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Problemática, tecnología, alternativas y perspectivas

de la producción de hortalizas bajo cubierta en el


estado de Tlaxcala, México.
Juan José Castellón Gómez
TFM para acceder al título de “Master en producción
hortofrutícola”
Director: Dr. Felipe Sánchez del Castillo
Coasesor: MC Roberto Bernal Muñoz

15 de Noviembre de 201
2
ÍNDICE DE CONTENIDO

No. Tema Página

I Introducción 3

II Conceptos básicos sobre agricultura protegida 6

III Desarrollo de la agricultura protegida 8

IV La problemática de la agricultura protegida 11

V Situación actual de la agricultura protegida 13

VI Alternativas en la agricultura protegida 25

VII Perspectivas de la agricultura protegida 26

VIII Conclusiones 29

IX Bibliografía 30

3
I. Introducción
El empleo de prácticas para la protección de cultivos contra las condiciones climatológicas
adversas, que impidan el desarrollo de la agricultura como una actividad fundamental del
desarrollo económico de una región, es una práctica tan antigua como las primeras
civilizaciones agrícolas (China, Egipto, India, etc.). Sin embargo, el desarrollo histórico de
esta actividad ha mostrado que este tipo de agricultura ha sufrido cambios significativos
en cuanto a la concepción de producir alimentos; incluyendo además de los elementos del
clima, la nutrición de los cultivos, control de plagas y enfermedades y la economía en el
uso de los recursos hídricos, (Tognoni, 2003).
Los avances en la agricultura,
Figura 1.
están íntimamente relacionados
con el desarrollo de la
tecnología agronómica, entre
los que destaca el uso de
semillas mejoradas
genéticamente, niveles elevados de abonos y pesticidas, mecanización, gestión del riego,
infraestructura rural y gestión de las unidades de producción, lo que ha permitido
incrementar en forma significativa los rendimientos y la productividad de las tierras de
labor. La agricultura, además de proporcionar alimentos, juega un papel importante en la
creación de riqueza, aunque esto implica un reordenamiento de la fuerza laboral y el
orden social, (Trueba, 2002).

De acuerdo con la (Asociación Mexicana de Horticultura Protegida A.C. (AMHPAC) (2012),


la agricultura protegida en México presenta un crecimiento dinámico; reportando una
superficie de 15,300 ha en 2010, mientras que Meléndez (2015) con datos de AMHPAC
indica que en 2012 se sembraron 20,790 hectáreas, a un ritmo de crecimiento de 1,728
ha/año de 2000 a 2012; sin embargo, en el año 2013 la Secretaría de Agricultura,

4
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) reporta que en México
existen 19,985 unidades de agricultura protegida de las cuales el 66 % corresponden a
invernaderos, 11 % a macrotúneles, 10 % a casa sombra, 5 % a microtúneles, 5 % techo
sombra y 3 % pabellón Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP, 2013).
La SAGARPA (2015) reporta en el 2014 una superficie cultivada bajo el sistema de
agricultura protegida de 23,482 hectáreas, de las cuales el 60 % son invernaderos y el 40 %
mallas casa‐sombra, cultivadas con jitomate (70 %), pimiento (16 %) y pepino (10 %).

Las diferencias en las estadísticas de la superficie de cultivos protegidos puede ser


causado por el crecimiento acelerado en la instalación de invernaderos, la falta de un
registro nacional confiable, así como el abandono y la no permanencia de la
infraestructura como consecuencia de una mala conducción y desarrollo, limitada
disponibilidad de
extensionistas con Cuadro 1. La agricultura en el estado de
conocimientos y experiencia Tlaxcala
en la producción de cultivos Cultivo Superficie Rendimiento
protegidos, problemas
(ha) (t/ha)
fitosanitarios, alta inversión y
Maíz 115,831 2.45
mal diseño de invernaderos Trigo 45,225 2.64 (0.72)
(Castañeda, 2007; Moreno et Cebada 41,288 2.38 (0.69)
al., 2011). Total 202,344

En el estado de Tlaxcala se cultivan 239,558 hectáreas, de las cuales; el 11.7 % se siembra


en condiciones de riego y el 88.3 % en condiciones de temporal. Los cultivos de maíz
(115,831 ha), trigo (45 225 ha) y cebada (41 288 ha) ocupan una superficie de 202,344
hectáreas; es decir, el 84.4 % de la tierra de cultivo. Sobresale el hecho de que el 91.7 %
de la superficie sembrada con estos tres cultivos se establecen en condiciones de
temporal, con especial atención en el cultivo de maíz grano, con rendimientos muy bajos y
más aún en años con sequía extrema como 2011, donde los rendimientos fueron
extremadamente bajos (valores entre paréntesis del Cuadro marginal) (SIAP, 2014).
5
Con respecto a la superficie de
riego, las 28,028 hectáreas se
encuentran bajo el control de
29,710 usuarios que tienen
concesionados 188.23 millones
de m3 de agua al año, de los
cuales; 36.4 % son de origen
superficial y 63.6 % provienen
de 552 pozos profundos (Figura
Figura 2. Distribución de pozos profundos para riego en
el estado de Tlaxcala, México. 2) (Hernández y Castellón,
2007).

SAGARPA (2015), reporta una superficie de agricultura protegida de 81 hectáreas, sin


embargo, este dato presenta inconsistencias ya que de acuerdo con la propia experiencia
existen municipios donde no está reflejada la superficie real. En contraposición, el
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI) (2009), reporta una
superficie con agricultura protegida de 308.45 hectáreas distribuidas en 429 unidades de
producción. En los últimos diez años se ha dado la mayor dinámica en el establecimiento
de invernaderos con una serie de problemas asociados a la falta de conocimiento en el
manejo de cultivos protegidos, uso del agua y baja disponibilidad de recursos económicos
para la continuidad de las actividades después de los primeros años de operación
(Castellón et al., 2008).

Esta panorámica general sobre la composición de la agricultura en el estado de Tlaxcala,


es suficiente para aportar elementos de análisis y comprender el significado de
desarrollar una agricultura intensiva, donde se involucren cambios tecnológicos,
económicos y sociales y verter el peso del desarrollo regional sobre la actividad primaria
de la producción de alimentos.
El presente trabajo tiene como objetivo presentar un análisis general de la situación actual
de la agricultura protegida, problemas y perspectivas en el estado de Tlaxcala.

6
II. Conceptos básicos sobre agricultura
protegida

La agricultura protegida se define como el sistema de producción que permite modificar el


ambiente natural en el que se desarrollan los cultivos, con el propósito de alcanzar un
crecimiento óptimo y con ello, un alto rendimiento. Este sistema permite ofrecer
productos de alta calidad, con mejores precios de venta y con mayores niveles de
inocuidad. La agricultura protegida contribuye a sustentar y fomentar el desarrollo
agroindustrial, a generar divisas y empleo para la región y una vida más digna entre la
gente del medio rural (Sánchez, 2008).

La agricultura protegida es el sistema de producción bajo diversas estructuras y cubiertas,


entre los que destacan los invernaderos, que tiene como característica básica la
protección contra los riesgos inherentes a la producción de cultivos a “cielo abierto”. Este
sistema de producción se apoya en estructuras que permiten disminuir las restricciones
que el medio impone en el desarrollo de las plantas cultivadas. En tal sentido, se han
desarrollado estructuras que plantean alternativas para recrear las condiciones óptimas
para el desarrollo de los cultivos, de acuerdo a las necesidades de cada especie y
condiciones climáticas de cada región (Castañeda et al., 2007; Moreno et al., 2011).

Bastida, (2006) hace referencia a estructuras construidas con la finalidad de crear


condiciones óptimas del medio para el desarrollo adecuado de los cultivos, con
variaciones de acuerdo a los requerimientos climáticos de cada especie en concordancia
con los elementos climáticos en cada región. En tal sentido, los principales componentes
para proteger los cultivos se agrupan en: a) Cubiertas flotantes, b) cubiertas plásticas, c)
casas sombra, d) mini invernaderos o túneles y, e) invernaderos de diversos tipos. Además
de dispositivos de apoyo como los acolchados, las pantallas térmicas y mallas de diversos
tipos que se usan con diferentes fines de producción.

7
Sánchez (2008) utiliza el término de una forma más específica y lo enfoca a la horticultura,
de tal manera que define a la horticultura protegida como una serie de técnicas o sistemas
de producción que permiten modificar el ambiente natural en el que se desarrollan los
cultivos a favor de ellos, con el propósito de alcanzar un crecimiento y desarrollo óptimos,
y con ello un alto rendimiento, o bien, obtener cosechas en fechas de alta competitividad
con los cultivos tradicionales.

La agricultura protegida es aquella que se realiza utilizando métodos de producción que


ayudan a ejercer determinado grado de control sobre los diversos factores del medio
ambiente. Permitiendo con ello minimizar las restricciones que las malas condiciones
climáticas ocasionan a los cultivos (SAGARPA, 2012).

En un sentido más amplio, la agricultura protegida es aquella que utiliza estructuras y


técnicas de protección para abrigar plantas y animales, con la finalidad de protegerlos de
los fenómenos ambientales adversos a su desarrollo. Entre los principales factores
ambientales que limitan la expresión del potencial productivos de los cultivos están; la
baja fertilidad de los suelos, las enfermedades, las plagas, la competencia entre plantas,
condiciones climáticas poco favorables; sobresaliendo la falta de agua y extremos de
temperatura, así como las condiciones limitadas en el manejo del cultivo.

La agricultura protegida ofrece una alternativa que permite generar un medio más
favorable para que las plantas expresen su potencial productivo, sin las restricciones
ambientales a que están sujetas cuando se producen a campo abierto (Bastida, 2006).

Las técnicas y estructuras para proteger los cultivos se enfocan a minimizar el efecto de
los elementos que afectan la producción agrícola, como el viento, el granizo, las heladas,
bajas y altas temperaturas, el exceso de radiación luminosa, la evaporación y la protección
del suelo entre otras.

El uso de materiales flexibles para la cubierta de invernaderos, es un aspecto relevante ya


que condiciona el microclima que se genera en su interior y consecuentemente la

8
respuesta de los cultivos, modificando la cantidad y calidad de la radiación incidente y con
ello los procesos fisiológicos de las plantas, específicamente la fotosíntesis y la respiración
(López, 2003).

El invernadero es el elemento cualitativamente más importante del sistema de producción


en agricultura protegida, debido a que de él depende en gran medida la capacidad
productivas del sistema (Fernández, 2012).

III. Desarrollo de la agricultura protegida


En el estado de Tlaxcala, se estima que la agricultura protegida cuenta con más de dos
décadas que dio inició, ya que existen datos que señalan que a mediados de la década de
los ochenta, se construyeron invernaderos para la producción de ornamentales, como
objetivo central para el establecimiento de este tipo de tecnología, sin embargo; a partir
del año 2001, se iniciaron actividades promovidas por la Secretaría de Educación Pública,
Fundación Produce Tlaxcala, A.C., la Secretaría de Fomento Agropecuario en el estado y la
empresa ASTAM S.A. de C.V para la construcción de microtúneles (48 m2), instalándose en
un periodo de cinco años, alrededor de 1,400 unidades, 600 módulos de 1,000 m2 a cielo
abierto con microgoteo y 38 cubiertas plásticas con sustrato y microgoteo de 330 m2. Así
mismo, el Instituto Tecnológico del Altiplano de Tlaxcala, apoyado por la Secretaría de
Economía instaló 60 unidades de 40 m2 y 16 unidades de 215 m2, en el mismo periodo.

Es a partir del año 2005 cuando se presenta un fuerte crecimiento en la superficie con
cubiertas plásticas, con unidades desde 50 hasta 30,000 m2, utilizados preferentemente
para la producción de jitomate (88 %), sin embargo; la actividad ha mostrado una baja
rentabilidad y competitividad debido fundamentalmente a: 1) Habilidades técnicas,

99
organizativas, administrativas y comerciales poco desarrolladas, 2) Vinculación incipiente
de los productores con las instituciones de investigación y educación, 3) Manejo irracional
de fertilizantes y pesticidas, 4) Las redes sociales y técnicas se encuentran desarticuladas y
5) Sólo el 20 % de los productores adoptan más del 80 % de las innovaciones requeridas
en este sistema de producción (Castellón, et al. 2008).

A partir de 2008, se dio inició


al proyecto “Agencia de
Gestión para la Innovación”
con el objetivo de analizar la
dinámica de innovación en la
red invernaderos de Tlaxcala,
con énfasis en los productores
de jitomate a través del
diseño de estrategias que
permitieran integrar
Figura 3. Aspecto general del cultivo de jitomate en un
innovaciones a la red de invernadero de mediana tecnología.
agricultura protegida y que estas impactaran de manera directa en la rentabilidad de este
tipo de agricultura, lo que permitió realizar un diagnóstico de la agricultura protegida en el
estado y proponer una estrategia de gestión de innovación en esta actividad.

De igual manera en 2007, se impulsó un programa gubernamental “Agricultura protegida


para productores de menos de tres hectáreas” para el establecimiento de 7.4 hectáreas
en cuatro localidades en el estado de Tlaxcala, a la fecha sólo funcionan alrededor de 2.0
hectáreas.

Con base en la información de SIAP‐SAGARPA (2015), para el 2014, se reporta una


superficie con agricultura protegida de 81 hectáreas, de las cuales el 61 % se ubica en los
municipios de Altzayanca, Huamantla, Tepeyanco, Terrenate, Tlaxcala y Tlaxco; donde se

10
cultiva el 42 % de la superficie con jitomate. Estos datos distan mucho de ser reales ya que
no se refleja la superficie establecida, ya que la propia experiencia nos indica un nivel muy
bajo en las estimaciones de la superficie protegida.

En los últimos 10 años se ha dado un fuerte impulso a la construcción de estructuras para


realizar agricultura protegida a través de programas gubernamentales a nivel federal y
estatal, sin un orden claro en la asignación de los recursos, de igual manera se han hecho
inversiones para la rehabilitación de invernaderos especialmente colocación de plásticos y
sistemas de riego, sin embargo; el desarrollo de capacidades y capacitación sigue siendo
un problema ante las desatinadas decisiones de la clase política.

El desarrollo de la agricultura protegida en el estado de Tlaxcala ha mostrado una


dinámica muy heterogénea en cuanto a su distribución, ya que un mayor porcentaje de
estructuras se ha establecido en la cuenca Libres‐Oriental, en los municipios de
Huamantla, Cuapiaxtla, El Carmen Tequexquitla y Altzayanca; con serios problemas de
operatividad por falta de desarrollo de capacidades de los productores.

Debido a lo expuesto con anterioridad, de la importancia de la población, superficie


agrícola y disponibilidad de agua para riego, se propone un análisis para implementar un
esquema de agricultura protegida que permita utilizar en forma eficiente los recursos
disponibles y por otro lado, plantear la posibilidad de generar empleos en forma
permanente y permitir que la población se pueda ocupar en sus lugares de origen, a
través de programas gubernamentales que atiendan el desarrollo de capacidades para
una atención más específica de la agricultura en el estado.

11
IV. La problemática de la agricultura
protegida
El estado de Tlaxcala presenta una
ocurrencia de heladas en un rango
entre 40 y 100 días al año (como se
muestra en la figura), que justifican
el desarrollo de acciones del
componente de agricultura
protegida. En los últimos 15 años,
se han detectado cambios

Figura 4. Zonificación de las áreas con incidencia de sustantivos en la presencia de


heladas en el estado de Tlaxcala
heladas tardías hasta el mes de
mayo y tempranas desde el mes de septiembre con mayor frecuencia; con pérdidas de
cultivos considerables aún en ambientes protegidos (Reséndez et al., 2011).

La presencia de heladas tempranas es


uno de los meteoros que causa mayor
daño en los cultivos ya que se
presentan temperaturas congelantes a
partir del mes de septiembre con un
alto riesgo de pérdida de la
producción. No obstante los
productores siguen cultivando bajo
estas condiciones ambientales Figura 5. Cultivo de jitomate dañado por bajas
temperaturas la zona de 68‐ 80 días con heladas.
limitantes de producción, ya que ha
permitido mejorar de manera sustantiva el ingreso de las familias.

12
La agricultura protegida a pesar de ofrecer una
mejor alternativa para la producción de cultivos,
cada vez presenta mayor vulnerabilidad al
ataque de plagas y enfermedades como es la
presencia de Paratrioza (Bactericera cockerelli),
Mosca blanca (Bemicia tabacci), Trips
(Frankiniella occidentali) Nemátodos
(Meloidogyne spp.), Cáncer bacteriano
(Clavibacter michiganensis), Fusarium (Fusarium
oxysporum), Tizón tardío (Phythophtora
infestans), Tizón temprano (Alternaria solani),
Marchitez bacteriana (Ralstonia solanacearum),
Tizón gomoso (Didimela spp) Pseudomonas
Figura 6. Daño en el cultivo de jitomate
(Pseudomonas corrugata), entre otras. causado por Clavibacter michiganensis.

Pese al gran impulso que ha recibido la Agricultura Protegida en el estado existen una
serie de parámetros que indican una baja rentabilidad y competitividad de este sector. De
manera general podemos señalar los siguientes:
• Habilidades Técnicas, Organizativas, Administrativas y Comerciales poco
desarrolladas.

• Es prácticamente inexistente la vinculación de los productores con las Instituciones


de Investigación y Educación.

• Uso inadecuado e irracional de fertilizantes para la preparación de soluciones


nutritivas y agroquímicos para el control de plagas y enfermedades.

• Las redes sociales y socio‐institucionales se encuentran desarticuladas.

• Solo el 20 % de los productores adoptan más del 80% por ciento de las
innovaciones requeridas en este sistema de producción.

13
De acuerdo a lo anterior, la Agricultura Protegida requiere de acciones inmediatas que
contribuyan al mejoramiento de esta situación, considerando a la innovación como el
motor del cambio social, tecnológico y cultural que se precisa para lograr dicho propósito.

V. Situación actual de la agricultura


protegida

La horticultura protegida tiene la ventaja sobre la agricultura convencional (cielo abierto)


de brindar mayor protección a las plantas, especialmente de los factores climáticos, plagas
y enfermedades. Además puede utilizar diversas técnicas de producción como el riego
presurizado de alta frecuencia, nutrición balanceada día a día, control del clima, etc., lo
que permite obtener cosechas de mejor calidad, se incrementa la producción por unidad
de superficie, cosechar en cualquier época del año y de forma permanente (Cedillo y
Calzada, 2012).
Este sistema de Cuadro 3. Tamaño de invernadero y rendimiento de
producción ha seguido jitomate por nivel de equipamiento de la infraestructura.
Tamaño Rendimiento
dos tendencias: la Categoría No. 2
(m ) (kg.m-2)
empresarial, con alto
Nulo 47 138 11.0
nivel tecnológico,
Bajo 25 641 13.4
capacidad de innovación
Medio 10 742 11.6
e inversión orientada a
Alto 14 1,598 20.5
las exportaciones y Muy alto 7 6,835 (6.2) 32.0*
altamente competitiva y Promedio (Total) 94 1,891 12.8
la agricultura protegida *Obtenido en invernaderos de 2,000 m2, en suelos arenosos
a pequeña escala o
social cuya heterogeneidad, escaso nivel tecnológico, limitada innovación e inversión la

14
hacen vulnerable a las condiciones actuales de competencia en el sector de la producción
de alimentos. En Tlaxcala se presentan dos tendencias en la agricultura protegida: la
empresarial con grandes superficies y altos niveles tecnológicos y la social o de pequeña
escala con superficies muy heterogéneas, dispersas y escaso nivel tecnológico (García et
al., 2011).

En el estado de Tlaxcala, con los trabajos realizados por Castellón et al., (2008) y García
(2011), se encontró una variación muy amplia en la superficie de las cubiertas plásticas
que van desde los 50 m2 hasta los 40,000 m2 con diferentes niveles de equipamiento. En
tal sentido, se observó que los invernaderos con equipamiento nulo en promedio son de
137 m2, los de equipamiento bajo son de 641 m2, los de equipamiento medio son de 742
m2, los de equipamiento alto son de 1,500 m2 y los de muy alto nivel de equipamiento
son de 7,000 m2.

Figura 7. Tipos de invernaderos encontrados en el estado de Tlaxcala.


15
Con base al tipo de estructuras que se han detectado en el estado de Tlaxcala, sobresalen
invernaderos aerodinámico, cenital, microtúnel, parral y túnel. De las estructuras
aerodinámicas desarrolladas por el IPN, sólo se colocaron 38 unidades de 330 m2 de las
cuales están operando seis estructuras; del tipo “Parral”, se colocaron 26 unidades de 500
m2 en el municipio de Tlaxco, en la parte norte del estado, que en la mayoría de los casos
se encuentran abandonados a pesar de que el gobierno del Estado los rehabilitó para
mejorar su operatividad. Con respecto a los microtúneles han tenido una baja
operatividad, debido fundamentalmente a que sólo son para autoconsumo y cuando se
deterioran los plásticos en la mayoría de los casos se abandonan. Las estructuras que han
venido operando de manera regular son los túneles con una superficie mayor a 500 m2. Se
ha encontrado unidades de producción con estructuras de 10,000 hasta 40,000 m2,
representando una superficie de alrededor de 20.0 hectáreas, el resto son unidades que
en promedio presentan una superficie de 700 m2. Este tipo de unidades presentan mayor
nivel de equipamiento, asistencia técnica, bitácoras, etc.

Activo Paro temporal Paro definitivo

Activo Paro temporal Paro


Año de apoyo Definitivo (%)
(%) (%)
2003 ó Antes 50 30 20
2004 67 17 17
2005 63 33 4
2006 67 30 4
2007 85 15 0

Cuadro 3. Condición de los invernaderos en función de su vida de operación

16
La operatividad de estas estructuras se clasificó en:

Activos: Estructuras que se encuentran operando y en estado de preparación para el siguiente


cultivo.

Paro temporal: Estructuras que por alguna razón no se e3ncuentran operando y que puede ser
posible su reactivación en el corto plazo.

Paro definitivo. Es aquella infraestructura que por alguna razón se encuentre en abandono,
inutilizada o dedicada a otra cosa, que no sea la producción intensiva de alimentos (hortalizas,
flores, frutas, hongos) y cuya rehabilitación sea poco probable en el mediano plazo.

Alrededor de un 66 % de los productores han visto en la agricultura protegida una


oportunidad de mejorar los ingresos familiares por lo que han decidido invertir en el
mantenimiento de sus instalaciones.

García et al., (2011),


mencionan que con
base en estos
resultados,
implementar mejoras
tecnológicas a los
invernaderos a través
del equipamiento
incrementa los
rendimientos, sin
embargo, el equipo
Figura 8. Rendimiento promedio de jitomate en función del tipo
debe ser de fácil
de invernadero.
manejo, sin
automatismos, manual, etc.; ya que en el nivel de equipamiento muy alto se encontró el
menor rendimiento (6.2 kg.ha‐1); este comportamiento de acuerdo con mi propia
experiencia, en estos invernaderos les fue retirada la computadora por la empresa
17
constructora, lo que no permitió obtener los rendimientos más altos como era de
esperarse (38 kg.m2) al no tener un control estricto de la inyección de fertilizantes y
ácidos.

Ortega et al., (2014), encontraron en Chignahuapan, Pue., un rendimiento promedio de 18


kg.m2 en cultivo en suelo, mientras que cultivo en hidroponía con tezontle se produjeron
19.7 kg.m‐2. Resultados similares fueron reportados por Ortíz (2004), pero inferiores a los
obtenidos por Bernabé y Solís (1999), mientras que Ortega et al., (2010) indican una
producción de 24 kg.m‐2.

CERRADOS 9% LECHUGA Con base en las


2%
NOPAL
PARO
25% 4% estadísticas disponibles,
TEMPORAL
PAPA
1% el 88 % de los
JITOMATE
88% ROSA invernaderos están
66% 1%
ACTIVOS
BROCOLI
destinados a la
2%
producción de jitomate,
COLIFLOR
CHILE
POBLANO
1%
el resto se dedica a la
1%

Figura 9. Cultivos establecidos en invernadero en el estado


producción de lechuga,
de Tlaxcala. nopal, papa, rosa,
brócoli, coliflor y chile
poblano. Esta tendencia a cultivar principalmente jitomate se debe a la demanda del
producto en la dieta diaria de la población, aunque en los últimos años la oferta se ha
incrementado de manera significativa, con un deterioro en los precios de venta del
producto.

Con base en los resultados obtenidos por Castellón et al., (2008) y García et al., (2011), se
muestra que el 24 % de los productores de jitomate en invernadero no realizaba ningún
registro sobre la fertilización del cultivo, el 76 % llevaban al menos un registro y de estos
el 54 % realizaba la fertilización de manera empírica y el 46 % restante realizaba un

18
manejo de la nutrición de acuerdo a la etapa de desarrollo. Actualmente a través de los
programas de desarrollo de capacidades implementado por las instituciones del sector,
obligan a los productores a realizar el registro de sus actividades y aplicación de productos
mediante la implementación de bitácoras, para que el extensionista justifique su
intervención con el grupo de productores que atiende, lo que permite identificar el grado
de avance del grupo de productores en cuanto a la adopción de las recomendaciones de
producción.
Un aspecto de suma importancia en la producción de hortalizas en invernadero, es el

Cuadro 4. Proporción de aniones y cationes de la solución nutritiva aplicados en las


diferentes etapas fenológicas del cultivo de jitomate por tipo de invernadero.
CATIONES (meq) ANIONES (meq) Rend**
-2
Etapa/Equipamiento Ca2+ Mg
+
K+ +
NH 4 H+ Total N0 3
-
H 2PO 4
-
SO 42- Total (kg m )

9 4 7 20 12 1 7 20
Establecimiento
Mínimo 9.1 4.9 4.8 2.8 21.6 13.9 2.8 4.9 21.6 11.2
Básico 7.6 1.6 8.6 6.4 24.2 19.9 2.7 1.6 24.2 10.0
Intermedio 4.9 1.2 1.2 19.9 27.3 6.1 19.9 1.2 27.3 15.0
Tecnificado 7.2 1.8 9.9 2.8 21.7 19.8 0.0 1.8 21.7 15.0
Crecimiento
Mínimo 11.0 5.9 5.7 3.4 25.9 16.7 0.0 5.9 22.5 11.2
Básico 7.6 1.6 8.6 6.4 24.2 19.9 2.7 1.6 24.2 10.0
Intermedio 6.8 1.6 5.9 14.3 12.7 0.0 1.6 14.3 13.3
Tecnificado 7.2 1.8 9.9 2.8 21.7 19.8 0.0 1.8 21.7 15.0
Fructificación
Mínimo 12.8 6.8 6.7 7.4 0.0 33.7 19.5 7.4 6.8 33.7 11.2
Básico 8.5 1.6 8.7 6.3 25.1 20.8 2.7 1.6 25.1 10.0
Intermedio 4.9 1.2 1.2 19.9 27.3 6.1 19.9 1.2 27.3 15.0
Tecnificado 7.2 1.8 9.9 2.8 21.7 19.8 0.0 1.8 21.7 15.0
* Solución Universal de Steiner, (1984). ** Rendimiento promedio.

análisis de agua y monitoreo de parámetros asociados como pH y CE. En tal sentido, el


13.5 % de las unidades con jitomate realizan un análisis de agua y el 13 % monitorean pH
y CE. Estos parámetros se miden en función del apoyo que reciben los productores para la
adquisición de equipo o que este incluido dentro de la inversión inicial. Es evidente que el
manejo de cultivos se realiza de una manera empírica sin control de parámetros
productivos, lo que limita de manera considerable la producción.

19
Con relación a la aplicación de un
programa de nutrición, durante el
trabajo realizado, se encontró
que hubo mayor aplicación de
aniones y cationes con respecto a
la solución nutritiva de referencia
(Steiner, 1984), lo que representa
4.0 porciento arriba del nivel de
Figura 10. Análisis de agua y monitoreo de parámetros
referencia, sin discriminar las en el cultivo de jitomate.
fases fenológicas, con un desbalance de iones muy evidente; por ejemplo para el Ca++ se
presentó un rango de variación de 4.9 a 12.8 meq.L‐1, mientras que para NO3‐ dicho rango
se presentó de 6.1 a 20.8 meq.L‐1; sin embargo, los rendimientos fueron incrementándose
conforme se incrementa el nivel de equipamiento de los invernaderos.

Otro aspecto relacionado con la nutrición es el nivel en el uso de los fertilizantes para
suplementar las necesidades de los cultivos, de tal manera; que se aspire a obtener
rendimientos altos.
El nivel de adopción Fertilización
Fertilizante Porcentaje
Programa
en el uso de de
Nitrato de Calcio 81
fertilización Nitrato de Potasio 72
fertilizantes es bajo;
(46 %) Sulfato de Magnesio 53
sólo para el Nitrato Lleva Ácido Fosfórico 42
Registro
de calcio y Nitrato 76 %
Ácido Nítrico 16
Fertilización Ácido Sulfúrico 11
de potasio se empirica
Fosfato Mono-amónico 10
No lleva (54 %)
encuentran en registro

niveles altos, el 24 %

resto se encuentran
Figura 11. Nivel en el uso de fertilizantes para la producción
en niveles de jitomate en tezontle.
subóptimos. Sin

20
embargo, el 54 % de los productores realizan una fertilización de manera empírica, sin un
conocimiento claro sobre el tema.

En la actualidad, los rendimientos se han incrementado de manera sustantiva, con base en


la experiencia en la atención de 10 hectáreas de invernaderos con dimensiones que van
desde los 1,000 m2 hasta 40,000 m2 los rendimientos obtenidos oscilan entre 25 y 38
kg.m2 con un valor medio de 32 kg.m2. Los productores han entendido la bondad de la
asistencia técnica permanente, el desarrollo de capacidades, el uso de análisis de agua y
suelo para la generación de recomendaciones de producción, el ahorro y la inversión en el
mantenimiento de las estructuras, de tal manera que se ha dado un salto significativo en
la concepción de este tipo de agricultura por los pequeños productores en el estado de
Tlaxcala.

69 % Tizón tardío

Control Captan, Ridomil, Ergostin, Alegato,


Preventivo Cupravit Mix, Aliette, Previcur,
88 % Interguzan 30-30; Promil, Man-Cu
25 % Botrytis

6 % Tizón temprano
Control Captan, Ridomil, Cupravit Mix,
45 % curativo Mancozeb, Terramicina, Captan,
Cosinosel

15 Enfermedades
Figura 12. Principales enfermedades y su control químico en el cultivo de jitomate.

La producción de hortalizas presenta además de los problemas expuestos, la presencia de


plagas y enfermedades, que limitan en forma importante el potencial productivo de los

21
cultivos, por el daño ocasionado a la planta durante todo el ciclo del cultivo y al fruto
durante todo su desarrollo. En tal sentido, se han encontrado problemas en el manejo y
control de estos organismos. Se encontraron 15 enfermedades atacando el cultivo de
jitomate, de las cuales Tizón tardío, Botrytis y Tizón temprano representan las más
importantes. Para su control, el 88 % utiliza métodos preventivos y 45 % curativos,
aunque, existe claridad en el uso de los fungicidas ya que de manera indiscriminada se
usan como preventivos y curativos, lo refleja un desconocimiento en su modo de acción y
especificidad para el control.

Con respecto a la presencia de plagas se encontraron 16 tipos de insectos, entre los que
sobresalen Mosca blanca, Pulgón, Paratrioza y Gusano soldado. El 88 % de las unidades de
producción utilizan un control químico, con una amplia variedad de productos que se
utilizan de manera indiscriminada para el control de las diferentes plagas, lo que refleja
una falta de conocimiento sobre su modo de acción y uso.
Plaga Producto utilizado
Gusano Furadan, Caldo bordelés, Confidor,
10 % Gusano soldado soldado Karate
Control Mosca Cipermetrina, Confidor, Fentol,
químico blanca Malathion, Enconzador, Karate,
Foley, Cipertoato, Furadan, Talstar,
35 % Mosca blanca Gusation, Giro 375, Actara, Folidol
88 %
Paratrioza Confidor

15 % Paratrioza Pulgón Confidor, Cipermetrina, Thiodan,


Sidec, Folidol

20 % Pulgón
11 % Control
alternativo
30 % Otros
4%
No controla

16 plagas
Figura 13. Principales plagas que atacan el cultivo de jitomate y productos químicos para su
control.

22
El proceso de asistencia técnica y el desarrollo de capacidades juegan un papel
fundamentalmente en la adopción de tecnologías y mejora de la producción de cultivos. El
acompañamiento técnico es un requisito en la instalación de nuevas estructuras, sin
embargo, en la mayoría de los casos ha mostrado limitaciones por las malas decisiones
políticas en la selección de técnicos y limitados conocimientos en el manejo de hortalizas.
El 76 % de la asistencia técnica proporcionada a los productores proviene de apoyos
gubernamentales (SAGARPA, SEFOA, SEPUEDE) y privada. El 87 % de la asistencia con

FIRA, 3%
FOMTLAX, 5%

INIFAP, 5%

SEFOA, 46%
PRODESCA, 28%

SEPUEDE, 13%

Figura 14. Origen de la asistencia técnica para la atención de agricultura protegida.

apoyo gubernamental se otorga a través de 3 instituciones, lo que centraliza el servicio vs


la libre competencia para brindar el servicio de manera independiente. Los servicios se
han centralizado no permitiendo que sea el productor quien elija al técnico para atender
su unidad de producción, limitando la acción al llenado de “formatos” y gestión
institucional.

Con respecto a la adopción de innovaciones, el trabajo de García et al., (2011), se


determinó que el manejo agronómico del cultivo permitió una mayor adopción (50 %), lo
que se explica por el aprendizaje empírico e individual de los procesos y técnicas
necesarias para el cultivo de jitomate. La organización de productores es el otro
componente con un nivel intermedio de adopción (casi el 40 %), enfocado a la compra de

23
insumos, ventas de producto y
gestión de financiamiento;
como una necesidad de los
productores por reducir costos,
lograr mejores precios y generar
un fondo de ahorro para el
inicio de actividades en el
siguiente ciclo de producción.
Los proveedores de insumos
juegan un papel importante en
Figura 15. Índice de adopción de innovaciones en la
agricultura protegida. la adopción de innovaciones
(35 %) relacionadas con el uso
de fertilizantes y complementos nutrimentales, agroquímicos para el control fitosanitario
y variedades con mejores características organolépticas.

Estos resultados indican una gran área de oportunidad para los agentes de extensión
tecnológica, que a través de procesos de gestión de innovación mejoren los procesos y
técnicas para el cultivo de hortalizas, el uso eficiente de los fertilizantes y agroquímicos.

Así mismo, permitieron agrupar los invernaderos en función del índice de adopción de
innovaciones y rendimiento, en tal sentido; se definieron 4 categorías; en la primera se
ubicaron los invernaderos con rendimiento e índice de adopción de innovaciones por
debajo de la media estatal; debido a los bajos recursos para las mejoras tecnológicas y
bajo nivel de aprendizaje; en la segunda categoría se ubicaron los invernaderos con
rendimientos por encima de la media y adopción de innovaciones bajo, lo cual se puede
mejorar con un uso más intensivo de mano de obra y la adopción es consecuencia de
procesos individuales, lo que genera altos costos de producción; en la tercera categoría se
ubican los invernaderos con alto nivel tecnológico, con superficies mayores a 5,000 m2,
nivel de adopción alto y los rendimientos por debajo de la media. Este comportamiento es

24
consecuencia del desconocimiento de los productores en el beneficio de la tecnología, lo
que provoca una subutilización de la infraestructura, una alta carga financiera por el alto
costo de equipo, lo que permite inferir la necesidad de desarrollo de capacidades para el
manejo del invernadero; y finalmente, la cuarta categoría donde se ubican los
invernaderos con altos rendimientos, alto índice de innovación y alto nivel tecnológico, los
productores han desarrollado capacidades en forma conjunta para operar la
infraestructura, lo que propicia la competitividad en la producción.

VI. Alternativas en la agricultura protegida

La protección de cultivos nace como una necesidad en la producción de alimentos en


zonas con problemas agroclimáticos, como bajas temperaturas, escasez de agua, lluvias en
exceso, es decir; que esta tecnología se desarrolló para proteger a los cultivos de los
elementos del clima extremos, de plagas y enfermedades (Secretaría de Desarrollo
Agropecuario –SEDAGRO‐ 2011).

Como se mencionó anteriormente el 88 % de las cubiertas plásticas en el estado de


Tlaxcala se cultivan con jitomate, sin embargo; otras alternativas son la producción de
pimiento, nopal verdura, chile manzano, fresa, pepinos, lechugas de especialidad,
especias, etc.. Con respecto a la producción de hierbas aromáticas, el estado de Tlaxcala
cuenta con una pequeña superficie dedicada a estos cultivos, los cuales pueden ser
susceptibles de protegerse y mejorar de manera sustantiva sus características
organolépticas, producción de biomasa, ingrediente activo, entre otras, dado que los
precios en el mercado siempre son elevados.

Sin embargo, se ha olvidado la producción de hortalizas a “cielo abierto” con acolchados


plásticos y sistemas de riego por goteo como una alternativa viable para el estado de
25
Tlaxcala, donde se puede producir durante todo el año, con hortalizas para el mercado
local como cilantro, brócoli, coliflor, lechuga, perejil, espinaca, acelga y tomate de cáscara;
para la obtención de colorantes betabel, col morada, zanahoria morada, rábano, papa
morada y roja, maíz morado, amaranto, etc., que han mostrado un alto potencial con
menor riesgo en cuanto a la inversión. Este esquema mejoraría de manera sustantiva la
eficiencia en el uso del agua que representa una pérdida del 70 % en los sistemas de riego
tradicionales; es necesario dar el salto de riego rodado y aspersión a un riego presurizado
de alta frecuencia.

Con respecto a la infraestructura ociosa o abandonada, se han realizado esfuerzos en el


estado de Tlaxcala por recuperarlos, sin embargo, uno de los problemas es que no existe
la “cultura del ahorro” para rehabilitar las cubiertas cada 3 o 4 años. Esta situación es
recurrente, en todo el estado. De otra manera, se deben buscar alternativas para reducir
costos en el uso de insumos como fertilizantes y pesticidas y recurrir a materiales locales
de menor costo, fertilizantes de liberación controlada, control biológico e integrado de
plagas, uso de repelentes orgánicos, evaluación de moléculas menos agresivas con el
ambiente y la salud, buscar nuevos mercados, contratar asistencia técnica especializada
para que la curva de aprendizaje se reduzca, estandarizar los invernaderos y capacitar de
manera permanente a los productores para desarrollar capacidades en la acción.

VII. Perspectivas de la agricultura protegida


La producción de alimentos se realiza con un objetivo fundamental, ofrecer alimentos a la
población y con ello paliar uno de los problemas ancestrales: El hambre. El éxito en la
producción de hortalizas en agricultura protegida depende fundamentalmente de las
preferencias de los consumidores; por lo que se deben definir estrategias que permitan la
diferenciación del producto, a través de la genética de las especies de interés, empaques

26
más atractivos y funcionales; innovación, a través de la producción de productos de
distintos colores y formas; mejora de las estructuras productivas, como son el material
vegetal, estructuras de invernaderos, trazabilidad, etc. y la implementación de normas de
calidad, incluyendo seguridad alimentaria, buenas prácticas agrícolas y de manufactura y
precisión en las características organolépticas (Namesny, 2004).

La posibilidad del desarrollo de la agricultura protegida en el estado de Tlaxcala, se basa


principalmente en el hecho de que la zona posee un régimen térmico primavera‐verano‐
otoño, templado que permite obtener productos hortícolas en un ciclo largo, que no es
afectado singularmente por las heladas invernales.

Los productores tienen la posibilidad de sembrar a finales de febrero, protegiendo sus


cultivos de las últimas heladas con el uso de plásticos, ya sea a cielo abierto como bajo
cubierta.

Sin embargo, los mercados globales no están siendo atendidos, por lo que se debe
reorientar la actividad para incursionar en mercados más exigentes a través de la
planificación y el ordenamiento regional. Desarrollar una estrategia comercial que permita
vincular a todos los actores a un mercado común, pero a través de las características
enunciadas en el primer párrafo de la presente sección.

La agricultura protegida en el estado de Tlaxcala presenta una alternativa viable a la


producción de cultivos básicos en condiciones de temporal, dado que existe un alto
desperdicio de agua con los sistemas de riego rodado y aspersión (Incluye pivote central).
El uso eficiente del agua permitiría un ahorro sustantivo el recurso en beneficio de una
mayor superficie regada para la producción de hortalizas.

La adopción de la agricultura protegida como una estrategia de desarrollo económico y


social en el estado de Tlaxcala, muestra un crecimiento lento y con dificultades para su

27
implementación; debido fundamentalmente a cuestiones de tipo político, financiero,
transferencia de tecnología, consultoría ineficiente y capacitación limitada.

Este tránsito de la agricultura tradicional a la agricultura protegida, se ha dado en un


periodo de 25 años, sin embargo; ha sido sólo en los últimos 10 años cuando ha tenido un
desarrollo más significativo; pero sólo con la implementación de alrededor de 100
hectáreas (se mencionó anteriormente de 81 ha), que representa una superficie incipiente
dada la importancia de este tipo de agricultura en la producción de alimentos.

Ahora bien, considerando el agua disponible, se ha realizado un ejercicio tendiente a


determinar el alcance de los recursos. En tal sentido, de los 188.3 millones de m3
concesionados para la agricultura proveniente de pozos profundos, si consideramos un
volumen anual de consumo de agua de 9,500 m3 por hectárea para cultivar 25,000
plantas, dicho volumen permite abastecer 19,821 hectáreas. También es cierto que no
podría destinarse toda la superficie a la producción de hortalizas, de tal manera que si se
considera sólo la superficie sembrada con alfalfa y maíz forrajero (SAGARPA, 2009), de
4,328 hectáreas, se tendría una superficie disponible para la agricultura protegida 15,493
hectáreas; así mismo, destinar las zonas de muy buen y buen potencial para la producción
de maíz grano, trigo y cebada de temporal, lo que representa alrededor de 115,000
hectáreas para granos básicos, en contraparte, en las zonas de bajo potencial para la
producción de granos básicos se puede cultivar amaranto cuyas exigencias de agua
representan cerca del 60 % de las necesidades del maíz.

Los servicios profesionales encargados de solucionar problemas en las empresas deben


ser liberados para que sean los propios grupos de productores quienes decidan sobre la
contratación del servicio, ya que 74 % del servicio es subsidiado por los programas
gubernamentales, el 24 % es pagado por los propios productores, sin embargo; esta
asistencia técnica no ha impactado de manera significativa en el principal parámetro
productivo, el rendimiento que se encuentra muy bajo y requiere una estricta atención
por todos los actores del proceso.

28
Debe realizarse un diagnóstico real de la superficie dedicada a la agricultura protegida e
implementar un programa de monitoreo y evaluación de la agricultura protegida para
determinar su potencial productivo y áreas de mejora en cuanto a su infraestructura y
equipo.

Desarrollo de capacidades de los productores a través de cursos de capacitación y parcelas


demostrativas con tecnologías demostrativas, monitoreo del proceso productivo a través
del uso de equipo de apoyo para la toma de decisiones más acertada en cuanto al manejo
nutricional, control fitosanitario (manejo integrado), diversificación de cultivos con alto
valor económico para evitar la dependencia de jitomate y disminuir la vulnerabilidad de la
producción, establecer esquemas de inocuidad y trazabilidad, implementación de
sistemas de reducción de riesgos de contaminación, etc.

Para lograr el éxito de la agricultura protegida en Tlaxcala, es necesario reorientar el


abordaje de este sistema de producción para hacerlo más competitivo, aspirar a mercados
internacionales donde los precios de los productos sean más atractivos para mejorar la
economía de las familias inmersas en esta actividad, ya que la producción sólo atiende los
mercados locales de Tlaxcala, Puebla y Distrito Federal.

El gobierno del Estado de Tlaxcala, no muestra interés en vigilar la calidad de materiales


para la instalación de invernaderos con apego a la Norma Mexicana, lo cual fomenta el
desorden y la mala calidad de los invernaderos, con un periodo de vida de alrededor de 4
años. Si se siguen instalando microtúneles, en poco tiempo serán abandonados como ha
sucedido hasta la fecha con un deterioro de este tipo de infraestructura de alrededor del
90 porciento.

29
VIII. Conclusiones
La agricultura protegida en Tlaxcala, representa un nuevo paradigma de producción con
nuevos restos ante un esquema de riesgos diferentes a la agricultura tradicional por la
alta inversión y la necesidad de adquirir nuevos conocimientos para el manejo de cultivos
intensivos de alto valor económico.

La dinámica en el establecimiento de invernaderos ha sido en un 80 % para estructuras de


mediana y baja tecnología, con rendimientos relativamente altos (> de 20 kg.m2), sin
embargo; se deben establecer estrategias para mejorar y equipar estos invernaderos y
que los productores aspiren a mercados más exigentes en cuanto a la calidad de los
productos.

Para que la agricultura protegida tenga éxito se debe fortalecer las relaciones institución‐
empresa para generar propuestas viables con conocimiento real en el manejo de
hortalizas con alto valor en el mercado.

Los factores que más inciden en la producción de hortalizas bajo cubierta en el estado de
Tlaxcala están relacionados con el bajo nivel de aprendizaje, la incertidumbre fitosanitaria,
la inversión inicial que implican los invernaderos de alta tecnología, los costos de
producción elevados para el control de factores climáticos por estar en climas de riesgo, el
mal diseño de invernaderos y ausencia en la aplicación de normas para la construcción de
invernaderos, lo que aumenta el tiempo de inicio de actividades y fallas recurrentes lo que
repercute en bajos rendimientos, la escala de producción es para mercados locales.

30
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