Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Intentemos desbrozar el camino que nos conduzca hacia una noción aceptable de
religión.
1. Definición nominal.
“Religión” deriva de religio. Es una palabra propia de la lengua latina que pasó a las
lenguas romances de ella formadas y que se introdujo en otras familias que la aceptaron
como préstamo. No tiene un equivalente exacto en otras lenguas, tampoco en las
semitas.
El hebreo usa la palabra dit, tomada del persa, cuyo significado se acerca a
“norma”, “mandato”, “lo estipulado”.
En árabe se usa din que significa “la deuda”, “lo debido” a alguien. Se supone
que el hombre está siempre en deuda con la divinidad (Comunicación oral del
Prof. Eugenio Chahuán).
El griego tiene una constelación de términos que se mueven en el campo de lo
religioso:
Eusebeia (de sebas = “terror sacro”) indica “ la reverencia” o “el
respeto” hacia los padres o los dioses. Está cerca del sentido de la
pietas latina. En ocasiones se precisa como “lealtad”, “fidelidad”. El
correspondiente verbo eusebein se encuentra en paralelo con
phobein (“temer”) a Dios.
Threskeia es el acto de culto, el rito, el servicio divino. Está escrito en
el Corpus Hermeticum: "Hay una sola threskeia de Dios: No ser
malvado”.
Religio, de re-ligare;
religio, de re-eligere;
religio, de re-legere.
La antigua supone el significado de "releer", “por el hecho de que a estas materias hay que
darles muchas vueltas en nuestro interior” (id. ibid.).
2. Definición ostensiva.
Ahora se trata de encontrar criterios que permitan un acuerdo sobre qué actos,
lugares, personas, etc. pueden ser intraculturalmente y "crosscultural" calificados como
religiosos.
Clifford Geetz, siguiendo las sugerencias de Spiro ha creído posible señalar tres rasgos
que, a su juicio, cumplen con lo exigido: Cuando se habla de religión, siempre se acepta
que
2 “Los tiempos, lugares o cosas religiosi, “objetos de religio”, reciben, por lo tanto, una atención
excepcional. Sucede como con la palabra “atención”. Prestamos “atención”, nos rodeamos de
“atenciones”.... pero <¡atención!>“.
“En definitiva, Religio no difiere de Diligentia sino por una especialización tal en el uso que,
mencionada sobre todo a propósito de ciertos tipos de objetos, ha recibido las adecuadas
connotaciones. Por eso llegó a ser apta para integrarse en la distribución diferencial de loca
sacra/sancta/religiosa teorizada por los juristas”.
(FUGIER Huguette, “Semantique du “sacré” en Latin”, EN: Homo Religiosus 2, II, Págs. 25-
86. Pág. 69).
Y Jacques Derrida anota que se trata “en una palabra del escrúpulo (religio) que exioge o que por lo
menos toda religiòn pretnde por su propia esencia” (en “Foi et Savoir” EN: DERRIDA Jacques et
VATTIMO Gianni (Dirs.) La Religión, Ed Du Seuil, 1996, pp. 9-86. P. 34.
3. Definición operacional.
4
La discusión científica "operacional" de la religión ha estado centrada en la noción de lo
sagrado o, más propiamente, de lo sacro. Se ha llegado a decir que la noción de
sacro es más importante para la existencia de la religión que la noción de Dios.
El tema no es nada de simple, tanto más cuanto que existe un serio problema de
método que me parece no resuelto con claridad en distintos estudios que he leído
sobre el tema. Me refiero a la muy cuestionable mezcla de enfoques lingüísticos y
antropológicos: No necesariamente lo sacro de los lingüistas se recubre con el de los
antropólogos4. Deberemos volver sobre el tema.
3 “Conceptos tales como el poder, lo sacro son, de hecho, mistificaciones; no son aptos para explicar
los datos empíricos” .
(pág. 81. Destacado mío).
“... son una limitación del campo visual del investigador que es inducido a usar estos conceptos como
indicadores de la esencia de la religión y a hacerlos jugar un rol normativo en la selección y el
ordenamiento de los datos”.
(pág. 83).
" según los contextos, comporta un sentido profano <costumbre> y un sentido sacro;
<rito>".
"¿No se podría suponer que *sak- expresa fundamentalmente lo que deriva de la
norma y, particularmente, lo que pertenece a las costumbres sacras, al rito?5".
desde el punto de vista lingüístico no parece tan fácil defenderla..... Haré lo posible por evitar la
mezcla, en la medida en que sea capaz de hacerlo
5R. Lebrun, "Les hittites et le sacré, Homo Religiosus Homo Religiosus 1 I, Págs. 155-202,
Centre d'Histoire des Religions, Louvain-La-Neuve 1983.Págs. 161 s.
7 Una palabra sobre la raíz hebrea qdš. Normalmente se le supone un significado básico de
"separación". Esto ha sido contestado por M. Gilbert: "Qdš designa la propiedad, la esencia de lo
sacro sin que sea necesario apoyarse demasiado sobre una idea base, hasta hace poco comúnmente
aceptada, de separación; esta última sería sólo secundaria" (Pág.207). El uso más antiguo de la
palabra en hebreo "expresa tanto una actitud especial del pueblo, preparatoria a un suceso
directamente ligado a Yahweh, como el estado especial de un lugar en razón de la presencia de
Yahweh y que exige del hombre un comportamiento especial" (Pág. 212). Concluye el autor: "La
Biblia antigua no conoce una noción abstracta de sacro: Salvo raras excepciones, lo sacro está siempre
en relación con el Dios de Israel, Yahweh, sea que se trate directamente de él, de su culto, de su
pueblo o de su palabra... El temor no acompaña sino raramente la experiencia o la afirmación de lo
sacro" (Pág. 280)
Ver Homo Religiosus Homo Religiosus 1 I, Págs. 205-286, Centre d'Histoire des Religions,
Louvain-La-Neuve, 1983.
La raíz semita hrm es productiva: Indica básicamente lo excluido, lo prohibido, lo intocable e
inaccesible.
Sacro Profano
8 Confío en que al fin del tratamiento lingüístico quede claro por qué prefiero el uso de "sacro"
por sobre el más corriente de "sagrado".
Como ya dije, se puede traspasar la demarcación entre ambos campos, sacro - profano
(profanare11 y consacrare), observando ciertas reglas y produciendo ciertos efectos: La
profanatio se realiza mediante actos formales; otro tanto ocurre con la consecratio.
Esta última es un tanto más compleja y su perpetración da origen a dos tipos de sacro:
11 Profano es "lo que siendo religioso o sacro ha sido traspasado al uso y propiedad de los hombres"
(Trebatius, jurista)."Aliquid profanare" es sacar algo del área de lo sacro para lo cual se requiere
un acto formal de los magistrados o de los sacerdotes.
12 Sacer esto! es la fórmula condenatoria pronunciada contra los autores de ciertos delitos
calificados (el parricidio, por ejemplo) que lesionaban intereses sociales especialmente
importantes. La ejecución del condenado era muy especial: Declarado, en la práctica, pieza de
caza su asesinato era considerado como entrega del culpable al dios protector del estatuto
violado; quien le diera muerte no incurría en pena alguna (Ver supra, nota 6 la noción del rm
hebreo).
13 "Sanctio: Una persona calificada para hacerlo, pone una institución o una conducta social bajo una
garantía sobrehumana o, por lo menos, supraindividual, mediante un acto no profano cuya autoridad
no está sujeta a discusión" (Huguette Fugier, "Sémantique du <sacré> en latin", Pág. 42).
Notandum: Lo sanc(i)tum permanece en el área de lo profano. Por ejemplo, la consecratio hace
que un templo sea sacrum; la sanctio hace que el muro de la ciudad sea sanctus, "venerable".
Una última observación, para concluir: Si lo pensamos bien, veremos que "sacro" y
"divino", sin confundirse, se superponen ampliamente. No será de extrañar, entonces,
que, correlativamente, "profano" y "humano" comiencen también a sobreponerse sin 8
identificarse.
“Durkheim concibe la sociedad como una realidad sui generis, una realidad
metafísica superior y como un organismo que trasciende al individuo”.
“un sistema solidario de creencias y de prácticas relacionadas con las cosas sagradas,
es decir, separadas, interdictas; creencias y prácticas que unen a cuantos adhieren a
ellas en una comunidad moral llamada iglesia”.
A partir del totemismo, - a su juicio la forma más primitiva y, por ello, la más auténtica
de la religión -, se puede intentar una interpretación de la función que la religión
Lo sacro está situado en el corazón de lo social, decía Durkheim. Es sacro todo aquello
que la sociedad considera como tal. En consecuencia, es normal que se produzca un
desgaste de los dioses, simétrico con el de las sociedades donde surgieron: Unos
envejecen y desaparecen mientras otros ocupan sus lugares en los templos. Nadie cree
ya en Zeus o en Huitzilipotchli; hoy el mana está en la patria, el derecho de propiedad,
15 Id. ibid.
Puede decirse que tres son los criterios que comandan su investigación:
- Las ideas necesarias no necesitan demostración, justamente por ser
necesarias. Al ámbito de las ideas necesarias pertenecen Dios, el alma y la
libertad;
Esta realidad tan especial recibe el nombre de lo numinoso, neologismo creado ya por
Schleiermacher a partir del intraducible latín “numen”.
La oposición sacro - profano abarca, entonces, no sólo el campo de las cosas sino que
pasa por la constitución profunda del ser humano. El hombre espiritual es capaz de
percibir lo sacro como semnon (“augusto”) o sanctum (“santo”), como el valor por
excelencia opuesto a lo profano, estimado como no - valor. Para el hombre natural, la
perspectiva es exactamente la inversa.
Sólo desde la revelación de lo sacro es posible, según R.O., construir una psicología,
una fenomenología y hasta una sociología de la religión. Tal construcción es no solo
posible sino necesaria ya que, junto con la revelación interior de lo numinoso, hay
manifestaciones exteriores, históricas, sociales:
En la línea de lo ya obtenido por sus predecesores, Mircea Eliade estima que nada
podemos decir con solvencia acerca de lo sacro en sí mismo. De lo que podemos
hablar, es de sus manifestaciones.
“Se podría decir que la historia de las religiones, desde las más primitivas a las más
elaboradas, está formada por una acumulación de hierofanías, por las
manifestaciones de las realidades sacras”.
Esta estructura permanente y estable permite establecer una línea de continuidad entre
todas las religiones.
Ciertamente, las formas hierofánicas son heterogénea: Cada forma (cosas, objetos
naturales, palabras, animales, lugares, etc.) tiene su propia capacidad para revelar (y
ocultar) distintas modalidades de lo sacro. Pero ciertamente también, la estructura
hierofánica es homogénea, estable. Y por eso es posible una ciencia de la Religión.
En definitiva, se trata
“del estudio del hombre no sólo como ser histórico sino como símbolo viviente”.
“el grupo estaba y aún está formado principalmente por jóvenes investigadores
(“scholars”) que compartían mi propia insatisfacción con la vieja fenomenología de
la religión y el ansia por ensayar nuevos caminos”.
(Religion, Culture and Methodology, pág. 5).
Me parece que tres son las principales insatisfacciones del grupo de Groningen con la
fenomenología “ old style”, como la califican.
“Todo fenómeno religioso toma una determinada forma que responde a un tipo y
supone una estructura. Esas formas diversas, - pero poco numerosas, en suma -, se
encuentran casi constantes a través de la manifestación singular y de todas las
manifestaciones ocasionales que de ellas ofrece la historia... Es, pues, posible, en
cierta medida, e incluso absolutamente según algunos teóricos, desprenderlas del
Ante pronunciamientos de este tipo, van Baaren toma posición. Luego de subrayar que
el carácter de una religión no se determina en base a unos cuantos caracteres
esenciales sino, más bien, tratando de descifrar el conjunto de sus distintos elementos,
la manera en que se relacionan e interactúan y su forma estructural, continúa:
“Cada religión en cuanto tal es históricamente única; pero todas las religiones han
sido construidas a partir de los mismos elementos básicos. Probablemente estos
elementos básicos no son muchos, lo que conduce a legitimar aquella manera de
investigar las religiones mediante la comparación. Sin embargo, comparar no significa
igualar. Por supuesto, hay muchas relaciones históricas, muchas dependencias e
interdependencias que hacen no sólo posible la comparación, sino también
necesaria”.
(pág. 46. Ver pág. 51).
Suele decirse que una de las ventajas de la fenomenología es que permite tratar
coherentemente el material a partir de una bien elegida idea central descubierta a
partir de los mismos fenómenos, según principios uniformes. Ello está muy bien
mientras se haga explícito que la dicha idée directrice funciona solo como principio
ordenador formal. Pero si se llega a instalarla como norma reguladora de la descripción
y explicación de los fenómenos, tal idée directrice se convierte en una compulsión,
“Puede que haya una conexión con el hecho de que los fenomenologistas hayan
tendido tradicionalmente a concentrarse sobre la doctrina de la religión estudiada y
hayan dedicado muy escaso pensar sistemático al complejo de relaciones que se da
entre el Gedankengut (o contenido ideacional) de una religión, por un lado, y la
conducta religiosa fáctica de los creyentes, por el otro. Cuando los aspectos
conductuales no se hallan totalmente descuidados, son ubicados en un segundo
plano: no son sino ilustraciones de la doctrina, o incluso de la idée directrice
elegida como punto de partida y como núcleo.
Este tratamiento de la conducta como ilustración de una idea o de un conjunto de
ideas es la más indeseable simplificación de la realidad. Los actos humanos, incluso
aquellos que solemos llamar <actos religiosos> forman parte de un pattern
conductual (........). Podemos suponer que, fuera de los determinantes biológicos, este
pattern, - en la medida en que es accesible a la investigación científica -, no es
casual ni único sino adquirido por el aprendizaje y dependiente de condiciones
iniciales necesarias en el cuerpo social y cultural. La fenomenología trata la conducta
religiosa como si fuera una especie de ilustración de la idea, con lo que sugiere una
dependencia directa y unilateral. Diferentes estímulos sociales pueden producir más
de una reacción; recíprocamente, una acción puede responder a más de un estímulo.
Resulta artificioso, por lo tanto, relacionar un único motivo religioso con un único acto
considerado religioso. Así se corre el riesgo de convertir la conducta religiosa en una
serie de reflejos religiosamente condicionados, sin contar con que de este modo se la
aísla además de su medio sociocultural...... Si las cosas fueran así, el homo
religiosus no sería sino una mutación religiosa de los perros de Pavlov”.
(pág. 84).
Dichas teorías no deben ser muy comprensivas para que puedan ser operacionales. Las
teorías omniabarcadoras son especialmente aptas para pasar por alto la realidad;
pareciera que explican todo lo que sucede y, en realidad, no explican nada. No son
operacionales y sus resultados son indemostrables.
Si eso ha sucedido con las teorías acerca de la religión, la terminología en uso presenta
otras limitaciones. Por ejemplo, términos que son propios de una religión han sido
generalizados y aplicados a todas la religiones y a la religión, simplemente. Así sucedió
con mana, tabú, tótem, etc. Esto es ilícito: Los términos tienen valor dentro de la
cultura a la que pertenecen, no son omniexplicativos.
Todo ello conduce a una última cuestión que resulta inevitable: ¿Qué se debe entender
por cultura?
Para valorar apropiadamente las críticas y las propuestas del grupo de trabajo de 18
Groningen, se debe tener clara cuál es la finalidad que persigue. Ellos quieren hacer
ciencia, no filosofía ni mucho menos teología de la Religión.
A lo mejor es imposible hacer ciencia sin tener, por lo menos implícitos, determinados
supuestos filosóficos. Pero, recíprocamente, habrá que negar la posibilidad de realizar
construcciones filosóficas y teológicas válidas de espaldas a los logros científicos.
Me parece que la vuelta a la empiria, en la forma más científica posible, es sana: Los
altos vuelos especulativos pueden hasta convertirse en obstáculo y daño para la mejor
comprensión de la existencia humana si se despegan de las angustias y temores, las
esperanzas y los sueños de los hombres concretos, los de carne y hueso que somos
nosotros en nuestra existencia ordinaria, cotidiana. Ni la filosofía ni la teología pueden
pasar de largo frente a la condición humana.
c) Resumen.
Poderoso Prohibido
(mana) (tabú)
(noa)
Permitido Inerte