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1988 Viaje de Santa Isabel
1988 Viaje de Santa Isabel
GUSTAVO MICHELENA
RAFAEL ARRAIZ LUCCA
ALFREDO J. ANZOLA
VERNE
¡Honrine!
HONORINE
¡¡América queda en el fin del mundo!!
VERNE
Voy a hacer el viaje que siempre quise... terminar uno que empecé a los 13 años y que mi
padre impidió, como intentas tú ahora. ¡Y voy a escribir un nuevo libro!!
HONORINE
¿Acaso tuviste que hacer un viaje de 20.000 leguas en ese estúpido submarino, o darle la
vuelta al mundo en 80 días, para escribir esos libros?!
VERNE
...estoy harto. Quiero viajar... y escribir sobre el Orinoco.
HONORINE
¡¡El Orinoco!! ¿Qué de especial puede tener ese mar, que no hayas visto en el
Mediterráneo o en el mar del Norte?!
VERNE
¡El Orinoco no es un mar, es un río!!
Verne se toca la cara, con expresión de dolor, sobre una de las mejillas.
VERNE (SIGUE)
¡¡¿Contenta?!! Ya empezaron mis neuralgias!! Tienes la misma habilidad que tenía mi
padre para enfermarme!
HONORINE
¡Monsieur Verne, mi suegro, siempre fue persona de buen juicio, como yo lo soy!
VERNE
¡Mi padre no era una persona, era un bloque de marmol!
HONORINE
Julio... no estás en edad de hacer alocados viajes en barco...!!, y menos a un río de un
país de caníbales!! ¿Cómo voy a explicar tu ausencia? Cuando un marido se aleja tiempo
largo, si no es por obligación de trabajo es tradición murmurar que el marido está huyendo
de su esposa para encontrar a otra mujer!!
VERNE
¡Di cualquier cosa... inventa… que fui a Chantenay a liquidar la casa de los Verne después
de la muerte de mi madre... o no digas nada... que murmuren... ¡Y déjame Honorine… la
única mujer que persigo se llama ventura!
Verne no contesta, sólo levanta los hombros y hace el gesto displicente de labios, de los
franceses.
STRADELLI
¡Disgraziato, borracho, asno, bárbaro!
¡¡Cierto quí Roma no se construyó con hombres como Uds!!
Stradelli ha logrado sacar objetos delicados del saco y verificar si se han roto o no.
HOMBRE CRIOLLO 1
¡¡Si no te gusta, remonta el Orinoco tú solo italiano!!
¡¡Esto es Venezuela, no Roma!!
STRADELLI
¡¡El Orinoco les queda grande!! ¡¡Grande les queda el Orinoco!!
(PAUSA)
Stradelli baja sus cosas de la piragua, rápido una detrás de otra, las amontona; todavía no
ha advertido la presencia de Verne, el cual no pierde detalle. Stradelli se sienta disgustado
y dice a viva voz al criollo:
STRADELLI
¡¡Má!! ¡No aceptar mi oferta por la piragua!
¡ché coglion!!!
STRADELLI
¡¡Ma va a fan culo!!
VERNE
Buon Giorno, Jules Verne. ¿Con quién tengo el gusto?
Stradelli se levanta, todavía amargo y le da la mano por educación, demostrando ser un
hombre con mucha clase:
STRADELLI
Conde Ermano Stradelli, de la Societá Geográfica de Roma.
VERNE
¡Ah! ¡¡La sociedad Geográfica de Roma!! Yo leo frecuentemente el boletín de la Sociedad.
Me es muy útil, mis libros le deben mucho al boletín de la Sociedad.
Stradelli, evidencia que no escuchó bien el nombre del recién llegado, pero lleno de
curiosidad le dice:
STRADELLI (TANTEANDO)
¿Ud. es francés, será acaso el Geógrafo Chaffanjón?
VERNE
Soy escritor. Jules Verne.
STRADELLI (IMPACTADO)
¡¡¡¿Verne?!!! ¡¡Monsieur Jules Verne!!??? ¡Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la
tierra, 20.000 leguas de Viaje submarino, Kéraban el testarudo, El faro del fin del mundo,
Miguel Strogoff, Las tribulaciones de un chino en china! ¡Yo he leído casi todos sus libros!
¡¡Bromea!! ¡¡Jules Verne!!
VERNE
Ouí, Verne!!
Stradelli lo agarra por ambos brazos y besa ambas mejillas de Verne y todavía confundido
pero emocionado, dándose importancia para no ser menos, le dice, levantando el mentón
a la manera mussoliniana:
STRADELLI
¡Conde Ermanno, Angelo, Antonio, Gaetano, María Stradelli de la villa Borgotano!!, socio
de la Societá Geográfica di Roma!! ¡Vine a descubrir las fuentes del Orinoco!!
STRADELLI
Verne capitano, Stradelli marinieri. Un escritor y un geógrafo, lo único que se necesita para
rimontare este bello río!!
VERNE
¡¡Buen negocio hicimos señor Conde!! La piragua es estable, fuerte, cómoda, nada mejor
para la aventura ¡¡Valía la pena ofrecer unos reales más!!
Stradelli hace un gesto italiano con los dedos y dice como insinuando no estar seguro:
STRADELLI
¡¡Eh!!
En ese momento pasa una bandada de bellas corocoras remontando el cielo, y Verne
admirado las señala diciendo a Stradelli:
VERNE (SIGUE)
¡¡Mire!!
STRADELLI
¡Ah!! Si valía la pena... Sólo puedo retratarlas en mi memoria. La fotografía es un arte
rudimentario, mientras la preparo… las corocoras llegan a la luna!
VERNE
La fotografía será algún día igual a su memoria. Las cámaras se harán pequeñas e
instantáneas, y copiarán los colores del día y de la noche. Y Ud. decidirá si quiere que las
cosas se vean detenidas o que se muevan. Las tomará aquí en el Orinoco y su familia las
verá al instante allá en su Palacio de la Villa Borgotano… y… la imagen irá con el canto de
las aves... la música del agua!!
STRADELLI
¡Má, pero cuando??!!
Se dedican los dos a ver el paisaje. La cámara los abandona a ellos y se dedica al paisaje.
9a- DIA. EXT. RIO-SELVA
Varias tomas muy hermosas en distintos lugares del río, subjetivas, Encadenadas
(travelling paisaje).
STRADELLI (CANTANDITO)
``...la tavola calda qui fache la nonna…
...la tavola calda qui fache la nooonnaa…!!'
Luego dice a Verne, señalando tortas de casabe que éste acaba de colocar sobre una
piedra cercana a los patos:
STRADELLI (SIGUE)
Mejor quitar el casabe de ahí, en un segundo se lo come la marabunta! ¿Conoce Ud. la
marabunta? Hormigas hambrientas! Y asesinas! En un pestañar se comen a un hombre.
En el Amazonas vi devorarse a un cauchero dos veces robusto como Ud.
Verne por instinto y por si acaso, ve con algo de nervios a su alrededor. Stradelli lo calma
señalando en la tierra a unos bachacos que merodean por el lugar:
STRADELLI
...son bachacos, primos de la marabunta, no comen humanos pero sí casabe.
Verne con cierta precaución retira las tortas de casabe. Stradelli coloca el segundo pato en
la vara y dice a Verne:
STRADELLI (SIGUE)
Venga Verne, ayúdeme, mientras están los patos midamos la corriente.
STRADELLI
De nuevo ... de nuevo…
En toma más abierta, Verne se prepara para colocar el barquito de papel, mientras
Stradelli corre hacia el sitio anterior con el reloj en la mano, hace seña a Verne y éste se
inclina, coloca el barquito de nuevo en la corriente, Stradelli toma el tiempo, agarra el
barquito y de nuevo se va hacia Verne, luego de hacer una anotación, llega junto a Verne,
le da el barquito y comienza a devolverse:
STRADELLI
De nuevo. Dos veces más, después saco el promedio de las anotaciones y así queda
medida la corriente…
Verne, contento, repite nuevamente sus acciones, hasta que se vuelve una escena alegre
y lúdica.
STRADELLI
¡¡Condenados animales asquerosos!! ¡¡No respetan ni el fuego!!
VERNE
Todavía tengo en mi mochila queso y confitiure de las bodegas del Saint Michel.
STRADELLI
¡¡Bah!! Le petit dejuener de la maison a 8 grados al norte del ecuador!! Disgraziate
hormigas!!
STRADELLI
Estamos aquí, exactamente en este punto. Este mapa es totalmente confiable, es el mejor,
es decir el único. Nadie ha podido superar el espíritu exacto de Codazzi. Codazzi trabajó
con la cabeza y el corazón, nadie tan científico, tan magnífico.
VERNE
¡Tan italiano! ¡La geografía como la literatura, es un acto de amor. ¡¡Ud. me emociona
Conde Stradelli!!…
Verne ve hacia la piedra que luce enorme. Stradelli asume actitud de observador científico;
parece medir la piedra con la pura mirada y dice:
STRADELLI
¿Imposible escalarla verdad? Alta y lisa como la espalda de una gigante etíope... y tal vez
sea cierta la leyenda.
VERNE
¿Leyenda?
STRADELLI
...Según; los padres Jesuitas, cuando el Rey de la España los expulsó de estas
comarcas… escondieron en la cumbre de esta piedra sus tesoros: ...joyas eucarísticas...
piedras preciosas… oro.
VERNE
¿Quiere subir, Conde?... veo en los ojos la tentación.
STRADELLI
No sea loco Verne. (SIMPATICO) es imposible, quienes lo han intentado han fracasado... y
encontrado la muerte... habría que esperar una crecida del río como de diluvio universal,
que pusiera la piragua en la cabeza de la etíope.
VERNE
Entonces subamos con la imaginación. Seamos un poco literarios, imaginemos, llenemos
con la fantasía lo que la ciencia nos niega…
STRADELLI
No es la ciencia, es la precaución.
VERNE
En literatura no existe la precaución… la prefiero a la ciencia… tal vez me equivoque y no
estemos hablando del mismo acto de amor.
STRADELLI (RETANDO)
¡¡¿Quiere subirla Verne?!!
Verne da a entender con un gesto, que estaría dispuesto. Acercan la piragua como para
llegar a tierra; desde ahí la piedra luce verdaderamente inabordable. Ambos, mudos, lucen
impotentes ante la imponencia de la naturaleza.
VERNE
Tal vez Ud. tenga razón y sea una locura...
Stradelli alarga a Verne una botella de licor, que se empina antes como para pasar el
temor que le inspira la piedra.
STRADELLI
¿Qué tal un trago en honor a la maravilla?
VERNE
¿Qué tal un trago y seguir nuestro camino?
Verne empina la botella y la pasa a Stradelli, el cual toma de nuevo y dice aceptando lo
que ya pensaba:
STRADELLI
¡Ecco!!
STRADELLI
Por ahí, por donde se alejó el rugido del puma quedan los llanos… mañana tempranito
podríamos ir, no deberíamos perdernos esa experiencia... luego retomaríamos nuestra
ruta.
Pero Verne está concentrado en su trabajo, asiente y dice como automático y sin atender
mucho:
VERNE
Mañana tempranito.
Y continúa concentrado en su trabajo, Stradelli en vista de lo lacónico, contempla el bello
cielo estrellado.
La cámara ahora está con Verne y Stradelli, los cuales están curiosos por el jinete que se
acerca. Verne lo ve con un largavistas mientras Stradelli curioso le dice:
STRADELLI
¿Qué aspecto tiene?... podría ser el bandido Cándido García... dicen que gusta de andar
solo y se adentra en los llanos a robar a los viajeros.
VERNE
No, es joven.
Pasa el largavistas a Stradellli y ahora se recorta el rostro hermoso de la joven que parece
un muchacho de rasgos femeninos, en el círculo del instrumento:
STRADELLI
Es un muchacho… un imberbe.
La cámara se centra ahora en Juana avanzando sin advertir todavía a los otros dos. Juana
toma agua de cantimplora y se inquieta cuando escucha que un caballo relincha a sus
espaldas. Detrás de ella, hombres mal encarados a caballo avanzan a galope; entre ellos
destaca Cándido García el cual evidentemente es el jefe de dos hombres criollos que lo
secundan, junto a dos indios. Los bandidos avanzan hacia Juana, y ésta por instinto sale
en carrera y es perseguida por los bandidos, pero tiene una distancia corta de ventaja que
la ayuda. Verne y Stradelli en la distancia advierten lo que sucede con preocupación:
VERNE
¡¡Debe ser ese bandido, sólo un hombre sin escrúpulos se atrevería a perseguir a un niño!!
¡Hay que ayudarle!
Verne muy inquieto agarra un rifle, que a lo largo de la narración se ha visto como parte de
las pertenencias. Stradelli con preocupación lógica dice:
STRADELLI
...Estamos en desventaja!!!!
Verne apoya su rifle en la rama de un chaparro y dispara en el momento en el cual uno de
los bandidos casi agarra a la muchacha, y da en el hombro del hombre, el cual aunque no
muerto, casi cae del caballo. Juana apura la carrera, los bandidos se desconciertan por lo
inesperado del disparo. Verne dispara de nuevo y da en la cantimplora de otro de los
bandidos y éste da vueltas sobre sí mismo. Juana ya se acerca a Verne y a Stradelli, y la
cámara se va con los bandidos que decidieron escapar desconcertados.
JUANA
¿Y qué hago con Luciérnaga?
VERNE
Joven, debe soltarle, no podemos avanzar más con él.
STRADELLI
Caballero, si va a San Fernando de Atabapo, puede unirse a nosotros... pero olvide el
caballo, no cabe en la Santa Isabel y nos veríamos obligados a salarlo y convertirlo en
Cecina para provisión de carne salada… o una serpiente pitón lo mataría o…
Diciendo eso, toma la iniciativa y comienza a bajar cosas del caballo. Luego lo hace Verne
y más tímida Juana, la cual ha terminado por entender la situación. Stradelli quita las
bridas, la silla, los estribos, la manta y deja al caballo libre:
Da palmadas en las grupas y el caballo comienza a dar pasos hacia el llano. Stradelli
lanzando mirada tierna al caballo y una de reproche a Juana dice:
STRADELLI
Pobre animal... llevar sangre árabe en sus venas, para terminar llamándose Luciérnaga
que es nombre de marica!!
JUANA
¡¡¿Veerrrr…ne?!! ¿Veeeerrrr? ¿Verne? ¿El escritor Julio Verne???!!! De carne y hueso!!!
STRADELLI
Señorito, se ve que ha leído Ud. a Monsieur Verne, no es extraño, suele ser preferido de
los jóvenes. ¿Qué ha leído Ud?
JUANA
Todos los libros del señor Verne que han caído en mis manos. ¡Todos!!! ¡Él es mi autor
preferido!
Juana está desbordante de emoción y plena de admiración. Verne un poco incómodo pues
es evidente que la joven ignora a su compañero, lo presenta:
VERNE
Señor De Kermor, nuestro compañero de viaje es el señor Conde Ermanno Stradelli de la
Sociedad Geográfica de Roma.
Pero Juana metida en su inmensa admiración apenas puede fijarse en Stradelli, asiente
para demostrar que acusó la información y moviendo la cabeza de un lado a otro como
para demostrar aún más que la presencia de Verne le resulta increíble:
JUANA
¡¡¡Julio Verne!!!
JUANA (SIGUE)
¿Y qué hace Ud, aquí, señor Verne?
STRADELLI
¡Suerte di marinieri hemos conseguido capitano!!
STRADELLI
¡¡Eaa, muchacho, vaya en proa, pendiente de los remolinos, de los troncos y de las islas
de bora!!
Verne advierte que además del malestar, Juana no tiene idea de lo que le dice Stradelli,
ésta busca desorientada las islas en el río:
JUANA
No hay islas, sólo matas.
VERNE
La bora, es una planta que se reproduce con una velocidad asombrosa, nacen unas de
otras y van formando islotes que llegan a ser tan grandes que chocar con ellos es una
verdadera calamidad... cuando los veas venir los señalas para evadirlos...
¿Te sientes mejor, muchacho?
STRADELLI
Y debes atender los cabos de las velas.
STRADELLI(SIGUE)
¿No sabe Ud. tampoco lo que es un cabo?
Stradelli agarra una cuerda en un extremo y lo da a Juana:
Verne ya está de nuevo avanzando colocado en su timón. Stradelli advierte una bandada
de patos y se afana en buscar el rifle, mientras Juana sostiene inútil la punta del cabo.
STRADELLI
¡¡La cena!!
STRADELLI
Tome hombre… el licor actuará como digestivo… para su estómago inexperto en
navegaciones.
Los dos hombres empujan el trago y ella hace lo mismo, pero siente el regaño del licor
quemando su garganta, supera el momento con disimulo para que los otros dos no se den
cuenta del apuro que pasa, así sucede, y Stradelli continúa la conversación que ya venía
empezada:
STRADELLI
Le repito, es un largo y peligroso recorrido para un joven inexperto... es casi un suicidio a
la manera de los primeros cruzados de Pedro el Ermitaño... pero peor porque...
JUANA (INTERRUMPE)
Encontrar a mi padre, vale la pena cualquier riesgo, no tengo otra ambición en la vida, es
una misión.
VERNE
¿Juan, qué le hace pensar que su padre está vivo?
JUANA
Un presentimiento de hijo, y una carta suya, mandado desde San Fernando de Atabapo, y
con su firma: Coronel Jean de Kermor, encontrado entre los papeles de un fallecido amigo
de mi padre.
Verne al escuchar el nombre del padre de Juana, parece relacionar algo, aunque es una
idea vaga:
VERNE
Kermor, Kermor... muchacho, ¿dijiste Kermor?
JUANA
Sí, el apellido de mi padre y el mío, yo me llamo igual, Juan de Kermor…¿Por qué?
Juana que está buscando cualquier indicio, fija su interés en la actitud de Verne.
VERNE
Su apellido me dice algo… Kermor… Kermor... no sé... nada especial, Kermor es un
apellido frecuente por allá en el norte de Francia.
STRADELLI
¿Desde cuándo no ve Ud. a su padre, Juan?
JUANA
Yo... tenía… cinco años, cuando el naufragio de la Martinica donde perdió la vida mi madre
y yo quedé en las aguas hasta que un barco me recogió; mi padre me cree… muerto… y
en realidad fui salvado y criado como huérfano en Cuba por los Heredia, mis segundos
padres.
Juana se quita una cadena del cuello, de la cual guinda un camafeo pequeño y lo enseña
a los otros dos, es un retrato de Juan de Kermor en miniatura.
JUANA
Este Camafeo perteneció a mi madre… es el retrato en miniatura de mi padre, realizado
por el miniaturista holandés Ultreecht, y es fama que era fiel a los rostros. Éste es él a los
30 años.
VERNE
Muchacho, dices que tu padre abandonó su casa en Francia y se internó en estas selvas,
para poder superar el dolor de la pérdida de su esposa y su hijo… tal vez cambió su
identidad, tal vez viva una vida nueva con otro nombre.
STRADELLI
Sí, son suficientes años como para que el nombre de su padre, de estar él vivo, haya sido
llevado por las aguas de este río, hasta el Atlántico y de allí a Europa... aquí, a menos que
realmente desaparezca, la gente no desaparece. Tarde o temprano la selva bota los
secretos que traga.
STRADELLI
O está en la barriga de un caimán, o seco por el curare de una flecha, o una boa
constrictor lo volvió compota o fue despellejado por alguna tribu ignota.
JUANA
¡¡Demasiado pesimismo para un explorador!! ¿No se le ocurre otra tragedia??
STRADELLI
Soy realista.
JUANA
¡Su realismo es una impertinencia!!
Juana se levanta molesta y sale de la tienda.
VERNE
Conde, Ud. es demasiado duro con el muchacho.
STRADELLI
¡¡Bah!! Hay algo oculto detrás de esa cara de arcángelo Gabrielo… no me gusta ese
muchacho… el cuento del padre desaparecido… o la madre muerta, pareciera tomado de
las páginas de un libro suyo!! Demasiado romanticismo para un siglo que se acaba.
(AFIRMA CATEGORICO)
¡Cuidado, Verne, algo oculta esa mariquilla!!
¡Me molestan sus modales… que naturalmente son de marico! ¡¡Su caballo se llamaba
luciérnaga!!
Se queda petrificada, muda, inmóvil; los indios impávidos la ven fíjamente sin inmutarse.
Verne se levanta estirando sus músculos, y se encuentra con la misma situación de Juana,
se queda sin movimiento y alerta, sólo cruzando miradas con Juana, la cual no puede
reprimir otro estornudo. Luego en medio de la tensión, sale también Stradelli, estirándose,
elevando los brazos al cielo como en plegaria, y se queda tieso en la mitad del
movimiento. Los indios no hacen ningún movimiento, los ven fijos. Los tres viajeros se
cruzan miradas, luego la cámara se centra en Stradelli, el cual revisa indio por indio
reconociéndolos, se detiene en uno que tiene un collar de colmillos de Caimán, que los
otros no tienen, y se aventura a decir como tratando de acertar:
STRADELLI
¡Arabernechi!
(SE PRONUNCIA: Araaaabermeji)
Y hace señas que indican que ellos, los viajeros, viajan por el río. Pero los indios no dan
muestras de interés alguno. Stradelli insiste:
STRADELLI
¡Abucari... Araaaabermeji!!
JUANA
(ESTORNUDO)
INDIGENA
¡¡Nerúri Assia ssiá!!
Abucari Arabeeerneclhi!! Le estoy repitiendo: jefe seguimos adelante... (es el jefe, mire el
collar de colmillos de caimán).
INDIGENA
Bacare… Bacare…
STRADELLI
El indio le dice que no, que no quiere que sigamos adelante.
Son amigables pero esto se pone feo.
INDIGENA
Betá... Betá…
STRADELLI
Quiere que vaya hacia él. ¡Bachiríeme! -le digo que voy-!
Verne, si atentan contra mí, Ud. y el mariquillo hagan algo… tal vez me equivoque y no
sean tan simpáticos.
Y avanza con sigilo forzando una sonrisa. Al llegar junto al indio, éste le dice con firmeza:
INDIGENA
Bocaboca, bocaboca. Ee´ca… Ee´ca… Berecári... Bercári..
Verne y Juana se ven las caras confundidos, Stradelli a la expectativa. Sale del follaje un
niño indio con una cesta llena de guayabas, el indio le dice a Stradelli:
INDIGENA
Cééma… Cééma.
STRADELLI
Quiere cambiar guayabas por tabaco. Debemos ser obedientes. ¡¡Verne, Juan: tabaco!!
Y luego agrega, con un gesto que denota que da permiso para que sigan por el río:
INDIGENA
Ará… Ará…!!
VERNE
Navegar a la sirga, requiere de un esfuerzo sobrehumano, pero es la única manera de
subir por este río cuando no hay viento.
STRADELLI
¡¡No suelte el cabo, no suelte el cabo!! Pero de qué mundo es ese imbécil!??
JUANA
Soy un inútil!
VERNE
La corriente es fuerte aquí. Le sucede a cualquiera.
Juana lo ve con gran admiración, sus ojos denuncian idolatría, mientras él acerca la
curiara a la orilla:
JUANA
Más que el escritor, Ud. parece el personaje heróico de uno de sus libros, un hombre
superior lleno de aventuras.
Verne todavía forcejea con la corriente, hace señas a Stradelli de que él y Juana halarán la
piragua, y comienza a hacerlo, diciendo a Juana:
VERNE
Ayúdeme...
VERNE
En Nantes, en el diario El Tiempo, cuando publiqué Héctor Servadac se difundió la noticia,
de un caballero cuya esposa e hija habían perecido en un naufragio. El caso me interesó
para incluirlo en algún libro… tengo los recortes en mis archivos… Qué coincidencia.
(SUSPICAZ)
JUANA (DISIMULANDO)
Así es... naufragio... muertes... la diferencia es que yo estoy vivo!!
Ya la piragua está muy cerca, ellos continúan halando, brazo con brazo, y Verne capcioso
no deja de mirar de reojo a la muchacha, que está haciendo un gran esfuerzo para realizar
su labor. Al tocar la piragua la curiara, Stradelli dice, señalando a otra piedra grande y
distante:
STRADELLI
Debemos continuar a la sirga, atemos el cabo ahora a aquella piedra, pero hágalo Ud. de
una vez Verne, no se puede dejar nada en manos de este cretino!!
Juana baja la mirada, Verne pareciera querer disculpar al italiano ante ella. Juana se va a
la piragua y Verne en la curiara, lleva el cabo y se va remando, después de soltar el
mecate de la piedra inicial.
VERNE
¿Ha cedido la parálisis?
JUANA
Un poco...
VERNE
Aquí los llaman tembladores, pero el nombre real de esos peces es: Gimnotos, unas
anguilas grandísimas que tienen como un aparato eléctrico cuyo elan es capaz de
paralizar e incluso producir la muerte. Su descarga es concentrada y fuerte... bueno eso lo
sabes...
JUANA
¿Ud. siempre lo ha sabido verdad Monsieur Verne?
VERNE
Mi cuerpo lo supo primero, lo que la inteligencia confunde... es descubierto por la piel… el
deseo por una mujer bella revienta como un volcán, así ésta se vista de Bismark el
General Prusiano, luego la razón lo entendió, cuando el indígena te llamó mujer… después
la memoria… la noticia de tu naufragio... el apellido de aquel caballero era de Kermor...
Él, del masaje en el pie pasa a un suave beso en la pantorrilla. Ella llena de gran tensión
respira rápido y tiene sentimientos encontrados. Entonces el momento íntimo se rompe,
pues se escucha movimiento de vegetación y la voz en off de Stradelli:
JUANA (SOBRESALTADA)
¡¡Stradelli!!
STRADELLI
Signora… signorina...!!
Pero arriba en un árbol hay un movimiento que le da una explicación que lo divierte, una
guacamaya o loro imita la voz femenina de Juana.
LORO
(GRITICO DE JUANA)
¡¡Ayyyy!! Ayyyyy!!
STRADELLI (DIVERTIDO)
¡Y era la cotorra curica que los indios llaman Cura!!
¡Ayy! quejido que imitó de mujer, tal vez sea una cotorra doméstica extraviada de Caicara.
Y después Signora… Signorina…(RISA)
STRADELLI
Hora de medir la presión máxima, que según mi olfato debe estar por 478.
Se retira un poco, y Verne dice a Juana en voz secreta mientras la ayuda a atar un cabo
de la tienda:
JUANA
No se lo diga al conde, que no se entere, debo seguir haciendo de hombre.
VERNE
Me haces cómplice del disfraz, del engaño.
JUANA
No sabemos nuestro destino, tal vez nos separemos, es peligroso que se sepa que una
mujer sola anda buscando a su padre por el Orinoco.
VERNE
El conde, como yo, guardaría el secreto, pero... si lo descubre por sí solo, y sabe que yo lo
sé, se sentirá traicionado, es un hombre íntegro…
Ella, aprovechando que Stradelli está lejos y no puede verlos, se le acerca, le toma la
mano y le ruega con involuntaria pero innata seducción:
JUANA
Por favor... yo debo seguir siendo Juan de Kermor.
En el ruego no hay malicia, ni manipulación, pero ella acercó mucho el rostro hacia el de él
y luego de las palabras, tímida, le da un breve beso. Luego, se separan aún más y es
cuando Juana ve en la distancia cuando Stradelli le hace señas estirando su brazo para
que se acerque y grita:
STRADELLI
¡¡Juan, venga acá!!
STRADELLI
Más cerca.
Juana se coloca junto a la hoja, y la expresión de su rostro adquiere gran belleza, aún
más, gracias a la iluminación. Stradelli ve a Juana por el lente, se detiene a ver la imagen,
y no puede evitar admirarla. Se concentra en el rostro y aunque todavía cree que es un
hombre, la belleza del rostro se le impone:
STRADELLI
¡Porco condannati bambini, é bello il disgraziato!!
...ed io qui tengo los huevos en su lugare devo riconoscere la belleza di merda!! E' bello!
¡bello!! (PAUSA)
¡¡má qui passa Stradelli!!?
Y con rudeza, dice a Juana, como rebelándose contra la admiración que siente:
STRADELLI
¡¡Apartati! ¡Apartati... echas a perder la belleza de la hoja!!
JUANA
Stradelli me detesta, cree que soy un homosexual, me agrede, para él soy sólo un estorbo.
Y tiene razón, soy poco útil.
VERNE
(COMO DANDOLE LA RAZON A AMBOS)
Eres una dama... pero él no lo sabe. Si supiera la verdad tal vez te amaría, es imposible no
hacerlo.
Verne intenta de nuevo hacer que Juana diga la verdad a Stradelli. Stradelli, no deja de
curiosear.
JUANA
No quiero que lo sepa. (ADVIERTE. SOLICITA)
No le tengo confianza, es muy explosivo y franco, se le saldría delante de todos la verdad,
y como te dije, no sé hasta cuándo estaremos juntos en esta aventura...
JUANA
Estando sola, debo aparentar ser hombre, la selva está llena de peligro, cuando encuentre
a mi padre volveré a vestir de mujer.
VERNE
Debo estar presente, quiero ver ese vestido.
En esta selva, nunca te dejaré sola.
Se les acerca Stradelli, casi de sorpresa, pues los otros dos, se descuidaron en la
seducción mútua.
STRADELLI
Cuando checreteando el capitano con il marinieri, deben los pasajeros tomar el bote
salvavidas... porque la nave hace aguas.
VERNE
...me preguntaba Juan si el mito de El Dorado podría ser verdad o no, yo le respondía que
no lo sabía por supuesto, pero... que... El Dorado, por ejemplo, para un hombre como
nosotros es el amor de una bella mujer.
STRADELLI
¡¡Certo!! ¨Otro piacere non e nessuno, come il más grande amore deli amore!¨ ¡Diría il
Dante. Io sono di acordo caro scrittore... ...
(CON MALICIA)
¿Y para ti también bambini… el mito de El Dorado é una bella Ragazza?
JUANA (DISIMULANDO)
Claro. Pero... también podría ser... haber conocido al Genio Julio Verne.
Juana lo dice con la gran admiración que siente hacia Verne, éste acusa una vez más el
elogio, Juana da por terminada la conversación y se va a otro extremo de la piragua a atar
un cordel suelto, para evitar seguir la conversación, y Stradelli le dice a Verne:
Verne no lo niega, y se atreve a enfrentar a Stradelli, pero sin violencia, con mucho respeto
pero sin humor:
VERNE
¿Y qué quiere hacer Conde, lanzarlo por la borda, y que lo devoren las pirañas?
STRADELLI
¡No!... pero... la morale.
VERNE
¿Qué insinúa?
STRADELLI
Niente... niente!!
STRADELLI
¡Ése debe ser el Titiquín!! ¡Y si lo es, vamos por buen camino, debemos estar en el paso
del Diablo!! ¡Y los dos caños que dejamos atrás el Manoni y el Carichí, y la ciénaga la de
Macanape!
Y dice a Juana:
VERNE
Este hombre no abandona nunca el trabajo.
STRADELLI
Voy a explorarlo antes de que anochezca.
Juana se ofrece:
JUANA
¿Quiere que lo acompañe Conde?, podría ayudarle, necesito aprender.
STRADELLI
¿Ayudarme?, normalmente sus ayudas son un estorbo.
Su temperamento jovencito no es de explorador. Aprenda de Verne, con suerte podría ser
escritor y jamás como el signori. Ud. escribiría ¨La dama de las Camelias¨, su lágrima es
fácil.
STRADELLI
¡¡Toninas!! ¡Toninas!!
VERNE
Él, sí tiene temperamento de niño. (PAUSA)
Perdonémosle... está engañado.
STRADELLI
Camuberié Caimó.
El indio le dice:
INDIO JOVEN
¿Yo? Yo me llamo Acatú, y hablo racional. (???)
INDIO JOVEN
El Dorado, queda po´allá.
Y señala en dirección opuesta al sentido del caño. Stradelli acepta la información, pero su
interés es otro.
STRADELLI
¿Sabes dónde empieza el Orinoco?
INDIO JOVEN
Nunca empieza, siempre principia, El Dorado queda po´allá.
STRADELLI
¿Por qué crees que busco El Dorado?
INDIO JOVEN
Mi padre llamado Aiotó, dijo, todos los racionales buscan El Dorado, dicen no, pero es sí,
El Dorado queda po´allá.
STRADELLI
¿Tú has visto El Dorado?
INDIO JOVEN
No, mi padre sí, de allá trajo oro y piedras y la enfermedad.
Se murió. Aiotó dijo siempre de día y de noche, lo que aprendió latitud 30º y longitud 90º
del Ecuador. Eso es po´allá. Yo he ido, pero no encuentro, ya no voy.
STRADELLI
¿Quiénes son todos?
INDIO JOVEN
Todos.
VERNE (PLAYBACK)
¨Por este motivo Juan de Kermor, decidido a encontrar las huellas de su padre, había
emprendido aquel peligroso y difícil viaje... semejante determinación en un joven de
diecisiete años era para conmover a almas...
(DUDA, DETIENE PLUMA) ...almas generosas”.
(Continúa escribiendo en Francés)
Verne no está de acuerdo, tacha lo que ha escrito en su cuaderno, da masajes en los ojos
cansados, piensa un poco, agarra papel de nuevo, para disponerse a escribir. Verne no se
da cuenta, pero la cámara asoma un poco la presencia de Juana, pero sin verla. En un
momento Verne que ya coloca su pluma para escribir de nuevo, la presiente y voltea. Y
ahora la cámara detalla a Juana vestida de mujer, esplendorosa, insinuante, Verne
maravillado se queda mudo ante la belleza; se levanta y va hacia ella, la sostiene suave
por ambos brazos y lleno de deseo pega su frente a la de ella.
VERNE
Escribo sobre ti... es decir... por ahora sobre Juan de Kermor.
INDIO JOVEN
Aueba.
STRADELLI
¡Salud!
El indio piensa, pareciera que el nombre le dice algo, pero niega, evade, toma. Stradelli
advierte que el indígena evade el asunto, insiste:
STRADELLI
Coronel de Kermor... nombre francés... has escuchado...
Coronel de Kermor.
INDIO JOVEN
Aibe. Aibe.
STRADELLI
¿Dónde estás condenado salvaje, qué envenenado aguardiente me diste, qui mi cambia el
juicio? Me vi en sueños besando a ese disgraciado mequetrefe y una cosa i segura ¡¡Io no
sono marico!!
Entra el indio con dos pescados, ensartados en una lanza y le dice a Stradelli:
INDIO JOVEN
Pregunta en la misión de Santa Juana.
STRADELLI
¡¡¿Qué misión, ni que disgraziata misión?!!
Ni que Santa Juana di los infiernos.
¡¡¡Me envenenaste!!!
INDIO JOVEN
El coronel de Kermor... pregunta en la misión de Santa Juana.
STRADELLI
El indígena puso énfasis en la misión de Santa Juana cuando pregunté si sabía algo sobre
el coronel de Kermor.
VERNE
Quiere decir que el joven Juan, tal vez encuentre en esa misión información sobre su
padre.
STRADELLI
Sí.
VERNE (contento)
Eso será una gran noticia para él.
STRADELLI
Sí, claro, pero... la misión de Santa Juana... no queda en el rumbo que llevamos.
Tendríamos que desviar tal vez para siempre mi expedición.
Stradelli abre los brazos y con cada índice señala direcciones opuestas:
STRADELLI
Las fuentes del Orinoco deben estar por allá, y la misión de Santa Juana por el otro lado.
VERNE
... Quizás coincidan... por qué no? ¿Quién asegura que el río nace por aquí o por allá?
STRADELLI
Mis razonamientos opinan lo que afirmo: están en lugares opuestos. Llegó el momento de
separarnos.
STRADELLI (¿)
De acuerdo, el muchacho debe seguir con nosotros, de irse solo correría grandes peligros,
podría encontrar la muerte... y luego, sólo luego, muy luego, después de descubrir las
fuentes, ir a la misión de Santa Juana.
JUANA
¿Por qué me odia tanto Conde Stradelli?
STRADELLI
¿A qué viene esa pregunta estúpida?
JUANA
Sabe que mi padre podría estar vivo. ¡¡Que podría obtener noticias en la misión de Santa
Juana!!
STRADELLI
¡Má!! Claro que lo sé, yo mismo te hice el favor de averiguarlo; pero esta expedición se
hizo con fines científicos, no para localizar desaparecidos, cumplo un deber con la
Sociedad Geográfica di Roma!
JUANA
¡La ciencia es una cosa y la testarudez otra! Su objetivo ya lo consiguió otro, Chaffanjón ya
descubrió las fuentes del Orinoco!
JUANA
Lo que todo el mundo, que un investigador francés llamado Chaffanjón descubrió las
fuentes del Orinoco. ¡¡Es voz general, por eso su expedición siempre me ha parecido sin
sentido, pero...
STRADELLI
¡¡Chaffanjón está equivocado! No llegó a las fuentes reales.
¿Y tú quién eres, un espía suyo, ah, quién?, no me gustas, tienes secretos, y donde hay
secretos hay maldad!!
JUANA
¡¡Maldad es la suya!!
Stradelli luce sin control, y la provoca, mientras Verne sin perder detalles controló las
ganas de intervenir, pues bajó un poco el enfrentamiento violento entre los otros dos.
STRADELLI
¡¿Mía? Tuya, bambino degenerado. Te he visto coquetear al signori Verne!! ¿Eres o no
eres marica?¡¡
Juana todavía de espaldas a Stradelli, el cual con agresividad le agarra una nalga,
provocador y le dice:
STRADELLI
¿Te gusta regalare il culo o no?
Y Juana se voltea, y con el puño cerrado le da un golpe por la nariz, Verne va a dejar el
mando, pero no es posible pues unos rápidos harían peligrar la embarcación.
VERNE
¡Ea, qué pasa!!
JUANA (ENARDECIDA)
¿Cómo es posible, que un hombre sensible, un científico, un fotógrafo, un naturalista
homeópata, uno que disfruta de la literatura, sea al mismo tiempo un patán!!?
Stradelli le contesta desde el piso de la embarcación, con las manos en la nariz, echando
sangre:
STRADELLI
¡¡Porque sono intaliano, de la villa Borgotano!!
Juana llega junto a Verne, y lanza un soplido de furia, descargando agresividad; Verne
luce contrariado.
VERNE
Conde le debe una disculpa al joven de Kermor, y a mí también, Ud. se extralimitó con
esas insinuaciones en lo que a mí respecta, y en cuanto a él, todo fue peor.
STRADELLI
Verne, yo no le ofendí a Ud. directamente.
Siempre me referí al joven Juan. De todas formas, deme sus disculpas, se lo pido. Pero en
cuanto a él, debe Ud. reconocer que colmó mi paciencia al referirse a Chaffajón.
VERNE
Yo no le culpo a él. La noticia sobre el decubrimiento de las fuentes por mi compatriota
Chaffanjón, recorrió el continente antes de yo conocerle a Ud. Siempre me pareció extraña
su insistencia en torno al mismo objetivo, pero en fin, cualquier camino era bueno para mi
aventura sin propósito expreso, y decidí acopañarle. Pero…
VERNE
Ud. debe disculparse con el joven Juan, Conde.
Stradelli parece superar una fuerte resistencia, luego de hacerlo acepta la sugerencia de
Verne:
STRADELLI
Está bien...
Stradelli va hacia la tienda de Juana, y cuando ya está a punto de llegar, Verne lo detiene:
VERNE
Déjelo para mañana Conde. El joven debe estar dormido, y nosotros debemos seguir su
ejemplo. La costumbre nos hace madrugar.
VERNE
Juana... Juana...
VERNE
Juana...
Decide entrar.
VERNE
Juana... Juana…
VERNE
… Merde…
VERNE
¡¡¡Conde… Conde!!!
STRADELLI
¡¡¿Qué… qué… pasa?!!
VERNE
¡¡Se fue… se fue... se llevó la curiara…
VERNE (SIGUE)
dejó nos!!!
STRADELLI
¡¡La curiara!!
VERNE
¡Detengámonos aquí y busquemos!
STRADELLI (GRITANDO)
¡¡Juan, Juan, Juan de Kermor!!
Pero sólo se escuchan los ruidos de la selva. Verne nervioso da bocanadas a su pipa.
Comienza a amanecer.
STRADELLI
¡¡Ahí!!
VERNE
Voilá!
No podemos acercarnos más de lo que estamos.
La Santa Isabel encayaría. Debemos nadar hasta allá.
STRADELLI
Yo voy por él, estoy en deuda con el muchacho.
Verne lanzando un pedazo de carne seca al río, ve cuando ésta desaparece devorada por
pirañas.
VERNE
El río está lleno de pirañas, Conde, arriesgaría la vida.
He entablado mayor amistad con el joven Juan, debo ir yo.
STRAEDELLI
Se lo ruego Verne, es mi responsabilidad.
STRADELLI
Juan... Juan... Juan.
La cabeza se mueve de un lado a otro, sin lograr reanimarse. Apenas en una muñeca,
tiene una herida, que parece mordida de caribes.
STRADELLI
¡¡¡Vive!!! Vive!!!
Stradelli carga el cuerpo de Juana, y avanza por las arenas hacia la orilla del río.
STRADELLI
Tuvo suerte de que no se lo comieran las pirañas.
Juana abre poco a poco los ojos, la visión de los dos hombres inclinados sobre ella es
borrosa. Poco a poco la visión se aclara y el rostro más cercano a ella, completamente
nítido es el de Stradelli, el cual le dice:
STRADELLI
Discúlpame muchacho, fui egoista. Esto que hiciste fue una imprudencia, pero la culpa es
mía (ITALIANO). Entiendo que no hay nada más importante que encontrar a un padre
perdido.
Juana esboza leve sonrisa y con expresión aun débil, gira sus ojos hacia Verne, el cual
detrás de Stradelli parece querer trasmitir con su expresión, toda la angustia y
desesperación sentida por ella.
57- NOCHE. EXT. CAMP 5 (FUGA)
El campamento está montado, y una fogata todavía arde. Verne colocado frente a la tienda
de Stradelli, donde se encuentra Juana comprueba desde ahí, el estado de la muchacha.
Ésta iluminada por una débil luz de Candil, duerme arropada, pues tiene frío. Verne deja
caer la tapa de la entrada de la tienda y se sienta junto a ella. Enciende pipa y observa a
Stradelli caminar de un lado a otro por la orilla del río, secundado por los sonidos de la
selva. Está inquieto, ensimismado, caviloso, como quien busca tomar una decisión. Verne,
dando bocanadas a su pipa, sabe que algo preocupa obsesivamente a Stradelli, pero no
quiere intervenir en los asuntos del otro, el cual en un momento dado toma una decisión,
se detiene, comprueba que está de acuerdo consigo mismo y va hacia Verne y le dice
firmemente:
STRADELLI
Verne, abandono la misión, se acabó el proyecto.
No continúo buscando las fuentes del Orinoco. ¡Se acabó!
VERNE
No entiendo Conde ¿Qué lo hace tomar esa determinación?
Un hombre como Ud. no abandona una expedición a menos que sea por fuerza mayor.
STRADELLI
¡Exáctamente!, es por fuerza mayor. Il bambino tiene razón.
El compatriota de Ud., Chaffanjón, llegó primero. No tiene sentido continuar. (TRISTE)
Escribiré a la Societá Geográfica... la bandera que ondeará en las fuentes del Orinoco, no
será la italiana, será la francesa.
VERNE
Francia e Italia son hermanas, cuando en París se creaba la Tercera República, Roma fue
proclamada Capital de Italia y fue el fin de los estados Pontificios y pequeños reinos. ¡Un
triunfo de Chaffanjón es un triunfo suyo!
STRADELLI
Se acabó la expedición.
JUANA
¿Abandona la expedición?
VERNE
Ouí.
JUANA
Todos sabemos que lo de Chaffanjón podría ser verdad o no, aquí quién podría decir lo
que es cierto o falso.
VERNE
El está decidido por ahora... tal vez, si dejamos pasar un tiempo prudencial, retome sus
ánimos... Quizás deberíamos convencerle de ir en busca de tu padre... y que vuelva a
animarse con el objetivo de su expedición.
JUANA
¿Crees que aceptaría?
Y lo abraza con ternura, le habla muy cerca casi pegando sus labios a los de él, Verne
corresponde y levanta los hombros:
VERNE
No sé, pero de ser así, deberíamos revelarle tu identidad.
JUANA
Conde, no le he agradecido suficientemente lo que hizo por mí.
Arriesgó su vida, se lanzó al agua infectada de Caribes, para rescatarme de aquella playa.
Stradelli asiente y pareciera no querer darle mucha importancia a lo que hizo por ella.
Juana continúa hablándole:
JUANA
Stradelli... el comentario que hice sobre Chaffanjón, fue una expresión de rabia… sabía
que eso le dolería… cierto es que ese comentario lo escuché en boca de lugareños, pero
hay tantos mitos viejos y nuevos en estas selvas... eso podría no ser verdad.
Stradelli como automático asiente, pero parecería no haber escuchado lo que dijo Juana
pues juega con los cabos y está más concentrado en sus relexiones que en lo que dice la
muchacha. Stradelli parece salir de la reflexión:
STRADELLI
¡Muchacho! El indio dijo po` allá!
Y señala hacia un rumbo. Juana no entiende las razones del geógrafo, asiente pero sin
entener, Stradelli abandona el lugar y va hacia Verne como poseído por una idea que lo
domina. Juana automática lo sigue; Stradelli dice a Verne saliendo de su estado depresivo:
STRADELLI
¡¡Tal vez no haya que abandonar la expedición después de todo!! El Dorado, Verne!!
Podríamos buscar El Dorado!!
Para Verne no hacen falta muchas palabras, de inmediato se cuadra con la idea.
JUANA
Hacia allá también queda la Misión de Santa Juana!!
STRADELLI
¡¡Ecco¡¡
STRADELLI
Pero nuestra guía será la señora Leontine Perignon de Roncajolo, a quien conocí en
Caracas y quien dice aquí en este panfleto que El Dorado está hacia los lados de la laguna
de Guatavita, tomando un camino que está perdido Cubierto por la vegetación.
Deja aparte el folletico donde lee el texto y señala con su dedo índice un mapa y agrega:
STRADELLI
Por aquí debe estar ese camino.
STRADELLI
¡¡La cámara!!
VERNE
Cuentas 15 y emerges como Ondina y en ese momento yo tomo la fotografía. ¡¡Pero
andiamo, que el Conde puede regresar!!
JUANA
¿Quince?
VERNE
Ouí.
Ella llena los pulmones de aire y se hunde, mientras él corre hacia la cámara, se inclina
para tomar la fotografía y lo hace contando:
VERNE
Ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce y quince. (FRANCES)
En ese momento emerge Juana, mostrando toda la belleza de su cuerpo desnudo. Verne
toma la foto y el cuadro queda detenido, sugiriendo la toma que ha salido. A poca distancia
Stradelli ha visto la acción y no puede creer lo que ve, se ha quedado sin aliento y sólo
atina a decir:
STRADELLI
¡¡Santísima Trinidad y las tres divinas personas!! (TR-italiano)
JUANA
¡¡El conde!!
STRADELLI
¡¡Fue una burla monseur Verne!!
Stradelli da la espalda furioso y Verne alarga la mano como para detenerlo, pero Stradelli
se aleja.
Se levanta decidido:
VERNE
¡No puedo quedarme sentado inmóvil aquí, tengo que ir a buscarle. Y quién sabe en qué
sitio perdido estamos!
¡¡El conde Stradelli corre mucho peligro andando…
JUANA
Regresará a buscar sus instrumentos.
VERNE
¡¡Es obstinado!! Y no debo dejar que se vaya solo. ¡Por complacerte he perdido la amistad
de un gran hombre! ¡¡He perdido la potestad de su confianza!!
Y va apurado tras Stradelli, ella queda llorosa y corre tras él. Lo abraza, le rodea el cuello y
le dice con lágrimas:
JUANA
¡¡Julio!! Perdóname, es culpa mía… pero no me trates mal. Fui egoÍsta y tonta, pero...
VERNE
Cuida la Santa Isabel… voy… a traer al conde.
STRADELLI
¡¡Mis palabras son las mismas!! Todo ha sido una farsa signore. Su llegada, la ida al llano,
el encuentro ocasional con esa mujer vestida de hombre. Sólo se ha tratado de un famoso
escritor y su amante, que buscaban a un ingenuo explorador que los adentrara en la selva.
VERNE
Se equivoca Conde ¡¡Los hechos no son así!!
Admito que cuando hay disimulo los hechos se transforman en una gran mentira, pero
jamás fue mi intención la burla!
VERNE
Le pido disculpas Conde. Todo ha sido un error, soy escritor famoso, no necesito de esas
fantasías que produce su rabia para vivir en cualquier selva con una mujer que amo.
STRADELLI
¡¡Amo!! ¡¡Amo!!
Y todavía ofendido, poniendo el índice en el ojo como diciendo ojo que no soy tonto, dice:
STRADELLI
¡¡Dicen los españoles!! Para una testa francesca cuando Garibaldi toca la trompeta tutti gli
italiani mangia la manteca!!
JUANA
¡¡Almuerzo!! ¡Almuerzo!!
VERNE
Creo que fue aquí donde perdimos el rumbo y llegamos a estas playas, debemos tomar de
nuevo el rumbo.
JUANA (OFF)
¡¡¡Almuerzo, Almuerzo!!! (RUIDO DE OLLAS) ¡¡¡Almuerzo!!!
Hacen gestos de atención a la voz distante de Juana, pero continúan en la observación del
mapa, pero en un instante Stradelli cambia el asunto y enfrenta a Verne.
STRADELLI
¡¡Verne, Ud., la ama?
VERNE
¡Ouí!
JUANA
La marinería no se compadece con las manos de mujer.
Stradelli no dice nada y come, mientras Verne sin atender al comentario continúa
comiendo. Juana por su parte, se dedica también a comer. Hay tensión entre los tres
personajes.
STRADELLI
¡Deje Juana, no es cosa de mujeres¡
A lo que Juana replica firme:
JUANA
Lo hice antes y lo seguiré haciendo, hágase de la idea Conde de que soy Juan de Kermor.
STRADELLI
Un hombre jamás tendría manos tan perfectas. No sé cómo logró engañarme.
JUANA
¿Realmente lo engañé? Creo que algo muy profundo dentro de Ud. siempre supo que yo
era mujer.
STRADELLI
Falso. Si hubiese sido así, tal vez el enamorado no sería Verne, sino yo.
Juana recibe impacto suave por las palabras, Stradelli le da la espalda incómodo y avanza
hacia otro lugar y dice para sí molesto.
STRADELLI
¿Por qué dijiste eso, cretino?
VERNE
¡¡Miren, debe ser el Autana!!
Después de la contemplación, Stradelli hace cálculos al ojo, hace recuadro con sus dedos
como si fuera a tomar fotografía.
STRADELLI
Mil doscientos metros.
VERNE
Tal vez un poco más.
STRADELLI (FIRME)
Mil doscientos metros.
VERNE
Mil cien, dosmildoscientos, trescientos, milochocientos… ¡Qué más da!
STRADELLI
La geografía es una ciencia precisa, las cosas miden lo que miden, no lo que sugieren
medir.
JUANA
Para mí, es un cerro hermoso y nada más, qué importa lo que mida.
VERNE
Además señor Conde, Ud. dice 2000, 3000 y quién va a venir a esta selva a comprobar si
lo que Ud. dice es verdad o no. Su palabra es ley.
STRADELLI
Ud. es escritor y yo soy geógrafo, ese es el asunto, Ud. puede vivir con la mentira, yo no
puedo… necesito la verdad.
STRADELLI
Voy a medirlo.
JUANA
¿Seremos útiles? Requerirá nuestra ayuda?
VERNE
Es un hombre capaz, se basta a sí mismo.
Agarra mano de Verne para ir con él, pero éste le dice dando muestras de ligero malestar:
VERNE
Anda tú, estoy un poco indispuesto.
JUANA
¿Qué tienes?
VERNE
Nada, achaques de viejo.
Ella va hacia Stradelli, Verne ahora solo, muestra un poco más malestar. Juana llega junto
a Stradelli, el cual está concentrado en el trabajo y hace anotaciones:
JUANA
¿Puedo ayudar?
Pero Stradelli concentrado en lo que hace, no le responde, continúa. Por su parte Verne se
siente peor. Ahora Stradelli termina de hacer sus mediciones y lo hace de manera muy
precisa:
STRADELLI
Mide 1212 metros
Al principio ninguno advierte que Verne, en el suelo convulsiona. Stradelli voltea hacia éste
para dar razón de la medida y es cuando se dan cuenta de que algo sucede:
STRADELLI
¡¡Verne!! (va a decir la media pero se interrumpe)
¿Qué pasa, qué le pasa al sr. Verne?
Juana acude corriendo, y lo mismo hace Stradelli. Llegan junto a Verne y se inclinan para
atenderle, pues la situación luce de emergencia:
JUANA
¡¡¡Julio!!!, ¡Julio!
STRADELLI
¡¡Verne, monseur Verne!!
(DICE A JUANA) ¡¡Rápido, mi maletín!!
Juana va a buscar lo que señala Stradelli, el cual verifica los signos vitales, tiene expresión
de que la situación es grave. Llega Juana con maletín, Stradelli saca varios frascos y da de
beber a Verne, con mucha dificultad pues las mandíbulas están apretadas. Juana lo ayuda
sosteniendo la cabeza. Cesan las convulsiones pero no ha recobrado el conocimiento.
Juana con los ojos húmedos no puede contener un pequeño sollozo y rapidamente revisa
a Verne y buscando algo en el entorno dice:
JUANA
¡Tal vez lo mordió una víbora!
Juana es muy atenta, amorosa con Verne, muy delicada, y Verne comienza a tener
alucinaciones (se pueden agregar aquí, según el gusto, imágenes reales, flashes actuales
de las visiones de Verne)
JUANA
Pobre... delira.
Y Stradelli le replica:
STRADELLI
No delira, fantasea, escribe… su cerebro de genio adivina y escribe… (TR)
STRADELLI
Está curado, escribe. ¡Dejémosle reposar, y años después, abismados, leeremos esa
maravilla.
Juana traquilizándose, agradece las palabras de Stradelli, el cual habló con mucha
admiración y respeto hacia Verne.
JUANA
Verne siempre quiso decirle a Ud. la verdad sobre mi identidad, pero yo le rogué no
hacerlo.
STRADELLI
Cosa inútil y tonta.
JUANA
Sí, pero Ud. debe entender y perdonar.
STRADELLI
A él lo entiendo y perdono, está enamorado. Eres una mujer muy bella, tal vez la más
bella!
Stradelli habla con sinceridad, sin intención de seducir. Ella acepta el piropo, baja los ojos
dice, con natural seducción:
JUANA
Gracias.
Stradelli se levanta, llena de aire los pulmones, se esstira y camina hacia cualquier lugar,
ella dice antes de perderlo de vista:
JUANA
Haré café.
Ella camina hacia el improvisado fogón. Stradelli sin que ella lo note, la observa , la admira
y detalla su belleza.
VERNE
Después de un ataque de esos, cojeo, culpa de un sobrino enloquecido que me disparó en
la pierna, por asuntos de dinero… (TR) Después pasa, y ando normal.
JUANA
Tú familia Julio, háblame de tu familia…
Tu esposa… ¿No la amas?
VERNE (SUSPIRA)
¿Honorine? (CON RESIGNACION)… la pobre Honorine, tiene todo de mí, menos mi amor.
JUANA
¿Por qué sigues con ella?
VERNE
Da igual.
JUANA
¿Nunca la amaste?
VERNE
Al principio, pero ella no pudo soportar, esos momentos difíciles, por los que pasa todo
artista antes del éxito. Falta de dinero, incertidumbre, la rueda terrible de la fortuna
andando en sentido contrario. La inmovilidad la inmoral pasividad del cabeza de familia.
Tuvo que trabajar, recurrir a sus padres, a los amigos por préstamos, Sentirse humillada...
y terminó la pobre como un lobo hambriendo de oro.
JUANA
El dinero no lo es todo.
VERNE
Lo dices porque eres joven… y estás en medio de esta selva donde nada se puede
comprar y el dinero es inútil, pero tarde o temprano, regresaremos al mundo de Honorine.
JUANA
(RISAS)
VERNE Y STRADELLI
(RISAS)
] STRADELLI
¡¡Já!!
VERNE
¡Me venció la diabetes! ¡No estoy en mi mejor forma!
Stradelli empina un trago de licor que lo regaña y Verne suavemente y con seriedad le
dice:
VERNE
Conde, gracias por haber entendido y perdonar.
STRADELLI
Mejor no tocar el tema. (PAUSA)
Ahora somos un buen equipo y nada más.
Mejor mirar Pompeya de lejos.
STRADELLI
En eso estamos, pero algo me inquieta. La búsqueda de El Dorado podría durar toda la
vida, ¿hasta dónde está Ud. dispuesto a llegar, mejor dicho, hasta cuándo?
VERNE
El barón Humbolt no se hacía esas preguntas.
Había que adentrarse en América el tiempo que fuera, la ruta que fuera, al costo que fuera.
STRADELLI
Pero aun así, sus proyectos en el fondo eran similares a los de los primeros
conquistadores, conocer el mundo colonial para su mejor uso por la Europa.
VERNE
¿Su proyecto no es ese mismo?
STRADELLI
Ya no. Soy un romántico, quiero morir tragado por la naturaleza.
¿No lo siente Ud. así? No siente ese imán que viene de abajo, de allá (Señala el suelo) de
lo profundo, que lo ata para siempre.
VERNE
Sí, lo siento, pero yo no soy un romántico, soy un aventurero y un preso de las editoriales.
No puedo atarme a ninguna fuerza, porque pronto sale otra que me llama, y sufro el mal
de los escaparates. Me gusta ver mis libros en las librerias.
STRADELLI (URGANDO)
Quédese aquí para siempre, construya una cabaña y viva con Juana junto al Orinoco; ése
es El Dorado, ése es el paraíso.
VERNE (PROFETICO)
Juana... encontrará a su padre, descubrirá que no me ama realmente a mí, que sólo
admira al bronce de la plaza, se enamorará de un hombre de carne y hueso, y quedará
para siempre atada a estas tierras.
Stradelli la contempla, Verne igual, ella continuando sus labores les lanza sonrisitas
suaves, Verne parece despertar de la ensoñacion y alegrándose invita a Stradelli.
VERNE (SIGUE)
¡Ea, Conde, ya estoy recuperado, lo reto de nuevo! Esta vez no me gana! Si gano yo,
contruyo esa cabaña con Juana junto al Orinoco, si me gana Ud. ¡El hombre que le hará a
ella la cabaña será Ud!
Stradelli cortado:
STRADELLI
No es mi propósito.
VERNE
Merde.
Stradelli tiene expresión que dice que felicita a Verne pero que a él le pesa.
STRADELLI
Buscaré plátanos.
Y se va, en la vegetación que lo traga voltea a ver a Juana y la contempla mientras ella
prepara los pescados y Verne dice:
VERNE
Está loco, aquí, al menos que una mano los plante, no crecen plátanos.
STRADELLI
Puedo hablar solo, porque loco no es el que habla solo, sino el que se contesta: Ermanno
Stradelli no debes enamorarte de ella. Ya está enamorada del Señor Verne. Ella no está
enamorada de ti, ella te traerá calamidad, no debes enamorarte de ella. ¿O ya está
enamorado?
¡¡¡Sí!!!
¡Ma va a fan culo, me contesté!
Da unos pasos y a los instantes se queda paralizado, frente a él está una víbora armada.
JUANA
Es lo mismo.
VERNE
No, él y yo somos dos personas distintas. ¿A cuál amas tú? O no amas a ninguno?
JUANA
Son dos preguntas tontas.
VERNE
Petetre.
STRADELLI
¡¡Disgraziata, disgraziata!!
JUANA
¿A qué vienen tantas preguntas, tantas dudas… tantas nubecitas oscuras?
VERNE
Siento tu admiración, no tu amor.
Ella va a contestar, pero en ese momento llega Stradelli con la mano puesta donde lo
mordió la culebra, viene envenenado y cae, frente al asombro de otros dos.
TRANSICION
JUANA
¿Cómo se siente Conde? Mejor, verdad?
STRADELLI
...me estoy acostumbrando a ti.
VERNE
Cuando Dios hizo esta parte del mundo, pensó en los menores de cuarenta. Suban uds.
Stradelli y Juana siguen subiendo, mientras Verne jadeante los espera en un recodo.
STRADELLI
¡¡Tenía que haber subido, ud. se perdió de algo grande!!
JUANA
Julio, Ermanno y yo, tenemos algo que decirte.
VERNE (CONFUNDIDO)
No es necesario, ya lo sé.
Ambos se sorprenden.
STRADELLI
Conozco sus dones proféticos, pero llegará a la adivinación?
JUANA
De todas maneras viejo sabio, te daré una noticia.
JUANA
Ermano ha estado reflexionando, analizando y llegó a la conclusión de que Chaffanjón tal
vez no haya llegado a las verdaderas Fuentes, de que El Dorado, la misión de Santa
Juana, donde podré tener noticias de mi padre y las fuentes del Orinoco podrían coincidir.
STRADELLI
¡¡Así que debemos continuar la marcha de inmediato!!
VERNE
De acuerdo, siempre he creído que darle tanto crédito a Caffanjon sólo fue producto de
una rabieta suya.
STRADELLI
Sí, actitud imperdonable en un científico... he debido condicionar mi mente como la suya,
dispuesta a las adivinaciones.
VERNE
Aunque a veces las adivinaciones, son impertinentes: mientras estaban en la cima del
Tepuy una suerte de adivinación me vino a la cabeza, pero esta vez en boca del Dios
Kanaima: una voz me dijo al oído: Verne, allá arriba tocando el cielo, dos han decubierto
que se aman y prolongan como un inmenso mar verde un beso infinito.
Juana lo abraza, va a replicar con actitud de excusas, pero Verne pone el dedo en la boca
y dice:
VERNE
Arabeernechi... Ará... Ará...!
VERNE
Esas personas esperan el vapor de la compañía, que va hacia las Costas. Voy en busca
del Saint Michell. Aquí termino mi viaje.
VERNE (A JUANA)
Encuentra a tu padre y no dejes pasar la oportunidad de encontrar también El Dorado… él
se oculta en el corazón del Conde.
Juana tiene los ojos húmedos. Stradelli nervioso da bocanadas a una pipa.
STRADELLI
Buen día padre, denos su bendición.
PADRE
Dios me los bendiga hijos, con quién tengo el gusto de hablar.
JUANA
Un indígena nos dijo que aquí tal vez nos dirían razón de él. Mire esta miniatura lo retrata
antes de su desaparición. Yo no lo recuerdo, era muy niña cuando la tragedia donde murió
mi madre y yo fui salvada.
Se acerca al sacerdote y ambos observan la miniatura. Los ojos húmedos del sacerdote se
clavan en Juana y ella va sintiendo, presintiendo la verdad y relacionando el parecido del
sacerdote con el camafeo, el cura se atreve a decir preguntando:
CURA
...mi... hija?
STRADELLI
Quiere que vayamos y bailemos.
El cura reafirma lo que dice Stradelli y se levantan a bailar, se desarrolla el baile con la
incorporación de Stradelli y Juana, los cuales a menudo coinciden en mutua seducción,
llevando Stradelli la iniciativa.
STRADELLI
¡¡¡Aquí nace!!!
¿Y si no, quién demonios va a venir a esta selva y saber si es verdad o no?
¡Mi palabra es ley!
(LO DICE IRONICO RECORDANDO DIALOGO IGUAL ANTERIOR)
Y agarrando agua con sus manos en forma de cuenco, es imitado por Juana y toman en
señal de brindis:
STRADELLI
¡¡Brindo por ti, por el Orinoco, por la Sociedad Geográfica di Roma!!
JUANA
¡¡Y por Julio Verne!!
FIN