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LECTIO DIVINA

“Nos mueve la esperanza en la

Compasión" LUNES DE LA
P. FRANCISCO MIRANDA FASSINO, SDB UNCIÓN

El Domingo de Ramos es la puerta de acceso Hoy, Lunes Santo es llamado también “Lunes
a la Semana Santa en la que celebramos el de la Unción” nos ubica cronológicamente en
centro de nuestra fe que es el Misterio el tiempo: “Seis días antes de la Pascua”, es
Pascual. Es una semana que debemos vivirlos decir seis días antes del Shabbat.
con una actitud orante, contemplativa, con la
mirada puesta en Dios, fuente de amor, ¿Por qué es importante este detalle? Porque,
donación, entrega, esperanza. para el evangelio según san Juan, Jesús murió
el día antes de la Pascua de los judíos, a la
Los textos escogidos por la liturgia desde hoy hora en que se sacrifica el cordero pascual, y
hasta el jueves, se desarrollan alrededor de la su resurrección se da un día después de ésta
“mesa”. Éste es signo de comunión, de (20,1). Estamos a siete días de la “glorificación”
vínculos profundos. Frente a ella desfilarán o “exaltación” de Jesucristo, por lo tanto,
personajes y se desvelarán actitudes que nos estamos, en la «semana final de la nueva
ayudarán a captar la luz que arroja el misterio creación».
de la Pasión de Jesús sobre las pasiones
humanas y a percibir, al mismo tiempo, toda ¿Dónde se ubica el capítulo 12 del evangelio
la acogida que Dios hace del hombre en el de Juan? Es un texto “bisagra” entre el Libro
misterio de la Cruz. de las Señales (cc 1-11) y el Libro de la
Glorificación (cc.13-21). La tensión entre Jesús
y las autoridades religiosas de la época (Jn
10,19-21.39) va en aumento y se hace notar el
peligro que corre Jesús. De hecho, leemos
que las autoridades lo buscan para matarle
(Jn 10,31; 11,8.53; 12,10). Es por eso que Jesús se
ve obligado a llevar una vida clandestina,
pues podían detenerle en cualquier
momento (Jn 10,40; 11,54).

Este es el contexto del relato de la Unción de


Betania, que tiene un simbolismo de
preparación, de gratitud ante la misericordia
de Dios.

Elijo un lugar adecuado, y me predispongo,


física y espiritualmente, para escuchar y
meditar la Palabra de Dios. Tomo la Biblia y la
recibo en mis manos.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN JUAN 12, 1-11 PROPUESTO PARA
HOY, LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS, CON CALMA, DEJANDO QUE
CADA PALABRA PENETRE MI INTERIOR.

Juan 12,1-2: Jesús, va a Betania. Seis días antes de la pascua, Jesús va a Betania en casa de
personas amigas Marta, María y Lázaro. Betania significa “Casa de la Pobreza”. A pesar de
saber que Jesús era buscado por las autoridades judías, es recibido en la casa y ofrecen una
cena. Cabe resaltar que era un gesto arriesgado, porque acoger a una persona perseguida y
ofrecerle comida era peligroso. Pero el amor hace superar el miedo.

Juan 12,3: María unge a Jesús. En un momento de la cena, María unge los pies de Jesús, y no
la cabeza, como era la costumbre hebrea con los invitados, con una libra (equivale a un
litro) de perfume de nardo puro. Era un perfume caro, trescientos denarios, que equivale a
trecientos días de trabajo. Seguidamente, seca los pies a Jesús con sus cabellos. La casa
entera se llena de perfume. En todo este episodio, María no habla. Sólo actúa. El gesto lleno
de simbolismo habla de por sí. Lavando los pies, María se convierte en servidora. Jesús
repetirá ese mismo gesto en la última cena (Jn 13,5).

Juan 12,4-6: Reacción de Judas. Judas critica el gesto de María, afirmando que es un
desperdicio. ¡Es inadmisible que el salario, de casi un año entero, fuera gastado de una sola
vez! Judas piensa que el dinero habría que darlo a los pobres. Le pone precio a todo. De
hecho, Juan comenta que Judas no tenía ninguna preocupación por los pobres, tratándolo
de un ladrón, pues, tenía la bolsa común y robaba dinero. ¿Qué es lo que se le reprocha a
Judas? No se le reprocha la inquietud por los pobres, sino la hipocresía que usa a los pobres
para promoverse y enriquecerse. Judas se mueve según sus intereses egoístas. Su
compasión es una apariencia, nacida de una actitud falsa. Esa mirada materialista le
impide comprender en profundidad la acción de María.

Juan 12,7-8: Jesús defiende a la mujer. Judas mira el gasto y critica a la mujer. Jesús mira el
gesto y defiende a la mujer: “Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi
sepultura” Y Jesús añade después: “A los pobres los tienen siempre con ustedes.” ¿Quién de
los dos vivía más cerca de Jesús: ¿Judas o María? Como discípulo, Judas convivía con Jesús
desde hacía casi tres años, veinticuatro horas al día. Formaba parte del grupo. María se
encontraba con él sólo una o dos veces al año, en ocasión de las fiestas, cuando Jesús iba a
Jerusalén y la visitaba. Pero la convivencia sin amor no nos hace conocer. Impide ver. Judas
era ciego. Mucha gente convive con Jesús y hasta lo alaba con el canto, pero no le conoce
de verdad.
Juan 12,9-11: La multitud y las autoridades. Ser amigo de Jesús puede ser peligroso. Lázaro
corre peligro de muerte por causa de la vida nueva que recibió de Jesús. Los judíos
decidieron matarle. Lázaro vivo era la prueba viva de que Jesús era el Mesías. Por esto, la
multitud lo buscaba, ya que la gente quería experimentar de cerca la prueba viva del poder
de Jesús. Una comunidad viva corre peligro de vida porque es prueba viva de la Buena
Nueva de Dios.

Juan 12,4-6: Reacción de Judas. Judas critica el gesto de María, afirmando que es un
desperdicio. ¡Es inadmisible que el salario, de casi un año entero, fuera gastado de una sola
vez! Judas piensa que el dinero habría que darlo a los pobres. Le pone precio a todo. De
hecho, Juan comenta que Judas no tenía ninguna preocupación por los pobres, tratándolo
de un ladrón, pues, tenía la bolsa común y robaba dinero. ¿Qué es lo que se le reprocha a
Judas? No se le reprocha la inquietud por los pobres, sino la hipocresía que usa a los pobres
para promoverse y enriquecerse. Judas se mueve según sus intereses egoístas. Su
compasión es una apariencia, nacida de una actitud falsa. Esa mirada materialista le
impide comprender en profundidad la acción de María.

Juan 12,7-8: Jesús defiende a la mujer. Judas mira el gasto y critica a la mujer. Jesús mira el
gesto y defiende a la mujer: “Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi
sepultura” Y Jesús añade después: “A los pobres los tienen siempre con ustedes.” ¿Quién de
los dos vivía más cerca de Jesús: ¿Judas o María? Como discípulo, Judas convivía con Jesús
desde hacía casi tres años, veinticuatro horas al día. Formaba parte del grupo. María se
encontraba con él sólo una o dos veces al año, en ocasión de las fiestas, cuando Jesús iba a
Jerusalén y la visitaba. Pero la convivencia sin amor no nos hace conocer. Impide ver. Judas
era ciego. Mucha gente convive con Jesús y hasta lo alaba con el canto, pero no le conoce
de verdad.

Juan 12,9-11: La multitud y las autoridades. Ser amigo de Jesús puede ser peligroso. Lázaro
corre peligro de muerte por causa de la vida nueva que recibió de Jesús. Los judíos
decidieron matarle. Lázaro vivo era la prueba viva de que Jesús era el Mesías. Por esto, la
multitud lo buscaba, ya que la gente quería experimentar de cerca la prueba viva del poder
de Jesús. Una comunidad viva corre peligro de vida porque es prueba viva de la Buena
Nueva de Dios.
MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?

El texto nos presenta personajes bien definidas.


La cena en que se lleva a cabo en Betania en honor de Jesús está motivada por la amistad y el
sentimiento de gratitud. Los tres hermanos aparecen en el entorno de Jesús, realizando actos
de amor:
- Marta: quien demuestra en una actitud de servicio.
- Lázaro: quien acompaña a Jesús en la mesa.
- María: quien unge los pies de Jesús. Es el símbolo de la generosidad, del derroche, de la sin-
medida.
- Judas Iscariote: quien reacciona negativamente frente al gesto de María de Betania. Critica el
gesto de María, demostrando una aparente compasión hacia los pobres. con una actitud
egoísta. Representa a quien tiene un corazón codicioso, mezquino, tacaño.
- Los sumos sacerdotes, quienes también reaccionan negativamente frente a Jesús, porque son
incapaces de creer en Él.

Mira la diferencia entre las actitudes de los personajes y reflexiona sobre las tuyas:
María actúa, Judas solo habla: Ella toma el perfume caro y unge los pies de Jesús. Él solo
habla de lo que se habría podido hacer. ¿Eres de los que hablan o de los que actúan?
María muestra para con Jesús un gesto generoso. Judas aparece como el egoísta, que
aparta dinero a su favor de la bolsa común. ¿Eres solidario, que no escatima gasto, tiempo
para ayudar a los demás, o solo piensas en ti mismo?
¿Estás dispuesto a darle al Señor lo más valioso de tu ser y actuar? ¿Cuál es el “perfume de
Nardo” que puedes ofrecer al Señor en esta Semana Santa?
¿Cómo preparo tu casa, tu Betania, para que Jesús habite en ella? ¿Es tu Betania (el
corazón), un lugar de encuentro con Jesús, y un lugar de encuentro para celebrar la
amistad?
¿Cómo discípulo misionero, y amigo de Jesús al igual que Lázaro, tienes presente que el
seguimiento implica dificultades y alegrías? ¿Tu gozo y esperanza esta puesta en la
resurrección o te dejas abatir por el desaliento de la muerte?
Tu cercanía y compasión hacia el que sufre ¿es sincera y nacida del amor al prójimo?
¿Qué te enseña el gesto de María? ¿En qué tipo de alerta te pone la reacción de Judas?
El miedo a perder los privilegios lleva a los sacerdotes a tener sentimientos de envidia, que
dan paso al rechazo, intolerancia. ¿Detectas estas actitudes en tu vida?
El texto nos presenta la belleza de la amistad, pero también motivos contrarios a ella: la
mezquindad, la superficialidad y la maldad humana. ¿Cómo te dejas, llamar, transformar
por el lenguaje del amor de Jesús?
ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?

Estamos a seis días de la celebración de la fiesta de Pascua. Jesús, busca acogida, hospitalidad,
un gesto afectuoso. Por eso, después de haber escuchar la Palabra de Dios, es preciso que
respondas desde la profundidad de tu corazón. Estás en Betania compartiendo la mesa con
Jesús. Has visto el gesto de María, la reacción de Judas. Has olido el perfume de nardo que
invadió la casa. Conversa con el Señor sobre las veces en que también en tu vida obraste desde
la gratuidad, movido por la compasión, por el sentimiento de amistad. Háblale de las actitudes
mezquinas, egoístas, de envidia, superficialidad que hay en tu vida y pídele perdón. Pon en sus
manos tu vida, tu corazón, para que lo convierta en una “Betania”, lugar de amistad y acogida.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
Ubícate en la casa de Betania. Contempla la escena. Con la imaginación colócate en el papel
de varios de los personajes. ¿Que ves? ¿Que aprendes?

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Al igual que Marta, María y Lázaro, demuestra una actitud hospitalaria, generosa, sincera con
las personas con quienes compartes el día a día.

FUENTES:
Beutler, Johannes, Comentario al Evangelio de Juan. EVD. Págs. 276-280
https://alforjasdepastoral.wordpress.com/2020/04/06/lectio-divina-lunes-santo/
https://www.oblatos.com/lectio-marzo-29-de-2021/
https://abpguatemala.wordpress.com/2017/04/09/lectio-divina-10-de-abril-lunes-santo/
http://jrflecha.blogspot.com/search/label/4.-LECTIO%20DIVINA%20CUARESMA
https://es.aleteia.org/2015/03/30/lectio-divina-lunes-santo-ciclo-b/2/
LECTIO DIVINA
“Nos mueve la esperanza en la

fidelidad" MARTES DE LA
TRAICIÓN
GUIDO ESPÍNOLA

Martes santo, también conocido como martes de la traición. Pedimos a Dios


todopoderoso nos conceda participar vivamente en las celebraciones de la pasión
del Señor y nos alcance su perdón.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN JUAN 13, 21-33.36-38 PROPUESTO
PARA HOY, LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS, CON CALMA, DEJANDO
QUE CADA PALABRA PENETRE MI INTERIOR.

MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
El relato se contextualiza dentro de los hechos que llevarán a la detención, condena y muerte
de Jesús. El anuncio de la traición está acompañado de un sentimiento de congoja y profunda
conmoción por parte de Jesús cuando dice: “En verdad les digo: uno de ustedes me entregará”.
El desconcierto que produce en los discípulos tamaño anuncio, despierta la interrogante de
quién será. La revelación del traidor, con el gesto de untar el pan y entregar a Judas es muy
significativo, a pesar de ser una acción bastante común entre los comensales. Cuando Juan
comenta: “era de noche”, evoca la presencia de la oscuridad, de satanás que se apoderó de
Judas. Por último, el anuncio de la negación de Pedro es como el tiro de gracia al corazón
sufriente de Jesús, traicionado y negado por los suyos.

Llevado al plano reflexivo y concreto de la vida, en ambas acciones se pueden encontrar una
palabra y un desenlace común: “entrega y muerte”; pero con actitudes intrínsecamente
contrapuestas y diferentes de los actores (Jesús y Judas).

Este pasaje es un grito de denuncia muy actual, porque hay un “Judas social que entrega”
cuando las autoridades traicionan la confianza del pueblo, no sólo cuando saquean sus bienes,
sobre todo cuando le roban la esperanza de una salud digna y al alcance de todos, una
educación que libera de las esclavitudes modernas, en definitiva, un Estado que gobierne con
equidad y justicia para todos. Hay un “Judas personal que entrega” cuando con el silencio
cómplice callamos la injusticia social, cuando prima el egoísmo sobre la caridad o cuando
somos parte de la estructura corrupta instalada en la sociedad. Hay un “Judas ideológico”,
cuando con nuestra forma de pensar excluimos y entregamos a la muerte a aquellos que son
diferentes y que más necesitan, cobijados en doctrinas farisaicas, mal comprendidas o
carentes de actitud evangélica. Hay un “Pedro que niega” cuando somos ciegos a la necesidad
del otro que clama ser visto y encontrado en el abrazo de un amigo o de una sociedad que
sabe de su existencia.
En contra partida, “hay un Jesús que nos entrega paz” que viene por el perdón y el amor al
enemigo, frente a un mundo de violencia, de venganza y del ojo por ojo. “Hay un Jesús que nos
entrega amor” que se expresa en el servicio, en estar dispuesto a entregar la propia vida. “Hay
un Jesús que se entrega a sí mismo” en el pan y vino, una donación radical que supera
cualquier forma de altruismo y se perpetua en el memorial que celebramos en la Eucaristía. En
pocas palabras, Jesús trasciende nuestra propia humanidad hasta convertirnos en Hijos de
Dios.

Definitivamente la entrega de Judas termina en la muerte, en el sinsentido mismo de la


existencia; mientras que la entrega de Jesús, aunque también termina en la muerte, está
cargada de esperanza, de vida después de la muerte, en síntesis, de Pascua.

ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?
Señor Jesús, que oiga tu voz hoy para que me dé cuenta de cuánto te necesito porque sin ti
nada puedo hacer, ayúdame a aprender como consolarte en estos momentos tan difíciles en
los que te sientes solo y abandonado que pueda hacerte compañía por más tiempo, que
puedas contar conmigo.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
Judas, amigo, se vuelve traidor. Pedro, amigo, se vuelve negador. ¿Y yo? Colocándome en la
situación de Jesús: ¿cómo me enfrento a la negación y a la traición, al desprecio y a la
exclusión?

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Escribo 3 acciones que llevaré a la práctica con las cuales quiero mostrarle a Jesús mi fidelidad
hacia Él.
LECTIO DIVINA
“Nos mueve la esperanza en la

ORACIÓN / VIGILIA" MIÉRCOLES DE LA


P. NÉSTOR LEDESMA, SDB PREPARACIÓN

Deseo celebrar la Pascua en tu casa ...

En la celebración eucarística de este miércoles santo, la primera lectura (Is 50,4-9a) recoge el
tercero de los poemas del Siervo de Yahveh. En él se evoca la fidelidad de aquel profeta
misterioso. Fue llamado desde el seno materno a escuchar con atención la palabra de Dios
para que pudiera transmitir a los abatidos una palabra de aliento. Es una lectura que puede
introducirnos en la imagen de la entrega dolorosa de Jesús a su misión salvadora. El dolor
experimentado por Jesús va más allá de lo meramente físico: al igual que el Siervo de
Yahveh, Jesús sufre el rechazo y la traición de parte de la humanidad que ha venido a salvar.
Sin embargo, el Siervo brilla como modelo del discípulo cristiano por dos actitudes:

·Profunda confianza en Dios (vv. 8ss), capaz de penetrar los corazones de los que le atacan y
desenmascarar su culpabilidad e injusticia, al mismo tiempo que de testimoniar que se
puede confiar en Dios que responde a los que se acogen a Él.

·Firmeza de testimonio (v.6ss), que se ofrece ante los mismos que le golpean física o
moralmente, con la seguridad de que esos golpes no pueden hacer decaer el ánimo del
testigo de Dios en el mundo.

Elijo un lugar adecuado, y me predispongo, física y espiritualmente, para escuchar y meditar


la Palabra de Dios. Tomo la Biblia y la recibo en mis manos.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO DE MATEO 26, 14-25, PROPUESTO PARA
HOY, LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS, CON CALMA, DEJANDO QUE
CADA PALABRA PENETRE MI INTERIOR.

Mirando el Evangelio de Mateo en su conjunto, parecer ser que se acentúa el fracaso de los
discípulos. En la hora crucial, Judas lo traiciona, Pedro lo niega, todos huyen. Tal vez, Mateo
cuenta esto, no para criticar o condenar, ni para causar desaliento. Muchos, en las
comunidades en la época de Mateo, a causa de las frecuentes persecuciones, se sentían
desanimados y habían abandonado la comunidad, preguntándose: “¿Será posible volver? ¿Será
posible que Dios nos acoja y perdone?”

Mateo 26,14-16: Judas toma la decisión de la traición, después que Jesús no acepta la crítica
de los discípulos respecto de la mujer que gastó un perfume muy caro solamente para
ungir a Jesús (Mt 26,6-13). El fue hasta los sacerdotes y preguntó: “¿Cuánto me van a dar si se
los entrego?” Combinaron treinta monedas de plata. Mateo evoca las palabras del profeta
Zacarías para describir el precio combinado (denuncia de ingratitud: Zc 11,12). Al mismo
tiempo, la traición a Jesús por treinta monedas podría evocar la venta de José por sus
propios hermanos, valorado por los compradores en veinte monedas (Gn 37,28). O podría
recordar el precio de treinta monedas que hay que pagar si se hiere a un esclavo (Ex 21,32).

Mateo 26,17-19: Jesús era de Galilea. No tenía casa en Jerusalén. Pasaba la noche en el
Monte de los Olivos (cf. Jn 8,1). En los días de fiesta de pascua, la población de Jerusalén se
triplicaba por la cantidad de peregrinos que venían de todas partes. No era fácil para Jesús
encontrar una sala grande para poder celebrar la pascua junto con los peregrinos que
habían llegado con él desde Galilea. Manda a los discípulos para que se encuentre con una
persona en cuya casa decidió celebrar la Pascua. El evangelio no ofrece otras informaciones
y deja que la imaginación complete las informaciones. ¿Era una persona conocida por
Jesús? ¿Era un pariente? ¿Un discípulo?

Mateo 26,20-25: Jesús sabe que va a ser traicionado. A pesar de que Judas está haciendo las
cosas en secreto, Jesús está sabiendo. Sin embargo, trata de confraternizar con el círculo de
amigos del que Judas forma parte. Estando todos reunidos por última vez, Jesús anuncia
quién es el traidor. Es “aquel que ha metido conmigo la mano en el plato”. Esta manera de
anunciar la traición acentúa el contraste. Para los judíos la comunión en la mesa, colocar
juntos la mano en el mismo plato, era la máxima expresión de amistad, de intimidad y de
confianza. El evangelista subraya la frase en toda su crudeza en medio de la comida
fraterna de Jesús con los suyos.

Lo que llama la atención es la manera en que Mateo describe estos hechos. Entre la traición y
la negación coloca la institución de la Eucaristía (Mt 26,26-29): la traición de Judas, antes (Mt
25,20-25); la negación de Pedro y la huida de los discípulos, luego (Mt 25,30-35).
MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?

El mal es un misterio. Y más aún si ese mal consiste en haber recibido la sublime gracia de
tener tan cerca a Jesús. Estamos ante lo que nos supera. Y no debe extrañarnos. El pecado es
en sí irracional, incomprensible. No busca sino lo contrario al bien del hombre. Es una
destrucción. Y hasta parece invencible en estos versículos con la traición, la negación y la
huida. Así parece inútil la celebración de la pascua. ¿Tiene sentido celebrar la Pascua en este
contexto de mal y pecado? ¿En qué situación estoy hoy?

Al meditar, veo que mi propia vida tiene sus momentos oscuros y no pocas veces el pecado me
hace sentirme indigno, o incluso, en alguna ocasión, me veo como alguien sin solución. Y
entonces veo el modo de actuar de Jesús. Ante su deseo de celebrar la Pascua, Jesús toma el
centro de la acción y la preparación se realiza sin dejarse dominar por la presencia del mal, y
parece como que tampoco importa en casa de quién se realiza. Entonces: ¿Qué es lo que
importa en verdad? Cuando está Jesús presente, ¿qué es lo que importa en verdad? Frente al
deseo de Jesús, ¿qué es lo importante? ¿No será que, preparar la Pascua no signifique
desconocer el mal y el pecado en mi vida, sino dejar el centro a Jesús, poner toda la confianza
en Él? ¿Y qué significa poner en el centro de mi vida a Jesús? ¿Qué significa poner mi
esperanza en Jesús? ¿Será pasar del desánimo a la confianza? ¿Será pasar del encierro a la
apertura que recibe a los demás? ¿Qué quiere Jesús de mí para celebrar la pascua? ¿Qué
esperanza tiene Jesús en mí? ¿Qué quiere Jesús de mí para celebrar la pascua en mi casa?

ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?
Jesús, el distintivo de tus discípulos y misioneros es el amor y la fidelidad. Jesús, no permitas
que abuse de tu misericordia. Que mi corazón no se endurezca, sino que se llene de ese santo
temor que lo encauce a nunca ofenderte conscientemente.

Jesús me pide mi casa para celebrar su Pascua. No otro espacio, sino el de mi propio
interior, en comunión, porque no es día de individualismos, sino de comunidad. «Está
escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración» (Mt 21, 13).
Jesús es respetuoso: «Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la
puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3, 20).
Jesús quiere necesitar mi hospitalidad: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me
quede yo en tu casa» (Lc 19, 5).
Jesús, es posible que me sienta indigno de hospedarte: “Señor, no soy digno de que entres bajo
mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano” (Mt 8, 8). Pero sé que deseas
que te reciba, como Marta, María y Lázaro lo hicieron en Betania, y Simón Pedro en Cafarnaúm.
Ayúdame a recibirte: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de
Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido» (Lc 19, 9-
10).

Gracias por darme la luz para formar mi conciencia y la fuerza para luchar siempre contra toda
forma de egoísmo o doblez. Sé que llegar a la santidad es difícil, que no se logra de un día para
otro, pero que nunca deje de esforzarme por conseguirla.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
Imagino el dolor de Jesús ante la traición de un amigo querido. Mateo sugiere que nosotros
podemos romper con Jesús, pero que Jesús nunca rompe con nosotros. Su amor es mayor que
nuestra infidelidad. A pesar de que la traición esté llevada a cabo por alguien muy amigo, ¡el
amor de Jesús es mayor que la traición!

Contemplo la increíble gratuidad del amor de Jesús, que supera la traición, la negación y la
huida de los amigos. Contemplo al Dios hecho hombre, al Amor hecho entrega, que viene a mi
casa, que viene a mi vida, para celebrar su Pascua.

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Dedico un tiempo particular en el silencio, para pedirle a Jesús me muestre cómo llevar su
presencia a la vida, a la casa de alguna persona que conozco y que se dé la necesidad de Jesús
que tiene. Escojo una persona concreta para ayudar a dar hospitalidad a Jesús.

Escojo o creo un signo, un símbolo, que me recuerde mi compromiso con Jesús:


Una pulsera, un anillo, unos aros, hechos por mí mientras rezaba o hablaba con Dios.
Llevo conmigo un rosario o un denario.
Llevo conmigo un trozo de papel con palabras del Evangelio en la billetera o la cartera.
Posteo una imagen o un texto evangélico en mi estado.
Un nuevo fondo de pantalla en el celular.

FUENTES:
José Román Flecha Andrés, en http://jrflecha.blogspot.com/2014/04/lectio-divina-miercoles-santo.html.
Alforjas de Pastoral, en .https://alforjasdepastoral.wordpress.com/2020/04/08/lectio-divina-miercoles-
santo/
Edgar Pérez, en http://es.catholic.net/op/articulos/14467/la-traicin-de-judas.html#modal.
P. Enrique Cases, en http://www.es.catholic.net/op/articulos/17755/cat/725/el-miercoles-santo-la-verdad-
de-judas.html#modal.
Animación Bíblica de la Pastoral, de la Conferencia Episcopalde Guatemala, en
https://abpguatemala.wordpress.com/2017/04/11/lectio-divina-12-de-abril-de-2017-miercoles-santo/.
Ángel Moreno Buenafuente, en https://www.revistaecclesia.com/lectio-divina-del-miercoles-santo-715-4-
2014-preparativos-por-angel-moreno-de-buenafuente/.
LECTIO DIVINA
“Nos mueve la esperanza en el

servicio"
P. WILFRIDO BÁEZ, SDB

El Jueves Santo es el día en que celebramos a Jesucristo, quien expresa su amor por toda la
humanidad “…habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo” (Juan 13,1).

Jesús nos demuestra el gran amor que siente por nosotros, instituyendo en este día la
Eucaristía, el Sacerdocio, quedándose con nosotros para siempre y pidiéndonos que
imitemos su ejemplo en el servicio y el amor de unos con otros.

Con la celebración vespertina llamada “Misa en la Cena del Señor”, evocamos y hacemos
presente la última cena de Jesús con sus discípulos antes de su Pasión. Así entramos en el
corazón del año litúrgico, que es el gran Triduo Pascual.

Precisamente el Triduo Pascual se coloca en el centro del año litúrgico por su función de
“memorial” de los eventos que caracterizan la “Pascua Cristiana”. Como la comunidad de
Israel, también la Iglesia mantiene viva la memoria de la misericordia de Dios que “pasa”
continuamente por su historia y refunda su existencia como “pueblo de Dios” con base en
esta perenne voluntad de reconciliación.

El centro de este “memorial” es el Misterio Pascual, la muerte y resurrección de Jesús. En la


muerte de Jesús, Dios ha asumido la naturaleza humana hasta la muerte, “hasta la muerte
de Cruz” (Filipenses 2,8). A través de ella, Jesús “se convirtió en causa de salvación eterna para
todos aquellos que le obedecen” (Hebreos 5,9; idea importante del Viernes Santo). De hecho,
la cruz de Jesús no se puede separar de la resurrección, fundamento de nuestra esperanza. Y
este es nuestro futuro: “Sepultados... en su muerte, para que también nosotros vivamos una
vida nueva” (Romanos 6,4; idea central de la Vigilia Pascual).

Todo esto se recoge en la gran Eucaristía que se celebra entre hoy y el Domingo de Pascua.
Hoy hacemos “memoria” de aquella primera Eucaristía que Jesús celebró y al mismo tiempo
la actualizamos como recuerdo del pasado, como presencia en el hoy de nuestras
comunidades, al mismo tiempo de esperanza y profecía para el futuro.

Elijo un lugar adecuado, y me predispongo, física y espiritualmente, para escuchar y meditar


la Palabra de Dios. Tomo la Biblia y la recibo en mis manos.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN JUAN 13, 1-15 PROPUESTO PARA
HOY, LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS, CON CALMA, DEJANDO QUE
CADA PALABRA PENETRE MI INTERIOR.

MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
Servir a los demás en lo poco que podemos: “Denles ustedes de comer” (Jn 9,13)

En el contexto de la Pandemia por el Covid 19, Jesús nos sigue llamando para que siguiendo
sus pasos encontremos maneras de ayudar a los demás en el camino. El Maestro, tiene un gran
deseo de involucrarnos en su obra, quiere la colaboración de cada uno de nosotros, es por ello
también que cada vez que celebramos la Eucaristía, este gesto de amor y de servicio, se hace
con el pan y el vino, obra de nuestras manos.

Ciertamente, es muy limitado lo que podamos llegar a hacer en este tiempo, al menos
comparado con todo lo que hacíamos anteriormente, esto por los peligros que corremos, ante
la probabilidad de contagio y por la capacidad de la estructura sanitaria de nuestros países,
sobre todo en Paraguay.

Pero es importante, tener presente, que nuestro Señor, siempre ha tenido muy en cuenta lo
poco que se pueda aportar, según la capacidad y posibilidad de cada uno, y eso nos demuestra
Él mismo, con el ejemplo de aquel niño que solo tenía cinco panes de cebada y dos peces (Jn
6,9) milagro que se da también en un contexto eucarístico, ante la pregunta de sus discípulos
de: ¿Qué es esto para tanta gente? sin embargo, en manos del Maestro, aquello se vuelve
alimento para todos.

Comprometidos con el prójimo: “…se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una
toalla, se la ciñó” Jn 13,4

En este Año de la Eucaristía, nos comprometemos con Jesús en la persona del hermano
necesitado, a compartir el pan, a buscar la justicia, a saciar las almas afligidas y luchar contra
tanta oscuridad que se cierne hoy sobre el mundo.
Si estamos en comunión con Cristo, seremos solidarios servidores de nuestros hermanos, pues
todo aquel que está unido a la vid verdadera solo puede dar frutos buenos que sirvan a los
demás en sus necesidades tanto materiales como espirituales.

Amando a los pobres, imitamos las actitudes de Maestro, quien en su vida terrena siempre se
mostró a favor de los indigentes, y ha hecho de ello su opción preferencial de servicio. También
nosotros, daremos testimonio de nuestra Esperanza, al decir del Rector Mayor Don Ángel
Fernández Artime en su Aguinaldo 2021. “Al actuar, vivir el sentido de la fatiga de la vida
cotidiana, comprometiéndose en transformar situaciones de precariedad, hambre, pobreza, en
vida plena para los demás…”

Sirvo por Amor a Cristo y porque tengo esperanza en Él: “En esperanza hemos sido salvados…”
(Rm 8,24)

En un tiempo en que la humanidad es invadida por el miedo, no pocas veces por la


desesperación, al no poder encontrar salidas a tantos avatares de la vida actual, somos
llamados a vivir movidos por la esperanza que tenemos en Jesucristo, nuestro salvador, a
seguir sus pasos y decir también nosotros que estamos en este mundo no para ser servidos,
sino para servir. (Mt 20,27)

Muchos hermanos nuestros, que han hecho un camino de formación en la Iglesia, hoy se ven
deslumbrados ante los bienes que puedan obtener a costa de la disminución de beneficios
para los más carenciados. Es por ello que el Papa Francisco ha expresado como condición para
un dialogo social la frase “La Patria primero, después mi negocio” .

Jesús nos da el ejemplo de que el que quiera seguirlo, no debe estar apegado a los bienes
materiales, pues a medida que poseemos, estos irán poseyendo también nuestro corazón,
hasta hacernos olvidar que, a nuestra puerta, cada día toca un hermano hambriento ya sea del
pan material o espiritual, a quien debemos atender con cariño y dedicación.

Servir a todos y disminuir la desigualdad: “He hecho esto, para que ustedes también lo hagan”
(Jn 13,15)

Si el Hijo de Dios, el Mesías, ha lavado los pies a sus discípulos, no existe hermano a quien no
podamos servir en nuestro tiempo. Tanto ricos y pobres necesitan de la Luz que es Jesucristo
para sus vidas, para comprender los signos de los tiempos, para captar el mensaje que Dios les
quiere hacer llegar. Es la interpretación que hoy debemos hacer en un mundo donde hay tanta
desigualdad. Jóvenes sin trabajo y sin esperanzas, familias que perdieron el rumbo a causa de
la migración de sus miembros, gente que sufre estancamiento social y económico, falta de
justicia y tantas otras formas de desigualdades que vemos a diario en nuestro país.

Jesús recorría las aldeas y ciudades de su tiempo, anunciando el Reino de Dios, y este anuncio,
implicaba una atención integral a todos los hijos de Dios. Por ello, para expresar un amor
extremo hacia los suyos, ha hecho también una cosa extrema que es el lavatorio de los pies,
algo que en su tiempo no se hacía entre pares, sino más bien era un servicio que prestaban las
clases más bajas.
ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?

Gracias, Señor, por enseñarnos a amar como Tú amaste. Por todos los regalos que nos hiciste,
por haberte quedado con nosotros en la Eucaristía, por hacernos partícipes de tu vida divina.
Gracias por darnos el regalo tan grande que son nuestros sacerdotes, por enseñarnos a amar a
nuestros hermanos y a servirlos.

Perdón, Señor, por ser como Judas, ambicioso, porque solo buscamos nuestro beneficio
personal, por no estar atentos en las celebraciones de la Santa Misa, por no ser serviciales con
nuestros seres queridos, y por no dar testimonio de vida en nuestras comunidades, por eso te
pedimos perdón.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
Reflexiono a partir de estas preguntas:
1. ¿Cómo vivo la Eucaristía?
2. ¿Qué servicios concretos me está pidiendo Jesús en esta etapa de mi vida? ¿Estoy
disponible con libertad de corazón o me estoy resistiendo?
3. ¿Qué gestos concretos de amor humilde y servicial podría hacer hoy o en estos días para
aliviar el dolor de mis hermanos que sufren y para dar respuesta a sus necesidades?

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Vivamos con la fuerza del amor con el que el Señor Jesús se entregó a toda la humanidad, en
el servicio de hacer presente el Reino de Dios en la tierra, y en medio de la comunidad,
irradiando la fe y la esperanza en nuestra familia.
LECTIO DIVINA
“Nos mueve la esperanza en el

amor"
RECOPILACIÓN: HUGO MARTÍNEZ, PJ SDB

Contemplamos hoy la Cruz de Jesús con silencio emocionado y reverente, tratando de captar el
insondable misterio de amor y de dolor que se manifiesta en ella. A través del terrible
sufrimiento y la muerte del inocente Jesús, vislumbramos y acogemos agradecidos un don
inmerecido: la liberación del mal, el perdón de nuestros pecados.

Hoy tomamos conciencia de que, si bien sobre la Cruz permanecen los signos de la maldad
humana -una maldad que se sigue desencadenando en un mundo donde sigue habiendo
nuevos crucificados víctimas del egoísmo, la miseria, el terrorismo- lo que brilla con mayor
esplendor en ella no es el pecado del hombre ni la cólera de Dios, sino el amor de Dios que no
conoce medida.

Se trata de una fecha única y especial. La liturgia de este día hace memoria de la muerte de
Jesús. Para ello, primero proclama su Pasión. Después pide a la comunidad creyente dos
actitudes consecuentes con ese relato: una oración universal, católica, por toda la humanidad y
la adoración del leño de la Cruz donde fue clavado y murió. Luego, como no podía ser de otro
modo y a pesar de que hoy no hay eucaristía, todo se resuelve en la comunión con el cuerpo de
Cristo reservado ayer en la actualización de la Cena de despedida del Señor.

Así pues, la Cruz ocupa el centro de la escena en este día. Y no solo porque toca representar en
esta fecha el final trágico de Cristo, sino, sobre todo, porque la Cruz tiene la virtud de sintetizar su
vida entera y abrirnos al misterio de la fe. Curiosamente, sucede lo mismo con la última Cena.
Esta también posee el don de expresar el todo desde la parte en relación con el Nazareno. En
consecuencia, camino de Jesús, Cena y Calvario son misterios congruentes y convergentes.

La fe tiene sus coherencias y la liturgia nos permite saborearlas poco a poco haciendo de ellas
una hermosa memoria. Por un lado, el banquete de despedida resume simbólicamente la
trayectoria de Jesús al servicio del Reino de Dios y, al mismo tiempo, en lo símbolos, anticipa la
entrega definitiva del Nazareno en el Calvario. Por otro, lo que era resumen y anticipación
simbólica en la Cena, en la Cruz se hace realidad dramática o, sencillamente, se cumple
plenamente. A causa de este valor compendiador, con toda justicia, la Cruz se ha convertido en
la señal distintiva del cristiano.

Y de eso se trata, de que hagamos justicia a la Cruz y redescubramos el sentido que nos ofrece.
En este viernes santo no podemos ser ajenos a la situación que vive la humanidad a causa de la
pandemia provocada por el coronavirus. Sin duda es una forma “especial” de acercarnos al
misterio de la muerte del Señor y que nos puede dar algunas luces para actualizar su significado.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


TOMO MI BIBLIA Y LEO EL EVANGELIO DE JUAN 18,1—19,42. REALIZO UNA
LECTURA LENTA Y PAUSADA, TRATANDO DE SITUARME EN EL CONTEXTO
DE LO QUE ESTÁ NARRANDO EN EL PASAJE BÍBLICO.

MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS ES LA PROCLAMACIÓN DE SU REALEZA

El relato de la Pasión está estructurado de tal manera, que percibimos las etapas de una
progresiva entronización en el trono:
-Se comienza con el reconocimiento del título a propósito de la pregunta de Pilatos: “Sí, como
dices soy Rey” (19,38).
-Luego Jesús es irónicamente coronado con espinas (19,2).
-Enseguida Pilatos lo presenta al pueblo revestido con los arreos reales: “Aquí tienen al
hombre” (19,5).
-También de manera irónica el evangelista narra cómo Pilatos le cede el trono: “Mandó que
sacaran fuera a Jesús y lo sentó en tribunal” (19,13).
-Entonces se anuncia su constitución como Rey a todas las naciones (19,19).
-La inscripción colocada sobre la Cruz aparece en las tres lenguas más importantes del
momento: el latín –lengua de la política-, el griego –lengua de la cultura- y el hebreo –lengua de
la religión judía-
-Ante las protestas de los adversarios, Pilatos declara: “Lo escrito, escrito está” (19,22).
-Finalmente, Jesús es entronizado en la Cruz y es admirado en su realeza: la contemplación de
su costado atravesado por la lanza (19,31-37).
-Como epílogo, el Rey es colocado en su tálamo real con una unción que está a la par de su
inmensa dignidad (19,39-42).

La categoría de la realeza expresa siempre bien la idea de una mediación universal.


Asumiendo lo humano hasta sus extremas consecuencias, en la muerte y la sepultura, Jesús
puede ser el mediador de todos los hombres y ejercer el Señorío de Dios sobre el mundo.
LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS ES UNA “REVELACIÓN”

La muerte de Jesús es la “hora de la Gloria” en la cual Dios se manifiesta completamente al


mundo. Todo el camino histórico de la revelación llega a su cumplimiento: “Todo está
cumplido”.

El camino iniciado en la encarnación, “Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada (plantó su


tienda) entre nosotros” (1,14), logra su plenitud cuando en la Cruz se manifiesta que no
solamente Dios está entre nosotros sino también en función de nosotros. Entonces es la
realización de la razón de ser de la Encarnación. Entre otras cosas, el “plantar la tienda” alude a
una condición pasajera, de peregrinación, a un tener que partir de nuevo.

De esta manera en Jesús crucificado se revela el rostro de Dios y el rostro del hombre, al
tiempo que recibimos todo lo que necesitamos para vivir en plenitud accediendo a la vida
eterna que es propia de Dios.

Al servicio de esta comprensión aparecen algunos detalles propios de este evangelio, que vale
la pena observar:
-No aparecen las tinieblas que tan dramáticamente describen los otros evangelistas. Más bien
sucede lo contrario: la última hora mencionada en el relato es precisamente la de la mayor
irradiación de luz al mediodía (ver 19,14).
-El relato comienza en un huerto, lugar donde Jesús formaba a sus discípulos cuando estaba
en Jerusalén (19,1-2), y termina en un jardín, donde salen a la luz los discípulos ocultos (19,38-
39). El tema de la “vida”, con conexión con el “amor”, está acentuado.
-Entre la muerte y la sepultura de Jesús, se abre una nueva escena que da espacio a la
contemplación, por parte del discípulo amado, de los tres signos reveladores del sentido de la
muerte de Jesús (19,31-37).

La última, por ejemplo, el misterioso pasaje de Zacarías 12,10 (“Mirarán al que traspasaron”,
citada en Jn 19,37), es clave para comprender el significado último de la Pasión. Zacarías
hablaba proféticamente de un misterioso dolor de Dios, quien se sentía herido por la muerte
de un Rey-Pastor. Esta muerte es como un desgarramiento en el corazón de Dios, y de este
desgarramiento brota la posibilidad de una reconciliación entre Dios y su pueblo.

De esta forma concreta Juan quiere decirnos que la muerte de Cristo es revelación del amor de
Dios en el mundo. Y esta muerte-amor fundamenta la posibilidad de una vida nueva.

LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS ES EXALTACIÓN: LA CRUZ SE CONVIERTE EN


GLORIA

Con su habitual compenetración de planos, san Juan sabe ver contemplativamente la unidad
del misterio: el Jesús terreno es al mismo tiempo el Cristo glorioso. El crucificado traspasado
por la lanza es al mismo tiempo el Cristo Exaltado y Glorioso.

Jesús no muere entre lamentos, sino con un grito triunfal (“¡Todo está cumplido!”, 19,30). El
evangelista presenta la muerte a la luz de la resurrección y así el día de la muerte, que no
pierde el rigor de su luto, se vuelve luminoso porque sobre la Cruz se proyecta la gloria de la
Pascua.
Esto hay que observarlo de manera particular en el último instante de la Pasión. El evangelista
presenta el último suspiro de Jesús como una donación del Espíritu que invade al mundo (ver
19,30; de hecho, según el texto griego, más que un “expirar” de Jesús, se habla de una “entrega
del Espíritu”).

Enseguida el cuerpo herido de Jesús muerto y resucitado se convierte en Templo de la Nueva


Alianza. De Él brota el río de la vida que es el Espíritu Santo. Así lo anunció el mismo Jesús en
7,37-39: “De su seno correrán ríos de agua viva”. Jesús da su propia vida para que vivamos de
ella (ver todas las recurrencias de “agua” en este evangelio: el agua es el Espíritu, la misma
fuerza vital de Jesús ofrecida como don mesiánico).

La Pasión según san Juan nos enseña entonces que, si la muerte de Jesús no es sólo el morir de
un hombre, sino la revelación del amor de Dios en el mundo, ésta es ofrenda de vida para el
hombre, es un soplo del Espíritu. Lo que Jesús hará en la noche del Domingo de Pascua, en el
encuentro con los discípulos, cuando reencienda en ellos la alegría comunicándoles el
Espíritu, no será otra cosa que el fruto de esta muerte.

Bajo el soplo de este Espíritu la Victoria de la Pasión se inserta en nosotros. Bien decía H.
Newman: “Velar con el Crucificado es hacer memoria con ternura y lágrimas de su sufrimiento
por nosotros, es perderse en contemplación, atraídos por la grandeza del acontecimiento, es
renovar en nuestro ser la pasión y la agonía de Jesús”.
ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?

Señor Jesús, en este día en que recordamos tu Pasión y Muerte, ayúdanos a reconocer el
inmenso amor que nos tienes. Tú, Señor, entregaste tu vida por nuestra salvación, y nos has
señalado un sendero por recorrer: solo quien entrega, podrá recibir. Ayúdame a acoger el
inmenso don de tu amor, y a seguirte en el camino de la cruz, que es paso para la resurrección.
Amén.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
Reflexiono a partir de estas preguntas:
1. ¿Cómo ilumina mi vida el saber que Jesús entregó su vida por mí?
2. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
3. ¿Cuál es el compromiso que Jesús me pide, como muestra de mi gratitud por su amor?

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Escribo 3 acciones que llevaré a la práctica con las que demostraré mi gratitud a Jesús por su
inmenso amor y por haberme salvado.
LECTIO DIVINA

“Nos mueve la esperanza en la


VIDA / RESURRECCIÓN"
P. SERGIO MACIEL OCAMPOS, SDB

¡CRISTO VIVE!
Este grito es el aleluya en el oído de todos los cristianos. Es el acontecimiento más
importante en nuestras vidas de creyentes. Sin este acontecimiento no somos nada.

Dice la liturgia en el Misal Romano:

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA


Según antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor
(Ex 12, 42). Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc. 12, 35-37),
deben asemejarse a quienes, con las lámparas encendidas en sus manos,
esperan el retorno de su Señor, para que cuando llegue los encuentre en
vela y los invite a sentarse a su mesa.
La Vigilia de esta noche, que es la mayor y la más noble entre todas las
solemnidades, debe ser celebrada una sola vez en cada iglesia. Se
desarrolla de la siguiente manera: después del lucernario, o liturgia de la
luz, y del pregón pascual (que es la primera parte de la Vigilia), la santa
Iglesia, confiando en las palabras del Señor, medita y contempla las
maravillas que Dios, desde siempre, realizó por su pueblo (segunda parte
de la Vigilia o liturgia de la Palabra) hasta que, al acercarse el día de la
resurrección y acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el
bautismo (tercera parte de la Vigilia o liturgia bautismal), es invitada a la
mesa que el Señor ha preparado para su pueblo como memorial de su
muerte y resurrección hasta que él vuelva (cuarta parte de la Vigilia o
liturgia eucarística).
Toda la celebración de la Vigilia pascual debe hacerse durante la noche de
manera que no ha de empezar antes que oscurezca, y debe concluir antes
del amanecer del día domingo. La Misa de la Vigilia pascual, aunque se
celebre antes de la medianoche, es ya la Misa de Pascua del Domingo de
Resurrección.
Dicho esto, quiere decir que la Vigilia Pascual es la celebración más importante del año, la
culminación de la Semana Santa y el eje de toda la vida cristiana, hasta el punto de haber
sido denominada «madre de todas las vigilias». La resurrección de Jesús es dato básico de la
confesión de fe, comunicación de nueva vida e inauguración de nuevas relaciones con Dios.
Según la actual liturgia, el sábado es día de meditación y de reposo, de paz y de descanso,
sin misa ni comunión, con el altar desnudo.

Un poco de historia:
La Vigilia Pascual más antigua que se conoce es del siglo III. Hacia el año 215, según la
Tradición de Hipólito, el bautismo era celebrado, con la eucaristía, en la Vigilia Pascual. Esto
se generalizó en el siglo IV. A finales de este siglo algunas Iglesias introdujeron el lucernario
pascual, que finalmente se extendió a todas partes. A partir del siglo Xll se comenzó a
bendecir el fuego.

Ahora que vimos algunas generalidades, les invito a una actitud orante frente a tantas
maravillas y sorpresas que tiene esta hermosa y única celebración. Nos ponemos en
presencia de Dios y hacemos la señal de la Cruz.
INVOCACIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo,
toma mi inteligencia y mi corazón,
prepara mi vida para recibir
lo que Dios quiere decirme en su Palabra.
Que su mensaje de Amor y Vida
toque mi interior,
y llene mi corazón de su Verdad.
Que destruya las tinieblas y el egoísmo
que hay en mí.
Confío en la fuerza liberadora
de la Palabra de Dios,
en la luz de sus consejos
y en la alegría de su anuncio.
Haz que pueda encontrar hoy
un nuevo paso
para encarnar la Palabra
en el proyecto de mi vida.
Amén.
LECTURA

¿QUÉ DICE EL TEXTO?


LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN MARCOS 16, 1-8 PROPUESTO PARA
HOY, LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS, CON CALMA, DEJANDO QUE
CADA PALABRA PENETRE MI INTERIOR.

Con la noche del sábado se inicia el tercer día del triduo. La celebración tiene cuatro
partes:

a) La liturgia de la luz: Se desarrolla de noche, fuera del templo, en torno al cirio,


símbolo de Cristo, al que siguen los bautizados con sus luminarias encendidas. El
lucernario, o rito del fuego y de la luz, tiene su origen en la práctica judía y cristiana
primitivas de encender una lámpara a la llegada de la noche, junto con una bendición.
Los fieles, con los cirios apagados en la mano, son los «exiliados». Con el fuego se
enciende el cirio pascual, y con éste se encienden las velas que portan los fieles. El cirio
encendido evoca la resurrección de Cristo. Dentro del templo se proclama el pregón
pascual, canto de esperanza y de triunfo.

b) La liturgia de la palabra: En esta segunda parte se describe la historia de la salvación.


Son fundamentales las lecturas del Génesis (creación), Éxodo (liberación de Egipto),
Profetas (habrá una nueva liberación) y Evangelio (proclama de la resurrección). Todo
gravita o se centra en torno a la Pascua del Señor.

c) La liturgia del agua: La tercera parte celebra el nuevo nacimiento. Se desarrolla


especialmente cuando hay bautismos, sobre todo de adultos. Las promesas bautismales
se renuevan estando todos de pie, con los cirios encendidos, mediante un diálogo que
concluye con la aspersión.

d) La liturgia eucarística: La eucaristía es la cumbre de la vigilia. Los recién bautizados


participan activamente en la oración universal, procesión de ofrendas y comunión. Se
procede a preparar solemnemente la mesa La anáfora debiera ser nueva cada año. La
eucaristía pascual anuncia solemnemente la muerte del Señor y proclama su
resurrección en la espera de su venida.
MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
Vamos a profundizar en el sentido de cada una de las partes porque esta noche la riqueza de los
símbolos que van apareciendo gradualmente nos ayudan a percibir la grandeza del mensaje
pascual:

El FUEGO nuevo que brilla en el cirio pascual nos recuerda la columna de fuego que acompañó
el caminar nocturno del pueblo de Dios en su éxodo, es el símbolo de Jesús “luz del mundo” y
del fuego encendido por el Resucitado en los corazones.

El GLORIA, antiguo himno celebrativo de Cristo, cuya alusión a las palabras del ángel en la noche
de la navidad evoca en esta otra noche el sentido pascual de la encarnación y nacimiento del
Mesías.

El ALELUYA pascual, el himno de los redimidos, cantar de los peregrinos que han emprendido la
ruta hacia la patria definitiva.

El AGUA regeneradora, signo de la vida nueva en Jesús “fuente de vida”. Renovando nuestra
profesión de fe bautismal, declaramos que adherimos a su vida nueva, entrando en comunión
con Él.

El BANQUETE pascual que celebramos en la liturgia eucarística, comida del y con el Resucitado.
De hecho, la Resurrección de Jesús alcanza su sentido pleno en nosotros cuando lo comulgamos
en la Eucaristía, el sacramento pascual por excelencia, poniéndole fin al ayuno cuaresmal.

Y en medio de esta espera vigilante, LA PALABRA DE DIOS –Palabra creadora y salvífica- va


diseñando un itinerario digno de ser vivido paso a paso.

Una vez que hemos cantado el Pregón Pascual, nos sentamos para escuchar nueve lecturas, siete
del Antiguo y dos del Nuevo Testamento. El Templo sigue parcialmente a oscuras –con el Cirio
Pascual en lugar destacado- porque hacemos la escucha de la Palabra simbólicamente a la luz de
Cristo Resucitado, centro del cosmos y de la historia. Ahora la luz es la Palabra, signo concreto de la
presencia del Resucitado.

De esta forma recorremos emocionados el camino pascual de la Palabra, la cual traza un arco entre
la primera creación y la nueva y definitiva creación en la Resurrección de Jesús, pasando entretanto
por los principales acontecimientos de la historia de la salvación. En este marco histórico
comprendemos también el alcance y el significado de las antiguas palabras proféticas.

En fin, cada acontecimiento y cada palabra de Dios en la historia humana, quiere expresar el amor
misericordioso de Dios por nosotros, su deseo de hacernos participar en la vida de su Hijo,
haciéndonos pasar de la noche y de la oscuridad de la muerte a la luz de la vida.

Es así como contemplamos, paso a paso, todo lo que Dios ha caminado con su pueblo para realizar
su plan de hacernos a toda una sola realidad en Jesús Resucitado, en quien, como dice un Padre de
la Iglesia: “Las cosas divididas se reunieron y las discordantes se aplacaron… la misericordia divina
reunió desde todos los lugares, los fragmentos y los fundió en el fuego de su amor, restituyéndoles
su unidad primera”.
ORACIÓN
¿QUÉ LE DIGO YO A JESÚS?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero.

“¿Por qué lloran al Incorruptible como si hubiese caído en la corrupción?


Vayan y anuncien a sus discípulos: Cristo ha resucitado entre los muertos.
Mujeres evangelistas, levántense, dejen la visión y vayan a anunciar a Sión:
Recibe el anuncio de la alegría: Cristo ha resucitado.
Alégrate, danza, exulta Jerusalén
y contempla a Cristo tu Rey que sale del sepulcro como un Esposo”

(De los Estikirás, canto de Pascua de la Iglesia Oriental)

Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas


intenciones de oración.

CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO?
1. ¿Cómo se coordinan los símbolos y signos de esta noche con mi fe en la resurrección?
2. ¿Qué proceso estoy invitado a vivir?
3. ¿Qué pasos hay que dar para llegar a la fe pascual?
4. Proclamamos la Resurrección de Jesús, pero a veces nos comportamos como si no lo
hubiera hecho. ¿Cuáles son las formas inapropiadas de buscar a Jesús resucitado que
tenemos hoy? ¿En qué circunstancias trato a Jesús como a un difunto y no como al “Señor
Viviente”?

ACCIÓN
¿A QUÉ ME COMPROMETO?
Vida pascual es, para Cristo y para nosotros, novedad de vida, libertad interior, claridad en nuestra
lucha contra el mal y el pecado, alegría y esperanza en nuestra visión de la historia, energía y
dinamismo, entrega por los demás...

En un mundo lleno de noticias poco optimistas, los cristianos recibimos en esta noche una inyección
de ánimos y de esperanza, y somos invitados a despertar a una vida renovada, de modo que
podamos ser testigos del Cristo Glorioso, contribuyendo a la construcción del mundo nuevo que él
inauguró. El mismo Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos, quiere resucitarnos a cada
uno de nosotros y a la comunidad cristiana y a toda la humanidad a una vida nueva, la vida pascual.

Hoy voy a demostrar mi cambio de actitud, para que los demás viendo lo que realizo, puedan creer.
Mi agradecimiento por creer en Jesús, se manifiesta con llevar la esperanza cristiana a los demás,
especialmente a los que sufren. Visitaré personas que me recuerden a Cristo, y daré testimonio de la
esperanza.
FUENTES:
Misal Romano.
Casiano Floristán. De domingo a domingo. El Evangelio en los tres ciclos litúrgicos. Sal
Terrae. Santander, 1993. Pág. 61-73.
Aleteia.
José Aldazábal. Misa Dominical 1993, 6.
P. Fidel Oñoro. Lectio Divina. Sábado Santo: La Noche Santa.

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