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LA ESCUELA RURAL
IUE EL URUGUAY NECESITA
(Trabajo que obtuvo el Primer Premio en el Concurso
de Ped agogía del año 1943)
C L A U D IO G A R C IA & Cía. — E d it o r e s
SARANDI 441 __ MISIONES 1359
MONTEVIDEO
%
P A L A B R A S P R E V IA S
F r a n k l i n D . R oosevelt
WINSTON S . CHURCHILL
Sin duda hay leyes en los fenómenos
sociales (aunque habría que estar mu
cho tiempo explicando en qué sentido) ;
pero decir que, porque hay leyes socia
les, no se puede reformar la sociedad,
es como decir que, porque hay leyes de
gravitación, resistencia de materiales,
etc-, no se puede reformar la arquitec
tura.
C arlos V az F erreira
N U E S T R A P O S IC IO N F R E N T E A L T E M A
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H . G. W eu ,s
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Existen ya hoy en la base de nuestra
civilización, un cierto número de prin
cipios que implícita y explícitamente son
comunes a tod os; principios que muy
pocos se atreven a negar abiertamente y
de frente, respecto a la razón, a la cien
cia, a las ideas y a los sentimientos
que están en la base de la moral demo
crática.
E. D u r k h k im
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ñas, da bases científicas a los procedimientos, los mé
todos y los fines educacionales.
Dilthey nos afirma que un fin para la educación
no hay que buscarlo en la filosofía ni en la ética, sino
en la estructura de la vida anímica misma, que tiene
un carácter teleológico que impulsa a la conservación
y a la perfección del individuo y de la especie.
En el futuro será posible dar a la educación orien
taciones de validez universal, que hasta el presente no
han sido aceptadas, porque ellas estarán basadas en el
ritmo natural del desarrollo humano.
Dice Spranger: “ Acucia a la juventud de hoy,
tanto a la estudiosa como a la de las clases populares,
un hambre de comprensión de lo humano. Y es bas
tante comprensible porque nuestra propia cultura ha
de parecer un laberinto a los que en ella van creciendo.
El hilo de Ariadna que guía al través de ella se llama
ciencia del espíritu o psicología’’ .
Un profundo conocimiento psicológico del hom
bre dará unidad al proceso educativo haciendo que la
educación sea, no sólo la trasmisión de la cultura ma
terial y espiritual de cada pueblo, sino la labor de in
tegración del niño a la sociedad humana, lo que exi
ge a medida que la vida social avanza, condiciones
especiales para realizarse.
También la psicología nos informa sobre la con
dición de la libertad, principio fundamental de la vida
democrática.
Clemcnecau definía la libertad como la capacidad
para autodisciplinarse y es aguda esta definición por-
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E duard S pranger
ESCUELAS RU RALES Y ESCUELAS URBANAS
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F p
LA ES CU EL A RURAL Q U E EL URUGUAY N E C E S IT A
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Las sociedades son terriblemente ru
tinarias; la masa siempre, y la más de
las veces la élite, se niegan a aceptar
cualquier innovación.
M . M auss
H. G . W exls
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N U E S T R O M E D IO R U R A L
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cia estableciéndose así un círculo vicioso. Debemos
transformar ese círculo yicioso en helicoide, cuyo movi
miento ascendente, logrado por mejoramiento económi
co y por educación realizada a la par sobre el niño
y el adulto, supere a ambos, llevando a nuestro pue
blo a una nueva y promisoria etapa de su evolución.
Cualquier proposición para el futuro,
aunque utilice toda la experiencia reco
gida en el pasado, no debe estar res'rin-
gida por consideraciones de intereses
particulares surgidas de tal experiencia.
En este momento en que la guerra está
aboliendo diferencias de todas clases, es
oportuno utilizar ese conocimiento sin
limitaciones. Un momento revoluciona
rio en la historia del mundo, es urt
momento para revoluciones, no para re
miendos.
W . B dveridgi?
J. Hvxiky
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L O S P L A N E S D E P O S T -G U E R R A Y L A
E V O L U C IO N E C O N O M IC A Q U E E L U R U G U A Y
Dm E B E R E A L I Z A R
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tenece a la índole de este trabajo, queremos señalar
los valores de las posibles soluciones, por la vincula
ción que tienen con el problema de la educación de
nuestra campaña.
Hay uniformidad de criterio en asignar al Uru
guay capacidad para superar en gran forma su produc
ción. Hay conformidad igualmente en explicar el ba
jo nivel de esta producción por las malas normas del
trabajo rural actual, que deberán modificarse medían
te un plan racional de organización de la labor agro
pecuaria. Es asimismo unánime la opinión de que la
chacra, instalada con criterio moderno que permita la
explotación de todos sus renglones de producción, es una
fuente segura de ingresos para aumentar la riqueza del
Uruguay en dos formas coincidentes; disminuyendo la
importación de productos de primera necesidad y au
mentando en gran escala las exportaciones.
La tendencia a la racionalización de las activida
des económicas que impera hoy día, es contraria al pre
dominio de un solo cultivo y es por estas razones que
la chacra moderna abarca varias producciones, asegu
rando con ello resultados económicos estables, ya que
cuando algunos de sus renglones arrojen .déficits en un
año, será compensado por el superávit que arrojen
otros. La chacra defenderá al Uruguay del impulso
de sistemas económicos foráneos más fuertes que el
nuestro y la prosperidad de este país partirá de sus
posibilidades auténticas.
La escasez de productos alimenticios de primera
necesidad que nuestra población sufre en estos años,
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$
La ausencia de restricciones externas
que nos impiden gozar de los bienes de
la «vida, es algo muy diferente de la li
bertad de acceso a las cosas buenas.
IN C O R P O R A C IO N D E L H O M B R E D E
N U E S T R O S C A M P O S A L A V ID A
COM PLETA
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dentro de ciertos límites, de la capacidad económica que
posea. Si este poder económico fuera siempre propor
cional a las condiciones del individuo, la injusticia que
ese hecho parecería suponer no existiría, cumpliéndose
de una manera normal una forma de lucha por la
vida.
La injusticia existe porque las diferencias econó
micas de los hombres, responden generalmente a orga
nizaciones sociales deficientes que no acuerdan igual
dad de oportunidades a todos los individuos que la com
ponen. Esta desigualdad para desarrollar su propia vi
da en los primeros años, crea luego desigualdades de
educación y capacitación, y más tarde desigualdades pa
ra encontrar trabajo de acuerdo a las condiciones perso
nales y, por lo tanto, para gozar de la libertad de ac
ceso a la vida completa.
Esta desigualdad de oportunidades es de una evi
dencia abrumadora cuando comparamos la vida de los
habitantes de Montevideo con la de los habitantes de
campaña. Las terribles restricciones económicas que la
mayoría de estos últimos sufren, perpetúan una muy
grave injusticia social.
La libertad que existe en nuestro país, al no ha
ber limitaciones externas para el desarrollo individual,
queda en los hechos terriblemente mutilada por las po
sibilidades económicas para usufructuarla.
La democracia eliminará estas restricciones ya que
como punto fundamental de su programa tiene el de
ofrecer iguales oportunidades a todos los integrantes de
una sociedad. Estando nuestro país orientado por nor-
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do. La obra legislativa existente debe ser completa
da con una obra práctica de protección al niño, hasta
tanto la cultura lleve a los padres a la comprensión de
los derechos que al hijo le asisten por la sola razón de
su existencia.
¿En qué forma esa obra de protección se realiza
en nuestra campaña? La contestación nos llena de des
consuelo. Esta protección ha quedado casi exclusivamen
te librada a la escuela que, por los precarios medios
económicos de que dispone, no ha podido realizarla sino
con enormes restricciones.
La escuela ha tratado de mejorar las condiciones
de vida de los niños campesinos y a este noble propó
sito responden la Copa de Leche, los Comedores Es
colares y los repartos de ropa y de calzado realizados
sobre todo, por iniciativas y aportes particulares. Es
te loable esfuerzo resulta y resultará siempre insigni
ficante y mal orientado, mientras el Estado 110 tome a
su cargo el dar a todos los niños en forma amplia, lo
que les pertenece por derecho, permitiéndoles así rea
lizar un proceso armónico en su desarrollo. *
Nuestras ideas modernas, hijas de la democracia,
han sacado de los dominios de la caridad privada a infi
nidad de modos de obrar que hoy, por justicia, son con
siderados deber, verdadero deber del Estado, y esa tran
sición de uno a otro dominio deja su sello en nuevas
instituciones sociales encargadas de ofrecer por justi
cia, la igualdad.
Podríamos así preguntarnos si corresponde a la
escuela lo que dice relación con la faz higiénica y fisio-
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ella puede ejercer acciones negativas porque como se
ha señalado, el egoísmo familiar, el sentimiento de su
perioridad paterna y las condescendencias y preferen
cias maternales, causan posiciones erróneas en la vida
de comunidad. La escuela deberá muchas veces anular
hábitos sociales nocivos, originados en una mala orga
nización familiar que, cón absoluto desconocimiento de
la naturaleza física y mental de los niños, ocasiona un
gran número de complejos de inferioridad, verdaderos
obstáculos para la vida en común.
La escuela por tener un campo de acción más am
plio que el hogar y por ser ajena a las reacciones afec
tivas de padres e hijos, puede lograr las mejores fi
nalidades sociales de la educación. La amplitud del
ambiente donde el niño se constituye por vez primera
como integrante de una sociedad libre de los lazos del
hogar, presenta innumerables oportunidades para afian
zar en el niño el sentimiento de comunidad y para pre
pararlo para una verdadera democracia. Debemos re
conocer que esas finalidades son conseguidas más fá
cilmente, en escuelas que permitan al niño más libertad
de acción que la que gozan nuestros escolares, someti
dos a disciplinas que coartan la libre expresión de su
personalidad.
La escuela debe dar al niño el sentido de la res
ponsabilidad. porque el valor del individuo con rela
ción a sus actos lo torna consciente de sus deberes, y
es el mejor antidoto para esa indiferencia perniciosa
.que en los tiempos de la antigua Grecia, hizo señalar a
los que la poseían como individuos no inofensivos, sino
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P L A N DE ACCION F R E N T E A L A D U L T O
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podemos afirmar que casi no existe, porque la escuela
cumple su misión frente al niño en el breve período
de tres años, haciendo falta allí núcleos educativos am
plios para poder sanear ese ambiente en que la pobre
za y la ignorancia, tejen hondos dramas de dolor, de
vicio y de injusticia.
La estructura de una sociedad rural en que se
pierda el sentido atomístico de sus componentes, ten
drá que partir de un núcleo germinativo de vida so
cial y la escuela puede constituir ese núcleo inicial,
siempre que forme parte de un centro educativo más
amplio, que ejerza su acciói^ directamente sobre el
adulto.
Realizar transformaciones dentro de una sociedad
por métodos pacíficos, combatiendo hábitos contraídos
por los hombres en los primeros años de su vida, es
una tarea muy ardua para realizar dadas las caracte
rísticas de la psiquis humana. Alejar al individuo de su
posición de aislamiento haciéndolo parte armónica de
todo el conglomerado vital de un país sin despojarlo
de sus valores individuales, sólo se puede hacer por
educación, destruyendo las manifestaciones atávicas del
salvaje que hacen del hombre un ser egocéntrico, egoís
ta y antisocial, para hacer de él un individuo evolucio
nado, capaz de una convivencia feliz.
La educación del niño y del adulto debe suavizar
y conducir las fuerzas obscuras del subconsciente para
mejorar las manifestaciones sociales de su “ vo” . En el
adulto esto se hace difícil porque debe realizarse.la
más de las veces, en dirección contraria a las tenden-
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el estado emocional de un artista, la prolija investi
gación de un sabio o la vida de los hombres a través
del tiempo y del espacio.. Producto de la cultura hu
mana es a su vez el más eficiente medio para ampliar
esa cultura y difundirla. De allí la enorme importan
cia de crear en niños y adultos el hábito de la lectu
ra y de ofrecer, por medio de bibliotecas bien orienta
das, todo el material que pueda refinar la sensibilidad
y despertar el amor por la verdad científica, amplian
do la visión espiritual del hombre y asociándolo a sus
semejantes al través de ideas y sentimientos.'
Todo esto creará en nuestros campos una alegría
sana que, respondiendo a recursos interiores, se mani
festará en el trabajo, en el deporte, en el juego, en
el canto coral tan ignorado por nuestro pueblo y en ma
nifestaciones artísticas de diversa índole.
Un mundo en el que prevalezcan las C U A T R O '
LIB E R TA D E S debe tener por base la elevación y la
dignidad del ser humano individual.
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La obra del mejoramiento de las cla
ses rurales será sumamente lenta mien
tras actuemos exclusivamente sobre el
campesino joven o viejo. Educando ai
la mujer habremos triunfado en la mi
tad del tiempo que en otro modo nos
sería necesario.
T omas A madeo
W a i j )o F rank
E D U C A C IO N D E L A M U JER E N
LA CAM PAÑA
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Ju l iá n H uxley
E. D u r k h e im
F ernando de A zevedo
LA ESCU ELA P R IM A R IA NO DEBE TEN ER
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te. Por lo tanto no se puede dar como finalidad de
su crecimiento y evolución las necesidades de una co
munidad que ya existe.
Se plantea así el problema: ¿La educación debe
supeditar el individuo a la sociedad o la sociedad al
individuo?
Este problema, que podría parecer un tanto teó
rico para el desarrollo del tema de este trabajo, tiene,
a poco que se le considere, valiosísimas proyecciones
prácticas.
¿Cómo resolvemos por educación la antinomia en
tre los valores individuales y colectivos?
Surge una solución que proclama, al ser analiza
da, toda su verdad. Se puede y se debe cultivar en
el hombre una vida dual para sí mismo y para la
humanidad y el hacerlo beneficia a ambos.
La vida doble es posible, nos dice Huxley, por
la gran flexibilidad humana. “ El hombre no ha de
vivir plenamente entregado de todo corazón a sí mis
mo, ni tampoco ha de arrojar su individualidad a
la comunidad como la hormiga o como la abeja” .
En él debe cultivarse primero el hombre integral
con completa visión de la vida, apto para gozar am
pliamente en todas las manifestaciones de su activi
dad y luego al especialista que dedicará sólo una par
te de su tiempo a la función que, como célula social
diferenciada, 1c corresponda realizar función que, cuan
to mejor se adapte a las condiciones y aptitudes per
sonales, será fuente de más amplio placer individual y
de mayor progreso colectivo.
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niño en las variadas actividades que la sociedad pue
da ofrecerle, es siempre provechosa.
La escuela debe descubrir las tendencias individua
les porque ellas encierran el secreto de las posibilida
des creadoras del adulto. Estas razones hacen procla
mar las ventajas de una vinculación del niño a la na
turaleza, de cuyo estudio el hombre ha derivado to
dos sus conocimientos científicos y a cuyo contacto
surgen provechosas lecciones para su evolución mental.
En ese sentido las labores agropecuarias así como
otras labores manuales, deben constituir, 110 una ma
teria a aprender sino colaboradores eficientes para for
mar hábitos de estudio, un modo de disciplina gene- .
ral, una manera de tomar contacto con la naturaleza
"para, frente a ella, observar y experimentar, obtenien
do asi los conocimientos necesarios para abandonar la
rutina tan generalizada1 en nuestra campaña.
Las prácticas agrarias que las escuelas realicen
tendrán sólo un interés educativo, permitiendo luego
los cursos posteriores aunar a éste un interés práctico.
La escuela primaria del campo 110' debe tener co
mo finalidad formar campesinos, como tantas veces se
ha sostenido, sino formar seres preparados para vivir
de acuerdo a su naturaleza. El ciclo posterior de su en
señanza, será el ciclo de su capacitación y podrá ofre
cerle los medios para liberarse económicamente.
El ingreso a este ciclo, cuyos lincamientos gene
rales esbozaremos en el siguiente capítulo, no puede
determinarse con 1111 criterio fijo de acuerdo a la edad
o a los años de estudios primarios, quedando supedi-
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nino.
A su vez este ciclo tendrá siempre como fin el
continuar la educación del hombre, haciéndole posee
dor de una fuente de recursos espirituales que darán
empleo a su energía no simplemente para ganarse la
vida, sino para gozar ampliamente la alegría de vivir.
X
Las crisis decisivas de la vida de los
hombres se hallan siempre, conforme al
ritmo natural del desarrollo, más allá
de la escolaridad primaria.
E duard S pranger
W a i ,do Frank
E duard S pranger
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:a e s c u e l a rural QUE EL URUGUAY n e c e s i t a
7— J
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oportunidades de trabajo a millares de jóvenes en una
institución denominada Cuerpo de Conservación Civil
y esa campaña que fué completada con programas edu
cacionales, inculcó hábitos de trabajo y de confianza en
sí mismos, a millares de jóvenes que se encontraron
con ánimo necesario para hacer frente a la lucha por
la vida. Cuando en ciertas regiones había demanda de
operarios determinados, se especializaba a los más ap
tos para esas tareas y se les conseguía el trabajo ne
cesario. Los demás eran ocupados en construcción de
represas, de caminos y en la limpieza y cuidado de bos
ques. Se les asignaba treinta dólares al mes, de los cua
les sólo se les pagaban cinco, enviando el resto a sus
familias. Fué esta una iniciativa de enorme importan
cia y trascendencia que convirtió un socorro eventual,
en organización permanente del Gobierno.
Las razones que determinan el límite de la fun
ción educadora de la escuela son sobre todo económicas
y no responden a una realidad intrínseca del desarro
llo individual como lo prueba la variedad de criterios
adoptados en distintos países para fijar el límite de la
obligatoriedad de la enseñanza. La psicología nos dice
que se hace muy necesaria la educación en la adoles
cencia, porque definido el “ yo” el individuo encuen
tra mayores dificultades para adaptarse a las formas
de convivencia que la sociedad actual le exige.
La educación deberá, pues, prolongar el ciclo pri
mario completándolo con enseñanzas que preparen al
joven para desempeñarse en la vida
Este ciclo estará adaptado a la vida de la re-
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V
Toda obra de arte verdaderamente dig
na de ese nombre es el bien más lleno
de sentido y rico de enseñanzas, no so
lamente por lo que representa en cier
to modo en su faz puramente intelec
tual, sino también y sobre todo por la
emoción que produce.
Paul G a u t ie r
S ig m u n d F reud
*
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J
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Toda creación artística es armoniosa y su armo
nía es efectiva y no lógica; tiene unidad a pesar de la
multiplicidad de medios, formas o figuras que emplee,
porque la síntesis es anteriormente realizada por la per
sonalidad del artista que sólo busca formas de expre
sión para su unidad interior. El arte debido a la pro
yección en un plano elevado, de los más grandes deseos
del hombre, es en sí una forma de perfeccionamiento
„ y crea entre el artista y el público una vinculación en
base al insconsciente que encuentra expresión en sím
bolos concordantes.
En tal sentido todo artista es un educador. Des
entraña del inconsciente personal o colectivo las ten
dencias capaces de desprender al individuo del mo
mento en que vive, para orientarlo en la afirmación
de ideas necesarias para el progreso humano, logran
do así un equilibrio entre lo que se vive y lo que
se sueña.
El arte, por estas razones, es un medio educativo
espiritual de gran valor, y la comprensión, goce y crea
ción artística deben estar comprendidas en todo plan
educacional.
Lo que la naturaleza ofrece de bello y lo que el
hombre ha creado, debe acercarse al hombre de nues
tros campos para llevarlo a vivencias estéticas de enor
me valor educativo y socializador. Si la emoción es
tética, en el decir de Ortega y Gasset, desarrolla hor
monas psíquicas que dan gran vitalidad al espíritu, de
bemos brindar esas emociones en nuestra campaña por
las formas más accesibles al pueblo: la música y el tea*
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La educación en uso en una sociedad
determinada y considerada en un mo
mento determinado de evolución, es un
conjunto de prácticas, de modos de
obrar, de costumbres, que constituyen
hechos perfectamente definidos y po
seen la misma realidad que otros he-
chos sociales.
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W . B ev Eridge:
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superación económica de los pueblos, si la vida indi
vidual no está enriquecida por la educación.
Existe en general una tendencia equivocada a iden
tificar educación con escuela. Seguramente es debido a la
multiplicación de las unidades escolares y a la poca im
portancia que se acuerda al proceso educativo que se cum
ple después de la niñez. Esta posición equivocada se
pone de manifiesto cuando se plantea el problema de la
escuela rural, porque en realidad el contenido concep
tual que se da a ese problema, es mucho más amplio
que el que dice relación con la escuela, queriendo com
prender en él toda la obra educativa a cumplirse en
nuestra campaña. Esto es evidente ya que hay que con
quistar para la civilización a toda la población rural.
Hasta la fecha se ha pensado que el organismo ca
paz de realizar esa misión era la escuela, pero ésta, aun
cuando pretenda ampliar su radio de acción, resulta in
adecuada para modificar la realidad actual.
Observando lo que es la escuela primaria en la
sociedad rural, comprendemos fácilmente que apena*
modifica en una ínfima parte la acción refleja del me
dio. Ha escrito Bouglé: “ Opongamos las raras leccio
nes de la escuela a las incesantes de la vida y a los
profesores propiamente dichos, los preceptores de que
hablaba Helvetius, que son los amigos y las lecturas
y la forma de gobierno bajo la cual se vive, la condi
ción social a que se pertenece y las condiciones socia
les del medio, así como todos los azares de la existen
cia. Entonces se comprenderá que la zona luminosa es
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