ESCUELA 4-026 JUAN BAUTISTA ALBERDI- 2021

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técnicas para hablar en público y no desmayarte en el intento

¿Qué es la oratoria?

La oratoria es el arte de expresarnos con fluidez y propiedad ante un

público determinado. El objetivo está en intentar convencer al auditorio
que nos enfrentamos, presentando nuestras ideas de una determinada
forma.

Un buen orador utiliza el lenguaje corporal para transmitir su idea al público. También debe
tener un mensaje bien estructurado para que la audiencia no pierda su atención y capte la
información correctamente.

La importancia de “hablar bien”

Tener buena oratoria o “hablar bien” es fundamental, porque en la vida todo es comunicación
interpersonal; hasta para las relaciones sociales dependemos siempre de nuestra capacidad
para transmitir nuestras inquietudes y sentimientos. Contar, explicar, vender, comprar,
negociar… todo requiere de una oratoria eficaz.

Es por eso que a continuación, te propondremos técnicas para que mejores tu oratoria y no
tengas dificultad para expresarte en público.

1) ORGANIZACIÓN
Una vez que ya tengas lo que vas transmitir en
público, es recomendable que te prepares un
material de apoyo, que pueden ser tarjetas, un vídeo,
esquemas, power point, Prezi, etc.

2) PRACTICA
Hablar en público puede ser un don, pero también es algo que se aprende. Así que
siempre se puede mejorar, y se mejora a través de la preparación y la práctica.
Lo recomendable aquí es ENSAYAR. Lo óptimo es practicar varias veces lo que se va a
decir. Allí uno puede practicar la postura, el modo…por ejemplo, si uno se graba puede
ver si está modulando o articulando bien las palabras. Hay gente que practica delante
del espejo, otros prefieren filmarse para poder observarse y analizarse después y otros
sencillamente realizan su presentación delante de amigos o familiares. En un entorno
más amigable suele sernos más fácil ser nosotros mismos y nos ayuda a conseguir
seguridad.

PALABRAS, GESTOS,
TONOS…

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La comunicación es mucho más que palabras y eso debemos tenerlo siempre presente.
Cuando comunicamos lo hacemos de manera verbal y no verbal. “Lo verbal es el reino
de la palabra y de la voz, con sus tonos y matices. La comunicación no verbal, por su
parte, es la de la imagen; todo lo que se dice sin palabras que incluye el lenguaje
corporal, la vestimenta y hasta el ámbito desde el cual se comunica”, explica Rodríguez
Saráchaga. Es muy importante tener en claro este concepto, ya que muchas veces la
comunicación no verbal queda olvidada y, según varios especialistas en la materia, la
misma tiene un impacto del 50% en nuestra comunicación. Ser conscientes de nuestra
comunicación no verbal es fundamental para no decir con la palabra una cosa, y con
los gestos otra. Los famosos mensajes cruzados o contradictorios
3) ADECUANCIÓN Y VOCABULARIO
Aquí iremos por parte. En primer lugar, ¿qué es la adecuación? Básicamente es
acomodar algo, pero ¿qué tendríamos que ubicar o adecuar? Nuestras palabras. Es
decir, que tenemos que adecuar lo que vamos a decir a la situación comunicativa en la
que estemos inmersos. No es lo mismo cómo nos dirigimos antes nuestros amigos que
ante a algún adulto o a alguien que no conocemos. La adecuación y el vocabulario
siempre van unidos.
4) CORPORALIDAD
Como comentamos anteriormente, nuestras palabras siempre están unidas a
nuestra corporalidad. En la oratoria es importante saber utilizar el lenguaje no
verbal.
Aquí se incluye, por ejemplo, la postura corporal: el uso de las manos (que no sea muy
exagerado) y el correcto movimiento del cuerpo. Uno si quiere puede desplazarse de
modo pausado o permanecer quieto en el lugar. Obviamente que no es recomendable
caminar de forma excesiva y rápida. Uno tiene que caminar tranquilo con el cuerpo
derecho, erguido y mirado a todos y no solo a una persona

Uno de los aspectos que más influyen a la hora de transmitir una imagen e ideas es

la postura. Una buena postura inspirará confianza y seguridad. Una mala postura, en
cambio, puede provocar rechazo, miedo o incluso enfado.

Los hombros deben estar rectos, en línea perpendicular con la columna. Tampoco
podemos estar balanceándonos.

Una vez que tenemos una postura natural abierta y segura, debemos aprender a
movernos. El movimiento por el escenario debe estar en consonancia con nuestro
discurso. Por lo general, no debemos cambiar continuamente de lugar, y debemos
hacer coincidir estos cambios con la presentación.

Nunca hay que dar la espalda a ningún sector del público, eso provoca su desconexión.
Tampoco te muevas continuamente en el mismo lugar. Puedes gesticular (de forma
comedida y precisa, no a lo loco), pero no mover las piernas. Recordemos que
transmitir nerviosismo es una de las peores cosas que podemos hacer, y el movimiento
de piernas es un signo claro de ello.

5) MIRA A TODA TU AUDIENCIA

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Cuando hables no te centres en una sola persona por muy importante que sea, o por
muy interesado que lo veamos. Estás delante de todo un público, tu público quiere ser
tratado por igual. Para eso, usa la “mirada faro” y observa a cada persona de tu
audiencia. Si es un espacio muy grande, hazlo por sectores.

 TRABAJO EN EQUIPO
Si van a trabajar en equipo es importante que se
sostengan entre ustedes, si uno se traba o le surge
algún otro inconveniente, el otro puede salir a
auxiliarlo y para esto es bueno que todos sepan qué
van a hablar.
 IDENTIFICA LOS ERRORES
Siempre hay algo que se puede mejorar. Y uno tiene que ser consciente de los fallos. Se elige
uno y se trabaja sobre ese error para mejorarlo. Cuando uno ha adquirido ese aprendizaje,
identifica otro error y se sigue con el mismo procedimiento.

 OBSERVA E IMITA
Observen a esas personas que están acostumbradas a dirigirse en público o a
gente que no conoce, y vayan tomando cosas, detalles a modo de ejemplo, que
vean que ustedes puedan empezar a implementar.