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Medicina Prepaga
Medicina Prepaga
EL DERECHO A LA SALUD:
Este contrato puede definirse como aquel en virtud del cual una empresa de medicina
prepaga asume una prestación de servicios de salud (por sí, o a través de terceros) en favor de
una persona o grupo de personas a cambio de un pago periódico, mensual y consecutivo de
una suma de dinero. De este modo. El usuario o beneficiario adhiere a cláusulas generales
predispuestas por la empresa de medicina prepaga. [1]
El CCYCN define los contratos en general en su Art. 957, donde expresa que “"Contrato es el
acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear,
regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales", luego, el Art. 984
del CCyCN define a los contratos celebrados por adhesión: “El contrato por adhesión es
aquel mediante el cual uno de los contratantes adhiere a cláusulas generales predispuestas
unilateralmente, por la otra parte o por un tercero, sin que el adherente haya participado en su
redacción.”
El artículo 3 de la ley N° 24240 (Ley de Defensa del Consumidor, en adelante,
“LDC”) y en el mismo sentido del Art. 1092 del CCyCN rezan que:” La relación de
consumo es el vínculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario” Así, se
considera consumidor a la persona humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita
u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo
familiar o social”[2].
La ley 26682 alude solamente a las empresas prepagas, quedan excluidas las
cooperativas y mutuales asociaciones civiles y fundaciones y obras sociales sindicales.
Con el decreto reglamentario 1993/ 2011 cambió el sentido de la norma e incluye a las obras
sociales, cooperativas, mutuales, asociaciones civiles y fundaciones. Al incorporar a las
cooperativas, mutuales, asociaciones civiles, que la ley había excluido en el Art 1 creemos
que la norma perdió coherencia, ya que estas son diferentes de las empresas de medicina
prepaga, que poseen en el lucro su esencia lo cual no está en ls esencia de las demás
instituciones (fundaciones, obras sociales, mutuales etc) y respecto de las obras sociales, se
trata de corporaciones con aporte obrero, empresarial y del estado.
De tal definición se considera al contrato de medicina prepaga tiene por objeto brindar
al usuario prestaciones de prevención, protección, tratamiento y rehabilitación de la
salud humana.
En cuanto a los contratos que serán utilizados a los fines de prestar los servicios
de medicina prepaga en todos los casos deben encontrarse autorizados por la Autoridad
de Aplicación.
Como todos los contratos en general, los de medicina prepaga pueden ser rescindidos tanto
por la empresa que presta el servicio de cobertura médica como por el afiliado.
En el caso de este último para que el contrato pueda quedar rescindido según el artículo 9 de
la ley 26682 los usuarios pueden rescindir el contrato en cualquier momento sin
penalidad alguna y deberá notificar fehacientemente esa decisión a la empresa con
treinta días de anticipación, pero solamente puede ser ejercido una vez por año ya que
de lo contrario se considerará abusivo.
Cabe aclarar que los contratos de medicina prepaga hacen una gran diferencia entre
los ancianos existentes en la medicina prepaga y los nuevos adherentes.
En cuanto a los usuarios mayores de 65 años que tengan una antigüedad mayor a 10 años la
ley dice que no se le puede aplicar un aumento en razón de su edad. Estos 10 años deben ser
en forma continua la misma entidad comprendida.
Respecto a los ancianos nuevos en el sistema creemos que son discriminados por el sistema
ya que siguen el Art 12 de la ley 26682 "En el caso de las personas mayores de sesenta y
cinco (65) años, la Autoridad de Aplicación debe definir los porcentajes de aumento de
costos según riesgo para los distintos rangos etarios"
Consideramos que si la autoridad de aplicación aprueba planes especiales para las franjas
estarías el estado estaría realizando una discriminación inconstitucional. Si estas personas
ancianas o enfermas de alto costo recurren a las empresas prepagadas es porque el estado
omite las prestaciones esenciales y de calidad que debería prestar.
CLAUSULAS ABUSIVAS
Cuando esas actitudes ilegítimas se dan a través del mismo contrato, hablamos
de cláusulas abusivas, pero cuando se manifiestan por medio de otros comportamientos
del principal, estamos ante lo que se ha dado en llamar las prácticas abusivas.
Las prácticas abusivas pueden consistir en el ejercicio de las cláusulas abusivas, pero no
es indispensable que así ocurra. Se pueden dar a partir de cláusulas que ab initio no
pueden ser tildadas de abusivas o, incluso, ejerciendo derechos consagrados
legislativamente.”
Ante la presencia de estas actitudes en los contratos se aplicará la regulación de las cláusulas
abusivas que nuestro derecho establece, en virtud del artículo 1117 del CCCN que expresa
“Normas aplicables. Se aplican en este Capítulo lo dispuesto por las leyes especiales y los
artículos 985, 986, 987 y 988, existan o no cláusulas generales predispuestas por una de las
partes”.
Artículo 988 CCCN: “Cláusulas abusivas. En los contratos previstos en esta sección,
se deben tener por no escritas:
b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o
amplíen los derechos de la otra parte”.
Una vez establecido el carácter abusivo de una cláusula, la sanción será la nulidad
parcial de la misma. Esto se puede explicar por dos razones fundamentales, porque existe el
Principio de conservación del contrato y por la necesidad de proteger al consumidor de
las posibles consecuencias perjudiciales que le podría generar la nulidad total del
contrato.
Sin embargo, es necesario aclarar que la cláusula abusiva debe ser separable de las
demás, caso contrario la nulidad se extenderá a todo el contrato imposibilitando la
nulidad parcial.
Asimismo, debe establecerse por ley que las cláusulas que impliquen limitación de
derechos del consumidor, deberán ser redactadas en forma destacada, permitiendo su
inmediata y fácil comprensión. Que la cláusula resolutoria del contrato sólo sea
admisible cuando esté prevista para ambas partes o sólo a favor del consumidor.
Todas las personas físicas o jurídicas, de naturaleza pública y privada, que presten servicios o
comercialicen bienes a consumidores o usuarios mediante la celebración de contratos de
adhesión, deben publicar en su sitio web un ejemplar del modelo de contrato a
suscribir..." Asimismo la ley 26.882 que establece el Marco Regulatorio de la Medicina
Prepaga.
· En relación con aquellos contratos de consumo que tengan por objeto la prestación de
servicios de medicina prepaga
a.3) los cambios obedezcan a la incorporación de servicios y/o tecnologías y/o prestaciones, y
a.8) se prevea que el usuario sea notificado con una anticipación no inferior a sesenta días
(respecto de la entrada en vigencia de la modificación) dándosele la posibilidad, en caso de
no desear aceptarla, de rescindir el contrato sin costo alguno. (Por resolución de la Secretaría
de Comercio Interior 175/2007, de fecha 26 de septiembre de 2007, el plazo de sesenta días
fue disminuido a TREINTA días.)
Vale la pena comentar que, conforme la normativa vigente hasta el dictado de la presente
resolución, la modificación unilateral del contrato por parte del proveedor se consideraba
“cláusula abusiva” sin excepción alguna. Si bien se ha invocado la posibilidad de la
Autoridad Administrativa de determinar casos de excepción en los que la posibilidad de la
modificación unilateral del contrato no sea considerada “cláusula abusiva”, es claro que, en
cada caso concreto, existirá siempre la posibilidad de discutir la legalidad de tales cláusulas
(y de las normas comentadas), correspondiendo la decisión definitiva al Poder Judicial.
b) las que autoricen al proveedor a rescindir sin causa el contrato sin que medie
incumplimiento del consumidor;
La normativa anterior permitía la rescisión sin causa siendo suficiente una notificación con
anticipación razonable teniendo en cuenta la naturaleza y características del objeto de
contrato
c.1) que el consumidor acceda a uno de los planes ofrecidos por el proveedor, mediante el
pago del precio establecido para el mismo;
c.3) el consumidor haya sido beneficiario de los servicios por un período determinado (que
no podrá ser superior a dos años);
c.4) se establezca un plazo (que no podrá ser inferior a treinta días) para que el consumidor
notifique al proveedor el ejercicio de la opción para contratar directamente un plan
determinado;
La ley 24455 estableció el PMO (programa médico obligatorio) por el cual las
medicinas prepagas al igual que las obras sociales deberán prestar cobertura de los
tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos de enfermedades terminales,
embarazos y partos de los adherentes, siendo su cobertura total y por el tiempo del
establecimiento del paciente.
El argumento utilizado por las empresas como fundamento de incluir cláusulas de este tipo es
el aumento en el uso de los servicios a medida que aumenta la edad de los pacientes, lo cual
consecuentemente trae aparejado un incremento en los costos.
Dicho argumento carece de validez ya que, al momento de celebrar un contrato, la
empresa debe tener en cuenta ese riesgo que forma parte, y el mismo se supone previsto
al momento de contratar, cuando la empresa evalúa los costos del servicio.
Por otro lado, han existido también cláusulas que afectan el cumplimiento de la
empresa prestadora de servicios. Puede ocurrir que, a través de una modificación
unilateral del reglamento que rige los derechos y obligaciones de las partes, se
establezca la alteración o supresión de coberturas o beneficios. Esto sucede
frecuentemente ya que en general, la empresa se reserva la facultad de modificar total o
parcialmente el contenido de los planes de asistencia, sin necesidad de aprobación por
parte del usuario.
Se han presentado casos en los cuales los beneficiarios fueron dados de baja por haber
omitido informar el padecimiento de una enfermedad preexistente.
Conclusión.
El sistema de medicina prepaga en la Argentina constituye un sector muy
significativo, tanto en términos económicos como sanitarios los usuarios se encontraron
severamente desprotegidos frente a los abusos de las empresas. Exclusiones arbitrarias,
rescisiones unilaterales, aumentos injustificados de cuotas, entre otros aspectos que ya
se han mencionado, constituyeron prácticas frecuentes de los proveedores de estos
servicios. Ello obligó a los usuarios en un importante número de casos a acudir a los
tribunales en busca del reconocimiento y ejecución de sus derechos.