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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias de la Salud


Licenciatura en Cirujano Dentista

Farmacología Odontológica
“ANTIMICROBIANOS”

Dr. Daniel Alberto Salazar Hernández

ANTIMICROBI
Alumno: Oscar Ramón Pedroza Campos

ANOS
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3. Quinolonas
4. Antibióticos β-lactámicos
5. Tetraciclinas
6. Derivados del nitrobenceno
7. Aminoglucósidos
8. Antibióticos polipeptídicos
9. Glucopéptidos
10. Nitroimidazoles
11. Derivados del ácido nicotínico
12. Antibióticos poliénicos
13. Derivados azólicos
B. Por su mecanismo de acción
1. Inhiben la síntesis de la pared celular
2. Provocan filtraciones por las membranas celulares
3. Inhiben la síntesis de proteínas
4. Inhiben la DNA girasa
5. Interfieren con las funciones del DNA
6. Interfieren con la síntesis del DNA
7. Interfieren con el metabolismo intermedio
C. Por el tipo de microorganismos contra los que actúan
1. Antibacterianos: penicilina, aminoglucósidos, eritromicina.
2. Antifúngicos: griseofulvina, anfotericina B, ketoconazol.
3. Antivirales: aciclovir, amantadina.
4. Antiprotozoos: cloroquina, metronidazol.
5. Antihelmínticos: metronidazol, pirantel, niclosamida.
D. Por su espectro de actividad.
1. De espectro reducido
2. De espectro amplio

La distinción inicial entre antibióticos de espectro reducido y amplio


espectro ya no es clara. Hoy existen agentes con todos los rangos intermedios,
como penicilinas de espectro amplio, nuevas cefalosporinas, aminoglucósidos y

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fluoroquinolonas. Sin embargo, los términos “espectro reducido” y “amplio
espectro” siguen usándose.

E. Por el tipo de acción


Principalmente bacteriostáticos: Sulfamidas, Tetraciclinas,
Eritromicina, Clindamicina
Principalmente bactericidas: Penicilinas, Cefalosporinas,
Metronidazol, Rifampicina

Algunos agentes principalmente bacteriostáticos pueden volverse bactericidas


en concentraciones elevadas. Por otra parte, algunos bactericidas solo pueden ser
bacteriostáticos en ciertas circunstancias

F. Por su origen
 Obtenidos de hongos: penicilinas, cefalosporinas
 Obtenidos de bacterias: polimixina B, titrocina, colistina
 Obtenidos de actinomicetos: aminoglucósidos, tetraciclinas,
macrólidos.

PROBLEMAS QUE SURGEN CON EL USO DE AGENTES


ANTIMICROBIANOS

1. Toxicidad
a) Irritación local: aparece en el sitio de administración. Las características
son irritación gástrica, dolor y formación de abscesos en el sitio de una
inyección intramuscular y tromboflebitis en la vena usada para el
acceso. Casi todos los agentes antimicrobianos son irritantes,
especialmente la eritromicina, las tetraciclinas, ciertas cefalosporinas y
el cloranfenicol.
b) Toxicidad sistémica: prácticamente todos los agentes antimicrobianos
tienen una toxicidad dependiente de la dosis y predecible. Los distintos
antimicrobianos presentan una toxicidad característica.
Algunos tienen un índice terapéutico alto, es decir que se puede
administrar hasta 100 veces la dosis efectiva sin producir daño en las

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células del huésped. Entre estos se hallan las penicilinas, las
cefalosporinas y la eritromicina.
Otros tienen índices terapéuticos bajos, de manera que la dosis tiene
que ser individualizadas y se debe estar pendiente de cualquier efecto
tóxico, por ejemplo:

Aminoglucósidos: toxicidad renal y sobre el octavo nervio craneal


(vestibulococlear).

Tetraciclinas: daño renal y hepático, efecto anti anabólico.

Cloranfenicol: depresión de la médula ósea.

2. Reacciones de hipersensibilidad

Prácticamente todos los agentes antimicrobianos pueden causar reacciones de


hipersensibilidad. Estas son impredecibles y están relacionadas con las dosis. Van
desde erupciones cutáneas hasta shock anafiláctico. Los agentes que más
habitualmente desencadenan estas reacciones son las penicilinas, las
cefalosporinas y las sulfamidas.

3. Resistencia a los antimicrobianos

La resistencia es la falta de respuesta de un microorganismo a un agente


antimicrobiano y es similar al fenómeno de tolerancia observado en los
organismos superiores.

Resistencia natural. Algunos microorganismos siempre han sido resistentes a los


agentes antimicrobianos porque carecen de un proceso metabólico o del sitio
diana afectado por un agente en particular. En general es un grupo o una especie
característica. Este tipo de resistencia no impone ningún problema clínico
significativo.

Resistencia adquirida. Es el desarrollo de resistencia a algún agente


antimicrobiano por parte de un microorganismo (que previamente era sensible)
como producto del uso de ese agente. Esto puede suceder con cualquier microbio
y es un problema clínico importante. Pero el desarrollo de resistencia depende del

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microorganismo y del agente. La resistencia puede desarrollarse por mutación o
por transferencia de genes.

Mutación. Es un cambio estable y genéticamente heredable que aparece de


forma espontánea y al azar en los microrganismos. No es inducida por los
microorganismos. La mutación y la resistencia pueden ser:

a) De un solo paso. Una sola mutación genética puede conferir un alto grado
de resistencia: surge rápidamente.
b) De múltiples pasos. Interviene diversas modificaciones genéticas: la
sensibilidad disminuye gradualmente. A veces la adquisición de resistencia
por mutación se acompaña de una disminución de la virulencia.

Transferencia de genes (resistencia infecciosa) de un microorganismo a otro


puede aparecer:

a) Por conjugación. El contacto sexual mediante la formación de puentes o


pilos sexuales es común entre los bacilos gramnegativos de la misma
especie o diferentes. Esto puede involucrar el intercambio de DNA
cromosómico o extracromosómico. El gen que transporta la resistencia se
transfiere solo si también esta presente otro factor de transferencia de
resistencia. Se produce con frecuencia en el colon donde entran en
contacto directo una gran variedad de bacilos gramnegativos.
b) Por transducción. Es la transferencia de genes que transportan resistencia
por medio de bacteriófagos. El factor R es absorbido por el fago y
transferido a otra bacteria a la cual infecta. Ciertos tipos de resistencia a la
penicilina son mediados por fagos.
c) Por transformación. Las bacterias resistentes pueden liberar DNA portador
de resistencia en el medio y dicho DNA puede ser adquirido por otro
microorganismo sensible, que comienza a no responder al antimicrobiano.

Una vez adquirida la resistencia por cualquiera de los mecanismos


mencionados se vuelve prevalente a causa de la presión de selección de un
agente antimicrobiano usado con frecuencia, es decir, que la presencia del

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antimicrobiano proporciona la oportunidad para que una subpoblación resistente
se desarrolle a expensas de la población sensible. Los microorganismos
resistentes pueden tolerar el agente, destruirlo o tornarse impermeables a este.

Resistencia cruzada. Se denomina así a la adquisición de resistencia a un


agente antimicrobiano que confiere resistencia a otro agente antimicrobiano al cual
el microorganismo no ha sido expuesto. Esto se ve más comúnmente entre los
fármacos química o mecánicamente relacionados, por ejemplo, la resistencia a
una sulfamida significa resistencia a las demás y la resistencia a una de las
tetraciclinas significa insensibilidad a todas las demás. Esta resistencia cruzada a
menudo es completa. La resistencia cruzada puede ser bidireccional o
unidireccional.

Prevención de la resistencia a los agentes antimicrobianos. Es de extrema


importancia clínica impedir el desarrollo de resistencia a los agentes
antimicrobianos. Las medidas que deben adoptarse son:

No usar antimicrobianos de manera indiscriminada o inadecuada ni


prolongar indebidamente su administración. Esto disminuye la presión de
selección y las cepas resistentes tienen menos posibilidades de
propagarse.
Elegir los antimicrobianos de acción rápida y selectiva (espectro reducido)
cada vez que sea posible. Los agentes de amplio espectro deben indicarse
solo cuando no es posible usar uno determinado o cuando no es apropiado.
Optar por una combinación de antimicrobianos cada vez que se deba
indicar un tratamiento prolongado.
Las infecciones por microorganismos que desarrollan resistencia deben ser
tratadas intensamente.
4. Sobreinfección

La sobreinfección es la aparición de una nueva infección como resultado del


tratamiento antimicrobiano. Casi todos los antimicrobianos causan alguna
alteración en la flora microbiana normal del organismo. La flora normal contribuye
a la defensa del huésped mediante la elaboración de sustancias llamadas

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bacteriocinas que inhiben a los microrganismos patógenos. Además, en general
los patógenos deben competir con la flora normal por los nutrientes para
prevalecer. La falta de competencia puede permitir que hasta un componente
normalmente no patógeno de la flora que no es inhibido por el agente tratante
prevalezca e invada. Cuando mas intensa se la supresión de la flora normal,
mayormente serán las posibilidades de desarrollo de una sobreinfección. A
menudo se asocia con el uso de antibióticos de amplio espectro.

Las sobreinfecciones son mas comunes cuando las defensas del huésped están
comprometidas, como en:

La corticoterapia
Las leucemias y otras neoplasias.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
La agranulocitosis
La diabetes y el lupus eritematoso sistémico.

Los sitios donde se produce sobreinfección son los que normalmente albergan
microrganismos comensales: orofaringe, aparatos respiratorio, digestivo y
urogenital y ocasionalmente la piel. En general las sobreinfecciones son más
difíciles de tratar. Para disminuir la incidencia de sobreinfecciones:

a) Usar agentes antimicrobianos específicos (de espectro reducido) cuando


sea posible.
b) No emplear antimicrobianos para tratar infecciones triviales, autolimitantes
o intratables (como la virosis)
c) No prolongar innecesariamente la antibioticoterapia.
5. Enmascaramiento de una infección

Un tratamiento corto con antimicrobianos puede ser suficiente parta tartar una
infección, pero solo suprime en forma transitoria otra contraída de manera
concurrente. La segunda infección quedará oculta al principio y se manifestará
más delante de una manera mucho mas grave. Ejemplos son:

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a) La sífilis enmascarada por una sola dosis de penicilina que es suficiente
para curar la gonorrea.
b) La tuberculosis enmascarada por un curso corto de estreptomicina para
tratar una infección respiratoria trivial.

ELECCIÓN DE UN AGENTE ANTIMICROBIANO

Después de haber establecido la necesidad de usas un antimicrobiano


sistémico en un paciente después de determinar que la enfermedad se debe a una
infección tratable y que no es probable que se resuelva por si sola o con la
aplicación de mediad locales, debe elegirse el agente adecuado entre un número
grande de fármacos disponibles. La elección depende de las peculiaridades del
paciente, el microorganismos y el fármaco.

Factores del paciente

1. Edad. Puede afectar la cinética de muchos agentes antimicrobianos.


2. Funciones hepática y renal. Debe de tenerse cuidado y modificar las
dosis de los antimicrobianos cuando los órganos para su eliminación están
enfermos.
3. Factores locales. Las condiciones prevalentes en los sitios de infección
afectan en gran mediad la acción de los antimicrobianos. (presencia de pus,
secreciones, material necrótico, hematomas, diminución del pH en el sitio
de infección, barreras).
4. Alergias a los fármacos.
5. Deterioro de las defensas del paciente.
6. Embarazo. Deben evitarse en el embarazo debido al riesgo para el feto.
7. Factores genéticos.

COMBINACIÓN DE ANTIBIÓTICOS

Los objetivos de utilizar combinaciones de antimicrobianos son:

1. Conseguir un sinergismo.
2. Reducir la gravedad o la incidencia de efectos adversos

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3. Evitar la aparición de resistencia
4. Ampliar el espectro de la acción antimicrobiana

Desventajas de las combinaciones de antimicrobianos.

1. Fomentan un uso incidental mas que basado en el diagnostico de las


infecciones y la elección racional de los agentes antimicrobianos.
2. Aumentan la incidencia y la variedad de efectos adversos. La toxicidad de
un agente puede ser favorecida por otro.
3. Aumentan la posibilidad de sobreinfecciones.
4. Si se usan dosis inadecuadas de agentes no sinérgicos puede aparecer
resistencia.
5. Aumenta el costo del tratamiento.

USO PROFILÁCTICO DE ANTIMICROBIANOS

El empleo de agentes antimicrobianos para evitar la aparición de una


infección o para suprimir una infección circunscrita antes de que se vuelva
clínicamente manifiesta. Es habitual que se administren antimicrobianos de
manera profiláctica, pero en muchas circunstancias esto puede ser oneroso,
cuando no verdaderamente prejudicial. La diferencia entre tratar y prevenir las
infecciones es que el tratamiento esta dirigido contra un microorganismo infectante
en un paciente en particular, mientras que la profilaxis a menudo se realiza contra
todos los microrganismos capaces de causar infección.

La profilaxis antimicrobiana es muy efectiva cuando se dirige contra


microrganismos específicos. Por otra parte, cuando se intenta evitar las
infecciones en general, la profilaxis antibiótica a menudo no cumple su propósito y
hasta puede resultar perniciosa porque aumenta la posibilidad de infecciones
resistentes. No es posible evitar todas las infecciones en todas las personas. El
uso de antibióticos para evitar la invasión bacteriana secundaria en las infecciones
virales del aparto respiratorio superior, para cubrir una cirugía electiva limpia o un
parto, y para impedir la infección respiratoria en pacientes inconscientes entra en
esta categoría.

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Aunque el merito de la profilaxis antibiótica en ciertas situaciones de alto riesgo
ha sido cuestionado, se aplica a menudo en algunos casos:

a) Heridas sucias contaminadas


b) El cateterismo, la instrumentación y la doscopía de las vías urinarias.
c) Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, para evitar las exacerbaciones
agudas.
d) Pacientes inmunocomprometidos.
e) Infecciones de las heridas quirúrgicas

Profilaxis antimicrobiana en ODONTOLOGÍA

Está justificada en dos circunstancias:

 Prevención de la infección local de la herida


 Prevención de una infección distante (endocarditis bacteriana)

En pacientes predispuestos después de procedimientos odontológicos.

FRACASO AL
TRATAMIENTO
ANTIMICROBIANO
Las infecciones constituyen uno de las principales causas de
morbimortalidad en la población. La elección del tratamiento empírico es una de
las decisiones más habituales para cualquier médico responsable de su atención.
Además, esta primera decisión puede tener consecuencias en cuanto al
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pronóstico del paciente o provocar un incremento de los costes asociados al
proceso. Esta revisión intenta resumir cuáles son los aspectos que pueden
provocar el fracaso al tratamiento antibiótico considerando aspectos
microbiológicos, farmacológicos, del perfil del paciente y del control del foco
infeccioso. Además, se establecen una serie de recomendaciones para minimizar
este riesgo, desde el punto de vista de la precisión diagnóstica del foco y de la
etiología, la estratificación adecuada de la gravedad del paciente, el conocimiento
de los aspectos farmacocinéticos y farmacodinámicos de los antibióticos y el
control, quirúrgico o mediante radiología intervencionista, del foco infeccioso.

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