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en Mt 21:12-13.
3 Erich Zenger, “El Significado Fundamental del Primer Testamento. Interpretación cristiano-
judía de la Biblia después de Auschwitz”, Selecciones de Teología 156 (2000), 253.
4 Con la mención de ciertos pasajes proféticos, Mateo trata de proporcionar apoyo a la
historia de Jesús y de explicar que esos acontecimientos y creencias no son nuevos o
innovadores, ni repudian el pasado de Israel, sino que son el cumplimiento de esa misma
historia y herencia. Véase Mt 2,15ss; 2,23ss; 21,4, etc.
2. La
Hemos de comenzar afirmando una verdad que, por obvia, es fácil que
interpreta- pierda su centralidad: nosotros no somos judíos, sino cristianos. Eso
ción que significa que toda nuestra lectura de la Biblia ha de ser cristocéntrica, es
Jesús hacía decir, ha de colocar como filtro a la persona y obra de Jesucristo.
del Antiguo
Testamento Por eso, vamos a comenzar con nuestra serie de estudios prestando
atención a cómo Jesús leía e interpretaba el Antiguo Testamento. Como
veremos, hay algunos libros que serán centrales en su vida y en su
predicación –como Deuteronomio y algunos profetas–, mientras que otros
libros quedan arrinconados e incluso son reinterpretados por Jesús.
Preguntas En el relato de las tentaciones, Jesús emplea en las tres ocasiones el libro
¿Qué libro del del Deuteronomio para responder a Satanás: Mt 4:4 = Dt 8:3; Mt 4:7 = Dt
Antiguo 6:16; Mt 4:10 = Dt 6:13; las tres citas describen la necesaria obediencia del
Testamento cita ser humano ante Dios.
Jesús en los tres
Esta insistencia nos habla de la centralidad de este libro en el ministerio de
casos para
responder a
Jesús. No es casualidad que el libro del Deuteronomio sea, como su
Satanás? nombre indica, el libro que repite o recuerda la Ley al pueblo, solo que el
énfasis está en aquí en la necesidad de interiorizar la Ley y la Alianza entre
A la luz de Dios e Israel para no caer en la infidelidad. No se trata de cumplir de forma
Mateo 4:6-7, ¿es
legalista una serie de reglas, sino de vivir en sociedad de acuerdo a Su
posible decir
que hay una
voluntad.
forma Es interesante que en la segunda tentación sea el propio Satanás quien trata
“diabólica” de de argumentar con la Biblia Hebrea “en la mano”. Nos encontramos así
utilizar la ante dos maneras de leer la Escritura, la de Jesús y la de Satanás, que
Escritura?
esconden dos formas de entender a Dios y la relación que los seres
humanos establecemos con Él.
Pedro tras Pentecostés en Hch 3:13.26; 4:27.30 recurre a Is 52:13), y en Hch 8:35, Felipe
parte precisamente del texto de Isaías para explicar al eunuco la figura de Jesús. El hermoso
himno cristológico de Fil 2:6-11 también tiene el mismo cuarto canto del Siervo como
trasfondo; Rom 4:25, una antigua confesión de fe, presupone Is 53:12: “quien fue entregado
por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación”.
Todo ello se va a concretar en las llamadas seis “antítesis” que vienen acto
seguido, que no son más que ejemplos de esa justicia mayor. ¿A qué nos
referimos con este concepto de “antítesis”? Los rabinos anteponían su
propia exégesis o interpretación de la Ley a la de otros rabinos mediante la
fórmula aramea “aní omer”. Aquí, Jesús no entra en contradicción con el
AT, pero sí con lo que los hombres de su tiempo habían hecho con esos
textos, con sus interpretaciones y aplicaciones a la vida cotidiana. Los
problemas concretos que se encuentran detrás de las seis antítesis son
situaciones de la vida diaria del mundo mediterráneo antiguo, a los que
Jesús busca responder. Las primeras tres fórmulas introducen una ley
casuística, es decir, se trata de un caso concreto: el asesinato, el adulterio y
el divorcio. Las tres siguientes antítesis se constituyen a partir de una ley
apodíctica, o sea, independiente de la situación, sobre el juramento, la
venganza y el amor a los enemigos. En todos los casos, Jesús irá más allá
radicalizando las exigencias de la Ley, para lo cual empleará a menudo
imágenes hiperbólicas, exageradas.
A la condena del homicidio por la Ley (Ex 20:13; Dt 5:17), Jesús contrapone
la denuncia de la cólera y el insulto, yendo al fondo mismo de las
motivaciones del corazón humano. El “enfadarse” contra el hermano (5:22)
y llamarle “estúpido” o “idiota” refleja la mentalidad que alguien que quiere
descubrir debilidades y fallos en el otro y castigarle por ello, ponerse por
encima de los demás. Por eso, en la justicia mayor del Reino no basta
solamente con no matar.
Encontramos dos aplicaciones prácticas que completan el mensaje:
a. La reconciliación entre hermanos tiene más importancia que la
ofrenda cultual (vv. 23-24). No es lícito ofrendar a Dios sin haber
resuelto primero los desacuerdos que se dan entre hermanos.
b. No dejemos que se enconen los conflictos (vv. 25-26).
9Véase, por ejemplo, la crítica que Jesús hace a los fariseos al respecto del corbán en
Marcos 7:9-13.
Se conjugan dos motivos: por un lado, los «juramentos», que ponen a Dios
por testigo en los conflictos, para probar la buena fe; por otro, los «votos»,
por los que uno se compromete con Dios, a veces con promesas
irreflexivas. En ambos casos, la postura de Jesús es clara: «Os digo que no
juréis de ninguna manera». La sencillez del «sí» y del «no» deben presidir
las relaciones sociales de los discípulos; deben ser francos y transparentes, y
dejar que Dios evalúe la verdad de cada cual.
Todas las antítesis se leen desde esta última, cumbre de la ética cristiana. La
primera afirmación viene de la Biblia –“amarás a tu prójimo…” (Lv 19:18)–,
pero no la segunda –“y odiarás a tu enemigo”–. Jesús enuncia un
mandamiento sorprendente: «Amad a vuestros enemigos, orad por los que
os persiguen», lo cual contrasta enormemente con las posturas de otros
grupos judíos. Por ejemplo, los sectarios de Qumrán se enorgullecían de
amar a los «hijos de la luz» y odiar a los «hijos de las tinieblas».
El enemigo es un tipo de malvado muy concreto, aquel
que busca conscientemente el mal del prójimo. Los
motivos que da Jesús para amar a este enemigo son bueno
malo
varios; en primer lugar, la imitación de Dios (v. 45.48),
la necesidad de actuar como lo hace el padre, de ser
perfectos como lo es Él. Esta idea de la imitación de
Dios es muy importante en la espiritualidad judía, como
apreciados por ejemplo, en el libro del Levítico, donde enemigo
frecuentemente leemos: “sed santos como yo, el Señor,
soy santo”. Jesús también apela al contraste necesario que debe existir
entre sus seguidores y el resto, y finalmente se habla de la recompensa
futura.
La manera en que Jesús interpreta la Ley también afecta a cómo observa los
preceptos rituales judíos. Como veíamos en el caso de las antítesis, Jesús no
contrapone su enseñanza a la Torá, pero ahora subordina los preceptos
rituales al precepto del amor y de la misericordia. Los dos siguientes pasajes
ilustran la manera en que Jesús concebía tales mandatos: los que humanizan
seguirán siendo vigentes para sus discípulos, no así los que alejan a la
persona de la sociedad y de Dios.
10 El bacilo de la lepra fue identificado en 1874 por el médico noruego Gerhard Henrik
propiamente dicha, sino que abarca toda una larga serie de fenómenos, como la proliferación
de hongos.
12Véase, por ejemplo, la pregunta de los discípulos en Juan 9:2, “Rabí, ¿quién pecó, este o
sus padres, para que haya nacido ciego?”.
13 Pesch, Mk I, 143.
Mateo explica que los discípulos estaban hambrientos y por ello recogen
espigas y las comen, aunque la recolección era un trabajo prohibido en
sábado. De este modo, conecta las acciones de los discípulos con la historia
de David en el templo. Jesús pretende demostrar que los discípulos, al igual
que David14, no quebrantan el precepto sabático por capricho, sino por
necesidad.
El hambre era para los rabinos un peligro de muerte, y el peligro de muerte
permitía la suspensión del precepto sabático. Otros grupos, todavía más
extremos como Qumrán, negaban cualquier excepción, incluso para salvar
una vida humana:
14 1 Samuel 21:1-7. Si los panes de la “presencia” estaban ofrendados significa que el episodio
se produjo en sábado. Cf. Levítico 24:8, Números 28:8, donde las acciones de los sacerdotes
en sábado son una profanación, pero ellos son inocentes.
15 CD 11,16s.