Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ellos han promovido e impulsado el crecimiento industrial en la primer mitad del siglo
XX consolidando con ello la estructura institucional, científica, tecnológica y militar de la
Nación.
El General ENRIQUE MOSCONI egresó en 1894 del Colegio Militar de la Nación como
subteniente del arma de Infantería. Obtiene a los 25 años el título de ingeniero militar y
participa de la construcción del ferrocarril del oeste y de los cuarteles de Río Gallegos.
La nacionalización del petróleo, fue en ese momento una acción necesaria y de gran
importancia para el país, ya que grandes empresas internacionales se disputaban las
distintas regiones petrolíferas del mundo. Esto permitió a Mosconi anunciar que “los
habitantes de la República no sufrirán más imposiciones que las emanadas de su
propio gobierno”.
El General MANUEL NICOLÁS SAVIO egresó en 1910 como Subteniente del arma de
Ingenieros. Luego de 10 años en diversas unidades comienza un periplo que desde
una importante comisión a Europa para la adquisición de armas, lo llevó a ocupar
importantes cargos: primero como Director de la Escuela Superior Técnica (EST),
habiendo sido él su promotor y fundador, y luego como Presidente de la Dirección
General de Fabricaciones Militares (DGFM) y de la Sociedad Anónima Mixta
Siderurgia Argentina (SOMISA).
Consideró que la producción para la defensa debía ser una política de estado.
Concibió la producción bélica como una industria nacional mixta, con empresas civiles y
de producción estatal, coordinadas por la DGFM.
Savio dice: “el Estado no debe ser industrial sino excepcionalmente y, aún más, con las
restricciones de que las excepciones sólo deben ser circunstanciales y temporarias,
como estados o formas provisorias inevitables de transición al dominio de la iniciativa
privada”
El Complejo Industrial de FFMM llegó a tener 14.500 agentes, conformado por la Sede
Central, 17 fabricas y establecimientos divididos en cuatro grandes áreas: metalúrgica,
mecánica, química y extractiva minera; y con la participación accionaria en sociedades
mixtas.
Este arsenal cuenta a mediados de siglo con unos 5000 hombres y como ejemplo de su
actividad basta mencionar que el número de buques carenados, reparados y alistados
en sus diques entre 1953 y 1967 fue de más de 1200.
Desde su inauguración, hace más de 100 años, han ingresado para su carenado o
reparaciones más de 4.400 buques, ya sean propios de la Armada, de terceros oficiales
o de terceros particulares.
Este Arsenal Naval que comenzó con la creación de los Diques de Carena se fue
adaptando a las necesidades de cada época desarrollando las capacidades que le
fueron requeridas.
Es así que a la infraestructura adosada e los citados diques se le agregaron los talleres
de apoyo para efectuar todos los trabajos que demandaba la industria naval, desde los
talleres básicos de montaje, cobrería, carpintería, electricidad, calderería, etc., hasta los
especializados como los talleres de armas, electrónica, óptica y control tiro, misiles y de
munición.
El ASTILLERO RÍO SANTIAGO es uno el más grande de América del Sur. Esta
ubicado en la margen izquierda del Río Santiago, en Ensenada, frente a la Escuela
Naval Militar, ocupando una extensión de 200 hectáreas con una superficie cubierta de
80.000 metros cuadrados. La posición es ventajosa por la proximidad de los grandes
centros industriales del país, a los cuales se encuentra conectado directamente por
carretera, ferrocarril y vías fluviales navegables.
También hay que mencionar el ASTILLERO NAVAL DOMEQ GARCÍA, que se previó
como un complejo industrial destinado a la fabricación de Submarinos, especialmente
los TR 1700 bajo licencia alemana, pero por razones presupuestarias se encuentra
inactivo temporariamente, ya que a partir de este año se reinauguraron sus
instalaciones para utilizarlas en un principio para la reparación de los submarinos que
posee la ARMADA ARGENTINA, pero con la meta de ampliar sus actividades a toda la
región.
Desde su fundación la FMA armó bajo licencia o con diseño propio una interesante
cantidad de aeronaves, algunas se fabricaron en serie y otras quedaron en prototipos,
superando las 300 aeronaves al alcanzar el año 1940.
Siguiendo en producción y desde los años que se indican las siguientes aeronaves:
IA-58 Pucará
Avión de combate multipropósito
Primer vuelo del prototipo Nº 1 – agosto 1969
Primer vuelo de producción Nº 1 – noviembre 1974
Clientes: Fuerzas Armadas de Argentina, Uruguay , Colombia y Sri Lanka
IA-66 Pampa
Avión de adiestramiento
Primer vuelo del prototipo Nº 1 – octubre 1984
Primer vuelo de producción Nº 1 – octubre 1987
Clientes: Fuerzas Armadas de Argentina, LTV (como candidato para la U.S. Armed
Forces JPATS Program)
CBA-123 Vector
19 pasajeros de uso regional
Primer vuelo del prototipo Nº 1 – Julio 1990
Clientes: (Opcionales) U.S. / Canadian / French Brazil, Argentina
Colaboración en el desarrollo con Embraer-Brazil
En 1991, por Ley Nº 24.045 se declara al Área de Material Córdoba sujeta a
privatización y en 1993 se transfiere al ámbito del Ministerio de Defensa.
En 1994, por Decreto Nº 2221 se aprueba el Contrato de Concesión por 25 años a la
empresa “Lockheed Aircraft Argentina Sociedad Anónima”, la que el 01 de julio de
1995, toma posesión del Área, de acuerdo al Contrato de Concesión Aprobado
oportunamente.
Bajo este régimen se repotecian 36 aviones A4-AR para la FUERZA AEREA
ARGENTINA.
A los efectos de satisfacer las necesidades de munición de la FAA se constituye en
1987 la empresa SITEA con la participación de: MINISTERIO DE DEFENSA – FUERZA
AEREA ARGENTINA 49%, EXPAL (Explosivos Alaveses) 45% y IQAES (Industrias
Químicas Altos Explosivos S.A.) 6%.
Actividad: Productos de Defensa en General. Armamento Aerolanzable en particular.
Instalaciones: Ocupan un predio de 106 has, se dividen en Planta de Forjado y
Mecanizado y Planta de Carga.
Tipo de Productos: Proyectiles de artillería de 76 mm hasta Minas Marinas de 2000 kg
de carga útil.
En la actualidad se encuentra privatizada.
Es importante destacar el impulso dado por la FUERZA AEREA ARGENTINA a la
explotación y producción de materiales estratégicos como el aluminio y sus derivados.
Dado que se individualizaron con certeza yacimientos de bauxita y que por el momento
la idea de explotar la alunita de Camarones es antieconómica, se optó por instalar una
planta para obtener aluminio primario por electrólisis a partir de alúmina importada.
Este proyecto fue asignado a la firma Aluminio Argentino, hoy conocida como
ALUAR, que con una construcción en tiempo récord (la puesta en marcha se adelantó
siete meses), comenzó a funcionar en 1974. Con ella, la Argentina se coloca a la
vanguardia de Latinoamérica y se autoabastece de aluminio.
Así, a lo largo del tiempo, desde los inicios de la década del 40, el Grl Manuel Nicolás
Savio propuso y se promulgaron dos leyes fundamentales para el desarrollo de la
actividad industrial nacional, siendo ellas la ley 12.709 y la Ley 12.987.
No obstante, y consecuente con el retiro del estado de las actividades que le son
propias, se dicta la LEY 24.045, DE PRIVATIZACIÓN DE LA DGFM (1991).
Se puede expresar sintéticamente que la ley es necesaria desde los siguientes puntos
de vista:
La Defensa Nacional es una responsabilidad del Estado, que no solo debe contemplar
el instrumento militar de la defensa sino también al aparato logístico de apoyo al
esfuerzo militar.
La necesidad de la existencia de una ley de producción para la defensa está
contemplada en la legislación vigente (LEY 23.554 y LEY 24.948).
Definir con claridad las responsabilidades que le caben a los distintos poderes del
estado en la fijación de las políticas de obtención de medios materiales destinados a
satisfacer las necesidades de aparato militar.
Esta norma debe incluir todas las acciones necesarias para satisfacer la provisión y
comprende: el análisis de los requerimientos, la planificación y la selección de las
fuentes de aprovisionamiento, las estrategias para la obtención, etc. con el objeto de
interpretar la complejidad de las acciones involucradas en el proceso.
ARMADA ARGENTINA
SERVICIO DE ANÁLISIS OPERATIVO, ARMAS Y GUERRA ELECTRÓNICA.
Actividades principales: Sensores remotos, Guerra electrónica, Análisis operativos,
Adiestradores y simuladores, Microsistemas, Armas: Naves de superficie y submarinas,
Aviación naval y Armamento terrestre.
Este evento, que con el correr de los años y debido al alto interés despertado entre las
empresas y organismos del sector, se ha convertido en un clásico para quienes
pretenden mostrar las capacidades y los productos de la Industria para apoyar las
necesidades y requerimientos de la Defensa, en particular las tecnologías de uso dual,
y con ello contribuir a la recuperación de la Producción Nacional, se llevará a cabo,
entre el 20 y el 24 de Octubre, en el Apostadero Naval Buenos Aires.
Dentro del ámbito de defensa hay necesidades crecientes que pueden ser satisfechas
por la Industria nacional, ya sea por sus medios actuales o incorporando el desarrollo
tecnológico del primer mundo mediante los convenios adecuados, lo que permitiría su
proyección a nivel regional.
UN POCO DE HISTORIA
Este Simposio fue una iniciativa del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas
y nació en el año 2000 como un foro de reunión y discusión con la idea de acercar a la
pequeña y mediana empresa a las necesidades de la Defensa.
Los dos primeros años se realizó en la Escuela Superior Técnica del Ejercito y a
partir del tercero, debido al gran interés demostrado por los empresarios participantes,
se agrega una exposición de productos para la Defensa, lo que obligó, por razones de
espacio y comodidad, a trasladar la muestra al Apostadero Naval Bs.As.
El interés por participar fue creciendo año tras año y se puede decir que tuvo un punto
de despegue importante el año 2003, donde participaron 650 empresas, de las cuales
33 eran internacionales, se armaron 170 stand quedando unas 50 empresas sin poder
exponer, concurrieron más de 1800 profesionales no militares y se realizaron 350
encuentros empresariales.
Una necesidad que surgió del SINPRODE fue la de dotar al país de un catálogo de
empresas que sea un real instrumento de apertura e interacción entre el sector privado
y el estatal, contribuyente a los objetivos derivados de la producción para la defensa, en
forma similar a los existentes en otros países.
Es intención para este año incorporar al predio del Apostadero Naval Bs.As. las tierras
adyacentes que pertenecen a IRSA, permitiendo de esta forma ampliar el número de
stands, previéndose contar en esta oportunidad con unos 220, ganar en espacio abierto
para demostraciones y una mayor comodidad tanto para los expositores y proveedores
como para el público en general, incluyendo el movimiento y estacionamiento de
vehículos.
DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES
El evento contará con su estructura tradicional a saber:
• Conferencias relacionadas a la problemática de la Producción Nacional para la
Defensa, la integración de la Industria Nacional y especialmente las Pequeñas y
Medianas Empresas (PyMEs) con las Fuerzas Armadas, la transferencia de tecnología
y las posibilidades de exportación.
• Se expondrán proyectos de interés de las Fuerzas Armadas disponiéndose de un
lugar de atención personalizada para recibir a todos aquellos empresarios que deseen
realizar consultas sobre los mismos.
• Exposiciones de empresas y organizaciones, en donde éstas dispondrán de salas
para realizar presentaciones institucionales o de sus capacidades y de stands para
exponer sus productos y/o servicios.
• Rondas de encuentros empresariales que permitan un enlace personal entre los
empresarios y los representantes de las Fuerzas Armadas, y entre PyMEs y grandes
empresas nacionales y extranjeras, brindando la oportunidad de establecer relaciones
generadoras de proyectos comunes.
Dentro del ámbito de defensa hay necesidades crecientes que pueden ser satisfechas
por la Industria nacional, ya sea por sus medios actuales o incorporando el desarrollo
tecnológico del primer mundo mediante los convenios adecuados, lo que permitiría su
proyección a nivel regional.
RESULTADOS
Cuando el 14 de agosto del año 2000, se inauguraba el 1er Simposio de Investigación y
Producción para la Defensa (SINPRODE 2000), el Estado Mayor Conjunto de las
Fuerzas Armadas, abría un canal inédito de comunicación cívico militar, que estaba
llamado a convertirse en poco tiempo en una experiencia única de integración y
cooperación de la industria nacional, tanto pública como privada.
Ese nivel alcanzado sufrió una progresiva degradación y se hace imprescindible revertir
esta situación, para lo cual se deben buscar oportunidades cooperativas y
complementarias entre los sectores público y privado y el de defensa.
Las Fuerzas Armadas pueden ser uno de los motores impulsores de la Producción
Nacional y deben formar parte activa de un proyecto nacional, que contemple un
máximo aprovechamiento de las capacidades del estado para impulsar el desarrollo
industrial, científico y productivo.
Se debe favorecer las relaciones con empresas de nivel internacional, con la finalidad
de establecer acuerdos que permitan la transferencia de tecnología, incrementando de
esta forma las capacidades nacionales. Se deben generar vínculos especiales con los
países amigos de la región con la idea de producir equipos que demanden un esfuerzo
económico y tecnológico muy importante, en muchos casos la demanda propia no es
suficiente para hacer aceptable el proyecto, mientas que si el esfuerzo es compartido
con otros países, sí lo es.
“El paradigma de los 90 (basado en ganar competitividad por medio de reducir costos a
través de la importación de tecnología) ha dado lugar al paradigma del nuevo milenio,
que se basa en ganar competitividad por medio de la elaboración propia de productos y
servicios con mayor valor agregado”.