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Valeria Cortegoso

Anales de Arqueología y Etnología 59-60: 107-148


2005 — FFyL., UNC, Mendoza.

APROXIMACIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS PARA


EL ESTUDIO TECNOLÓGICO: VARIABLES SINCRÓNICAS Y
DIACRÓNICAS EN EL ANÁLISIS LITICO
Valeria Cortegoso
CONICET UNCuyo valeco@,ssdnet.cormar
- -

RESUMEN

Las diferencias entre el concepto de evolución de la ecología cultural, el


procesualismo y la ecología evolutiva, explican en cierta forma el alcance de las
metodologías que se emplearon para el análisis de la tecnología. Como
metodologías han tenido relevancia en el siglo XX los modelos de flujo y los
estudios de organización de la tecnología; herramientas que se han usado en el
marco de distintas teorías. Las explicaciones alcanzadas son funcionales y
aplicables a estudios sincrónicos. Por el contrario, las aplicaciones de los modelos
de la ecología a escalas diacrónicas, especialmente a variables materiales para
estudiar cambios tecnológicos, tienen un desarrollo relativamente reciente.
Se ha hecho especial énfasis en la movilidad y su relación a la implementación de
distintas formas de manejo del espacio. Según los autores, los estudios se han
centrado en la distribución de los recursos, en las estrategias de subsistencia, el
riesgo, etc. Para cada una de los componentes que intervienen en la organización
de la subsistencia, y por tanto las decisiones tecnológicas, se pueden encontrar
interpretaciones distintas. Esto se manifiesta en la discusión en torno a categorías
como conservado y expeditivo. Aún teniendo en cuenta las limitaciones de los
estudios sobre tecnología, se destaca el aporte realizado para la elaboración de
patrones contrastables en el registro arqueológico.

Palabras clave: teoría, metodología, evolución, organización tecnológica

INTRODUCCIÓN

La gran diversidad de enfoques con los que se puede abordar el estudio de la


tecnología lítica, es resultado del desarrollo y variedad teórica que caracteriza a la
arqueología contemporánea. Cada una de las corrientes teóricas del siglo XX
desarrolló metodologías distintas para el análisis, de acuerdo a las preguntas y los
marcos que se aplicaron en el estudio del pasado. Analizaremos el modo en que la
diversidad y el cambio cultural fueron abordados por distintas propuestas, y
108 Valeria Cortegoso

específicamente cómo el concepto de evolución fue incorporado a los andamiajes



teóricos de la disciplina. La revisión se centrará principalmente en escuelas

norteamericanas que han tenido peso en nuestro país, y que están vinculadas con
el surgimiento y desarrollo de herramientas rnetodológicas que hemos utilizado
para estudios de organización tecnológica en el norte de Mendoza (Cortegoso
2004).

Se ha discutido la relación entre el desarrollo teórico de la disciplina y la aparente


falta de crecimiento teórico en el estudio del material lítico (Torrence 1989;
Bousman 1993). Esto tiene que ver con el gran auge de estudios muy específicos
sobre instrumentos que se desarrollaron en el último siglo. Sin embargo, como
analizaremos, las propuestas teóricas de las últimas décadas han sido aplicadas a
la interpretación de los conjuntos líticos. Algunos problemas que hoy se discuten
y que parecen estar relacionados sólo con cuestiones terminológicas, son prueba
de que la teoría no ha sido ajena a las propuestas. Manifiestan tanto las
dificultades para abordar fenómenos de cambio en los estudios tecnológicos,
como la carencia de referentes materiales no ambiguos para la aplicación de
algunos principios metodológicos.

El modo en que se define la tecnología y se identifican los elementos claves del


comportamiento tecnológico, depende en gran medida de las metas de
investigación (Kuhn 1995). De acuerdo a los enfoques teóricos vigentes, los
conceptos de tecnología se han orientado en principios diversos. Según Lemonnier
(1992) los estudios de tecnología acompañaron en interés y volumen el desarrollo
de la antropología clásica a fines del siglo XIX a medida que culturas "primitivas"
eran registradas en todo el mundo. Para el autor, muchos de esos estudios eran
descripciones largas y estériles inventarios de cultura material, más que
exploraciones de cómo las tecnologías estaban organizadas o cómo estaban
integradas en una más amplia totalidad social, económica y simbólica. Gran parte
del desarrollo metodológico en -el campo de los estudios tecnológicos a lo largo
del siglo XX ha estado orientado a cubrir, según analizaremos, sólo algunos de
los aspectos que Lemonnier refiere como componentes de la organización
tecnológica.
Hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX la arqueología se volcó hacia
estudios particularistas; la tendencia que predominaría sería el historicismo o
corriente histórico-cultural (Trigger 1992). Utilizando un método inductivo, a
través de la descripción y clasificación de algunos itemes culturales que
obtuvieron la categoría de diagnósticos, se establecieron secuencias cronológicas.
Siguiendo esta concepción, se intentó descubrir etnias tras conjuntos de material
arqueológico. Desde un principio antropológico conservador, la capacidad de
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 109

innovación cultural se restringió espacial y temporalmente, utilizando para la


explicación de la confluencia de rasgos estilísticos o tecnológicos, una matriz
difusionista 1 (Binford 1965). Aún cuando no hubo un fundamento explícito de las
connotaciones teóricas manejadas, el uso de un vocabulario que asume contenidos
conceptuales normativos ha sido utilizado según Gamble (1990) por los
muchísimos seguidores de esta corriente en nuestro siglo.

La nueva arqueología como corriente crítica frente al historicismo, estuvo dirigida


a entender el pasado en un sentido dinámico, considerando como clave de los
procesos culturales, la permanente adaptación de los seres humanos al medio
(Binford 1965, 1968). La producción lítica sería entonces considerada como parte
del subsistema tecnológico de la cultura y contemplada como el resultado del
trabajo humano en el que se aplican estrategias, diseños, y funciones específicas
(Binford 1980). Para explicar el funcionamiento de los sistemas, habría que
relacionar ciertos patrones estáticos del registro arqueológico con sus análogos
dinámicos de etnias contemporáneas, un método de raíz etnográfica (Binford
1967). Los supuestos sobre los que se basó el estudio de la tecnología, están en
relación con la reconstrucción de sistemas de asentamiento. El cambio de escala
en los estudios fue fundamental para el desarrollo metodológico del análisis
centrado en el material lítico.

Estudios sobre ecología de poblaciones y etnografía (Winterhalder y Smith 1981)


y modelos sobre la organización de la movilidad de cazadores recolectores
(Binford 1979, 1980, Kelly 1983) fueron marcos apropiados para la explicación
de la distribución de sitios, actividades, etc. y se aplicaron al registro lítico
(Thomas 1988; Bamforth 1986,1991; Shott 1986). Otros modelos fueron luego
adicionados, como la aproximación al ajuste de la tecnología derivada de la teoría
del diseño (Hayden y Gargett 1988; Hayden et al 1996). Como metodologías de
análisis para los conjuntos líticos que acompañaron este desarrollo, han tenido
relevancia los modelos de flujo o estudios de secuencia 2 .

Las diferencias y similitudes culturales fueron interpretadas como "relaciones culturales". El


modelo asume la existencia de centros generadores de cultura, donde por motivos no siempre
explicitados, la escala de innovación superaba la de los lugares circundantes; las relaciones
culturales se contemplaron como grados de influencia entre centros .y su entorno (Binford 1965).
2 Estos modelos tuvieron un desarrollo paralelo desde fines de los 70' tanto en Francia como en
Norteamérica. El concepto de cadenas operativas usado por los arqueólogos franceses, fue traído
de otros campos de las ciencias sociales, especialmente de la etnología. Aparece en 1968 en
Brézillon y tiene a Leroi-Gourhan y Lemonnier como impulsores (Sellet 1993). En Norteamérica,
Schiffer (1972) denomina al proceso de producción como cadena de comportamiento. Sellet ha
señalado como matiz diferente en los estudios impulsados desde estos países el marcado énfasis en
110 Valeria Cortegoso

Desde las corrientes evolutivas se ha criticado el carácter funcional de muchos


estudios emanados desde el procesualismo, haciendo hincapié en el déficit del
concepto de evolución utilizado por esta escuela. Estas corrientes incorporan
como fundamento los principios de la evolución biológica darwiniana. Han
propuesto modelos, que basados en principios ecológicos, abordan fenómenos
diacrónicos y utilizan conceptos centrales de la organización tecnológica para
enfocar el análisis lítico (Bettinger y Baumhoff 1982; Bettinger 2001).
Avanzaremos en una dirección que se inicia con la revisión de aspectos teóricos,
continúa con variables metodológicas aplicadas a evaluaciones sincrónicas y
diacrónicas y, finalmente, observaciones materiales aplicables a la base empírica.

EVOLUCIONISMO Y EVOLUCIÓN

El enfoque teórico que caracterizó a la arqueología desde sus inicios como saber
sistemático, tenía una fuerte influencia de las ideas evolucionistas decimonónicas.
Este evolucionismo no fue tomado directamente de las ciencias biológicas, sino
del idealismo imperante y la creencia en el progreso indefinido. La noción de
Darwin de selección natural no jugó ningún rol en los trabajos de los primeros
evolucionistas. En lugar de un proceso selectivo, los evolucionistas vieron el
cambio como transformación a lo largo de una escala de progreso y la
acumulación de ideas que perfeccionaban no sólo las mentes, sino también la
moral de las personas 3 (Kelly 1995,9). Este esquema de pensamiento, producto de
las reflexiones más básicas que generó por ejemplo la exploración del Nuevo
Mundo, marcaría de modo distintivo los comienzos de varias disciplinas abocadas
al estudio de las sociedades. La consecuencia metodológica de la supervivencia de
está visión en la arqueología fue el uso de la analogía etnográfica. Si la gente
"primitiva" era una supervivencia del pasado, entonces proporcionaba no sólo
"escenas" del pasado de la civilización occidental, sino también modelos sobre los
cuales se producía la mayor parte del registro arqueológico .' (Dunnell 1995).

aspectos técnicos en el primer caso y el desarrollo teórico organizacional en un sentido más amplio
en el segundo.

3La influencia de la teoría de la evolución en las disciplinas antropológicas fue muy marcada
desde fines del siglo XIX; los conceptos de progreso y direccionalidad aplicados fueron tomadas
de la evolución spenceriana, cuya metafísica esencialista es opuesta al materialismo de Darwin
(Martínez 2002).
' Aún cuando este esquema de pensamiento ha sido cada vez menos explícitamente sostenido, y
las analogías ampliamente criticadas, se perciben supervivencias tanto en el uso antropológico
como arqueológico del registro de cazadores-recolectores durante el siglo XX (Dunnell 1995,
Kelly 1995).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 111 .

El rechazo al evolucionismo decimonónico tuvo un lugar importante el desarrollo


de la antropología contemporánea; pensadores como Lévi-Strauss (1958)
propusieron elementos teóricos para superar la visión simplista de las sociedades
"primitivas"5 . El gran énfasis en combatir este esquema de pensamiento, explica
quizá el haber asumido uno opuesto en gran parte del último siglo, caracterizado
por la simplificación y la exposición casi romántica de las virtudes de las
sociedades de cazadores y recolectores. La imagen estereotipada de aquel
momento ha sido abandonada paulatinamente, tanto por la incorporación de nuevo
registro etnográfico, como por el desarrollo teórico y práctico de la antropología
en las últimas décadas (Lewin 1988). Sin embargo, como analizaremos a
continuación, este camino ha estado obstaculizado por numerosos problemas,
propios y ajenos al campo de la arqueología, desde los intereses a los que se
dedicó la disciplina, las corrientes epistemológicas en boga, y aún el rol del
evolucionismo dentro de las ciencias en general.

A mediados del siglo XX una corriente en particular hizo uso una vez más del
evolucionismo, bajo la influencia de Leslie White (1959) y en una revisión más
radical con Julian Steward (Dunnell 1980). Steward (1955) se focalizó en las
relaciones entre la sociedad, la tecnología y el ambiente, una aproximación que el
mismo llamó: ecología cultural. Las críticas que se le han hecho a esta corriente
tienen en cuenta distintos aspectos que alejaron a este pensamiento de ser una
teoría verdaderamente científica. Quienes adoptaron la ecología cultural como
marco, entendieron que había una relación estrecha entre las sociedades y el
ambiente, pero no resolvieron de qué modo interactuaban estos elementos' (Kelly
1995; Bettinger 2001). Además de problemas metodológicos, la ecología cultural
recurrió a un adaptacionismo extremo que impedía contar con una herramienta
teórica propicia para explicar el cambio.

5 Eliseo Verón (1994) en el prólogo de la obra de Lévi-Straus (Antropología Estructural), refiere

sus propuestas como una reacción frente al evolucionismo ingenuo y la falta de respuestas al hecho
de que sociedades con bajo desarrollo tecnológico, tuvieran complejos sistemas sociales.
6 Para la arqueología esta postura reivindicatoria de las sociedades "primitivas" se puede percibir

en la famosa conferencia "Man the Hunter", organizada por Lee y De Vore en 1966 donde se
consagra la idea de los cazadores-recolectores como sociedad opulenta (Lee y De Vote 1968).
7 Entendían que el medio podía imponerse por sobre la gente, cuando las circunstancias externas

cambiaban, la gente parecería decidir que este o aquel modo de hacer las cosas sería mejor para el
grupo en relación con nuevas condiciones (colectivismo metodológico) (Kelly 1995). Bettinger
(2001) reconoce la fuerza intelectual de Steward, quien aún con escaso registro fue capaz de intuir
la lógica materialista de la adaptación humana, superando el determinismo ambiental con la
inclusión del componente tecnológico.
112 Valeria Cortegoso

La visión estática que caracterizó la producción científica de la ecología cultural,


tiene que ver no sólo con la noción de evolución progresiva de la que no pudo

desprenderse, sino también con métodos emanados de la teoría general de
sistemas de gran vigencia en la época. La introducción de la teoría de sistemas y
el concepto de ecosistemas en la antropología, hacia finales de los 60' produjo un
mayor vigor en la ecología cultural. Los ecologistas culturales crearon un mundo
hipotético de sistemas culturales adaptados que hacía muy dificil entender de qué
modo podían suceder los cambios 8 (Rindos 1990). Los métodos emanados de esta
propuesta han sido ampliamente criticados ya que sólo pueden establecer
descripciones de situaciones sincrónicas, y no son aptos para establecer relaciones
causales 9 (Gándara 1982). Estos dos problemas (el evolucionismo antropológico y
el enfoque sistémico) en parte fueron heredados por la arqueología procesual, pero
con grados distintos, como veremos en la aplicación metodológica, según distintos
autores que se enmarcan en esta escuela.

Las corrientes en arqueología que intentaron aplicar métodos científicos tienen un


gran impulso con la aparición de la nueva arqueología en Estados Unidos 10 . Un
hito inicial de esta corriente es la publicación en 1962 del articulo de Binford:
Archaeology as Anthropology. La arqueología debía asumir algunas metas
propias de la antropología clásica, hacer foco sobre la variabilidad cultural, y,
fundamentalmente, trabajar con un método propio sobre la base de los paradigmas
epistemológicos entonces imperantes. Esto suponía superar una etapa meramente

descriptiva y particularista, haciendo de la arqueología una disciplina
verdaderamente científica s '. Binford (1968) sostuvo que la meta de la ciencia en

8 "Los modelos de equilibrio cultural y de sistemas se habían convertido en las principales armas
del ambientalisrno y estaban conduciendo a los ambientalistas a un callejón sin salida al tratar de
explicar las relaciones del hombre con la naturaleza con tanto detalle que el cambio en sí se estaba
volviendo incomprensible" (Rindos 1990, 17).
9 Es imposible hablar de causalidad, tanto normal o recíproca, sin involucrar enunciados

generalizados de forma universal, que conecten el grupo caracterizado corno causas, eón aquellos
caracterizados como eventos. Esto asimila la teoría a una disciplina formal, carente tanto de leyes
empíricas, como de la capacidad de ser contrastable; epistemológicamente una forma velada de
idealismo subjetivo (Gándara 1982).
' u Esta trayectoria de origen norteamericano es la que ha tenido mayor incidencia en nuestro país,
pero otros enfoques metodológicos en distintos lugares del mundo han desarrollado métodos
científicos en procesos independientes como ocurre, por ejemplo, con el materialismo en la
arqueología soviética (Semenov 1968), el desarrollo de metodologías de cadenas operativas en
Francia (Brézillon 1968), o escuelas directamente influidas por las corrientes sistémicas como la
arqueología analítica inglesa (Clarke 1968).
II Según Butzer (1989) el debate planteado por la nueva arqueología empezó en gran parte a raíz
del aumento exponencial de datos empíricos surgidos entre los años 1930 y 1960; y se planteó
como un conflicto intergeneracional americano de redefinición de medios y fines.
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 113

general, y de la antropología y la arqueología como disciplinas científicas, era la


explicación. Para brindar carácter científico a esta disciplina, los seguidores de
esta corriente se abocaron al estudio de la filosofia de las ciencias. La explicación
científica se ligó de modo irrevocable al método hipotético deductivo; en las
publicaciones se sostenía que las explicaciones sobre el comportamiento humano
sólo podían formarse al abrigo de leyes establecidas como hipótesis y probadas en
conjuntos independientes de datos' 2 (Trigger 1992).

Según las propuestas de la nueva arqueología, el foco se traslada de las


características particulares de cada grupo, a los elementos materiales que
expliquen el funcionamiento de los sistemas culturales en términos de proceso.
Autores corno Dunnell (1980) -que reconocen en las primeras formulaciones de
Binford componentes evolutivos históricos, ecológicos y funcionales- afirman que
el evolucionismo cultural de tradición antropológica, más que la evolución
científica, dominó el pensamiento arqueológico de esta corriente 13 . En este
sentido también se ha planteado el carácter básicamente esencialista del concepto
de evolución del procesualismo, que condujo hacia una concepción adaptacionista
que superó los intereses evolutivos; de tal modo que sólo recientemente la
aproximación evolutiva comenzó a romper el sistema impuesto por el
procesualismo (Abott et al 1996; Martínez 2002; Lanata 2002).

Es muy dificil encuadrar a todos los seguidores de la corriente dentro de un solo


parámetro evolucionista. En la aplicación de los fundamentos teóricos de esta
escuela a campos específicos, como el de la tecnología lítica, existen diferencias
importantes que deben ser evaluadas en particular. Probablemente el énfasis en
estudios sincrónicos de cazadores-recolectores a los que se abocó Binford y
muchos de los arqueólogos procesuales, llevó a que las escalas temporales para
analizar los mecanismos de la evolución no hayan sido adecuadas, pero no debería

''Hay un modelo o concepción de explicación científica que constituye el prototipo de lo que


alguna vez se creyó que era el único concebible: la explicación nomológico deductiva o
explicación por leyes. El modelo presupone: a) que una explicación es siempre una deducción; b)
que lo que se deduce es la proposición que expresa el hecho que se quiere explicar; y c) que entre
las premisas empleadas para la deducción deben figurar leyes. Es conocido también como modelo
de Carl Hempel (Klimovsky 1994, 247).
13 Dunnell (1995) sostiene que el compromiso de la nueva arqueología con el modelo
antropológico es la razón fundamental de la estrecha asociación con el estudio de sociedades de
pequeña escala, especialmente cazadores-recolectores. Este pensamiento antropológico tuvo
repercusiones que pueden detectarse aún en el modo en que la nueva arqueología, pese a las
intenciones declaradas por Binford, terminó por configurar la separación de los cazadores-
recolectores como una arqueología distinta dominada por un cerrado funcionalismo, mientras el
aspecto evolutivo prevaleció en el estudio de las sociedades complejas.
114 Valeria Cortegoso

generalizarse. Binford (1972a) rechazó la noción de evolucionismo progresivo de


la ecología cultural, explícitamente criticó a Sahlins y Service por sostener que los
estudios evolutivos son la determinación y explicación de las sucesivas
transformaciones a lo largo de estadios del progreso general 14 . Advirtió también
(Binford 1972b) sobre los inconvenientes que podrían traer a la disciplina el uso a

indiscriminado de los modelos sistémicos, y su relativo alcance para la


explicación científica. Señaló que la exploración de patrones correlacionados
manifestados en las propiedades organizacionales del registro arqueológico, como
las que Flannery estaba obteniendo, llevarían al descubrimiento de nuevos
patrones y su descripción en términos reconocibles. Sin embargo, la capacidad
para referir observaciones a categorías cognitivas previamente descriptas, no
podría considerarse una explicación para las observaciones, ni implicaría que
todas las formas de patrones similares necesariamente tuvieran explicaciones
comunes (Binford 1972b, 338).

En relación a los problemas que seguía enfrentando el procesualismo después de


veinte años de trabajo, Butzer (1982) remarcó la deuda de esta corriente hacia la
geografía humana, y su deficiente articulación de la dimensión medioambiental, a
la que calificó excesivamente pobre 15 . Este autor (desde una visión ecológica)
marca incisivamente el punto en que parecía centrarse el estancamiento de la
arqueología: las paradojas existentes entre los conceptos biológicos o económicos
usados para referir la adaptación, y la falencia del enfoque neo-ecológico
ahistórico, que habían hecho de la adaptación un concepto teórico con pocas
medidas orientadas a evaluar la inadaptación (Butzer 1989, 271).

La carencia de dinamismo en los estudios ecológicos de mediados del siglo


pasado se ha atribuido tanto a los problemas metodológicos derivados del uso
excesivo en la teoría de sistemas, como a las condiciones sociopolíticas
imperantes y el interés en sostener esquemas burgueses (Rindos 1990). El
desprendimiento de las formas estancas a que condujo el evolucionismo

14 Para Binford (1972a) la manifestación del proceso evolutivo puede ser la extinción, el
decrecimiento en la complejidad, o la reorganización de los sistemas sin ningún incremento o
decrecimiento en la complejidad y que las explicaciones para cada una de estas manifestaciones
deben hacer referencia a las condiciones ecológicas, formas y clases de presiones selectivas en
ambientes concretos (Binford 1972a, 109).
5
Según este autor, los arqueólogos procesuales adoptaban un enfoque estático y taxonómico del
ambiente. Si bien estaban considerando este elemento como una variable, solían resolver sus
ecuaciones como si esa variable fuera una constante.
Aprox mac ones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 115

tradicional, involucró un proceso que trasciende el campo de la propia


arqueología, y se vincula al desarrollo de las ciencias en sentido amplio 16 .

El Evolucionismo Darwiniano

Desde la perspectiva de Dunnell (1990) las notables diferencias entre la evolución


científica y la cultural, fueron enmascaradas durante largo tiempo por
intercambios en la terminología. Sin embargo, desde los trabajos de Spencer la
tradición antropológica ha seguido un camino independiente basado en la
dicotomía hombre-naturaleza, sin lograr interiorizar los puntales de la evolución
científica: variación aleatoria y la selección natural (Dunnell 1990). Este
problema, parece no haber sido exclusivo de la antropología. Aún cuando el
pensamiento evolutivo se extendió a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII
y la primera mitad del XIX no sólo en la biología, sino también en la lingüística,
la filosofía, la economía y otras ramas del pensamiento, en la ciencia permaneció
durante un largo tiempo corno una visión minoritaria (Mayr 2001). La idea de
evolución ha sido considerada como la más profunda y poderosa que se ha
concebido en las últimas dos centurias'', sín embargo, según Rindos (1990, 70)
tendemos a olvidar que Darwin fue precedido por el triunfo del evolucionismo y
que, por el contrario, el triunfo del seleccionismo, llegó casi un siglo más tarde.

En las últimas décadas del siglo pasado, varios autores propusieron la aplicación
científica de la teoría de la evolución a la arqueología, introduciendo los
principios darwinianos de la selección natural a la explicación del cambio cultural
(Bettinger 1980, 1991; Dunnell 1980; Winterhalder y Smith 1981;. Boyd y
Richerson 1985; Kelly 1995; Barton y Clark 1997; Lyman y O'Brien 1997). Este
es un campo de estudio en expansión, donde aún es dificil precisar los límites
entre distintas vertientes (a veces señaladas sobre la base de los campos de
investigación o los métodos) pero que comparte los principios teóricos generales
de la evolución científica como un modo de superación del evolucionismo que
caracterizó tradicionalmente la antropología". La observación fundamental de la

lú La confusión entre la evolución de Darwin y la de Spencer se complica por el hecho de que la

evolución spenceriana no es sólo el desarrollo de la tradición científica del siglo XIX sino que
esquemas evolutivos similares conservaron toda su pujanza en el campo de la biología hasta
mediados del siglo XX (Rindos, 1990,70).
17 Evolución es cambio en las propiedades de las poblaciones de organismos a lo largo del tiempo;

la población es la llamada unidad de evolución. Los genes individuales y las especies también
juegan un rol, pero es el cambio en las poblaciones lo que caracteriza la evolución orgánica (Mayr
2001, 8).
18 Tomando en cuenta los problemas a los que se han aplicado estos estudios, los mecanismos

analizados y las propuestas metodológicas se ha distinguido dentro de estas aproximaciones


116 Valeria Cortegoso

evolución darwiniana es que ésta ocurre por la interacción del medioambiente y el


organismo individual, siendo esencial la sustitución de un punto de vista
metafísico de la variación entre los organismos, por uno materialista (Rindos •
1990). Dentro de esta corriente, se ha planteado que el reemplazo de los
grupos/culturas por el propio interés de los individuos como unidad básica de
análisis, tiene la consecuencia más revolucionaria para la teoría evolutiva
(Bettinger y Richerson 1996, 227). La visión tradicional de la evolución social, se
basó en la premisa de que las entidades involucradas eran los grupos, los cuales se
adaptaban por medio de las instituciones sociales a las condiciones que los
rodeaban y tendían a mantener el equilibrio ° . Frente a esto las corrientes
evolutivas darwinianas proponen el individualismo metodológico, en esta visión
emergen entidades de gran escala para la interacción entre individuos (Shennan
2002).

De acuerdo a la evolución darwiniana, los cambios de larga escala en la


humanidad son el resultado del modo que los individuos tomaron decisiones en el
pasado; considerando que esta vía de análisis es una ciencia evolutiva en tanto le
concierne la persistencia diferencial de la variabilidad del comportamiento a lo
largo del tiempo (Kelly 1999b). De acuerdo a esta corriente teórica, si bien la
cultura no es exactamente igual a cualquier otro sistema natural, las propiedades •
esenciales son procesos culturales asimilables a los procesos evolutivos a los
cuales los genes están sujetos; estos procesos son consecuencias a nivel de
población de las tomas de decisiones individuales (Bettinger y Richerson 1996,
230). A través de la cultura se transmite el conocimiento necesario para la
reproducción del grupo; los mecanismos de la evolución actúan en el proceso que
trasmite diferencialmente información biológica y cultural de generación en
generación2° (Kelly 1995,56). El modo en que los cambios ocurren involucra en

evolutivas dos grandes ramas: la arqueología evolutiva o seleccionista y la ecología evolutiva


(Lanata 2002). La corriente seleccionista sostiene que la existencia diferencial de rasgos culturales
está determinada por alguna ventaja adaptativa que los mismos confieren a sus portadores
(Martínez 2002).
°) La combinación de la selección del grupo con la lógica sistémica llevó que los antropólogos y
arqueólogos desarrollaran una forma de explicación denominada neofuncionalismo; la misma ha
sido rechazada desde la ecología evolutiva por considerar que está desvinculada de las
motivaciones individuales que hacen viable el sistema (Bettinger 2001).

20La selección natural actúa sobre el fenotipo completo, incluido los comportamientos aunque
estos puedan no ser genéticamente determinados (Rindos 1990). La selección natural cambia la
frecuencia de los genotipos en una población pero opera directamente en los fenotipos (las
propiedades visibles de los organismos que son producidas por la interacción de un genotipo con
su ambiente). Un fenotipo puede ser juzgado corno mas o menos adaptativo, en relación a otros e
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 117

los seres humanos el dominio genético y cultural, esto implica la posibilidad de


variación en ambos de una generación a otra (Lanata 2002).

Durante los 80' en una reflexión sobre el potencial de la evolución científica,


considerando las características de la evolución cultural y la sociobiología,
Dunnell manifestaba una desalentadora expectativa sobre su aplicación a la
antropología. En el prólogo al trabajo de Rindos (1982) afirmaba que la evolución
biológica contenía elementos mayormente verídicos en especies no humanas, y
que la teoría resultaba demasiado general como para aplicarse a los seres
humanos, para quienes los mecanismos de transmisión de los rasgos y de
estabilidad de las unidades de selección (dos de los parámetros involucrados) eran
muy variados. Existen matices sobre la el peso que los componentes genéticos o
culturales tienen en la evolución: la dependencia en la transmisión social de la
información cultural hace que los sistemas culturales sean únicos, o por lo menos
diferentes, de la mayoría de los sistemas naturales, donde la información genética
es más importante (Bettinger y Richerson 1996, 250). Puesto que los
comportamientos son vistos como parte del fenotipo producido por factores tanto
genéticos como ambientales (incluyendo ambiente natural y social) la cuestión
reside en cuál es el lazo entre la variación comportarnental y genética 21 .

En los últimos veinte años varios investigadores abordaron directamente el


problema de la evolución cultural y han elaborado modelos que toman
mecanismos sociales emanados de una amplitud de campos de estudios
evolutivos. Dentro de esta corriente se ha investigado sobre el tema de la
transmisión cultural, proponiendo modelos que consideran el modo en que la
cultura y los genes, están vinculados en trayectorias de cambio dual 22 (Boyd y
Richerson 1985; Bettinger y Richerson 1996; Bettinger et al 1996). Puesto que los
mecanismos contemplan desde esta perspectiva elementos' socialmente
transmitidos, cuya replicación incorpora variables en el aprendizaje, la teoría
evolutiva incorpora principios de la ecología evolutiva y la psicología darwiniana,

fenotipos, si aporta mas o menos material genético que otros fenotipos a las sucesivas
generaciones (Kelly 1995) •
21
Los seguidores de la "tesis sociobiológica fuerte" argumentan la existencia de una cercana
conexión entre la variación genética y conductual. La mayoría de los ecólogos evolutivos, adhieren
a una "tesis sociobilógica débil" en la cual la gente tiende a seleccionar comportamientos de un
rango de variantes cuyo efecto ulterior es maximizar su reproducción individual o adaptabilidad
inclusiva (Kelly 1995).
22
Puesto que en el Horno sapiens la mayor parte del comportamiento es socialmente aprendido, el
tema clave es el de la dinámica cultural propia,.aunque esto no significa independiente de la lógica
que gobierna al mundo genético; esta relación puede considerarse una "codeterminación" (Muscio
2002) o coevolución (Martínez 2002).
118 Valeria Cortegoso

trasformándolos en metodologías de trabajo (Bettinger y Richerson 1996, 227).


Por esta vía entonces, se ingresa a un terreno de cuestionamientos muy distinto al
de la homogénea adhesión seleccionista en las ciencias naturales 23 . Entre los
temas más cruciales, por ejemplo, se discute cuál podría ser el rol del nivel del
grupo, cuestión que permanece en disputa entre la biología evolutiva en general y
los estudios evolutivos de la sociedad humana en particular (Shennan 2002, 163).

Analizando la complejidad de estos mecanismos Bettinger y Richerson (1996)


reconocían que el estudio de la cultura desde la perspectiva de la teoría evolutiva
neo-darwiniana estaba sólo comenzando y que la arqueología evolutiva carecía de
rutinas probadas de investigación que mostraran cómo uno podría razonablemente
referir el registro a esta más amplia estructura conceptual (Bettinger y Richerson
1996, 226). Sin embargo, estás líneas orientadas a la explicación de cómo operan
las fuerzas evolutivas en la transmisión cultural y su resolución en el registro, han
avanzado considerablemente en los últimos años. El seleccionismo reconoce que
en los sistemas culturales hay múltiples mecanismos que generan variación; los
autores que siguen esta línea han investigado sobre mecanismos evolutivos,
proponiendo distintos modelos para la interpretación del registro. Dentro de esta
corriente, los artefactos juegan un rol importante en la comprensión del cambio
(Lanata 2002).

Las rutinas de investigación han comenzado a elaborarse y se han aplicado a la


explicación de la variación instrumental en distintas regiones y períodos. Este
campo es entonces uno de los más nuevos y dinámicos dentro de las corrientes
evolutivas, en el caso del registro lítico se ha centrado principalmente en el
análisis de conjuntos artefactuales ya sea considerando variables morfológicas o
métricas. Bettinger y Eerkens (1997) aplicaron estos principios a estudios
métricos de las puntas de proyectil de Great Basin. O'Brien y otros (2002)
también han utilizado modelos de filiación genética para explicar diferencias en
puntas de proyectil (sudeste de USA) 24 . En Argentina, algunos de los modelos de

23 Estos conceptos se vinculan a un campo de conocimiento muy nuevo en arqueología, como el


del desarrollo de las capacidades mentales y la cultura (Mithen 1994) y sobre todo a un terreno de
amplia discusión en la filosofía de las ciencias, como el del alcance científico de las herramientas
para describir el funcionamiento de la mente humana (Nagel 2000).
2' Según estos autores la transmisión crea lo que los arqueólogos han referido durante mucho
tiempo corno tradiciones de artefactos, para ellos linajes de artefactos y que es ingenuo no creer
que las formas de los instrumentos están modeladas en formas de instrumentos preexistentes
(O'Brien et al 2002,181). Estos linajes se establecen usando la cladística y se basan sobre el
análisis de las similitudes de rasgos. Son relevantes entonces los diseños ancestrales para los
subsiguientes, puesto que la filogenia no es de las poblaciones que manejaron esos artefactos sino
entre artefactos (Scheinsohn 2002,198).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 119

transmisión han sido puestos a prueba en varias regiones, y para distinto tipo de
registro (Martínez y Lanata eds. 2002).

Este es un campo nuevo en cuanto al análisis lítico desde perspectivas


seleccionistas. Durante gran parte de su desarrollo, sin embargo, las corrientes
evolutivas pusieron énfasis en estudios de subsistencia guiados por modelos de
optimización, especializándose en sociedades de cazadores-recolectores y
horticultores 25 (Kelly 1999b). Las aproximaciones ecológicas han permitido
discutir distintas situaciones que se han ligado, como veremos a continuación, de
modos diversos a la organización de la tecnología.

EL CAMBIO TECNOLÓGICO EN EL PROCESUALISMO Y EN LA


ECOLOGÍA EVOLUTIVA

Según Binford (1980) la tecnología debe ser entendida tanto en el sentido de


"utensilios" como en el sentido de "trabajo" por lo tanto, como creada y
organizada por los seres humanos para resolver ciertos problemas presentados por
la estructura energía-entropía del ambiente en el que subsisten. Desde el punto de
vista de la ecología evolutiva, el análisis de la tecnología es considerado un
método de aprendizaje sobre los factores que podrían haber influenciado las
acciones de los organismos, y sobre las soluciones evolutivas que los fueron
convirtiendo ventajosos selectivamente (Kuhn 1995). Según este autor, la
tecnología debe ser tratada como estrategias de problema-solución, como una
inversión de tiempo y esfuerzo para hacer artefactos que eventualmente proveen
alguna energía.

El contenido teórico del procesualismo criticado desde las corrientes evolutivas es


muy notable en estudios que abordaron períodos de cambio en la tecnología. Las
revisiones a la producción procesual ponen de manifiesto tanto la persistencia de
nociones enraizadas en el evolucionismo clásico, como el énfasis en estudios
funcionales que no identifican variables causales. Se ha argumentado que la visión
en la arqueología de que el cambio es siempre progresivo, y que procede de lo
simple a lo complejo, es una de las premisas que ha merecido una justificada
crítica (Torrence 1995). Este es el caso de algunos estudios para el Holoceno

25La ecología del comportamiento asume el principio de optirnización, implica que los individuos
toman decisiones sobre un set disponible de opciones de comportamiento evaluando costo y
beneficio en relación a los constreñimientos que pueden determinar sus alternativas (Kelly 1995).
Utiliza el concepto de estrategia adaptativa como combinaciones de asentamiento, subsistencia
tácticas organizacionales y demográficas que optimizan una o más metas (reducción de riesgo,
minimización de tiempo, maximización de energía) (Bettinger 2001).
120 Valeria Cortegoso

tardío en Norteamérica, por ejemplo, que refieren el cambio hacia tecnologías


líticas menos sofisticadas, como "edades oscuras" de degeneración tecnológica
(Jeske 1992).

Otro aspecto de los marcos procesuales que ha sido objeto de crítica, es su relativo
alcance para identificar agentes de cambio. Trabajos como el de Kelly (1983)
referidos a cambios tecnológicos en el período tardío de la prehistoria
norteamericana (considerando movilidad), o el de Sassaman (1995) (diferencias
de género), se han evaluado como meras descripciones de estado (Abbot et al
1996). Desde la perspectiva seleccionista se argumenta que la reducción en la
movilidad y los cambios en la tecnología están ligados de alguna manera a las
poderosas fuerzas selectivas que favorecieron la producción de alimentos (Abbot
et al 1996). Esta crítica es en parte injustificada, puesto que aún cuando las
explicaciones funcionales pueden ser deficitarias en cuanto a la determinación de
causalidad, no es más claro referirlo a fuerzas selectivas sin explicar de qué modo
operan sobre las decisiones que motivaron el cambio. Este déficit puede
relacionarse a aspectos, que según mencionamos, han comenzado a desarrollarse
muy recientemente en el evolucionismo darwiniano, como las metodologías
orientadas desde el seleccionismo para abordar los mecanismos de variación que
operan en la transmisión cultural.

De igual modo en el caso de los cambios tecnológicos entre el Paleolítico superior


y el Mesolítico (donde los instrumentos muestran una tendencia generalizada
hacia la complejización) Hayden y Gargett (1988) han manifestado que las
variables como movilidad, conservación de instrumentos, técnicas de
enmangamiento etc. permiten conocer algunas facetas, pero no dan cuenta de la
tendencia ni de ciertas regularidades que el registro lítico manifiesta en el tiempo
y espacio. Las variables evaluadas, en todos los casos se consideran como no
excluyentes y como herramientas que permiten conocer aspectos relativos al
funcionamiento de las tecnologías, pero como inadecuadas para explicar cambios
o tendencias (Abott et al 1996; Hayden y Gargett 1988).

Reconociendo que la tecnología no evoluciona aditivamente de un estado inferior


a uno superior, la tendencia no es realmente el problema, es decir si cambia hacia
formas que requieren técnicas más sofisticadas o no, sino en qué elementos
descargamos la causa del cambio en sí. Desde una perspectiva evolutiva, se ha
probado una explicación para el período siguiente (entre el Mesolítico temprano y
tardío) caracterizado por un decrecimiento de la estandarización. La variación de •
los microlitos del Mesolítico se ha atribuido a cambios en las estrategias de caza
que responden al incremento de población, la movilidad decreciente y el menor
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 121

acceso a las materias primas a lo largo del tiempo (Eerkens 1998) 26. Esta
explicación incorpora algunas variables que retomaremos más adelante, y que son
importantes en los modelos ecológicos que enfrentan períodos de cambio:
crecimiento demográfico, acceso a los recursos, movilidad, y tecnología 27 .

Como metodología de análisis los estudios de organización de la tecnología son


una herramienta importante que se ha usado en el marco de distintas teorías, tanto
procesuales como evolutivas. Las explicaciones alcanzadas son necesariamente
funcionales y aplicables a estudios sincrónicos. Para abordar escalas amplias son
necesarios, entonces, marcos que contemplen la variable temporal pero con una
perspectiva de cambio orientada teóricamente y que sea, por supuesto,
contrastable a nivel arqueológico. Veremos a continuación cuáles son los
elementos que se consideran en los estudios de organización de la tecnología, de
qué modo se han vinculado a aspectos que hacen a la subsistencia, y luego cómo
estos parámetros se han incorporado desde la ecología evolutiva a modelos que
intentan abordar escalas diacrónicas y procesos de cambio tecnológico.

ORGANIZACIÓN TECNOLÓGICA

Los aportes desde la metodología lítica que se han hecho en las últimas décadas
están mejor orientados a la interpretación de la conducta tecnológica y su modo de
organización desde una perspectiva sincrónica. Los modelos de flujo (Collins
1975), los estudios de sistemas de producción (Ericson 1984) y los de
organización tecnológica (Nelson 1991,1997) permiten contar con elementos que
ayudan a inferir, desde perspectivas regionales, aspectos que tienen que ver con la
organización general de la subsistencia.

Se ha señalado que los estudios de organización de la tecnología utilizan por lo


general alguna variedad de la teoría evolutiva, siendo la consideración del aspecto
ecológico o ambiental (incluyendo aspectos físicos, biológicos y sociales) la teoría
de selección natural, y el uso del método hipotético deductivo ; características de
este enfoque (Can 1995; Bettinger 1991). Sin embargo, como hemos visto,

26 El cambio está referido a las estrategias de caza de una intercepted-based y sistema de armas
confiables a una encounter-based con un sistema más mantenible. Debido a las prevalecientes
condiciones climáticas y sociales, los forrajeadores del Mesolítico tardío pudieron haber
experimentado más con sus tecnologías de caza, como un paso claro afuera de una conservativa y
confiable estrategia de diseño (Eerkens 1998).
27 El rápido movimiento en el espacio evidenciado por las ocupaciones paleoindias en América, se
ha relacionado precisamente a las estrategias de caza (Kelly 1999c). Aún cuando el autor reconoce
que los cazadores del paleoindio eran, tanto desde el punto de vista de la cultura como del
comportamiento, distintos a cualquier forrajeador conocido etnográficamente
122 Valeria Cortegoso

algunas de las metodologías también se aplicaron desde marcos procesuales y han


sido objeto de crítica por distintos autores. Algunos arqueólogos que las aplicaron
se han volcado desde el punto de vista teórico cada vez más a la ecología, como
por ejemplo Kelly (1983,1999 b,c).

Una rama importante de los estudios organizacionales que se desarrolló durante la


década del 80' se centró en la organización de la tecnología. La clave de los
mismos es que los conjuntos líticos pueden ser referidos a una variedad de
parámetros económicos y sociales que conllevan inferencias concernientes a la
dinámica de las culturas (Carr 1995). Esto implica el estudio de la selección e
integración de estrategias para usar, transportar y desechar, las herramientas y los
materiales necesarios para su manufactura y mantenimiento (Nelson 1991, 57).
Esta autora considera como una de las contribuciones más importantes de los
estudios de organización tecnológica, el énfasis puesto en la dinámica del
comportamiento tecnológico, ya que la misma, evidencia los planes o estrategias
que guían el componente tecnológico del comportamiento humano. La
planificación de la subsistencia tiene componentes que se plasman en el modo de
organizar la tecnología (Renfrew 1994) y es respuesta tanto a las condiciones del
recurso, como a las estrategias sociales y económicas. Son también parte de los
planes tecnológicos: el diseño de los instrumentos, el estado de la manufactura y
utilización. En este sentido, la tecnología es el conocimiento y la práctica de la
confección, uso, y descarte de instrumentos, involucrando la organización de
materiales, artefactos y gente (Nelson 1997, 371).

Con el auge de los estudios de sistemas de asentamiento, se ha hecho especial


énfasis en la movilidad y su relación a la implementación de distintas formas de
manejo del espacio. Incluso desde esta perspectiva, los estudios se han centrado
en la distribución de los recursos, en las estrategias de subsistencia, el riesgo, etc.
según los autores 28 (Bamforth 1986; Binford 1979; Torrence 1983). Analizaremos
a continuación elementos importantes que se han propuesto desde este enfoque y
que están orientados especialmente a la interpretación de la variabilidad de los
conjuntos en el espacio.

28Según Nelson (1997, 376) las estrategias y condiciones de la organización tecnológica han sido
tomadas tanto desde perspectivas ecológicas, como sociales. Desde las ecológicas, estrategias tales
como la movilidad, planificación, características de los recursos, adquisición y estrategias de
procesamiento, gobiernan el diseño de los artefactos de piedra. Desde las perspectivas sociales, la
identidad individual y de grupo, la composición de los grupos y la dinámica de su interacción,
influencian el diseño y la forma (Gero 1991, Wiessner 1982). Según Gero (1991) la investigación
en el área de las dimensiones sociales de la organización tecnológica está alcanzando nuevos y
desafiantes cuestionamientos:
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 123

Variables sincrónicas: el funcionamiento de la tecnología

Los modelos del registro etnográfico se han utilizado para explicar la variabilidad
en los conjuntos líticos. Las variables que se consideran relevantes, y más aún las
medidas de observación en el registro, hasta hoy son discutidas. Binford (1980) y
Kelly (1983) mostraron cómo la variación en la movilidad de los cazadores-
recolectores es una respuesta a la estructura de los recursos. Binford (1980) utilizó
categorizaciones generales para demostrar que la movilidad está referida al
ambiente, según las características de la distribución de recursos en el espacio, los
problemas enfrentados pueden resolverse con distintas estrategias. Describió la
variabilidad en los sistemas de asentamiento de cazadores-recolectores en un
continuum:forager-collector, con patrones que van desde la movilidad residencial
a la logística". La tipología no se focaliza en la frecuencia de los movimientos,
sino en la organización del movimiento del campamento en relación a las
actividades de obtención de alimento. La relación entre la movilidad y los
distintos componentes de la tecnología además, ha resultado ser más compleja a
medida que se avanzó en estudios específicos.

Para cada uno de los componentes que intervienen en la organización de la


subsistencia, y por tanto las decisiones tecnológicas, se pueden encontrar
interpretaciones distintas e incluso contradictorias 30 . El inconveniente para referir
estos patrones al registro, es que muchos indicadores de la tecnología lítica están
mejor orientados para la delimitación del rango, pero no necesariamente del modo
en que la movilidad se organiza (Kelly 1992). La noción de movilidad es
compleja, la distinción ente movilidad residencial y logística identifica un aspecto
de los patrones de movilidad. Otros aspectos de los patrones de movilidad
incluyen su frecuencia, rango y estructura estacional, la repetición espacial de los
movimientos del grupo a lo largo del tiempo, y el tamaño de los grupos que se

29 La estrategia forager implica desplazamientos estacionales de residencia entre una serie de


"manchones de recursos", se manifestaría en el espacio dos tipos de contextos: base residencial
(centro de las actividades de subsistencia) y localidades (lugar donde se realizan las actividades
extractivas). Las estrategias collector resuelven el problema de la distribución discontinua de
recursos críticos. Usan una organización logística, y se abastecen de recursos explotados por
distintos grupos de trabajo. Este modo de organización genera una mayor variabilidad de
contextos: campamento base y localidades, escondrijos, y campamentos estacionales. (Binford
1980).
30 Por ejemplo para Lieberman (1993) los cazadores-recolectores tienden a especializarse en la

explotación de determinados recursos como consecuencia de la reducción en la movilidad,


incrementando de este modo la adquisición de recursos de alta calidad y una organización
logística. En los modelos ecológicos la relación es inversa, y la disminución en la movilidad se
asocia a un espectro mayor de recursos explotados (Bettinger 1991),
124 Valeria Cortegoso

mueven juntos (Bamforth 1997,21). La mayor diferencia entre los foragers y los
collectors, no es la frecuencia o distancia de los movimientos, sino la relación
entre el emplazamiento de los consumidores y las tareas de los forrajeadores
individuales; esto es, las relaciones organizacionales entre los movimientos de los
individuos y los movimientos del grupo (Kelly 1992, 44). Según Torrence (1995)
se ha prestado especial atención al tema de la movilidad porque implícitamente se
asume que los cambios en la movilidad están ligados a otros importantes
atributos, en especial, la producción de alimentos. Las alternativas no pueden
evaluarse aisladamente; varios factores intervienen en las modalidades en que los
grupos planifican la subsistencia y la movilidad, en consecuencia sus opciones
tecnológicas.

La esfera de la subsistencia posee dos clases principales de problemas para


quienes usan la tecnología, por un lado está la cuestión del diseño: hacer los
instrumentos con las propiedades necesarias para el uso requerido; por otra parte
están los problemas del aprovisionamiento: asegurar que los elementos
tecnológicos estén disponibles donde y cuando aparezca la necesidad de ellos
(Kuhn 1995). La tecnología se desarrolla para resolver problemas que conciernen
a la incongruencia entre los recursos y su adquisición; la probabilidad en la falla
que resulta de esta incongruencia es conocida como riesgo (Odell 1993, 110). El
riego puede ser definido como la variación impredecible en alguna variable
ecológica o económica a lo largo del tiempo y/o el espacio (Kelly 1995). El riesgo
es una condición a ser minimizada o evitada, y aún cuando es más dificil de
cuantificar que el costo y beneficio, según Elston puede clarificar cómo los costos
y los beneficios probablemente varían a lo largo del continuum del
aprovisionamiento y el uso (Elston y Rayen 1992).

Existe según Odell (1993) un cuerpo limitado de registro etnográfico del cual
extraer reglas sobre las estrategias tecnológicas empleadas por los cazadores para
reducir el riesgo asociado con la adquisición de alimento (Bleed 1986; Shott 1989;
Kuhn 1989; Nelson 1991). Sin embargo, las estrategias de producción definidas
por Bleed (1986) los componentes tecnológicos que analiza Torrence (1995) o las
variables asociadas a la adquisición que proponen Elston y Rayen (1992)
consideran la prevención del riesgo como elementos fundamentales en la
configuración de la producción de armas de piedra. El riesgo refiere a diferentes
fenómenos. Los recursos pueden variar en intensidad (cuanta variación en el
tiempo hay en la abundancia del recurso), frecuencia (cuan frecuentemente la
abundancia del recurso fluctúa por debajo o arriba de un nivel dado), extensión
espacial (tamaño del área afectada por una fluctuación) y predictibilidad (cuanto
puede saberse por adelantado sobre la futura condición del recurso) (Kelly 1995).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 125

Considerando estos factores la tecnología podría responder de diversas formas a la


incongruencia espacial o temporal de los recursos, de modo tal que algunos
instrumentos estarían mejor preparados para lidiar con la variación en el tiempo y
otros en el espacio (Torrence 1995; Kelly 1995). En el continuum forager-
collector, la estructura de recursos y el tipo de riesgo enfrentado en los extremos
es distinto, y esto condiciona las estrategias de reemplazo de los instrumentos
(Kuhn 1989). Según este autor los grupos con estrategias collectors, reemplazan
sus instrumentos antes de que estén fuera de uso por temor a fallar, mientras que
los foragers parecen usar sus instrumentos hasta que están completamente
agotados. Los grupos collectors deben tener armas altamente confiables: si sus
armas fallan, varios de estos cazadores pueden pasar hambruna. Los foragers, por
el contrario, pueden recurrir a otros alimentos si fallan en obtener el recurso
apuntado.

Torrence (1983, 1989) fue una de las primeras en investigar las implicancias que
el tiempo y el riesgo tienen en los modelos para sociedades de cazadores y la
tecnología de subsistencia. Relaciona las distintas tecnologías con el problema de
la programación de diferentes actividades, considerando que son el resultado del
time stress creado por la necesidad de programar actividades. En cuanto a los
-

cambios en la tecnología, señala que más importante que las funciones de los
artefactos, son las condiciones de riesgo que se enfrentan (Torrence 1995). La
correlación entre la movilidad residencial y la tecnología esta dada según la
autora, por el hecho de que ambas son determinadas por la misma causa, y no una
por la otra. Los equipos instrumentales tan elaborados de los cazadores de altas
latitudes no son para Torrence (1995) un lujo de su patrón de subsistencia, sino
necesarios para una exitosa adaptación al ambiente. Teniendo en cuenta la misma
variable, considera que los artefactos escasamente elaborados característicos de
los conjuntos con economías productoras, son adecuados para los trabajos a mano;
responden al hecho de que la incidencia del riesgo a corto plazo habría sido
eliminada por la domesticación y el manejo o control de la producción.

Las relaciones entre estas variables y el diseño de instrumentos, como veremos


más adelante, están aún discutiéndose. Bleed (1986) propone que mientras la
diversidad tecnológica se incrementa con la estacionalidad (incongruencia
temporal) como Torrence sugiere, la complejidad no; ésta es principalmente una
función inversa de las alternativas de subsistencia, siendo mayor cuando las
opciones son limitadas. En esta pequeña divergencia, subyace una dimensión muy
grande que se puede abrir a la discusión, desde que el riesgo, como cualquier
variable con un componente ambiental, no está sólo compuesto por la situación de
126 Valeria Cortegoso

los recursos, en todas sus escalas, sino también por las opciones alternativas de la
sociedad que lo enfrenta: estrategias de prevención o respaldo.
El precio de fallar es mayor cuando las opciones de respaldo son pocas, puesto
que el riesgo no puede ser amortiguado por el esfuerzo de diversificar la
subsistencia (Bettinger 2001). Las estrategias de prevención estarían ligadas
directamente con las variaciones en la estructura del recurso, y las estrategias de
respaldo -en un alto grado- por variables sociales 3I (Kelly 1995). La prevención
de la perdida puede ocurrir sobre periodos de tiempo cortos o más largos. Los
cambios en los armamentos de caza, medios de transporte, organización de la
explotación del trabajo o estrategias espaciales como es el uso exclusivo del hogar
o patrones de movilidad alterados, todos ayudan a prevenir la pérdida (Binford
1980; Torrence 1989; Cashdan 1992). La mezcla de estas estrategias usadas por
un grupo individual reflejaría la naturaleza y estructura de los riesgos ambientales
y sociales encontrados por los individuos 32 .

El riesgo no está solo asociado a las condiciones ambientales o al costo material


de las tecnologías para enfrentarlo, los mecanismos de prevención del riesgo
también están socialmente configurados (Sassaman 1995). Las decisiones
económicas sobre la producción y el diseño, están incluidas en estrategias sociales
para prevenir el riesgo. También se podría considerar no sólo sobre el acceso a
materias primas, portabilidad o eficiencia de los instrumentos, sino también en el
acceso a recursos sociales, esto es, acceso a la gente a través de obligaciones de
parentesco u otras formas de reciprocidad que morigeran el riesgo incluido en las
actividades de uso de instrumentos (Sassaman 1995,100) 33 .

31 La mayoría de los estudios modernos etnográficos y arqueológicos se han focalizado en las


estrategias de respalda y en sus expresiones en términos de la estructura social, casi por la
exclusión de las estrategias de prevención. Sin embargo, gran parte del registro inicialmente emana
de comportamientos que son resultado de las estrategias de prevención (Kelly 1995).
32 Wiessner (1982) identifica cuatro estrategias que los cazadores recolectores usan para prevenir
el riesgo: prevención de pérdida; combinación de recursos, almacenamiento y transferencia de
pérdida. Una quinta respuesta al riesgo es el abandono temporario o permanente de grandes áreas
en orden a escapar de la escasez de alimentos (Butzer 1989).
"Podemos mirar a la tecnología como respuesta no sólo a parámetros directos de confección uso
y reemplazo de instrumentos, sino en el sentido más completo de que ésta, refleja y da forma al
tejido social de relaciones sobre el cual la producción, distribución y consumo, se basan. Evitar el
riesgo, puede requerir soluciones técnicas elaboradas cuando las actividades de uso tienen lugar
lejos de los sitios residenciales, o simplemente bajo condiciones de baja densidad de población. El
aparato técnico puede ser un medio importante para mantener o crear relaciones sociales que
disminuyan el riesgo, los intercambios de materiales de piedra están entre los gestos simbólicos de
los cazadores para definir alianzas y obligaciones, pero estas soluciones pueden no ser necesarias
cuando la cohesión social y estabilidad de una población es grande, se puede compartir comida o
trabajos comunitarios, etc". (Sassaman 1995,100).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 127

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, el riesgo es una variable que


puede resultar aún más compleja y dificil de precisar que la movilidad. Si bien ha
orientado diseños de investigación que intentan detectar mediadas observables en
el registro, especialmente en los instrumentos, es una variable dependiente de las
opciones para la subsistencia y por tanto del desarrollo tecnológico. Es decir que
es una variable altamente dinámica, y que sólo podría ser correctamente
considerada si se contempla en conjunto con otros factores que hacen abordables
las condiciones ambientales a situaciones de subsistencia variables 34 .

Los cazadores-recolectores responden a situaciones de riesgo alterando sus dietas


tanto como el rango de recursos y condiciones cambien; como consecuencia, la
vida de los cazadores recolectores no es estática, sino variable, aún en cortos
períodos de tiempo (Kelly 1995). La aplicación de la variable riesgo, como factor
de procesos de larga escala en el cambio tecnológico (como el trabajo de Hayden
1981) fue criticada desde distintas perspectivas. Tanto por haberse enfocado desde
visiones progresivas de la tecnología (Torrence 1995) como por sostener que la
diversificación tecnológica proviene del deseo consciente de reducir el riesgo, sin
tomar en cuenta aspectos como el cambio en la accesibilidad a ciertos recursos
(Kelly 1995). Como otra alternativa, se ha incorporado también a los estudios
líticos la teoría del diseño y los principios de la manufactura industrial
contemporánea35 (Hayden y Gargett 1988; Hayden et al 1996). En el caso de la
tendencia hacia la especialización y complejidad en los conjuntos (en el
Paleolítico superior y Mesolítico) desde esta perspectiva, la clave es la necesidad
de responder con nuevos diseños a la creciente intensidad de tareas ejecutadas
(Hayden y Gargett 1988). Independientemente que podamos estar de acuerdo o no
con la aplicación de principios de la' industria moderna a la prehistoria, en este
caso la variable aplicada se ha referido a la caracterización de los conjuntos
34
Hayden y otros (1996) consideran que uno de los aspectos más confusos en el reciente
tratamiento teórico de los instrumentos de piedra ha sido la discusión sobre elementos específicos
sin una referencia a como encajan en marcos más amplios. Los conceptos particulares, como
riesgo, pueden ser elementos claves para comprender la totalidad de la organización de los
conjuntos líticos, pero ha sido deficiente y poco clara la distinción de varios niveles y no se han
probado todavía su utilidad en el análisis.
-5 La aplicación de los principios de la industria contemporánea ha llevado a incorporar conceptos
propios de la sociedad de mercado, como el consumismo o modas, a la explicación de la
prehistoria (ej. Cotterell y Kamminga 1997). A la crítica que hace Lemonnier (1992) sobre la
carencia de una antropología de la tecnología, deberíamos sumar que para aplicar principios
actuales sobre el funcionamiento de la industria, tampoco se puede prescindir de una historia de la
tecnología. Muchos de los fenómenos que permitieron el surgimiento de sociedades industriales
han sido bien analizados en la historiografía contemporánea.
128 Valeria COI tegoso

líticos, pero en el planteo no hay una formulación que permita inferir bajo qué
circunstancias las tareas a las que habría que responder fueron incrementándose.

En esta acotada revisión sobre algunas variables que se han aplicado a la


interpretación de la subsistencia y la tecnología, vemos que las propuestas y los
principios se ajustan inevitablemente a responder situaciones que clarifican
relaciones sincrónicas entre distintos componentes de la organización tecnológica.
Esto no implica desechar la potencialidad de algunas propuestas, más aún
teniendo en cuenta que han desarrollado medidas observables en el registro a
partir de la caracterización de los conjuntos, que aún con ciertas discrepancias,
siguen utilizándose. No obstante, previamente analizaremos, un intento más por
referir los cambios en la subsistencia y en la tecnología, a situaciones que
permitan dar cuenta de las condiciones que conducen hacia este tipo de
fenómenos. Para referir estos conceptos a casos específicos y factores que puedan
ser considerados como causas en los cambios tecnológicos, se han propuesto
modelos -como veremos a continuación- donde además de algunas de estas
variables, se incorpora el cambio en la dieta y el crecimiento demográfico.

Variables diacrónicas: el cambio en la tecnología

En el desarrollo de la disciplina distintas hipótesis con relación al ambiente, el


crecimiento demográfico y la subsistencia, se probaron para la explicación de los
cambios que condujeron al desarrollo de la agricultura a comienzos del Holoceno.
Las distintas propuestas cubren parte del espectro teórico que hemos sintetizado
en la introducción (Childe 1925; Braidwood 1963; Binford 1968). Bettinger
(2001) ha criticado las variables • referidas al crecimiento de población y la
subsistencia propuestas por Binford (y aplicadas en una hipótesis general de
cambios en la subsistencia inducidos por el crecimiento demográfico por Flannery
1971) porque las relaciones entre las tácticas de forrajeamiento y la densidad de
población son ambiguas.

La ecología evolutiva adiciona a la ecuación ambiente y tecnología (variables


relevantes en la ecología cultural) las relaciones dinámicas que existen entre estas
variables y el rol activo que juega la demografía. La incorporación del crecimiento
demográfico en los modelos ecológicos se incorpora analíticamente como una
variable alternativamente independiente que modifica de modos diversos las
opciones de subsistencia (tanto los recursos consumidos como las opciones de
movilidad) y eventualmente entonces resultan en cambios en las estrategias de
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 129

subsistencia y por tanto en la tecnología (Bettinger 1980, 2001) 36 . La necesidad de


alimento es un elemento básico en la organización de la subsistencia y las
estrategias tecnológicas responden a esta demanda (Kelly 1992, 46). Según el
autor, aún cuando hay muchas variables que afectan la movilidad, la subsistencia
(y por lo tanto la estrategia de forrajeamiento) es la principal, y esto debe
considerarse de la misma forma tanto en los modelos propuestos por Binford
(1980) como el de Bettinger y Baumhoff (1982).

Según Bettinger (2001) aún cuando la demografía surgió como variable


importante en los estudios de cazadores a finales de los 60'en conexión con las
explicaciones de los orígenes de la agricultura, la importancia del tamaño de la
población como determinante de los patrones de subsistencia fue incrementada
con el surgimiento de la teoría de forrajeamiento óptimo 37. Dos modelos tomados
por la ecología evolutiva diet breadth y patch choice, que representan formas
especiales de esta teoría, son para Bettinger (2001) un pívot en la formalización
del argumento de población, y estuvieron orientados al interés de desarrollar
modelos predictivos aplicables a cazadores-recolectores. Los modelos incluyen un
propósito, una medida y una serie de constreñimientos y opciones. La meta
generalmente es la maximización de la eficiencia (alimento recolectado por
unidad de tiempo), los constreñimientos consideran, por ejemplo, la máxima
cantidad de tiempo que puede ser dispuesto para la recolección. Las opciones
incluyen los recursos alimenticios potenciales y el modo de distribuir el tiempo;
dado un conjunto de recursos con características específicas (contenido
nutricional, tiempos de cosechas y procesamiento) las modelos de forrajeamiento
proponen cómo los recursos serían usados 38 (Kelly 1995).

36 En esta visión la demografía y la dinámica social son fuerzas equivalentes en importancia al


ambiente y la tecnología; ninguna de estas es considerada absolutamente independiente sino
ligadas en relaciones recíprocas que las hacen alternativamente independientes y dependientes
(Bettinger 2001)
37 Dos modelos primarios desarrollados para dar cuenta del forrajeamiento no humano (formulados

sobre la base de principios de la microeconomía) estimaron la deCisiones óptimas tomadas por un


depredador para maximizar el consumo de energía potencial en relación al tiempo dedicado al
forrajeo (MacArthur y Pianka 1966, Charnov 1976). Winterhalder (1981) vinculó las opciones de
forrajeamiento en ambientes diversos al modo en que se podrían distribuir distintas unidades
sociales de cazadores recolectores. Los principios de eficacia Se aplicaron también a la
consideración de la amplitud de la dieta de los cazadores-recolectores, considerándola afectada
sólo por cambios en el acceso a los recursos más prestigiados (Butzer 1982).
" Los inconvenientes para la aplicación de estos modelos para los forrajeadores humanos han
cubierto diversos aspectos (Jochim 1981). Kelly (1995) destaca la importancia de la información
sobre el estado de los recursos. Los modelos patch-choice y diet-breadth asumen que los
forrajeadores buscan simultáneamente en el ambiente todos alimentos de forma casual. Pero los
forrajeadores raramente se mueven en forma casual, por lo tanto actúan normalmente en términos
130 Valeria Cortegoso

El continuum Travelers-processors desarrollado por Bettinger y Baumhoff (1982)


une los principios de estos modelos para clarificar cómo el crecimiento de
población y la declinación en los recursos puede afectar el modo en que los
cazadores-recolectores distribuyen el tiempo, usan el espacio y adquieren energía.
Las opciones de forrajeamiento se ven afectadas de modo distinto en los modelos
de diet breadth y patch choice ante una variación en los recursos, los autores
combinaron los cambios de ambos modelos simultáneamente según la abundancia
fluctuante de los recursos en respuesta al crecimiento de población. La estrategia
de viajeros (travelers) esta referida a situaciones donde los recursos de alta
calidad son abundantes y la población pequeña. En tal caso se dedicará más
tiempo al viaje entre concentraciones ricas de recursos o "parches", que a la
captura y procesamiento. Dadas estas condiciones, cuando los recursos se vuelven
localmente escasos, los grupos se mueven de forma residencial a otros parches
ricos. En el continuum que involucra el modelo, en esta estrategia los beneficios
de este tipo de movilidad se reducen en circunstancias de crecimiento
demográfico. Frente a la posibilidad, o el hecho, de que otros parches estén
ocupados o recientemente explotados, el modelo predice que es más rentable
seguir en el mismo emplazamiento explotando otro tipo de recursos. Este es
precisamente el mecanismo por el cual también se explican desde la ecología los
procesos de reducción de movilidad y sedentarización (Bettinger y Baumhoff
1982; Kelly 1992, 1995). El rango de recursos usados se incrementará para incluir
recursos de menor calidad, los cuales toman más tiempo de aprovisionamiento y
procesamiento, esta es la estrategia de procesadores (processor).

El modelo que se desarrolló para dar cuenta de la diversidad tecnológica en el


Holoceno (y aplicado especialmente a la Gran Cuenca en el oeste de Norte
América) tiene en cuenta las variaciones en la movilidad y la tecnología, como
respuesta a modificaciones en la dieta. Éstas 'comprenden especialmente el
incremento en la utilización de recursos vegetales que no requieren tanta
especialización en los instrumentos de piedra tallada. El proceso que involucra
estos cambios, es esencialmente la intensificación en la explotación de recursos,
como variable referida al crecimiento de población 3Q (Bettinger 2001). Esto

de las estrategias que consideran con alta probabilidad de ékito (o por lo menos una probabilidad
más alta que otras estrategias alternativas). Esto para el autor no contradice la teoría de
forrajeamiento óptimo, pero lo que significa es que la estructura de parche de cada ambiente es
medida no sólo en términos de su distribución física de recursos, sino también en términos del
conocimiento de los forrajeadores sobre tales recursos.

"Además de la potencialidad para explicar los cambios adaptativos del Pleistoceno/Holoceno, la


capacidad intrínseca para el crecimiento poblacional suficiente como para causar el estrés en los
recursos que conduce a cambios en la subsistencia y, potencialmente, a cambios tecnológicos y
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 131

implica la progresiva explotación de recursos con menores tasas de retorno y


mayor costo de procesamiento, asociado a una disminución en la movilidad
(Bettinger 2001).

La combinación de modelos derivados de la teoría de forrajeamiento óptimo con


la tecnología, ha ocupado menor espacio en la bibliografía. La relación entre las
tasas de retorno del forrajeamiento y la tecnología no es simple; la tasa de retorno
es parcialmente una función de la tecnología involucrada, tanto como las
características del recurso mismo 40 (Kelly 1999b). Sin embargo este es un tema
que ha comenzado a cobrar creciente importancia; los modelos proveen un marco
sistemático para analizar el forrajeamiento humano, y los análisis tecnológicos
podrían ser integrados con esta teoría (Bousman 1993). Los modelos de
forrajeamiento además ofrecen un marco explicativo en el cual testear las teorías
del cambio tecnológico, diferentes tecnologías de obtención de alimentos pueden
producir costos substancialmente diferentes de búsqueda y tratamiento del mismo
recurso de alimento41 . La implementación de los planes tecnológicos tiene sus
propios riesgos costos y beneficios; éstos dependen en gran medida de las
condiciones regionales y disponibilidad de materias primas y estrategias de
aprovisionamiento. El costo y beneficio de una tecnología va a depender del costo
particular de extracción y manufactura, el cual es producido por la distribución
local y calidad de materias primas y las demandas funcionales de una tecnología
particular (Kelly 1999b).

Las aplicaciones los modelos de la ecología a la tecnología tienen un desarrollo


relativamente reciente y aún se carece de mucho estudio de base que pudiera
aplicarse a parámetros sobre costos y beneficios de tecnologías específicas. Sin
embargo, los modelos pueden ayudar a desarrollar cuestionamientos de
investigación específicos referidos a una amplitud de ternas de las adaptaciones,

sociales, se convirtió en una propiedad básica de los cazadores-recolectores. Los cambios


adaptativos que resultan del estrés en los recursos inducido por el crecimiento demográfico,
llamado intensificación, es la piedra fundamental de las discusiones actuales sobre cazadores-
recolectores en el Holoceno (Bettinger 2001).
40 Para aplicarse a un enfoque ecológico, los estudios de organización y tecnología de armas
necesitan ser expresados en los mismos términos teóricos. Para esto Kelly (1999b). considera
importantes los estudios de rendimiento basados en el registro etnográfico y experimental.
41 Algunos estudios experimentales desarrollados dentro de este marco en los últimos años han
comenzado a poner de manifiesto cuáles serían este tipo de relaciones esperables entre distintas
tecnologías y estrategias de forrajeamiento. Kelly (1999b) propone como patrón amplio que si los
costos de procesamiento decrecen por una menos costosa tecnología, tal como el uso de un
repertorio de armas generalizadas multipropósito o materias primas Más fáciles de obtener,
entonces pueden esperarse dietas más amplias. Por otra parte dietas más estrechas se estiman con
estrategias tecnológicas más costosas, armas diversificadas y especializadas.
132 Valeria Cortegoso

aislar variables pertinentes para el estudio e intensificar las observaciones críticas


que se necesita recolectar sobre los instrumentos de piedra (Bousman 1993). Los
modelos deben ser entonces considerados como aproximaciones que permiten
alcanzar mayor entendimiento sobre los comportamientos responsables de la
creación y uso de los instrumentos de piedra.

Como hemos manifestado hasta aquí, una gran parte del desarrollo metodológico
de la organización tecnológica ha estado orientado a la caracterización de los
conjuntos en referencia a aspectos funcionales. Discutiremos a continuación
cuáles son las medidas concretas que deberían observarse en el registro para poder
referir distinto tipo de comportamientos. Sin embargo, parece importante destacar
que la aproximación a explicaciones de escala amplia y la vinculación causal entre
distintos factores propuesta desde los modelos ecológicos, son un paso
significativo para la interpretación del pasado. Según casos específicos a los que
se han aplicado en distintos lugares del mundo, surgen elementos interesantes para
la comparación con escalas de problemas (temporales y espaciales) de la
arqueología regional. Distintos modelos que responden a varias líneas teóricas
evolutivas, están siendo utilizados como marco de investigaciones en Sudamérica
y especialmente en nuestro país (ver Martínez y Lanata Eds. 2002). Se genera así
la posibilidad de alcanzar resultados comparables que permiten generar
expectativas e interrogantes que vinculan los procesos de poblamiento desde un
enfoque rnacroregional.

LA VARIABILIDAD EN EL REGISTRO LÍTICO: LOS TÉRMINOS Y


LAS MEDIDAS ARQUEOLÓGICAS

Las estrategias de organización de la subsistencia, manifestadas en distintos


patrones de asentamiento, están en relación con estrategias tecnológicas que
pueden variar de acuerdo a los requerimientos de los distintos sistemas. Puesto
que algunos aspectos de la variación en la tecnología son accesibles a través del
estudio de los restos materiales, nos introducimos en un aspecto que puede ser
contrastado específicamente a través del análisis del recurso lítico. Las diferencias
en la funcionalidad de sitios, el tiempo de ocupación y la organización regional
tienen influencia en la producción.

Dos conceptos fundamentales para el análisis de los conjuntos líticos en relación


al funcionamiento de los sistemas tecnológicos, surgieron en el marco de las
distintas interpretaciones sobre las industrias del Musteriense, estos son los
conceptos de expeditivo y conservado. Binford (1980) utilizó estos términos para
definir distintas estrategias en relación a la implementación de sistemas de
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 133

asentamiento forager y collector. Binford (1980) afirmó que los distintos sistemas
de asentamiento resultan en diferentes estrategias de producción y mantenimiento
de instrumentos. Para las expediciones logísticas de los grupos collector,
encaminadas a la explotación de recursos específicos, los instrumentos son
preparados con anticipación, característica de las tecnologías conservadas. Por el
contrario, los forrajeadores utilizan un instrumental más situacional, una
tecnología expeditiva42 .

Las tecnologías basadas en la conservación incluyen según Binford (1980)


artefactos que son efectivos para una diversidad de tareas, son manufacturados
con anticipación al uso, mantenidos a lo largo de numerosos usos, transportados
de localidad en localidad para dichos usos, y reciclados para otras tareas cuando
ya no son utilizados para estos propósitos primarios. Las tecnologías basadas en
instrumentos expeditivos abarcan instrumentos que son manufacturados, usados y
descartados de acuerdo con necesidades del momento. Esto tendría por
consecuencia, una tecnología más sofisticada para la primera estrategia, y una más
simple y menos estandarizada para la estrategia expeditiva.

En la aplicación de estos conceptos fue apareciendo una discusión sobre los


atributos que caracterizarían los conjuntos y sobre las causas relevantes que
provocan la variabilidad. El término "conservado" ha sido aplicado según criterios
tan distintos que incluso se ha llegado a proponer su falta de claridad y por -tanto
la necesidad de reemplazarlo (Nash 1996). Algunos autores consideran las
estrategias como características generales del sistema de organización tecnológica
(ej. Nelson 1991, 1997). En esta visión, a partir de un solo artefacto no se puede
enunciar si se trata de un elemento que responde a cualquiera de las dos
estrategias; como tampoco mirar un sitio y determinar si las cosas son
conservadas o expeditivas (Ebert y Camilli 1993). También se sostiene que las
categorías de conservado y expeditivo introducen ambigüedad en la
interpretación, y que deberían restringirse al uso real dado a un instrumento antes
del descarte, por lo tanto mensurable en una escala de unidad que puede ser una
sola pieza (Shott 1996b).

En el marco de estudios que involucran un enfoque organizacional no deberían


utilizarse estos conceptos para caracterizar tipos de artefactos, sino para entender
la implementación de distintos modos de planificar la subsistencia. Las categorías

42Kelly (1988) argumenta que los cambios en los patrones de movilidad hacia los patrones
collectors -con alta movilidad logística- deberían estar asociados con usos más eficientes de las
materias primas y así tecnologías eficientes. Él sugiere que la conservación de bifaces como
núcleos puede ser la expresión de esto en la Gran Cuenca (USA).
134 Valeria Cortegoso

de conservado y expeditivo no delimitan una clase de artefactos o un tipo de


conjunto, sino planes para facilitar el uso humano del ambiente 43 . La forma de los
artefactos y la composición del conjunto, son consecuencia de diferentes modos
de implementar la conservación o la expedición (Nelson 1991, 62). Veremos a
continuación las características relevantes que indicarían la implementación de
alguna de estas estrategias en los conjuntos, y a qué aspectos de la organización de
la tecnología podrían responder.

Conservación de instrumentos

Binford no introdujo el concepto curated como un supuesto de teoría general, sino


como parte de una respuesta concreta a Bordes y a otros críticos del argumento
funcional (Shott 1996a) 44 . Desde que ' fuera enunciado el concepto, la
conservación ha sido utilizada para significar distintos fenómenos: manufactura en
anticipación al uso, transporte entre sitios, o diseño para varios usos
(multifuncionalidad), mantenimiento, reformatización para otro uso (reciclaje)
(Bamforth 1986, Nelson 1991). Otros aspectos que se agregaron son:
enmangamiento (con distintos criterios sobre las partes conservadas del
instrumento, (ej.: Keeley 1992; Hayden 1993) complejidad instrumental (Gamble
1990), portabilidad para los cazadores recolectores móviles (Parry y Kelly 1987;
Shott 1986; Nelson 1991), constreñimientos en el tiempo (Torrence 1983),
situaciones de alto vs. bajo riesgo: confiabilidad vs. fácil mantenimiento (Bleed
1986; Torrence 1989,1995) flexibilidad y versatilidad, cambios para diferentes
usos (Shott 1986; McAnany 1988; Nelson 1991).

Como se desprende de un primer análisis, estas categorías referencian a cosas muy


distintas, unas a condiciones puntuales de los artefactos, y otras a variables
organizacionales de los sistemas. El modo en que pueden co-variar depende de
numerosos factores, tanto inherentes al propio sistema de subsistencia, como a la
disponibilidad de recursos líticos. Las dificultades en la interpretación que ha
traído aparejada alguna de las ambigüedades originales del concepto, ha llevado

43
La variable producción de armas de caza, gracias al desarrollo de la etnoarqueología y la
arqueología experimental, puede vincularse a aspectos que expanden la comprensión hacia las
estrategias de caza, organización tecnológica y diseño, cambio tecnológico, uso de sitios y
patrones regionales de movilidad y organización logística (Knecht 1997).
4 Bordes veía la variación entre los conjuntos musterienses como el producto de diferencias
normativas (Bordes 1969). Binford (1973) consideraba las variaciones como el producto diferentes
clases y cantidades de comportamiento en el uso de los instrumentos en los sitios. A través de la
argumentación de que la conservación puede oscurecer las diferencias funcionales en el
comportamiento de uso de los instrumentos, describió la conservación como el transporte de
instrumentos entre sitios.
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 135

incluso a plantear la necesidad de abandonarlo 45 (ver Hayden et al 1996). Otros,


han elaborado su exégesis, pero han propuesto definiciones y medidas concretas
para evaluarlo, en tal caso no referidas a conjuntos, sino a usos concretos de
instrumentos individuales, equiparando la conservación a la vida útil real de cada
ítem (Shott 1996a).

El transporte fue referido por Binford como la anticipación a la ejecución de


diferentes actividades; además ligó la conservación a la eficiencia del uso de
instrumentos. Las referencias materiales de los conjuntos en relación al transporte
son una de las condiciones para las que se encuentran soluciones ambiguas. Por
ejemplo, tornando en cuenta los costos altos de trasporte de instrumentos y armas
para los cazadores con alta movilidad residencial, según los autores, se
propendería a instrumentos multipropósito, o a simples instrumentos delgados
sobre lascas 46 (Hitchcock 1982; Kuhn 1994). En un caso se basa en el registro
etnográfico y en otros costos de optimización; el caso es que esto debe integrarse
con otros factores como las necesidades de ejecución a la disponibilidad de
recursos, etc. En definitiva estos estudios, ya sean basados en registros
etnográficos o proposiciones económicas, pueden brindar una orientación pero no
pueden ser asumidos aisladamente como parámetros 47 .

Shott (1996a) descarta varias de estas implicancias para la definición de


conservación, excepto la eficiencia. Según el autor, puesto que la conservación
también mide la relación entre variables, ésta puede ser considerada una forma de

45 Por sus múltiples y vagas aplicaciones se propuso abandonar (Hayden et al 1996) el término en
favor de componentes descriptivos más precisos. Los autores consideran que en el intento de
aplicar los más recientes factores propuestos para la explicación de la morfología de los
instrumentos, muchos de ellos son altamente ambiguos y quizá no operacionales. Consideraciones
básicas corno los requerimientos de ejecución de tareas, la disponibilidad de materias primas, y los
volúmenes de procesamiento, juegan los roles más • importantes en la determinación de la
oizanización y morfología de los conjuntos. En término de consideraciones de diseño, el aspecto
importante a ser analizado aquí es la elección intencional de tamaños y formas de lascas, tanto
como de materiales y técnicas de reformatización que permiten por si mismas repetir la
formalización y extender la vida útil (Hayden et al 1996,14).
46 Hitchcock (1982) infirió que la mayor movilidad residencial se correlaciona con un menor bagaje

tecnológico entre los Kalahari San; ellos reducen sus costos de transporte por el uso de
instrumentos multipropósito o flexibles; con el incremento del sedentismo residencial, como se ha
visto entre los collectors, varios cazadores recolectores parecieron tener mas posesiones y mayor
especialización en los instrumentos. Por otra parte, en relación al costo de transporte, Kuhn (1994)
ha demostrado que sería más eficaz tener varios instrumentos delgados sobre lascas que estos
robustos instrumentos multipropósito.
47 Nelson (1997) sostiene que no deben usarse los conceptos de diseño como nuevas tipologías.
Como reconoce la teoría de optimización, una variable no debe enfatizarse sobre otras, por tanto
no debemos esperar que una variable de diseño sea equiparada a un tipo.
136 Valeria Cortegoso

eficiencia. La conservación no es un estado, una condición, o una estrategia


cualitativa; como la eficiencia, la conservación es una relación entre cosas. De
acuerdo a su tamaño, diseño y propiedades de trabajo, todos los instrumentos
tienen una cantidad finita de valor o utilidad. El uso reduce esa utilidad a través
del desgaste, la transformación, la alteración química, etc.; todos los instrumentos
son usados en algún grado sobre la máxima utilidad que poseen. La conservación
es el grado de uso extraído, expresado como una relación entre: el potencial uso
del instrumento y la utilidad realizada antes de ser descartado (Shott 1989, 1995).
Para medir la . conservación según este criterio, es necesario, o bien un registro
etnográfico claro sobre los diseños de los instrumentos que se evaluarán, y/o una
tecnología de producción estandarizada y con tipologías definidas con precisión
para distintos períodos".

La conservación debe ser entendida por la consideración del descarte de


instrumentos, que puede ser intencional o por accidente (Bousman 1993, 74). En
general, el descarte de instrumentos ocurre como resultado de uno o más de los
siguientes escenarios: fractura en la manufactura, descarte instantáneo de
instrumentos inmediatamente después del uso, fractura durante el uso resultando
en descarte, instrumentos perdidos durante el transporte o uso, instrumentos
escondidos y jamás recuperados, instrumentos reemplazados si están próximos a
fallar, o descartados cuando no son más mantenibles (Gould y Saggers 1985;
Kuhn 1989; Shott 1989). Aplicando estos conceptos al continuun de cazadores,
los foragers toman mucha mas vida útil de su esfuerzo de producción, mientras
los collectors gastan mucha mas energía produciendo instrumentos pero sin una
apreciable ganancia en la vida útil de los mismos (Shott 1989).

Se ha argumentado también, que la mayor inversión de trabajo en la manufactura


tiene que ver con la disponibilidad regional de recursos (Bamforth 1986, 1992,
1997; Driskell 1987; Andresfsky 1994; Dibble 1992, etc.). Bamforth (1986) fue
uno de los autores que enfatizó la relevancia que la distribución geográfica de los
recursos tiene sobre la configuración de los sistemas. Su propuesta restaba
importancia a las variables tecnológicas asociadas a los modelos de movilidad de
cazadores propuesta por Binford (1979) por no referir a las condiciones locales de
recursos, considerando que aspectos fundamentales de la conservación son
respuesta a la escasez de materia prima. En relación a la discusión generada en

48El análisis del debris (ej. lascas de retoque unifacial) combinada con el registro experimental o
etnoarqueológico puede permitirnos estimar que cantidad de uso ocurrió en el sitio donde fue
descartado el instrumento (Shott 1995). Es necesario también el conocimiento sobre métodos de
enmangamiento y diseho par uso (la relación entre la parte prensil y la funcional) para registrar
cantidad de uso y el grado de reducción experimentado (Keeley 1982).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 137

torno a la movilidad vs. la distribución de recursos líticos entre Binford y


Bamforth, las dos variables han demostrado ser elementos importantes y
observables en el registro. Pese a que comúnmente se ha visto a estas perspectivas
de Binford y Bamforth como soluciones alternativas al problema de explicar la
tecnología prehistórica, en trabajos posteriores Binford ha reconocido la
importancia en la accesibilidad a los recursos y Bamforth ha explicado cambios en
la organización tecnológica por diferencias en el sistema de asentamiento
(Johnson 1989). La distribución de las materias primas es un determinante
importante de la organización tecnológica, pero no el único ni con la misma
importancia en todos los casos (Bamforth 1992).

Desde la óptica evolutiva, también es importante el lugar que ocupa el


aprovisionamiento, puesto que según los ambientes los viajes para la adquisición
tienen sus propios factores de riesgo. Elston (Elston y Rayen 1992) lo llama
venture risk, en gran medida una función de la distancia a las fuentes y la
naturaleza de la materia prima; estos riesgos se reducen a través de estrategias que
minimicen el viaje y el tiempo de búsqueda, y los costos de extracción y
procesamiento. La disponibilidad de recursos ha sido señalada como un factor
primario en la organización del conjunto lítico, según hemos visto y de acuerdo a
los autores, aún más que el sistema de asentamiento. Algunos investigadores han
avanzado en esta línea, proponiendo incluso nuevas categorías de análisis que
enfatizan esta variable. Andrefsky (1994, 21) ha manifestado que la disponibilidad
de materia prima lítica, es uno de los condicionantes más importantes en la
tecnología de producción de herramientas de piedra, y que factores como la
movilidad residencial y sedentarismo son determinantes menos importantes en la
tecnología lítica. Pone el ejemplo de grupos móviles o sedentarios con el mismo
tipo de diseño, según sus categorías formales o informales, por el hecho de tener
buenas materias primas disponibles". Esto podría estar indicando dos problemas,
o el recurso por si mismo tiene una entidad propia, o la tipología es un poco laxa.

El diseño tecnológico responde a necesidades y riesgos que son resueltos por los
grupos de diversos modos, la caracterización que plantea el autor puede ser muy
general como para apreciar diferencias técnicas, pero el problema fundamental es

49
El análisis de Clispel Valley, según este autor, contradice la noción de que los grupos
sedentarios producirán y usarán predominantemente instrumentos informales. Los instrumentos
formales fueron usados por estos grupos sedentarios porque las materias primas líticas locales eran
abundantes. El grado en el cual las materias primas locales son empleadas es una función de su
abundancia. Si todas las otras variables se mantienen constantes, la abundancia y la calidad de las
materias primas puede estructurar la producción de instrumentos de piedra en una manera
predecible (Andrefsky 1994, 29).
138 Valeria Cortegoso

que la condición del recurso en esta perspectiva es más importante que las
decisiones humanas en tomo a cómo incorporarlo a su subsistencia. Estos
elementos hacen a la forma en que los recursos líticos se presentan en la
naturaleza, otra variable importante es el modo en que los mismos son capturados
por los hombres que los explotan, y esto tiene que ver con cómo se planifica el
aprovisionamiento lítico dentro de otras actividades necesarias para la
subsistencia 50 . El grado en el cual un ítem tiene una historia extensa de vida está
referido a, pero no estrictamente determinado por, el método de abastecimiento.
Conocer el estado de los recursos utilizados como materias primas es importante,
pero la tecnología no es una respuesta directa a la disposición de materiales, sino
al modo de resolver problemas de las sociedades que las diseñan y utilizan. Las
formas organizacionales que están expresadas en las extensas secuencias de la
tecnología y la utilización, pueden tener expresiones específicas atemperadas o
exageradas por la disponibilidad local de recursos (McAnany 1988).

Diseños de instrumentos conservados
La conservación de los instrumentos de piedra podría ser considerada un indicador
de la frecuencia de movilidad logística y planificación contenida en una
organización de subsistencia. Aún dentro de las distintas estrategias, pueden
existir diferencias de diseño que responden, por ejemplo, a la variación de los
recursos en tiempo y espacio. Según Bleed (1986, 738) todos los sistemas
tecnológicos resultan de procesos de diseño, explícitos o implícitos, que implican
la selección a partir de las alternativas disponibles para crear una solución a un
problema identificado. Por tanto el diseño es una variable, ya que puede ser
modificado por la selección de componentes alternativos que pueden alterar tanto
su efectividad como cambiar su aplicabilidad. Si el diseño es una variable, puede
ser evaluado según diferentes dimensiones; no todos los diseños pueden resultar
igualmente buenos. La variable que selecciona Bleed (1986) para su distinción de
tipos de diseños de armas de caza, es la efectividad 51 , distinguiendo dos tipos de
sistemas: confiables y mantenibles (reliable- maintainable) 52 .

50 Ladeterminación de la forma en que una sociedad cazadora-recolectora explotaba los recursos


del ambiente, su estrategia de explotación, variabilidad en la elección de recursos potenciales que
el medio les brinda y su forma de elección pueden llegar a posibilitar -junto con otros análisis y
líneas de investigación- a la definición de los diferentes sistemas socioculturales que a lo largo de
la historia de una región se adaptaron a un medio, vivieron y explotaron sus recursos (Nami 1985,
31).
51 La eficiencia se refiere a la cantidad de output entregado por el sistema dividido por la cantidad
de imput o costo, y puede ser calculada en valores diferentes: costos de energía o materiales,
stress del cuerpo, tiempo, etc. (Bleed 1986, 739)
52 Los primeros son sistemas "confiables" que demandan mayor energía en la preparación, tienen
mayor grado de sofisticación, están destinados a la resolución de problemas específicos y
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 139

Este autor considera que los instrumentos de los cazadores pueden ser analizados
según las metas de diseño de la ingeniería moderna. Puede ser medida por cuatro
criterios o metas -no mutuamente exclusivas: -a) tiempo de producción más
rápido, -b) mayor vida útil -c) mayor efectividad -d) mayor volumen de
producción (Bleed 1986). Los cazadores pueden hacer crítica la primera cualidad,
produciendo un instrumento expeditivo; la segunda cualidad, resultando un
instrumento mantenible; la tercera cualidad, realizando un instrumento confiable;
o la cuarta cualidad, logrando una tecnología eficiente 53 . Los diseños confiables y
mantenibles, son considerados por varios autores como diferentes estrategias para
la conservación de instrumentos (Nelson 1991; Bosuman 1993).

El objetivo primario es la mayor eficiencia, que puede ser traslada a la estructura


de costo-beneficio de los modelos de forrajeamiento. La dicotomía original fue
formulada solamente para armas, y no para los instrumentos usados para hacer o
repararlas (instrumentos de mantenimiento). Parece razonable que los foragers
modernos y collectors usarían instrumentos extractivos y de mantenimiento, de
acuerdo a la diferencia natural de sus recursos y el tipo de riesgo relativo. Los
collector tienden a usar instrumentos confiables, ya que son apropiados para
explotar recursos abundantes en volumen, pero accesibles sólo por estaciones
limitadas u otras situaciones de riesgo (Torrence 1983). Los instrumentos
mantenibles son generalmente usados por grupos que pueden ser considerados
foragers, ayudan a reducir los costos de la adquisición de materia prima por la
extensión de la vida útil de un artefacto 54 . Los instrumentos líticos que se
confeccionan generalmente siguiendo una técnica de reducción bifacial, presentan
formas estandarizadas, y son aptos para ser rejuvenecidos, se consideran
conservados (Johnson 1989, 121). Según Kelly (1988) los instrumentos bifaciales
son potencialmente de vida útil muy larga; esto se debe a la microtopografía

difícilmente pueden ser reparados, por el contrario los sistemas "mantenibles", no involucran tales
precisiones técnicas, son aptos en general para distintas actividades, y fundamentalmente pueden
ser mantenidos y reciclados.
53
Las tecnologías eficientes que incrementan el número de instrumentos por unidad de materia
prin-la son legión en la arqueología; esta estrategia disminuye el costo de adquisición de materia
prima. El ejemplo mejor conocido es el cambio de la tecnología de lascas del Paleolítico medio, a
la tecnología de hojas del Paleolítico superior (Bousman 1993,71).
54 De acuerdo con Bleed las armas confiables son especializadas funcionalmente y están
caracterizadas por el sobre diseño de las partes críticas, robustez, partes de ensamble da alta
calidad y un kit especial de reparo. Estas armas son usadas cuando el riesgo y las consecuencias
de fallar en la obtención del alimento es grande y posiblemente cuando los recursos ocurren en
grandes paquetes o son explotados en cantidad.
140 Valeria Cortegoso

similar a lo largo de todos sus filos, que permite reactivarlos con relativa facilidad.
Estos artefactos entonces, tienden a conservarse y son transportados de un lugar a
otro.

Las particularidades en el diseño son importantes para entender los sistemas


tecnológicos como variables que pueden ser alteradas en orden a conseguir las
soluciones a los problemas planteados por el ambiente. Estos sistemas están mejor
adaptados a diversas situaciones que tienen que ver con la planificación de las
actividades de caza, la predictibilidad de la captura de las presas y modos de
invertir el tiempo diversos. La conservación es un concepto amplio que requiere
de la especificación de variables críticas, y nos inclinamos a considerarla como
una propiedad organizacional dentro del sistema; en el mismo sentido no podría
ser definida con atributos tipológicos de piezas individuales. El tipo de artefacto
y/o materia prima que se conserve dentro de cada sistema, puede variar con las
distintas necesidades de ejecución, opciones de reemplazo, etc. Por tanto es
importante evaluar cómo las estrategias de conservación de los instrumentos
adquieren características particulares en relación a distintas estrategias de
organización de la subsistencia, uso del espacio y adquisición de materias primas.

Estrategias expeditivas

Binford (1976, 341) opuso las tecnologías conservadas a las expeditivas, estas
últimas son las tendientes a la manufactura, uso y abandono de los ítems
instrumentales en el contexto inmediato al uso. También contrastó las relaciones
entre el comportamiento de uso de los instrumentos y sus residuos materiales
(Binford 1976). Sus objetivos originales quizá lo llevaron a oponer las estrategias
de conservación y las expeditivas, puesto que citó la conservación, en el contexto
de la comparación cualitativa de los conjuntos del Paleolítico superior y medio.
Más tarde la conservación también se ligó, como vimos, al modelo de Binford del
sistema de asentamiento de los foragers, marcando una oposición entre las clases.
Según Shott (1996a) el término expeditivo puede ser un rótulo conveniente para
instrumentos y conjuntos, aún así, no significa otra cosa que baja conservación.

Los instrumentos usados y hechos de modo expeditivo (instrumentos expeditivos


o "instrumentos instantáneos" de Gould 1980) son caracterizados
morfológicamente por la escasa alteración o formatización secundaria. Nelson
(1991) ha argumentado que la conducta expeditiva puede deslindarse en dos
estrategias: oportunística y expeditiva. El comportamiento tecnológico
oportunístico es una respuesta tecnológica no planeada a una necesidad no
anticipada. Por otra parte, sugiere que la tecnología expeditiva es una respuesta
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 141

planeada a una tarea esperada incorporando mínima preparación tecnológica de


los instrumentos, cortos períodos de uso y descarte de los artefactos en el lugar de
la actividad.

La estrategia expeditiva refiere a la minimización del esfuerzo tecnológico bajo


condiciones donde el tiempo y lugar de uso son altamente predecibles (Nelson
1991,64). Este es un elemento fundamental que introduce aspectos de la estrategia
normalmente no considerados, y es precisamente la parte informativa sobre la
variabilidad en la planificación tecnológica. Intentar responder a este aspecto,
implica usar estos conceptos como indicadores de conducta y no como nuevas
tipologías. En cuanto comportamiento tecnológico entonces depende de tres
condiciones:-a) el acopio o escondite planificado de materia prima, o la
planificación previa de actividades en lugares cercanos a materias primas
(Bamforth 1986) -b) la disposición de tiempo para manufacturar instrumentos
(Torrence 1983) -c) ocupaciones largas o reutilización regular de los
emplazamientos en orden a sacar ventaja del acopio o escondite (Parry y Kelly
1987, Bettinger 2001). A estos elementos organizacionales consideramos más
interesante vincular la interpretación de productos que enmarcamos como parte
del uso de estrategias expeditivas.

CONSIDERACIONES FINALES

Uno de los desarrollos metodológicos que ha ocupado un espacio considerable en


la bibliografía en las últimas dos décadas, se centró en la organización de la
tecnología corno un modo de referir características de los conjuntos a las
estrategias de subsistencia (Nelson 1991, 1997). Los fenómenos culturales a los
que se intenta responder, tanto como las variables y los rasgos materiales a ser
evaluados, han sido y son discutidos. El procesualismo ha sido criticado desde las
corrientes evolutivas norteamericanas por mantener la visión funcionalista que
subyace en su mecanicismo adaptativo. En tal sentido, la ecología evolutiva ha
propuesto la incorporación explícita de la teoría de la selección natural a la
explicación del cambio. El procesualismo y la ecología evolutiva, sin embargo,
mantienen similitudes y diferencias que deben puntualizarse según autores. La
metodología de análisis organizacional ha sido aplicada por investigadores que
pueden enmarcarse en ambas posiciones. Los estudios organizacionales, tanto
orientados desde marcos procesuales como evolutivos, han estado principalmente
vinculados a la evaluación de los aspectos básicos de la subsistencia que inciden
en la configuración del comportamiento tecnológico.
142 Valeria Cortegoso

Estas herramientas se orientaron en mayor medida, a alcanzar conocimiento sobre


el modo en que la tecnología se incorpora a la planificación general de la
subsistencia y su manifestación en el espacio, es decir en variables sincrónicas. El
material lítico se evalúa así desde perspectivas que permiten acotar a cada una de
las unidades ambientales, distintos episodios de uso, permanencia y actividades
cuyas secuencias pueden remitir movimientos a otras áreas. Por el contrario, las
aplicaciones de los modelos de la ecología a escalas diacrónicas, especialmente a
variables materiales para estudiar cambios tecnológicos, tienen un desarrollo
relativamente reciente. Aún son muy escasos los resultados que pueden aplicarse a
parámetros •como, por ejemplo, costos y beneficios con tecnologías específicas
(Kelly 1999b). Los modelos diacrónicos propuestos desde la ecología evolutiva,
sin embargo, intentan referir cambios en grupos con distintas estrategias de
subsistencia y pueden orientar preguntas e interpretaciones que han demostrado
utilidad en la arqueología regional. El modelo Travelers-processors, por ejemplo,
ha sido propuesto y testeado en ambientes y escalas cronológicas comparables con
las locales, por lo tanto, las metodologías desarrolladas para analizar los contextos
pueden set replicables y los resultados ponderados con parámetros válidos (Neme
1999; 2002;. Cortegoso 2004).

Los modelos basados en fuentes etnográficas y arqueológicas que establecen


estándares de comportamientos basados en conceptos de eficiencia, han sido una
de las contribuciones de la arqueología durante gran parte del siglo XX y no
implican asumir uniformidad en la cultura. Algunas propuestas metodológicas
deben ser consideradas corno herramientas de aprendizaje y deben ser usados
corno modos de aprender y explorar, más que como explicaciones (Kelly 1999a).
La posibilidad de detectar particularidades en los contextos materiales, depende de
tener algún parámetro general para evaluar las variables que la caracterizan. Partir
de modelos que toman en cuenta la generalidad no implica negar la variabilidad,
por el contrario, implica contar con una herramienta operativa para detectarla. Es
incorrecto pensar que esto significa asumir que todas las sociedades debieron
comportarse del mismo 'Modo bajo iguales condiciones ambientales, pero sí que es
imposible acceder a la variabilidad de respuestas sin un parámetro sobre las
generalidades. Conocer las generalidades de estas respuestas en los distintos
ambientes y épocas nos permite elaborar herramientas para construir datos
arqueológicos.

Hemos utilizado algunas de estas propuestas como un paso inicial importante para
la interpretación de la variabilidad del registro regional (Cortegoso 2004). Esto no
significa negar la complejidad de los fenómenos culturales que intervienen en la
tecnología, sino optar por una herramienta que se adapta al tipo de problema y al
Aproximaciones teóricas y rnetodológicas para el estudio tecnológico... 143

registro material que enfrentamos. Aún cuando nuestro trabajo simplemente


selecciona de la oferta teórica el camino que evaluamos como más adecuado, es
importante no sólo reconocer las ventajas de tal o cual método, sino también sus
debilidades, puesto que los elementos que se escapan a la explicación desde las
teorías vigentes, son la base del razonamiento con el cual la ciencia podrá avanzar
en el futuro.

El aportar nuevo registro a un conocimiento global sobre casos y respuestas es una


manera de ajustar las metodologías. En este sentido, la mayoría de los
arqueólogos aunque consumidores de teoría tienen una labor importante. Esto no
impide reconocer que la discusión abierta que hoy existe sobre las condiciones
bajo las cuales la cultura cambia y el modo en que este proceso opera, esté
satisfactoriamente establecido por alguna propuesta teórica. Aún cuando es
notable lo que se ha avanzado en las últimas décadas en el trabajo de ajustar y
criticar estos presupuestos y modelos para la ciencia, es mucho lo que queda por
hacer. Nuestro propio trabajo se nutre y modifica constantemente de la discusión
en torno a estos temas, y en alguna medida puede aportar como nueva experiencia
o testeo de estas alternativas. Para lograrlo es preciso analizar críticamente las
herramientas que estamos dispuestos a utilizar en nuestro ensayo, escogiendo las
que más se adecuen al tipo de problemas que intentamos resolver y a nuestra
concepción acerca del pasado y su posibilidad de conocimiento.
Trabajo recibido y aceptado para publicar en 2005

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