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la propiedad intelectual

La propiedad intelectual (PI) se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras
literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio.

La legislación protege la PI, por ejemplo, mediante las patentes, el derecho de autor y las marcas,
que permiten obtener reconocimiento o ganancias por las invenciones o creaciones. Al equilibrar
el interés de los innovadores y el interés público, el sistema de PI procura fomentar un entorno
propicio para que prosperen la creatividad y la innovación.

Ley sobre el Derecho de Autor

Es el derecho que posee el autor sobre sus creaciones sean estas obras literarias, artísticas,
científicas. Este derecho nace con el acto de creación y no por el registro de la obra, sin embargo
es importante registrarlas para reforzar los derechos morales y patrimoniales del creador.

Sujetos del Derecho de Autor:

Se considera Autor a la persona natural (persona física) que crea alguna obra literaria, artística o
científica, pues es quien tiene la facultad de crear, sin embargo, puede ocurrir en determinados
casos que esos derechos correspondan a una persona jurídica, y serán considerados como los
titulares de los mismos pero sólo en el aspecto patrimonial.

Objeto del Derecho de Autor:

El derecho de autor protege exclusivamente la forma mediante la cual las ideas del autor son
descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras. No son objeto de protección las ideas
por sí mismas o el contenido ideológico o técnico.

Duración del Derecho de Autor:

De acuerdo a lo establecido en el artículo 25 de la Ley sobre Derecho de Autor, dura toda la vida
de éste y se extingue a los sesenta (60) años contados a partir del primero de enero del año
siguiente a su muerte, incluso respecto a las obras no divulgadas durante su vida.

La extinción de los derechos de explotación de las obras determina su paso al dominio público, es
decir que las obras podrán ser utilizadas por cualquier persona, siempre que se respete los
derechos morales del autor.
LEY DE PROPIEDAD INDUSTRIAL

La propiedad industrial, que abarca las patentes de invención, las marcas, los diseños industriales
y las indicaciones geográficas.

Existen varios tipos de derechos de propiedad industrial, cada uno de ellos con su propia
legislación, que son otorgados por el organismo competente. Esos derechos de propiedad
industrial son los siguientes:

Los signos distintivos que corresponden con marcas o nombres comerciales.

Las patentes o invenciones.

Los diseños industriales, que se refiere al aspecto externo de un producto.

En general, todos estos derechos de propiedad industrial poseen una duración máxima y solo
tendrán validez en el territorio donde se concedan.

Acuerdo de Cartagena

Para que se produzca el derecho exclusivo de utilización de cualquiera de esos derechos de


propiedad industrial, es necesario que se realice un registro. Este registro no es obligatorio, pero sí
es muy recomendable para poder aprovechar las ventajas que ofrece la propiedad industrial (por
ejemplo, para evitar que otras personas lo copien).

Objetivos del acuerdo de Cartagena

El objetivo principal del Acuerdo es la mejora de la calidad de vida de sus connacionales mediante
la integración. Igualmente, se promueve una mayor cooperación económica, política y social.

El Acuerdo de Cartagena también plantea los siguientes objetivos para la Comunidad Andina
(CAN):

Promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros en condiciones de equidad.

Acelerar el crecimiento y la generación de ocupación.

Facilitar la participación en el proceso de integración regional.

Propender a disminuir la vulnerabilidad externa y mejorar la posición de los países miembros en el


contexto económico internacional.

Fortalecer la solidaridad subregional y reducir las diferencias de desarrollo existentes.

Importancia del Acuerdo de Cartagena


Este Acuerdo contempla, a groso modo, un método de integración progresivo que incluye
aspectos económicos relevantes para el desarrollo. Por ejemplo, contiene programas de desarrollo
industrial y agropecuario, y apertura comercial. Esto, como medidas conjuntas de los países
miembros en pro de la integración regional.

Asimismo, la formación del bloque subregional contempla una integración política y social, no solo
económica. El establecimiento de un Órgano supranacional de política exterior, por ejemplo,
supuso un mayor grado de integración que en acuerdos anteriores a este.

Finalmente, la Comunidad Andina representa un mayor alcance comercial para las industrias
locales. Los reducidos mercados domésticos y la baja competitividad, en términos de
productividad, impedían el desarrollo de nuevas industrias.

El Acuerdo de Cartagena, que dio nacimiento al Grupo Andino, comenzó a delinearse desde 1966
con la Declaración de Bogotá. Fue suscrito el 26 de mayo de 1969 y entró en vigencia el 16 de
octubre de 1969, cuando el Comité permanente de la ALALC obtuvo la ratificación oficial del
Gobierno de Perú, después de la de los Gobiernos de Colombia y Chile. En noviembre de 1969,
Ecuador y Bolivia lo ratificaron y en 1973 Venezuela adhirió. Chile se retiró en 1976.

El Acuerdo ha sido objeto de varias modificaciones de gran importancia para el proceso de


integración andina. Se destaca entre otras, la modificación realizada mediante el Protocolo de
Trujillo, suscrito por los Presidentes andinos con ocasión del VIII Consejo Presidencial celebrado en
la ciudad de Trujillo, Perú, en marzo de 1996; con este Protocolo se creó la Comunidad Andina. Es
un error la denominación “Comunidad Andina de Naciones” pues esta no existe como tal.

El 22 de abril de 2006, Venezuela formalizó su decisión de denunciar el Acuerdo de Cartagena. El 9


de agosto del mismo año, Venezuela suscribió con los Países Miembros de la Comunidad Andina
un Memorando de Entendimiento por medio del cual se acordó el procedimiento para definir el
régimen transitorio que permitiría la salida de Venezuela de la Comunidad Andina, de acuerdo con
el artículo 135 del Acuerdo de Cartagena ( Decisión 641). El vínculo de Venezuela con la CAN
concluyó el 21 de abril de 2011.

La Comunidad Andina es hoy una organización subregional con personería jurídica internacional
integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

El 20 de septiembre de 2006, mediante la Decisión 645 del Consejo de Ministros de Relaciones


Exteriores y de la Comisión, se le otorgó a Chile la condición de País Miembro Asociado de la
Comunidad Andina. Igualmente, los Estados Parte del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay) ostentan la calidad de Miembros Asociados desde el 7 de julio de 2005, brindada con la
Decisión 613.

La CAN es el mecanismo pionero de integración continental y uno de los sistemas de integración


más ambiciosos en el mundo, donde se ha pactado la libre circulación de bienes, servicios y
ciudadanos. La CAN cumplió 52 años de existencia en mayo de 2021 y se mantiene como una
organización relevante que impacta positivamente en el desarrollo de los Países Miembros.

El régimen andino permite a los Países Miembros el intercambio sin arancel del 100% de los
bienes. Sin embargo, el proceso andino no se limita a la eliminación de impuestos al comercio sino
que, de forma visionaria, ha desarrollado regímenes comunes y dinámicos en materia aduanera,
de facilitación del comercio, obstáculos técnicos al comercio, servicios e inversión, medidas
sanitarias y fitosanitarias, propiedad intelectual, competencia y defensa comercial, promoción
comercial, transporte, interconexión eléctrica, telecomunicaciones, entre varios otros, así como
iniciativas de cooperación que han contribuido a la construcción de capacidades comerciales en
los países.

La comunidad

El término comunidad tiene su origen en el vocablo latino communitas, y se refiere a un conjunto,


una asociación o un grupo de individuos, pueden ser de seres humanos, de animales o de
cualquier otro tipo de vida, que comparten elementos, características, intereses, propiedades u
objetivos en común.

Desde el punto de vista antropológico, las comundades humanas comparten el idioma, las
costumbres, la visión del mundo, los valores, las creencias, la ubicación geográfica (país, ciudad,
barrio, vecinos), las tareas (cuarteles, cárceles), el trabajo, los estudios, el estatus social, los roles,
la edad, los problemas y/o los intereses.

La palabra puede referirse a una comunidad no estructurada (concepción individualista), que


alude a la reunión de individuos que conforman un determinado sistema o ecosistema, o
comunidad estructurada (concepción holística) en la cual existe un alto grado de pertenencia, por
tanto, existe un sentimiento de proximidad e igualdad social.

Generalmente, en la medida en que una comunidad humana se desenvuelve, los individuos


elaboran, comparten y socializan una identidad común, diferenciándose de otras comunidades.
Esa identidad puede expresarse, por ejemplo, con signos o señales.
Algunos elementos necesarios para que exista una comunidad son:

la pertenencia o membresía, es decir, la historia, la identidad, los símbolos, los derechos y los
deberes de la comunidad, entre otros;

la influencia, que es la capacidad que se tiene para inducir o influenciar a otros individuos para
realizar una determinada acción conjunta;

la integración, que busca el respeto, la popularidad, el estatus, la satisfacción de todas las


necesidades del grupo;

el compromiso, donde el deseo por llegar a las metas y el conocimiento de los miembros del grupo
es suficiente para crear lazos emocionales firmes y brindar afecto, contención y seguridad.

Elementos

Elementos de una comunidad:

–Fin /Objetivo: Es el elemento que conforma la comunidad: Unos miembros que se asocian en aras
de un fin común , al que vamos a definir como “meta objetivo”, u “objetivo aglutinante”. Desde
evitar el calentamiento global, a lograr la abolición de una determinada ley, la independencia de
otro estado, salvar el parque, promover un deporte.Aparte , cada miembro tiene su propio
objetivo personal que no siempre coincide con el meta objetivo dentro de la comunidad, que se
suele mantener oculto. Desde lograr reconocimiento, conocer personas find, prmover su carrera
política, o combatir el tedio. Cuando mayores sinergias se encuentren entre los objetivos
personales y el meta objetivo, mejor funcionará la comunidad.

–Integrantes que ocupan roles muy variados en virtud de su grado de compromiso con la
comunidad.Basicamente, podemos distinguir entre líderes, colaboradores, y usuariosToda
comunidad se basa en el esfuerzo más o menos intenso (compromiso) de unos líderes y
colaboradoes . Cuanto mayor sea la capacidad de convertir simples usuarios o curiosos en
colaboradores, mayor será sus posibilidades de éxito. No es nada nuevo. De la misma manera el
éxito de una empresa es convertir el mayor número de personas que ven un anuncio en
consumidores, o de un partido en lograr que la gente acuda a votarles. Por ello las técnicas de
persuasión o marketing también son útiles en las comunidades.

–Medio: Ya sea físico o virtual, se trata de la herramienta que permite el desarrollo de la


comunidad y la comunicación entre sus miembros. Desde el local de una logia masónica a una
aplicación de internet 2.0

–Identidad: El miembro de la comunidad debe ser consciente de su pertenencia, y sentirse parte


de ella, y elemento necesario en su desarrollo.

-Jerarquía: el grado de compromiso con la comunidad moldea unas identidades y jerarquías muy
específicas. Desde el simple usuario, al contributor, lider, etc. Masonería: inciado, maestro. La
promoción depende del esfuerzo, ya sea personal o económico, y es decidido mediante cosenso
–Reconocimiento , recompensa: Normalmente, la recompensa consiste en avanzar en la jerarquía.

-Compromiso: Grado de esfuerzo que los integrantes dedican al meta objetivo de la comunidad.
Realmente, es el motor e toda comunidad, que funciona mientras el compromiso sea alto. Varía
dependeiendo de los estados jerárquicos: Lideres, contributors, usuarios, aprovechados. Si la
comunidad funciona correctamente, las recompensas (normalmente jerárquicas) deben darse en
virtud al grado de compromiso. Si no es así (los más arriba en el escalafón se comprometen poco,
y los de abajo mucho), la comunidad se disgregará.

Duración de la comunidad

Aunque en nuestro Derecho, la comunidad dista mucho de presentar los inconvenientes de la


propiedad mancomunada y tiene un régimen de administración más ágil que el establecido en el
Código Napoleónico , nuestro legislador la considera como una forma poco eficiente de ejercer el
derecho y por tal razón la trata como una situación que no goza del favor de la ley y a la que, es
deseable poner fin. Sin embargo no llega a establecer un limite de duración de la misma, de modo
que y es importante destacarlo que la comunidad no se disuelve nunca por el solo transcurso del
tiempo por prolongado que este sea.

Dentro de ese orden de ideas, el legislador ha establecido con el carácter de regla general que: "A
nadie puede obligarse a permanecer en comunidad y siempre puede cualquiera de los participes
demandar la partición" ( C. C ., art 768 , encab.).

La regla indicada tiene a su vez excepciones

1. No rige en el caso de las comunidades organizadas por la ley para un fin preciso mientras
subsista la finalidad. Tal es el caso, por ejemplo de la comunidad conyugal.

2. "No podrá pedirse la división de aquellas cosas que de dividirse, dejarían de servir para el uso a
que están destinadas"( C. C .,articulo 769). Tal es el caso de las indivisiones forzosas y perpetuas de
las hemos trato de tratar infra en otro capitulo.

3. "Es valido el pacto de que se deba permanecer en comunidad por un tiempo determinado
(pacto de indivisión), no mayor de cinco años" (C.C. articulo 768, ap .20 ). En todo caso, si el pacto
excede de cinco años no es nulo que se reduce a los cinco años. Por lo demás, nada obsta para que
los comuneros convengan en prorrogar el plazo o renovar el pacto cuantas veces quieran mientras
no incurran en fraude a la ley.
4. Por otra parte, el testador puede prohibir la partición de la herencia cuando al menos uno de
los herederos sea menor de edad hasta un año después de que el menor o todos los menores si
fuesen varios, hayan llegado a la mayoridad. Sin embargo, aun en este caso prevé la ley que el juez
cuando lo exijan graves y urgentes circunstancias , puede permitir la partición prohibida por el
testador ( C.C., art 1067)

Clases de comunidad

La comunidad puede ser Originaria o Derivativa; la primera supone el nacimiento de derecho, para
una pluralidad de sujetos, con prescindencia de un nexo generador de la situación comunitaria (así
en la hipótesis de adquisición de la copropiedad mediante la posesión útil cumplida por varios
sujetos durante el tiempo requerido para la consumación de la usucapión, por ejemplo). La
Comunidad Derivativa tiene su origen en un acto ínter-vivos (donación, venta) o mortis causa
(herencia, legado).

La comunidad puede ser Ordinaria, si se observa el derecho especial de pedir la división de la cosa;
o forzosa, en caso de que la naturaleza de la cosa (o eventualmente, un pacto de indivisión) se
oponga a la partición.

La comunidad es Incidental si toma su origen en hechos o actos extraños a la voluntad de los


participes (comunidad hereditaria, por ejemplo); o Convencional cuando surge por acuerdos
voluntarios de los Intervinientes en la situación comunitaria. Esta ultima especie se regula por
pactos que ellos adopten, de conformidad con las normas generales que presiden las relaciones
negóciales.

Principios rectores de la comunidad

Los principios jurídicos rectores de la comunidad de bienes en nuestro ordenamiento son los
siguientes: -El principio de autonomía de la voluntad. La norma fundamental reguladora de la
comunidad de bienes la constituyen los pactos, acuerdos o convenios concertados entre los
propios comuneros. Las normas legales que regulan la comunidad tienen con algunas
excepciones carácter dispositivo pues rigen solamente a falta de convenio de las partes al
respecto (art. 392 C.c.). -El principio de proporcionalidad. La participación de los comuneros en las
cargas, obligaciones y también en los derechos y beneficios de la comunidad es proporcional a sus
respectivas cuotas que, salvo prueba en contrario, se presumen iguales (art. 393 C.c.). -El principio
democrático. Implica que en el uso, disfrute y administración de la comunidad se sigue el
régimen de mayorías, no tratándose de una mayoría de personas, sino de cuotas (art. 398 C.c.)

-El principio de libertad individual. Cada comunero conserva en la comunidad su propia libertad, lo
que se manifiesta en la posibilidad de que pueda solicitar en cualquier momento que se
divida la cosa común (art. 400 C.c.) o en la posibilidad de renunciar en cualquier momento a sus
derechos (art. 395 C.c.)

Derecho de los acreedores

El legislador ha dispuesto una protección a los intereses de los acreedores, quienes pudieran
resultar perjudicados en una división, consagrándoles para ello derechos en esta materia.

En el Código Civil encontramos lo siguente:

Artículo 766 C.C: "Los acreedores de un comunero pueden oponerse a que se proceda a la división
sin su intervención, y pueden intervenir a su costa; pero no pueden impugnar una división
consumada, excepto en caso de fraude o de que dicha división se haya efectuado a pesar de
formal oposición, y salvo siempre a ellos el ejercicio de los derechos de su deudor"

En virtud del artículo anterior, los acreedores pueden intervenir la partición en función de hacer
valer sus derechos, siempre que esta no se haya perfeccionado. Además, pueden los acreedores
en el ejercicio de sus derechos, oponerse a la partición hasta que se encuentren satisfechas sus
acreencias.

En oposición a esto, el comunero puede hacer cesar la intervención sucinta, dando al acreedor una
garantía o caución suficientes. Sin embargo, persiste la posibilidad de que el acreedor impugne la
partición una vez consumada en los casos de comprobarse el fraude (recordemos la acción
pauliana vista en clases) y cuando la partición se ha realizado a pesar de su formal y oportuna
oposición.

defensa de la comunidad

Cada copropietario puede defender a la comunidad y tiene plenas facultades para ello, ejercitando
ante los tribunales acciones reivindicatorias (para recuperarla), negatorias (oponiéndose a las
servidumbres sobre las mismas) o incluso interdictales (evitando las perturbaciones de terceros).

Cualquiera de los partícipes puede actuar en juicio cuando lo haga en beneficio de la comunidad
(cada uno de ellos tiene legitimación activa), pero si se quiere demandar a la comunidad
(legitimación pasiva), deben ser llamados a juicio todos los copropietarios. En esto se diferencia de
las comunidades de propietarios en régimen de propiedad horizontal, las cuales actúan en juicio
como partes actoras o demandadas a través de la figura de su presidente.
Presunción de comunidad

El texto del artículo 767 del Código Civíl es del tenor siguiente:

"Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos casos de unión no matrimonial,
cuando la mujer, o el hombre, en su caso, demuestre que ha vivido permanentemente en tal
estado aunque los bienes cuya comunidad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno sólo
de ellos. Tal presunción sólo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus respectivos herederos
y también entre uno de ellos y los herederos del otro. Lo dispuesto en este artículo no se aplica si
uno de ellos está casado." (Cursivas nuestras)

De la norma in comento inferimos los supuestos establecidos por nuestro legislador dada la
presunción de concubinato o de "comunidad concubinaria" para considerarla como tal: debe ser
pública y notoria, debe ser regular y permanente, debe ocurrir entre un sólo hombre y una sola
mujer, es decir entre individuos del sexo opuesto y la ausencia de impedimento para contraer
matrimonio, esto es, que los concubinos deben ser solteros, viudos o divorciados.

Dados los supuestos indicados y orientando el estudio de este aparte únicamente a lo dispuesto
en nuestra legislación actual observamos la semejanza que pretendió darle nuestro legislador a los
efectos patrimoniales del concubinato con los efectos patrimoniales del matrimonio, ya que el
espíritu de la legislación objeto de este estudio, busca la protección familiar, sea la forma que está
presente. Aunque debemos tener en cuenta las diferencias entre el concubinato y el matrimonio.

La presunción a que se refiere el artículo comentado anteriormente es establecida iuris tantum y


está basada en los efectos que, respecto a los concubinos y a los herederos, surten los derechos
originados por esta unión en función de los bienes adquiridos durante la convivencia concubinaria
y que por lo tanto pertenecen "de por mitad a ambos concubinos"[8].

Los supuestos establecidos en el C.C. para establecer la existencia del concubinato se refieren a lo
siguiente:

Convivencia no matrimonial permanente; lo que debe traducirse por la existencia de un hombre y


una mujer con todas las apariencias de un matrimonio en forma pública y notoria, y consecuente
posesión de estado de hijos de los descendientes, aunque no haya mediado reconocimiento. Para
establecer esto no existe un determinado lapso de duración de la unión, por lo cual no se incluyen
en estas las uniones casuales o clandestinas (hombres o mujeres casados con terceras personas).
La contribución del trabajo de ambos en la formación del patrimonio; en lo que se refiere al
producto del trabajo como contribución directa a crear un patrimonio y en lo que respecta al
aumento de este.

También es importante la contemporaneidad de la vida en común y el trabajo; realizado este


último en coincidencia con el tiempo de vida en común.

En resumen, el patrimonio debe haber sido creado y aumentado por la contribución de ambos
concubinos, por efectos del producto del trabajo de ambos, no siendo de particular relevancia la
titularidad documentada del bien a nombre de uno solo de los dos concubinos. En caso de división
le correspondería la mitad del patrimonio o del valor de este, así establecido.

Extinción de la Comunidad

· Por la renuncia de los comuneros a su participación, subsistiendo un solo titular del


derecho de propiedad sobre el bien o derecho real objeto de la comunidad.

· Por la prescripción de la cuota perteneciente a los otros comuneros.

· Por la adquisición derivativa de las cuotas de participación de los demás comuneros.

· Por la transmisión total de la comunidad a una sola persona ajena a la misma.

· Por la partición o liquidación de la cosa común. Esta forma de extinción se dispone en


el artículo 768 del Código Civil, estableciendo que ningún comunero está obligado a permanecer
en comunidad, salvo pacto contrario y los casos especiales señalados en las leyes.

propiedad horizontal

Concepto

Se conoce como propiedad horizontal al derecho que se ejerce sobre uno o más pisos, viviendas o
locales de un edificio, que han sido adquiridos por distintos propietarios en forma separada pero
que tienen ciertos derechos y obligaciones en común.
La propiedad horizontal, por lo tanto, es la institución jurídica vinculada a la división y organización
de los inmuebles resultantes de la segregación de una construcción común. Dicha propiedad
reglamenta la manera en que se divide el inmueble y su relación con el resto de los bienes
privados y comunes del edificio.

En un edificio, pues, existen distintos propietarios. Cada propietario dispone de uno o más
departamentos (también conocidos como pisos o apartamentos), pero nadie es dueño del edificio
en su totalidad. A todas estas propiedades individuales se le suma la propiedad común de espacios
como el lado de entrada, los pasillos, los ascensores, etc.

El derecho de propiedad horizontal supone que el propietario de un departamento tiene un


porcentaje de propiedad sobre los espacios comunes. Dicha cuota es inherente a la propiedad del
departamento e inseparable de ésta.

La propiedad horizontal es una institución jurídica que hace alusión al conjunto de normas que
regulan la división y organización de diversos inmuebles, como resultado de la segregación de un
edificio o de un terreno común.

En sí la propiedad horizontal no es un bien inmueble en particular sino un régimen que reglamenta


la forma en que se divide un bien inmueble y la relación entre los propietarios de los bienes
privados y los bienes comunes que han sido segregados de un terreno o edificio. La propiedad
horizontal permite la organización de los copropietarios y el mantenimiento de los bienes
comunes.

Se trata por tanto de aquella especial y seccional forma de división de la propiedad que se ejerce
sobre viviendas, oficinas, locales comerciales, bodegas, estacionamientos, recintos industriales,
sitios y otros en que se divida un condominio y que atribuye al titular de dichas unidades un
derecho de propiedad absoluto y exclusivo sobre las mismas, y un derecho de copropiedad
forzada respecto a los bienes de dominio común.

Así pues, junto con el piso, el derecho de propiedad horizontal incluye un porcentaje de propiedad
sobre los elementos comunes de todos los propietarios de pisos en el edificio en cuestión. Tales
elementos se consideran necesarios para el adecuado uso y disfrute del piso, y la cuota que exista
sobre ellos es completamente inherente a la propiedad del piso, siendo inseparable de ésta.

La propiedad horizontal es una mezcla de propiedad individual y copropiedad. No es una empresa,


una sociedad, una entidad sin ánimo de lucro cualquiera. Es una entidad sin ánimo de lucro
distinta a las otras entidades sin ánimo de lucro. Puede haber propiedad individual y copropiedad
sin que exista propiedad horizontal y este es el caso de las Unidades Inmobiliarias Cerradas, las
que también pueden coexistir dentro de un mismo complejo inmobiliario con las propiedades
horizontales. A principios del siglo pasado, y hasta 1960, se expidieron en muchos países leyes que
cobijaban tanto a las propiedades horizontales como a las Unidades Inmobiliarias Cerradas, las que
se llamaron ley de propiedad por pisos y departamentos, pero luego se tendió a expedir leyes
individuales para cada tipo de propiedad. En Colombia, la Ley 675 2001 dedica los primeros títulos
a la propiedad horizontal y, el último a las Unidades Inmobiliarias Cerradas. A la propiedad
horizontal también se le llama condominio y ley de residencia permanente.

La base legal de la Propiedad Horizontal es la Ley de Propiedad horizontal.

Regimen legal venezolano vigente

Según registros venezolanos, la primera venta de inmuebles bajo el régimen de propiedad


horizontal la realizó el Banco Obrero en el año 1937, aplicando por analogía los artículos 683 y 684
del Código Civil vigente para ese momento, que era el de 1922, ya que, lógicamente, no existían
normas especiales que regularan la materia.[1]

Con la reforma de 1942, el Código Civil incluyó en su cuerpo normativo la Propiedad Horizontal en
los artículos 697 y 698, los cuales contenían el mismo texto de los señalados en el Código
precedente, es decir, el de 1922.

En los años posteriores, los efectos de la II Guerra Mundial hicieron de Venezuela un destino
saludable para los extranjeros, masificando, de esa manera, la población y debiendo construirse
más edificios para la solución habitacional de los ciudadanos y residentes venezolanos.

Dicha situación permitió un análisis exhaustivo de las relaciones de los propietarios de los
diferentes apartamentos que conformaban los edificios y se elaboró un proyecto de ley que fue
promulgada en el año 1957 con el nombre de “Ley de Propiedad de Apartamentos”.

Dicha ley sentó las bases para regular un nuevo régimen inmobiliario, sin embargo, dejó por fuera
la consagración la protección total de los intereses de los adquirentes, por lo que fue necesario
hacer una reforma, impulsada por la Junta de Gobierno en el año 1958, ya conocida como “Ley de
Propiedad Horizontal”.
20 años de vigencia tuvo esta Ley, cuando en 1976, nuevamente, se preparó un anteproyecto de
ley con el objeto de brindar, definitivamente, a los compradores la protección y seguridad jurídica
frente a los abusos cometidos frecuentemente. Dicho anteproyecto fue estudiado en el Congreso
bicameral y sancionado en el año 1978.

Durante el mandato presidencial de Herrera Campins se reformó parcialmente en el año 1983, en


la que solo se simplificó el trámite de permisología para la construcción, que constituía el
inconveniente para las empresas constructoras en años anteriores. Esta reforma entró en vigencia
el 18 de agosto de 1983 y es la que, en la actualidad, permanece vigente y regula todo lo
concerniente a la Propiedad Horizontal en Venezuela.

Limitaciones de la Propiedad

Concepto

Las limitaciones de la propiedad representan todas las prohibiciones que con carácter frecuente
reinciden sobre todas las jurisdicciones periódicas respecto de una misma clase de bienes. Pueden
catalogarse en limitaciones de provecho pública y de utilidad privada. Entre las primeras se
localizan las asignadas por las normas de Derecho administrativo especial por ejemplo: materia de
urbanismo. Como restricciones de utilidad privada primariamente se encuentran las relaciones de
vecindad.

Asimismo, se considera que son las restricciones que trascienden de la misma naturaleza del
derecho personal de propiedad; es decir, la trayectoria del poder del propietario según las
habilidades reglamentarias que lo sistematizan. Los límites más importantes se concentran en la
oposición de hacer mal uso o abusar de un derecho personal. El amparo reglamentario del
derecho de propiedad sólo resguarda el interés fidedigno del propietario y este interés no puede ir
más allá del punto en que emprende el interés de otro propietario o de la colectividad social. Por
lo tanto, se habla también de limitaciones a la propiedad para apuntar a las prohibiciones que
resultan de la presencia de derechos subjetivos contrapuestos a las jurisdicciones periódicas y que
traen origen de algún ejercicio legal.

Clasificación

El título III del libro II del Código Civil denomina las limitaciones de la propiedad el cual se
encuentra dividido en dos capítulos, tratándose el primero del usufructo, uso, de la habitación y
del hogar; y el segundo de las limitaciones legales de la propiedad predial.

El ordenamiento jurídico venezolano consagra 2 tipos de limitaciones, las de utilidad pública y las
de utilidad privada.
Las primeras son aquellas en las cuales el Estado, como sujeto determinado de la relación, ejecuta
una expropiación u embargo sobre el bien de una persona natural o jurídica privada por causa de
utilidad pública o social, teniendo este el derecho de ser indemnizado, íntegramente por el valor
de bien expropiado o embargado.

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