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La batalla del Puente Milvio en el 312 d.C. fue el último combate entre los emperadores Constantino I y Majencio. Constantino resultó victorioso y Majencio se ahogó en el río Tíber durante la batalla. La victoria le permitió a Constantino abolir el sistema tetrárquico y convertirse en el único gobernante del Imperio romano, borrando la memoria de Majencio.
La batalla del Puente Milvio en el 312 d.C. fue el último combate entre los emperadores Constantino I y Majencio. Constantino resultó victorioso y Majencio se ahogó en el río Tíber durante la batalla. La victoria le permitió a Constantino abolir el sistema tetrárquico y convertirse en el único gobernante del Imperio romano, borrando la memoria de Majencio.
La batalla del Puente Milvio en el 312 d.C. fue el último combate entre los emperadores Constantino I y Majencio. Constantino resultó victorioso y Majencio se ahogó en el río Tíber durante la batalla. La victoria le permitió a Constantino abolir el sistema tetrárquico y convertirse en el único gobernante del Imperio romano, borrando la memoria de Majencio.
La batalla del Puente Milvio por Pieter Lastman, 1613.
La batalla del Puente Milvio fue el último combate del conflicto desatado en el verano de 312 entre los emperadores romanos Constantino I (r. 306-337) y Majencio (r. 306-312). Se libró el 28 de octubre de dicho año, cerca del puente Milvio, uno de los tantos que posee el río Tíber en Roma. Constantino fue el vencedor de la batalla y emprendió desde entonces el camino que llevaría a la extinción al sistema tetrárquico vigente, para convertirse él en el único gobernante del Imperio romano. Majencio, en cambio, se ahogó en el Tíber durante el combate. En un claro intento de borrar la memoria de Majencio, la damnatio memoriae, Constantino abolió su legislación y se apropió deliberadamente de sus proyectos de construcción, en particular de la basílica de Majencio y del templo de Rómulo, que había sido dedicado al hijo de su rival, Valerio Rómulo. Constantino adoptó una postura conciliadora y no persiguió a los partidarios de Majencio que pertenecían al Senado; los senadores, a su vez, le concedieron el «título del primer nombre» y erigieron el arco de triunfo que llevaría su nombre. Además, disolvió la Guardia Pretoriana y los equites singulares Augusti y, a cambió, creó las escolas palatinas.