La investigación acción.

Una herramienta metodológica heurística

para la comprensión y transformación de realidades y prácticas
socio-educativas
Por: Luz María Ramírez Sandoval

En la lectura del documento se destaca cómo se han modificado los escenarios de la

investigación científica y cómo estos cambios han modificado la manera de abordar los
objetos de estudio. En este planteamiento se exponen dos perspectivas de investigación,
(Investigación cuantitativa e Investigación cualitativa. Dentro de la Investigación
Cualitativa se señalan las alternativas metodológicas, entre ellas, la Investigación acción.
Esta alternativa metodológica se fortalece a finales del siglo XIX y principios del siglo XX,
gracias a la Antropología, Sociología y psicología.

El auge de la investigación cualitativa se debe a la perspectiva de ésta, pues se considera

como: “…un proceso activo, sistemático, riguroso de indagación dirigida, en la que se
toman decisiones sobre lo investigable, en tanto se está en el campo de la
investigación...” (Pérez Serrano 1994), además centra la atención en la realización de las
descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones y
comportamientos observables incorporando la voz de los participantes y sus expectativas.

Así pues, la I-A se concibe como una opción metodológica en la educación para resolver
problemas prácticos y urgentes, y se constituye por los conocimientos, la intervención,
mejora y colaboración.

El texto también permite conocer, las modalidades de la I-A: Modalidad Técnica, orientada
al diseño y aplicación de un plan de intervención para la mejora y solución de problemas,
su ontología se centra en la racionalidad técnica, es hipotética-deductiva, mientras que en
la dimensión epistemológica el sujeto está separado del objeto de estudio. En la
Modalidad Práctica recurre a la reflexión y al diálogo, transforma las ideas y amplía la
comprensión; en la ontología, la interpretación se relaciona con el otro y la epistemología
se define porque elimina la separación del investigador y lo investigado. La Modalidad
Crítica/emancipadora, añade la emancipación de los participantes con la transformación
de las organizaciones sociales en la ontología incorpora la teoría crítica y desde la
epistemología existe una dialogicidad, no hay jerarquías.
En la I-A, el objeto de estudio debe ser un problema vivido como tal, por todos los actores
sociales, la intencionalidad es el proceso investigativo y debe ser congruente con los
valores educativos. En las recomendaciones para implementar la I-A se presentan cuatro
propuestas de procedimientos metodológicos para los contextos educativos: 1). Teppa
(2006), 2) Suárez Pozos (2002) 3) Pérez Serrano (1998) y 4) Yuni Urbano (2005), incluso
se da la libertad de crear el procedimiento de ejecutar la investigación-acción