Walter Otero

Capítulo 4

PUEDES GANAR LA BATALLA POR TU MENTE

Muchas personas cuando llegamos a los caminos de cristo y nacemos de nuevo seguimos
luchando con nuestros pensamientos y con cosas que hacíamos cuando no caminábamos
con él, pero es normal porque muchas veces vivimos demasiado tiempo sin conocerle sin
caminar con el y aprendimos solamente las cosas del mundo.
Al no tener la presencia de Dios en nuestras vidas y no conocer la verdad de su palabra
esa vida mundana quedo arraigada en nosotros, y es un proceso que debemos llevar para
ir cambiando poco a poco con la ayuda de Dios y la guía del espíritu santo.

FORTALEZAS MENTALES

Cuando estábamos en el mundo adoptábamos formas de ser no sanas como decir

mentiras, y lo utilizábamos como forman de defendernos, pensando que mentir no era
malo y así con muchas otras cosas que las utilizábamos creyendo que eran buenas e
ignorando que estamos haciendo mal.
Y nosotros mismos creamos esas fortalezas que nos estancaban y no nos permitían
avanzar por eso sufrimos muchas cosas en el mundo por que de forma mental la creamos,
como rechazo, tener miedo a no ser aceptado y ese tipo de cosas.
Por eso aun muchos cristianos continuamos con esos malos hábitos, como el miedo y la
baja autoestima.
Pero cuando conocemos a Dios y su verdad nos damos cuenta que el nos da esa
herramientas, esas armas para destruir esas fortalezas.
Y todos esos malos hábitos deben salir ahora de nuestras vidas por que ya conocemos la
verdad.

MAQUINACIONES DE SATAN
El enemigo solo quiere venir a minar nuestras mentes, a poner esos malos pensamientos
que nos hagan distorsionar la verdad. Por eso no podemos permitir que esos malos
pensamientos lleguen a nuestra mente y tener nuestra mente limpia.
El perdón es una de las cosas que mas nos cuesta a los cristianos porque siempre nos
gusta que los demás nos perdonen incluyendo Dios y tenga misericordia de nosotros, pero
nos cuesta mucho perdonar a los demás.
Dios nos ha llamado a ganar a este mundo para el pero para llevar este propósito acabo
debemos desminar nuestra mente y nuestros pensamientos tener un perdón genuino
para trabajarle de la mejor manera. A veces queremos hacer las cosas que pensamos que
Dios quiere que hagamos, pero muchas veces estamos es haciendo caso al enemigo por
eso debemos discernir muy bien los pensamientos que nos llegan que nos pueden parecer
que vienen departe de Dios, pero muchas veces vienen de parte del enemigo para
hacernos equivocar.

SATANAS Y NUESTRAS MENTES

Satanás no engaña y pone malos pensamientos para que creamos que esos malas
pensamientos son nuestro y no de él, y así tomar malas decisiones, equivocarnos y caer en
el pecado. E incluso santanas nos hace tener pensamientos malos de nosotros mismos, de
que no podemos, que somos malos y no tenemos ningún valor.
Satanás sabe que nosotros debemos amar a Dios con toda nuestra mente, es por eso es
que enfatiza tanto en atacarla para que nosotros perdamos ese amor por Dios.

NO ES CONTRA CARNE NI SANGRE

Los cristianos debemos de ser consientes que a diario en nuestra mente se libra una
batalla contra los malos pensamientos, y muchas veces en esta batalla no nos puede
ayudar nadie terrenal por nadie puede leer los pensamientos de otra persona.
Creemos falsamente que la enfermedades o trastornos mentales son por fallas en nuestro
cuerpo, pero nosotros como cristianos debemos de discernir que esto es un problema
espiritual y que quizás las personas que tiene enfermedades mentales es porque tienen
algún espíritu y no han sido libres.

El CEREBRO FRENTE A LA MENTE

El cerebro y la mente, aunque están conectados son dos cosas totalmente distintas, el
celebro es nuestra parte carnal es la parte física, mientras que la mente la parte espiritual.
Cuando fallecemos el celebro muere, pero nuestra mente seguirá viva por siempre.

LLEVEMOS CAUTIVO TODO PENSAMIENTO

Debemos llevar todo pensamiento cautivo, tenemos la oportunidad de hacer algo al

respecto con todos los pensamientos que no son agradables a Dios antes de que
entren en nuestro corazón y se conviertan una parte de nosotros y así caer en
pecado