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UNA DOSIS DE CIENCIA

El. I .
ai^ olote:
otra especie mexicana
en peligro de extinción
RENÉ DRUCKER COLlN y MARÍA EMILIA BEYER

1 ajolote es un animal muy extraño.


Tanto, que ha llamado la atención
por sus peculiares características en
Üa época prehispánica y también en la
época actual. En el siglo XVI Fray Bernardino
de Sahagún se refiere a este anfibio en su Historia
General de las cosas de .Nueva España de la siguiente
manera: «Hay unos animalejos en el agua que
se llaman axololl, que tienen pies y manos como
lagartijas, y tienen la cola como anguila, y el
cuerpo también; tienen muy ancha la boca y
barbas en el pescuezo. Es muy bueno de comer;
es comida de los señores». Así, el cronista nos
cuenta acerca de uno de los usos del axolotl que
han prevalecido hasta ahora: comer el ajolote
guisado. También se le usaba en jarabes como
tónicos. En algunas tiendas naturístas todavía

(•«ntenido/ F¡N DE AÑO 2008 ]


es posible encontrar frascos que anuncian "con-
centrado de ajolotes" en la etiqueta. Dada la
escasez del ajolote actual, habrá que preguntarse
si efectivamente el jarabe tiene ajolotes, si es per-
tinente convertir a los pocos que nos quedan en
jarabe, y si alguno de nosotros quiere tomar una
cucharada de tan extraño elixir.
El ajolote se utiliza como comida o medici-
na desde épocas prehispánicas. Se encuentra
representado en códices y leyendas. Su nombre
proviene del náhuad {xolotl, monstruo; a¿l, agua).
Según la mitología, el ajolote proviene de una
transformación del dios Xolod, que era un her-
mano deforme de Quctzalcóatl. Xoloti temía a
la muerte y huyó cuando \'io llegar al verdugo.
En su afán por esconderse, Xolotl se transformó
en diversas plantas y animales hasta que, entran-
do en el agua, se convirtió en un animal que
parecía pez, pero tenía patas. Ea rareza de esta
transformación lo delató, el verdugo lo encontró
y fmalmcnte, Xolotl murió pero nos dejó a los
ajolotes, o "monstruos del agua" en su lugar.

EL PETER PAN DE LA NATURALEZA


Físicamente, el ajolote es un animal alai^ado con
cola y cuatro patas. Eas patas tienen dedos. El
cuerpo carece de escamas y es liso y resbaloso.
Tiene una boca ancha que casi parece estar son-
riendo y corona su cabeza un conjunto de bran-
quias que usa para respirar, hasta que madura
lo suficiente para desarrollar pulmones. Aun así
conserva las branquias y otras peculiaridades que
lo hacen parecer una larva juvenil en lugar de un
adulto. En esas condiciones de apariencia lanal
puede vivir hasta 25 años. La envidiable caracte-
rística de parecer jóvenes aunque seamos adultos
no es ningún invento de la industria cosmética del
siglo XXI. Desde hace millones de años, existe en
la naturaleza; se llama neotenia y e! ajolote es una
de las pocas especies del mundo que la presenta.
Por eso, a manera de broma, al ajolote se le llama
"el Peter Pan" del mundo natural.

[ FIN L)E AÑO 2008 /


UNA DOSIS DE CIENCIA

La segunda característica que hace del ajolote


un animal tan especial radica en su impresionan-
te capacidad para regenerar partes de su cuerpo.
Los estudios demuestran que los ajolotes pueden
regenerar los dedos, las patas, la cola, los genita-
les, la retina y las branquias.
Dado que este anfibio tan raro solamente
vive en México, nuestro país provee de ajolotes
a los investigadores de todo el mundo que quie-
ren estudiar la regeneracic'm de los órganos del
cuerpo o las caracteristicas de neotenia en esos
animales. Esa "exportación" no es nueva: hay
registros históricos del envió de 34 ajolotes en
1863 desde Xochimilco al Museo de Historia
Natural en Paris.
En pleno siglo XXI y como hace varios siglos,
el ajolote aún nada en el Lago de Xochimilco
pero si no se le protege activamente, no será así
por mucho más tiempo. El Dr. Luis Zambrano,
del Instituto de Biología de la UNAM, indica que
las poblaciones de ajolotes han descendido un
10% en tan solo cuatro años. Una de las princi-
pales razones radica en la intrcíducción de peces
ajenos al Lago de Xochimilco, como la carpa y
la tilapia.
Como el típico proyecto que tenía buenas
intenciones, pero estaba mal diseñado desde un
inicio, México aceptó la introducción de especies
de peces diferentes de las especies nativas en el
Lago de Xochimilco hace algunas décadas. El
proyecto, impulsado por la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), pretendía impulsar la acui-
cultura en la región y tenía el objetivo específico
de proveer alimento mediante la pesca de carpas
y tilapias para ios pobladores de Xochimilco.
Desafortunadamente, el proyecto ha sido un
fracaso desde el punto de vista económico, y
constituye un desastre ecológico pues las carpas
y las tilapias se han convertido en una plaga

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del Lago. Según el Dr. Zambrano, actualmente
el 95% de las especies de peces que viven en
Xochimilco son carpas y tilapias. Ambas se
alimentan con los huevos del ajolote, por lo que
esta especie, que además de única en el mundo
sí es nativa de la región, enfrenta un problema
muy serio para su supervivencia ante el ataque
que sufre por las especies introducidas por el
hombre.

SOBREVIVIENTE PREHISPÁNICO
La Unión Mundial para la Conservación de
la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés)
colocó al ajolote en la categoria de Especie
Criticamente Amenazada en 2006.
En enero de 2007. la UN.AJVÍ y la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO) organizaron el
Primer Seminario sobre el Ajolote de Xochimilco.
Para la CONABIO, el ajolote está catalogado
como una especie sujeta a protección especial.
Internacionalmente, el proyecto Damm Initiative
(que pertenece a la Universidad de Oxford) par-
ticipa para conservar a este extraño y pacífico
anfibio mexicano.
Los esfuerzos para la conservación del "mons-
truo del agua" se multiplican, pero el problema
está lejos de resolverse dada la complejidad del
ecosistema que habita en el Lago de Xochimilco:
para salvar al ajolote, tenemos que empezar por
descontaminar el agua, restringir a las poblacio-
nes de especies exóticas que atacan a las especies
nativas, favorecer la permanencia de las babosas,
caracoles y pequeños peces que constituyen el
alimento del ajolote y evitar la pesca de este
extraño anfibio, ya sea para venta como mascota
exótica o para consumo como alimento.
Ojalá que las políticas de conser\ación nacio-
nales e internacionales sirvan para favorecer la
permanencia del ajolote, que ha destacado como
especie única de la biodiversidad mexicana des-
de épocas prehispánicas.

[ FIN OE AÑO 2008 / Contenido ]

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