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Arturo Andrés Roig. Las morales de nuestro tiempo: un reto para las nuevas generaciones.

Lo primero que tenemos que preguntarnos es para que se escribe este texto. Se escribe para reorganizar la vida
humana, sobre requerimientos éticos para reformular la eticidad en base a la moral subjetiva. La relevancia de esta
propuesta no es por mero afán académico, sino que está acorde al horizonte mundial y las cuestiones que conciernen
a la *razón práctica.
*[Crítica de la razón pura (razón teórica/ razón práctica) nos dirá que la actividad racional no se limita al conocimiento
de objetos, sino que también necesitamos saber cómo hemos de obrar, cómo ha de ser nuestra conducta.
La razón tiene no sólo tiene una función intelectiva, sino también una función moral. Hay una correspondencia con la
segunda pregunta: ¿Qué debo hacer?
La razón teórica entonces va a responder la pregunta: ¿cómo conocer las cosas?, y la razón práctica va a responder a la
pregunta: ¿cómo debe ser la conducta humana? (Vale agregar que no se trata de dos razones, sino de los usos de la
razón)
A la razón práctica le interesan los principios que han de moverlos a obrar para que su conducta sea racional y, por
tanto, moral.
La ciencia (razón teórica) se ocupa de “lo que es”; la moral (razón práctica) se ocupa de “lo que debe ser”. La razón
teórica formula juicios teóricos-objetivos, como el siguiente juicio: “El calor dilata los metales”. La razón práctica
formula imperativos o mandamientos, como el “No matarás”, “No desearás la mujer de tu prójimo”, “no maldecirás a
Kant”, etc.]
La moral organizada actual está ligada al Egoísmo Racional, propio del neoliberalismo. Sin embargo, también existe una
contraposición entre el egoísmo racional y el humanismo principista. El humanismo principista está ligado a la política
de derechos, propia de las Naciones Unidas de 1948. Así mismo, hay una tercera moral, denominadas las morales
filosóficas. Por debajo de estas 3 morales están los movimientos sociales, movimientos sociales que según Ernst Bloch
son una suerte de “Justicia desde abajo”, justicia desde abajo que de acuerdo a Roig la va a caracterizar como “Moral
emergente”. En esta moral emergente hay un conflicto entre la moral subjetiva y las formas de eticidad, conflicto que
podemos entender como “el duro trabajo de la subjetividad en su lucha por una liberación respecto de una cultura
opresiva”.
Organizar la conducta humana es distinto desde las exigencias del mercado y del régimen de acumulación de capital, y
desde el régimen de una política que tiene en cuenta el mundo de las necesidades. Friedrich Von Hayek, conocido
teórico de la moral del Egoísmo Racional, así como del denominado Capitalismo Salvaje, dio una conferencia en la
Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1957. Ahí dijo que hay que organizar la sociedad no sobre la justicia
distibutiva, sino desde la justicia conmutativa. [Definición de justicia conmutativa: la justicia conmutativa se da entre
personas, se regula por el derecho conforme al principio de igualdad entre lo que se da y se recibe, a la vez su finalidad
social ya que ayuda con la paz y el bienestar de una comunidad y esto contribuye a satisfacer las necesidades de las
personas. Es la igualdad o equilibrio en el intercambio de bienes. Ejemplo: no sería justo si una persona vende su carro
y le pagan con un par de zapatos, el valor de los bienes que se intercambian es una condición básica para que el
intercambio sea justo.] Según Hayek la justicia distributiva lleva a la opresión totalitaria.
La moral del espíritu de la solidaridad es incompatible con la moral del individualismo liberado de compromisos
sentimentales con la humanidad. Claro, yo utilizo la naturaleza y al ser humano para mis fines. Como en Bangladesh,
donde hay una grave precarización laboral, junto con una gran contaminación ambiental, todo para sustentar la urgente
necesidad de ropa en occidente. Estas ideas pegan fuerte en ciertos sectores con poder económico, entrando en
colisión, o en conflicto con las morales de los ideales del Humanismo Principista.
Al año siguiente de la Declaración Universal de los dd.hh, la constitución argentina de 1949 incluyó los derechos de
trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación y la cultura”. Lo mismo aconteció en la constitución de
1994, incluyendo todos los derechos declarados por las Naciones Unidas de 1948 en adelante. Una se pregunta: ¿para
qué todo esto? ¿para qué tanta preocupación de integrar los DD.HH. en las constituciones? La moral que contienen, y
esta pregunta, solo se pueden responder teniendo en cuenta, lo que Roig denomina como “problemáticas de las
necesidades”.
El movimiento social de la moral de la emergencia, tiene en uno de sus ejes básicos la categoría de la “dignidad
humana”, relacionándose estrechamente con las “problemáticas de las necesidades”. Sin embargo, hay un conflicto
presente entre la moral del Egoísmo Racional y la moral del Humanismo principista. Este conflicto tiene su origen en la
“moral emergente”, que Bloch llamará “Justicia desde abajo”. Para Roig implica un “rescate de la subjetividad” como
reformulación de nuevos niveles de eticidad. [Roig hace un rescate de la subjetividad porque ahora es el sujeto, el
individuo, el ciudadano, el que “tomará la palabra”, y quien querrá tomar decisiones directas en el espacio público. Así,
la muerte de George Floyd despierta y devela el conflicto imperante en estados unidos, conflicto como el racismo, la
consecuente criminalización y persecución de la gente no-blanca, como afrodescendientes o chicanos. Este conflicto
busca “reformular” el ethos estadounidense. Este conflicto pone en duda los argumentos de la eticidad estadounidense,
crea otros argumentos, más válidos, fundamentados y llevados a una praxis comunitaria]
La moral emergente es una praxis moral, es una razón práctica en ejercicio. Pero la moral emergente no es
autosuficiente, sino que se sirve de la “Historia de las ideas”, o del saber historiográfico. ¿Qué tarea cumple el saber
historiográfico en la moral emergente? Le da una ampliación metodológica, a la vez que le permite reconstruir el difuso
mundo de la moral emergente. ¿Por qué hablamos de una ampliación metodológica? “(…) Aquí se trata del pensar dado
en la misma praxis social, expresado espontáneamente y sin pretensiones teóricas, por sectores de población femenina,
campesina, indígena, negra o mestiza, proletariado industrial, sectores de los suburbios, clases medias empobrecidas,
niños arrojados a la calle y la masa, en nuestros días creciente, de desocupados y parados”. Población abandonada a
las exigencias del sistema capitalista, el que privilegia el aumentar la riqueza en pos del detrimento de la vida humana,
desconociendo que la verdadera riqueza es la vida humana misma, y no solo la vida humana a secas, si no la vida
humana digna. Este pensamiento se manifiesta en “actitudes conductuales significativas”, que leídas desde una teoría
del discurso contiene un “poder de decodificación de las estructuras ideológicas dominantes”: a las cuales se les ha
impuesto una “eticidad”, o se la pretende reformar (en la medida en que su control social se ve debilitado) [Un ejemplo
para entender esto es: “Ya no hay futuro” de los jóvenes, o el “para qué votar si son todos los políticos los mismos”. El
segundo de ellos, esta conducta no responde a una des-politización, sino que responde a un rechazo a la lógica
democrática al servicio del neoliberalismo. No implica ser a-político, sino que hay una importancia por ejercer la política
antes que lo político institucionalizado, que viene a ser sinónimo de podredumbre, corrupción o de falsas promesas.
Vemos en esta aparente despolitización el germen de argumentos anti-autoritarios, o al menos argumentos que buscan
alternativas políticas para cambiar el curso del mundo]
La virtud moral del E° de Bienestar es la solidaridad; la virtud moral del actual E° de malestar es el egoísmo racional y la
fragmentación de las comunidades humanas. Si echamos un ojo a la historia, vemos que esta fragmentación de las
comunidades no es nueva, como tampoco lo es la moral emergente, la cual ha generado tan variadas formas de disenso.
La problemática actual del Humanismo principista es que se puede quedar en una simple exposición de derechos, que
no siempre es así. Digamos que le hace falta un pequeño empujón para pasar a la acción. Las morales filosóficas le dan
esto, pues estas justifican y fundamentan la categoría moral de la Dignidad Humana. ¿Cuál es el objeto de todo
filosofar? DAR RAZÓN. Filosofar es la puerta de entrada que nos pasar de las buenas intenciones (del humanismo
principista) a su encarnación en una praxis. Esta tarea, el filosofar por sí sólo no es suficiente, pero sin ella ninguna tarea
podría desempeñarse de manera eficiente. Tarea que le compete a las morales filosóficas.
Las morales filosóficas alcanzan el nivel de teoricidad que la moral emergente no tiene. Las morales filosóficas
coadyuvan en favor de la efectivización de los derechos, no quedándose en su mera declaración. La moral filosófica
analiza a la filosofía moral en sus grandes manifestaciones, dadas en la historia humana.
En esta búsqueda hay un nuevo regreso a Kant. No al de la “Crítica de la razón pura”, sino al de la “Metafísica de las
costumbres”. ¿En qué consiste esta nueva aproximación? 1° Distinción entre moralidad y legalidad. 2° El formalismo de
Kant no fue tan formal, o la valides y sentido del imperativo categórico. En la metafísica de las costumbres se dice que
“(…) aquello de que debemos obrar de tal modo que tomemos a la humanidad, tanto en nuestra persona como en la
de cualquier ser humano, al mismo tiempo como un fin y nunca solamente como un medio”
Es una formula revolucionaria, que exige una transmutación de los valores. Puesta en contexto en nuestras sociedades
capitalistas, el uso instrumental del ser humano es ley para el Egoísmo Racional. Muguerza observa que esa fórmula
del imperativo implica DISIDENCIA, es más, la denomina IMPERATIVO DE LA DISIDENCIA. ¿Con todas estas
consideraciones que estamos haciendo? Lo que hacemos es “moral filosófica”, pero un filosofar más cercano a la moral
emergente de los pueblos.
¿Cuál es el valor que le da contenido a esta fórmula del imperativo categórico, o de la ética kantiana? Es la dignidad
humana. No podemos escindir la dignidad de las necesidades. Pues 1° la dignidad es lo primero que necesita el ser
humano para desarrollar su humanidad. 2° Esa dignidad es un principio ordenador y de sentido, tanto de las
necesidades en general, como de las satisfacciones de las mismas.

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