
causa que trata el numeral 4, literal a del artículo 64 del Código Sustantivo del Trabajo.

PRUEBAS

Presento como tales, las siguientes:

A) TESTIMONIALES

Solicito se escuche en diligencia testimonial a los siguientes, con el fin de que se pronuncien
ante su señoría sobre los hechos que le consten de la presente demanda, quienes
conocieron de la relación laboral de mi mandante con las señores YONNY SOTO
BECERRA Y SONIA ORTIZ, extremos temporales, salarios, descuentos, causas de
terminación del contrato, sustitución patronal:

1. ADRIANA ANDREA LIZARAZO GARCIA, identificada con cédula de ciudadanía


No. 1095823610, teléfono: 322 714 0401, podrá ser notificada en la Calle 114 #16-
18 Villas del Nogal, Bucaramanga, correo electrónico:
Adrianitalizarazo95@gmail.com. Este podrá referir las condiciones del trabajo y las
labores desempeñadas por mi mandante, salario, extremos temporales y
prestaciones sociales.

2. EDWIN JOSUE HENRIQUEZ ACOSTA, identificado con pasaporte No.


153.413.960, podrá ser notificado en la Calle 103e #11 - 35 do piso manuela
Beltrán, Correo electrónico: Edwinjosue23@gmail.com.Este podrá referir las
condiciones del trabajo y las labores desempeñadas por mi mandante, salario,
extremos temporales y prestaciones sociales.

3. JAVIER DIAZ, identificado con cédula de ciudadanía 91.279.172, identificado con


cédula de ciudadanía No. 91.279.172, teléfono: 319 787 0073, domiciliado en la
Carrera 23 #104- 23 Bucaramanga, Correo electrónico: J36361297@gmail.com .
Este podrá referir las condiciones del trabajo y las labores desempeñadas por mi
mandante, salario, extremos temporales y prestaciones sociales.

B) INTERROGATORIO DE PARTE

Solicito de manera respetuosa citar y hacer comparecer, para que en audiencia, cuya
fecha y hora se servirá usted señalar:

1. La señora YONNY SOTO BECERRA, para que comparezca a su despacho con el


fin de que absuelva el interrogatorio que formulare en audiencia, quien recibe
notificaciones en la dirección suministrada en la demanda. Quien podrá referir las
condiciones del trabajo y las labores desempeñadas por mi mandante.

2. La señora SONIA ORTIZ, para que comparezca a su despacho con el fin de que
absuelva el interrogatorio que formulare en audiencia, quien recibe notificaciones en
la dirección suministrada en la demanda.

C) DOCUMENTALES

1. Foto en la que se evidencia al señor Jonathan Chirinos laborando en Empanadas


1 A.
2. Foto en la que se evidencia al señor Jonathan Chirinos con los compañeros de
trabajo.
3. Video en el que se evidencia al señor Jonathan Chirinos laborando en Empanadas
1 A.
4. Derecho de petición del 28 de agostos de 2020.
5. Constancia de envío derecho de petición guía: 9117999920
6. Constancia de recibido derecho de petición del 02 de septiembre de 2020.
PROCEDIMIENTO

A la presente demanda debe dársele el trámite de un proceso ordinario de primera instancia,


consagrado en el capítulo XIV Del Código de Procedimiento Laboral.

COMPETENCIA Y CUANTÍA

Es usted competente para conocer de esta demanda, Señor Juez, por la naturaleza del
asunto, según lo establecido en el Código Sustantivo del Trabajo, y por la cuantía que
estimo en CUARENTA Y CINCO MILLONES QUINIENTOS CUARENTA Y SEIS MIL
OCHOCIENTOS SETENTA Y UN PESOS MCTE ($45.546.871)

ANEXOS

1. Poder
2. Copia de certificado de establecimiento de comercio EMPANADAS 1 A.

Las mencionadas en el acápite de pruebas y copia con anexos para el accionado y copia
simple para el archivo del juzgado.

NOTIFICACIONES

El suscrito y el demandante podrá ser notificado en la carrera 12 # 34-67 oficina 701 edificio
Los Castellanos- Bucaramanga, por vía telefónica: 6914740, 3015790511- 3155521143 y
el correo electrónico raulramirez@abogadossoluciones.com

DEMANDANTE

JONATHAN JOSE CHIRINOS ACOSTA, en la Carrera 69t #78-12 barrio Las ferias, Bogotá
Teléfono: 321 969 6721, bajo la gravedad de juramento manifiesto que el demandante no
tiene correo electrónico.

LOS DEMANDADOS

YONNY SOTO BECERRA, en la Carrera 23 # 104-41 Barrio Provenza Bucaramanga,


Teléfono: 3163967891, correo electrónico: bi.zza@hotmail.com

SONIA ORTIZ, en la carrera 23 # 104-41 Barrio Provenza Bucaramanga, Teléfono:


3163967891, correo electrónico: bi.zza@hotmail.com

De antemano gracias:

RAUL RAMÍREZ REY


C.C No 91.525.649 de Bucaramanga
TP. No 215.702 del C. S. de la J
scs

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