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VULVITIS
VULVITIS
La vulva es la zona situada alrededor de la abertura de la vagina que contiene los órganos
genitales externos femeninos.
Causas de la vulvitis
La vulvitis puede ser consecuencia de
En las niñas, las infecciones de la vagina también pueden afectar a la vulva. Estas
infecciones pueden deberse a bacterias provenientes del ano o a otras bacterias.
Síntomas de la vulvitis
La vulvitis causa prurito, dolor y enrojecimiento. En raras ocasiones, los pliegues de la piel
(labios) alrededor de la vagina y los orificios uretrales pueden adherirse entre sí. La vulvitis
crónica puede ocasionar la aparición de placas dolorosas, escamosas, engrosadas o
blanquecinas en la vulva.
Diagnóstico de la vulvitis
Evaluación médica
Tratamiento de la vulvitis
Medidas generales
Hidrocortisona o estrógenos en forma de crema
Se pueden ensayar diversos tratamientos. Entre estos factores se incluyen los siguientes
Si una vulvitis crónica no responde al tratamiento, por lo general se realiza una biopsia para
detectar la causa, incluyendo trastornos de la piel de la vulva (distrofias vulvares,
como liquen escleroso o hiperplasia de células escamosas) y cáncer.
Descripción general
Cáncer de vulva
El cáncer vulvar es un tipo de cáncer que afecta la superficie externa de los
genitales femeninos. La vulva es el área de piel que rodea la uretra y la vagina,
y comprende el clítoris y los labios.
Síntomas
Los signos y síntomas del cáncer vulvar pueden comprender los siguientes:
Dolor y sensibilidad
Causas
En general, los médicos saben que el cáncer comienza cuando una célula
produce mutaciones en el ADN. Estas mutaciones permiten que la célula
crezca y se divida con rapidez. La célula y el producto de las divisiones
continúan viviendo cuando otras células normales morirían. Las células
acumuladas forman un tumor que puede ser canceroso y que invade los tejidos
cercanos y se propaga a otras partes el cuerpo.
Tipos de cáncer vulvar
Factores de riesgo
Edad avanzada. El riesgo de padecer cáncer vulvar aumenta con los años,
aunque se puede padecer a cualquier edad. La edad promedio del diagnóstico es
65 años.
Prevención
Reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual
Cervicitis
Los hallazgos del examen pueden incluir flujo purulento o secreción mucopurulenta,
friabilidad cervical (p. ej., sangrado después de tocar el cuello uterino con un hisopo) y
eritema y edema cervical.
Cervicitis mucopurulenta
Con autorización del editor. Tomado de Goldfarb A. En Atlas of Clinical Gynecology:
Pediatric and Adolescent Gynecology . Publicado por M Stenchever (editor) y AF Goldfarb.
Philadelphia, Current Medicine, 1998.
Diagnóstico
Signos clínicos
Los hallazgos que sugieren una causa específica u otros trastornos incluyen los siguientes:
Las mujeres deben ser evaluadas clínicamente para EPI (ver Enfermedad pelviana
inflamatoria (EPI) : Diagnóstico) y se deben efectuar pruebas para la infección por clamidia
(ver Infecciones en mucosas por clamidias, micoplasmas y ureaplasmas : Diagnóstico) y
gonorrea (p. ej., con PCR o cultivo-ver Gonorrea : Diagnóstico), vaginosis bacteriana
(ver Vaginosis bacteriana : Diagnóstico), y tricomoniasis (ver Tricomoniasis : Diagnóstico).
Tratamiento
Tratamiento usualmente empírico para la infección por clamidia y gonorrea
En la primera visita, la mayoría de las mujeres con cervicitis aguda deben ser tratadas
empíricamente para la infección por clamidia, sobre todo si tienen factores de riesgo para
enfermedades de transmisión sexual (p. ej., edad <25, nuevas o múltiples parejas
sexuales, sexo sin protección) o si el seguimiento no se puede asegurar . Las mujeres
también deben ser tratadas empíricamente para la gonorrea si tienen factores de riesgo
para enfermedades de transmisión sexual, si la prevalencia local es alta (p. ej.,> 5%), o si
el seguimiento no se puede asegurar.
Infección por clamidia: azitromicina 1 g por vía oral una sola vez o con 100 mg de
doxiciclina 2 veces al día, por vía oral, durante 7 días
Gonorrea: ceftriaxona 250 mg IM una vez más la azitromicina 1 g por vía oral una
vez (debido a la resistencia emergente de N. gonorrhoeaea las cefalosporinas)
Una vez que la causa o las causas se identifican sobre la base de los resultados de las
pruebas microbiológicas, el tratamiento posterior se ajusta en consecuencia.
Todas las mujeres con infección por clamidia o gonorrea confirmada deben realizar
pruebas entre 3 y 6 meses después del tratamiento porque la reinfección es común.
Conceptos clave
La cervicitis aguda es generalmente causada por una ETS y puede presagiar una
enfermedad pelviana inflamatoria (EPI).
Endometrtis
a endometritis puerperal es la infección uterina, típicamente causada por
bacterias ascendentes desde el aparato genital inferior o el tracto
urogenital. Los síntomas son dolor uterino espontáneo, dolor pelviano o
abdominal, fiebre, malestar general y, a veces, flujo. El diagnóstico es
clínico, rara vez se realizan cultivos. El tratamiento se realiza con
antibióticos de amplio espectro (p. ej., clindamicina más gentamicina).
Etiología
La endometritis puede aparecer después de una corioamnionitis durante el trabajo de parto
o en el posparto. Los trastornos predisponentes incluyen
Cesárea
Hemorragia posparto
Anemia
Vaginosis bacteriana
Las infecciones tienden a ser polimicrobianas; los patógenos más comunes son
Rara vez pueden aparecer peritonitis, abscesos pelvianos o tromboflebitis pelviana (con
riesgo de embolia pulmonar). Muy rara vez, puede producirse un shock séptico y sus
consecuencias, incluida la muerte.
Signos y síntomas
En general, los primeros síntomas son dolor abdominal bajo y dolor uterino a la palpación,
seguidos de fiebre (dentro de las primeras 24 a 72 h posparto). Los escalofríos, las
cefaleas, el malestar general y la anorexia son comunes. A veces, el único síntoma es
fiebre leve.
El absceso pelviano puede manifestarse como una masa palpable separada y adyacente
al útero.
Diagnóstico
Evaluación clínica
En general, estudios para excluir otras causas (p. ej., análisis y cultivo de orina)
El diagnóstico dentro de las 24 h del parto se basa en los hallazgos clínicos de dolor
espontáneo y a la palpación, y de una temperatura > 38°C.
Después de las primeras 24 h, debe presumirse una endometritis si no hay otras causas
evidentes en pacientes con una temperatura ≥ 38°C en 2 días sucesivos. Otras causas de
fiebre y síntomas abdominales bajos incluyen infecciones uterinarias, una infección de la
herida, una tromboflebitis séptica pelviana y una infección perineal. A menudo, el dolor
uterino es difícil de distinguir del dolor de la cicatriz en pacientes con una cesárea.
Los pacientes con fiebre leve y sin dolor abdominal deben ser evaluadas en busca de otras
causas ocultas, como atelectasias, ingurgitación o infección mamaria, infección urinaria o
tromboflebitis en las piernas. La fiebre por ingurgitación mamaria tiende a
permanecer ≤ 39°C. Si la temperatura se eleva abruptamente después de 2 o 3 días de
una fiebre leve, es probable que la causa sea una infección en lugar de una ingurgitación
mamaria.
Rara vez se indican cultivos endometriales, porque las muestras recogidas a través del
cuello uterino casi siempre están contaminadas por la flora vaginal y cervical. Sólo deben
realizarse cultivos endometriales cuando la endometritis es refractaria a los regímenes
antibióticos de rutina y no hay otra causa evidente de infección; se usan técnicas estériles
con un espéculo para evitar la contaminación vaginal, y la muestra se envía para cultivos
de aerobios y anaerobios.
Los cultivos de sangre rara vez están indicados y sólo deben realizarse cuando la
endometritis es refractaria a los regímenes antibióticos de rutina o si los hallazgos clínicos
sugieren septicemia.
Perlas Y Errores
Si el tratamiento adecuado de la endometritis puerperal no da lugar a
una tendencia a la baja de los picos febriles después de 48 a 72 horas,
considerar absceso pélvico y, sobre todo si no hay un absceso evidente en
las imágenes, en una tromboflebitis pélvica séptica.
Tratamiento
Clindamicina más gentamicina, con o sin ampicilina
Prevención
Prevenir o minimizar los factores predisponentes es esencial. Debe alentarse el lavado de
manos apropiado. El parto por vía vaginal no puede ser estéril, pero deben usarse las
técnicas asépticas.
Conceptos clave
La endometritis puerperal es más común después del parto por cesárea, en
especial si no es programado.
Tratar sobre la base de los hallazgos clínicos (p. ej., dolor posparto, sensibilidad
uterina o fiebre inexplicable), utilizando antibióticos de amplio espectro.
Endometriosis
Causas
No se conocen las causas exactas de la endometriosis pero, según los
especialistas, una de las opciones por las que se puede producir es que,
cuando una mujer tiene el periodo, se desarrolla un flujo retrógrado por
el que las células, a través de las Trompas de Falopio, pueden regresar a
la pelvis.
Una vez que se encuentran allí, se fijan y se multiplican causando la
endometriosis. En relación con esta causa, algunos investigadores
aseguran que puede deberse a fallos en el sistema inmunitario de las
mujeres, aunque es una hipótesis que se encuentra en vías de
investigación.
La endometriosis es una patología que, en algunos casos,
resulta hereditaria, es decir, puede transmitirse de madres a hijas y
comienza, probablemente, cuando la mujer comienza a tener los periodos
menstruales.
Existen, además, factores de riesgo, que aumentan las probabilidades de
padecer esta afección:
La paciente tiene una madre o una hermana que padezca esta
enfermedad o nunca ha tenido hijos.
El comienzo de los periodos menstruales se ha producido a
una edad temprana y éstos se caracterizan por ser frecuentes y/o duran
siete días o más.
Tener el himen cerrado también puede bloquear el flujo menstrual
durante el periodo.
Síntomas
Las manifestaciones de esta enfermedad se dividen en cuatro grupos:
Dolor menstrual (dismenorrea): es uno de los síntomas
principales en esta afección y aparece unos meses después del primer
periodo menstrual.
Este dolor aumenta progresivamente con el paso del tiempo y suele
deberse a la formación de las prostaglandinas, que son las causantes
de fuertes contracciones uterinas.
Dolor en las relaciones sexuales (dispareunia): debido a la
penetración vaginal se puede llegar a presionar algunas zonas que estén
afectadas por endometriosis, tales como los ovarios, el techo vaginal o los
ligamentos uterosacros.
Sangrado uterino anómalo: en muchos casos no se producen
sangrados anormales fuera de los ciclos pero, en algunos casos, éstos se
pueden ver alterados y generar sangrados fuera de los periodos.
Problemas reproductivos: éstos no resultan frecuentes pero, en
algunas mujeres, se puede producir esterilidad o infertilidad y resultan
ser patologías que permiten diagnosticar la endometriosis.
Esta infertilidad puede verse provocada por una inflamación en el
abdomen que impida la unión del ovulo con el espermatozoide
o elementos que puedan entorpecer el movimiento normal de las
trompas o la ovulación, tales como las adherencias o tejido en los ovarios.
Las mujeres que padecen esta afección cuentan con un mayor riesgo de
sufrir abortos, un problema que disminuye cuando la enfermedad ha sido
curada.
Prevención
No existen medidas preventivas concretas que puedan evitar el
desarrollo de la endometriosis, pero el tratamiento
con anticonceptivos puede ayudar a evitar o a retardar dicha patología.
Tipos
Dentro de la clasificación de endometriosis, se encuentran tres tipos:
Endometriosis peritoneal: este tipo presenta lesiones
superficiales en los ovarios o en la serosa peritoneal aunque, de forma
infrecuente, también se pueden formar lesiones rojas o lesiones
vesiculares o blancas que incluyen áreas de fibrosis y cicatrización.
Endometriosis ovárica: este tipo de quistes que contienen un
fluido espeso suelen formar adherencias con el peritoneo de la fosa
ovárica, las trompas y el intestino.
Endometriosis profunda: esta es la forma más severa de la
patología y en ella se forman nódulos que afectan, sobre todo, a la zona
de los ligamentos útero-sacros aunque puede llegar a los uréteres, el
intestino y la vejiga.
Diagnóstico
Para detectar la enfermedad, los especialistas cuentan con varios
procedimientos. En primer lugar, se llevará a cabo un examen físico que
incluirá la pelvis para poder detectar la presencia de tejidos en las zonas
externas al útero.
Además, existen dos exámenes que se realizan con el fin de llegar a un
diagnóstico más exacto de la afección:
Ecografía transvaginal: se emplea con el propósito de examinar
los órganos genitalesla mujer, incluyendo el útero, los ovarios y el cuello
uterino. La sonda para realizar la ecografía se colocará dentro de la
vagina.
Laparoscopia pélvica: este procedimiento permite al especialista
visualizar directamente el contenido del abdomen y de la pelvis del
paciente.
Tratamientos
El tratamiento que se aplica a esta afección dependerá de los
síntomas que presente la paciente, de la voluntad de quedarse
embarazada, de la edad y de la extensión de la enfermedad, lo que hace
que cada caso deba tratarse de forma individual.
Las opciones terapéuticas hacen desaparecer los síntomas en la mayoría
de los casos y engloban terapia hormonal, analgesia (tratamiento para
erradicar el dolor) y métodos quirúrgicos.
En lo que respecta a los analgésicos, los especialistas recomiendan llevar
a cabo técnicas de relajación, para manejar el dolor, y tratamiento
con analgésicos de venta libre (como el paracetamol) o con prescripción
médica.
Además, los exámenes periódicos resultan necesarios para comprobar el
desarrollo de la afección.
En cuanto a la terapia con hormonas, se suelen recomendar tratamiento
con anticonceptivos, inyecciones de progesterona, que ayudan a
evitar el desarrollo de los tumores u otros medicamentos que impidan que
los ovarios produzcan estrógenos.
Por último, las técnicas que se emplean desde el punto de vista de la
cirugía se reducen a:
Laparoscopia: que puede eliminar áreas de endometriosis y tejido
cicatricial.
Laparotomía: que consiste en una incisión en el abdomen para
extraer las áreas de endometriosis.
Histerectomía: es la cirugía más invasiva ya que extirpa el útero,
las trompas y los ovarios. Este tipo de tratamiento solo se aplicará en el
caso de que la paciente tenga síntomas graves y no desee tener hijos en
el futuro.
Otros datos
La endometriosis puede ser un impedimento para quedarse
embarazada. Pero, en la mayoría de las mujeres, los síntomas son leves
y, por tanto, este problema no les afecta.
En estos casos, el tratamiento que conlleva la laparoscopia y que elimina
los tumores y el tejido cicatricial puede ayudar a mejorar las
probabilidades de quedarse embarazada.
Otras complicaciones que puede provocar esta afección puede ser dolor
pélvico intensoque impida la normal realización de actividades sociales y
laborales o quistes que puedan romperse.
En este último caso, el tejido liberado en la endometriosis puede provocar
obstrucciones en los intestinos o las vías urinarias.
Ca de cérvix
Descripción general
Cáncer cervical
El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se produce en las células
del cuello del útero (la parte baja del útero que se conecta con la vagina).
Varias cepas del virus del papiloma humano (VPH), una infección de
transmisión sexual, tienen un rol importante en la aparición de la mayoría de los
tipos de cáncer de cuello uterino.
Síntomas
Los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino en una fase más avanzada
incluyen los siguientes:
Secreción vaginal líquida y sanguinolenta que puede ser espesa y tener mal
olor
Pide una consulta con tu médico si tienes signos o síntomas que te preocupan.
Causas
Factores de riesgo
Prevención
Para reducir el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino:
No fumes.
https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/ginecolog%C3%ADa-y-
obstetricia/atenci%C3%B3n-posparto-y-trastornos-asociados/endometritis-puerperal
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/vulvar-cancer/symptoms-causes/syc-
20368051
https://www.msdmanuals.com/es-ec/hogar/salud-femenina/infecciones-vaginales-y-
enfermedad-inflamatoria-p%C3%A9lvica/vulvitis
https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/ginecolog%C3%ADa-y-obstetricia/vaginitis,-
cervicitis-y-enfermedad-pelviana-inflamatoria-epi/cervicitis
Hepatitis b
Datos y cifras
La hepatitis B es una infección vírica del hígado que puede
dar lugar tanto a un cuadro agudo como a una enfermedad
crónica.
El virus se transmite por contacto con la sangre u otros
líquidos corporales de una persona infectada.
Se estima que hay 257 millones de personas con infección
crónica por el virus de la hepatitis B (definidas como
positivas al antígeno superficial del virus de la hepatitis B).
En 2015, la hepatitis B ocasionó 887 000 muertes, la gran
mayoría debido a sus complicaciones (incluida la cirrosis y
el carcinoma hepatocelular).
La hepatitis B representa un importante riesgo laboral para
los profesionales sanitarios.
La hepatitis B es prevenible con la vacuna actualmente
disponible, que es segura y eficaz.
La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de
la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial.
Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y
cáncer hepático.
Desde 1982 se dispone de una vacuna contra la hepatitis B con una eficacia
del 95% en la prevención de la infección y la aparición de una enfermedad
crónica y cáncer de hígado debido a la hepatitis B.
Distribución geográfica
La máxima prevalencia de la hepatitis B se registra en las regiones de la OMS
del Pacífico Occidental y de África, en las que el 6,2% y el 6,1% de la población
adulta, respectivamente, está infectada.
En las regiones de la OMS del Mediterráneo Oriental, de Asia Sudoriental y de
Europa se calcula que, un 3,3%, un 2,0% y un 1,6% de la población,
respectivamente, padece infección. En la región de la OMS de las Américas, el
porcentaje de personas con hepatitis B es del 0,7.
Transmisión
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos
siete días. En ese periodo todavía puede causar infección si penetra en el
organismo de una persona no protegida por la vacuna. El periodo medio de
incubación de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y 180
días. El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días después de la infección,
puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.
Síntomas
La mayor parte de los afectados no experimentan síntomas durante la fase de
infección aguda, aunque algunas personas presentan un cuadro agudo con
síntomas que duran varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel
y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor
abdominal. Un pequeño grupo de personas con hepatitis aguda puede sufrir
insuficiencia hepática aguda, que puede provocar la muerte.
En los adultos:
Diagnóstico
Las manifestaciones clínicas no permiten diferenciar la hepatitis B de la
hepatitis causada por otros agentes virales y, consiguientemente, es esencial la
confirmación del diagnóstico en laboratorio. Se dispone de algunas pruebas de
sangre para diagnosticar la hepatitis B y hacer el seguimiento de los pacientes.
Mediante esas pruebas se pueden distinguir las infecciones agudas y las
crónicas.
El diagnóstico de laboratorio de la hepatitis B se centra en la detección del
antígeno superficial del virus de la hepatitis B (HBsAg). La OMS recomienda
que se analicen todas las donaciones de sangre para detectar la infección,
garantizar la seguridad de la sangre y evitar la transmisión accidental del virus
a los receptores.
Tratamiento
No hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Por tanto, la
atención se centra en mantener el bienestar y un equilibrio nutricional
adecuado, especialmente la reposición de los líquidos perdidos por los vómitos
y la diarrea.
La infección crónica por el virus de la hepatitis B puede tratarse con
medicamentos, en particular agentes antivirales orales. El tratamiento puede
ralentizar el avance de la cirrosis, reducir la incidencia de cáncer de hígado y
mejorar la supervivencia a largo plazo.
Entre las complicaciones a largo plazo de las infecciones por el VHB, la cirrosis
y el carcinoma hepatocelular son causa de una gran carga de morbilidad. El
cáncer de hígado avanza rápidamente y, puesto que las opciones de
tratamiento son reducidas, el desenlace es por lo general descorazonador. En
los entornos de ingresos bajos, la mayoría de las personas con cáncer de
hígado muere a los pocos meses del diagnóstico. En los países de ingresos
altos, la cirugía y la quimioterapia pueden prolongar la vida unos cuantos años,
y el trasplante de hígado se utiliza en pacientes con cirrosis, con resultados
variables.
Prevención
La vacuna contra la hepatitis B es el principal pilar de la prevención de esa
enfermedad. La OMS recomienda que se administre a todos los lactantes lo
antes posible tras el nacimiento, preferentemente en las primeras 24 horas. La
baja incidencia actual de infección crónica por el VHB en menores de 5 años es
atribuible al uso generalizado de la vacuna contra la hepatitis B.
La prevalencia mundial estimada de la infección por el VHB en este grupo de
edad era en 2015 de aproximadamente un 1,3%, en comparación con
alrededor de un 4,7% en la era anterior a la vacunación. La dosis inicial deberá
ir seguida de dos o tres dosis para completar la serie primaria. En la mayoría
de los casos se considera apropiada cualquiera de las dos opciones siguientes:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-b