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Nombre de la asignatura: Historia de la Educación Argentina y

Latinoamericana
Docente a cargo: Marisa I. Alonso Clase nro. 1

Esta es nuestra primera clase, a partir de aquí iniciaremos juntos la tarea de trabajar con los
contenidos de historia de la educación argentina y latinoamericana.
La propuesta que vamos a desarrollar nos presenta el desafío de abordar un largo periodo, que
incluye hechos y procesos históricos diversos. En ellos deberemos poder reconocer rupturas y
también continuidades que influyen en la organización e institucionalización del sistema
educativo y que, tienen como objetivo llegar a reconocer en esos procesos los cambios y
continuidades y observar los efectos que estos producen en el campo de la educación

Se trata, indudablemente, de un trabajo que presenta un cierto nivel de complejidad. Sin


embargo, buscaremos ir resolviéndolo a través de distintas propuestas que apuntaran a
delimitar los ejes sobre los que sostendremos nuestro tarea a lo largo de la cursada. En este
sentido, es muy importante el uso que uds le den a los materiales con los que cuentan.

El objetivo de nuestras clases no es reproducir la bibliografía con la que ustedes cuentan, sino
proporcionarles las claves o los ejes para abordar la lectura y de esa forma lograr su mejor
aprovechamiento. Por lo tanto, en este espacio habremos de profundizar contenidos,
concentrarnos en el análisis de los textos escogidos, aportando la información que
consideremos significativa para una mejor comprensión de los mismos

A partir de aquí, comenzaremos con los contenidos que corresponden a la clase de hoy
haciendo una referencia general a las características del contexto en el que se producen los
procesos de emancipación en el continente americano.

Abordaremos, entonces, el contexto político y social que dio origen a los procesos de
emancipación e independencia. Estudiaremos como el cambio de clima político en el territorio
americano provoco reformulaciones en el mundo de la educación.
Parte de esta transformación esta asociada al sentido que las ideas de la ilustración le otorgan
a la educación, vinculadas a formar ciudadanos capaces de ejercer la soberanía política.
La responsabilidad de formar estos ciudadanos deberá recaer en el Estado que es quien, a
partir de la expansión de este ideario político, será el encargado de tomar a su cargo la
educación de las mayorías sociales.

Los procesos de independencia en Latinoamérica recorrieron diversos caminos. Las diferencias


tuvieron que ver, entre otras cosas, con el tipo de relación existente entre la metrópoli y las
elites locales, con la estructura social de las colonias, y con el tipo de estructura económica que
sostenía el funcionamiento de las mismas.

Estas diferencias incidirán en la formación de los Estados nacionales en cada uno de los
antiguos territorios coloniales.

Parte del análisis que realiza José Luis Romero en uno de los textos más clásicos que abordan
estos temas1, justamente, nos ayuda a dibujar el mapa social y político de los territorios
coloniales, específicamente de las ciudades, en los momentos previos a la explosión
revolucionaria.
Gran parte de estas ciudades latinoamericanas habían crecido asociadas a la expansión
comercial y junto con ella creció una burguesía de características diferentes a la europea.
“…el impacto mercantilista…estimulaba el desarrollo de las ciudades…la sociedad se acriollaba
y sus diversos grupos cambiaban en consistencia, en numero y consecuentemente en sus
relaciones reciprocas.”2
1
Nos estamos refiriendo a Romero, J. L (1997). Latinoamérica: Las ciudades y las ideas, Buenos Aires:Siglo XXI
2
,Romero, J:L. Op Cit, Pág. 123
Fue así que la estructura social de la colonia, adquirió distintos matices y en ellos surgió una
sociedad nueva, trasmutada. En la ciudad latinoamericana, los grupos populares crecieron y
los peninsulares quedaron anegados no solo por los criollos blancos sino por las castas 3.
… predomino una especie de anomia, signo de la intensa movilidad social. Solo las clases altas
sabían cual era su sitio y en consecuencia, cuales eran las normas que la regían, pero los
estratos medios y populares manifestaron una intensa fluidez” 4.

En este panorama, y a pesar de las diferencias mencionadas, los movimientos revolucionarios


tuvieron un origen común, relacionado con los conflictos europeos.
La monarquía absoluta había funcionado como modelo de gobierno a lo largo del tiempo. Sin
embargo, la mayoría de la población cada vez más veía con desagrado el crecimiento del poder
del rey y de aquellos que estaban vinculados a él. La presión impositiva recaía especialmente
sobre los campesinos y los burgueses y estos últimos comenzaron a reclamar mayor
participación dentro del poder. Por un lado, los funcionarios de gobierno, no estaban preparados
para resolver la crítica situación; por el otro, y a medida que pasaba el tiempo, el poder de la
burguesía se iba consolidando y eso hizo que este sector de la sociedad cuestionara con
energía la representatividad del rey, impulsando nuevas formas de gobierno que fueran capaz
de incorporarlos como protagonistas.

Acompañando estas demandas, un flujo de nuevas ideas comenzó a surgir, reclamando por un
orden social y político diferente. Los hombres que se dedicaban a la ciencia y a la filosofía,
recuperando gran parte del pensamiento intelectual de los siglos anteriores, buscaron hallar
respuestas a las nuevas circunstancias sociales y políticas. Estos pensadores trataban de
aplicar la razón y la experimentación como mecanismos privilegiados a partir de las cuales
intentaron examinar y cuestionar tanto las ideas como los valores recibidos.
La Ilustración creció como movimiento intelectual y penetró en todo el continente europeo.
Especialmente, en Francia, estas ideas alcanzaron un importante desarrollo. Se destacaron
el filósofo, político y jurista Montesquieu, Voltaire y Jean Jacques Rousseau , entre otras
figuras que alcanzaron un importante prestigio. El pensamiento ilustrado buscó reformular la
organización de la sociedad aunque sus preocupaciones no giraban en torno a los sectores
populares. Esto explica que muchos pensadores que formaron parte de esta corriente
intelectual estuvieran dispuestos a colaborar con los monarcas absolutos.

En el Río de la Plata, la situación política que se produjo en España luego del avance de las
tropas napoleónicas fue el origen del movimiento revolucionario de mayo. 5
Algunas de los estudios más recientes, como el del historiador francés Francois Guerra,
sostienen que el proceso que se desencadenó en el Río de la Plata como consecuencia de la
crisis de la monarquía española no implicó un gran cambio en las instituciones. La verdadera
revolución se produjo tanto en el pensamiento político como en la forma de hacer política.
Guerra señala que la influencia de los pensadores del iluminismo ayudó a forjar una idea de
sociedad diferente a la que existía hasta ese momento. Para el pensamiento ilustrado, los
3
“…conjunto variado en el que entraban negros esclavos y libertos, mulatos, indios, mestizos, zambos y otros grados variados
de cruza.” Romero, J. L. Op. Cit, pag. 128
4
Romero, J. L. Op. Cit, pag. 139
5
En 1807, se firmó un tratado entre España y Francia por el cual ambos países se repartían Portugal, aliada de Inglaterra. Este
tratado le abrió el camino a las tropas francesas para atravesar el territorio español; el pasaje del ejército napoleónico por el
territorio español se convirtió en la ocupación de las ciudades del norte de España por parte de los franceses.
La pasividad del rey español, Carlos IV, frente ala situación provocó un motín popular que lo llevó a abdicar a favor de su
Fernando VII. Napoleón utilizó esta crisis para provocar la renuncia al trono del nuevo monarca y reemplazarlo por su propio
hermano, que se transformó en el nuevo rey de los españoles.
El pueblo español no aceptó al nuevo rey , de origen francés, y organizó juntas provinciales que gobernaban en nombre del
rey Fernando VII, prisionero de Napoleón. En 1808, estas juntas se reunieron y organizaron un órgano general de gobierno: la
Junta Central, cuyo asiento era Sevilla.La tradición política vigente en la época consideraba la relación entre el rey y el pueblo
como un pacto de sometimiento por el cual el rey daba protección a sus súbditos y éstos le debían lealtad y obediencia. Ante la
ausencia del rey, el pueblo reasumía la soberanía y debía decidir nuevamente en quién iba a depositarla.
individuos, más allá de su origen o pertenencia de clase, son, por principio, iguales y libres. Ese
fue el punto de partida que permitió reformular las prácticas políticas y crear espacios de
encuentro como las asociaciones, los clubes, en los cuales se comienza a debatir la política.

Aquí es donde podemos establecer una vinculación entre esta mirada y la que desarrolla en el
texto de Romero al que venimos haciendo referencia. En él se menciona la emergente
politización de las ciudades como parte de los significativos cambios que empezaban a
producirse.
La nueva sociabilidad permitió una rápida difusión, a fines del siglo XVIII y comienzo del
siguiente, de las ideas liberales que modificarían aún más la relación entre el poder político y la
sociedad. Se trataba, entre otras cuestiones, de llegar a implementar reformas educativas que
no significaran solamente alfabetizar a grandes masas sino que:
“El fin de la educación debía ser la ampliación de las minorías selectas, impregnadas de las
nuevas ciencias físicas y naturales, comprensivas de las perentorias necesidades de una
sociedad injusta y estancada…”6

El reformismo de las nuevas ideas era, indudablemente, limitado. El cambio que se promovía
buscaba más la instrucción, esto es el aprendizaje de nociones modernas y cosas útiles 7, que la
educación en el sentido más amplio del término.

Es decir, que estas nuevas ideas se circunscribían a un ámbito muy limitado y si bien las nuevas
elites dirigentes propiciaban desde los gobiernos revolucionarios que las leyes, constituciones y
reglamentaciones las incluyeran, se producía una frecuente contradicción entre las propuestas
legales y la realidad.
Esto era particularmente evidente en la definición de ciudadanía que figuraba en los documentos
y en la incorporación limitada de derechos civiles y políticos que efectivamente se daba en la
vida cotidiana.
A pesar de ello, y como señala Weiberg en el capítulo que uds deben leer y que el autor le
dedica al proceso de emancipación, la sustitución de la idea de súbdito por la de ciudadano dio
como resultado la estimulación de la participación de un numero mas amplio de individuos en la
estructura educativa. En este sentido, se alentó la incorporación en el sistema educativo de la
mujer o de los indios y, junto con esta nueva preocupación, aparece la necesidad de darle un
significado político diferente al educador que ahora tendrá en sus manos una nueva tarea.

Los largos años de enfrentamientos y luchas ocasionaron enormes gastos la nueva estructura
política surgida del proceso revolucionario. La guerra implicó la necesidad de reclutar hombres
para el ejército, sumada a las contribuciones forzosas en ganado, dinero y alimentos para las
milicias. La mayor parte de las veces estos costos eran trasladados directamente a la
comunidad; a veces en forma de contribuciones voluntarias y la mayoría de las veces de forma
compulsiva. El dinero obtenido a través de la recaudación de impuestos nunca era suficiente;
sobre todo, teniendo en cuenta que, como consecuencia de la revolución los circuitos
económicos, en general, y comerciales, en particular, se habían modificado notoriamente. Las
expropiaciones del enemigo, las contribuciones de ganado y hombres realizadas por los
sectores poderosos de la campaña nunca eran suficientes y la demanda constante del Estado
provocó situaciones de mucha tensión entre grupos políticos y los poderosos sectores
comerciantes y productores de la campaña.

Las fracturas propias del proceso revolucionario, las tensiones políticas y los cambios
institucionales atentaban contra la construcción de un sistema educativo con un cierto nivel de
estabilidad.

6
Romero, J.L. Op. Cit, pag.152
7
Romero, J.L. Op. Cit. Pag.168
La falta de recursos económicos como humanos van a permitir la implementación de un sistema
educativo que busca resolver esas dificultades: el sistema lancasteriano. Este sistema, como
uds ya saben, permitió impartir educación básica a un número de niños simultáneamente
apelando a un solo maestro. Esto explica el éxito de este sistema durante un largo periodo de la
historia educativa latinoamericana.

La implementación del modelo político del liberalismo y su pretendida influencia en los modelos
educativos, presento tensiones en una sociedad que no llegaba a desprenderse de las
instituciones y los modelos coloniales.
Podemos decir, entonces, que entre 1800 y 1850 , la promoción de la enseñanza caracterizada
como popular creció pero aún así fueron limitadas sus realizaciones. El ciclo independentista
abono la cultura urbana y genero el estado de conciencia y necesidad que se manifestara con
vigor mas adelante

Nos encontramos en la próxima clase.


Lean sus materiales, observen en ellos los contenidos y sobre todo los conceptos importantes
que permiten ir reflexionando y desarrollando una mirada crítica sobre los procesos socio-
políticos que estamos estudiando.

Marisa

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