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CAPRICORNIO
(Continuación)

Cáncer y Capricornio forman el eje de lo humano.


El primero se relaciona con el instinto gregario, el clan y la madre (lo que cuida y protege).
El segundo muestra la meta a alcanzar, gracias al esfuerzo individual, el padre (como ley,
límite y exigencia), la memoria del origen.
Como en todos los casos, para sutilizarse en su expresión ambos signos deben incorporar la
energía opuesta.
Capricornio, junto con su regente Cronos, “es memoria”.

“Una vez alcanzada la cima, miramos hacia abajo, y divisamos...”

Podemos decir que en él se almacenan todos los esfuerzos orientados hacia la evolución del
individuo y de la especie humana: la cola de saurio.
Este signo contiene la suma de experiencias del género humano a lo largo del proceso
evolutivo, con todos sus errores y aciertos.
Tal como Sagitario es filosófico, así Capricornio es absolutamente empírico.

Casa: X. Es el lugar más “alto” del mandala.


Aquí concluye el Hemisferio derecho, fáctico.
Es la cima de la montaña, alcanzada después de un arduo esfuerzo.
Es la copa del Árbol, cargada de frutos...o no.
Indica realización, resultado, fructificación, conclusión. Ya no se puede seguir trepando;
aquí comienza el retorno al Origen.

También Saturno ocupa el peldaño más alto en la pirámide caldea.


Luego... el cielo estrellado, lo desconocido, el infinito.

La copa del árbol está preconfigurada, desde el mismo momento en que nacimos.
Manifestaremos (o no) lo que allí se indica, y ninguna otra cosa.

Los textos siguientes ya han sido mencionados en el Módulo I, en la introducción al


Sistema de Casas, pero vale la pena recordarlos.
En su libro “Las doce Casas”, Sasportas cita a Kierkegaard (filósofo danés) quien observó
que “la forma más común de la desesperación es la de no ser quienes realmente somos”, y
agregó “que una forma de desesperación aún más profunda es la que se genera en la
decisión de ser alguien diferente de uno mismo”.
Y agrega esta frase de Rolo May: “Cuando la persona niega sus potencialidades y no
logra cumplirlas, su sentimiento es de culpa”.
Concluye Sasportas: “Nuestro ser no es sólo un don que se nos hace, sino una exigencia
que se nos impone, y a nosotros nos incumbe hacer de nosotros mismos aquello que
estamos llamados a ser. Finalmente, nadie más que nosotros es responsable de lo que
hacemos con nuestra vida, ni del grado en que aceptamos o rechazamos nuestra auténtica
naturaleza, nuestro propósito, nuestra identidad.”
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Volvemos a referirnos a la montaña, íntimamente vinculada con la copa del árbol.


En la mayoría de los textos sagrados, se las menciona como lugares iniciáticos o dónde se
reciben enseñanzas espirituales.
En esta Fase la montaña indica claramente que ya no se trata de abstracciones filosóficas,
como ya dijimos, sino que expresa una profunda comprensión e internalización de las
Leyes de la Vida.
Indica la necesidad de alcanzar una meta por nuestros propios medios, en total soledad y sin
ayuda alguna.
Es la prueba final.
Concluyendo con las imágenes para el elemento Tierra, podemos decir que este signo
puede estar representado por una fría y dura roca o por un delicado cristal.
(Analogías con el cristal, durante la clase).

Número: 10 Es considerado el número de la perfección, porque concluye un ciclo de


manera acabada y perfecta. Pero, además, nos remite nuevamente al UNO: el TODO, lo
singular, el inicio.

10 = 1 + 0 = 1

“La parte forma al todo, el todo contiene a las partes”

Es interesante destacar que el ejército del Imperio Romano, que posibilitó la consolidación
de uno de los Imperios más vastos y duraderos de la historia, basaba su invencible
maquinaria de guerra en múltiplos de 10. Como analogía podemos decir que la ambición
metódica y sistematizada es una de las características de este signo, y que Marte está
exaltado en él.
También el logro del concepto de decena como unidad, es un hito en el aprendizaje de las
matemáticas.

Símbolo: 
Este es el más usado, pero encontraremos variantes del mismo, en diferentes textos o
mandalas.
Representa la cabeza de la cabra y la cola del saurio.
Pero en Astrología esotérica se dice que el verdadero símbolo de Capricornio no ha sido
revelado al hombre, porque éste aún no está preparado.

El verdadero símbolo es llamado “la firma de Dios”.

Representado por: por su complejidad, consideraremos en él tres estadíos evolutivos,


relacionados con los tres siguiente animales:

Cocodrilo
Cabra
Unicornio
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El cocodrilo es la memoria del estadío reptiloide que conservamos almacenada en nuestro


cerebelo. Allí se encuentra, compendiado y totalmente automatizado, el proceso de la vida
y sus logros en el reino animal, desde sus inicios.
También simboliza el acatamiento a los viejos mandatos, la aceptación de códigos y
conductas sin cuestionamiento alguno, seguir con las viejas costumbres y tradiciones sin
preguntarse que es lo que hay detrás de ellas o porqué las estamos acatando.
Es un estadío tan ciego como el de la serpiente escorpiana, al que hay que es necesario
concientizar para tomar lo que brinda como estructura ancestral pero sin que implique
esclavitud.

La cabra indica un paso más.


Ya se separó del rebaño: “Vengo a separar las cabras de las ovejas”, dijo Jesucristo.
Estas hábiles trepadoras ya han incorporado el equilibrio (en Libra), destreza con la que
prácticamente nacen, ya que cada una debe valerse por sí misma en ese ambiente hostil.
Ellas representan la capacidad de valerse por uno mismo que debe desarrollar todos y cada
uno de los individuos.
Además, viven en lugares inaccesibles para otros animales, y pueden subsistir con pastos
secos y duros.
Las Cabras del Zodíaco también representan un aspecto muy ambicioso e implacable de
este signo cuando de conquistar metas se trata. Si su voluntad indeclinable está al servicio
del ego, para subir un peldaño más no vacilan en afirmarse sobre la cabeza de alguien.
Capricornio es capaz de utilizar estrategias ( ) con extrema precisión, a las que suma el arte
de la diplomacia y el equilibrio (), además de una clara visión en cuanto a la meta que
quiere alcanzar ().
Este aspecto trepador está claramente asociado con la ambición.
Así como el soberbio ego leonino debía ser desarrollado para luego poder asfixiarlo,
también la ambición es una condición indispensable para poder continuar el duro sendero
evolutivo. La respuesta a la pregunta que formula el Señor del Karma pondrá en evidencia
si la ambición es una expresión del Hombre Superior o del inferior.

El unicornio simboliza al último y más elevado nivel de la energía capricorniana.


Este mítico animal es conocido como el vencedor de la bestia. Bestia es otro término ligado
a la personalidad, máscara o pequeño yo.
El unicornio con su único cuerno atraviesa al corazón del león, la bestia relacionada en
Alquimia con el ego.
Su cuerno frontal indica la fusión de la mente con el corazón.
Se completa así, definitivamente, el trabajo iniciado por Hércules - el alma conciente- en el
Quinto Portal.
No podría entrar al Undécimo Portal si aún la individualidad conservara el más mínimo
apetito de poder.

Hay tres signos representados por animales con cuernos:

El carnero: Aries, Cardinal


El toro: Tauro, Fijo
El unicornio: Capricornio, Cardinal
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Los cuernos del carnero apuntan hacia abajo, indicando la voluntad de Dios de manifestarse
en la materia. Este es un animal sacrificial, simbolizando a la chispa divina que acepta el
descenso hacia el reino oscuro, la materia, con el propósito de espiritualizarla.

Los cuernos del toro describen un arco con su concavidad hacia arriba, mostrándose
abierto, receptivo y contemplativo hacia el mundo espiritual, del cual proviene.
El toro, montado por Hércules, tiene una estrella en la frente, indicadora de que está
conteniendo y sustentando al impulso descendente, representado por el fuego ariano.
En Sagitario se había producido la síntesis de tres planos energéticos; en Capricornio se
alcanza la reunión de la parte con el Todo.

El cuerno único del unicornio, reiteramos, es el símbolo de la unión del Amor con la
Inteligencia (chakras cardíaco y frontal), como resultado de la conclusión exitosa del
trabajo del Noveno Portal, donde se alcanzó el absoluto control sobre la mente.

En Capricornio el alma concluye el trabajo en el mundo material y en el género humano.


Esta Fase se convierte entonces en el Portal de Salida, gozne orientado hacia lo
Suprahumano.
Se lo conoce como el signo de los Grandes Iniciados, aquellos que regresan para servir a la
humanidad que aún está evolucionando.

Es el signo de la IMPERSONALIDAD.

Este término indica que la personalidad ha sido trascendida definitivamente.


La gran dificultad es que se debe actuar en lo humano, empleando correctamente todas las
herramientas que la encarnación provee (Yo uso), pero siendo impersonal. Esta modalidad
del accionar libera definitivamente al alma de las rondas de las encarnaciones.
Como es un signo Cardinal, no puede convertirse en pasivo, pero debe lograr la acción justa
en el momento correcto.

El hombre Superior de Capricornio actúa de manera impersonal porque es capaz de


subordinar su voluntad a la del Padre, convirtiéndose a sí mismo en una amorosa
herramienta de la Ley Divina.
Conoce y acepta humildemente, como un siervo1 –aunque poderoso-, las leyes kármicas; ha
aprendido que el único modo de no generar más karma es actuar de manera impersonal.
Ya no hay logros que apetezca porque conoce la fragilidad y caducidad del éxito mundano.
Al conquistar la cima de la montaña, ha caído de rodillas ante la contemplación de la
majestuosidad y perfección del Plan Divino.
Trabaja arduamente, como un Portador de Cargas, disponiéndose a aliviar cargas ajenas,
ofrendando su esfuerzo al Plan Evolutivo. No es sometimiento, no arrastra a nada ni a
nadie, discierne ( ) con precisión qué o quién debe y puede ser elevado, porque ha
trascendido la polaridad. Ya no necesita elegir entre el bien y el mal, porque al conocer las
Leyes ha trascendido el libre albedrío ¡convirtiéndose en un hombre libre!
Igual que en las saturnales romanas, “el más grande”, por elevado, sirve a los “más bajos”,
aún esclavos de la materia.

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De servidor
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El hombre inferior es el clásico trepador social, capaz de rebajar a otros para poder
elevarse. Con su tendencia superyoica, pesa sobre los demás, convirtiéndose en una carga
agobiante por sus exigencias. Es implacable, tenaz y duro como una roca; no se permite
flaquezas ni emociones que lo debiliten y es sumamente despectivo ante las ajenas.
En este nivel, el chakra laríngeo es el amo y señor, expresándose a través de juicios y
categorizaciones.
Su poderosa voluntad está al servicio de su propia ley: alcanzar el éxito cueste lo que
cueste y caiga quien caiga.
Desplegando una actividad incesante, le aguarda un triste destino: convertirse en esclavo de
sí mismo.
La gran energía de Capricornio, lo comprime y restringe hasta reducirlo a su mínima
expresión: duro como una piedra, que suele terminar quebrándose o quedándose muy solo.

Cuerpo: las rodillas y muslos


Muchos capricornianos suelen tener problemas en esta compleja articulación. En ella se
insertan los músculos flexores y extensores de la pantorrilla, que nos permiten caminar,
escalar, etc. Está formada por el fémur, - el hueso más grande y pesado del esqueleto -, la
tibia, el peroné y la rótula, todos unidos por poderosos ligamentos que le otorgan firmeza y
movilidad, simultáneamente. Además, es la única articulación que tiene ligamentos también
en su interior.
Trepamos usando rodillas y los muslos. Gracias a la fortaleza de nuestros muslos
ascendemos y podemos sostenernos en el sitio alcanzado. Es evidente que para realizar
estos movimientos necesitamos flexibilidad además de fortaleza.
Es, precisamente, otra función de las rodillas la que nos permite mantenernos flexibles:
arrodillarnos.

“Padre, hágase Tu Voluntad, y no la mía.”

¿Cómo es Capricornio, emocionalmente?


Suele ser muy introvertido. Mide con prudencia o cautela la expresión de sus
exteriorizaciones emocionales, mostrándose reservado y hasta distante.
Es sumamente práctico y concreto: “Al pan pan, y al vino vino”.
No le gusta dar vueltas inútilmente, yendo “directo al grano”.
No es espontáneo, sino que tiende a ser precavido y calculador.
Como está altamente socializado, responde “adecuadamente” a lo que se espera de él.
Ya desde la niñez los capricornianos suelen ser sumamente responsables, manteniendo un
comportamiento propio de adultos.
Es habitual que recuperen su niñez cuando ya son personas maduras, y recién entonces se
permitan actitudes o conductas juveniles y transgresoras.
Un Capricornio nace viejo...y luego mejora con el tiempo.
Desde pequeños suelen hacerse cargo de demasiadas cosas, que pueden resultarles
excesivas y abrumadoras. Pero, son altamente resistentes, y apelan muchas veces a la
supresión de sus emociones, para concentrar más sus energías y así poder responder a las
demandas, propias y ajenas.
Suelen nacer con un superyo incorporado: son sumamente exigentes, aún en sus vínculos, a
los que a veces eligen por conveniencia.
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Su preocupación constante por ocupar “lugares” o por cumplir promesas, los pueden llevar
a desarrollar un autocontrol extremo.
No sólo soportan muy bien la soledad sino que suelen preferirla a la compañía superflua.

¿Cómo es mentalmente?
Sumamente observador, dispone - igual que Sagitario-, de un pensamiento sintético y con
alta capacidad de abstracción. Puede ser un gran teórico, con capacidad de evaluar
correctamente cada término de una ecuación y de manejarse cómodamente con conceptos
abstractos. Mide, calcula y evalúa cuidadosa y minuciosamente; jamás llega a ninguna
conclusión apresuradamente.
Aprende de la experiencia y no suele repetir errores. Es metódico, previsor, y sumamente
perspicaz. Su mente es calculadora, sumamente hábil, y pone mucho empeño en descubrir
las causas primarias. Es un científico natural.

Modalidad laboral:
Es previsor, responsable, disciplinado y exigente. Jamás podría trabajar en un ambiente
caótico. No soporta muy bien a las personas que se comportan irresponsablemente en su
trabajo. Tiene aptitudes para ser un ejecutivo, que exige mucho pero predica con el
ejemplo. Como su tendencia es a convertirse en un “adicto al trabajo”, deberá estar
sumamente atento para poder mantener un equilibrio con otras necesidades.
Hace “lo que hay que hacer”, y no mide ni escatima esfuerzos para lograr su cometido.
A medida que demuestra que puede con ellas, necesita que le brinden cada vez más
responsabilidades; pocas cosas lo frustran más que sentir que no está empleando
adecuadamente toda su capacidad. Suele ser una persona que “se casa” con su trabajo y con
la empresa, aún estando en relación de dependencia, ya que no le gustan las innovaciones,
salvo que hayan sido cuidadosamente evaluadas.
Prefiere confiar en la experiencia, tendiendo a repetir lo que ha dado resultado.
Detesta los imprevistos de cualquier índole; resulta interesante observar la agenda de un
capricorniano: frecuentemente está completa hasta fin de año.
Es especulador, ambicioso, tenaz y sumamente competitivo; quiere “llegar a la cima”, y con
todas estas características es difícil impedírselo.

Personajes famosos: Khalil Gibran – Teilhard de Chardin (filósofo jesuita) –


Albert Schweitzer – Yogananda – Martin Luther King - La India

Décimo trabajo de Hércules


“Matando al can Cerbero, guardián del Hades”

“La luz de la vida debe ahora resplandecer dentro de un mundo de oscuridad, declaró el
Gran Presidente. El hijo de hombre que es también el hijo de Dios debe pasar a través del
décimo Portal. En esta misma hora Hércules se arriesgará”.
Cuando Hércules estuvo frente a frente con el que era su guía, éste habló:
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“Mil peligros has desafiado. ¡Oh, Hércules!”, dijo el Maestro, “y mucho se ha logrado. La
sabiduría y la fuerza son tuyas. ¿Harás uso de ellas para rescatar al que está en agonía, una
víctima de enorme y persistente sufrimiento?”
El Maestro tocó suavemente la frente de Hércules. Ante el ojo interior de éste surgió una
visión. Un hombre yacía postrado sobre una roca, y gemía como si su corazón se rompiera.
Sus manos y piernas estaban encadenadas, y las pesadas cadenas que le ataban estaban
amarradas a anillos de hierro. Gritaba pidiendo ayuda, pero sus palabras retumbaban
vanamente en la desolación y eran tragadas por el viento.
La visión desapareció. Hércules permanecía, como antes, al lado de su guía.
“El encadenado que has visto se llama Teseo2 , dijo el Maestro. “El lugar de su morada es
conocido como el Infierno, el dominio de Hades. Se te pide, ¡Oh, Hércules! ser el salvador
de Teseo. Baja a las profundidades y allí en los planos exteriores libéralo de su
sufrimiento”.
Habiendo oído y comprendido, el hijo de hombre que era también un hijo de Dios, se lanzó
en esta búsqueda, y pasó a través del décimo Portal.
Hacia abajo, siempre hacia abajo, él viajó dentro de los apretados mundos de la forma.
La atmósfera se hacía sofocante, la oscuridad, constantemente, más intensa, y si embargo,
su voluntad era firme. El empinado descenso continuó durante mucho tiempo.
Solo, pero no completamente a solas, él erró allí, pues cuando él buscó dentro, oyó la voz
plateada de la diosa de la sabiduría, Atenea, y las palabras fortalecedoras de Hermes.
Finalmente, llegó a ese oscuro, envenenado río llamado Estigia; un río que deben cruzar las
almas de los muertos. Un óbolo o centavo tenía que pagarse a Caronte, el barquero, para
que pudiera conducirlas a la otra orilla. El sombrío visitante de la tierra asustó a Caronte, y
olvidando su paga, condujo al extranjero al otro lado.
Hércules había entrado, por fin, al Hades, una oscura y brumosa región, donde las sombras,
o mejor dicho, los cascarones de los muertos, se deslizaban por ahí.
Cuando Hércules percibió a la Medusa, su cabello entrelazado con serpientes silbantes,
tomó su espada y se la arrojó, pero no hirió nada, salvo el aire vacío.
A través de senderos laberínticos él hizo su camino hasta que llegó a la sala del rey que
gobernaba el mundo subterráneo, Hades. Éste, torvo y severo, con semblante amenazador,
estaba sentado tiesamente en su negro trono de azabache, mientras Hércules se aproximaba.
“¿Qué buscas tú, un mortal viviente, en mis dominios?”, preguntó Hades.
Hércules dijo: “Busco liberar a Teseo”.
“El camino está vigilado por el monstruo Cerbero, un perro con tres grandes cabezas, cada
una de las cuales tiene serpientes enroscadas a su alrededor”, replicó Hades.
“Si tú puedes vencerlo con tus manos desnudas, una hazaña que nadie aún ha realizado,
puedes desatar al sufriente Teseo”.
Satisfecho con esta respuesta, Hércules prosiguió.
Pronto vio al perro de tres cabezas, y oyó su penetrante ladrido. Gruñendo, saltó sobre
Hércules. Agarrando primero la garganta de Cerbero, Hércules lo estrechó en su puño,
como en un torno. Aguijoneado hasta una furia frenética, el monstruo se sacudió.
Finalmente, al apaciguarse su fuerza, Hércules lo dominó.
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La causa por la que Teseo estaba prisionero en el mundo subterráneo, era que había participado con Piritoo
en un intento de rapto de Perséfone, la esposa de Hades, ya que se había prendado de ella. Este se había
percatado del hecho y los había hecho prisioneros a ambos.
Otras versiones del mito dicen que el prisionero era Prometeo, y que era a él a quien Hércules había rescatado.
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Hecho esto, Hércules prosiguió, y encontró a Teseo. Yacía sobre una losa de piedra, en
agonizante dolor. Entonces Hércules rompió rápidamente sus cadenas, y liberó a la víctima.
Desandando sus pasos, Hércules regresó como había venido.
Cuando alcanzó una vez más el mundo de las cosas vivientes, encontró allí a su Maestro.
“La luz brilla ahora dentro del mundo de oscuridad”, dijo el Maestro. “El trabajo está
realizado. Descansa ahora, hijo mío”.

En el relato se nos dice que Hércules tuvo que hacer tres cosas, antes de iniciar el descenso
al Hades.
1. Purificarse: no se explica cómo lo hizo, pero debía probar que estaba libre de
emociones bajas y del yugo de la materia.
2. Ser iniciado en los misterios: significa haber descendido muchas veces, antes, a sus
infiernos personales, y haber vuelto victorioso. Hércules ya ha conocido a la “negra
noche del alma”.
3. Debía realizar un acto previo de servicio: en su camino hacia el Hades, se detiene a
desatar a dos hombres que corrían peligro de ser aplastados por el ganado.

“Hacia abajo, siempre hacia abajo...” significa, en principio, una mirada hacia atrás; una
revisión completa de todas las etapas y sucesos que vivió el ama desde sus comienzos,
desde que encarnó por primera vez en Cáncer.
Aquí se realiza el balance definitivo, y el alma se libera definitivamente de su karma.
Además, hay un principio esotérico que dice “cuanto más arriba, más abajo”.
En Capricornio el alma llegó a su posibilidad más alta, por lo tanto debe descender y
profundizar hasta en lo más hondo, oscuro y brumoso de sí mismo, antes de estar preparado
para el servicio que le aguarda más adelante.
Sabe, además, que su propia sombra es tan sólo una parte de la Sombra colectiva.
En parte, este descenso tiene que ver con la memoria, con la revisión, no sólo de su historia
personal, sino del proceso evolutivo de la humanidad entera (la cola de saurio).
En el relato, se nos dice que, aunque estaba solo, escuchaba en su interior las voces de
Atenea y de Hermes. La primera es la diosa de la sabiduría  y Hermes o Mercurio es el
regente de . Ambos signos forman el eje del conocimiento.
Hércules, dueño definitivamente de la sabiduría conferida por este eje, ha vencido al mundo
de la ilusión (Maya), representado en el relato por la cantidad de pasadizos y espejismos
que debe atravesar antes de llegar a la cámara del rey del Infierno. La Medusa es uno de
estos espejismos, y desaparece cuando él le arroja la espada de su inteligencia.
Recordemos que en el Segundo Portal ya Hércules se había internado en un laberinto.
En él estaba encerrado el Minotauro, monstruo que encarna el deseo en su forma más
primaria e incontrolable. Es conveniente repasar este relato, relacionado con el primer signo
de Tierra, para comprender la culminación que se lleva a cabo en el Décimo Portal.

¿Qué representa Teseo?


Más allá del mito, este héroe humano que había matado al Minotauro, representa a la
Inteligencia, prisionera en el mundo de los muertos, el mundo de las formas ilusorias (The
Matrix).
Hércules, el alma conciente, símbolo del Amor, auxilia a la humanidad, encarnada en
Teseo. En ella, representada por Teseo, la Inteligencia aún no se ha fusionado con el Amor,
y la cabeza prevalece sobre el corazón: Capricornio, la cabra y la ambición.
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Cuando Hércules libera a Teseo, simbólicamente está salvando y rescatando a la


humanidad entera.
El servicio ya libre de lazos kármicos, totalmente impersonal y desapegado, es la tarea que
debe llevar a cabo antes de poder acceder a Acuario, el primer signo suprahumano.
La impersonalidad es el atributo que el alma adquiere luego de matar al can Cerbero, el
guardián del Hades.
Cuando el monstruo se abalanza, enfurecido, sobre Hércules, éste aprisiona con fuerza la
garganta de la cabeza central.

Las tres cabezas simbolizan la sensación, el deseo y las buenas intenciones.

Al matar al deseo, –la cabeza central-, las otras dos ya no tiene potencia alguna, y Cerbero
es definitivamente derrotado
La cabeza central es la más poderosa, ya que es la que produce la búsqueda de sensaciones,
estimulada por un deseo que no se contenta nunca. Este es el obstáculo más importante que
impide desarrollar la impersonalidad. Mientras el alma aún desee cosas para sí o para sus
seres queridos, aún no está preparada para ser un servidor del mundo.
Con respecto a la tercera cabeza, las buenas intenciones, se dice que el camino hacia el
infierno está pavimentado con ellas.
Se refiere, en primer término, a todos los buenos propósitos que nunca hemos llevado a
cabo, por negligencia o pereza.
Recordemos que el regente de este poderoso signo es Saturno o Cronos, el Señor del
Tiempo. Posponer las cosas significa no hacerlas “a su debido tiempo”, y el Señor del
Karma también contabiliza el tiempo perdido.
En segundo término, se refiere a las buenas intenciones que nos mueven a hacer cosas que
los demás no necesitan o no han pedido, y que terminan abrumándolos con el peso de
nuestra insistencia o constante presencia.

Dice Alice Bayley: “La gran oscilación en Capricornio es compendiada por las palabras
claves. En la rueda común (la vía seca) ellas son:
Y la palabra dijo: “Que la ambición gobierne y que la puerta permanezca abierta”.
Pero, cuando un verdadero sentido de la realidad reemplaza tanto a la ambición material
como a la ambición espiritual, el hombre puede decir con veracidad (vía húmeda):
“Estoy perdido en la luz suprema, pero vuelvo mi espalda a esa luz”.

Hércules, al descender al Infierno para rescatar a Teseo, decide dar la espalda a la luz, para
sumergirse en el mundo de las tinieblas, en el más amoroso acto de servicio.

“En las reglas del camino está escrito: Conoce y ve la vileza de cada uno. Sin embargo,
con esta revelación no hay negación ni rechazo”.

Hércules ya no siente que su deseo es ley, sino que desea sólo lo que debe.
Por fin, esta enorme fuerza, conquistada a lo largo de nueve Portales, ha sido encauzada
hacia el cumplimiento de la Voluntad del Padre.
Un Iniciado es aquel que ya no se identifica más con el aspecto formal (material) de la
existencia, sólo con el espíritu.
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No pone su conciencia en su mente ni en sus deseos, utilizando todos sus recursos


(herramientas) correctamente, porque aquella está enfocada en el aspecto superior de su
alma.

Hércules ha buscado su propia liberación del yugo de la forma ilusoria en cada trabajo
realizado.
“Ahora él es libre, es un Iniciado, un discípulo del mundo. Él trabaja como un ser
sobrehumano en un cuerpo humano. La marca de pureza del iniciado es el silencio, el
sufrimiento intenso y la soledad”.

Pero, también deberemos recordar que dice Alice Bayley: “Si has nacido bajo este signo,
por favor, no te hagas la idea de que eres un iniciado”.

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