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Anticuerpos Monoclonales
Anticuerpos Monoclonales
ANTIC
UERP
OS
MON
OCLO
INTEGRANTES:
NALES
Ana García C.I. 19631606
Carla Finol C.I. 20938561
Zirley
En los años treinta del siglo xx Landsteiner, el descubridor del sistema ABO,
identifica todas esas funciones y las centra en una sola molécula, los anticuerpos,
y al tiempo va sustituyéndose el nombre de toxina por el de antígeno. Años más
tarde, este mismo autor, junto con Pauling, desarrolla la teoría instruccionista de
formación de los anticuerpos, según la cual los antígenos determinarían la
conformación de los anticuerpos acomodándola a su estructura. A finales de los
cuarenta se descubre el origen celular de los anticuerpos en las células B y
plasmáticas. Años más tarde se describen las cadenas ligeras y se identifican las
inmunoglobulinas A, D y E (García, 2011).
ANTICUERPO
Son glicoproteínas del tipo gamma globulina. Pueden encontrarse de forma
soluble en la sangre u otros fluidos corporales de los vertebrados, disponiendo de
una forma idéntica que actúa como receptor de los linfocitos B y son empleados
por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar elementos extraños tales
como bacterias, virus o parásitos (Figura 1).
El simple acto de unión del anticuerpo puede ser suficiente para inactivar a un
patógeno o mantener inocua a una toxina. Por ejemplo, el anticuerpo que recubre
un virus puede impedir que este ingrese en las células diana y “neutralizar”, por
consiguiente, el virus. Sin embargo, en muchos casos se despliega una segunda
función de la molécula de anticuerpo para activar la eliminación del material
extraño. En términos moleculares, esto implica la unión de ciertas moléculas
(moléculas efectoras) al material extraño recubierto por anticuerpos para activar
los mecanismos complejos de eliminación, por ejemplo, el sistema de proteínas
del complemento o la fagocitosis por las células del sistema inmunitario del
huésped, como neutrófilos y macrófagos. Los sistemas efectores poderosos son
generalmente activados solo por moléculas de anticuerpos agrupadas sobre la
superficie celular extraña y no por el anticuerpo libre no unido al ligando. Esto es
crucial si se consideran las concentraciones típicamente elevadas de anticuerpos
séricos. (Delves, Martin, Burton y Roitt, 2008).
ANTICUERPO MONOCLONAL
Se denomina anticuerpo monoclonal al producido mediante el cultivo de un solo
tipo o clon de células hibridas (hibridoma), entre células capaces de producir
anticuerpos y células de mieloma; por tanto, está constituido por moléculas de una
sola especie de inmunoglobulina que provienen de un único clon (S.E.C.H., 1999).
HIBRIDOMA
Un hibridoma es una célula híbrida (quimera) producto de la fusión de una célula
mieloma (un tumor que produce anticuerpos) y una célula plasmática. Cada clon
de hibridomas produce un tipo de anticuerpo de la célula plasmática: un anticuerpo
monoclonal. (Grande, 1999).
ENZIMA HGPRT
La Hipoxantina Guanina Fosforibosil Transferasa es una enzima codificada en
humanos por el gen HPRT1.
HGPRT es una transferasa que juega un papel central en la generación de
nucleótidos de purina a través de la vía de recuperación de purina.
Las células B contienen esta enzima, lo que les permite sobrevivir cuando se
fusionan con las células de mieloma cuando se cultivan en un medio HAT para
producir anticuerpos monoclonales (García, 2011).
ENZIMA TK
La Timidina Quinasa es una enzima que permite a una célula utilizar una vía
metabólica alternativa para incorporar timidina en el ADN. Se utiliza como
marcador seleccionable para identificar las células eucarióticas transfectadas
(García, 2011).
MEDIO HAT
Es un medio de cultivo especial que contiene hipoxantina/ aminopterina/ timidina,
que se utiliza para seleccionar las células hibridas durante el proceso de
anticuerpos monoclonales destruyendo las células de mieloma deficientes de TK
(Timidina Quinasa) o aquellas deficientes de HGPRT (Hipoxantina Guanina
Fosforibosil Transferasa).
INMUNIZACIÓN
En teoría, es factible producir anticuerpos monoclonales específicos para cualquier
antígeno capaz de ser reconocido por los linfocitos B. Para la inmunización es
conveniente el uso de preparaciones puras de antígeno en las cuales el peligro de
competencia antigénica, que pudiese desviar la respuesta inmune humoral hacia
una molécula irrelevante, no existe. Pero en muchos casos el antígeno de interés
se encuentra en una molécula de la superficie celular difícil de aislar, lo que obliga
a la utilización de células Completas o extractos de membranas para la
inmunización. En otros casos, por ejemplo cuando se trata de drogas o moléculas
pequeñas, éstas deben ser conjugadas a portadores, y son estos conjugados las
preparaciones usadas para la inmunización (Montaño y Romano, 1995).
SELECCIÓN
Dado que la fusión es un evento completamente al azar, la mezcla de células
obtenidas luego de la misma estará formada por esplenocitos, células de mieloma,
esplenocitos fusionados entre sí, células de mieloma fusionadas entre sí y además
por los hibridomas linfocito B-célula de mieloma. En cultivo, los esplenocitos no
fusionados mueren con el tiempo por ser células normales. Sin embargo, las
mielomatosas al ser células tumorales pueden vivir indefinidamente y como se
replican con mayor rapidez que los hibridomas, crecerían en forma predominante,
"ahogando" al resto de las células (Montaño y Romano, 1995).
Existe aún otro evento de selección, el cual está destinado a identificar y aislar, del
total de híbridos producidos, a los hibridomas productores de los anticuerpos de
interés. La identificación se logra con un método apropiado para la evaluación de
los sobrenadantes de cultivo y el aislamiento se realiza mediante el clonamiento
(Montaño y Romano, 1995).