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2.1.3 Aparición de la división social del trabajo, del cambio, de la propiedad privada y de las
clases: Desintegración y caída del régimen comunal primitivo.
El surgimiento y perfeccionamiento de la producción de herramientas metálicas, desempeñaron un
importante papel en el posterior incremento de las fuerzas productivas de la sociedad primitiva.
El empleo de instrumentos de metal (hierro) provoca una profunda revolución en la vida de la
sociedad primitiva, sobre todo en la agricultura, donde ya se aplica el arado metálico. Con ello mejoró
en trabajo de la tierra, desarrollándose el sistema de rotación de cultivos, además de empezó a utilizar
los abonos y se dividió la tierra en zonas para cultivo de hortalizas y pastos, también progresa la
ganadería en regiones propicias.
Posteriormente comienza la gradual separación de la ganadería, la cual pasa a formar una rama
económica independiente. Unas tribus se dedican a la ganadería y otras a la agricultura, el trabajo
empieza a diferenciarse y especializarse más y más, se constituye el sistema de la división social del
trabajo.
La primera gran división social del trabajo producto del desarrollo de las fuerzas productivas condujo
a un posterior incremento de las fuerzas productivas de la sociedad y al aumento de la productividad.
La perfección de los instrumentos de trabajo, la productividad del trabajo cada vez más especializado
elevaron el rendimiento de las sociedades primitivas, creando las premisas materiales para el trabajo
individual o por familias poco numerosas. En algunas ramas de la actividad productiva, se produce
más de lo necesario para satisfacer necesidades de los miembros de la comunidad, formándose
algunos excedentes de productos.
La jornada de trabajo de los miembros de la comunidad se divide en tiempo necesario y excedente.
El tiempo necesario, consiste en que se produce lo necesario para satisfacer las necesidades de la
comunidad y de cada individuo. Mientras que el tiempo excedente, se crean excedentes de productos
por encima de lo que necesita la comunidad y sus miembros.
De esta manera aparecen el trabajo excedente y el producto excedente o plus producto.
En la primera gran división social del trabajo, y el surgimiento del producto excedente, aparece el
cambio. Aquellas tribus ganaderas necesitaban productos de la agricultura y viceversa, surgiendo la
necesidad de intercambiar productos excedentes. El intercambio de productos entre las tribus
agrícolas y ganaderas, adquiere la forma de intercambio mercantil, es decir de compra – venta.
Para que el intercambio de productos adquiriese una forma mercantil, tuvo que aparecer la producción
mercantil. La aparición de las relaciones de compra – venta en forma mercantil, hace que surjan
productores independientes, lo cual rompe la economía natural de la comunidad y penetra al interior
de ésta.
Por tanto, la primera gran división social del trabajo, determinó la necesidad de un intercambio regular
y estable de los productos entre las diversas comunidades y tribus.
A medida que se intensifica la producción social, se desarrollan, junto con la agricultura y la
ganadería, la alfarería, la fundición, el arte textil, la fabricación de instrumentos de trabajo cada vez
más complejos y de armas diversas que en su mayoría metálicas, lo cual requiere una labor más
grande y más experta. Resulta imposible combinar las actividades de las industrias artesanas con las
faenas del campo o con el pastoreo.
En el seno de la comunidad surgen hombres especializados en ciertos oficios. El trabajo de los
artesanos queda separado de los agricultores o ganaderos, y la industria se convierte en una rama
independiente.
La segunda gran división social de trabajo, surge de la separación de la industria con la agricultura,
produciéndose una mayor ampliación del intercambio, surge la fabricación de artículos destinados
directamente al intercambio (producción mercantil) = Economía mercantil.
El crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad, el aumento de la división social del trabajo
y la expansión del intercambio comercial, generan profundas modificaciones en el régimen
económico de las sociedades primitivas, dando lugar a la agudización y contradicciones y por último
a la desintegración y caída de la propiedad comunal.
Habiéndose agotado las posibilidades de la propiedad primitiva, comunal, como base económica de
la producción social, el posterior desarrollo había de asentarse en la producción individual.
La creciente división del trabajo y la individualización de la producción, genera interés material por
perfeccionar los instrumentos de trabajo y aumentar la producción. Esta nueva forma de relaciones
de producción, constituye la propiedad privada.
El trabajo individual de personas o familias aisladas genera la propiedad privada de los medios de
producción y con la evolución de las relaciones de producción privadas, adquiere mayor importancia
el intercambio de mercancías.
Se debilita la familia comunal y surge la familia individual o pequeña familia compuesta del
matrimonio y sus hijos, las cuales forman poco a poco su economía propia, siendo primero
consumidores y después productores.
En la mayoría de los casos, el primer objeto de la propiedad privada es el ganado y posteriormente es
la tierra, la cual pasa a manos de pequeñas familias individuales.
La conversión del suelo en propiedad privada, fue decisiva para consolidar el predominio de la
propiedad en general ya que la tierra era el principal medio de producción.