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ICONOS Pa’l face, para la historia.

Arreola en la Rotonda*
Foto: Concepción Torres Ruiz
ODA A ZAPOTLÁN CON CANTO A CLEMENTE OROZCO
(Fragmento)

(...)

Zapotlán, tierra extendida y redonda,


El autor de Confabulario arribó a las más altas cumbres de la literatu-
limitada por el suave declive de los montes, ra de su tiempo. Personalidades como Jorge Luis Borges y Julio Cortá-
que sube por laderas y barrancos
a perderse donde empieza el apogeo de los pinos.
zar escribieron páginas de admiración y reconocimiento para nuestro
Allí donde el aire más delgado y transparente hombre de letras
orea los efluvios de la resina y el trébol,
ondula el vuelo de los pájaros
y derrama por todas partes Ricardo Sigala

E
el caudal argentino del cenzontle silvestre. l 21 de septiembre de 2015 se des de la talla de Jorge Luis Borges y tres. No niego que lo sea, sin embargo, más, existen ahí restos de personas
trasladaron a la Rotonda de Julio Cortázar, que escribieron pági- en la rotonda hay casi cien personajes, que tienen un rastro de sangre en su
Tierra donde hay una laguna soñada los Jaliscienses Ilustres los lla- nas de admiración y reconocimiento de los cuales muchos son “ilustres”, haber, otros que representan los mo-

ARREOLA PARA LA HISTORIA


que se disipa en la aurora. mados “restos mortales” de Juan José para nuestro hombre de letras. entre comillas, un porcentaje altísi- mentos más oscuros del sindicalismo
Una laguna infantil Arreola. Los actos protocolarios no El otro punto controversial es con- mo resultan totalmente desconoci- charro y la corrupción (todos casos
como un recuerdo que aparece y se pierde dejaron pasar la oportunidad para siderar también un homenaje yacer dos, ni siquiera la Wikipedia cuenta de persona ilustre por decreto de los
poner en juego ese viejo mecanismo en la Rotonda de los Jaliscienses Ilus- con entradas para sus nombres. Aún legisladores, no por sus obras). Afor-
llevándose sus juncos y sus verdes riberas.
en que los políticos se ubican a sí mis- tunadamente también se encuentran
Blanco espejo del cielo, mos en primer plano con el supuesto grandes individuos que por su inne-
lo atraviesan las nubes, objetivo de homenajear a alguien que gable trayectoria artística, científica o
y la garza viajera casi siempre queda desterrado en ca- política dignifican el sitio, muchos de
sueña su blanco sueño lidad de ruido de fondo. Eso es nor- éstos seguro pueblan el Nobile Caste-
sobre el cristal del agua. mal. Algo también normal fueron los llo al que arriba Arreola. Ustedes co-
desatinos en las declaraciones y los nocen esos nombres.
Zapotlán: discursos. No señores, Arreola no es Unos días antes Antonio Lobo An-
no te fue dado a ti el tesoro de las minas equivalente ni del tequila ni del ma- tunes declaró en una entrevista al
ni la riqueza de los frutos preciosos. riachi, se trató siempre de un ciuda- diario El País, en España, que no son
dano, y esta cosificación discursiva, los premios los que dan prestigio, sino
Tu panorama rural
este desliz lingüístico, desde luego ha- los escritores los que le dan prestigio a
no está gobernado por la geometría de las fábricas. bla mucho del sentido que tienen para los premios. Yo considero que en este
No vuelan aquí las sombras del carbón los políticos estos homenajes. Pero caso, y dudo que alguien piense dife-
ni suena el estrépito de los motores. quizás el disparate más generalizado rente, miles de personas en México y
No tienes más que un hondo sonido de campana


que se dijo y se escribió, y aquí se in- en el extranjero ahora saben que exis-
que lentamente golpea la comba azul del mediodía. Oda a Zapotlán con canto a Clemente Orozco” fue el poema ganador de la tercera edición de los Juegos cluyen sociedad en general, periodis- te una rotonda en Jalisco derivado de
Y, a las nubes de tu cielo tranquilo Florales de Zapotlán el Grande, en 1951. El jurado en esa ocasión estuvo constituido por Arturo Rivas tas, escritores e intelectuales, fue que la incorporación de Arreola a ella.
sólo se añade el penacho fugaz de la locomotora, Sainz, Alfredo Velasco Cisneros y José Manuel Ponce Segura, algunas fuentes incluyen también a Carlos estábamos asistiendo a un gran logro Con esta circunstancia es un hecho
que un momento raya con su silbato agudo Pellicer. Esta edición del certamen de poesía es emblemática porque además en segundo lugar se registró un de Juan José Arreola y que era objeto que la presencia de Juan José Arreola,
la cristalina superficie del silencio. empate entre Félix Torres Milanés y Cristina Pérez Vizcaíno; el tercer lugar lo ocupó Virginia Arreola Zúñi- de una gran dignidad. este jalisciense, ilustre por sus méritos
ga. Resulta significativo que tres de estos poetas zapotlenses obtendrían posteriormente el Premio Jalisco de Disiento de esta declaración. Para y no por un decreto, se convierte en
Literatura: Félix Torres Milanés en 1953, Cristina Pérez Vizcaíno en 1954 y Juan José Arreola en 1989. comenzar, Arreola es un jaliscien- un gran logro para la dignificación de
(…) se ilustre desde hace varias décadas, la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres,
desde que a mediados del siglo XX y desde luego un logro de los políticos

Envía tus colaboraciones a gaceta@cusur.udg.mx, también puedes consultar la versión comenzaron a aparecer sus libros que
con paciencia y constancia fueron
que no dejaron pasar la oportunidad
de tomarse la selfie para el face, mien-
electrónica en www.cusur.udg.mx/gaceta-cusur sorprendiendo a propios y extraños, tras que años atrás Arreola ya se había
Número coordinado por: por la autenticidad de su palabra, su tomado esa foto para la Historia.
Ricardo Sigala agudeza mental, su humor a veces do-
Foto de portada: lorido, su imaginación prodigiosa y ricardo.sigala@cusur.udg.mx
Concepción Torres Ruiz
su deslumbrante inteligencia. El autor

Directorio
de Confabulario arribó a las más altas *Texto publicado en el libro Letra sur.
cumbres de la literatura de su tiempo, Ejercicios de Periodismo Cultural (Po-
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA - Rector General - Dr. Miguel Ángel Navarro Navarro - Vicerrectora Ejecutiva - Dra. Carmen Enedina Rodríguez Armen- y por si fuera poco se dedicó a hacer rrúaPrint, 2016), de Ricardo Sigala
ta - Secretario General - Mtro. José Alfredo Peña Ramos - CENTRO UNIVERSITARIO DEL SUR - Rector - Dr. Ricardo Xicoténcatl García Cauzor - Secretario una encomiable tarea de formación
Académico - Dr. Humberto Palos Delgadillo - Secretario Administrativo - Mtro. Marco Tulio Daza Ramírez - Coordinadora de Extensión - Mtra. Jessica Vargas de escritores y de lectores. Se equivo-
Íñiguez - Coordinador de Comunicación Social - Lic. Lenin Antonio Aceves Díaz - Consejo Editorial - Elda Castelán Rueda - Vicente Preciado Zacarías - Adriana can los que piensan que un decreto de
Alcaraz Marin - Héctor Olivares Álvarez - Claudia Patricia Beltrán Miranda - Marco Aurelio Larios - Hugo Concepción Rodríguez Chávez - Azucena Cárdenas los legisladores lo ha convertido en
Villalvazo - Araceli Gutiérrez Sánchez - Claudia María Ramos Santana - Lizeth Sevilla García - Marcos Hiram Ruvalcaba Ordóñez - Diagramación - Ariana García ilustre, ¿el logro de Arreola fue que lo Foto:
Lenin
- Número de reserva de título - 04-2007-101910104600-109 - Número de reserva de derechos al uso exclusivo ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor - declararan un jalisciense ilustre? La Aceves
04-2008-062315022400-109. La gaceta del CUSur, publicación mensual gratuita, Av. Enrique Arreola Silva No. 883, colonia Centro, Ciudad Guzmán, Zapotlán el respuesta es no, de eso se encargó él
Grande, Jalisco, CP 49000 mismo y lo dejaron claro personalida-

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Literatura experimental de Juan Mester, Arreola y los
José Arreola: minificciones
Las minificciones no narrativas de Arreola permiten que se le pueda
llamar minificcionista en toda la extensión de la palabra, además de
talleres literarios

ARREOLA Y LOS TALLERES LITERARIOS


Arreola no solamente fue el mentor de mu-
que nos dejan ver la flexibilidad creativa que poseía su autor chos escritores, sino que fundaba una forma
de trabajo y una revista que daría nombre a
Juan Carlos Gallegos
ese taller y a una generación de escritores que
J ya hacían una vida cultural, pero que no ha-
uan José Arreola fue multifacético en su escritura: mera parte del libro, de igual al describirla habla a la par de comenzó a desarrollarse en el
autor sobre todo de narrativa, no desdeñó el ensa- manera titulada “Palindroma”) las bestias que de los seres hu- ámbito académico apenas en
yo y el teatro, y en cuanto a narraciones se refiere, y a la vez de La feria, así como manos. los años ochenta, después de la bían tenido un espacio donde se les respetara
abordó diferentes formatos. No sólo se le considera
creador de cuentos y una novela, La feria, sino tam-
de aquellas narraciones con ex-
tensión máxima de una cuarti-
Estas minificciones no narra-
tivas permiten que a Arreola se
publicación de Bestiario (1958)
o Palindroma (1971), a la vez y diera apoyo para que afinaran sus voces
bién de microcuentos. Además escribió minificciones. lla (microcuentos), incluidas en le pueda llamar minificcionista que La feria no es precisamente
Ahora bien, al respecto cabe hacer una aclaración que Bestiario y Palindroma (buena en toda la extensión de la pala- una novela de estructura tradi-
Víctor Manuel Pazarín

V
tiene relación con estos textos mínimos, pues, como parte de la sección llamada bra y no sólo microcuentista, cional (Saúl Yurkievich la “em-
ARREOLA Y LA MINIFICCIÓN

diría la hispanista española Irene Andres-Suárez, un “Variaciones sintácticas” de además de que nos dejan ver parienta con Rayuela de Julio i entonces las manos de Arreo- los materiales que dieron forma a una que puede llegar a bueno.
microcuento siempre es una minificción, pero una mi- este libro). la flexibilidad creativa que po- Cortázar”), todo lo cual nos la elevarse y, en seguida, hacer revista, que a la postre es una de las Ése es el mejor. Porque hay
nificción no siempre es un microcuento. Hay que mencionar que no seía su autor: creó textos para ilustra sobre la diversísima y figuras en el aire. Había deja- más importantes (y menos estudia- textos, naturalmente, in-
Es cierto que existen varias teorías acerca de este todos los textos incluidos en los cuales una teoría literaria experimental creación literaria do sobre el escritorio el grueso libro de das) de nuestra vida literaria. salvables. Y el texto bueno-
tipo de textos, sin embargo, lo enunciado por Andres- estas dos últimas obras narran, que los estudie a cabalidad de Arreola. poemas que había extraído del librero Mester fue el nicho de grandes poe- bueno, pues es nomás cosa
Suárez en el prólogo a La era de la brevedad, libro en el es decir, no cuentan una histo- de su oficina de la Casa de la Cultura de mas como “Oscura palabra” de José de revisar detalles, pero el
cual se estudia la literatura brevísima, es una teoría de ria bajo el formato del cuento, Zapotlán. Leía, en ese instante, el poe- Carlos Becerra, y albergaría trabajos texto regular, con posibili-
las más claras. Los prefijos “mini-” y “micro-” son in- además de que adoptan ca- ma de Manuel Gutiérrez Nájera “Para de —pongo otros ejemplos— Jaime dades, es el más fértil”.
distinguibles bajo esa óptica: ambos hacen referencia racterísticas de textos que ni entonces” con una impecable dicción, Sabines y Rosario Castellanos. El dramaturgo Eduardo
a una extensión máxima cercana a la página impresa. siquiera son literarios. Dichos una voz pequeña pero bien timbrada y En esa dirección y ese año, Arreo- Rodríguez Solís recuerda
Hechos a un lado los prefijos, nos quedan las palabras textos son minificciones no exacta en la emoción. la no solamente fue el mentor de que “En mayo del 64 saca-
“cuento” y “ficción”, par de conceptos en el que es claro narrativas (que no se conside- Imagen: De sus delgados labios surgían las pa- muchos escritores entre los que se mos el primer número de
que el primero contiene al segundo, pues todo cuento ran microcuentos). Ejemplos Concepción Torres Ruiz labras como de un maná. cuenta a Carlos Fuentes, José Emilio la revista. Desde mayo de 1964 hasta Imagen tomada de:
es ficción, pero no toda ficción es cuento. tenemos varios: “Flash” e “In- Pacheco y Vicente Leñero, sino que diciembre del mismo año, salieron Enciclopedia de la literatura
en México www.elem .mx
Así pues, de acuerdo con lo anterior, se puede de- terview”, configurados bajo Quiero morir cuando decline el día, fundaba una forma de trabajo y una seis números; el grupo empieza como
cir que Arreola no sólo puede ser considerado micro- las estructuras del periodismo; en alta mar y con la cara al cielo, revista que daría nombre a ese taller una cosa tremenda, gracias al apoyo
cuentista, sino también minificcionista, ambos térmi- “Receta casera”, a medio cami- donde parezca sueño la agonía y a una generación de escritores que de Manuel Casas quien nos dio cré- “De pronto no sé por qué, decía: ‘Esta
nos de reciente uso, creados para referirse a quienes no entre la receta culinaria y y el alma un ave que remonta el vuelo. ya hacían una vida cultural, pero que dito para sacar la revista, y el mejor línea me gusta, ¿por qué? Quién sabe,
escriben textos pequeños que, sobre todo, en las úl- las instrucciones a la manera no habían tenido un espacio donde se papel”. pero por algo’. Ese estado de sensibili-
timas dos décadas han expandido sus horizontes con de Cortázar; “De escaquística”, Y nosotros —mi amigo y compañero les respetara y diera el apoyo para que Hasta mayo de 1967 aparecieron dad él lo definió un día. ‘Así como hay
cada vez más libros de autor, antologías, concursos, que en su brevedad incorpo- de clase en el bachillerato, Margarito afinaran sus voces. doce números de Mester —afinó el catadores para ver dónde hay irradia-
estudios académicos, aparición en publicaciones pe- ra elementos que recuerdan a Chávez— abrimos desmesuradamen- En mi libro Arreola, un taller con- dato Rafael Rodríguez Castañeda, en ciones, debería de haber catadores de
riódicas, encuentros literarios y editoriales dedicadas las leyes de la física, tan pun- te los ojos y la boca llenos de un do- tinuo (1995), recogí las palabras de un artículo publicado sobre Arreola, poesía: que pudiéramos pasar sobre un
a su publicación casi exclusiva. tuales (como las de Newton, ble asombro. Ante nosotros Juan José algunos de los pilares del taller y la un taller continuo, en la revista Proce- poema y en un momento dado, cuando
Arreola es considerado minificcionista y micro- por ejemplo); “Balada”, que no Arreola leía —sólo para nosotros— un revista Mester (Eduardo Rodríguez so, en 1995—, nombre que bautizó a hay poesía, se moviera la aguja’. Quizá
cuentista: se le incluye en antologías, en calidad de requiere explicación; “Cláusu- poema. Ese privilegio nunca lo olvidaré. Solís, Tita Valencia, Guillermo Fer- la promoción de escritores nacidos al- él tenía eso de la pura sensibilidad. Un
autor canónico, como las de Lauro Zavala, Minificción las”, de nuevo bajo el formato Con toda seguridad, quienes se acer- nández, José Agustín, Arturo Guz- rededor de los años cuarenta que allí estado como de entusiasmo”, recordó
mexicana (UNAM, 2003) o Rogelio Guedea, El canto de las leyes de las ciencias na- caron a Arreola en los años sesenta en mán, Elsa Cross, Elva Macías, René publicaron por primera vez. Arreola Jorge Arturo Ojeda en un departamen-
de la salamandra. Antología de la literatura brevísima turales (“I” prácticamente co- la calle de Río Volga, donde leía en voz Avilés Fabila, Federico Campbell, conducía las sesiones, leía en voz alta, to de la Ciudad de México, contiguo al
(Arlequín, 2013), por nombrar sólo un par entre nu- pia el enunciado “Los líquidos alta los textos de quienes luego fueran Carmen Ronsenzweig, Vicente Le- criticaba, descubría lo valioso o resca- Bosque de Chapultepec, que había per-
merosas publicaciones similares, así como en la tesis toman siempre la forma del los grandes autores de esa generación (y ñero, Álex Olhovich-Greene, Jorge table de los textos, impulsaba correc- tenecido a Arreola.
doctoral El micro-relato en México: Torri, Arreola y recipiente que los contiene”) o otras), les había ocurrido lo mismo que Arturo Ojeda, Carlos Bracho, Víctor ciones y cambios que los mejoraban y Y eso mismo es lo que percibimos no-
Monterroso (el primer trabajo académico en su tipo), el periodismo (“IV”). Así como a nosotros. Guardadas las distancias, de Villela, Rafael Rodríguez Castañeda, elogiaba sin reservas los aciertos que sotros —una tarde del mes de abril de
presentada por Dolores Koch para la Universidad de estos ejemplos hay más, entre algún modo de la voz del autor de La fe- Orso Arreola, Leopoldo Ayala y Ale- hallaba. principios de los años ochenta— cuando
Nueva York en 1986. Además, una actividad litera- ellos el de mayor extensión: la ria aprendimos a amar el lenguaje como jandro Aura), que solamente perduró “Era excelente lector —dijo de Arreola terminaba de leernos el poema
ria centrada en la microliteratura lleva su nombre: el sección “Bestiario”, incluida en él siempre lo hizo. En ese taller surgi- doce números, pero que guarda una Arreola Vicente Leñero —. De pron- de Gutiérrez Nájera:
Encuentro Iberoamericano de Minificción Juan José el libro homónimo. Zavala, en rían grandes textos que ahora son obras importancia fundamental. to uno oía sus cuentos en boca de
Arreola, con sede en la CDMX (este año va por su ter- su antología de minificciones, que forman parte de la historia reciente En la entrevista, Arreola declaró su Arreola y le parecían buenos. Además Morir, y joven; antes que destruya
cera edición). reúne en una sección textos ex- de nuestra literatura nacional. Leídos y principio sobre su forma de trabajo los corregía al vuelo; había en el texto el tiempo aleve la gentil corona,
Arreola es considerado narrador por su labor como traídos de diferentes bestiarios, corregidos por Arreola (algunos dicen en el taller: “Hay que buscar perfec- alguna palabra mal empleada y él po- cuando la vida dice aún: “Soy tuya”,
autor de Confabulario, Varia invención, algunos textos entre ellos el de Arreola, en el que veía las fallas al vuelo), esos mate- tamente (hasta en el texto más débil) nía la buena. Y era muy agudo para aunque sepamos bien que nos traiciona.
de Palindroma (narraciones de pocas cuartillas de ex- cual humaniza a la fauna que riales de escritura donde hubo poemas, —dijo— los elementos positivos que opinar, pero hacía también participar
tensión, es decir, cuentos breves, localizados en la pri- podemos ver en el zoológico, y cuentos, obras de teatro y hasta novelas contiene. El mejor texto para un ta- a todos. Era un gran animador”.
como La tumba de José Agustín, serían ller de literatura es el texto regular,

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La mejor prosa de Arreola
A propósito del centenario de Juan José Arreola,
Vicente Preciado Zacarías nos comparte sus dos
prosas preferidas del escritor zapotlense, pues en
ellas “están la verdadera biografía de Arreola y
el reparto de sus bienes intelectuales”

Vicente Preciado Zacarías

S
i me dieran a escoger entre todas las prosas de Arreola, que aprendí las pocas horas en que mi boca estuvo gobernada
respetando aquellas que la opinión mundial ha consa- por el otro. Lo que oí, un solo instante, a través de la zarza
grado como magistrales, yo escogería —en esa encuesta ardiente”.
imaginaria—, por su condición humana de tipo confesional Toda una teoría literaria —la otredad— nos plantea Arreola
y su formalidad categórica, “De memoria y olvido”, que figu- a propósito de la presencia numinosa en el origen e instalación
ra como prólogo en Confabulario (Joaquín Mortiz, México, de su obra literaria en el campo de lo extraordinario, onda
1952), pero que es, en realidad, la autobiografía más íntima, epicéntrica que se extiende en círculos perfectos cuyo impul-
sincera, verídica y formal que, desde Confesiones de Agustín so aplicado va a adormilarse en las orillas del poema y de la
de Hipona, ha producido nuestra Latinoamérica, y, por qué poesía de Pellicer.
no decirlo, nuestro mundo Occidental. La otra prosa —para mi humilde gusto preferencial— es el
Y para nosotros los zapotlenses, ¿qué representa este pró- testamento en vida de Arreola y su declaración de amor a esta
logo memorioso? Representa, como agradecidos lectores, la tierra, cuando dice: “Por más ciudadano del mundo que me
oportunidad de identificar entre sus párrafos la estilística de crea soy nacionalista empedernido y me apego a esta tierra
Arreola a partir del humor —que permea toda su obra— di- en que nací. A un fragmento del paisaje universal que puedo
luido en dosis homeopáticas, en su inconfundible estilo dro- llamar México, Jalisco, Zapotlán”. Zapotlán, la madre tierra
lático, cuando dice: que hace cien años lo vio nacer, tierra pródiga en prodigios
“Desconfío de casi toda la literatura contemporánea. Vivo campesinos y humanos… López Velarde la palpó como mu-
rodeado de sombras clásicas y benévolas que protegen mi jer en su oda “La suave Patria” y Arreola trasladó a la mujer-
sueño de escritor. Pero también por los jóvenes escritores que madre que lo recibe en su seno, en el eterno surco terrenal:
harán la nueva literatura mexicana: en ellos delego la tarea “Y allí estoy y me quedo allí hasta la hora de la muerte, que Foto: Concepción Torres Ruiz
que no pude realizar”. Luego Arreola nos devela la génesis de será el momento en que tomaré posesión total y eterna de dos
su vocación como escritor a partir de realizar su propia au- metros cuadrados de tierra. Entonces ya nadie me hará sufrir.
toscopia en una interpretación ontológica cuando dice: “Para Porque reposaré junto a mi padre y junto a mi madre. Y, ayu-
facilitarla (la tarea), les cuento (a los jóvenes) todos los días lo dado por mis hermanos difuntos, empujaré las flores. No sólo
a las blancas margaritas de centro amarillo, lunares y solares.
Sino también a todos los pensamientos sombríos en que arde
el fuego aterciopelado de la interior conflagración” (Inventa-
rio, Puertabierta, 2017, pág. 122). (Perdona, Juan José, a los
políticos que no te dejaron descansar como tú querías, en esta “DE MEMORIA Y
tu tierra de Zapotlán; perdónalos.) OLVIDO”, PRÓLOGO DE
En estas dos prosas están la verdadera biografía de Arreola
y el reparto de sus bienes intelectuales. Su lectura, a hora y a
CONFABULARIO, ES
deshora, nos librará de cursar otras biografías, sobre todo las LA AUTOBIOGRAFÍA
grabadas electrónicamente —algunas realizadas en contra de MÁS ÍNTIMA,
Foto: Concepción Torres Ruiz
su voluntad—, y que sólo nos ofrecen horas de lectura repeti- SINCERA, VERÍDICA Y
tiva, no exentas de fatiga.
En estas dos prosas, Juan José echa a andar los relojes de su
FORMAL QUE, DESDE
EN ESTAS DOS PROSAS, JUAN “PARA FACILITARLA (LA TAREA), tiempo y de su obra, aparato cronológico que aún podemos CONFESIONES DE
JOSÉ ECHA A ANDAR LOS RELOJES LES CUENTO (A LOS JÓVENES) consultar y siempre nos dará la hora exacta. AGUSTÍN DE HIPONA, HA
DE SU TIEMPO Y DE SU OBRA, TODOS LOS DÍAS LO QUE APRENDÍ PRODUCIDO NUESTRA
APARATO CRONOLÓGICO QUE AÚN LAS POCAS HORAS EN QUE MI LATINOAMÉRICA
PODEMOS CONSULTAR Y SIEMPRE BOCA ESTUVO GOBERNADA POR EL Foto:
NOS DARÁ LA HORA EXACTA OTRO” Félix
Torres Foto: Concepción
Milanés Torres Ruiz

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Juan José Arreola, Juan José Arreola,
entre libros y revistas el de Antiguas primicias
ARREOLA Y LAS REVISTAS LITERARIAS DE JALISCO

La faceta de editor de Juan José Arreola la estudia con detalle Ós- En este libro, Arreola
car Mata Juárez en Juan José Arreola, maestro editor, quien rescató se regocija en las bue-
cada uno de los proyectos editoriales que fundó Arreola nas cosas de la vida: el
“Verde junio de verdes
Pedro Valderrama Villanueva surtidores”, el amplio
Para el doctor Óscar Mata Juárez sonar de una campa-
na, la luz matutina de
E
l centenario del nacimiento de un autor es moti- a destacar algunos editores. Ellos son: Guillermo rra” y “Macario”, de Rulfo, y “Fragmentos de una no-
vo para que escritores, investigadores y curiosos
en general escudriñen en los distintos aspectos
Jiménez, quien editó durante los años treinta la re-
vista literaria Número en la Ciudad de México; y
vela” (que jamás existió) y “El converso”, de Arreola.
Ya en la Ciudad de México, Juan José Arreola —
su asombrosa iridis-
de la vida y obra del homenajeado. En 2017, con el Víctor Manuel Pazarín, autor del libro Arreola, un quien alguna vez declaró: “Yo fui el primer editor de cencia, el amor trans-
centenario del nacimiento de Juan Rulfo, se reeditó el
libro Noticias de Juan Rulfo, de Alberto Vital, texto in-
taller continuo (1995), estuvo al frente de proyectos
editoriales ambiciosos y bien cuidados como So-
literatura mexicana”— inició su labor como editor de
libros, uno de los periodos más activos de su trayecto- formador, las amista-
dispensable, junto con el trabajo de Federico Munguía
titulado Antecedentes y datos biográficos de Juan Rulfo
berbia, Presencias, Mala Estrella y Los Cuadernos
del Jabalí, durante los noventa en Guadalajara.
ria literaria, pues es entre los cincuenta y sesenta que
Arreola publicó sus libros más reconocidos: Confa-
des...
(1987), para comprender la vida y obra del sayulense. Como aprendiz del oficio de editor, Juan José bulario (1952) y La feria (1963). Desde su domicilio,
Este año toca el turno a Juan José Arreola, connota- Arreola comenzó a temprana edad a dirigir en la comenzó a imprimir casi de manera artesanal la co-
do narrador zapotlense, quien además de escribir lección Los Presentes. Esta primera serie, editada parte en el soneto “El patio por la mañana”,
algunos de los libros más memorables de las le- entre 1950 y 1953, estuvo conformada por diez títu- dedicado a Alfredo Velasco Cisneros, los si-
tras mexicanas, se dedicó a cuidarlas y difundirlas los (nueve plaquetas y un libro) de escritores como guientes versos:
como editor de revistas literarias y editoriales in- Francisco Tario, Rubén Bonifaz Nuño y Carlos Pe-
dependientes, al lado de otros jaliscienses radica- llicer, entre otros. Al año siguiente, Los Presentes Patio de luz. Mansión de los colores:
dos en la Ciudad de México como Elías Nandino, cambia del formato artesanal a otro más tradicional sala de sol y vientos matinales;
al frente de Estaciones; Emmanuel Carballo, con la con la segunda serie (de 1954 a 1957). Esta colección, el rojo se ilumina y a raudales
Revista de literatura mexicana y la editorial Dióge- conformada por sesenta títulos en total, es tal vez la salta del suelo y brilla entre las flores.
nes. Esta faceta, poco conocida por la mayoría de más emblemática e importante creada por Arreola, (p. 47)

ARREOLA POETA
sus lectores, fue estudiada con detalle en el libro pues dio a conocer a una de las promociones más
Juan José Arreola, maestro editor (2003), de Óscar importantes de escritores mexicanos: la del medio Pero no sólo escribirá el poeta con el “co-
Mata Juárez, connotado investigador de las letras siglo, además de otros autores pertenecientes a otras razón teñido de esperanza”, también lo hará
mexicanas de la UAM, especialista en la obra de generaciones. Encontramos libros de Elena Ponia- desde el filo de la incertidumbre, “Combati-
Fernando del Paso y Malcolm Lowry, quien resca- towska, Carlos Fuentes, Tomás Segovia, José Emi- do por vientos y mareas / sitiado por huma-
tó cada uno de los proyectos editoriales que fun- lio Pacheco, Sergio Pitol, y de los jaliscienses Em- nas tempestades”. El Juan José que entrevé la
Foto:
dó Arreola, como Eos, Pan, Mester, Los Presentes manuel Carballo y Carlos Valdés, de la generación Concepción
angustia nos recuerda al narrador-persona-
y Los Cuadernos del Unicornio. En este trabajo, Ariel. Torres Ruiz je de su cuento “El silencio de Dios”, cuando
Mata se dio a la tarea de localizar cada uno de los Sólo un año y un mes permaneció Arreola inac- dice: “Perseguido por días veloces, acosado
ejemplares editados por Arreola en bibliotecas pú- tivo después de Los Presentes, pues en 1958 volvió por ideas tenaces, he venido a parar en esta
blicas y privadas tanto de México como del extran- a sus proyectos editoriales de nuevo: dirigió varias noche como a una punta de callejón som-
jero. Este libro implicó sin duda una labor titánica colecciones simultáneamente bajo el sello de Edi- Ada Aurora Sánchez brío. Noche puesta a mis espaldas como un

E
que llevó al estudioso algunos años para concluir, ciones del Unicornio. Éstas son: Los cuadernos del muro y abierta frente a mí como una pre-
pues, como menciona el académico, “ninguna bi- Unicornio (1958-1960), Los libros del Unicornio n 1996, Juan José Arreola pu- contemplativo y la patria chica que re- incluye en su libro poemas que, des- gunta inagotable” (Arreola, 1996, p. 278).
blioteca pública mexicana guarda en su acervo la (1959-1964), Cuadernos de Ensayo (1959), Libros del blicó Antiguas primicias dentro verbera en la memoria. de el punto de vista temático, lo defi- Cabe apuntar que, si bien la edición de
colección completa de Los Presentes” y otras colec- Unicornio (1958-1959), libros de Gelsen Gas en El de la colección Hojas literarias, Con un “Proemio” de Artemio nen bien, puesto que aluden a tópicos, Antiguas primicias presenta errores de
ciones más. Unicornio (1959-1964), además de numerosos libros Serie poesía, 16, de la Secretaría de González García y un texto de “Pre- sensaciones, imágenes, que a lo largo transcripción, y no muestra un índice que
No cabe duda que la tarea de editor requiere de fuera de colección. Por último, Arreola lanzó su Cultura de Jalisco. El libro, casi in- sentación” del mismo Juan José, An- de su obra escritural, independien- clarifique el orden y los títulos de los poe-
un talento particular que no todo narrador o poeta revista literaria Mester (1964-1967), como una ex- conseguible el día de hoy, contiene tiguas primicias recupera poemas temente del género, son parte de sus mas, de cualquier forma es un libro valioso,
necesariamente posee. Jalisco ha gozado de exce- tensión de sus talleres literarios. Se dieron a conocer un conjunto de poemas que el autor escritos entre 1935 y 1986. Así, encon- entrañables persistencias. necesario, para comprender mejor la ele-
lentes editores desde el siglo pasado: Fortino Jaime, doce números y además editó tres libros bajo este jalisciense había dado a conocer, en tramos las huellas de un jovencísimo Juan José Arreola, en Antiguas gancia verbal, la música interior que distin-
por ejemplo, fue un singular editor de libros (Edicio- capital jalisciense, al lado de Arturo Rivas Sainz, la sello, como La Tumba (1964), la primera novela de la parte, con anterioridad. En estos tex- Arreola y, también, de otros Arreolas primicias, se regocija en las cosas gue a Juan José Arreola en el concierto de la
nes Jaime), quien por desgracia está en el olvido hoy en revista Eos (1943); dicho sea de paso, Carlos Axel Onda, escrita por José Agustín. tos, escritos a manera de sonetos o desdoblados en el tiempo. buenas de la vida: el “Verde junio de literatura mexicana del siglo XX.
día; Adalberto Navarro Sánchez administró el proyec- Flores Valdovinos dio a conocer el volumen El es- Conocer esta faceta de la vida de Juan José Arreola décimas, se distingue en primer lugar “Confesional por naturaleza a par- verdes surtidores”, el amplio sonar A cien años de su natalicio y a diecisiete
to editorial Et Caetera; y Arturo Rivas Sainz timoneó tilo de Arturo Rivas Sainz (2018), donde le dedi- es adentrarnos a uno de los periodos más fructíferos su amor por la forma, el equilibrio; y, tir de san Agustín, no quiero irme de una campana, la luz matutina en de su partida, conviene tener presentes to-
varias revistas como Pauta y Summa. có un apartado a esta revista poco conocida por de las letras mexicanas, pues fue durante ese lapso que en segundo, un eco de poetas como de este mundo sin decir quién soy, su asombrosa iridiscencia, el amor dos los caminos que nos devuelvan, en su
Ciudad Guzmán también ha contado con algunos los estudiosos de las letras mexicanas. Dos años renovó la escritura en nuestro país como narrador, Quevedo, Rilke y López Velarde. Al aunque a nadie le importe”, señala transformador, las amistades… Des- “ternura y zozobra”, como diría Fernando
editores destacados además de Juan José Arreola. después participó en Pan (1945-1946), al lado de estimuló y formó nuevos escritores como tallerista y amparo de tales figuras, devocionales Juan José en su “Presentación”. Qui- de la condición emocional del hombre del Paso, al querido escritor de Zapotlán el
Aunque se introdujo allí la imprenta de manera formal Antonio Alatorre y Juan Rulfo, famosa por haber dirigió los proyectos editoriales independientes más en Juan José, el escritor se acerca a los zá por ello y como un recurso más de agradecido, sublimado por una visión Grande: el maestro Juan José Arreola.
en 1857, no es hasta el siglo veinte cuando comienzan dado a conocer los cuentos “Nos han dado la tie- originales de México. temas del amor, la muerte, el instante la memoria, del recuento de los días, sencilla o un espacio acogedor, com-
Foto: Concepción Torres Ruiz

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La coherencia mitológica Una madrugada sin retorno
de Juan José Arreola gana el Arreola 2018
La literatura de Arreola transitará, coherentemente, por esos cami- La obra de Jaime Romero, compuesta por once cuentos cuyos ejes
nos del amor, del tiempo, de la consciencia, es decir, por las vías de las centrales son el erotismo y la fascinación por la muerte, ganó el XVII
grandes interrogantes a las que anhela responder(se) Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola
Comunicación Social

J
Luis Alberto Pérez Amezcua
aime Romero es el ganador del XVII Concurso Na-
La bella frase brota de una instancia espiritual inconsciente, cional de Cuento Juan José Arreola, con su obra Una
y por ella parece poblada. madrugada sin retorno. Originario de la Ciudad de “LA LITERATURA ES UNA FORMA DE CONOCIMIENTO, UNA FORMA
Juan José Arreola México, el autor explica que el libro le llevó dos años de DE ENTENDER EL MUNDO. JUAN JOSÉ ARREOLA, A LA ALTURA

S
trabajo, en el que compendia once cuentos que tienen
i hay un autor en la historia de la literatura mexicana en la materia. Es decir, en tratar de detener el del ser total. Lo repito […] los seres femeninos ejes centrales como el erotismo y la fascinación por la DE CORTÁZAR, ME PARECEN MARAVILLOSOS PORQUE PUEDEN
del siglo XX cuya obra responde al imperativo interno
de alcanzar lo numinoso y comunicarlo, ése es Juan
espíritu en cualquier forma material, porque si
éste no se alojara en la materia, no existiría el
y masculinos son caricaturales por lo que tie-
nen de incompletos” (465). No obstante, no es
muerte.
Romero es doctor por la Facultad de Filosofía y Le-
DETECTAR LA SENSIBILIDAD DEL MUNDO FANTÁSTICO, QUE
José Arreola. En su introducción a Myth, Literature, and the archivo de la humanidad”, asegura. grecolatina sino judeocristiana la manifestación tras de la UNAM, profesor de pedagogía y egresado del MUCHAS VECES SE NOS PIERDE CON LA COTIDIANIDAD”
Unconscious, Leon Burnett asegura que a pesar de que el El mitólogo húngaro Karl Kerényi, por su mitológica de Arreola en su literatura, y por eso diplomado de creación literaria por el CONACULTA;
mito no pueda ni necesite ser exhaustivamente definido, éste parte, describe a los seres humanos como “la Eva será el emblema de su escisión. Puede bastar escribe poesía, crónica, textos académicos y presentará
“continúa ejerciendo su fascinación, imponiendo su propio fábrica de los dioses”. Esta idea de Kerényi la ex- leer “Eva”, en Confabulario, para entenderlo. El una novela para niños sobre el movimiento de la huelga
orden y ofreciendo una puerta a lo numinoso (una categoría plica Burnett diciendo que, por sí mismos, los prólogo de Saúl Yurkievich a las Obras de Arreo- en la UNAM.
ARREOLA Y MITOLOGÍA

en la cual el amor, el tiempo y la consciencia están todos in- dioses “son impenetrables o, como podríamos la puede ser otro camino. El jurado estuvo integrado por Carlos Manuel Veláz-
cluidos)”. En su práctica formal, el escritor zapotlense recu- decir, en un juego de palabras, lo que constituye La coherencia es la conexión, relación o unión quez Perales, María Fernanda Melchor Pinto y Pedro
rrió al mecanismo de que se vale el mito para revelarse: el del su divinidad no puede ser adivinado”. Esta pe- de unas cosas con otras. No hay buena literatura Ángel Palou García. Carlos Velázquez, presidente del
intersticio, el de una hendidura efímera y dinámica —móvil, sada palada de inaccesibilidad hace que el hom- sin coherencia. Y no hay literatura coherente sin jurado, comentó sobre la obra que “se trata de una voz
fugaz— a través de la cual un más allá, un otro mundo, puede bre, por tanto, sea el sujeto de la exploración mito. Los textos literarios manifiestan su cali- sólida con tramas bien construidas y era consistente en
manifestarse al afortunado, al iniciado por y en la literatura. literaria, pues resulta “más analizable”. Por eso dad, casi siempre, a través de la expresión de un las once historias, y es a lo que debe aspirar siempre un
La obra de Arreola —sea el Bestiario, el Confabulario o La Arreola no puede sino mostrar su propio dra- sustrato mítico sobre el que se establece el genio libro de cuentos. Destaca una voluntad por encontrar el

PREMIO ARREOLA
feria, es igual— no puede ser percibida sino como una lite- ma, pues es del silo de sus vivencias de donde se del artista. Operadores simbólicos de los anhe- misterio detrás de la cotidianidad y hay un manejo del
ratura de dimensiones míticas. De tono trágico o en clave aprovisiona su estética. los humanos, los mitos permiten esa relación sin lenguaje bastante aceptable”, señaló.
irónica, sus textos son necesariamente impresionantes, pues La mitología del autor de Palindroma es tam- la cual no hay buena literatura. Es una especie de Jaime Romero comenta sobre un grupo de amigos
provocan en el lector un efecto telúrico, y no se usa aquí el bién —y sobre todo— órfica. Felipe Vázquez lo precedente necesario para la comunicación de lo con quienes ha trabajado diversos cuentos, entre ellos
adjetivo por fácil, por apologético, sino porque refiere a la notó tanto en Rulfo y Arreola: desde los márge- más profundamente humano. Y la literatura de los que conforman Una madrugada sin retorno, y con
creación de una apertura y un descendimiento al lugar de nes del texto (2010) como en Cazadores de invi- Arreola transitará, coherentemente, por esos ca- quienes publicó el libro El círculo de las siete esquinas,
lo inefable: Arreola es cisma y sima. Arreola es hermético: sible (2013): “Los textos arreolianos [sic] no son minos del amor, del tiempo, de la consciencia, es editado por Puertabierta. “Nos hicimos grandes amigos
comunica el material de realidades diversas: la divina cruel y meros artificios de un prestidigitador erudito, decir, por las vías de las grandes interrogantes a y tuvimos la fortuna de recibir unas inspiradoras clases
omnipotente; la humana miserable y vana. Y su literatura es son juguetes metafísicos. Arreola es un barroco las que anhela responder(se). Por eso es grande por el maestro Eduardo Antonio Parra. Los textos (de
coherente con esta realidad dramática. iniciado en los misterios órficos” (p. 65), dirá en su literatura, por eso es poderosa. No en vano Una madrugada sin retorno) son una recopilación de
Como escritor, el autor de Prosodia percibe su compromiso el primero de estos libros. “Como en los orácu- Carballo concluye así su entrevista: “Hoy y para cuentos que tratan de dibujar un poco la mexicanidad,
a partir de la necesidad de situar en formas fijas las intuicio- los órficos, en los textos de Arreola escuchamos mí [1985] Juan José es el escritor de historias cor- inspirados en Juan José Arreola”, expone Jaime Romero.
nes profundas: —a través de una música celeste— la voz del que tas más sobresaliente que ha aparecido en Méxi- El autor menciona la importancia que tuvo Juan José
“Dios es porque ha regresado de la muerte, la voz de la soledad co desde que el cuento es un género autónomo Arreola como inspiración para la escritura de sus cuen-
nosotros somos. cósmica” (p. 48), se lee en el segundo. Con una […] Me parece el más perfecto porque en sus tos, en los que mezcla ficción y realidad, como en “Un
El hombre es Eurídice siempre ausente, desplazada, siempre textos han desaparecido los lastres que padeció pacto con el diablo, es de un hombre que está en el cine,
el perceptor de en fuga, Arreola se define psicocríticamente (a desde sus orígenes la prosa mexicana”. y suceden cosas medio raras, que parecieran que fueran
la divinidad ya la manera de Charles Mauron) como un ser de- Coherente su literatura con las inquietudes de ficción pero también es realidad”.
que es capaz de terminado por el mito del andrógino. su espíritu, potenciándolo todo por el efecto del “La literatura es una forma de conocimiento, una for-
intuir y concebir Octavio Paz, en La llama doble, recuerda el mito que expresa la escisión ineludible del ser, ma de entender el mundo. Juan José Arreola, a la altura
a Dios: es la cria- relato de Aristófanes en El Banquete: “Antes la imposibilidad del amor, la clausura de Dios, de Cortázar, me parecen maravillosos porque pueden
tura indispen- había tres sexos: el masculino, el femenino y el Juan José Arreola sigue fascinándonos con sus detectar la sensibilidad del mundo fantástico, que mu-
sable”, le dirá a andrógino, compuesto por seres dobles. Estos cláusulas sintácticas porque supo reconocer chas veces se nos pierde con la cotidianidad”, comenta
Emmanuel Car- últimos eran fuertes, inteligentes y amenazaban esta operación inconsciente, darle un carácter Romero.
ballo en entre- a los dioses. Para someterlos, Zeus decidió di- actual, contenido y retenido en aproximaciones En esta edición se recibieron 223 propuestas de 28
vista para Pro- vidirlos. Desde entonces, las mitades separadas a la belleza que provocan inevitablemente ecos estados de la república, así como de España y Estados
tagonistas de la andan en busca de su mitad complementaria”. y correspondencias en nuestro propio interior. Unidos.
literatura mexi- Es posible intuir la operación del mito del an- Gracias, maestro Juan José Arreola, por haber- La premiación se realizará el 21 de septiembre en la
cana. Y después: drógino en las propias palabras de Arreola: “No nos dejado parte de su ser fijado para siempre Casa del Arte Vicente Preciado Zacarías, en Ciudad
“El problema del ha habido un solo hecho de mi vida, de los que en su literatura. Con usted estamos menos solos. Guzmán. El premio consiste en ciento 50 mil pesos y
arte consiste en realmente me importan, que no tienda a referir- la publicación de la obra en la Feria Internacional del
untar el espíritu se a ese espantoso drama de la separación en dos Libro de Guadalajara. Foto: Jaime Romero
Foto: Concepción Torres Ruiz

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El legado de un maestro
Nadie aporta a la difusión y comprensión de la obra de Arreola tan-
to como el doctor Vicente Preciado Zacarías, quien nos ha entregado
obras valiosas, fundamentales, con las que podemos tener un retrato
más completo y fiel de ese hombre que, parece, nunca estuvo en reposo
Juan Manuel S. Ocampo

A
los admiradores de Juan José blo”, en Zapotlán. Por el tiempo que descuidado por los especialistas. La so- avezado, por supuesto, me refiero al
Arreola, este año nos ha pro- había pasado desde su publicación, bria elegancia física del libro hace uni- libro Apuntes de Arreola en Zapotlán,
visto de material para todo Inventario está entre los libros menos dad con la prosa del doctor Preciado trabajo titánico que suma nueve años
tipo de reflexiones. La nostalgia que, conocidos de Arreola, pero el esfuer- Zacarías, cuyo trabajo literario y críti- de tomar notas, y con otros no sé cuán-
todavía, causa su ausencia toma un zo de Vicente Preciado lo salvó de que co no ha pasado desapercibido a los es- tos de consultas a fuentes, relectura y
sabor agridulce cuando atendemos, se volviera un lujo exclusivo de espe- pecialistas en la materia, investigado- edición de tales notas. Arreola fue un
simples espectadores o participantes cialistas. Está compuesto de artículos res como los doctores Celina Vázquez genio de la expresión oral y estar junto
directos, las actividades que en torno breves, “forma de literatura sintética, Parada, Wolfang Vogt y el eminente a genios no debe ser fácil, se necesita
a su figura se han generado; éstas han doméstica, cotidiana y seminal, donde cervantista Carlos Fernando Vevia más de una virtud para resistir el ful-
sido tantas como variadas y se inten- encontraremos poesía de alto voltaje”, reconocen lo que está legando a la li- gor de las estrellas. Este libro es clave
sifican conforme nos acercamos al 21 nos dice en el prólogo el doctor Precia- teratura; los dos primeros realizaron para entender una obra que ya se adi-
de septiembre. Autoridades políticas y do. Ramón López Velarde. Una lectura un libro que se apoya constantemente vina entre las clásicas.
académicas, lectores aficionados y de parcial de Juan José Arreola, libro au- en la obra de nuestro doctor. El inte- Justifico la emotividad de tanto ad-
profesión, externan opiniones, inter- sente de las librerías desde hace tiem- rés en su obra va en aumento conforme jetivo anotado aquí porque creo que
pretaciones de obra y, los más cerca- po, gracias al tesón de Vicente Pre- se divulgan sus trabajos. Dejé para el la inmortalidad de muchos escritores
nos a su persona, no pocas anécdotas, ciado reaparece, ahora mejorado con final la mención al legado que me es sería mejor aquilatada si más de ellos
DIFUSIÓN DE ARREOLA

reales e inventadas, relacionadas con el meticulosas notas que facilitan iden- más entrañable, porque con él conocí hubieran tenido un amigo entrañable
maestro de la palabra. tificar a los personajes. Pero el doctor esta labor de paciente inteligencia del y generoso como lo tuvo nuestro maes-
Todo esto prueba que admirarlo no es incansable, cuando se dio cuenta de doctor y desde el principio me pareció tro Juan José Arreola en Vicente Pre-
es difícil, brindarle un digno reconoci- que no existía una traducción al in- una obra que envidiaría un etnógrafo ciado Zacarías.
miento ya no lo es tanto. Entre la legión glés digna de la obra de su
de admiradores y conocedores de su amigo de Zapotlán, empe-
vida y obra sobresale desde lejos, como zó a planear una forma de
el prodigioso miligramo del cuento, contribución que ha bene-
el doctor Vicente Preciado Zacarías; ficiado a los lectores en esa
pocas personas han contribuido al co- lengua, ahora contamos
nocimiento del maestro como él, esta con Juan José Arreola. Una
afirmación debe ser más categórica: a selección personal. A Perso-
mi parecer, nadie aporta a la difusión nal Selection. Edición bilin-
y comprensión de la obra de Arreola güe. Contiene la mayoría
tanto como el doctor Vicente Preciado. de sus mejores relatos, se-
Conocedor profundo de los impulsos y gún las propias palabras de
dislocaciones del maestro, al doctor no Arreola.
le pareció justo elogiarlo a la distancia Numerosos son los tex-
y retirarse, como hacemos la mayoría. tos del maestro Juan José
Paciente, con una fuerza que la admi- que toman forma de cintas
ración y el cariño por su amigo Juan de Moëbius, me refiero a
José acrecientan, nos ha entregado los que, sin cambios brus-
obras valiosas, fundamentales, algunas cos, dan un giro que nos
tan peculiares que ha debido y sabido lleva a otro sentido. En
buscar apoyos profesionales de todo todos los libros el doctor
tipo. Gracias a lo anterior ahora pode- Preciado Zacarías aporta
mos tener un retrato más completo y elementos para dilucidar
fiel de ese hombre que, parece, nunca enigmas parciales y tota-
estuvo en reposo. les contenidos en Arreola,
Los libros que debemos al doctor Vi- no contento con ello, aho-
cente Preciado a propósito de Arreola ra, en una reciente publi-
recogen información valiosa que de cación el aporte toma un
otra manera hubiera desaparecido, rumbo más directo: La pre-
véase el breve pero intenso prólogo de sencia de lo sacro en la obra
El jugador de media noche. Partidas de de Juan José Arreola es un
ajedrez entre Juan José Arreola y el Dia- estudio acucioso y conden-
blo, ahí recoge los mejores encuentros sado de los textos donde las
que, en “el tablero de blancas noches teofanías y epifanías son el
y de negros días”, Arreola sostuvo con aliento de la narración, es
Rogelio Barragán Espinosa, “el Dia- decir, aborda un aspecto Foto: Archivo personal de
Vicente Preciado Zacarías

·12· SEPTIEMBRE2018

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