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Reflexiones 90 (1): 87-104, ISSN: 1021-1209 / 2011

¿CUÁL ES EL APORTE DE LA PSICOLOGÍA DENTRO DE LA ATENCIÓN


DE LA SALUD EN COSTA RICA?

WHAT IS THE CONTRIBUTION OF PSYCHOLOGY TO HEALTH CARE


IN COSTA RICA?

Benjamín Reyes Fernández1


benjarfe@yahoo.com
benjamin.reyesfernandez@ucr.ac.cr
1
Maestría en Psicología Clínica y de la Salud, Sede
Rodrigo Facio, Universidad de Costa Rica
Fecha de recepción: 10 marzo 2010 - Fecha de aceptación: 15 setiembre 2010

Resumen

La Psicología de la Salud está apenas empezando en el contexto costarricense. El presente artículo expone
conceptos y teorías de la Psicología que pueden contribuir a la atención de la salud en Costa Rica de
forma profesional y científica. Para ello, se revisan nociones como la de Psicología de la Salud, salud,
niveles de prevención y de atención, así como una serie de teorías Psicológicas que contribuyen a explicar
los procesos de salud y enfermedad. Finalmente, se reflexiona sobre de qué forma pueden aplicarse estos
aportes en el contexto costarricense.
Palabras Clave: Psicología de la Salud, niveles de atención de la salud, conductas en salud y enfermedad,
adherencia al tratamiento, personalidad, estrés y manejo del dolor.

Abstract

Health Psychology is just beginning in Costa Rican context. The present article reviews some theoretical
aspects from Psychology that can contribute to the health care in a scientific and professional way. For
doing this, concepts about health, Health Psychology, prevention and health care levels, and some specific
psychological theories are reviewed. Finally, it is discussed the way in which these contributions could be
applied for the health care in Costa Rica.
Key Words: Health Psychology, health care levels, health and illness behavior, treatment adherence,
personality, stress and pain management.

Desde principios de los años 80, la Aso- el conjunto específico de contribuciones educativas, cientí-
ciación Estadounidense de Psicología ha recono- ficas y profesionales de la disciplina de la Psicología para
cido como definición de Psicología de la Salud la promoción y mantenimiento de la salud, la prevención,
la propuesta por Matarazzo en 1980, ligeramente tratamiento e identificación de los correlatos diagnósticos
modificada. Según esta, consiste en y etiológicos de la salud, la enfermedad y las disfunciones

1. Maestría en Psicología Clínica y de la Salud, Sede


Rodrigo Facio, Universidad de Costa Rica.
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relacionadas, y para el análisis y mejoramiento de políticas 2004/1962) o programas de investigación (Laka-


públicas y sistemas de cuidado de la salud (Matarazzo, 1982, tos, 1978/1992), entonces suponemos que el desa-
p. 22, 23, traducción libre por Benjamín Reyes).
rrollo de los aportes de la Psicología a la atención
de la salud sigue un proceso en el que los funda-
Esta puede dividirse en los siguientes mentos teóricos o conceptuales y metodológicos
componentes: (1) la Psicología y sus distintas guían la formulación de intervenciones que, a
contribuciones, (2) el concepto de Salud y los de su vez, deben ser evaluadas. Estas evaluaciones
promoción de la Salud, prevención, diagnóstico y guiarán, eventualmente, a cuestionamientos y
tratamiento, (3) la organización de políticas públi- cambios en las teorías o programas que las inspi-
cas y los sistemas de cuidado de la salud. raron y a la formulación de nuevas teorías. Es por
En Costa Rica, todavía no existe un “perfil ello que para reflexionar sobre los aportes de la
de profesional en Psicología de la Salud” en las Psicología a la atención de la salud se empiezan
distintas instituciones que conforman el sector revisando aspectos conceptuales y teóricos. No
salud. Por ello, el presente artículo se propone obstante, se puede pretender que primero existen
revizar algunos aportes teóricos de la Psicología experiencias de intervención que luego se irán
que se podrían “materializar” o “aplicar” en analizando para permitir que emerjan las teorías
los distintos niveles de atención del sistema de (Strauss y Corbin, 1998; MacCannn y Clark,
salud en el país, y ayudar a formar ese perfil 2003). En cualquier caso, deben haber productos
profesional. teóricos comunicables de una generación a otra
que eventualmente se puedan someter a prueba.
¿De dónde provienen los aportes de la
Psicología a la Salud? La inserción de la Psicología dentro del
ámbito de la salud
La definición de Psicología de la Salud
mencionada anteriormente señala que ésta con- Desde la constitución de la OMS (1946),
siste en el conjunto de contribuciones de dicho las definiciones de salud siguen un modelo biop-
campo a la salud; estas pueden provenir de distin- sicosocial. Como es conocido, ésta la define como
tas subdisciplinas; es decir, la Psicología Educa- “un estado de completo bienestar físico, mental y
tiva, la Psicología Social o la Psicología Clínica, social, y no solamente la ausencia de afecciones o
entre otras, pueden generar aportes. Estos tam- enfermedades” (p. 1). No obstante, a nivel teórico
bién pueden ser generados por investigadores o y metodológico, no se tiene claridad sobre cómo
profesionales quienes trabajan propiamente en el se integran o interactúan los aspectos biológicos,
ámbito de la salud. Sin embargo, independiente- los psicológicos y los sociales entre sí.
mente de su procedencia, todas las contribuciones Existe una serie de definiciones posterio-
deben ser repensadas y puestas a prueba. res a la de 1946 de la OMS que posee ventajas
El conocimiento de la Psicología, como sobre aquella. Así, por ejemplo, San Martín (1989,
el de cualquier ciencia, no es conocimiento aca- citado por Roales-Nieto, 2004) considera que la
bado. Por tanto, los distintos aportes producidos salud “…es un conjunto complejo y dinámico
están siempre sujetos a revisión, como hacen integrado por las condiciones biológicas, ecológi-
Duberstein y Masling (2000), que reinterpretan cas, sociológicas, económicas, culturales y expe-
el patrón de conducta tipo A desde el Psicoanáli- rienciales, que se expresa en diferentes grados a
sis, o como hace Eysenck (1988), que reevalúa el lo largo de un continuo” (p. 94).
caso de “Anna O” de Freud. Consecuentemente, La salud como continuo, expresable en
los aportes de la Psicología a la salud deben ser grados, en vez de un estado absoluto, es una idea
revisados de forma constante y crítica, pues esta interesante, pues permite contemplar la posibili-
es una ciencia en evolución. dad de que lo entendido como salud incluya cierto
Si la concebimos como una ciencia com- nivel de morbilidad. Este autor incluye también
puesta por un conjunto de paradigmas (Khun, aspectos como los ecológicos, económicos y cul-
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turales, no incluidos en la definición original de con el propósito de parar o revertir el problema.


la OMS (1946). En el nivel terciario de prevención, se encontra-
Al concepto de salud de San Martín habría rían aquellas acciones que procuran contener o
que agregarle dos aspectos. Primero, debe consi- retardar el daño de una condición ya adquirida,
derarse que es interpretada históricamente, de tal prevenir la discapacidad o rehabilitar al paciente.
manera que lo que hoy consideramos como salu- En contraposición, la Promoción de la Salud
dable, mañana, ante mayores estándares, puede consiste en aquellas acciones realizadas para incre-
ser considerado como enfermo. Por ejemplo, si mentar los niveles de salud de personas saludables.
actualmente consideramos “normal” la presencia En este sentido, una cosa sería prevenir y tratar
de arrugas en personas de cierta edad, el mañana la enfermedad, y otra potenciar la salud (para un
estas podrían ser consideradas como “anorma- mayor detalle, revisar Roales-Nieto, 2004). No obs-
les”. El segundo aspecto que habría que agregar tante, el término de Promoción de la Salud también
sería la dimensión psicológica. Este autor habla puede entenderse, según la Carta de Ottawa de la
de lo experiencial en la salud, pero lo psicológico OMS (1986), como los esfuerzos para proporcionar
no se agota en lo experiencial. a los pueblos de los medios necesarios para mejo-
Aunque la concepción de salud de San rar su salud y ejercer un mayor control sobre esta.
Martín es muy enriquecedora, genera muchos Dicha Carta menciona cinco áreas estratégicas: (1)
retos. ¿Cómo se relacionan entre sí lo ecológi- la construcción de políticas públicas saludables,
co con lo económico, o lo experiencial con lo (2) la creación de entornos favorables a la salud,
biológico? ¿Deben unificarse las disciplinas que (3) el fortalecimiento de la acción comunitaria,
estudian lo sociocultural con las que estudian lo (4) el desarrollo de aptitudes personales y (5) la
psicológico y las que estudian lo biológico, para reorientación de servicios de salud (Restrepo y
conformar una sola Ciencia de la Salud? Quizá Málaga, 2002). Tomando en cuenta que la salud-
la unificación de las disciplinas sea prematura enfermedad es un continuo, concebir la Promoción
e innecesaria, pero las definiciones de la OMS de la Salud como algo substancialmente distinto de
(1946) y de San Martín (1989) estimulan, por lo la prevención de la enfermedad es difícil de soste-
menos, el diálogo interdisciplinario. ner. Necesariamente, cuando se potencia la salud
Según lo expuesto hasta este punto, puede se está evitando o combatiendo la enfermedad, y
afirmarse que la Psicología de la Salud recoge cuando se lucha por mejores condiciones sociales
los aportes de distintas subdisciplinas y teorías para prevenir o incluso atender la enfermedad, se
psicológicas hacia la salud. A su vez, el área de está promoviendo la salud.
la salud es multidimensional (biológica, social, Aparte de los niveles de prevención, los
cultural, ambiental, económica, psicológica), por sistemas de cuidado de la salud suelen organi-
lo que los aportes deben entrar a dialogar con los zarse en tres niveles de atención. Según Starfield
aportes de otras disciplinas. (2001), la clasificación de la atención de la salud
Ahora bien, los aportes de la Psicología en tres niveles es hecha por primera vez por Lord
a la salud se concretan o aplican en sistemas de Dawson of Penn, quien en 1920 describe el sis-
salud y políticas públicas que suponen una serie tema de salud de Reino Unido. De acuerdo con
de conceptos y una forma básica de organización. Ayala, Carvajal, Cercone y Arce (1999), en Costa
Dentro de ellos están los términos de Promoción Rica, cada uno de los niveles atención se entiende
de la Salud y los niveles de prevención y de aten- de la siguiente manera:
ción de la salud
Los niveles de prevención son descritos - Nivel primario: corresponde a los servicios
por Last (1998) de la siguiente manera. La pre- básicos de salud para acciones de promoción
vención primaria consiste en las acciones o medi- de la salud, prevención de la enfermedad, cu-
das que se toman para evitar una enfermedad o ración y rehabilitación de menor complejidad.
lesión. La prevención secundaria, por su parte, Principalmente, se encargan de este nivel los
incluye las acciones tomadas para identificar y CEN-CINAI, los EBAIS, las Unidades Móvi-
tratar tempranamente una enfermedad o lesión les Médicas y ciertos tipos de clínicas.
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- Nivel secundario: apoya al nivel primario personas realizan conductas de salud o conductas
mediante la prestación de servicios preventi- preventivas de la enfermedad. Los modelos más
vos, curativos y de rehabilitación con grado difundidos actualmente son fundamentalmen-
variable de complejidad y especialidad. Co- te cognoscitivistas, aunque tengan influencias
rresponde a este nivel principalmente los hos- de corrientes teóricas como la conductista o la
pitales generales (regionales y periféricos). Gestalt. Cada modelo cuenta con cierto grado de
- Nivel Terciario: está conformado por los ser- soporte empírico y su aplicación en el ámbito de
vicios preventivos, curativos y de rehabilita- la salud depende de la organización y la voluntad
ción de mayor especialización y complejidad. política dentro de cada entidad dentro del ámbito
Los hospitales nacionales y los hospitales es- de la salud.
pecializados son los que se encargan de brin- Por su potencial aporte innovador a la
dar estos servicios. Salud Pública, a continuación se dará énfasis a la
exposición sobre los modelos explicativos de las
Finalmente, como lo señala Vargas (2006), conductas de salud y enfermedad. Posteriormen-
la Atención Primaria de la Salud (APS) es un te, se hará una breve revisión de otros aportes de
concepto distinto al de primer nivel de atención. la Psicología a las Ciencias de la Salud, como
Más que un nivel de atención o un conjunto de son el concepto y las teorías sobre la adherencia
actividades, la APS es una filosofía que impregna al tratamiento, la relación entre personalidad y
la atención de la salud y una estrategia organi- enfermedad, el estrés y la psiconeuroinmunolo-
zativa. Siguiendo a la Declaración de Alma-Ata gía, y el manejo del dolor.
(OMS, 1978), la APS es la asistencia sanitaria
esencial basada en métodos y tecnologías prác- Modelos explicativos de las conductas de
ticos, que es puesta al alcance de todos los indi- salud y enfermedad.
viduos y familias de la comunidad mediante su
plena participación, a un costo que la comunidad Modelo de Creencias en Salud (MCS).
y el país pueden soportar. Implica un espíritu de Cómo lo indican Cabrera, Tascón y Lucumí
autodeterminación y autorresponsabilidad. Está (2001), el MCS se construyó a partir del apor-
integrada al sistema de salud, y es su núcleo. te de múltiples autores, quienes se inspiraron
Busca el desarrollo social y económico de la en propuestas teóricas referidas a la motiva-
comunidad, y es el primer contacto de individuos, ción y percepción del individuo. Los princi-
familias y comunidad con el sistema de salud, pales fueron Hochbaum, Kegeles, Leventhal y
llevando la salud a las personas. Rosenstock (Grynwald, 2004). Según Rosenstock
La propuesta de este artículo es que los (1966/2005), el MCS distingue dos tipos de varia-
distintos aportes teóricos de la Psicología pue- bles que determinarían la conducta de salud: (1)
den traducirse en actividades y estrategias de el estado psicológico de preparación para realizar
intervención concretas para promover la salud, una acción específica y, (2) la amplitud con la
o prevenir, identificar y atender la enfermedad que se crea que un curso de acción en específico
dentro de cada uno de los tres niveles de atención. es beneficioso, como un todo, para reducir la
Los aportes teóricos que se revisarán constituyen amenaza.
una pequeña muestra de posibles contribuciones Con respecto al estado de preparación, hay
desde la Psicología a la salud. dos dimensiones que lo definirían: a) el grado en
el que un individuo se siente susceptible de con-
Aportes teóricos de la Psicología al traer una condición de salud en particular (sus-
ámbito de la Salud ceptibilidad percibida) y b) la amplitud con la que
este individuo siente que contraer esa condición
Los aportes que la Psicología como cien- tendría serias consecuencias para él (severidad
cia puede realizar al ámbito de la salud son percibida).
abundantes. Dentro de estos se encuentran algu- Tanto la percepción de susceptibilidad
nos modelos que pretenden explicar porqué las como la percepción de severidad proveen fuerza
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que guía hacia la acción. No obstante, la direc- inquietudes sobre cómo cuantificar los niveles de
ción de la acción es influida por creencias sobre preparación para la acción, sobre qué niveles de
la efectividad de las alternativas conocidas dis- estabilidad y confiabilidad tienen las creencias,
ponibles. Una acción tenderá a ser vista como sobre cómo se generan y modifican las creencias,
beneficiosa si se relaciona subjetivamente con la y sobre la necesidad de diseños experimentales
reducción de la susceptibilidad de uno o la serie- de investigación.
dad de una enfermedad. El MCS retoma los conceptos de Kasl y
Ahora bien, además de creer que un curso Cobb (1965, citado por Rosenstock, 1966/2005)
de acción es efectivo, un individuo puede creer de conducta de salud y de conducta de enferme-
que este tiene barreras, como que la acción sea dad. La conducta de salud sería cualquier activi-
costosa, displacentera, dolorosa o inconveniente. dad realizada por una persona que cree que esta
Esto puede ser conflictivo pues el individuo está sana, con el propósito de prevenir la enfermedad
simultáneamente motivado para llevar a cabo la o detectar la enfermedad en una etapa asintomá-
conducta y para evitarla. También puede suceder tica; en tanto que la conducta de enfermedad sería
que existan alternativas disponibles que se con- cualquier actividad realizada por una persona la
sidere tienen la misma eficacia, ante lo cual hay cual se siente enfermo, con el propósito de definir
evidencia de que el individuo podría intentar ale- su estado de salud y de descubrir el remedio con-
jarse de la amenaza mediante actividades que no veniente. Ambas definiciones utilizan la enfer-
la reducen realmente, o bien puede suceder que medad como concepto clave, lo que revela que el
se incremente el temor y la ansiedad (Rosenstock, MCS, pese a su nombre, es más un modelo para
1966/2005). la prevención y tratamiento de la enfermedad que
Una variable que completa el modelo es la un modelo para la promoción de la salud.
de los disparadores de la acción. Aunque el nivel
de preparación (susceptibilidad y severidad) pro- Teoría de la Acción Razonada y Teoría
vee fuerza para actuar y la percepción de bene- de la Conducta Planeada. Según Reyes (2007),
ficios (menos las barreras) provee un curso de la Teoría de la Acción Razonada (TAR) es pro-
acción preferido, la combinación de estos podría puesta por Fishbein y Ajzen en 1980. Para la
alcanzar un nivel de intensidad insuficiente para TAR, los seres humanos somos esencialmente
generar una acción externa. Pueden necesitarse racionales, y ello nos permite hacer uso de la
eventos disparadores para echar a andar el proce- información disponible para el ejercicio de las
so. Estos pueden ser internos o externos (Rosens- acciones o conductas emprendidas. La intención
tock, 1966/2005). de llevar a cabo una conducta sería el determi-
Una serie de señalamientos pueden hacer- nante inmediato de una acción. A su vez, la inten-
se a este modelo. Rodríguez (1995) menciona ción es función de la actitud hacia la conducta y
que la mayor parte de estudios sobre la eficacia de la norma subjetiva.
explicativa del modelo son retrospectivos, lo que Según Ajzen (1991), la Teoría de la Con-
no permite distinguir si la creencia existía antes ducta Planeada (TCP) es una extensión de la
o si se generó después de la conducta estudiada. TAR, que fue necesaria proponer para poder
También menciona que el modelo exige tomar en explicar las conductas sobre las cuales se tiene un
cuenta muchos factores y la relación entre estos incompleto control volitivo. Ajzen (1991) sostiene
para poder predecir la conducta. que las intenciones para realizar conductas de
Desde los primeros años del MCS, Rosens- distintos tipos pueden ser predichas con bastante
tock (1966/2005) había expresado inquietudes exactitud a partir de las actitudes hacia la conduc-
sobre cómo encajaría éste dentro del proceso ta, las normas subjetivas y el control conductual
de toma de decisiones, considerando que estas percibido. Estas intenciones, junto con la percep-
usualmente involucran una serie de etapas. Ade- ción de control conductual, darían cuenta de una
más, le preocupaba las definición operacional de considerable proporción de la varianza en la con-
las variables, que no siempre son entendidas y ducta real. Como puede observarse, la diferencia
medidas de la misma forma. También menciona básica entre la TAR y la TCP consiste en que la
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segunda incorpora el elemento del control con- confiables y válidas de los constructos es uno de
ductual percibido en dos partes del modelo: como los pasos críticos de esta teoría.
elemento a considerar en la formación de una Según Velicer, Prochaska, Fava, Norman
intención y cómo factor que participa para que y Redding (1998), el cambio se da en un proceso
una intención se transforme en acción. Esto sig- compuesto por varias etapas, las cuales son:
nifica que la conducta depende de la motivación
(intención) y de la habilidad (control conductual) 1) La precontemplación: la gente no tiene in-
(Ajzen, 1991). tenciones de realizar acciones en un futuro
Como regla general, entre más favorable cercano, usualmente medido como los próxi-
sea la actitud y la norma subjetiva con respecto mos seis meses. Las personas estarían en esta
a una conducta, y cuanto mayor sea el control etapa por su falta de información sobre las
percibido, más fuerte será la intención del indi- consecuencias de su conducta, o podrían estar
viduo de llevar a cabo la conducta en cuestión. desmoralizadas por su falta de habilidad para
Entre la intención de llevar a cabo una conducta cambiar en intentos anteriores.
y la ejecución de la conducta, media el factor del 2) La contemplación: la gente tiene la intención
control real sobre la conducta. Los recursos y de cambiar en los próximos seis meses. Las
oportunidades disponibles para la persona harían personas están más conscientes de los pros y
aumentar o disminuir las probabilidades de que contras del cambio. Esto puede producirles
una conducta se lleve a cabo. No obstante, aunque una profunda ambivalencia que puede hacer
para Ajzen (1991) el control real sea un factor que la gente se quede en esta etapa por perio-
clave, él lo sustituye en su modelo por el control dos largos de tiempo.
percibido, pues este es el que, en su criterio, le 3) La preparación: la gente tiene la intención de
corresponde estudiar a la Psicología. tomar acciones en el futuro inmediato, usual-
La TCP ha sido criticada por suponer que mente en el mes siguiente. Estas personas
el ser humano es racional. Se ha respondido a la tienen normalmente un plan de acción, como
crítica señalando que las creencias que proveen asistir a clases sobre salud, comprar un libro
fundamentos cognitivos para las actitudes pueden de autoayuda o hablar con su médico.
estar sesgadas (Ajzen y Fishbein, 2000). También 4) La acción: es la etapa en la que la gente ha he-
se ha respondido aclarando que aunque exista un cho modificaciones específicas externas en su
procesamiento racional de la información, esto no estilo de vida dentro de los pasados seis me-
significa que las actitudes se construyen de forma ses. Como la acción es observable, el cambio
consciente y deliberada. Ajzen y Fishbein (2000) de conducta ha sido equiparado con la acción,
creen que en la mayoría de los casos, las actitudes pero desde este modelo, la acción es solo una
se forman sin que existan esfuerzos deliberados, de las etapas del cambio conductual. Las per-
y lo llamado hábito es más bien una actitud cons- sonas deben lograr un criterio que los científi-
truida de forma no consciente. cos y profesionales consideren suficiente para
reducir el riesgo de enfermar.
El Modelo Transteorético. Este modelo 5) El mantenimiento: la gente trabaja para pre-
pretende integrar constructos claves de otras teo- venir la caída, pero no tienen procesos de
rías para estudiar el cambio de conductas (Veli- cambio tan frecuentemente como las perso-
cer, Prochaska, Fava, Norman y Redding, 1998). nas en acción. Se ven menos tentados a la
Se aborda especialmente el cambio intencional, recaída y crecientemente convencidos de que
que es aquel en el cual hay procesos de toma de pueden continuar con su cambio.
decisiones. Dentro del modelo se incluye tanto la
emoción, la cognición y la conducta, y se confía En una dimensión temporal, antes de que
en el auto-reporte, pues, como se ha demostrado la acción tenga lugar, se habla de intención
anteriormente, es un medio bastante exacto para conductual, después de que el cambio de con-
obtener información (Velicer, Prochaska, Rossi ducta ha tenido lugar, la dimensión conductual
y Snow, 1992). El desarrollo de medidas cortas, se conceptualiza en términos de duración de la
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conducta. Además, puede ocurrir la regresión, lo “evidencias”. Si las diferentes teorías presentan
que significa que el individuo vuelve a una etapa explicaciones contradictorias, y estas explicacio-
anterior. La recaída es una forma de regresión, nes están basadas en “evidencias”, pues deben o
desde la etapa de Acción o la de Mantenimiento bien reformularse las teorías o bien mejorarse la
a una etapa previa. metodología con la que se recogen e interpretan
Este modelo también propone una serie las “evidencias”.
de medidas intermedias de resultados que nos Los modelos expuestos páginas atrás
permitirían determinar cuando ocurre el cambio explican parte de los fenómenos que pretenden
mediante medidas dependientes. Por un lado, explicar, y en este sentido no dan cuenta de
cuenta con medidas sensibles al progreso a través “todas las evidencias”. Tampoco coinciden unos
de todas las etapas (Velicer, Rossi, Prochaska con otros en sus explicaciones, pues cada uno
y Di Clemente, 1996). Por otro lado también enfatiza unos factores y deja de lado otros, pese
incluye una serie de constructos que forman un a que los fenómenos abordados se traslapan. Por
espacio multivariado donde se incluyen: (1) un ejemplo, el cambio de la conducta del fumado lo
Balance de Decisión, (2) la Autoeficacia y la han intentado explicar tanto el MCS (Pederson,
Tentación, y (3) la Conducta Objetivo. Para una Wanklin, & Baskerville, 1984), como la TAR y
descripción de estos constructos, puede revisarse la TCP (Guo, Anderson Johnson, Unger, Lee, Xie,
Velicer, Prochaska, Rossi y Snow (1992). Chou, Palmer, Sun, Gallaher, & Pentz, 2007), y
Finalmente, el modelo también intenta el Modelo Transteorético (Everson, E. S.; Taylor,
decir cómo ocurre el cambio, para esto menciona A. H. & Ussher, 2010). Todos pretenden abordar
medidas independientes. Los procesos de cambio el mismo fenómeno (el retiro de la conducta de
son las actividades externas u observables e inter- fumado), y cuentan con “evidencias”, aunque los
nas o no observables que las personas usan para conceptos que usan no coinciden. Deben revisar-
progresar a través de las etapas. Diez procesos se, entonces, los modelos se incremente su poder
son mencionados por Velicer, Prochaska, Rossi explicativo.
y Snow (1992). Los primeros cinco son usados Otra limitación es la omisión o subestima-
principalmente en las transiciones tempranas de ción del papel de lo afectivo en las conductas en
etapas, y se denominan los Procesos Experien- salud. Como indican Holodynski y Friedlmeier
ciales. Los últimos cinco, llamados Procesos (2006), las emociones y sentimientos se asocian
Conductuales, son usados principalmente en las con ciertos grupos de expresiones, ciertos patro-
transiciones posteriores. Estos procesos son: (1) nes fisiológicos y ciertas tendencias de acción.
levantamiento de conciencia, (2) alivio dramático, Por su relación con las tendencias de acción, las
(3) reevaluación ambiental, (4) liberación social, emociones deben de jugar un papel en las conduc-
(5) auto-reevaluación, (6) control de estímulos, tas de salud y de enfermedad. No obstante, estos
(7) relaciones de ayuda, (8) contra-condiciona- modelos abordan escasamente lo afectivo.
miento, (9) administración de refuerzos, (10) Debe señalarse, además, que las teorías
auto-liberación. Estos diez procesos tendrían psicológicas expuestas tienden a ser psicolo-
importancia a la hora de diseñar estrategias de gistas, o a limitarse a lo psicosocial. Esto entra
intervención (para mayor detalle, consultar a en contradicción con el modelo biopsicosocial
Velicer, Prochaska, Rossi y Snow, 1992). de la salud. Por ejemplo, aunque Ajzen (1991)
reconoce la importancia del control real sobre
Limitaciones de los Modelos Explicativos la conducta como un factor a tomar en cuenta
de las conductas de salud y enfermedad. para poder explicarla, termina afirmando que a la
Psicología lo que interesa es el control percibido.
La Ciencia, y en particular la Psicología, De esta manera, se enfatiza la dependencia que
se generan desde distintos marcos conceptuales la conducta en salud tiene de factores subjetivos,
y desde muchos escenarios empíricos y con- obviándose el papel de los factores objetivos.
textuales. En los distintos contextos y mediante Tampoco sabemos cómo las culturas ayudan a
distintos marcos conceptuales, se han generado configurar tanto los factores subjetivos como
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objetivos relacionados con el control conductual, a los mismos factores a los cuales están sujetas
o la interacción de este con lo biológico. las demás conductas de salud, y lo que habría
que hacer es averiguar el peso explicativo que
Adherencia al tratamiento tendría cada uno de los factores para cada tipo
de conducta de adherencia dentro de un contexto
No existe una teoría única y específica específico.
sobre la adherencia. Además, aunque el término De las teorías mencionadas las cuales han
“adherencia” se ha usado principalmente para servido para el estudio de la adherencia al trata-
referirse al seguimiento que los pacientes hacen miento, ya se ha expuesto brevemente la MCS,
de las recomendaciones médicas y, principal- el Modelo Transteorético, la TAR y la TCP. Para
mente, farmacológicas, también se ha usado para brindarle al lector una breve idea de otros mode-
otros tipos de conductas, como la realización los usados, se exponen a continuación algunos
de actividad física (Parrott, Tennant, Olejnik, conceptos del Modelo de la Auto-Regulación y de
Poudevigne, 2008; Marcus, King, Bock, Borrelli la Teoría Cognitiva Social.
y Clark, 1998), la modificación de los estilos de Leventhal, Meyer y Gutmann (1980, cita-
vida y las conductas alimenticias (Murawski, dos por Clark y Becker, 1998) consideran que la
Milsom, Ross, Rickel, DeBraganza, Gibbons y auto-regulación soluciona el problema básico del
Perri, 2009) o el seguimiento de técnicas cogni- locus de control en la adherencia. La noción fun-
tivo-conductuales en el tratamientos de trastor- damental es que el individuo funciona como un
nos psicológicos (Mancebo, Pinto, Rasmussen y sistema de retroalimentación. Él o ella establecen
Eisen, 2008). metas conductuales, generan planes y responden
Abrams, Borelli, Shadel, King, Bock y a esas metas, y establecen criterios para monito-
Niaura (1998) tienen una concepción más amplia rear los efectos de sus respuestas. La información
sobre lo que es la adherencia, al incorporar no que reciben es usada entonces para cambiar las
sólo el grado en el cual un individuo se adhiere técnicas de afrontamiento.
a un tratamiento, sino también el grado en el que La Teoría Cognitiva Social proviene de
quien interviene se adhiere a un protocolo y pro- Bandura (1986, citado por Clark y Becker, 1998),
activamente alcanza a una población en específi- quien intenta explicar la conducta a partir de los
co. Al aporte de estos autores habría que agregar conceptos clave “incentivos”, “expectativas de
que el concepto de adherencia al tratamiento resultado”, y “expectativas de eficacia”. El cam-
suele suponer la presencia de una enfermedad, ya bio y mantenimiento de conducta son función
sea en estado inicial o avanzado. de las expectativas sobre las consecuencias de
Dentro de los modelos teóricos que inspi- realizar una conducta (expectativas de resulta-
ran el estudio de la adherencia al tratamiento se do), y de las expectativas sobre la habilidad de
encuentran el Modelo de Creencias en Salud y la uno para ejecutarla (expectativa de eficacia o
Teoría Cognitiva Social (Olsen, Smith, Oei, 2008; “auto-eficacia”).
Clark y Becker, 1998), la Teoría de la Acción Clark y Becker (1998) mencionan una
Razonada y la Teoría de la Conducta Planeada serie de estrategias para mejorar la adherencia y
(Parrott, Tennant, Olejnik, Poudevigne, 2008, el manejo de la enfermedad, estas incluyen: (1)
Clark y Becker, 1998), el Modelo Transteórico proveer información, (2) modificar las caracterís-
de Cambio de Conducta en Salud (van Leer, ticas del régimen y valorar las habilidades de los
Hapner y Connor, 2008; Basler, Bertalanffy, pacientes, (3) modificar las creencias en salud,
Quint, Wilke, Wolf, 2007), el Modelo de la Auto- (4) reforzar los elementos de la experiencia de
Regulación (Leventhal, Meyer y Gutmann (1980, tratamiento, (4) hacer una lista del apoyo familiar
citados por Clark y Becker, 1998) entre otros. y social, y (5) ampliar la relación profesional de
Esto resulta interesante, pues brinda luces a nivel la salud-paciente.
conceptual: la adherencia al tratamiento puede Las distintas estrategias mencionadas
ser considerada como una clase de conducta de deberían tener sustento en una sola teoría que
salud-enfermedad. En este sentido, estaría sujeta sea capaz de dar cuenta de la adherencia al
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tratamiento. Aunque cada una de las estrategias Psiconeuroinmulogía, estrés y emociones


puedan asociarse con cierta evidencia empírica
y con una o varias teorías, una que explique Ader (1981, citado por Daruna, 2004) fue
la totalidad del fenómeno permitiría reconocer el primero en usar el término psiconeuroinmu-
la importancia de cada factor en diversidad de nología para referirse a la creciente evidencia
pacientes y contextos y, en ese sentido, sería un sobre la intercomunicación entre el cerebro y el
enorme aporte para el diseño e implementación sistema inmunológico. Este autor señala que el
de intervenciones. interés por este vínculo puede ser rastreado en
los trabajos de Pavlov, quien se pregunta en 1926
si la respuesta inmune puede ser condicionada; y
Personalidad y enfermedad en los trabajos de Selye en 1930, quien habla de
Existen trabajos que pretenden identi- condiciones estresantes que tienen efectos endo-
ficar factores de la personalidad que estarían crinos e inmunológicos.
asociados con la incidencia o prevalencia de Dentro de lo que es estrés, se ha encontrado
determinadas enfermedades. El trabajo sobre relaciones de este con la presencia y desarrollo de
los tipos de personalidad y su relación con las enfermedades, ya sea tanto por vías fisiológicas
enfermedades empezaron en los años 50 del como por vías conductuales (estrategias de afron-
siglo XX alrededor del concepto de conducta tamiento) (véase, por ejemplo, Palesh, Butler,
tipo A (Friedman, 2008). Las inquietudes sobre Koopman, Giese-Davis, Carlson, Spiegel, 2007;
la relación entre personalidad y enfermedad Butow, Hiller, Price, Thackway, Kricker, Tennant,
han continuado hasta nuestros días. Por ejem- 2000; Schwerdtfeger, Schmukle, y Egloff, 2006,
plo, Emons, Meijer y Denollet (2007) hablan García de la Banda, Martínez-Abascal, Riesco y
de la personalidad tipo D, caracterizada por la Pérez, 2004). No obstante, los mecanismos fisio-
afectividad negativa y la inhibición social, que lógicos, cognitivos y conductuales asociados con
se relacionaría con el riego de padecer eventos estas relaciones deben ser estudiados con mayor
cardiacos. También hay trabajos que relacionan profundidad.
factores de la personalidad con la incidencia En particular, creemos que la relación
o con el curso del cáncer (Augustine, Larsen, entre factores emocionales, estrés, afrontamiento
Walker, Fisher, 2008). Pero la relación entre per- y sistema inmune merece especial atención. Den-
sonalidad y enfermedad no tiene una única vía. tro de los estudios sobre la relación entre las emo-
Como lo indica Friedman (2008), hay una com- ciones y la salud se encuentran conceptos clave
plejidad de factores y relaciones que deberíamos como el de regulación emocional (Mauss, Cook
tomar en cuenta. Más de un vínculo puede estar y Gross, 2007; Giese-Davis, Conrad, Nouriani y
causando una relación observada, pero la mayo- Spiegel, 2007) o el de la expresión de emociones
ría de estudios no pueden detectar estos posibles (Tops, van Peer, Korf, 2007; O’Cleirigh, Ironson,
vínculos. Reconocemos que muchos fenómenos Antoni, Fletcher, McGuffey, Balbin, Schneider-
son multidimensionales, mas esto sólo destaca man, Solomon, 2003). Son particularmente esti-
las limitaciones de los modelos construidos y mulantes los hallazgos de que la apertura emo-
de las metodologías usadas, usualmente enfoca- cional, tal y como es entendida por Pennebaker
dos en unos cuantos factores. Por ejemplo, una (2003), se asocian con la disminución de visitas
serie de factores fisiológicos entre personalidad, al profesional de la medicina, con la reducción de
cognición, conducta y enfermedad deben ser síntomas físicos auto-reportados y con la mejora
contemplados. Si intervenimos sobre la perso- del funcionamiento del sistema inmmune y el
nalidad, cuando un aspecto explicativo clave sistema autonómico.
sea, por ejemplo, la regulación glicérica, poco
se logrará si estas intervenciones no afectan Manejo del dolor
los niveles de glicemia. Es decir, es necesario
desarrollar modelos completos, con los factores El manejo del dolor es una de las áreas en
o variables intervinientes y sus resultados. las cuales la Psicología puede hacer sus aportes
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para la prevención o atención de la enfermedad. encuentran una adherencia del 65% en el primer
En el caso de algunas enfermedades crónicas, tipo de escenario y una adherencia del 79% en el
como fibromialgia, cáncer, osteoartritis, entre segundo. No obstante, hay aspectos por mejorar.
otros (Pérez-Pareja, Borrás, Sesé, Palmer, 2005; Por ejemplo, parece conveniente que los progra-
Zautra, Hamilto y Burke, 1999; Stephenson, mas para el manejo del dolor presten atención a
Swanson, Dalton, Keefe, y Engelke, 2007), el los procesos de valoración de este, para conocer
manejo del dolor puede ser uno de los elementos el impacto de las intervenciones y mejorarlas.
por considerar en el tratamiento y rehabilitación. En lo que es el nivel primario de atención
El manejo del dolor también es un aspecto para Otis, Macdonald y Dobscha (2006) destacan
tener presente cuando hay procedimientos quirúr- la necesidad de integrar la atención de la salud
gicos. Litt (1996, citado por Van Dorsten, 2006) mental con la atención de la salud física. Además,
señala que la ansiedad preoperatoria ha mostrado mencionan la necesidad de definir el proceso de
ser un predictor significativo de niveles de dolor intervención con el afán de maximizar el poten-
postoperatorios. Por tanto, intervenciones sobre la cial del escaso tiempo de intervención que ten-
ansiedad se hacen necesarias en estos casos. drían los clínicos en el primer nivel.
No obstante, los procedimientos utilizados
para manejar el dolor postoperatorio han parecido Aplicaciones para la atención de la salud
tener poco impacto (Apfelbaum, Chen, Mehta,
Gan, 2003 citados por Van Dorsten, 2006), A lo largo del presente artículo se ha
pues las personas siguen experimentando dolor sostenido que una Psicología de la Salud como
aunque exista educación y medicación para el tal es apenas incipiente en Costa Rica. No obs-
dolor. Esto significa que las intervenciones han tante, esto no es del todo cierto. Por un lado,
sido insuficientes y hace falta mejores teorías e los profesionales de la Psicología en el Sistema
intervenciones. de Atención de la Salud han realizado valiosos
Según Salle, Ginies, Perrouin-Verbe y y muy variados aportes al campo de la salud,
Ventura (2009), no existen datos sobre la eficien- principalmente desde la Psicología Clínica al
cia de modelos organizacionales para el manejo campo de la salud mental. Por otro lado, han
del dolor crónico neuropático por lesión de la existido esfuerzos en el plano académico, desde
espina dorsal. En el caso del dolor crónico en el incipiente artículo sobre Psicología Médica de
pacientes adultos con cáncer Brink-Huis, Van Adis (1974), o numerosos trabajos de tesis sobre
Achterberg y Schoonhoven (2008) señalan que contribuciones de la Psicología a la atención de
los distintos modelos para el manejo de éste la enfermedad somática (p. ej. Karkashian, 1992;
cuentan con evidencias de resultados positivos, Cuenca y Leiva, 2004; Sanabria y Vindas, 2001).
pero estas son metodológicamente débiles. Beck, No obstante, no es sino hasta el 2006 que, con la
Towsley, Berry, Lindau, Field y Jensen (2009), apertura de la maestría en Psicología de la Salud
por su parte, indican que la mayoría de pacien- en la Universidad de Costa Rica, se ha dado una
tes (75%) se sienten satisfechos con el manejo reflexión más enfática y consciente sobre los
del dolor, aunque siguen teniendo experiencias aportes de la Psicología al campo de la Salud,
dolorosas. Además, el comportamiento de los más consistentes con las definiciones de esta sub-
profesionales hacia ellos y la rapidez de la aten- disciplina, como la de Matarazzo (1982).
ción son considerados como claves en la relación Tomando en cuenta estos antecedentes,
profesional de la salud-paciente. el presente artículo invita a un proceso reflexivo
Pensar en el manejo del dolor como algo en el que se tomen en cuenta una diversidad de
absolutamente independiente de otras conductas aspectos teóricos. Las teorías y los elementos
y tratamientos es ilusorio. Por ejemplo, Håkon- conceptuales mencionados son en buena medida
sen, Strelec, Campbell, Hudson, Loennechen, aportes novedosos en el contexto de la discusión
(2008) mencionan la adherencia al tratamiento en académica y el ámbito profesional costarricense.
el manejo del dolor con pacientes de cáncer. Ellos En este trabajo, se ha revisado diferentes aportes
valoran la adherencia en hospitales y hospicios, y teóricos, a saber, 1) modelos sobre el cambio de
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conductas en salud, 2) teorías sobre adherencia como son las escuelas y los colegios, los centros de
al tratamiento, 3) la relación entre personalidad trabajo, los grupos religiosos, entre otros. A partir
y enfermedad, 4) la psiconeuroinmunología, y de estos modelos, se pueden diseñar campañas a
5) el manejo del dolor. Cada uno de estos aspec- ser difundidas mediante charlas, publicidad, entre
tos merecería una extensa revisión y discusión, otros. También, pueden abrirse espacios públicos
pues hay que considerar tanto el nivel teórico- para los “estilos de vida saludable”. Tomando
conceptual como el nivel de las intervenciones. en cuenta que en distintos niveles de atención la
Por ejemplo, la adherencia al tratamiento ha sido realización de una conducta se relaciona con la
abordada por una serie de investigaciones y tra- dificultad o facilidad de ejecutarla (Rosenstock,
bajos de graduación, enfocados principalmente 1966/2005), los espacios públicos “amistosos”
en la diabetes (Karkashian y Guerrero, 1992; con las conductas saludables incrementarían la
Abarca, 2004; Mejía y Umaña, 2000, Villalobos, probabilidad de que éstas se realicen. También
Brenes, Quirós y León, 2006). El manejo del pueden identificarse a grupos en riesgo y diseñar
dolor ha sido abordado tanto en intervenciones actividades y espacios específicos para éstos.
en albergues y clínicas del dolor, como en traba- Resultaría útil, por ejemplo, identificar
jos académicos (Solano, 2009, Pérez, 2010). Sin a las personas fumadoras de la comunidad y
embargo, temas como la psiconeuroinmunología, determinar en qué etapa del cambio estarían,
la relación entre personalidad y enfermedad y los siguiendo el Modelo Transteorético (Velicer, Pro-
modelos del cambio de conductas en salud han chaska, Fava, Norman y Redding, 1998). A partir
sido poco tratados. Estos conceptos pueden llegar de esta información, se planifican trabajos con
a dar aportes significativos si son transformados subgrupos específicos, y se le da seguimiento a
en estrategias de intervención. las personas en su búsqueda por un estilo de vida
Aún y cuando han existido aportes, es saludable. En este sentido, los profesionales en
necesario repensar estos a la luz de los concep- Psicología de la Salud también pueden colaborar
tos generales de Salud, Promoción de la Salud, con la adherencia al tratamiento de los pacientes
Atención Primaria de la Salud y Psicología de y estimular que el sistema de la salud sea más cer-
la Salud. Igualmente, es necesario desarrollar el cano a estos. A fin de cuentas, la atención prima-
concepto de Intervenciones Basadas en Teoría ria de la salud busca precisamente esto: acercarle
(Lippke y Ziegelmann, 2008), de tal manera que la salud a la comunidad. A las personas con dia-
se procure una mayor integración entre las inter- betes, por ejemplo, se les podría dar seguimiento
venciones y las bases teóricas y empíricas que sobre sus hábitos alimenticios. Se podrían hacer
aseguren su efectividad. capacitaciones a los profesionales de la salud del
Las teorías y conceptos revisados son sólo primer nivel para promover la buena comunica-
una pequeña muestra de posibles aportes de la ción y relaciones con los pacientes. Si trabajamos
Psicología a la atención de la salud. Estos aportes la adherencia desde la TCP, podríamos entonces
deben convertirse en estrategias de intervención identificar actitudes hacia la alimentación salu-
concretas dentro de un marco institucional. A dable, normas subjetivas y control conductual
partir de las teorías y conceptos expuestos, pue- percibido. A partir de esta información, se podría
den sugerirse algunas estrategias o actividades de decidir sobre cuáles de estas variables intervenir
los profesionales en Psicología en los tres niveles y cómo.
de atención. Identificar factores de la personalidad que
En el primer nivel de atención, se realizan pueden estar incidiendo en la salud de los pacien-
esfuerzos de promoción, prevención, tratamiento tes es otro aporte que brinda la Psicología a la
y rehabilitación con menores niveles de compleji- atención de la salud a nivel primario, o encontrar
dad (Ayala, Carvajal, Cercone y Arce, 1999). En qué estilos de afrontamiento tienen las personas
este, se pueden utilizar los modelos sobre con- ante las enfermedades. Si existen pacientes que
ductas de salud y enfermedad (MCS, TAR, TCP, por sus padecimientos tengan que lidiar con el
entre otros) dentro de entidades concretas que dolor, también será importante enseñar estrate-
tengan un papel estratégico en las comunidades, gias para su manejo.
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Todos estos procedimientos e intervencio- integración de Psicología a los distintos servicios,


nes deberían ser revisados para valorar su impac- tal y como lo describe Morales (1999).
to y efectividad. Deben promoverse prácticas que Los aportes teóricos expuestos en este artí-
ayuden a identificar cuáles son los resultados de culo también pueden traducirse en estrategias de
las intervenciones y a qué componentes específi- intervención específicas. Por ejemplo, tomando
cos de éstas se deben. Este tipo de información en cuenta la TCP, puede brindarse información
permitiría mejorar las intervenciones. Igualmen- a quienes han recibido un determinada inter-
te, debe estudiarse cuales son las necesidades en vención quirúrgica sobre aspectos psicosociales
salud de la población y, particularmente, cuál es que pueden asociarse con el tratamiento. Esta
el papel de los factores psicológicas en los pro- información puede ayudar a que las conductas
cesos de salud-enfermedad, pues esto permitirá protectoras de la salud sean evaluadas más posi-
diseñar estrategias adecuadas para promover la tivamente, o ayudar a incrementar la sensación
salud y para prevenir y tratar la enfermedad. de control sobre la enfermedad. Además, pueden
Lo anteriormente expuesto sobre los apor- realizarse intervenciones con familiares o perso-
tes del profesional de Psicología de la Salud en nas significativas para los pacientes, con el pro-
el nivel primario puede resumirse de la siguiente pósito de propiciar un ambiente de aprobación y
manera. Las y los psicólogos pueden diseñar apoyo hacia las conductas de salud que demanda
campañas y estrategias grupales para intervenir el tratamiento (la “norma subjetiva”, en términos
en las necesidades en salud de la comunidad, pue- de la TCP). Asimismo, podría intervenirse antes
den también realizar intervenciones individuales de los procedimientos médicos, para preparar a
o en pequeños grupos para atender necesidades los pacientes para estos.
específicas. De igual forma, pueden participar Todos estos procesos deben acompañarse
en actividades dirigidas hacia los propios profe- de evaluaciones. Por ejemplo, valorar brevemen-
sionales de la salud, para que estos mejoren su te el tipo de personalidad de la gente que está
servicio. Los anteriores procesos deberían tener llegando a un servicio puede ayudar a diseñar
referentes teóricos y ser evaluados. intervenciones específicas. Personas con el patrón
La caracterización de los posibles roles de conducta tipo A requerirán seguramente que
y aportes del profesional de la Psicología de la en charlas dirigidas a ellos se aborden temas que
Salud en el nivel secundario y en el nivel terciario les resulten pertinentes, como el manejo de la
requiere que se tomen en cuenta las problemáticas ansiedad o la adicción al trabajo. Para personas
psicosociales asociadas a la hospitalización. Las internadas por poco tiempo, pueden diseñarse
personas quienes llegan a atenderse a un hospital intervenciones breves, enfocadas en la apertura
usualmente tienen cierta condición de enferme- emocional y en las relaciones familiares.
dad. Aunque para tratarles puedan tomarse en El manejo del dolor, dependiendo del tipo
cuenta los modelos de conductas de salud y enfer- de enfermedad que tengan los pacientes, será un
medad, la situación es mucho más específica. aspecto que merecerá un seguimiento cercano
Muchos de los pacientes deben estar internados por parte de los profesionales en Psicología de la
en el hospital durante algún tiempo, por lo que Salud. En personas en los servicios de cuidados
se encuentran fuera de un ambiente familiar y paliativos el abordaje de este aspecto debe ir
en múltiples ocasiones esto les disminuye su acompañado de acompañamiento familiar y el
poder de decisión sobre asuntos cotidianos, pero manejo del duelo.
importantes en sus vidas. Las intervenciones Las diferencias en las tareas de las y los
variarían entonces según el tiempo que estén en psicólogos de la salud en el segundo y el tercer
los hospitales y según el tratamiento que reciban. nivel dependerán de los servicios que se brinden
Las y los psicólogos pueden intervenir fomen- en cada hospital. Desde los hospitales periféricos,
tando ambientes que empoderen a los pacientes. que están dirigidas a regiones específicas, se
Los profesionales de Psicología de la Salud pue- deberían diseñar e implementar actividades pre-
den aportar a diversos servicios hospitalarios, ventivas en coordinación con clínicas y EBAIS.
y no solo al de Psiquiatría. Esto supone una Es decir, los profesionales en Psicología deben
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coordinar esfuerzos entre los distintos niveles de las intervenciones psicológicas: el primer nivel
atención. de atención (EBAIS y clínicas) y los hospitales
El trabajo de los profesionales de la salud (segundo y tercer nivel de atención). En los tres
en cualquiera de los tres niveles deberá reali- niveles de atención, se puede realizar interven-
zarse en coordinación con profesionales de las ciones inspiradas en los distintos modelos sobre
áreas biológica y social, y con los funcionarios el cambio de conductas en salud, o en los aportes
administrativos. sobre adherencia al tratamiento, personalidad,
estrés, emociones, y manejo del dolor. Pero la
Consideraciones finales manera de traducir los aportes teóricos en inter-
venciones diferirá según el nivel de atención.
En este artículo, se ha tratado el tema de Aunque en todos los niveles se pueda realizar
los aportes de la Psicología a la atención de la trabajo individual y grupal, el acercamiento y
salud en Costa Rica. Por lo amplio de este, todo acceso a la población, así como el tipo de condi-
posible intento de abordarlo queda corto. Por ciones de salud variarán. En el primer nivel, se
ejemplo, un tema ausente es el de los aportes de realiza trabajo más comunal y se atiende o bien
la Psicología a la gestión del Recurso Humano en padecimientos menos complejos, o se da segui-
Salud. No obstante, más que agotar el tema, se ha miento a personas con alguna condición de salud
pretendido ejemplificar, mediante la exposición ya diagnosticada, pero desde su comunidad. En
de algunos modelos teóricos y contribuciones el segundo y tercer nivel de atención, se trabaja
conceptuales, posibles vías de desarrollo para con condiciones de enfermedad usualmente más
propuestas de intervención en los distintos niveles avanzadas, dentro del contexto hospitalario, lo
de atención de la salud. Aunque ha habido aportes que en algunos casos significa intervenciones
desde la Psicología Clínica y una serie de inquie- breves y efectivas, y en otros significa atención
tudes se han reflejado en trabajos universitarios prolongada.
e investigaciones, las concepciones de Psicología En cualquier caso, las intervenciones de
de la Salud, Salud, Promoción de la Salud y Aten- la Psicología en el ámbito de la salud deberían
ción Primaria obligan a repensar los aportes de la aprovechar la experiencia plasmada en teorías y
Psicología a la atención de la Salud en Costa Rica. constructos. Deberían a la vez permitir someter
Debe considerarse que la Psicología es una a prueba las teorías y los constructos, y ayu-
ciencia en evolución. En este sentido, los aportes dar a revisarlos y eventualmente modificarlos.
que brinda al ámbito de la salud dependen del Una evaluación de los supuestos detrás de las
momento de desarrollo en el que se encuentra. intervenciones conduciría hacia la mejora de las
Pero también dependerá del desarrollo y orga- intervenciones y hacia la adaptación de las inter-
nización del sistema de atención de la salud. En venciones a contextos y poblaciones específicas.
este artículo, también se ha revisado el concepto
de Psicología de la Salud. Se destacó que los Referencias bibliográficas
aportes de la Psicología a la Salud y (la preven-
ción, diagnóstico y tratamiento de) la enfermedad Abarca Molina, K. (2004). Manual cognitivo-
pueden provenir de las distintas subdisciplinas y conductual emocional para facilitar la
teorías psicológicas. En ese sentido, el ámbito de adherencia al tratamiento en personas
la Psicología de la Salud no está separado radical- con Diabetes Mellitus Tipo 2: guía para
mente del resto de la Psicología, sino que retoma profesionales en psicología. Tesis de
conceptos generales de la Psicología y los aplica Licenciatura en Psicología no publicada,
y pone a prueba en el campo de la salud. Ahora Universidad de Costa Rica.
bien, ese aporte de la Psicología a la Salud lo da,
entre otros escenarios, en los sistemas de atención Abrams, D. B.; Borelli, B.; Shadel, W. G.; King,
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