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Il, Desde la Patristica hasta la Reforma: cuestionamientos a la configuracién del ministerio ordenado. El proceso de sacerdotalizacién del ministerio, con acento en lo cultual, generado en los comienzos de la Patristica, se continiia en los siglos siguientes y se impone hasta el punto que no se ve el sacerdocio como una funcién que ocupa diversos ministerios, sino que toda la funcién y el ser mismo del ministro se ve y se identifica con esta indole sacerdotal-cultual, reduciendo el ser y el obrar del ministerio casi a este solo sentido! Este dato se constata en Padres de la Iglesia como Origenes, Tertuliano, Ambrosio, Juan Criséstomo y el SeudoDionisio. Esto no niega las diversas acentuaciones que sobre el sacerdocio se hacen en una y otra parte, por ejemplo, en Alejandria se acentia el ministerio de la palabra y el sacerdote es as{ un maestro y un misionero; en Antioquia s{ se pone expresamente el acento en el ofrecimiento del sacrificio; en las comunidades judeocristianas y en la Iglesia romana se enfatiza el gobierno de la comunidad. Pero a pesar de estas acentuaciones lo predominante es la comprensién del ministerio en términos de sacerdocio litirgico-cultual. Los diaconos, como didconos del obispo, empezaron a gozar de gran estima, sobre todo en la [glesia romana, Muchos obispos y el mismo Papa encomendaron a aquellos misiones especiales, al punto que los legados papales eran, en la mayoria de los casos, conos, Esto favorecié la actitud de que en muchos casos se consideraran a sf mismos como superiores a los presbiteros. En el siglo IV San Jerénimo protesté contra las pretensiones de superioridad de los didconos y se interesé por demostrar que no hay diferencia entre los presbiteros y los obispos. Esta concepcidn de Jerénimo tendra una notable influencia en la edad medi Después de finales del siglo III y en los siglos IV y V los presbiteros empiezan a multiplicarse bastante debido al surgimiento de muchas iglesias parroquiales y comienzan también a sea gozar de una creciente autonomia, ejerciendo de liturgos principales y asumiendo incluso funciones episcopales, pues al expandirse la Iglesia, los obispos no alcanzan a visitar sus parroquias y entonces los presbiteros locale asumien sus funcianes. Durante Tos siglos as, VI, Vily VIII en Espaiia, Irlanda y las Galias, toda la teologia del ministerio ordenado que se realiza se inspira en el sacerdocio judio. Los datos anteriores evidencian cémo los presbiteros, concebidos sacerdotalmente, comienzan a ser los protagonistas del ministerio. En ellos se va a concentrar en la préctica casi todo el quehacer ministerial y toda la reflexién teolégica. Ya son ellos, asistidos por los didconos, que habian dejado de ser diéconos exclusivos de los obispos, pasando a serlo también de los presbiteros, los que van a ser considerados bajo la categorfas de sacerdote. El presbitero es el que por antonomasia es sacerdote. La figura del obispo se oscurece y deja de ocupar un lugar central en la Iglesia. 1 Sobre el proceso de sacerdotalizacién, ver A. Fives, Naissance d'une hiérarchie. Premiéres étapes du cursus clérical, Paris 1977, faole rata En el siglo VIII ocurren cosas extrafias en la comunidad cristiana: la Eucaristia se ritualiza cada vez mas con la participacién disminuida de los fieles, se celebra en latin in ellos comprenderlo, incluso el concilio de Paris (829) habla de la celebracién sin asistencia de fieles**. Adin cuando se ha gestado el proceso de sacerdotalizacién, la instancia eclesial en cuanto a la eleccién y aceptacién de sus ministros esta clara: nada al margen de la comunidad eclesial. Durante este primer milenio rige el principio sabiamente formulado por Leén Magno: "Aquel que debe presidir a todos debe ser elegido por todos"2, Es mas, el Papa Celestino I corrobora: "A nadie debe ordenarse de obispo contra el deseo de los fieles y sin haberles consultado"? Entre los aflos 1150 y 1450, las ciudades fueron subdivididas en parroquias y el Papado, al mismo tiempo, alcanz6 un gran florecimiento, luego hacia el siglo X la relacién entre el obispo y los presbiteros, por el sistema feudal de organizacién en el que aparecen archidiaconfas y decanatos, se hace muy pobre, hechos estos, que contribuyen a oscurecer ain mas al obispo como figura central de la comunidad eclesial. Las_relaciones entre los presbiteros y su_obispo quedaron practicamente reducidas a lo juridico, al punto que se consideraba que la importancia del obispo s6lo residia en el plano meramente juridiccional y no en la potestad de orden. A pesar de esta situacién, nunca se dejé de reconocer la superioridad del obispo frente a los presbiteros y funciones, como la ordenacién de presbiteros, la confirmacién y la consagracién de Iglesias, siempre estuvieron reservadas sélo al obispo. En la baja escolastica seré Pedro Abelardo quien, baséndose en la doctrina de San JerGnimo, identifique presbiterado y sacerdocio. El episcopado se coloca al margen del sacramento del orden, desapareciendo con ello la idea del sacerdocio de segundo orden. srio ordenado y la sacra potestas. Se trata de ver ahora una segunda etapa en Ja concepcién del ministerio ordenado, donde el proceso de sacerdotalizacién alcanza su culmen‘. La reflexién teolégica centra mas su atencién en el ministerio como realidad en si, su vinculacién esencial con Jesucristo de quien recibe "el cardcter sacramental" (dimensi6n cristolégica), olvidando la dimensién eclesial propia del primer milenio* y dejando atras el canon 6 de Calcedonia que acentiia lo eclesial del isterio y prohibe las ordenaciones absolutas. En adelante lo importante sera el poder sagrado o sacra potestas del presbitero recibida en la ordenacién para presidi la Eucaristia y perdonar los pecados, dejando a un lado las dimensiones profética y de direccién. EON MAGNO en su Epistola X, 6; PL 54, 634 omnibus eligatur" 5 CELESTINO | Epistola IV, 5: PL 50, 434B: “Nullus invitis detur episcopus. Cleri, plebis et ordinis, consensus ac desiderium requiratur’. Frase que mas tarde recogera Graciano, * Se desarrollé muy bien la teologia del sacramento s6lo que centrado en su dimensién sacerdotal-cultual. La figura del presbitero es central, al grado que su relacién y diferencia con el episcopado era solamente juridica, ambos consagran el cuerpo y sangre de Cristo y pueden perdonar los pecados; se lego incluso a pensar que el episcopado no era sacramento, “Qui praefuturus est omnibus, ab Graciano en la edad media, recoge la perspectiva del canon 6 de Calcedonia prohibiendo ordenaciones absolutas. Inocencio III reconoce esta perspectiva, pero lo suaviza con el principio de caridad para aquellos ordenados ya de forma absoluta, pidiendo que el obispo prevea su sustento; con él las ‘ordenaciones absolutas’, pasaron a ser practicamente validas. Todo esto reforzaré la visién medieval de la sacra potestas independientemente de presidir 0 no una comunidad. Urbano II (1088), por su parte, reconocié ordenaciones absolutas, tal vez por el contexto feudal de honores y privilegios y por el creciente poder papal de dispensar de normas eclesidsticas. ——~ El Concilio Ill de Letrén (1179), en vez de determinar que nadie se ordene si no es elegido y aceptado por la comunidad, cambia la perspectiva hacia la sustentacién del ministro, del titulus ecclesiae se pasa al titulum beneficium*. El concilio IV de Letran (1215), sanciona que solamente puede celebrar la Eucaristia quien ha sido valida y licitamente ordenado. Esto supone de alguna manera la referencia a la comunidad eclesial pero no dice que pueda celebrarse con o sin ella; lo que interesa ahora es que esté vilidamente ordenado para poder presidir la Eucaristia en la comunidad? Acentiia a su vez la relacién sacerdote-Eucaristfa, acrecentando mas la sacerdotalizacion™, Santo Tomas de Aquino. En la alta escolastica se consagra la tesis de Pedro Abelardo hasta el punto que Santo Tomas niega formalmente la sacramentalidad del episcopado y elabora toda su teologia del sacramento del orden en torno a la Eucaristia y el poder de la consagracién, poder que comparten igualmente el obispo y el presbitero. De todas maneras Santo Tomés no deja de reconocer que la potestad de los ministros esta en el obispo como en su fuente y no en los presbiteros. Al tratar acerca del sacramento del orden en la tercera parte de su Suma Teoldgica lo relaciona de inmediato con la Eucaristfa. Para él, y para toda la escolistica, el sacramento del orden es para celebrar la Eucaristfa: “sacramentum ordinis ordinatur ad Eucharistiae consecrationem"®. Hablando acerca de las acciones dirigidas a Dios, sefiala que sdlo el sacerdote est capacitado para dirigir acciones directamente a Dios * El “titulus ecclesiae” es sustituide por otro: “sine certo titulo de quo necessaria vitae percipiat”, es decir, no puede ser ordenado alguien sin asegurar su subsistencia. Extrafo ‘paso, de Ia instancia comunitaria se pasa a la econémica. + ‘Tenemos que ser justos con ambos concilios que buscaron dar respuestas a circunstancias de la época y no hacen tratados sistematicos sobre el ministerio ordenado, La limitacion es construir una teologia del sacramento del orden sobre estas bases solamente. De ahi la critica para la teologia dogmatica que ha construido su reflexién en la sagrada potestad del orden, olvidando la perspectiva neotestamentaria de servicio a la comunidad; se ha ido bastante lejos sobre algo tan fundamental y decisivo para la vida de la Iglesia, © AQUINO, Tomas, Suma Teolégica III, q. 65, a. 3; q. 67, a. 2. Se observa como construye su teologia del sacramento del orden’al margen de una eclesiologia, ya que después del tratado sobre Jesucristo, sigue el de los sacramentos sin hablar antes sobre la Iglesia. ye (pues es accién de toda la Iglesia), 1o cual sélo puede realizarlo quien consagra la Eucaristia que es Sacramento de toda la Iglesia’. En esta época medieval queda suplantado el corpus verum Christi, que es la Iglesia por el corpus misticum Christi, la Eucaristfa. Se invierte el orden: el verdadero cuerpo de Cristo es la Eucaristia y la comunidad cristiana es su cuerpo mistico. Se acentia asi la progresiva separacién sacerdotes-laicos®; al principio era la distincién entre espiritu de Cristo y espiritu del mundo por el bautismo; con el monacato los monjes pertenecen a Cristo y los demas se quedan con el espiritu del mundo; ahora la centralidad esta en el sacerdote quien actita in persona Christi Capitis en la Eucaristia, Hay que anotar que en la época del Concilio de Florencia (1438-1445) se sustituye la imposicidn de manos por la entrega de los instrumentos para el sacrificio de la Misa con su correspondiente formula’. De esta manera, toda la teologia del sacerdocio se constituye en un tratado exclusivo sobre el presbiterado y éste concebido sdlo desde el punto de vista litdrgico cultual. El episcopado es entendido como un mero apéndice deestateologia. En este contexto, es importante mencionar el concilio de Aquisgrén (812-819) ya que alli se hizo claramente la distincién entre los laicos y los sacerdotes. Estos tltimos poseen un estado de vida mds que un servicio a Cristo y a la comunidad, y tienen el poder sagrado de consagrar y perdonar!®, Se desarroll6 también en esta época la doctrina del “caracter sacerdotal"*, como don del Espiritu, sello que se imprime en el ordenado de forma indeleble (permanece para siempre), quedando configurado ontoldgicamente a Cristo sacerdote para actuar en su misma persona, in persona Christi. Ciertamente, los escolasticos lo entendieron como una capacitacién para Cf. AQUINO, Tomas. In Sententia d. 24, q. 2, a, 2-2, En sintesis, el pensamiento de santo Tomas acerca del sacramento del orden: “Este sacramento consiste, sobre todo, en Ja entrega de un poder. Bl sacerdote tiene cos cometidos: uno, et principal, tiene por objeto el cuerpo de Cristo; el otro secundario, el cuerpo mistico de Cristo.. Asi son promovidos al sacerdocio muchos a los que solo se les encomienda la primera funcion: por ejemplo, a los religiosos que no tienen cura de almas... El fin principal del sacramento Gel orden es la consagracion del cuerpo de Cristo, su distribucién a los fieles y el perdonar sus pecados. Los que reciben el sacramento del orden consecuentemente estan ala cabeza de los fieles: deben ser también por los méritos de su santidad” 8 Un reflejo de toda esta concepcién se encuentra en un texto de Juan Criséstomo: “Por grande que sea la diferencia entre las bestias salvajes y los hombres razonables, ésta misma -y no exagero- es la distancia que existe entre el pastor ¥ sus ovejas". Tratado sobre el sacerdocio Il, 2 (SC 106). Se trata, evidentemente, de una afirmacién de orden moral y no ontolégica. ° Cf. De 701 Cf. DENZINGER, Heinrich-HONERMANN, Peter. El magisterio de la Iglesia, no.1764 Barcelona: Herder 1999. p.546. Se llegé a definir el ministerio por su sola dimensién sacerdotal, cuya funcién principal es celebrar la Eucaristia y perdonar los pecados. *'Para santo Tomas el rito exterior de la ordenacion, reconocido como legitimo en la Iglesia, manifiesta que el presbitero ha quedado incorporado vélidamente al ministerio, y el estar sittiado en nombre de Cristo ante la comunidad constituye el elemento esencial del caracter (AQUINO Santo Tomas. Suma Teolégica III, q. 63, a. 6. cumplir una funcién eclesial*, Las causas que pueden aducirse sobre esta visién de la sacra potestas son de caracter extrateoldgico: el creciente poder hegeménico y ‘econémico de la Iglesia en el marco de una sociedad feudal que acentia el poder, el honor y el dominio. Por otra parte, el renacimiento del Derecho complicé las cosas contribuyendo a la separacién entre potestad de orden y potestad de jurisdiccién, pudiendo celebrarse la Eucaristia independientemente de la comunidad, pues el presbitero tiene la sagrada potestad y puede usarla para propio beneficio, es decir, sin la potestad de jurisdiccién. La edad media construyé la teologia del sacramento del orden centrada en la sagrada potestad y el cardcter sacerdotal, dejando en sombra la dimensién.de servicio ala comunidad eclesial; el presbitero empieza a llamarse con toda normalidad "sacerdote”, el cual existe segregado de la comunidad y del mundo, distinguido por encima de los fieles por su poder sacerdotal. No importa que sea mal sacerdote, que predique o no, que sirva o no a la comunidad o que la daiie con su antitestimonio, que tenga fe o no, que sea o no sacramento de Cristo, lo esencial es el poder sagrado que posee; todo lo cual contradice los datos del Nuevo Testamento que habla en términos de servicio y no de poder (Mt 18,1-5; 20,25-27; Mc 10, 45; Jn 13,12-15; 1 Tes 2,8; Flp 1,8). La relacién no es ya la de la Iglesia primitiva: comunidad-ministerio, sino sacerdote-laico. La Reforma de Lutero y el sacerdocio Ministerial. Los siglos XV y XVI son expresién de una creciente decadencia del clero que se venia gestando ya desde el medioevo y que contribuyé al movimiento de la reforma protestante. Se destacan entre otras realidades: el creciente poder de la Iglesia, sobre todo del papado (se vela al Papa como principe més que pastor); las frecuentes excomuniones que lanzaba; el descuido dé residencia de obispos y presbiteros en sus comunidades, mas pendientes de los beneficios que del servicio (no importaba el munus sacerdotal sino el beneficium); la escasa formacién del clero asi como su vida poco crefble por abusos de diversa indole, quienes se ordenaban sin la intencién de anunciar el Evangelio y sin preocupacién del cuidado pastoral’, La divisién entre clérigos y laicas era cada vez mas profunda, los primeros se consideraban como un status clericalis, pendientes de cualquier beneficio, privilegio u honor por encima de los fieles. Contra esta situacién intolerable de una iglesia piramidal 0 jerarcolégica, que no le preocupaba el servicio, se_levanta Lutero y arremete contra el sacerdocio ministerial", negando el concepto de sacerdocio como “status” centrado en el culto y por encima de los fieles quienes constituyen el verdadero pueblo sacerdotal por el Bautismo. No existe, por tanto, una jerarquia sacerdotal con tales privilegios*; lo fundamental es el ministerio de la Palabra y nada més. De las ideas expuestas por * La influencia del renacimiento del Derecho en la Iglesia se ha considerado el principal factor que marca la diferencia entre primer y segundo milenio. Lutero en sus escritos y las de Melanchton, su brazo derecho, interesa subrayar las que hacen referencia al sacerdocio ministerial. Estas ideas son tomadas fundamentalmente de la obra de Lutero La cautividad babilénica de la Iglesia*, La critica de la Reforma se puede resumir en los siguientes puntos": - En el Nuevo Testamento, el término sacerdote y derivados, solo se atribuye a Ci yal conjunto de los bautizados por participacién. ~ Bajo la Nueva Alianza solo hay un Sacerdote, Cristo. - Todos los bautizados son sacerdotes, porque son miembros del Cuerpo de Cristo. ~ Los llamados “sacerdotes” (obispos y presbiteros), son sacerdotes lo mismo que cualquiera de los fieles bautizados. - La distincidn entre sacerdote y laico no es de institucién divina: la rafz es una consagracién segiin la autoridad de este mundo, ya que la autoridad verdadera es la del servidor. - La participacién en el sacerdocio de Cristo es por el bautismo; el orden no es sacramento: es un invento de la Iglesia (en concreto del Papa), - Los llamados sacerdotes, tienen la funcién de alimentar y sostener la fe de la Iglesia solamente por la Palabra, - El servicio que prestan los ministros surge de la necesidad que tiene la Iglesia de organizarse para el servicio de Dios y de la humanidad, por lo que esta funcién no es de origen divino. La Reforma niega que exista alguna diferencia entre el sacerdocio bautismal y el ordenado, por tanto, niega también el aspecto cultual del sacerdocio ministerial, reduce las competencias de los ministros del Nuevo Testamento al ministerio de la Palabra, y se niega a identificar el ministerio pastoral con el estado clerical, asi como sus obligaciones y privilegios tanto sociales como religiosos*®, Trento y el sacerdocio ministerial. Ante la acometida protestante la Iglesia salié al frente con el Concilio de Trento definiendo dogmaticamente lo que ellos negaban, “la existencia del sacerdocio ministerial distinto al sacerdocio comin”. En sus ocho canones responde a la concepcién protestante de que el sacerdocio ministerial tiene fundamento biblico, es de origen divino y esta en orden a confeccionar la Sagrada Eucaristia y absolver los pecados™* Litdraica, 1999. p, 26-27. “CI. MARTINEZ, D. Al sacerdote segtin ef Concilio de Trento, En: Christus. México. No. 460 (marzo 1960): p. 34. * Para Lutero todos somos sacerdotes sin diferencia esencial u ontolégica de un sacerdocio ministerial. 1 CE. DENZINGER-HONERMANN, Op, Cit., p.548 (cdnones 1-8; no. 1771-1778). ** Bucaristia y Reconciliacién son los ejes de Trento en torno al oficio sacerdotal. su teologia sobre el ministerio ordenado; centré su reflexién en la relacién sacerdote- culto, en la potestad que tiene para celebrar los sacramentos y en su existencia separada del mundo. Desarrollé la teologia del carécter sacerdotal sin profundizar en Jas otras funciones: la profética y la direccién de la como’servicio??. Las consecuencias de esta centralizacién del ministerio en la imagen o figura sacerdotal son: el considerar_al_presbitero_ como funcionario de lo sagrado, de los sacramentos; relegar el derecho de la comunidad a proponer sus pastores asi como a apartarlos si son antitestimonios; definir al presbitero por lo que lo diferencia de los laicos; considerar las otras dimensiones del ministerio desde la presidencia del culto divino; acentuar la sacra potestas en vez del servicio a la comunidad munus 0 minera. Suxvie > xx Sesictos Wien Then tusbalin Fase (P chevnie) 1 tele tales pctanthe Saunbstet/ Perl Son Sukie’ ? 21 £1 Pontifical Romano de Pio V en el Rito de Ordenacidn de Presbiteros, ve el sacerdocio como dignidad y herencia vetero-testamentaria: *Puesto que vais a ser ascendidos al orcien levitico, considerad a qué alto grado de la Iglesia sois promovido" v7 1 Podemos resumir las definiciones del tridentino en los siguientes puntos: 1) Afirmé la existencia de! sacerdocio ministerial visible y de institucién divina, con fundamento biblico, para celebrar la Eucaristia y perdonar los pecados; 2) son tres los grads de la jerarqufa y es de institucién divina: obispos, presbiteros y didconos; 3) defendié el valor del sacramento del orden y el “cardcter” o sello indeleble que imprime; 4) sostuvo la validez de la ceremonia del orden; 5) definié la superioridad de los obispos respecto a los presbiteros, y su potestad sobre el sacramento del orden y la confirmacién; 6) hablé de la existencia de érdenes mayores y menores. Con esto Trento nunca pretendié dar una doctrina exhaustiva y sistematica sobre el sacramento del orden, sino que sus afirmaciones responden mas bien a las negaciones y ataques de la reforma protestante. Mientras la reforma acentiia el servicio al Evangelio como lo esencial para el sacerdote, Trento lo define como presidente del culto divino sin querer por eso negar el servicio al Evangelio. Se ha criticado a Trento por ofrecer una visién reducida del ministerio ordenado. Sus definiciones acentuaron y puntualizaron lo que ya se venta afirmando sobre la sacra potestas para celebrar la Eucaristfa y perdonar los pecados, sancionando as‘ la sola dimensién sacerdotal del ministerio con el peligro de ensombrecer las otras dimensiones'® (como hard la teologfa postridentina). Acentué la diferencia entre clérigos y laicos, ya que los sacerdotes son los administradores y dispensadores de los sacramentos, alter Christus, separados del mundo para dedicarse a las cosas de Dios. Por otra parte, Trento sancioné la supremacia del episcopado sobre el presbiterado sin definir teolégicamente en qué consiste la diferencia (tan s6lo aduce a los sacramentos del orden y la confirmacién presididos por el obispo y no por el presbitero)". En Trento el contexto eclesial marcé y limité demasiado las perspectivas. E] Concilio no pretendié definir la totalidad del sacramento; sus definiciones hay que interpretarlas en el marco de la tradicién de la Iglesia y en el contexto histérico de la época; ciertamente por centrar todo en lo sacerdotal-sacramental, deja un tanto en sombra la dimensién profética y servidora del sacramento del orden Una de las limitaciones de Trento es que traté el tema desde la_perspectiva sacramental y no eclesiolégica y como reaccién_a Ia reforma_protestante. Deja ast consolidada la imagen medieval de sacerdocio como sacra potestas, afirmacién dogmatica que derivé hacia una concepcién ontolégica del cardcter sacerdotal del presbitero para presidir los sacramentos, olvidando la dimensién esencial de servicio ala comunidad propia de la época neotestamentaria. La teologia postridentina, por su parte, olvidé las circunstancias histéricas a las que tuvo que responder Trento con sus definiciones dogmiticas y a partir de allf elabor6 14

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