Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
C.I: 26.430.106
Tomando como base una síntesis de las posturas de diversos autores (Martínez, 2009;
Hernández et. al., 2012; Leal, 2009) se puede decir que la fenomenología es, más que un método,
una filosofía que posiciona la subjetividad del humano como la base de todo conocimiento y, por
ende, cada proceso subjetivo en su unicidad, hace imposible el llegar a la comprensión completa
para estudiar los elementos de la conciencia de la forma más objetiva que correspondía para su
época, sin embargo, otros autores como Heidegger terminaron por oponerse al modelo
subjetividad como el único camino para entender al otro, el verdadero camino a la empatía es
sólo en el contraste del uno con el otro, encuentro en el cual se entreteje la realidad social.
Desde esta visión, el resumen de la fenomenología luego del giro lingüístico se puede
realizar en dos palabras, ser y encuentro. El ser como este que vive una experiencia única e
irrepetible, y el encuentro como ese espacio único entre dos subjetividades que, en un proceso
hermenéutica porque necesita de otro que contraste los significados emergentes desde su marco
El método
Martínez (2004) explica que la fenomenología como método se compone de una fase
presupuestos que este puede llegar a tener frente a un fenómeno de estudio; tras esto, se pasa a
una fase descriptiva en donde se seleccionan los instrumentos a utilizar, se realiza la observación
epojé; para luego dar paso a una descripción protocolar, en donde se toma la información
recabada en forma de protocolos que pasarán por un análisis de las unidades de contenido y el
establecimiento de categorías que serán, a su vez, contrastadas entre sí hasta generar una
descripción unificada de la percepción del actor social sobre el fenómeno estudiado. Tras esto,
los resultados se revelan al actor social y se espera una retroalimentación con su opinión.
Plantear la idea de una educación basada en el ser y el encuentro como único lugar de
nacimiento del conocimiento válido representa un giro en la pedagogía emprendido por autores
como Paulo Freire, el cual partía de la idea de que es necesario enseñar desde la premisa de que
el estudiante no es una tabula rasa, por el contrario, es un ser en el mundo con una subjetividad
única, cargada de experiencia y aprendizaje que sólo en el encuentro es que puede ser
profesor, y el docente ocupa el papel de un catalizador del proceso reflexivo inherente a las
Para lograr esto, es necesario reconocer a la pedagogía desde el ser como una realidad, un
método establecido y tan válido como la pedagogía tradicional. La cual solo aborda una de las
múltiples realidades del proceso educativo. Reconocer esta salvedad es lo que abrirá las puestas
para la entrada de la subjetividad y el encuentro en las aulas de clases, en todos los niveles
educativos.
Referencias consultadas: