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Cada vez más niños en Venezuela sufren desnutrición como consecuencia

de la prolongada crisis económica y política que vive el país. Aunque no


hay cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y
nutrición, hay señales claras de que la crisis está limitando el acceso a los
niños a la asistencia médica, alimentos y medicinas.

Morillo y Desiree

La desnutrición es aquella condición patológica inespecífica y sistémica que


resulta de la deficiente utilización de los nutrimentos por las células del
organismo. Objetivo general: Analizar la desnutrición en el servicio de
Pediatría del Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde del Estado Carabobo.
Octubre 2015- marzo 2016. Materiales y métodos: estudio prospectivo,
descriptivo, de campo, diseño no experimental y de corte transversal en
pacientes ingresados en la emergencia pediátrica del Hospital Universitario
Dr. Ángel Larralde del Estado Carabobo. Se realizó una entrevista a los
padres con las variables de estudio; seguidamente se realizó la evaluación
antropométrica cuyos datos se llevaron a las tablas de FUNDACREDESA.
Resultados: de 580 pacientes, 61 resultaron desnutridos. Se registró una
edad promedio de 4,69±0,47años, predominaron los lactantes con 42,62%
masculinos 55,74%, el estrato socioeconómico IV (pobreza relativa) con
68,85%. El motivo de ingreso más común fueron las patologías
respiratorias. La desnutrición predominante fue la moderada 63,93% en su
mayoría del estrato IV. Conclusiones: la desnutrición infantil ha sido
ampliamente estudiada a nivel mundial, sin embargo continua siendo una
de las principales causas de mortalidad infantil y por ende un problema de
salud pública, y Venezuela no escapa de esta realidad, lo cual se explica no
solo porque predominan los estratos socioeconómicos IV y V, sino que
además la inflación y escasez de alimentos ha dificultado el acceso de la
población venezolana a una dieta balanceada , siendo la población infantil
los más afectados, predisponiéndolos a enfermedades infecciosas y
estancias hospitalarias prolongadas.

Refiere la Ley de Salud (2004) en sus artículos 22 y 75:

Artículo 22. El ministerio con competencia en materia de salud, a través de la gestora en


materia de nutrición, dará apoyo científico y técnico en el área nutricional y será
responsable de la vigilancia de la situación alimentaria nutricional de las personas, del
desarrollo de normativas técnico-administrativas para los programas de intervención
nutricional y de la coordinación de programas y proyectos de investigación en alimentación
y nutrición; así como de formular las políticas, planes y proyectos, promoviendo la
participación de los sectores nacionales cuyas actividades se relacionen con el tema.

Artículo 75. Regulación de los establecimientos prestadores de servicios y programas de


salud. El ministerio con competencia en salud regulará y controlará a los establecimientos
públicos y privados que presten servicios de salud, para lo cual diseñará mecanismos de
registro, habilitación, clasificación y acreditación que tienda a garantizar las condiciones
estructurales y funcionales que deben poseer dichos establecimientos, así como la calidad
de la atención. La habilitación y registro, son requisitos obligatorios que deben cumplir
todos los establecimientos de salud, públicos y privados, y las cuales deberán renovarse con
la periodicidad que determine el reglamento. La instalación, ampliación, modificación,
traslado y funcionamiento de los establecimientos prestadores de servicios de salud
deberán ser autorizados por el ministerio con competencia en salud.
A los efectos de la presente Ley esta autorización se denomina habilitación. 107 A los
efectos de la presente ley, se entiende por acreditación el procedimiento periódico y
obligatorio de evaluación de las condiciones y los recursos de los establecimientos tomando
en cuenta los estándares de calidad previamente aceptados. El Ministerio con competencia
en salud determinará los criterios obligatorios y los adicionales voluntarios para la
acreditación. Seguidamente se enuncian los fundamentos constitucionales y legales que
soportan y amparan el presente proyecto, apoyado básicamente en la alimentación como
un derecho humano superior reconocido así, mundialmente.

A continuación se presenta un resumen de normas que regulan la seguridad alimentaria en


Venezuela. (Anexo C) De la misma manera, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) en su Art. 83, refiere desde el punto de vista de salud, el presente
proyecto se considera de trascendental importancia por cuanto la salud tal como lo preveé
la carta magna es un derecho social fundamental, obligación del estado, que lo garantizará
como parte de derecho a la vida. Derecho éste que es recogido también por la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente en los artículos 15 y 30, así mismo por la Ley
Aprobatoria de la Convención sobre los Derechos del Niño, artículos 6, 24 y 26, entre otros.
Dentro de ese marco, se hace necesario implantar alternativas que sean capaces de reducir
las cifras de desnutrición y mortalidad infantil, que permitan que en un mínimo de tiempo,
no se considere a la desnutrición infantil un problema de salud pública, sino más bien un
problema que afecta principalmente a grupos de extrema marginalidad y a pacientes que
sufren patologías que interfieren con el desarrollo del niño. El conocimiento y aplicación de
las normativas que rigen el diseño ambiental en la construcción de instituciones de salud,
debe enfatizar su impacto por medio de la promoción del conocimiento de los riesgos que
acarrea el no tomarlos en cuenta en su debido momento.

Según, Normas COVENIN, (1989) al hablarse de planificación, diseño y construcción de


centros de salud, deben considerarse innumerables factores, normativas y criterios pre-
establecidos que deben aplicarse a cada una de las unidades que conforman su estructura.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), indica, por ello se hace


relevante la educación nutricional del niño y su grupo familiar, factor que junto con el
económico, ha sido por años limitante de una buena alimentación en las comunidades del
Municipio Páez, con el consecuente deterioro físico y mental de su población, con un
recurso humano no preparado, porque un niño desnutrido que se desarrolla como resultado
de un pobre estado psicosocial, económico familiar y comunitario, no tiene capacidad para
producir y por lo tanto el desarrollo del país se va a ver afectado, porque el estado, al no
diseñar políticas acordes para atacar el problema de la desnutrición de manera estructural,
no esta cumpliendo con el fin supremo de justicia social que establece la carta fundamental.
Siguiendo en orden jerárquico los aludidos fundamentos, se tiene que la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), dispone en el Preámbulo como un fin supremo
de refundar la República para establecer una sociedad donde se asegure entre otros, los
derechos a la vida y a la justicia social; recogido posteriormente en la disposición contenida
en el artículo 2° como uno de los valores supremos del estado venezolano, en concordancia
con el artículo 83 donde se consagra la salud como un derecho social fundamental,
obligación del estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida.

Del mismo modo el artículo 3° constitucional define los fines económicos- sociales del
estado al señalar: El estado tiene como fines esenciales la defensa y desarrollo de la persona
y respeto a su dignidad; la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo. Se
desprende claramente de la presente norma que uno de los fines del estado consiste en
promover la prosperidad y bienestar del pueblo y para ello debe garantizar la seguridad
alimentaria de sus habitantes adoptando políticas, estrategias y medidas que propendan a
satisfacer las necesidades de los mismos.

Asimismo, prevé la Carta magna en el capitulo V referido a los derechos sociales y de las
familias en el cual contiene disposiciones de protección de la familia por el estado,
protección a los menores, a la maternidad, así como las medidas para garantizar la
efectividad de la obligación alimentaria. (Artículos 75, 76, 78, 79, 83, 84,85).

Igualmente, el artículo 305 constitucional, recoge el principio mediante el cual el estado


garantiza la seguridad alimentaria a cuyos fines debe dictar las medidas de orden financiero
y comercial entre otras para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Se denota
claramente el hecho de que la seguridad alimentaria es un problema de seguridad de la
nación, en razón que está fundamentada en la satisfacción de las necesidades de la
población, reafirmando los derechos humanos como lo es el derecho a la alimentación. Por
otra parte el artículo 178 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
contempla lo concerniente a la competencia del municipio en cuanto a salubridad, atención
primaria en salud y servicios de protección a la primera y segunda infancia.

La Ley Orgánica para la ley orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (1998),
desarrolla en los Artículos 4, 5, 6, 7, 8 y 9 lo relativo a la protección integral que el estado, la
familia y la sociedad deben brindarles a los niños y adolescentes desde su concepción;
asimismo, expresa que este deber será acatado de manera imperativa por los mismos, en la
toma de todas las decisiones concernientes a niños y adolescentes.

Por su parte, los artículos 15, 30, 32 y 41 de la referida ley, despliegan el mandato
Constitucional del derecho a la vida, a la integridad personal y a la salud, pues como lo
refiere la disposición 30, todos los niños y adolescentes tienen derecho a un nivel de vida
adecuado que asegure su desarrollo integral. Este derecho comprende, entre otros, el
disfrute de una alimentación nutritiva y balanceada, en calidad y cantidad que satisfaga las
normas de la dietética, la higiene y la salud.

Expresa claramente la norma, la importancia que tiene la alimentación, ya que contribuye al


mejoramiento del desarrollo humano, a través de una buena nutrición; porque para que el
crecimiento del niño se realice normalmente es indispensable una dieta adecuada, en
calidad, cantidad y proporción armónica de sus componentes.

En las mencionadas disposiciones se obliga al estado a tomar medidas para garantizar este
derecho, del mismo modo establece las políticas de protección y atención al niño y al
adolescente (Art. 120,121 y 122). Este derecho es recogido también por la Ley Aprobatoria
de la Convención sobre los Derechos del Niño (2000) en la categoría de los derechos de
supervivencia, además del derecho a la vida (articulo 6) incluye también, a la salud (artículo
24), a un nivel de vida adecuado. (Artículo 27), a la seguridad social (artículo 26), a que los
padres tengan la asistencia debida para que puedan asumir su crianza (artículo 8).
Finalmente, la Gaceta oficial de la República de Venezuela. Gaceta oficial No. 28912. (1998).
Ministerio de Salud y desarrollo social (MSDS). Normas y Procedimientos para la ejecución
del “Reglamento sobre Clínicas de Hospitalización, hospitales, casas de salud, sanatorios o
similares”

La desnutrición infantil
en Venezuela avanza y
causa alarma
06 de febrero de 2017 - 20:02 - Por VERÓNICA EGUI BRITO

Caritas reporta un severo daño nutricional en 52% de los infantes


monitoreados ante la escasez y carestía de alimentos generando una crisis
irreversible en la sociedad venezolana

La inseguridad alimentaria en Venezuela está generando un daño nutricional


severo, principalmente en los niños, ante la incapacidad de acceder física,
social y económicamente a la compra y consumo de los alimentos.
De acuerdo a un estudio que realizó Caritas Venezuela entre octubre y
diciembre 2016, 52% de los niños monitoreados presenta algún tipo de
déficit nutricional y 25% mostraron alguna forma de desnutrición aguda
en cuatro de los principales estados del país: Distrito Capital, Miranda,
Vargas y Zulia.
Según el estudio, 28% de los menores están en riesgo de padecer
desnutrición y 9% presenta un nivel de desnutrición que pudiera
llevarlos a la muerte.
Los niveles registrados de desnutrición aguda global en las cuatro
entidades federales en conjunto, son cercanos a una situación de
severidad media según el sistema de clasificación de la Organización
Mundial para la Salud (OMS) para evaluar la desnutrición en
poblaciones.
Alarma de crisis humanitaria
El análisis por estado indica que Vargas tiene la mayor prevalencia de
desnutrición aguda global (12,9%), le sigue Zulia con 10%, Miranda con
7,3% y Distrito Capital con 6,8%. Sin embargo, la forma más severa de
desnutrición se presenta en mayor prevalencia en Distrito Capital y
Zulia, con 3.6% cada uno. Mientras que el estado Miranda es el que
tiene el índice menor con 1.3%.
En Zulia y Vargas, donde existe una prevalencia de desnutrición aguda
global ya se sobrepasó los umbrales de severidad media y coinciden
con los límites que definen una situación de alarma o crisis en los
marcos internacionales de clasificación de las crisis humanitarias,
advierte el texto.
El análisis por grupo de edad indica que los niños menores de 2 años
son los más afectados. Para ellos, la prevalencia de desnutrición
aguda global es de 22,1%, los niños menores de 6 meses tienen una
prevalencia de 14,3%, en comparación con la prevalencia en el grupo de
2 a 5 años que es de 7,7%.
“El daño afectivo, cognitivo y metabólico de tener hambre,
desencadenando desnutrición en la primera fase de la infancia es
irreversible” , advierte la Coordinadora Técnica del Informe, Susana
Raffalli, quien es experta en Nutrición, y Seguridad Alimentaria.

El estudio destaca que la prevalencia de desnutrición aguda en niñas y


niños menores de 6 meses duplica la de los niños mayores de 2 años,
esto no solo indica lo reciente del deterioro de su seguridad
alimentaria, sino que puede estar reflejando el resultado de embarazos
de mujeres que cursaron el período de gestación bajo privación
alimentaria.

El estado con la mayor prevalencia de desnutrición crónica es Zulia


(25%), presentando también las formas más severas de desnutrición
crónica, después Miranda con 18%, Distrito Capital con 10% y Vargas
con 10,1%.

El informe destaca que las altas prevalencias de desnutrición crónica,


en simultáneo con el incremento de la desnutrición aguda, evidencia
que Venezuela está “frente a una crisis de instalación lenta con una
reagudización intensa en los últimos 2 años, lo que hace pensar que no
todos han podido amortiguar la crisis igualmente y que en alguno de
ellos deben estar operando factores agravantes“, enfatiza el monitoreo
centinela de la situación nutricional en niñas y niños menores de cinco
años elaborado por Caritas Venezuela.

La mayor incidencia de la desnutrición en los niños más pequeños da


un carácter crítico a la situación, por la irreversibilidad de los impactos
de la desnutrición cuando ocurre a esta edad. Mientras que dentro del
monitoreo también se detectó 15% de sobrepeso. “Esta situación, en
poblaciones con elevadas cifras de desnutrición aguda, puede ser el
reflejo de una malnutrición subyacente, no expresada en términos de
delgadez, pero con sobrepesos que coexisten con déficits de
micronutrientes como la anemia. Esta situación permite decir que en el
grupo monitoreado se sigue dando el proceso epidemiológico de la
doble carga de malnutrición (por déficit y por exceso) que venía
ocurriendo en el país, y en América Latina", acota.

De toda el área medida en su conjunto, Caritas Venezuela determinó


que solo 6% de los hogares alcanzaron una diversidad de dieta
adecuada, en donde incluyen más de nueve grupos de alimentos. 42%
de la población registró una diversidad de dieta pobre (alimentación
con base en seis a nueve grupos de alimentos); 52% de la población
mostró una diversidad de dieta inadecuada.
El análisis por entidad federal muestra que los estados con la
diversidad de dieta más deficiente fueron Zulia y Vargas, de 67% y 48%
respectivamente. Los estados Miranda y Distrito Capital mostraron
puntajes más altos, pero no del todo adecuados. En estos estados la
proporción de familias con un puntaje de diversidad de dieta
inadecuada alcanzó 49% y 13% respectivamente.

Entre los 12 grupos de alimentos que existen, el puntaje de diversidad


promedio es de 6-7 grupos de alimentos. No obstante, según el estudio
de Caritas, la población entrevistada basa su alimentación solo en 3 o 4
grupos de alimentos ricos nutricionalmente. Al analizar el patrón de
grupos de alimentos se evidencia que las carnes, pescados, huevos,
granos, vegetales y frutas, están siendo consumidos por menos del
50% de los hogares.

La escasez de alimentos y el encarecimiento de éstos ha generado en


la población estrategias de sobrevivencia, en donde se establece que:

- Entre 47% y 61% de los hogares han tenido que cambiar sus formas
habituales de adquirir y comprar sus alimentos: mercado negro de
alimentos, el trueque y comer en casa de amigos y familiares. Como
estrategia se cuenta comer “en la calle”, en donde se menciona la
ingesta de sobras de restaurantes y contenedores de basura (8%), pedir
comida en la calle y comer con la ayuda de la iglesia (3%). Las bolsas
de los Comité Locales de Abastecimiento (CLAP) solo fueron
mencionadas por 2% de los entrevistados.
- Entre 66% y 71% de los hogares reportan haber deteriorado su
alimentación, al adquirir alimentos que no son de la preferencia de las
familias o se consideran inseguros (sobras, yuca amarga, alimentos
comprados a cielo abierto en operativos oficiales).
- Entre 48% y 80% de los hogares han incurrido en alguna forma de
privación alimentaria. Comer menos cantidad y prescindir de alimentos
específicos (70%-80%), dejar de comer para que otra persona de la
familia coma (53%) y pasar el día entero sin comer (48%). Los
alimentos que más hogares refieren haber excluido de su alimentación
son carnes y pescado (37%), leche (18%), arepas (16%), y granos (13%).
Las mujeres (44%) son quienes principalmente dejan de comer para
que otras personas en el hogar lo hagan, adultos en general (33%) y
ancianos (18%).
- 31% de los hogares han recurrido a alguna forma de destitución de su
base de recursos para poder comprar alimentos.
- 31% de los hogares ha tenido que desmembrar el grupo familiar para
enviar a los miembros más vulnerables a alimentarse en otro lugar
distinto al hogar.
Ante esta dramática situación Caritas Venezuela recomienda hacer una
vigilancia epidemiológica de la situación nutricional más amplia para
establecer respuestas oportunas, de carácter terapéutico (esquemas
de alimentación terapéutica para la recuperación de los niños), que
incluya la prevención y mitigación de los daños en la población.

El estudio
La muestra tuvo 818 registros antropométricos (medidas de las
dimensiones generales del cuerpo, que permiten obtener un
diagnóstico en relación al estado nutricional, individual y colectivo), y
217 encuestas familiares de seguridad alimentaria y nutricional. La
medición se realizó en 25 parroquias monitoreadas, las más
vulnerables en cuanto a su marginalidad con respecto a los servicios
públicos y la precaridad de las viviendas, además de ser las más
aisladas y de difícil acceso, en donde existe un historial de disturbios y
conflictividad social; de 12 municipios ubicados en los cuatro estados
previamente señalados.

En Distrito Capital, donde se ubica Caracas, se realizaron 224 registros


antropométricos en cuatro parroquias, en el único municipio que tiene
la entidad por su división político territorial, destacando por ser un área
urbana, depende principalmente del mercado para la adquisición de
alimentos. A pesar de que es el estado con las mejores condiciones es
el peor en cuanto a las necesidades básicas insatisfechas.

En el estado Miranda fueron realizados 152 registros en cinco


parroquias de cuatro municipios, con áreas peri-urbana, en donde el
acceso es un poco más amplio a zonas rurales donde es posible
obtener algunos alimentos. Particularmente este estado ha tenido buen
desempeño en la prestación de servicios de salud por su
administración local.

En el estado Vargas realizaron 86 registros, midiendo en cuatro


parroquias de tres municipios. Aunque esta región comparte las
mismas características urbanas que Distrito Capital y Miranda, los
medios de sustento y alimentación son propios de comunidades
costeras.

Las 12 parroquias monitoreadas en cuatro municipios de Zulia son


áreas rurales. La
zona se caracteriza por ser territorio de grupos indígenas muy pobres y
de población desplazada del conflicto armado en Colombia. Su base
económica es la ganadería y el cultivo de palma africana. Allí hubo 377
registros.

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