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ANTOLOGIA

DERECHOS
HUMANOS
UNIDAD 1:
TEORÍA SOCIAL
DE LOS
DERECHOS
HUMANOS
LA IMPORTANCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS PARA LOS MEXICANOS.
Los Derechos Humanos son elementos esenciales en la vida de cualquier
persona, pues fomenta su amplio desarrollo, brindándonos así garantías
ante la justicia, libertad de religión, de vivir en un ambiente sano, de forma
igualitaria; de vivir saludables y plenos. Es por ello, que es indispensable
conozcas a fondo cuáles son tus derechos, en qué consisten y cómo puedes
ejercerlos de forma libre. La defensa de los derechos humanos, nos
convierte en protagonistas y vigilantes de los mismos, es una acción
colectiva, un compromiso de transformación social, construyendo lazos que
fomenten la participación ciudadana ejerciéndolos.  Estos permiten a la
gente vivir con dignidad, igualdad, justicia, libertad y paz. Todas las
personas tenemos estos derechos simplemente porque somos humanos.
Están garantizados para todos, sin distinción de ningún tipo, ni por raza,
color, lenguaje, religión, inclinación política, sexo, opiniones diferentes,
nacionalidad u origen social, nacimiento, propiedad o cualquier otro status.
Los derechos humanos son esenciales para el desarrollo completo de los
individuos y también de sus comunidades. De acuerdo a las Naciones
Unidas “los derechos humanos aseguran que un ser humano sea capaz de
desarrollarse completamente y usar cualidades humanas como inteligencia,
conciencia y talento, para satisfacer sus necesidades, sean espirituales,
materiales o de otra índole”.
En la actualidad se habla mucho de los derechos humanos, pero en realidad
existe demasiado desconocimiento a pesar de que han existido desde hace más
de 50 años. Después de la Segunda Guerra Mundial en 1945, la ONU observó la
necesidad de que todo el mundo gozara de los derechos y libertades
fundamentales.
Teniendo en consideración que la dignidad es la base, los derechos humanos se
proclamaron el 10 de diciembre de 1948, en París, con el propósito de que fueran
respetados por los pueblos de la Tierra. Para reconocer la importancia que tienen
es necesario que primero sepamos que somos diferentes, esto no quiere decir que
exista alguien inferior a otro, al caso se pueden mencionar la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, los de la mujer y los de los niños. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos; tienen derecho a la vida,
a la libertad y a la seguridad; nadie será sometido a esclavitud o a tratos
inhumanos; todos son iguales ante la ley; no pueden ser desterrados; tienen
derecho a la libre expresión; a buscar asilo en cualquier país; a un trabajo, al
disfrute de su tiempo libre, a la educación. Y de igual manera, tienen deberes a la
comunidad. En nuestra sociedad existe una cultura discriminatoria hacia las
mujeres, con frecuencia existen abusos de poder o autoridad, los cuales pueden
causar daños psicológicos y patrimoniales. Por eso, tienen derecho a tomar
libremente decisiones que afecten su vida; tratar en paz asuntos que interesen a
ambos miembros de la pareja; compartir por igual las responsabilidades familiares;
expresar sus opiniones y necesidades; ser respetadas física, sexual y
psicológicamente; no ser humilladas, ridiculizadas o menospreciadas, ni en público
ni en la intimidad, etcétera. Los niños también cuentan con una serie de derechos
a efecto de que se les reconozca conforme a la ley: ningún menor de edad podrá
ser discriminado por razones de color, raza, sexo, idioma, religión, origen o
posición económica; todo menor tendrá derecho a gozar y disfrutar de libertad,
igualdad, dignidad y seguridad social; a gozar de salud, vivienda, alimentos,
educación y tener una familia; a ser protegidos contra cualquier tipo de abandono,
crueldad, explotación, maltrato y abuso sexual. Estos son a grandes rasgos el
contenido de cada una de las declaraciones que la gran mayoría no conocen,
motivo por el cual no se da la importancia total.

Historia y fundamentación de los derechos


Originalmente, los individuos tenían derechos sólo por pertenecer a un grupo,
como una familia o clase social. Entonces, en el año 539 a. C., Ciro el grande, tras
conquistar la ciudad de Babilonia, hizo algo totalmente inesperado: liberó a todos
los esclavos y les permitió volver a casa. Aún más, declaró que la gente tenía
derecho a escoger su propia religión. El cilindro de Ciro, una tablilla de arcilla con
estas proclamaciones inscritas, se considera la primera declaración de derechos
humanos en la historia. No cabe duda de que la Declaración Universal de los
Derechos Humanos es uno de los hitos fundamentales de nuestra historia. No en
vano, hablamos de un documento sin precedentes, en el que se establecieron los
derechos naturales de la dignidad humana, esos de los que toda mujer y todo
hombre han de poder gozar, independientemente del lugar del mundo en el que
vivan o hayan nacido.
Esta declaración, proclamada en París por la Asamblea General de la ONU el día
10 de diciembre de 1948, consta de 30 artículos y cuenta con traducciones para
más de quinientos idiomas.
Dicha declaración ha pretendido ser el faro que guiase los pasos de la Humanidad
desde aquel entonces. Sin embargo, casi setenta años después, parece que la luz
de ese faro está cada día más lejos de nuestros pasos.
Es imperativo que recuperemos el rumbo hacia aquella Humanidad que se soñó
París en 1948. Por tal motivo, queremos recordar su origen: pues “el humano que
olvida de dónde vino está condenado a repetir sus errores”.

El origen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Echando un vistazo amplio hacia la Antigüedad, podemos encontrar su primer
precedente en la conquista de Babilonia por parte de Ciro el Grande, en el 539 a.
C. En contra de todo pronóstico, Ciro liberó a la totalidad de los esclavos y
declaró la libertad religiosa, algo sumamente importante en aquella época.
El Cilindro de Ciro es considerado, de hecho, la primera Declaración de Derechos
Humanos de la Historia. Posteriormente, llegaron La Carta Magna (1215), que
establecía que el rey también estaba sujeto a la ley; y La Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), en la que se reconocía la
igualdad de todos los ciudadanos franceses ante la ley.
No obstante, si hacemos una búsqueda más estricta de los orígenes de la
Declaración Universal de 1948, debemos avanzar en la Historia hasta llegar a la
Segunda Guerra Mundial.
La violencia desatada en el periodo que abarca de 1939 a 1945 había dejado
incontables ciudades en ruinas por los continentes europeo y asiático. Millones de
personas (combatientes y civiles) habían muerto y otros tantos se habían quedado
sin hogar o estaban a punto de fallecer a causa del hambre. Por aquel entonces,
se aproximaba el final de la contienda: las fuerzas rusas cercaban la capital
alemana, que daba sus últimos coletazos tras haber sido bombardeada; por su
parte, la infantería de Estados Unidos todavía luchaba contra las fuerzas
japonesas en el Pacífico.
Era abril de 1945. Delegados de cincuenta países llegaron a la ciudad de San
Francisco con una meta llena de esperanza: crear un organismo
internacional que fuese capaz de promover la paz y evitar cualquier atisbo de
guerra futura.
Como resultado de aquella reunión, nació el Acta Constitutiva de la nueva
Organización de las Naciones Unidas; la cual entraría en vigor, finalmente, el 24
de octubre de ese mismo año.

1948: el año de la Declaración Universal de Derechos Humanos


La guerra había terminado y la nueva Comisión, bajo la presidencia de Eleanor
Roosevelt, había sido capaz de atraer la atención de todo el mundo. No en vano,
se estaba cociendo el documento que, poco después, se convertiría en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El 10 de octubre de 1948, esta declaración fue adoptada por Naciones
Unidas. En ella, los países miembros se comprometieron a proteger y promover
con firmeza los 30 artículos que la constituían (los cuales hacían mención a la
libertad, igualdad y justicia, en todas sus formas, lo que incluía la no discriminación
y los derechos a la seguridad social, a la protección contra el desempleo, a la
educación o al descanso, entre muchos otros).
Como consecuencia, muchos de los derechos que aparecieron por primera vez en
aquel documento forman hoy parte de leyes constitucionales de multitud de
naciones democráticas.

En defensa de los derechos humanos: ¿qué podemos hacer hoy?


A día de hoy, la pobreza es una triste realidad para tres cuartas partes de la
población mundial. Las guerras siguen desatándose a lo largo de todo el globo y
se cobran víctimas a diario. La libre circulación de personas y el derecho al asilo
están siendo cuestionados más cada día. Además, la mujer sigue sufriendo un
papel subalterno del hombre. No podemos dejar que los 30 artículos de la
Declaración Universal se conviertan en papel mojado. En ese sentido, en
organizaciones como Ayuda en Acción, estamos llevando a cabo proyectos
solidarios para ayudar a más de dos millones de personas, reivindicando los
derechos de todas y todos y llevando a cabo proyectos realistas y siempre
orientados al largo plazo.
En la actualidad, estamos presentes en 19 países y fundamentamos nuestro
trabajo en los siguientes ejes:
– La educación: garantizar el acceso y la calidad de la educación primaria y
secundaria.
– La salud, la cual abarcamos desde la alimentación, pero también desde la
higiene. Fomentamos proyectos de salud, saneamiento y suministro de agua
potable y prestamos apoyo al bienestar común y familiar.
– Desarrollar las economías locales, pues fortalecemos las capacidades locales
e incidimos en la formación y capacitación de la población.
– Creación de vínculos solidarios, ya que protegemos los derechos de la
infancia y promocionamos el fortalecimiento comunitario.
– Las labores de emergencia, dado que prestamos ayuda humanitaria en
trabajos de reducción y prevención de riesgos de desastres.
– Los derechos de las mujeres: empoderamiento y lucha firme contra la
violencia de género, mutilación genital y trata de mujeres.
No obstante, nuestra labor sería imposible sin el apoyo constante de
nuestros socios y colaboradores. Si tú también quieres ayudarnos a garantizar
el cumplimiento de los derechos humanos en aquellos lugares en los que más
lo necesitan, recuerda que puedes ser una persona solidaria sin salir de casa.
Pero, más allá de las donaciones por Internet, siempre puedes aportar tu granito
de arena en tu entorno más inmediato. Una iniciativa que te proponemos es el
voluntariado digital, una forma de ayudar a un mundo mejor desde la comodidad
de las redes sociales.

Iusnaturalista
El iusnaturalismo es un término que se compone de diversas teorías
jurídicas, y de los conceptos de ética y moral que se relacionan con la noción
de derecho natural y derecho universal.
La palabra iusnaturalismo deriva del latín ius-, que significa ʽderechoʼ, naturalis,
que se refiere a ʽnaturalezaʼ, y del sufijo -ismo, que significa ʽdoctrinaʼ.

Por tanto, el iusnaturalismo es una doctrina filosófica cuya teoría parte de la


existencia de una serie de derechos que son propios e intrínsecos a la
naturaleza humana.
Esta doctrina apoya la idea de que existe una serie de derechos que son propios
del ser humano, sin distinción alguna, y que son anteriores a los derechos
humanos y los derechos naturales establecidos como parte de un orden social.

Estos derechos se relacionan con la ética y la moral, entendidas como aquellas


normas de buenas costumbres que todos conocemos y debemos cumplir.

Asimismo, el iusnaturalismo afirma que las leyes positivas, aquellas que rigen las
normas de un Estado, también están relacionadas con el derecho natural que, de
una u otra manera, busca imponer el orden de la existencia humana y la justicia de
manera coherente.

Características del iusnaturalismo


A continuación, se presentan las principales del iusnaturalismo:

 Su objetivo es determinar las normas que pueden formar parte del derecho
como guía ética y moral.
 Esta doctrina del derecho parte de la naturaleza del ser humano en sí
mismo y de su racionalidad.
 Es inalienable, es decir, es superior y anterior a la creación del Estado.
 Busca el bienestar común.
 Es de carácter universal.
 Es inherente al ser humano sin distinción alguna.
 Por su naturaleza, estos principios no tienen que ser redactados ni
plasmado en un ordenamiento jurídico, como en el caso del derecho
natural.

POSITIVISTA.
El positivismo fue una de las más importantes corrientes filosóficas difundidas en
Europa a fines del siglo XIX e inicios del XX. Obtuvo protagonismo en el
denominado "debate epistemológico" -sostenido entonces entre los representantes
de las ciencias naturales y los de las ciencias del espíritu o ciencias humanas- al
pretender imponerles a éstas últimas el modelo de ciencia y el criterio de verdad
propio de las primeras, de marcado carácter empírico- formal.
Sostenía pues, entre otras cosas, que el único auténtico conocimiento o saber es
el científico y obtuvo sus fundamentos del modelo empírico-formal heredero de la
racionalidad moderna. Es decir, de los aportes de la visión de mundo de Galileo y
de la Ciencia Nueva y del racionalismo cartesiano.
Sus principales postulados se pueden resumir en:
1- Todos los saberes, todas las disciplinas debían confluir, en cuanto a
organización, en una sola ciencia: la física.
2- Todos los saberes, todas las ciencias debían trabajar operativamente con un
método único de investigación.
3- La realidad, lo real, "lo positivo", eran los objetos que aparecían ante el sujeto
cognoscente. La ciencia debía trabajar descubriendo la estructura causal de
dichos fenómenos y debía elaborar cadenas de enunciados formalizados que
constituyeran leyes y teorías lo más simples posibles, para dar cuenta de los
procesos acontecidos en el mundo de la naturaleza.
4- El conocimiento científico era objetivo, de acuerdo al modelo epistemológico de
marcado carácter empírico-matemático. Es decir, se valorizó y se incentivó la
confianza en la capacidad del hombre para conocer lo real, a través del desarrollo
de la ciencia, con prescindencia de la presencia de cualquier tipo de componente
subjetivo que pudiera intervenir en dicho proceso.
5- Se preconizó la idea de que el desarrollo y culminación de la ciencia positiva
era concomitante al progreso político, cultural y económico de la sociedad.
6- Se prefiguró una comprensión mecanicista y funcionalista de las organizaciones
y fenómenos sociales, de acuerdo al modelo epistemológico propio de las ciencias
naturales. De ahí el hecho de que la ciencia más importante fuera la sociología,
entendida como una ciencia física social.
UNIDAD II:
PROTECCIÓN
REGIONAL E
INTERNACIONA
L DE LOS
DERECHOS
HUMANOS
Unidad II: PROTECCION REGIONAL E INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS.

2.1 INTRODUCCION AL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS


HUMANOS.

¿Qué son los derechos humanos?


Los derechos humanos son derechos inherentes a
todos los seres humanos, sin distinción alguna de
raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua,
religión o cualquier otra condición. Entre los
derechos humanos se incluyen el derecho a la
vida y a la libertad; a no estar sometido ni a
esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y
de expresión; a la educación y al trabajo, entre
otros muchos. Estos derechos corresponden a
todas las personas, sin discriminación alguna.

Derecho internacional de los derechos humanos


El derecho internacional de los derechos humanos
establece la obligación de los Gobiernos a actuar
de una manera determinada o abstenerse de
emprender ciertas acciones, para promover y
proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los individuos o de los grupos.
Uno de los grandes logros de las Naciones Unidas
es la creación de una normativa integral sobre los
derechos humanos: un código protegido a nivel
universal e internacional al que todas las naciones
pueden adherirse y al que toda persona aspira. Las Naciones Unidas han definido
un amplio abanico de derechos aceptados internacionalmente, entre los que se
encuentran derechos de carácter civil, cultural, económico, político y social.
También han establecido mecanismos para promover y proteger estos derechos y
para ayudar a los Estados a ejercer sus responsabilidades.
Los cimientos de este cuerpo normativo se encuentran en la Carta de las
Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
aprobadas por la Asamblea General en 1945 y 1948, respectivamente. Desde
entonces, las Naciones Unidas han ido ampliando el derecho de los derechos
humanos para incluir normas específicas relacionadas con las mujeres, los niños,
las personas con discapacidad, las minorías y otros grupos vulnerables, que ahora
poseen derechos que los protegen frente a la discriminación que durante mucho
tiempo ha sido común dentro de numerosas sociedades.

2.2 PRINCIPALES INSTRUMENTOS JURIDICOS.


Dentro de un Estado constitucional
democrático de derecho, la materia
electoral se encuentra regulada por
diversos instrumentos jurídicos
organizados y coordinados a partir de una
ley fundamental o constitución. Estos
instrumentos son los siguientes:

Constitución del Estado. Norma jurídica


fundamental de carácter obligatorio y fuente
formal de validez de todo el sistema normativo de
un Estado. En ella se contienen las decisiones
básicas sobre la forma de Estado y de gobierno,
los derechos fundamentales y sus garantías, los
principios rectores de la materia electoral, los
requisitos para ser ciudadano sus derechos y
obligaciones, las características del sufragio, la existencia de partidos políticos, la
previsión de organismos electorales administrativos y jurisdiccionales, así como
las reglas básicas de tipo procedimental.
Tratados internacionales. Convertidos en
verdaderos promotores de los derechos
fundamentales, particularmente, de índole
político-electoral. Ley electoral. Es la norma
elaborada por el poder legislativo, congreso
o parlamento, en el que radica la
representación de la voluntad popular. En
este instrumento descansa la mayor parte
de la regulación electoral.

Precedentes judiciales. Son las resoluciones dictadas por los jueces y tribunales
al resolver los litigios que se les presentan en la materia electoral. En la actualidad
han alcanzado gran relevancia en virtud de la alta calidad de las sentencias y el
destacado papel relevante de los jueces en la vida institucional del Estado.

Acuerdos de autoridades electorales. Instrumentos complementarios de menor


jerarquía que expiden órganos especializados sobre aspectos primordialmente
administrativos y operativos.

Códigos de conducta. Son reglas pactadas entre los actores políticos tendentes
a favorecer el orden, la convivencia y el respeto, sobre todo, durante el desarrollo
de procesos electorales. Para exigir su cumplimiento suele acudirse al arbitraje.

2.3 SISTEMAS REGIONALES DE PROTECCION


DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Los sistemas regionales de derechos humanos, compuestos por instrumentos y
mecanismos regionales, desempeñan un papel cada vez más importante en la
promoción y protección de los derechos humanos a nivel mundial. Los
instrumentos regionales de derechos humanos (por ejemplo, tratados,
convenciones y declaraciones) ayudan a focalizar las normas y estándares
internacionales de derechos humanos, reflejando las preocupaciones particulares
de derechos humanos en regiones específicas. Los mecanismos regionales de
derechos humanos (por ejemplo, comisiones, relatores especiales y tribunales)
ayudan a implementar estos instrumentos en terreno. Actualmente, existen tres
sistemas regionales de derechos humanos establecidos en Europa, América y
África.

Europa

Los acuerdos regionales para la protección de los derechos humanos en Europa


son amplios. En ellos participan el Consejo de Europa, la Unión Europea y la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Cada una de estas
organizaciones intergubernamentales tiene sus propios mecanismos e
instrumentos regionales de derechos humanos. Algunos de los más antiguos y
desarrollados de éstos fueron creados por el Consejo de Europa, es el caso de
instrumentos tales como el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), la
Carta Social Europea y la Convención Europea para la Prevención de la Tortura y
Otros Tratos o Penas Inhumanos o Degradantes, junto a sus mecanismos
correspondientes, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Comité
Europeo de Derechos Sociales y el Comité Europeo para la Prevención de la
Tortura y los Tratos o Penas Inhumanos o Degradantes. El sistema europeo
también cuenta con una Comisión contra el Racismo y la Intolerancia y un
Comisario de Derechos Humanos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
que se encuentra en Estrasburgo, tiene jurisdicción sobre los Estados miembros
del Consejo de Europa que han optado por aceptar la jurisdicción facultativa de la
Corte. Una vez un estado ha aceptado tal jurisdicción, todas las decisiones de la
Corte con respecto a aquel son vinculantes. La Corte acepta las solicitudes de
casos de violaciones de derechos humanos tanto de individuos como de Estados.

América
En América existe un sistema regional de derechos humanos (el Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos) dentro de la
organización intergubernamental conocida como Organización de los Estados
Americanos (OEA). Al igual ocurre con el sistema de derechos humanos de las
Naciones Unidas, el Sistema Interamericano cuenta con una declaración de
principios (la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre
adoptada siete meses antes de la Declaración Universal), un tratado jurídicamente
vinculante, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, (la cual entró en
vigor en 1978), y mecanismos de implementación basados en la Carta y en
tratados (la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, respectivamente). El sistema basado en la
Carta se aplica a todos los Estados miembros de la OEA, mientras que el sistema
de la Convención es jurídicamente vinculante sólo para los Estados Partes en la
misma. Los dos sistemas se superponen e interactúan de varias maneras. La
Comisión Interamericana (con sede en Washington DC) fue establecida bajo la
Carta de la OEA (Capítulo XV) para promover y proteger los derechos humanos
en el hemisferio americano. Se compone de siete miembros independientes
(Comisionados) que sirven a título personal. Recibe peticiones individuales,
supervisa la situación de los derechos humanos en los Estados miembros y
aborda cuestiones temáticas prioritarias. La Comisión Interamericana ha creado
varias Relatorías, una Relatoría Especial y una Dependencia para vigilar el
cumplimiento por los Estados de los tratados interamericanos de derechos
humanos. Entre las relatorías existentes se encuentran: La Relatoría sobre los
Derechos de los Derechos de los Niños, la Relatoría sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de
Libertad, la Relatoría sobre los Trabajadores Migratorios y sus Familias, una
Relatoría sobre los Derechos de la Mujer Relatoría sobre los Derechos de los
Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial, Relatoría sobre Defensores
de Derechos Humanos y Relator Especial para la Libertad de Expresión. Esta
última es la única Relatoría Especial en la CIDH, lo que significa que el titular del
mandato está dedicado a tiempo completo al desarrollo de este encargo (los
demás mandatos están en manos de los Comisionados). En 2011 se creó una
Unidad de Derechos de Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales e Intersexuales.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (con sede en San José, Costa


Rica) tiene dos responsabilidades principales. En primer lugar, conocer los casos
que le presenten la Comisión o un Estado Parte de la Convención y juzgar si se ha
cometido o no una violación. La sentencia es vinculante para las partes y no
puede ser apelada, pero el sistema no prevé medios de ejecución de sus
decisiones. En segundo lugar, el Tribunal da opiniones consultivas, es decir,
interpretaciones de la Convención Americana u otros acuerdos internacionales
pertinentes a la protección de los derechos humanos en América. Todos los
Estados Miembros de la OEA, la Comisión y los órganos de la OEA, en forma
limitada, pueden solicitar a la Corte una opinión consultiva. Los Estados miembros
también pueden solicitar un dictamen sobre la compatibilidad de la legislación
nacional con los instrumentos internacionales.

África

El sistema regional africano de derechos humanos se ha establecido dentro de


una organización intergubernamental conocida como Unión Africana. El principal
instrumento regional de derechos humanos en África es la Carta Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos de 1981 y los principales mecanismos son la
Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la recién establecida
Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. La Carta Africana (que
entró en vigor en 1986) incorpora normas y principios universales de derechos
humanos, pero también refleja las virtudes y los valores de las tradiciones
africanas. Así, la Carta Africana se caracteriza por el concepto de relación
recíproca entre el individuo y la comunidad, vinculando derechos individuales y
colectivos. La Carta Africana estableció una Comisión Africana de Derechos
Humanos, ubicada en Banjul, Gambia. Se trata de un órgano cuasijudicial
compuesto por once expertos independientes encargados de promover y proteger
los derechos humanos y los derechos colectivos (de los pueblos) en todo el
continente africano (recibiendo informes periódicos de los Estados Partes sobre la
aplicación de las disposiciones de la Carta) e interpretar de la Carta Africana y la
considerar quejas individuales de violaciones de la Carta.
La Comisión Africana también ha establecido varios Mecanismos Especiales que
incluyen seis Relatores Especiales que supervisan, investigan e informan sobre
las denuncias de violaciones en los Estados miembros de la Unión Africana y once
grupos de trabajo, comités o grupos de estudio que supervisan e investigan las
cuestiones de derechos humanos de la Comisión. Los mandatos del Relator
Especial abarcan: Ejecución Extrajudicial, Sumaria o Arbitraria; Libertad de
expresión y acceso a la información; Defensores de los derechos humanos;
Prisiones y Condiciones de Detención; Refugiados, Solicitantes de Asilo,
Migrantes y Desplazados Internos; y Derechos de la Mujer. Los grupos de trabajo
abordan cuestiones específicas relacionadas con la labor de la Comisión Africana;
Poblaciones / Comunidades Indígenas en África; Derechos Económicos, Sociales
y Culturales; Derechos de las Personas Mayores y las Personas con
Discapacidades; la pena de muerte; Industrias Extractivas, Medio Ambiente y
Violaciones a los Derechos Humanos; Juicio justo; Y Comunicaciones. Por último,
existe un Comité para la Prevención de la Tortura en África; Un Comité para la
Protección de los Derechos de las Personas que Viven con el VIH; Y un Grupo de
Estudio sobre la Libertad Sindical. La Corte Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos se creó en 2004 tras la entrada en vigor de un Protocolo de la Carta
Africana sobre el Establecimiento de una Corte Africana de Derechos Humanos y
de los Pueblos. La Corte tiene jurisdicción sobre todos los casos y controversias
que se le presenten en relación con la interpretación y aplicación de la Carta
Africana, el Protocolo y cualquier otro instrumento pertinente de derechos
humanos ratificado por los Estados interesados.

2.4 LA PROYECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.

A partir de que México empieza a figurar en el


escenario internacional, mediante la suscripción de
acuerdos celebrados por escrito con países que de
manera voluntaria deciden someterse a las normas
del derecho internacional, adquiere el compromiso
innegable de estar a la altura de las exigencias.
De acuerdo a lo plasmado en el artículo 2, inciso b
de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados de 1969; con la firma de la anterior
convención, México se obliga a cumplir con los
subsiguientes tratados y convenciones en los términos que ahí se establecieron,
en todas las materias.

Como uno de los actuales desafíos en el panorama político nacional se vislumbra


la proyección de los Derechos Humanos como eje fundamental de una Política en
Seguridad y Defensa dada su importancia dentro del Postconflicto. En esta
materia el mencionado Postconflicto, o también llamado posacuerdo por algunos
doctrinantes, trae consigo cambios significativos en toda la estructura estatal. Con
ello no se quiere decir que los pilares, principios y valores de un Estado cambien
en función de los acuerdos a los cuales se lleguen después de los procesos de
paz, antes bien, en el caso colombiano que la Constitución Política de 1991 fue
fruto de un proceso de paz, que trajo consigo principios como el Estado Social de
Derecho y el respeto a la dignidad humana, que se encuentran en total
concordancia con un futuro Postconflicto. Por ello, las reformas estructurales
estarían en cambio a aspectos administrativos, donde el cuerpo del Estado se
adecúe para la solución y acompañamiento de cada uno de los requerimientos
para la materialización de los acuerdos. Sin embargo, no solo las efectivas
reformas institucionales serian variables que determinen el cumplimiento de los
acuerdos y un verdadero cambio hacia la paz, puesto que la protección de los
Derechos Humanos entraría a convertirse en otro de los pilares o ejes
indispensables en la búsqueda de una paz duradera. Y no solo de las víctimas
sino también de los futuros reinsertados y la misma sociedad, poder garantizar
que cada uno de los actores que se vincularan en estos procesos de
transformación, tengan una efectiva protección se convierte en un reto para el
Estado quien debe salvaguardar dichas garantías.
Dentro de este ámbito, también se encuentra la satisfacción de los derechos de
las víctimas dentro del conflicto colombiano, los cuales como ya se mencionó,
deben ser garantizados en su ejercicio por la Nación, y para lo cual los grupos
insurgentes, que para el actual proceso de paz es las FARC–EP, deben colaborar
enormemente. Ahora bien, surge como cuestionamiento para esta investigación el
papel que tendría la Fuerza Pública en materia de Postconflicto y garantías
fundamentales, específicamente en el rol que ejercería la defensa en dicha
materia. Pues aún con la futura firma del proceso de paz que se lleve en La
Habana (Cuba), seguirán existiendo actores a los
cuales la Fuerza Pública debe combatir,
solucionando de ante mano su situación como
agentes estatales que cubiertos por el Derecho
Internacional Humanitario afectaron derechos y
bienes jurídicamente tutelados, pero por los cuales se sustraen responsabilidades
ordinarias en ese sentido.
Derechos de las personas disminuidas, física o psíquicamente, y de las
incapacitadas. 
Aquellas personas que por razones físicas o psíquicas se encuentren disminuidas
o incapacitadas, deben gozar de los mismos derechos que los demás seres
humanos hasta el máximo grado de viabilidad; en especial de los siguientes:
a) Derecho a la atención médica y tratamiento físico adecuado.
 b) Derecho a la educación, capacitación, rehabilitación y orientación que le
permita   desarrollar al máximo su capacidad y aptitudes.
    c) Derecho a la seguridad económica y a un nivel de vida decoroso.
    d) Derecho a desempeñar, según sus aptitudes, un empleo productivo u
ocupación útil.
    e) Derecho a ser protegido contra la explotación y todo abuso o trato
degradante; y 
    f) Derecho a concurrir a lugares públicos acondicionados con servicios
adecuados para su utilización     por estas personas.

Derechos de los ancianos 


Al llegar a determinada edad, las personas requieren de cierta protección
atendiendo a sus condiciones; últimamente se han reconocido a quienes arriban a
la tercera edad una serie de derechos esenciales para su existencia digna, entre
los cuales se anuncian:
 a) Derecho a la protección en problemas económicos o sociales que enfrenten. 
 b) Derecho al bienestar y la salud
 c) Derecho a su integración a la vida cultural y productiva de la comunidad.

Derecho a un medio ambiente sano  


Producto del impacto tecnológico; de la actividad industrial y productiva y sus
consecuencias en el medio ambiente, tales como su deterioro de manera
alarmante, se ha generado una conciencia de protección ecológica para evitar que
éste se degrade día con día afectando la existencia misma del hombre. Así, se ha
enunciado el derecho que tiene todo ser humano a existir en condiciones
ambientales adecuadas, en un medio ambiente sano y propicio para el desarrollo
de todas sus potencialidades. Por consiguiente, es obligación de los Estados la
sociedad y los individuos tomar las medidas necesarias para prevenir, combatir y
erradicar la contaminación del medio ambiente: tierra, aire, agua. Las medidas
tendientes al equilibrio ecológico y la protección ambiental son hoy un reclamo
generalizado.

Derecho a un nivel de vida digno


La pobreza es condición degradante de la naturaleza y dignidad humanas; toda
persona debe tener derecho a un novel de vida digno, en condiciones materiales
de existencia que hagan posible el desarrollo de todas sus capacidades humanas,
por lo cual tiene derecho a la asistencia social y económica que le permitan salir.

Derecho a la paz
La dignidad de la persona humana reclama condiciones adecuadas para el
desarrollo de la personalidad, lo cual sólo es posible en un clima de paz entre los
grupos, las etnias, las religiones y las naciones; de esta forma, el derecho de toda
persona a vivir en paz es fundamental.

UNIDAD III:
LOS DERECHOS
HUMANOS EN
EL SISTEMA
JURÍDICO
MEXICANO

3.1 LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCIÓN DE 1917: GARANTÍAS


INDIVIDUALES Y SOCIALES

Desde la Constitución de 1917, los derechos del hombre se entienden en México


como un conjunto de garantías individuales, sociales y económicas, que el Estado
otorga a los habitantes de su territorio. Para llegar a esta definición, se tomaron en
cuenta las acepciones que en Derecho Público se tienen del concepto de garantía,
entendiéndose ésta como la de protección o seguridad que en favor de las
personas se reconocen dentro de un Estado de Derecho.

A. Garantías individuales

68. Las CIDH observa que las garantías individuales se traducen jurídicamente en
una relación de derecho existente entre los habitantes como persona física y el
Estado como entidad jurídica y política. Los sujetos activos de las garantías
individuales están constituidos por todo habitante o individuo que viva en el
territorio nacional, independientemente de su calidad migratoria, nacionalidad,
sexo, condición civil, etc. Así, el artículo 1 constitucional establece que en México
"...todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución..."

a. Garantías de igualdad

69. La CIDH estima que la igualdad está dada por la obligación que tienen las
autoridades del Estado de considerar a todos los individuos bajo el aspecto de la
personalidad humana, dentro de un mismo plano de tratamiento jurídico y fáctico,
sin hacer distinciones y diferencias por concepto de raza, religión, nacionalidad,
condición económica, cultural o social, u otras. Las garantías de igualdad se
encuentran comprendidas en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en los siguientes artículos: 1o. ("todo individuo gozará de las garantías
que otorga esta Constitución..."); 2o. (prohibición de la esclavitud); 4o. (igualdad
del hombre y la mujer); 12o. ("no se concederán títulos de nobleza, ni
prerrogativas y honores hereditarios, ni se dará efecto alguno a los otorgados por
cualquier otro país..."); y 13o. ("nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por
tribunales especiales. Ninguna persona o corporación puede tener fuero, ni gozar
más emolumentos que los que sean compensación de servicios públicos y estén
fijados por la ley").

b. Garantías de libertad

70. La Comisión considera que la libertad es un atributo inseparable de todo


individuo, consistente en la capacidad que tiene de conseguir los fines materiales
y espirituales legítimos, y de escoger para ello los medios adecuados respectivos.
En la Constitución mexicana se consagran las siguientes libertades: de trabajo,
que consiste en dedicarse a la profesión que más le acomode con la justa
retribución (artículos 5 y 123); de expresión de ideas, que se refiere a la libre
manifestación de ideas garantizada por el Estado (artículo 6); de imprenta, en
cuanto a que ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura ni
coartar la libertad de imprenta (artículo 7); de petición, que debe ser objeto de un
acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de
hacerlo conocer en breve término al peticionario (artículo 8); de reunión y
asociación, con cualquier objeto lícito (artículo 9); de posesión y portación de
armas, derecho del que gozan los habitantes en su domicilio, con la excepción de
las prohibidas por la ley (artículo 10); de tránsito, en virtud del cual toda persona
tiene derecho a entrar, salir y viajar por el territorio mexicano (artículo 11; de
religión, en virtud de la cual la persona puede profesar libremente la creencia de
su elección (artículo 24); de circulación de correspondencia, cuya inviolabilidad
está garantizada (artículo 16, penúltimo párrafo); de libre concurrencia, la cual está
garantizada por el castigo que las autoridades impondrán en caso de
acaparamiento de artículos de consumo necesario (artículo 28).

c. Garantías de seguridad jurídica

71. En el concepto de la Comisión, la seguridad jurídica es el conjunto de


circunstancias jurídicas y fácticas a que tienen que sujetarse los actos de cualquier
autoridad para producir validamente efectos en los derechos de las personas, en
circunstancias de certeza, transparencia y predecibilidad. En el artículo 14
constitucional concurren cuatro garantías individuales relativas a la seguridad
jurídica: irretroactividad legal, audiencia, legalidad en materia judicial civil y judicial
administrativa, y legalidad en materia judicial penal.

d. Garantías de legalidad

72. La CIDH considera que en un Estado de Derecho, las potestades y


competencias del poder público tienen su origen en la Constitución y la ley. La
eficacia jurídica de estas garantías en un país determinado reside en el hecho de
que todo acto del poder público debe sujetarse al principio de legalidad.

73. El principio de legalidad tiene su garantía en el control judicial de la legalidad.


En los juicios del orden civil en México, la sentencia definitiva debe ser conforme a
la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se debe fundar en
los principios generales del derecho (art. 14, C.P.M.).

74. Asimismo, nadie puede ser molestado en su persona, familia, papeles,


posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento (art. 16, C.P.M.).

e. Garantías de propiedad
75. La propiedad es concebida por la Comisión como un modo de afectación
jurídica de bienes a un sujeto, ya sea físico o moral, privado o público, por virtud
de la cual éste tiene facultad jurídica de usar, gozar y disponer de ella, dentro de
los límites, restricciones, obligaciones y contribuciones establecidas por la
Constitución, en virtud de su función social.

76. Esta garantía se contempla en el artículo 27 constitucional, que en su primer


párrafo establece:

La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del


territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y
tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo
la propiedad privada.

B. Garantías sociales

77. Las garantías sociales, incorporadas al constitucionalismo mexicano desde


1917, están referidas a las materias laboral, agraria, educativa, salud y otras.

78. Estas garantías sociales se consagran en materia agraria, donde la relación


jurídica se establece entre sujetos activos, que en su conjunto constituyen el
sector campesino, y por sus miembros particulares en lo singular.

79. En materia laboral, estas garantías se encuentran contempladas en los


artículos 4, 27 y 123 de la C.P.M., y están enfocados a la educación, los
indígenas, mujeres, niños, a la salud, vivienda y a la propiedad con sus
modalidades y al trabajo y previsión social.

C. Los instrumentos internacionales de derechos humanos suscritos y ratificados


por México, y las reservas formuladas

80. A la fecha de elaboración del presente informe, el Estado mexicano ratificó un


total de 38 instrumentos internacionales de carácter convencional sobre derechos
humanos, varios de los cuales serán objeto de análisis y referencia en las
respectivas secciones del presente informe. Cabe destacar que ocho de los
instrumentos mencionados han sido objeto de una o varias reservas o
declaraciones interpretativas: la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la
Convención sobre Condición de los Extranjeros, la Convención sobre
Nacionalidad, la Convención sobre Nacionalidad de la Mujer, y la Convención
sobre Asilo Territorial.(5)

81. La Convención Americana sobre Derechos Humanos suscrita en San José,


Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia especializada sobre
derechos humanos, fue ratificada por México, y presentado el instrumento de
adhesión en la OEA el 24 de marzo de 1981, con dos declaraciones interpretativas
y una reserva. Tal reserva formulada por México fue suscrita el 23 de mayo de
1969 y el plazo de 12 meses desde la notificación de la misma se cumplió el 2 de
abril de 1982, sin objeciones de los demás Estados partes de la Convención
Americana. Sin embargo, la Comisión aún no se ha pronunciado acerca de la
compatibilidad de la reserva y declaraciones interpretativas con el objeto y
propósito de la Convención Americana, conforme a las disposiciones de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. El texto de las
declaraciones y reserva es el siguiente:

Declaraciones interpretativas

Con respecto al párrafo 1 del artículo 4 de la Convención Americana sobre


Derechos Humanos, considera que la expresión "en general", usada en el citado
párrafo no constituye obligación de adoptar o mantener en vigor legislación que
proteja la vida "a partir del momento de la concepción" ya que esta materia
pertenece al dominio reservado de los Estados.

Por otra parte, en concepto del gobierno de México, la limitación que establece la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el sentido de que todo
acto público de culto religioso deberá celebrarse precisamente dentro de los
templos, es de las comprendidas en el párrafo 3 del artículo 12.

Reserva

El Gobierno de México hace reserva expresa en cuanto al párrafo 2 del artículo


23, ya que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su
artículo 130, dispone que los Ministros de Culto no tendrán voto activo, ni pasivo,
ni derecho para asociarse con fines políticos.

82. A pesar de ello, la reforma efectuada con posterioridad a la Constitución


mexicana, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1o. de enero de 1992
reconoció la personalidad jurídica de las iglesias y agrupaciones religiosas. En
efecto, el artículo 130 inciso "d" dispuso lo siguiente:
En los términos de la Ley Reglamentaria, los ministros de culto no podrán
desempeñar cargos públicos. Como ciudadanos tendrán derecho a votar, pero no
a ser votados. Quienes hubieren dejado de ser ministros de culto con la
anticipación y en la forma que establezca la ley, podrán ser votados.

83. En el sistema de las Naciones Unidas, cabe destacar que el instrumento de


ratificación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos fue depositado
por México el 23 de marzo de 1981. En dicha oportunidad, el Estado mexicano
formuló "declaraciones interpretativas" al artículo 9.5 y al 18, e interpuso reservas
a los artículos 13 y 25.b. El texto de las mismas es el siguiente:

Artículo 9, párrafo 5. De acuerdo con la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos y sus leyes reglamentarias, todo individuo goza de las
garantías que en materia penal se consagran, y en consecuencia, ninguna
persona podrá ser ilegalmente detenida o presa; sin embargo, si por falsedad en la
denuncia o querella, cualquier individuo sufre un menoscabo de este derecho
esencial, tiene, entre otras cosas, según lo disponen las propias leyes, la facultad
de obtener una reparación efectiva y justa.

Artículo 13. El Gobierno de México hace reserva de este artículo, visto el texto
actual del artículo 33 de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos.
(6)

Artículo 18. De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos todo hombre es libre de profesar la creencia religiosa que más le
agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo,
con la limitación, respecto de los actos religiosos de culto público, de que deberán
celebrarse precisamente en los templos y, respecto de la enseñanza, de que no se
reconoce validez oficial a los estudios hechos en los establecimientos destinados
a la enseñanza profesional de los ministros de los cultos. El gobierno de México
considera que estas limitaciones están comprendidas dentro de las que establece
el párrafo 3 de este artículo.

Artículo 25, inciso b). El Gobierno de México hace igualmente reserva de esta
disposición en virtud de que el artículo 130 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos dispone que los ministros de Culto no tendrán voto
activo ni pasivo, ni derecho para asociarse con fines políticos.

84. La Comisión ha tenido conocimiento de que determinadas limitaciones o


restricciones a los derechos humanos han sido suprimidas mediante
modificaciones adoptadas con posterioridad a las reservas formuladas por dicho
país a los instrumentos internacionales citados supra , en virtud de lo cual tales
reservas resultan innecesarias o injustificadas. En tal sentido, la CNDH ha
efectuado un estudio en el que concluye que deberían retirarse las reservas
formuladas en relación con los artículos 5 y 6 de la Convención sobre
Nacionalidad; el artículo 1 de la Convención sobre Nacionalidad de la Mujer, el
artículo X de la Convención sobre Asilo Territorial, el artículo 18 del Pacto
Internacional de derechos Civiles y Políticos, y el artículo 12.3 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.(7)

85. Entre los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por


México, igualmente resalta la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura, suscrita en Cartagena de Indias, Colombia, el 9 de diciembre
de 1985, firmada por México el 10 de febrero de 1986 en la Secretaría General de
la OEA, fue ratificada el 22 de junio de 1987. Asimismo, el 23 de enero de 1985
fue depositado el instrumento de ratificación de la Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, adoptada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el día 10 de diciembre de 1984.

86. Por otra parte, México depositó el instrumento de ratificación del Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador", en
fecha 16 de abril de 1996.

87. Por su importancia, cabe reiterar en esta sección el reciente anuncio de la


decisión del Estado mexicano de aceptar la jurisdicción obligatoria (contenciosa)
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Conforme a los datos con que
cuenta la Comisión, a la fecha de aprobación de este informe se hallaban
adelantados los trámites de derecho interno tendientes a la ratificación
parlamentaria de tal decisión. En este sentido, la CIDH hace votos para que dicho
trámite sea prontamente culminado, y en consecuencia sea depositado el
correspondiente instrumento ante la Secretaría General de la Organización de los
Estados Americanos, a los efectos de la inmediata entrada en vigencia de la
jurisdicción obligatoria de la Corte Interamericana respecto a México. La Comisión
valora y reconoce altamente dicha decisión, que contribuye a fortalecer los
derechos humanos de los habitantes de México y el sistema interamericano de
derechos humanos en su conjunto.

D. La jerarquía de los tratados internacionales conforme al derecho constitucional


mexicano

88. El artículo 133 constitucional dispone:


Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos
los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por
el Presidente de la República, con la aprobación del Senado, serán la Ley
Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha
constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda
haber en las constituciones o leyes de los Estados.

89. De acuerdo al ordenamiento constitucional, los tratados son la "Ley Suprema"


del Estado. Con ello el sistema mexicano otorga formalmente a los tratados un
rango al menos equivalente a la ley en su ordenamiento jurídico interno.

90. El artículo 133 de la Constitución mexicana fue invocado ante la CIDH en una
denuncia presentada por cuatro diputados del estado de Nuevo León por el
Partido Acción Nacional (PAN), para quienes la ley electoral de dicho Estado de
mayo de 1987, vulneraba el ejercicio de los derechos políticos reconocidos por la
Convención Americana. Entre otras consideraciones, la CIDH sostuvo en la
decisión de ese caso y otros similares en esa materia, la aplicación directa de las
normas de la Convención y su aplicación a los estados integrantes de la
Federación (dispuesto en el artículo 133 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos), y concluyó que:

El Estado mexicano debe cumplir con su obligación de adecuar la legislación


interna a fin de que ella garantice de manera efectiva el ejercicio de los derechos
políticos reconocidos en el artículo 23 de la Convención Americana, y garantice un
recurso sencillo, rápido y efectivo, de conformidad con el artículo 25 de la
Convención, ante tribunales imparciales e independientes, según el artículo 8 de la
Convención.

91. Cabe destacar que en las elecciones de 1997, la ciudadanía de Nuevo León
optó por autoridades estatales del PAN, sin que fuera impugnado dicho acto
comicial. Por otra parte, en los casos sobre México tramitados por la Comisión en
los últimos años, dicho argumento no ha sido opuesto por el Estado,
reconociéndose como principio general, la vigencia y aplicabilidad directa de la
Convención Americana en el ordenamiento jurídico mexicano.

III. LOS SISTEMAS DE DEFENSA Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS EN MÉXICO

92. De acuerdo a la Convención Americana, los Estados Partes se comprometen a


respetar los derechos reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a
toda persona sujeta a su jurisdicción (artículo 1.1). Así mismo, los Estados se
comprometen a adoptar las medidas que fueren necesarias para hacer efectivos
tales derechos (artículo 2). En particular, la Convención reconoce un "derecho de
amparo" mediante un recurso judicial sencillo, rápido y efectivo, para la protección
de los derechos fundamentales (artículo 25).

A. El juicio de amparo

93. El amparo es una institución procesal originada en México en el siglo XIX, que
tiene por objeto proteger a las personas contra cualquier acto de autoridad (lato
sensu) que le cause un agravio en su esfera jurídica y que considere contrario a
los derechos consagrados en la Constitución, teniendo por objeto invalidar dicho
acto o despojarlo de su eficacia por su inconstitucionalidad o ilegalidad en el caso
concreto que lo origine. La legitimación para interponer el amparo está dada a las
personas que han sufrido o temen sufrir inminentemente, un agravio en su esfera
jurídica, por cualquier acto de autoridad que se manifieste en contravención de
alguna garantía individual o en la infracción de la garantía de legalidad instituida
primordialmente en los artículos 14 y 16 constitucionales, así como en la
interferencia al sistema competencial existente entre las autoridades federales y
las locales (controversia constitucional).

94. Los Tribunales de la Federación conocen de toda controversia que se suscite


por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales; por leyes o
actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados
o la esfera de competencia del Distrito Federal; y por leyes o actos de las
autoridades de los Estados o del Distrito Federal que invadan la esfera de
competencia de la autoridad federal (art. 103, C.P.M.).

95. El juicio de amparo se sigue siempre a instancia de parte agraviada, y la


sentencia puede disponer las medidas de protección a los individuos particulares,
limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la
queja, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que la motivare.
(art. 107, C.P.M.)

96. El constitucionalista mexicano Ignacio Burgoa Orihuela(8) considera al amparo


como un sistema de control constitucional que presenta ciertos atributos que serán
mencionados a continuación. En primer lugar, conocen del mismo los órganos
judiciales federales del Estado, o sea los Tribunales de la Federación (artículo 103
constitucional), y su promoción sólo incumbe al gobernado que ha sufrido o teme
sufrir inminentemente un agravio en su esfera jurídica. Desde sus orígenes, el
amparo siempre se ha traducido en un juicio, es decir, en un proceso en el que
órgano de control debe dirimir la controversia jurídica que consiste en determinar
si el acto de autoridad impugnado es o no violatorio de la Constitución.

97. Las sentencias que en tal juicio o proceso dicta el órgano de control
impartiendo la protección al gobernado contra el acto estricto sensu o la ley
inconstitucional, únicamente tienen eficacia en el caso concreto de que se trate.

98. El juicio de amparo, según el constitucionalista mexicano Héctor Fix Zamudio,


(9) es una figura jurídica dentro del derecho positivo mexicano que permite a los
particulares la defensa de sus garantías constitucionales y derechos humanos,
cuando éstas fueren violadas o vulneradas por alguna controversia que se suscite
en materia civil, penal, administrativa y laboral, ya sea del orden federal o local. El
amparo se da también en materia agraria, cuando se afectan los derechos
colectivos de algún núcleo ejidal o comunal. En definitiva, se trata del amparo
casación (sentencia), amparo contra leyes, amparo contra actos administrativos, y
amparo agrario.

99. El autor arriba mencionado destaca el hecho de que el Procurador General de


la República o el Agente del Ministerio Público que él designe, es parte en todos
los juicios de amparo, con excepción de aquellos que no sean de interés público.
En cuanto a su efectividad, la CIDH.

100. La Comisión es consciente de la eficacia que ha tenido este recurso, en más


de cien años de vigencia en México, para la protección de las garantías
individuales de toda persona frente a los actos de la autoridad. También ha
recibido información referente a las limitaciones que sufre el amparo en la práctica.
(10) Igualmente, toma nota de la siguiente observación hecha por el Estado
mexicano:

…existe la posibilidad de que los derechos consagrados en los tratados


internacionales tengan aplicación judicial, pues la inobservancia de tales derechos
implicaría la violación de los artículos 16 y 133 constitucionales que establecen el
principio de legalidad y el de jerarquía normativa de los tratados en el orden
jurídico mexicano, respectivamente.

Por otra parte, la denominada "fórmula Otero" de relatividad de las sentencias de


amparo se ve atenuada en sus efectos gracias a la posibilidad que tiene la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y los Tribunales Colegiados de Circuito,
de que sus criterios formen jurisprudencia y se conviertan en pautas vinculatorias
de decisión para el resto de los jueces y tribunales del país, por lo que si en virtud
de un caso concreto la Suprema Corte determina la inconstitucionalidad de una
norma jurídica, quienes se consideren afectados por dicha norma podrán invocar
en su beneficio el criterio emitido por la Corte en el juicio de amparo
correspondiente…

101. En definitiva, la importante y compleja institución del amparo mexicano,


representa un medio judicial en los términos del artículo 25 de la Convención
Americana, para la protección de los derechos fundamentales. La Comisión
observará el proceso de desarrollo de esta institución en México, de manera que
permita la plena y efectiva protección de los derechos humanos reconocidos en la
Convención Americana.

B. Las controversias constitucionales

102. A partir de la modificación del artículo 105 de la Constitución mexicana,


(publicada el 31 de diciembre de 1994) se facultó a la Suprema Corte de Justicia
de dicho país para conocer sobre las controversias entre la Federación, estados,
municipios y poderes federales. Asimismo, mediante la reforma del 22 de agosto
de 1996, se suprimió la imposibilidad de la Suprema Corte para conocer y resolver
sobre acciones de inconstitucionalidad en materia electoral. Asimismo, se facultó a
los partidos políticos para ejercer las acciones de inconstitucionalidad.

103. El mencionado artículo establece los asuntos que conocerá la Suprema Corte
de Justicia de la Nación: de las controversias constitucionales que, con excepción
de las que se refieran a la materia electoral se susciten entre la Federación y un
estado o el Distrito Federal; la Federación y un municipio; el Poder Ejecutivo y el
Congreso de la Unión; aquel y cualquiera de las Cámaras de éste o, en su caso, la
Comisión Permanente, sean como órganos federales o del Distrito Federal; un
estado y otro; un estado y el Distrito Federal; el Distrito Federal y un municipio;
dos municipios de diversos estados; dos poderes de un mismo estado, sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; un estado y uno de sus
municipios, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; un
estado y un municipio de otro estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o
disposiciones generales; y dos órganos de gobierno del Distrito Federal, sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales.

104. Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de los
estados o de los municipios impugnadas por la Federación, de los municipios
impugnadas por los estados, o en los casos que se refieren los incisos "c", "h", y
"k" del artículo105 citado, y la resolución de la Suprema Corte de Justicia las
declare inválidas, dicha resolución tendrá efectos generales cuando hubiera sido
aprobada por una mayoría de por lo menos ocho votos. En los demás casos, las
resoluciones de la Suprema Corte de Justicia tendrán efectos únicamente
respecto de las partes en la controversia.

C. Las acciones de inconstitucionalidad

105. La mencionada reforma al artículo 105 constitucional tiene gran importancia,


por lo que se refiere a las acciones de inconstitucionalidad. La fracción segunda
tiene el título "De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto
plantear la posible contradicción entre una norma de carácter general y esta
Constitución". Dichas acciones se ejercen de manera concentrada ante la
Suprema Corte de Justicia.

106. Las acciones de inconstitucionalidad pueden ejercitarse dentro de los treinta


días naturales siguientes a la fecha de publicación de la norma, por el equivalente
al treinta y tres por ciento de los integrantes de la Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión, en contra de leyes federales o del Distrito Federal
expedidas por el Congreso de la Unión; el equivalente a treinta y tres por ciento de
los integrantes del Senado, en contra de leyes federales o del Distrito Federal
expedidas por el Congreso de la Unión o de Tratados Internacionales celebrados
por el Estado mexicano; el Procurador General de la República, en contra de leyes
de carácter federal, estatal, y del Distrito Federal, así como de tratados
internacionales celebrados por el Estado mexicano; el equivalente al treinta y tres
por ciento de los integrantes de alguno de los órganos legislativos estatales, en
contra de las leyes expedidas por el propio órgano; el equivalente al treinta y tres
por ciento de los integrantes de la Asamblea de Representantes del Distrito
Federal, en contra de leyes expedidas por la propia Asamblea; y por los partidos
políticos con registro ante el Instituto Federal Electoral, por conducto de sus
dirigentes nacionales, en contra de leyes electorales federales o locales; y los
partidos políticos con registro estatal, a través de sus dirigencias exclusivamente
en contra de leyes electorales expedidas por el órgano legislativo del estado que
les otorgó el registro.

107. Las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia sólo pueden declarar la


invalidez de las normas impugnadas, siempre que fueren aprobadas por una
mayoría de cuando menos ocho votos de once de sus integrantes.

108. La CIDH destaca el importante avance ocurrido en el ordenamiento


constitucional mexicano, el cual permite que algunos órganos taxativamente
establecidos, así como los partidos políticos, puedan ejercer acciones ante la
Suprema Corte con el fin de controlar la constitucionalidad de las leyes. Sin
embargo, la CIDH estima que el logro obtenido con esta reforma constitucional
podría llegarse a completar con un sistema en donde se permita la acción popular,
es decir, en donde cualquier ciudadano tenga la legitimación activa de acudir ante
los órganos competentes para controlar la constitucionalidad de las leyes que
violen sus derechos humanos. Asimismo, la Comisión estima que la mayoría
calificada de 8 magistrados para declarar la inconstitucionalidad de las leyes, es
excesivamente amplia bajo los estándares universales de derecho comparado, lo
cual dificulta un control efectivo de dichas materias.(11)

D. La Comisión Nacional de Derechos Humanos

109. En el capítulo primero del título primero de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos son reconocidos implícitamente los derechos
humanos, mediante el otorgamiento de un conjunto de garantías. Igualmente, se
protegen los derechos humanos a través de los tratados, pactos y convenciones
internacionales, los cuales según lo que establece el artículo 133 constitucional,
forman parte de la "Ley Suprema" de México.

110. La protección de los derechos humanos en México implica la aplicación de la


legislación penal, administrativa, civil, y procesal; y muy especialmente la relativa
al juicio de amparo, a los recursos administrativos y al contencioso administrativo.
Asimismo, participan con especial importancia, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos y los organismos de protección de los derechos humanos de las
entidades federativas.

111. El primer antecedente del "ombudsman" en México está en la "Procuraduría


de Pobres" creada en San Luis Potosí en 1847. Esta institución se ha estructurado
de acuerdo a un esquema federal en dos ámbitos: el de las entidades federativas
y el nacional.

112. Existen dos instancias, la primera ante organismos públicos creados por el
Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados; y la segunda, ante la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuando se trate de quejas presentadas
contra actos u omisiones de naturaleza administrativa de alguna autoridad o
servidor público, con excepción de las del Poder Judicial de la Federación.(12)

113. La institución del ombudsman comienza a configurarse en México en el


ámbito nacional como una dependencia de la administración pública
descentralizada, a través de la Dirección General de Derechos Humanos de la
Secretaría de Gobernación, creada el 13 de febrero de 1989. Según lo afirmado
por el Estado mexicano, tal iniciativa fue concretada en el marco de los
compromisos internacionales de México en materia de derechos humanos.
114. El 5 de junio de 1990 se creó, por decreto presidencial, la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, como un órgano desconcentrado de la Secretaría de
Gobernación.

115. El 29 de junio de 1992, en cumplimiento con la reforma que adicionó el


apartado B al artículo 102 constitucional, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos se convirtió en un organismo público descentralizado, con personalidad
jurídica y patrimonio propios. Entre los considerandos de la creación de la CNDH,
resalta el siguiente:

La defensa de los derechos del hombre es uno de los principios que ha guiado
nuestra vida independiente y que se ha extendido hoy en la comunidad de
Naciones.

116. El apartado B del artículo 102 constitucional establece que:

El Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados en el ámbito de sus


respectivas competencias, establecerán organismos de protección de los
Derechos Humanos que otorga el orden jurídico mexicano, los que conocerán de
quejas en contra de actos u omisiones de naturaleza administrativa provenientes
de cualquier autoridad o servidor público, con excepción de los del Poder Judicial
de la Federación, que violen estos derechos. Formularán recomendaciones
públicas autónomas, no vinculatorias, y denuncias y quejas ante las autoridades
respectivas. Estos organismos no serán competentes tratándose de asuntos
electorales, laborales y jurisdiccionales.

El organismo que establezca el Congreso de la Unión conocerá de las


inconformidades que se presenten en relación con las recomendaciones, acuerdos
u omisiones de los organismos equivalentes de los Estados.

117. La Comisión Nacional de Derechos Humanos está estructurada con las


características de un ombudsman, por lo que de ninguna manera es sustitutiva de
los órganos jurisdiccionales (tribunales) encargados de la procuración e
impartición de justicia. La CNDH es un órgano autónomo de vigilancia del poder
público, con la facultad de recibir quejas populares contra el poder público,
excepto en materia política (por lo que no tiene competencia para conocer de
conflictos electorales). Sus decisiones carecen de carácter vinculante, pues son
emitidas en forma de recomendaciones, con fuerza no coactiva sino moral. De
acuerdo a su normativa, la CNDH tiene acceso a toda documentación e
información oficial, y contempla requisitos procesales mínimos.
118. La Comisión Nacional es un organismo descentralizado, que tiene por objeto
esencial la protección, observancia, promoción, estudio y divulgación de los
derechos humanos previsto en el orden jurídico mexicano (artículo 2 de la Ley de
la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en lo sucesivo L.C.N.D.H.).

119. La CNDH está integrada por un presidente, una secretaría ejecutiva, hasta 5
visitadores generales, así como el número de visitadores adjuntos y personal
profesional, técnico y administrativo necesario para la realización de sus
funciones. La Comisión, para el mejor desempeño de sus responsabilidades,
cuenta con un Consejo (art. 5, L.C.N.D.H.). El nombramiento del Presidente de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, es realizado por el Presidente de la
República y sometido a la aprobación de la Cámara de Senadores, o en los
recesos de ésta, a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión (art. 10,
L.C.N.D.H.).

120. La competencia de la CNDH se extiende a todo el territorio mexicano, para


conocer de las quejas relacionadas con presuntas violaciones a los derechos
humanos, cuando las mismas son imputadas a autoridades y servidores públicos
de dicho Estado.

121. Tratándose de presuntas violaciones que se imputan exclusivamente a


autoridades o servidores públicos de las entidades federativas o municipios, en
principio conocen los organismos de protección de los derechos humanos de la
entidad de que se trate, salvo lo dispuesto por el artículo 60 de la ley.

122. La CIDH destaca la importante labor cumplida por la CNDH en la protección y


promoción de los derechos humanos de los mexicanos en 8 años de
funcionamiento, lo que se ha traducido en una mayor educación y conciencia del
pueblo mexicano con relación a los derechos de que gozan, así como la existencia
de un clima positivo en referencia a la posibilidad de acudir a un órgano capaz de
velar por los mismos. En este sentido, el comunicado emitido el 24 de julio de
1996 al final de la visita in loco a México expresa:

la CIDH aprecia el proceso de instituciones y normas dirigidas a promover y


proteger los derechos humanos. La CIDH ha observado el trabajo valioso que
realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La CIDH encuentra muy
significativo que más del 60% de las recomendaciones de dicha Comisión sean
cumplidas y que haya un debate público de las mismas.

123. La CIDH ha sido informada de las observaciones y críticas formuladas por


algunos representantes de organizaciones no gubernamentales, acerca del trabajo
y actividades realizadas recientemente por la CNDH. La CIDH reitera la
importancia institucional que tiene la CNDH en la promoción y protección de los
derechos humanos en México.

124. Sin embargo, la CIDH considera oportuno que se estudie una reforma de la
norma vigente para el nombramiento del Presidente y los Consejeros de la CNDH.
En el sistema actual, el titular de la CNDH es designado por el Presidente de la
República, con la aprobación de la Cámara de Senadores o de la Comisión
Permanente del Congreso, si aquélla se encontrara en receso. Teniendo en
cuenta que el partido político del Presidente de la República ha sido el mismo que
ha contado con una clara mayoría en el Senado durante las últimas seis décadas,
la voluntad del titular del Poder Ejecutivo resulta decisiva en dicho nombramiento.
Este desequilibrio podría afectar la autonomía e independencia de aquel órgano
en el ejercicio de las delicadas funciones que le son propias. En tal sentido, la
CIDH toma nota de la siguiente información suministrada por el Estado mexicano:

En la actualidad se están llevando a cabo foros de consulta y discusión nacional,


respecto a la eventual reforma a la ley que regula las actividades de la CNDH, con
el fin de fortalecer su actuación, ampliar sus facultades y modificar la designación
de su titular.

E. Las comisiones estatales de derechos humanos

125. El artículo 20 transitorio del decreto que adiciona el apartado B del artículo
102 de la Constitución establece:

Las legislaturas de los Estados dispondrán de un año a partir de la publicación de


este decreto para establecer los organismos de protección de los Derechos
Humanos.

126. Dicha disposición se ha cumplido, ya que en cada entidad federativa existen


en la actualidad organismos de protección de los derechos humanos,
denominados en algunas de ellas comisiones y en otras, procuradurías.

127. Durante la visita in loco realizada a México en julio de 1996, la CIDH percibió


una diferencia marcada entre las comisiones estatales de derechos humanos y la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, en cuestiones tales como el
presupuesto asignado, la infraestructura existente y los recursos humanos con que
cuenta cada una de ellas, las cuales difieren en forma significativa.

128. Igualmente, la CIDH ha constatado en el curso de sus entrevistas celebradas


en ocasión de dicha visita, que existe desconfianza en México respecto a la
efectividad del trabajo cumplido por dichas comisiones estatales, así como en
cuanto a la autonomía e independencia política de sus miembros. Ello se refleja en
el gran número de casos en los cuales los ciudadanos solicitan que la CNDH
ejerza su facultad de atracción y de revisión. Debe considerarse que las
comisiones estatales son las competentes para conocer en primer término de las
denuncias presentadas en contra de las autoridades de su Estado, por lo cual
aquéllas deberían cumplir un papel principal en la promoción y protección de los
derechos humanos dentro de su ámbito de competencia. En caso contrario, si
deben esperar a que otro órgano resuelva el problema, ello resultaría en una
demora innecesaria para la solución a las violaciones a los derechos humanos de
los ciudadanos y habitantes.

129. Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, la CIDH considera


necesario, tal como ha sido señalado por diversos sectores de la sociedad y el
Estado mexicano, fortalecer el trabajo de las comisiones estatales de derechos
humanos, para que su estructura, organización y gestión logren consolidarse de
manera decisiva, a fin de que las recomendaciones emanadas de las mismas
generen confianza entre los habitantes de dichas entidades.

5. Ver en tal sentido, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Las reservas


formuladas por México a instrumentos internacionales sobre derechos humanos,
México, enero de 1996.

6. El artículo 33 de la Constitución mexicana establece que:

Son extranjeros los que no posean las cualidades determinadas en el artículo 30.
Tiene derecho a las garantías que otorga el capítulo I, título primero, de la
presente Constitución; pero el Ejecutivo de la Unión tendrá la facultad exclusiva de
hacer abandonar el territorio nacional, inmediatamente y sin necesidad de juicio
previo, a todo extranjero cuya permanencia juzgue inconveniente.

8. Ignacio Burgoa Orihuela, El Juicio de Amparo, México, 1986.

9. Ver entre otros, Héctor Fix Zamudio, Justicia Constitucional, Ombudsman y


Derechos Humanos, Comisión Nacional de Derechos Humanos, México, 1993; y
del mismo autor, Estudios sobre el Derecho de Amparo, UNAM, México, 1993.

10. En tal sentido, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos


Humanos ha destacado lo siguiente:
En cifras aportadas por el Dr. Héctor Fix Zamudio se revela que entre 1974 y
1994, el 90% de las demandas de amparo fueron desechadas sin que se llegara a
conocer el fondo del asunto; en el 7% de los casos se negó el amparo por
considerar que los actos impugnados eran constitucionales y solo el 3% de los
quejosos fueron protegidos. Esto de ninguna manera quiere decir que el 97% de
los actos de autoridad sean respetuosos de las garantías individuales, sino que el
amparo resulta ineficaz para protegerlas.

CMPDH, Los Derechos Humanos en México, documento presentado a la CIDH,


Serie Documentos No. 11, abril de 1998, pág. 8.

11. En los países del hemisferio americano, al igual que en los del continente
europeo, el estándar vigente para la declaración de inconstitucionalidad de una ley
consiste en la mayoría absoluta de miembros de la Corte Suprema u órgano de
control constitucional. Ver, entre otros, Allan Brewer Carías, Judicial Review in
Comparative Law, Cambridge University Press, London, 1985. En sus comentarios
al presente informe, el Estado mexicano sostuvo que la disposición en virtud de la
cual se requiere una mayoría calificada de ocho magistrados para calificar la
inconstitucionalidad de las leyes "…ha otorgado a los mexicanos la seguridad de
que la decisión que se adopte es absolutamente irrefutable y no hay posibilidad de
manipulación. México está a la vanguardia en este sentido"

12. Respecto a este punto, en sus observaciones al presente informe, el Estado


aclaró lo siguiente:

…a partir de 1992 quedaron establecidas de manera precisa la competencia de la


instancia federal y de las locales, así como también los requisitos a satisfacer para
que proceda la interposición de los recursos de impugnación y de queja, y los
casos excepcionales en que la Comisión Nacional puede ejercitar su facultad de
atracción.
UNIDAD IV:
ESTRATEGIAS Y
MECANISMOS PARA
LA DEFENSA Y
PROMOCIÓN DE LOS
DERECHOS
HUMANOS EN
MÉXICO

4.1 ORGANISMO PÚBLICO DE PROTECCIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS


Los organismos públicos de derechos humanos son las entidades encargadas de
la protección, observancia, promoción, estudio y divulgación de los Derechos
Humanos reconocidos por el Estado mexicano. Dentro de sus principales
responsabilidades, se encuentran: recibir quejas de presuntas violaciones a
derechos humanos, conocer e investigar presuntas violaciones a derechos
humanos, formular recomendaciones públicas, programar y proponer acciones en
coordinación con las dependencias competentes par a impulsar el cumplimiento
de tratados, convenciones y acuerdos internacionales signados y ratificados por
México en materia de Derechos Humanos (LCNDH, 2018).

Al ser los principales organismos públicos protectores de derechos humanos en el


país, el trabajo que realizan resulta esencial para contribuir en el reconocimiento,
investigación, prevención, atención y protección de las víctimas de desplazamiento
interno forzado. Además de la investigación de las violaciones y la emisión de las
Recomendaciones, dichos organismos “pueden supervisar la emisión de la
normatividad dirigida a dicha población y, en su caso, ejercer las acciones de
control constitucional que competencialmente les corresponde en contra de
normas contrarias a los derechos humanos; realizar campañas de promoción de
derechos o sumarse a las existentes, orientación, asesoría legal, gestoría y
capacitar a servidores públicos sobre la adecuada atención que deben recibir las
víctimas del DFI, entre otras labores” (CNDH, 2016, p.7).

Comisión Nacional de los Derechos Humanoides

Entre 2006 y junio de 2020, la CNDH registró 21 expedientes de queja,


emitió 7 recomendaciones y solicitó 17 medidas cautelares relacionadas con
situaciones de desplazamiento interno forzado en México. 

Las quejas recibidas por la CNDH corresponden a episodios de desplazamiento


forzado en ocho entidades federativas: Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Jalisco,
Michoacán, Sinaloa y Tabasco. Entre las causas que generaron el desplazamiento
interno forzado se registran: conflictos por tierra, desalojos forzados, daños
causados por proyectos de desarrollo, conflictos armados, conflictos comunitarios,
ataques paramilitares y violencia generada por agentes del Estado y por grupos
criminales. 

Las recomendaciones se refieren a casos de desplazamiento tanto de personas


como de comunidades en los estados de Jalisco (Recomendación 2008/07),
Oaxaca (Recomendación 2010/33), Sinaloa (Recomendación 2017/39), Chiapas
(Recomendaciones 2018/87 y 2018/90), Baja California Sur (Recomendación
2018/91) y Chihuahua (Recomendación 2019/94). Todas las recomendaciones
son públicas.

Entre las medidas cautelares solicitadas con mayor frecuencia se encuentran las


siguientes: brindar protección y garantizar la vida, integridad y seguridad personal
de las personas internamente desplazadas; realizar un censo de la población en
situación de desplazamiento interno forzado; satisfacer las necesidades básicas
de alimentación, salud y alojamiento de las víctimas; garantizar su acceso a
servicios de salud, educativos, jurídicos y laborales. Otras medidas que también
se han solicitado en casos de desplazamiento interno son: garantizar la integridad
física de personas desplazadas para que puedan acudir a ejercer su derecho y
emitir su sufragio en una casilla extraordinaria durante la jornada electoral;
garantizar atención médica y psicológica en tanto subsista el desplazamiento;
garantizar la protección integral a niñas, niños y adolescentes desplazados, y
facilitar el diálogo y mediación entre las partes en conflicto para evitar hechos de
violencia y garantizar un retorno seguro y duradero a sus comunidades.

4.2 ALCANCES, PERSPECTIVAS Y RETO0S DE LA ORGANIZACIÓN NO


GUBERNAMENTAL DE DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO
El avance de la sociedad, como bien lo podemos observar a través de la historia,

no ha sido lineal ni sencillo; hoy vivimos tiempos diferentes, sobre todo porque las

personas para defender su integridad y el correcto funcionamiento de sus

instituciones ante las constantes violaciones a sus derechos fundamentales,

traducidas en impunidad e injusticia, han encontrado en su propia determinación la

fortaleza necesaria a través de organizaciones no gubernamentales (ONG’s).


Todo

este movimiento social ha cobrado una gran importancia proporcionando a la

población la posibilidad de organizarse y conocer sus verdaderos alcances e

influencia en la toma de decisiones que tienen que ver con su porvenir.

La formación de organizaciones no gubernamentales es un fenómeno a nivel

mundial, pero su importancia proviene desde mediados del siglo XIX. Con el

propósito de ilustrar lo anterior, conviene señalar lo siguiente: situaciones como el

abolicionismo, las emergencias y los asuntos humanitarios originaron


agrupaciones

sociales que apiraban a mejorar las condiciones de vida en general; entre las más
reconocidas por su actuación y trascendencia internacional tenemos como
ejemplo:

el Movimiento Internacional de los Boy Scouts, Ayuda Cristiana, Amnistía

Internacional y la Cruz Roja Internacional*

esta última es quizá la que refleja mejor

el espíritu internacionalista de las organizaciones no gubernamentales, ya que el

hecho de haber surgido como una forma de ayuda desinteresada y sin fronteras

en tiempo de guerra, significó la salvación de millones de soldados heridos, que de

otra forma, ante la indecisión de los gobiernos enfrascados en una lucha sin
cuartel,

seguramente no hubiesen recibido la mínima atención médica y humanitaria;

debemos citar como otro ejemplo loable también, a la Convención Mundial contra

la Esclavitud, convocada en 1840, la cual sentó un precedente en la movilización

mundial en contra de la compra-venta de esclavos.

Estas entidades se caracterizan por tener objetivos definidos de carácter no

lucrativo. Amparadas en el derecho a la libre asociación y estableciendo por sí

mismas sus lineamientos y directrices, apoyan su actuación en el uso de los


medios

de comunicación y las campañas de difusión, mediante las cuales ejercen una

notable influencia sobre la opinión pública y los gobiernos, motivando a éstos a

Doctrina* Organizaciones no gubernamentales (ONG’s), Enciclopedia Microsoft


Encarta 98. Microsoft Corporation.

realizar acciones determinadas; sin embargo, a pesar de influir de manera


evidente
en las decisiones políticas de sus respectivos países, se autodefinen como

apartidistas.

Hasta 1909, el directorio de ONG’s internacionales sumaba un total de 200, esta

cifra se disparó en las últimas décadas debido principalmente a los avances en

materia de comunicación, área en la que sitúan la base de sus actividades.

En la actualidad, estas asociaciones de carácter civil se constituyen con los

objetivos más diversos, proliferando incluso las que tienen como meta el

intercambio científico o la propagación religiosa. El tema de los Derechos


Humanos

desde distintas perspectivas y enfoques no escapa del campo de las ONG’s, por

el contrario, es definitivamente en este rubro donde encuentran territorio fértil para

multiplicarse.

Cada una de estas organizaciones tiene su propia normatividad, y es justamente

en ello en lo que radican su independencia y su fuerza y, aun cuando para existir

deben cubrir determinados requisitos, de acuerdo al país en el que tienen su sede

de actividades, algunas de ellas se inscriben ante Naciones Unidas para lograr un

reconocimiento internacional, razón por la cual, de acuerdo con el Artículo 71 de la

Carta de dicha organización, deben sujetarse a los estatutos que establezca el

Consejo Económico y Social, ante el cual, en cumplimiento de la Resolución 1296,

deben rendir un informe cuadrienal.

La ONU ha establecido numerosas líneas de comunicación y relaciones de

consultoría entre sus comités y estos organismos, principalmente en asuntos


como
el robo de niños y el tráfico de mujeres y menores, en estos casos u otros
similares,

las ONG’s, funcionan como asesoras, y son reconocidas como parte de los
comités

en todas sus reuniones, pero no tienen derecho al voto en la toma de decisiones.

El reconocimiento oficial de este acuerdo mutuo de cooperación por parte de la

ONU, se dio hasta 1946, año en el que se introdujo el Artículo 71 que expresa:

El Consejo Económico y Social puede realizar arreglos de consulta con

organizaciones no gubernamentales que se ocupen de asuntos de su


competencia.

Tales acuerdos pueden hacerse con organizaciones nacionales, después de haber

consultado con el Miembro de las Naciones Unidas al que competa dicho asunto*

* Consultation between the United Nations and Non-Governmental Organizations.


ONU, p. 18.

Por lo que corresponde a nuestro país; a partir de los años sesenta la sociedad y

las políticas mexicanas se embarcaron en un larguísimo proceso de cambio; la

transformación de la sociedad llevó a un incremento notable en el número de las

organizaciones no gubernamentales (ONG’s) que tenían décadas trabajando con

diversos grupos sociales. Sin embargo, se incrementaron más a partir de los años

ochenta; y en los primeros de los noventa empezaron a agruparse en redes y

coordinaciones cada vez más influyentes. En 1994 adquirieron una gran presencia

nacional.

Si nos preguntamos sobre la regulación jurídica de estas organizaciones,


podemos
mencionar que el artículo 9o. de la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos establece, en forma genérica y determinada, la libertad de reunión y

asociación como una garantía individual, a saber:

No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con


cualquier

objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para

tomar parte en los asuntos políticos del país...

Como se aprecia en este precepto, se trata de dos libertades muy semejantes: la

de asociación y la de reunión. Sin embargo, éstas difieren notablemente entre sí,

ya que la primera implica la constitución de una entidad distinta de individuos


dotada

de personalidad jurídica y con fines regularmente permanentes, y la segunda, se

refiere a una agrupación circunstancial que no engendra ninguna personalidad

jurídica propia y no persigue fines constantes o duraderos. Es decir, por libertad de

asociación se entiende el derecho de toda persona a agruparse libremente con

otras para la consecución de ciertos fines, la realización de diferentes actividades

o la profesión de intereses comunes; por su parte, la libertad de reunión alude al

derecho o la facultad del individuo para reunirse o congregarse con sus


semejantes

en búsqueda de cualquier objeto lícito. En virtud del panorama que se observa,

motivo de discusiones encontradas, vale la pena subrayar la prerrogativa

constitucional de que solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo

para tomar parte en los asuntos políticos del país.


4.3 ESTRATEGIAS EN EL MOVIMIENTO DE DERECHO HUMANOS

Los derechos humanos, un "joven" objeto de estudio de las ciencias sociales,


consolidados como tal a partir de los procesos de democratización de la década
de los ochenta y principios de los noventa, han generado gran variedad de
discusiones académicas desde las relaciones internacionales, la ciencia política, la
antropología, la historia y la sociología (Freeman, 2011; Vásquez y Estévez, 2010;
Somers y Roberts, 2008; Landman, 2006). Como han planteado algunos autores,
los derechos humanos tienen una dimensión que los convierte en "medio de
constreñimiento del poder" (Turner, 2006), reconociendo que son tales en tanto
que principios morales inmanentes a la condición de lo humano, teniendo
entonces una potencialidad de crítica y legitimidad frente a las situaciones de su
degradación o su violación (Sjoberg, Gill y Williams, 2001: 25).

Si bien la carta de la ONU acentuó el papel hegemónico de las grandes potencias


en el ámbito internacional por medio de un mecanismo de institucionalización de
valores con pretensiones de universalidad, en la reorientación del Derecho
Internacional se abrió un campo de acción de derechos que permite la
reivindicación y el señalamiento del abuso y el exceso de poder sobre individuos,
grupos y organizaciones. Precisamente en dicha tensión se inscribe el interés de
nuestro texto, a saber, la manera en que en contextos de ausencia de su garantía,
los derechos humanos representan una herramienta o medio de articulación
colectiva que puede generar escenarios de movilización y protesta frente a los
gobiernos. Si bien los derechos humanos pueden ser estudiados desde su
dimensión normativa, discursiva o jurídica, nos interesa indagar sobre la forma en
que son movilizados y utilizados como repertorio de confrontación
política, produciendo efectos sociales, políticos e institucionales.

Hasta los años setenta del siglo XX, los estudios sobre el movimiento social —
básicamente el obrero— eran predominantes en el marxismo, pero esta década
marcó un quiebre en múltiples direcciones; los nuevos estudios sobre la acción
colectiva han aportado en la comprensión de las diferentes manifestaciones del
conflicto social, proponiendo el estudio desde sus dimensiones de "movilización de
recursos", "identidad", "valores cotidianos", "marcos culturales", entre otras (Tilly y
Wood, 2010; Cohen y Arato, 2002). Ahora bien, es importante señalar la manera
particular en que los derechos humanos representan, en las sociedades
modernas, un mecanismo de articulación colectiva que puede generar escenarios
de movilización y protesta frente a los gobiernos y, de esa forma, ser motor de
conflicto político. De esta manera, seguimos la idea según la cual el parámetro
explicativo de la sociología política hoy "es el de observar a dos o más grupos con
intereses claramente opuestos, y los recursos que usan para hacer sentir su
influencia, para explicar el fenómeno en cuestión como el resultado del conflicto
entre ellos" (Janoski y Van de Berg, 2005: 93).

Entender cómo es analizada y estudiada la movilización de los derechos humanos


implica indagar las principales tesis de los enfoques teóricos; las preguntas
base que justifican los estudios de los derechos humanos en movimiento; al
tiempo que cuestionar el interés que las perspectivas de estudio de la movilización
ponen en el régimen internacional y en el marco normativo en que ésta suele
inscribirse. Como recuerda Stammers (2009), esta doble relación, como marco
normativo internacional institucionalizado y como mecanismo de defensa individual
y colectivo, muestra las complejas y ambiguas relaciones de poder en las que los
derechos humanos se inscriben, pues los movimientos sociales realizan sus
demandas en formas que requieren la institucionaliza-ción de instancias de
garantía, lo que genera, al tiempo, una tendencia hacia la institucionalización del
activismo en su defensa.1 De esta manera, los derechos humanos se vuelven un
mecanismo y un repertorio por medio del cual la presión sobre instituciones
estatales —nacionales e internacionales— puede golpear al abuso de poder por
parte del mismo Estado.

 Movilización social en defensa de los derechos humanos: miradas exógenas


y endógenas

Los derechos humanos se han vuelto centro de reclamo y exigencia en las


sociedades modernas; a la vez que desde activistas individuales, movimientos
sociales hasta actores colectivos profesionalizados —como las ONG— se
apropian de los marcos jurídicos y morales de éstos como herramientas y medios
para la presión. A pesar de los grandes aportes de las teorías sociológicas, el
estudio de la movilización social en defensa de los derechos humanos se ha
encontrado con un fuerte hincapié analítico en los factores del régimen
internacional de derechos, las relaciones internacionales y los marcos normativos
que explican la movilización. Es importante tener claro cuáles han sido los
principales cuerpos conceptuales que se han construido para estudiar las
relaciones que se generan en los países en los que se presentan los reclamos
colectivos; en este camino encontramos dos ámbitos de distinción: los estudios
que dan prioridad al análisis de los factores o variables exógenas, entendidas
como aquellas propias del régimen internacional y los actores trasnacionales; y
aquellos que privilegian el análisis de variables endógenas, entendidas como
aquellas propias de las dinámicas locales y nacionales en la movilización.
 Factores exógenos: régimen internacional y actores de presión "desde
afuera"

Una pregunta fundamental de los estudios sobre el Sistema Internacional de los


derechos humanos es la referida al porqué se ratifican continuamente los tratados
internacionales en esta materia, pero persisten las violaciones a los mismos. El
análisis multivariado de esta perspectiva se sustenta en correlaciones estadísticas
entre variables, como la instrumentación de reformas de mercado,
institucionalización de la democracia, antigüedad de los gobiernos, entre otras, y
los índices nacionales de violación de derechos humanos (Landman, 2010;
Neumayer, 2005). Partiendo de la importancia de los cambios liderados después
de la Segunda Guerra Mundial y el creciente apoyo de las Naciones Unidas a
favor de la institucionalización del régimen internacional, estos estudios buscan
comprender qué factores ayudan a la promoción y la consolidación de los
principios de la Carta de Derechos en los diferentes contextos nacionales
(Schmitz, 2004; Schwarz, 2004). El papel desarrollado por la movilización social
dentro del Estado queda relegado a una variable más que interviene en los
análisis, señalando cuando mucho que la presión normativa de la "sociedad civil
global" y una política de imitación pueden ser explicativas de la ratificación
continua de tratados (Wotipka y Tsutsui, 2008). Conforme esta perspectiva se
reconoce que la emergencia de derechos ha estado ligada históricamente a la
movilización social y a condiciones estructurales que explican su emergencia
(Foweraker y Landman, 1999), sin ahondar en el tipo de conflicto particular que se
genera en su defensa y su promoción, desconociendo que la garantía de los
derechos y su reconocimiento han estado históricamente vinculados a reclamos e
identidades con lógicas de acción particulares.

En la vía que se pregunta particularmente por los actores de presión, se encuentra


la influyente lectura sobre el análisis del régimen internacional de derechos
humanos y sus patrones de consolidación, realizada por autores como Risse,
Ropp y Sikkink (1999), quienes desde perspectivas constructivistas analizan lo
que han dado en llamar el proceso de socialización de los derechos humanos. En
cuanto a la movilización social, basan su análisis en el hecho de que el proceso de
socialización se da por medio de la acción de redes trasnacionales que
"comparten creencias, valores y normas (...) significados sociales, políticos y
culturales" (Keck y Sikkink, 2000: 20). Desde esta perspectiva construyen los
modelos del Boomerang y de la Espiral, los cuales tratan de explicar cómo en los
estados se socializan y consolidan patrones de respeto a los derechos humanos
por medio de ciclos de presión materializados, entre otras, en las ratificaciones de
tratados que obligan a la modificación de viejas prácticas. De esta manera, van
más allá que los estudios anteriores en tanto reconocen las relaciones valorativas,
normativas, de interés y de solidaridad que se producen en los estados y en la
articulación colectiva en torno a los derechos humanos.

Si bien las lecturas de la corriente constructivista de las relaciones internacionales


han sido importantes, se encuentra en su mirada mayor peso explicativo del
ámbito supranacional y la "obligatoriedad" que imponen los tratados ratificados por
los países, dejando en un segundo plano explicativo el conflicto y la dinámica
particular de las organizaciones y los actores locales. 2 El enfoque de redes tras-
nacionales analiza ampliamente procesos de movilización y lucha por medio de
campañas, condenas morales, políticas de avergonzamiento, entre otras, pero ha
sido criticado en tanto estas dinámicas de los movimientos y actores colectivos
internos —nacionales o locales— quedan situadas en un "rol de soporte" de la
presión de las redes trasnacionales sobre los estados violadores.

Además de lo anterior, estos trabajos se enfocan más que en las condiciones


nacionales de conflicto, violación y movilización, en las internacionales favorables
de presión "sobre los estados", pues tanto los modelos del Boomerang como de la
Espiral parten del primer momento de cierre total de los mecanismos de presión
efectivos en el interior de los estados. Así, son enfoques muy valiosos para
analizar casos como los de las transiciones a las democracias vividas en Chile y
Argentina, y escenarios de justicia transicional (Sikkink, 2005), pero dejan de lado
múltiples escenarios de acción y participación de los movimientos en defensa de
los derechos humanos más allá de las dimensiones jurídicas en contextos
"democráticos". Pareciera que el escenario tras-nacional o internacional tuviera la
capacidad explicativa suficiente para entender el proceso político que se genera
en los diferentes países —que, por último, son los escenarios de conflicto y
violación—, que tiene, como todo conflicto, efectos redistributivos de equilibrios de
poder e institucionales.

Sin duda, un trabajo que da luces para la mejor comprensión del comportamiento
de los actores colectivos especializados en la defensa de los derechos humanos
es el de Rodio y Schmitz, quienes resaltan que más allá de las normas y
los intereses que analiza la perspectiva constructivista de los regímenes
internacionales, es necesario comprender la historia y las políticas internas de los
movimientos y las organizaciones de derechos humanos. Un análisis de las ONG
de derechos humanos es incompleto sin un estudio del movimiento de derechos
humanos y las formas internas de articulación, lo que pondría en evidencia
también la tensión "entre un mandato universal y el conjunto de técnicas limitadas
y conocidas de la movilización" (Rodio y Schmitz, 2010: 442). Al estudiar lo que
denominan la política interna de las organizaciones, buscan identificar cómo las
normas son objeto de adopción y traducción a los intereses de éstas y generan
comportamientos estratégicos. De aquí se derivaría que la relación entre
incentivos externos y el comportamiento de los movimientos trasnacionales siguen
un proceso de apropiación y de selección de actividades y problemas para ser
tratados en sus informes, campañas, entre otros.

Por otra parte, desde un enfoque más crítico del régimen internacional se ha
planteado la formación de una expertise en derechos humanos en los ámbitos
internacional y estatal (Dezalay y Garth, 2006). Analizando los espacios de
convergencia de múltiples actores insertos en diversas redes en los terrenos local,
nacional y global, se plantean dos planos de análisis que se articulan de manera
compleja: por un lado, las condiciones locales que posibilitan la puesta en práctica
de un conocimiento experto en derechos humanos, tanto por las elites
tradicionales como por nuevos grupos sociales; por otro lado, el tipo de adaptación
en cada espacio del proceso de internacionalización de este tipo de saber experto,
que se da a partir de marcos jurídicos internacionalizados como las leyes de
derechos humanos y DIH. Sobresalen en estos análisis los usos sociales y
políticos de estas nuevas formas de expertise en la conformación y la
transformación de los espacios nacionales, resaltando la internacionalización de la
causa de los derechos humanos y la "militancia y racionalización de [éstos] valores
como mecanismos de acción al interior de los países" (Dezalay y Garth, 2008: 19).

Si se dirige una fuerte crítica a los modelos de socialización propios de las


relaciones internacionales, hay que decir que el acento está puesto en los
recursos nacionales movilizados en la construcción de ONG, su vinculación con un
conocimiento experto y las redes de dependencia económica (Sally, 2010). Dichas
redes de dependencia económica y de conocimiento experto son las que, en
palabras de Dezalay y Garth, producen un "imperialismo moral" 3 en el que las
potencias hegemónicas compiten por imponer un modelo de Estado, de allí que su
análisis se construya alrededor de las luchas elitistas por la constitución de un
saber y un campo de poder que se internacionalice. En términos metodológicos
construyen, a partir de la teoría de campos de Bourdieu, un marco analítico en el
que estudian los espacios de convergencia donde las grandes potencias
consolidan un modelo de conocimiento jurídico y los países periféricos "importan"
los recursos internacionales.

El problema central de la perspectiva del conocimiento experto yace en que según


su argumento, dado que la profesión jurídica ha caído en desprestigio, o por lo
menos ha perdido el estatus principal que tenía antes de la Guerra Fría y de la
arremetida de los economistas como el nuevo saber dominante (Dezalay y Garth,
2005), existirían dos tipos de rumbos seguidos por estos profesionales de Estado:
por un lado, aquellos que acumulan capital social y escolar se orientan hacia un
mercado de empresas cada vez más globalizado; por otro lado, aquellos que
tienen desventajas en su acumulación, menos dotados en recursos, "no tienen
otra perspectiva distinta a la de hacerse de una clientela en los medios sociales,
hasta entonces excluidos del escenario jurídico". Así las cosas, dicha ampliación
de mercados "representa también oportunidades políticas para los más motivados
o para los más emprendedores, que suscitan el lanzamiento de ONG a través de
las cuales se convierten en los portavoces de esos desfavorecidos en la escena
pública y en los medios de comunicación" (Dezalay y Garth, 2008: 172). El
activismo jurídico en defensa de los derechos humanos sería entonces una
"reacción interesada" que busca soslayar un estatus y una posición de prestigio
que no se pueden ejercer dentro de la profesión jurídica, excluyendo las
intenciones y motivaciones de resistencia, solidaridad y victimización que impulsan
muchas veces a los "expertos jurídicos" en sus acciones y en sus vínculos y
procedencias directas de movimientos sociales más amplios.

Las conclusiones de los análisis del campo de la expertise internacional tienen un


punto de encuentro importante con algunas ideas de Wallerstein. Para el sociólogo
estadounidense, los movimientos de derechos humanos son "aspirantes al estatus
antisistémico" (Wallerstein, 2003: 98), dado que su mayor capacidad de acción se
dio desde la década de los ochenta, luego de que el establishment mundial diera
legitimidad a sus acciones y orientara muchas de las líneas de la política
internacional conforme los términos del derecho. Si bien Wallerstein acepta el
papel que han cumplido estas organizaciones obligando a reorientar muchas
políticas de los estados en el ámbito mundial de acuerdo con los principios
normativos de los derechos humanos, les resta capacidad emancipadora y crítica,
dado que se convierten en "coadyuvantes" de éstos, dándole prevalencia en su
análisis al hecho de que sean organizaciones localizadas en las zonas del centro
de la economía mundo que intentan instrumentar políticas en la periferia,
reproduciendo relaciones de dominación.

Una perspectiva vinculada con las anteriores, aunque con una visión más
"optimista", es la que viene dada por las lecturas del régimen de economía
política de los derechos humanos elaboradas por Berkovitch y Gordon, quienes en
diferentes trabajos han hecho un análisis concienzudo de las relaciones
económicas y de poder que atraviesan todo el campo internacional/local de
movilización en defensa de los derechos humanos. Dicha perspectiva tiene tres
discusiones centrales con la literatura. Primero, aquella que plantea que el
régimen de los derechos humanos socava la autonomía y la soberanía de los
estados. Segundo, buscan hacer un aporte a la literatura que no observa en la
globalización económica y jurídica el fin del Estado, sino una reconfiguración con
equilibrios de poder específicos, siendo el régimen de los derechos humanos un
medio donde se articulan los mecanismos de su reconfiguración (Ilgen, 2003; Held
y McGrew, 2003). Tercero, de carácter normativo, en cuanto busca aportar a la
comprensión de la manera en la que los defensores de derechos humanos
cuestionan las políticas de violación de derechos, demostrando que más que
debilitar o fortalecer a los estados y al régimen internacional, la labor de estos
actores colectivos trata de reorganizar las relaciones de poder y de democratizar
los espacios nacionales.

Lo anterior se ve reflejado en el hecho de que las ONG dependen, principalmente,


de financiación económica externa para su funcionamiento, estando sujetas tanto
a presiones como a la influencia de los donantes, lo que interfiere en el tipo de
relación entre las organizaciones, los activistas y los estados, así como de los
posicionamientos que ciertas organizaciones logran en dicho espacio de
financiación (Berkovitch y Gordon, 2008: 885; Gordon, 2008). En sus inicios, la
Fundación Ford fue la principal organización de financiación para los derechos
humanos, delineando las necesidades y posibilidades de acción de estas ONG
dentro de la defensa del "Estado de Derecho" y la "transparencia", dejando de
lado temas cruciales como los de los derechos económicos y sociales (Gordon,
2004). De allí que "los donantes no necesariamente van a proporcionar fondos a
las ONG que se ocupan de los abusos más atroces de los derechos humanos,
sino más bien a las que se concentran en temas que coinciden con su propia
agenda, que es en muchos sentidos la de las fuerzas políticas de las sociedades
en que operan [las agencias de cooperación]" (Berkovitch y Gordon, 2008: 895).
Los estados donde se encuentran los agentes donantes, ayudan a moldear las
preferencias de éstos y, a la vez, influir en la agenda de los derechos humanos en
el mundo y en los estados receptores por medio de las ONG beneficiadas y su
presión, lo que vuelve más complejas, naturalmente, las formas de relación y
expresión del campo de defensa.

Al mostrar cómo los donantes ayudan, por un lado a las ONG de derechos a
formar sus programas y estrategias y, por otro, que las preferencias de los
donantes son determinadas por las políticas de los estados en los que éstos
operan, la perspectiva del régimen de economía política de los derechos humanos
plantean un círculo en el que los estados ricos tienen un impacto en los donantes,
que a la vez influyen en los activistas y organizaciones de estados destinatarios;
ello repercute en las relaciones del régimen internacional y en la reconfiguración
de los roles estatales. Los procesos de socialización del Estado y la adopción de
los derechos humanos como norma tienen una dimensión más compleja que la
expuesta en el modelo lineal del constructivismo trasnacional, mostrando los
diferentes espacios y mecanismos de interacción, influencia y dependencia que se
generan en la movilización en defensa de los derechos humanos.
UNIDAD V:
INTERVENCIÓN
SOCIAL EN
DERECHOS
HUMANOS

5.1 TRABAJO SOCIAL EN DERECHOS


HUMANOS.

Las profesiones surgen cuando existe


una demanda social de aquellos servicios
que se consideran útiles o necesarios
socialmente; que dan respuesta a
necesidades o problemáticas de las
personas que constituyen una sociedad. Nuestra profesión parte del
reconocimiento social de la (Declaración de los Derechos Humanos de la ONU).
«La profesión de Trabajo Social promueve el cambio social y la solución de los
problemas en las relaciones humanas; así como la capacitación y
“autodeterminación” de todas las personas con el fin de lograr un mayor bienestar
social» (FITS -2000)

SUS OBJETIVOS
1. Contribuir a disminuir la desigualdad e injusticia social, facilitando la
participación social de las personas excluidas socialmente.

2. Apoyar y movilizar a las personas, grupos y comunidades con el fin de mejorar


su bienestar y su capacidad para resolver sus problemas de carácter psicosocial.

3. Dar a conocer las oportunidades que los grupos sociales tienen a su


disposición, motivarles para tener acceso a estas y ayudarlos a desarrollar las
respuestas emocionales, intelectuales y sociales necesarias para su pleno
desarrollo.

PRINCIPIOS ÉTICOS

1. LOS DERECHOS HUMANOS. El trabajo social se basa en el respeto al valor y


dignidad inherentes a toda persona, y a los derechos que de ello se desprenden.
Los trabajadores sociales deben apoyar y defender la integridad y bienestar físico,
psicológico, emocional y espiritual y el bienestar de todas las personas.

2. JUSTICIA SOCIAL. Desafiar la discriminación negativa - Los trabajadores


sociales tienen la responsabilidad de oponerse a la discriminación negativa por
razones de capacidad, edad, cultura, género o sexo, estado civil, estatus
socioeconómico, opiniones políticas, color de la piel u otras características físicas,
orientación sexual o ideas religiosas.

3. RECONOCER LA DIVERSIDAD. Los trabajadores sociales deben reconocer y


respetar la diversidad étnica y cultural de las sociedades con las que trabajan,
teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales y
comunitarias. Trabajamos con un sujeto pobre no con un pobre sujeto. El primero
es una persona con derechos (vulnerados) y obligaciones; el segundo es una
persona que recibe favores. Los trabajadores sociales tenemos la obligación
ineludible de conocer todos y cada uno de los derechos humanos. Y la obligación
de difundirlos.

LOS DERECHOS HUMANOS COMO


FUNDAMENTO ÉTICO DEL
TARABAJADOR SOCIAL EL
TRABAJO SOCIAL COMO
DISCIPLINA:

1. Adopta como marco de referencia la


Declaración Universal de los Derechos
Humanos (civiles, políticos y sociales),
incluido el derecho al desarrollo.
2. Adopta la propuesta de Naciones Unidas de considerar el DH y los DDHH de
manera integrada, con el compromiso de promover la libertad, el bienestar y la
dignidad de los individuos en todas las sociedades.

ENSEÑANZA DE LOS DERECHOS HUMANOS A LA FORMACIÓN DEL


TRABAJOR SOCIAL

 Los códigos de ética que orientan el ejercicio profesional establecen


directrices centradas en el respeto a la individualización y autodetermina
persona, confidencialidad, respeto a la diversidad y a las diferencias, uso
disciplinado de la relación profesional, y compromiso con la democracia, la
justicia social, la igualdad y la equidad.

 Aceptan la premisa de que los derechos humanos y las libertades


fundamentales son indivisibles y de que es imposible la plena realización de
los derechos civiles y políticos si no se disfrutan los derechos económicos,
sociales y culturales.

 Creen que el logro de un progreso duradero en la aplicación de los


derechos humanos depende de políticas nacionales e internacionales
eficaces de desarrollo económico y social.
 Su conocimiento directo de las condiciones de los sectores vulnerables de
la sociedad hace que los profesores y profesionales del trabajo social sean
útiles en la formulación de políticas sociales.

5.2 LA PROTECCION DE LOS


GRUPOS VULNERABLES

Desde el punto de vista jurídico,


los Derechos Humanos nacen de
la dignidad intrínseca del ser
humano. Esto significa que deben
ser disfrutados por todos, sin
distinción de raza, sexo, idioma,
origen social, religión, nacionalidad, capacidades, ocupación, edad, etc.

se reconocen como Grupos en Situación de Vulnerabilidad a los conformados por


la derechohabientica que, por sus condiciones socioculturales, de salud, origen
étnico, género, discapacidad y otros, viven una realidad de mayor impedimento.
Con ello impulsa la igualdad de oportunidades y el disfrute igualitario y pleno de
los derechos humanos de los grupos vulnerables, entre los que están:

Personas con discapacidad

Personas con VIH-SIDA

Mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de la violencia


Adolescentes embarazadas

Personas de la tercera edad

Personas con enfermedades crónicas, degenerativas y en etapa terminal

Personas que viven con adicciones

Personas con preferencias sexuales diferentes a la heterosexual

Personas con Fatiga Profesional Crónica y Síndrome de “Burnout”

Se adopta constantemente medidas y toma acciones afirmativas a favor de su


derechohabientica en situación de riesgo y de vulnerabilidad.

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos
significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los
derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los
Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos.
La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas
positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano
individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos,
también debemos respetar los derechos humanos de los demás.

Al combatir la discriminación con acciones positivas, vela por el respeto a los


derechos de los grupos en desventaja por sus condiciones socioculturales,
económicas, de salud, de origen étnico o discapacidad.

5.3 RETOS Y PERSPECTIVAS Y


PERSPECTIVAS DE LA DEFENSA,
PROMOCIÓN Y ÉDUCACIÓN EN
DERECHOS HUMANOS DESDE LA
MIRADA DEL TRABAJA SOCIAL.
El trabajo social halla sus diversos orígenes en los ideales humanitarios y
democráticos, la práctica del trabajo social se ha centrado desde sus comienzos
en la satisfacción de las necesidades humanas y en el desarrollo del potencial y
los recursos humanos. El trabajo social es una profesión dedicada y
comprometida a efectuar cambios sociales en la sociedad en general y en las
formas individuales de desarrollo dentro de ella.

Los trabajadores sociales profesionales se consagran a fomentar el bienestar del


ser humano y a potenciar su realización, además de desarrollar y aplicar con
disciplina tanto los conocimientos científicos relativos a las actividades
humanosociales como los recursos destinados a satisfacer las necesidades y las
aspiraciones de individuos y grupos nacionales e internacionales y al logro de la
justicia social.

Los trabajadores sociales se ocupan de planificar, proyectar, calcular, aplicar,


evaluar y modificar los servicios y políticas sociales preventivos para los grupos y
comunidades. Actúan en muchos sectores funcionales utilizando diversos
enfoques metodológicos, trabajan en un amplio marco de ámbitos organizativos y
proporcionan servicios sociales a diversos sectores de la población a nivel
microsocial, social intermedio y macrosocial.

La enseñanza del trabajo social está orientada a promover el desarrollo social y la


calidad de la enseñanza, el aprendizaje y el conocimiento en todo el mundo para
la práctica del trabajo social, los servicios sociales y las políticas de bienestar
social. El trabajo social se realiza siempre en cinco contextos que, si bien pueden
analizarse por separado, forman parte de un todo. Esos contextos son el
geográfico, el político, el socioeconómico, el cultural y el espiritual.

Trabajo social y derechos humanos defensa y promoción:


La forma en que la profesión se centra en las necesidades humanas determina su
convicción de que la índole fundamental de esas necesidades exige que se
satisfagan, y no por decisión personal, sino como un imperativo de justicia básica
por ello, el trabajo social avanza hacia la consideración de los derechos humanos

como el otro principio de organización de su práctica profesional. La transición de


la orientación hacia las necesidades a la afirmación de los derechos se ha hecho
imprescindible porque es preciso satisfacer las necesidades sustantivas tangibles.
Una necesidad sustantiva puede traducirse en un derecho positivo equivalente y
el goce de ese derecho es algo que se espera faciliten el Estado y entidades más
allá del Estado.

De ello se desprende que la búsqueda y la realización de los derechos y las


facultades positivos es inseparable de la satisfacción de las necesidades. Al
actuar dentro de sistemas políticos diferentes, los trabajadores sociales sostienen
y defienden los derechos de sus clientes individuales o colectivos a la vez que
tratan de satisfacer sus necesidades. Lo hacen a menudo al servicio de
organismos oficiales y reconocidos y su posición como mandatarios del Estado, o
como empleados de instituciones u organismos poderosos, ha puesto a muchos
en situación precaria. La necesidad del profesional de ser un empleado fiel ha
tenido que coexistir con su obligación de servir al consumidor de sus servicios.
Conforme al código deontológico profesional y con las declaraciones sobre sus
funciones de las escuelas de servicio social, el servicio a las personas es la
consideración suprema.

El trabajo social se ocupa de la protección de las diferencias individuales y entre


grupos. A menudo tiene que mediar entre particulares y el Estado u otras
autoridades, defender causas determinadas y brindar protección cuando la acción
estatal en pro de la bien común amenaza los derechos y libertades de personas o
grupos determinados (por ejemplo, en casos de separación de niños de sus
familias; denegación de asistencia; internamiento en instituciones para personas
de edad o discapacitadas; o conflictos de vivienda que dejan a gente sin hogar).
Los derechos humanos son inseparables de la teoría, los valores, la ética y la
práctica del trabajo social. Hay que defender y fomentar los derechos que
responden a las necesidades humanas; y esos derechos encarnan la justificación
y la motivación de la práctica del trabajo social. Por consiguiente, la defensa de
esos derechos debe formar parte integrante del trabajo social, aunque en los
países que viven bajo regímenes autoritarios esa defensa puede tener graves
consecuencias para los trabajadores sociales profesionales.

Trabajo social y educación:

Los profesionales de Trabajo Social desarrollan un papel importante de


intervención preventiva y asistencial en la Educación, funciones que con
frecuencia son desconocidas por el conjunto de la sociedad. Durante mucho
tiempo, sus capacidades y potencialidades en su función educativa se han visto
constreñidas e infravaloradas a riesgo de perder su identidad profesional
imponiendo en qué consiste su trabajo. Sus primeras intervenciones se
desarrollaron en centros de Educación Especial, paulatinamente su presencia ha
ido acrecentándose en el entorno educativo en coordinación con otros
profesionales. Las grandes transformaciones sociales experimentadas desde hace
décadas junto con las emergentes tecnologías, han generado nuevas situaciones
conflictivas que exigen nuevas respuestas de los sectores implicados. Se trata de
un momento social complejo que ha provocado un periodo de oportunidades al
reconocimiento social de la profesión. La formación específica del trabajador
social, conocimientos adquiridos e interiorizados, metodología de intervención y
características del trabajo que desempeña, le convierte en el profesional idóneo
para interactuar entre el sistema educativo y agentes intervinientes: alumno,
familias, centro educativo y estamentos sociales.

Las diferentes situaciones o problemáticas que se presentan en las instituciones


educativas requieren de un análisis e intervención debidamente planificada,
requisitos que reúnen los trabajadores sociales desde su condición de
profesionales. Su formación específica, conocimientos adquiridos e interiorizados,
metodología de intervención y características del trabajo que desempeña, le
convierte en el profesional idóneo para interactuar entre el sistema educativo y
agentes intervinientes potenciando, a su vez, la participación e implicación de los
sujetos en el proceso de intervención. Actúa en sistemas abiertos, complejos y
problemáticos, y proporciona una respuesta adaptada a las necesidades y
realidades.

Sin embargo, durante mucho tiempo sus capacidades y potencialidades se


han visto constreñidas hasta el punto de correr el peligro de perder su
identidad profesional imponiendo en qué consiste su trabajo.

Principales funciones que desempeñan los profesionales de Trabajo Social


en el ámbito de la educación
Respecto al alumnado

a. Atender situaciones individuales del estudiante que interfieran en su


aprendizaje: absentismo, fracaso educativo, desmotivación, problemas
relacionales y de comunicación, inadaptación.
b. Percibir conductas conflictivas que perturben la convivencia escolar como el
maltrato escolar, acoso o ciberacoso.

c. Detectar desajustes familiares: violencia, malos tratos, desprotección o


negligencia familiar, deficiencias de recursos básicos, carencias emocionales, falta
de higiene, problemas de alimentación, etc.

d. Prevenir delincuencia y situaciones de inadaptación.

e. Facilitar información sobre la situación sociofamiliar del estudiante al centro


educativo.

Ámbito familiar

a. Potenciar estilos de crianza


democráticos, cercanos y
comunicativos que promuevan
el desarrollo integral de los hijos.

b. Colaborar y desarrollar programas de formación, de apoyo, asesoramiento y de


orientación familiar a padres y asociaciones de madres y padres.

c. Favorecer la participación familiar-comunidad educativa en la marcha del


centro.
d. Valorar el contexto sociofamiliar de estudiantes con necesidades específicas.

e. Implicar a los padres en la búsqueda de soluciones a los problemas que


puedan darse en los distintos niveles formativos.

f. Fomentar las relaciones familiares entre sí y con el centro educativo.

En relación con profesores

a. Facilitar formación y asesoramiento en coordinación con el centro educativo


para dar respuesta a situaciones conflictivas de estudiantes con dificultades
sociales procedentes de su contexto familiar y comunitario.

b. Proporcionar información sociofamiliar de los alumnos.

c. Asesorar sobre aspectos que favorezcan el buen funcionamiento del centro y la


integración de alumnos con necesidades educativas especiales.

d. Participar en la orientación familiar que realiza el profesor.

e. Elaborar información y difundir herramientas y materiales que sean de utilidad


al profesorado.

Espacio institucional
Colaborar en la elaboración del proyecto educativo y en trabajos de investigación
sobre necesidades educativas y sociales que posibiliten una adecuada
planificación educativa.

Proporcionar información sobre los recursos sociales y comunitarios y entorno


social. Establecer y fomentar relaciones fluidas entre la institución y la familia.
Planificar acciones de prevención y detección precoz de alumnos con
necesidades educativas especiales. Coordinarse y cooperar con los servicios
comunitarios existentes para dar respuesta a las necesidades de los alumnos:
Servicios Sociales, Servicios de Protección de Menores, de Apoyo a Mujeres
Víctimas de Violencia, Sanitarios, etc.

5.4 METODOLOGÍA PARA LA INVESTIGACIÓN DE VIOLACIÓN A DERECHOS


HUMANOS Y ATENCIÓN A VÍCTIMAS.

Una investigación en derechos humanos es aquella cuyo marco conceptual y


metodológico y las herramientas que emplea, tienen fundamento en el contenido
de las normas internacionales de protección de los derechos humanos y se usa
con el fin de examinar la situación de estos derechos en un período determinado,
enriquecer el debate crítico en función de ampliarlos o mejorar sus condiciones de
progresividad o denunciar hechos y patrones de violación, haciendo valer el
cumplimiento y la adecuada implementación de las responsabilidades
internacionales y nacionales de los Estados con el pleno reconocimiento de los
derechos humanos, su efectivo ejercicio y eficaz realización en todo el planeta.

Igualmente, el método de una investigación en derechos humanos debe poder


mostrar de forma clara la relación entre los actos o la situación examinada con
alguna de las obligaciones contraídas con estos derechos, a fin de determinar
violaciones y responsables. Son violaciones los actos o situaciones que causen o
lleven a la privación, anulación o menoscabo de uno o varios derechos humanos,
lo que puede ocurrir como consecuencia de que los Estados no han implementado
las medidas necesarias para prevenir y sancionar estas violaciones, han sido más
bien sus responsables directos o han ignorado la obligación de garantizar los
medios que permitan satisfacerlos, en la cantidad, oportunidad y calidad debida.
Que los Estados violen los derechos humanos o ignoren su violación involucra a la
comunidad internacional en gestiones de protección.

¿CON QUÉ HERRAMIENTAS SE HACE INVESTIGACIÓN EN DERECHOS


HUMANOS?

Los conceptos y métodos de investigación deben estar relacionadas


orgánicamente con las herramientas utilizadas para el levantamiento y
procesamiento de información y no deben ser consideradas como componentes
separados. La documentación y el monitoreo son las herramientas más potentes
de un proceso de investigación en derechos humanos, las cuales sirven para:
• Denunciar e informar con fundamento, ágilmente y de forma más concreta,
rigurosa y eficaz a destinatarios nacionales e internacionales que puedan ejercer,
tomar parte o influir en medidas que detengan los actos de violación de derechos
humanos, se sancione a los responsables y las víctimas obtengan justicia.

• Proteger a las víctimas si los actos se exponen en forma apropiada a la luz


pública, porque el silencio, el temor, la inhibición o el encubrimiento son los
medios de los cuales se aprovechan los responsables para cometerlos.

• Conservar una memoria de lo que pasó con la mayor fidelidad posible de los
hechos en el tiempo, a objeto de que se conozca la verdad y se obtenga justicia.

Aunque las violaciones a los derechos humanos no prescriben, toda


documentación es clave para que los casos sigan vigentes y, mantener el
recuerdo en la memoria colectiva, tiene un potente efecto demostrativo para que
las violaciones no se repitan.

• Dar asistencia a las víctimas en el seguimiento a los procesos judiciales,


permitiendo tomar medidas para que las violaciones no queden impunes.
Asimismo, la documentación de los procesos, sirve de apoyo o consulta para el
procesamiento de otros casos ocurridos en similares condiciones.

• Evaluar, actualizar y fortalecer las normas y estándares de protección de los


derechos humanos.

La documentación

La documentación consiste en un proceso de registro sistemático y detallado de


datos, a través del cual se investiga uno o varios eventos de violación de derechos
humanos. Es esta labor la que permite dejar constancia de los actos que causaron
o tuvieron como resultados las violaciones y de los eventos en el marco de los
cuales éstos ocurrieron; de las personas o grupos afectados o víctimas de los
actos y, de los agentes involucrados y a los que se atribuye la responsabilidad de
las violaciones.

Un proceso de documentación comprende:

a) Delimitar los hechos o situaciones, y el período específico en que sucedieron. b)


Identificar las fuentes de información (testimonios, documentos, estadísticas,
noticias, material gráfico o audiovisual).

c) Seleccionar los métodos y técnicas para documentar (análisis de documentos,


revisión de noticias impresas, gráficas o audiovisuales, procesamiento de datos,
levantamiento de encuestas o de entrevistas, entre otros). En el caso de
encuestas o entrevistas, debe contarse con el consentimiento informado de las
personas declarantes o informantes.

d) Registrar de manera detallada los actos y eventos, identificando a las personas


involucradas tanto las víctimas como los autores.

e) Almacenar la información de la manera más ordenada posible, respetando


fielmente su forma y contenido. Todos los registros (actas y otros documentos,
grabaciones, cuestionarios, cuadernos de notas y bases de datos) deben
garantizar la seguridad de las personas declarantes o informantes.

f) A lo largo del proceso de registro deben identificarse las normas de derechos


humanos que hayan sido vulneradas. El registro debe procurar un vocabulario que
represente conceptos o descriptores adecuados a los términos que se usan en las
normas.
EL MONITOREO

El monitoreo consiste en el registro sistemático de la situación de los derechos


humanos y de sus violaciones, de una forma periódica durante un cierto lapso,
generalmente prolongado.

Es la herramienta predilecta para determinar patrones de violación a los derechos


humanos y el grado de esfuerzo de los Estados para cumplir sus obligaciones con
la protección de los derechos humanos. Implica recolectar una gran cantidad de
información que permita

examinar:

a) la adopción e implementación de disposiciones que los Estados están obligados


a cumplir, de acuerdo con sus compromisos internacionales.

b) la regularidad y severidad de actos y métodos de violación de los derechos


humanos.

c) los avances, retrocesos y estancamientos en la situación de los derechos


humanos.

El trabajo de monitoreo puede realizarse a través de indicadores, basados en


estándares internacionales de los derechos humanos.

- Estándar: es la medida (criterio o valor) de la aceptabilidad o no de los actos que


realizan los Estados, derivada de normas de protección de los derechos humanos.

Los estándares se encuentran en Pactos y Convenciones Internacionales,


Observaciones de los Comités que supervisan su implementación e Informes y
Comentarios de Relatores Especiales y Grupos de Trabajo, del Sistema
Internacional de Protección de los Derechos Humanos.

- Indicador: es el instrumento práctico que recoge los actos u omisiones de los


Estados y los compara con los estándares. Pueden ser cualitativos (presencia o
no de ley o política que garantice derechos humanos) o cuantitativos (reducción o
aumento de tasas o porcentajes que revelen mejoras o deterioro de derechos
humanos).

También pueden basarse en actos violatorios (restricción o negación de uno o


varios derechos humanos) o en juicios (opiniones fundamentadas sobre la
situación de los derechos humanos).

Un proceso de monitoreo debe:

a) Asegurar que los equipos de evaluación estén seguros de comprender las


normas internacionales de los derechos humanos.

b) Recolectar todos los estándares internacionales derivados de los Tratados


internacionales y de los órganos del Sistema Internacional de Protección de los
Derechos Humanos.

c) Definir un conjunto limitado de indicadores viables, simples, específicos,


eficaces, pertinentes y fiables. Los indicadores deben estar soportados en una
metodología transparente y verificable.

d) Organizar la información en un sistema de acopio, tratamiento, almacenamiento


y presentación, distinto al de los instrumentos de recolección de datos, y presentar
los resultados junto con fuentes.
Tipos de indicadores utilizados en el monitoreo de derechos humanos
UNIDAD 6: LOS
DERECHOS
HUMANOS.
6.1 ¿CUÁLES SON LOS DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO?.
Los Derechos Humanos han sido clasificados atendiendo a diversos criterios, así
podemos encontrar clasificaciones que atienden a su naturaleza, al origen,
contenido y por la materia a la que se refieren. Con un propósito pedagógico han
sido clasificados en tres generaciones, esto en función al momento histórico en
que surgieron o del reconocimiento que han tenido por parte de los Estados. Es
conveniente indicar que el agrupamiento de los derechos humanos en
generaciones no significa que algunos tengan mayor o menor importancia sobre
otros pues todos ellos encuentran en la dignidad humana el principio y fin a
alcanzar. Así entonces en la primera generación fueron agrupados los derechos
civiles y políticos, en la segunda generación los derechos económicos, sociales y
culturales y en la tercera generación se agruparon los que corresponden a grupos
de personas o colectividades que comparten intereses comunes. Actualmente es
mayormente aceptado clasificar los derechos humanos únicamente en civiles,
económicos, sociales, culturales y ambientales. Es importante decir que dentro del
conjunto de derechos humanos no existen niveles ni jerarquías pues todos tienen
igual relevancia, por lo que el Estado se encuentra obligado a tratarlos en forma
global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el
mismo peso.
1. Derecho a la vida: Toda persona tiene derecho a que su vida sea respetada.
Este derecho debe conceptualizarse en dos sentidos: a) Como una obligación
para el Estado de respetar la vida dentro del ejercicio de sus funciones; b) Como
una limitación al actuar de los particulares, para que ninguna persona prive de la
vida a otra.
2. Derecho a la igualdad y prohibición de discriminación: Todas las personas
tienen derecho a gozar y disfrutar de la misma manera los derechos reconocidos
por la Constitución, los tratados internacionales y las leyes. Se prohíbe toda
exclusión o trato diferenciado motivado por razones del origen étnico o nacional,
género, edad, discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión,
opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas. De igual manera, queda prohibida toda práctica de
exclusión que tenga por objeto impedir o anular el reconocimiento o ejercicio de
los derechos humanos consagrados en nuestro orden jurídico. En México los
títulos de nobleza, privilegios u honores hereditarios no tendrán validez.
3. Igualdad entre hombres y mujeres: Todas las personas gozan los mismos
derechos sin importar su sexo o género. El Estado establecerá las acciones
necesarias que garanticen a las mujeres la erradicación de la violencia y el acceso
a las mismas oportunidades e igualdad en todos los ámbitos de la vida pública y
privada.
4. Libertad de la persona: En nuestro país se prohíbe la esclavitud en cualquiera
de sus formas y toda persona extranjera que llegue a nuestro territorio con esa
condición, recobrará su libertad y gozará de la protección de las leyes mexicanas.
Así también, están prohibidos los trabajos forzosos y gratuitos o no pagados, por
lo que nadie puede ser obligado a prestar trabajos contra su voluntad y sin recibir
un pago justo.
5. Derecho a la integridad y seguridad personal: Toda persona tiene el derecho
a que el Estado respete su integridad física, moral y psíquica. La Constitución
prohíbe las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los
palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de
bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. Existe una
protección especial de este derecho en la prohibición de infligir tortura o malos
tratos, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
6. Libertad de trabajo, profesión, industria y comercio: Toda persona tiene
derecho a dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode,
siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá limitarse por determinación
de autoridad competente y dentro de los términos que marque la ley. Nadie puede
ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.
7. Libertad de expresión: Toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y
difundir informaciones e ideas, ya sea oralmente, por escrito, o a través de las
nuevas tecnologías de la información; además, no puede estar sujeto a censura
previa sino a responsabilidades ulteriores expresamente fijadas por la ley. No se
puede restringir el derecho de expresión por medios indirectos, como el abuso de
controles oficiales o particulares del papel para periódicos; de frecuencias
radioeléctricas; de enseres y aparatos usados en la difusión de información;
mediante la utilización del derecho penal o por cualquier medio encaminado a
impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
8. Libertad de conciencia: Toda persona tiene derecho a creer y pensar
libremente según sus ideas y convicciones.
9. Libertad de imprenta: Es la libertad de las personas para difundir, escribir y
publicar opiniones, información e ideas o cualquier contenido, suceso o materia,
siempre y cuando no se afecte la estabilidad social, la dignidad o vida de terceros.
10. Derecho a la libertad de tránsito y residencia: Es un derecho de las
personas para entrar y salir del país, viajar de un lugar a otro dentro del territorio
mexicano o mudar su residencia, sin que se requiera algún permiso o documento
legal para hacerlo, con las limitaciones establecidas en la ley.
11. Libertad de asociación, reunión y anifestación: Las personas tienen el
derecho:

 A agruparse pacíficamente con cualquier objeto lícito, pero solamente las


ciudadanas y los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en
los asuntos políticos del país.

 Para congregarse libremente, siendo de forma pacífica y con fines lícitos. Es


exclusivo de las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos/as reunirse para tomar
parte en los asuntos políticos del país.

 A formar parte de una asamblea o reunión que tenga como propósito expresar o
exponer cualquier idea, petición o protesta a la autoridad. Los manifestantes
deberán actuar de forma pacífica y con respeto a la dignidad de la persona y a las
leyes.
12. Libertad religiosa y de culto: Toda persona tiene libertad para adoptar,
profesar, divulgar o seguir, inclusive de cambiar, la creencia religiosa o filosófica
que más le agrade o desee, y de practicar libremente las ceremonias religiosas,
devociones, ritos, enseñanzas o demás actos del culto de su religión, ya sea en
forma individual o colectiva, tanto en público como en privado, siempre que no
afecte la dignidad de la persona o constituya o induzca a cometer algún delito o
falta administrativa prevista en la ley.
13. Derecho de acceso a la justicia: Toda persona tiene derecho de acudir ante
los tribunales para que se le administre justicia de manera pronta, completa,
imparcial y gratuita. El Estado procurará que este derecho se realice en
condiciones de igualdad y de no discriminación, garantizando en todo momento
las formalidades esenciales del procedimiento. Toda persona tiene derecho a
acudir ante los jueces o tribunales competentes, para que le amparen contra actos
que violen sus derechos humanos.
14. Derecho a la irretroactividad de la ley: Cuando surjan controversias que
resulten del reconocimiento de derechos y obligaciones de las personas, se
aplicará la ley que se encuentre vigente, y sólo se aplicará la ley anterior cuando
beneficie sus intereses o derechos. Nadie puede ser condenado por acciones u
omisiones que en el momento de cometerse no fueren considerados como delitos.
Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la
comisión del delito.
15. Derecho de audiencia y debido proceso legal Derecho de audiencia y
debido proceso legal: Es el derecho que tiene toda persona para ejercer su
defensa y ser oída por la autoridad competente, con las debidas formalidades y
dentro de un plazo razonable, previo al reconocimiento o restricción de sus
derechos y obligaciones. El debido proceso debe contemplar las formalidades que
garanticen una defensa adecuada, es decir:
I. El aviso de inicio del procedimiento:
II. La oportunidad de ofrecer las pruebas y alegar en su defensa;
III.Una resolución que resuelva las cuestiones debatidas, y
IV.La posibilidad de impugnar la resolución mediante los recursos procedentes.
16. Principio de legalidad: La autoridad debe cumplir las atribuciones que se
determinan en la Constitución, los tratados internacionales o la ley, prohibiéndose
que en el ejercicio de sus funciones sea arbitraria o abusiva contra las personas.
Las personas no pueden ser molestadas en sus bienes, posesiones, familia,
integridad o derechos, sin que exista un mandamiento escrito emitido por
autoridad competente y debidamente fundado y motivado.
17. Seguridad jurídica en materia de detención: Nadie podrá ser detenido sin
una orden de aprehensión emitida por juez competente previa denuncia o querella
presentada ante el Ministerio Público, respecto de un hecho que la ley señale
como delito y que se encuentre sancionado con pena de prisión y obren datos de
que se ha cometido el ilícito y exista la probabilidad de que la persona acusada lo
realizó o participó en su comisión. Sólo en casos urgentes, el Ministerio Público
podrá, bajo su responsabilidad, ordenar la detención, fundando y expresando su
proceder. Cualquier persona podrá detener a otra en el momento que esté
cometiendo un ilícito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniendo
sin demora al detenido a disposición del Ministerio Público.
18. Seguridad jurídica para los procesados en materia penal: Toda persona
sujeta a proceso penal tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa.
Las personas que se encuentren sujetas a prisión preventiva y que no han sido
sentenciadas, deberán estar detenidas en lugares distintos de aquellas que fueron
sentenciadas a prisión. Las mujeres y los hombres deberán ser recluidos por
separado. Si el reo brinda su consentimiento expreso, es de nacionalidad
mexicana y se encuentra compurgando penas en el extranjero, podrá ser
trasladado a la república para cumplir su condena; en tanto que los reos de
nacionalidad extranjera sentenciados en nuestro país, podrán ser trasladados al
país de origen o residencia de acuerdo con lo establecido en los tratados
internacionales sobre la materia. Se prevé la posibilidad de que los internos
cumplan sus sentencias en los centros penitenciarios más cercanos a su domicilio
para su readaptación y posterior reinserción social cuando hayan cumplido su
pena.
19. Derechos de la victima u ofendido. Las víctimas tendrán, entre otros, los
siguientes derechos:
1. Respeto en todo momento a su dignidad como personas.
2. Recibir asesoría jurídica.
3. Ser informadas de los derechos que en su favor establece la Constitución y los
Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.
4. Ser informadas del desarrollo del procedimiento penal.
5. Coadyuvar con el Ministerio Público.
6. Que se les reciban todos los datos o elementos de prueba con los que cuente,
tanto en la investigación como en el proceso, a que se desahoguen las diligencias
correspondientes, y a intervenir en el juicio e interponer los recursos en los
términos que prevea la ley.
7. Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de urgencia.
8. Que se les repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio
Público estará obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la
víctima u ofendido lo pueda solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver
al sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia condenatoria.
9. Al resguardo de su identidad y otros datos personales en los siguientes casos:
cuando sean menores de edad; cuando se trate de delitos de violación, trata de
personas, secuestro o delincuencia organizada y cuando a juicio del juzgador sea
necesario para su protección.
10. A que el Ministerio Público garantice su protección, la de los ofendidos, la de
los testigos y, en general, la de todos los sujetos que intervengan en el proceso.
11. Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para la protección y
restitución de sus derechos.
12. Impugnar ante autoridad judicial las omisiones del Ministerio Público en la
investigación de los delitos, así como las resoluciones de reserva, no ejercicio,
desistimiento de la acción penal o suspensión del procedimiento cuando no esté
satisfecha la reparación del daño.
20. Seguridad jurídica en las detenciones ante autoridad judicial: Ninguna
persona podrá permanecer detenida ante un Juez por más de 72 horas, sin que
éste justifique la detención con un auto de vinculación a proceso, el cual contendrá
el delito por el que se acuse, el lugar, tiempo y circunstancias de realización, así
como los datos que indiquen que se ha cometido un delito y que exista la
probabilidad de que el detenido lo cometió. Las 72 horas se contarán a partir del
momento en que el detenido sea puesto a disposición del juez. El proceso que se
inicie con motivo del auto de vinculación, se seguirá por los hechos señalados en
el mismo. El plazo para dictar el auto de vinculación a proceso (72 horas) podrá
prorrogarse únicamente a petición del detenido. El encargado del establecimiento
en el que se encuentre detenida una persona que haya sido puesta a disposición
de un juez y que dentro del plazo antes señalado no reciba copia autorizada del
auto de vinculación a proceso en el que decrete la prisión preventiva, o de la
solicitud de prórroga del plazo señalado, deberá llamar la atención del juez al
concluir el plazo y, si no recibe la constancia mencionada dentro de las tres horas
siguientes, pondrá al detenido en libertad.
21. Seguridad jurídica respecto de la imposición de sanciones y multas: La
imposición de penas es exclusiva de la autoridad judicial. La autoridad
administrativa sólo podrá aplicar sanciones por las infracciones a los reglamentos
gubernativos y de policía, que únicamente consistirán en multa o arresto hasta por
36 horas.
22. Seguridad jurídica en los juicios penales: Los juicios penales tienen por
objeto:
a) esclarecer la verdad de los hechos;
b) proteger al inocente y procurar que el culpable no quede sin castigo, y
c) que se repare el daño.

 Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito;

 Toda audiencia se desarrollará en presencia del juez;

 El juicio se celebrará ante un juez que no haya conocido del caso previamente y
ante quien se presentarán los argumentos y pruebas de manera pública y oral;

 Corresponde a la parte acusadora probar la culpabilidad.

 El juez sólo condenará cuando exista certeza de la culpabilidad del procesado;

 Cualquier prueba obtenida con violación de derechos fundamentales no tendrá


valor.
 Toda resolución podrá ser impugnada por las partes.

23. Derecho a la inviolabilidad del domicilio: Toda persona tiene derecho a que
el Estado garantice la protección de su domicilio, y no podrá ser objeto de
molestias arbitrarias ni afectarse este derecho si no existe, por parte de la
autoridad, una orden de cateo o visita domiciliaria emitida conforme a derecho.
24. Derecho a la inviolabilidad de comunicaciones privadas: En México está
prohibido que la autoridad o los particulares inspeccionen, fiscalicen, registren,
abran o violen la correspondencia o paquetes de otros, que se envíen por el
servicio postal, así como otro tipo de comunicaciones entre particulares. Sólo la
autoridad judicial, previa petición del Ministerio Público, puede autorizar la
intervención de comunicaciones privadas. .
25. Derecho a la propiedad: Es la prerrogativa que tiene toda persona de usar,
gozar, disfrutar y de disponer sus bienes de acuerdo con la ley. Dicho derecho
será protegido por el Estado, por lo que nadie podrá ser privado, ni molestado en
sus bienes sino en virtud de un juicio que cumpla con las formalidades esenciales
del procedimiento. Sólo en caso de interés público, y observando la debida
indemnización, el Estado puede restringir el derecho a usar, disfrutar y disponer de
ella.
26. Derechos sexuales y reproductivos: Toda persona tiene derecho a que sea
respetada su identidad de género y a ejercer su sexualidad con plena libertad,
seguridad y responsabilidad. Las personas tienen el derecho a decidir de manera
libre e informada el número de hijos que deseen tener y el espaciamiento de los
mismos.
27. Derecho de acceso a la información: El Estado debe garantizar el derecho
de las personas para acceder a la información pública, buscar, obtener y difundir
libremente la información en cualquiera de sus manifestaciones (oral, escrita,
medios electrónicos o informáticos). El acceso a la información constituye una
herramienta esencial para hacer realidad el principio de transparencia en la
gestión pública y mejorar la calidad de la democracia.
28.Derechos a la protección de datos personales: Toda persona tiene derecho
a que el Estado proteja los datos que se refieren a su vida privada y datos
personales cuando se encuentren en posesión de particulares o de la autoridad.
Tendrá derecho en todo momento a acceder a ellos y en su caso a rectificarlos,
cancelarlos o disponer de cualquier información concerniente a ellos, otorgando su
consentimiento para su tratamiento, transferencia y almacenamiento. Tiene
derecho a solicitar el acceso, la rectificación, cancelación u oposición al uso de
sus datos personales en posesión de otras personas.
29.Derecho de petición: Toda persona tiene derecho para hacer peticiones o
solicitudes a las autoridades o a los servidores públicos, siempre que las mismas
se formulen por escrito, de manera pacífica y respetuosa. En materia política sólo
quienes posean la ciudadanía mexicana podrán hacer uso de este derecho. Es
obligación de la autoridad dar respuesta por escrito a dichas peticiones.
30.Derecho a la ciudadanía: Todo hombre o mujer que tenga la nacionalidad
mexicana y cumpla con los requisitos que la Constitución establece, tendrá el
derecho a la ciudadanía mexicana. Las ciudadanas y los ciudadanos
mexicanos/as tienen el derecho de votar por el candidato o candidata que deseen
que ocupe un cargo de elección popular. Asimismo, tienen el derecho a ser
elegidos por el resto de la ciudadanía para ocupar cargos de esa naturaleza, o
bien, ser nombrados para otro tipo de empleos o comisiones como servidores
públicos, siempre que cumplan con los requisitos establecidos en la ley.
31.Derecho a la reparación y a la máxima protección: Toda persona que ha
sido víctima de un delito o de violaciones a derechos humanos tiene derecho a la
asistencia, protección, atención, verdad, justicia, reparación integral, debida
diligencia y demás derechos consagrados en la Constitución Federal, Tratados
Internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte y en la Ley General de
Víctimas. Tendrá derecho a que se le garantice la aplicación de medidas de
protección a su dignidad, libertad, seguridad, bienestar físico y psicológico e
intimidad, así como recibir atención y asistencia, de acuerdo a sus necesidades,
hasta su total recuperación. Esto incluye la reparación del daño que implica que se
restituya a la víctima de manera proporcional a la gravedad del daño causado y la
afectación a su proyecto de vida.
32.Derecho a la educación: Toda persona tiene derecho a recibir educación. En
México el nivel preescolar, primaria, secundaria y media superior serán gratuitos y
laicos. Los padres o tutores de los menores tienen la obligación de hacer que sus
hijos o pupilos acudan a recibir educación. Los particulares pueden impartir
educación en todos sus tipos y modalidades, pero deberán cumplir con los
requisitos establecidos en la Constitución y en la legislación correspondiente.
33.Derecho a la salud: Toda persona tiene derecho a la protección de la salud; si
las personas hacen uso de los servicios de salud tienen el derecho de obtener
prestaciones oportunas, profesionales, idóneas y responsables. El Estado otorgará
servicios de salud a través de la Federación, Estados y Municipios de acuerdo a lo
establecido en la ley.
34.Derecho a la vivienda: Toda persona tiene derecho a disfrutar de vivienda
digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin
de alcanzar tal objetivo.
35.Derecho al agua y saneamiento: Toda persona tiene derecho al acceso,
disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma
suficiente, salubre, aceptable y fácil de obtener.
36.Derecho a la alimentación: Toda persona tiene derecho a la alimentación
nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado tiene la obligación de garantizar este
derecho.
37.Derecho a un ambiente sano: Toda persona tiene derecho a gozar de un
medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado para su desarrollo y bienestar;
corresponde al Estado garantizar este derecho. Quien ocasione un daño o
deterioro ambiental tendrá las responsabilidades que establezcan las leyes.
38.Derecho a la identidad y al libre desarrollo de la personalidad: Toda
persona tiene derecho a pertenecer a un grupo social, para ello el Estado debe
garantizar que las personas sean registradas de manera inmediata a su
nacimiento, así como contar con una copia certificada del acta correspondiente. La
Convención sobre los Derechos del Niño determina que: “El niño será inscrito
inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un
nombre, a adquirir una nacionalidad y en la medida de lo posible, a conocer a sus
padres y a ser cuidado por ellos”. El derecho a la identidad está compuesto por:

 Tener un nombre y los apellidos de los padres desde que nazca, así como ser
inscrito en el registro civil.

 Tener una nacionalidad, de acuerdo a lo establecido en la Constitución.

 Conocer su filiación y su origen, salvo en los casos en los que las leyes lo
prohíban.

 Pertenecer a un grupo cultural y compartir con sus integrantes religión, idioma o


lengua, sin que eso pueda ser entendido como razón para contrariar sus
derechos.
39.Derechos de los pueblos y comunidades indígenas: Los pueblos y
comunidades indígenas tienen derecho a la autonomía y a la libre determinación,
así como al uso y aplicación de su derecho consuetudinario, a su lengua, a la
consulta previa, a la preservación de su cultura y al acceso a la tenencia de la
tierra y al uso y disfrute racional de los recursos naturales. En el marco de los
derechos políticos, en los municipios con población indígena tendrán derecho a
nombrar representantes ante los ayuntamientos y desempeñar los cargos públicos
y de elección popular para los que hayan sido electos o designados; asimismo, se
establece la necesidad de impulsar su representación y participación en la
adopción de políticas públicas, especialmente en aquellas que impulsan el
desarrollo de las comunidades indígenas, así como propiciar su participación
política por medio de la modificación de la demarcación territorial de los distritos
electorales uninominales.
40.Derechos agrarios: El Estado reconoce y protege el derecho a la propiedad
comunal y ejidal de la tierra, así como la personalidad jurídica de los núcleos de
población comunales y ejidales. El Estado determinará las medidas para la
expedita y honesta impartición de la justicia agraria, garantizando la tenencia de la
tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad. Promoverá las condiciones para
el desarrollo rural integral, con el propósito de generar empleo y garantizar a la
población campesina el bienestar y su participación e incorporación en el
desarrollo nacional, y fomentará la actividad agropecuaria y forestal para el óptimo
uso de la tierra.
41.Derecho de acceso a la cultura: Toda persona tiene derecho para acceder a
la cultura y a sus beneficios, así como a disfrutar de los bienes y servicios que
presta el Estado en la materia.
42.Derecho a la cultura física y al deporte: Toda persona tiene derecho a la
cultura física y a la práctica del deporte.
43.Derecho al trabajo: Este derecho permite a las personas gozar de una vida
digna, toda vez que el trabajo favorece el desarrollo pleno, al sentirnos satisfechas
por “haber logrado cumplir aquello a lo que aspiramos…”. Comprende el derecho
a tener un empleo; un salario suficiente y justo para satisfacer nuestras
necesidades y, en su caso, la de nuestras familias; a gozar de condiciones
equitativas, satisfactorias y a la protección contra el desempleo, sin discriminación
alguna. El derecho al trabajo busca brindar seguridad económica y material,
además de acceder a otros derechos, como la alimentación, la educación, la salud
o la vivienda. Este derecho se encuentra contemplado en el artículos 5° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en instrumentos
internacionales, entre los que destacan la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
44.Derecho a la seguridad social: Este derecho implica que el Estado debe
realizar las acciones pertinentes para proporcionar servicios médicos, protección
económica por enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, desempleo,
invalidez o vejez; por ejemplo, cuando una persona sufre un accidente en el
trabajo o es despedida de éste, debe recibir un apoyo económico que le permita
solventar sus necesidades; en el caso de las personas adultas mayores, a recibir
la protección del Estado a través de lo que comúnmente se denomina pensión.
45.Derecho de las niñas, niños y adolescentes: Los Derechos Humanos de
niñas, niños y adolescentes están previstos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales y en las demás
disposiciones aplicables, esencialmente en la Convención sobre los Derechos del
Niño y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
(publicada el 4 de diciembre de 2014), la cual reconoce a niñas, niños y
adolescentes como titulares de derechos y, en su artículo 13, de manera
enunciativa y no limitativa, señala los siguientes: I. Derecho a la vida, a la
supervivencia y al desarrollo; II. Derecho de prioridad; III. Derecho a la identidad;
IV. Derecho a vivir en familia; V. Derecho a la igualdad sustantiva; VI. Derecho a
no ser discriminado; VII. Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano
desarrollo integral; VIII. Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad
personal; IX. Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social; X.
Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad; XI.
Derecho a la educación; XII. Derecho al descanso y al esparcimiento; XIII.
Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y
cultura; XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información; XV.
Derecho de participación; XVI. Derecho de asociación y reunión; XVII. Derecho a
la intimidad; XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso; XIX.
Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, y XX. Derecho de acceso a
las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de
radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet. 46.
Derecho de las personas con discapacidad: El Estado se encuentra obligado a
establecer todas las acciones necesarias para promover, proteger y asegurar el
pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas con discapacidad,
asegurando su plena inclusión a la sociedad en un marco de respeto, igualdad y
equiparación de oportunidades, respetando en todo momento su dignidad.
47.Derecho de las personas adultas mayores: Las personas de 60 años y más son
titulares de los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y de los ordenamientos jurídicos que de ella se
derivan. El Estado mexicano, como autoridad garante de los mismos, debe
generar mecanismos que garanticen que planes, programas, políticas públicas y
cualquier trabajo que se realice para el pleno ejercicio de los derechos humanos
de las personas adultas mayores, atiendan a los principios rectores que de
manera enunciativa y no limitativa se mencionan:  Igualdad de oportunidades:
Las personas adultas mayores sin importar su lugar de origen, género, edad,
discapacidad, condición social o de salud, religión, preferencias, estado civil,
tienen derecho a toda oportunidad de formación y realización, así como a la
alimentación, el agua, la vivienda, vestido, atención sanitaria, oportunidad de un
trabajo remunerado, educación y capacitación, a vivir en un entorno seguro y
adaptado a sus necesidades, que privilegie su integridad física, su salud y su vida.
 Participación: Las personas adultas mayores tienen derecho a la participación
activa en la aplicación de las políticas que incidan directamente en su bienestar, a
compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes y a
formar movimientos o asociaciones.

 Cuidados: Las personas adultas mayores tienen derecho a beneficiarse de los


cuidados de su familia, a tener acceso a servicios sanitarios y a disfrutar de los
derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares y en
instituciones donde se les brinden cuidados y tratamiento.

 Autorrealización: Las personas adultas mayores tienen derecho a aprovechar las


oportunidades para desarrollar plenamente su potencial, mediante el acceso a los
recursos educativos, culturales, espirituales, recreativos y a la participación
política.

 Dignidad: Las personas adultas mayores tienen derecho a vivir con seguridad,
ser libres de cualquier forma de explotación, maltrato físico o mental y recibir un
trato digno.

 Acceso a la justicia: Las personas adultas mayores tienen derecho a ser oídas,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un Juez o Tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en
la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ellas, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter.

 Se garantizará la debida diligencia y el tratamiento preferencial a las personas


adultas mayores para la tramitación, resolución y ejecución de las decisiones en
procesos administrativos y judiciales. La actuación judicial deberá ser
particularmente expedita en casos en que se encuentre en riesgo la salud o la vida
de la persona mayor.

 Enfoque de Derechos y calidad de vida: Toda acción a favor de las personas


adultas mayores representa un cambio estructural en el diseño de la política
pública de vejez, con una visión integral de las condiciones que propicien su
desarrollo humano.

 Enfoque de ciclo de vida y visión prospectiva: El envejecimiento es un proceso


involutivo que ocurre durante toda la vida y que requiere valorar los efectos de las
acciones que se realizaron en etapas anteriores de la vida y elaborar alternativas
que consideren escenarios futuros para la población.
48.Derecho de las personas migrantes: Toda persona tiene derecho a que el
Estado repare de manera integral, adecuada, diferenciada, transformadora y
efectiva el daño o menoscabo que haya sufrido por violaciones a sus derechos
humanos.
49.Derecho a la reparación por violaciones a los derechos humanos: Toda
persona que sufra una violación a sus derechos humanos, tiene derecho a que el
Estado repare el daño o menoscabo sufrido, de manera integral, adecuada,
diferenciada, transformadora y efectiva.
50.Derecho a la verdad: Toda víctima y sus familiares tienen derecho a conocer
la verdad de los hechos que originaron las violaciones a sus derechos humanos.
Este derecho también corresponde a la sociedad en su conjunto, para saber la
verdad de lo ocurrido y la razón y circunstancias que originaron los hechos, como
una manera de coadyuvar para evitar que vuelvan a ocurrir. El Estado tiene la
obligación de esclarecer los hechos, investigar, juzgar y sancionar a las personas
responsables de violaciones de derechos humanos, así como garantizar el acceso
a la información estatal al respecto, según lo prevean las leyes.
51.Derecho a la Reinserción Social: Existe una protección especial de este
derecho fundamentada en el artículo 18 constitucional, así como en los artículos
1°, 4°, 14 y 15 de la Ley Nacional de Ejecución Penal, al igual que en diversos
numerales de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de
los Reclusos, que incluyen también el derecho a tener contacto con el exterior y el
derecho a trato y estancia dignos.

6.2 ¿CÓMO LOS PROTEGE Y PROMUEVE LA CNDH? La Comisión Nacional


de los Derechos Humanos es un organismo público autónomo del Estado
mexicano, es decir, no depende de ninguna otra autoridad. Su misión es la
defensa, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos reconocidos
en la Constitución Mexicana, los tratados internacionales y las leyes. ¿Cuáles son
las funciones de la CNDH? La CNDH tiene por objeto esencial la protección de los
derechos humanos, además, lleva a cabo otras actividades como las de
observancia, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos. Para
lograr lo anterior, la ley le otorga las siguientes funciones específicas.

 Recibir quejas de presuntas violaciones a derechos humanos;

 Conocer e investigar presuntas violaciones de derechos humanos, por acciones


u omisiones de las autoridades administrativas de carácter federal, o por la
tolerancia o anuencia de la autoridad de conductas ilícitas que realicen
particulares o agentes sociales;
 Formular recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades
respectivas, cuando se decida en última instancia las inconformidades que se
presenten respecto de las recomendaciones y acuerdos de los organismos de
derechos humanos de las Entidades Federativas; así como por insuficiencia en el
cumplimiento de las recomendaciones de éstos por parte de las autoridades
locales.

 Procurar la conciliación entre los quejosos y las autoridades señaladas como


responsables, así como la inmediata solución de un conflicto planteado, cuando la
naturaleza del caso lo permita;

 Impulsar la observancia de los derechos humanos en el país;

 Promover el estudio, la enseñanza y divulgación de los derechos humanos en el


ámbito nacional e internacional;

 Elaborar y ejecutar programas preventivos en materia de derechos humanos;

 Formular programas y proponer acciones en coordinación con las dependencias


competentes que impulsen el cumplimiento dentro del territorio nacional de los
tratados, convenciones y acuerdos internacionales signados y ratificados por
México en materia de derechos humanos

 Supervisar el respeto a los derechos humanos en el sistema penitenciario,


mediante la elaboración de un diagnóstico anual sobre la situación que guardan
los centros de reinserción social en el país.

 La observancia del seguimiento, evaluación y monitoreo, en materia de igualdad


entre mujeres y hombres.

 Presentar acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de


la Nación, cuando exista una ley o tratado que se estime que vulnera derechos
humanos.

 Coordinar las acciones del Mecanismo Nacional de Prevención en ejercicio de


las facultades que establece el Protocolo Facultativo de la Convención contra la
Tortura y otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. ¿Qué hace la
CNDH para crear una cultura de derechos humanos en México?

 Dentro de la función esencial, entendida en el sentido más amplio, de protección


y promoción de los derechos humanos que cumple la Comisión Nacional, es
posible identificar otro importante conjunto de acciones tendentes a la
construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos en México y a la
prevención de las violaciones a los mismos. Esta clase de medidas forman parte
de la labor preventiva que realiza la CNDH a través de la divulgación, promoción,
investigación y estudio de los derechos humanos.

 De manera específica debe señalarse que la CNDH, a través de la Secretaria


Técnica del Consejo Consultivo, se encarga de diseñar y ejecutar programas de
capacitación continua en materia de derechos humanos los cuales están dirigidos
al público en general.

 De igual forma, el Centro Nacional de Derechos Humanos participa en la


importante labor constructiva de una cultura de los derechos humanos a través de
distintas actividades de carácter educativo, de investigación, formación y de
difusión sobre el conocimiento de los derechos.

 Además, todas las áreas integrantes de la CNDH propician espacios de


discusión y análisis sobre los derechos humanos, a través de sus distintos
programas. ¿Qué es una vistiduría? Son las áreas especializadas de la CNDH
encargadas de:

 Recibir, admitir o rechazar las quejas e inconformidades que se presentan ante


la CNDH;

 Propiciar la conciliación inmediata a violaciones de derechos humanos que por


su naturaleza así lo permitan;

 Investigar quejas e inconformidades que le sean presentadas o proceder de


oficio en caso de violaciones graves;

 Formular y someter a consideración del presidente de la CNDH proyectos de


recomendación o acuerdos. ¿Cuántas Visitadurías existen y de qué asuntos
conocen? Actualmente existen seis Visitadurías en la CNDH, que además de las
quejas que se presenten por actos u omisiones de autoridades administrativas que
se encuentren en su ámbito de competencia, así como de las inconformidades que
sean de su conocimiento, tiene a su cargo los programas siguientes: Primera
Visitaduría: Programa de Atención a Víctimas; de Personas Desaparecidas; de
Atención a la Discapacidad; de VIH/SIDA, y de Asuntos de Niñez y la Familia.
Segunda Visitaduría: Atiende las quejas que se presenten por actos u omisiones
de autoridades administrativas federales, que se encuentren dentro de su
competencia. Tercera Visitaduría: Conoce de presuntas violaciones a los derechos
humanos, especialmente de aquéllas relacionadas con personas privadas de la
libertad en centros penitenciarios federales; elabora anualmente un diagnóstico
sobre la situación del respeto de los derechos humanos en el sistema de
reinserción social del país y realiza visitas in situ a lugares de detención e
internamiento con el fin de prevenir la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes. Cuarta Visitaduría: Además de las quejas o
inconformidades que sean del conocimiento de la presente área, esta Visitaduría
integra los programas: Promoción de los Derechos Humanos de los Pueblos y
Comunidades Indígenas, Gestión de Beneficios de Libertad Anticipada para
Indígenas, Asuntos de la Mujer y de Igualdad entre Mujeres y Hombres. Quinta
Visitaduría: Es responsable del Programa de Atención a Migrantes, el Programa
de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos y, el
Programa contra la Trata de Personas. Sexta Visitaduría: Esta Visitaduría tiene
competencia en el conocimiento de asuntos laborales, ambientales, culturales y de
carácter económico y social. ¿En qué casos se debe acudir a la CNDH? En caso
de que la persona estime que sus derechos humanos han sido vulnerados por
acciones u omisiones provenientes de una autoridad administrativa o servidor
público federal, con excepción de aquellas que pertenezcan al Poder Judicial de la
Federación o se trate de asuntos electorales; la CNDH puede intervenir para
investigar los hechos y, en su caso, proteger los derechos que hubieren sido
afectados. ¿En qué casos no es posible que la CNDH intervenga? Tratándose de
actos o resoluciones provenientes de autoridades electorales o jurisdiccionales.
Tampoco es posible su intervención cuando se trate de conflictos entre
particulares. De la misma forma, la Comisión Nacional no podrá intervenir respecto
a las consultas formuladas por autoridades, particulares u otras entidades, sobre
la interpretación de las disposiciones constitucionales y legales. Para estos casos
podrá brindar orientación jurídica o remitir a las instancias correspondientes en
aquellos casos en los cuales no se surta la competencia del organismo. ¿Qué
debo hacer si mis derechos humanos fueron violados por una autoridad estatal o
municipal? Se debe acudir ante el organismo estatal de derechos humanos del
lugar donde sucedieron los hechos. Si el organismo estatal no cumple con sus
funciones, se podrá acudir ante la CNDH. ¿Qué es una queja para la CNDH? Es la
solicitud que una persona realiza, ya sea de manera escrita, verbal o en lenguaje
de señas, o incluso en sistema de escritura braille, para que la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos investigue la presunta violación de derechos humanos
por actos u omisiones provenientes de autoridades o servidores públicos
administrativos federales. ¿Cómo puedo presentar una queja ante la CNDH? Se
debe presentar mediante un escrito dirigido a la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, o de manera verbal o en lenguaje de señas, solicitando la
intervención en relación con los actos de autoridad que la persona considera
violaciones a sus derechos humanos. De forma oral, cuando quien la presenta no
pueda escribir o sea menor de edad. Y, para aquellos casos en que la persona
que presenta la queja no sepa leer y escribir, recibirá ayuda del personal de la
CNDH y, en lugar de firma, deberá poner su huella digital. ¿Existe algún plazo
para presentar una queja? Sí. El tiempo para interponer la queja no debe ser
superior a un año a partir de que sucedan los hechos que se consideran
violatorios de derechos humanos o de que se tuvo conocimiento de ellos.
Tratándose de infracciones graves a los derechos humanos, la CNDH podrá
ampliar dicho plazo. No mediará plazo alguno cuando se trate de hechos que por
su gravedad puedan ser considerados violaciones de lesa humanidad (crimen
contra la humanidad). ¿Dónde puedo presentar una queja? Se puede presentar
directamente en las oficinas centrales y/o foráneas de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, vía telefónica o electrónica a través de la página de internet
de la CNDH. Las oficinas centrales se ubican en Periférico Sur #3469, San
Jerónimo Lídice, La Magdalena Contreras C.P. 10200, Ciudad de México, Tel.
555-681-8125 y 555-490- 7400 Tel. Gratuito 800-715-2000 (las 24 horas del día).
Y en República de Cuba #60, Centro Histórico, Alcaldía Cuauhtémoc, C.P. 06010,
Ciudad de México (de lunes a viernes de 9 a 18:30 horas) La ubicación de las
oficinas foráneas se puede consultar en el siguiente vínculo
https://www.cndh.org.mx/Sedes ¿Qué horario de atención tiene la CNDH? Para la
recepción de quejas, la CNDH trabaja en su Sede “Jorge Carpizo” las 24 horas,
los 365 días del año. En la Sede “Centro Histórico” de lunes a viernes de 9 a 18:30
horas. ¿Tiene algún costo la atención que brindan en la CNDH? No. Todos los
servicios que ofrece la CNDH son gratuitos. ¿Debo tener un abogado para acudir
a la CNDH? No. Cualquier persona puede acudir a la CNDH sin necesidad de un
abogado. ¿Qué puede hacer la CNDH contra leyes federales, estatales y del
Distrito Federal, que vulneren los derechos humanos? La CNDH puede presentar
acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
cuando exista una ley federal, estatal o del Distrito Federal- o un tratado
internacional que se estime vulnera derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales aceptados por el Estado mexicano.
¿Qué efectos tiene una acción de inconstitucionalidad? Tiene por efecto que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva si la norma está apegada a la
Constitución o a los tratados internacionales, en caso contrario declara que la
norma es inconstitucional y su invalidez. ¿En contra de quién puede la CNDH
presentar denuncia penal o queja administrativa? En contra de servidores
públicos, que por sus actos u omisiones hayan vulnerado derechos humanos,
cuando así se determine en una Recomendación. Además cuando la Comisión
Nacional, encuentre que en la investigación persisten actitudes u omisiones que
impliquen conductas evasivas o de entorpecimiento por parte de las autoridades y
servidores públicos que deban intervenir o colaborar, podrá denunciar los delitos o
faltas que hubiesen cometido dichas autoridades. En caso de que algún servidor
público en respuesta a un requerimiento de información formulado por la Comisión
Nacional rindiera informes falsos o parcialmente verdaderos, se le sancionará en
los términos que señala el artículo 214, fracción V, del Código Penal Federal. De
igual forma este Organismo, se encuentra facultado para denunciar ante el
Ministerio Público o ante la autoridad administrativa que corresponda la reiteración
de las conductas cometidas por una misma autoridad o servidor público, las cuales
hayan sido materia de una recomendación previa que no hubiese sido aceptada o
cumplida. Aunado a lo anterior, con independencia de las denuncias sobre los
delitos y faltas administrativas en que puedan incurrir las autoridades y servidores
públicos en el curso de las investigaciones seguidas por la Comisión Nacional,
puede la Comisión Nacional, ésta podrá solicitar la amonestación pública o privada
del servidor público. ¿Cómo puedo capacitarme en materia de derechos
humanos? A través de las actividades educativas que realiza el Centro Nacional
de Derechos Humanos (CENADEH) y la Secretaría Técnica del Consejo
Consultivo de la CNDH, tales como pláticas, conferencias, cursos, talleres,
diplomados y programas académicos, tanto de forma presencial como en línea,
que coadyuvan en la consolidación e interiorización de la cultura de respeto a los
derechos humanos. ¿Cuáles son las funciones del CENADEH? De manera
primordial, las funciones del Centro Nacional de Derechos Humanos son las
siguientes:  Producir investigación académica de tipo interdisciplinario enfocada a
los derechos humanos;  Facilitar el intercambio académico con instituciones
nacionales y extranjeras;  Formar investigadores especialistas en materia de
derechos humanos.  Supervisar y dirigir el acervo de la biblioteca de la CNDH;

 Diseñar y ejecutar programas de formación académica en materia de derechos


humanos;

 Realizar actividades académicas con el propósito de difundir la cultura de los


derechos humanos. ¿Tiene la CNDH algún centro de consulta o biblioteca sobre
temas de derechos humanos? La CNDH cuenta con el Centro Nacional de
Derechos Humanos (CENADEH), donde se cuentan con los siguientes servicios:

 Biblioteca con un catálogo especializado en temas de derechos humanos.

 Coordinación de eventos y actividades de promoción y difusión en materia de


derechos humanos, que se pueden consultar en la página de la CNDH
(www.cndh.org.mx). El Centro de Documentación y Biblioteca de la CNDH se
encuentra ubicado en Río Magdalena #108, Tizapán San Ángel, Álvaro Obregón
C.P. 01090, México, D.F. Tel. 555-616-8693. En un horario de consulta de 9:00 a
18:00 horas, de lunes a viernes. 6.3 ¿QUÉ SON LOS DH? Los Derechos
Humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana,
cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la
persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del orden
jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados internacionales y las
leyes. Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres
humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen
nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos
tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos
derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Los derechos
humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por
ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los
principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho
internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los
gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de
actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos. El respeto
hacia los derechos humanos de cada persona es un deber de todos. Todas las
autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos consignados en favor del
individuo. Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en
determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo,
se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que
una persona es culpable de haber cometido un delito. Los derechos humanos son
iguales y no discriminatorios: La no discriminación es un principio transversal en el
derecho internacional de derechos humanos. Está presente en todos los
principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas
convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. El principio
se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos y las
libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no exhaustiva de
categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente. El principio de la no
discriminación se complementa con el principio de igualdad, como lo estipula el
artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Los derechos humanos
incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones
y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar
los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados
deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de
limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos
de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos
significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute
de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos
hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los
derechos humanos de los demás. La aplicación de los derechos humanos a la que
se encuentran obligadas todas las autoridades se rige por los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. El principio de la
universalidad. Todas las personas son titulares de todos los derechos humanos.
Dicho principio se encuentra estrechamente relacionado a la igualdad y no
discriminación. No obstante, para lograr la igualdad real se debe atender a las
circunstancias o necesidades específicas de las personas. Principio de
Interdependencia: Consiste en que cada uno de los derechos humanos se
encuentran ligados unos a otros, de tal manera que el reconocimiento de uno de
ellos , así como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y protejan
múltiples derechos que se encuentran vinculados. Principio de Indivisibilidad:
Implica que los derechos humanos no pueden ser fragmentados sea cual fuere su
naturaleza. Cada uno de ellos conforma una totalidad, de tal forma que se deben
reconocer, proteger y garantizar de forma integral por todas las autoridades.
Principio de interdependencia e indivisibilidad: Todos los derechos humanos, sean
éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la igualdad ante la
ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales,
como el derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos
colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre determinación, todos son
derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance de uno
facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho
afecta negativamente a los demás. Principio de Progresividad: Constituye una
obligación del Estado para asegurar el progreso en el desarrollo constructivo de
los derechos humanos, al mismo tiempo, implica una prohibición para el Estado
respecto a cualquier retroceso de los derechos. El Estado debe proveer las
condiciones más óptimas de disfrute de los derechos y no disminuir ese nivel
logrado.

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