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Prieto, Mercedes

Reseña de "Reinventando al otro. El documental indigenista en Ecuador" de Christian


León
Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 39, 2011, pp. 198-202
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
Quito, Ecuador

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re s e ñ a s

Reseñas

corrientes consultadas y discutidas, y en


mostrar cómo posturas a simple vista con-
trapuestas, pueden integrarse en buenas
políticas. El autor no deja ningún punto
crucial del tema e hilvana cuidadosamente
los procesos (ambientales, sociales, econó-
micos, políticos, institucionales), los con-
textos (históricos y actuales) y los actores
objeto de su reflexión. En este campo poco
explorado en el contexto latinoamericano,
el trabajo de Fontaine será un punto de
referencia clave para aquellos interesados,
desde diversos ámbitos temáticos, en los
problemas energéticos-ambientales.

Alicia Puyana
Profesora-investigadora Christian León
de FLACSO-México Reinventando al otro.
198 El documental indigenista
en Ecuador
Ministerio de Cultura del Ecuador,
Quito, 2010, 269 págs.

El libro consta de seis capítulos, uno de los


cuales está suscrito por Karolina Romero,
un prólogo de Gabriela Zamorano, varios
anexos y una bibliografía. Se trata de una
suerte de historia del documental “indige-
nista” en el Ecuador desde los años 1920
hasta la actualidad. De manera esquemática
se puede decir que, para Christian León, el
documental indigenista es aquel que habla
sobre los indios, desde la mirada de actores
no indios. Su hipótesis es que este material
visual crea y es re-creado por nociones sobre
los indígenas como seres no solo distintos,
sino inferiores. El autor rastrea en estos tex-
tos visuales un modelo único de domina-
ción racial, aplicable a diversos momentos
históricos y regímenes de administración de

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las poblaciones indígenas. Propone al docu- gunos aspectos del libro. Primero, el corpus
mental indigenista como indicio y, en oca- analítico, como lo observa el propio autor,
siones, como expresión misma de la biopo- es limitado, tanto porque falta incorporar
lítica de la indigenidad. Esta visión homo- piezas al inventario cuanto porque no hay
genizante persiste en el recorrido por los densidad en la producción. Es decir, los
tres momentos que León construye para materiales tienen un carácter de huellas y
dar cuenta de este género: el de los pione- trazos antes que conformar un corpus de
ros, el de la mirada extranjera y el de la biopoder. Segundo, veo la necesidad de in-
nación. El punto de inflexión en este itine- tegrar en el análisis no solo el punto de
rario es el levantamiento indígena y la pro- enunciación y la representación resultante
ducción de documentales, por parte de au- sino, también, la recepción. Es pertinente
tores indígenas, que le siguió. Karolina Ro- pensar que se trata de procesos comunica-
mero, al abordar este nuevo escenario, mo- tivos altamente disputados y controversia-
difica la aproximación teórica anterior y les y que los efectos de poder son múltiples
propone al documental como un campo y diversos. Tercero, me parece importante
del poder en lugar de biopolítica. imbricar lo local y global de mejor manera:
Los agudos y fascinantes microanálisis no hay miradas extranjeras, por un lado, y
que hace León del material documental locales, por otro. Ambas se encuentran, se
sugieren cómo operan los procesos de re- apropian unas de otras y entran en tensio- 199
presentación y subalternización. Esto en- nes o disputas. Es más, la tensión no solo
riquece el actual debate sobre las políticas ocurre con productores extranjeros sino,
de la imagen y de la representación de los como lo muestra el propio autor, con los
pueblos indígenas y otros grupos sociales. diversos actores del documental.
Recordemos, por ejemplo, la polémica en
Ecuador en torno a la serie televisiva La Cronología del documental
taxista cuya protagonista, para miembros sobre los nativos
de los grupos indígenas, no representa a la
auténtica mujer indígena. Asimismo, la Quisiera, de manera provocativa, proponer
propuesta de una concejala de Quito de hitos que articulan algunos de los aspectos
introducir taxis rosados conducidos por señalados, para reconstruir una cronología
mujeres fue recibida con molestia por de la producción de imágenes visuales de la
parte de las propias taxistas debido al este- población indígena. Hay un primer mo-
reotipo implícito. El libro enriquece tam- mento, que se lo podría llamar “documen-
bién la historia de las representaciones y tal de frontera”, compuesto por materiales
desafía a nuevas investigaciones. Es en esta visuales producidos por científicos, viajeros
última óptica donde se inserta el presente o misioneros que muestran indígenas de
comentario enfocado en dos temas: la cro- frontera. Por ejemplo, mientras el sacerdo-
nología del estudio y la dominación racial. te salesiano Carlos Crespi hace una pro-
Antes de ello, sin embargo, quisiera ducción sobre los shuar en la Amazonía
fundamentar mi propuesta subrayando al- ecuatoriana, su par Alberto de Agostini

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realizaba un documental sobre los fuegui- bio entre naciones y al programa de asis-
nos, en el sur de Chile. Una variedad de tencia técnica a comunidades indígenas de
misiones se desplazaron a distintos rinco- los países andinos, auspiciado por un con-
nes del continente para documentar e in- junto de instituciones del sistema de Na-
ventariar la existencia de grupos nativos. ciones Unidas y conocido con el nombre
Los materiales producidos en estos contex- de Misión Andina. Nuevamente, estos do-
tos parecen hacer parte del proceso, descri- cumentos deben leerse en el marco global
to por Johannes Fabian1, de cómo la An- que, en este caso, está relacionado al reco-
tropología facilitó la creación de los pue- nocimiento que se hace, a partir de la pos-
blos nativos como inferiores al establecer guerra, de la existencia de poblaciones ori-
una falta de simultaneidad, temporal y es- ginarias subyugadas por los estados colo-
pacial, entre los productores de imágenes y niales y poscoloniales y al indigenismo.
los nativos. Pero, al mismo tiempo, la re- Los documentales combinan el rescate de
presentación de los cuerpos indígenas fue lo nativo con una retórica de la moderni-
un campo de tensiones. El propio trabajo zación y del cambio social. Existen al me-
de Crespi se enfrenta a otras obras que ha- nos dos variantes: una que busca docu-
bían representado a los shuar como reduc- mentar la modernización y el cambio con
tores de cabezas y que habían circulado en el propósito de expandir la comprensión
200 varias metrópolis occidentales. En este de la variabilidad humana, bajo la idea de
contexto, Crespi –que realizó su produc- que existe una mediación cultural entre los
ción con el fin de levantar fondos para apo- sujetos y la sociedad; y otra que persigue
yar las misiones– busca persuadir a su sujetar a los indios a los procesos de mo-
audiencia que, pese esas prácticas, este pue- dernización bajo la incipiente lógica del
blo podía ser evangelizado. Poco sabemos, desarrollo. La idea de desarrollo no inten-
sin embargo, sobre la manera en que fue ta simplemente higienizar a los indios, si-
recibido este trabajo. Lo que sí conocemos no reconocer sus lenguas y sus potenciali-
es que, en Quito, Jacinto Jijón y Caamaño dades con el propósito de integrarlos a la
–miembro de la élite y reputado arqueólo- nación, bajo formas racializadas y exclu-
go y coleccionista– alegó que el documen- yentes.
tal podría inducir a equívocos entre el La obra del fotógrafo y cineasta Rodolf
público del norte, pues se podría asociar al Blomberg, quien se avecindó en Ecuador,
Ecuador en su conjunto con el salvajismo, puede leerse como parte de este contexto
inhibiendo inversiones y visitas –y subla- de reconocimiento de las múltiples mane-
ternizando de esta manera a la élite–. ras de resolver los problemas humanos y de
Un segundo hito es el “documental de la existencia de pueblos originarios subyu-
la modernización”, que se inicia con reali- gados. Según nos cuenta Christian León,
zaciones ligadas a programas de intercam- su trabajo Pedro, un muchacho indígena,
que relata la vida de un joven de Imbabura,
1 Nos referimos a Time and the Other: How enfatiza en las similitudes de este mucha-
Anthropology Makes Its Object. New York: Columbia
University Press, 1983. cho con las experiencias de vida de otros

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jóvenes en distintos lugares del planeta ya burocrático estatal en los márgenes, bajo
que comparte con ellos dos instituciones: un imaginario monolítico del estado.
la familia y la escuela. Asimismo, los docu- Si se contrasta cada uno de estos mo-
mentales de propaganda de las intervencio- mentos con los hitos documentales que he
nes de desarrollo auspiciadas por los Es- sugerido y sus contextos de significación, la
tados Unidos, como El valle de los tejedores producción visual puede entenderse como
u Otavalo, tierra mía, deben leerse en el huella de los diversos espacios de la admi-
marco de incorporación de los grupos in- nistración indígena, señas dejadas por una
dígenas a los procesos de modernización. forma de administración altamente descen-
Finalmente aparece el “documental trada: presente en las fronteras, en las co-
épico” o “de reconocimiento” de los indí- munas autónomas, en la política y la cien-
genas como parte de la identidad nacional cia y, en menor intensidad, en las hacien-
que, en Ecuador, estuvo relacionado con el das. Un ejemplo del último escenario es la
inicio de la explotación petrolera. Se trata producción privada de Miguel Ángel Álva-
de comunicaciones, producidas bajo una rez analizada por León que, si bien no tuvo
agenda que persigue recrear los orígenes el propósito de ser difundida, es una clara
indianos de la nación por medio de narra- huella del régimen de hacienda.
tivas épicas de los pueblos originarios, así Los regímenes descentrados de la admi-
como de narraciones de las fronteras sub- nistración indígena se basan, sin embargo, 201
jetivas de los indígenas. La novedad de en la universalización y abstracción de un
estos productos visuales es la constatación sujeto indígena o nativo, construido me-
de que el tema indígena es un campo de diante indicadores físicos y de su cultura
fuerzas que repone en la discusión la capa- material; es decir, pone en el centro a la ra-
cidad política de los y las indígenas. za. Pero no solo el estado aparece descentra-
do en su presencia de poder, sino que la
Formas raciales de dominación dominación racial y el propio concepto de
raza varían en el tiempo. Resulta, por ejem-
Para entender las insidiosas formas de plo, de especial interés el desplazamiento de
dominación racial y su imbricación con la la categoría raza a la de cultura en los años
propuesta de cronología esbozada, es nece- de la posguerra. Entre otros aspectos, este
sario descentrar los regímenes de adminis- cambio sustenta una mirada esencialista de
tración de las poblaciones indígenas. Es- la cultura altamente racializada. En este
quemáticamente, podríamos hablar al contexto apareció primero el documental
menos de tres tecnologías que se combinan de la modernización y después el del reco-
de formas distintas en el tiempo: delega- nocimiento, que hizo aún más ambigua
ción a hacendados, delegación a misiones que antes la representación indígena.
religiosas y delegación a líderes indígenas Para finalizar quisiera insistir en la idea
(comunas). Este descentramiento del esta- de que el documental “indigenista” es un
do es replanteado en los años petroleros campo de disputa antes que un dispositivo
cuando se hace plausible tejer un sistema unificado de poder. Más allá de la lectura

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de las imágenes posibles en cada obra


documental, estos registros se me presen-
tan como una huella de las maneras imagi-
nadas para la administración de las pobla-
ciones indígenas en el Ecuador. Esta idea
de huella, sin embargo, tiene límites dados
por los documentales-propaganda; estos
últimos son un eficaz y directo despliegue
de dispositivos de poder sobre las pobla-
ciones –un efecto poder– que se acerca a la
idea más cruda de biopolítica.

Mercedes Prieto
Profesora-investigadora de
FLACSO-Ecuador

Martín Becerra y Guillermo Mastrini


Los Dueños de la Palabra
202
Editorial Prometeo / Instituto Prensa y
Sociedad, Quito, 2009, 240 págs.

Los Dueños de la Palabra presenta un análi-


sis regional comparativo de las tendencias y
evolución del acceso, estructura y concen-
tración de las industrias infocomunicacio-
nales en América Latina, en los primeros
años del siglo XXI. Como continuidad y
profundización de Periodistas y Magnates:
Estructura y concentración de las Industrias
Culturales en América Latina (2006), un
trabajo previo de los mismos autores que
dio a conocer datos pioneros emplazados
en el año 2000 sobre la estructura y con-
centración de medios en los países sudame-
ricanos y México, el presente trabajo avan-
za una radiografía exhaustiva de la concen-
tración de los medios y las industrias cultu-
rales en 12 países de América Latina, entre
los que se incluye el caso de España, con
datos que corresponden al año 2004.

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