Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
EVOLUCIONISMO Y EVOLUCIÓN
El enfoque teórico que caracterizó a la arqueología desde sus inicios como saber
sistemático, tenía una fuerte influencia de las ideas evolucionistas decimonónicas.
Este evolucionismo no fue tomado directamente de las ciencias biológicas, sino
del idealismo imperante y la creencia en el progreso indefinido. La noción de
Darwin de selección natural no jugó ningún rol en los trabajos de los primeros
evolucionistas. En lugar de un proceso selectivo, los evolucionistas vieron el
cambio como transformación a lo largo de una escala de progreso y la
acumulación de ideas que perfeccionaban no sólo las mentes, sino también la
moral de las personas 3 (Kelly 1995,9). Este esquema de pensamiento, producto de
las reflexiones más básicas que generó por ejemplo la exploración del Nuevo
Mundo, marcaría de modo distintivo los comienzos de varias disciplinas abocadas
al estudio de las sociedades. La consecuencia metodológica de la supervivencia de
está visión en la arqueología fue el uso de la analogía etnográfica. Si la gente
"primitiva" era una supervivencia del pasado, entonces proporcionaba no sólo
"escenas" del pasado de la civilización occidental, sino también modelos sobre los
cuales se producía la mayor parte del registro arqueológico .' (Dunnell 1995).
aspectos técnicos en el primer caso y el desarrollo teórico organizacional en un sentido más amplio
en el segundo.
3La influencia de la teoría de la evolución en las disciplinas antropológicas fue muy marcada
desde fines del siglo XIX; los conceptos de progreso y direccionalidad aplicados fueron tomadas
de la evolución spenceriana, cuya metafísica esencialista es opuesta al materialismo de Darwin
(Martínez 2002).
' Aún cuando este esquema de pensamiento ha sido cada vez menos explícitamente sostenido, y
las analogías ampliamente criticadas, se perciben supervivencias tanto en el uso antropológico
como arqueológico del registro de cazadores-recolectores durante el siglo XX (Dunnell 1995,
Kelly 1995).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 111 .
A mediados del siglo XX una corriente en particular hizo uso una vez más del
evolucionismo, bajo la influencia de Leslie White (1959) y en una revisión más
radical con Julian Steward (Dunnell 1980). Steward (1955) se focalizó en las
relaciones entre la sociedad, la tecnología y el ambiente, una aproximación que el
mismo llamó: ecología cultural. Las críticas que se le han hecho a esta corriente
tienen en cuenta distintos aspectos que alejaron a este pensamiento de ser una
teoría verdaderamente científica. Quienes adoptaron la ecología cultural como
marco, entendieron que había una relación estrecha entre las sociedades y el
ambiente, pero no resolvieron de qué modo interactuaban estos elementos' (Kelly
1995; Bettinger 2001). Además de problemas metodológicos, la ecología cultural
recurrió a un adaptacionismo extremo que impedía contar con una herramienta
teórica propicia para explicar el cambio.
sus propuestas como una reacción frente al evolucionismo ingenuo y la falta de respuestas al hecho
de que sociedades con bajo desarrollo tecnológico, tuvieran complejos sistemas sociales.
6 Para la arqueología esta postura reivindicatoria de las sociedades "primitivas" se puede percibir
en la famosa conferencia "Man the Hunter", organizada por Lee y De Vore en 1966 donde se
consagra la idea de los cazadores-recolectores como sociedad opulenta (Lee y De Vote 1968).
7 Entendían que el medio podía imponerse por sobre la gente, cuando las circunstancias externas
cambiaban, la gente parecería decidir que este o aquel modo de hacer las cosas sería mejor para el
grupo en relación con nuevas condiciones (colectivismo metodológico) (Kelly 1995). Bettinger
(2001) reconoce la fuerza intelectual de Steward, quien aún con escaso registro fue capaz de intuir
la lógica materialista de la adaptación humana, superando el determinismo ambiental con la
inclusión del componente tecnológico.
112 Valeria Cortegoso
8 "Los modelos de equilibrio cultural y de sistemas se habían convertido en las principales armas
del ambientalisrno y estaban conduciendo a los ambientalistas a un callejón sin salida al tratar de
explicar las relaciones del hombre con la naturaleza con tanto detalle que el cambio en sí se estaba
volviendo incomprensible" (Rindos 1990, 17).
9 Es imposible hablar de causalidad, tanto normal o recíproca, sin involucrar enunciados
generalizados de forma universal, que conecten el grupo caracterizado corno causas, eón aquellos
caracterizados como eventos. Esto asimila la teoría a una disciplina formal, carente tanto de leyes
empíricas, como de la capacidad de ser contrastable; epistemológicamente una forma velada de
idealismo subjetivo (Gándara 1982).
' u Esta trayectoria de origen norteamericano es la que ha tenido mayor incidencia en nuestro país,
pero otros enfoques metodológicos en distintos lugares del mundo han desarrollado métodos
científicos en procesos independientes como ocurre, por ejemplo, con el materialismo en la
arqueología soviética (Semenov 1968), el desarrollo de metodologías de cadenas operativas en
Francia (Brézillon 1968), o escuelas directamente influidas por las corrientes sistémicas como la
arqueología analítica inglesa (Clarke 1968).
II Según Butzer (1989) el debate planteado por la nueva arqueología empezó en gran parte a raíz
del aumento exponencial de datos empíricos surgidos entre los años 1930 y 1960; y se planteó
como un conflicto intergeneracional americano de redefinición de medios y fines.
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 113
14 Para Binford (1972a) la manifestación del proceso evolutivo puede ser la extinción, el
decrecimiento en la complejidad, o la reorganización de los sistemas sin ningún incremento o
decrecimiento en la complejidad y que las explicaciones para cada una de estas manifestaciones
deben hacer referencia a las condiciones ecológicas, formas y clases de presiones selectivas en
ambientes concretos (Binford 1972a, 109).
5
Según este autor, los arqueólogos procesuales adoptaban un enfoque estático y taxonómico del
ambiente. Si bien estaban considerando este elemento como una variable, solían resolver sus
ecuaciones como si esa variable fuera una constante.
Aprox mac ones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 115
El Evolucionismo Darwiniano
En las últimas décadas del siglo pasado, varios autores propusieron la aplicación
científica de la teoría de la evolución a la arqueología, introduciendo los
principios darwinianos de la selección natural a la explicación del cambio cultural
(Bettinger 1980, 1991; Dunnell 1980; Winterhalder y Smith 1981;. Boyd y
Richerson 1985; Kelly 1995; Barton y Clark 1997; Lyman y O'Brien 1997). Este
es un campo de estudio en expansión, donde aún es dificil precisar los límites
entre distintas vertientes (a veces señaladas sobre la base de los campos de
investigación o los métodos) pero que comparte los principios teóricos generales
de la evolución científica como un modo de superación del evolucionismo que
caracterizó tradicionalmente la antropología". La observación fundamental de la
evolución spenceriana no es sólo el desarrollo de la tradición científica del siglo XIX sino que
esquemas evolutivos similares conservaron toda su pujanza en el campo de la biología hasta
mediados del siglo XX (Rindos, 1990,70).
17 Evolución es cambio en las propiedades de las poblaciones de organismos a lo largo del tiempo;
la población es la llamada unidad de evolución. Los genes individuales y las especies también
juegan un rol, pero es el cambio en las poblaciones lo que caracteriza la evolución orgánica (Mayr
2001, 8).
18 Tomando en cuenta los problemas a los que se han aplicado estos estudios, los mecanismos
20La selección natural actúa sobre el fenotipo completo, incluido los comportamientos aunque
estos puedan no ser genéticamente determinados (Rindos 1990). La selección natural cambia la
frecuencia de los genotipos en una población pero opera directamente en los fenotipos (las
propiedades visibles de los organismos que son producidas por la interacción de un genotipo con
su ambiente). Un fenotipo puede ser juzgado corno mas o menos adaptativo, en relación a otros e
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 117
fenotipos, si aporta mas o menos material genético que otros fenotipos a las sucesivas
generaciones (Kelly 1995) •
21
Los seguidores de la "tesis sociobiológica fuerte" argumentan la existencia de una cercana
conexión entre la variación genética y conductual. La mayoría de los ecólogos evolutivos, adhieren
a una "tesis sociobilógica débil" en la cual la gente tiende a seleccionar comportamientos de un
rango de variantes cuyo efecto ulterior es maximizar su reproducción individual o adaptabilidad
inclusiva (Kelly 1995).
22
Puesto que en el Horno sapiens la mayor parte del comportamiento es socialmente aprendido, el
tema clave es el de la dinámica cultural propia,.aunque esto no significa independiente de la lógica
que gobierna al mundo genético; esta relación puede considerarse una "codeterminación" (Muscio
2002) o coevolución (Martínez 2002).
118 Valeria Cortegoso
transmisión han sido puestos a prueba en varias regiones, y para distinto tipo de
registro (Martínez y Lanata eds. 2002).
25La ecología del comportamiento asume el principio de optirnización, implica que los individuos
toman decisiones sobre un set disponible de opciones de comportamiento evaluando costo y
beneficio en relación a los constreñimientos que pueden determinar sus alternativas (Kelly 1995).
Utiliza el concepto de estrategia adaptativa como combinaciones de asentamiento, subsistencia
tácticas organizacionales y demográficas que optimizan una o más metas (reducción de riesgo,
minimización de tiempo, maximización de energía) (Bettinger 2001).
120 Valeria Cortegoso
Otro aspecto de los marcos procesuales que ha sido objeto de crítica, es su relativo
alcance para identificar agentes de cambio. Trabajos como el de Kelly (1983)
referidos a cambios tecnológicos en el período tardío de la prehistoria
norteamericana (considerando movilidad), o el de Sassaman (1995) (diferencias
de género), se han evaluado como meras descripciones de estado (Abbot et al
1996). Desde la perspectiva seleccionista se argumenta que la reducción en la
movilidad y los cambios en la tecnología están ligados de alguna manera a las
poderosas fuerzas selectivas que favorecieron la producción de alimentos (Abbot
et al 1996). Esta crítica es en parte injustificada, puesto que aún cuando las
explicaciones funcionales pueden ser deficitarias en cuanto a la determinación de
causalidad, no es más claro referirlo a fuerzas selectivas sin explicar de qué modo
operan sobre las decisiones que motivaron el cambio. Este déficit puede
relacionarse a aspectos, que según mencionamos, han comenzado a desarrollarse
muy recientemente en el evolucionismo darwiniano, como las metodologías
orientadas desde el seleccionismo para abordar los mecanismos de variación que
operan en la transmisión cultural.
acceso a las materias primas a lo largo del tiempo (Eerkens 1998) 26. Esta
explicación incorpora algunas variables que retomaremos más adelante, y que son
importantes en los modelos ecológicos que enfrentan períodos de cambio:
crecimiento demográfico, acceso a los recursos, movilidad, y tecnología 27 .
ORGANIZACIÓN TECNOLÓGICA
Los aportes desde la metodología lítica que se han hecho en las últimas décadas
están mejor orientados a la interpretación de la conducta tecnológica y su modo de
organización desde una perspectiva sincrónica. Los modelos de flujo (Collins
1975), los estudios de sistemas de producción (Ericson 1984) y los de
organización tecnológica (Nelson 1991,1997) permiten contar con elementos que
ayudan a inferir, desde perspectivas regionales, aspectos que tienen que ver con la
organización general de la subsistencia.
26 El cambio está referido a las estrategias de caza de una intercepted-based y sistema de armas
confiables a una encounter-based con un sistema más mantenible. Debido a las prevalecientes
condiciones climáticas y sociales, los forrajeadores del Mesolítico tardío pudieron haber
experimentado más con sus tecnologías de caza, como un paso claro afuera de una conservativa y
confiable estrategia de diseño (Eerkens 1998).
27 El rápido movimiento en el espacio evidenciado por las ocupaciones paleoindias en América, se
ha relacionado precisamente a las estrategias de caza (Kelly 1999c). Aún cuando el autor reconoce
que los cazadores del paleoindio eran, tanto desde el punto de vista de la cultura como del
comportamiento, distintos a cualquier forrajeador conocido etnográficamente
122 Valeria Cortegoso
28Según Nelson (1997, 376) las estrategias y condiciones de la organización tecnológica han sido
tomadas tanto desde perspectivas ecológicas, como sociales. Desde las ecológicas, estrategias tales
como la movilidad, planificación, características de los recursos, adquisición y estrategias de
procesamiento, gobiernan el diseño de los artefactos de piedra. Desde las perspectivas sociales, la
identidad individual y de grupo, la composición de los grupos y la dinámica de su interacción,
influencian el diseño y la forma (Gero 1991, Wiessner 1982). Según Gero (1991) la investigación
en el área de las dimensiones sociales de la organización tecnológica está alcanzando nuevos y
desafiantes cuestionamientos:
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 123
Los modelos del registro etnográfico se han utilizado para explicar la variabilidad
en los conjuntos líticos. Las variables que se consideran relevantes, y más aún las
medidas de observación en el registro, hasta hoy son discutidas. Binford (1980) y
Kelly (1983) mostraron cómo la variación en la movilidad de los cazadores-
recolectores es una respuesta a la estructura de los recursos. Binford (1980) utilizó
categorizaciones generales para demostrar que la movilidad está referida al
ambiente, según las características de la distribución de recursos en el espacio, los
problemas enfrentados pueden resolverse con distintas estrategias. Describió la
variabilidad en los sistemas de asentamiento de cazadores-recolectores en un
continuum:forager-collector, con patrones que van desde la movilidad residencial
a la logística". La tipología no se focaliza en la frecuencia de los movimientos,
sino en la organización del movimiento del campamento en relación a las
actividades de obtención de alimento. La relación entre la movilidad y los
distintos componentes de la tecnología además, ha resultado ser más compleja a
medida que se avanzó en estudios específicos.
mueven juntos (Bamforth 1997,21). La mayor diferencia entre los foragers y los
collectors, no es la frecuencia o distancia de los movimientos, sino la relación
entre el emplazamiento de los consumidores y las tareas de los forrajeadores
individuales; esto es, las relaciones organizacionales entre los movimientos de los
individuos y los movimientos del grupo (Kelly 1992, 44). Según Torrence (1995)
se ha prestado especial atención al tema de la movilidad porque implícitamente se
asume que los cambios en la movilidad están ligados a otros importantes
atributos, en especial, la producción de alimentos. Las alternativas no pueden
evaluarse aisladamente; varios factores intervienen en las modalidades en que los
grupos planifican la subsistencia y la movilidad, en consecuencia sus opciones
tecnológicas.
Existe según Odell (1993) un cuerpo limitado de registro etnográfico del cual
extraer reglas sobre las estrategias tecnológicas empleadas por los cazadores para
reducir el riesgo asociado con la adquisición de alimento (Bleed 1986; Shott 1989;
Kuhn 1989; Nelson 1991). Sin embargo, las estrategias de producción definidas
por Bleed (1986) los componentes tecnológicos que analiza Torrence (1995) o las
variables asociadas a la adquisición que proponen Elston y Rayen (1992)
consideran la prevención del riesgo como elementos fundamentales en la
configuración de la producción de armas de piedra. El riesgo refiere a diferentes
fenómenos. Los recursos pueden variar en intensidad (cuanta variación en el
tiempo hay en la abundancia del recurso), frecuencia (cuan frecuentemente la
abundancia del recurso fluctúa por debajo o arriba de un nivel dado), extensión
espacial (tamaño del área afectada por una fluctuación) y predictibilidad (cuanto
puede saberse por adelantado sobre la futura condición del recurso) (Kelly 1995).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 125
Torrence (1983, 1989) fue una de las primeras en investigar las implicancias que
el tiempo y el riesgo tienen en los modelos para sociedades de cazadores y la
tecnología de subsistencia. Relaciona las distintas tecnologías con el problema de
la programación de diferentes actividades, considerando que son el resultado del
time stress creado por la necesidad de programar actividades. En cuanto a los
-
cambios en la tecnología, señala que más importante que las funciones de los
artefactos, son las condiciones de riesgo que se enfrentan (Torrence 1995). La
correlación entre la movilidad residencial y la tecnología esta dada según la
autora, por el hecho de que ambas son determinadas por la misma causa, y no una
por la otra. Los equipos instrumentales tan elaborados de los cazadores de altas
latitudes no son para Torrence (1995) un lujo de su patrón de subsistencia, sino
necesarios para una exitosa adaptación al ambiente. Teniendo en cuenta la misma
variable, considera que los artefactos escasamente elaborados característicos de
los conjuntos con economías productoras, son adecuados para los trabajos a mano;
responden al hecho de que la incidencia del riesgo a corto plazo habría sido
eliminada por la domesticación y el manejo o control de la producción.
los recursos, en todas sus escalas, sino también por las opciones alternativas de la
sociedad que lo enfrenta: estrategias de prevención o respaldo.
El precio de fallar es mayor cuando las opciones de respaldo son pocas, puesto
que el riesgo no puede ser amortiguado por el esfuerzo de diversificar la
subsistencia (Bettinger 2001). Las estrategias de prevención estarían ligadas
directamente con las variaciones en la estructura del recurso, y las estrategias de
respaldo -en un alto grado- por variables sociales 3I (Kelly 1995). La prevención
de la perdida puede ocurrir sobre periodos de tiempo cortos o más largos. Los
cambios en los armamentos de caza, medios de transporte, organización de la
explotación del trabajo o estrategias espaciales como es el uso exclusivo del hogar
o patrones de movilidad alterados, todos ayudan a prevenir la pérdida (Binford
1980; Torrence 1989; Cashdan 1992). La mezcla de estas estrategias usadas por
un grupo individual reflejaría la naturaleza y estructura de los riesgos ambientales
y sociales encontrados por los individuos 32 .
líticos, pero en el planteo no hay una formulación que permita inferir bajo qué
circunstancias las tareas a las que habría que responder fueron incrementándose.
de las estrategias que consideran con alta probabilidad de ékito (o por lo menos una probabilidad
más alta que otras estrategias alternativas). Esto para el autor no contradice la teoría de
forrajeamiento óptimo, pero lo que significa es que la estructura de parche de cada ambiente es
medida no sólo en términos de su distribución física de recursos, sino también en términos del
conocimiento de los forrajeadores sobre tales recursos.
Como hemos manifestado hasta aquí, una gran parte del desarrollo metodológico
de la organización tecnológica ha estado orientado a la caracterización de los
conjuntos en referencia a aspectos funcionales. Discutiremos a continuación
cuáles son las medidas concretas que deberían observarse en el registro para poder
referir distinto tipo de comportamientos. Sin embargo, parece importante destacar
que la aproximación a explicaciones de escala amplia y la vinculación causal entre
distintos factores propuesta desde los modelos ecológicos, son un paso
significativo para la interpretación del pasado. Según casos específicos a los que
se han aplicado en distintos lugares del mundo, surgen elementos interesantes para
la comparación con escalas de problemas (temporales y espaciales) de la
arqueología regional. Distintos modelos que responden a varias líneas teóricas
evolutivas, están siendo utilizados como marco de investigaciones en Sudamérica
y especialmente en nuestro país (ver Martínez y Lanata Eds. 2002). Se genera así
la posibilidad de alcanzar resultados comparables que permiten generar
expectativas e interrogantes que vinculan los procesos de poblamiento desde un
enfoque rnacroregional.
asentamiento forager y collector. Binford (1980) afirmó que los distintos sistemas
de asentamiento resultan en diferentes estrategias de producción y mantenimiento
de instrumentos. Para las expediciones logísticas de los grupos collector,
encaminadas a la explotación de recursos específicos, los instrumentos son
preparados con anticipación, característica de las tecnologías conservadas. Por el
contrario, los forrajeadores utilizan un instrumental más situacional, una
tecnología expeditiva42 .
42Kelly (1988) argumenta que los cambios en los patrones de movilidad hacia los patrones
collectors -con alta movilidad logística- deberían estar asociados con usos más eficientes de las
materias primas y así tecnologías eficientes. Él sugiere que la conservación de bifaces como
núcleos puede ser la expresión de esto en la Gran Cuenca (USA).
134 Valeria Cortegoso
Conservación de instrumentos
43
La variable producción de armas de caza, gracias al desarrollo de la etnoarqueología y la
arqueología experimental, puede vincularse a aspectos que expanden la comprensión hacia las
estrategias de caza, organización tecnológica y diseño, cambio tecnológico, uso de sitios y
patrones regionales de movilidad y organización logística (Knecht 1997).
4 Bordes veía la variación entre los conjuntos musterienses como el producto de diferencias
normativas (Bordes 1969). Binford (1973) consideraba las variaciones como el producto diferentes
clases y cantidades de comportamiento en el uso de los instrumentos en los sitios. A través de la
argumentación de que la conservación puede oscurecer las diferencias funcionales en el
comportamiento de uso de los instrumentos, describió la conservación como el transporte de
instrumentos entre sitios.
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 135
45 Por sus múltiples y vagas aplicaciones se propuso abandonar (Hayden et al 1996) el término en
favor de componentes descriptivos más precisos. Los autores consideran que en el intento de
aplicar los más recientes factores propuestos para la explicación de la morfología de los
instrumentos, muchos de ellos son altamente ambiguos y quizá no operacionales. Consideraciones
básicas corno los requerimientos de ejecución de tareas, la disponibilidad de materias primas, y los
volúmenes de procesamiento, juegan los roles más • importantes en la determinación de la
oizanización y morfología de los conjuntos. En término de consideraciones de diseño, el aspecto
importante a ser analizado aquí es la elección intencional de tamaños y formas de lascas, tanto
como de materiales y técnicas de reformatización que permiten por si mismas repetir la
formalización y extender la vida útil (Hayden et al 1996,14).
46 Hitchcock (1982) infirió que la mayor movilidad residencial se correlaciona con un menor bagaje
tecnológico entre los Kalahari San; ellos reducen sus costos de transporte por el uso de
instrumentos multipropósito o flexibles; con el incremento del sedentismo residencial, como se ha
visto entre los collectors, varios cazadores recolectores parecieron tener mas posesiones y mayor
especialización en los instrumentos. Por otra parte, en relación al costo de transporte, Kuhn (1994)
ha demostrado que sería más eficaz tener varios instrumentos delgados sobre lascas que estos
robustos instrumentos multipropósito.
47 Nelson (1997) sostiene que no deben usarse los conceptos de diseño como nuevas tipologías.
Como reconoce la teoría de optimización, una variable no debe enfatizarse sobre otras, por tanto
no debemos esperar que una variable de diseño sea equiparada a un tipo.
136 Valeria Cortegoso
48El análisis del debris (ej. lascas de retoque unifacial) combinada con el registro experimental o
etnoarqueológico puede permitirnos estimar que cantidad de uso ocurrió en el sitio donde fue
descartado el instrumento (Shott 1995). Es necesario también el conocimiento sobre métodos de
enmangamiento y diseho par uso (la relación entre la parte prensil y la funcional) para registrar
cantidad de uso y el grado de reducción experimentado (Keeley 1982).
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 137
El diseño tecnológico responde a necesidades y riesgos que son resueltos por los
grupos de diversos modos, la caracterización que plantea el autor puede ser muy
general como para apreciar diferencias técnicas, pero el problema fundamental es
49
El análisis de Clispel Valley, según este autor, contradice la noción de que los grupos
sedentarios producirán y usarán predominantemente instrumentos informales. Los instrumentos
formales fueron usados por estos grupos sedentarios porque las materias primas líticas locales eran
abundantes. El grado en el cual las materias primas locales son empleadas es una función de su
abundancia. Si todas las otras variables se mantienen constantes, la abundancia y la calidad de las
materias primas puede estructurar la producción de instrumentos de piedra en una manera
predecible (Andrefsky 1994, 29).
138 Valeria Cortegoso
que la condición del recurso en esta perspectiva es más importante que las
decisiones humanas en tomo a cómo incorporarlo a su subsistencia. Estos
elementos hacen a la forma en que los recursos líticos se presentan en la
naturaleza, otra variable importante es el modo en que los mismos son capturados
por los hombres que los explotan, y esto tiene que ver con cómo se planifica el
aprovisionamiento lítico dentro de otras actividades necesarias para la
subsistencia 50 . El grado en el cual un ítem tiene una historia extensa de vida está
referido a, pero no estrictamente determinado por, el método de abastecimiento.
Conocer el estado de los recursos utilizados como materias primas es importante,
pero la tecnología no es una respuesta directa a la disposición de materiales, sino
al modo de resolver problemas de las sociedades que las diseñan y utilizan. Las
formas organizacionales que están expresadas en las extensas secuencias de la
tecnología y la utilización, pueden tener expresiones específicas atemperadas o
exageradas por la disponibilidad local de recursos (McAnany 1988).
•
Diseños de instrumentos conservados
La conservación de los instrumentos de piedra podría ser considerada un indicador
de la frecuencia de movilidad logística y planificación contenida en una
organización de subsistencia. Aún dentro de las distintas estrategias, pueden
existir diferencias de diseño que responden, por ejemplo, a la variación de los
recursos en tiempo y espacio. Según Bleed (1986, 738) todos los sistemas
tecnológicos resultan de procesos de diseño, explícitos o implícitos, que implican
la selección a partir de las alternativas disponibles para crear una solución a un
problema identificado. Por tanto el diseño es una variable, ya que puede ser
modificado por la selección de componentes alternativos que pueden alterar tanto
su efectividad como cambiar su aplicabilidad. Si el diseño es una variable, puede
ser evaluado según diferentes dimensiones; no todos los diseños pueden resultar
igualmente buenos. La variable que selecciona Bleed (1986) para su distinción de
tipos de diseños de armas de caza, es la efectividad 51 , distinguiendo dos tipos de
sistemas: confiables y mantenibles (reliable- maintainable) 52 .
Este autor considera que los instrumentos de los cazadores pueden ser analizados
según las metas de diseño de la ingeniería moderna. Puede ser medida por cuatro
criterios o metas -no mutuamente exclusivas: -a) tiempo de producción más
rápido, -b) mayor vida útil -c) mayor efectividad -d) mayor volumen de
producción (Bleed 1986). Los cazadores pueden hacer crítica la primera cualidad,
produciendo un instrumento expeditivo; la segunda cualidad, resultando un
instrumento mantenible; la tercera cualidad, realizando un instrumento confiable;
o la cuarta cualidad, logrando una tecnología eficiente 53 . Los diseños confiables y
mantenibles, son considerados por varios autores como diferentes estrategias para
la conservación de instrumentos (Nelson 1991; Bosuman 1993).
difícilmente pueden ser reparados, por el contrario los sistemas "mantenibles", no involucran tales
precisiones técnicas, son aptos en general para distintas actividades, y fundamentalmente pueden
ser mantenidos y reciclados.
53
Las tecnologías eficientes que incrementan el número de instrumentos por unidad de materia
prin-la son legión en la arqueología; esta estrategia disminuye el costo de adquisición de materia
prima. El ejemplo mejor conocido es el cambio de la tecnología de lascas del Paleolítico medio, a
la tecnología de hojas del Paleolítico superior (Bousman 1993,71).
54 De acuerdo con Bleed las armas confiables son especializadas funcionalmente y están
caracterizadas por el sobre diseño de las partes críticas, robustez, partes de ensamble da alta
calidad y un kit especial de reparo. Estas armas son usadas cuando el riesgo y las consecuencias
de fallar en la obtención del alimento es grande y posiblemente cuando los recursos ocurren en
grandes paquetes o son explotados en cantidad.
140 Valeria Cortegoso
similar a lo largo de todos sus filos, que permite reactivarlos con relativa facilidad.
Estos artefactos entonces, tienden a conservarse y son transportados de un lugar a
otro.
Estrategias expeditivas
Binford (1976, 341) opuso las tecnologías conservadas a las expeditivas, estas
últimas son las tendientes a la manufactura, uso y abandono de los ítems
instrumentales en el contexto inmediato al uso. También contrastó las relaciones
entre el comportamiento de uso de los instrumentos y sus residuos materiales
(Binford 1976). Sus objetivos originales quizá lo llevaron a oponer las estrategias
de conservación y las expeditivas, puesto que citó la conservación, en el contexto
de la comparación cualitativa de los conjuntos del Paleolítico superior y medio.
Más tarde la conservación también se ligó, como vimos, al modelo de Binford del
sistema de asentamiento de los foragers, marcando una oposición entre las clases.
Según Shott (1996a) el término expeditivo puede ser un rótulo conveniente para
instrumentos y conjuntos, aún así, no significa otra cosa que baja conservación.
CONSIDERACIONES FINALES
Hemos utilizado algunas de estas propuestas como un paso inicial importante para
la interpretación de la variabilidad del registro regional (Cortegoso 2004). Esto no
significa negar la complejidad de los fenómenos culturales que intervienen en la
tecnología, sino optar por una herramienta que se adapta al tipo de problema y al
Aproximaciones teóricas y rnetodológicas para el estudio tecnológico... 143
BIBLIOGRAFÍA
ABBOT, A.; R. LEONARD and G. JONES 1996 Explaining the Change from Biface to Flake
Teólmology. A Selectionist Application.'Darwinian Archaeologies, Ed. H. D. Graham Maschner
33-42. Plenum Press, New York.
Andrefsky, W 1994 Raw Material Availability and the organization of technology. American
Antiquity 59(1):21.34. Society for American Archaeology.
BAMFORTH, D. 1986 Technological•effíciency and tool curation. American Antiquity, V. 51 (1):
38-50.
1991 Technological organization and hunter-gatherer land use. American Antiquity, V 56:216-35.
1992 Quarries in Context: a regional perspective on lithic procurement. Stone Tool procurement,
production and distribution in California Geology. Perspectives in California Archaeology. Vol. 2:
132-151, Institute of Archaeology UCLA.
1997 Adaptative Change on the Great Plains at the Paleoindian/Archaic Transition (15-54)
Changing Perspectives of the Archaic on the Northwest Plains and Rocky Mountains. The
University of South Dakota Press.
BARTON, C. M. and G. CLARK 1997 Rediscovering Darwin: Evolutionmy Theory and
Archaeological Explanation. Barton, M and G Clark, Eds. Archaeological Papers of the American
Anthropological Association, N° 7.
BETTINGER, R. 1980 Explanatory predictive models of hunter-gatherer adaptation. Advances in
Archaeological Method and Theory N°3: 189-255.
144 Valeria Cortegoso
1991 Hunter-Gatherers. Archaeological and Evolutionary Theory. Plenum Press, New York.
2001 Holocene Hunter-gatherers Archaeology at the Millennium: A Sourcebook. Ed. G. Feinman
and D. Price. Kluwer Academic/Plenurn Publishers. C-5:137-186. New York.
BETTINGER, R. and J. EERKENS 1997 Evolutionary applications of metrical variation in Great
Basin projectile points. Rediscovering Darwin: Evolutionary Theory and Archaeological
Explanation. Barton, M. and G.Clark, Eds. N" 7:177-191. Archaeological Papers of the American
Anthropological Association.
BETTINGER, R. and M. BAUMHOFF 1982 The Numic Spread: Great Basin Cultures in
Competition. American Antiquity, N° 47:485-503.
BETTINGER, R.; R. BOYD and P. RICHERSON 1996 Style, Function and Cultural
Evolutionary Processes. Darwinian Archaeologies. Ed. H.Donald G. Maschner. Plenum Press.
BETTINGER, R. and P. RICHERSON 1996 The State of Evolutionary Archaeology. Darwinian
Archaeologies, Ed. H. Donald, G. Maschner. 221-231. Plenum Press, New York.
BINFORD, L. 1962 Archaeology as Anthropology. American Antiquity, 28 N°2: 217-225.
1965 Archaeological Systematic and the study of Culture Process. American Antiquity, 31:203-
210.
1967 Smudge Pits and Hide Smoking: The Use of Analogy en Archaeological Reasoning.
American Antiquity. 32, N° 1:1 12.
-
1968 New Perspectives in Archaeology. (S.R. Binford and L.R. Binford Eds.) Aldine Publ.,
Chicago. 5-32.
1972a Comments on Evolution. An Archeological Perspective. 105-113. Seminar Press. New
York.
1972b An Archeological Perspective. Analysis (Pan IV). 329-342. Seminar Press. New York.
1973 Interassamblage Variability- The Mousterian and the Functional Argument. In the
Explanation of Culture Change: Models in Prehistory, Ed. C. Renfrew, 227-254. Duckworth,
London.
1976 Forty-seven Trips. In Contributions to Anthropology: Interior Peoples of Northern Alaska.
Ed. E. Hall. Archaeological Survey of Canada Paper. N49: 299-350. Ottawa.
1979 Organization and formation processes: Looking at curated technologies. Journal of
Anthropological Research, 35: 255 273.
-
1980 Willow Smoke and Dog's Tails: Hunter-Gatherer Settlement Systems and Archaeological
Site Formation. American Antiquity, V. 45 (1):4-20.
BLEED, P. 1986 The optimal design of Hunting weapons: maintainability or reliability. American
Antiquity, V. 51. N° 4. 737-747.
BORDES, F. H. 1969 Reflections on Typology and Techniques in the Paleolithic. Arctic
Anthropology 6: 1 29.
-
BOUSMAN, B. 1993 Hunter-gatherer adaptations, economic risk and tool design. Lithic
Technology, Vol. 178 N° 1 y 2.
BOYD, R. and P.J. RICHERSON 1985 Culture and Evolutionaly Process. University of
Chicago Press. Chicago
BRAIDWOOD, R. J. 1963 Prehistoric Men. Popular Series. Anthropology N°37. Chicago Natural
History Museum. Illinois.
BUTZER, K. 1989 (1982) Arqueología: una ecología del hombre. Ediciones Bellaterra.
Barcelona.
CARR, P. 1995 The Organization of Technology: Impact and Potential, P.Carr (Ed.) The
Organization of North American Prehistoric Chipped Stone Tool Technologies, International
Monograph.s. in Prehistwry. Arch. Series 7: 1 8.
-
Aproximaciones teóricas y metodológicas para el estudio tecnológico... 145
CASHDAN, E. 1992 Spatial Organization and Habitat Use. Evolutionary Ecology and Human
Behavior. E. Smith and B. Winterhalder (Ed.). Aldine. New York.
CHARNOV, E. 1976 Optimal Foraging: The Marginal Value Theorem.Theoretical Population
Biology 9:129-36.
CHILDE, G. V. 1925 The dawn of European civilization. Knopf New York.
CLARK, D. L. 1968 Analytical Archaeology. (B Chapman Ed.) Methuen. London.
COLLINS, M. 1975 Lithic Technology as Means of processual Inference. Lithie Technology:
Making and Using Stone Tools, (Ed.) E. Swanson, 15-34, The Bague.
CORTEGOSO, V. 2004 Organización Tecnológica: explotación de recursos líticos y el cambio en
la subsistencia de cazadores a agricultores en el N.O de Mendoza. Tesis Doctoral. Facultad de
Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata.
COTTERELL, B and J. KAMMINGA 1997 Mechanics of Pre-industial Technology. Cambridge
University Press. Cambridge.
DIBBLE, H.1992 Local Raw Material Exploitation and its Effects on Lower and Middle
Paleolithic Assemblage Variability. Raw Material Economies among hunter-gatherers.
Publications in Anthropology, N° 19: 33-47.
DRISKELL, B. 1987 Integrated Analysis of Lithic Systems, University of Tulsa, Conference in
Lithic Analysis.
DUNNELL, R 1980 Evolutionary Theory and Archaeology. In: Advances in Archaeological
Method and Theory. Vol. 3, 35-99. M.B Schiffer, Ed. Academic Press. New.York.
1990 Prólogo a Los Orígenes de la Agricultura (Rindos). Ed. Bellaterra. Barcelona.
1995 Why is there a Hunter-Gatherer Archaeology?. Arqueología de Cazadores- Recolectores.
Borrero y Lanata (comp.), Límites, Casos y Aperturas. Arqueología • Contemporánea N° 5: 7-15.
EBERT, J. and E. CAMILLI 1993 Lithic Distributions and their Analytical Potential: an Example.
Lithic Technology, Vol. 18 N°1 y 2: 95-105.
EERKENS, J. W. 1998 Reliable and Maintainable Technologies: artifact standardization and the
early to later Mesolithic transition in northern England. Lithic Technology, Vol. 23 N°1.42-53.
ELSTON, R.G. and C. RAVEN 1992 Archaeological Investigations at Tosawihi, A Great Basin
Quarry, Report prepared for Bureau of Land Management on behalf of Ivanhoe Gold Company,
Intermountain Research, Silver City, NV.
ERICSON, J. E. 1984 Toward the analysis of Lithic production systems. J.E. Ericson y B. Purdy
(Eds.) Prehistoric Quarries and Lithic Production: 1-19, Cambridge University Press.
FLANNERY, K. V. 1971 The Origins and Ecological Éffects of Early Domestication in Iran and
the Near East. In The Domestication and Exploitation of Plants and, Animals. Ed. S.Struever, 50-
79. American Museum Sourcebooks in Anthropology. Natural History Press. New York.
GAMBLE, C. 1990 El Poblamiento Paleolítico de Europa, Barcelona, Crítica.
GÁNDARA, M. 1982 La vieja "nueva arqueología". Primera y Segunda parte. Teorías, métodos y
técnicas en arqueología. Boletín de Antropología Americana, 59-160. Inst. Panamericano de
Geografía e Historia.
GERO, J.M. 1991 Genderlithics: Women's Roles in Stone Tool Production. In: Engendering
Archaeology Women and Prehistmy, (Ed). J.M. Gero and M.W Conkey, 163-193. Basil
Blackwell. Oxford.
GOULD, R. A. and S. SAGGERS 1985 Lithic procurement in central Australia: a closer look at
Binford's Idea of embeddednes in Archaeology. American Antiquity, 50:117-135.
HAYDEN, B. and R. GARGETT 1988 Specialization in the Paleolithic. Lithic Technology, 17:
12 -18 .
HAYDEN, B.; N. FRANCO y J. SPAFFORD 1996 Evaluating Lithic Strategies and. Design.
Journal of Human Evolution, 24:113-146.
146 Valeria Cortegoso
Explanation. Barton, M. and G. Clark, Eds. N° 7: 21-48. Archaeological Papers of the American
Anthropological Association.
MARTINEZ, G. A. 2002 Organización y Cambio en las Estrategias Tecnológicas: Un Caso
Arqueológico e Interpretaciones Comportamentales para la Evolución de las Sociedades
Cazadoras-Recolectoras Pampeanas. Perspectivas Integradoras entre Arqueología y Evolución.
Teoría, Método. Martínez, G. y J. Lanata Eds. Serie Teórica N°1: 121-156. Incuapa. U.N.C.
Olavarría.
MARTÍNEZ, G. A. y J. L. LANATA (Eds) 2002 Perspectivas Integradoras entre Arqueología y
Evolución. Teoría, Método. Serie Teórica N°1. Incuapa. U.N.C. Olavarría.
MAYR, E. 2001 What Evolution Is. Basic Books.New York.
MCANANY, P. A. 1988 The Effects of Lithic Procurement Strategies on Tool Curation and
Recycling. Lithic Technology', Vol. 17, N°1: 3-11.
MCARTHUR, R. and E. PIANKA 1966 On Optimal Use of a Patchy Environment. The American
Naturalist. 100: 603-9
MITHEN, S. J. 1994 From domain specific to generalized intelligence: a cognitive interpretation
of the Middle/Upper Paleolithic transition. The Ancient Mind. Elements of Cognitive Archaeology.
Ed. C. Renfrew and E. Zubrow, 29-39. Cambridge University Press. Cambridge.
MUSCIO, H. J. 2002 Cultura Material y Arqueología Evolutiva. Perspectivas Integradoras entre
Arqueología y Evolución. Teoría, Método. Martínez, G. A. y J. L. Lanata Eds. Serie Teórica N°1:
21-54. Incuapa. U.N.C. Olavarría.
NAGEL, T. 2000 Otras Mentes: ensayos críticos (1995 Oxford University Press). Trad. S. Girón.
Gedisa. Barcelona.
NASH, S. 1996 Is Curation a Useful Huristic?. Stone Tools: Theoretical Insights roto Human
Prehistory, 81-99. New York, Plenum P.
NAMI, H. G. 1985 El subsistema tecnológico en la confección de instrumentos líticos y la
explotación de recursos del ambiente: una nueva vía de aproximación. ms . Simposio Definición
arqueológica de sistemas adaptativos en Sudamérica. 45° Congreso Internacional de
Americanistas, Bogotá.
NELSON, M. C. 1991 The Study of Technological Organization, Michael Schiffer (Ed.),
Archaeological Method and Theoly, 57-99. Tucson, the University of Arizona Press.
1997 Projectile Points: Fornis, Function, and Design. Projectile Technology, Ed. Knecht. Plenum
Press. New York: 371-384.
NEME, G. 2002 Arqueología del Alto Valle del Río Atuél: modelos, problemas y perspectivas en
el estudio de las regiones de altura en el sur de Mendoza. Entre Montañas y Desiertos:
Arqueología del sur de Mendoza, Gil A. y Neme G. (Eds.) 65-83. Publicaciones dé la Sociedad
Argentina de Antropología, Buenos Aires.
O' BRIEN, M. J; LYMAN, R.L. and J. DARWENT
2002 Cladistics and Archaeological Phylogeny. Perspectivas Integradoras entre Arqueología y
Evolución. Teoría, Método. Martínez, G. A. y J. L. Lanata Eds. Serie Teórica N°1:175-186.
Incuapa. U.N.C. Olavarría.
ODELL, G. H. 1993 A North American Perspective on Recent Archaeological Stone Tool
Research. Palimpsesto. Revista de Arqueología N" 3: 109-122.
1996 Economizing Behavior and the Concept of "Curation". Stone Tools: Theoretical Insights roto
Human Prehistory, 51-80. Plenum Press, New York.
PARRY, W. and R. KELLY 1987 Expedient Core Technology and Sedentism. The Organization
of Core Technology. Ed. J.K Johnson and C.A Morrow, 285-304. Westview Press, Boulder.
RENFREW, C. 1994 Towards a Cognitive Archaeology. The Ancient Mind. Elements of Cognitive
Archaeology, Ed. C. Renfrew and E. Zubrow, 3-9. Cambridge University Press. Cambridge.
148 Valeria Cortegoso
RINDOS, D. 1990 Los orígenes de la Agricultura. Una perspectiva evolucionista. Ed. Bellaterra
S.A.Barcelona
SASSAMAN, K. 1995 Changing Strategies of Biface Production in South Carolina Coastal Plain,
P. Carr (Ed.) The Organization of North Prehistoric Chipped Stone Tool Technologies,
International Monographs, Archaeological Series, 7-99-117.
SELLET, F. 1993 Chaine Operaroire: the concept and its applications. Lithic Technology, Vol. 18
1\1°1&2 106-112.
SEMENOV, J. 1968, Tecnología Prehistórica. Estudio de las herramientas y objetos antiguos a
través de las huellas de uso. Akal, Madrid.
SCHEINSOHN, V. 2002 Un Modelo Evolutivo en Argentina. Resultados y Perspectivas Futuras.
Perspectivas Integradoras entre Arqueología y Evolución. Teoría, Método. Martínez, G. A. y J. L.
Lanata Eds. Serie Teórica N°1, 187-206. Incuapa. U.N.C. Olavarría.
SCHIFFER, M. 1972 Archaeological Context and Systemic Context. American Antiquity 37:157-
165.
SHENNAN, S. 2002 The Darwinian Archaeology of Social Norms and Institutions: Issues and
Examples. Perspectivas Integradoras entre Arqueología y Evolución. Teoría, Método, Martínez,
G. A. y J. L. Lanata Eds. Serie Teórica N'1, 157-174. Incuapa. U.N.C. Olavarría.
SHOTT, M. J. 1986 Forager Mobility and Technological Organization: an Ethnographic
Examination. Journal of Anthropological Research, N° 42: 15-51.
1989 On Tool Class Use Lives and the Formation of Archaeological Assemblages. American
Antiquity, N° 54: 9-30.
1995 How Much is a Scraper? Curation, use rates, and the formation of scraper assemblages.
Lithic Technology, Vol. 20, N° 1:53-72.
1996a An Exegesis of the Curation Concept, Journal of Anthropological Research, Vol. 52, N° 3:
259-280.
1996b Stage vs. Continuuna in the debris assemblage from production of a fluted biface. Lithic
Technology., Vol. 21 N°1: 6-22.
SETWARD, J. 1955 Theory of Culture Change. University of Illinois Press, Urbana.
THOMAS, D. H. 1988 The Archaeology of Monitor Valley: 3 Survey and Additional Excavations.
Anthropological Papers of the American Museran of Natural History, 66:131-633.
TORRENCE, R. 1983 Time budgeting and hunter-gatherer technology. Hunter-Gatherer Economy
in Prehistory, Ed. G. Bailey, 11-22. Cambridge University Press, Cambridge.
1989 Re-Tooling: Towards a Behavioral Theory of Stone Tools. Time, Energy and Stone
57-66. Cambridge University Press, Cambridge.
TRIGGER, B. G. 1992 Historia del Pensamiento Arqueológico, Barcelona, Crítica.
WIESSNER, P. 1982 Risk, Reciprocity, and Social Inflüences on !Kung San Economics. Politics
and History in Sant? Societies, Ed. E.R. Leancock and R.B. Lee, 61-84. Cambridge University
Press. Cambridge.
WINTERHALDER, B. 1981 Optimal Foraging Strategies and Hunter-Gatherer Research in
Antluopology: Theory and IvIodels. Hunter-Gatherer Foraging Strategies: Ethnographic and
Archaeological Analysis. University of Chicago Press. Chicago.
WINTERHALDER, B. and E. A. SMITH Eds. 1981 Hunter-Gatherer Foraging Strategies:
Ethnographic and Archaeological Analysis. University of Chicago Press. Chicago.
WHITE, L. A 1959 The Concept of Evolution in Anthropology. Evolution and Anthropology: A
Centennial Appraisal (B.J. Meggers, Ed). The Anthropological Society of Washington.
Washington DC, 106-124.