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Apuntes para una interpretación

cristiana del placer

Ponencia presentada en el IV Congreso Colombiano


de Sexología. Medellín, Octubre 10-12 de 1987

Isabel Corpas de Posada *

1. LA FENOMENOLOGIA DEL tiempo en obstáculo para la vivencia


CONFLICTO sana de la sexualidad.

"Si la sexualidad se redujera única- y debo comenzar por reconocer


mente a una función biológica repro- qU(' la postura tradicional de la
ductora, escribe el teólogo francés moral cristiana ante el placer -
Jacques Pohier, no plantearía ningún cualquier placer- ha sido negativa,
problema moral grave. El problema que ha sido necesario legitimar el
surge más bien a propósito del placer placer en relación a otro valor que lo
sexual o del placer, simplemente, justifique, convirtiéndolo en una
porque todo placer, en cierto sentido, sombra siempre sospechosa de
implica una dimensión sexual" (1 ). culpa. Por un mal entendido asce-
tismo, el placer humano se consideró
Esta consideración constituye el como algo indebido, algo que apar-
punto de partida del presente taba de Dios, mientras el sufrimiento
aporte, hecho desde la Teología, al sí era signo de cercanía de Dios. Prác-
estudio de la sexualidad en conflicto. ticas de autocastigo, penitencias y
Porque el miedo al placer, de alguna mortificaciones tienen sentido en esta
manera se ha constituido, en la tra- perspectiva, lo mismo que virtudes
dición cristiana, en fuente de con- tales como la resignación, la modera-
flicto no sólo religioso sino al mismo ción, la templanza, la minusvalora-

1. POHIER. J.M.: El cristianismo ante el placer. CONCILlUM 100 (1974). p. 497.


Doctora en Teología. Profesora de Matrimonio en la Facultad de Teología. Universidad
Javeriana. Bogotá.

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clOn de la vida terrenal, el cumpli- "A lo largo de la historia de la moral
miento del deber por el deber, el cristiana ha perdurado el malestar
sufrimiento como un valor en sí. Y, de no saber encajar el placer dentro
naturalmente, el tabú del cuerpo, el de la concepción de la sexualidad"
miedo al placer corporal, la fuga del (2), escribe el moralista español Mar-
mundo. Consecuencia de todo ello, ciano Vidal. y aclara el mismo autor
una religión aparentemente enemiga que la conflictividad con relación al
del hombre, de caras largas, partida- placer no proviene de la visión bíblica
ria de toda forma de austeridad, que sino de otros factores ajenos al cris-
proponía una moral de represión y tianismo y que, por lo tanto, no se
en la que la felicidad no encontraba puede achacar al cristianismo el ori-
lugar. gen de la represión sexual sino a un
dualismo anterior que incluso se
Todo esto explica por qué el mundo remonta a los orígenes de la huma-
occidental ha vivido la sexualidad nidad.
entre el "deber" y el sentimiento de
culpa y que los cristianos hayan ex- Este dualismo es la causa del des-
perimentado repugnancia ante la precio del cuerpo, del miedo al placer
sexualidad. Y explica por qué más de asociado al cuerpo, del ascetismo
uno puede considerar que sexo y exagerado, del rechazo de la sexuali-
religión son incompatibles. dad y, ciertamente, del conflicto del
cristianismo y el placer, del cristia-
La pregunta que hay que plan- nismo y la sexualidad.
tearse, hoy, es si este miedo al placer
Los dualismos han jalonado la his-
y, consiguientemente, al disfrute de
toria del cristianismo, o mejor, del
la sexualidad es propiamente cris-
mundo occidental: el encratismo de
tiano; si la opción cristiana, supone
la Iglesia de Corinto que San Pablo
un rechazo del placer o si es posible la
condenó sería su primera manifesta-
aceptación del placer como condi-
ción; luego los movimientos gnósticos
ción de una vida humana auténtica y
de los cinco primeros siglos -mon-
vivida al estilo cristiano.
tanismo, novacianismo, priscilianis-
2. RAICES HISTORICAS DEL mo, entre otros- influenciados por
CONFLICTO una antropología dualista que califi-
caba como malos la sexualidad y el
En primer lugar hay que decir que no matrimonio. La Iglesia condenó estos
se puede confundir el cristianismo movimientos como herejías. Un ter-
con las actitudes históricas de la cul- cer capítulo son los movimientos
tura occidental cristiana, a p'esar de dualistas de la Edad Media -los val-
que es difícil separar lo que es propio denses, los cátaros y los albigenses-
del mensaje cristiano y lo que es que también la Iglesia condenó como
solamente una expresión cultural. herejías, lo mismo que al jansenismo,

2. VI DAL. M.: Placer y cristianismo. Raíces históricas de un conflicto actual. En El discernimiento


ético. Ediciones Cristiandad. Madrid, 1980. p. 54.

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tiana del siglo XVIII y de los siglos modera la pasión, que es el principio
siguientes. general, la procreación modera la
pasión, que es la aplicación concreta
Todas estas corrientes tienen en y respuesta a la pregunta que el cris-
común una visión dividida del hom- tianismo se formulaba acerca de
bre y de la realidad, visión según la cómo humanizar la sexualidad. O ('1
cual el alma y el espíritu son buenos y sexo genital, que era la preocupación
opuestos al cuerpo y la materia que de la época.
son malos. Ahora bien, no obstante
que la Iglesia condenó estas herejías, A esta visión negativa de la sexua-
en su enseñanza compartió el dua- lidad que el cristianismo tomó de los
lismo del mundo griego en el que el estoicos, hay que agregar la antropo-
cristianismo se encarnó. Los movi- logía dualista del helenismo en la que
mientos extremistas de los gnósticos, el helenismo se hizo doctrina: el
los encratitas, los maniqueos, los neopitagorismo que enfatizaba la
cátaros, los puritanos y los jansenis- trascendencia divina y pregonaba la
tas, todos dejaron su huella de recelo aversión al mundo, y el neoplato-
ante el placer en el perisamiento y la nismo, con la doble separación alma-
vida de los cristianos. cuerpo, materia-espíritu: el alma
encarcelada en el cuerpo y el consi-
La escuela estoica es la contribu- guiente desprecio del cuerpo. La vir-
ción más notable al miedo al placer tud, para el neoplatonismo, consiste
en la tradición cristiana. Su defini- en desligarse el alma del cuerpo para
ción de bondad como un vivir con- unirse con el Uno: como la sexuali-
forme a la naturaleza habría dado pie dad pertenece al cuerpo, hay que
a la aceptación del placer, pero el abstenerse de ella. Esta visión
temor a las pasiones, consideradas refuerza el miedo al placer y el pesi-
como un movimiento del alma irra- mismo frente a todo lo sexual por la
cional y contrario a la naturaleza, lo sospecha de placer.
hizo rechazable. La virtud, en esta
escuela, es la apatía, como muerte de Así, los Padres de la Iglesia defien-
las pasiones y de sus efectos placen- den la bondad del matrimonio y del
teros, virtud que es la fuente de paz y sexo, justificándolos en razón de la
de alegría. procreación. Un ejemplo es esta frase
de Clemente de Alejandría (siglo 11):
El cristianismo hizo suyos los prin- "Hacer el acto conyugal con otra
cipios del estoicismo que condenaba intención diferente de la de procrear
el placer en el uso del matrimonio y es hacerle una injusticia a la natura-
toleraba la sexualidad en cuanto leza" (3). Y la injusticia consistía en
ordenada a la procreación: si la razón que el modelo de comportamiento de

3. CLEMENTE DEALEJANDRIA: Pedagogo 2, 10. P.G. 8, 512. Citado por CORPAS DE POSADA, l.:
Pareja abierta a Dios. PUJo Bogotá, 1985. p. 172.

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la naturaleza era el sembrador que esposas para perpetuar nuestro
deposita la semilla en la tierra, según nombre, concubinas para atendernos
los conocimientos que se tenían de la y cortesanas para solazarnos" (6 ).
biología de la reproducción.
En la Edad Media, van a defender
Además de que San Agustín reco- esta separación los albigenses, al
gió la tradición anterior, el dualismo proponer la amistad platónica como
se vio reforzado por influencia del algo opuesto a la sexualidad que es
maniqueismo: el cuerpo proviene del mall:i, baja, sucia, grosera, vergonzosa.
Principio del Mal que es el mismo de La Iglesia condenó este movimiento
las tinieblas y la materia. Sobre el pero su influencia está presente en el
acto conyugal, cuya única finalidad pesimismo respecto a la sexualidad.
se consideraba que era la procrea- Además influyó en las costumbres
ción, San Agustín hacía esta valora- sociales, especialmente en el "amor
ción moral: "Las relaciones que los cortesano", que consistía en la sepa-
esposos tienen entre sí con el propó- ración radical entre amor y sexuali-
sito de tener descendencia nada tie- dad, la mujer esposa-madre y la dama
nen de vituperables. Mas cuando los que inspiraba al caballero: la Beatriz
esposos van más allá de este propó- de La Divina Comedia, Laura en los
sito necesario, entonces no obedecen poemas de Petrarca, Dulcinea la
a los dictámenes de la razón sino de dama de los sueños de Don Quijote.
la concupiscencia" (4).
La doctrina moral durante la edad
La influencia del estoicismo es evi- media podría tipificarse en este co-
dente en la concepción agustiniana: mentario de Pedro de La Palu a las
el placer es un mal únicamente justi- Sentencias de Pedro Lombardo, el
ficable con la excusa de la procrea- texto en el que se estudiaba entonces
ción; lo cual permite a este autor la teología. "Pedir el acto conyugal
decir que "buscar el placer es conver- por placer, dentro del matrimonio, es
tir a la esposa en prostituta y el falta leve, como comer por placer.
matrimonio en un burdel" (5). Porque lo que es la comida para el
bien del hombre, es el coito para el
Esta separación entre placer y bien de la especie. Y no puede decirse
procreación refleja, además, la men- que cualquiera que sea el uso que se
talidad de la época y de los siglos haga de un bien, este uso sea siempre
siguientes, mentalidad que Demós- bueno, pues hace falta que estén pre-
tenes, un escritor no eclesiástico, sentes todas las circunstancias nece-
expresa en estas palabras: 'Tenemos sarias. Lo cual no ocurre cuando

4. SAN AGUSTIN: De bono coniugali IX. P. L. 40, 479. Citado por CORPAS (ap. cit.), p. 178.

5. SAN AGUSTIN: De bono coniugali XIV. P.L. 40, 479. Citado PO( ~ORPAS (ap. cit.), p. 178.

6. PSEUDODEMOSTENES 59, 122. Citado por CORPAS (op. cit.), p. 175.

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cuyos excesos rigoristas dejaron hue- La moral casuista del siglo XVII
lla profunda en la mentalidad cris- retomó los aportes de los teólogos de
alguien usa a su mujer únicamente la Universidad de París, pero la reac-
por placer. Las únicas razones que ción antilaxista y la influenciajanse-
justifican el acto conyugal son la pro- nista, reforzaron la doctrina tradi-
creación y el deber conyugal" (7). cional y un decreto del Santo Oficio
Este autor repite a San Agustín y, condenó en 1679 la siguiente propo-
consiguientemente, los postulados sición: "El acto conyugal realizado
del estoicismo. por placer carece de falta" (8).

La tradición de culpabilidad y la Un nuevo movimiento extremista


herencia estoica hallaron un gran que la Iglesia también condenó fue el
colaborador en la mentalidad ecle- que dirigió Jansenio, quien calificaba
siástica de los siglos XIVy XV, cuando de bestiales todos los actos conyuga-
frente a los excesos renacentistas se les realizados no para la procreación
configura la moral del deber que sino por placer: "Sólo la generación
Kant va a defender absolutizando la justifica el uso del matrimonio" ( ... )
obligación moral de la cual queda "Es bestial hacer uso del sexo bus-
excluido el placer y que el purita- cando el placer" (9).
nismo de la Reforma haría patrimo-
nio suyo. Teólogos católicos no jansenistas
pero de clara tendencia rigorista,
En el siglo XV y XVI, influenciados compartían esta doctrina. Para Louis
por Aristóteles, algunos autores de la Habert el placer no puede intervenir
Universidad de París, entre ellos Mar- de manera alguna en la vida conyugal
tin Le Maistre y Jean Mair, defedieron porque "deshonra el lecho conyugar'
la licitud del placer sexual corno (10) yJuan de Cárdenas escribió: "Es
motivación del acto conyugal, pero contrario a la razón invertir el orden
prevalecieron las escuelas teológicas constituido por la naturaleza para la
que se acogieron a la autoridad de conservación de la especie. El que usa
San Agustín. la unión conyugal únicamente por

7. PIERRE DE LA PALU: Quartus sententiarum liber, disto 31, q.3. Paris, 1514. Citado por
VEREECKE, L.: Mariage et plaisir sexuel chez les théologiens de f'époque moderne (1300-
1789). STUDIA MORALlA 18 (1980). p. 246.

8. Dz 2166.

9. Jansenius: Augustinus, Lib. 2, cap. 10, Lovaina 1640. Citado por VEREECKE, L.: Mariage et
plaisir sexuel chez les théologiens de L'ápoque moderne (1300-1789). Studia Moralia 18
(1980). p. 258.

10. HABERT, L.: Theologia dogmatica et moralis ad usum seminarii catalaunensis. Augsburgo,
1751, 1/, p. 552. Citado por VEREECKE, L..: Mariage et plaisir sexuel chez les théologiens de
f'époque moderne (1300-1789). STUDIA MORALlA 18 (1980). p. 259.

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placer invierte este orden. Por lo claro que la moral cristiana no es un
tanto, es contrario a la razón usar la conjunto de normas que hay qm'
unión conyugal únicamente por pla- cumplir en esta vida para alcanzar la
cer y es, por ello, pecado por lo menos felicidad en la otra vida sino una
venial" (11 ). opción de vida con su consiguit'nte
compromiso, y reconociendo qm' la
El siguiente capítulo de interpre-
sexualidad humana es más que una
tación rigorista proviene del protes-
función biológica destinada a la con-
tantismo: la austeridad se enfrenta a servación de la especie, es posible
la vanidad de los placeres, la moral hacer un replanteamiento de la moral
individual se constituye en centro de
sexual. Este replanteamiento tiene
gravedad y por tal razón influye en el
que tomar en serio el placer, sin
desarrollo del capitalismo burgués negarlo ni absolutizarlo, y tiene que
del siglo XVIII y en el puritanismo partir, para el cristiano, de su opción
victoriano con sus ideales de virtud,
por vivir al estilo de Jesús.
de cumplimiento del deber, de mujer
decente, de laboriosidad, de recato y
pudor que caracterizaron el siglo XIX. Hortelano, un moralista español,
Sus efectos llegaron hasta épocas escribe: "La nueva moral sexual debe
recientes y contra esta visión pesi- responder a las exigencias de la
mista del placer y de la sexualidad realidad biológica, tal como aparece
reaccionaron los hombres y mujeres en los animales, pero transformada
de la segunda mitad del siglo XX. sustancialmente en el hombre. Eso
Reaccionaron agresivamente, como quiere decir que la sexualidad tiene
rompiendo unas cadenas y dando que ser expresión de la persona
rienda suelta al libertinaje sexual humana y que ha de estar al servicio
bajo la consigna individualista y de la misma, no en plan de narci-
hedonista de que todo está permitido sismo y de autorrealización, sino de
para poder gozar la vida. donación y entrega a un tú con el que
el yo realice el nosotros abierto a los
demás y confrontado a los demás. El
3. VALORACION POSITIVA
amor, en su dinamismo radical, es el
DEL PLACER DESDE LA
mismo de siempre, pero se expresa
TEOLOGIA ACTUAL
de modos distintos en cada época,
Después de admitir que en la tradi- por eso hace falta pasar de un amor
ción cristiana se ha hecho una valo- regulado por la biologíayel derecho a
ración moral severa y un tanto nega- un amor personalizado y socializado"
tiva del placer sexual, dejando en (12).

11. JUAN DE CARDENAS. Crisistheologica DissVII c. 2. a. 2. CitadoporVEREECKE, L.: Mariageet


plaisir sexuel chez les théologiens de J'époque moderne (1300-1789). STUDIA MORALlA 18
(1980). p. 262.

12. HORTELANO, A.: Problemas actuales de moral 11. Ediciones Sigueme. Madrid, 1980. p. 530-
531.

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Pi('nso que la moral s('xual para el corresponde el placer constructivo
mundo actual tiene que aceptar que que es moralmente aceptable.
la búsqupda d(' placer es propia del
Otro criterio hay que contemplar
ser humano, que la capacidad desen-
para la valoración moral de lasexua-
tir placer es síntoma de salud síquica, lidad: es la actitud de Jesús, que no
que el placer no es algo sobreañadido condenó a la samaritana, ni a la
ni hay que justificarlo sino que es
mujer adúltera ni a la mujer pública
esencial para vivir como seres huma- sino que subvirtió los legalismos de
nos. Porque la búsqueda de felicidad sus contemporáneos colocando
y de sensaciones agradables mueve al como centro de su mensaje, el amor.
ser humano para actuar y es lo que va
dibujando la personalidad. y un último criterio es que para
quien hace hoy la opción por Cristo,
ésta se realiza en el compromiso con
Pienso que no se puede desconocer todo lo humano y no huyendo del
el placer sexual, el disfrute del mundo. Porque la experiencia cris-
encuentro y la gratificación, la tiana es la experiencia humana en su
dimensión erótica del amor, el juego totalidad: experiencia política, expe-
de las emociones, la ternura. El pla- riencia social, experiencia religiosa,
cer sexual permite identificarse con experiencia sexual, experiencia esté-
el cuerpo, vivir la corporeidad, vibrar tica, vividas por una misma persona
con todo el ser en una experiencia en la radicalidad del amor que es la
que permite encontrarse consigo característica del discípulo de Jesús. ,
mismo y con el otro, con el mundo
entero del cual el cuerpo es parte. Y Creo, así, que no tiene por qué
siento la convicción de que no hay plantearse conflicto entre cristia-
por qué desconfiar del placer. nismo y sexualidad vivida en el amor.
El conflicto persistirá entre cristia-
nismo y sexo deshumanizado y con-
Desde esta perspectiva, el criterio vertido en absoluto, como hay con-
de valoración moral del placer sexual flicto del cristianismo con los
se perfila desde una óptica diferente. absolutos que amenazan con sus
No en la sujeción a una ley biológica o espejismos la felicidad de hombres y
positiva sino en la responsabilidad mujeres como individuos y de la
personal y social: a una acción humanidad misma. Porque el cris-
destructiva, corresponde un placer tianismo tiene que denunciar todo lo
destructor que es moralmente re- que impide la realización de lo
chazable; a una acción constructiva humano y el logro de la felicidad.

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