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ANÁLISIS DE LAS CARACTERÍSTICAS ORGANOLÉPTICAS DE UN SUELO EN ZONAS DE

DECANTACIÓN DEL RIO SINÚ

INTEGRANTES:

JAIVER ARROYO RIVERA


YERENIS MEDINA LOZANO
LUIS FELIPE BURGOS BARBA
OSWALDO DORIA VEGA
KEVIN MEZA MURRILLO
MANUEL FUENTES PESTANA

TUTOR: JAVIER ISAAC RUIZ MESTRA

UNIVERSIDAD DE CORDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS
INGENIERIA AGRONOMICA
SUELOS I – GRUPO MARTES
MONTERIA - CORDOBA
2017

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INTRODUCCIÓN

Córdoba es un departamento que se caracteriza por su variada distribución de suelos; esto, en


respuesta al dinámico relieve que va moldeando las características del medio edáfico. Es por esto
que se hace de gran importancia conocer, identificar y entender de qué forma se dan los distintos
procesos pedogeneticos que le dan diferenciación y estructura a cada uno de los horizontes que
conforman el suelo. Es así como se nos hace posible caracterizar e identificar los procesos físicos y
químicos que priman en un sitio y posteriormente converger en un nombre especifico que exprese la
presencia de dichos procesos.

Haciendo referencia a los suelos presentes en las zonas cercanas al rio Sinú, fue posible observar la
intervención del transporte de materiales en respuesta a la incidencia que ha tenido la llegada y salía
de agua; es decir, el transporte fluvial hacia un sitio de inundación. Lo que a gran modo interviene en
la textura, color y comportamiento del material parental que alguna vez dio origen a los suelos
presentes en toda la franja de inundación que subyace al rio Sinú. Así mismo, cabe mencionar el
efecto que tiene el clima en las distintas reacciones químicas que diferencian los suelos de zonas
con alta incidencia hídrica con respecto a sitios donde existen largos periodos de sequía que
aumentan el grado de oxidación dentro del medio. Encontramos como resultado suelos que difieren
en textura, estructura, consistencia y color característico del suelo.

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OBJETIVOS
Objetivo general
· Reconocer e identificar las distintas propiedades del suelo (estructura, textura, consistencia,
color etc.) por medio de una calicata.

Objetivos específicos

· Conocer cómo se desarrolla una calicata, establecer los conceptos básicos de ella
· Mediante la muestra de suelo de la calicata obtener la información que permite determinar las
distintas propiedades del suelo
· Identificar una calicata con fines de lectura y reconocimiento de los horizontes del suelo

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MATERIALES

Los materiales que se utilizaron durante la práctica fueron los siguientes:


· Barretón
· Pala
· Cuchillo
· Flexómetro
· Tabla de campo
· Apuntes de clase
· Formatos de descripción de perfiles
· Guías de descripción
· Peróxido de hidrogeno

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MARCO TEORICO

SUELOS
“El suelo es un cuerpo natural dinámico, resultante de la interacción de los factores”.

Los suelos se forman como resultado de la interacción de factores climáticos y biológicos que actúan
sobre los materiales de la corteza terrestre, transformándolos a través del tiempo, y produciendo el
perfil podológico, más o menos diferenciado en horizontes, según las características del relieve y la
mayor o menor intensidad de los procesos físicos, químicos y biológicos involucrados.

Los factores de formación de suelos son agentes o fuerzas que interactúan para generar procesos,
transformaciones o modificaciones en los materiales que dan origen a los suelos.

En la literatura científica mundial se ha establecido que son cinco los principales factores
responsables de la pedogénesis, el orden de importancia de estos cinco factores, según su mayor o
menor influencia en los mecanismos de la formación de los suelos, no es fácilmente determinada,
varía de acuerdo a las características del factor y a las condiciones del sitio donde se encuentre.

MATERIAL PARENTAL.

El material parental de un suelo está constituido por el conjunto de rocas y sedimentos transportados
por el agua o por el viento, principalmente cenizas, lapilli, pómez y otros materiales piroclásticos,
aportados por las erupciones volcánicas ocurridas en diferentes épocas, principalmente durante el
Cuaternario. Los materiales de cenizas, han sido transportados por el viento o removidos por las
aguas de escorrentía y luego transportados por los ríos que descienden de las montañas, formando
depósitos recientes o antiguos, gruesos o delgados, según como haya sido la dinámica eólica o
fluvial durante el depósito y la relación con las emisiones volcánicas de los piroclastos.

El material parental fue considerado por los primeros edafólogos como el factor más determinante en
la formación de los suelos; de hecho, las primeras clasificaciones de suelos se fundamentaron en las
características y composición del material geológico.

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EL CLIMA.

Las dos características del clima que se miden con mayor frecuencia y que más se han
correlacionado con la formación de los suelos son las precipitación y la temperatura. Es bien
conocida la importancia del agua bajo cualesquiera de sus manifestaciones: agua lluvia, agua
freática, humedad relativa, etc., y de la temperatura, como factores climáticos en la formación de los
suelos.

El clima no solo influye en la formación de los suelos por el control de algunas de las reacciones
químicas y físicas que se suceden en el proceso evolutivo, sino porque sirve de controlador y
modificador del factor orgánico y aún del factor relieve, puesto que actúa directamente en la
evolución de las formas de la superficie terrestre. Además, el clima no es un factor muy estable,
puede sufrir cambios severos en años equivalentes a la edad de algunos suelos.

La temperatura es un componente del clima muy determinante en la evolución de los suelos, influye
directa e indirectamente en las reacciones que se suceden en los suelos, es el componente principal
en el cálculo de la evapotranspiración y por consiguiente tiene un control real en la cantidad de agua
que se mueve en el suelo; cuando el suelo se enfría totalmente hasta el punto de congelarse, cesan
todas las reacciones químicas que se están sucediendo en medio acuoso. La temperatura tiene una
marcada influencia en el tipo y cantidad de vegetación de un lugar determinado, y por consiguiente
en la cantidad y tipo de materia orgánica que se aporta al suelo. Además, la tasa de descomposición
de la materia orgánica depende totalmente de la temperatura.

La transferencia de energía en el calentamiento y enfriamiento del suelo, se produce cerca a la


superficie, la cantidad de energía que llega al suelo varía dependiendo de varios factores, la
cobertura vegetal, la capa de nubes, los componentes de la atmósfera, entre otros; la radiación solar
que llega al suelo, se absorbe y se convierte en energía calórica, un suelo oscuro absorbe más
energía que un suelo de color claro.

El viento es otro componente del clima que tiene influencia directa e indirecta en el estado y en la
evolución de los suelos. El viento como el agua es un agente importante de transporte, acarrea
materiales que pueden estar evolucionando en un sitio determinado y participando en una
determinada reacción, hacia otros sitios a donde pueden llegar a modificar o cambiar una segunda
reacción que se está dando en ese nuevo lugar.

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La dirección y magnitud de los vientos influye en los desplazamientos y acumulación de residuos
orgánicos y minerales poco densos, modificando así el aporte de materiales orgánicos a la superficie
de los suelos y consecuentemente el tipo de evolución de los mismos.

EL FACTOR BIOLÓGICO.

El componente biológico es quizá el factor más dinámico que participa en la evolución de los suelos;
además, es el más variado y por consiguiente el de más amplias posibilidades de acción en los
diferentes procesos pedogenéticos que se suceden en el suelo.

La vegetación superior o sea los árboles, arbustos, hierbas y pastos aportan gran cantidad de
residuos orgánicos con diferentes composición, los cuales al descomponerse liberan sustancias y
elementos variados que generan reacciones en el suelo o modifican las que se están sucediendo. Es
bien sabido que los tejidos vegetales se diferencian entre sí por su variada composición y por su
amplio índice de descomposición, lo cual genera una cadena más o menos larga de reacciones y
una secuencia amplia de liberación de elementos.

Los residuos vegetales inician su participación directa en el proceso evolutivo de los suelos cuando
llegan a la superficie del mismo, la acumulación de residuos vegetales permite la acumulación de
energía calórica y el incremento de la humedad en la superficie del suelo; esta situación permite a la
vez la proliferación de macro y micro fauna (roedores, hormigas, ácaros y muchos otros insectos,
además de hongos y bacterias) la cual encuentra el medio propicio para su alimentación y vivienda.

La vegetación superior también actúa directamente en el proceso evolutivo, cuando modifica el


sentido e intensidad de las reacciones en el suelo; estas plantas al tomar sus alimentos rompen el
equilibrio de las reacciones, puesto que modifican la concentración de algunos iones y elementos.

Además, este tipo de vegetación tiene un efecto mecánico y físico en el suelo, la penetración de
las raíces y el engrosamiento de las mismas, generan fuerzas que ocasionan desplazamientos y
rupturas en las partículas de roca o de suelo, permitiendo así la penetración del agua, del aire y la
transferencia de temperatura para la modificación de nuevas reacciones.

Dentro del componente biológico es importante tener en cuenta las actividades antrópicas; el hombre
con todas sus actuaciones puede participar en las reacciones pedogenéticas, simplemente modificar
la acción de los demás factores; por ejemplo, la actividad agrícola determina la cantidad y calidad de

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materia orgánica que se aporta al suelo, las labores de mecanización alteran las condiciones físicas
del suelo, la alimentación de las plantas altera la concentración de muchos elementos y lógicamente
las reacciones que pueden sucederse, la fertilización tiene un efecto similar, las labores de riego y
drenaje alteran completamente la pedogenésis de un suelo al modificar el contenido de agua en él,
puesto que la mayoría de las reacciones se suceden en medio acuoso.

EL RELIEVE COMO FACTOR.

El relieve se define como el conjunto de formas y desigualdades que Están en la superficie de la


tierra, la topografía y la pendiente se consideran como elementos que forman parte del relieve.
Desde el punto de vista podológico se considera como un factor que modifica notablemente la
actuación de los demás factores.

Las diferencias podológicas y morfológicas existentes en los suelos que se desarrollan en


condiciones diferentes de relieve y pendiente, se deben a la integridad y naturaleza de otros factores
formadores tales como la vegetación y el clima.

La reacción más evidente entre las propiedades de un suelo y las condiciones de relieve, se dan en
las zonas planas y húmedas; en estas áreas no existe erosión, por lo tanto la pedogénesis no se
interrumpe; el movimiento del agua a través del perfil se produce en forma vertical, lo cual permite
que los procesos pedogenéticos evolucionen en un mismo cuerpo del suelo.

Al relacionar el relieve con el factor clima, se encuentra influencia directa, el relieve influye en las
fuerzas que determinan los cambios climáticos, los cambios morfológicos y las diferencias de altura,
modifican la distribuyan de las lluvias, gobiernan los cambios de temperatura, determinan en parte la
distribución y clase de vegetación, influye en el movimiento del agua dentro del perfil e influye
también en la fuerza y dirección de los vientos.

También se puede establecer relación entre relieve y el material parental, de ella podemos
establecer interrelaciones muy claras. Un material parental blando e inestable, puede degradarse
fácilmente, con lo cual se modifican las formas del relieve. A su vez las condiciones de relieve
determinan los tipos y los grados de erosión superficial, este proceso renueva la superficie y
modifica los procesos pedogenéticos. Es claro también que las formas del relieve dependen del tipo
de material geológico; la composición y resistencia del mismo determina la elevación y la estabilidad
de las formas del relieve e indirectamente la continuidad de las reacciones pedogenéticas.
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EL TIEMPO COMO FACTOR.

El tiempo ha sido considerado como un factor relativo dentro de la génesis de los suelos; en el
proceso pedogénetico el tiempo cero es el momento en que se completa un proceso catastrófico, lo
cual da comienzo a un nuevo ciclo de desarrollo del suelo. Una catástrofe se puede definir como el
cambio repentino en la superficie de un terreno o en el nivel freático ocasionado por un proceso
geológico, como un levantamiento o una inclinación de una masa litosférica; puede ser el cambio
rápido de una ladera, debido a la erosión geológica o a la erosión antrópica. La catástrofe también
puede ocasionar cambios repentinos en la vegetación, o en el clima de una región. Un cambio en el
material inicial de un suelo, puede ocurrir por un deposito considerable de sedimentos ceniza
volcánica, materiales aluviales, sedimentos coluviales), aluviales, coluviales o eolicos.

Considerando el tiempo como un factor relativo, surge la siguiente afirmación: la edad absoluta de un
suelo, no depende del tiempo transcurrido desde cuando inicio su pedogenesis, si no de la
intensidad de los factores que actúan para su formación; así pues, ”un suelo viejo puede ser viejo en
un periodo relativamente corto, o conservarse joven durante un periodo relativamente largo “

PROCESOS FORMADORES DE SUELOS.

Un proceso es una secuencia compleja de reacciones y sucesos que implican cambios y


modificaciones en los materiales y cuerpos que intervienen. Los procesos edafológicos
fundamentales pueden ser de cuatro clases:

· Ganancias. Incluye todas las adiciones o llegada de materiales al suelo, bien sean líquidas,
sólidas o gaseosas.

· Perdidas. Incluye todos los procesos mediante los cuales el suelo pierde parte de los
materiales constitutivos, bien sea de la superficie o de cualquiera de sus horizontes.

· Translocaciones. Comprende el movimiento de materiales, minerales u orgánicos, de uno a


otro sitio dentro del perfil.

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· Transformaciones. Comprende las alteraciones y modificaciones que sufren los materiales
constitutivos del suelo, bien sean minerales u orgánicos.

Cada uno de los procesos fundamentales incluye una serie de procesos específicos, los cuáles
describimos a continuación.

· Enriquecimiento. Es un término general para identificar la adición de materiales a un


suelo

· Acumulación. Término genérico para indicar la adición de partículas minerales u orgánicas a


la superficie del suelo.

· Cumulización. Es la acumulación de desechos orgánicos y humus asociados en la superficie


de un suelo mineral, puede alcanzar un espesor hasta de 30 cm; también se denomina
formación de camadas.

· Lixiviación. Es el proceso mediante el cual el suelo pierde materiales solubles.

· Erosión. Pérdida de materiales orgánicos o minerales de la superficie del suelo, mediante la


acción de un agente transportador, que puede ser el agua o el viento.

· Eluviación. Salida y movimiento de materiales de un sitio del perfil hacia otro; mediante este
proceso se pueden formar los horizontes álbicos.

· Iluviación. Llegada de materiales de una parte del perfil a otra, es un proceso consecuente
del anterior; mediante éste se pueden formar los horizontes espódicos y argílicos.

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· Decalcificación. Proceso mediante el cual se mueven los carbonatos de calcio de uno o
más horizontes del suelo.

· Calcificación. Llegada y acumulación de carbonato de calcio en un horizonte subsuperficial


del perfil, mediante el cual se forma el horizonte cálcico, y consecuencialmente el
petrocálcico.

· Salinización. Es el proceso mediante el cual hay acumulación de sales solubles en un sitio


del perfil, generalmente tiende a suceder en la superficie del suelo; las sales más comunes
son los sulfatos y los cloruros de calcio, magnesio, sodio y potasio.

· Desalinización. Pérdida de las sales solubles existentes en los horizontes salinizados.

· Alcalinización. También se denomina procesos de sodización; consiste en la acumulación de


iones de sodio en los sitios de intercambio de un suelo.

· Desalcalinización. Movimiento o lixiviación de las sales e iones de sodio existentes en un


horizonte; generalmente se sucede de los horizontes A hacia los B.

· Lavado. Es la pérdida mecánica de partículas minerales existentes en un horizonte;


generalmente se sucede de los horizontes A hacia los B.

· Podzolización. Consiste en la migración química de aluminio, hierro y materia orgánica de


un horizonte, lo cual genera la concentración de silicio en las eluviadas o residuales.

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· Laterización. Consiste en la migración química del silicio fuera del suelo, lo cual genera la
concentración residual de sesquióxidos; este proceso genera la formación de horizontes
óxicos; ocasionalmente se cementa formando lateritas y plintitas.

· Leuxinización: Es el empalidezimiento o aclaramiento de los horizontes del suelo mediante la


pérdida de material orgánico, ya sea por mineralización o por transformación hacia otras
sustancias menos oscuras.

· Melanización: Es el ennegrecimiento de los horizontes del suelo mediante la mezcla de


materiales oscuros, (generalmente productos orgánicos) con materiales minerales.

· Descomposición: También se denomina alteración, consiste en la disociación de materiales


minerales complejos en otros más simples.

Síntesis. Es la formación de partículas relativamente complejas, mediante la mezcla o


combinación de partículas simples.

· Humificación: Consiste en la transformación de los tejidos orgánicos en un compuesto


intermedio denominado humus.

· Mineralización: Consiste en que la materia orgánica llegando a su ultimo estado de


transformación, pierde sus características y se convierte en elementos minerales simples.

· Ferruginación: Cosiste en la liberación del hierro de los minerales primarios y la dispersión


de partículas en el perfil del suelo; su hidratación y oxidación progresiva le dan al suelo
coloración parda, parda – rojiza o roja.

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· Gleización: Consiste en la reducción del hierro, la cual se sucede en ambientes sin oxígeno
(anaeróbicos); este proceso genera en el suelo colores grises, verdosos y a veces hasta
azulosos. En los suelos mal y pobremente drenados son característicos estos procesos.

Los constituyentes minerales (inorgánicos) de los suelos normalmente están compuestos de


pequeños fragmentos de roca y minerales de varias clases. Las cuatro clases más importantes de
partículas inorgánicas son: grava, arena, limo y arcilla.

Grava: Conjunto de materiales, de tamaño mayor que la arena, procedentes de minerales


y rocas fragmentados por los agentes atmosféricos. También se conoce como la piedra triturada que
se usa para construir caminos y carreteras. La grava o gravilla puede ser producida por el hombre,
en cuyo caso suele denominarse «piedra partida» o «chancada», y naturales. En este caso, además,
suele suceder que el desgaste natural producido por el movimiento en los lechos de  ríos ha
generado formas redondeadas, pasando a conocerse como canto rodado. Existen también casos de
gravas naturales que no son cantos rodados.
Arena: En geología se denomina arena a una roca natural finamente dividida, compuesta de
partículas cuyo tamaño varía entre 0,063 y 2 mm. Una partícula individual dentro de este rango es
llamada grano de arena.

Limo: Un suelo de tipo limoso se llama así porque contiene más limo que cualquier otra cosa. El limo
está asociado al agua, pues donde está esta, como los ríos, siempre hay limo. Para entender mejor,
el limo está compuesto por granos cuyo tamaño está entre el de la arena fina y la arcilla y que está
formado por barro, lodo y restos vegetales. 

Como pueden ver por su definición, el suelo limoso es perfecto para la siembra, pues contiene
minerales y nutrientes que ayudan al desarrollo de las plantas y además, debido al tamaño de sus
granos, filtra muy bien el agua, permitiendo que lo sembrado tenga fácil acceso al vital líquido. 

Arcilla: Es un suelo o roca sedimentaria constituido por agregados de silicatos de aluminio


hidratados, procedentes de la descomposición de rocas que contienen feldespato, como el granito.
Presenta diversas coloraciones según las impurezas que contiene, desde el rojo anaranjado hasta el
blanco cuando es pura.

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Se caracteriza por adquirir plasticidad al ser mezclada con agua, y también sonoridad y dureza al
calentarla por encima de 800 °C.

SUELOS RESIDUALES

Los suelos residuales son los que se forman en el sitio por procesos de meteorización física y
química y se desarrollan principalmente, en condiciones tropicales húmedas, de meteorización
química intensa.

Las propiedades de los suelos residuales varían de una región a otra, debido a la naturaleza
heterogénea de los ambientes tropicales. La meteorización está controlada por el clima regional, el
relieve y la litología de la roca y estos factores varían de sitio en sitio.

CARACTERÍSTICAS DEL SUELO RESIDUAL

La definición de “suelo residual” varía de un país a otro, pero una definición razonable podría ser la
de un suelo derivado de la meteorización y descomposición de la roca in situ, el cual no ha sido
transportado de su localización original.

Las características de los suelos residuales son muy diferentes a las de los suelos transportados.
Por ejemplo, el concepto convencional de grano de suelo o tamaño de partícula es inaplicable a
muchos suelos residuales, debido a que las partículas de suelo residual, con frecuencia, consisten
en agregados (“clusters”) o cristales de mineral meteorizado que se rompen y se vuelven
progresivamente finos, si el suelo es manipulado.

· SUELOS TRANSPORTADOS

Estos suelos han sufrido un proceso de formación tal como los suelos residuales y luego han sido
trasladados y depositados en el Jugar donde actualmente se encuentran. 

El traslado de sedimentos lo realizan los llamados agentes transportadores, tales como el agua, el
hielo, el viento, la gravedad y ciertos organismos.

El depósito de los sedimentos varía con al agente transportador y con el medio en el cual son
depositados.

El agua produce depósitos aluviales, lacustres y marinos. 

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· LOS DEPÓSITOS ALUVIALES 

Se encuentran en los lechos de los ríos y están constituidos por suelos gruesos generalmente. En
las zonas aledañas en ocasiones inundadas por desbordamiento del río se encuentra gran
variedad de suelos arcillosos y limosos.

· PERFIL DE UN SUELO

Es la sección o corte vertical que describen y analizan los edafólogos con vistas a describirlo y
clasificarlo. Este suele tener un metro o dos de profundidad, si la roca madre, o el material parental,
no aparece antes. Este modo de proceder, no significa que puedan alcanzar mucho mayor
espesor en algunas ocasiones, sino que con vistas a clasificarlos tan solo se utilizan los
mencionados uno o dos metros superficiales, dependiendo de la taxonomía concreta que utilicemos.

El perfil del suelo, en el sentido amplio del término puede dividirse en 6 capas y horizontes, sin que
esto signifique que no puedan faltar algunas de ellas. Estas serían según profundizamos desde la
superficie: 

1.        Los horizontes orgánicos desprovistos de materia mineral, llamados a menudo“0” u “H”

2.       Los horizontes órgano-minerales, es decir más o menos ricos en materia orgánica y mineral.


Estos suelen calificarse como horizontes “A”

3.       Los horizontes de lavado, en el que los minerales más fáciles de descomponer por la acción
del clima, organismos y materia orgánica, desprenden partículas (limos arcilla, moléculas orgánicas,
nutrientes) al siguiente horizonte. Se trata de los horizontes “E”.

4.       Los horizontes minerales edificados, es decir muy afectados por los procesos que ocurren en
el suelo, a los que se suelen denominar horizontes “B”

5.       Horizontes poco edificados en donde puede discernirse la estructura de la roca o material


parental de la que proceden los suelos y que reciben el apelativo de Horizonte

“C”.

6.       La roca madre o material parental, poco o no alterada, a la que denominamos 

“R” o “D.

Suelos Residuales: Los suelos residuales se originan cuando los productos de la meteorización no
son transportados como sedimentos, sino que se acumulan en el sitio en que se van formando. Si la
velocidad de descomposición de la roca supera a la de arrastre de los productos de la
descomposición se produce una acumulación de suelo residual. Entre los factores que influyen en la
velocidad de alteración de la naturaleza de los productos de la meteorización están el clima
(Temperatura y lluvia), la naturaleza de la roca original, el drenaje y la actividad bacteriana.

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Las propiedades de los suelos residuales varían de una región a otra, debido a la naturaleza
heterogénea de los ambientes tropicales. La meteorización está controlada por el clima regional, el
relieve y la litología de la roca y estos factores varían de sitio en sitio.

El perfil de un suelo residual puede dividirse en tres zonas:

a) La zona superior, en la que existe un elevado grado de meteorización, pero también cierto arrastre
de materiales.

b) La zona intermedia en cuya parte superior existe una cierta meteorización, pero también cierto
grado de deposición hacia la parte inferior de la misma.

c) La zona parcialmente meteorizada que sirve de transición del suelo residual a la roca original
inalterada.

La temperatura y otros factores han favorecido el desarrollo de espesores importantes de suelos


residuales en muchas partes del mundo. El espesor de un suelo residual puede ser de unos cuantos
centímetros a varios metros dependiendo del clima y fisiografía de la región.

Las propiedades de compresibilidad pueden ser altas a muy altas. En el caso de áreas volcánicas,
pueden generarse arcillas montmoriloníticas de características expansivas. Es importante señalar
que los sedimentos residuales suelen presentar los mismos defectos estructurales que el macizo
rocoso que les dio origen como pueden ser grietas, fallas, juntas, etc.

Los suelos transportados: Son el producto de la acción de agentes de transporte que actúan sobre
la roca madre o el suelo original entre los que vale la pena mencionar el viento, los ríos, las fuerzas
de gravedad, los volcánes y los glaciares, generando depósitos eólicos, aluviales, lacustres y
marinos, de piemonte, volcánicos resientes y glaciares.

Los sedimentos eólicos son materiales transportados por el viento a un lugar donde se acumulan,
formando dunas, loess, playas eólicas y grandes depósitos de polvo volcánico durante las
erupciones volcánicas. Estos depósitos son característicos de regiones áridas donde el nivel de
aguas freáticas se encuentra a gran profundidad. Pueden llegar a presentar alta a muy alta
compresibilidad. Los loess tienen la peculiaridad de cambiar sus propiedades mecánicas ante
cambios en el nivel de aguas freáticas o condiciones de filtración, sufriendo una súbita compactación
si soportan la carga de una estructura. Los sedimentos aluviales son arrastrados y depositados por el
agua en movimiento.

Debido a cambios de velocidad del agua a lo largo del cauce se van depositando los tamaños de los
granos en el lecho del río en forma gradual desde los grandes fragmentos de roca, para velocidades
elevadas del agua, hasta los tamaños de granos de suelo como son gravas, arenas, limos y arcillas.

En general son bien graduados y medianamente compactos a muy compactos. Los sedimentos finos
pueden presentar mediana compresibilidad, pero los cuarzosos pueden tener baja a muy baja
compresibilidad. Los sedimentos finos a muy finos como limos y arcillas son depositados cuando el
agua en movimiento sufre una disminución de velocidad, como en los lagos, lagunas marginales,
estuarios y deltas. Pueden contener materia orgánica coloidal o pueden estar compuestos totalmente
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por material orgánico como la turba. Su compresibilidad puede ser mediana a muy alta. En estos
suelos es muy

Importante estudiar la evolución de las deformaciones con el tiempo cuando se aplica una carga,
fenómeno conocido como consolidación.

La textura: Se define la textura del suelo como: La proporción (en porcentaje de peso) de las
partículas menores a 2 mm de diámetro (arena, arcilla y limo) existentes en los horizontes del suelo.
La textura del suelo, varía de unos horizontes a otros, siendo una característica propia de cada uno
de ellos por lo que es tan importante el análisis de los diferentes horizontes del suelo uno a uno. En
este sentido, hablar de textura del suelo no es correcto, pues hablamos de la textura de cada uno de
los horizontes del suelo. Las clases suelen asociarse en cuatro grupos principales que corresponden
a las texturas arcillosas, limosas, arenosas y francas o equilibradas; según exista un componente
dominante o una proporción adecuada de todos ellos. Como se puede observar en el diagrama
textural, varias son las clases texturales existentes, que a continuación pasamos a describir:

No obstante, todas estas clases texturales se agrupan en 4 grandes grupos que poseen
características similares:

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Las texturas arcillosas dan suelos plásticos y difíciles de trabajar. Retienen gran cantidad de agua y
de nutrientes debido a la microporosidad y a su elevada capacidad de

Intercambio catiónico. Aunque retengan agua en cantidad presentan una permeabilidad baja, salvo
que estén bien estructurados y formen un buen sistema de grietas.

La textura arenosa es la contrapuesta a la arcillosa, pues cuando en superficie hay una textura
arenosa los suelos se conocen como ligeros, dada su escasa plasticidad y facilidad de trabajo.
Presenta una excelente aireación debido a que las partículas dominantes de gran tamaño facilitan la
penetración del aire. Únicamente cuando se producen lluvias intensas se puede producir
encharcamiento o escorrentía, momento en el que la erosión laminar es muy importante. La
acumulación de materia orgánica es mínima y el lavado de los elementos minerales es elevado.

La textura limosa presenta carencia de propiedades coloidales formadoras de estructura, formando


suelos que se apelmazan con facilidad impidiendo la aireación y la circulación del agua. Es fácil la
formación de costras superficiales que impiden la emergencia de las plántulas.

Las texturas francas o equilibradas al tener un mayor equilibrio entre sus componentes, gozan de los
efectos favorables de las anteriores sin sufrir sus defectos, el estado ideal sería la textura franca y a
medida que nos desviamos de ella se van mostrando los inconvenientes derivados.

El color en sí mismo es de poca relevancia: su verdadera importancia radica en que el suelo tiene un
conjunto de atributos que de alguna forma se relacionan con el color, siendo este diferente entre
horizontes y entre distintas clases de suelos. En consecuencia, cualquier error en su determinación
acarrea conclusiones equivocadas respecto a las características que se relacionan con él.

El color: es probablemente, la característica más evidente cuando se observa la superficie o el perfil


de un suelo y constituye su respuesta a la radiación electromagnética en la región visible del
espectro. Es, además, una característica muy utilizada por el edafólogo para obtener información
sobre la génesis del suelo y sobre sus propiedades físicas y químicas.

El color del suelo viene dado por la existencia y proporción de compuestos orgánicos y minerales. La
materia orgánica produce colores oscuros, generalmente negruzcos o pardos, como consecuencia
de la presencia de ácidos húmicos. La acumulación de materia orgánica procedente de la muerte y
descomposición de organismos vivos (hojas, raíces, microorganismos y pequeños animales) les
confiere a los horizontes superiores de los suelos unos colores más oscuros que los que presentan
los materiales más profundos. Una excepción a esta regla es la de los suelos llamados podsoles, en
los que un proceso continuado de lixiviación ha transportado la materia orgánica hacia horizontes
inferiores, provocando en ellos el color oscuro característico.

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DEPARTAMENTO: CÓRDOBA MUNICIPIO: MONTERÍA

COORDENADAS: N 8° 47’ 36.1’’ TEMPERATURA: 32 º


W 75° 51’ 40.2’’
GEOMORFOLOGÍA: VALLE DEL GEOLOGÍA: SUELOS
RIO SINÚ TRANSPORTADOS DE
SEDIMENTOS NO
CONSOLIDADOS
GANANCIA: ACUMULACIÓN DRENAJE SUPERFICIAL:
EXTERNO LENTO
RELIEVE: PLANO NIVEL FREÁTICO:
SUPERFICIAL
VEGETACIÓN NATURAL:
PASTO, CULTIVOS.

RESULTADOS

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1 Horizonte

CLASIFICACIONES ESTRUCTURALES DE LOS HORIZONTES

Textura Franco arcilloso


Estructura Forma : bloques angulares a subangulares
Tamaño: de medios a finos
Grado :desarrollo moderado
Consistencia
Húmedo : friable
Mojado : poco plástico –ligeramente pegajoso

Reacción Peróxido : fuerte

2 Horizonte

Textura Arcillo limoso


Estructura A estructural

Consistencia
Húmedo : firme
Mojado : poco pegajoso – poco plástico

Reacción Peróxido : leve

3 Horizonte

Textura Arcillo limoso


Estructura Forma : bloques angulares
Tamaño: medio
Grado :desarrollo moderado

Consistencia
Húmedo : firme a muy firme
Mojado : ligeramente pegajoso – ligeramente plástico

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Reacción Peróxido : alto

4 Horizonte

Textura Arcillo limoso


Estructura Forma : bloques angulares
Tamaño: de medios a finos
Grado :desarrollo moderado

Consistencia
Húmedo : muy firme
Mojado : poco pegajoso – poco plástico

Reacción Peróxido : alto

5 Horizonte Bw
Textura Arcillo limoso
Estructura Forma : bloques angulares
Tamaño: medio
Grado :desarrollo moderado

Consistencia Húmedo : firme a muy firme


Mojado : ligeramente pegajoso – ligeramente plástico
21
Reacción Peróxido : alto

CONCLUSIÓN

La dinámica que experimentan los suelos puede ser muy variada, todo esto depende de los procesos
de ganancia, pérdida, translocación y transformación que dan origen al mismo. Que a su vez
dependen fundamentalmente de las características pedogeneticas que inciden en el material
parental. De allí la alta variedad y diferenciación que hace de la clasificación de suelos una tarea
ardua que requiere de una alta destreza intuitiva y conceptual. La cual solo se obtiene con la práctica
y la experiencia. De la anterior práctica fue posible adquirir varias destrezas en la descripción de
suelos y diferenciar dinámicas pedogeneticas que inciden en diferente grado dependiendo si el suelo
es de origen transportado o residual.

En conclusión podemos afirmar que los suelos transportados difieren en gran medida de los suelos
residuales precisamente por los procesos naturales iniciales que intervienen en la formación de cada
tipo específico de suelo, los cuales presentan un perfil diferenciable que da fiel constancia de los
procesos de intemperismo que constantemente potencian la marcación de horizontes resultantes del
ciclo dinámico experimentado por cada partícula del suelo con el agua, temperatura, tiempo,
microorganismos, clima y otros factores que también van imprimiendo identidades especificas a cada
suelo. Según lo estudiado durante esta práctica se pudo analizar que los suelos más fértiles son
los transportados debido a que estos siempre recibirán sedimentos y con ellos nutrientes , al
pasar el tiempo por fuentes (agua , viento), y los suelos residuales siempre contaran con los
nutrientes que contiene su parcelas .

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BIBLIOGRAFÍAS

Ø http://notasdepavimentos.blogspot.com/2011/04/caracteristicas-de-los-suelos_11.html

Ø Porta, J; López-Acevedo, Marta; Roquero, Carlos: “Edafología para la agricultura y el medio


ambiente”, Ed. Mundiprensa, 3ª edición, 2003, págs. 629.

Ø Gisbert, J.M; Ibáñez, Sara; “Génesis de Suelos” Ed: Universidad Politécnica de Valencia,
2001, págs. 222

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ANEXOS
FOTO GRUPO FOTO CALICATA

FOTO PAISAJE

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