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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA ADMINISTRACION


CURSO: ADMINISTRACION FINANCIERA
DECIMO CICLO, 2014.
Tercera Lectura.

¿CÓMO ESTABLECER METAS FINANCIERAS?

Una meta es un propósito, una finalidad. El propósito de nuestra vida puede ser el aprendizaje, la
felicidad, la realización o el éxito. Cada persona entiende estos conceptos de manera diferente,
sin embargo, establecer cómo alcanzar esas metas es un ejercicio personal de introspección,
control y aprendizaje de lo que nos rodea.

Las metas se cumplen cuando uno o varios objetivos se realizan en un tiempo determinado,
aplicando los recursos necesarios de manera oportuna, de tal forma que se haya planeado y
cumplido eficazmente un programa.

Nuestras finanzas personales son una herramienta o un medio para alcanzar esa plenitud, por lo
tanto deben tener a su vez objetivos bien definidos, que nos ayuden a acercarnos cada vez más a
la meta principal de nuestra vida económica, que puede ser la independencia financiera, un
peldaño más arriba de la estabilidad económica. Para alcanzarla debe trazarse y seguirse un plan
que sirva de escalera para lograrlo.

¿Qué es una meta financiera?

Aquel objetivo al cual destinamos nuestros esfuerzos laborales y patrimoniales es una meta
financiera. Las opciones son variadas y pueden ir desde pensar en la educación universitaria, una
casa propia, un viaje o alcanzar un retiro cómodo y digno.

Para realizar nuestro programa a seguir y alcanzar esta meta, deben tenerse en cuenta los medios
que aplicaremos para obtener nuestros fines. Puede suceder que nuestra primera meta nos
permita plantearnos otras más adelante, como el ahorro inicial para invertir en divisas, metales o
valores y posteriormente en algo tan sólido y arraigado como los inmuebles; y asegurarse una
ganancia continúa.

El secreto es crearse una disciplina, no sólo para hacerse de buenos hábitos financieros como el
ahorro que genere excedentes para inversión, sino concretar un plan, proyectar las acciones del
mismo y alcanzar nuestra meta. Dependerá de cada persona que ésta planeación culmine
eficazmente, reconociéndose como los únicos responsables de alcanzar el propio bienestar
financiero, además de eliminar los pretextos y los miedos a incrementar y asegurar nuestro
patrimonio.
Ahorrar, invertir y crecer

El camino de las inversiones necesita estudiarse y evaluarse con la seriedad que el tema merece,
lo primero es adquirir el conocimiento financiero y aprender y aceptar de los errores cometidos
durante este aprendizaje.

Inversiones Inteligentes

Las estrategias de inversión deben balancearse en dos conceptos básicos: el tiempo de


consecución de las metas y el modo y capacidad de aportación de recursos. Así mismo, en el
mundo de las inversiones existe un principio que determina que a mayor rendimiento mayor
riesgo, a menor riesgo menor rendimiento de la inversión.

Combinando el tiempo que tiene para lograr sus metas, su capacidad de aportación y la necesidad
de generar rendimientos, nos expondrá lo menos posible al riesgo que deberá correr.

Buscando la libertad financiera

Para alcanzar la libertad financiera antes que otra cosa es necesario disponer de un ahorro
importante, que le permita contar con los recursos suficientes para generar un sistema que
permita vivir sin preocuparse por generar ingresos.

Con ella se alcanza una mejora en la calidad de vida, gracias a la libertad de tiempo, por no
necesitar de una constante búsqueda de ingresos. También mejoran las situaciones familiares e
interpersonales a niveles nunca antes vividos.

Este sistema puede consistir en una de tres maneras:

1. Con un seguro dotal, que brinde rentas vitalicias suficientes.


2. Por medio de un portafolio de inversión que genere suficientes rendimientos como para
ser un proveedor inagotable de recursos.
3. Teniendo una o más organizaciones que generen suficientes ganancias como para que
usted pueda obtener la libertad financiera.

Cada una de estas tres estrategias tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, poner un negocio
es mucho más rápido y económico que comprar un seguro con rentas vitalicias, aunque el riesgo
inherente a un negocio es mucho mayor que el de un esquema basado en seguros.

Espejismos en la meta

El principal problema de la gente que no ahorra, aparte de la falta de disciplina, es la falta de un


objetivo por cumplir, de tal manera que si usted se propone ahorrar, pero no define por
anticipado en qué aplicará este dinero, caerá en un círculo vicioso, donde ahorra una cantidad más
o menos sustanciosa para después irla gastando, sin saber a ciencia cierta en qué, o pensando que
luego podrá reponerla.
El problema seguirá siendo el mismo, usted se mantendrá sin el ahorro que le permita afrontar los
escenarios financieros que tiene por delante: La inversión universitaria, la generación de un
patrimonio para vivir con solvencia en el retiro, o simplemente tener un margen para resolver "los
momentos de emergencia financiera" como puede ser el caso de una pérdida de empleo o un
revés en los negocios, entre otros.

Así que la mejor manera de llevar una disciplina de ahorro saludable consiste en definir
claramente cuál será su meta para cada ahorro y plan de inversión que haga. Estas serán las guías
que lo llevarán a otros escenarios y a más metas por cumplir.

Consultar con un asesor le ayudará a organizar sus finanzas para obtener todos sus objetivos de
una manera más tranquila y organizada y le permitirá dimensionar sus escenarios financieros
actuales, a mediano y largo plazo; cuantificar y preparar el capital para enfrentar posibles gastos
predecibles del futuro y elegir las mejores herramientas a su alcance para satisfacer sus metas
financieras, así como a desarrollar programas y planes de inversión a su medida para garantizar la
realización de sus necesidades y sueños.

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