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RED DE MUJERES
ADULTAS
GRUPO CONEXIÓN
GUÍA PARA EL LÍDER
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
AMADO
LÍDER
Que alegría ya estamos en el Tema 2, solo decirte
estamos muy felices con tu trabajo, has sido escogido por
Dios, a pesar de todo y contra todo, tú y solo tú fuiste
¡elegido por Dios!
¡TE AMAMOS!
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
SEMANA
02
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
TEMA 2
DEJA DE MENTIR
Mentir y fingir son actos tan asociados a nosotros que casi no los notamos. Cada
cultura y familia tiene su manera particular de dar rodeos, ocultar los hechos y evitar
los momentos desagradables.
Mentimos con las palabras. Mentimos con nuestra sonrisa. Mentimos con nuestro
cuerpo. Mentimos con nuestro silencio. Y pensamos que no es grave porque «todo el
mundo lo hace».
El grado de verdad, el grado de libertad parte del maravilloso plan de Dios desde el
comienzo ha sido que los seres humanos vivan en la verdad. Esto sigue siendo vital
en su diseño a fin de que disfrutemos de libertad y gozo. Jesús dijo: «Si se mantienen
fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres» (Juan 8:31-32).
Esta verdad incluye tanto la verdad bíblica acerca de Dios como la verdad en general.
Cuando mentimos en ciertas áreas de nuestras vidas, nos ponemos grillos y cadenas,
limitando la libertad que Cristo conquistó para nosotros.
Si un pastor enseña la Biblia en su iglesia y luego se va a su casa y pasa tiempo en
secreto viendo pornografía en la Internet, no es libre, sino que está en cadenas.
El jefe del comité de finanzas de continuo exhorta a la gente a ofrendar
generosamente, aparentando ser un ejemplo en sus contribuciones monetarias, pero
no ha dado un centavo. Teme ser descubierto. No es libre, sino que está preso.
Hablar la verdad no nos asegura una reacción bien recibida de parte de nuestros
oyentes.
Hablar la verdad con amor incluye elegir el tiempo indicado, emplear las palabras de
forma respetuosa, responsabilizarte por tus propios sentimientos y pensamientos, y
hablar en primera persona.
No nacemos con estas habilidades, sino que debemos aprenderlas y practicarlas.
Una cosa es dejar de mentir y otra muy distinta es empezar a decir la verdad.
Animamos a las personas a practicar decir la verdad con respeto, sinceridad, de
forma directa y clara.
Respetuosamente. Sé amable, no insultante, teniendo en cuenta los sentimientos
de la otra persona.
Esto requiere reflexión y energía. Recuerda, probablemente lleves toda una vida de
no hablar con respeto, sinceridad, determinación y claridad. Pocos de nosotros hemos
podido observar el ejemplo en nuestras familias y culturas. Así que date tiempo y
gracia para practicar esta nueva habilidad.
Mentirle a Dios
Muchas personas en realidad le mienten a Dios cuando le cuentan solo lo que creen
que él quiere oír o lo que deberían sentir.
Pensamos de modo erróneo que si no decía ciertas cosas en voz alta, no serían una
realidad, incluso para Dios. Él no sabría lo enojada, deprimida, avergonzada,
desesperanzada o confundida que me sentía (como si ya no supiera todos mis
pensamientos y sentimientos).
Dios nos dice que no andemos con rodeos ni disimulos en nuestra relación con él.
Tenemos que enfrentar, en la presencia de Dios, todas nuestras desilusiones y luchas
(grandes o pequeñas) junto con todas las emociones que vienen aparejadas.
1.- ¿Alguna vez has dicho alguna mentira por quedar bien ante los demás?
2.- ¿Qué crees que es mejor, decir la verdad y asumir las consecuencias o vivir preso
de tus mentiras?
3.- ¿Alguna vez has sentido vergüenza de decirle a DIOS algo que tu considerabas
muy malo?