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Serie Menor
1. M. Davis: U Mxuclidarf «n U 28. J. Schavelzon, J. Bleger, L.
idalcsecnciá. Bleger, !. Luchina y M. Langer
2. K. R. Beutner, N. G. Hale: Psicología y cáncer. W. R. BION
Qaía para la familia dei enfermo 29. T. M. French y F. Aiexander:
mental. Psicología y asma bronquial.
3. M. Choisy: Psicoanálisis de la 30. R. Sterba: Teoría psicoaciafíti-
prostitución. ca de la libido. M. Langer: Apor
4. J. A . M . Meerloo: Psicología te kleiniano.
de! pánico. 31. R. E. Hall: Guía para la mujer
5. R. Lindner: Relatos psicoa na tí embarazada.
ficos de la vida real. 32. H. R. Litchfield y L. H, Derri
6. L. Eidelberg: Psicología de la bo: Guía para «i cuidado de su
violación. hijo.
7. R. Spitz: No y Sí. Sobre ia gé
nesis de ia comunicación humana.
8. R. Street: Técnicas sexuales mo
dernas.
33. M . Freud: Sigmund Freud. Mi>
padre.
34. T. Reik: El amor visto por un
psicólogo.
VOLVIENDO A
9. H. F. Tashman: Psicopatologia
sexual del matrimonio.
JO. Asociación Norteamericana de
Estudios sobre ia infancia: Guía
35. J. R. Gallagher y H. I. Ha-
rris: Problemas emociónales de ios
adolescentes.
PENSAR
para la educación sexual. 36. M. Lsnger: Fantasías eternas
11. E. Bergler: infortunio matri a la lux del psicoanálisis.
monial y divorcio. 37. J. L. Schulman, j. C. Kaspar
12. A. Freud y D. Buriingham: La y P. M . Barger: El aprendlsaje
guerra y los niños. de la psicoterapia.
13. R. Loewenstein: Estudio psi- 38. j. Mariano: El divorcio y la
coanalítico del antisemitismo. separación.
14. A. Freud: Psicoanálisis del ni 39. W. McCord y J. McCord: E|
ño. psicópata.
15. T. Reik: Treinta años con 40. M. D. Pittman: Alcoholismo.
Freud. 41. M. D. Ver n o n : Psicología de
16. Freud, Abraham, Ferenczi, la percepción.
Klein, Reik, Erikson, Lindner; 42. T. Reik: Diferencias emocio
Grandes casos del psicoanálisis. nales entre los sexos.
17. T. Reik: Cómo se llega a ser
psicólogo. 43. -A. Comfort: La sexualidad en
18. D. W . Baruch: Nuevos méto la sociedad actual.
dos de educación sexual. 44. A. Stokes: La pintura y el
19. F. L. ilg y L. Bates Ames: Có mundo interior.
mo preparar una fiesta infantil. 45. M. N. Robinson: La mujer frí
20. J. L. Moreno: Psicomúsica y gida. Estudio psicoanalítico.
soeiodrama. 46. Ecuación fantástica. 13 cuen
21. S. Isaacs: Años de infancia. tos de ciencia ficción por 9 psi
coanalistas.
G>
22. T. Reik: Confesiones de un
psicoanalista. 47. C. A. Mace: Guía psicológica
23. A. Storr: Las desviaciones se para el estudio y aprendizaje.
xuales. 48. R. H. Thouless: Parapsicolo
24. T. Reik: Aventuras en la in gía. Método experimental.
vestigación psicoanalítica. 49. A. Freud, N. Ackerman, $
25. E. Stengel: Psicología del sui- Ferenczi, K- Abraham y D. W.
d d o y los intentos suicidas. Winnicott: Grandes casos del psi EDICIONES HORME S.A.E.
26. T. Reik: Psicoanálisis aplicado. coanálisis de niños.
27. T. Reik: Psicoanálisis del cri 50. M. Klein: E! sentimiento de
men. soledad y otros ensayos. Distribución exclusiva
EDITORIAL PAIDOS
( Continúa en la página 226)
BUENOS A IR E S
VOLUMEN
72
Título del original inglés:
Second Thoughts
Publicado por
W illiam H einem a nn M edical B ooks L im ited
London
Traducido por
DANIEL R. WAGNER
INDICE
1. Introducción 9
2. El mellizo imaginario 12
3. Notas sobre la teoría de laesquizofrenia 38
2? edición, 1977 4. Desarrollo del pensamientoesquizofrénico 55
5. Diferenciación de las personalidades psicó-
ticas y no psicóticas 64
6. Sobre la alucinación 92
7. Sobre la arrogancia 119
8. Ataques al vínculo 128
9. Una teoría del pensamiento 159
10. Comentario 165
síntoma^jgracias a factores incidentales respecto dei Yo había mencionado entonces que parecía que el
anáfisis; por ejemplo, la sensación de seguridad que paflehté~nó establecía distinciones claras entre lo real
dá el hecho de tener alguien a quien acudir. Tal vez y lo imaginario, pero en esa época este rasgo no tenía
él se refería inconscientemente a algún factor'de ese ia importancia que asumiría luego.
tipo? Entre las personas con las que él había hablado, sea
12. Se produjo un silencio, y dado que hemos lle en JáT imaginación o en la realidad, jugaba un gran
gado ahora al punto en que hay que presentar el tema papel un hombre de su misma profesión y edad simi
a discutir, aprovecharé la oportunidad para exponer lar, con los mismos síntomas que él, casado y con hijos.
algunos detalles del análisis de los años anteriores, que Residía aún en el Continente, trabajaba mucho y con
son necesarios para entender lo que sigue. tal éxito que nadie sospechó nunca que padeciera en
Esos detalles no fueron importantes en su momento, fermedad alguna. Estaba en condiciones de viajar li
sino que pertenecían a la periferia de la corriente prin bremente, cosa que mi paciente no podía hacer. Pa
cipal de sus asociaciones. Partían del punto en que el recía que mi paciente se comparaba desfavorablemente
paciente introducía algún nuevo episodio o anécdota coñ~cTT"
en el relato. Por ejemplo, mencionó que cierta historia Estaba, como dije, el cuñado homosexual, un hom
le había sido contada por su cuñado, un homosexual. bre de la misma edad, quizá más fornido, pero clara
O bien que fue a visitar a tal o cual amigo cuando mente homosexual y que sentía una atracción inces
experimentó síntomas particularmente molestos. Su tuosa hacia la esposa de mi paciente, si es que no
círculo de conocidos era muy amplio, y dado que el mantenía una relación con ella.
tema del análisis lo daba el contenido de la historia, Había otro hombre con quien mi paciente jugaba
yo no tenía razones para prestar mucha atención a las al tenis; eso es lo único que oí decir de él.
diversas personas así mencionadas. Debo volver retros Había cierto número de alumnos suyos, que él con
pectivamente sobre este aspecto de sus asociaciones, sideraba casos psiquiátricos, que le habían enviado a
que ahora se convierte en central, y no periférico. otros estudiantes. Hasta había uno que le había en
13. Pero primero les llamo la atención sobre esto: viado a un caso psiquiátrico, y se preguntaba si no
él solía decir, “ Estaba pensando en hablar con el señor sabría cuando hizo eso que él mismo era un caso psi
X para decirle que. . . etcétera, etcétera” . Cierto día quiátrico. (La ambigüedad en el uso del pronombre
me llamó la atención alguna peculiaridad de la fraseo relativo no es un defecto gramatical, sino más bien una
logía, o tal vez el carácter improbable de la observa expresión de la habilidad de mi paciente para trasmitir
ción, vJs^wéeunté'si realméñte había dicho lo que me mucha información, demasiada en realidad, concisa
había relatado. “ Oh n o — conf ésto1 — , sólo me lo estoy mente. )
imaginando.” . Sé reveló luego que muchas de las con También mencionaba un desagradable colega, a
versaciones introducidas por la frase “ Estaba pensando quien había conocido cuando era niño, y que había sido
en hablar con el señor X ” , o “ con la señora Y ” , aun compañero suyo en la escuela, y que ahora enseñaba
que^ no todas ellas, eran conversaciones imaginarias. en un lugar cercano y ocasionalmente atendía a sus
18 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 19
alumnos, pero que era tan inescrupulosamente entro ¡umbroso? Era como si se los hubiera tragado y estu
metido que mi paciente se proponía no volver a ape viera sufriendo las consecuencias. ..
lar a él. Ese fue el final de la sesión. Cuando me recobré
14. Volvamos ahora al paciente, a quien dejamos de la sorpresa, recordé que a menudo habíamos tenido
silencioso despüés 'de'rñi resumen de los problemas que motivos para suponer que él sentía que albergaba den
debía considerar antes de tomar una decisión acerca tro suyo a una familia venenosa,jjero esta fue la pri-
del tratamiento: le pregunté en qué estaba pensando. mefiT ocasión en la que se me manifestó tan dramá
Me contestó que estaba pensando en una mujer que ticamente en el acto de introyectar objetos.
sufría dolores reumáticos. “Siempre se está quejando 15. En la .sesión siguiente el paciente dijo que ha
de una cosa o de la otra, y yo pensé que es muy neu bía tenido un sueño terrible. Fue este: estaba condu
rótica. Me limité a aconsejarle que comprara un poco ciendo un automóvil, y a punto de alcanzar a otro. Se
de amital, y la mandé a paseo.” puso al lado de éste, pero en lugar de pasarlo se man
Esto, le dije, es probablemente una sucinta descrip tuvo a la par. El otro automóvil aminoró la velocidad
ción del tratamiento que yo le aplicaba, y de cuya y se detuvo, y él hizo otro tanto. De tal modo los
eficacia él dudaba. Mis interpretaciones eran para él dos autos quedaron detenidos lado a lado. El otro
vagas quejas a las que prestaba escasa atención; mu- conductor, un hombre de contextura muy parecida a
chasVfé sus asociaciones eran convencionales, y las em la suya, descendió, se dirigió hacia él y se inclinó
pleaba más por su efecto soporífero, similar al del ami- apoyándose en la puerta del automóvil. El paciente no
tnl, que por su valor informativo, y tenían por fin podía escapar, pues al estacionar su automóvil al lado
mantenerme ocupado sin fastidiarlo. Pero, agregué, del otro había obstruido la salida por la otra puerta,
también habría que considerar por qué esta situación mientras que el otro conductor le impedía salir por la
le resultaba tolerable^y le señalé algunas peculiarida- puerta más cercana. El otro hombre se inclinaba ame
dés~'d& su conducta, especialmente el ritmo de “aso nazadoramente hacia él por la ventanilla. Se despertó
ciación - interpretación - asociación”, que indicaba que aterrorizado, y durante todo el día estuvo embargado
yo era ún mellizo suyo que lo apoyaba en una evasión por ansiedad.
burlona de mis quejas, y que aliviaba así su resenti 16. Interpreté el sueño de este modo: la. figura ame
miento. Él podía identificarse con cualquiera de estos nazadora era yo mismo, que era a la vez el mellizo
tres papeles. imaginario del que él había hablado por última vez
Su respuesta fue notable. Su tono de voz cambió, y en ía sesión anterior. El mellizo era imaginario porque
dijo^ con expresión deprimida, que se sentía cansado él había impedido su nacimiento; no había en realidad
y sucio. Parecía que yo volvía a tener ante mí, eñ ningún mellizo. Su uso del mellizo como medio para
un instante, sin cambio alguno, al mismo paciente aliviar la ansiedad era por tanto ilegítimo, y el mellizo
que vi en la primera entrevista. La transformación fue estába decidido a no dejar que ahora naciera el pa
tan repentina que me desconcertó. ¿ Qué diablos había ciente, o sea, que lograse libertad o independencia.
pasado, me pregunté, con el mellizo y el padre qúé- De mañera que éste se veía encerrado, tanto por el
20 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 21
mellizo como por su propio acto de estacionar su auto fueran posibles los paseos de fin de semana, y ni si
móvil tan cerca del de éste. El_ análisis había sido el quiera las vacaciones anuales; en aquel momento habia
automóvil del que no se me haBía permitido surgir tomado su primer descanso en muchos años, y ahora
etí cuanto un ser real; el sueño manifestaba su temor esos paseos se habían vuelto habituales. Dijo: “Dejo
de que en la sesión anterior yo hubiera cobrado vida a un reemplazante a cargo de mis alumnos; no tiene
sólo para impedir su huida del análisis,_al convertirme mucha experiencia, y aunque es de mi misma edad
áTmí en una personificación de la parte mala de él no estoy seguro de que pueda manejarse bien. Hay
mismo, de la que deseaba disociarse. una niña que podría sentirse mal, y a la que tal vez
17. Siguió luego un período durante el cual los ras haya que internar en un hospital. Esto no sería muy
gos prominentes del análisis fueron las manifestaciones difícil, pero hay que conocer un poco el asunto, pues
de introyección, proyección, escisión, y personificación si no la niña no será admitida. Habitualmente tengo
de las porciones escindidas de su personalidad. En un arreglo con un médico al que conozco bien, y que
cierto sentido esto no tenía nada de nuevo, pero como me ayuda cuando me ausento, pero un malentendido
al mismo tiempo el análisis se hizo mucho más inte lo ha arruinado todo”.
grado y disminuyó su temor a sus propios mecanismos, La elaboración posterior indicó que yo era la per
estuvimos en mejores condiciones para observarlos con sona que había interferido en el entendimiento de am
claridad. Pude darme cuenta, retrospectivamente, de bos médicos, por mi interpretación del mellizo y la
que gran parte de la ansiedad producida por las in consiguiente reintroyección de éste dentro del paciente.
terprefaciones efectuadas antes de la aparición def'ine- El reemplazante era una porción escindida de él mis
llizó no era provocada sólo por el contenido de sus mo, que carecía de calificaciones en algunos aspectos,
asociaciones, sino también por el mero hecho de qué y~en particular no era capaz de hacer internar a la
vó' llamara la atención sobre sus procesos intrapsí- niña en el hospital. Sugerí que la parte de sí mismo
qdicos. a la qué había confiado a la niña era genitalmente
18. Un resultado de la mayor integración ue su aná impotente.
lisis fue que pude percatarme de que alguna” de sus 20. Después del fin de semana me contó que el
asociaciones anunciaban el tema en torno del cual se reemplazante había causado un desbarajuste y que
haría el análisis, probablemente durante varias sesio había atemorizado a una de las madres. Mi paciente
nes. Aprovecharé esta circunstancia para limitar mi pensaba que había que tener mucho cuidado con lo
exposición a sólo dos asociaciones; el lector puede su que se les decía a los padres, y el reemplazante había
poner que el material sobre el que basé mis interpreta suscitado ansiedad en una madre hablando demasiado
ciones fue infinitamente más abundante de lo que abiertamente de la enfermedad de la hija. El resul
sugiere esta reseña necesariamente resumida. tado era que en el futuro ella lo quería a él y no al
19. La primera asociación se presentó antes de un otro hombre. Pensaba qúe no valía la pena usar reem
un fin de semana que iba a pasar con algunos amigos. plazantes, pues de todas maneras el trabajo tenía que
Hasta unos seis meses antes no había pensado que hacerlo uno mismo. Contestando una pregunta mía
22 W. R, BION' 23
VOLVIENDO A PENSAR
admitió que ya antes del fin de semana le había ins jado en el útero y temía nacer; pero era'necesario con
pirado preocupación el reemplazante. De modo que, siderar qué significaba esto en la situación presente;
en cierto sentido, el empleo de éste no había aliviado yo sugerí que significaba que él no confiaba en el uso*
su ansiedad ni su responsabilidad. Se quejó de que que'daría a_.suscapacidades, si se permitiera un desa
la madre le planteaba una cantidad de exigencias, y rrollo mediante la reunificación de las diversas partes
sugirió que ella se sentía sexualmente atraída por él. escindidas de su personalidad, especialmente si dejara
! Mi interpretación fue que yo era el progenitor que
se quejaba por haber quedado en manos del inexperto qúe su odio se reintegrara como parte de sí mismo en
su'- relación conmigo. Tampoco se sentía seguro del
reemplazante. Como él me había dejado a cargo de modo en que yo respondería. Temía que si llegara a
su yo inexperto, a mi vez le había dicho cosas que lo establecerse una relación entre nosotros, siendo ambos
, habían trastornado mucho. Su ansiedad provenía del experimentados, ella desembocaría inevitablemente en
hecho de qué si se me presentaba en cuanto hombre una aversión mutua.
experimentado, esto es, potente, yo le plantearía exi 22. La sesión llegó a su fin, y esa noche tuvo un
gencias, particularmente sexuales, que él se sentía in sueño con el que comenzó la sesión siguiente. Sólo lo
capaz de satisfacer.
21. Se movió incómodamente en el diván y se puso relataré parcialmente. Dijo que un hombre se había
tenso; después de un momento replicó: “Me siento presentado con una factura y que luego se fue. La
como si estuviera enroscado, y temo que si me quedo cuenta era excesiva. Lo siguió para protestar, pero el
así voy a tener un calambre. Si me estiro me pondré hombre desapareció rápidamente, sin preocuparse pol
rígido, voy a tocar la almohada y la voy a contaminar, los intentos que hizo mi paciente de llamar su atención
y voy a ser contaminado por ella. Me siento como si tocándole el hombro. Mi paciente se sintió invadido
estuviera en el útero”. por un furor tal como nunca antes había sentido, y se
Le dije que en este caso el útero representaba las despertó aterrorizado. Le recordé la sesión anterior, y
limitaciones que se imponía a sí mismo al sentirse obli su temor de lo que podía suceder si abandonaba su
gado a presentarse como el reemplazante. Durante posición constreñida; esto era el odio escindido hacia
el análisis habíamos visto que él temía que para él la mí y la aversión que le despertaban las demandas,
violencia y la agresión ocupaban el lugar de la sexua económicas y otras, que yo y el análisis le planteábamos.
lidad. El temor a su agresión, estrechamente asociado Clontinuó-refiriéndose a un psiquiatra a quien había
en su mente a los excrementos, le hacía retirarse a una cnctmtrado ese día. Durante la guerra había formado
posición en la que se sentía constreñido y confinado, parte de una Junta Examinadora ante la que se pre
y por tanto a salvo del odio que liberaría en una po sentó mi paciente para recibir nuevo destino por ra
sición más relajada. En realidad todo lo que sucedía zones psiquiátricas, pero rio lo reconoció. Mi paciente
es que le molestaba más que nunca una relación que lo interrogó y se enteró de que trataba a pacientes y
le imponía estas limitaciones. Podríamos haber inter consideraba que 50 sesiones eran suficientes. Mi pa
pretado que su asociación indicaba que se había cobi- ciente se formó una pobre opinión de él y pensó que
no hubiera podido hacer nada en su caso si hubiera
24 W. !R. EION VOLVIENDO A PENSAR 25
intentado curarle sus síntomas en 50 sesiones. Durante 24. Podemos considerar a esta asociación como el
este interrogatorio exteriormente cordial, había sentido punto de partida de una investigación que esclareció
un intenso odio hacia él. Añadió que todavía se sen dos problemas: primero, el material inconsciente que
tía tenso. Le dije que me estaba comparando favora había expresado, y segundo, la manera en que el pa
blemente cdrr-HSfe' psiquiatra, pero que el incidente ciente pudo traer ese material a la conciencia.
entrañaba una advertencia de la interrogación a la A medida que avanzó el análisis, pudimos demostrar
que yo sería sometido si intercambiáramos papeles. que esta asociación, con sus variaciones siguientes,
expresaba resumidamente los siguientes temas:
23. Hacia esta época la relación conmigo, era mucho 1. Yo era el primer oculista, quien en realidad dijo
más realista, y manifestaba todos los signos de coope que la alumna que sufría la afección era un objeto
rar para investigar su problema. Era posible, como interno, infectado por los objetos malos que él tenía
antes no lo había sido, preguntarle detalles y pedirle dentro de sí, y por el cual nada podía hacerse. Yo
explicaciones acerca de sus asociaciones cada vez que era también el segundo oculista, quien dijo que la
parecía necesario para comprender mejor el material alumna había sido afectada por los excrementos, las
que estaba presentando. espiroquetas y los bacilos del paciente, todas varieda
Comenzó ahora una serie de asociaciones en las que des de malos penes, por la cual nada podía hacerse,
enviaba a diversos alumnos a consultar a un especia pero él tendría que intentarlo igualmente; Tendría que
lista. cúrarla con su pene, pues yo no remediaría los daños
La siguiente asociación que mencionaré fue la se causados por él, y en cualquier caso se trataba de un
gunda de su tipo. Dijo: “Tengo una alumna con una objeto; y él tendría que curarla sin ninguna recom
afección en los ojoS. Un oculista dijo que era una pensa placentera. Yo era también el cirujano de los
infección. De todos modos, no podía hacerse nadáal ojos que lo amenazaba con la castración. Él había
respecto, pero el padre dijo que quería otra opinión. dedicado algunas horas ansiosas a una correspondencia
De manera que tuve que enviarla a otro oculista, y cuyo propósito era que ninguna cuestión de celos y
ahora me' encuentro con una cantidad de trabajo que ninguna fricción interfiriera en la relación entre los
no quisiera hacer; ella es una carga. Tengo que hacer dos oculistas y entre ambos y él mismo. De modo que
una serie de entrevistas. El segundo oculista no difiere se .trataba de lograr la cooperación armoniosa de los
mucho eií el diagnóstico del primero, pero piensa que mellizos.
vale la pena intentar algo. El primero no creyó que '2. El primer oculista, pasivo, representaba sus ex
valiera la pena molestarse,'y supongo que es por eso periencias psicoterapéuticas anteriores, que no lo ha
que el padre de mi alumna lo consideró un poco negli bían molestado mucho ni a él ni a sus objetos. El
gente. De cualquier modo, tengo que encargarme de segundo oculista era el psicoanálisis que le estaba ofre
esto ahora. Hay que hacerle un análisis de sangre ciendo una creciente toma de conciencia, y atrayén
para ver si1tiene sífilis^ Tendría, que haberse hecho dolo hacia la sexualidad genital y una situación ame
antes”. nazadora concomitante.
26 W . R. BION
i VOLVIENDO A PENSAR 27
3. El primer oculista, pasivo, era la madre, y el se
gundo, activo, el padre, a quienes había tratado de lestaba toda interpretación que tuviera el más ligero
poner en armonía en su correspondencia con ambos. matiz que él pudiera tomar como una incursión en el
25. Me referiré ahora al modo en que el análisis dominio del diagnóstico y el tratamiento; pero yo po
iluminó el segundo problema, la manera en que el día ser yo mismo, y no meramente un mellizo á quien
paciente llevó el material a la conciencia. él pudiera darle la forma que quisiera. Si interpretara
Lo primero que señalaré es que con su asociación las manifestaciones dé mi paciente en términos de un
estamos de vuelta en el tema de la contaminación. La juego terapéutico con un niño, consideraría a los dos
muchacha tenía una infección, sea tuberculosis, sífilis oculistas como partes de su cuerpo, posiblemente sus
u otra no aclarada. El mismo paciente notó espontá dos ojos a los que habría que armonizar para lograr
neamente que no había mencionado la posibilidad de la" visión binocular. La enferma sería algún objeto
diabetes, aunque en el caso real se la había conside recuperado de su interior, a! que se sometería al escru
rado. De modo que estábamos repitiendo un tópico tinio de sus ojos y de un intelecto en desarrollo, inda
que en los últimos dos años y medio de análisis había gación que se efectúa así sobre un objeto externalizado.
sido frecuentemente tratado, diríamos oralmente, pero Los resultados de este escrutinio no fueron totalmen
que ahora tendría que ser investigado por otros me te ^tranquilizadores, pues, por un lado, no hubo com
dios. pleta armonía entre los dos oculistas, por otro lado, el
f La consulta a los dos oculistas indicaba un método diagnóstico fue oscuro, y finalmente, se pudo prever
visual de investigación. Además, se manifestaba una la imposición de nuevas y pesadas responsabilidades, a
modificación del tema de los mellizos, los dos ocu saber, una revisión de la sexualidad oral y una explo
listas. ración de la sexualidad genital. En este momento ob
< 26 . El resultado de esta nueva investigación había
servé que el paciente había comenzado a llamar ciru
' sido un mayor optimismo, pero también nuevas cargas jano de los ojos al oculista. Guando se lo hice notar,
ly responsabilidades; entre estas se contaban la posibi me dijo que el cirujano no había creído necesaria una
lidad de una sexualidad genital, un nuevo ensayo en operación.
la sexualidad oral que él había descuidado, el retiro de Ño me sorprendió enterarme en la sesión siguiente
sangre del objeto, posiblemente contaminada, y la desque otro alumno había sido enviado a una consulta
,aplicación de inyecciones. médica, esta vez con un cirujano de garganta, nariz y
Los oculistas, especialmente el segundo, representa oído, y también ésta vez a solicitud del padre. Al
ban también el refuerzo de los instrumentos de inves narrar el episodio expresó sentimientos persecutorios
tigación por algo parecido al intelecto: se suponía que respecto del cirujano en cuestión. Había tenido lugar
ellos sabían más que él. un retroceso a los niveles auditivo, olfativo y orab Mi
Durante este período fue evidente que el paciente interpretación fue que había sentido que era impo
sentía mi presencia y que hasta la consideraba necesa sible mantener su progreso, y que se sentía perseguido
ria. Pero yo no debía interferir. Al paciente le mo- no sólo por las razones ya aducidas sino también por
que el psicoanálisis, un método que involucraba el
28 W . R . B IO N V O L V IE N D O A P E N S A R 29
examen de sus problemas con todos sus sentidos, inclu una intensidad emocional que nunca tuvo antes de la
yendo la vista y el intelecto, era mucho más trabajoso aparición del mellizo imaginario. Ya he observado
que la psicoterapia; implicaba 1) una coordinación que el análisis no pareció ejercer ningún efecto sobre
laboriosa, que él no había podido lograr; 2) la acep el material edípico de la primera fase. En este punto
tación'de todas Tas partes escindidas de su personalidad del análisis pareció demostrar una mayor confianza
que él había personificado y externalízado; 3) la im en sus métodos de verificación de la realidad, en la
posición de responsabilidades que no era capaz de lealidad, y en su yo.
asumir, y 4) la amenaza de una castración punitiva, 28. He completado ya la presentación del material
que él no podía tolerar. Le recordé el sueño del pintor clínico del análisis de este paciente que consideré ne
que le había presentado una factura excesiva, y le dije cesaria. En la siguiente exposición tendré que referir
que yo era objeto de su animadversión porque fe im me a asociaciones de otros dos pacientes, y en home
ponía esas responsabilidades y castigos y lo obligaba a naje a la claridad propongo que llamemos “ A ” al
retirarse a niveles que él ya había encontrado intolera paciente del que he hablado hasta aquí, “ B” y “ C”
bles^ Le señalé que, dado que él había dicho que el respectivamente a los otros dos.
cirujano de garganta, nariz y oído había estado de El primer punto que examinaré es la maestría y la
acuerdo con que su tratamiento era correcto, parecía confianza manifestadas por el paciente “ A ” en el em
como, si todos los niveles indicaran que él era respon pleo de los mecanismos de introyección, proyección, y
sable^^ tenía el deber de restaurar el objeto lesionado. disociación, y en la personificación de las partes escin
S
27. Le dije al paciente que debíamos tener en cuen didas de sí mismo. Sus reacciones contrastaban, du
ta que el único elemento que no sufría alteración en rante el período que he descripto, con las del paciente
ninguna circunstancia era su conciencia, y que pare “ B” , mellizo real y una personalidad más perturbada,
cía tan exigente que él se veía llevado por ella de una que apelaba a fantasías relativas a un mellizo idéntico
situación apremiante e intimidatoria a otra similar. que parecían cumplir las mismas funciones que el me
Las oscilaciones del paciente le ayudaron a probar llizo imaginario de “ A ” . JEste paciente parecía estar
sus métodos de verificación de la realidad, permitién luchando siempre con^uñTmaterial imposible de ma
dole comparar sus descubrimientos de las fases oral y nejar. Describía los objetos introyectados como cubos
ocular. El objeto lesionado había sido concienzuda déTaeéro bruñido; durante las sesiones se quejaba de
mente estudiado en el nivel oral antes de someterlo al dolores en la boca, el estómago y el ano. Ingería los
escrutinio de los “ oculistas”'. No obstante, el paso a alimentos a través de un finísimo tubo; las asociaciones
los oculistas suscitó gran ansiedad y tensión, pues en co’n las que Intentaba hallar alivio en el análisis eran
lugar de resolver el problema del objeto lesionado re tenues y espasmódicas. Su mellizo real parecía ser un
veló la presencia de la situación edípica, que él no material tan intratable para la fantasía como lo eran
podía tolerar. La posterior sucesión de avances y re los alimentos. El paciente “ A ” personificaba tan bien
gresiones tuvo el fin de permitirle fortalecer el yo; pudo sus disociaciones que en algunas sesiones, como diji
luego enfrentar la situación edípica, que ahora tenía mos, nos imaginábamos estar observando una sesión
30 W . R. BION
VOLVIENDO A PENSAR 31
de juego terapéutico con un niño. “B” parecía sentirse eran los padres en coito, a quienes él deseaba destruir
tan pobremente dotado para la exploración de las ten con su mirada penetrante, sádica, de rayos X, y que
siones interiores como para el contacto con la realidad, en consecuencia temía que su genitalidad fuera ame
mientras que “A”, especialmente en las sesiones con nazada por el escrutinio destructor de los padres. Res
sagradas a las consultas, cuando parecía capaz de to pondió con un equívoco de múltiple sentido, diciendo
lerar mi presencia en cuanto persona autónoma, me que no era digno de confianza. Tan pronto lo dijo
daba la impresión de estar demostrando, a través de comenzó a quejarse de indigestión, expresó su temor
'sus personificaciones, su esfuerzo por salvar el abismo de tener que volver al hospital, y durante el resto de
que lo separaba de la realidad, y al hacerlo introducía ¡a sesión manifestó temores respecto de los alimentos.
un factor que suscitaba esperanzas respecto del desen Este paciente se quejaba con frecuencia de que lo
lace de su análisis. En su verificación de la realidad perturbaba del mismo modo concluir que sus observa
el paciente sometía también a prueba, con creciente ciones eran correctas, en cuyo caso la realidad era
confianza en los resultados, sus mecanismos para veri terrible, o que eran incorrectas, en cuyo caso su estado
ficar la realidad. mental era terrible. Su equívoco indicaba que, a dife
rencia de “A”, no sentía confianza en su instrumento
29 A este respecto me parece diferir del paciente
. de investigación, el ojo y todo lo que este representaba,
“C”, del que mencionaré una asociación que no indi en los padres que el ojo le revelaba, ni en el yo que
caba tal confianza en la realidad ni en sus medios para tenia que asimilar el resultado de la investigación.
verificarla. “C” me contó, al regresar al análisis des Como “A”, regresó a un nivel oral.
pués de haber estado en un hospital, donde se había 30 Pasaré ahora a una sesión con el ya mencionado
considerado la posibilidad de tratarlo con rayos X y
.
paciente “B”. Dijo: “Creo que vi a su paciente ante
se la habla descartado, pensando que entrañaba el rior. Vine temprano y estuve esperando. Anoche mi
peligro de la destrucción de la función genital, que mellizo me tuvo despierto toda la noche con un inter
habla estado al lado de un paciente a quien se le hizo minable galimatías, como hace esa gente. Todo el
una transfusión de sangre, y que el donante de la tiempo tenía ganas de irme a la cama. Gracias al
misma era primo suyo. Dijo que las madres de estos psicoanálisis puedo penetrar en la mente del hombre
primos eran mellizas, y añadió, meditabundo, que su que- trabaja en la mesa de al lado mío. Me puedo
hermana tenía mellizos. Continuó diciendo que su reír de él”.
médico tenia el mismo nombre que el médico que lo Interpreté que el mellizo era mi paciente anterior,
había tratado un poco antes, cuando había sufrido que lo había hecho esperar con su galimatías. Pero
una indigestión estando en el extranjero. Hizo una podía reírse de él ahora, pues sabía cómo debía sen
pausa y luego dijo que tenía un ojo débil, y que ade tirse al estar él excluido.
más veía doble si lo usaba solo. Ese defecto visual “B” continuó: “Mi laboratorista acostumbra usar el
podía ser corregido con anteojos, pero le desagradaba microscopio ordinario, pero yo prefiero el binocular.
usarlos; le corregía la visión, pero le hacían sentirse No hay duda de que con éste se puede ver mucho
bizco. Hice la interpretación de que los dos primos
32 W . R. B IO N
V O L V IE N D O A PENSAR 33
mejor. En parte él está de acuerdo conmigo. He
estado pensando cuanto mejor tratamiento se puede mente el microscopio binocular se fundaban en parte
lograr si se tiene más dinero, y esto por supuesto lo en el temor de que este hiciera parecer a un peque
mejora más” . ñísimo mellizo un enorme padre. En el momento de
Comenté que el psicoanálisis o yo mismo le dába esta asociación no estaba preparado para ver juntos a
mos una visión binocular. Como resultado tenía un un padre y una madre, aunque su asociación indicaba
mayor conocimiento, y sentía que esto le ofrecía la la posibilidad de que fuera revelada una escena de ese
curación. tipo, en el caso de que se perfeccionaran sus instru
Continuó: “ La vida es muy complicada. Usted me mentos de investigación y su habilidad para usarlos.
hace las cosas difíciles” . Esta insinuación también estaba implícita en la afir
Repliqué: “ Usted siente ahora que la m ejor visión mación de que yo le hacía las cosas muy difíciles. Su
que le dan los dos ojos, uno de los cuales es el análisis, pretensión de poseer una intuición psicoanalítica indi
le muestra más cosas que la mala visión monocular; caba que yo desempeñaba e1 papel del mellizo idéntico,
le hace darse cuenta de que la vida es muy complicada el mellizo imaginario de te paciente.
y difícil. Le ha hecho ver al otro paciente que viene La sesión que U , ,acrípto me indicó que “ B” había
aquí” . llegado a un punto en el que era posible interpretarme
Continuó: “ No pude comer mi almuerzo. Tenía como al mellizo idéntico. Hasta ese momento el ma
muy buen aspecto, pero me dio náuseas” . terial edípico, aunque manifiesto, se refería como en
Le contesté: “ Cuando usted vio aquí al otro pacien el caso de “ A” en su primera etapa a un nivel super
te, sus ojos le hicieron pensar que el análisis era muy ficial, y la interpretación surtía escaso efecto. Sus
agradable. Ahora comprueba que lo está envenenan declaraciones acerca de la necesidad de adiestrarse en
do, y no se siente capaz de aguantarlo. Tiene la im el uso del microscopio binocular indican una creciente
presión de que el galimatías del otro paciente, como sensación de realidad en relación con sus medios para
usted lo llama, es algo que él ha dejado para enve establecer contacto, y una mayor confianza en su ca
nenarlo” . pacidad de explorar las tensiones intrapsíquicas, mien
Continuó: “ Por supuesto, al principio es muy difí tras que en toda la parte anterior de su análisis yo
cil usar el microscopio binocular. Hay que aprender aparecía reiteradamente com o su cerebro, encargado
a usarlo, pero después es mucho mejor que el ordi de hacer la investigación por él; y esto me lleva al
nario” .
siguiente tema. ¿Por qué fue tan importante en el
Le contesté: “ Usted siente que si usa a su análisis caso de “A ” la aparición del mellizo imaginario? Y si
para penetrar en la gente y reírse de ella no ha apren fue tan importante, ¿por qué durante tanto tiempo los
dido a usarlo adecuadamente, y además los otros a fenómenos asociados a ella ocuparon una posición pe
quienes usted mira le retribuyen su ataque” .
riférica, y no central?
31. El análisis ulterior mostró que las dudas que
La respuesta que sugiero es que el mellizo imagina- ■
tenía respecto de su capacidad de emplear directa
rio data de su primera relación, y es una expresión de
34 W. R . B IO N V O L V IE N D O A PENSAR 35
' su incapacidad de tolerar un objeto que no estaba to rrollo del yo” ;* ¿tuvo una significación similar en el
talmente bajo su control. La función del mellizo ima desarrollo de “A” en el período que he intentado
ginario era por lo tanto negar una realidad distinta de exponer?
él mismo. Mi segundo interrogante se relaciona con el papel,i
Junto a esta negación de la realidad exterior estaba que jugó la visión en las asociaciones de estos tres pa
su incapacidad de tolerar las realidades psíquicas in cientes. En todos estos casos parecía estar vinculada
ternas, y costó mucho trabajo hacer que esa tolerancia con el desarrollo del intelecto, como lo atestiguan el
fuera mayor. Cuando disminuyeron los temores que oculista consultado en el caso de “A”, yo mismo en el
le inspiraban sus mecanismos psíquicos, le fue posible papel de cerebro en el de “B”, y también yo en un
permitirles manifestar su presencia trasladando su re papel similar, del que no he tenido tiempo de hablar,
presentación a una posición más central en la corriente en el caso de “C”, y vinculada además en todos ellos f
de sus asociaciones. Recién cuando pude demostrar con la emergencia de la sexualidad genital y la si
qué malo era yo en todos los niveles de su mente le tuación edípica. Además, cada uno de los pacientes, f
fue posible, primero, advertir sus mecanismos de diso según su modo individual, parecían tener problemas
ciación y personificación, y luego emplearlos a la in semejantes que los molestaban casi como si tuvieran
versa, por decirlo así, para establecer el contacto que relación con la visión misma. “A” destacó los esfuer
originalmente ellos Rabian servido para destruir. Una zos que le costaba mantener una relación armónica
con los dos oculistas; “B” comparó los méritos de los
vez puesto de manifiesto el mellizo im aginario^' me
microscopios monocular y binocular; “G” habló de ,1a
concedió la existencia "en "cuanto persona real, y no
necesidad de usar anteojos para corregir su vista. To- -
una cosa creada por él mismo, hasta el momento ya dos parecían sentir que se les habían impuesto nuevas
mencionado en que se me permitió existir más o menos
cargas; en el caso de “A” lo hizo el segundo oculista,
pasivamente, observando su juego, y finalmente en en el de “B” yo mismo al hacerle las cosas difíciles, y
calidad de asesor. En la sesión con “B” que ya he
en el de “C” él dijo que los anteojos lo hacían sentir
descripto, pese a algunas apariencias en contrario, se bizco.
guía siendo sólo un mellizo idéntico.
En todos los casos mencionados la potencia visual
32. He dejado para el final dos hipótesis que plan
representaba la aparición de una nueva capacidad para
tean cuestiones que no intentaré tratar de resolver. La explorar el ambiente; ha sido posible demostrar que
primera se refiere a la personificación de las partes
a este respecto los pacientes experimentaban el análisis
escindidas, punto sobre el que ya llamé la atención. como un incremento de su armamento para la inves
f Es posible que la capacidad de personificar desdobla
tigación, y por tanto era probable que reactivara emo
mientos de la personalidad sea de algún modo análoga ciones asociadas a muy tempranos progresos del desa-
a la capacidad de la formación de símbolos a la que
se ha referido la señora Klein en su trabajo sobre “La * Véase M. Klein, Contribuciones al psicoanálisis, Buenos
importancia de la formación de símbolos en el desa- Aires, Hormé, 1964.
36 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 37
rrollo psicológico que tuvieron el efecto similar de enfrentar un complejo edípico afectivamente cargado.
aumentar las capacidades. Sentían que el aumento de Por mi paite, no me ha sido posible interpretar el
poder les exigía un aumento de la comprensión inte material que me presentaron estos pacientes como
lectual. manifestación de un desarrollo puramente psicológico,
i 33. En todos los casos los poderes recién adquiridos divorciado de todo desarrollo físico concurrente. Me
lueron empleados para resolver un problema ya exis pregunté si el desarrollo psicológico no estaría vincu
tente, pero se comprobó que revelaban nuevos proble lado con él desarrollo del control ocular de la misma
mas que requerían solución. Tenemos así que “A”, manera" en que problemas de desarrollo asociados a la
que parecía preocupado por el problema del objeto
interno lesionado y lo enfrentó con sus nuevos poderes, sr
agresión oral coinciden con la aparición de los dientes,
esto es así, tendríamos que preguntarnos si estos
procesos patológicos, que anuncian el complejo de
se encontró amenazado por la relación entre padre e
hijo. “B” mostró el mismo proceso, expresado en el des Edipo, no se aproximan a los primeros cuatro meses
cubrimiento de un mellizo de ningún modo idéntico de la vida del individuo. La importancia de esto para
que tenía una relación con una madre. Lo mismo la estimación del carácter correcto o erróneo de la
sucedió con “C”, pero se trató aquí de un primo que concepción de la señora Klein acerca de la temprana
recibía una transfusión de sangre donada por otro, data de la fase edípica es obvia;* si la experiencia de
í' Los tres pacientes parecían sentir que el problema otros observadores parece confirmar mis impresiones
í había existido siempre pero que su revelación prove puede darnos razones incidentales para inclinarnos a
nía de una mayor capacidad para la toma de con ubicar la fase preedípica en una edad temprana.
ciencia.
i Pudimos por tanto determinar que en todos los casos
la regresión eludía 1) el aumento de la capacidad pro
ducido por el desarrollo psicológico, 2) los fenómenos
llevados a la conciencia por esa mayor capacidad, y
3) el desarrollo fisiológico, asociado al desarrollo psi
cológico que revelaba la relación entre los padres
i externos.
| En todos los casos tuve la impresión de que el pa
ciente sentía que la visión creaba problemas relativos
al dominio de un nuevo órgano sensorial. Paralelo a
esto estaba el sentimiento de que el desarrollo de la
psiquis, como el de la capacidad visual, implicaba la
emergencia de la situación edípica. En el caso de “A”
* Véase M. Klein, “El complejo de Edipo a la luz de las
fue muy notable el cambio de un tratamiento ligero y ansiedades tempranas” en Contribuciones al psicoanálisis, Bs.
superficial de la situación edípica a los esfuerzos por Aires, Hormé, 1964.
V O L V IE N D O A P E N S A R 39
siones del principio, de la realidad y, en particular, de relaciones de objeto, entre las cuales la transferencia
por esa parte del mismo que trata del reconocimiento es la principal, cuya fragilidad está en contraste mar-
consciente de impresiones sensoriales. :ado con la tenacidad con la cual se mantiene. La
Segunda: las sugerencias de Freud en El malestar prematurez, la fragilidad y la tenacidad son patognó-
en la cultura sobre la importancia del conflicto entre micas y se derivan del miedo a la aniquilación por
los instintos de Vida y de Muerte. ios instintos de muerte. El esquizofrénico está preocu-
Aunque Freud pareció retroceder sobre este punto; pádo^con este interminable conflicto, entre la destruc
el mismo fue tratado por Melanie Klein. Melanie Klein tividad por un lado y el sadismo por otro.
cree que este conflicto persiste durante toda la vida,
y esta creencia es de gran importancia, me parece, TRANSFERENCIA
para la comprensión de la esquizofrenia.
Tercera: la descripción de Melanie Klein sobre fan Las, relaciones con el analista son prematuras, pre
tasías de ataques sádicos al pecho, hechas por el niño cipitadas y muy dependientes. Cuando el paciente las
durante la fase esquizoparanoide, y su descubrimiento intensifica por la presión de sus instintos de vida y
de la identificación proyectiva. La identificación pro- muerte, dos fuerzas concurrentes de fenómenos se ma
yectiva es una disociación de una parte de la perso nifiestan: Primera, la identificación proyectiva, con
nalidad del paciente y una proyección de la misma en el analista como objeto, se transforma en hiperactiva;
el objeto en el cual se instala, a veces como persegui resultando estados dolorosos y confusos tales como
dor, dejando empobrecida a la psiquis de la cual se Rosenfeld los ha descripto. Segunda, las actividades
ha separado. mentales y otras mediante las cuales el impulso do
Los disturbios esquizofrénicos provienen de una in minante (sea instintos de vida o instintos de muerte)
teracción entre a) el ambiente y b) la personalidad. lucha para expresarse; están sometidas en seguida a
En este capítulo dejo a un lado el ambiente y dirijo una mutilación por el impulso dominado momentá-,
la atención sobre cuatro rasgos fundamentales de la neamerste.
personalidad esquizofrénica. El primero, es un predo * Encontrándose el paciente impulsado por el deseo
minio de impulsos destructivos tan fuerte, que hasta de escapar de los estados confusionales, y atormentado
los impulsos de amor, son invadidos por ellos y conver por las mutilaciones, se esfuerza en restaurar las res
tidos en sadismo. tringidas relaciones; la transferencia se vuelve otra vez
El segundo, es un odio a la realidad, el cual como informe, como es característica de ella. No importa
Freud indicó, se extiende a todos los aspectos de la sfel paciente pasa derecho a mi consultorio, como si
psiquis que ayudan a reconocerla. Yo agrego el odio apenas estuviese consciente de mi presencia, o si de
de la realidad interna y todo lo que contribuya a sü muestra una afabilidad expansiva y sin humor; k res
reconocimiento. .El tercero, se deriva de estos dos y tricción de las relaciones es evidente. La restricción y
es un miedo continuo a una aniquilación inminente. la expansión se suceden alternativamente durante todo
El cuarto, es una formación precipitada y prematura el análisis.
58 W. R. B IO N V O L V IE N D O A P E N S A R 59
suerte de leer antes del congreso, algunas de las vici f El hacer una tentativa de pensar involucra un con-
situdes de pacientes en la posición depresiva. Yo qui trol y por consiguiente un retorno a la personalidad
siera agregar ahora, que gracias a ese empleo de la 1 de las partículas expulsadas y de sus derivados. La
identificación proyectiva, el paciente, no puede integrar identificación proyectiva es entonces invertida, y la
sus'objetos sólo puede aglomerar y comprimirlos. Sea' I aglomeración concomitante, y la compresión conducen
que sienta que algo ha sido puesto dentro de él, o que a una verbalización muy compacta. Este tipo de cons
él mismo lo ha introyectado, experimenta la entrada trucción es más apropiado para la música que para
del objeto como un asalto, una retaliación de parte ia articulación de palabras tal como se emplean en la
del mismo por su propia intrusión violenta dentro de él. comunicación no psicótica.
Además, ya que estas partículas, como lo hemos
i descripto, son cosificadas, el paciente puede sentirse
REPRESION | dividido, por su reentrada. Y también,, dado que es-
48. Es claro entonces, que mientras la personalidad ' tas partículas incluyen fragmentos de percepción cons
no psicótica, o una parte de tal personalidad, emplea ciente de impresiones sensoriales, se experimentan los
la represión, la psicótica ha empleado la identificación ! sentidos como dolorosamente comprimidos y agudi
proyectiva. Por consiguiente, no hay represión, y lo zados, hasta un punto intolerable. Se puede ver que
que debería ser su “inconsciente” es reemplazado por el paciente está dominado por alucinaciones táctiles,
el mundo de accesorios de los sueños en el cual, según auditivas y visuales intensamente dolorosas. La depre
mí descripción, se mueve. sión y la ansiedad, dado que dependen del mismo
mecanismo, son intensificadas similarmente hasta que
el paciente se ve obligado a tratar con estas emociones
PENSAMIENTO VERBAL
de la manera descripta por Segal.
49. El comienzo del pensamiento verbal que he des-
cripto como perteneciendo a la posición depresiva, se
encuentra gravemente perturbado, porque es el que CONCLUSION
sintetiza y articula las impresiones, y es esencia para'
la percepción de la realidad interna y externa: por 50. Mi experiencia de estas teorías en la práctica
esa razón es sometido a continuos ataques como los me ha convencido de que el tratamiento de la persona
que he descripto. lidad psicótica no tendrá éxito hasta que los ataques
Además, una excesiva identificación proyectiva en destructivos del paciente a su yo y la sustitución por
=la posición esquizoparanoide, impidió la suave intro- la represión y la introyección de la identificación pro-
■yección y asimilación de impresiones sensoriales, y por i yectiva, hayan sido elaboradas. Es más, yo considero
consiguiente, el establecimiento de la base firme de que hasta en el neurótico, hay una personalidad psi
buenos objetos del cual depende la iniciación del pen cótica que tiene que ser tratada de igual manera antes
samiento verbal. de lograr éxito.
VOLVIENDO A PENSAR 65
52. Debo mi esclarecimiento de los puntos oscuros
que persisten en el análisis de psicóticos principalmente
a tres trabajos. Como son cruciales para la compren
sión de lo que sigue, voy a recordárselos: Primero: la
descripción de Freud (2) que cité en mi trabajo al
Congreso de Londres de 1953 (1), sobre el aparato
5 mental que es puesto en actividad por las demandas
del principio de realidad y en particular, aquella parte
DIFERENCIACION DE LAS PERSONALIDADES del mismo que está en relación con la conciencia de
PSICOTICAS Y NO PSICOTICAS 1 los órganos de los sentidos. Segundo: la descripción
de M. Klein (5) sobre los ataques sádicos fantaseados
por el niño contra el pecho durante la fase esquizopa-
51. El tema de este trabajo, es el de que la diferen ranoide, y tercero: sii descubrimiento de la identifica
ciación entre las personalidades psicóticas y no psicó ción proyectiva (7). Por este mecanismo, el paciente
ticas, depende de diminutas esciciones de toda aquella escinde una parte de su personalidad y la proyecta en
parle de la personalidad que está referida a la con- el objeto donde se instala, a veces, como perseguidor,
cienci5g!3ff de la realidad interna y externa, y la ex pero dejando la psiquis de la cual se escindió empo
pulsión de estos fragmentos de tal forma, que ellos brecida.
entran dentro o engolfan sus objetos. Describiré este 53 Por temor de que se suponga que atribuyo el
.
proceso en detalle y luego discutiré sus consecuencias desarrollo de una esquizofrenia exclusivamente a cier
y cómo afecta el tratamiento. tos mecanismos separados de la personalidad que los
Estas conclusiones derivaron del contacto analítico emplea, enumeraré cuáles son las precondiciones que
con esquizofrénicos y las he comprobado en mi prác yo supongo necesarias para que estos mecanismos ope
tica. Les llamo la atención sobre ellas, porque me lle ren y sobre los que quiero focalizar la atención de
varon a consecuencias analíticamente significativas en ustedes. Está el ambiente, que no discutiré por ahora,
mis pacientes y que no deben ser confundidas ni con y la personalidad, que debe poseer cuatro rasgos esen
las remisiones conocidas muy bien por los psiquiatras, ciales: Una preponderancia de impulsos destructivos
o con Tesa clase de mejoría que es imposible referir a tan grande, que aun el impulso a amar, es cubierto
las interpretaciones que se han hecho o a cualquier por él y convertido en sadismo; un odio de la realidad
cuerpo coherente de teoría psicoanalítica. Pienso que interna y externa que se extiende a todo lo que pueda
las mejorías que he visto, merecen una investigación despertar conciencia de la misma; pánico de aniqui
psicoanalítica. lación inminente (7), y finalmente, la formación de
relación de objetos prematura y precipitada, con cuya
1 “Differentiation of the psychotic from the non-psychotic primera línea está la transferencia, y cuya fragilidad
personalities”. Int. ]. Psa. 38, 3-4, 1957. contrasta notoriamente con la tenacidad con la que
66 W. R. B IO N V O L V IE N D O A P E N S A R 67
es mantenida. Esa prematuridad, esa fragilidad, y la te rato de tomar conciencia de la realidad que Freud des
nacidad, son patognomónicos y tienen una derivación cribió como entrando en juego ante el requerimiento
importante sobre el conflicto, nunca decidido en el del principio de realidad; y además, a una excesiva
esquizofrénico, entre los instintos de vida y de muerte. proyección de estos fragmentos de la personalidad en
54. Antes de que consideremos los mecanismos que objetos externos.
resultan de estas características, quiero exponer breve He descripto algunos aspectos de estas teorías en mi
mente algunos puntos referentes a la transferencia. El trabajo para el Congreso Internacional de 1953 (1),
vínculo con el analista es prematuro, precipitado y de cuando hablaba de la asociación de la posición depre
una intensa dependencia; cuando bajo la presión de siva, con el desarrollo del pensamiento verbal y la sig
sus instintos de vida y muerte, el paciente ensancha el nificancia de esta asociación para la toma de concien
contacto, se ponen de manifiesto dos corrientes con cia de la realidad interna y externa. En este trabajo
currentes de fenómenos. Primero, la escisión de su retomo el mismo tema, solamente que en un estadio
personalidad y la proyección de los fragmentos dentro más temprano, diríamos, el comienzo de la vida del
del analista (es decir, la identificación proyectiva) que paciente. M e refiero a fenómenos de la posición esqui-
se hace hiperactiva con los consecuentes estados confu- zoparanoide que posteriormente están asociados cdn
sionales que Rosenfeld (9) ha descripto. Segundo: Jas el comienzo del pensamiento verbal. Espero que esto
actividades mentales y toda otra a través de las cuales surja así de aquí.
el impulso dominante, sea de vida o de muerte, trata 56. Las teorías de Freud y Melanie Klein a las cua
de expresarse, "son de inmediato sujetas a mutilaciones les me referí' anteriormente, deben ser consideradas
p o r el im pulso tem porariam en te su bordin ad o. E l p a ahora con más detalle. En su trabajo Neurosis y psi
ciente perseguido por esas mutilaciones, y tratando de cosis de 1924, Freud definía uno de los hechos que
escapar al estado confusional, retoma a una relación mejor distinguía la neurosis de la psicosis: “ En la
restringida. Oscilaciones entre tentativas de ensanchar primera, el yo, en virtud de su lealtad a la realidad,
el contacto y tentativas de restringirlo se suceden con suprime una parte del ello (la vida instintiva) mientras
tinuamente a lo largo del análisis. que en la psicosis, el mismo yo está al servicio del ello,
55. Volviendo ahora a las características que enun y se retira de una parte de la realidad” (4). Presumo
cié como intrínsecas de la personalidad esquizofrénica, que cuando Freud habla de la lealtad del yo a la reali
diré que constituyen un legado que asegura que su dad, habla del desarrollo que él describe que tiene
lugar cuando el principio de realidad se instituye. D i
poseedor progresará a través de las posiciones esqui-
ce: “ Las nuevas demandas hacen necesario una suce
zoparanoide y depresiva de una manera marcadamen
sión de adaptaciones en el aparato mental, que a causa
te diferente de los que no tienen dichas características.
de nuestros conocimientos insuficientes o inciertos, sólo
La ^diferencia gira alrededor del hecho de que esta
podemos detallar en forma muy elemental” . Luego
combinación de cualidades lleva a fragmentaciones
apunta la siguiente lista: La mayor importancia de
mínimas de la personalidad, particularmente del apa
los órganos de los sentidos dirigidos hacia el mundo
68 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 69
exterior y de la conciencia ligada a ellos; la atención los fenómenos que estamos acostumbrados a asociar
a la que considera una función especial que investiga con la neurosis, nunca están ausentes y, sirven para
el mundo exterior para que sus señales sean ya fami complicar el análisis, cuando se ha hecho un progreso
liares si una necesidad interna urgente emerge; un suficiente al estar presentes en medio de material psi-
sistema de notación cuya tarea es la de depositar los cótícó. Sobre el hecho de que el yo mantiene contacto
resultados de esta actividad periódica de la conciencia, con la-'realidad, depende justamente la existencia de
y que él describe como una parte de lo que llamamos una personalidad no psicótica paralela, pero oscure
memoria; el juicio, que debe decidir si una idea par cida por la personalidad psicótica.
ticular es verdadera o falsa; el empleo de la. descarga 57. Mi segunda modificación, es la de que el retiro
motora para una alteración apropiada de la realidad de la realidad, es una ilusión, no un hecho y emerge
y no simplemente como una descarga del aparato men dél despliegue de identificación proyectiva en contra
tal de un incremento de estímulo; y finalmente, el del aparato mental enumerado por Freud. Es tal la
pensamiento que es el que según Freud, hace posible predominancia de esta fantasía, que parece evidente
tolerar la frustración, que es un acompañante inevita que no es fantasía, sino un hecho para el paciente,
ble de la acción, en virtud de sus cualidades de forma quien actúa como si su aparato perceptual pudiera ser
experimental de acción. Como veremos, yo extiendo escindido en diminutos fragmentos y proyectado en
mucho más la función e importancia del pensamiento, sus objetos.
pero por lo demás, acepto esta clasificación de las fun Como resultado de estas modificaciones llegamos a
ciones del yo, que Freud adelantó putativamente, ha la conclusión que pacientes bastante enfermos, tanto
ciendo concreta la parte de la personalidad que trato como para ser clasificados como psicóticos, contienen
en este trabajo. en su psiquis, una parte no psicótica de la personali
Concuerda con la experiencia clínica y esclarece su dad, víctima de los múltiples mecanismos neuróticos
cesos que habría encontrado infinitamente más oscuros con los cuales el psicoanálisis nos ha familiarizado; y
sin ella. una parte psicótica de la personalidad, mucho más
Haré dos modificaciones en la descripción de Freud dominante que la parte no psicótica, que existe pero
para acercarla más a los hechos. No creo, al menos como una yuxtaposición negativa con la anterior, y
en cuanto a los pacientes que encontramos en nuestra por la cual se ve oscurecida.
práctica analítica, que el yo se retire nunca totalmente Una concomitancia al odio de la realidad que
de la realidad. Diría que su contacto con la realidad, Freud remarcó, son las fantasías de ataques sádicos al
está encubierto, por la predominancia en la mente y la pecho, que ocurren en el niño psicótico, y que Melanie
conducta del paciente, de una fantasía omnipotente Klein describió, como parte de la fase esquizoparanoi-
encaminada a destruir, tanto la realidad como la con de (8). Quiero destacar que en esta fase, el psicótico,
ciencia de la misma, y así entonces, alcanzar un estado escinde sus objetos, y simultáneamente toda la parte
que no es ni la vida ni la muerte. Desde que el con de su personalidad que le daría conciencia de la reali
tacto con la realidad nunca se pierde completamente, dad que él odia., en muy diminutos fragmentos, y es
70 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 71
por eso, que el sentimiento del psicótico, es que no el sentido como que está escuchando al paciente. El
podrá nunca restaurar sus objetosPo su yo.' Como re- objeto, enojado por la situación, se hincha, .diríamos.,
sultádo de estos ataques de escisión, todos'aquellos, y cubre y controla la pieza de la personalidad que la
aspectos de su personalidad que le proveerían de fun engolfa; es en ese sentido que la partícula de la perso
damentos para la comprensión intuitiva de sí mismo nalidad se jia vuelto una “cosa”._Dado que estas par
y dé otros, están perturbados desde el comienzo. Todas tículas son de las cuales depende el paciente para
las' funciones que Freud describió, como una respuesta usarlas como prototipo de ideas —posteriormente para
evolutiva al principio de la realidad en estadios poste formar la matriz de la cual emergerán las palabras—
riores, es decir, conciencia de las impresiones senso esté~dommio de una parte de la personalidad por el
riales, la atención, lar'tnéfxioria, el juicio, el pensamien- objeto .contenido pero controlador, lleva al paciente, a
tdfha atraído contra ellosj en una forma tan primaria sentir^ que las palabras son en verdad las cosas que
como pueden poseerla al comienzo de la vida, los.ata nombran, y esto, aumenta la confusión, descripta por
ques sádicos de escisiones eviscerantes que las condu- Segal, porque el paciente equipara pero no simboliza.
cénlTésfar diminutamente fragmentadas y luego a ser A causa ae que el paciente, usa estos objetos bizarros,
expulsadas de la personalidad, para penetrar o enquis- para_obtener sus pensamientos, nos lleva ahora a un
tar los objetos. En la fantasía del paciente, las par nuevo problema. Si consideramos que uno de losxobje-
tículas del yo expelidas, llevan una existencia inde tivos del paciente para usar la escisión y la identifica
pendiente e incontrolada, tanto sea contenidas en, o ción proyectiva, es la de desprenderse de la conciencia
conteniendo los objetos externos; continúan ejerciendo de la realidad, está claro que podría, adquirir el má
sus funciones como si la expulsión S"ta cual han sido ximo de separación de la realidad,' con la mayor eco
sujetas, hubiera servido solamente, para aumentar su nomía de esfuerzo, si pudiera lanzar estos ataques
número y provocar hostilidad contra la psiquis que destructivos contra el vínculo, cualquiera que este sea,
las había expulsado. En consecuencia, el paciente se qú5“coiiecta las impresiones de sus sentidos con la con-
siente como rodeado por objetos bizarros cuya natu ciehcÍa7~En mi trabajo para el Congreso Internacional
raleza-describiré a continuación. de 1953’ ( 1), mostré que la conciencia de la realidad
58. fiada partícula es sentida como consistiendo de psíquica, depende del desarrollo de la capacidad del
un objeto real que estaría encapsulado en una paTte pensamiento verbal, cuyos fundamentos están ligados
dé la personalidad que lo ha engullido. La naturaleza con~Ta "posición depresiva. Es imposible considerar
de esta partícula, completa, dependerá parcialmente, esté ahora. Los referiré al trabajo de Melanie Klein
del carácter del objeto real, digamos, un gramófono, y de 1930, sobre “La importancia de la formación de
parcialmente del carácter de la partícula de la perso los símbolos en el desarrollo del yo” (6), y al trabajo
nalidad que le ha engolfado. Si la parte de la perso para la Sociedad Británica de Psicología en 1953 de
nalidad, está en la relación con la visión, cuando el Hanna Segal (10) . En este último Segal demuestra
gramófono suena, será sentido como observando al la importancia de. la formación de símbolos y explora
paciente; si lo está con la audición, el gramófono tiene su relación con el pensamiento verba! y las tendencias
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reparatorias normalmente asociadas con la posición conciencia ligada a” las impresiones sensoriales. Me
depresiva. Y o hago referencia aquí a un estadio más apoyo en su afirmación hecha doce años más tarde
temprano de la misma historia. Creo que el daño que en su trabajo El Yo y el Ello. Allí dice que la pre
se hace mucho más evidente en la posición depresiva, gunta: “ ¿C óm o se hace una cosa consciente?” puede
en realidad se inició en la fase esquizoparanoide, cuan ser más ventajosamente planteada: “ ¿ Cómo una cosa
do se echan las bases para el pensamiento primitivo, se hace preconsciente?” Y la respuesta sería: “ C o
pero que no llega a establecerse a causa de la exage nectándose con las imágenes verbales que le corres
ración de la escisión y de la identificación proyectiva. ponden” (3). En mi trabajo de 1953 (1) dije que
el pensamiento verbal está ligado con la conciencia de
59. Freud atribuye al pensamiento, la función de
la realidad psíquica; pienso que esto también es cierto,
proveer un medio para restringir la acción. Pero ade
más dice: “ Es probable que el pensar sea originaria en cuanto al pensamiento preverbal del cual hablo
mente inconsciente, ya que emergió de la mera idea ahora. En vista de lo que he dicho de los ataques dél
ción y viró a las relaciones entre las impresiones de psicótico sobre el aparato mental que le permite tomar
objeto, y que luego se revistió con cualidades percepti conciencia de la realidad externa e interna, se podría
bles para la conciencia solamente a través de su cone esperar que el despliegue de identificación proyectiva
xión con las huellas mnémicas de las palabras” (2). sería particularmente severo, en contra del pensamien
Mis experiencias me han llevado a suponer que existe to, de cualquier clase que sea, que estuviese dirigido
déíHe el comienzo, alguna clase de pensamiento, refe- a relaciones entre las impresiones de objeto; porque
ride—a lo que llamaríamos ideografía y visión, más si este vínculo pudiera ser roto, o mejor aún, no
q'uO"á las palabras y al oído. Este pensamiento, de forjarse nunca, por lo menos la conciencia de la reali
pende de una capacidad paramuna introyección y pro dad podría ser destruida, aunque la realidad misma
yección de objetos equilibrada y a fortiori de la toma nunca lo fuera. Pero, en verdad, el trabajo de destruc
ción ya está hecho a medias, por lo menos dado que
de conciencia de los mismos. _ Esto, está dentro de la
capacidad de la parte ño psicótica de la personalidad, el material del cual se forma el pensamiento en el no
en parte, a causa de la escisión y expulsión del aparato psicótico mediante una introyección y 'proyección,
de la conciencia que he descripto, y en parte, por equilibrada, no está disponible para la parte psicótica
razones que voy a describir ahora. ■déla personalidad, a causa de que la proyección e
introyección han sido desplazadas por la identificación
Gracias a las operaciones de la parte no psicótica
proyectiva y solo quedan los objetos bizarros que he
de M.personalidad, el paciente es consciente de que
descripto!
la introyección conduce a la formación del pensamien
to inconsciente del cual Freud habla como “ aplicado i 60. En realidad, no solamente el pensamiento pri
a las relaciones entre las impresiones de objetos” . Creo mitivo es atacado a causa de que conecta las impre-
ahora que es este pensamiento inconsciente el que siones sensoriales de la realidad con la conciencia, sino
Freud define como aplicado a las relaciones entre las ¡que dada la mayor destructividad del psicótico los
impresiones de objeto el que es responsable por “ la procesos de escisión se extienden a los vínculos, dentro
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del proceso mismo del pensamiento. Tal como lo im mentos, hace que desde aquí en adelante haya una
plica la frase de Freud de que el pensamiento redunda divergencia cada vez mayor entre las partes psicóticas
en las relaciones entre las impresiones de objeto, esta y no' psicóticas de la personalidad, hasta que al fin
primitiva matriz de ideografías, de la cual surge el el espacio entre ambas es sentido como imposible de
pensamiento, contiene en sí misma eslabones entre una ser cubierto.
ideografía y otra. Todos éstos son atacados, hasta que | 61. Para el paciente, las consecuencias son de que
finalmente, dos objetos, no pueden ser puestos en con ahora se mueve, no en un mundo de sueños, sino en
tacto de manera tal de dejar a cada uno sus cuali un mundo de objetos que ordinariamente constituyen
dades intrínsecas intactas y además con la capacidad los artefactos de los sueños. Las impresiones de sus
de producir un nuevo objeto mental a través de él. sentidos parecen haber sufrido una mutilación, tal co
Consecuentemente, la formación de símbolos cuya efec mo si hubieran sido atacados, en la forma en que el
tividad-terapéutica depende de la posibilidad de juntar pecho es sentido que fue atacado en las fantasías sá
dos objetos, de manera tal que su semejanza sea mani- dicas del niño (5). El paciente se siente prisionero en
fiestaT y sin embargo, su diferencia quede inalterada, ese estado mental al que ha llegado, e incapaz de es
resulta muy dificultoso. En un estadio aun posterior, caparse, a causa de que siente que le falta el aparato
el' resultado de estos ataques de escisión se ven en la de la conciencia de la realidad, que es simultáneamente
negación de la articulación como principio para la la llave de escape y la libertad a la cual escaparía.
combinación de las palabras. Esto no significa que La sensación de aprisionamiento se intensifica por la
los objetos no pueden ser juntacfos; como mostraré más amenazadora presencia de los fragmentos expulsados,
adelante cuando hable de la aglomeración, esto no es dentro de cuyo movimiento planetario se halla el pa
cierto de ninguná manera. Pop otra parte, desde que ciente. Estos objetos, primitivos pero complejos, par
“lo que conecta” no solo ha sido minuciosamente frag ticipan de las cualidades que en la personalidad no
mentado, sino también proyectado dentro de objetos y psicótica, son peculiares a la materia, objetos anales,
unido con otros objetos bizarros, el paciente se siente sensaciones, ideas y superyó.
rodeado por minúsculos eslabones que estando impreg 62. La diversidad de tales objetos, al depender de
nados ahora con crueldad, unen objetos cruelmente. la sensación en la cual están sumergidos, advierte más
Para concluir la descripción de la fragmentación del de lo que la rápida indicación que he dado del modo
yo y su expulsión en, y alrededor de sus objetos, diré que se originan. La Reacción de estos objetos con el
que creo que estos procesos que he descripto son el material del pensamiento ideográfico, lleva al paciente
factor central, en tanto que tal factor pueda ser aisla á confundir objetos reales con ideas primitivas; y luego
do sin distorsión, en la diferenciación de la parte aTá confusión, cuando obedecen las leyes de las cien
psicótica de la no psicótica de la personalidad. Esto cias naturales y no las del funcionamiento mental.
tiene lugar en el comienzo de la vida del paciente. Si el paciente desea recuperar uno de estos objetos, en
Los ataques sádicos sobre el yo y sobre la matriz del una tentativa de restitución de su yo, y en análisis
pensamiento, y la identificación proyectiva de los frag justamente, se siente impelido a hacer tal tentativa,
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tiene que recuperarlos por una identificación proyec- ría estar reemplazado por un mundo de elementos de
tiva revertida y por el mismo camino por el cual fue los sueños.
ron expelidas. Ya sea que sienta que uno de estos 64. Trataré ahora de describir una sesión real; es
objetos ha sido puesto de vuelta por el analista, o que una experiencia clínica basada en estas teorías más
sienta que él los ha retomado, lo mismo sentirá el bien que una descripción de las experiencias sobre las
ingreso como una agresión. El grado extremo al cual cuales basé estas teorías, pero espero que podré señalar
ha llevado la escisión de los objetos y del yo, hace que el material de sesiones previas que me llevaron a inter
cualquier tentativa de síntesis sea muy dificultosa. pretar las cosas tal como lo hice.
Además, como se ha librado de “lo que junta”, su El paciente, en el momento de esta sesión, de la que
capacidad para la articulación, sus métodos para la describo una pequeña parte, ha estado viniendo por
síntesis son sentidos como macilentos; puede compri espacio de seis años. A veces llegaba con 45 minutos
mir pero no puede juntar; puede fundir pero no pue de atraso, pero nunca perdió una sesión; las sesiones
de articular. Como resultado de la eyección y al igual nunca sobrepasaron su límite de hora. Esta mañana
que toda otra partícula expelida, la capacidad para llegó con 15 minutos de atraso y se tiró sobre el diván.
juntar es sentida mucho peor que lo que era cuando Empleó cierto tiempo, en girar de un lado para otro,
fue evacuada. Toda articulación que tiene lugar, es ostensiblemente tratando de acomodarse. Al final,
hecha vengativamente, es decir, de una manera ex dijo: “No creo que consiga hacer algo hoy; debí haber
llamado a mi madre”. Hizo una pausa y luego prosi
presamente contraria a los deseos del paciente en ese guió: “No; pensé que iba a ser así”, una pausa más
momento. En el curso del análisis, este proceso de prolongada y entonces: “Nada más que cosas inmun
compresión o aglomeración pierde algo de su malig das y olores” ; y luego: “Creo que he perdido mi vista”.
nidad y entonces emergen nuevos problemas. Habían pasado 25 minutos, y yo hice aquí una inter
63. Debo llamar la atención de ustedes a un punto pretación; pero antes de repetirla, quisiera relatar al
que requiere un trabajo por sí mismo y por lo tanto gún material previo, que espero hará más comprensible
no puedo más que mencionarlo aquí. Está implícito mi intervención.
en mi descripción que la personalidad psicótica o Cuando el paciente maniobraba en el diván, le esta
parte de la personalidad, ha usado la escisión y la ba observando algo que era familiar para mí. Cinco
identificación proyectiva como sustituto de la repre años antes me había explicado que su médico le acon
sión. Cuando y donde la parte no psicótica de la per sejó una operación para la hernia y que su incomo
sonalidad, recurre a la represión como modo de eli didad y sus movimientos eran a causa de la misma.
minar ciertas tendencias de la mente, tanto sea de la Pero era evidente que se trataba más que de la hernia y
conciencia como de otras formas de manifestación y la actividad racional. Le había preguntado a veces,
actividad, la parte psicótica de la personalidad intenta cuál era la causa de estos movimientos y a estas pre
librarse del aparato del cual la psiquis depende para guntas respondió: “Nada”. Otra vez dijo: “No sé”.
llevar a cabo las represiones; el inconsciente parece Sentí que ese “nada” era una invitación velada a que
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me ocupara de mis propias cosas, tanto como la ne es realmente una hernia” dije. “No tengo idea, res
gación de algo muy malo. Proseguí a través de sema pondió, sólo una hernia.” Quedé sintiendo que su
nas y años observando sus movimientos. Un pañuelo “no tengo idea”, era igual al “Sin ideas”, acerca de
fue acomodado cerca de su bolsillo derecho; arqueó los sueños y los movimientos, pero por lo menos en
su espalda ¿seguramente un gesto sexual? Un encen aquella sesión no pude ir más lejos. A este respecto
dedor se escapó de su bolsillo. ¿Lo levantaría? Sí. No. los movimientos y los sueños eran francos ejemplos de
Tal vez, no. Bueno, sí. Fue recogido del suelo y colo tentativas mutiladas de cooperación, y acerca de esto
cado al lado del pañuelo. Inmediatamente una llu también le había llamado la atención.
via de monedas, corrió sobre el diván hasta el suelo. 65. Se les ocurrirá, como a menudo se me ha ocu
El paciente quedó tieso y esperó. Sus gestos parecieron rrido a mí, que estaba observando una serie de presen
sugerir que tal vez fue imprudente recoger el encen taciones dramáticas minúsculas, preparaciones para el
dedor, pues había provocado la caída de las monedas. baño o la alimentación de un bebé,, o el ..cambio de
Esperó alerta, furtivamente. Y finalmente hizo la ob pañales, o una seducción sexual. Más a menudo, sería
servación que transcribí. Me acordé de sus descrip correcto decir, que la presentación era un conglome
ciones producidas a lo largo de muchos meses, acerca rado, de.pedazos sacados de un número de tales escenas,
de las tortuosas maniobras que tenía que emprender y fue esta impresión que me llevó finalmente a su
antes de ir al toilette, o bajar para el desayuno o tele poner que estaba observando una actividad ideomótd-
fonear a su madre. Yo estaba acostumbrado a recor ía, es decir, un medio de expresar una idea sin nom
dar muchas de sus asociaciones libres que podían ser brarla. De aquí hay un corto paso a pensar que esta
fácilmente apropiadas, para la conducta que mostró clase de actividad motora, es la que Freud ha descrip-
en ésta como en muchas otras mañanas. Pero éstas to como característica de la supremacía del principio
fueron ahora mis asociaciones, y una vez que probé del placer (1). Porque en cuanto que yo estaba obser
hacer uso del material en una interpretación, esa fue vando fenómenos psicóticos, el_paciento ño podía estar
exactamente la respuesta que él había dado. Una actuando como respuesta a lá percepción de realidad
interpretación que recordé, había tenido buen resul externa; estaba mostrando la clase de descarga motora
tado. que Freud describió como bajo la supremacía del prin-
Le señalé entonces que él había sentido más o me cipio del placer “ha servido para descargar el apa
nos lo mismo acerca de estos movimientos que lo que rato mental del. incremento de estímulos, y para llevar
había sentido acerca de un sueño que me había con a" cabo tal tarea ha enviado inervaciones hacia el
tado -—no tenía idea acerca del sueño, ni idea acerca interior del cuerpo (expresiones gesticulares de afec
de los movimientos. “Sí”, dijo. “Eso es.” “Y sin em to)”. Esta impresión, fue la que tuve de nuevo cuando
bargo, repliqué, usted una vez tuvo una idea acerca el paciente dijo: “No creo que pueda hacer algo hoy”.
de esto; pensó que era la hernia.” “Eso no es nada” Era una observación que podía referirse a la probabi
replicó, y se quedó callado, casi astutamente diría, lidad de producir material para interpretaciones, o
para ver si yo había pescado el punto. “Así que nada igualmente a la probabilidad de que yo produjera al-
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guna interpretación. “Debiera haber telefoneado a mi que con esto, él expresaba una negación celosa de mi
madre”, podía significar que su fracaso en hacerlo era insight.
el castigo por no ser capaz de hacer análisis. También 66. Cuando el paciente dijo, después de una pausa,
significaba que su madre sabría cómo hacerlo —ella que él sabía que esto sería así, presumí con seguridad
podría obtener asociaciones de su material, o inter que era yo el que tenía pocas probabilidades de hacer
pretaciones de mí; algo dependía de lo que su madre algo en esa sesión y que su madre era alguna persona
significara para él, pero en este punto yo estaba a o cosa que podría habilitarlo para manejarse más sa
oscuras. Ella apareció en el análisis como una simple tisfactoriamente. Esta impresión se fortificó más por
mujer trabajadora que había tenido que salir a trabajar la próxima asociación.
para mantener la familia; este punto de vista era sos Si las teorías que describí son correctas, entonces, en
tenido con el mismo grado de convicción con que cualquier situación dada, un paciente que está sufi
sellaba sus afirmaciones de que la familia era extre cientemente enfermo como éste, que se hallaba inter
madamente rica. Se dignó concederme algunos vis nado, tiene dos problemas para resolver: uno, pertene
tazos de ella, como una mujer con tal cantidad de ciente a la parte no psicótica de la personalidad, y otro
compromisos sociales que le restaba escasísimo tiempo de la parte psicótica. En este caso particular, y en
para satisfacer las necesidades tanto del paciente, que este particular momento, la personalidad psicótica y
era su hijo mayor, o de su hija, dos años mayor que sus problemas todavía oscurecían la personalidad no
el paciente, o del resto de la familia. La describió, si psicótica y sus problemas. Sin embargo, como espero
algo tan inarticulado puede ser llamado descripción, mostrar, la última podía ser discernible en el material.
privada de sentido común o cultura, y sin embargo La personalidad no psicótica estaba preocupada con
habituada a visitar galerías de arte de fama interna un problema neurótico, es decir, un problema que se
cional. Me dejó inferir que en la crianza de los niños centraba en la resolución de un conflicto de ideas y
fue ignorante y afanosa en extremo. Puedo decir que emociones, al cual había dado lugar las operaciones
para esa época a la que me estoy refiriendo, conocía del yo. Pero la personalidad psicótica estaba dedicada
poco más de su madre real que lo que habría conocido al problema de reparar el yo, y la clave de esto residía
una persona que se ha librado de su yo en la forma en el temor de haber perdido su vista. Desde que era
que he descripto como típica de la personalidad psicó- el problema psicótico el que se imponía, me encaré
tica. Sin embargo, tenía estas impresiones y otras que con él tomando primero su última asociación. L e,
omito, y sobre ellas basé mis interpretaciones. La res dije que esas cosas y olores inmundos era lo que él
puesta del paciente a estas interpretaciones fueron de sentía que me había obligado a hacer, y que sentía que
franco rechazo y absoluta inadmisibilidad a causa de mé había compelido a defecar esas cosas y olores in
ser equivocadas, o acertadas, pero inoportunamente mundos, incluyendo la vista que él había puesto en mí.
dichas, por ser sentidas, como que yo había estado El paciente saltó convulsivamente y lo vi escudriñar
usando su mente (en verdad sería su capacidad de cuidadosamente lo que parecía ser el aire que lo ro
contacto con la realidad) sin su permiso. Se observará deaba. Entonces le dije que se sentía rodeado por
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pedazos de cosas malas y mal olientes de sí mismo, de la personalidad a causa de que la parte psicótica
iricluyéndo sus ojos que él sentía haber expulsado por era la dominante, y en esta parte, el suceso era mera
su año. Replicó: “No puedo ver”. Entonces le dije mente significante como una ideografía para la cual
que _sentía que había perdido la vista y su habilidad no había una necesidad inmediata. Cuando por fin
para hablar a su madre o a mí, cuando se había libra el hecho irrumpió en el análisis, tuvo la apariencia
do de esas habilidades, evacuándolas para evitar el superficialmente, de una especie de reacción diferida;
dolor. pero tal punto de vista depende de la suposición que
67 . En esta última interpretación, yo usaba una se la asociación de los anteojos oscuros era una expresión
sión de varios meses antes, en la cual, el paciente se del conflicto neurótico en la parte no psicótica. Y en
quejaba de que el análisis era una tortura, una tortura verdad, no era una expresión diferida de un conflicto
de recuerdos. Le mostré entonces, como lo había evi de la parte no psicótica, sino como mostraré, la movi
denciado en esta sesión con sus saltos convulsivos, que lización de una ideografía necesaria para la parte
él Había conseguido anestesiarse librándose de sus re psicótica para reparar de inmediato al yo dañado por
cuerdos y de cualquier otra cosa que pudiera hacerle el exceso de identificación proyectiva que he descripto.
sentir dolor. Tales obstrucciones de hechos que pasan originalmente
Eí dijo: “Mi cabeza se está partiendo; pueden ser en silencio, no son importantes por su aparición dife
mis anteojos oscuros”. Unos cinco meses antes, yo rida, sino porque evidencian la actividad de la parte
había estado usando anteojos oscuros; el hecho no psicótica de la personalidad.
había producido reacción visible alguna desde ese día Suponiendo entonces que los anteojos oscuros son
hasta ahora; pero es menos sorpresivo el asunto si con aquí la comunicación verbal de una ideografía, es ne
sideramos que al usar anteojos oscuros, yo fui sentido cesario determinar la interpretación de la ideografía.
por él como uno de los objetos a los cuales me había Temo que deberé comprimir tal vez hasta hacer in
referido cuando describí el destino de las partículas comprensible, las evidencias que poseo. Los anteojos
expelidas del yo. Ya expliqué que la personalidad psi- contenían un recuerdo de la mamadera. Había dos
cótica parece que tuviera que esperar la ocurren anteojos o mamaderas, o sea, que se parecían al pe
cia de un suceso apto, antes de que se sienta en cho. Eran oscuros a causa del desagrado y del enojo.
posesión de una ideografía apropiada para usarla en Eran de vidrio para vengarse de sus intentos de ver
la comunicación consigo mismo o con los otros. Re a través de ellos cuando eran pechos. Eran oscuros a
cíprocamente, otros sucesos que podrían haber tenido causa de que él esperaba a la oscuridad para espiar a
significación inmediata para la personalidad no psi- sus padres en coito. Eran oscuros a causa de que había
cótica, son desaprovechados a causa de que son senti tomado la mamadera, no para sacar leche, sino para
dos significantes, solamente como ideografías que no ver lo que sus padres hicieron. Eran oscuros porque
sirven para una necesidad inmediata. En el ejemplo él los había tragado y no solamente la leche que con
presente el problema creado por mi uso de los anteojos tenían. Y eran oscuros a causa de que los buenos obje
oscuros, estaba oscurecido para la parte no psicótica tos claros se habían hecho negros y malolientes dentro
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de ellos. Todos estos atributos fueron logrados a través Paciente. El fin de semana; no sé si aguantaré.
de las operaciones de la parte no psicótica de la per Esto es un ejemplo de la forma en la cual el pa
sonalidad. Agregado a estas características, estaban ciente sentía que había reparado su capacidad de con
aquellas que he descripto como perteneciéndoles como tacto y podía por lo tanto decirme que era lo cjue
parte del yo expulsada por identificación proyectiva; sucedía a su alrededor. Este era un fenómeno ya
por ejemplo, su odio por sí mismo, como parte de sí familiar para él y no se lo interpreté. En cambio le
mismo, que él había rechazado. Usando este cúmulo dije:
de experiencias analíticas, y aun concentrado en el Analista. Usted siente que debe poder seguir sin
problema psicótico, es decir, fa necesidad de reparar mí. Pero para conseguirlo, siente que necesita poder*
el yo para poder encarar las demandas de la situación ver qué sucede a su alrededor, aun para poder comu
externa, le dije: nicarse conmigo; para poder contactar conmigo a la
Analista. Su vista ha vuelto a ponerse dentro suyo, distancia, tal como hace con su madre, cuando usted
pero le parte la cabeza; usted la siente como una vista le telefonea; así que trató de reobtener su habilidad
muy mala a causa de lo que usted le ha hecho a ella para mirar y hablar de mí.
antes. Paciente. Brillante interpretación. (Con brusca con
Paciente (moviéndose con dolor, como si protegiera vulsión.) ¡Dios mío!
su canal posterior). Nada. Analista. Siente que puede ver y comprender ahora,
Analista. Parecería ser su canal posterior. pero lo que ve es tan brillante, que le causa un in
Paciente. Censuras morales. tenso dolor.
Le dije que su vista, los anteojos oscuros, fueron sen Paciente (apretando sus puños y mostrando mucha
tidos como una conciencia que le castigaba, en parte, tensión y ansiedad). Lo odio.
porque había tratado de librarse de ellos para evitar Analista. Cuando usted ve, aquello que usted mira,
dolor, y en parte, porque él los había usado para es —la pausa del fin de semana y las cosas que espía en la
piarme, así como había espiado a sus padres. No siento oscuridad— lo llenan de odio y de admiración ha
que haya hecho justicia a lo compacto de la asociación. cia mí.
Se observará que no he podido ofrecer una suges
tión, en cuanto a que podía estar estimulando estas Creo que en este punto la restauración del yo im
reacciones en el paciente. Esto no es extraño porque plicó que el paciente se había enfrentado con su pro
estoy tratando con un problema psicótico que al con blema no psicótico, la resolución de sus conflictos
trario del no psicótico, está relacionado precisamente neuróticos. Pienso así por las reacciones de las siguien
con la destrucción de todo el aparato mental que trae tes semanas en que mostró su incapacidad de tolerar
conciencia de los estímulos de realidad, y por consi los conflictos neuróticos estimulados por la realidad y
guiente, no puede discernirse la naturaleza y ni aun la sus tentativas de resolverlos por identificación proyec
existencia de tales estímulos. Sin embargo, la siguiente tiva. A esto seguía tentativas de usarme como su yo,
observación del paciente dio la clave. ansiedades acerca de su insania, posteriores tentativas
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para reparar su yo y volver a la realidad y la neurosis; ciencia de la realidad interna y externa, es de esperar
y así el ciclo se repetía. que estará sujeto una y otra vez, a lo largo del aná
68. He descripto esta parte de una sesión en detalle, lisis, a destructivas escisiones e identificaciones pro-
porque puede ser usada para ilustrar varios puntos sin yectivas. He descripto el comienzo del pensamiento
sobrecargar al lector con un número de ejemplos dife verbal como perteneciendo a la posición depresiva,
rentes de asociaciones e interpretaciones. Lamento pero la depresión propia de esta fase, es en sí misma,
tener que excluir material muy llamativo y dramático, algo por lo cual la personalidad psicótica protesta, y
porque incluirlo implicaría agregar una abrumadora en consecuencia, el desarrollo del pensamiento verbal
cantidad de descripción del diario análisis con su carga cae bajo ese ataque, siendo sus elementos expulsados
de claras incomprensiones, errores y demás, lo que de la personalidad a medida que se desarrollan por la
produciría un cuadro completamente confuso. Al mis identificación proyectiva cada vez que ocurre la depre
mo tiempo, no quiero dejar dudas de que el approach sión. En su trabajo del Congreso Internacional de
que describo, es el que según mi opinión, produce 1955, Hanna Segal (11) describió la manera por la
sorprendentes resultados. El cambio que tuvo lugar en cual la psiquis maneja la depresión; los remitiría a
este paciente durante las semanas en las que pude aquella descripción complementándola con esa parte
demostrar el interjuego que acabo de describir, fue tal de la posición depresiva que he incluido aquí, en la
que creo cualquier analista lo aceptaría de veras como discusión sobre el desarrollo del pensamiento verbal.
una mejoría psicoanalítica. La conducta del paciente Pero dije que aun en la fase más temprana, la posición
se ablandó; su expresión se hizo mucho menos tensa. esquizoparanoide, los procesos del pensamiento que ya
En los comienzos y finales de sesiones podía mirarme estarían en desarrollo son también destruidos. En este
a los ojos y no me evadía, ni como era frecuente antes, estadio no hay problema de pensamiento verbal sino
fijaba la mirada lejos como si yo fuera la superficie solamente progreso de un pensamiento primitivo de
de un espejo delante de la cual él ensayaba algún tipo preverbal. Una identificación proyectiva excesiva
drama interior, peculiaridad que me ayudó a menudo, en este estadio tan temprano impide una introyección
a darme cuenta de que yo no era una persona real adecuada y la asimilación de las impresiones senso
para él. Infortunadamente estos fenómenos no son riales, y por lo tanto niega a la personalidad una base
fáciles de describir, y no intento hacerlo, porque quiero firme sobre la cual la iniciación del pensamiento pre
llamar la atención sobre una mejoría que he encon verbal pueda proseguir. Además, no solamente el
trado, y aún encuentro en otros pacientes, sorpren pensamiento es atacado por ser en sí mismo un ele
dente y desconcertante. Como toca el tema principal mento vincular, sino que los factores que llevan a la
de este trabajo, volveré sobre él retomando la discusión coherencia de los pensamientos en sí, son igualmente
teórica que he interrumpido para introducir mi ejem atacados en tal forma, que al final los elementos del
plo clínico. pensamiento, las unidades diría, de las cuales se cons
69. Si el pensamiento verbal es lo que sintetiza y truye el pensamiento, ya no pueden ser articuladas.
articula las impresiones y es así esencial para la con El desarrollo del pensamiento verbal, por consiguiente.
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está comprometido tanto por los ataques continuos que mente avanzado. El almacenaje de tal suceso para ser
he descripto como típicos en la posición depresiva, usado como ideografía, se aproxima a la descripción
como por el'hecho de la larga historia de ataques so de Freud de la búsqueda de datos de manera tal, que
bre cualquier clase de pensamiento, de cualquier clase ya’seaíT familiares si surge una urgente necesidad in
que preceda. terna, como una función de atención, como uno de
El esfuerzo de pensar que es una parte del eje cen lolTásjaéctos del yo. Y también nos muestra, si bien
tral 'de todo el proceso de reparación del yo, incluye rudimentariamente en este ejemplo, una ingeniosa
el jjso de modos preverbales primitivos que han’ sufri aglomeración que sirve para transmitir significados.
do la mutilación y la identificación proyectiva. Lo que La* mejoría sorpresiva y desconcertante de que hablé,
significa que las partículas del yo expulsadas, y sus tendría que ver con esto de la aglomeración ingeniosa.
acúmulos, tienen que volver a estar bajo control y por Porque encontré, no solamente que los pacientes re
lo tanto dentro de la personalidad. La identificación curren más y más al pensamiento verbal ordinario,
proyectiva es entonces revertida y los objetos vuel mostrando así un aumento de la capacidad del mismo
ven por el mismo camino por el que fueron expelidos. y una consideración mayor por el analista como ser
Esto fue expresado por un paciente que decía que humano, sino que se hacen cada vez más hábiles en
tenía que usar un intestino y no un cerebro para pen el manejo de este lenguaje más bien aglomerado cjue
sar" y reforzó la agudeza de su descripción corrigién
dome en una ocasión posterior, cuando le hablé de articulado. Lo importante del lenguaje civilizado es
haber tomado algo tragándolo; el intestino no traga, que simplifica grandemente las tareas del pensador o
me dijo. Para volver, estos objetos deben ser compri del que habla. Con tal instrumento los problemas
midos. Debido a la hostilidad con que. fue rechazada pueden ser resueltos, a causa de que por lo menos
la función de articulación, ahora un objeto, los objetos pueden ser establecidos, sin el mismo ciertos interro
solamente pueden ser unidos inapropiadamente o aglo gantes, cualquiera que sea su importancia, no podrían
merados. Sugerí en mi ejemplo clínico, que los anteo siquiera ser propuestos. Lo extraordinario es el tour
jos oscuros eran un ejemplo de esta clase de aglome de forcé por el cual primitivos modos de pensamiento
ración de objetos bizarros que eran el producto de la son usados por el paciente para establecer temas de
identificación proyectiva del yo. Además, debido a la gran complejidad. Y esto mejora aun con nuevos y
incapacidad del paciente para distinguir entre tales bien recibidos progresos. Y digo bien recibidos, por
objetos y los objetos reales, es que debe esperar por que aún no estoy satisfecho de que sea correcto ignorar
sucesos apropiados que lo provean con ideografías que el contenido de una asociación porque trabajar con
sus'impulsos de comunicar requieren. Este caso fue lo ella tendría al analista hablando infinitamente más
recíproco de esto, es decir, un ejemplo de almacenaje tiempo que al paciente. ¿ Cuál es por ejemplo la inter
de un suceso no a cuenta de su significación neurótica, pretación correcta del contenido de “censuras mora
sino por su valor como ideografía. Esto significa que les”? Y habiéndolo decidido, ¿cuál es el procedimiento
este particular uso de los anteojos oscuros es franca correcto? ¿Hasta donde debe seguir uno la aclaración?
90 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 91
Las partículas que deben ser empleadas participan su yo y la substitución de la identificación proyectiva
de las cualidades de las cosas. El paciente parece sen por la represión e introyección deben ser elaboradas.
tir ésto como un obstáculo adicional en sus reentradas. Considero que esto es también verdad eryri neurótico
Como esos objetos expelidos por identificación pro- severo, en quien creo hay una personalidad psicótica
yectiva se vuelven infinitamente peores después de la oculta por la neurosis tanto como la personalidad neu
expulsión que lo que eran cuando fueron originaria rótica está oculta por la psicosis en el psicótico, y que
mente expelidos, el paciente se siente forzado, asaltado, tiene que ser descubierta.y tratada.
y torturado por este reingreso, aun deseado por él.
Esto se ve en el ejemplo que di por el movimiento
convulsivo del paciente y por su sorprendente reacción
a la “brillante” interpretación. Pero esto último, tam BIBLIOGRAFIA
bién. muestra que los sentidos, como parte del yo' ex
pelido, también son "dolorosamente comprimidos al 1) Bion, W. R. (1953). “Notas sobre la teoría de la es
reingresar.'.Esta'es a menudo la explicación de las ex quizofrenia” . Int. J. Psycho-Anal., vol. 35, 1954. Cap.
•IV de este libro.
tremadamente dolorosas alucinaciones táctiles, auditi 2) Freud, S. (1911). “Los dos principios del suceder psí
vas"}- visuales presas de las cuales parece estar labo quico”. Bibl. Nueva, tomo 2, pág. 495.
rando. La depresión y la ansiedad, estando sujetas a 3) — (1923). El yo y el ello. Bibl. Nueva, tomo 2, pág. 9.
4) — (1924). Neurosis y psicosis. Bibl. Nueva, tomo 2,
lós mismos mecanismos, son igualmente intensificadas pág. 449.
hasta que el paciente se ve obligado a encararlas con la 5) Klein, M. (1928). “Estadios tempranos del complejo
identificación proyectiva, como ha descripto Segal. edípico”, en Contribuciones en psicoanálisis, Buenos Ai
res, Hormé, 1964.
6) — (1930). “La importancia de la formación de los sím
bolos en el desarrollo del yo”, en Contribuciones al psi
CONCLUSION coanálisis, Buenos Aires, Hormé, 1964.
7) — 1946). “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides” ,
70. La experiencia de estas teorías en la práctica en Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires. Hormé,
1967.
me ha convencido que ellas tienen real valor y con
8) — Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires, Hormé,
ducen a mejorías que todo psicoanalista debe sentir 1967.
como merecedoras de prueba y escrutinio. Recípro 9) Rosenfeld, H. (1952). “Tranference-phenomena and
camente, no creo que pueda lograrse un progreso real Tranference-analysis in an Acute Catatonic Schizoprenic
con psicóticos hasta que no se dé todo el valor a la Patient”. Int. J. Psycho-Anal., vol. 33.
10) Segal, H. (1955). “Paper on Symbol-formation read to
divergencia entre la personalidad psicótica y no psicó- the Medical Section of the British Psychological Society” .
tica, y en particular al rol de la identificación pro 11) — (1956). “Depression in the Schizophrenic” . Int. J.
yectiva en la parte psicótica de la personalidad como Psycho-Anal., vol. 37.
reemplazante de la regresión en la parte neurótica de
la personalidad. El ataque destructivo del paciente a
VOLVIENDO A PENSAR 93
Mientras yo exponía mi interpretación hizo movimien todo lo sucedido en la sesión hasta ese momento, como
tos convulsivos, limitados casi enteramente a la parte si se tratara de un palimpsesto en el que era necesario
superior de su cuerpo. Parecía experimentar cada sí buscar otra configuración por debajo de lo ya revelado
laba proferida por mí como una puñalada. Se lo se en mi interpretación. Antes de entrar a tratar esta
ñalé y me dijo que sentía que una cosa muy mala le configuración le interpreté al paciente un aspecto de
estaba siendo introducida violentamente, en parte por la situación hacia el que llamo la atención de ustedes.
mí, que según él pensaba estaba tratando de desem Me refiero al hecho de que el paciente juega un papel
barazarme del objeto que él había dejado dentro mío, dominante, y expresa, con desusada intensidad, la con
y en parte por él mismo, pese a que había tomado la fianza en su capacidad de comunicar cosas que le pa
precaución de no comer casi nada. Su apetito persistía, recen de interés a una persona a quien considera apta
aunque él no quería ser voraz porque sentía que ya para comprenderlas. Pero, le dije, yo era además una
no ejercía ningún control sobre esa voracidad. parte del cuadro que él había pintado, por cuanto
No expliqué mi referencia a la voracidad porque había hecho de él mismo y de mí dos autómatas en
supuse que por el trabajo analítico anterior el paciente una relación recíproca, pero carente de vida. Con
ya estaba familiarizado con el hecho de que a menudo testó : “La radio de al lado me tuvo despierto anoche”.
empleaba sus ojos como órganos de ingestión, para Yo sabía que él asociaba fuertes sentimientos per
satisfacer su apetito, aunque el objeto se esforzara por secutorios a todo aparato eléctrico, y le dije que se
preservarse negándole el contacto físico. En este caso sentía atacado por la electricidad que para él era si
mi suposición fue correcta, pero en realidad he com milar a la vida y el sexo que él les había quitado a
probado a menudo que esas hipótesis, que si son acer los dos objetos que había expulsado de sí mismo al pin
tadas me permiten desembarazar la interpretación de tar su cuadro. “Eso es”, contestó, y agregó que no
un exceso de detalles, no están al alcance de la com sabía qué iba a suceder después de la sesión, que ter
prensión del paciente hasta el momento en que se de minó precisamente en este momento.
sarrolla su capacidad de integración. De esta sesión, como de algunas otras en las que se
Los movimientos convulsivos cesaron y él dijo: “He logró un grado similar de integración, el paciente dijo
pintado un cuadro”. Su silencio posterior significaba que había sido una “buena” sesión, y en cierta medida
que ya estaba en mi poder el material para la inter se puede considerar a esto una gratificante confirma
pretación siguiente. ción de mis propias estimaciones. Pero yo había no
74. Hay que buscar los contornos del cuadro pin tado que tales sesiones eran sucedidas con gran regu
tado por el paciente en la totalidad del material del laridad por “malas” sesiones, por sesiones en las que
que mi interpretación ha esclarecido hasta el momento el paciente parecía regresar a un estado de ánimo rea
sólo un aspecto, a saber, aquél que yo consideré cen cio a la cooperación, y presentaba un material que
trado en el objeto malo que él había retirado de mí con frecuencia me resultaba casi imposible interpretar.
y depositado de inmediato en el ángulo derecho de Su preocupación por lo que podría suceder después de
la habitación. Por consiguiente yo debía considerar la sesión mencionada se debía parcialmente a que él
102 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR
mismo se daba cuenta de ese hecho. No le agradaba- estar molesta. Tal vez fue por mi voz. Pero el café
la perspectiva de perder lo que ahora consideraba un era realmente bueno. No sé por qué no tendría que
estado de ánimo agradable, o sea, aquél que acompa gustarme. Cuando pasé por los establos me pare:::
ñaba a su conciencia de cooperación. El análisis de que las paredes estaban combadas hacia afuera. Volví
esto había revelado cierto número de otras causas, tales más tarde, pero todo estaba bien”. No puedo recons
como: el odio o la envidia del analista o del paciente, truir lo que siguió. Continuó hablando, vacilante, c: n
o de la colaboración de ambos, en pro de una buena pequeñas pausas, durante cinco minutos o más. En
tarea creadora; un método para expiar los sentimientos conjunto, la muestra que he dado representa bastante
de culpa asociados al hecho de estarse beneficiando; o bien al material, excepto en cuanto a las referencia;
la expiación de los sentimientos de culpa por haber al café y a los establos, que en esta etapa del análisis
incurrido en algo que, siendo una cooperación cordial, tenían ya muchas asociaciones para el paciente y para
era para el paciente un acto sexual. Esto último pro mí, pero el material posterior no tenía ningún valor
bablemente se aplica en particular a la sesión que he asociativo que yo pudiera percibir, cualquiera que
descripto, dado que en mi interpretación se implicaba fuese su sentido para él.
que existía un vínculo sexual, aunque se lo negara. 75. Como he dicho, yo estaba familiarizado con este
En efecto, la sesión siguiente tuvo muchos de los tipo de conducta. Había sido lo común en las primeras
rasgos de una de las llamadas malas sesiones, aunque fases del análisis y era habitual después de “buenas”
si la expongo no es porque no arrojara luz sobre nues sesiones, pero debo agregar algo para aclarar el ca
tros problemas, sino precisamente porque lo hizo. Me rácter del problema que hube de enfrentar en esta
resulta muy difícil describirla porque no es posible sesión. Aunque no lo muestra el relato que he hecho,
tomar notas, aunque se lo intente inmediatamente des este paciente era capaz de una expresión verbal cohe
pués de terminar la sesión, de largas verbalizaciones rente. Durante el último año, en cierta ocasión n:e
cuyo significado, en caso de tener alguno, es elusivo. había demostrado que era capaz de hacer un examen
Puedo asegurar que la descripción de la conducta que psicoanalítico de una experiencia afectiva que habla
pude interpretar es razonablemente exacta. tenido, con una buena comprensión de su estado de
El paciente entró, me dirigió una rápida mirada, ánimo y del trabajo analítico realizado en los años
esperó que yo llegara a mi silla, y luego se acostó sin anteriores. Había sido en respuesta a una interpreta
más rodeos. Con voz monótona dijo: “No sé qué es ción que le pareció que menoscababa su inteligencia,
lo que podré hacer hoy. En realidad estuve bastante aunque en realidad había mostrado lo mucho que ha
bien ayer”. En este punto noté que su atención comen bía aprendido y el uso que era capaz de darle. Nada
zaba a errar, y que vacilaba al hablar. Esta introduc podía contrastar tanto con el estado de ánimo c ae
ción era muy común como preludio a una mala sesión. manifestó en ese arranque que el estado de ánimo cae
Prosiguió: “Me siento realmente ansioso. Un poco. mostraba habitualmente, y que era el que exhibía er.
Pero supongo que eso no importa”. Continuó, vol la sesión de la que hablo ahora. Parecía como si fuera
viéndose más incoherente: “Pedí un café. Ella pareció necesario repetir todas las interpretaciones que yo ya
104 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 105
había ofrecido, pero era igualmente obvio que esas en condiciones de ir más allá de unas pocas sugestiones,
interpretaciones no le dirían nada nuevo. Y en efecto, bastante obvias, como la de que a él le parecía que eso
su respuesta a la interpretación que yo hice demostró era algo importante que debía contarme, o la de que
que mi suposición era correcta. Le señalé que él me él pensaba que yo era una persona que podría enten
estaba mostrando “cuánto” podía hacer, pero sin pre derlo.
ocuparse por la calidad. Contestó que había colocado 76. No puedo decir qué fue lo que en esta sesión
su gramófono en el asiento, lo que era su manera de rne hizo darme cuenta por primera vez de que el pa
indicar que mi interpretación combinaba las caracte ciente tenía una alucinación. Tal vez fue el hecho de
rísticas de un disco que él ya conocía y de una defe que manipulaba al análisis y a mí mismo de tal modo
cación. Muy poco después conjeturé acertadamente que yo sentía que no era ya un objeto independiente,
que esta respuesta era mucho más que una simple sino que él me trataba como a una alucinación. Tuve
crítica. la sospecha de que cuando dijo que había puesto su
Yo no deseaba repetir interpretaciones que casi se gramófono en el asiento me estaba negando vida y
guramente él podía hacer por sí mismo, pero hubo existencia independiente en la silla analítica, y estaba
casos dudosos en los que me pareció que la repetición considerando a mis interpretaciones alucinaciones audi
era necesaria. Los efectos de estas interpretaciones no tivas. No hice de inmediato esta interpretación, sino
me alentaron a intentos ulteriores del mismo tipo. que dije que según parecía él estaba reactivando un
Sentí que había agotado mis explicaciones, y me es estado de ánimo que podíamos suponer que ahora era
forcé más por indagar las posibles causas del retorno para él importante conservar, en cuanto objeto bueno.
del paciente a una pauta de conducta que parecía des Su respuesta fue mover la cabeza y los ojos como si
mentir la eficacia de todo enfoque analítico de sus mis palabras fueran objetos visibles que pasaran sobre
problemas. Algo había sucedido, ¿pero qué? Le llamé su cabeza para ir a chocar contra la pared opuesta.
la atención sobre el hecho de que estaba teniendo lo Ya había manifestado esta conducta en una fase ante
que él llamaba a menudo una “mala” sesión, y que rior, y yo la había presenciado también en otros pa
seguramente había una razón para eso. Pareció acep cientes. Rodrigué presenció un comportamiento simi
tar el hecho, pero no dio ninguna explicación, ni pude lar en un niño psicótico. En ocasiones anteriores in
yo descubrir ninguna en el material presentado. La terpreté esa conducta diciéndole que significaba que
única razón que no se me ocurrió, pero que según lo él veía mis palabras como si fueran cosas, y las seguía
indicaron sucesos posteriores podría haberme dado al con la vista. Se mostró aliviado, y casi divertido, y
guna comprensión del material, fue la posibilidad de pareció estar de acuerdo con que veía mis palabras
que hubiera tenido un sueño. como si fueran objetos evacuados, al modo de trozos
Este paciente había comenzado a relatarme ocasio de excrementos. Pensé entonces que la alucinación
nalmente sus sueños. Este era un hecho relativamente tenía un efecto tranquilizador, pues veía que mis in
reciente, databa de sólo tres o cuatro meses atrás, pero terpretaciones, que él consideraba objetos persecuto
ante la ausencia de asociaciones no me había sentido rios, pasaban por encima de él sin hacerle daño. Le
106 W . R. BION
VOLVIENDO A PENSAR 107
dije que nuevamente estaba viendo cosas que pasaban ción le permitió seguir con sus asociaciones. Fueron
sobre su cabeza, y le recordé las ocasiones anteriores. similares a las del comienzo de la sesión, pero .con una
Esta vez se mostró ansioso y dijo: “Me siento vacío. diferencia. Dijo que había visto un cuadro en D. . .
Es mejor que cierre los ojos”. Permaneció en silencio Incluía un pene. Se lamentó de haber arruinado un
y muy ansioso, y luego dijo, según me pareció un poco cuadro haciéndolo hermoso en lugar de feo. Luego
a modo de disculpa: “Tengo que usar mis oídos. dijo: “Todos los sonidos se convierten en cosas que
Parece que estoy oyendo muy mal”. Esta asociación veo en tomo mío”. Le interpreté que nuevamente
me hizo percatar de que él no veía una relación directa estaba transformando a mis interpretaciones en soni
entre yo mismo y la pared opuesta, como supuse que dos, que evacuaba luego a través de los ojos, de modo
había sucedido en ocasiones anteriores. Estaba reci que las veía como objetos que lo rodeaban. Contestó:
biendo mi interpretación por los oídos, pero de una “Entonces todo lo que me rodea está hecho por mí.
manera que le parecía “muy mal”, o sea, cruel y des Esto es megalomanía”. Después de una pausa dijo:
tructiva. De ser así, las interpretaciones eran absor “Me gusta mucho su interpretación”. Entre parénte
bidas y transformadas por sus oídos, y expulsadas por sis, debo agregar que a partir de este momento pude
sus ojos. Esto me pareció tan extraordinario que sólo darme cuenta de que era muy común que este pacien
después de un momento se me ocurrió una explicación. te, al recibir una interpretación que por alguna razón
La presenté en la siguiente interpretación: “Usted está le disgustaba, diera muestras de estar alucinado. Se
sintiendo, le dije, que sus oídos mascan y destruyen movía hacia adelante en el diván, como si mirara algo
todo lo que yo le digo. Se siente tan ansioso por des en uno de los ángulos más apartados del cuarto. Se
embarazarse de ello que de inmediato expele los trozos hizo evidente que estas eran repeticiones frecuentes
por los ojos”. Le recordé que cuando había deseado del mecanismo que he estado describiendo. Más ade
lante me referiré a algunas de las implicaciones de
vorazmente ingerir algo, lo había ingerido por los ojos, este sustituto de la negación.
pues con los ojos podía llegar a cosas lejanas que no 77. A partir de aquí sus asociaciones se volvieron
podía tocar con la boca. Proseguí: “Ahora está usan menos coherentes. Lamentablemente no puedo refe
do los ojos con el fin opuesto, es decir, para arrojar rirme a este material con precisión, por razones que
esos fragmentos desmenuzados de interpretación tan espero se harán evidentes. Las asociaciones parecían
lejos como sea posible”. El paciente pareció sentirse consistir de fragmentos de frases, referencias inconexas
muy atemorizado, pero había un tono de alivio en su a lo que yo supuse eran hechos reales, y cierta cantidad
voz cuando dijo estar de acuerdo. Le llamé la aten de material que tenía sentido para mí porque había
ción sobre su temor. Respondió que se sentía dema aparecido en otras sesiones. Durante bastante tiempo
siado débil para continuar; “Me estoy desvaneciendo”. concentré mi atención en este desfile de asociaciones,
Le sugerí que me tenía miedo porque sentía que me dejando de lado el peculiar acompañamiento consti
estaba destruyendo a mí mismo junto con mis interpre tuido por un continuo comentario sobre el modo en
taciones, y también porque él no podía obtener sufi que se sentía. Cuando este comentario se hizo notorio,
cientes interpretaciones para curarse. Esta interpreta
108 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 109
me percaté de la siguiente pauta: asociación, asocia noche, mientras estaba en la cama, y probablemente
ción, asociación, “realmente un poco ansioso”, asocia mientras dormía. Pensé que los “sueños” tenían tan
ción, asociación, “sí, ligeramente deprimido”, asocia tas características comunes con las alucinaciones que
ciones, “un poco ansioso ahora”, y así siguiendo. Su era posible que verdaderas experiencias alucinatorias
comportamiento era singular, pero la sesión terminó en el consultorio arrojaran luz sobre el sueño psicótico.
sin que yo pudiera hacerme ninguna idea clara acerca A partir de lo que he dicho acerca de las alucinaciones
de lo que sucedía. Le dije que no sabíamos por qué se llega fácilmente a la suposición de que cuando un
se habían desvanecido toda su intuición y su conoci paciente psicótico dice que ha tenido un sueño, piensa
miento analíticos. “Sí”, dijo compasivamente, y si era que su aparato perceptivo expulsa algo y que el sueño
posible expresar con una palabra “y creo que también es una evacuación mental estrictamente análoga a una
su intuición ha desaparecido”, eso quiso decir este “sí”. evacuación intestinal. El paciente no puede hablar de
En la sesión siguiente comenzó a expresarse con la un sueño sin mucho trabajo analítico previo, y no pue
naturalidad que manifestaba en las raras ocasiones en de dejar de sentir, habiendo participado en "eseTrir-
las que hablaba de modo racional y coherente. “Hace bajo analítico, que si excreta un sueño tiene que ha
uno o dos días, dijo, tuve un sueño peculiar.” Du berlo ingerido antes en alguna oportunidad. Dicho
rante esta breve comunicación su voz fue adquiriendo brevemente, para el pñcotico el sueno es la evacuación
un tono deprimido, y al final del mismo toda natu de un material que ha sido ingerido durante las horas
ralidad había desaparecido. “Usted figuraba en él”, de vigilia. Es necesario mucho tiempo para que el
agregó, y se hizo evidente que no iba a enterarme de sueño psicótico se haga lo bastante coherente como
nada más respecto al sueño, por lo menos por el mo para ser comunicable. Dudo de que antes de esto se
mento, y que no ofrecería asociaciones sobre el par lo ponga en relación con objetos percibidos. Después,
ticular. Eso no me preocupó demasiado pues ya había creo que siempre se lo hace. Teniendo esto en cuenta,
llegado a ciertas conclusiones acerca del carácter de la comprensión del sueño del paciente se hace más
los sueños psicóticos. Había observado que sólo des fácil. Subsiste empero un problema: ¿por qué dice el
pués de un considerable trabajo analítico el paciente paciente que ha tenido un sueño peculiar? Yo espe
psicótico llega a mencionar un sueño, y que cuando lo raba que la sesión esclarecería este punto. Entretanto
hace parece pensar que ha dicho todo lo necesario dije que este sueño y la “buena” sesión habían sido la
una vez que ha comunicado el hecho de que ha tenido causa, que no habíamos encontrado, de la reactivación
un sueño. Me pareció que esperaba que yo dijera del estado de ánimo que se presentó en la “mala”
algo. No me resultaba claro por qué el paciente lla sesión. “Yo estaba loco”, contestó. Ya antes había
maba sueño a su experiencia, ni de qué manera la aplicado los calificativos de “loco” o “insano” al refe
distinguía de otras experiencias que, aunque él las rirse a los estados de ánimo en que las alucinaciones,
había descripto de diversos modos, a mí me parecieron la escisión, la identificación proyectiva y la confusión
ser alucinaciones. Llegué a la conclusión de que el eran elementos dominantes. Yo no hacía comentarios
paciente se refería a algo que le había sucedido de al respecto, pero empleaba el término “loco” cuando
110 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 111
servía como método rápido para referirse a este com “Su sueño lo ha asustado y perturbado porque cuando
plejo estádo de ánimo. También lo usé ahora. Le yo aparecí en él usted pensó que era una persona real
dije: “Usted parece sentirse loco cuando niega mis que su mente había engullido y estaba perdiendo du
interpretaciones absorbiéndolas y expulsándolas de in rante el sueño. Le hizo pensar que durante el análisis
mediato. Seguramente ha sentido que ellas tienen algo estuvo destruyendo vorazmente una persona real y no
que ver con el sueño peculiar. ¿Por qué se está mo meramente una cosa”. De inmediato comenzó a hablar
viendo así?” muy racionalmente de una visita que proyectaba ha
Mi pregunta fue suscitada por una serie de contor cerle a su hermano. Le señalé el cambio de su con
siones convulsivas del tórax. Dijo que no sabía. “Mis ducta a partir del momento en que le hice la inter
pensamientos van demasiado rápido.” pretación de su sueño. “¿Qué sueño?”, contestó. Y
78. Cada vez que el paciente se había conducido de luego, como para disimular su confusión, agregó: “Oh,
este modo, por lo menos en las últimas etapas de su sí, creo qué lo había olvidado”, pero no tuve la im
análisis, me había hecho recordar la descripción que presión de que lo hubiera recordado. Un poco después
hace Freud de la actividad motriz antes del estable dijo que creía que había hecho algún progreso, pero
cimiento del principio de realidad, señalando que ella que se sentía muy deprimido, no sabía por qué. El
no está dirigida a la alteración del ambiente sino trabajo analítico realizado en las dos semanas siguien
a desembarazar al “aparato psíquico de la acumu tes me convenció de que mis sospechas respecto de su
lación de estímulos”. Le dije que ese era su modo sueño y las interpretaciones basadas en ellas eran sus
de manifestar sus sentimientos. “Como sonreír”, re tancialmente correctas. Vi confirmada mi impresión
plicó. Entonces cesaron sus movimientos, y comenzó de que la aparición de objetos completos en los sueños,
una serie de asociaciones que tenían las mismas carac y también'BfTotros contextos, es a la vez un signo de
terísticas que las presentadas en la última parte de la progreso y ¿1 anuncio de una depresión que puede
sesión anterior. Preguntándome aun por qué el pa alcanzar una peligrosa intensidad si no se investiga
ciente consideraría peculiar al sueño, escuché sus aso su fuente. La “peculiaridad” del sueño, para el psicó-
ciaciones inconexas, acompañadas por los comentarios tieo, no reside en su irracionalidad, su incoherencia y
de “ansioso”, “ligeramente ansioso”, y “deprimido”. su fragmentación, sino en la revelación de objetos que
Después de algún tiempo me pareció percibir una pau el paciente ve como objetos totales, aptos por lo tanto-
ta. Era como si su serie de asociaciones fuera una para suscitar los intensos sentimientos de culpa y de
prolongada evacuación; algunas frases eran inconexas, presión que Melanie Klein ha vinculado con el co
otras más articuladas. Aunque no podía estar seguro mienzo de la posición depresiva. Se ve en su presencia
de eso, pensé que su mención de la ansiedad estaba una prueba de que objetos reales y ^valiosos han sido
asociada al material más fragmentario, mientras que destruidos. Sin embargo, el pasaje inmediato a la
decía estar deprimido cuando los segmentos tendían a fragmentación no ofrece ningún alivio real, como lo
formar conjuntos más articulados. Por lo tanto, le dije: hé señalado al exponer la corriente asociativa acompa
ñada por los comentarios del paciente sobre sus sentí-
112 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 113
mientas, pues se limita a reemplazar la depresión por 79. La comprensión del material requiere una refe
la ansiedacTpersecutoria. rencia a ciertos fenómenos colaterales. Durante el pe
» La situación que estoy describiendo presenta dos ríodo que estoy describiendo, el paciente se quejaba
rasgos peligrosos. H. Rosenfeld ha observado que el de que no podía distinguir lo real de lo irreal, de que
paciente que compagina fragmentos para formar un no sabía si algo era una alucinación o no. En mi tra
objeto completo puede sentirse tan perturbado por la bajo sobre la “Diferenciación de las personalidades
cohesión de los fragmentos que se produce una frag psicóticas y no psicóticas” he señalado una de las con
mentación inmediata y explosiva. En mi trabajo titu secuencias del uso excesivo de la identificación proyec-
lado “Algunas notas sobre la teoría de la esquizofre tiva, a saber, un estado en el cual el paciente se siente
nia” confirmé ese hecho, y me parece conveniente rodeado de objetos extraños, compuestos en parte de
comparar los datos allí presentados con esta oscilación objetos reales y en parte de fragmentos de la persona
menos explosiva pero peligrosa que estoy exponiendo lidad, especialmente aquellos aspectos de la personali
ahora. El peligro reside en la posibilidad del suicidio, dad que Freud consideró que se presentan en el curso
o bien en la del regreso a la posición esquizoparanoide del desarrollo normal bajo el signo del principio de
que se caracteriza por una fragmentación secundaria realidad. Entre ellos estaba la capacidad de juicio del
impuesta sobre la ya grave fragmentación primaria paciente. Su queja de que no podía distinguir lo real
que Melanie Klein ha señalado como característica de de lo irreal era una de las consecuencias de la expul
la posición esquizoparanoide. Parecería como si el sión de su psiquis, mediante el mecanismo de identi
paciente, regresando de la posición depresiva, se vol ficación proyectiva, de la capacidad de juzgar. Par
viera con odio y ansiedad aun mayores contra los frag tiendo de la teoría que propuse en esa ocasión sería
mentos que han demostrado su capacidad de unirse, y natural suponer que entre esos objetos extraños sería
los escindiera meticulosamente; el resultado es el peli posible hallar algo análogo a la capacidad de juzgar.
gro de una fragmentación tan minuciosa que la repa Mi experiencia me ha persuadido de que hay que
ración del yo se hace imposible y la situación del pa buscar estos objetos extraños particulares en las co
ciente es irremediable. munmente llamadas “ideas delirantes” del paciente. En
Considero que esta fase de progreso hacia, y retirada su trabajo sobre “Construcciones en análisis” (1937)
de, la posición depresiva es crítica, y una de las razones Freud sugiere que las ideas delirantes pueden ser los
es que el peligro de suicidio puede oscurecer la impor “equivalentes de las construcciones que elaboramos en
tancia del regreso a la posición esquizoparanoide, y el curso del tratamiento analítico, intentos de explica
en particular el hecho de que la fragmentación secun ción y curación”, pero señala que en las condiciones
daria es un elemento inherente de esa retirada, y si de la psicosis serán necesariamente ineficaces. Durante
no se lo percibe y se lo interpreta, puede no sólo com este período del análisis noté que las ideas delirantes
prometer los posibles progresos del análisis sino tam del paciente tenían ese carácter, y que algunas de ellas
bién invertir la dirección del proceso anunciando un eran intentos de emplear los objetos extraños al servicio
deterioro del que el paciente no podrá recuperarse. de una intuición terapéutica. De ser así, el hecho pue-
V O LV IE N D O A P E N S A R 115
114 W . R. B IO N
la arrogancia^ no siempre mencionada con ese nombre, sí mismo, y de sentir por consiguiente que corno resul
era a veces úna acusación, a veces una tentación, y tado se halla frente a un objeto ideal. A estas expe
otras veces un crimenL El efecto acumulativo de estas riencias se asociaba la sensación de estar en contacto
referencias fue persuadirme de que su relación mutua conmigo, a la que rae inclino a considerar una forma
dependía de su asociación con el objeto obstructor. primitiva de comunicación que proporciona los cimien
Curiosidad y estupidez seguían un mismo curso, o sea tos en los que, en última instancia, se funda ■la comu
que si aumentaba la primera también lo hada la se- nicación verbal. De sus sentimientos hacia mí cuando
güfTda. Sentía que esto me daba un mayor conoci me identificaba con el objeto obstructor pude inferir
miento del carácter de la fuerza obstructora. Se hizo que éste sentía curiosidad por él, pero no podía sopor
más claro qué era lo que el objeto no podía soportar tar que se lo hiciera receptáculo de partes de su per
en algunas sesiones en las que se puso de manifiesto sonalidad, y por consiguiente efectuaba ataques des
que en la medida en que yo, el analista, insistía en tructores y mutiladores, en gran parte por medio de
la ^comunicación verbal como método para hacer ex variedades de la estupidez, contra su capacidad de
plícitos los problemas del paciente, éste sentía que yo identificación proyectiva. En consecuencia, llegué a
estaba atacando directamente sus propios métodos de la conclusión de que la catástrofe tenía su origen en
comunicación. A partir de esto se pudo establecer que los ataques mutiladores contra esta forma muy pri
cuando se me’ldentificaba con la fuerza obstructora, mitiva de vinculación del paciente con el analista.
lo que no podía tolerar eran los métodos de comuni
cación del paciente. En esta etapa el paciente expe
rimentó mi empleo de la comunicación verbal cómo CONCLUSION
un ataque mutilador contra sus métodos de comunica
ción. A partir de este momento fue sólo cuestión de 91. En algunos casos, negarle al paciente un empleo
tiempo demostrar que el vinculo del paciente conmigo normal de la identificación proyectiva provoca un de
sastre debido a la destrucción de un vínculo impor
era su capacidad de emplear el mecanismo de la iden
tante. Está involucrado en este desastre el estableci
tificación proyectiva. Es decir que su relación con-
miento de un superyó primitivo que niega el uso de la
rnigp y su capacidad de beneficiarse con ella se basaban
identificación proyectiva. Ofrece un indicio del desas
en la oportunidad de escindir partes de su psiquis y tre la aparición de referencias muy dispersas a la cu
proyectarlas' sobre mí.
riosidad, la arrogancia y la estupidez.
De esto dependían una variedad de procedimientos
que el paciente sentía que le proporcionaban experien
cias afectivamente gratificantes tales como, para men
cionar dos, la capacidad de introducir en mí malos
sentimientos y dejarlos allí el tiempo suficiente para
que se modificaran por su permanencia en mi psiquis,
y la capacidad de introducir en mí partes buenas de
VOLVIENDO A PENSAR 129
nismo utilizado por la mente para deshacerse de frag
mentos del yo producidos por su propia destructividad.
^Describiré primero las manifestaciones clínicas, pero
no en el orden dictado por la cronología de su apari
ción en la consulta, sino en aquel que permita que ia
exposición de mi tesis sea lo más clara posible. Luego
8 presentaré material seleccionado para demostrar el
orden que estos mecanismos asumen cuando su interre
ATAQUES AL VINCULO 1 lación está determinada por la dinámica de la situación
analítica. Concluiré formulando observaciones teóricas
sobre el material presentado. Los ejemplos provienen
92. En trabajos anteriores (3) he tenido ocasión, al del análisis de dos pacientes, en una etapa avanzada
referirme a la parte psicótica de la personalidad, de de sus análisis. Para conservar el anonimato, no haré
hablar de los ataques-destructivos del paciente a cual distinción entre los pacientes, y distorsionaré los hechos
quier cosa que siente como teniendo la función de de una manera que espero no perturbará la exactitud
vincular un objeto con otro. En el presente trabajo, de la descripción analítica.
Ime propongo mostrar el significado de este tipo de La observación de la propensión del paciente a ata
ataque destructivo en la formación de algunos de los car el vínculo entre dos objetos, se ve simplificada
síntomas observados en casos limítrofes con la psicosis. porque el analista establece un vínculo con el paciente
El prototipo de todos los vínculos que deseo consi a través de la comunicación verbal y de la capacita
derar'es el pecho o el pene primitivos. Doy por su ción que le presta su experiencia psicoanalítica. La
puesto una familiaridad con las descripciones de Me- relación creativa depende de esto y, por lo tanto, será
lanie Klein sobre las fantasías infantiles de ataques fácil ver los ataques que se le hacen.
sádicos al pecho (6), la escisión de sus objetos por No me ocupo aquí de las resistencias típicas a las
parte del lactante, la identificación proyectiva, que es interpretaciones, sino que amplío a las referencias que
el nombre que da al mecanismo por el cual partes de hice en mi trabajo “La diferenciación de las personali
la personalidad son escindidas y proyectadas en objetos dades psicóticas y no psicóticas” (3), a los ataques
externos, y, finalmente, con su punto de vista sobre destructivos al pensamiento verbal mismo.
estadios tempranos del complejo de Edipo (5). Con
sideraré los ataques fantaseados al pecho como el pro EJEMPLOS CLINICOS
totipo de todos los ataques a objetos que sirven de
vínculo y la identificación proyectiva como el meca- 93. Describiré ocasiones que me proporcionaron la
1 Tnt. J. Psycho-Anal., vol. 40, partes V-VI, 1959.
oportunidad de formular una interpretación al pacien
te, en un momento en que se la podía comprender.
130 W . R . B IO N V O L V IE N D O Á P E N S A R 13,1
sobre una conducta destinada a destruir cualquier cosa que además de este miedo superficial, temía dormir
que vincule a dos objetos. porque para él representaba el escurrimiento de su
Estos son los ejemplos: propia mente. Asociaciones posteriores demostraron
que sentía que mis buenas interpretaciones eran cons
I) Tuve oportunidad de dar al paciente una inter
tante y permanentemente fragmentadas por él y se
pretación que explicitaba los sentimientos afectuosos
transformaban en orina mental que se escurría incon
hacia su madre por la capacidad de ésta para tratar
trolablemente. El sueño era entonces inseparable de
con un niño difícil. El paciente intentó expresar su
la inconsciencia, a su vez idéntica a un estar sin mente,
conformidad y, aunque bastaba con decir unas pocas
estado sentido como irreparable. D ijo: “ Ahora estoy
palabras, su manifestación se vio interrumpida por un
seco” . Contesté que él sentía que estaba despierto y
tartamudeo muy pronunciado, de m odo que su comen
podía pensar, pero que este buen estado sólo podía
tario se extendió sobre un período de un minuto y
mantenerse precariamente.
medio. Los sonidos emitidos se parecían a inspiracio
nes forzadas por falta de aire; estos jadeos se mezcla III) En esta sesión el paciente trajo un material
ocasionado por el intervalo del fin de semana. Su
ban con burbujeos, como si estuviera sumergido en el
reconocimiento de tales estímulos externos se había
agua. Le llamé la atención sobre estos sonidos y él
hecho demostrable en una etapa comparativamente
mismo reconoció que eran insólitos, y proporcionó la
reciente del análisis. Hasta ese momento, su capacidad
descripción que acabo de hacer.
para aprehender la realidad era dudosa. Sabía que
II) El paciente se quejaba de que no podía dor tenía contacto con la realidad porque había solicitado
mir. Con muestras de miedo dijo: “ ¡N o puedo seguir él mismo análisis, pero su comportamiento durante
así!” Mediante frases entrecortadas e inconexas, daba la sesión no permitía suponerlo. Cuando interpreté
la impresión de que sentía superficialmente que alguna algunas asociaciones como prueba de que sentía que
catástrofe iba a ocurrir, quizás algo parecido a la locu había visto y aún estaba viendo el acto sexual entre
ra, si no lograba dormir. Refiriéndome al material de dos personas, reaccionó como si hubiera recibido un
la sesión anterior, sugerí que temía soñar si se dormía. violento golpe. En ese momento no pude decir dónde
Él lo negó y dijo que no podía pensar porque estaba había experimentado la agresión, y aun ahora, retros
mojado. Le recordé su uso del término “ mojado” , pectivamente, no tengo una impresión clara. Sería
como expresión de desprecio hacia alguien que consi lógico suponer que el golpe había sido proporcionado
deraba débil y sentimental. No estuvo de acuerdo e por mi interpretación, y que, por lo tanto, vino de
indicó que el estado al cual se refería era exactamente afuera, pero mi impresión es que lo sintió como pro
el opuesto. Por lo que sabía del paciente, sentí que viniendo de adentro; el paciente vivenciaba frecuente
su corrección era válida en ese momento y que de mente lo que describía como un ataque a puñaladas
alguna manera el “ estar mojado” se refería a una ex desde adentro. Se incorporó y quedó mirando fija
presión de odio y envidia del tipo de las que asociaba mente al espacio. Le dije que parecía ver algo. R e
a ataques urinarios sobre un objeto. Por lo tanto, dije plicó que no podía ver lo que veía. Gracias a expe-
132 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 133
riendas previas pude interpretar que sentía que estaba menos realidad para el paciente. Pero, acontecimientos
“viendo” un objeto invisible; experiencias siguien posteriores demostraron que podían ser correctas.
tes me convencieron que en estos dos pacientes, de V) Esta sesión, como la de mi último ejemplo, em
cuyos análisis extraje el material para este trabajo, pezó con dos o tres observaciones como que hacía
hubo momentos en los que padecían alucinaciones vi calor, que el tren había estado lleno y que era miér
suales-invisibles. Más adelante ofreceré mis razones coles; esto ocupó treinta minutos. Surgió en mí la
para suponer que en éste y en el ejemplo previo ope impresión de que estaba tratando de mantener el con
raban mecanismos similares. tacto con la realidad, impresión que fue confirmada
IV) En los primeros veinte minutos de la sesión el cuando dijo, a continuación, que temía una crisis. Un
paciente hizo tres observaciones aisladas que no tenían poco después dijo que yo no lo comprendería. Inter
ningún sentido para mí. A continuación dijo que pa preté que él sentía que yo era malo y no aceptaría lo
recía que una muchacha que había conocido, lo estaba que él quería poner en mí. Lo hice en estos términos
comprendiendo. Esto fue seguido por un movimiento a propósito, porque había mostrado en la sesión pre
violento, convulsivo, que él pareció ignorar. Parecía via que sentía que mis interpretaciones eran un intento
idéntico al ataque a puñaladas que mencioné en el de expulsar sentimientos que él deseaba depositar en
último ejemplo. Traté de llamar su atención sobre mí. Su respuesta fue que sentía que había dos nubes
este movimiento, pero ignoró mi intervención de la de probabilidades en el cuarto. Interpreté que él es
misma manera que ignoró el ataque. Dijo entonces taba tratando de deshacerse del sentimiento de que mi
que el cuarto estaba lleno de una bruma azul. Más maldad era real. Dije que esto significaba que necesi
tarde dijo que la bruma había desaparecido, pero que taba saber si yo era realmente malo, o si vo era alguna
estaba deprimido. Interpreté que se sentía compren cosa mala que había provenido de dentro de él. Aun
dido por mí. Esto era una experiencia agradable, pero que en el momento este punto no tenía una importan
el sentimiento agradable de ser comprendido había sido cia decisiva, me pareció que el paciente trataba de
inmediatamente destruido y expulsado. Le recordé que decidir si estaba alucinado o no. Esta ansiedad, recu
recientemente habíamos visto su uso de la palabra rrente en su análisis, se asociaba al miedo de que la
“azul” como descripción condensada de una conversa envidia y el odio a la capacidad de comprender, lo
ción sexual censurable. Si mi interpretación era co llevaba a introducir un objeto bueno y comprensivo,
rrecta y los acontecimientos posteriores así lo sugieren, para destruirlo y expulsarlo; procedimiento que había
significaba que la experiencia de ser comprendido ha conducido a menudo a la persecución por parte del
bía sido fragmentada, convertida en partículas de abu objeto destruido y expulsado. Le era importante saber
so sexual, y proyectada. Hasta este momento sentía si mi negativa a comprender era una realidad o una
que la interpretación se aproximaba a su vivencia. alucinación, pero solamente porque esto determinaba
Las interpretaciones siguientes referidas a que la des qué experiencias dolorosas vendrían después.
aparición de la bruma se debía a la reintroyección y VI) La mitad de la sesión transcurrió en silencio:
conversión en sentimientos depresivos, parecían tener el paciente entonces anunció que un pedazo de hierro
134 W . R. B IO S VOLVIENDO A PENSAR 135
había caído al suelo. Después hizo una serie de movi Estos ejemplos aclaran el proceso del soñar esqui
mientos convulsivos en siléncio, como si sintiera que zofrénico. El paciente psicótico parece no tener sue
lo atacaban físicamente desde adentro. Dije que no ños, o por lo menos no referirlos hasta una etapa
podía establecer contacto conmigo debido a su miedo bastante avanzada del análisis. Mi impresión actual,
a lo que ocurría dentro de él. Confirmó esto diciendo es que este período aparentemente sin sueños es un
que sentía que lo asesinaban. No sabía qué haría sin fenómeno análogo a la alucinación visual-invisible. Es
el análisis, ya que éste lo mejoraba. Dije que se sentía decir, que los sueños se componen de material tan in
tan envidioso de él mismo y de mí, porque podíamos finitamente fragmentado, que carecen de componente
trabajar juntos para mejorarlo, que nos incorporó a visual. Cuando el paciente experimenta sueños que
los dos como un pedazo de hierro muerto y un suelo puede traer, porque han versado sobre objetos visuales,
muerto que se juntan, no para darle vida, sino para parece sentir' que estos objetos tienen una relación
asesinarlo. Se puso muy ansioso y dijo que no podía cirio s objetos invisibles de la etapa previa, análoga
seguir. Dije que no podía seguir porque estaba o muer
to o vivo, y tan envidioso que tenía que determinar el a. las'de las heces con la orina. Los objetos que apa
buen análisis. Hubo una disminución marcada de la recen en las experiencias que llamamos sueños, son
ansiedad, pero el resto de la sesión fue ocupada por vivénciados por el paciente como sólidos y, como tales,
observaciones aisladas sobre hechos reales que impre se diferencian de aquellos contenidos oníricos consis
sionaban otra vez como un intento de mantener el tentes en un continuo de fragmentos diminutos c in
contacto con la realidad externa como método de ne visibles.
gar sus fantasías. En el momento de la sesión el tema principal no
era el ataque al vínculo sino las consecuencias del ata
que, previamente realizado, que lo había despojado
ASPECTOS COMUNES DE ESTOS del estado de ánimo necesario para poder establecer
EJEMPLOS una relación satisfactoria entre él y su cama. Aunque
no apareció en la sesión que relato, la identificación
94. Los episodios referidos fueron elegidos porque, proyectiva incontrolable (lo que el dormir significaba
en cada uno, el tema dominante era el ataque destruc para él) era vivenciada como un ataque destructivo
tivo a un vínculo. En el primero, el ataque se expresó contra el estado de ánimo de los padres en el coito.
en un tartamudeo, destinado a impedir que el paciente Había por lo tanto una doble ansiedad; por un lado,
utilizara el lenguaje como vínculo entre él y yo. En miedo de ser despojado de su mente; por otro, miedo
el segundo, el dormir era vivenciado por él como igual de no poder controlar sus ataques hostiles (con armas
a una identificación proyectiva que'se desarrollaba sin provenientes de la mente misma), contra el estado de
que él la pudiese controlar. Dormir significaba para ánimo que constituye el vínculo entre la pareja paren-
él que su mente, fragmentada, fluía como corriente de tai. El dormir y el no dormir eran inaceptables por
partículas agresoras. igual.
136 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 137
En el tercer ejemplo, donde describo alucinaciones expulsadas de la personalidad del paciente. El hecho
visuales de objetos invisibles, somos testigos de un mo de que había dos nubes de probabilidades quedó sin
do de ataque a la pareja sexual. Mi interpretación, aclarar en ese momento, pero en sesiones posteriores
por lo que pude entender, fue vivenciada por él como obtuve material que me llevó a suponer que lo que
si fuera su propia sensación visual de un acto sexual en un principio era un intento de separar lo bueno de
entre los padres; esta impresión visual es diminuta lo malo sobrevivió en la existencia de dos objetos, pero
mente fragmentada y expulsada en partículas tan pe que ahora eran parecidos en que cada uno era una
queñas que constituyen los componentes invisibles de mezcla de lo bueno y lo malo. Considerando el mate
un continuum. El procedimiento total sirve al propó rial de las sesiones posteriores, puedo extraer ahora
sito de impedir la vivencia de sentimientos de envidia conclusiones que no eran visibles en ese momento. Su
hacia el estado de ánimo parental por medio de una capacidad para juzgar que había sido fragmentada y
expresión inmediata de la envidia en un acto destruc destruida con el resto de su yo y luego expulsada, era
tivo. Más adelante haré otras aportaciones sobre este sentida por él como similar a los otros objetos bizarros
odio implícito de la. emoción y sobre la necesidad de del tipo de los que he descripto en el trabajo sobre
evitar su reconocimiento. “Diferenciación de las personalidades psicóticas y no
En el cuarto ejemplo, el relato de la muchacha que psicóticas”. Estas partículas expulsadas eran temidas
comprendía y la bruma, mi comprensión y su agrada debido al trato que él les había dado. Sentía que el
ble estado de ánimo, habían sido vivenciados como un discernimiento enajenado —las nubes de probabilida
vínculo entre nosotros que podría dar lugar a un acto des— indicaban que yo era probablemente malo. Su
creativo. El vínculo había sido visto con odio y con sospecha de que las nubes eran hostiles y perseguidoras,
vertido en sexualidad hostil y destructiva que volviera lo llevaba a dudar del valor de la ayuda que le ofre
estéril a la pareja analista-paciente. cían. Podrían darle un asesoramiento correcto, o uno
En el quinto ejemplo, de las dos nubes de probabi intencionalmente falso, tal como que un hecho era
lidades, la capacidad para comprender es el vínculo una alucinación, o viceversa; o darían lugar a lo que
que se está atacando, pero lo que interesa es el hecho del punto de vista psiquiátrico llamaríamos delirios.
de que el objeto que efectúa el ataque destructivo Las nubes tenían algunas de las cualidades del pecho
es ajeno al paciente. Además, el destructor está ata primitivo y eran vivenciadas como enigmáticas y ame
cando la identificación proyectiva que el paciente vi nazadoras.
vencia como método de comunicación. Mientras mi En el sexto ejemplo, el relato de que un pedazo de
supuesto ataque a su método de comunicación es sen hierro había caído al suelo, no tuve ocasión de inter
tido como posiblemente secundario a sus ataques envi pretar un aspecto del material con el cual el paciente,
diosos sobre mí, él no disocia sus sentimientos de culpa a esta altura del análisis estaba familiarizado. (De
y su responsabilidad. Otro punto es la aparición del bería aclarar que la experiencia me había demostrado
juicio, que Freud considera un aspecto esencial del que en ocasiones, yo daba por sentada la familiariza-
predominio del principio de realidad, entre las partes ción del paciente con algún aspecto de la situación que
138 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 139
estábamos tratando, y descubría luego que, a pesar
del trabajo ya hecho, se la había olvidado.) El aspecto CURIOSIDAD, ARROGANCIA Y ESTUPIDEZ
conocido que no interpreté pero que tiene importancia
en la comprensión del episodio, es que la envidia del 95. En el trabajo que presenté en el Congreso Inter
paciente hacia la pareja de los padres habla sido evi nacional de 1957 (4), sugerí que la analogía que es
tada, sustituyéndolos por la pareja yo-él. Esta evita tablece Freud entre el psicoanálisis y una investigación
ción había fracasado, porque la envidia y el odio esta arqueológica, era productiva si se la consideraba como
ban ahora dirigidos contra mí y contra él mismo. La el descubrimiento no de una civilización primitiva, si
pareja desarrollando un acto creativo es sentido como no de un desastre primitivo. El valor de esta analogía
compartiendo una experiencia emocional envidiable; se ve disminuido porque en el análisis no nos enfren
él, identificado también con la parte excluida, tiene al tamos con una situación estática que permita un estu
mismo tiempo una experiencia emocional dolorosa. En dio detenido, sino con una catástrofe que permanece
muchas ocasiones el paciente, en parte a través de ex activamente vital y, sin embargo, incapaz de resolverse
periencias de tipo de la que he descripto en este epi y llegar al reposo. Esta falta de progreso en cualquier
sodio, y en parte por razones que consideraré más dirección debe ser atribuida en parte a una destrucción
tarde, sentía odio de la emoción positiva y, por lo dé la capacidad para la curiosidad, con la consiguiente
tanto, de la vida misma. Este odio contribuye al ata incapacidad para aprender, pero antes de considerar
que homicida contra lo que vincula a la pareja contra esto, debo aclarar un .punto que apenas se esboza en
la pareja misma y contra el objeto engendrado por la los ejemplos que he presentado.
pareja. En el episodio que describo, el paciente está Los ataques al vínculo se originan en lo que Melanie
sufriendo las consecuencias de sus ataques tempranos Klein llama la fase esquizoparanoide. Este período es
al estado de ánimo que forma el vínculo entre la pa tá dominado por relaciones con objetos parciales (8).
reja creativa y de su identificación tanto con el estado Si se tiene en cuenta que el ^paciente establece una
de ánimo de odio como con el creativo. relación de objeto-parcial con él niTsmo, y también
En esta y en las precedentes ilustraciones, se obser con objetos que no forman parte de él, se comprenden
van elementos que sugieren la formación de un objeto frases como “parecería” que son muy utilizadas por
perseguidor y hostil, o de una aglomeración de tales los pacientes muy perturbados, en aquellas ocasiones
objetos que expresa su hostilidad de una manera muy en que un paciente menos perturbado diría “yo pienso”
importante para producir el predominio de mecanis o “yo creo”. Cuando el paciente dice “parecería”, se
mos psicóticos en el paciente; las características que refiere muchas veces a un sentimiento —un sentimien
he conferido a la aglomeración de objetos perseguido to 'de “parece”— que forma parte de su mente y sin
res tienen la cualidad de un superyó primitivo y ho embargo no es sentido como parte de un objeto total.
micida. El concepto de objetos parciales como análogo a una
estructura anatómica, que se ve favorecido porque el
140 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 141
paciente utiliza imágenes concretas como unidades de
pensamiento, es engañoso, porque la relación de obje NEGACION DE GRADOS NORMALES DE
to-parcial no se establece con las estructuras anatómi IDENTIFICACION PROYECTIVA
cas, sino con la función, no con la anatomía sino con
la fisiología, no con el pecho sino con la alimentación, 96 . Utilizo el término “vínculo” porque deseo con
el envenenar, el amar, el odiar. Esto contribuye a la siderar Ta relación del paciente con una función más
impresión de un desastre dinámico, no estático. El que con el objeto que desempeña esa función; me
problema a solucionar en este nivel temprano y super interesa no sólo el pecho o el pene o el pensamiento
ficial, debe ser encarado, en lenguaje adulto, mediante verbal, sino su función de proporcionar un vínculo
la pregunta: “¿qué es algo?”, y no mediante la pre entre dos objetos.
gunta: “¿por qué es algo?”, porque el “¿por qué?” En sus “Notas sobre algunos mecanismos esquizoi
ha'sido disociado a través de la culpa. Aquellos pro des” (7), Melanie Klein habla de la importancia del
blemas cuya solución dependen de un conocimiento de uso excesivo de la escisión y de la identificación pro-
causa, no pueden ser planteados y mucho menos, re yectiva para producir una personalidad muy perturba
da. También habla de la “introyección del objeto
sueltos. Esto produce una situación en la cual el pa bueno, en primer término el pecho de la madre, como
ciente parece no tener problemas, salvo aquellos plan prerrequisito para un desarrollo normal”. Voy a su
teados por la existencia de analista y paciente. Su poner, sin definir los límites de la normalidad, que
preocupación versa sobre qué es esta o aquella función, existe un grado normal de identificación proyectiva
que reconoce como tal, aunque no puede aprehender que, junto con la identificación introyectiva, constituye
la totalidad de la que la función forma parte. De aquí el fundamento para el desarrollo normal.
se desprende que nunca se plantea porqué el analista Esta impresión deriva en parte de un aspecto del
o el paciente están ahí, o porqué algo fue dicho, hecho análisis de un paciente, difícil de interpretar, porque
o sentido, y que tampoco puede pensar en que se no se mostraba en ningún momento suficientemente
intente alterar las causas de algunos estados de ánimo. obvio como para motivar una interpretación que se
Y como “¿qué?” nunca puede ser contestado sin apoyara en hechos convincentes. El paciente recurría
“¿cómo?” o “¿por qué?”, se producen más dificulta a lo largo de su análisis, a la identificación proyectiva
des. Dejaré esta cuestión de lado para considerar al con una persistencia que sugería que se trataba de un
gunos de los mecanismos utilizados por el lactante para mecanismo del cual nunca había podido valerse sufi
resolver el problema del “¿qué?” cuando se plantea cientemente; el análisis le daba una oportunidad para
en una relación con un objeto parcial que tiene una utilizar un mecanismo del que había sido privado.
función. Hubo sesiones que me llevaron a suponer que el pa
ciente sentía que había algún objeto que le negaba
el uso de la identificación proyectiva. En las ilustra
ciones que ofrecí aquí, especialmente en la primera
142 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 143
(el tartamudeo) y la cuarta (la muchacha compren dientemente a las manifestaciones emocionales del ni
siva y la bruma azul), hay elementos que indican que ño. Esta respuesta obediente, tenía un elemento de
el paciente sentía que partes de su personalidad que impaciencia, de “no sé lo que tiene esta criatura”. Mi
quería depositarme, eran rehusadas por mí, pero hubo deducción es que para comprender lo que necesitaba
asociaciones previas a esto, que me llevaron a este el niño, la madre tendría que haber actuado ante los
enfoque. llantos más que con un simple acto de presencia. Des
Cuando el paciente trataba de deshacerse del temor de el punto de vista del niño, ella tendría que haber
a la muerte, sentido como demasiado poderoso para incorporado y experimentado el temor de que él se
contenerlo en su propia personalidad, disociaba sus te estaba muriendo. Este temor era el que el niño no
mores y los depositaba en mí, con la idea de que si podía contener dentro de sí. Trataba de disociarlo
podían permanecer allí durante un tiempo, serían mo juntamente con la parte de la personalidad que lo
dificados por mi mente y podrían entonces ser rein- contenía y proyectarlo dentro de la madre. Una madre
troyectados sin peligro. En la ocasión a que me refiero, comprensiva puede vivenciar este miedo, que el niño
el paciente había sentido que yo los evacuaba tan rá está tratando de resolver por medio de la identifica
pidamente que los sentimientos no se modificaban, y ción proyectiva, y mantener su equilibrio. El paciente
que, al contrario, se volvían más dolorosos, probable tuvo una madre que no podía tolerar la vivencia de
mente por razones similares a aquellas que formulé en tales sentimientos, y reaccionaba negándoles la entrada
la quinta ilustración (las nubes de prohabilidades). o, alternativamente, siendo presa de la ansiedad resul
Asociaciones de un período previo del análisis, mos tante de la introyección de los sentimientos del niño.
traban una intensidad creciente de las emociones del Esta última reacción, me parece, era menos frecuente:
paciente. Esto se originaba en lo que él sentía como dominaba la negación.
mi negativa a aceptar partes de su personalidad. Co Para algunos, esta reconstrucción será demasiado
mo consecuencia, luchaba por metérmelas con violencia fantasiosa; a mí no me parece forzada, y responde a
y desesperación crecientes. Su comportamiento aislado aquellos que pueden objetar que se da demasiado én
del contexto del análisis podría haber sido tomado co fasis a la transferencia, sin aclarar debidamente los
mo la expresión de una agresión primaria. Cuanto recuerdos tempranos.
más violentas sus fantasías de identificación proyecti- En el análisis se puede ver una situación compleja.
va, más miedo me tenía. Hubo también sesiones en El paciente siente que se le permite aprovechar una
que este comportamiento expresaba agresión inmoti oportunidad de la que antes había sido privado. Lo
vada, pero menciono estos ejemplos porque muestran doloroso de su privación se hace así más intenso, y
al paciente en otro aspecto, es decir, su violencia como también el resentimiento por haber sido privado. Co
reacción a lo que él sentía como mi defensa hostil. existen la gratitud hacia el analista por la oportunidad
Me sentía testigo, en la situación analítica, de una provista y la hostilidad contra él como persona que no
escena muy arcaica. Sentí que el paciente había vi- va a comprender, y que le niega al paciente el uso
venciado en la infancia una madre que respondía obe del único modo de comunicación de que se dispone
144 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 145
j para hacerse comprender. De esta manera, el vínculo proyectivas del paciente. Ataques al vínculo, por lo
entre paciente y analista, o niño y pecho, es el meca- tanto, son sinónimos de ataques al estado receptivo
) nismo de la identificación proyectiva. Los ataques de la mente del analista, originariamente de la madre.
destructivos contra este vínculo se originan en una La capacidad de introyectar es transformada por la
fuente externa al paciente o al niño; es decir, el ana envidia y el odio del paciente en avidez que devora
lista o el pecho. El resultado es una identificación la mente del paciente; de la misma manera, un estado
proyectiva excesiva por parte del paciente y un dete apacible se transforma en indiferencia hostil. En este
rioro de su proceso de desarrollo. momento surgen problemas analíticos a través del
No propongo esta experiencia como la causa de la acting out del paciente (para destruir el estado apa
perturbación del paciente: esa tiene su fuente principal cible tan envidiado), actos delictivos y amenazas de
en la tendencia innata del niño, como describí en mi suicidio.
trabajo sobre “Diferenciación de las personalidades
psicóticas y no psicóticas” (3). Lo considero un as
pecto principal del factor ambiental en la génesis de CONSECUENCIAS
la personalidad psicótica.
Antes de discutir este factor ambiental en el desa 97. Pasando revista a los aspectos principales des
rrollo del paciente, debo referirme a las características tacados hasta ahora, vemos que el origen de la pertur
innatas y al rol que desempeñan en la producción de bación es doble. Por una parte, la tendencia innata
ataques por parte del niño contra todo lo que lo vincu del paciente a la destructividad excesiva, al odio y a
la al pecho, es decir, a la agresión primaria y a la la envidia; por la otra, el ambiente que, en su peor
envidia. La gravedad de estos ataques se ve aumen expresión, le niega el uso de mecanismos de escisión y
tada si la madre manifiesta el tipo de incomprensión de identificación proyectiva. En algunas instancias, los
que he descripto, y se ve disminuida, pero no abolida, ataques destructivos al vínculo entre paciente y am
si la madre puede introyectar los sentimientos del lac biente o entre distintos aspectos de la personalidad del
tante y permanecer equilibrada (9), la gravedad per paciente, tienen su origen en él mismo; otras en la
manece porque un niño psicótico está agobiado por madre, aunque en este último caso, y en los pacientes
el odio y la envidia de la capacidad de la madre para psicóticos, no puede ser nunca solamente en la madre.
mantener un estado de ánimo apacible, aun experi Estas perturbaciones comienzan con la vida misma.
mentando los sentimientos del niño. Esto fue demos El problema que enfrenta el paciente es: ¿cuáles son
trado claramente por un paciente que insistía en que los objetos que él reconoce? Estos objetos, internos o
yo tenía que convivir la experiencia con él, pero expe externos, son de hecho objetos parciales y, predomi
rimentaba odio cuando sentía que yo era capaz de nante aunque no exclusivamente, lo que llamaríamos
hacerlo sin claudicar. Aquí tenemos otro aspecto del funciones, no estructuras morfológicas. Esto se ve en
ataque destructivo al vínculo; siendo éste la capaci mascarado porque el pensamiento del paciente, es con
dad del analista para introyectar las identificaciones ducido a través de objetos concretos y, por lo tanto,
146 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 147
tiende a producir en la mente sofisticada del analista
la impresión de que la preocupación del paciente versa SUPERYO
sobre la naturaleza del objeto concreto. El paciente
explora, por medio de la identificación proyectiva, la 98 El desarrollo temprano del superyó es efectuado
naturaleza de las funciones que despiertan su curiosi .
por este tipo de funcionamiento, de la siguiente ma
dad. Sus propios sentimientos, demasiado poderosos nera: como he dicho ya, el vínculo entre lactante y
para ser contenidos dentro de su personalidad, se en pecho depende de la identificación proyectiva y de
cuentran entre estas funciones. La identificación pro la capacidad para introyectar las identificaciones pro-
yectiva lo habilita para investigar sus propios senti
mientos en una personalidad lo suficientemente fuerte yectivas. Un fracaso en esta introyección hace que los
como para contenerlos. La negación del uso de este objetos externos aparezcan como intrínsecamente hos
tipo de mecanismo, sea por la negativa de la madre tiles a la curiosidad y al método de la identificación
para servir como depositario de los sentimientos del proyectiva, por el cual el lactante trata de satisfacerla.
niño o por la envidia y el odio del paciente que no Si el pecho es vivenciado como fundamentalmenteJ
puede permitir que su madre ejerza esta función, lleva comprensivo, se transforma, mediante el odio y la en
a la destrucción del vínculo entre niño y pecho y, por vidia del niño, en un objeto cuya voracidad tiene por
lo tanto, a una perturbación severa del impulso de meta introyectar las identificaciones proyectivas del
curiosidad, del que depende toda la capacidad para niño para destruirlas. Esto se puede ver en la creencia
aprender. Se prepara el camino para una detención del paciente de que el analista, trata al comprender
grave del desarrollo. Además, debido a la negación del al paciente, de enloquecerlo. El resultado es un objeto
principal método de que dispone el lactante para tra que, una vez instalado en el paciente, ejerce la función
tar con sus emociones demasiado intensas, la conduc de un superyó severo y destructor del yo. Esta des- -
ción de su vida emocional, problema grave de todas cripción no es correcta aplicada a cualquier objeto en
maneras, se hace intolerable. Los sentimientos de odio la posición esquizoparanoide porque supone un objeto
se dirigen contra todas las emociones incluso contra el
odio mismo y contra la realidad externa que la estimu total. La amenaza que encierra este objeto total con
la. Del odio a las emociones a odiar la vida misma hay tribuye a la incapacidad, bien descripta por Melanie
sólo un pasó. Como dije en mi trabajo “Diferenciación Klein y otros (11), que tiene el paciente psicótico
de las personalidades psicóticas y no psicóticas” (3), para enfrentar la posición depresiva y los desarrollos
este odio conduce a recurrir a la identificación pro que dependen de ella. En la posición esquizoparanoi
yectiva de todo el aparato perceptivo, incluyendo el de, los objetos bizarros compuestos parcialmente de
pensamiento embrionario que forma un vínculo entre elementos de un superyó perseguidor, son predominan
las impresiones sensoriales y conciencia. La tendencia tes, tal como lo describí en mi trabajo “Diferenciación
a la excesiva identificación proyectiva es reforzada de las personalidades psicóticas y no psicóticas”.
cuando predominan los instintos de muerte.
148 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 149
El objeto interno que, en su origen, fue un pecho
DETENCION DEL DESARROLLO externo que rehusó introyectar, cobijar, y así modifi
La perturbación del impulso de curiosidad, del que car la fuerza perniciosa de la emoción, es sentido, pa
depende todo aprendizaje, y la negación del mecanis radójicamente, como intensificando, en relación con
mo por el cual trata de manifestarse, hacen imposible fuerza del yo, las emociones contra las cuales inicia los
el desarrollo normal. Otros hechos interfieren si el ataques. Estos ataques sobre la función vinculadora
curso del análisis es favorable; problemas que en len de la emoción llevan a un predominio en la parte
guaje sofisticado, se formulan con la palabra “¿por psicótica de la personalidad, de vínculos que parecen
que?”, no se pueden plantear. El paciente parece no lógicos, casi matemáticos, pero nunca emocionalmente
poder aprehender las causas y se queja de estados de razonables. Gomo consecuencia, los vínculos que per
ánimo dolorosos, mientras persiste en las actitudes que duran son perversos, crueles y estériles.
los engendran. Por esta razón, cuando se presenta ma El objeto externo internalizado, su naturaleza, los
terial apropiado, se debe mostrar al paciente que no efectos que produce en los métodos de comunicación
tiene interés en saber porqué él siente así. La eluci dentro de la mente y con el ambiente, serán elaborados
dación del alcance limitado de su curiosidad, llevará posteriormente.
al (ensanchamiento del campo y a una preocupación
incipiente por las causas. Esto conduce a modifica
ciones" de su conducta, que de otra manera sólo pro
longa su sufrimiento. BIBLIOGRAFIA
1) Bion, W. R. (1954). “Notes on the Theory of Schizo-
CONCLUSIONES phrenia”. Int. J . Psycho-Anal., 35, parte II. Cap. II de
este libro “Notas sobre la teoría de la esquizofrenia”.
99. Las principales conclusiones de este trabajo es 2) — (1956). “Development of Schizophrenic Thought”.
Int. J. Psycho-Anal., 37. Cap. III de este libro “Desarro
tán relacionadas con aquel estado de ánimo en el que llo del pensamiento esquizofrénico”.
la mente del paciente contiene un objeto interno que 3) _ (1957). “The differentiation of the Psychotic from
se opone a todo vínculo y lo destruye, desde el más the Non-Psychotic Part of the Personality”. Int. J.
primitivo (que, como he sugerido, es un grado normal Psycho-Anal., 38, partes III-IV. Cap. V de este libro
de identificación proyectiva) hasta las formas más so “Diferenciación de las personalidades psicóticas y no psi-
fisticadas de comunicación verbal y artística. cóticas”.
En este estado de ánimo la emoción es odiada; es 4) — (1957). “On the Arrogance”. Int. Psycho-Anal.,
Congreso, 1957. Cap. VII de este libro “Sobre la arro
sentida como demasiado intensa para ser contenida en gancia”.
la mente inmadura, es sentida como vínculo entre 5) Klein, M. (1928). “Estadios tempranos del complejo
objetos, y le confiere realidad a objetos que no son el edípico”, en Contribuciones al psicoanálisis, Buenos Aires,
self, y por lo tanto hostiles al narcisismo primario. Hormé, 1964.
150 W . R . B IO N
deberán por lo tanto experienciar hechos que se apro bre y por lo tanto son concepciones fijas, o pensamien
ximen a la teoría. tos. La concepción es iniciada por la conjunción de
No asigno importancia diagnóstica a la teoría, aun una preconcepción con una realización *.
que pienso que puede ser aplicable cuando se cree La preconcepción puede ser considerada como algo
que existe un trastorno del pensamiento. Su impor similar en psicoanálisis, al concepto kantiano de “pen
tancia diagnóstica dependerá del patrón formado por samientos vacíos”. Un modo psicoanalítico de esto
la constante conjunción de una serie de teorías, de la podría ser la teoría de que el bebé tiene una disposición
cual esta teoría sería una. innata que corresponde a la expectación de un pecho.
Puede ayudar a explicar la teoría si comento el Cuando la preconcepción es puesta en contacto con
trasfondo de experiencias emocionales de las cuales una realización que se aproxima a ella, el resultado
ha sido extraída. Haré esto en términos generales sin mental es una concepción. Dicho de otro modo, la
pretender rigorismo científico. preconcepción (la expectativa innata de un pecho, el
101. Es conveniente considerar el pensar como de conocimiento a priori de un pecho, el “pensamiento
pendiendo del resultado exitoso de dos desarrollos vacío” ), en el momento en que el niño es puesto en
mentales fundamentales. El primero es el desarrollo contacto con el pecho mismo, entra en conjunción con
de pensamientos. Estos requieren un aparato para el darse cuenta de la realización del hecho y es sin
manejarlos. El segundo desarrollo, por lo tanto, es el crónica con el desarrollo de una concepción. Este
de este aparato que provisoriamente denominaré el modelo servirá para la teoría de que cada vez que una
pensar {thinking). Repito —el jaensar es llamado a preconcepción se une a su realización se produce una
existir para manejar pensamientos. concepción. Las_concepciones por consiguiente siem
Se advertirá que esto difiere de cualquier teoría que pre estarán unidas a una experiencia emocional de
considere el pensamiento como un producto del pen satisfacción.
sar, ya que considera que el pensar es un desarrollo Limitaré el término “pensamiento” a la conjunción
impuesto en la psiquis por la presión de pensamientos, de uña preconcepción con una frustación, El modelo
y no al revés. qué propongo es el de un bebé cuya expectación de
Los procesos psicopatológicos pueden estar asocia un pecho entra en conjunción con la realización de la
dos con una o con ambas fases, esto es, pueden estar no existencia de un pecho para su satisfacción. Esta
relacionados con una falla en el desarrollo de pensa
mientos, o con una falla en el desarrollo del aparato * En el Diccionario Appleton’s Revised-Cuyas encontra-
para “pensar”, o sea, tratar con pensamientos, o con . mos los siguientes significados del término realization, em
ambos a la vez. pleado en el texto inglés: realización, verificación, concep
ción, comprensión. Hemos elegido realización en la presente
Los “pensamientos” pueden ser clasificados, de traducción por creer que en su acepción española de: “acción
acuerdo con la naturaleza de la historia de su desarro y efecto de realizarse” y “realizarse: verificar, hacer real y
llo, como preconcepciones, concepciones o pensamien efectiva una cosa” (Espasa-Calpc Abreviado) y “darse cuen
tos. y finalmente, conceptos; los conceptos tienen nom ta”, “comprender”, efectuar”, “llevar a cabo” , expresa la
intención de Bion. (IV. del T .)
154 V O LV IE N D O A P E N S A R 155
VV. R . B IO N
conjunción es experimentada como un no-pecho o un se^produce un desarrollo hipertrófico del aparato para
pecho “ausente” adentro. El próximo paso depende la identificación proyectiva. El modelo que propongo
de la capacidad del niño para tolerar frustraciones: en para este desarrollo es una 'psiquis que opera basada
particular depende de si la decisión es eludir la frus erTel principio que la evacuación de un pecho malo
tración o modificarla. es. sinónimo de la obtención de suministros de un pe
¡ Si la capacidad para tolerar la frustración es sufi cho bueno.
ciente el “no-pecho” adentro deviene un pensamiento, t El resultado final es que todos los pensamientos son
i y se desarrolla un aparato para “pensar”. Esto inicia
.tratados como si fueran indistinguibles de los objetos
el estado descripto por Freud en Los dos principios !malos internos; se siente que la máquina apropiada
del suceder psíquico, en el que el predominio del prin es, no un aparato para pensar los pensamientos, sino
cipio de realidad es sincrónico con el desarrollo de un aparato para librar a la psiquis de la acumulación
una capacidad para pensar, y de este modo para cerrar de objetos malos internos. El punto crucial está en la
la brecha de la frustración que se produce entre el decisión entre modificar o eludir la frustración.
momento en que se siente un deseo y el momento en 102. Elementos matemáticos, tales como rectas, pun
queda acción apropiada para satisfacer el deseo cul tos, círculos y algo que corresponde a lo que más tarde
mina en su satisfacción. La capacidad para tolerar es conocido como números, derivan de realizaciones
frustración permite a la psiquis desarrollar pensamien de dualidades como en pecho y niño, dos ojos, dos piés,
tos como un medio por el cual la frustración que es etcétera.
tolerada se hace más tolerable. Si la capacidad para Si la intolerancia de la frustración no es demasiado
tolerar la frustración es inadecuada, el “no-pecho” intensa, la modificación se convierte en el fin domi
malo interno, que una personalidad capaz de madurez nante. El desarrollo de elementos matemáticos, u ob
reconoce finalmente como un pensamiento, confronta jetos matemáticos como los denomina Aristóteles, es
a la psiquis con la necesidad de decidir entre evadir la análogo al desarrollo de concepciones.
: frustración o modificarla. Si la intolerancia a la frustración predomina, se to
La incapacidad de tolerar la frustración inclina la man medidas para evadir la percepción de la realiza-
balanza en la dirección de eludir la frustración. El > ción por medio de ataques destructivos. En la medida
resultado es una significativa desviación de los hechos que la preconcepción y la realización entran en con
que Freud describe como característico del pensamien junción se forman concepciones matemáticas, pero
to en la fase de predominio del principio de realidad. éstas son tratadas como si fueran indistinguibles de las
Lo que debería ser un pensamiento, un producto de cosas-en-sí y son evacuadas a alta velocidad como pro
la'yuxtaposición de una preconcepción con una reali yectiles para aniquilar el espacio. En la medida en que
zación negativa, se transforma en un objeto malo, in el espacio y el tiempo son percibidos como idénticos a
distinguible de una cosa-en-sí-misma, adecuada solo un objeto malo que es destruido, es decir, como un
para ser evacuada. Por consiguiente, el desarrollo de no-pecho, la realización que debiera entrar en conjun
un aparato para pensar se ve perturbado, y__en cambio ción con la preconcepción no está disponible para
156 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 157
I completar las condiciones necesarias para la formación se asume la omnisciencia como sustituto del aprendi
de una concepción. El predominio de la identificación zaje a través de la experiencia con la ayuda de pensa
proyectiva confunde la distinción entre el self y el mientos y del pensar. No existe por lo tanto una acti
objeto externo. Esto contribuye a la ausencia de cual vidad psíquica que discrimine entre lo verdadero y lo :
quier percepción de dualidad, desde que esta percep falso. La omnisciencia substituye la discriminación en
ción depende del reconocimiento de una diferencia tre lo verdadero y lo falso, por la afirmación dictato
entre sujeto y objeto. rial de que una cosa es moralmente correcta y otra
Me di cuenta gráficamente de la relación con el equivocada. La suposición de omnisciencia que niega
tiempo, gracias a un paciente que decía una y otra realidad asegura que la moral así engendrada sea una
vez que estaba perdiendo el tiempo —y continuaba función de la psicosis. La discriminación entre lo ver
perdiéndolo. Las consecuencias de esto se pueden ver dadero y lo falso es una función de la parte no psicó-
ilustradas en Alicia en el país de las maravillas, en tica de la personalidad y de sus factores. Existe así en/
el episodio del “Té del sombrerero loco”, donde siem potencia un conflicto entre la afirmación de la verdad
pre son las cuatro de la tarde. y la afirmación de un ascendiente moral. El extremis
La incapacidad para tolerar frustración puede obs mo de una contagia a la otra.
truir el desarrollo de pensamientos y de una capacidad 103. Algunas preconcepciones se relacionan con ex
de pensar, aunque una capacidad de pensar disminui pectativas del self. El aparato preconceptual está ade
ría la sensación de frustración inherente a la aprecia cuado para realizaciones que caen dentro de la redu
ción de la distancia entre un deseo y su satisfacción. cida variedad de circunstancias adecuadas a la super
Las concepciones, esto es, el resultado entre una pre vivencia del niño. Una circunstancia que afecta la
concepción y su realización, repite de un modo más supervivencia es la personalidad del niño mismo.
complejo la historia de la preconcepción. Una concep Por lo común, la personalidad del niño, así como
ción no necesariamente encuentra una realización que otros elementos ambientales, esta manejada por la ma
aproxime lo suficiente como para satisfacer. Si la frus dre. Si la madre y el niño están adaptados el uno al
tración puede ser tolerada la conjunción de concepción otro, la identificación proyectiva desempeñará un papel
y realización, ya sean positivas o negativas, inicia los principal en este manejo, a través del funcionamiento
procedimientos necesarios para aprender de la expe de un sentido de realidad rudimentario y frágil, la
riencia. identificación proyectiva, habitualmente una fantasía
* Si la intolerancia de la frustración no es tan grande omnipotente, opera en este caso realísticamente. Esta,
como para poner en actividad los mecanismos de eva pienso, es su condición normal. Cuando M. Klein
sión, pero es lo suficientemente intensa como para pre habla de un “exceso” de identificación proyectiva, creo
dominar sobre el principio de realidad, la personalidad que el término “exceso” debe comprenderse no sólo
desarrolla omnipotencia como sustituto de la conjun como si se aplicara exclusivamente a la frecuencia con
ción de la preconcepción, o de la concepción, con la que se utiliza el mecanismo de identificación proyec
realización negativa de un hecho. Esto implica que tiva, sino a una excesiva creencia en la omnipotencia.
158 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 159
Gomo actividad realista se evidencia como una con 104. He descripto anteriormente (en un Congreso
ducta razonablemente calculada para despertar en la Científico de la Sociedad Psicoanalítica Británica) la
madre sentimientos de los que el niño desea liberarse. utilización de un concepto de “función-alfa” como ins
Si el niño siente que está muriendo puede despertar trumento de trabajo en el análisis de perturbaciones
en la madre el temor a su muerte. Una madre equi del pensamiento. Me pareció entonces conveniente
librada podrá aceptar estos temores y reaccionar tera postular una función-alfa que convierte los datos de
péuticamente: es decir, haciendo que el niño sienta los sentidos eri elementos-alfa, y qué de este modo
que se le devuelve su atemorizada personalidad pero proporciona a la psiquis el material necesario para los
en forma tal que puede tolerarla (los temores son pensamientos de los sueños, y por lo tanto, la capacidad
manejables por la personalidad del niño). Si la madre de despertarse o dormirse, de estar consciente o incons
no puede tolerar esas proyecciones, el niño se ve redu ciente. De acuerdo con esta teoría la conciencia de
cido a continuar la identificación proyectiva llevada pende de la función alfa y es una lógica necesidad
a cabo con mayor fuerza y frecuencia. El incremento suponer que dicha función existe si vamos a suponer
de la intensidad parece despojar a la proyección de su que el self puede tener conciencia de sí mismo en el
penumbra de significado. La reintroyección se efectúa sentido de que se conoce a sí mismo por haberse expe
con fuerza y frecuencia similares. Deduciendo los sen rimentado a sí mismo. Sin embargo, el fracaso en
timientos del paciente a través de su comportamiento
en el consultorio, y utilizando tales deducciones, para establecer una relación entre el niño y la ifíkdre en la
construir un modelo, el niño de mi modelo no actúa que la identificación proyectiva normal sea posible,
en la forma que yo supondría habitualmente actuaría impide el desarrollo de una función alfa y por lo tanto
un paciente adulto que piensa. Actúa como si sintiese de una diferenciáción de elementos en conscientes o
que ha aparecido un objeto interno dotado de las ca inconscientes.
racterísticas de un “pecho” voraz en forma de vagina, La dificultad se salva restringiendo el término “con
que despoja de su bondad a todo cuanto el niño recibe ciencia” al significado que le confiere la definición de;
o da, dejando sólo objetos degenerados. Este objeto Freud. Utilizando el término “conciencia” en este sen
interno quita al huésped que lo aloja, toda posible tido restringido, es posible suponer que esta conciencia
comprensión. En el análisis, estos pacientes son inca obtiene “datos sensoriales” del self, pero no existe una
paces de recibir lo que el ambiente les ofrece, y por función alfa que los convierta en elementos alfa y que
consiguiente, recibir de su analista. Las consecuencias permita por lo tanto una capacidad de ser consciente
para el desarrollo de una capacidad de pensar son gra o inconsciente del self. La personalidad del niño por
ves; me referiré tan sólo a una, es decir, el desarrollo sí misma es incapaz de utilizar los datos de los senti
precoz de la conciencia. dos, y tiene que evacuar esos elementos en la madre,
\ Con conciencia entiendo en este contexto, lo que y confiar en ella para hacer todo cuanto sea necesario
Freud describió como un “órgano sensorial para la para convertirlos en una forma adecuada que le per
¡ percepción de las cualidades psíquicas”. mita al niño utilizarlos como elementos alfa.
160 W. R . B IO N
V O L V IE N D O A P E N S A R 161
La limitada conciencia definida por Freud, que yo ción proyectiva implica que en lugar de un objeto ;
utilizo a mi vez para definir una conciencia infantil comprensivo el niño tiene un objeto voluntariamente
rudimentaria no se relaciona con un inconsciente. To- incomprensivo, con el cual se identifica. Más aún, sus
J das las impresiones del self tienen igual valor; todas cualidades psíquicas son percibidas por una concien
son conscientes. L a capacidad materna para el ensue cia precoz y frágil.
ño ( reverte) es el órgano receptor de la cosecha de 105. El aparato de que dispone la psiquis puede r
sensaciones de sí mismo que el niño obtiene por medio considerarse como constituido por cuatro partes:
de su conciencia.
Una conciencia rudimentaria no podría cumplir las 1) El pensamiento, asociado con la modificación y
tareas que por lo común atribuimos al dominio de la la evasión.
conciencia y sería equivocado intentar separar el tér 2) L a identificación proyectiva, asociada con la
mino “ conciencia” de la esfera del uso común donde evasión por la evacuación y que no debe ser confundida
se la aplica a funciones mentales de gran importancia con la identificación proyectiva normal (o como dije
en el pensamiento racional. Por el momento hago la en el parágrafo 103 “ realística” .
distinción tan sólo para mostrar lo que ocurre si se 3) Omnisciencia (sobre le principio de tout savoir,
produce una ruptura en el Ínterjuego a través de la iout condamner).
identificación proyectiva entre la conciencia rudimen 4) Comunicación. 1
taria y el ensueño materno. El examen del aparato que acabo de describir en
Un desarrollo normal tendrá lugar si la relación estos cuatro puntos, demuestra que está destinado a
entre el niño y el pecho permite a aquél proyectar un manejar pensamientos en el sentido amplio del térmi
sentimiento, por ejemplo, que se está muriendo, en la no, es decir, incluyendo todos los objetos que he des-
madre y reintrovectarlo después que su estadía en el cripto como concepciones, pensamientos, pensamientos
pecho lo ha tornado tolerable para la psiquis del niño. del sueño, elementos alfa y elementos beta, como si se
Si la proyección no es aceptada por la madre, el niño tratase de objetos que deben ser manejados: a) por
siente que a su sentimiento de que se está muriendo que en una u otra forma contenían o expresaban un
lé es arrancado su significado. Por lo tanto, lo que problema, y b) porque eran en sí sentidos como excre
reintróyecta no es un miedo:_3e morirse que se ha cencias indeseables de la psiquis y requerían atención
tornado tolerable, sino un terror sin nombre. y eliminación por uno u otro medio, por esa misma
¡J Las tareas que la ruptura en la capacidad del en razón.
sueño de la madre ha dejado inconclusas se imponen
106. Como expresiones de un problema, es evidente ‘
a la conciencia rudimentaria; todas están relacionadas
que requieren un aparato destinado a desempeñar la
en grados diferentes con la función de correlación.
misma función de cerrar la brecha entre el conocimien
•i L a conciencia rudimentaria no puede llevar el peso to y la apreciación de carencia y la acción destinada
de la tarea con que se la ha cargado. El estableci a modificar la carencia, tal como la que desempeña
miento interno de un objeto que rechaza la identifica la función alfa al cerrar la brecha entre los datos de
162 W . R. BIÓN VOLVIENDO A PENSAR 163
los sentidos y la apreciación de los datos de los sentidos. Esto me lleva a la comunicación. En su origen la
, (Én este contexto incluyo la percepción de las cuali comunicación se efectúa por la identificación proyec-
dades psíquicas como requiriendo el mismo tratamiento tiva realista. Este sistema primitivo del niño sufre
que los datos de los sentidos.) En otras palabras, del distintas vicisitudes incluso, como hemos visto, la de
mismo modo que los datos de los sentidos deben ser gradación a través de la hipertrofia de la fantasía
modificados y elaborados por la función alfa para tor omnipotente. Si la relación con el pecho es buena,
narlos disponibles para pensamientos del sueño, etcé podrá convertirse' en una capacidad del self para to
tera, del mismo modo los pensamientos tienen que ser lerar sus propias cualidades psíquicas y preparar así el
elaborados para hacerlos disponibles para ser traduci camino para la función alfa y el pensamiento normal.
dos en acción. Pero también se desarrolla como parte de la capacidad
La traducción en acción involucra publicación, co social del individuo, Este proceso, de gran importancia
municación y sentido común. He evitado hasta el mo en los dinamismos del grupo, virtualmente no ha reci
mento la discusión de estos aspectos del pensamiento bido atención; su ausencia haría imposible inclusive la
aun cuando están implícitos en la discusión y uno al comunicación científica. ...Sin embargo, su presencia
menos ha sido abiertamente bosquejado; me refiero a puede provocar sentimientos de persecución entre los
la correlación. receptores de la comunicación. La necesidad de dis
, La publicación en su origen puede ser considerada minuir los sentimientos persecutorios intensifica la ten
I como poco más que una función de los pensamientos, dencia hacia la abstracción en la formulación de co
es decir, hacer accesibles a la conciencia los datos sen municaciones científicas. La función de los elementos
soriales. Quiero reservar este término para las opera dé comunicación, palabras y signos, es la de transmitir
ciones necesarias para hacer público lo que es cono ya'sea por medios de simples sustantivos o grupos ver
cimiento privado del individuo. Los problemas impli bales, el hecho de que ciertos fenómenos se hallen en
cados en esto pueden ser considerados como técnicos conjunción constante dentro del patrón de la relación
y emocionales. Los problemas emocionales se relacio que existe entre ellos.
nan con el hecho de que el individuo humano es un Una función importante de la comunicación es la
animal político y no puede realizarse plenamente fuera de alcanzar correlación. En tanto que la comunicación
de un grupo, ni puede satisfacer sus impulsos emocio sigue siendo una función privada, las concepciones, los
nales sin expresar su componente social. Sus impulsos, pensamientos^ y sus verbalizaciones son necesarios para
y me refiero a todos los impulsos, no tan sólo a los facilitar la conjunción de una serie de datos aportados
sexuales, son al mismo tiempo narcisísticos. El proble por los sentidos con otra. Si la conjunción de datos
ma reside en la resolución del conflicto entre el nar es armónica, se experimenta una sensación de verdad
cisismo y el social-ismo. El problema técnico es el que y es de desear que este sentimiento se exprese en una
se relaciona con la expresión de pensamientos o con afirmación análoga a una afirmación funcional de la
cepciones por medio del lenguaje, o su equivalente en verdad. El fracaso de esta conjunción de los datos de
signos. los sentidos, y por lo tanto de un punto de vista con
164 W . R. BION
Los párrafos 2 y 3 son inexactos; las proposiciones taciones —parcialmente fundadas en mis ideas acerca
de esos dos párrafos enuncian hechos bastante aproxi del significado de la teoría psicoanalítica— seguida
mados a la realidad. Pensé esto en aquella época, y por una fiel exposición de las consecuencias de las in
lo mismo pienso ahora. ¿Qué importancia hay que terpretaciones. En la actualidad me parece más co
atribuir a estas afirmaciones, una en el artículo, efec rrecto considerar a este y a todos los demás artículos
tuada algunos meses después de la experiencia, y la escritos por mí (son estos los trabajos que conozco más
otra en este libro, hecha veinte años después? íntimamente) como conjuntos de proposiciones de ca
Se acostumbra pensar que un informe escrito alre lidad variable. Por ejemplo, en el párrafo 5 la pro
dedor de una hora después de los hechos que se pro posición inicial enuncia verbalmente una imagen vi
pone describir tiene una validez intrínseca especial, y sual. Leyéndolo ahora, después de diecisiete años,
es superior al reláto redactado muchos meses, y hasta puedo recibir una impresión visual que en cierta me
años, después. Yo supondré simplemente que se trata dida me recuerda algo que no es posible aprehender
de dos exposiciones distintas del mismo hecho, sin su sensorialmente: la depresión. La afirmación de que
gerir qué una sea superior a la otra. Se necesita alguna sus intervenciones eran “indiferentes y monosilábicas”,
técnica para revelar el carácter de ambos relatos y de en el contexto del resto del párrafo, me hace suponer
los elementos divergentes en ellos. Los historiadores ahora que el paciente estaba deprimido, pero esto no
están habituados a los usos de la historia “contempo es lo mismo que decir que él estaba deprimido que
ránea” y de la historia escrita lo bastante después de describirlo como indiferente y monosilábico. Esta es
los acontecimientos como para que “se hayan enfriado la clave de la situación, pues cuanto más libre es la
las pasiones” y la perspectiva sea más madura. El relación del psicoanalista con su paciente, más sutil es.
psicoanalista necesitará una definición más precisa de Se trata de una experiencia inefable. La interpreta
los hechos que hay detrás de estas distinciones. ción del psicoanalista debe referirse a un estado mental
La necesidad de discreción implica la sustitución de que es tanto más- difícil de describir en términos senso
ciertos hechos por invenciones concebidas de modo riales cuanto más se esfuerza aquél por ser preciso.
que no alteren de modo importante la exposición de En el psicoanálisis mismo no es tan difícil formular
las tensiones emotivas que formaban parte del con una interpretación como lo es aquí. Para comenzar, el
torno del paciente. No me cabe duda actualmente de paciente sabe, porque está presente, de qué está ha
que esta noción es falaz, pues se hace la sustitución blando el psicoanalista. La interpretación del psico
de acuerdo con ciertas concepciones previas derivadas analista y la asociación tienen las mismas cualidades
de la experiencia del psicoanálisis del paciente. El inherentes. Por lo tanto, la comunicación entre el psi
marco emotivo del que deriva la exposición debe in coanalista y el paciente no presenta las mismas difi
cluir mis ideas acerca de lo que aquél me dijo, mis cultades que la comunicación escrita entre el psicoana
interpretaciones, y mis interpretaciones de los resulta lista y el lector.
dos de la entrevista. Cuando escribí eso pensé que es La experiencia de la comunicación del paciente y
taba presentando una fiel exposición de mis interpre la interpretación del psicoanalista es inefable y esen-
168 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 169
cial. La comunicación de esta clase desempeña un sesión psicoanalítica. Pero ningún psicoanalista se con
papel fundamental en toda interpretación ofrecida al tentará con dejar las cosas tal como están.
paciente psicótico. La reacción del paciente ante la Un caso especial del problema de la comunicación
interpretación a menudo depende más de esta cualidad entre el escritor y el lector psicoanalíticos, que volvió
de la interpretación que de su significado verbal. De a solicitar mi atención durante la preparación de estos
bido al carácter de la transferencia psicótica, el des artículos para su publicación, se presenta cuando es-
tiño del significado verbal depende de la reacción del critpr y lector son una misma persona. Podría supo
paciente al tono de la interpretación. nerse que en este caso se dan las condiciones perfectas
La imagen sensorial, categoría C de la tabla, pro para la comunicación. Sin embargo, en la época en
porciona la sustancia de la descripción del párrafo 5 que solía escribir largas notas sobre mis sesiones con
Si tratara de formularla en términos más precisos,
.
pacientes, comprobé que mi éxito no era mayor cuando
como lo puede hacer el hombre de ciencia con sus el intervalo entre la redacción y la lectura era relati
fórmulas matemáticas, la comunicación degeneraría en vamente breve que ahora, cuando el intervalo se mide
un malabarismo verbal. Sin embargo, son necesarias en años. Al principio pensé que podría comprender
fórmulas más precisas para que el lector tenga una fácilmente anotaciones hechas rápidamente, un gara
idea correcta de la asociación que debía ser interpre bato aquí, un signo de admiración allí, o alguna con
tada. ¿Cómo podríamos lograr que la comunicación jetura o comentario interpolados acerca de mis impre
entre el psicoanalista que escribe y el psicoanalista siones sobre lo que estaba sucediendo. No diré que
que lo lee sea por lo menos tan eficaz como la comu cuando las leía me resultaban carentes de significado,
nicación entre el analista y su paciente? Lo que hay pero no expresaban lo que yo había intentado decir.
A lo que más se parecían era a las notas soñolientas
que comunicar es indudablemente real; no obstante, que redactaba a veces para tratar de retener un sueño
todo psicoanalista conoce las frustraciones que depara que me parecía importante para estudiarlo por la ma
el esfuerzo de aclarar, siquiera sea para otro psicoana ñana. Los garabatos quedaban; el sueño ya se había
lista, una experiencia que parece poco convincente en desvanecido. Comprobé que no tenían más utilidad
cuanto se la formula. Tal vez tengamos que resignar interpretativa que las notas que redactaba en estado
nos a la idea de que esa comunicación es imposible en de vigilia y en el momento. Lo mismo sucede con
la etapa actual del psicoanálisis. La transformación este trabajo. La exposición no me parece desdeñable;
de la experiencia psicoanalítica en formulaciones que creo que si se tratara de un informe de otro psicoana
establezcan una comunicación entre el psicoanalista y lista me parecería bastante bueno. Pero no reconozco
el lector sigue siendo una actividad ineludible. Tal vez allí ni al paciente ni a mí mismo.
algunos deseen abordarla en términos de grupo, y otros Esta clase de experiencia me indujo a ensayar algu
en términos matemáticos, científicos o artísticos. Qui nos experimentos en materia de anotaciones, entre los
zá haya otros que se contenten con el perfecciona cuales tal vez los más convincentes fueron las exposi
miento de las interpretaciones en el contexto de la ciones deliberadamente subjetivas de mis sentimientos
170 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 171
respecto del trabajo del día. Un fichero me servía la relación entre los objetos representados por la tabla?
para ubicar las referencias a los pacientes, de modo que En el contexto de esta exposición sostengo que el valor
podía examinar rápidamente el material cuando de real de la formulación designada como C3 está “lejos”
seaba recordar la historia psicoanalítica de alguno de del valor real representado por C4. ¿Sería la tabla
ellos. Pensé que esto era algo útil, en una o dos oca más representativa de los hechos que intenta concep-
siones. Tengo la misma impresión actualmente, por tualizar si las categorías aparecieran diferentemente
ejemplo, cuando leo los párrafos 8-11, pero no estoy ubicadas en el papel? Puede decirse que las notas a
seguro de en qué sentido esta fue una experiencia útil, las que me refiero pertenecen a categorías similares o
o lo es ahora. Finalmente abandoné totalmente las próximas por cuanto, si pretenden ser registros del
anotaciones, pero esto sucedió recién algunos años des pasado, su objeto es evocar recuerdos a los que se pre
pués de haber escrito el primer artículo. No puedo sume inconscientes, porque se los ha olvidado, supri
enunciar de un modo completo ni sencillo las razones mido o reprimido; para evocar ideas sobre el futuro
de esta decisión. Una de ellas, vinculada con lo que tienen que sugerir profecías o conjeturas acerca de lo
ahora nos interesa, fue que me di cuenta de que las que todavía no ha sucedido. La distancia entre am
notas más sugestivas' eran aquellas en las que más me bas, no en términos espaciales sino temporales, puede
aproximaba a una representación de una imagen sen ser muy pequeña o muy grande. Además, si mi nota
sorial, por ejemplo, la rememoración visual de un me dice “lo que sucedió” en la sesión de ayer y me
hecho (un caso es el del párrafo 5). Pero lo que se hace pensar en lo que dentro de poco sucederá, en la
evocaba no era el pasado sino las interpretaciones sesión de hoy, ¿puede medirse la “distancia” entre
correctas posteriores al hecho. En suma, el valor de estas dos ideas por el tiempo que ha transcurrido en
las notas no reside en la supuesta formulación de una tre las dos sesiones? Quizá sería mejor no concebirla
crónica del pasado, sino en la formulación de una como una distancia, espacial o temporal entre las
imagen sensorial que evoca el futuro. Lo que las notas ideas, sino pensar en términos de una diferencia rela
permitían no era la preservación de la conciencia del tiva a alguna escala enteramente diferente desde el
pasado sino la evocación de expectativas del futuro. punto de vista genético de las del espacio y el tiempo
De acuerdo con la tabla que he tratado de elaborar físicos. Podemos preguntamos además en qué sentido
con este fjn, las proposiciones contenidas en mis notas útil puede decirse que la mente “viaja” con la “velo
pertenecen más bien a la categoría C4 que a la C3. cidad del pensamiento” desde la tierra al “quasar”
En la tabla estas dos categorías se presentan en más próximo?
estrecha proximidad. Es común en la vida cotidiana Para los psicoanalistas estas no son ideas sino cues
escuchar que por sus opiniones dos personas están en tiones prácticas; piénsese en la importancia que tiene
“polos opuestos” ; esta no es más que una expresión para el psicoanálisis la capacidad del psicoanalista, o
de la “distancia” mental. La imagen visual de la tabla del paciente, para captar una idea muy “lentamente”
sugiere que estas categorías son vecinas; ¿debemos su o muy “rápido”. Suele suceder que un paciente com
poner por tanto que es correspondientemente estrecha prende tan rápidamente el significado de una Ínter-
172 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 173
pretación que el psicoanalista se sorprende cuando un considerar una gama de pensamientos y sentimientos,
momento después aquél parece no tener ninguna no agradables o desagradables, tan amplia como sea po
ción de lo que se le ha dicho. La rapidez de su pen sible. La idea de que su paciente podría suicidarse es
samiento lo lleva a dejar de lado la proposición que sólo un caso particular de las ideas penosas que el psi
se está discutiendo antes de haber tenido tiempo para coanalista debe ser capaz de afrontar; de otra manera
comprenderla. Estoy describiendo toda esto en térmi no podría realizar la tarea que es su razón de ser, y
nos de experiencia sensorial. El modelo sirve para es que nadie más puede asumir, o sea, el análisis. Si el
clarecer muchos fenómenos del psicoanálisis, pero la análisis del impulso suicida no puede alterarlo, tam
luz que arrojan estos modelos (incluyendo el que usa poco lo lograrán medidas preventivas tales como la
mos ahora) es incierta, y su inadecuación es fácilmente hospitalización. Otras personas tienen que desempeñar
perceptible. El psicoanalista necesita modelos de rápi papeles distintos en esa contingencia; tal vez ellas crean
da elaboración, ampliamente aplicables y sólidos. Los que el psicoanalista debería encargarse de estas otras
que utilizamos actualmente son de corto alcance. Son tareas. Tal creencia puede tener consecuencias des
bastante útiles hasta cierto punto, pero se llega con agradables para éste. Sólo el psicoanalista está en con
rapidez a este límite, y a partir del mismo el psico diciones de saber que su función es psicoanalizar. Se
analista no ve más que tinieblas. En mi opinión, esa halla sometido a presiones, está aislado y es vulnerable,
es la deficiencia de los trabajos que estoy comentando. sufre la tentación de abandonar su papel y asumir otro
Los comento porque ese defecto no les es peculiar, sino que, por impropio que sea para él, concuerda con las
que caracteriza al método que ellos representan. El convenciones y prejuicios aceptados por el grupo. Si
problema está en transformar formulaciones tales co hace esto último compromete irremediablemente al
mo “tiempo”, “distancia”, “espacio”, de modo que la psicoanálisis. El paciente pierde a su psicoanalista y
reformulación no sea tan abstracta como para conver gana un auxiliar de dudoso valor.
tirse en malabarismo verbal, ni tan cargada de signifi Estos argumentos se aplican con la misma fuerza a
cado como para obstruir el progreso. la suposición de que el paciente podría convertirse en
La nota de un psicoanalista sobre una sesión puede psicoanalista, posibilidad que el analista debería tener
estar lejos de ser un registro de lo acontecido, y puede en cuenta 2. Si es capaz de considerar toda una gama
aproximarse a una previsión de hechos futuros. La de posibilidades, desde el suicidio de su paciente hasta
formación científica parece involucrar la suposición de la supervivencia de éste como una personalidad ro
que la capacidad de prever es una cualidad deseable busta y estable, el psicoanalista debería ser capaz de
y digna de ser desarrollada. Para el psicoanalista sería psicoanalizar cada una de ellas según se presente en
importante poder predecir un intento de suicidio del el contexto del análisis. El escollo que hace naufragar
paciente, o bien su probable mejoría. Examinemos
más atentamente esta suposición. Si se piensa que el 2 En “The Relation of Anal Masturbation to Projective
Identification”, de D. Meltzer, aparecido en el International
psicoanalista debe prever un intento suicida de su pa Journal of Psycho-Analysis (1966), 47, 335, se hallarán im
ciente, eso significa meramente que debe ser capaz de portantes comentarios relativos al análisis didáctico.
174 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 175
al análisis es la intromisión de los recuerdos y deseos donadas, y que aquella no se proponía vincular. En
del psicoanalista; tendré ocasión de referirme a esto la actualidad no pienso que la pauta del “mellizo ima
más adelante 3. ginario” tenga importancia fundamental, aunque me
En 12 comienza una visión retrospectiva del análisis. ha permitido esclarecer algunos aspectos del psicoaná
No tengo intención de discutir la exactitud de la des lisis de un hijo único. Muy a menudo es un elemento
cripción; voy a utilizarla para ilustrar mi punto de particular de la pauta más general de la escisión. El
vista actual. Tal como es, la exposición podría ser una paciente acerca del cual escribí no era un hijo único,
descripción de un recuerdo o de una evolución; es ne pero las circunstancias lo llevaron a sentirse como tal.
cesario distinguir entre uno y otra. En los comienzos de su carrera todo psicoanalista debe
En cuanto exposición de un recuerdo intenta des hallar su propio camino y llegar a teorías bien conoci
cribir mi “recuerdo” de lo que ahora denomino una das y verificadas a través de las experiencias de su
“evolución”, a saber, la vinculación, gracias a una propio modo de percibir situaciones. Es obvio que la
súbita intuición, de una cantidad de fenómenos apa visión personal que se aproxima a alguna teoría que
rentemente inconexos, que adquieren así una coheren ha aprendido es única, y por tanto puede parecerle
cia y un significado que antes no poseían. Distingo tan diferente de la formulación teórica que no puede
esto de la relación de la historia contada por el cuñado percatarse de la relación entre una y otra. Es posible
homosexual. A este elemento y a otros similares los en cambio que violente una teoría para adaptarla a
considero “recuerdos”, así como también a las reme una situación, pues al analista inexperto le resulta di
moraciones más bien deliberadas y laboriosas, como la fícil tolerar la duda y la incertidumbre que piensa que
del paciente que reconstruye un sueño que cree haber un analista más experimentado —probablemente su
tenido. Contrasta con este el sueño recordado repen propio analista— no tendría. Errores de esta clase no
tinamente, como totalidad. O tal vez olvidado, también son peligrosos: “descubrimientos originales” de cosas
en su conjunto. Esta experiencia se asemeja al fenó ya bien sabidas, y “confirmaciones” que no serían con
meno de la transformación de la posición esquizopa- sideradas tales si se tuviera una intuición clínica más
ranoide en posición depresiva. He llamado anterior madura. Es fatal para el buen análisis que la aplica
mente la atención sobre una notable descripción de la ción prematura de una teoría se convierta en un hábi
experiencia en La ciencia y el método, de H. Poincaré. to, que le impide al psicoanalista el ejercicio de su
El hecho descripto en 13 serviría muy bien como ejem intuición sobre el material nuevo y por tanto desco
plo de una “evolución”. Del material que presenta el nocido.
paciente surge, como la imagen de un caleidoscopio, El sueño mencionado en 75 está expresado en las
una configuración que parece corresponder no sólo a palabras del paciente tanto como es posible. Supuse
la situación presente sino también a otras, que ante que había sido correctamente relatado por el paciente,
riormente no habían sido consideradas como interrela- correctamente recordado por mí y correctamente tras
cripto. No hay duda de que esta cómoda suposición
3 Véase págs. 194-8. es falsa. No obstante sigue siendo cómoda, y la mayo-
176 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 177
ría de los psicoanalistas, yo mismo incluido, seguirán como es posible. Aun teniendo en cuenta deficiencias
ateniéndose a ella en la mayoría de las ocasiones. Pero personales en la aptitud para describir, el verdadero
no siempre es oportuna, y según las modernas tenden problema reside en la carencia de instrumentos para
cias del psicoanálisis suposiciones de ese tipo inducen registrar la única parte de una sesión psicoanalítica
a error si no se las usa con circunspección. Si no se que es digna de ello. Ocasionalmente, como en 15,
percibe el momento en que una suposición a la que es posible registrar algo de un modo lo suficientemente
se sabe falsa pero que es cómoda deja de ser útil, se adecuado como para conducir a una evolución cuando
llega a desviaciones de la práctica psicoanalítica que el lector es el psicoanalista. La literatura psicoanalítica
culminan en un punto muerto donde impera el pesi tiene sentido, cuando más, para uno o dos de los lec
mismo. No hago objeto de un comentario crítico a tores de un artículo particular; para los otros segura-
este sueño y a la exposición de 16-20 porque haya rente es la más pesada e insatisfactoria de las litera
cambiado mi opinión acerca del valor de lo expuesto turas científicas.
en ese lugar, sino porque eso me servirá de punto de Si esta monotonía representara adecuadamente lo
apoyo para la exposición siguiente. percibido por el analista no habría perjuicio: el psico
Según yo lo “recuerdo”, el paciente relató el sueño análisis desaparecería, como otras pseudociencias. A
con vivacidad. La narración ofrecida en 15 me hizo quien haya experimentado la realidad del psicoanálisis
recordar el episodio de manera tan “completa”, cuan le parecerá trágica la posibilidad de ese desenlace de
do la leí, que pienso que “evolucionó” en el curso de una mala comunicación. Las formulaciones del párrafo
la lectura. Esto contrasta con mi experiencia al releer 17 son de clase distinta de las de los párrafos 15 ó 16.
el párrafo 16. “Recordé” que en mi opinión mi inter Son descripciones de hechos en términos que son en
pretación era buena, “correcta”, como hubiera dicho sí mismos formulaciones teóricas de intuiciones psico-
entonces, y también que la experiencia del sueño y la analíticas. Por consiguiente, están muy alejadas del
interpretación tenían en su época la misma y convin mundo de la experiencia emotiva, y en cambio no lo
cente cualidad de realidad. La descripción de 16 no está la descripción de un sueño en el párrafo 15,
puede ahora hacer “evolucionar” nada, como lo puede aunque, como hemos visto, esta última es la descrip
la de 15. No atribuyo esto a la inferior calidad de la ción de una descripción de algo que según el paciente
primera sino al diferente carácter de las dos formula le sucedió mientras dormía. En cuanto practicante del
ciones. La interpretación no me impresiona ni como psicoanálisis, tolero por el momento los recelos que
falsa ni como verdadera. En el caso de 15 experi suscitan fundamentos tan inseguros. Pienso que hay
mento ahora una “evolución” de la experiencia emo que percatarse de esta incertidumbre, pero dejándola
tiva; en el caso de 16 sólo experimento la sensación de lado hasta el momento en que sea pertinente. La
de una manipulación de teorías. diferencia de naturaleza entre 15 y 16, y también en
Habiendo participado en la experiencia relatada, sé tre 17 y 19-20, ya no es tolerable, porque el carácter
que no hubo una falsificación deliberada o consciente. de nuestro trabajo actual no permite la indiscrimina
Sé también que la formulación de 16 fue tan buena ción respecto de realizaciones tan distintas una de
178 W . R . B IO N V O L V IE N D O A PENSAR 179
otra. La formulación verbal del sueño en 15 es rela goría C. La descripción en esos términos evita el
tivamente tolerable; se la puede asignar a la categoría peligro que entraña el manejo de una jerga, pero sus
C3. N o es posible considerar del mismo modo a las cita otros peligros que, aunque diferentes, son igual
descripciones de los párrafos 16-20. Estas carecen de mente grandes. En primer lugar, esos términos no
la inmediatez que da sustancia a la descripción de 15. pueden representar la experiencia analítica que se pro
De modo semejante, salvo para unos pocos psicoana ponen describir, sino sólo una experiencia sensorial de
listas, las formulaciones de 17 se convierten en enun hechos físicos, supuestamente análoga a la experiencia
ciaciones teóricas de intuiciones psicoanalíticas, que son mental. 18-20 son una transformación (ver W . R.
vulnerables porque carecen de “ sustancia” , por un la Bion, Transformations) de una experiencia emotiva
do, y de rigor científico, por otro. en una formulación verbal de una experiencia senso
Tolero las formulaciones de los párrafos 17-18 por rial (19). Esta es quizá la representación más directa
que no podría presentar otras mejores, pero su valor en todo el pasaje 18-20.
es discutible pues lo que comunican tal vez nó valga En la experiencia no psicoanalítica ordinaria, sería
la pena comunicarlo, y en cambio lo que en la expe innecesario un examen riguroso; posiblemente lo sería
riencia psicoanalítica era digno de comunicar posible también en la mayoría de las experiencias psicoanalí
mente no ha sido comunicado. ticas. N o tiene importancia para el hombre al que se
Respecto de 18-20 el problema es más complejo. refiere este trabajo, pero es pertinente en el psicoaná
No puedo decir en este momento en qué medida la lisis de pacientes cuya percepción de la realidad está
exposición presentada refleja adecuadamente lo suce perturbada. Es esencial comprender la naturaleza de
dido. Sé que tuvo la intención de hacerlo, pero la las formulaciones que hace el psicoanalista de su expe
experiencia psicoanalítica demuestra que esa impre riencia de la realidad para tener una visión de la na
sión puede ser muy falaz. Además, desde entonces he turaleza de las formulaciones que hace el paciente de
aprendido que por larga que sea su propia experien su experiencia de la realidad, y poder luego compa
cia analítica el psicoanalista no puede evitar deformar rarlas.
el material del análisis, si bien es posible que sus de La descripción en el último párrafo de 19 y el con
formaciones sean menos burdas después de haber sido junto de 2Ó no aclara en qué medida el lector debe
analizado que antes. suponer que la exposición es una intuición directa de
Por Consiguiente, lo relatado en 18-20 puede haber lo que estaba sucediendo, y en qué medida un registro
sufrido la clase de deformación inconsciente que se de hechos seleccionados. En el psicoanálisis, el psico
da en el psicoanálisis. Por otra parte esa exposición analista debe discernir la pauta subyacente mediante
fue escrita con el propósito consciente de “ ilustrar” lo un proceso de discriminación y selección. Si la expo
que yo pensaba haber aprendido en la experiencia sición presentada es una selección hecha para demos
analítica. La necesidad de “ ilustrar” el tema significa trar que la selección original fue correcta, carece in
que se intenta representar la experiencia en términos dudablemente de valor. La discriminación y selección
de experiencia sensorial, o sea en términos de la cate conscientes del autor sólo son legítimas com o método
18 0 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 181
de representación si la experiencia original es una ge- y efímero. Sin embargo, puede ofrecer una interpre
nuina evolución de una intuición psicoanalítica, esto tación, y el paciente experimenta la realización a la
es, la revelación de una coherencia por un “hecho que aquélla trató de aproximarse. En lo que atañe a
seleccionado”. la comunicación psicoanalítica, el lector no disfruta
En los pasajes mencionados hay otra complicación, de la misma ventaja del paciente. Depende de una
debida a que tuve que falsificar deliberadamente los transformación verbal de la experiencia psicoanalítica,
hechos para hacer imposible la identificación del pa que ha sido formulada por la misma persona que ha
ciente. Logré mi propósito, pero al precio de presentar hecho la interpretación, en los términos que ella decide
una exposición que ahora considero desprovista de emplear.
valor. No representa la percepción que yo quería des No hay nada nuevo en la crítica de falta de objeti
cribir y no explica las interpretaciones ofrecidas. vidad que se dirige al psicoanálisis, y no voy a perder
Esto nos lleva al dilema de la comunicación psico tiempo refiriéndome a ella. Deseo considerar algunas
analítica tal como es en la actualidad. El registro de de las deficiencias que se subsume bajo este rubro, y
una sesión (o sea, la realización psicoanalítica) puede especialmente cuál se supone que es la diferencia entre
ser una jerigonza literal e incomprensible o bien una los párrafos penúltimo y último en 20. En mi opinión,
representación artística. No es necesario que nos de el presunto relato de lo que ocurrió es simplemente
tengamos aquí para referirnos a la primera; la última, una no muy buena formulación de categoría G3. Es
suponiendo que el psicoanalista tenga la capacidad decir que para trasmitir al lector una impresión de la
artística requerida, involucra una transformación du experiencia psicoanalítica (que en realidad no es algo
rante la cual se efectúan una selección y un ordena que pueda ser visto, olido ni oído, pues uno no está
miento del material. La interpretación que se le da escuchando lo que el paciente cree estar diciendo), se
al paciente es una formulación que se propone revelar da una descripción ,en términos de lo que puede ser
una pauta subyacente. Por lo tanto, es similar a la fór experimentado sensorialmente. No puede causar asom
mula matemática tal como la define Poincaré (Science bro pues que las interpretaciones psicoanalíticas des
and Method, edición Dover Books, pág. 30). Es se pierten escepticismo.
mejante también a algunos aspectos de la pintura, la Aunque nadie duda de la realidad de la ansiedad,
escultura y la composición musical. En el mejor de por ejemplo, no es posible aprehenderla sensorialmente.
los casos estas formulaciones nos hacen tomar concien En la práctica psicoanalítica no nos interesan las ma
cia de la coherencia y el orden allí donde, sin ellas, nifestaciones más bastas, ni siquiera de la ansiedad;
reinarían la incoherencia y el desorden. dos psicoanalistas podrían disentir respecto de un pa
En la práctica, el psicoanalista no está en condicio ciente que expresa intensa hostilidad hacia el analista.
nes, aunque tenga cualidades para ello, de llegar a Uno de ellos podría súponer que lo impulsa la ansie
una creación artística, a menos que pensemos que la dad, y el otro que está manifestando un temor perse
aptitud para expresarse en la conversación puede ser cutorio. Cuanto más experto y sensitivo es el psico
sublimada hasta alcanzar la forma de un arte menor analista más capaz es de experimentar los fenómenos
1 82 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 183
no sensoriables que tienen lugar ante él. Por consi p relación, pero es posible en cambio aprender algo
guiente, el psicoanalista tendría que ser capaz de co comparando el carácter de la interpretación con el
municar algo que es en realidad inefable. Tendría carácter de la asociación.
que haber una significativa diferencia entre la formu En 22 se relata parte de un sueño. Hay dos pala
lación de lo que se sostiene que ha sucedido y la for bras, “furor” y “aterrorizado” que, si suponemos qije
mulación que pretende ser una interpretación. ¿Cuál se las ha empleado correctamente, representan y co
es esa importante diferencia? ¿Cuál es la diferencia munican una realidad psíquica. El contexto en el cual
significativa que existe entre lo que fue expresado en se las utiliza es una transformación verbal de una ima
la sesión psicoanalítica y la interpretación que da de gen visual. Ese contexto y los términos “furor” y
ello el psicoanalista?
Los debates psicoanalíticos consisten a menudo de “aterrorizado” suscitan en mí una intensa impresión,
comparaciones de lo que el paciente ha dicho con las aún en la actualidad, cuando no puedo recordar con
interpretaciones que han sido, o podrían haber sido, certeza la ocasión a la que se hace referencia. A este
dadas. Aparte de la objeción de que la comunicación respecto se trata de algo diferente de la interpretación
psicoanalítica contiene dos versiones de la misma ob mencionada, que no causa efecto alguno; no me cabe
servación, el examen demuestra la futilidad de com duda de que ella representa lo que dije en esa oportu
parar asociación con interpretación. Las asociaciones nidad. Su ineficacia no puede sorprender, pues se
son innumerables, y también lo son las interpretacio formula la interpretación en términos de la categoría
nes; es ocioso, por tanto, tratar de cotejar unas con F6. O sea que la formulación es compleja y se propone
otras. Más aún dado que el relato de las asociaciones ser un equivalente mental de la acción. Se la concibe
del paciente es una transformación, y la transforma como una acción psicoanalítica. Como el conjunto de
ción introduce una deformación que no puede ser co las categorías F, G y H, tiende a reducirse a una ma
rregida. La deformación debida a la personalidad del nipulación de términos técnicos carente de sentido.
psicoanalista no se produce de manera constante en la Este es precisamente el peligro que puede preverse en
asociación que refiere y la interpretación que ofrece el caso de todas las formulaciones complejas. Lo ex
de la misma. A veces el estudiante menciona una presa el relato presentado en 31 ; las interpretaciones
interpretación que no le dijo al paciente casi nada dejan la sensación de ser manipulaciones verbales ca
más que lo que ya había dicho la asociación. En tales rentes de significado. Carecen de permanencia, no son
casos los psicoanalistas consideran que la interpretación perdurables; a este respecto difieren de las expresiones
es deficiente. Hay ocasiones en que la interpretación estéticas.
es casi literalmente idéntica a la asociación, pero como Este problema no se suscita en el momento de la
el psicoanalista confirma con su autoridad lo expresado interpretación, pues el psicoanalista y el paciente pue
por el paciente esa interpretación produce un cambio den compararla con los hechos que ella intenta inter
importante. Está claro, por tanto, que no es posible pretar. El lector no puede hacer otro tanto, y ninguna
descripción, por apta que sea, y ninguna interpreta
ción, por oportuna que sea, pueden compensar la igno-
184 W. R . B IO N V O L V IE N D O A P E N S A R 185
rancia del lector respecto de los hechos con los que presión jugara un papel fundamental. En ningún
tienen relación. momento pareció preocuparse seriamente por sí mis
Si se intuye correctamente la situación psicoanalítica mo en calidad de paciente que necesita curarse, ni
— prefiero el término “ intuir” a “ observar” , “ escu siquiera cuando hablaba de los estudiantes que había
char” o “ ver” , pues no entraña una penumbra de aso enviado a ver especialistas. Fue el primer paciente
ciación sensorial—• el psicoanalista puede comprobar que me hizo preguntarme si la idea de curación no
que el idioma corriente hablado es sorprendentemente introduce un criterio poco pertinente en el psicoaná
adecuado para la formulación de su interpretación. lisis. Volveré sobre esto 4. Por el momento llamaré
Por otro lado, la situación emotiva permite que la in la atención hacia el contraste entre la movilidad psi
terpretación le resulte comprensible al paciente, si bien coanalítica y la rigidez moral que se observa al co
la presencia de resistencias imponen modificar esta mienzo de 27. Más adelante agregaré algo sobre el
afirmación para que no parezca demasiado optimista. punto.
Como resultado, las interpretaciones que, al ser leí Al final de 29 y al comienzo de 30, me refiero al
das, no dan la impresión de ser útiles, suelen ser en problema suscitado por una creciente intuición. No
realidad eficaces. Dado que es importante comprender sabía entonces hasta qué punto es común esta expe
el proceso del desarrollo psicoanalítico, el hecho de riencia. En el trabajo sobre la diferenciación entre las
que no se logre comunicar la experiencia no sensorial personalidades psicóticas y no psicóticas (pág. 6 4 ), hay
en la que se basa la interpretación es una deficiencia un ejemplo de la profundización de una intuición y
de la práctica psicoanalítica en su fase actual de desa del peligro que' representa para el desarrollo del indi
rrollo. Sospecho que también contribuye a atizar la viduo. El tema está tratado con mayor amplitud en
controversia, más bien fútil, acerca de las teorías psi- “ Cambio catastrófico” B, donde explico que forma par
coanalíticas; el debate debería aclarar qué teoría ha te de una difundida configuración. Dejaré el tópico
sido aplicada a qué realización psicoanalítica. Pero no para referirme al uso de términos com o “ difundida” ,
lo hace, pues nadie ha descubierto un método que “ superficial” , empleados en el segundo párrafo de 31,
haga posible la comunicación de esta relación decisiva y otros tomados de las realizaciones del espacio físico.
entre la interpretación y la realización. Ni siquiera El modelo freudiano de la psiquis, ilustrado por un
en el caso de 15 pude presentar con claridad esa rela diagrama, está basado en una realización del espacio
ción; mucho menos aún en 23-24. fisico; la representación lineal contribuye a reforzar una
En 26 se habla de una considerable movilidad psico impresión que hasta ahora no parece haber creado difi
analítica. El paciente es capaz de pasar de un estado cultades. Ha facilitado la comprensión y los descubri
psíquico a otro con cierta libertad. No recuerdo ahora mientos; pero tales modelos son inadecuados para la
que él se haya sentido “ mejor” o haya empleado tér investigación de pacientes cuya orientación en el es-
minos que sugirieran alguna noción de “ cura” o “ en
fermedad” . Esto concordaba con su actitud pesimista 4 Véase págs. 205-6.
5 Scientific Bulletin of the British Psycho-Analytical So-
y escéptica, pero no daba la impresión de que la de riety, n° 5, 1966.
186 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 187
pació y el tiempo es defectuosa. Para comprendei cuando el psicoanalista tiene motivos para cuestionar
estas deficiencias, hay que emplear en su investigación la utilidad de una interpretación basada en la acep
un modelo más aproximado a la realización que el tación de esa convención, cosa que a mí me ha suce
modelo usado por el paciente. Si un paciente se con dido. El problema se hace aun más complejo cuando
duce como si no tuviera conciencia del paso del tiem se_ nos revela, en el caso de ciertos pacientes, que las
po, y el analista considera a este paso del tiempo y a mediciones del tiempo y del espacio se fundan en la
la no percepción del mismo como algo importante, realidad psíquica y no en el tiempo o el espacio
necesita averiguar cómo se ha producido la diferencia físicos; ambas mediciones sólo le resultan posibles al
de actitud. ¿De qué se ha percatado el analista y paciente capaz de tolerar la frustración, pues ambas
cómo llega a percatarse de ello? ¿“Pasa” el “tiempo”? provienen de estimaciones de la frustración. Si un
Si no sucede esto, es absurdo esperar que el paciente paciente no puede tolerar la frustración, impide el
se de cuenta de ese “pasaje”. La mayoría de la gente desarrollo de cualquier aparato que sirva para medirla.
acepta la existencia de una realización que estaría ade Por consiguiente, si se halla a tantos años, o tantos
cuadamente representada por la formulación “el tiem minutos, de su objetivo, aniquila el espacio o el tiempo
po pasa” pero el paciente psicótico suele no tener con que mide esa frustración. Se ve así trabado el desarro
ciencia de aquélla y no se conduce como si la formu llo jde usos más elaborados de esta capacidad, tales
lación mencionada representara una réalización impor como la medición del tiempo o el espacio. Se origina
tante. ¿ Aceptaría ese paciente el significado de la rea una situación en la que el paciente se múestrajreacio
lización si se la representara mediante una formula a admitir una conciencia de la distancia o del tiempo.
ción que se le aproximara más? La proposición “el Por lo común esto no tiene importancia, pigro cuando
tiempo pasa” consiste de palabras derivadas de la ex comencé a considerar la naturaleza del recuerdo y del
periencia sensorial, y es una formulación verbal que deseo caí en la cuenta de que eran el “pasado” y el
pertenece a la categoría C. Dicho brevemente, para “futuro” del mismo impulso. Esto me hizo percatar
comprender en qué forma el paciente se aparta de lo dé la necesidad de revisar las nociones imperantes en
“normal” es necesario tener una idea de lo “normal” un área demasiado amplia para la comodidad mental
que no sea ella misma una desviación de ese concepto. del psicoanalista. A este respecto, tiene una experien
Los psicoanalistas hablan con frecuencia de las fases cia paralela a la del paciente (véase 32).
“inicial” y “última” de la vida mental. Calificar a El progreso en psicoanálisis es inseparable de la ne
episodios del análisis de reactivaciones, reminiscencias, cesidad de tolerar los concomitantes penosos del cre
o experiencias del pecho, implica la conciencia de una cimiento psíquico; entre ellos no es el más leve la
dimensión temporal y sugiere que algún elemento obs inmediata revelación de nuevos problemas que requie
tructor tiene una historia. A veces se expresa esto ren solución. La importancia de esto se hará evidente
hablando de un “lugar” en el tiempo o de un “lugar” con el paso del tiempo; ni siquiera los psicoanalistas
en el espacio, de algo “superficial” o “profundo”.. He parecen tener conciencia de que su universo es.por
aceptado esta convención, pero se suscita unjrroblema naturaleza expansivo, en parte porque es difícil per-
188 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 189
cibir el movimiento cuando el participante está absor ser obsoleta. El problema está en decidir si una expe
bido por los detalles, y en parte porque no es posible riencia esclarecedora para el psicoanalista puede ser
comprender las implicaciones del psicoanálisis en esta comunicada a otro psicoanalista, y en caso afirmativo,
fase temprana de su desarrollo. Si la experiencia co si esa comunicación vale la pena; a esta cuestión no
rrobora mis hipótesis en este sentido, las dificultades es posible dar otra respuesta que la que se obtiene al
del paciente, sugeridas en 32, son importantes tanto hacer el intento. Lamentablemente, es tal el tiempo
para el analizando como para el analista cuando se requerido para efectuar la comunicación, para acumu
registra un crecimiento. Desde el punto de vista del lar experiencias que parezcan dignas de comunicarse,
psicoanalista, el problema requiere solución no sólo y para recibir comunicaciones de otros, que surgen
por parte del paciente sino también por parte de él serias dudas acerca del valor de la empresa. Tampoco
mismo, como aspecto de su propio desarrollo. El ana se puede confiar en las críticas adversas, pues el carác
lista puede desarrollarse junto con su paciente o inde ter inefable del psicoanálisis hace improbable que la
pendientemente de él, o bien puede no desarrollarse titulada crítica imparcial tenga valor alguno, aparte
en modo alguno. En este último caso el futuro de su del de servir como índice del clima de opinión en el
práctica y su futuro personal no tienen relación con que se desempeña el psicoanalista. Podemos resumir
el psicoanálisis, aunque pueden tener interés para la esto diciendo que la tarea del psicoanalista es un tra
sociología de la práctica psicoanalítica. Ilustran el bajo solitario, que el único compañero que tiene es su
problema psicoanalítico las dificultades que suscita la paciente, y que este, por definición, no es confiable.
reedición del trabajo “Notas sobre la teoría de la esqui Sin embargo el paciente viene a analizarse, y eso es
zofrenia”. Según pienso ahora, la descripción allí ofre algo que nadie lo obliga a hacer. En consecuencia
cida es una buena representación de las realizaciones hay motivo para suponer la existencia de un impulso
clínicas que pretende exponer. Representa correcta a cooperar hasta en el paciente más hostil. Por con
mente la experiencia de la que ellas provienen; señala siguiente es importante saber como valorar este im
adecuadamente recurrencias futuras. En términos de pulso. Se pone de manifiesto el carácter del problema
las categorías de la tabla 6 (que todavía no había ela cuando el paciente muestra tendencias suicidas, o
borado en esa época), se trata de elementos G3 que cuando se siente impulsado a hacer todo el daño que
tratan de representar realizaciones psicoanalíticas, de sea posible al psicoanalista, a sí mismo o a quienes se
proposiciones C1 que definen experiencias del psico preocupan por él. El tiempo, el dinero y el esfuerzo
analista, y de formulaciones D4 que indican contin requeridos por el psicoanálisis lo convierten en un
gencias futuras. Sin embargo, la ulterior experiencia arma eficaz para el paciente que se propone hacer
psicoanalítica hace inevitable la insatisfacción con ese daño. Si el analizando abriga esas intenciones, es evi
trabajo. Así debe suceder en toda experiencia que dente que el psicoanalista debe saber claramente cuá
entraña un crecimiento; la experiencia valiosa llega a les son sus finalidades en cuanto tal. El deseo de
ayudar al paciente es inadecuado; éste lo capta rápi
6 Véase los artículos finales. damente y lo incluye en su sistema de ataque. Si el
190 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 191
psicoanalista ha formulado cualquier otra meta, la si ciones psicoanalíticas no son de tal naturaleza que sea
tuación no es mejor; el paciente puede advertirla y posible emplear términos como los de cualidad y can
destruirla. En 35 utilicé términos comúnmente acep tidad sin considerar su trasfondo sensorial. La medi
tados para formular un diagnóstico (F1 según las ca ción de la frustración, a la que me referiré en un pró
tegorías de la tabla). Tienen un valor retrospectivo y ximo libro, puede ofrecer un enfoque para la solución
probablemente tienen un sentido para el lector. El de este problema. Los modelos que se ve obligado a
problema del pensamiento y el lenguaje esquizofréni usar el psicoanalista en la fase actual del desarrollo del
cos implica el problema del lenguaje que emplea el psicoanálisis aumentan la dificultad de estimar la can
analista para hablar de ellos. Ninguno de los términos tidad. Un modelo no es del mismo' tamaño que la
usados en 35 representa la condición psíquica del pa realización; su valor proviene en parte de ese mismo
ciente destructivo que quiero describir. No obstante hecho. Desde el punto de vista de la comunicación
la descripción es una representación a la que se apro es útil referirse a la avidez por el “pecho” que muestra
ximan algunas experiencias psicoanalíticas. ¿ Qué debo un paciente. Pero es posible que el problema del pa
pensar entonces cuando encuentro esos términos em ciente derive no de su avidez por el “pecho” sino por
pleados por otros, o, como en este caso, por mí mismo? su anhelo de lo que él considera que el mundo puede
Volviendo a considerar el problema, podría ser que ofrecerle. Esta alteración de la escala que va de “pe
todos los pacientes toxicómanos, esquizofrénicos y ob cho” a “mundo” puede ser un rasgo inadvertido pero
sesivos sean sospechosos en cuanto sus impulsos des importante de la comunicación tal como la recibe el
tructivos se aproximan en grados diversos al extremo paciente, aunque su importancia sea menor para el
que yo he descripto. Una sugestión más útil es la de psicoanalista que la efectúa. La reducción de la escala
que el psicoanalista considere los términos empleados puede hacer que el modelo sea esclarecedor en todo
en 35, y otros similares, como indicadores de conjun respecto, excepto en cuanto medida de la cantidad.
ciones constantes, tocándole al psicoanálisis determinar No propongo ninguna alteración de mis formulacio
qué son los elementos constantemente asociados. En nes en_3ó y 37 . Actualmente no se satisfacen, pero
el caso postulado lo importante para el psicoanalista cualquier cambio que ahora introdujera carecería de
no es la naturaleza de esos elementos sino su intensi base en una experiencia actual. Aquellas serán más
dad. Esto es cierto cuando se trata de la envidia, el útiles si el lector las considera como formulaciones
odio, el sexo y el amor. En la práctica psicoanalítica verbales de elementos de la categoría C. Para mí
los términos usados en 34 son casi inútiles, y yo los no son informes sobre lo que sucedió. Son representa
utilizaría actualmente con circunspección. Los pacien ciones verbales de imágenes visuales que describen un
tes en quienes se presentan las dificultades descriptas estado afectivo del autor en el momento de redactarlas.
tienen importancia por el grado de actividad de los En cuando estímulos para el pensamiento del lector,
deseos destructivos. Si el psicoanalista pudiera evaluar pueden resultarles útiles a ciertos tipos de lectores; por
ese “grado”, eso sería tan importante como su capa tal la razón vuelvo a publicarlas. No deseo restar im
cidad de estimar la cualidad. No obstante, las realiza portancia a formulaciones que, en su oportunidad, lo-
192 W . R. EION
VOLVIENDO A PENSAR 193
liar, pero por el momento quiero destacar solamente
graron representar experiencias que contribuyeron al la importancia de reconocer la configuración en cual
desarrollo del paciente y al mío propio. Si tuvieron quier forma en que aparezca. Se supone que estas pa
tal virtud en aquella época, tal vez la tengan todavía. labras que escribo “contienen” un significado. La ex
El último párrafo de 38 es una formulación que presión verbal puede ser tan formalizada, tan rígida,
representa una realización recurrente. Junto con 39 puede estar tan cargada de ideas anteriores, que se
contienen elementos de una configuración que es co pierda el sentido de la idea que quiero expresar. Por
mún en la esfera mental de grupos e individuos. La otro lado, el significado que deseo expresar puede te
recurrencia de la configuración, aunque asociada en ner tal fuerza y tal vitalidad, en relación con la for
cada caso co n , teorías psicoanalíticas conocidas, nos mulación verbal en la que intento incluirlo, que des
hace pensar que seguramente existe un grupo subya truye a este portador verbal. El resultado en este caso
cente al que pertenecen todas las configuraciones y no es una comunicación compacta sino una incoheren
teorías asociadas con ellas. El caso citado es un ejem cia. O bien, para tomar otro ejemplo, un grupo o una
plo de una relación, que luego he tratado más am sociedad en disolución, o un dirigente fracasado. El
pliamente 7, entre recipiente y contenido, denotada por mismo psicoanálisis ofrece un notable ejemplo de una
los signos 9 5 . El modelo sexual implicado dirige la fuerza semejante, de una idea o un individuo en ten
atención del observador hacia una pauta constante sión con su continente, sea éste una formulación ver
mente recurrente; se indica la diversidad de los ele bal o una sociedad.
mentos que entran en su composición al señalar su El conjunto de 39, que como he sugerido conviene
presencia “ en un grupo” , “en una persona” , “en el considerar como perteneciente a la categoría C, pre
análisis” , en el “ acting ouí” , “en una proposición, pa senta un problema de interés para el futuro del psico
labra o expresión” etc. Se ha objetado que, por ejem análisis. He considerado a los elementos de la categoría
plo, acting out es sólo una peculiaridad verbal de la C como el material del que deriva el uso científico de
traducción inglesa. Pero yo no me estoy refiriendo a los modelos. Una ventaja del modelo es que no cons
expresiones verbales sino a una configuración que pue triñe al psicoanalista con la rigidez formal de una
de presentarse en una formulación verbal o en una teoría, sino que le ofrece un instrumento que puede
realización, en una imagen visual o en una experiencia dejar de lado una vez que ha servido a sus fines. Esto
emotiva, en un idiojna sí y en otro no; en la conciencia puede suceder en seguida, o bien después de un tiempo
de un paciente, pero no en la de otro; que a veces es considerable, después de muchas demostraciones de la
consciente y otras veces no; que a veces aparece en el utilidad del modelo. Se comprende fácilmente el valor
pensamiento y otras en la acción; lo importante es que tiene el uso de modelos en las ciencias físicas, pues
que la configuración sea reconocida cada vez que se el material que hay que elaborar es de carácter senso
presenta. Cuando experiencias emotivas revelan esa rial, o por lo menos no está muy alejado de lo senso
pauta, la misma puede tener una significación pecu rial. El componente sensorial, que por definición es
un aspecto de los elementos de la categoría C, al que
7 Véase “ Cambio catastrófico” , pág. 185.
194 W . R . B IO N
VOLVIENDO A PENSAR 195
tales elementos le deben su valor expositivo, es preci
samente el rasgo que expone a malas interpretaciones soriales, a lo dicho por el paciente. ¿Qué deficiencia
al modelo psicoanalítico. El modelo psicoanalítico re tenía su modelo que le impidió llegar a una solución?
produce un aspecto de la experiencia original, cuya ¿Cuál tenía el mío, que lo hizo poco plausible e im
realización es objeto de la comunicación en un nuevo preciso? En la práctica es posible superar los defectos
medio. Debe mostrar las invariantes del nuevo medio de mi modelo, pues el problema al que se hace refe
que se supone han sido captados por la realización. rencia está siendo experimentado, en el momento de
Pero la realización psicoanalítica no es discernida por la discusión, tanto por el paciente como por el analista,
ninguno de los sentidos físicos que conoce el biólogo. y todo lo que se necesita es emplear palabras aptas
En el capítulo 7 de la Interpretación de los sueños para iluminar una experiencia a la que ambos tienen
Freud habla de la conciencia como órgano sensorial acceso, mientras ella es accesible. Pero cuando ocurre,
de la realidad psíquica. No se necesita ser psicoana como en el momento en que yo escribo y en el que el
lista para comprender la realización que se aproxima lector lee, que no se puede apelar a ninguna experien
al término “ansiedad” . La ansiedad no tiene olor, for cia emotiva, y cuando el “esclarecimiento” que deseo
ma, color ni ningún otro atributo sensorial. Lo mismo hacer como escritor se refiere a un hecho que aún no
se aplica a toda realización psicoanalítica. Las cosas ha tenido lugar, a una experiencia que según mi opi
de las que tratamos son indudablemente reales, pero nión es probable que tenga el psicoanalista que lee lo
hay que describirlas en términos que por su misma presente, el fracaso de la comunicación es básico y no
naturaleza ocasionan una deformación. accidental. El problema que hace necesario el modelo
psicoanalítico es similar al que resuelve el matemático
Los temas tratados en 39 requieren un modelo. No cuando la matemática le permite tratar un problema
existe un modelo psicoanalítico satisfactorio; la mejor en ausencia de los objetos. En el dominio de las cien
aproximación a las funciones de un modelo la ofrece cias físicas, cuando el problema original no permite la
el paciente cuando habla del orificio, de la cavidad experimentación y la manipulación necesarias, se pue
que queda en la piel cuando se elimina un punto
de construir un modelo que elimine los elementos obs
negro. Este modelo no lo ayudó a resolver su proble
tructivos y al mismo tiempo conserve sin alteración los
ma, pues de haber sucedido eso no habría venido a
psicoanalizarse. El problema del paciente no reside en rasgos esenciales del problema. En lo que atañe al
problema vislumbrado en 39, se necesita un modelo
las medidas terapéuticas impuestas por una afección
cutánea, sino en su sensación de haber perdido una porque las “realizaciones originales” están ausentes,
una de ellas porque tuvo lugar en circunstancias ya
parte importante de su “frontera mental” debido a su
ataque destructor contra ella. Ahora lo ataca el “agu inexistentes, y en la medida en que de algún modo
está presente, lo está sólo en la memoria; la otra, por
jero” que es la parte de su epidermis mental que
quedó luego de ser destruida por él. La proposición que todavía no ha tenido lugar, y en la medida en que
recién formulada, en cuanto modelo, es inferior en está presente lo está sólo en la fantasía. Por consi
calidad de imagen visual expresada en términos sen guiente, ambos “originales” son inaccesibles para la
investigación directa. ¿Existe alguna clase de modelo
196 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 197
que le ofrezca al psicoanalista lo que los modelos le El concepto de “sentido” que acabo de exponer no
ofrecen al físico? Si dispusiéramos de algo así podría ha sido empleado en la práctica psicoanalítica, y en
ocupar el lugar de la formulación de 39. Creo que consecuencia el instrumental del psicoanalista ha sido
eliminaría las malas interpretaciones que suscita esa deficiente para la observación de la omnipotencia y
formulación, que en su forma actual es un conglome la omnisciencia. Es muy común que los estudiantes
rado de formulaciones de diversas clases, imágenes vi de psicoanálisis observen a pacientes cuyas referencias
suales, teorías, y proposiciones que pretenden ser re a Dios revelan la operación de “recuerdos” del padre.
presentaciones de hechos. Aun reconociendo que un Se considera que el término “Dios” indica la escala
escritor más capaz podría corregir algunos de estos según la cual hay que medir la magnitud, la sabiduría
errores, no creo que el problema resida en las aptitu y la fuerza del padre. Si el psicoanalista conserva un
des literarias. Se necesita una formulación en la que espíritu abierto para la observación de los fenómenos
todo psicoanalista vea expuestas las constantes de un psíquicos que se manifiestan en la experiencia psico
hecho que es inconsciente porque la memoria lo ha analítica, le será posible aprehender el significado de
oscurecido, aunque ha sucedido, y de un hecho que es sentido que yo he definido recién. En consecuencia,
manifiesto porque lo revela el deseo, aunque no ha no se vería reducido a interpretaciones de Dios en
tenido lugar. La memoria y el deseo pueden ser con cuanto expresión de una visión deformada del padre,
siderados como “sentidos” pasado y futuro (análogos y podría evaluar, en caso de que se presenten, los datos
al concepto matemático de “sentido”, y aplicables in que sugieren que el paciente es incapaz de una expe
diferentemente al tiempo y al espacio) de la misma riencia directa de Dios y que tal experiencia no se ha
“cosa”. Empleando el término sentido de esta manera producido, pues la hizo imposible la existencia de
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por su carácter concreto, y por tanto, por ser inade individuo tiene, y conserva, lo que las personas reli
cuados para representar la realización. En términos giosas llaman una fe en Dios, por mucho que lo niegue
religiosos, esta experiencia parecería estar representada y que pretenda haberse emancipado. La relación final
por afirmaciones de que el individuo o el pueblo des es permanente, aunque su expresión esté sujeta a cons
carriado se dejó seducir por imágenes grabadas, ídolos, tantes reformulaciones. Cuando no se reconoce este
esculturas religiosas, o bien, en el psicoanálisis, por el hecho es imposible una visión equilibrada del indivi
analista idealizado. Habría que ofrecer interpretacio duo y el grupo, y esta deficiencia es la base de la supo
nes basadas en el reconocimiento del deseo, pero no sición de que existe una “reacción terapéutica nega
habría que hacerlas derivar del reconocimiento del tiva”. Me referiré a su influencia sobre la visión que
recuerdo. La necesidad de esa apreciación y esa in tiene el paciente de la insania.
terpretación tiene consecuencias de largo alcance. Ex En 40 el paciente manifiesta ansiedad y hostilidad
tendería la teoría psicoanalítica hasta abarcar las vi respecto de lo que él llama esquizofrenia, y de su ca
siones de los místicos, desde el Bhagavad Gita hasta pacidad de percatarse de ella. El paciente psicótico es
el presente. El psicoanalista acepta la realidad de la presa de intensas emociones, y puede suscitarlas en los
reverencia y la veneración, la posibilidad de una per demás; así parece, por lo menos, hasta que se examina
turbación en el individuo que hace imposible la expia más atentamente la situación. El psicoanálisis de un
ción, y, por tanto, la reverencia y la veneración. El paciente de ese tipo revela pronto una “situación”
postulado central es que la reconciliación con la reali compleja, más bien que un paciente complejo. Hay
dad última, u O, como la he llamado para evitar la un campo de fuerza emotiva en el que los individuos
complicación con una asociación existente, es esencial parecen perder sus fronteras en cuanto tales y se con
para el desarrollo mental armonioso. Por consiguiente, vierten en “áreas” en torno y a través de las cuales
la interpretación involucra la elucidación de los datos juegan las emociones libremente. El psicoanalista y el
relativos a esa expiación, y no sólo de los datos acerca paciente no pueden evadirse del campo emotivo. El
de la persistente influencia de una relación inmadura psicoanalista debe ser capaz de un mayor desapego que
con el padre. La introducción de “sentido” y “direc otras personas, porque siendo psicoanalista no puede
ción” implica ampliar la teoría psicoanalítica actual. disociarse del estado psíquico que se supone debe ana
Una perturbación de la capacidad de expiación está lizar. El paciente no puede disociarse del estado psí
asociada con actitudes megalómanas. El paciente del quico que necesita hacer analizar. Ese estado psíquico
que se habla en 39 tenía una actitud hacia los aguje es más fácil de comprender si se lo considera como el
ros persecutorios que en última instancia manifestaba estado psíquico de un grupo más bien que el de un
rasgos que hallamos en la actitud religiosa hacia los individuo, pero trascendiendo los límites que habitual
ídolos. El psicoanalista debe comparar la actitud re mente atribuimos a los grupos y los individuos.
velada en la experiencia psicoanalítica con la actitud El psicoanalista que emprende el análisis de un es
hacia el padre, o hacia el psicoanalista, o hacia el Dios quizofrénico pasa por una experiencia para la que
que el paciente está dispuesto a venerar. En suma, el debe improvisar y adaptar el aparato mental necesario.
200 W. R. BION
VOLVIENDO A PENSAR 201
En su relación con el paciente goza de una gran ven no se disponga del original hace esencial que el modelo
taja. que está ausente de la relación con sus colegas y tenga de algún modo en cuenta esa situación como
otras personas extrañas a la experiencia; el paciente parte del problema a resolver, un problema del pro
podrá acceder a esta experiencia con su intuición si blema, por decirlo así, y como un elemento que debe
le permite al psicoanalista que dirija su atención hacia hallarse reflejado en el modelo.
ella. Quienes no intervienen en el psicoanálisis no ob
tendrán provecho de las formulaciones del psicoana Antes de cerrar la exposición sobre “sentido” y “di
lista, pues éstas dependen de la presencia de las expe rección”, debo mencionar un rasgo matemático de las
riencias que son expresadas. Su situación es análoga primeras fases de la solución del problema. El indivi
a la de la persona que carece de los conocimientos duo siente que el problema es amplio, complicado, o
matemáticos necesarios para manipular objetos ausen de algún modo superior a sus fuerzas. El modelo es
tes. Frente al problema se ve en la misma posición un intento para hacerlo accesible. Cuando el individuo
que aquél que tiene que experimentar con el objeto se enfrenta con algo que, comparado con él mismo, es
original sin la ayuda de un modelo manejable. No hay un número o cantidad infinito, designa el conjunto
ningún hermano con quien elaborar los problemas de innumerable con el nombre “tres” tan pronto como
la relación con el padre. O bien, como diría el hombre tiene una noción de la “triplicidad”. El “número infi
religioso, no hay nadie que pueda interceder ante Dios nito” es ahora finito. Se ha formado la noción de
por el individuo. La carencia de una contraparte del “triplicidad” y lo que era infinitud es ahora tres. Infi
modelo, la directa manipulación del original, priva al nitud (o “tres”) es el nombre de un estado psíquico
psicoanalista de una de las herramientas necesarias y se extiende a lo que estimula ese estado. Lo mismo
para su tarea y contribuye a la situación de perpetuo se aplica a “tres”. Se convierte en un nombre para
acting-out. Esto último demuestra que el psicoanalista designar aquello que estimula la sensación de “tripli
no trata con modelos (verbales u otros) de su proble* cidad”. “Tres” e “infinitud” son por tanto casos de
rna sino con el mismo original, y no puede conducirse una forma peculiar de modelo. Se los puede consi
como si manipulara modelos. Por tanto, el psicoaná derar como representaciones de un estado psíquico,
lisis de la personalidad psicótica posee una cualidad como “padre” ; o bien, como “padre”, se los puede
que lo hace muy diferente del análisis de la persona considerar asociados a un estado mental ineludible,
lidad no psicótica. Correspondientemente, la relación peculiar del ser humano, o manifestaciones del mismo.
con la realidad exterior sufre una transformación pa Desde cierto punto de vista, “tres” es una conjunción
ralela a la relación con la realidad psíquica en ausen constante “ganada a la oscuridad y al infinito sin for
cia de un modelo que sirva de intermediario (o que mas”. Es un signo de que la precisión ha reemplazado
“interceda”). No hay ninguna “personalidad” inter a la imprecisión. ¿En qué sentido es preciso “tres”
puesta entre el psicoanalista y el “inconsciente”. e impreciso el término “infinitud”? No matemática
Para resumir: sin la ayuda de un modelo los “ori mente, por cierto, pues el matemático se esfuerza por
ginales” escapan a la investigación. El hecho de que elaborar una notación que, por inexacta que sea su
íundamentación genética, cumpla la función, trasla-
202 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 203
dada a un nuevo campo, de expresar universalmente la transferencia, tiene un sentido del que carecen las
el mismo significado. En el psicoanálisis la precisión mismas palabras en un contexto diferente.
se ve limitada por el hecho de que la comunicación es Antes de pasar a considerar las diferencias entre las
de esa especie primitiva que requiere la presencia del personalidades psicótica y no psicótica debo hacer una
objeto. Términos tales como “excesivo”, “cientos de breve referencia a 41, donde se exponen los resultados.
veces”, “culpa” y “siempre” tienen sentido siempre Me referiré al tema a menudo porque el progreso del
que el objeto de que se habla esté presente. No está psicoanálisis nos ha hecho alejar de la situación en la
presente en un debate entre psicoanalistas; en este caso que tenían algún significado" las nociones de “trata
el intercambio entre los analistas tenderá a consistir en miento”, “cura” y “resultados”.
una jerga, o sea en una manipulación arbitraria de El psicoanálisis del psicótico ofrece una oportunidad
términos psicológicos. Aun cuando no suceda eso, las de ver lo que significa trabajar estando insano. Hay
apariencias lo hacen pensar. La crítica que suele ha que hacer una distinción en el uso de los términos
cerse al psicoanálisis de que no es matemático y no “psicótico” e “insano” ; un paciente puede ser psicó
puede por tanto ser científico está basada en una erró tico e insano o psicótico y sano. Conviene considerar
nea concepción del carácter del problema y del tipo de que hay una clase de progreso psicoanalítico que va
matemática empleado. El tema del que trata el psi de la psicosis insana a la cordura psicótica. Cuando
coanálisis no permite el empleo de ninguna forma de escribí esta sección no me había percatado de la me
comunicación que pretenda satisfacer las exigencias dida en que no sólo el psicoanálisis sino todo el campo
del problema en ausencia del mismo. Ni siquiera es de la vida mental o espiritual está dominado por ideas
posible emplear modelos que ofrezcan un sustituto de curación basadas en la experiencia sensorial y el
adecuado del original del problema. Esto ha inducido principio de placer. El examen de los Evangelios si
a error hasta a críticos benévolos, porque el lenguaje nópticos demostrará la medida en que el enfoque reli
que usa el psicoanálisis a menudo se asemeja a la con gioso de la vida mental excita las esperanzas de “cu
versación ordinaria. Y proposiciones de la conversa ración” de emociones y experiencias “dolorosas” de
ción corriente parecen decir exactamente lo mismo que una manera que sería apropiada al dolor físico, el alivio
los enunciados de los psicoanalistas, y a menudo mejor. físico y las medidas terapéuticas físicas. No fue nece
En un debate sobre psicoanálisis trasmitido por la BBC sario que San Lucas fuera médico —eso está claro en
le oí sugerir a un profano que Freud no había dicho el Evangelio de San Marcos— ni que Freud se for
nada que no sepamos ya. Si pensamos que Freud se mara en la medicina física, para que suscitaran expec
limitó a llamar la atención hacia la existencia del sexo, tativas de curación asociadas al dolor físico. Podría
esa crítica se nos presenta como una especie de verdad mos resumirlo así: “Hay un dolor. Debe ser eliminado.
lunática. La realidad de la experiencia psicoanalítica Alguien tiene que eliminarlo de inmediato, preferible
pronto demuestra la falsedad de esa suposición. Una mente mediante la magia, la omnipotencia o la omnis
afirmación acerca de una experiencia sexual, en pre ciencia; a falta de esto, mediante la ciencia”. Se po
sencia de esta experiencia tal como se manifiesta en dría describir el conflicto entre las personalidades psi-
204 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 205
cótica y no psicótica como si tuviera lugar entre una ideas familiares expondrá a la persona o al grupo a
parte religiosa de la personalidad y una parte cientí la fuerza desintegradora (aunque creadora) de la idea
fica de ella. Los puntos de vista opuestos son igual “contenida”. Por consiguiente, se mantiene como ba
mente fanáticos. También se asemejan en cuanto pa rrera defensiva a un “recuerdo” constantemente res
recen reproducir una lucha entre personas; el triunfo taurado. Se destaca entre esa clase de “recuerdos”, en
equivalente a una aniquilación de la experiencia pe una Sociedad psicoanalítica, la idea de cura. Es una
nosa o de la conciencia de ella. Correspondientemente, preconcepción en K, o sea, una preconcepción (cate
una conciencia más aguda de las experiencias emotivas goría D) que no hace juego con una concepción, como
penosas sería una condenación del enfoque científico parte de la actividad K, sino con un “recuerdo”, para
o religioso responsable. El mismo psicoanalista puede convertirse en un elemento saturado (similar a un ele
conducirse como si sostuviera esta concepción. Ella mento (3) que impedirá el crecimiento o el cambio
ofrece una sencilla explicación y una justificación del catastrófico. El psicoanalista no debe sorprenderse al
costo del psicoanálisis en términos de tiempo y dinero. darse cuenta de que él mismo está tan poco dispuesto
En su defecto, el psicoanálisis se convierte en una como su paciente, o su grupo, a abandonar el deseo
actividad difícil de justificar. Además, tal concepción o la idea de curación. Y no se efectúa esa renuncia
les proporciona al psicoanalista y al paciente un “re mediante un acto de voluntad.. Hay sólo un paso del
cuerdo” que les da la sensación de seguridad de saber abandono de la “curación” al descubrimiento de la
que no han emprendido ninguna actividad que sea realidad del psicoanálisis y al poco familiar mundo
nueva para el género humano. de la experiencia psicoanalítica. El “deseo” de cura
En un trabajo presentado a la British Psycho-Analy- ción es precisamente un ejemplo dé deseo que el psi
tical Society, del cual se publicó una versión abreviada coanalista no debe abrigar, y lo mismo vale para todos
en el Boletín Científico de esa Sociedad, llamé la aten los deseos. En estos trabajos el lector comprobará que
ción hacia la recurrencia de una configuración a la si bien yo había vislumbrado esto, no me había per
que describí como una relación entre continente y catado de la importancia del asunto.
contenido ( $ S ). Una manifestación de esta relación La tentación de desear la cura es intensificada por
se da en la tensión existente entre los “dirigentes es el hecho de que toda persona que se somete al psico
tablecidos” de un grupo y el miembro “místico” de análisis y obtiene buenos resultados tiene una expe
ese grupo. También hallamos esa tensión en la rela riencia que se asemeja a la idea popular de “cura” ;
ción entre una idea y la expresión (verbal, pictórica o se supone que queda “curada” como resultado del
artística) que pretende contenerla. El psicoanálisis “tratamiento” psicoanalítico. Debemos considerar con
mismo es una idea de ese tipo. Se manifestará esa el mismo recelo a la idea de “resultados”, pues deriva
tensión en cualquier formulación del psicoanálisis, en de una actitud que es común en los científicos de la
cualquier persona que lo practique, en cualquier grupo naturaleza, cuya experiencia está asociada con impre
(una sociedad psicoanalítica, por ejemplo) que lo siones sensoriales (aunque a veces disimula este hecho
adopte. El abandono de la corteza protectora de las la intervención de aparatos). Sería irónico que los
206 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 207
psicoanalistas adoptaran una idea que el físico está ficaría la comunicación era optimista. A las Castra
tratando de descartar. Deberíamos estar entre los pri ciones clínicas las considero elementos de la ca goría
meros en darnos cuenta de lo inadecuado que son los C. Se asemejan a los relatos de hechos pasad . las
modelos en los que ocupan un lugar prominente los transformaciones de imágenes visuales, los ma: 'los,
resultados. En 11 digo que una buena tarea queda pero no se las puede describir como ninguna de sas
anulada si el psicoanalista conforta al paciente; hoy cosas porque no satisfacen exigencias psicoanalí cas.
no creo sea necesario para eso que el psicoanalista con No es solución aplicar criterios “científicos”, taifa co
forte al paciente, pues éste hallará confortación en la mo se los entiende, pero no puedo ofrecer una solu
aparente semejanza del psicoanálisis con el modelo del ción mejor. Los psicoanalistas que no se sientan satis
tratamiento y la curación físicos. Una experiencia de fechos con la calidad científica de su tarea deben con
generaciones con las enfermedades físicas y su trata fiar en si mismos para obtener mejores niveles. La
miento ha establecido un modelo, un “recuerdo”, que “descripción teórica” a la que creí limitarme es sólo
opera automáticamente como barrera contra la intru el reemplazo por una formulación que emplea térmi
sión de hechos perturbadores. Podemos considerar a nos de origen sensorial de otra más elaborada. Una
las quejas acerca de la ineficacia del psicoanálisis experiencia acerca de la cual yo no tenía dudas se
como el anverso de las creencias confortadoras asocia presenta como algo poco convincente para cualquiera
das con los modelos del tratamiento y la cura. que no tenga una experiencia práctica del psicoanáli
El abandono de los recuerdos y modelos derivados sis. Ni siquiera podrá trasmitirse esa convicción de un
de la medicina física implica la experiencia de proble psicoanalista a otro a menos que trabajen con métodos
mas que el psicoanalista puede considerar ajenos a su muy parecidos. Hasta ahora esto ha significado que
campo o fuera de su alcance; a menudo parecen co los dos psicoanalistas comparten los mismos instrumen
rresponder a disciplinas no incluidas en su formación. tos teóricos, y eso entraña el peligro de que el psico
La experiencia que tiene el psicoanalista respecto a los analista vea lo que quiere ver. Si dos psicoanalistas
problemas filosóficos es tan real que a menudo com logran reducir a un mínimo la influencia del recuerdo
prende más claramente la necesidad de un marco filo y el deseo, reducen al mínimo el peligro de colusión
sófico que el mismo filósofo profesional. La filosofía y aumentan las posibilidades de compartir la misma
académica, en cuanto marco, y la vivencia realista de experiencia, de “ver” los mismos mecanismos en ac
la experiencia analítica tienden a aproximarse, pero ción. Las formulaciones empleadas en este trabajo
el mutuo reconocimiento no es tan frecuente ni tan son transformaciones verbales de intuiciones psicoana-
fecundo como cabría esperar. líticas.
Al comienzo del trabajo sobre el “Desarrollo del pen Las formulaciones de los fenómenos de transferencia
samiento esquizofrénico” (julio de 1955), dije que son insatisfactorias, aunque relativamente correctas.
habían sido vanos los intentos de ofrecer una ilustra En 41 usaría ahora una formulación geométrica (ca
ción clínica, y que me limitaba a una descripción teó tegoría H) para transformar la experiencia psicoana-
rica. Considero que la idea de que con ello se simpli lítica en términos de la categoría C, o sea en una
208 W . R . B IO N
V O L V IE N D O A P E N S A R 209
imagen visual. Para comunicar la experiencia en el al principio malo y luego desastroso; si los psicoana
psicoanálisis, utilizo una categoría compleja (H) de listas actuaran en las condiciones adecuadas para “ ver”
una manera primitiva (C ). En el artículo hablo de lo que sucede, las realizaciones del psicoanálisis se
la transferencia como si se tratara de un vínculo linear, impondrían por sí mismas y las diferencias de parecer
de una línea sin espesor que une al analista y el pa entre los psicoanalistas respecto de lo que observan
ciente. Pero actualmente pienso que ese fenómeno asumirían proporciones más modestas. El problema
cambia constantemente según las tensiones del psico del reconocimiento de la deuda con obras anteriores
análisis, de modo que el vínculo transferencial es una no crea dificultades si el analista lo expulsa de su
línea en un momento dado, pero en otro momento se mente cuando trabaja con el paciente.
transforma en un plano. El psicoanalista, ligado por Hay que comparar la hostilidad del paciente psicó-
esa línea tenue y persistente, se encuentra súbitamente tico hacia el aparato mental que lo pone en contacto
en contacto con una superficie o plano “monomolecu- con la realidad, sea el suyo o el de otra persona, con
lar” . El paciente tiene un contacto muy preciso con su actitud respecto de la realidad psíquica. Parece
el analista, y éste comprueba que sus estados de ánimo tener una conciencia peculiar de esta realidad, y sen
más fugaces se reflejan en la transferencia. Por ejem tirse perseguido por ella. No destacaré ningún aspecto
plo, si se halla irritado por el zumbido de una mosca particular del fenómeno, como los estados de confusión,
o por algún ruido callejero, o bajo el impacto de al pese a que son ciertamente penosos, sino el placer o
guna mala noticia acerca de un paciente o un familiar, dolor psíquico en su conjunto. El problema está aso
su humor se reflejará en la transferencia. Pero tan ciado con el predominio del principio de placer-dolor,
escasa es la profundidad (o el grosor de la transferen como cabría esperarlo, pero su cualidad peculiar se
cia plana) que no hay discriminación cualitativa en debe a que el principio de placer dominante tiene que
estos humores. Tienen el mismo valor; el zumbido de operar en el campo del placer y el dolor endopsíquicos.
una mosca y una noticia grave e inquietante producen Por consiguiente, no se dispone de la solución propia
el mismo reflejo; el paciente observa ambas cosas, y de los problemas de placer y de dolor que tienen su
una no tiene mayor ni menor importancia que la otra. origen en la realidad externa. Es como si el paciente
El cambio de la transferencia puede ser representado sintiera que se le requiere que enfrente la clase de
gráficamente como el paso dé una “ línea sin espesor” problema para la cual sabemos ahora que es necesario
a un “plano sin profundidad” . el psicoanálisis, en un momento en que, en el mejor de
los casos, podría esperarse de él que afrontara, en
Una de las dificultades que experimentan los ana colaboración con su madre, el hambre física. En otras
listas aparece cuando el psicoanalista deja languidecer palabras, desde el comienzo de la vida el paciente
la intuición que ha obtenido, permitiendo que la sus siente que su mundo mental requiere atención especial.
tituya lo que ha aprendido de las teorías y de la expe
Esto es distinto de tener una dotación física, por
riencia de su psicoanalista. Este impulso surge fácil ejemplo, una mala salud corporal, que requiere una
mente, y una vez contraído el hábito es difícil contro
atención especial.
larlo; el efecto sobre la intuición del psicoanalista es
210 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 211
En cuanto a las restantes secciones del trabajo, 44- cambio, aunque sea vagamente; pero en sí misma no
50, es improbable que las descripciones conduzcan a tiene significación (y con mayor razón, no es lo único
errores si se las considera como formulaciones perte significativo) para el psicoanálisis, en el sentido en
necientes a la categoría C, y el lector las utiliza como que “cura” y “mejoría” tienen una significación en
“modelos reveladores” 8. Hay que leerlas, olvidarlas, el campo de la medicina física. Las apreciaciones del
y permitir que reaparezcan, como partes de la evolu valor moral o social están tomadas de la religión, la
ción peculiar de una situación afectiva psicoanalítica moral o la política, sin tener en cuenta si es posible
particular. Los comentarios de la conclusión (50) tie aplicarlas al psicoanálisis. Esto es tanto más sorpren
nen relación con un vértice en el cual “curación” o dente por cuanto los criterios del paciente son mate
“mejoría” es algo que parece tener importancia; en rial adecuado para la investigación. No cuestiono las
esa época no me percataba del problema de lós vérti “mejorías” ; objeto la aceptación acrítica de la mejoría
ces, y no tenía motivos para pensar que la idea de como una meta o un deseo apropiados para el psico
“cura” era inadecuada. Mi trabajo siguiente muestra analista. Como he dicho, no hay lugar para el deseo
claramente en qué medida consideraba a este vértice en el psicoanálisis; no hay lugar tampoco para el re
como el único. Dado que excluye muchas posibilida cuerdo en cuanto está basado en deseos vinculados con
des que como psicoanalista debería tener presentes, actividades pasadas distintas del psicoanálisis, y es in
señalaré, en relación con este trabajo, algunas de las separable de ellos. El deseo de ser un buen psicoana
desventajas. En 51, aunque hablo de sucesos “que lista es un impedimento para ser psicoanalista.
son analíticamente importantes”, quería decir en reali En la actualidad no iría más allá de mi última fra
dad que eran importantes desde el punto de vista tera se: “las mejorías que he presenciado requieren una
péutico. Considero que el hecho de que un suceso es investigación psicoanalítica”. Y requiere algo más que
terapéuticamente importante es menos significativo eso, una norma de progreso que incluye la observación
que el hecho de que sea psicoanalíticamente importan- de las diferentes normas de progreso, su origen y su
tante. Es posible considerar a un suceso importante papel en el psicoanálisis.
tanto desde el punto de vista terapéutico como desde Pueden sorprender las escasas referencias a obras
el punto de vista psicoanalítico, pero a esta última anteriores. Este es un aspecto de la tarea psicoanalí
noción la incluyo en una categoría distinta y más im tica en el que mi convicción es mayor, y no menor,
portante que la correspondiente a la primera. En el que otrora. El psicoanalista debe ser capaz de percibir
mismo párrafo me refiero a mejorías, pero la “mejo las implicaciones de lo que dicen sus pacientes y de
ría” se estima de acuerdo con la opinión de alguien y lo que han dicho sus predecesores en el psicoanálisis,
según cierta norma establecida (pero no mencionada). y no la cantidad de maneras en que lo dicen. Los psi
Esa estimación es útil en cuanto intenta medir un coanalistas han reconocido ampliamente las implica
ciones del trabajo de Freud sobre Dos principios del
8 Ia n T . Ramsey, M odels and M ystery, Oxford University suceder psíquico. Esto no quiere decir que las haya
Press, 1964. reconocido algún psicoanalista determinado. Como es
212 W . R . B IO N V O L V IE N D O A P E N S A R 213
habitual, el recuerdo ofrece un rápido sustituto, por ciones de sugerir algo mejor de lo que ya he dicho
lo menos en apariencia, para permitir el comienzo de acerca de la transferencia psicótica, y por lo tanto lo
una evolución en la mente del lector. Considero que dejo tal como lo escribí. Las opiniones expuestas en
!o que he dicho acerca de las sesiones psicoanalíticas 58 están más ampliamente tratadas en mi trabajo pos
se aplica a la experiencia de la lectura de obras psico terior sobre “ Ataques al vínculo” .
analíticas. Al trabajo de Freud habría que leerlo... En 63-68 he ofrecido una descripción que pretende
y “ olvidarlo” . Sólo de este modo es posible crear las representar la experiencia real de una sesión. Creo
condiciones que, al leerlo nuevamente, estimularán una que la experiencia fue excepcional. El paciente se
nueva evolución. Sólo hay tiempo para hacer esto con mostró cooperativo dentro de los límites impuestos por
los mejores trabajos; pero sólo los mejores trabajos son su estado mental, y se consideraba a sí mismo, de al
capaces de estimular una lectura defensiva (respecto guna manera, com o una persona que está “ enferma”
del tema del trabajo) com o sustituto de la experimen y que necesita “ tratamiento” . También parecía con
tación del trabajo mismo, algo que en otro lugar he siderar al psicoanálisis como si fuera un tratamiento.
denominado Transformación bajo K , en contraste con Di esto por sentado considerándolo razonable, pero
la Transformación bajo O 9. Los mismos comentarios ahora pienso que es necesario cuestionar todas las
se aplican a los trabajos de Melanie Klein que he concepciones que abriga el paciente. El instrumento
mencionado. del psicoanalista es una actitud de duda filosófica; es
No todos los psicoanalistas suscribirán esta opinión de primordial importancia mantener esa “ duda” sobre
de que hay que tratar a los trabajos psicoanalíticos la que podrá elaborarse el psicoanálisis. U n paciente
como experiencias que afectan el desarrollo del lector. que efectúa ataques contra los vínculos manifestará
No pretendo que se trate de una cuestión librada a su desagrado por la capacidad del analista de mante
la elección consciente del lector, de acuerdo con sus ner una actitud de duda, y hará constantes esfuerzos
deseos, sino que ciertos libros, como algunas obras de para estimular los recuerdos y los deseos del analista.
arte, suscitan emociones poderosas y estimulan el cre Las pruebas de “ mejoría” que me impresionaron no
cimiento, quiéraselo o no. Gomo todo el mundo sabe, eran parte de la tarea psicoanalítica.
este fue el caso de Freud. Se comienza a tratar este tema en el final de 68, y
No me extenderé más sobre el asunto en este lugar, se lo expone en 69. Cuando el paciente está tan per
pues he abordado el tema en mi comunicación sobre turbado como para merecer un diagnóstico jfsiquiá-
el “ Cambio catastrófico” . Las obras a las que me he trico no es sorprendente que los familiares, los amigos,
referido aquí representan muchas horas de ardua lec el mismo paciente y el psicoanalista tiendan a concor
tura, cosa que tal vez no sea evidente al principio. Las dar respecto del “ tratamiento” y la “ cura” . Pero el
encontré esclarecedoras, pero no han sido adecuadas; paciente más perturbado puede tener súbitas intuicio
aunque mi trabajo es inadecuado no estoy en condi nes que son signos de una vida mental a la que a
menudo se pierde de vista. Y personas de gran pe
9 W. R. Bion, Transformations. netración suelen ser calificadas de locos. En el trabajo
214 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 215
sobre “Cambio catastrófico” llamé la atención sobre Quería lograr apoyo para la idea de que yo sabía lo
un caso, bien conocido en la cultura cristiana, y señalé que era el paciente; de que el paciente era lo que la
una configuración en la que se repite constantemente profesión médica pretendía que era; y yo concordaba
este elemento. Es necesario tener en cuenta que hay con la profesión médica. Quería evitar que pudiera
una “mejoría” que puede ser una negación de cuali decirse que todo el mundo sabía lo que era ¿1 paciente
dades místicas del individuo. El error opuesto ve en excepto yo, y posiblemente, aunque no con seguridad,
una profunda perturbación mental una evidencia del el paciente mismo. No obstante, pronto me encontré
genio. Dejo el trabajo para una ulterior discusión, precisamente en esa posición. Como psicoanalista tenía
pero reitero las razones para desconfiar de la “cura” el deber de mantener un espíritu abierto, y al mismo
y la “mejoría”, no porque dude de la existencia de tiempo me hallaba bajo una constante presión, que
una realización que se aproxima a esos términos, sino provenía también de mí mismo, para buscar refugio
porque la tendencia a equiparar el psicoanálisis con en una certidumbre. Los pacientes se mostraban ansio
el “tratamiento” y la “cura” con mejorías, es una señal sos de concordar con una interpretación, para ganar
de que se está limitando el psicoanálisis; se limita el una sensación de seguridad. Dado que me opongo a
desarrollo del paciente con el fin de no perturbar al dar rienda suelta al recuerdo, y el deseo, conviene
grupo. Respecto de la conclusión en 70 no tengo señalar que la exclusión de ambos expone al psicoana
reparos en cuanto se la puede considerar un alegato en lista a la ansiedad de constituir una minoría de uno
pro de más psicoanálisis; no obstante la considero re (o de dos, cuando el paciente se une al analista) al
dundante pues el psicoanálisis no necesita del empleo emprender el psicoanálisis de un paciente de este tipo.
de la propaganda y los procedimientos políticos en su Mientras no se llega a una cooperación no puede
favor. Correspondientemente, quienes necesitan las hablarse de “observar alucinaciones”. No creo que
artes del político no desearán el psicoanálisis. eso sea posible si el psicoanalista busca la cooperación
Cuando escribí sobre la alucinación, pensé que era de otra persona que no sea el paciente mismo. No
importante contar con un apoyo “independiente” del mejora la posición del psicoanalista respecto de fami
diagnóstico de esquizofrenia. Me parece más signifi liares, amigos, colegas y otras personas capaces y de
cativo que estos pacientes sean capaces de suscitar reac seosas de cooperar lo que parece ser una actitud reti
ciones similares en los miembros de los grupos a los cente y posiblemente arrogante. Pese a ello, el psico
que pertenecen. Quienes conviven más íntimamente análisis del esquizofrénico debe efectuarse solamente
con ellos, principalmente sus familiares, y los pacientes con el paciente, o bien no se lo hará de ningún modo.
mismos, pretendían que había algo que andaba mal, La descripción “clínica”, 72, es pasible de las obje
pero que los pacientes no podían ser realmente “así” ; ciones ya expresadas contra esta clase de afirmaciones.
naturalmente, la opinión de los médicos difería de la La descripción está hecha en términos apropiados a
de los familiares respecto de lo que era “eso”. No una experiencia sensorial. No podía discutirse la reali
reparé en ello en esa época, pero al usar un enfoque dad psíquica de la experiencia, pero su realidad senso
psicoanalítico estaba presuponiendo aun otro “eso”. rial no la representaba. No puedo ofrecer algo mejor
2 16 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 217
que la descripción que hice en ese trabajo, pese a que cer sugestiones para determinar en qué momento se
no podía resultar convincente para nadie que no de toma conciencia de esto. Por ejemplo, un paciente
seara ser convencido, y probablemente ponía a prueba puede embarcarse en una serie de alegatos hostiles.
la credulidad de quien se hallara en este último caso. Puede tratarse de una simple expresión de hostilidad,
¿Q ué puede hacerse al respecto? He llegado a la con pero puede ser también parte de un ataque de escisión
clusión de que además de los procedimientos habitua contra el analista. En cierta ocasión el paciente no
les, el análisis del analista y otros, el psicoanalista temía a las alucinaciones, con las que ya estaba fami
debe conducir su vida mental de modo de no caer en liarizado, según dijo más tarde, sino que las utilizaba
malos hábitos mentales. Un primer paso que ayuda como un arma en su lucha conmigo. No considero
ría a evitar errores sería que los psicoanalistas traten aquí las variedades de experiencia con las que el pa
a los que habitualmente son considerados informes de ciente alucinado confronta al analista, pero el modo
experiencias psicoanalíticas como “modelos” similares como el psicoanalista experimenta la alucinación del
a los que utilizan los físicos. El método científico debe paciente es un buen ejemplo de lo que quiero significar
emplearse con cautela, teniendo en cuenta la demos con el término evolución. En determinado momento
tración que hiciera Freud de la existencia de motivos los hechos parecen presentarnos una simple exterio-
inconscientes. Es posible que la observación psicoana- rización de hostilidad; repentinamente se transforman:
lítica de nuestros propios defectos disimule las debili el paciente está experimentando una alucinación. Era
dades del método científico actual, aun cuando los como si el psicoanalista a quien el paciente atacaba
hombres de ciencia las reconozcan. El método cientí tuviera una “piel” que se desprendiera de él y pasara
fico del psicoanálisis debe aplicarse a sus defectos de a ocupar una posición entre el analista y el paciente.
comunicación. Esta es, o bien significativa, pero ina (Es característico que en esta descripción yo deba ape
propiada a una experiencia no sensorial, o bien tan lar a términos especiales que tienen más “cuerpo” del
“abstracta” que simula una experiencia no sensorial, que yo desearía darles, y que considero que son formu
pero no la representa. L a opción parece ser una ine laciones inexactas.) Cuanto más experiencia de los
xactitud pintoresca o el uso de una jerga. Puede fenómenos psicóticos tiene un psicoanalista, menos du
parecer pedante examinar las descripciones que hace das tiene de su realidad. Estos fenómenos “evolucio
mos de las experiencias psicoanalíticais, pero no es ese nan” ; están allí y son sustituidos por una nueva
el caso cuando la exposición se refiere a alucinaciones, “evolución” . Afortunadamente para el psicoanálisis,
que en lo que concierne al paciente, son experiencias es posible la demostración de estos hechos entre el
sensoriales. No lo son para el analista, pues éste no analista y el paciente, pero lamentablemente para la
escucha ni ve lo que escucha o ve el paciente aluci ciencia, no es posible demostrarlos en ausencia de los
nado, pero tiene que interpretar los hechos que pre fenómenos. Hay un curioso paralelo con la situación
sencia. En 76 menciono mi incapacidad de relatar los del individuo que no puede resolver matemáticamente
“hechos” que me llevaron a pensar que el paciente un problema de enumeración, y que tiene que apelar
sufría alucinaciones. Me sigue resultando difícil ofre a la manipulación de los objetos que debe enumerar.
218 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 219
En este trabajo me he referido a la función evacua En 83, en el trabajo sobre la arrogancia, repaso el
toria de la alucinación, como si fuera su única función. mito de Edipo poniendo de manifiesto una relación
Actualmente considero que tanto las alucinaciones co entre la curiosidad, la arrogancia y la estupidez; esta
mo el “uso” que se les da cambian constantemente. relación no es fácil de demostrar en la práctica psico
El psicoanalista debe estar en condiciones de “intuir” analítica. Mis dificultades fueron mayores cuando con
las alucinaciones, y finalmente las leyes que gobiernan fiaba en el recuerdo para establecer los vínculos, que
a las mismas y a sus cambios. Un sistema rígido no actualmente, cuando dejo evolucionar la situación ana
puede representar a una realización cambiante. La lítica y luego interpreto la “evolución”. Tanto para
aptitud de desterrar el deseo y el recuerdo es una de el psicoanalista como para el paciente es esencial que
las condiciones necesarias para la observación de la se demuestre la operación de la curiosidad misma, y
alucinación. Cuando tiene lugar una evolución, y no su nombre. Se ha objetado, por ejemplo, que
cuando recriminaciones dirigidas al analista son “des activg out es una traducción inglesa de una frase con
prendidas” hacia una “piel” intermediaria, éste tiene la que Freud quiso decir algo diferente del sentido
que ser capaz de “intuirla” e interpretarla. que se le atribuye en inglés al término citado. La
En 71 explico que las actuales descripciones de alu confusión deriva de que se piensa que la discusión se
cinaciones no tienen mucha utilidad en la práctica centra en la representación de una realización y no
psicoanalítica. La descripción que he intentado puede en la realización, o bien que no se refiere al término
explicar por qué pienso que los psicoanalistas deben acting out sino a los fenómenos representados por ese
formular sus propias descripciones. Es posible seguir término. Del mismo modo, no me refiero a las ocasio
las diversas fases de la transformación, desde la recri nes en las cuales los pacientes emplean la palabra
minación hostil contra el psicoanalista, pasando por el “curiosidad” sino a la curiosidad misma. Hay que
temor de penetrar dentro suyo, por la violencia del tener en cuenta esta distinción, pero no siempre se la
ataque linear (y por tanto por una confusión con él), hace; si se la tuviera siempre presente no se les haría
por el ataque plano (las asociaciones amplias, difusas con tanta frecuencia a los psicoanalistas el reproche
y no penetrantes), hasta el “desprendimiento” de la de usar una jerigonza, y éstos no darían pie al mismo.
“piel”. No soy optimista acerca de las posibilidades En 88 digo que la persona en cuyo psicoanálisis se
de trasmitir claramente al lector lo que pretendo decir basa el estudio no se condujo en ningún momento
mediante una descripción de esta clase, pero una vez como un psicótico; este comentario es válido si se
que él se halle en condiciones de experimentar la in acepta el uso psiquiátrico corriente. Melanie Klein
tuición no tendrá duda alguna respecto de su realidad. sostuvo que era posible detectar mecanismos psicóticos
El psicoanalista no debe permitir que se lo aparte en todos los pacientes, y que era necesario ponerlos de
del vértice desde el cual son “intuibles” los hechos manifiesto para que el psicoanálisis fuera satisfactorio.
afectivos, una vez que han evolucionado. El estudio Estoy de acuerdo con ese punto de vista: no hay pos
de la alucinación está en sus comienzos. El tiempo ha tulante al psicoanálisis que no tema a los elementos
confirmado la conjetura expresada al final de 82. psicóticos dentro de sí mismo y que no crea que podrá
220 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 221
lograr una adaptación satisfactoria sin hacer psicoana- difícil definirlos con rigor y estimar la naturaleza de
lizar dichos elementos. Una de las soluciones de este la profundización de la intuición asociada con tal ex
problema es particularmente peligrosa para quienes clusión. Considero que la idea de causación, implícita
imparten la instrucción. El individuo trata de resolver en todo el trabajo, es errónea; si el analista tolera la
su temor sometiéndose a la instrucción, de modo tal presencia de este elemento, eso limitará su perspicacia.
que su aceptación pueda ser interpretada como una El “vínculo causal” sólo tiene una evidente validez en
autorizada declaración de inmunidad por parte de lo que atañe a hechos estrechamente asociados en el
quienes están más calificados para darla. Con la ayuda tiempo y el espacio. Heisenberg, en Physics and Phi-
de su psicoanalista evitará el examen de su temor y losophy (Alien & Unwin, 1958, pág. 81), demuestra
terminará por ser un calificado pseudo analista. Su claramente la índole falaz del razonamiento basado
calificación es la capacidad de considerarse libre, gra en la idea de “causas”, en términos que deberían sus
cias a la identificación proyectiva (en la que no cree), citar la aprobación de todo psicoanalista. Siempre que
de la psicosis que trata de descubrir en sus pacientes el psicoanalista no se deje seducir por la búsqueda y
y sus colegas. Cuanto más psicosis, y hasta alucinacio proposición de “causas”, excepto en los términos del
nes, estudiamos psicoanalíticamente, más inadecuadas lenguaje corriente, el trabajo estimulará sus propias
nos parecen las ideas establecidas; no hablaré del tema investigaciones. El descubrimiento de una “causa” está
en este momento pues lo he tratado con mayor detalle más vinculado con la paz espiritual de quien la des
en “Cambio catastrófico”. cubre que con el objeto de su indagación.
En 91 la referencia a la destrucción de un vínculo Esto me lleva al problema de cómo puede salvarse
importante está basada en una cantidad de observacio la distancia que hay entre la lectura de los trabajos
nes, cuyo efecto acumulativo me llevó a las formula incluidos en este libro y la experiencia psicoanalítica.
ciones presentadas en el trabajo sobre “Ataques al Sugiero que se lea estos trabajos del mismo modo en
vínculo”. Las ideas allí expuestas iluminan una serie que debería conducirse un psicoanálisis, o sea, sin re
de situaciones que no tuve presentes cuando escribí el cuerdo ni deseo. Y que luego se los olvide. Se los
artículo. A medida que fui capaz de observar la evo puede volver a leer; pero no hay que recordarlos.
lución de una situación psicoanalítica me vi enfren Podríamos dar este consejo con mayor tranquilidad
tado con los aspectos frustrantes del recuerdo y el de si hubiera más certidumbre en la naturaleza de las
seo. Los pacientes estimulan ambos elementos en el comunicaciones, en su carácter en cuanto formula
analista, como medio de destruir su vínculo con ellos. ciones. He intentado llegar a eso proponiendo que se
Es como si el paciente fuera él mismo un psicoanalista considere a los denominados informes clínicos (supues
que descubriera estos elementos y se propusiera estimu tamente F3) pertenecientes a la categoría G3: trans
larlos deliberadamente para destruir el vínculo entre formaciones verbales de impresiones sensoriales. No
el psicoanalista y él mismo. La experiencia me ha
convencido de la conveniencia de excluir la actividad contamos todavía con ninguna categorización adecua
del deseo y el recuerdo. La dificultad de lograrlo hace da que prometa ser más útil que la opinión popular.
222 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 223
Se puede comparar la situación adecuada para ex presión, aparentemente “ verá” una luz ( “ estrellas” ,
perimentar las intuiciones psicoanalíticas, que he seña según los pugilistas). En el dominio mental, el “ órga
lado en este comentario, con los estados que se supone no sensorial de la realidad psíquica” , para usar una
proporcionan las condiciones aptas para las alucinacio expresión de Freud, no está sujeto a tal limitación.
nes. El individuo alucinado parece tener experiencias Puede apreciar, indiferentemente, todas las contrapar
sensoriales que no tienen su paralelo en la realidad tes de todos los sentidos. Aparentemente, todas las
sensorial. El psicoanalista debe ser capaz de intuir una contrapartes mentales del olfato, la visión, etc., pueden
realidad psíquica que carece de imagen sensorial co ser intuidas por el mismo aparato. El tema tiene im
nocida. El individuo alucinado transforma e inter portancia práctica para el psicoanalista cuyo paciente
preta la realidad presente, de la que tiene conciencia, dice “ Veo lo que usted quiere decir” cuando tiene
en términos diferentes de los que emplea el psicoana una alucinación, por ejemplo, de sufrir una agresión
lista. No considero que el paciente alucinado describa sexual; lo que él quiere decir es que el sentido de lo
una realización que tiene un fondo sensorial, e igual que dijo el psicoanalista se le aparece en una forma
mente no pienso que una interpretación psicoanalítica visual, y no que ha comprendido la interpretación.
derive de hechos accesibles al aparato sensorial. ¿C ó Este es el tipo de problema para el que constituye una
mo explicar entonces la diferencia que hay entre una introducción el último trabajo, “ Una teoría del pen
alucinación y la interpretación de una experiencia psi samiento” .
coanalítica intuida? A veces se dice, muy a la ligera, El hecho de que el pensamiento y el habla juegan
que los psicoanalistas que analizan a pacientes psicó- un papel tan importante en el psicoanálisis es tan obvie
ticos son ellos mismos psicóticos. Y o buscaría una for que tal vez no sea advertido. Pero no le pasa inad
mulación que represente la diferencia entre la intui vertido al paciente que concentra sus ataques en los
ción (en el sentido que yo le doy al término) de una vínculos, y especialmente en los vínculos entre él mis
experiencia que no tiene componentes sensibles, y una mo y el analista; ese paciente efectúa un ataque des
alucinación de úna realización que carece igualmente tructor contra la capacidad de hablar y de pensar tanto
de una realización sensible. El psicoanalista tiene por de él como del analista. Para comprender adecuada
lo menos la oportunidad adecuada para elaborar una mente estos ataques el psicoanalista necesita reconocer
respuesta; muchas personas supuestamente sanas y la naturaleza de los objetivos que son atacados. El tra
responsables transforman pensamientos en acciones a bajo citado es un intento de elucidar esta cuestión.
las que sería caritativo calificar de insanas, y que a Con mi experiencia actual destacaría más, en 98, la
menudo son así llamadas, caritativamente. importancia de dudar de que sea necesario un pensa
Para estimular una ulterior reflexión llamaré la dor para que haya pensamientos. Para comprender
atención sobre una peculiaridad que todos conocen adecuadamente la situación cuando se efectúan ata-,
pero que no ha sido suficientemente considerada. Por ques contra los vínculos conviene postular la existencia
lo común los órganos sensoriales tienen sus propios de pensamientos sin pensador. No puedo exponer aquí
objetos sensibles. Es verdad que el ojo, sometido a una los problemas del caso, pero es necesario formularlos
224 W . R. BION VOLVIENDO A PENSAR 225
para una ulterior investigación: Existen pensamientos a Dios). Las ramificaciones de esta actitud, que se
sin una persona que los piense. La idea de infinito es percibe más claramente si el psicoanalista postula la
anterior a toda idea de lo finito. Lo finito es “ganado existencia de “pensamientos sin pensador”, son tan
al oscuro e informe infinito”. Para formular esto más considerables que será necesario otro libro para inten
concretamente, la persona humana tiene conciencia tar su elucidación. Por inadecuada que sea esta for
del infinito, el “sentimiento oceánico”. Toma concien mulación, espero que le ayude al lector a descubrir
cia de la limitación, presumiblemente a través de la la continuación de los desarrollos que he tratado de
experiencia física y mental de sí misma y de la sensa esbozar en estos trabajos.
ción de frustración. Un número infinito, una sensa Haría una advertencia contra la frase “datos em
ción de infinitud, son reemplazados, digamos, por una píricamente verificables” que empleo en 100. No quiero
sensación de “triplicidad”. La sensación de que existe significar que la experiencia “verifique” o “convalide”
un número infinito de objetos es sustituida por la sen algo. Esta creencia, con la que he tropezado en la
sación de que sólo existen tres objetos; el espacio infi literatura de la filosofía de la ciencia, está asociada a
nito se convierte en espacio finito. Los pensamientos una experiencia que le permite al hombre de ciencia
que carecen de pensador adquieren un pensador, o adquirir una sensación de seguridad que compensa y
son adquiridos por él. neutraliza la sensación de inseguridad consecutiva a
| En la práctica, he comprobado que esta formula la comprobación de que un descubrimiento revela nue
ción, o alguna parecida, es una aproximación útil a vas perspectivas de problemas sin resolver, “pensamien
las realizaciones psicoanalíticas. El paciente que sufre tos” en busca de un pensador.
las que solían ser denominadas perturbaciones del pen
samiento nos proporcionará ejemplos que muestran
que toda interpretación que ofrece el psicoanalista es
en realidad un pensamiento suyo. Dejará traslucir su
creencia de que artículos o libros escritos por otros,
incluyendo naturalmente los escritos por su psicoana
lista, le fueron en realidad hurtados a él. Esta creencia
se extiende a lo que en pacientes más comunes se pre
senta como la situación edípica. En la medida en que
el paciente admite el hecho del coito entre los padres,
o del comercio verbal entre él mismo y el psicoanalista,
es simplemente un montón de excrementos, el pro
ducto de una pareja. En cuanto se considera su propio
creador, ha salido del infinito. Sus cualidades huma
nas (limitaciones) se deben a que los padres, mediante
el acto sexual, lo han robado a sí mismo (equiparado
BIBLIOTECA: PSICOLOGIA D€ HOY
BIBLIOTECA: PSICOLOGIA DE HOY (Continuación de la página anter~jy
(Continuación d e la página 4) terapia intensiva en la esquizofre 106. Ira A Greenberg
nia. drama y
51. Marmor, Dennistton, Perloff, ques: Los sistemas sociales come 9 3 . B . Karpman : I I delito y los Freud, Rogcrs,
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