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Neumonia
Neumonia
Las infecciones respiratorias agudas que se encuentran entre las primeras causas de
muerte en los niños en la mayoría de los países en desarrollo, representan el próximo
desafío que enfrentarán los servicios de salud en relación a la atención integral al niño, ya
que la mortalidad por enfermedades inmunopreventibles y enfermedades diarreicas han
disminuido en forma marcada en los últimos años.
Los agentes etiológicos que con mayor frecuencia se asocian a las infecciones del tracto
respiratorio en el niño, son: los dos tipos de virus respiratorio sincitial (VRS A-B), el
grupo de los rinovirus (RVs), los cuatro tipos de parainfluenzavirus (PIV 1-4), los virus
de la gripe A, B y C, y el grupo de los adenovirus.
Las manifestaciones de las infecciones víricas son muy variables, con un espectro clínico
que incluye desde infecciones leves, que pueden ser atendidas de forma ambulatoria, a
formas más graves que precisan hospitalización de duración variable. Además, un único
agente puede dar lugar a cuadros clínicos muy distintos, mientras que varios agentes
infecciosos pueden dar lugar a varios síndromes semejantes, no diferenciables
clínicamente. Para complicar el panorama hay que destacar que la causalidad de las
infecciones virales es en la mayoría de los casos indemostrable, dado que en la práctica
clínica no disponemos de cultivos celulares para todos los virus respiratorios, que
demostrarían la infectividad de un determinado virus presente en una muestra clínica,
sino que se dispone de técnicas moleculares de diagnóstico.
I. NEUMONÍA
I.1. DEFINICÓN: La neumonía es una inflamación o infección de los bronquíolos y los
espacios alveolares de los pulmones. Consiste en una infección del tracto respiratorio
inferior que conlleva una afectación del parénquima pulmonar, en el que los alveolos
se llenan de exudado y ocasionan una infección localizada en un lóbulo o un
segmento pulmonar. Puede aparecer como primaria o secundaria tras un proceso
anterior. Las neumonías determinan entre el 4% y el 9% del total de ingresos anuales
de un servicio de pediatría y alcanzan entre el 40% y el 50% de la hospitalización
respiratorios. Es más frecuente en lactantes y niños pequeños. Habitualmente la
neumonía desaparece con mayor rapidez en los niños que en los adultos. La clave es
la detección precoz, que permite que el niño se trate en casa en lugar del hospital.
I.2. DIFERENCIACÓN DE TÉRMINOS
Neumonitis: inflamación del parénquima pulmonar que puede ir acompañado
o no de consolidación.
Neumonía lobar: cuando la infección se localiza en un lóbulo concreto
pulmonar o varios.
Neumonía atípica: infección que describe características distintas a la
neumonía lobar.
Bronconeumonía: afectación de los bronquiolos que genera secreción y
acumulación de contenido mucopurulento obstruyendo vías pequeñas y
ocasionando consolidación en algún lóbulo.
Neumonía intersticial: conlleva inflamación del intersticio que esta formado
por las paredes alveolares, sacos alveolares y bronquiolos.
La infección de la vía respiratoria inferior por estreptococos del grupo A causa una
infección más difusa con neumonía intersticial. Morfológicamente se produce
necrosis de la mucosa traqueobronquial; formación de grandes cantidades de
exudado, edema y hemorragia local, que se extiende a los tabiques interalveolares; y
afectación de vasos linfáticos y mayor probabilidad de afectación pleural. La
neumonía por S. aureus se manifiesta como bronconeumonía confluente, que suele
ser unilateral y se caracteriza por la presencia de extensas áreas de necrosis
hemorrágica y cavitación irregular del parénquima pulmonar, lo que ocasiona
neumatoceles, empiema o, en algunos casos, fístula broncopulmonar. La neumonía
recurrente se define como 2 o más episodios en un único año o 3 o más episodios en
cualquier momento, con resolución radiológica entre los episodios. Se debe
descartar un trastorno de base cuando un niño sufra neumonías de repetición
I.5. CLASIFICACIÓN
I.5.1. SEGÚN ORIGEN
Neumonía adquirida en la comunidad (extrahospitalaria): Durante la
infancia es la más habitual, sobre todo al final del invierno y al principio de la
primavera. La mayoría de las veces consisten en procesos autolimitados y de
fácil tratamiento.
Neumonía nosocomial (intrahospitalaria): Suele suceder en niños con
patología de base (intubados, inmunodeprimidos, etc). Dado que son procesos
del difícil tratamiento, tienen peor pronóstico que las adquiridas en la
comunidad y representan una causa importante de mortalidad en el menor como
complicaci9on secundaria en niños afectos de enfermedades crónicas
malnutrición, procesos oncológicos o inmunodeficientes.
I.5.2. SEGÚN AGENTE CAUSAL
Se pueden diferenciar: neumonías infecciosas, parasitarias y no infecciosas.
La etiología vírica por virus gripales y para influenza es la más común; entre
las bacterias destaca el neumococo y el Mycoplasma pneumoniae. El protozoo
Pneumocystis carinii es causante de neumonías en pacientes
inmunodeprimidos. Como causa de neumonías no infecci9osas destaca, por su
frecuencia, la espirativa.
I.6. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Varían según la edad, el agente etiológico, la localización, la repercusión funcional, el
momento evolutivo y la existencia o no de tratamiento previo. Por ejemplo, los
neonatos suelen presentar únicamente como signo la fiebre, que se puede acompañar
de manifestaciones físicas leves o incluso estar ausentes.
En la neumonía segmentaria o lobar de origen neumocócico, el comienzo puede ser
brusco en un niño sin enfermedad precia: aparecen súbitamente escalofríos, fiebre,
cefaleas y a veces vómitos y convulsiones; el estado general empeora en pocas horas
y puede aparecer delirio, aunque las manifestaciones respiratorias puedes ser escasas.
En otras ocasiones se produce agravación progresiva de un proceso, catarral previo:
aumento de fiebre, astenia, malestar, anorexia, dolor torácico, disnea, roncus, soplo,
neumónico, etc.
En la neumonía intersticial predomina la sintomatología general, acompañada, en
ocasiones, del exantema de la viriasis correspondiente.
Las manifestaciones respiratorias más llamativas son:
Tos: al principio seca e irritativa, que evoluciona a productiva.
Disnea: generalmente inspiratoria y retracción inspiratoria.
Taquipnea: con frecuencia respiratoria aumentada y respiración superficial.
Ciclo respiratorio alterado: con una pausa al final de la inspiración
Quejido espiratorio: por apertura brusca de la glotis y cierre parcial de la
misma.
Cianosis: secundaria a la hipoxemia.
Sintomatología refleja: en escasas ocasiones puede simular un síndrome
meníngeo o un abdomen agudo.
En caso de neumonía lobar es habitual encontrar una relativa inmovilidad del
hemitórax afecto, Inicialmente, la auscultación es ruda con estertores
subcrepitantes, roncus y sibilancias; posteriormente aparece broncofonía,
soplo neumónico y estertores crepitantes.
En la neumonía intersticial son escasas las manifestaciones auscultatorias.
La percusión orienta la existencia o no de derrame pleural, que se confirmará
mediante radiografía de tórax.
I.7. DIAGNÓSTICO
La confirmación diagnóstica de la neumonía se establece, además de por la valoración
de los síntomas clínicos, en relación con las imágenes radiológicas y el cultivo del
germen, bien mediante examen del esputo (niños mayores) o el lavado bronco-
alveolar.
I.8. CRITERIOS DE HOSPITALIZACIÓN
Menores de 12 meses de edad.
Aspecto tóxico.
Dificultad respiratoria.
Derrame pleural.
Enfermedades subyacentes y/o inmunosupresión.
Deterioro clínico mientras se recibe tratamiento antimicrobiano ambulatorio.
Imposibilidad de cumplir el tratamiento ambulatorio.
I.9. TRATAMIENTO
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ball, J., Blinder, R. (2010). Enfermería Pediátrica. Asistencia Infantil. España, Ed:
Pearson.
Rodríguez, M., González, C., Plata, D. (2019). Enfermería del Niño y Adolescente II.
Madrid: Valencia. Ed: Difusión Avances de Enfermería (DAE)