Está en la página 1de 7

Enríquez Herrejón Tulio Ariel

Historia ambiental y forestal del México contemporáneo

La crisis ambiental y el cultivo ilícito de drogas

El presente trabajo tiene la intención de exponer las consecuencias ambientales


de la guerra contra el narcotráfico en México en las zonas de población indígena.
Esto cabría en el tipo de historia política ambiental y es de suma importancia, pues
en el contexto actual de México estas poblaciones indígenas han sido
desplazadas por estos grupos armados y la guerra contra el narcotráfico ha dejado
daños no sólo sociales en estas poblaciones, sino también ambientales que
influyen en los ecosistemas mexicanos.
Las poblaciones indígenas han sido históricamente uno de los grupos
marginalizados en la historia de México desde la época colonial. Han sido
relegados a zonas exteriores al centro administrativo y no se les ha dado el mismo
tipo de oportunidades y desarrollo que otras zonas. Estados como Michoacán,
Oaxaca y Sinaloa, demuestran este tipo de exclusión ante la modernización.
Salvador Maldonado, en su artículo “Globalización, territorios y drogas ilícitas” 1
muestra este tipo de modernización fracasada que mantiene a las poblaciones
indígenas a mantenerse gracias a la agricultura. Sin embargo, el problema
empieza cuando esta producción no es suficiente para la subsistencia y se tiene
que recurrir a otros métodos, no legales mayoritariamente, de obtención de capital.
Al ser estados con climas semi-tropicales, son tierras perfectas para el
cultivo de la marihuana o el opio. A partir de la prohibición de estas drogas en la
junta de 1909 en la reunión internacional de Shanghái 2 se empieza a dar una
producción de estas drogas en los campos mexicanos debido al precio elevado
que pagaban algunas farmacéuticas para su elaboración. Luis Astorga explica
cómo se desarrolla con esto un proceso de patronazgo, compadraje y corrupción
entre los líderes políticos de estos estados y los farmacéuticos para la producción
1
Salvador Maldonado Aranda, “Globalización, territorios y drogas ilícitas en los estados-nación.
Experiencias latinoamericanas sobre México” en Estudios Sociológicos, vol. 28, n. 83, p. 411-442.

Luis Astorga, El Siglo de las drogas, México, Debolsillo, 2016, 262 p.


2
y exportación de estas drogas ilícitas construyendo a lo que hoy llamamos como
cárteles o grupos narcotraficantes. Sin duda alguna, debemos de tener en cuenta
que estos grupos criminales tienen un origen y alianza con los grupos estatales
políticos.
De esta manera, los carteles han intimidado, sobornado, coercionado o
convencido a las poblaciones agricultoras para que dejen de producir maíz, frijol,
calabazas y otros productos agrícolas para empezar a cultivar la marihuana y en
algunos casos la hoja de coca.
Para combatir esto, se inició en el sexenio de Felipe Calderón una guerra
contra el narcotráfico que ha tenido consecuencias devastadoras para la población
mexicana y para el medio ambiente. Una de las formas de destruir los campos
agricultores ilícitos es a través de un herbicida llamado Paraquat 3 la cual mata a
los plantíos. El problema es que no es dañino en específico para los cultivos
ilícitos sino para cualquier tipo de planta. Entonces elimina los pocos plantíos de
las zonas rurales que tienen para su subsistencia y mata parte de la flora que
existe alrededor de estas zonas agricultoras. Incluso las fuentes de agua cercanas
llegan a ser contaminadas y ya se han presentado casos de intoxicación de seres
humanos por este tipo de agentes químicos. Lo que es peor es que el gobierno no
se ha hecho responsable de estos daños ecológicos y siguen con el mismo plan.
Peor aún, esto no interrumpe de forma definitiva los cultivos ilegales. Las
poblaciones simplemente encuentran otro lugar para sembrar y el ciclo comienza
de nuevo. Esto crea otro problema ambiental, pues en estados como Michoacán
se tiene que destruir parte del bosque. De esta manera se puede convertir la tierra
en materia apta para el cultivo. La destrucción de estas zonas se da a través de
incendios o talas forestales, las cuales también eliminan a parte de la fauna que
viven en los bosques y desequilibran el ecosistema. Asimismo, los grupos
agricultores normalmente cazan en los bosques para poder subsistir mientras
cuidan de los plantíos, lo cual incrementa más este desequilibrio. 4
3
Alejandro Pocoroba, “¿Y el medio ambiente qué?”, Animal Político, 11 de Julio del 2017, visitado
el 18 de junio del 2021, https://www.animalpolitico.com/el-dispensario-dialogo-sobre-drogas/y-el-
medio-ambiente-que/
4
César Ortiz, Agricultura, cultivos ilícitos y medioambiente en Colombia (PDF), visitado el 20 de
junio del 2021,
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Cifras_cuadro_mamacoca/CesarOrtiz_Cultivos_ilicitos_a
Hay que hacer una pausa aquí y recordar que muchas de estas
comunidades indígenas no tienen otras opciones de subsistencia, ya sea porque
las condiciones socioeconómicas no se las permiten o son dominados por los
grupos criminales para seguir produciendo.
Indirectamente también existe otra consecuencia de los grupos
narcotraficantes y son las empresas mineras. En su libro Drug War Capitalism,
Dawn Paley expone las relaciones entre empresas canadienses y los carteles de
drogas como grupos paramilitares. Estos grupos expulsan a las comunidades
indígenas de sus pueblos a través de actos violentos como asesinatos,
desapariciones y sobornos (hay que recordar que estos pueblos viven en áreas
naturales protegidas y son los encargados de mantener el ecosistema de esas
áreas). De igual manera volvemos a retomar que esos grupos no están aislados,
sino que tienen alianzas políticas con los gobernadores y milicias de los Estados
hasta el grado que muchos de los participantes del ejército o fuerzas policiales
también son miembros de estos cárteles (nótese el caso reciente del general
Cienfuegos).
Después de haber sido expulsados de su territorio, las empresas mineras
hacen una petición para quedarse con el terreno y poder utilizarlo para crear
mineras de tajo abierto. Esto lo hacen si los pobladores no quieren cooperar
primero a través de dinero o amenazas leves para dejar sus tierras. Después de
esto, las mineras explotan los terrenos para poder empezar a excavar y encontrar
minerales tales como el oro y la plata. Estas explosiones destruyen totalmente el
ecosistema y ponen en riesgo a las poblaciones y seres vivos alrededor de la
mina, pues saca partículas de mercurio que son tóxicas para los seres humanos.
Estas partículas viajan en el aire y crean problemas respiratorios o se depositan
en el agua y crean intoxicaciones.
De la misma manera, uno de los procedimientos para limpiar los minerales
extraídos es a través de la limpieza por agua, lo cual termina de contaminar los
ríos cercanos para su beneficio propio. Un ejemplo de la cantidad de agua
desperdiciada para esta mísera empresa Zacatecas, donde: “la industria minera

griculturas_medioambiente_2003.pdf
consume más agua (55,7 millones de metros cúbicos al año) de lo que consumía
toda la industria minera a nivel nacional en 2001. De este modo, según cifras
oficiales recopiladas por el investigador, tan sólo 16 empresas mineras asentadas
en Zacatecas consumen más agua que toda la población zacatecana (1 millón
528.247 personas)… Esto sin contar con los grandes volúmenes de agua
contaminada que deja a su paso la industria minera. Cifras oficiales muestran que
en 2014, el volumen de agua contaminado por la minería alcanzó los 213,5
millones de metros cúbicos. Es decir, que la industria minera contamina
prácticamente la mitad del agua que consume.5
Una de estas mineras es de Carlos Slim, quien destruyó un pueblo en el
municipio de Mazapil en el 2018 para poder abrir otra mina.
Obviamente este tipo de cuestiones son ilegales, pero las autoridades
hacen de la vista gorda puesto que están mayormente preocupados por una
mayor inversión extranjera de capital para la supuesta modernización del país,
pero terminan haciendo tratos con las mineras para poder recibir ganancias
individuales de la explotación de la tierra y el medioambiente.
Esto es una total contradicción, pues: “siempre que se cumpla en Convenio
169 por encima de la Ley Minera. Minería y derecho de los pueblos indígenas a la
consultaLos pueblos y comunidades indígenas tienen derecho a que los órganos
del Estado al que pertenecen les consulten antes de tomar alguna medida
legislativa o administrativa que pueda afec-tarles. Es un derecho que se regula en
el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas,14así como la jurisprudencia que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha emitido a través de sus sentencias.15 El Con-venio 169 sobre
Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independien-tes, en su artículo 6° expresa
que al aplicar sus disposiciones, los gobiernos tienen el deber de “consultar a los
pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través
de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medi-das
5
Sin Embargo, “Minera de Slim acabó (es literal) con su pueblo, pero el puñado de valientes ha
decidido frenarla, Sin Embargo, 1 de agosto del 2018, visitado el 19 de junio del 2021,
https://www.sinembargo.mx/01-08-2018/3450895.
legislativas o administrativas susceptibles de afectarles direc-tamente” y que tales
consultas “deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las
circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento
acerca de las medidas propuestas”.”6
El gobierno mexicano no hace nada de esto y termina ignorando las quejas
y solicitudes de los indígenas para seguir apoyando a las compañías neoliberales
extranjeras. Por esto mismo, es importante que empecemos a alzar la voz y
organizarnos para cambiar dos cuestiones principalmente: La cantidad de
permisos para la explotación de tierras que se dan a las mineras, ya sean
extranjeras o nacionales, y por otro lado hablar de la legalidad de las drogas y
cómo se afronta el narcotráfico en México, pues se ha visto que plantas como el
opio sirven para hacer medicinas que quitan el dolor al igual que la marihuana, o
que esta última planta puede servir como un sustituto ante el algodón para crear
telas para la ropa. Estos son sólo algunos de los usos que se le puede dar a estas
plantas aparte de la creación de drogas y que podría servir para llevar el
confrontamiento con el narco a algo edificante para la nación y el medio ambiente,
pues los cultivos requisados ya no serían destruídos, sino utilizados para otro tipo
de actividad legal. Sin duda alguna es algo que apenas se está tratando y el tema
tiene muchas vertientes que no se han visto, pero tenemos que empezar por algún
lado.

Bibliografía

 Astorga, Luis, El Siglo de las drogas, México, Debolsillo, 2016, 262 p.

6
Francisco López Bárcenas y Mayra Montserrat Eslava Galicia, El mineral o la vida. La legislación
minera en México (PDF), México, Creative Commons, 2011, visitado el 19 de junio del 2021,
http://defiendelasierra.org/wp-content/uploads/El-mineral-o-la-vida.pdf.
 Naturaleza y conflicto social. La historia contemporánea desde el medio
ambiente, coord. Alberto Sabio Alcutén, Madrid, Asociación de Historia
Contemporánea Marcial Pons, visitado el 20 de junio del 2021,
https://drive.google.com/drive/folders/12Av8QUe6uqyEmiAXMKFA_Tn7jaq
Mop5c.
 López Bárcenas, Francisco y Mayra Montserrat Eslava Galicia, El mineral o
la vida. La legislación minera en México (PDF), México, Creative Commons,
2011, visitado el 19 de junio del 2021, http://defiendelasierra.org/wp-
content/uploads/El-mineral-o-la-vida.pdf.
 Maldonado Aranda, Salvador, “Globalización, territorios y drogas ilícitas en
los estados-nación. Experiencias latinoamericanas sobre México” en
Estudios Sociológicos, vol. 28, n. 83, p. 411-442.
 Mayorga, Patricia, “Madera, entre el despojo de mineras y el embate del
narco”, PROCESO, 25 de septiembre del 2013, visitado el 20 de junio del
2021, https://www.proceso.com.mx/reportajes/2013/9/25/madera-entre-el-
despojo-de-mineras-el-embate-del-narco-123839.html.
 McNeill, John, “El sistema internacional y el cambio medioambiental en el
siglo XX” en Ayer. Naturaleza y conflicto social, n. 46, 2002, p. 19-42.
 Ortiz, César, Agricultura, cultivos ilícitos y medioambiente en Colombia
(PDF), visitado el 20 de junio del 2021,
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Cifras_cuadro_mamacoca/Cesar
Ortiz_Cultivos_ilicitos_agriculturas_medioambiente_2003.pdf.
 Paley, Dawn, Drug War Capitalism (Kindle), Oakland, AK Press, 2014, 280
p.
 Pocoroba,Alejandro, “¿Y el medio ambiente qué?”, Animal Político, 11 de
Julio del 2017, visitado el 18 de junio del 2021,
https://www.animalpolitico.com/el-dispensario-dialogo-sobre-drogas/y-el-
medio-ambiente-que/.
 Schauenberg, Tim, “Las drogas, una amenaza para el medio ambiente”,
Deutsche Welle, 7 de octubre del 2020, visitado el 20 de febrero del 2021,
https://www.dw.com/es/las-drogas-una-amenaza-para-el-medio-ambiente/a-
55192918.
 Sin Embargo, “Minera de Slim acabó (es literal) con su pueblo, pero el
puñado de valientes ha decidido frenarla, Sin Embargo, i de agosto del
2018, visitado el 19 de febrero del 2021, https://www.sinembargo.mx/01-08-
2018/3450895.
 Tamayo, Luis, “La minería de tajo a cielo abierto en México: una nueva
forma de colonialismo”, Nómadas, vol. 44, núm. 4, 2014.

También podría gustarte