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El profeta Jonás fue un siervo de Dios diferente de los demás.

Fue llamado para


efectuar una misión muy semejante a la de otros profetas: Llamar al
arrepentimiento a un pueblo que estaba madurando en la iniquidad. A diferencia
de los demás, sin embargo, Jonás respondió intentando huir de su asignación. Si
se hubiera negado por cobardía, aunque ésta no es una excusa, se habría
comprendido, pues la brutalidad con que los asirios trataban a sus enemigos era
bien conocida (véase Temas suplementarios, sección D). Pero el problema de
Jonás no parece haber sido la cobardía, sino más bien, el resentimiento contra el
Señor por dar al odiado enemigo una oportunidad de arrepentirse (véase Jonás
4:1-2).
Para una persona que ha aprendido a tener amor cristiano hacia todos los
hombres, la actitud de Jonás parece casi increíble. Pero para un israelita que
había aprendido que él pertenecía al pueblo escogido y que los gentiles eran
corruptos, y por lo tanto no eran aceptables a Dios, la actitud de Jonás era más
comprensible. Aunque nos sorprenda porque esperamos una actitud diferente de
los profetas del Señor, la reacción de Jonás fue muy humana. Al leer la historia de
Jonás trate de comprender por qué reaccionó como lo hizo.
Instrucciones al alumno
1. Emplee los comentarios que aparecen a continuación, pues ellos le
ayudarán en la lectura y estudio del libro de Jonás.
2. Lleve a cabo las asignaciones del Resumen analítico según las
instrucciones de su maestro. (Los alumnos del Curso de estudio individual
supervisado deben completar toda esta sección.)
COMENTARIOS SOBRE JOÑAS
(9-2) Jonás 1:1. ¿Dónde y en qué época vivió Jonás?
Sidney B. Sperry, bien conocido erudito de temas bíblicos y miembro de nuestra
Iglesia, respondió a la pregunta diciendo:
"Poco sabemos de la vida de Jonás, pero ese poco que sabemos es más de lo
que sabemos acerca de otros profetas a quienes nos hemos referido en este
tomo. En el primer versículo del libro y a continuación de su nombre, se dice que
era 'hijo de Ami tai'. Pero el libro de Jonás no es el único del Antiguo Testamento
en el que éste se menciona. En 2 Reyes 14:25 se nos dice que Jeroboam II, rey
de Israel '… restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el Mar
de Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado
por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer'.
"No hay lugar a dudas, entonces, sobre el hecho de que Jonás fue un personaje
histórico y que participaba de actividades proféticas. El hogar del profeta,
Gathefer, de acuerdo con Josué 19:10-13, estaba en el territorio de la tribu de
Zabulón. De acuerdo con la tradición monástica, era lo que hoy día se llama El-
Meshed, un pueblo árabe a unos cinco kilómetros al noreste de Nazaret, donde se
afirma que una de las muchas tumbas musulmanas es de Nebi Yunus, o sea, de
Jonás. San Jerónico (aproximadamente en el año 400 a. C.) también habla de
Get-hefer como situada a dos millas romanas desde Seforis rumbo a Tiberias.
"Jonás significa 'paloma', y el nombre de su padre significa 'verídico'.
"Siendo que Jonás vivió durante el reinado de Jeroboam, es posible que haya
vivido aproximadamente cerca del año 788 (a. C). " (The Voice of Israel's
Prophets, pág. 326.)
Tanto Jonás como Jesucristo eran de la zona de Galilea. Queda comprobado por
2 Reyes 14:25 y por tres referencias del Nuevo Testamento que la historia de
Jonás es verdadera y no una alegoría como algunos eruditos sostienen. "La
historia de Jonás fue mencionada por nuestro Señor en dos ocasiones cuando le
pidieron una señal del cielo. En cada caso dio 'la señal del profeta Jonás', ya que
el incidente en la vida de aquel profeta fue símbolo de la propia muerte y
resurrección de Jesucristo (Mateo 12:39-41; 16:4; Lucas 11:29-30). " (Bible
Dictionary, s. v. "Jonah".)
(9-3) Jonás 1:3. "Y Jonás se levantó para huir… a Tarsis"
Al igual que la vida de Job, la de Jonás y las experiencias que tuvo nos
proporcionan una lección universal semejante a una alegoría; y la aplicación de
esta lección a todos los hombres surge de las experiencias verdaderas de un
hombre.
Jonás fue un símbolo de Cristo por el hecho de que se encontró en el vientre del
gran pez —en "el Seol", según sus propias palabras (Jonás 2:2)— tal como
Jesucristo estuvo en la tumba durante tres días, después de los cuales resucitó. C.
F. Keil y F. Delitzsch demostraron que el significado simbólico de la historia de
Jonás es más amplio todavía:
"La misión de Jonás fue un hecho de importancia simbólica que tuvo el propósito
no solamente de hacer comprender a Israel la posición de los gentiles en el reino
de Dios, sino también de representar el día en que los paganos que obedecieran
la palabra de Dios se unieran en fraternidad para gozar de la salvación preparada
en Israel para todas las naciones.
"A medida que se acercaba el tiempo en que Israel iba a ser entregada al poder
de los gentiles y pisoteada por ellos, como consecuencia de su orgullosa
apostasía al apartarse del Señor su Dios, fue muy natural que la mente de Israel
considerara a los gentiles como enemigos del pueblo y del reino de Dios. No
solamente les negaba la capacidad de salvarse, sino que también interpretaba el
anuncio profético del juicio que venía sobre los gentiles como indicación de que
estaban destinados a la destrucción total. El objeto de la misión de Jonás en
Nínive era el de combatir de la forma más enérgica, y prácticamente desechar por
completo, la idea errónea de que solamente los descendientes de Abraham, o sea,
de la nación elegida, merecían salvación. La actitud de Israel hacia el designio de
Dios de mostrar misericordia a los gentiles y otorgarles salvación queda
demostrada en la conducta de Jonás al recibir el mandato divino, y también
cuando va a llevarlo a efecto. Jonás trata de escapar del mandamiento de
proclamar la palabra de Dios en Nínive, e intenta hacerlo huyendo a Tarsis,
porque se siente disgustado por la demostración de misericordia divina hacia el
gran mundo pagano, y porque, de acuerdo con Jonás 4:2, teme que la prédica del
arrepentimiento desvíe la destrucción con la que estaba amenazada aquella
ciudad. En esta forma de pensar del profeta se reflejan los sentimientos y la
manera de pensar de la nación israelita en general hacia los gentiles. De acuerdo
con el hombre natural que había en él, Jonás comparte el sentir de la nación y, por
lo tanto, es el indicado para representar a Israel en este aspecto. La aplicación de
este castigo, que cae sobre él en razón de su obstinada resistencia a la voluntad
de Dios, representa lo que Israel seguramente acarreará sobre sí por causa de su
obstinada resistencia al llamado divino, y por rechazar y apartarse de la presencia
de Dios. Pero Jonás, al ser arrojado al mar, es tragado por un gran pez; y cuando
ora al Señor desde el vientre del pez, es vomitado sobre la playa sin haber sufrido
daño alguno. Este milagro también tiene significado simbólico para Israel. Muestra
que si la nación carnal, con su mente impía, se volviera al Señor aun en la
circunstancia más extrema, sería levantada otra vez a una nueva vida, salvándose
de la destrucción por un milagro divino. Y, finalmente, la forma en la que Dios
reprende al profeta cuando éste se muestra enojado porque Nínive ha sido
perdonada (cap. 4) tiene por objeto exponer ante Israel, como si fuera en un
espejo, la grandeza de la compasión divina, la que alcanza a toda la humanidad, y
hace esto para que la nación reflexione sobre ello y lo ponga en su corazón. "
(Commentary on the Old Testament, 10:1:383-85.)
(9-4) Jonás 1:2-3. ¿Por qué huyó Jonás a Tarsis?
"Un llamamiento misional—¡y directo del Señor! Pero para el profeta no fue
sorpresa porque quizás anteriormente había servido en muchas misiones en
Israel. Su sorpresa radicaba no en el llamamiento mismo sino en la clase de
llamamiento, y la rebeldía surgió en su corazón. Era un llamamiento para ir a
Nínive, 'la gran ciudad' de Asiría, y predicar allí a sus habitantes paganos porque
su iniquidad se había hecho evidente ante el Señor…
"Jonás se sintió dividido entre su lealtad a Dios y sus fuertes emociones. Estas
eran muy intensas y al final determinaron su conducta. Por motivo de que no podía
enfrentar aquel llamamiento misional, tomó la determinación de huir del país y
alejarse de una responsabilidad que le resultaba desagradable. No tenía la
intención de abandonar el oficio profético; simplemente quería ausentarse sin
permiso por un tiempo hasta que la situación desagradable se resolviera. "
(Sperry, Voice of Israel's Prophets, págs. 328-29.)
No se conoce a ciencia cierta dónele estaba Tarsis, pero Adam Clarke y otros
suponen que es el lugar llamado Tartesos en España, cerca del estrecho de
Gibraltar (véase The Holy Bible… with a Commentary and Critical Notes, 4:700).
Sea que fuera hacia allí que Jonás huyó, o hacia otro puerto del Mediterráneo, lo
seguro es que Tarsis estaba en dirección opuesta a Nínive. Jope era un puerto
importante en la costa de Israel en la época de Jonás, y desde allí salían las naves
hacia distintos puntos del Mediterráneo. Jope es la actual Jaffa, al lado de la cual
se levanta la moderna ciudad de Tel Aviv.
(9-5) Jonás 1:4-7. ¿En qué consistía la práctica de echar suertes?
La práctica de echar suertes era una antigua costumbre que servía para llegar a
una decisión en la ausencia de una manifestación directa de la voluntad del Señor.
También fue empleada cuando se deseaba alcanzar una decisión imparcial. El
carácter y la forma de los objetos utilizados en aquella época no son conocidos, ni
tampoco lo es el método mediante el cual la suerte era echada. Algunos eruditos
sugieren que se trataba de piedras lisas o varas coloreadas o marcadas con
símbolos. Los paganos echaban suertes porque ellos creían que las divinidades
guiarían el resultado. En este caso, parece que el Señor dirigió el resultado.
(9-6) Jonás 1:8-10. La grandeza del Dios de Jonás
Jonás valientemente proclamó que Jehová es el único Dios de toda la creación.
(9-7) Jonás 1:11-16. Jonás sugirió su propio destino a los otros pasajeros de
la nave
¿En qué forma muestran estos versículos que aunque Jonás huía, no lo hacía por
cobardía? Los hombres no aceptaron la oferta de Jonás sino hasta después de
haber hecho todo esfuerzo por salvarse en otra manera. El deseo de Jonás de
hacer esto también muestra que comprendía que su conducta no complacía a
Dios. El pasaje de Jonás 1:14-16 testifica que los marineros arrojaron a Jonás al
agua muy en contra de sus propios deseos y solamente lo hicieron porque Jonás
les mandaba hacerlo. En un intento de ser absueltos de toda ofensa ante cualquier
dios, los marineros ofrecieron una oración al Señor y rogaron que lo que hacían no
les fuera tenido en contra suya.
(9-8) Jonás 1:17. "Pero Jehovía tenía preparado un gran pez"
La historia de que Jonás fue tragado por un "gran pez" se ha ridiculizado y ha sido
tema de controversia en el mundo. Los que hacen burla emplean este versículo
como argumento para sostener que el libro de Jonás es solamente una parábola y
no un registro de hechos históricos. Hablando de los que opinan así, el élder
Joseph Fielding Smith dijo:
"¿Vamos nosotros a rechazarla como una imposibilidad y decir que el Señor no
pudo preparar un pez, o ballena, para tragar a Jonás?… Ciertamente el Señor se
sienta en los cielos y sonríe ante la sabiduría del mofador y entonces,
súbitamente, responde al desatino con una repetición del milagro en cuestión, o
por la presentación de uno aún mayor…
"Creo, como creía el señor William J. Bryan, en el relato de Jonás. La principal
razón por la que creo no es porque esté relatado en la Biblia, ni porque el
incidente haya sido repetido hoy en día, sino por el hecho de que Jesucristo,
nuestro Señor, lo creyó. Los judíos lo buscaban para que les diese una señal de
su divinidad. El les dio una, pero no la que ellos esperaban. Los mofadores de
aquella época, a pesar de las obras poderosas del Señor, fueron incapaces de
creer a causa del pecado.
" 'El les respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero
la señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo
Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches'. " (Doctrina de
Salvación, tomo II, págs. 295-96.)
El vocablo hebreo taneen y el griego katos se emplean en el Nuevo Testamento
para describir cualquier criatura marina de tamaño descomunal. Los tiburones son
comunes en el Mediterráneo y tienen una garganta suficientemente grande como
para tragar a un hombre. Es claro que la naturaleza milagrosa de este hecho
radica en que Jonás haya sobrevivido en el tubo digestivo de un gran pez durante
tres días así como también en el hecho de haber sido tragado entero.
(9-9) Jonás 2. Jonás oró al Señor y fue salvado
Jonás, en este caso de desesperación, finalmente se dirigió al Señor y su oración
mostró un arrepentimiento sincero. El uso que hace del vocablo "Seol", que en
hebreo significa "mundo de los espíritus" y a veces es traducido como "tumba", es
otra analogía con lo que aconteció con Cristo en su entierro. El lenguaje de la
oración de Jonás (véase Jonás 2:3-5) y el lenguaje empleado por el Señor al
hablarle a José Smith cuando éste estuvo encarcelado en Liberty (véase D. y C.
122:7) son semejantes, ya que ambas citas se refieren a las "puertas del infierno"
que se abren. También se puede comparar Jonás 2:9 con el lenguaje empleado
en Alma 36:18. El voto de Jonás de pagar lo que había prometido fue su manera
de expresar que cumpliría la misión que le fue encomendada y así "mandó Jehová
al pez, y vomitó a Jonás en tierra" (véase Jonás 2:9-10).
(9-10) Jonás 3:1-3. ¿Por qué Nínive es llamada "gran ciudad"?
Nínive era un centro comercial bien conocido en la época de Jonás. Tenía
terrazas, arsenales, bodegas, bibliotecas y templos. Los muros eran tan amplios
que dos carros (carrozas or carruajes) uno al lado del otro podían andar arriba de
ellos. Afuera de los muros había grandes suburbios, ciudades y pueblos. La
circunferencia de la gran ciudad era de aproximadamente cien kilómetros y se
necesitaban tres días para recorrerla (véase Sperry, Voice of Israel's Prophets,
págs. 331-32).
(9-11) Jonás 3:5-9. ¿Qué se representa mediante el cilicio y la ceniza?
Las palabras de Jonás parecen haber tenido un efecto inmediato y muy positivo
sobre los habitantes de Nínive. No podemos hacer más que conjeturar en cuanto a
la razón que llevó a un pueblo no israelita a creer en un profeta hebreo. Tal vez se
vieron impelidos al arrepentimiento por la presencia de un extranjero que,
aparentemente sin pensar en la seguridad personal, llegó desde tan lejos para
exponer los pecados de un pueblo que no le era conocido. De cualquier modo, su
misión tuvo el resultado esperado: Nínive se arrepintió en "cilicio y cenizas". El
élder Bruce R. McConkie escribió lo siguiente:
"Una tela rústica, obscura, hecha de pelos de camellos y cabras, y empleada
antiguamente para hacer bolsas y alforjas, era llamada cilicio. También se usaba
para hacer las túnicas de los que estaban de duelo y así llegó a ser, en la mente
profética, símbolo del pesar y del duelo. Era costumbre que los que estaban de
duelo se vistieran de cilicio y esparcieran cenizas sobre su cabeza, o bien se
sentaran sobre las cenizas mostrando así que su gozo había fenecido o había sido
destruido. (Génesis 37:34; Ester 4:1-3; Isaías 61:3; Jeremías 6:26.)
"El empleo de cilicio y cenizas también era considerado antiguamente como señal
de humildad y penitencia. Cuando la gente recurría al cilicio y a la ceniza para
ayudarse a alcanzar la fuerza espiritual para comulgar con Dios; esta práctica
también iba acompañada con el ayuno y la oración. Daniel, por ejemplo, da esta
explicación como prefacio al relato de una de sus grandes peticiones al trono de la
gracia: 'Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en
ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión' (Dan. 9:3-4; Isaías
58:5; 1 Reyes 21:17-29).
"El cilicio y las cenizas (acompañadas de oración y de un corazón contrito ante el
Señor) llegaron a ser símbolo del arrepentimiento más sincero y humilde. "
(Mormon Doctrine, pág. 659.)
(9-12) Jonás 3:10. ¿Tiene Dios la necesidad de arrepentirse?
La traducción de este versículo hecha por José Smith dice que Dios vio lo que
hicieron; y porque se apartaron de su mal camino y se arrepintieron, El apartó el
mal que había dicho haría venir sobre ellos.
(9-13) Jonás 4:1-11. Jonás no estaba conforme
Aquí Jonás demostró un segundo problema: debilidad de carácter. Se enojó
porque el pueblo se arrepintió y Dios apartó su enojo. Jonás se sintió tan mal que
deseó estar muerto. Aunque se había arrepentido de su deseo de escapar al
llamado del Señor de ir a Nínive, no había cambiado mucho en su actitud hacia los
gentiles.
El Señor enseñó, en una forma que facilitaba su entendimiento, que todas las
cosas están en Sus manos: la calabaza, el gusano y la vida misma. Los vientos
del este son muy destructivos, pues provienen del desierto de Arabia. Después del
viento caliente y seco, el sol hirió a Jonás haciendo mayor su incomodidad al
punto de que anheló la muerte. Una vez que el Señor llevó a Jonás a este estado,
pudo enseñarle en cuanto al valor de las almas que había en Nínive. Los miles
que no podían "discernir entre su mano derecha y su mano izquierda" eran los
jóvenes (niños) y las personas inocentes (Jonás 4:11). Ciertamente el Señor
sentía más piedad hacia ellas que lo que Jonás sentía hacia la calabaza (véase
Alma 26:27, 37). Por medio de esta sencilla planta, el Señor le enseñó la forma en
que Dios ama a todos sus hijos.
RESUMEN ANALITICO
(9-14) El intento de huir del Señor
Ahora que ha leído el libro de Jonás, ¿qué le parece su mensaje? ¿Qué opinión
tiene de la huida de Jonás al recibir el llamamiento a servir? ¿Hay alguna
diferencia entre Jonás, Joel y Amós? Escriba un breve ensayo comentando las
diferencias y semejanzas y la aplicación de los mensajes de los tres profetas en su
vida.
Nínive tenía reputación de ser una ciudad malvada (véase Nahum 3:1-4). En
nuestra época hay muchas ciudades inicuas. ¿Sirve esa maldad para disminuir el
amor del Señor hacia los habitantes de ellas? ¿Cuál es nuestra obligación al ser
llamados a servir en una manera que tal vez consideremos desagradable?
Es evidente en todo el relato de Jonás que éste se sentía disgustado ver el amor
de Dios, tantas veces prometido a Israel y esperado por esa nación, que se
dispensaba a otros, particularmente a sus opresores paganos. ¿Ha conocido a
alguien que se haya mostrado resentido porque un miembro recién bautizado o
uno que recientemente se ha activado en la Iglesia recibe la atención y la
preferencia de los demás miembros? ¿No existe un paralelo en esto?
Aunque la mayoría de los Santos de los Ultimas Días tal vez nunca sean
designados a hacer algo tan destacado como llamar al arrepentimiento a los
habitantes de toda una ciudad, y, en caso de no arrepentirse, anunciarles su
destrucción, recibimos numerosos llamamientos que vienen del Señor. A veces,
como Jonás, parecemos apartarnos, o al menos evadir nuestra responsabilidad.
Consideremos lo siguiente:
1. Una persona que rehusa aceptar un llamamiento en la Primaria porque si lo
hace no podrá asistir a la reunión de la Sociedad de Socorro en el nuevo
horario dominical integrado de reuniones.
2. El joven que rechaza un llamamiento misional a fin de poder aceptar una
beca otorgada por un centro de estudios.
3. Una familia que no tiene reuniones de noche de hogar con la regularidad
debida.
4. El individuo que siempre está en deudas y no paga sus diezmos.
5. La joven que es demasiado tímida y por eso no acepta un llamamiento
como maestra de las Jóvenes Mayores de la Escuela Dominical.
Todos recibimos llamamientos, y a veces tratamos de evadirlos. Pero podemos
arrepentimos, aceptar el llamamiento y sentir el gozo de servir.

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