Está en la página 1de 94

CAPÍTULO JI

EL IDIOMA DE LAS BALAS EN LA


CRIMINOLOGÍA LATINOAMERICANA

Plegaria a una madre encapuchada


I
Sola estás ahora mamá.
sola con tres pensamientos
si hacia mí diriges tus ideas,
yo que soy futuro y prolongación
de tu vida,
yo que estoy en tu vientr~
te hablo mamá.
Yo que estoy creciendo con gran fUerza
dentro de tu ser, soy aquello que
alegrará tu vida
sin más esperás paciente
mi llegada pero sufres y lloras engrillada.
En tus horas tristes y negr¡ts
piensa en el fUturo próximo
q\1~ está lleno de sol y verde
que tocaremos juntos, muy juntitos.
Yo, tu hijo pienso esto
mientras vos, mamá, me tejes un saquito
un escarpín y piensas y lloras ... y temes ...
Siento ahora una sensación extraña, mamita,
es algo que viene de mucha gente que está cerca
es el cariño de muchos cuerpos engrillados
184
ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINa DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 185

que te miran con ternura cuando caminas


color de la sangre
llevándome de aquí para allá.
Ese cariño y esa ternura
i'
Pocas frases fueron más ácidas en la historia que la que se le atribuye
me hacen crecer más fuerte y sano, presidente mexicano, Porfirio Díaz, a principios del siglo XX: "la tra- l.
más alegr~ que nunca, mamá. . de América Latina es estar tan lejos de Dios y tan cerca de Estados 1

II
Debió pasar más de un siglo para que otro presidente latinoameri-
Ahora que estoy por llegar,
expresara, luego del discurso del presidente norteamericano George
yo te hablo con amor de hijo
Bush (h) ante las Naciones Unidas, que ese lugar todavía "olía a azufre';
Ese amor que vos sembraste
, haciendo referencia a que la presencia del Diablo aún era perceptible3B4,
Florece en mí que soy parte tuya.
No te sientas triste mamá, que yd te acompaño La alusión a lo divino o· a lo diabólico en estos discursos presidencia-
No estés 'sola: yo y la esperanza somos los ' ·les muestra con crudeza algo que tenía ver con la historia de las relaciones
compañeros de tu soledad. entre-los Estados Unidos y los demás países de América Latina. Estas,
Piensa en nosotros que esa es la verdad. 'desde el siglo XIX, habían sido conflictivas y siempre reflejaron una rela-
El presente es duro para vos, , ción desigÜal, es decir, una relación de poder, dominación o explotación.
pero el infierno pasará y todo volverá a ser La ·historia de la intervención militar, política y económica de los
como antes, jr aun más felices, Estados Unidos en la región fue extremadamente larga. Comenzó con
porque yo podré llorarte los conflic;tos con España y otros países europeos por el control y anexión
para que me mime's y riamos juntos. de territorios, como el de México, seguida por la intervención directa de
Todos nos acunan, yo y vos recibimos Estado~. Únidos en otros países latinoamericanos y, casi al finalizar el
el cariño que hace falta para que yo me sig\o XX,·por operaciones militares encubiertas y a toda escala contra los
haga gigante cúando salga de adentro tuyo. gobiernos establecidos en Centroamérica y el Car,ibeJBS.
Así, mamá, no te olvides de lo que pienso, Sin embargo, nunca pasó desapercibido en América Latina que la arti-
nunca, nunca más; así mantendrás máña ideológica que justificó la primera invasión de estas tierras, señalaba
la alegría que me mantiene con Sergio Ramírez Mercado, "fue en su momento la pretendida superiori-
infinita fortaleza dentro de tu ser mamá. dad racial del invasor norteamericano y el pretexto de una inferioridad
Raúl Alfredo Bonafini3B3 del invadido: si como pueblos marginados estábamos perpetuamente

384
Discurso del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la ONU del20 de septiem~
bre de 2006.
383 Poesía escrita en cautiverio en un trozo de tela. Raúl Bonafini fue detenido y 385
Frappier, Jan, "Por encima de la ley: violaciones del derecho internacional por el
encarcelado el 6 de diciembre de 1977 por la dictadura argentina y aún permanece
desaparecido. gobierno norteamericano desde T ruman a Reagan~ Capitulo Criminológico, n° 13,
Universidad del Zulia, Maracaibo, 1985, p. 134.
186 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA. DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 187

condenados a vivir de las migajas de la riqueza, era por causa de nuestra Unidos tienen el derecho de intervenir para proteger los intereses de los
propia imposibilidad histórica. ciudadanos o empresas norteamericanas, lo c;¡ue significaba contar con
La aventura de conquista yanqui se convertía así en una aventura gobiernos afines o en el caso de que no' fuera posible, tomar el control
de la raza blanca, dueña de todas las iniciativas y del espíritu de con- de lós ·mismos.
quista, capaz de dominar la naturaleza y de crear toda la ciencia y toda Es así como se empezaron a delinear las f~onteras norteamericanas,
la técnica, la máquina y el progreso incesante; no solo se nos convertía es decii', 'estas. se situaban de acuerdo o;ni los intereses económicos del
en conquistados, sino en mestizos lerdos y holgazanes analfabetos por imperio. E.~tos podían comenzar en cualquier lugar de América incluso
voluntad y por inercia, pobres por destino irremediable, violentos y en territorios en donde aquellos se consideraban imenazados.
anárquicos, pendencieros y revanchistas"386,
Esta relación de dominación de ,A.mérica dé! Norte con los clistintos
Según esta particular percepción del mundo conquistador, fundada países, al sur de sus f,onteras, se fue consolidando a través de los años y,
en una visión profética, Dios estaba asociado con los Estados Unidos en algünos de ellos, los Estados Unidos emplearon lisa y llanamente la
para pensar el destino de ese país. Así, por ejemplo, eran los cánones interv~nción militar directa para lograr su total alineamiento.
de William Walker en el siglo XIX quien pretendía domesticar tur-
bulentos salvajes que eran dignos de esclavitud, por ser racialmente Si. repasamos nuestra historia nos encontramos desde los años treinta
inferiores3 87 . cor¡. algunos de los Estados latinoamericanos cuyos dictadores fueron de
los m~s cruentos como también los más complacientes a los designios
Estos fueron algunos de los argumentos de los que creían en una su- n?rteatp.ericanos;ss.
premacía norteamericana por encima del resto de los países de América. ;,: 1
Se puede señalar, al respecto, que en al menos en dos de esos Estados
En el siglo XX, no obstante, la doctrina de la supremacía nortea- '
;~'. la violencia institucional se ejerció hacia un estereotipo considerado peli-
mericana fue otra. En un principio, lo que motivó su militarismo en groso por el color de la sangre o por la pigmentación de su piel.
América Latina no tenía' que ver' con la raza sino con sus intereses ,1', 'i
económicos y provino, en primer lugar, de la política delineada por el En este contexto, surgieron el genocidio negro de Rafael Leónidas
í
presidente Monroe en 1823 que declaraba expresamente que los conti- T r'ujillo en la República Dominicana389 y el etnocidio de Maximiliano
nentes americanos no debían ser·vistos como área de colonización para Hernáhdez en El Salvador, masacres que quedaron fuera del objeto de la'
las potencias europeas porque esa agresión provocaría la reacción de los ,criminología, especialmente de la criminología crítica regional.
Estados Unidos. ·,;· ,,
'
La segunda versión la inventó el presidente Theodore Roosevelt 'f"' 3 ~~ ~POdemos mencionar, entre otros, a Tiburcio Carias Andino en Honduras, a Jorge
/i UbiCo Castañeda en Guatemala, a Anastasia Somoza Garóa en Nicaragua o a
en 1904 quien añadió el corolario a la doctrina Monroe: los Estados
Fulgehcio Batista en Cuba.
389
• S9bre la época de Trujillo pueden consultarse, entre otras: Cándido, Gerón,
Trujillo, la cultura del terror, Editora Centenario, Santo Domingo, 2015; Cordero
Ranúrez Mercado, Sergio, "Una revolución propia y un modelo soberano': dis~
386

curso pronunciad<? en la Conferencia de Intelectuales sobre Centroamérica, ell4 Niiehel, José, Análisis de la era de Trujillo, Editora Buho, Santo Domingo, 2012;
de julio de 1983. Landestoy, Carmita, Yo también acuso, Editora Nacional, Santo Domingo, 2011;
Infante, Fernando, La era Trujillo, tomo II, Editora Collado, Santo Domingo,
387 Ibídem. 2007.
n
188 ALEJANDRO ALAG!A J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 189

El g~nocidio negro en la República Dominicana locos, mancos o idiotas pero que de los 52.657 que consignaba el censo de
!
1933, todos eran inmigrantes analfabetos y famélicos391,
Desde antes de la era Trujillo (1930-1991), entre los nacionalistas
dominicanos, existía la opinión generalizada de que la raza blanca era
l
superior y, que por ende, el país solo poclia "progresar" en base a la aporta-
ción demográfica de inmigrantes de raza blanca, preferentemente de paí- 1
\
ses e11ropeos. Por ello, con su ascenso en el poder se comenzaron a'dictar 1
leyes y reglamentos de colonización que fomentaban el establecimiento 1
'
,... . de, inmigrantes blancos, con el solo objeto de un mejoramiento racial392,
T· 1
Jr Estas ideas eran compartidas por los intelectuales y por la clase media
~' urbana que entendían que ellos eran una casta diferente a los negros de
l 1
·::t origen africano de Haití. T rujillo iba a usufructuar estas aspiraciones 1
.~-
pues el racismo adquirió bajo· su presidencia características particulares 1
,'/
RafaeiTrujill9
• que sirvieron de justificación ideológica a la tiranía393, J'
El nacionalismo y el hispanismo en la era T rujillo emergieron con un
Desde el inicio del régimen en 1930, Rafael Trujillo se trazó el come- cariz sustancialmente conservador. El racismo se convirtió en el fundamento 1
tido de blanquear a su país, especialmente a lo largo d~ su fróntera con de un nacionalismo mistificado en el cual se establecía un vínculo incliso- '
1
l;-laití, con la idea de ir poblando la región de colonias agrícolas en las luble·entre hispanidad y dominicanidad. El rasgo esencial de la cuestión !
1
árps en donde existía una elevada con·centración de negros. nacional venía dado por la preservación del legado originario y el repudio del
africano. Esta pretenclida sustancia estaba referida a la adscripción a la raza
En 1933, la dictadura promulgó una ley para limitar la inmigración
blanca y el rechazo de los componentes africanos presentes en ~sa nación394•
ilegal proveniente de Haití; al año siguiente, sancionó otra que se refería
a la coloni~ación de terrenos en la franja fronteri;:a, ios que podían estar La ideologia trujillista revivía como mecanismo de dominación el an-
un veinticinco por ciento ocupados por extranjeros, siempre que fueran tihaitianismo que no se habían conocido nunca ni durante la ocupación
de raza blanca 390 • haitiana entre 1821 y 1844, ni durame·las guerras de la independencia.
Pero este antihaitianismo tenía dos facetas: en primer lugar, crear un
No resulta dificil establecer un paralelismo con las leyes de ciudadanía
poderoso enemigo que justificara un régimen totalitario y en segundo,
del Reich y para la protección de la sangre y el honor alemanes sancionadas en
señalar como enemigo nacional a la raza negra.
1935, pues en ambos casos se trataba de impeclir que la nacionalización
tanto de personas no blancas como de judíos volviera impura la sangre.
391 García,Juan Manuel, De la matanza de los haitianos a la sentencia 168·13, Ediciones
Los adláteres de Trujillo señalaban, entre otras aberraciones, que en Librería Trinitaria, Santo Domingo, 2016, p. 204.
1937'había 435 haitianos inú?les, entre ciegos, sordomudos, paralíticos, 392 Cassá, Roberto, "El racismo en la ideología de la clase dominante dominicana", en
WRevista Ciencia, volumen III, n° 1, enero~marzo, 1976, Santo Domingo.
393
390 Herrera, Rafael Darlo, "La matanza de haitianos de 1937': en La historia general del Ibídem.
394
pueblo dominicano, Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, 2015, p. 307. Herrera Rafael Darío, ob. cit., p. 309.
190 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 191

La dictadura de Trujillo tuvo, entonces, como objetivo lograr un


consenso en torno a la elite dominante identificada con los valores racia-
les del blanco y, a su vez, aspirar a modelos culturales de la civilización
occidental395. Para ejemplificar estos propósitos citamos una publicidad
de una crema para la piel l'n los diarios de la época que era bastante
expresiva a este respecto: "La élite prefiere el cutis blanco".

Uno de los principales ideólogos del régimen, Manuel Arturo Peña


Batlle, señalaba que el haitiano era francamente indeseable. De raza neta-
mente africana, no podía representar para el dominicano ningún incentivo
ético. Hombre mal alimentado y peor vestido, era débil, aunque muy
prolífico por debajo de su nivel de vida. Por esa misma razón el haitiano
que se adentraba en el territorio vivía inficionado de vicios numerosos y
capitales y necesariamente tarado por enfermedades y deficiencias fisio-
lógicas en los bajos fondos de aquella sociedad396•

Otro importante actor político de la República Dominicana entendía


que resolver el tema de la raza era determinante para el futuro domini-
cano, así lo señalaba el futuro presidente de ese país, Joaquín Balaguer:
"si el problema racial tiene una importancia incalculable para todos los
países, para Santo Domingo principalmente esa cuestión cobra una
trascendencia inmensa, puesto que de ella depende en cierto modo la
existencia misma de la nacionalidad que se halla desde hace más de un
siglo en lucha contra otra raza más prolífica. Si la nacionalización fron-
teriza, tal como ha sido planeada por el presidente Trujillo, se realiza
cabalmente, habrá asegurado el futuro de la República Dominicana. La
gloria que le cabrá a Trujillo por haber iniciado y conducido ese proceso
de nacionalización progresiva hacia una culminación afortunada, no será
inferior a la que le corresponde a los creadores de la Repúblicá'397.

395
Ibídem.
396
Peña Barlle, Manud Arturo, "El sentido de una política·: discurso pronunciado
el 16 de noviembre de 1942, en Polftica de Trujillo, Imprenta Dominicana, Sanro
Domingo, 1954.
391
,,,,,. Balaguer, Joaquín, La realidad dominicana, Imprenta Ferrari Hnos., Buenos Aires,
1947, pp. 98-99.

,,"l.
'
192 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRlGO COD!NO DESCOLONIZACIÓN DE LA CRlMINOLOGIA EN AMI<RICA 193

En 1937, conforme a aquella idea de blanqueamiento de la población, El aniquilamiento de la población negra tuvo un; corta duración,
se produjo la matanza de negros mas brutal del siglo XX en el conti- :;,alguno& historiadores hablan de nueve días, es decir, desde el 28 de sep-
nente latinoamericano. Esta masacre, se decía, formó parte del esfuerzo t tiembre hasta el 8 de octubre de 1937, aunque para otros, la misma se
civilizador de Trujillo 'para·reincorporar a la población dominicana a su extendió en realidad hasta principios de 1938.
genuino origen cristiano e hispánico que se había desfigurado profunda-
¡nente durante largo tiempo •por el contacto con la raza negra398. Los militares y la policía trujillista, con la colaboraci9n de quienes
eran' denominados asimilados, se valieron de sables, machetes, cuchillos,
Los historiadores que se ocuparon de estos sucesos señalan múltiples · garrotes etc., para matar y solo se emplearon escopetas para disparar a
causas que llevaron a esta matanza estatal dominicana, entre ellas, el .. quienes huían aplicando la denominada ley de fuga; por otra parte, el
fenómeno migratorio ilegal debido a la crisis que afectaba a la industria exterminio no respetó ni sexo ni edad pues los testimonios afirmaban la
azucarerá desde la crisis del treinta y que provocaba la aparición masiva muerte· de niños negros en las escuelas.
de. haitianos en la frontera en bÓsqueda de trab~o, su presencia nume-
rosa por la expulsión de Cuba399, el imperativo del dictador de disponer Balaguer decía que esta obra equivalía a fijar definitivamente la histo-
de t,m poder total sobre el territorio, aunque lo que subyacía en el fondo ria d'e la república ypodía compararse, guardando las distancias, a la que
era la permanente invocación al blanqueamiento racial. había realizado Isabel la Católica para extirpar de España a los judíos y
para depurar la raza con el auxilio del Santo Oficio y con el memorable
Pero como en todo genocidio, el chivo expiatprio fue señalado como Edicto de 1492402.
autor del mal que se ,quería erradicar y el dictador Trujillo no fue ajeno
a su señalamiento al indicar que los haitianos inmigrantes eran ladrones que La conclusión a la que arribaban los ideólogos de la masacre era que
se habían apropiado de las labranzas y del ganado de los dominicanos, de no haberse ejecutado esta matanza hubiera perecido la estirpe espa-
lo que constituyó uno de los argumentos empleados para justificar la ñola de la nación dominicana403,
matanza.
El escenario de estas muertes racistas provocó una crisis internacional.
La estimación de las cifras del genocidio negro fue objeto de discusio- A fin de resolverla, Trujill,o se vio compelido por el gobierno de los Esta-
nes, Las cifras de muertos varían según las fuentes, pero fueron entre dos Unidos a firmar un acuerdo de indemnización a favor de los dam-
cinco mil y veinticinco mil400 • Pero la confesión en los años sesenta del nificados de Haití por la suma de 750.000 dólares. No obstante el
pres'idente dominicano parece acercarnos a la última cifra pues este se reconocimiento forzado de estos hechos, el presidente T rujillo exhortaba
ufanaba de haber eliminado miles con esta afirmación: "yo maté 18 mil a los dominicanos residentes en la zona fronteriza a que acudieran a la
haitianos y no me pasó nada"40I. justicia frente a la inmigración ilegal evitando proceder por sus propias
mimos, lo que indicaba en realidad la justificación de que todo lo que
había ocurrido durante ese corto período era debido a las trifulcas entre
398 Herrera, Rafael Darío, ob. cit., p. 310 dominicanos y haitianos en la frontera404•
399
Ver sobre ello: Inoa, Orlando, Azúcar, árabes, cocolos y haitianos, Editora Cole,
Santo Domingo, 1999, pp.175-195. 402
Balaguer, Joaquín, ob. cit., p. 91.
400 Herrera, Rafael Darío, ob. cit., pp. 319,320. 403
Herrera, Rafael Oarío, ob. cit., p. 330.
401 García,Juan ManueL ob. cit., p.13. 404 García, Juan Manuel, ob. cit., pp. 322-324.
194 Al!EJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO COD!NO DEScOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 195

El proceso de blanqueamiento que concluyó con una matanza, la de su p,ermanencia, fijada en 10 días como trabajadores en tránsito al
deportación masiva .de haitianos de la frontera dominicana y final- mo¡nento en que llegaron al país.
mente, la firma en 1939 de un convenio bilateral para regular la migra-
Esta sentencia provocó una ruptura con el Sjstema Interamericano
ción entre el presidente T rujillo y el presidente Sténio Joseph Vincent
de Derechos Humanos pm;que descono~ió el carácter vinculante de las
de Haití, constituyó un antecedente de las actuales leyes migratorias de
sentencias de la Corte Interameridna, ú,ltimo intérprete de la Conven-
la República Dominicana yla sentencia 168 del año 2013 del Tribunal
ción Americana de Derechos Humanos, ante un caso que trataba la
Constitucional de ese país, que colocó en situación de apátridas a miles
de descendientes de haitianos. .mi~ma cuestión por la cual fUera condenada la República Dominicana.
' La·sentencia 168/13 pronunciada por el Tribunal Constitucional
Ochenta años más tarde la política migratoria de la República
colocó a miles de descendientes haitianos como apátridas, al deseo--
Dominicana sigue siendo motivo de violaciones sistemáticas a los dere- .!
nocer su nacionalidad dominicana pero con ellg'ravante de que aquellos
chos humanos con un neto contenido raciaL
carece!l>de vínculos con·el país de· sus ascendientes, es decir, se los fuerza
La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a ese país a adquirir una nueva nacionalrdad sin ningún lazo social o cultural,
en 2005, al sostener que se había vioEtdo el derecho a la nacionalidad SJ' los qbliga a emigrar por su situación irr,egular, lo que indefectible-
y la igualdad ante la ley a dos menores -descendientes de haitianos-. men~e desencadena un despl'\Zamiento ma~i~o de personas y una fla-
La Corte señaló en esa oportunidad que el deber de respetar y garanti- grante violación de sus elementales d'er,echos humanos.
zar el principio de igualdad ante la ley y no discriminación era indepen- . Se encuentran estos antecedentes de negáción de nacionalidad en
diente al estatus migratorio de una persona en un Estado. Es decir, los la~ leyes nazistas de los años treinta y en las sentencias de sus jueces que
Estados tenían la obligación de garantizar este principio fundamental priyaban de nacionalidad alemana a todos los judíos que residieran en
a sus ciudadanos y a toda persona extranjera que se encontrare en su suelp alemán. No obstante lo penoso de esta historia, hay au1ores que
territorio. sin discriminación alguna por su estancia· regular o irregular, sos~ienen hoy, en República Dominicana -citando como autoridad
su nacionalidad, raza, género o cualquier otra causa405.
'a,in\:electuales racistas como Manuel Peña Bat!le-, que los haitianos
El 23 de septiembre de 2013 el Tribunal Constitucional de la se hallan poseídos de una mentalidad de asistidos sociales, que Haití es
Repúbli~a Dominicana dictó una nueva sentencia contrariando aque- un Estado pedigüeño, chantajista, abusador y extorsionador y que esa
lla ema"\ada del máximo Tribunal regional al rechazar la nacionalidad actitud tendiente a inventarles obligaciones a los demás, d'ebe llamarse
dominicana a una mujer nacida en el territorio de ese país en 1984 por la didadura del débil•o6.
ser hija de ciudadanos extranjeros en tránsito, lo cual la privaba de su " La presión internacional hizo que el Congreso dominicano san-
otorgamiento. No obstante, a sus padres -haitianos- se les había per- cioria:ra en 2014 la ley 169 que tiene como finalidad remediar esta
mitído la entrada al país para trabajar en el marco de un acuerdo bilateral situación, al convertir bajo ciertas condiciones a los hijos de extranjeros
entre ambas naciones, pero se habían excedido en años la transitoriedad no residentes en el país en ciudadanos dominicanos sin necesidad de
'recurrir a la naturalización.

405 Caso de las niñas "Yean y Bosio vs. República Dominicana'; Sentencia de la Corre 406
Ver el insólito libro de Núñez, Manuel, La dictadura del débil, Letragráfica, Santo
Inreramericana de Derechos Humanos, 8 de septiembre de 2005. Domingo, 2015.
196 ALEJANDRO ALAGIA [RODRIGO CODINO DESCOLONIZACIÓN DE LA CRlMINOLOGÍA EN AMÉRICA 197

El etnocidio en El Salvador kjmputsara los salarios a la baja, se produjeran quiebras de empresas y


corolario un descenso significativo en los ingresos del Estado.
El comercio del café había creado una clase de potentados, formado
por homores cuya riqueza no era simplemente la tierra, sino las divisas
·. recibidas pot la venta del commoditie en Estados Unidos o Alemania.
Pero, además, los descendientes de estas elites tendían a tender lazos
con extranjeros, a promover uniones con ellos y a no mezclarse con los
nativos y, ~on el tiempo, se convirtieron en una especie de nueva raz:a,
aclarada y diferente del resto de la nación salvadoreña4o.s.
El tr~bajo en los cafetales lo realizaban los colonos que eran indígenas
ya g_~e hablan quedado a merced de la aristocracia ladina; los indíge-
nas se definían como siervos asalariados a quienes se les proporcionaba
1,1n lugar gara vivir y un pequeño jornal a cambio de su fuerza de trabajo.
Las repúblicas centroamericanas no fueron la excepción de las oli-
garquías que fueron apareciendo a lo largo del continente latinoameri-
cano como tampoco lo fue la lucha por la liberación nacional que fue
General M~xjnliliano
Hernández Martfnez surgiendo en distintos países, por lo que líderes populares como César
.~··
Sandino en Nicaragua o Farabundo Martí en el Salvador adquirieron
~
En El Salvador, el café no fue ajeno a la historia sangrienta del país. if relevancia como resistentes a estos regímenes.
Desde al menos fines ~el siglo XIX l~ burguesía agraria cafetalera concen- ~·
·~. Et'cli¡na de tensión social resultante de la crisis económica internacio-
tró los principales medios de r.roducción del agro salvadoreño. La clase nal que comenzó a reflejarse en la economía salvadoreña con la dramática
do.¡ninante acumuló capital ,en forma extraordinaria y empobreció tanto (
caíd~ del precio del café implicó una severa reducción del presupuesto
al proletariado agrícola canto al campesinado. Esta burguesía agroex- '}¡·
,, estatal y la ruina de pequeños propietarios lo que llevó al 28 % de
portadora demandó fuerza de trabajo de obreros agrícolas, campesinos :i{¡
ellos a desprenderse de la tierra, al mismo tiempo, el precio del maíz
pobres, colonos e incluso campesinos medios407, además de indígenas. se desplomó. Esta situación provocó un despido masivo de trabajadores
La situación de El Salvador en los años treinta no distaba de ser dife-
rente a la de los países del capitalismo periférico. La crisis mundial de
1929 que produjp la baja de los productos de exportación como el café,
que era la principal fuente de ingreso del país, hizo que el desempleo
1
{
estacionales afectados por la recolección de la cosecha, además de reduc-
ciones salariales que provocaron huelgas de trabajadores 409 •

408
Anderson, Thomas, El Salvador 1932, Editorial Universitaria Centroamericana,
San José, 1976, p. 21.
Portillo, Geraldina, HEI origen de la burguesía cafetalera: Caso la libertad~ en Mar. .
407
4Q9 Alfara, Salvador Orlando, "La insurrección indígena campesina (1932)': en El
tínez Peñate, Osear (coord.), El Salvador, historia general, San Salvador, 2002, p. 66. Salvador. historia general, ob. cit., p. 97.
198 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO COD!NO L•A DESCOLONIZACION DE LA CRlMINOLOGfA EN AMÉRICA 199

Este era el contexto socioeconómico en las elecciones presidenciales juramento de fidelidad a la patria hacía que el soldado incluyera el deber
de principios de 1931, en las que el presidente Arturo Arauja resultó de preservarla de los malos gobernantes civiles41 2.
ganador y prometió un Gobierno reformista. Algunos puntos del pro-
Para enero de 1932 lá prensa publicaba reportajes sobre temores de
grama de gobierno resumían sus propuestas: proteger a los trabajado-
levantamiento popular e incluso el arzobispo de San Salvador, escribió
res salvadoreños de la competencia extranjera (una medida dirigida en
una carta advirtiendo sobre el peligro comunista si no se trataba a la
lo fundamental contra chinos residentes), mejorar la administración
gente con más justicia413,
municipal lo que permitía que los impuestos recaudados localmente se
invirtieran en la misma localidad, reorganizar el sistema escolar y cons- La rebelión campesina e indígena que se produjo finalmente en
truir más escuelas, elevar y proteger a la mujer, reformar la universidad, enyro 1932 no había sido una reacción inmediata al golpe de Estado que
establecer un programa de asistencia médica a todo el país410, derrocó a Arauja, sino que estaba latente en el malestar de la población.
No obstante las promesas electorales, el panorama político se fue dete- Prueba de ello es que el mismo Partido Comunista Salvadoreño felici-
riorando tanto por presión de la oligarquía terrateniente que demandaba taba el derrocamiento de Arauja.
una fuerte devaluacicÍn de ¡a moneda como las crecientes protestas de Los factores de esa rebelión fueron objeto de debate entre los inte-
trabajadores que reclamaban cambios profundos en materia económica lectuales salvadoreño~ porque si bien fue frecuentemente señalada como
y social. "corr¡unista" o "campesiná; la realidad era muy diferente el]. las regiones .
En agosto de 1931, el precio del café sufrió una nueva y alarmante urbanas que al interior del país, como también los reclamos.
caída en su precio internacional de modo que provocó una situación eco- El movimiento urbano tomó la forma de una insurrección tradicio-
nómica calamitosa. La medida de Gobierno de prohibir la exportación nal, que se organizó inmediatamente después de la cancelación de las
de oro dio como resultado que los banqueros ya no otorgaron créditos elecciones municipales. Como resultado de dicha situación, Farabundo
a los productores de café que necesitaban pagar la mano de obra de la Martí fue arrestado y ejecutado, junto a otros dirigentes del Partido
cosecha. Para esta altura el trabajo era escaso y los salarios miserables e Comunista; otros se vieron forzados al exilio.
incluso los soldados del ejército dejaron de recibir sus salarios411 .
La insurrección urbana estaba limitada a la capital del país y a la
Las protestas de los campesinos se transformaron en una presión cons- influencia de aquel partido, pero no generó un acompañamiento masivo
tante para el gobierno de Arauja que no vaciló en recurrir a la represión. fuera de la capital por lo que la dictadura pudo contenerlo no sin ejercer
El golpe de Estado; encabezado por el general Maximiliano Hernán- una ofensiva feroz en la que cientos de personas fueron asesinadas y
de:i: Martínez, puso fin al gobierno de ·Arauja. Esta tradición de golpes encarceladas.
de Estado tenía profundas raíces en El Salvador, como en la mayoría de Muy distinta era la situación en el interior del país, en el que la agita-
los países latinoamericanos, como bien sostiene el historiador Ander- ción había sido mucho mayor pero casi exclusivamente dirigida por los
son. El ejército se consideraba el depositario de la voluntad nacional; el

412
fdem, p. 88.
410 Anderson, Thomas, El Salvador 1932, ob. cit., p. 85. 413
Fuentes, Héctor Lindo, "Polidcas de la memoria: el levantamiento de 1932 en El
411 fdem, p. 86. Salvador: en Revista Historia, n° 49~50, San José, enero~ diciembre, 2004, p. 289.
200 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO·CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA

campesinos indígenas, que si bien habían tenido contacto con dirigentes mencionaba a los indios borrachos con descripciones de crueldad y vio-
comunistas, actuaban con una independencia significativa. lencia consistentes con las pesadillas mesti:.:as del supuesto salvajismo
Las á(eas de mayor impacto. del levantamiento estaban locali:.:adas ,indígena. Así, se hablaba, de indios terroristas que atacaban desnudos, a
en territorios de intensivo cultivo de café'Y en donde las comunidades in- quienes los comunistas les sacaban los ojos y les colocaban cabos de puro
d!genas habían sido desposeídas de su tierra414. en los huecos sangrientos416.

Dos caciques indígenas de los más importantes como Feliciano Ama En febrero, el presidente Hernández Martínez417 se expidió sobre el
y Felipe Neri fueron impulsores de la revuelta por lo que la insurrección acontecimiento en el discurso de apertura de sesiones de la Asamblea
tomó un carácter indígena demostrado en sus celebraciones y humilla- ~egislativa sin utilizar ni una veo: la palabra indígena o el carácter étnico
ciones-de funcionarios locales·y de terratenientes, como también algunas del
l
asunto. Esta omisión extraordinaria fue indispensable para que la
ejecuciones. ~qjca interpretación fuera la del comunismo418.

;La respuesta estatal fue criminal e implacable. En tres días las tropas En un libro encomendado por el gobierno que entrevistaba sobre estos
del ejército recuperaron la totalidad de las localidades que se habían liechos surgen los relatos más explícitos de la cacería al indio4 19. Según
sublevado y comen:;:ó.una represión sin precedentes. cual era el narrador, las masas amenazantes eran indígenas o comunistas,
los términos eran intercambiables. Para justificar esta posición decían
La radicalidad del régimen dictatorial se expresó en forma dramática: que no había indígena que no estuviese afiliado al comunismo, puesto que
la represión d~ Í~s masas campesinas indígenas en el occidente del país estaba en su naturaleza el ser fanático.
le costó la vida a más de die:;: mil personas hasta alcan:.:ar, posiblemente,
un número de cuarenta mil en la última semana de enero y en la mayor Para decir verdad, como sostiene Héctor Lindo Fuentes, el problema
parte de febrero de 1932. del comunismo era el genocidio de los indios, lo que daba una idea de lo
que se veía como verdadero probiema.
'Esta fero:;: represión tuvo la particularidad de establecer las bases para
más de cuarenta años de dominación militar y fue la obra fundamental- Los indígenas eran en esencia criaturas fantásticas, a veces mansos y a
veces salvajes, siempre deseando poseer a la mujer ladina. Uno de los temas
mente de paramilitares más que de fuer:.:as militares regulares, lo que
constituyó un precedente histórico de los 'escuadrones de la muerte de recurrentes en las entrevistas era el terror de lo que los indígenas pudieran
los años setenta y ochenta del siglo XX415. hacer a las mujeres420, entre otras violaciones masivas, argumento que no

Los primeros relatos qúe aparecieron luego de la masacre usaron 416


Seguimos la extraordinaria exposición de Fuentes, Héctor Lindo, "Políticas de la
indiscriminadamente la palabra comunista para jusrificar la represión, memoria: El levantamiento de 1932 en El Salvador'; ob. cit.
pero sin referirse al partido o a ideas específicas. Algún medio de prensa, 417
Sobre el apoyo de intelectuales al dictador, ver: Mejía Burgos, Orto, Aliados con
sin embargo, utilizaba frases como el movimiento comunista, los grupos Martínez. El papel de los intelectuales tras la matanza de 1932, Uca Editores, San
rojos, la hidra de cien cabezas del comunismo, pero a su vez, también Sa)vador, 2015.
418
Fuentes, Héctor Lindo, ob. cit.
419
Méndez, Joaquín, Los sucesos comunistas en El Salvador, Imprenca Punes & Ungo,
414 Alfara, Salvador Orlando, ob. cit., p. 101. San Salvador, 1932.
415 Ibídem. 42
° Fuentes, Héctor Lindo, ob. cit.
202 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 203

era original pues este había sido utilizado como justificación respecto del
con sus propios matices, la criminología tradicional latinoamericana
negro en Estados Unidos a quien linchaban para protegerse.
hasta la década del setenta no fue más que un discurso de poder racista
La masacre terminó con la protesta y el levantamiento de una región y siempre colonialista. '
en donde el 75 % del café era cultivado, permitió a los terratenientes
' La mejor síntesis efectuada de esta pretendida "cienciá' respecto al
consolidar su apropiación de tierras comunales y asegurarles contar con
có¡moxto político latinoamericano fue la expuesta por Zaffaroni en su
la mano de obra estacional, la cual había sido un factor primordial en
primera obra general de la materia. Este autor destacaba que tanto el
provocar el descontento de la población campesina en años anteriores421.
pode": central colonial como las oligarquías terratenientes, mineras y
La muerte masiva de indígenas de El Salvador fue una de las más sin- m<¡r~antiles, conocían el papel protagó¡;>ico enorme y decisivo que había
gulares de la historia· centroamericana pues tuvo como consecuencia que tenido el pueblo mestizo y mulato en las luchas de la independencia por
la descarga del racismo contra ellos fue el factor que permitió suprimir la lp que las mismas eran "potencialmente peligrosas". Ahora bien, como el
expresión de su cultura en este país422. Rqder central ya no podía evitar el mestizaje latinoamericano necesitó de
"cientÍficos sociales" surgidos de esas élites 'criollas para hacerse eco de la
La pesadilla racista en la criminología latinoamericana cieilda racista europea y encargarse de difundirla428, de este modo las con-
y los populismos como límité a la pulsión colonial clusi~nes a las que llegaban se expresaban a través de las distintas cri-
n:inologías latinoamericanas que postulaban la eliminación de sujetos
Inútil nos parece reiterar lo escrito sobre la criminología racista de p'eligrosos.
principios del siglo XX y la influencia que ejerció en los gobiernos oligár- Las variables de este racismo claramente tenían que ver con la confor-
quicos o en las elites en América Latina, pues esta ya ha sido estudiada e mación de las oligarquías que cambiaban según cual fuere el país que se
investigada en detalle por nuestros mejores criminólogos. Nos queda tr~tari, pero en resumen podían tener alguna de las características que,
señalar tal vez que las obras generales más importantes fueron las de s'egún Zaffaroni, podían distinguirse en: a) "ciencia" racista antimulata;
Ldia'Aniyar de Castro 423,Juarez Cirino dos Santos424, Rosa del Olmo425, b) "C{enciá' racista contra el mestizaje hispano--indio; e) uciencia" racista
Alfonso Reyes Echandía426 y Raúl Zaffaroni427. Para estos autores, aunque evolufionista contra el indio y la mayor paree del mestizaje hispano-
indio; d) "cienciá' racista contra el mestizo hispano-indio y el inmigrante
421 Alfara, Salvador Orlando, ob. cit., p. 103. látÍno429.
422 Ibídem.
3
Con la aparición de los populismos latinoamericanos estas vertientes
42 Aniyar de Castro, Lola, Criminología de la reacción social. Universidad del Zulia,
as11q¡ieron dístintos rasgos, pero algunos autores seguían insisriendo
Maracaibo, 1977. Esta autora sosruvo que el positivismo era posiblemente el peor
fardo que había debido portar la criminología, porque retrasó su evolución crítica -como sus predecesores- en señalar a la raza como obstáculo funda-
por:lo menos sesenta años (ver, p.ll). mental del progreso de las naciones latinoamericanas por lo que el exter-
424
Santos, Juarez Cirino dos, Criminologia da represao, C.E. Forense, Rio de Janeiro, minio de los no blancos quedaba latente, esperando que algún gobernante
1979. decidiera ocuparse.
4
25 Del Olmo, Rosa, América Latina y su criminologla, Siglo XX, México, 1981.
26
4 Reyes Echandía, Alfonso, Criminologla, Temis, Bogotá, 1985. 42' fdem, p.l45.
427
Zaffaroni. E. R., Criminología. Aproximación desde un margen, Temis, Bogotá, 1988. '" fdem,pp.l46-155.
204 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO COD!NO
rA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 205

La particularidad es que este positivismo tardío surgió una ve;: que


Aquí cobra sentido lo señalado por Florestan Fernandes cuando in-
algunos países de América Latina comen;:aron a integrar a sectores de
dicaba que el anticolonialismo de los estratos más avan<:ados solo fue 1
la población que hasta entonces eran invisibili;:ados y que, poco a poco,
iban accediendo al poder. intenso y fervoroso en un punto: el de la conquista de la condición legal ¡
y política de los dueños de poder. En los demás puntos -decía Fernan- 1
El populismo regional al parecer limitó, entonces;en gran parte, que de~- los intereses más avanzados y profundos exigian el congelamiento 1
esa misma población a la que se trataba de incluir e integrar logrando su 'de. la descolonización. Solidificar la descolonización constituía no solo
ascenso social, fuera señalada como peligrosa por su epidermis, por lo que, un.prerrequisito estructural y dinámico de la "defensa del orden'; el'com- f

de alguna manera, impidió la difusión y la conformación de un consenso b\'-te a la anarquía'; la "preservación de la propiedad'; etc., sino que era '
!
social que pérmitiera el ejercicio de un poder punitivo irracional y des- el ~equisito número uno de la nueva articulación entre los estamentos ¡
controlado hacia es0s sectores. señoriales y los estamentos intermedios en ascensión potencial con los !
centros de dominación qterna, es decir, literalmente, del patrón neoco-
Tal como ocurrió respecto a las di¡:taduras criminales de los años lonial de crecimiento del capitalismo432. 1
treinta,' la historia de la criminologia latinoamericana no anali;:ó el con- j
trol social en estos Estados populistas, lo que resulta curioso, ya que la Nuestros pueblos -decía Zaffaroni-aprendieron a desconfiar de j
propia criminologia crítica local lo había hecho &ente a otros marcos las leyes y de las instituciones que eran invocadas por sus opresores y
1
políticos al haber reflexionado sobre el positivismo de finales del siglo <;.xplotadores. Esta desconfianza se arrastró a lo largo de la lucha contra
XIX y XX4lo.

El méritq de incorporar al populismo latinoamericano en su hori;:onte


el neocolonialismo, que comen;:ó con la Revolución Mexicana de 1910,
pero se prolongó más tarde y fue llevada adelante por los movimientos
populares que ampliaron la base de la ciudadanía real4ll .
!

se lo debemos a Raúl Zaffaroni, quien al anali;:ar los constitucionalismos
señal~ba que "las oligarguías regionales robaron a nuestros libertado- El historiador boliviano León Bieber señalaba que si bien podían
res el discurso liberal, pero /o bastardearon, lo pasaron por el fango de hallarse diferencias al comparar las bases programáticas o los discursos
sus intereses corruptos y lo consagraron en leyes y constituciones con políticos de los representantes de los movimientos posteriores a la revo-
garantías que jamás respetaron. La soberanía del pueblo quedó solo por fución mexicana, los enunciados fundamentales de cada uno de ellos,
escrito, relegado a un lejano futuro en que nuestros pueblos alcan;:arían se :emitían directamente a los planteamientos básicos que habían sido
el desarrollo biológico qué les permitiese ejercerla, pues de momento su elaborados por Víctor Raúl Haya de la Torre en la década del veinte y
inferioridad racial no lo hacía viable"431. del treinta del siglo pasado cuando este autor fundó la Alian;:a Popu-
lar Revolucionaria Americana (APRA) y formuló sus lineamientos. El
APRA proclamaba la necesidad de fundar en todos los países latinoame-
Sobre ello, por ejemplo, Rosa del Olmo, América Latina y _su cr~minología, ob. cit.,
430
ricanos partidos con amplia base popular, capaces de enfrentar con éxito
Introducción.

43I Za.ffaroni, E. R., "Descolonización y poder punitivo'; Leccio Docroralis en ocasión de 4


32 Fernandes, Florestan, "En los marcos de la violencia': clase impartida en el curso de
recibir el grado Doctor honoris causa por la Universidad Real, Mayor y Pontificia posgrado de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo, 30 de junio de 1980,
de San Javier de Chuquisaca, en Sucre, Bolivia, el20 de marzo de 2012, publicado ,en Dominación y desigualdad: el dilema social latinoamericano, Clacso~Siglo XXI,
en Contextos, publicación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, México, 2015, p. 208.
Buenos Aires, 2012, p. 44. 4
33 Zaffaroni, E. R., ob. cit., p. 45.
206 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 207

al imperialismo y a las oligarquías locales e implementar una política de Como bien señala Zaffaroni, los populismos latinoamericanos incor-
desarrollo funcional a los intereses de las grandes mayorías nacionales434. poraron nuevas capas de ciudadanos y pretendieron instalar estados de
Para De la Torre, en efecto, el imperialismo en países con escaso desa- bien~star con resultados considerables, lo que no per1t!ite asimilarlos al
rrollo industrial como el <;le nuestro continente no constituía la etapa fascismo europeo que requería de algún "sueño imperial" para entenderlo
superior o última etapa del capitalismo sino la etapa inferior o primera ni a ninguna demagogi'a ,que se valiese de la profundización de prejuicios
de su .desarrollo moderno. Por ende, este concepto de imperialismo discriminadores populares43B, pues ellos representaban justamente lo
distinto al europeo requería una actitud diferente que el imaginado por opuesto.
los comunistas en Europa. Mientras que el comunismo en el viejo con- Np obstante ello, Zaffaroni advi~rte que no podemos ser ingenuos a
tinente pretendía destruir un sistema de dominación en su última etapa, la hora de analizarlos porque cuando est~s movi¡:nientos populares poli-
en América Latina la lucha antiimperialista en este inicio de un sistema clasistas fueron gobierno compartieron defectos en diferente medida, con
de producción se debía manifestar en el esfuerzo por lograr la subordi- rasgos propios en cada país: personalismo, contradicciones, vacilaciones,
nación del capital imperialista a las necesidades de desarrollo y progreso exce~os, paterna\jsmo, algún grado de autoritarismo y hasta la utilización de
de la región435. Como provocación se sostenía que en Indoamérica no un poder punitivo innecesario. Lo que es cierto, con:¡o Zaffaroni lo indica,
se repetía paso a paso la historia económica y social de ·Europa pues en es que cualquier abuso de autoridad de estos popúlismos "empalidece hasta
nuestros países la primera forma del capitalismo moderno era la del capi- la.insignificancia frente a)os crímenes, b,rut~lidade~ y masacres cometidos
tal extranjero imperialista436.
por los estamentos priv.ilegiados·con descarada interven,ción extranjera en
Lo cierto es que al intelectual peruano le corresponde, entre otros m acción desbarat'\dora de los estados de bienestar ir¡tentados"439.
aciertos, el de pensar con categorías propias o regionales lo que ocurría Esta advertencia preliminar sobre el accionar a veces desmesurado de
en otras partes del mundo.
estos populismos no obsta para considerar que estos mismos consiguie-
Del mismo modo, corresponde referirse al populismo en versión lati- ron ser un poderoso antídoto frente a un control social colonial, es decir,
noamericana que poco tiene que ver con el que se define en Europa como sirvieron como dique de contención a esa pulsión racista de las elites,
tal. al que se lo asocia a los fascismos o que incluso se lo designa como de oligarquías o clases dominantes que se enardecía con esta incorporación
derecha o de izquierda437, cuestión que en nuestra región parece dificil- de nuevas capas de ciudadanos por considerarse ciudadanos exclusivos y
mente traducible, pues los movimientos políticos de derecha latinoame- privilegiados440.
ricanos, por lo general. siempre fueron de tinte conservador, regresivos en A, título. de ejemplo señalaremos algunos discursos racistas y clasistas
políticas sociales y bien alejados de las mayorías populares. tardíos que pretendieron hacer retroceder o impedir la aparición de estos
modelos políticos en países como México, Bolivia y Argentina.
43
4 Bieber, León Enrique, En torno al origen histórico e ideológico del ideario nacionalista
populista latinoamericano, Colloquium Verlag Orto H. Hess, Berlín, 1982, p. 5. 438
Zaffaroni, E. R., La palabra de los muertos, Ediar, ob. cit., pp. 398~399.
435 fdem, pp. 62-63.
439
fdem, p. 398; dd mismo autor, "Descolonización y poder punitivo'; ob. cit., p. 45.
436 Piñeiro Iñíguez, Carlos, Pensadores latinoamericanos del siglo XX, Paidós, Buenos 440
Aires, 2014, p. 671. Sobre esta temática, ver en extenso: Zaffaroni, E. R., El derecho latinoamericano en
la Jase superior del colonialismo, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires,
437 Entre otros: Zanatta, Loris, El populismo, Karz Editores, Buenos Aires, 2014. 2015, pp.l5 y SS.
208 ALEJANDRO ALAGIA [RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 209

a) Lázaro Cárdenas, el populismo y el racismo mexicano Así cuando la Revolución se preocupaba por fundamentar la educa-
ción socialista, decía Cárdenas, no lo hacía pensando que la educación
era un fenómeno aislado en el proceso social y que, de por sí, habría
.de remediar las necesidades que tenían los trabajadores, lo hacía por-
que simultáneamente se estaba preocupando por resolver los aspectos
económicos de la vida de los hombres del campo y del taller, y porque
trataba, naturalmente de vigilar y completar el momento de edificación
económica revolucionaria, fortaleciendo la conciencia de los niños y los
jóvenes, mediante una educación adecuada que armonizara a la escuela
con la economía que se estaba implantando en beneficio del proletariado
y en donde los principios de un interés individualista, irían siendo supe-
rados por una economía más francamente socializada.
Y para ser consecuente con la educación que se iba a implantar en el
país, decía Cárdenas, el Estado prestaría estímulos a las clases que trataba
de mejorar, reconociendo los justos derechos que tenían a sindicalizarse
los obreros de las empresas oficiales, igual que lo tenían los obreros de las
emp~esas privadas. Y, asimismo, para armonizar con esta educación
-continuaba-, el Estado garantizaría a las clases trabajadoras todo
aquello que pudiera coadyuvar a su ascenso político, moral y económico.
A todo esto debería agregarse para Cárdenas, que el Estado no des-
En México, la política del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) cuiaara, dentro de estas medidas, el fin del problema de los sin trabajo y
il)lpedía aquella idea del aclaramiento de la población para su mejora que la ayuda de la clase media, a la que encontraba vinculada en sus intereses,
se llevaba a cabo con brutalidad en la vecina República Dominicana. Sus con el mismo proletariado442 •
políticas, por el contrario, transformarían el país y traerían a los ·hechos
Casi al finalizar su mandato, aun sin haber resuelto el estado de des-
promesas de la revolución de 1910 que por años estuvieron postergadas.
amparo y estancamiento en el que se encontraban las distintas corrientes
Fue, de alguna mane~a, la culminación quizá incompleta pero real, del
étnicas, que imposibilitaban, según él, la cohesión nacional, Cárdenas
pacto mexicano inscripto en la Constitución de 1917441 : el Estado social.
se refería al problema indígena que, a su juicio, no era de raza sino de
Para el presidente electo, la Revolución Mexicana había llegado ya clase y de opresión.
a una etapa de madurez social, en la que era posible abordar el aspecto Cárdenas señalaba que la fórmula incorporar al indio a la civiliza-
integral de los problemas nacionales.
ción tenía todavía restos de los viejos sistemas que trataron de ocultar

441
Gilly, Adolfo, El cardenismo, una utopía mexicana, Ediciones Era, México, 2013, 442 Cárdenas, Lázaro, Declaraciones del presidente electo de la República a la agencia
p. 363. United Press sobre la reforma educativa, Jalisco, 15 de octubre de 1934.
210 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRlMINOLOGIA EN AMÉRICA 211
'
1
J'
la de5igualdad de hecho, porque esa incorporación se había entendido eárdenas, además, integró el Tribunal Russell que juzgó los crímenes
generalmente como propósito de de5indianizar y de extranjerizar, es decir, cometidos por los Estados Unidos contra el pueblo de Vietnam. 1
de acabar con la cultura primitiva; desarraigar los dialectos regionales,
las tradiciones, las costu~bres y hasta los sentimientos profundos del
Su'contracara, fueron las ideas de un político que, aunque pasó a la 1'
hombre apegado <>su tierra. histofia como un abogado que buscó rehabilitar los largos años del Por- l
firiato' mexicano, en realidad tendia a alejarse de él como de su nostalgia.
Lo que se debía sostener, para el presidente mexicano, era la incor- f
R,odulfo Brito Foucher fue más bi,en un pensador contrarrevolucio-
poración de la culq¡ra universal al indio, es de.cir, el desarrollo pleno de
nario que condenaba la retórica oficialista y la política de masas.
todas las potencias y facultades naturales de la raza, el mejoramiento
' '
d¡: sus. condiciones de vida al agregar a sus recursos de subsistencia y tra- I¡¡Iacia los años cuarenta, este autor adoptó posturas cada vez más con-
b~o todos los i:nplementos de la técnica, la dencia y el arte universales, serV'~doras y reivindicó incluso el modelo franquista. En el marco de su
pero siempre sobre la base del respeto a la personalidad racial, a su con- crltica política, reflexionaba sobre su pueblo con marcado contenido racista
ciencia y su entidad. Y.,'e distinguió incluso de otros como F~ancisco Buines de principios de
siglo445, al cuestionar el tipo de mestiz~e que se había dado en México446,
El programa de emancipación del indio era, en esencia, para Cárdenas, ~· -'
el de la emancipación del proletario de cualquier país, pero sin olvidar Ya· en 1923 con su tesis sobre la Compo5ición 5ocial y organización
las condiciones especiales de su clima, sus antecedentes y sus necesidades jurfdica, Rodulfo Brito Foucher planteaba 'la necesidad de establecer
reales. Para mejorar la situación de los indígenas, señalaba el presidente, l~gislaciones diferenciadas para los grupos raciales, por considerar que la
se podían trazar los lineamientos generales pero esta campaña debería ,igualdad an.te la ley no era un principio que pudiera adaptarse a la hete-
ser realizada por generaciones y gobiernos futuros que estuviesen inspi- .rog~ii.eidad evolutiva de los grupos érnicos mexicanos. La orientación
rados por esa finalidad común443. "cÍe7~tt< estudio la ubicó dentro de una rama de las cienci~s sociales que
"•f ~r •
fue. definida como una "sociologia colonial'; cuyo objetivo era cleterrninar
L,a po,sición de Cárdenas frente a los modelos totalitarios y colo-
ci'en,tíficamente la política que debían seguir las naciones de, Europa con
nialistas fue por cierto un ejemplo: iniciativa de boicot internacional
Los pueblos bárbaros o salvajes que habitaban las colonias447.
a Alemania a raíz de la agresión contra Checoslovaquia, repudio hacia la
opresión de los pueblos en las colonias francesas e inglesas, rechazo de Alias más tarde, en 1938, desde Estados Unidos, señalaba que el
la invasión de Etiopía por Italia, no reconocimiento del general Francisco cruzamiento significaba el suicidio de las dos razas originarias y este
Franco como presidente de España444. suicidio implicaba no solamente la desaparición de los tipos flsicos, sino

Aclem4s, su acción humanitaria Y· humanista fue destacable: asilo


44 5 Ver: Bulnes, Francisco, El porvenir de las naciones hispanoamericanas ante las con-
político a León Trotsky -resistiendo a la presión norteamericana y
quistas recientes de Europa y los Estados Unidos, Imprenta de Mariano Nava, México,
soviética- y a los miles de refugiados que huían del franquismo. ' 1889.
'\46 Sobre ello: Horcasitas, Beatriz Urías, "Presentación':, en Rodulfo J?rito Foucher,
EScritos sobre la Revolución y la dictadura, Fondo de Cultura Económica, México,
443
Cárdenas, Lázaro, Discurso del Presidente de la República en el Primer Congreso 2015, pp.B-14.
Indigenista Interamericano, Pátzcuaro, 14 de abril de 1940.
411 ,Horcasitas, Beacriz Urias, "Ensayo introductorio'; en Rodulfo Brito Foucher, ob. cit.,
'" Gilly, AdolfO, ob. cit., pp. 343 y ss. p. 54.
212 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA'DESCOLONIZACIÚN DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 213

también la muerte de esferas enteras de valores espirituales. Frente a las Criminología celebrado en Chile449 que fue quizás la más brutal confesión
razas madres -decía-, que en lo físico y lo espiritual representaban antiindígena de la minoría blanca que gobernaba ese país en ese entonces.
la f0eza y la estabilidacj cristalizada durante siglos, el mestizaje encarna-
Medrano Ossio entendía que el indígena vivía en América Latina
ba lo transitorio, lo pasajero y lo inestable, tanto más cuanto más pro-
al margen de las actividades sociales y políticas, no ejercía los derechos
fundas fueran las diferencias físicas y espirituales que separasen a las dos
que las leyes le concedían a todos los ciudadanos, ni siquiera hablaban
razas originarias.
el mismo idioma oficial, ni lo comprendía, por lo que su posición era
Señalaba además, que cuando el cruzamiento se operaba en propor- muy distinta a la del blanco y la del mestizo, ya que no participaba de
ción mínima, los mestizos eran asimilados por el ambiente espiritual pre- los beneficios de la civilización. El indio, para este autor, era un inadap-
domin¡mte y las consecuencias del cruzamiento se reducían al mínimo. tado porque adolecía de una timidez congénita y una tristeza absoluta,
En México -decía- donde la mezcla se realizaba a gran escala, inconsciente. El indígena -seguía- vivía una existencia atormentada y
primero apareció el m'estizo típico, luego creó una comunidad espiritual era foralmente incapaz para darse cuenta de la realidad; la única realidad
mestiza, después con'quistó el poder y fundó un Estado mestizo; más que ha advertido era su desigualdad jurídica ante el blanco4so.
tarde, por inecÍio de las escuelas, le dio a los criollos alma mestiza y así le Para el jurista boliviano, el indígena había sido colocado por el Estado,
iría dando a los indios a medida que estos fueran recibiendo los benefi- mediante una absurda insistencia, en una condición de igualdad ante la ley
cios,y los_ prejuicios de la educación oficial. juntamente con los demás ciudadanos. Los legisladores bolivianos, conti-
Consumada la independencia -con'tinuaba Foucher- se planteó el nua);,a, pretendían racionalizar la vida pública y seguían sosteniendo que los
ciudadanos de una nación democrática, cualesquiera sean sus condiciones
problema de conciliar las fuerzas réales de la política mexicana con las
exigencias de la influencia norteamericana. El alma' mestiza resolvió el económicas, sociales y culturales eran iguales ante la ley. lo que contrariaba
problema y fundó el régimen contra<l.ictorio de dictadura disfrazada de la realidad451,
democracia. Después de más de un siglo, como producto de las acciones El indígena, para el insigne profesor boliviano, debía ser considerado no
y reaccionés recíprocas entre e1 alma mestiza y la forma de gobierno, como un ente sino como un ser humano, pero de acuerdo con su posición
había cristalizado el tipo del político mexicano como encarnación del dehtro de la colectividad, no era justo considerarlo con iguales derechos ni de-
espíritu contradictorio, voluble, versátil, inestable, transitorio y desleal o, beres que los demás, ya que esto no era más que una ficción. La psicología
en otros términos, como encarnación del hombre que no cree en nada448• d~l indígena era distinta a la del hombre blanco de América y la del mestizo.
"Su paso brusco de la vida libre a la esclavitud que lo había horrorizado
:f
b) La peligrosidad del indio y el presidente amigo de los pobres
j',
al principio, había creado en este una resistencia a la sociabilidad después,
i'
l! colocándolo en una situación especial, al margen de la civilización actual"452 .
En 1;\oli~ia, un profesor de la Universidad de Pótosí, José Medrano .,~
Ossio, quien fue más tarde juez de la Corte Suprema de Justicia de su
país, presentó en 1941 una Fonencia en el Congreso Latinoamericano de
,,
~~-·

(.
449 Medrana Ossio, José, Responsabilidad penal de los indígenas, Universidad Auronó·
noma Tomás Frías, Potosí, 1941.
450 ldem, p. 20.

448 Foucher, Rudolfo Briro, "Génesis dd terror mexicano'; en Escritos -sobre la Revolu·
:t 451
ldem, p. 21.
ción y la dictadura, ob. cit., pp. 183-184. 452 ldem, p. 24.
214 ALEJANDRO ALAG!A J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 215

El indio vivía, para Medrana Ossio, dominado por el fanatismo de un ciudadano como los demás. Su calidad de miembro activo dentro del
ideas religiosas degeneradas que sobrevivían bajo los impulsos ancestra- Estado es un mito; "su calidad de-ciudadano una tnentira"455.
les del subconsciente, fuerza que lo dominaba íntegramente anulando
sus percepciones, sus procesos volitivos, conscientes, sus sentimientos, El indígena por sus antecedentes psicológicos, su inferioridad respecto
todo lo que imposibilitaba el conocimiento de sí y el conocimiento de a los' demás hombres y su realidad social debía sér declarado inimputable
por los delitos cometidos. La pena debía ser sustituida por medidas psi-
Slf sociedad y orden jurídico. Ade!Uás, la coca y el alcohol habían hecho
cópedagógicas, psiquiátricas y otras que hagan de él un ser inocuo, un ser
estragos en su organismo y habían debilitado sus funciones psíquicas, en
incorporado definitivamente a la sociedad civilizada456.
especial su inteligencia y voluntad, habían trastornado su memoria y su
ate'nción, perrurbacjones de carácter permanente. De este modo, padecía La criminalidad indígena, para este autor, era un peligro que se podía
de desórdenes sexuales que lo impulsaban a cometer delitos de esra natu- establecer sin necesidad de analizar su responsabilidad. Pero ,había más:
raleza y transmitía esta rara por medio de la herencia fisiopsíquica a las había que declararlo en estado peligroso aun antes de la comisión de delito
generaciones pos~eriores453. alguno457, ·es decir, el indígena constituía en sí mismo·un peligro social lo
que habilitaba el ejercicio del poder punitivo como defensa social.
El indígena vivía ordinariamente en los campos, se dedicaba a la la-
branza de las tierras, pero no por su inclinación profesional como lo Este campo qe concentración boliviano, mixtura de penas y meclidas de
hacía el blanco, sino porque era incapaz de vivir en las ciudades aliado seguridad, imaginado por Medrana Ossio, no distaba demasiado de la
del blaqco, se alejaba por miedo a este y el odio ancestral que lo hacían realidad social del SO % de la población incligena que habitaba el territorio.
un inadaptado para la sociedad civilizada; este miedo y odio lo impulsa- C?mo bien señaló Puiggros, los agudos antagonismos sociales pro-
ban a cometer instintivamente el delito. Más aún, decía Medrana Ossio, vocados por la conquista se prolongaron durante todo ~¡ siglo XX. Pri-
lejos del blanco, en su rancho solitario, ubicado en la llanura inclemente, me;ó la violencia del invasor h,abía saqueado la producción argentífera,
la altiplanicie, el bosque tropical o la montaña agreste, huía de la civili- utilizal'\do al indio como esclavo; luegÓ vino la er,a del estaño en que la
zación como de la muerte; la ciudad lo asustaba, se creía un eterno per- industria europea y norteamericana exigía e!"mineral para su empleo. De
seguido, un eterno culpable, sentimiento de culpabilidad que muchas este modo, aparecieron las empresas mineras propiedad de particulares
J;
veces lo empujaBa a vagar fuera de su rancho solitario al cual abandonaba -~( (Simón Patiño, Carlos Víctor Aramayo y Mauricio Holdschild) mul-
para huir más lejos, hasta hacerse absolutamente invisible al blanco que '1!-' timi!Íonarios, lo que constituyó un verdadero superestado, que con su
constituía su eterna pesadilla 454. poder económico y sus vinculaciones internacionales sometieron a los
sucesivos Gobiernos bolivianos458.
Las conclusiones a las que llegaba en materia penal eran previsibles.
La guerra entre Bolivia y P.araguay (1932-1935) iba a producir la
La clase indígena, decía, vive una vida jurídica de ficciones, por lo ruptura de ese bloque de poder que parecía intocable. Hasta ese entonces
tanto no existe una legislación de acuerdo con su peculiar constitución
psicológica. Debido a ello, el indígena no participa en el Gobierno de los
455 Ídem, p. 31.
Estados ni tiene representación alguna en la formación de las leyes; no es
456 fdem, p. 34.
457 fdem, p. 35.
453 Ídem. pp. 25-26.
458
45 4 Ídem, p. 27. Puiggros, Rodolfo, América Latina en transición. Populismo y reacción en Bolivia y
en Brasil, Juárez Editor, Buenos Aires, 1969, p. 16.
216 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA"DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMI'lRlCA 217

con partidos políticos a favor, prensa, universidades, intelectuales, los El régimen de Peñaranda decretó el Estado de sitio, encarceló oposi-
barones de las minas, asociados con .los grandes latifi.mdistas y auxiliado tores y no vaciló en instaurar la violencia institucional como método. En
por una reducida clase dirigencial que a cuentagotas incorporaba mes- Catavi las fuerzas de seguridad estatales provocaron la muerte de miles
tizos, controlaba a la enorme mayoría de la población, compuesta por qe mineros, una masacre estatal. Las tropas usaron frente a 8.000 per-
campesinos indígenas y una mínima parte de trabajadores urbanizados sonas un mortero, ametralladores y fusiles y los dirigentes del sindicato
empleados en manufacturas459. fuerlln enviados a distintos campos de detención, incluidos los campos
La derrota en la guerra del Chaco originó una situación totalmente nueva de concentración de las selvas del Beni, infestadas de enfermedades y dis-
para América Latina, es decir, una alianza entre un Gobierno insurrecto y tant~s de la civilización462.

las, masas popu)are~ en un régimen que se llamaría socialismo n¡ilitar. El La masacre de Catavi marcaba una etapa avanzada de la domina-
Gobierno de l)avid Toro duró solo un año, pero alcanzó para nácionalizar ción capitalista en Bolivia, era el producto de un programa sanguinario
el petróleo._ Lo sucedió como presidente en 1937 Germán Busch quien estratégicamente pensado y aplicado por el Estado mayor imperialista
convocó ~ una Asamblea Constituyente par~ reqactar una nueva Consti- formado por los grandes mineros, el Gobierno y el Ejército de Bolivia
tución y elegir presidente y vicepresidente, en ella se dejaba sin sufragio a con, la anuencia del Secretario de Estado de Estados Unidos463,
las mujeres y los analfabetos -la mayoría india, pot lo tanto, a la mayoría
de la población-. ,En 1943 el Poder Ejecutivo clausuró el Congreso y lanzó un Decreto
de ,Seguridad del Estado. El mismo se fundaba en el marco de la decla-
En 1938, Busch fue elegido presidente constitucional, se enfrentó a los ra~ión de guerra de Bolivia a las potencias del Eje pero inventaba catorce
poderes económicos mineros y latifundistas, sancionó un CócÍigo de Trabajo, formas delictivas internas, entre ellas: desacato a las autoridades, inten-
creó un Ministe;io dé Minas y de Petróleo, y apoyó la creación de un sindicato ciones de subversión, provocación en conflictos obreros, paros o huelgas,
nünero y una polítiéa desarrollada desde un Estado fuerte, que en general fue ágitación en las 'haciendas y comunidades agrícolas. El artículo 2 señalaba
antioli?árquica y hasta proincÍigenista46D. Un año más tarde se suicidaría. la pena de arresto de uno a seis meses en las colonias penales mediante
un procedimierto a cargo de prefectos o subprefectos con una única ape-
En época en la que escribía el criminólogo Medrano Ossio, ya se
l"}:i6n al ministro de Gobierno. Pero además este decreto dispuso que
encontraba nuevamenteen el poder la coalición tradicional de la mano de
todos los medios de prensa serían sometidos a censura.
la oligarquía del estaño y los minerales, con el apoyo de grupos económi-
cos locales y extranjeros, sostenido por los Gobiernos, de Estados Unidos ¡~- La oposición señalaba que el Gobierno había declarado una guerra
y europeos, el sucesor de Busch: Enrique Peñaranda Castillo. '
~:
inofensiva a las potencias del Eje y una efectiva contra los ciudadanos boli-
-~
via~os. En diciembre de ese año un Gobierno revolucionario depuso a

Para Augusto Céspedes, el nuevq presidente boliviano resultaba otro
Peñaranda.
ejemplo más del mestizo que·quería demostrar apartamiento de su propia ...•.

clase para lograr que lo aceptasen los de arriba461. :ii


~r
El nuevo Gobierno se constituyó en una Junta integrada con militares
excombatientes de la guerra del Chaco, socialistas y representantes del
459 Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el presidente que
Piñeiro Iñíguez, Carlos, Perón. La construcción de un ideario, ArieL Buenos Aires,
2013, p. 376. }
460 j:
Piñeiro Iñíguez, Carlos, ob. cit., p. 387; Puiggros, Rodolfo, oh. cit., p. 23. 462 Ídem, p. 115.
461
Céspedes, Augusto, El presidente co(gado, Librería EditorialJuventud, La Paz, 1971, p. 57. 46l Ídem, p. 116.
218 ,ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA'DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 219

asumió fue militar: Gualberto Villarroel464. La Revolución del 43 se


,. Para el escritor Agustín Céspedes, aunque la, selección de los obje-
decía era hija primogénita de la Revolución mexicana.
\i~os.humanos y su procedimiento fue tenebroso y significó un error,
El gobierno de Villarroel -ratificado democráticamente por una hist9ricamente mostró a la revolución su verdadero problema que era su
Asamblea Constituyente- fue el comienzo de una nueva etapa en el enfrentamiento irreversible contra aquellos poderes fácticos que gober-
camino emprendido por Busch, en el llamado populismo o nacionalismo naron Bolivia desde siempre. A partir de este suceso sangriento, ningún
popular boliviano pues golpeó duro y sistemáticamente los intereses po- retrp~eso era ya posible468,
líticos y económicos de la oligarquía minera boliviana que había fun-
·/;>. partir de 1945 las medidas económicas beneficiaban a obreros y
cionado siempre como un superestado, Villarroel era el presidente de
empleados en detrimento de las empresas mineras quienes comenzaban
obreros e indios, jamás había teñido sus manos con la sangre obrera ni
a pagar impuestos al fisco favoreciendo los ingre5os fiseale« Con la san-
india46 5, El mandatario solía decir: "no soy enemigo de los ricos, pero soy
ción ·~e la Cpnstitución Nacional, se ampliaban las normas socialistas
más amigo de los pobres".
cqns¡tgradas por l¡t de 1938. Nuevas leyes y~nían a reformar eL régimen
La presidencia de Villarroel estuvo plagada de obstáculos y de inten- familiar ~l reconocer el matrimonio de 'hecho en las uniones concubina-
tos de derrocamiento que iban desde su rechazo internacional hasta las pas•y otorgar a la compañera el mismo der~cho de,cobqr intlemnizacio-
tentativas de golpe, como también una presión en los medios de comu- .J;.es que a la mujer legítima; se establecía Ia.igualdad entre hijos legítimos
nicación masiva que acusaban al gobierno de aliado del Eje, pese a que y ri~turales; se decretó la jornada anual, la prima anual, el servicio médi-
Bolivia ya había declarado la guerra. co Y' l,a vivienda para roda empresa de más de ochenta trabajadores;
~tj: ap,ro~aron pensiones para los empleados de comercio, la banca y la
Estados Unidos y el resto de los países americanos -a excepción
ió.d)lstria. Pese a ello, no pudo ser aproqado el voto a los analfaberos469,
de Argentina- se negaron a reconocer al nuevo mandatario por la
'Jr
.,
influencia que ejercía el Departamento de Estado norteamericano quien 'Además de la política iniciada con la clase obrera y algunos guiños
'
-~';
lo consideró b,Yo la influencia nazi. Pero, además, los Estados Unidos, /{1_'. hacia'la clase media, se presentaron proyectos para que se reconociera el
interrumpió las importaciones de estaño y cancelÓ prioridades comer- derecj:10 a la propiedad de la tierra al campesino que trabajaba en ella o
ciales y becas466, l¡i devolución de tierras a las comunidades indígenas.
A fines de 1944 estalló la contrarrevolución, pero los golpistas fueron 'En mayo de 1945 el Gobierno auspició la reunión del Primer Con-
arrestados y fusilados in fraganti. Para Fausto Reinaga, los obteros, los ) gr!'/ó Campesino de Bolivia con más de mil representantes indios. En
campesinos indios que habían padecido la explotación inhumana y que e'; homen,Ye a este Congreso, Villarroel firmó los decretos que suprimían
habíari sufrido masacres en las minas, las fábricas y los campos del agro,
cobraban la deuda a sus masacradores, habían tomado revancha467,
~ el 'p'ongueaje y el mitanaje, instituciones de origen colonial de servicio gra-


tt¡.ito hacia los hacendados y sus familias. Los propietarios de las tierras
.,,
~,¡ t\i n(nguna autoridad administrativa, judicial o eclesiástica podrían en
464 Ídem, pp.155-158. :·j; adelante exigír dinero, productos, ni servicios a los indígenas de manera
46
5 Reinaga Fausto, Franz Tamayo y la revolución boliviana, Editorial Casegural, La gratuita.
Paz, 1957, p. 63.
466 Piñeiro Iñígue:z;, Carlos, ob. cit., p. 393. ,.!
..., Céspedes, Augusto, ob. cit., p. 217.
467 Reinaga, Fausto, ob. cit., p. 63. 469 Í~em, pp. 224-225.
220 ALEJANDRO ¡\LAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DE¡>COLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGJA EN AMÉRICA 221

La oposición compuesta por la vieja oligarquía, la izquierda, los grupos


económicos concentrados, se cpnvocaba contra el Gobierno y lo denomi-
naba nazifascista y utilizaba los medios de comunicación como su mejor
herramienta.
El presidente Villarroel daba cuenta de que las publicaciones de la
prensa venían creando un ambiente en el que daba la sensación de que se
1
vivía en un régimen de tales características, pero señalaba que en Bolivia
existían los partidos políticos de oposición, los tres poderes del Estado, la í'
libertad de expresi6n,J~ libertad de prensa. ' 1
Según él, en Bolivia se luchaba en contra del racismo, a diferencia de
!
(
los Gobiernos totalitarios, porque no se conocía distinción de razas, ni 1
siquiera clases' superiores o'inferiores y el Gobierno -decía Villarroel-
con un sentido de justicia social quería levantar de su postración a los ···.¡,
1
campesinos y, obreros que siempre habían sido re1egados y dejados en !
situación de abandono. En el régimen nazifuscista -continuaba- exis- Presidente Gualberto Villarroel '
tía el ·predominio de las fuerzas policiales mientras que en Bolivia se
,Los acontecimientos posteriores al colgamiento del presidente boli-
disrhimiía su presupuesto. El nazifascismo era dictadura, dictadura de la
viano fueron el retorno al poder de la oligarquía acompañada por la
burguesía. Nosotros -finalizaba-· sin pretender la dictadura del pro-
•letariado, defendemqs ~ esa clase y pretendemos su liberación. Y de este
izquigda boliviana, lo que se desencadenaría con nuevas masacres de obre- 1
ros· mir¡eros, fabriles e indios. A la masacre de Potosí de enero de 1947, 1
modo >$:rminaba: "si por esa bandera voy a caer, estoy dispuesto a caer':
!e sucedió la segunda masacre de Catavi de mayo de 1949, la de Llallagua
El 21 de julio d~ 1946, luego de una protesta universitaria fagoéitada d_e agosto de 1949'y la de Villa Victoria de mayo de 1950471. 1
por militares, la oligarquía minera y los medios de comumcación, el presi- 1¡
Con la revolución de 1952, accedió a la presidencia de Bolivia quien
dente Villarroel, junto a otros colaboradores, fueron salvajymente asesina~
había sido Ministro de Hacienda de Villarroel y uno de los fundadores
dos en La Paz, en el palacio de Gobierno. Su cuerpo fue colgado en un farol
del Movimiento Nacionalista Revolucionario: Víctor Pa:;: Estenssoro. El
en la Plaza Muril_l~ y ultrajado. Estos colgamientos habían constituido el
citlo ,del populismo boliviano apenas comenzaba.
acto culminante 4e la propaga,nda antifascist;a y pretendían asemejarse a la
¡. sanción popular que se le hizo a Benito Mussolini y Clara Petacci470 .
e) El mestiwje como peligro de la nación y el tipo criollo en el populismo
Este derrocamiento al Gooierno popular de Villarroel tuvo un nom- de Juan Domingo Perón
bre específico: se lo llamó Revolución Libertadora, como casi diez años
más tarde se llamaría al golpe de Estado contra Juan Domingo Perón en Hacia fines de los años treinta, el militar y médico argentino Francisco 11
Argentina. de Veyga expresaba que eran muchos y muy variados los motivos de orden
1

470 Céspedes, Agustín, ob. cit., p. 293. 471 Reinaga, Fausto, Belzú, Editorial Centenario, LaPa~. 1953, pp.llQ, 111. 1
222 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 223

orgánico por los cuales el ser humano decaía de su condición normal y ''latino, por lo que la "degeneración" también abarcaba a algunos in mi-
específica para convertirse en un elemento nocivo dentro de su medio . granees e incluso a cierro mestizaje latinoamericano y, en general, a las
familiar y social, motivo de seria inquietud, de profunda perturbación · mayorías populares que se acercaban al poder474,
para los suyos, la autoridad y la sociedad encera. El problema del crimen y Para aclarar el contexto de ese racismo tardío en Argentina es necesa-
el vicio (juego, alcoholismo, prostitución) hallaba a la degeneración como rio pr~cisar que ya se habían inaugurado los golpes de Estado en momen-
causa preminente, reiterando con casi un sigl9 de atraso los postulados tos en·que De Veyga exponía sus teorías y que ese color de piel al que hacía
de la psiquiatría francesa que encarnó Bénédict August More!.
alusión estaba presente en las grandes ciudades.
La degeneración, según De Veyga, contaba entre sus formas más En 1930, el preSidente constituciqnal Hipólito Yrigoyen fue depuesto
manifiestas de expresión el delito y su incomparable compañero, el vicio. por el régimen miljtar ~ncabezado por el general José Félix Uriburu, a
El degenerado era considerado como url elemento anómalo dentro del
quien sucederá Agustín Pedro Justo, dando comienzo a la denominada l'
grupo que actuaba y vivía, pero este enfermo tenía una incesante tenden- "qécada fi:lfamé' y, como bien señalaba el historiador Jorge Abelardo
cia a la .violencia, por lo ~ue era peligroso por conspirar contra el orden
social, las reglas impue.stas al grupo y la seguridad del Esrado472.
Ramos, en América Latina de esta época aparecían profundas transfor-
maciones sociales.
!
1

El peligro que representaban los degenerados para De Véyga era que


Los Estados latinoamericanos veían quebrantados sus vínculos tra-
amenazaban las bases fundamentales de la sociedad y consideraba que nos
dicionale~ con los centros de poder central desarticulados por la crisis
encontrábamos en una situación pavorosa pues atentaba al mismo tiempo
económica mundial de 1929. La bancarrota se desplazaba del centro a la
a la familia, la· administración pública, la solidaridad y buen orden de la
periferia, pero era ,n las colonias que las cosas serían aún. más graves. Los
sociedad, el pórvenir de la raza y la nación entera.
presupuestos fiscales que dependían de los ingresos derivados del comer-
Individualmente, este problema afectaba a cada familia, a cada hogar. cio exterior se desplomaron. La pequeña burguesía vinculada al Estado,
Por ello, se preguntaba ¡quién no tenía entre los suyos algún inválido que los estudiantes, los profesionales liberales, los maestros, los pequeños
sostener; algún desequilibrado, pervertido o delincuente que lo estaba comerciantes y los artesanos, los campesinos, asistían al descenso brusco
deshonrando/ Para un colectivo -continuaba- era fundamental el de 'su nivel de vida. La fronda militar se agitaba en una serie de golpes
problema de la raza porque aquí estaba encerrado el porvenir mismo de cíclicos, en búsqueda de culpables visibles de la crisis475.
la nacionalidad, su sostén y progreso; era su porvenir inmediato.
Esta crisis, en Argentina, provocó que el hundimiento de los precios
La raza era entendida por De Veyga como autoselección, esfuerzo co- internacionales de las materias primas y la ausencia· de divisas requiriera
lectivo, enormes sacrificios de sangre. En ese sentido, afirmaba, era el factor la irtervención del Estado para controlarlos, debiendo además aumen-
supremo que condicionaba la actividad política y económica de un país473. tar derechos aduaneros; al mismo tiempo, se prohibía la inmigración
europea que se había incentivado desde principios del siglo XX. Con la
En Argentina, este pensamiento encontraba explicación por la llegada
aparición de nuevas fábricas, para sustituir importaciones, se requería
de inmigrantes y el surgimiento de un incipiente proletariado europeo

472 De Veyga, Francisco, Degeneración y degenerados, El Ateneo, Buenos Aires, 1938,


474 Zaffaroni, E. R., La palabra de los muer.tos, ob. cit., p.l20.
p.404. 475 Abelardo Ramos, Jorge, Historia de la nación latinoamericana, Ediciones Conti,
'" fdem, pp. 406-407. neme, Buenos Aires, 2011, p. 323.
224 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINO LOGIA EN AMÉRICA 225

mano de obra y como esta no podía provenir del extra~ero, estos nuevos es r,ealizar; cuando los malos políticos hayan sido reemplazados por los
obreros llegaron desde las provincias del interior. buenos políticos; cuando haya desaparecido el electoralismo de la fun-
Este tipo criollo que aparecía en la periferia de la capital argentina, cióq de Gobierno; cuando los hombres que han de ir a él sean de talento
ignorado por la oligarquía y la clase media, también tenía un componente y virtuosos, entonces habrá llegado el momento de decir que hemos
a~egurado el porvenir por un siglo"479.
latinoamericano ya que miles de chilenos, bolivianos y paraguayos emi-
graron y se arraigaron en las nuevas ciudades fabriles476.
Hacia 1943 se provocó una tensión entre estas nuevas clases socia-
les -trabajadores fabriles, nuevos empresarios, militares nacionalistas e
indústrialistas- que pujarortpor espacios de poder y la vieja qligarquía477.
La revolución de 1943 fue la consecuencia de una imposición del
Go~ierno saliente en elegir a su sucesor, un te¡;rateniente que manejaba
un ingenio donde emitía moneda propia y tenía policía particular. Estos
feudos ya no eran concebibles en esos t(empos por lo que la designación
de un cahdidato qe estas características ·hizo reaccionar al pueblo, la gen-
[~ de pensamiento y grandes sectores de la opinión pública. El Ejército se
había puest'o en movimiento para evitar ese estado de cosas e impedir que
el nuevo Gobierno cayera en manos.de reaccionarios478.
'
I:.uego de casi tres años de un Gobierno, con la tentativa. de un golpe
de Estado promovido por sectores conservador~~ con injereqcia directa·
norteamericana en la política argentina,' en 1946 fi¡e electo presidente
Juan Domipgo Perón, quien había realizado profundas transformaciones
desde la Secretaría de T rab.~o y Previsión, lo que dio paso a una nueva
era de política.>ócial.
Así lo señalaba desde esa cartera: "Cuando ruestro pueblo y nuestros
gobern~¡¡tes hayan conocido y penetrado.los problemas sociales; cuando
sepan que el gobierno no se hace a base de promesas sino de realidades; La sociedad argentina se modernizaba en todos sus aspectos con las
cuando se estampe en el frontispicio de la Casa de Gobierno la máxima meClidas dispuestas por Perón, como producto de la creciente urbani-
de la Secretaría de Trabajo y J?revisión, que dice que mejor que prometer zación y el desarrollo industrial nacional. A estos empresarios naciona-
les en contraprestación de los beneficios que recibían se les impuso la
476 Ídem, pp. 349-350.
479
Perón, Juan Domingo, "Discurso pronunciado en una concentración obrera reali~
4n Gala~so, Norberto, Perón, tomo l. p.l51.
zada en la ciudad de Mendozá: 8 de septiembre de 1944, en Habla Perón, Buenos
7
4 8 Perón,Juan Domingo, Yo, Juan Domingo Perón, Planeta, Barcelona, 1976, p. 34. Aires, 1948, p.17.
226 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO I:A DE~COLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 227

coparticipación con los obreros en la transferencia de ingresos que recibían ' pod\,r como pigmeos o patriotas de oscura pigmentación. Desde la Cámara
desde el agro, lo que resultó suficiente para modificar profundamente la de Diputados se señalaba que la victoria política de 1946 había sido un
vida de los trab~adores4so.
aluyió>) zoológico que arrojaba en la Cámara baja algunos representantes
En lo que respecta a las mujeres -señala Galasso- suele destacarse solo p~ra 9\le maúllen4B4.,
el voto femenino como gran avance de esta época, pero no solo representaba Desde los sectores aún más conservadores se decía que se podía man·
esto, sino que era una de las expresiones de su ascenso en la sociedad. Su t~her la imagen del aluvión pero que era preferible discutir el calificativo
destino en los años treinta no ofrecía demasiadas opciones: el sometimiento c\'e zoglógico porque, de este modo se ofendía a la fauna nacional485 .
a los padres en la vi'da doméstica, como personaje secundario de la familia,
hasta el casamiento, que la conducía al sometimiento al marido, o en cam· J;ll racismo aparecía nuevamente en escena frente a sectores de la pobla·
bio, la rebelión la conducía hacia las malas luces del centro4Bl. CiÓn que habían estado postergados durante casi medio siglo pero que
d~r~n~e este período ascendían socialmente. El trabajador, el obrero, el
Perón señalaba que ei olvido de la mujer eran resabi~s de incultura y ca,mpesino eran los cabecitas negras y esta pigmentación de la piel los des·
de incivilización propios de pueblos primitivos que vivían en la mente de proveÍa, de humanidad. Para los sectores que habían gobernado la Argen·
algunos hombres para quienes la cultura no había representado sino un ti¡u'.c.ási medio siglo, los nuevos incluidos se encontraban más cerca de la
beneficio material. Estos resabios habían permitido que la mujer quedara animalidad o incluso por debajo de ella. El tipo criollo o moreno era más
relegada a un lugar secundario en la vida de este pueblo482.
próximo del simio que del hombre; su lugar en la sociedad estaba desti·
Los rasgos de modernización llegaban a la ciudad, que se latinoameri· nado a ser el mismo de siempre, es decir, el de un ser dominado.
canizaba. Hombres de rostros, morenos circulaban por las calles, La inhu· Múcho tiempo más no tardarían estos sectores conservadores. en
manidad de la pequeña burguesía porteña -como dice Galasso- los poner fin al estado social consagrado por las acciones de Gobierno, las leyes
calificaba de cabecitas negras.
o la·sahción en 1949 de la Constitución Nacional, la más inclusiva que tuvo
Mucho más recalcitraptes y elocuentes eran las manifestaciones de la 1¡¡.· Argentina.
vieja oligarquía radsta, como también el rechazo que generaba en la prensa,
La qimiholó'gía académica argentina inte~taba renovar sus cqncéptos
en instituciones del viejo país como la universidad, las academias, los cole·
pero estos no dejaban de asemejarse a aquéllos de principio de siglo por su
gios profesionales, la Sociedad Rural, la Unión Industrial y otras483.
brutal tranqu~za. Francisco Laplaza decía que e!' objeto de esta disciplina
El discurso de los intelectuales fomentaba un racismo exacerbado, se no podía ser otro que la conducta humana peligrosa ·independíentemenre
hablaba de los nuevos sectores sociales que asumían protagonismo en el que se encuentre prevista por la le~s!ación p~nal¡ extendiendo· la noción
al surgimiento de c{ases peligrosas que amenazaban a la sociedad en forma
4So Galasso, Norberto, ob. cit., p. 475. ¡pminente y grave486, lo que indicaba que el margen para criminaliz~r era
481 Galasso, Norberto, ob. cit., p. 480.
2 484
48 Perón, Juan Domingo, "Discurso pronunciado en el acto de promulgación de la ley fdem, p. 488
que otorgaba derechos ávicos ala mujer~ 23 de septiembre de 1947, en Habla Perón, 485 Ibídem.
ob. cit., p. 37.
486 Laplaza, Francisco, Objeto y método de la criminologfa, Arayú, Buenos Aires~ 1954,
483 Galasso, Norberto, ob. cit., p. 487.
_Págs. 98 y 99.
228 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 229

inmenso y podía alcanzar, conforme esta propuesta, a la mayoría de la En enero de 1966, en La Habana, un evento de trascendencia mundial
población según quien tuviese el poder de definir el peligro. reunía en una conferencia a pueblos de Asia, África y América Latina
cuyos representantes iban a señalar que el plomo utilizado contra ellos
Del mismo modo que había ocurrido en Bolivia, en septiembre de 1955
no hacía más que reforzar sus lazos solidarios: la Tricontinental.
bajo la denominación de Revolución Libertadora, un golpe de Estado
militar pondría fin a esta etapa política inclusiva con fusilamientos487, ,Más de 500 delegados participaron representando a 82 países489. Los
proscribiendo al movimiento peronista durante casi veinte años y persi- condenados de la tierra del siglo XX se reunieron en Cuba para imaginar
guiendo con penas de prisión ·a sus militantes. Unos meses antes, el16 un' destino sin colonialismo y sin imperialismo49°.
de junio de 1955, se bombardeó la Plaza de Mayo y sus alrededores, lo Esta reunión fue calificada inmediatamente por los Estados Unidos
que dejó entre 200 y 2000 muertos488 sin que tengamos aún certeza del y sus aliados como un "complot comunistá' y "subversivó; pero lejos de
número y sin que sus resgonsables hayan sido juzgados y condenados. La serlo, la conferencia era el resultado de convergencias múltiples: luchas
impunidad estaba a la orden del día en la Argentina; los nuevos gober- por la independencia, contra el neocolonialismo, contra la injerencia
nantes -los de siempre- comenzaron su golpe de Estado con una extranjera y por la igualdad racial en Estados Unidos.
matanz;t y lanzaron bombas desde el aire, a las que le siguió el fUsil en la
tierra. Esta llamada "revolución' no puede ser considerada ni libertadora Muchos de sus participantes o promotores caerían asesinados: el
·¡ ..;
ni liberadora y, con justa razón, se la llamó la jusi/adora. marroquí Mehdi Ben Barka (presidente de la Conferencia) antes de
la r,ealización del evento en 1965, el argentino Ernesto "Che Guevará'
en Bolivia en 1967, Amilcar Cabra! -secretario general del Partido
El Tercer Mundo en el medio del plomo: entre colonización Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde- y Salvador
ysubdesarrollo Allende -futuro presidente de Chile-, en 1973.
Lós objetivos de la reunión habían sido señalados por Ben Barka antes
de' su oásesinato en París y no eran otros que estrechar los lazos solidarios
en la lucha contra el imperialismo, el colonialismo o el neocolonialismo,
la liberación de los pueblos, el progreso social y la paz mundial. Por ello,
además de representantes de países en conflicto, se encontraban presen-
t~s¡ la Federación Sindical Mundial, el Movimiento Negro Americano y
la· Fundación Russell.
La primera cuestión surgida en la Conferencia tenía como meta defi-
nir una comunidad de opresores que constituían un verdadero sistema.
i

489 28 países africanos, 27 asiáticos y 27 latinoamericanos fueron representados por


organizaciones políticas, además de observadores internacionales, invitados especia-
48 7 Ver sobre ello, el indispensable libro de Walsh, Rodolfo, Operación masacre, Edi- les y periodistas.
ciones de la Flor, Buenos Aires, 1957. 490 Seguimos el texto de Bouamama, SaYd, La Tricontinentale. Les peuples du tiers-
488 Galasso, Norberto, ob. cit., p. 695. monde a l'assaut du del, Cetim, Paris, 2016.
230 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 231

La presencia militar para someter a los pueblos y la penetración econó- Si bien la encíclica se ocupaba del colonialismo y la colonización seña-
mica capitalista como mecanismo de sometimiento eran dos corrientes lando que las potencias coloniales en muchos de los casos habían perse-
del mismo "torrente de barro y de sangre" que el colonialismo producía guido su propio interés, poder o gloria y, que al retirarse habían dejado
desde hacía siglos, decía Ben Barka. una situación económica vulnerable, la Iglesia creía que había•que rendir
La segunda cuestión a señalar era las diferentes formas de opresión en homenaje a las cualidades y las reali¡¡aciones de los colonizadores por su
aportes, entre ellos, su ciencia y técnica491, cuestión que era por lo menos
la historia porque la dominación se'iba transformando según las diferen-
discutible, pues en donde habja existido lo fue por el aniquilamiento de
tes resistencias que se le opusiesen; la tercera, el rechazo a establecer una
las culturas populares. No hubo colonización sin violencia por lo que el
sola forma posible en el camino de la emancipación porque correspondía
tributo señalado padecía de un vicio origínal.
a los propios pueblos definir su destino a partir de realidades específicas y
la cuarta, finalmente, era rehusar la jerarquización de las diferentes luchas A pesar de ello, la Iglesia tomaba conciencia de las graves desigual-
y sus diversas for,mas. dades de los pueblos colonizados, las disparidades existentes entre una
oligarquía que gozaba de una civilización refinada y el resto de la pobla-
Más allá que la T ricontinental acogía tanto a partidarios de la lucha
ción, r,obre y dispersa que estaba privada de todas las posibilidades de
armada como aquellos que la consideraban inadecuada para su situación
iniciativa personal y responsabilidad, viviendo en condiciones de vida y
nacional, existía una idea en común: describir la violencia del sistema colo-
trab":i;> indignas de la persona humana492 •
nial o neocolonial Y. reconocer un derecho a la legítima defensa.
Pablo VI entendía que la insurrección revolucionaria no era la solución,
La declaración final de los participantes de la Conferencia proclamaba
fundamentalmente en los países del tercer mundo, aunque la admitía en
el d~recho de los pueblos a su liberación política, económica y social,
caso de tiranía evidente y prolongada que atentase gravemente a los derechos
pero denunciaba además que·el imperialismo y las clases reaccionarias
fundamentales de las personas y dañase peligrosamente el bien común del
de todos los países combatí,an los movimientos nacionales de liberación
país. Esta salvedad ponía en evidencia la realidad de los pueblos oprimidos
utilizando todos los recursos, se~n militares, políticos o jurídicos. Para
·.~' violentados por el colonialismo, por lo que de una u otra manera, fundaba
ello, empleaban todos los crímenes y abusos imaginados; utilizaban la
el reconocimiento de un derecho de resistencia como legítima defensa493.
violencia, infiltraban espías y empleaban las fuerzas armadas. ;-~

También el Papa reconocía que el racismo, que durante la era colo-


La Conferencia concluía con la proclamación del derecho de los pue-
,. .1
nial había creado un muro de separación entre colonizadores e indígenas,
blos a oponerse a esta violencia imperialista, colonialista o neocolonialista.
~:' ponía obstáculos a una inteligencia recíproca, provocaba rencores entre
Un año después, el desarrollo de estos pueblos y muy especialmente ~ ellos y, finalmente, menospreciaba lds derechos inalienables de la persona
de aquellos que se esforzaban por escapar del hambre, la miseria, las en- humana. En este contexto, individuos y familias se veían injustamente
fermedades endémicas, la ignorancia, iba a ser objeto de una de las más sometidos a un régímen de excepción por razón de su raza o de su color494.
importantes encíclicas de la Iglesia Católica promovida por el Papa Pablo
VI: la Populorum Progressio. 491
Pablo VI. Carta encíclica Populorum Progressio, 7.
En ese tiempo había un hecho del que todos debían tomar conciencia, 492 Ídem,. 9.
según la encíclica, y era la cuestión social que había tomado dimensión 493
.fdem, 31.
mundial. 494 Ídem, p. 63.
232 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 233

La Segunda Conferencia General del Episcopado reunida en Medellín socioeconómicas, politicas, culturales, raciales, religiosas, tanto en las
en 1968 indicaba una etapa de transformación en América Latina seña- zonas rurales como en las urbanas; las desigualdades excesivas entre
lando que la Iglesia, como parte del sér latinoamericano, había vivido con las clases sociales; el uso de la fuerza por miembros de los sectores domi-
los pueblos el problema de la colonización, la liberación y la organización. nantes para reprimir todo intento de reacción.
América 'Latina -se señalaba en Medellín- estaba evidentemente Respecto al neocolonialismo externo la Iglesia manifestaba su preo-
bajo el signo de la transformación y el desarrollo. Esto indicaba que se es- cupación sobre las consecuencias que entrañaba para nuestros países la
taba en el umbral de una nueva época histórica en el continente, que dependencia de un centro de poder económico en torno al cual gravi-
anhelaba la emancipación total, la liberación de toda servidumbre. tal>an. De allí resultaba que nuestras naciones no eran dueñas de sus
bienes ni sus decisiones económicas y como era obvio esto no dejaba
El sistema liberal capitalista y la tentación del sisterp.a marxista -se
de tener incidencias en lo político, dada la interdependencia que existía
decía- parecían agotar las posibilidades de transformar las estructuras
entre ambos campos.
económicas. Ambos sistemas atentaban contra la dignidad de la persona
hum~~a; pues ~no tenía como presupuesto la primacía del capital, su .En América Latina la cuestión de la dependencia político-económica
poder y su discriminatoria utilización ep función del lucro; el otro, aunque también era la preocupación de las ciencias sociales.
ideológicamente sostuviese un humanismo, miraba más bien al hombre Los problemas estructurales de nuestro continente, tal como se con-
colectivo, y en la práctica se traducía en una concentración totalitaria del figuraban desde fines de la década de los cincuenta hacían hincapié en
p'oder del Estado. tres principales aspectos: a) el estancamiento económico, político, social
la Conferen~ia Episcopal dem,mciaba que ;;._mérica Latina se veía y cultural de la región; b) la marginalidad y e) la desnacionalización495, .
encerrada entre estas. dos opciones y perrr¡anecía dependiente de uno u Las causas del subdesarrollo en nuestro continente se señalaban en
otro de los centrps de poder qpe canalizaban su economía. ese entonces era un hecho social determinado por tres causas relaciona-
Para poder sobrepasar esta encerrona se señalaba la necesidad de la das: la alienación cultural, la alienación social y la alienación nacional496,
unidad en la acción basado en. que 'todos los sectores de la sociedad, prin- Pero más allá de este marco conceptual o teórico lo que se señaló con
cipalmente. el económico spcial, deberían .superar los antagonismos para preqcupación era cómo funcionaba ese subdesarrollo en nuestros países
convertirse. en agentes del,desa¡-rol!o nacional y continental. Sin esta sin perder de vista el uso de la fuerza, fundamentalmente la presencia
unidad, América Latina no lograría liberarse del, neocolonialismo a la militar de Occidente en el Tercer Mundo.
que estaba sometida, ,ni. por consiguiente realizarse en libertad, con sus
El neocolonialismo no era la sustitución, en un ciento por ciento,
características propias en lo cultural, spciopolítico y económico.
de métodos de una dominación puramente militar y administrativa por
La Conferencia Episcopal de Medellín señaló que el desarrollo era el m~todos de dominación meramente políticos. El poderío militar de las
nuevo nombre de la paz mientras que el subdesarrollo latinoamericano,
con características propias en los diversos países, era una injusta situación 495
Jaguaribe. Helio, "Dependencia y autonomía en América Latina'; en La dependen~
promotora de tensiones que conspiraban contra la paz. cia político·económica de América Latina, Siglo XXI, México, 1969, p. 6.
496
Jaguaribe, Helio, "La asistencia técnica extranjera y el desarrollo nacional': en
Las amenazas contra la paz o directamente su negación la constituían
Matos Mar, José (comp.), La dominación de América Latina, Amorrortu, Buenos
en el colonialismo interno, entre otras, las diversas formas de marginalidad, Aires, 1968, p.l3.
234 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 235

grandes potencias imperialistas ocupaba siempre un lugar de importan- Huey Newron o Georges Jackson, hicieron emerger una criminología
cia, y era poco verosímil que el sistema de dependencia pudiera mante- r¡<dica/498, lo que significó la mayor transformación en esta disciplina
nerse sin la superioridad militar de las potencias capitalistas dominantes, ert ese país y tendría un impacto profundo en los criminólogos críticos
sin ese despliegue de fuerzas armadas. Esta superioridad se afirmaba y larinoam~ricanos.
desempeñaba un papel de manera muy distinta que en la época de la 1
Muchos acontecimientos sociopolíricos tuvieron influencia sobre ;
ocupación colonial. Las base.s y las intervenciones tenían ~hora como
&ociólogos y criminólogos que comenzaron a desarrollar un análisis muy 1
objetivo el consolidar, en ocasiones salvar, el poder de las capas dirigentes 1
distinto al sostenido hasta entonces en Estados Unidos, sin olvidar la
locales prooccidentales y co,n suma frecuencia colocadas en sus puestos
''influencia de la llamada escuela de Frankfurt ni el pensamiento marxista 1
por las potencias ,occideJ:.1tales497.
que los guiaba499. l
La criminología en algún momento dejó de ser indiferente frente a
?e pueden mencionar, entre ellos, el movi,miento por los derechos ¡
este conrexr01 Esta, hasta ese momento, había sido siempre funcional o,
civiles y el surgimiento del "poder negro: el movimiento anribélico
como decía Lola Aniyar de Castro, esra~a al servicio del poder.
contra la guerra en Vietnam, las rebeliones en los centros de detención,
La nueva criminología, en cambio, no ignoró qué la mayor violen- li.ceos y universidades, la contestación de la violencia policial, la roma 1
cia la ejercía el Estado o los Estados contra la población y comenzó a qe consciencia de que había delito& más peligrosos para la sociedad que !
los "delitos convencionales -,-como los de c~ello blanco-, el Watergate
reflexi9nar sobre ello. No bastaba referirse a los delitos convencionales
como objeto de la disciplina sin pensar en lo que ocurría en contextos co- y '!os..crímenes de las trasnadónales. También• confluían las luchas por la
!
loniales externos o internos. De ahí la importancia que tuvo para el desa- libe'ración en África, la P,ropagación de las guerrillas en América Latina,
rrollo .de una criminología crítica latinoamericana la irrupción de una la •crítica al proyecto Camelar según el cual.expertos americanos eran 1
criminología radical, justamente en una de las potencias imperialistas enviados a América Latina, M~dio Oriente y A&ica para que determi-
oécidentales: los Estados Unidos. naran las causas de los movimientos insurreccionales y las formas de
combatirlos5°0.

La radicalh:ación de la criminología norteamericana y el Uno de los problemas de la criminología tradicional residía, para
silencio de la criminolpgía europea sobre la delincuencia Ton¡- :Platt, en el objeto del que partía que era, necesariamente, el delito
del poder o colonizadora
498
Las citas a estos autores son expresas, ver sobre dio la conferencia presentada
En Estados Unidos las luchas políticas de los años sesenta y los rexros por. Tonr: Plan en la Primera Reunión del Grupo Europeo sobre Control Social
que escribieron los protagonistas de esas luchas, entre ellos, los represen- y Desviación en 1973, traducida por Rosa del Olmo: Platt, Tony. "Proposiciones
p;¡u-a una criminología crítica en los Estados Unidos'; Capítulo Criminológico, n° 3,
tantes del movimiento negro encarnado por Malcom X, Angela Davis, Universidad dd Zulla, Maracaibo, 1975, p.105.
Frederick Douglass, Stokely Carmichael, Bobby Seale, Eldridge Cleaver, 499
Ver. sobre ello, Amiyar de Castro, Lola y Codino, Rodrigo, Manual de criminología
,spciopolltira, ob. cit., 2013, pp. 201 y 239-241.
500
Pl:i¡:r, Tony."Perspectivas para una criminología radical en EEUU': en Taylor, lang-
497
Benot, Yves, Qu 'est~ce que le developpement?, Prospero, Paris, 1983. Utilizamos la Walron, Paul- Young, Jock, Criminología crltira, Siglo XXI, México, 1977, p. 128;
traducción castellana: Imperialismo y tercer mundo. Un análisis de las relaciones del Aniyar de Castro, Lola, Criminología de la reacción social, Universidad del Zulia,
centro y la periferia, Editorial Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1974, p. 50. Maracaibo,1977, p.151; Reyes, Alfonso, Criminología, Temis, Bogotá,1985, p. 7.
236 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 237

convencional como referencia. Esta criminología se preocupaba funda- constituían los más graves delitos contra el pueblo, la criminologia los
mentalmente del control de los "criminales" definidos como tales y enjui- había dejado de ladoSOl,
ciados legalmente, pero, además, como disciplina académica reforzaba los ·~
La promoción de alternativas radicales a la criminologia dominante
valores del Estado o dicho de otro modo legitimaba el ejercicio del poder
para este movimiento significaba que se debían investigar las causas polí-
punitivo mediante la actuación de sus operadores.
ticas y económicas fundamentales del "crimen" y la "delincuenciá; prestar
atención a las definiciones teniendo en cuenta un sentido favorable a
los intereses de los pueblos oprimidos y a las clases explotadas, analizar
críticamente las estrategias legales y extralegales de coerción utilizadas
por el Estado y las instituciones que los sostenían y. más generalmente,
desarrollar una criminología para el pueblo502,
.Con el epicentro en la Universidad de California, más precisamente
en Berkeley. se crea la Unión de Criminólogos Radicales (URC) que ge-
neró rechazo y preocupación por parte de las autoridades pues este
movimiento lanzaba un reto contra el orden vigente marcado por las
desigualdades raciales y sociales, amenazando, entre otras cosas, la esta-
bilidad y neutralidad científicas503,
El compromiso político de los miembros de este movimiento radical
les in¡pidió continuar desempeñándose como catedráticos universitarios
y así1 por ejemplo, se prohibió el acceso como titulares a cargos académi •
Tony Platt cosa Tony Platt y Herman Schwendinger pues sus ideas se consideraban
"peligrosas"S04,
Otra cuestión residía en el compromiso del criminólogo con la rea·

Como respuesta, once profesores, entre ellos, el citado Platt, Barry
lidad social en la que vivía. Estos dos temas estarán en el centro del K;r~fberg y Paul Takagi505 rediseñaron cursos para transmitir sus
pensamiento radical norteamericano.
50
Al admitir únicamente la definición estatal y legal del delito, el campo .~ Platt, Tony. ob. cit., p. 130.
502
de estudio de la critpinologia se limitaba, pues se orientaba a los aspectos Ídem, pp.105-106.
503
"anormales" de las conductas delictivas mientras que de hecho se excluían Riera Encinoza, Argenis, "El movimiento radical de Berkeley: un ejemplo de teoría
otras acciones, mucho más nocivas e importantes, como el imperialismo~ y praxis criminológicá; Capitulo Criminológico, 9/10, Universidad del Zulia, Mara·
caibo, 1981-1982, p. 115.
la explotación, el racismo, el sexismo y otras conductas que tampoco eran 504 Ídem, p. 118.
objeto de enjuiciamiento, como la evasión fiscal,. el abuso en la f0ación
50s Krisberg. Barry, "Teaching Radical Criminology. Criminology 100 A·B, Profes·
de previos, los fraudes al consumidor, la corrupción gubernamental, los
sors Barry Krisberg. Tonny Platt and Paul Takagi'; en Crime and Social]ustice, n° 1,
homicidios cometidos por policías, etc. Estas últimas conductas, que 1974, pp. 64-66.
238 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMeRICA 239

conocimientos sobre criminología radical seguido por la mayoría de los guerras llevadas a cabo por su Gobiernosos. Este proceso concluye en
alumnos por fuera de la academia, abandonando los.claustros universi- 1976 cuando se cierra definitivamente la escuela con la promesa de sus-
tarios. Para lograr este desafío, profesores y alumnos trataron de desa- tituirla por un programa de estudios sobre derecho, sociedad y justicia.
rrollar un nuevo modelo educacional, pero para eso era fundamental En todo caso era preferible cerrarla que permitir un centro educacional
estudiar las contradicciones del sistema norteamericano. { cuestionador y contesrarario509.
En los Estados Unidos, la principal función del sistema universita- ..'f.: Ahora bien, además de los autores mencionados y la práctica política
~
rio. era entrenar tecnócratas para las instituciones del Estado y formar
gerentes (miembros de la pequeña burguesía, los cuales formaban parte
~·,.
,'ti
activa de sus integrantes, merece particular atención el estudio de los cón-
.~: yuges Schwendinger porque permitió a los radicales dotarlos de bases sóli-
de una nueva clase: la gerencia) para los intereses financieros. El nuevo ' &ts para estudiar conductas que jurídicamente no eran consideradas como
camino por emprender tenía como eje el compromiso de una verdadera qelictivas hasta ese entonces. Estos autores se preguntaban con audacia
justicia social fundada en up.a sociedad totalmente diferente506.
Para la transición hacia ese tipo de sociedad, los radicales tenían
que poner en la picota a la criminología tradicional. De este modo, se
comenzaron a analizar el origen y· las prácticas como la corrupción,
1 para la época y lugar en dónde lo hactan: ¡acaso no eran crímenes la guerra
imperialista, el racismo, la discriminación sexual y la miseria?5 10. Estos
criminólogos precisaban que lo antisocial no era lo que iba en contra de los
derechos humanos entendi~os como lo había lí.echo la burguesía en el siglo
XVIII, sino lo estrictamente vinculado a cosas concretas como la vida, la
la exploración y la represión, pero para que esta teoría sea realmente
alimentación, la vivienda y un etcétera que no tenía punto de cierre5 11 •
transformadora tendría que verse reflejada en la práctica. Uno de estos :,··
,;_;.·
cambios debía darse en la función policíaca, por lo que se propuso Para explicarlo, señalaban coñ precisión que, una vez adoptados el
que el cóntrol de las fuerzas policiales pase a manos de la comunidad. mod'elo ¡:le los derechos humanos en lugar de las definiciones legalmente
Se decía, con razón, que si la función desempeñada por la policía era operativas para señalar a la conducta criminal, o sea, del modelo jurídico,
política y clasista, el análisis y la _estrategia tenían que ser también polí- resultab'a posible plantearse si existían violaciones de derechos humanos
ticas. Era el primer paso para el control horizontal y no vertical de la más esenciales que otras y calificar esos derechos como los más trascen-
policía SO?. dentes para el campo de la criminología5 12.
No obstante estos esfuerzos, desde principios de la década del El criminólogo, de este modo, dejaba de ser el "científico" que analizaba
setenta las amenazas de clausura de la escuela de Berkeley fueron cons- la conducta individual, tratando de encontrar su falla en el paso al acto que
tantes e incluso se sostenía que era necesario limpiarla de radicales pues
estaba destinada a formar técnicos. El entonces gobernador Ronald 508 Ibídem.
Reagan veía una rebelión intolerable en la constante oposición a las 509 tRiera Endnoza, Argenis, ob. cit., p. 120.
510
Schwendinger Hermann~Schwendinger Julia, "Defenders of arder or guardians of
506 Riera Encinoza, Argenis, ob. cit., p. 119. Human Rights?, en Issues in Criminology, volume 5,·n° 2, Berkeley; 1970, pp. 123~
157. Seguimos la traducción castellana: H¿Defensores. del orden o custodios de los
507 Ibidem. Anirua señala con justeza que esta Escuela había logrado rango univer~
derechos humanost; en Criminología crftica, bajo la dirección de Taylor~Walron~
sicario, pensada como un sitio para formar técnicos y expertos destinados a cola-
Young, Siglo XXI, México, 1977, pp.149-189.
borar con el Estado en la lucha contra el delito y la desviación y los criminólogos
511
críticos comenzarían a objetar esos objetivos (ver: Anima, Grabiel I., Historia de los Anirua, Gabriel ob. cit., p. 410.
pensamientos criminológicos, ob. cit., p. 409). 512
Schwendinger Hermann~Schwendinger Julia, ob. cit., pp.185~ 186.
240 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 241

convertía al hombre en delincuente, y abandonaba su calidad de defensor de el, poder punitivo con brutalidad imperial. La metrópoli n9 había sido
un orden social para pasar a·ser un'protector de los derechos humanos. La tarea ajena a esta colonización por lo que nos parece una omisión sospechosa
de la nueva criminología sería identificar las violaciones de estos derechos no haberse referido al control social de tipo colonial.
hllmanos permitiendo incluso calificar de criminal al mismo sistema513.
La criminología francesa, representada por Jean Pina te! como el repre-
En el nuevo continente la transformación de la criminología conside- sentante más eximio, seguía entendiendo que la criminología era una
rada como "cienciá' no tendría vuelta atrás pese a que se cerraran escuelas ciencia compleja que se apoyaba en la biología, la psicología, la sociología
y se callaran sus voces. y la ciencia jurídica. Para este autor, la ciencia del fenómeno criminal se
Muy por el contrario, en el viejo mundo ni siquiera el espanto nazi con desarrollaba en tres planos: el del crimen, que aislaba el esrudio del acto
sus millones de muertos, ni l~s gulags soviéticos, ni la bomba atómica, ni la criminoso en la vida de un hombre, y lo consideraba como un episodio con
represión estatal interna ni el colonialismo que sometía a pueblos oprimi- comienzo, desarrollo y fin: el del criminal, que postulaba el estudio indi-
dos en o>ros continentes con regímenes de tortura y muerte hicieron que vidual de las características de los autores de los actos criminales y los
los criminólogos reflexionaran en un sentido al menos pare~ido. La expli- factores que habían influenciado la formación y eyolución de sus perso-
cación de esta omisión no encontraba demasiada sofisticación: la política nalidades y, finalmente, el de la criminalidad, es decir, el conjunto de actos
no debía contaminar a la ciencia y'¡a crin;inologíil nunca dejó de ser "científica". criminales que se producían en un tiempo y un lugar d¡:terminado5 15.

Párrafo aparte merece el análisis de la criminología crítica que aparece La política, entonces, para Pinatel, debía ser de defensa social aunque
en Gran Bretaña desde 1968' que se o_rganiza en la Natiqnal Deviance quedaba claro que lo que se defendía no era otra sosa que elstatu qua de
Conference cuyos integrantes más destacados fueron Stanley Cohen y la clase dominante en la socie4ad francesa y.. de las agencias del Estado
Lauri~ Taylor, y más tarde autores de la talla de Ian Taylor, Paul Walton que aparecían como extraños a la comisión de hechos delictivos. Solo se
y Joclé Young en lo que sería la denominada Nueva Criminología desde refería como "delincuentes" a aquellos que habían sido seleccionados por
u~a perspectiva marxista514. el sistema penal y definidos como tal.

No obstante su significativa importancia, creemos que la colonización 'Para elaborar un programa de prevención del crimen, decía Pina-
como una estrategia dirigida a manterer un orden de dominación no fue te!,, l,acía falta conocer las formas de criminalidad, sus caracteres y sus
tomada en cuenta pese a <¡,ue se desarrollaban teorías .sobre la desviación causas. Para determinar los métodos de tratamiento de los delincuentes
dentro del Imperio Británico ignorando el sometimiento que sufrían los era' preciso saber cuáles eran los trazos dominantes de su personalidad
pueblos colonizados, ciudadanos de segunda, y sobre los cuales se ejercía y como esta se estructuraba y evolucionaba. Para ello era necesario un
conocimiento previo de la etiología de la criminalidad5 16.
5B Aniyar de Castro, ob. cit., p. 152. Para Pinatel, entonces, la criminología debía reducirse a analizar el
s14
SObre su importancia puede verse el estudio inmejorable p.e Elena Larrauri, con
¡ crimen y la criminalidad convencional, sin hacer alusión a los crímenes
prólogo de Sranley Cohen: La herencia de la criminología,cr{tica, Siglo XXI, Madrid, del poder.
1991}';" los textos contemporálleos a su aparición: Del Olmo, Rosa, "¿Por qUé la nece~
sidad de una criminología crítica?': Capftulo Criminológico, n° 1, Maracaibo, 1973,
515
pp. 83-85; y Lola Aniyar de Castro, ver comentario bibliográfico al libro de Ian Pinatel,Jean, La societé criminogene, Edirions Calmann-Lévy¡ Paris, 1971. Segui-
Taylor-Paul Walton y Jock Young. en "Notas críticas': Capítulo Criminológico, n° 3, mos la traducción castellana: La sociedad criminógena, Aguilar, Madrid, 1979, p. 7.
Universidad del Zulia, Maracaibo, 1975, pp. 181-182. 516
fdem, p.16
242 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO VA' DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINO LOGIA EN AMÉRICA 243

·La criminología, según esta visión, lejos de negar los valores morales, 'ó 'en sus colonias519 por lo que esta "ciencia" padecía de una ceguera que
necesariamente los implicaba porque esta ciencia no conducía necesaria- ',, no ~ra moral sino más bien epistemológica al excluir como objeto de estudio
mente a ver en todo hombre un delincuente en potencia, sino que con- -~'· dl:propio control social -formal o informal-, ya sea local o colonial. Esta
sideraba a la seguridad pública y a la defensa de protección de la víctima discusión, por cierto central en criminología, era la que abriría la brecha
~;-_
como prioridades esenciales. Estos eran los objetivos de la criminología ,J;' entré la vieja y la nueva criminología, cuestión que se pondría de mani-
para Pinatel, lo que la convertía en una ciencia moral5l7, fiesto con el desenmascaramiento de la violencia institucional en América
~~·
,.., Latlha que no era otra cosa que el fiel reflejo de la herencia colo~ial, lo cual
es~á íntin:{amente vinculado al control social imperante.
,,
'
-i ..

Dq's precursores de la criminología critica


1
,,,
'<-'
:ri:
Hacia los años setenta del siglo pasado se señaló reiteradamente que
en cada país latinoamericano se conocía mucho mejor la criminología
europea o norteamericana que la que se producía en América Latina lo
q\'e'•no dejaba de ser sorprendente pués, del mismo modo que en los
países centrales, había un desarrollo local' avanzado de esta disciplina.
Rosa del Olmo, com,o pionera de este razonamiento, reconocía que
•,- era posible ofrecer al lector un panorama general de las obras que estaban
Jean Pinatel
contribuyendo a la realización de una criminología propia de América
L~tA1a porque ellas daban re8p,uesta a los problemas sociopolíticos que se
Esta criminología tradicional de vertiente francesa no contemplaba otros ltabían origínado en los últimos años. Lo valioso de su afirmación era que
crímenes ni otras víctimas que' no fueran las convencionales, descartando de ante' todo destacaba obras que habían sido excluidas generalmente de los
esta furrna, introducirse en los crímenes de Estado en su propio territorio518 textos y los programas de criminología de la región pero que, según ella,
erar:'las que mejor reflejaban la idiosincrasia criminológica de nuestro
517 fdem, p. 17. No era muy'Cliferente su visión dos años antes, ver: Bouzat, Pierre· continente.
Pinatel.Jean, Trait¿ de droit pénal et de crímínologie, III, Dalloz, Paris, 1969. Traduc·
ción castellana: Tratado de derecho penal y de crímínolog{a, Universidad Central de Para poder presentar una reseña de· este tipo, Del Olmo dividió el
Venezuela, Facultad.de Derecho, Caracas, 1974. campo criminológico latinoamericano en cuatro áreas de interés: lo que
518 Solo a título de ejemplo, citamos, la mu~rte de nueve personas en manos de la
policía francesa en un episodio en la estación de subte "Charonne" en París el 8 de
febrero de 1962 La manifestación organizada por el Partido Comunista y otros ¿~'concentración durante el régimen de Vichy). Ver sobre ello: Dewerpe. Alain,
grupos de izquierda contra la guerra de Argelia y la OAS (organización política •, Charonne 8 Jé.vrier 1962. Anthropologie historique d'un massacre d'Etat, Gallimard,
militar clandestina que defendía la presencia francesa en Argelia) dieron lugar a Paris, 2006.
una feroz represión ordenada por el prefecto de policía del gobierno de Charles de 519
,.Sobre,.Argelia. ver, entre otros: Branche, Raphaelle. La torture et l 'armé.e pendant
Gaulle, el tristemente célebre,Maurice Papan (condenado en 1998 por complicidad la guerre d'Algerie (1954-1962), Gallimard, París, 2016; Perville, Guy, Pour une
en delitos de lesa humanidad al organizar la deportación de judíos hacia los campos hi;ioire de la guerre d''Algerie, Ed.itions Picard, Paris, 2002.
244
ALEJANDRO ALAGIA [RODRIGO CODINO
LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 245

se investigaba, lo que se difundía en las principales revistas, lo que se


a) La revolución india de Fausto Reinaga
publicaba con contenido criminológico, aun cuando no fueren hechos
por crirr¡inólogos especializados y la vinculación de nuestra criminolo-
Lejos de los centros de poder mundial, América Latina y África
gía con la de los países desarrollados a través de congresos, seminarios, 1
tuvieron precursores, aunque no aparezcan mencionados en la manua-
cursos, etc., pero,realizados en la propia América Latina.
lística tradicional5 22. Esto se debe probablemente a que estos autores
esta visión por cierto permitía la inclusión de autores que hasta ese no desarrollaron una rarea académica clásica en una universidad como
momento habían sido ignorados por la academia o los especialistas de
esta disciplina, aunque D~l Olmo quizás los limitó un poco porque se
criminólogos. Algunos fueron profesores, intelectuales o militantes
políticos e integraron sectores sociales comprometidos con los cambios
1
refirió casi con exclusividad a la aparición de una literatura testimonio, estructurales que promovían los movimientos liberadores.
como fueron las denuncias de exp~riencias vividas por distintos autores, r
La prisión del abogado e intelectual Fausto Reinaga bajo la dictadura 1
en su mayoría detenidos en las cárceles latinoamericanas. :fl•.
., de Hugo Banzer en Bolivia en 1972, tenía una pretensión ejemplifica-
Esta aurora venezolana tuvo otro acierto de importancia pues advir- dora: silenciar la voz discordante del pensador aymara.
tió los acontecimien~os políticos latinoamericanos como la causa de que 1
ese conocimiento estuviese inexplora,do. Para Rosa del Olmo, las polí- ''
ticas autoritarias en el cono sur impedían acceder a lO producido por las
ciencias sociales pu'es para los poderes de turno, estas. eran consideradas
Como subversivasszo. 1
Lo, expuesto nos permite entender -tal vez por la dist~ncia histórica
que nos separa de estos protagonistas~ que no solo fueron algunos
_escrisores aislados los que r.roducían obras con contenido crimino-
lógico, sino que hubo una verdadera criminología detrás de la vida y '·
obra de muchos intelectuales o pensadores que efequaban una crítica
sin precedentes al control social opresor de nue~tra región. Todos estos
pueden ser mencionados sin medias tintas como precursores de lo que
sería luego la primera criminología crítica latinoamericana que haría
escuela 521.

520
Fausto Reinaga
Sobre ello, Del Olmo, Rosa, "Sobre una criminología propia de América Latina';
en Anales Internacionales de Criminología, volumen XV, n° 1, París, 1976, repro~
ducido en Del Olmo, Rosa, Segunda ruptura criminológica, Universidad Central de El 12 de abril apresaron a Reinaga, su hijo de 9 años y su secretaria.
Venezuela, Caracas, 1990, pp.B-26. Su hijo, después de la prisión, fue recogido por el Ejército de Salvación
Sli Advertimos que hemos degido a dos autores emblemáticos como ejemplo, pero
sería iryusto que la criminología regional no reconociera a otros tantos autores que 5
abrieron surcos en la crítica al control social dominante. 22 Ya hemos señalado en el primer capítulo, entre ellos, a Patrice Lumumba y Frantz
Fanon.
246 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 247

en donde contrajo sarcatosis en la ingle y conjuntivitis crónica; su secre- primera fuente de inspiración la rebelión contra el colonialismo de los lati-
taria estuvo privada de libertad durante meses en la cárcel de Achocalla, noamericanos Manuel Gonúlez Prada -a quien consideraba maestro
a pocos kilómetros de la ciudad de.La Paz; Reinaga estuvo preso más de en el pensamiento y la acción-, de Raúl Haya de la Torre o José Carlos
un mes luego de la golpiza propinada al momento de su detención que Mariátegui526, aunque se nutre más tarde de otros pensamientos tercer-
deterioró seriamente su salud. mundistas como los del genial negro Frantz Fanon527 o del poder negro
En la carta dirigida al presidente de facto, Reinaga señalaba que no era estadounidense encarnado por Malcom X, Stockely Carmichael y otros,
comunista ni guerrillero, que buscaba la liberación de América y de todos que se. cónsideraban como pueblo del tercer mundo por tratarse de una
los hombres de la tierra; denunciaba que agentes del Ministerio del Interior colonia interna dentro de los Estados Unidos.
ocuparon sus viviendas e incautaron 14.000 libros de su biblioteca personal, La actividad desarrollada por Fausto Reinaga tenía singular relevan·
además de diplomas, títulos de propiedad de inmuebles, archivos, ficheros, cia porque los intelectuales indígenas como él provenían de sectores que
folletos, teléfonos, reportajes, discursos. Asimismo, se habían llevado la ropa, habían sido racializados en procesos de dominación colonial como tam-
la comida y el dinero, decomisado cartas y correspondencia en general523, bién porque su quehacer intelectual compartía el empeño en discutir la
Es probable que Reinaga no encuadrara en el estereotipo a eliminar de ideología colonial y racista52S,
la doctrina de la seguridad nacional que emergía en América Latina con El sontacto con la experiencia de la lucha negra en Estados Unidos lo
golpes de Estado, pues jamás se lo pudo acusar de comunista, más bien habían aproximado a discutir las nociones de raza y clase. Estos activistas
sus escritos fueron una crítica demoledora del marxismo, así como del norteamericanos, superando la teoría de la lucha de clases, habían plan-
nacionalismo revolucionario boliviano, Sin embargo, es probable que la teado para la redención de la raza negra una lucha de razas, exactamente
voz del indio en contra de la sociedad cristiana blanca y occidental haya lo que Reinaga planteaba para el indio529.
sido uno de los principales motivos de su persecuci9n524. En todo caso,
lo que sí puede afirmarse es que se trataba de un pensamiento subversivo:
denunciaba un orden social racista y colonialista, y proponía una alter· ~ la carne y la conciencia misma de la causa del indio; la tercera es la universalización
~;,_·. del pensamiento amáurco indio como única opción para salvar a Bolivia y la huma~
nativa que llevara al poder a cuatro millones de indios, es decir, a las rres
nidad del desastre total (ver Reinaga, Hilda, "Nota a la segunda edición'; en Reinaga,
cuartas partes de la población boliviana mediante una revolución india.
;:· Fausto, La revolución India, lmp'renta Móvil GrafEl Alto, La Paz, 2001).
Las ideas y la historia de Reinaga son diflciles de resumir por su enorme ;-'
526 Reinaga, Fausto, Franz Tamayo y la revolución boliviana, La Paz, 1956, pp. 55~56.
riqueza como por sus múltiples transformaciones525, pero reconoce como ¡}_ Sobre el pensamiento y la acción del pensador peruano pueden consultarse: Gonzá~
1 lez Prada, Manuel, Horas de lucha, Lima S.A., s~f. Lima; González Prada, Manuel,

·¡~. ·
,Obras, tomo I, vol. I y Il, Cope, Lima, 1985.
23
5 Reinaga, Fausto, "Carta al señor Presidente de la República, Cnel. Hugo Banzer sv Así lo denomina este autor, ver: Reinaga, Fausto, La revolución india, p.rimera edi,
Suárez~ 13 de abril de 1972, en ¿Qué Hacer?, Ediciones de la Comunidad Amáutica ..
ción, La Paz, 1970. Seguimos la segu!1da edición, Imprenta Móvil Graf. El Alto, La
Mundi;U, La Paz, 1980, p.142. ' '~
Paz, 2001, p. 57.
524 En 1979 se lo priva, además, de sus,propiedades. 528 Sobre la influencia de Fanon en el pensamiento indígena latinoamericano: Zapara,
525 § Claudia, "Lo particular y lo universal en el pensamiento de Franrz Fanon. Con·
La producción inrelecrual de Reinaga -señala Hilda Reinaga- tiene tres etapas --~-
muy marcadas: la primera marxista-indianista que obedece a su euforia socialista, ,
-~
trapunto con la inrelecrualidad indlgena contemporánea~ en Frantz Fanon desde
-=~ América Latina, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2013, p. 98 y 110.
pens:indo en que el comunismo liberaría a su raza; la segunda, asumiendo una actitud
crítica al marxismo inicia su rumbo hacia un indianismo radical, con la fuerza de ser 529 Reinaga, Fausto, La revolución india, ob. cit., p. 118.
248 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 249

Para Reinaga, Marx np había imaginado los estragos raciales a que


A estas ideas de aclaramiento del indio, Reinaga oponía como argu-
condujo el capital en su etapa imperialista. Marx había estudiado en la
mento que la piel gringa o rubia en la psique de la masa india estaba a
sociedad nada más que dos clases enconadas: la explotadora y la explo-
tina distancia sideral, no podía abrigar la esperanza de alcanzarla jamás.
tada. No s9spechó los extremos a los que llegaría la civilización occiden-
La naturaleza rubia para el indio era una especie de naturaleza,de dioses
tal blanca respecto a los hombres de otro color d~ piel y de otro color de
malos, una sustancia distinta, diferente de la naturaleza india. Se había
conciencia. No soñó ni imaginó ~1 exterminio de judíos por la esvástica
CE!'ado, entonces, un complejo tenebroso en el alma india en relación con
de H,itler, ni en la dimensión y profundidad del movimiento negro, en
la piel rubia y blanca, y este complejo le había inducido a la ~bediencia
donde, para el asombro de los marxistas, los negros luchaban con tanto
total: "los indios debían obedecer como asnos o como perros a los rubios
ímpetu no por la supresión de la discriminación o segregación, o por
eurr0peos o norteamericanos"533.
la igualdad de derechos' civiles entre los blancos y los negros, sino que
combatían, nada !nenos, que por el poder negro53o. Según Reinaga, el proceso de acholamiento del dirigente indio era
lo pe9r que había acontecido en Bolivia desde la reforma agraria pues
El indio no podía ser considerad.o como una clase social campesina
habla, transformado al indio en dirigente campesino disfrazado. Aquella
para el pensador aymara al estilo europeo o norteamericano porque esta
finalidad de transformar la familia, la escuela y el Estado para formar un
denominación no era más que una noción importada. Los indios eran
bt1,en boliviano que daría lugar a la creación de un tipo nacional homo-
una raza y no una clase social. En la raza india incluso había clases sociales
géneo era una farsa para blanquearse. Esta combinación d~ educación
antagónicas: decir campesino al indio, para Reinaga, "era una estupidez
de los cipayos de occidente"531. con instrucción, de lo somático con lo espiritual, pretendía conseguir
un concepto integrador: hacer del boliviano un cholo, es decir, un indio
D,el mismo modo en que combatía el marxi~mo que equiparaba al aclarado,·o sea, un mestizo.
indio a \In campesino perteneciente a una clase social, Reinaga también
impugnaba la idea de asimilación o de aclaramiento que pretendía una Para esta ideología, el estilo del cholo era el del pueblo. No era el
gran parte del nacionalismo revolucionario de los años cincuenta. cl¡olo o mestizo un puente émico entre blancos e indios, sino la síntesis
unificadora de ambos, esto quería decir, que se integraba, que se nivelaba
La idea
1
de desindianización estaba presente en los intelectuales del para arriba hacia una cumbre53 4 •
Movimiento Nacionalista Revolucionario que planteaba la creación de un
tipo nacional homogéneo. El indio tenía que pasar a un proceso de acho- ,f;¡usto Reinaga también discutía las nociones de indigenismo e india-
lamiento q mestizaje para no .sentir el complejo de inferiorida,d. Reinaga nismo.
denunci~ba entonces que detrás de este razonamiento se encontraba el '
El indigienismo había aparecido en el Perú hacia los años veinte como
sueño de volverse blanco: "blanco en la indumentaria, blanco en el apellido, un,movimiento literario para luego transformarse, con carácter político-
blanco en la música, en la danza, en la comida, en la liebida alcohólica, en social, en un movimiento de reivindicación. Entre los literatos estaba,
el confort; blanco e~ el amor;'blanco en la vida y en la muerte"532, entre otros, Alberto Peralta y Luis Valcarcel; entre los políticos, José
Carlos Matiátegui y Raúl Haya de la Torre.
530 Ídem, p.ll9.
531 !dem, p.l21.
532 533 fdem, p.l39.
Reii-taga, Fausto, El indio y el cholaje boliviano, Ediciones Piakk, La Paz, 1964,
pp.137-139. 534 !dem, pp. 140-141.
250 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 251

Estas ideas traspasaron las fronteras peruanas para convertirse en un Al hombre segregado, racializado, viviseccionado, despedazado,
verdadero movimiento latinoamericano535. amputado de sí mismo -decía Reinaga- había que unificar, completar,
totalizar. Al hombre había que arrancarlo de su esclavitud, su temor, su
Como corriente político-social el indigenismo adoptó, según Reinaga, '\
hátnbre 'para enseñorarlo en la libertad.
uh gesto reivindicativo. La idea era reivindicar, resarcir, restituir, devolver 1.
lo que de uno era, pero en la realidad encontró que se trataba de integrar E\ indio' era un hombre,' por lo tanto, no tenía por qué integrarse en '
al indio en el movimiento revolucionario de izquierda, su acción termi- otto hombre, no tenía por qué asimilarse a nadie. El problema del indio l
naba siendo proselitista. El APRA quiso hacerlo aprisca; el comunismo, no era, de asimilación, ni de clase, sino de raza, espíritu, cultura, pueblo, 1
comunista, pero siempre de corre occidental. nación. El indio no debía ser asimilado al yanqui, ni al ruso, ni al chino.

En definitiva, Reinaga entendía que el indigenismo, tanto en su ver· ,En Bolivia, describía Reinaga, el indio nacía, vivía y moría en el ham-
sión literaria como política, era una corriente que no deseaba liberar al bre o' la enfermedad, el analfabetismo o la esclavitud. No tenía patria, ni
indio si~o asimilarlo. El indigenismo reivindicaba, pero no liberaba, para tierra, ni derecho humano alguno. El 95 % de la población india, que no
ello se tendría que hablar de indianismo. Este autor decía que mientras era étnicamente blanca, era la mayoría oprimida y esclavizada por una
que el indigenismo fue un movimiento del cholaje blanco-mestizo, el minoría blancoide.
indianismo era un movimiento indio, revolucionario, que no deseaba El grito revolucionario del indio no era asimilación, sino liberación 538 .
asimilarse a nadie porque su propuesta era de liberación536. '
García Linera señalaba que la gran apuesta o la virtud de Fausto
Para Reinaga el problema residía en que,tanto el comunismo como Reipaga consistía en que nos había llamado a pensar con cabeza propia,
J
el liberalismo ignoraron al indío y era por ello que deseaban asimilarlo lo qúe lo convirtió en un pensador insolente y el intelectual boliviano
a Occidente. Por el contrario, ~1 indio quería ser, no desaparecer. Su lnis creativo del siglo XX.
integración al blanco implicaba su desaparición. Integrarse -decía-
Fausto Reinaga, para Garcí~ Linera, inauguró una corriente de
era ~najenarse, es decir, ser ajeno a sí mismo, no era ser uno mismo. La
enajenación significaba alienación537, pensamiento, de la que todos los demás eran continuadores, mejoradores
6 efnpeoradores: el inélianismo.
Contra esta alienación del hombre, sostenía Reinaga, se habían alzado
Mientras que los demás intelectuales hablaban desde el acomplt:jamiento
los más" grandes cerebros y corazones de la humanidad. Desde Buda
de occidente, Fausto Reinaga no lo tenía, no se miraba en el espejo ni que-
hasta Jesús, desde Sócrates hasta Marx, desde Espartaco hasta Tupaj
r,ía r~_flejarse en ~1, aun más, lo despreciaba o lo combatía. El no buscaba
Amaru, desde Lumumba hasta Luther King, desde Gandhi hasta el Che,
->
:._-;
ser a,lg~ que no era, hablaba de lo que era, es decir, un indio.
es decir, las más altas cimas del heroísmo y la santidad no lucharon por
la alienación y el racismo de las fieras blancas de Occidente. Ellos habían García Linera·señalaba que eran muchos los aportes de Fausto Reinaga
llegado al sacrificio por la fraternidad y la plenitud total del hombre. \:.- per9 lo que constituía el núcleo viral del pensamiento reinaguista, amáu-
'
.¡;,
;l.
ti~o o indianista era el indio como sujeto político de emancipación5 39 .
(~

fc:
535 Reinaga, Fausto, La revolución india, ob. cit., p. 135.
5
" fdem, pp.141-142.
536 Ídem, p. 136.
539 Seguimos d discurso del vicepresidente Alvaro Garda Linera en oportunidad de la
"' fdem, p. 141. presentación de las Obras completas de Fausto Reinaga, Vicepresidencia del Estado
252 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AM~RICA 253

Por el lado del nacionalismo revolucionario, ti indio era visto como aparece el grito de denuncia desde abajo, de los indios. Fausto Reinaga
un sujeto dominado, como el pasado, como el arraso, como una postal erá el portavoz de la historia, de esos millones de hombres y mujeres, que
folclórica para exportar al extranjero y que debía dar paso al ser mes- tenían que soportar la marginación, la discriminación por traje, apellido
rizo. El mestizo era la muerte del indio, la culminación, la redención, y color de piel.
la extinción del in~o y su sustitución por el sujeto moderno. Esa era la
ideología y el proyecto de domesticación o intento de domesticación del El poderío del pensamiento de Fausto Reinaga consistía en decir
nacionalismo revolucionario. no. El indio no solo era pasado heroico, pasado colonizado, el indio era
presente y futuro.
Del lado del marxis11'\o de entonces, no había indios, lo que había
era campesinos, pequeños propietarios, explorados o exprimidos por el l,_. Según García L~nera, Reinag~ fue la primera persona que conocíamos
l."T
capitalismo y que debían dar paso a que los obreros los condujeran a la que se atrevía a decir que el indio era futuro o porvenir, cuando todo
liberación y la revolución.
Unos buscaban extinguir al indio para sustituirlo por los mestizos;
los otros para sustituirlo por la clase obrera. Ese era grosso modo el debate
í
:J.
,,.,
:r
el mundo desde la izquierda hasta la de10:echa decía que el indio era el
pasado o atraso.
El pensamiento de Reinaga significaba uha indudable ruptura episte-
:r:;
intelectual, político o filosófico de los años cincuenta, sesj'nta o setenta mológica frente a voces de ¡:xtinción o negación del _indio. Como el indio
\t
en Bolivia. </ era pasado, presente y futuro, si había de haber algún tipo de revolución
en Bolivia, esta debía ser india.
García Linera m<,>straba que en medio de ese discurso se oía una voz,
una única voz, que en el fondo estaba reflejando una realidad abierta- Un elemento que le permitía a Reinaga ver al indio como futuro, era la
mente diferente'de mujeres de polleras que no ppdían entrar en las plazas fuerza de la comunidad . .No solo se trataba de un tema de lengua o his-
o que tenían que ser empleadas del hogar; de hombres de tez cobriza que toria sino de un proyecto. Para Fausto Reinaga el indio era portador de
solamente podían ser albañiles, choferes o cabos de policía. u,n proyecto de sociedad. que se sustentaba en la co¡nunidad como fuerza
de creación de futuro. La superioridad del indjgena como cultura, como
Esa era la realidad de Bolivia -según la opinión del vicepresidente-
nación, por sobre lo que venía de occidente en su vertiente capitalista o
un país que segmentaba país por color de piel, que segmentaba mando
comO' socialismo de Estado.
y apellido por vestimenta, clase dominante por idioma que se hablaba.
Se vivía en upa sociedad racista, pigmentocrárica. El color de piel más Finalmente, decía García Linera, para Reinaga el indio no solo era
blanco valía para obtener un plus en la universidad, en el banco o en una un sujeto de abuso o dominación, era un sujeto de emancipación y su
oficina. Un color de piel más cobriza o un traje indígena era el símbolo apuesta era hacia •una sociedad indígena, hacia un Estado indígena, hacia
para estar al final de la flla o ser maltratado, para ser discriminado. -~ una nueva civilización para América Latina y el mundo, sustentada en
_)f;
En medio de ese escenario real de discriminación, de dominación lós principios emergentes de la práctica, la vida, la historia de los indios.
nacional, cultural o lingüística, en donde los políticos o los filósofos no
*'ll'
~-
hablaban de ello siendo copartícipes silenciosos de esa discriminación, b) La colonia interna de Roberto Carri
_:t_

Plurinacional de Bolivia, Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, La Otro precursor de la criminología crítica latinoamericana fue el soció-
Paz, 8 de abril de 2015. logo Roberto Carri, militante detenido-desaparecido durante la última
254 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACION DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 255

dictadura militar argentina. Como bien señala Eduardo Luis Duhalde, barrera que dividía a los hombres honestos de los deshonestos541 • Carri
"cuando alguien es víctima de un asesinato político -tras un perverso y esbozaba en estos términos los lineamientos de una criminología crítica
aterrador año de cautiverio-, ello deja de ser un mero dato biográfico respecto a la definición de quién era delincuente y quien no lo era, a quién
para convertirse en un indispensable elemento interpretativo de su obra, alcanzaba o no el sistema penal, como también describía la anatomía de
en la coherencia escritura/ compromiso y en su envés, la decisión crimi- la violencia institucional.
nal de acallarlo"540,
'<Sarri volcó en papel la historia del célebre peón rural de 32 años
que, detenido en la cárcel de la provincia del Chaco, lograría fugarse
convirtiéndose en prófugo de la justicia durante seis años. El motivo del
encarcelamiento fue aparentemente un robo, aunque Carri creía que el
mqtivo era ficticio y que fue objeto de un hostigamiento y persecución
constante por parte de la policía loca¡, es decir, un típico acto de violencia
policial injustificado. Este incidente originario con la policía dejaba al
descubierto que el castigo se orientaba a su persona5 42 y no a un supues-
to 'd~lito cometido: esto significa ni más ni menos la configuración de
un derecho penal de autor, aunque Carri no· lo señalara.
El caso Velázquez en la década del sesenta alcanzó notoriedad porque
luego de su fuga, junto a un cómplice de apellido Gauna, comenzó a
robar para ayudar a los más pobres del campo y las ciudades circundan-
tes y. con el auxilio de la población local, logró escapar a su persecución.
Como contrapartida las fuerzas polici~les comenzaron a endilgarle
los crímenes más hediondos, para convertirlo casi en un monstrúo. Los
medios de comunicación masiva hablaban de un "famoso bandolero" y
Roberto Carri
"asesino'; hasta que la policía luego de varios intentos logró emboscarlo,
junto a su compañero, para darles muerte543.
Creemos que su opúsculo S\)bre Isidro Velázquez es una pieza impor-
tante de aquella criminología y por eso entendemos que vale rescatarla Carri señalaba -anticipándose a los criminólogos críticos- que la
dé! olvido. violencia institucional no era más que la expresión singular de un sistema

En el prólogo, Carri señalaba desde un comienzo que se vio obligado


541
a replantear una serie de preconceptos acerca de la legitimidad de la Carri, Roberto, Isidro Velázquez, Formas pre revolucionarias de la violencia, Edito-
rial Sudestada, Buenos Aires, 1968. Seguimos la reedición de este texto en: Carri,
Roberto, Obras completas, t. I, Biblioteca Nacional, Buenos Aires, 2015, Prólogo,
540 pp. 281-285.
Duhalde, Eduardo Luis, Posfacio, en Isidro Velázquez. Formas pre revolucionarias
542, Ídem, p. 287.
de la violencia, en Carri, Roberto, Obras completas, t. I, Biblioteca Nacional, Buenos
Aires, 2015, p. 363. 543
fdem, p. 298.
256 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 257

generalizado de represión policial y esto era consecuencia de las formas El chacarero había implantado un sistema ordenado de explotación
que adoptaba la explotación capitalista y mercantil y del sistema de domi- de la tierra en el que el nomadismo indígena era un fenómeno que no
nación colonial imperante544. podía coexistir. Esta era la razón por la cual, decía Carri, nunca pudo
El caso Velázquez provocó que la policía provincial modernizara el haber acuerdo entre el inmigrante y el indígena.
aparato represivo frente a problemas de agitación que periódicamente A la separación en el plano económico, correspondía además una
surgían en esa zona.
diferencia visible en el color de la piel, base de los prejuicios antiindígenas
La excúsa del "salvajismo'' rural fr~nte a una "paz" urbana permitía que de los europeos, que se extendían contra el criollo, El nativo era conside-
lá institución policial y los propietarios rurales ejercieran una acción de rado inferior al inmigrante propietario o comerciante547.
continua violencia. La "guerra policial" desatada contra quienes se opusie- En las zonas ganaderas el problema racial era menor pero la situación
ran al poder establecido, era el método para mantener la paz y el orden económica y social del pueblo era similar en todas las áreas rurales de la
cuando no existía un consenso auromático545. provincia.
Carri destacaba que en el proceso de instalación de ch.acareros inmi- Carri describía que el pueblo criollo o indígena despojado de toda
gr¡¡.ntes en el Chaco podíá obs~rvarse cómo invariablemente el Ejército y riqueza material había forjado vínculos estrechos de solidaridad comu-
la policía, expulsaban y exterminaban al nativo para entregar la, tierra a nal: 'velázquez había expresado el grado de negación del sistema alcan-
personas de origen extranjero, principalmente europeos, desde la finaliza- zado por las clases populares. En definitiva, el problema era político y no
ción de la Primera Guerra MundiaL
policial, la "barbarie" era la elemental negación para aceptar los valores de
Hacia los años sesenta las tierras fiscales se otorgaban a extranjeros la sociedad opresora.
e¡ so¡:iedades ,forestaÍ~s o azucareras, nunca al indio, a excepción de las El análisis que realizaba Carri no fue estrictamente local o provin-
colonias y muy pocas veces·al criollo. No se hacía ningún esfuerzo de ciano, muy por el contrario. Desde el golpe de Estado de 1955, la oligar-
integración, sino que se los convertía en peones sin acceso a la propiedad quía monopolista argentina había establecido un nuevo y más estrecho
de la tierra. La, posesión de la tierra'generalmente iba acompañada por la sistema de relaciones con el imperialismo, especialmente norteamericano
tez blanca del inmigrante y sus descendientes; "el nativo -indio o crio- o europeo no inglés548.
llo- une a su pobreza el color más '()S Curo de su piel"546.
'Las regiones coloniales internas de la oligarquía -como la del
El sistema de colonias mantenía el aislamiento del indigena y su subor- <;:haca- y los monopolios extranjeros cumplían con todos los requisitos
dinación y, ese aislamiento, según Carri, producía extrañamiento respecto efe las sociedades coloniales: los beneficios de las grandes explotaciones
dé los valores de la sociedad oficial; como contrapartida, una mayor iden- agrícola-industriales se reinvertían fuera de la zona productora, el trabajo
tificación con los perseguidos por la justicia. Isidro Velázquez funcionaba asalariado era la norma, se producía la ruina de la economía campesina, y
como una especie de válvula de escape de la cólera acumulada en la sociedad. se mantenían las formas institucionales de poder de tipo paternalista
y represivo militar o policiaL Pero, por otra parte, el imperialismo de
"" Ídem, p. 330.
545 Ídem, pp. 303-304. 547 Ídem, p. 305.
546 ídem, pp. 294-295. 548 fdem, p. 319.
258 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 259

adentro y afuera impulsaba otro proceso colonizador de carácter inverso: indica la pertenencia de Carri a una sociología tercermundista, portando
la absorción de población proveniente de regiones más atrasadas aun, en este texto un fanonismo ostensible en la visualización de una violencia
como Bolivia, el sur de Chile y Paraguay. que se ofrecía como autoconocimiento y recuperación de identidad para
los colonizados que las metrópolis ponían fuera de la ley55 2 •
Frente a esta situación, al trabajador asalariado no le quedaba otra
posibilidad que la huida de esa zona para ir a poblar las villas miserias ,Lo cierto es que los escritos del pensador martiniqués ya• circulaban
urbanas. Las ciudades de la región eran relativamente más modernas que en Argentina desde hacía algunos años en la ,discusión nacional, funda-
el campo, pero en las villas se reproducía la degradación que en el campo mentalmente por la. divulgación de su última obra Los condenados de la
había comenzado. De la misma forma, esto ocurría en las villas de Bue- tierra, como también por la aparición de una temprana biografla55 3•
nos Aires y otras grandes ciudades del litoral, concentraciones humanas 'Roberto Carri escribió este texto que seguimos durante la dictadura
que eran expresión de la coexistencia de dos sociedades antagónicas en de Onganía, y fue un joven· contemporáneo de un ya maduro Arturo
el país549. .
Jáuretche, quien también se refería a la colonización distinguiendo la inter-
Los colonizados huían de sus provincias y se radicaban en las villas vención directa o indirecta del imperioss 4. Este gran escritor argentino
miserias, mostrando a la propia capital el sistema colonial de las econo- decía que cuando los imperios ejercían el dominio político directamente
mías ¡;rovinciales. Desde una perspectiva crítica, Carri señalaba que no ~e itpponían por la persuasión de la artillería, pero cuando preferían man-
era tan importante el progreso o atraso relativo de estas áreas sino las ten~r la ficción de la autonomía jurídica -la apariencia de la soberanía-,
relaciones sociales y políticas que se establecían, es decir, la política policial la ;colonización se hacía por medios indirectos, esto es, tenían la habilidad
utilizadasso. de ~rear una pedagogi¡1 colonial para que no se percibiese la situación real
sino más bien que esta pedagogía sea su colaboradora.
La violencia del sistema era absoluta, aunque apareciese encubierta y,
para él, solo .en momentos de crisis aparecía la verdadera cara del régimen. jauretche proponía, además, que pensemos en dar vuelta el planis-
ferio y que el polo sur queae por encima del polo norte porque d~ este
El caso Velázquez había que analizarlo como producto del despojo
modo nuestra visión cambiaría totalmente. El sentido de los valores
colonialista cor¡la particularidad de que la forma en que se manifestaba
culturales era el que había permitido, entre otras cosas, la orientación de
la rebeldía popular era típicamente rural. En las ciudades, los sectores
los mapas555.
que habitaban las villas miserias y deambulaban buscando trabajo expre-
saban el rechazo de otra forma, los delincuentes probablemente expresa-
ban esta rebeldía individualmente, pero era muy diflcil que se produjese ssz~ González, Horacio, "Roberto Carri: bandolerismo y ensayo social'; en Carri,
Roberto, Obras completas, t. l., ob. cit., p. 355.
una identificación colectiva como pasó con Velázquez551.
553 Ver sobre ello, por ejemplo: Delich, Francisco, "La teoría de la revolución en
Con la agudeza de siempre, Horado González, el sociólogo de su Frantz Fanon: Pasado y Presente, año 1, enero~marzo, Córdoba, 1964, pp. 338~347;
generación y uno de los intelectuales argentinos más importantes, nos Fernández Pardo, Carlos, 'i\cerca de Fanon: Antropolog{a del Tercer Mundo, n° 4,
año 2, Buenos Aires, 1970. Acaso su primera biografía en América Latina: Fernán·
dez Pardo, Carlos, Frantz Fanon, Editorial Galerna, Buenos Aires, 1971.
549 fdem, p. 320. 554 Jauretche, Arturo, La colonización pedagógica, Departamento de Extensión Univer,
sso Ibídem. sitaria, Universi¡:lad Nacional dd Nordeste, Resistencia, 1968.
555 Jauretche, Arturo, ob. cit., p. 23.
551 fdem, p. 324.
260 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 261

El mapa de la criminología recién se daría vuelta con la aparición de


la Escuela Latinoamericana de Criminología Crítica, casi como un guiño
dirigido a Jauretche.

La primera escuela de criminología crítica latinoamericana: en


Maracaibo no se habla-el mismo idioma. La violencia estatal es
delictiva y no se oculta

Al inaugurar el Congreso Internacional de Criminología de Mara-


caibo de 1974, Lola Aniyar de Castro, sostuvo que en nuestro continente
la violencia era todo o casi todo. América Latina era el continente con
mayor violencia de contenido crin¡.inológico y de mayor violencia insti- .,
tucional y estructural: aquí se olía a sangre556. ,,
En nuestro margen, como en otras partes -agregaba- cuando la
violencia se volVía habitual· y general, se banalizaba. En nuestro conti- Lola Aniyar de Castro

nente neis estábamos acostumbrando a los más sangrientos homicidios,


las guerras más miserables y crueles, la explotación del hombre por el .El debate en torno a la violencia que iba a desarrollarse en Venezuela y
hombre. En amplia: zonas de América Latina a diario se derrámaba san- que se inició los años setenta ponía en evidencia el problema que rodeaba
gre obrera y de estudiantes y se perfeccionaban los sistemas de tortura. a la criminología contemporánea norteamericana y europea: tanto el
El continente entero era ~na larga historia de depredación de culturas de !_as definicionessss como la del compromiso político del criminólogo
y explot~ción del indio. La desnutrición crónica provocaba que de tres ,con la realidad social, pero en América Latina silbaban las balas.
a cuatro niños latinoamericanos muriesen por hambre y condiciones ¡De qué hablábamos cuando nos referíamos a la violencia/; ¡la violen-
sépticas. El Estado en todas estas cuestiones no era una entelequia, sino cia era ejercida tan solo por aquellos que definíamos como delincuentes/;
que tenía un rol protagónico. ¡e~is,tía una violencia que no fuese individual o podía hablarse de una
Violencia en nuesc,ro margen entonces, para Lola Aniyar de Castro, violencia institucional/; ¡qué rol tenía el criminólogo/
era todo o casi todo: desde el gesto agresivo individual hasta las imposi- La respuesta a la presentación efectuada por la criminóloga vene-
ciones culturales y económicas del sistema557. zolana tuvo su contracara en la voz del ya citado criminólogo francés,

556 Aniyar de Castro, Lola, "Presentación': en Los rostros de la violencia, XXIII Curso 558
La criminología crítica europea en Maracaibo esruvo representada por sus mejores
Internacional de Crminología (28 de julio~3 agosto de 1974), Maracaibo, Universi- plumas con estos textos: Christie, Nils, "Definición del comportamiento violentó;
d:¡d del Zulia, p. 7. en Los rostros de la violencia, ob. cit., pp. 27 y ss. y Cohen, Stanley, "Recientes pers~
557 Aniyar de Castro, Lola, "Sesión inaugural: palabras de instalación del XIII Curso pecrivas sociológicas sobre la violencia juvenil~ en Los rostros de la violencia, ob. cit.,
Internacional de Criminologíá; en Los rostros de la violencia, ob. cit., p. 16. pp.134 Y SS.
262 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 263

Jean Pinatel, que presidía en ese entonces la Sociedad Internacional de como ocurría en Irlanda del Norte; cuando a nuestra América morena se
Criminología. Para este autor, solo se podía hablar de violencia cuando le querían imponer cánones para seguirla explotando y subyugando con
las pasiones políticas resultaban extrañas en los debates. El enfoque patrones económicos y hasta políticos, para no permitirle su expresión
tendría un objetivo ,sere,no porque el crir,ninólogo como especialista de cabal, no darle la jerarquía y la importancia que como continente produc-
las ciencias sociales -decía- debía hacer abstracción de sus ideologías tor tenía en el mundo. La ira y la violencia -decía- también venían de las
personales y someterse al hecho, únicamente al hecho559. prisiones cuando no había trato humano, cuando existía hacinamiento,
Los hechos, sin embargo, demostraban que la criminología tradicio- cuando no se había logrado construir un ladrillo destinado a humani-
zar, cuando en realidad se estaban construyendo cementerios560.
nal europea había ignorado por lo menos. un genocidio en su propio
continente, como taml;>_ién las consecuencias del control social colonial. La violencia institucional aparece en Maracaibo como punta de lanza
Esta criminología que defendía el famoso criminólogo francés -como en la perspectiva de esta nueva criminología latinoamericana, que fue
vimos- no se ocupaba de la acción de los ejércitos que irrumpían terri- muy diferente a otras, pues aquí se contaban los cadáveres de a miles,
torialmente otros países, omitía el conflicto en Indochina, Vietnam, los aquí la tortura era una práctica habitual y los criminólogos de esos años
asesinatos políticos, como también las torturas y muertes producidas en no ig,noraron esta realidad al analizar la violencia.
Argelia, consideradá territorio francés hasta la liberación en 1962.
La criminología crítica europea -como señalamos- aunque con-
A decir verdad, la sumisión al hecho que reclamaba Pinatel era muy temporánea a esta criminología latinoamericana, también se trans-
selectiva, ya que en su criminología solo eran consideradas las conduc- formaba pues dejaba de lado la visión imperante que se centraba en el
tas individuales en los delitos convencionales: homicidios, violaciones, delincuente para tomar en cuenta al sistema o los procesos de creación
robos, etc.; la criminalidad del poder fuera local o colonial era ajena a sus de normas561 pero, al mismo tiempo, omitía los crímenes del colonia-
consideraciones. lismo y el control social brutal al que eran sometidos todavía los pueblos
colonizados; la criminología norteamericana, en su versión radical562,
Los hechos indubitables en nuestra A~érica Latina, además de los
delitos convencionales lo configuraban las muertes masivas y violentas,
las torturas, las detenciones ilegales cometidas por los Estados sobre una
560 Marín <;Jómez, Otro, "Sesión inaugural: palabras pronunciadas por el Ministro de
parte de su población. Justici~; en
Los rostros de la violencia, ob. cit., pp. 23~24.
Desde un iniáo el Congreso de Maracaibo estuvo marcado por estas 561 Además de los textos de Stanley Cohen y Nils Christie ya citados, en especial:
Taylor, Iang~Walron, PauliYoung.Jock, The New Criminology:Jor a social theory of
diferencias conceptuales e ídeológícas. Más aún, se hicieron manifiestas deviance, Harper Row, Londres, 1973 (traducción castellana: La nueva criminolog{a.
desde el Estado venezolano en esa oportunidad. Contribución a una teoda social de la conducta desviada, Amorrortu~ Buenos Aires,
1975); de los mismos autores:"Criminología crítica er\ Gran Bretaña: reseña y pers·
Su ministro de Justicia señalaba que la ira y la violencia venían cuando pectivas" en Criminología cr{tica, ob. cit., pp. 21·88.
una minoría blanca en África quería dominar por artificio de la política a una 562 Ver, entre otros: Quinney, Richard, The Social Reality oj Crime, Little, Brown and
mayoría negra; se desencadenaba cuando se incomprendían religiones Company, Boston. 1970; Schwdinger Herman·Schwendinger, Julia, "Defenders of
order or Guardians of Human Righrs'; Issues in Criminology, vol. ?• n° 2, Berkeley,
1970; Quinney, Richard, "Una filosofla crítica dd orden legal'; Capítulo Crimino·
9
55 Pinarel, Jean, "Sesión inaugural: palabras pronunciadas por d presidente de la lógico, n° 3, Maracaibo, 1975, pp. 119·130; Platt, Tony, "Proposiciones para una
Sociedad Internacional de Criminología'; en Los rostros de la violencia, ob. cit., p. 21. criminología crítica en los Estados Unidos'; Capítulo Criminológico, n° 3, 1975,
264 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRJCA 265

por el contrario, no olvidó que las bombas nucleares inauguraban una pero también conoció como director de hospital psiquiátrico algo que era
nueva .forma de dominación imperial como control social global, ni las semejante a la prisión: el manicomio. Para el hombre moralmente torcido
intervenciones militares en América, África y Asia, como tampoco, en su -'-decía-, correspondía la cárcel; para el hombre enfermo de espíritu, el
propio territorio, dejó de analizar la lucha negra por el reconocimiento de manicomio: era esta la gran conquista de la ciencia.
sus derechos, ni el feminismo.
Ahora bien, Basaglia explicaba que en el tercer mundo la violencia
Años más tarde, el criminólogo' belga Séverin Versele advertía ante las eh explícita sin necesidad de justificaciones teóricas como en el primer
Naciones Unidas que además de la cifra negra de los delincuentes que mundo. En nuestros países la violencia no necesitaba encubrimiento.
escapaban a toda detección oficiaL existía una cifra dorada de delincuentes I:.a ciencia no era llamada para dar sus razones porque la violencia o la
que detentaban el poder político y lo ejercían impunemente, lesionando amenaza de violencia en regímenes militares era suficiente para garanti-
ciudadanos y colectividad en beneficio de su oligarquía, o que disponían de ¡:;¡.r el orden público. Cuando el pueblo tomaba conciencia y reclamaba
un poderío económico que se desarrollaba en detrimento de la sociedad563. r:spuestas directas a sus necesidades, la estrategia imperialista volvía
Esta definición de delincuencia dorada permitiría a Lola Aniyar de a¡ asesinato y la masacre como sistema arcaico de colonización, como
Castro, incluir a la criminalidad política, especialmente a las guerras ocurrió en Chile. Cuando la violencia legalizada representada por las
coloniales e imperialistas (como,. la de Indo china, .Corea o Vietnam); el instituciones ya no servía, la violencia se volvía institucional, sin necesidad
genocidio (desde el Holocausto hasta el de Biafra y la Amazonia), como d<¡ coberturas o mistificaciones científicas. Se mataba, se torturaba y se
así· también las torn¡ras oficialeS, la brutalidad policial, especialmente la eliminaba a quien había descubierto el juego y buscaba los instrumentos
violencia de la policía polítíca564; adecuados para salir de él.

La intervención del psiquiatra italiano Franco Basaglia en el Congreso Estos tipos diversos de violencia (explícita o legitimada por ideologías
de Venezuela fue esclarecedora pues dejaba en claro algunas cuestiones científicas) eran las distintas modalidades de control en relación con los
que eran centrales para entender cómo se legitimaba la violencia institu- c\iferentes grados de desarroJlo de los países y sus regímenes políticos.
cional en países desarrollados como en países subdesarrollados. Para Basaglia, quien tenía el poder siempre encontraba la manera de
Como prisionero político del régimen fascista, Basaglia había cono- legitimar violencia, simplemente imponiéndola o quizás juntando los
cido desde adentro la prisión a· la que definía como un "estercolero"565, diversos elementos de que disponía, hasta llegar a humánizar la tortura, al
)Sarantizar al torturado la asistencia de un psicólogo o la asistente social566,
La criminóloga venezolana Rosa del Olmo, por su parte, iba a desen-
Maracaibo, pp.105~117; Riera Encin?Za, Argenis, HEI movimiento radical deBer-
keley: un ejemplo de teoría y praxis criminológica: Capftulo Criminológico, n° 9/10, trañar lo que ocurría en los países centrales y los países periféricos sobre
Maracaibo,)981-1982, pp.113-132 la violencia institucionahomo también el rol de la criminología y los
563
Versele, Carlos Severin, Les chiffres dorées de la delinquance, trabajo preparado para criminólogos latinoamericanos.
el European Consortium for Political Resd.rc~ Lovaina, 8-13 abril, 1976.
564
Nuestra formación socioeconómica -decía- presentaba caracterís-
Aniyar de Castro, Lola, Criminología de '¡a reacción social, Universidad del Zulia,
Maracaibo, 1977, p. 91. ticas, muy definidas de dependencia económica, cultural y política, que
565 Basaglia, Franco-Basaglia, Franca, "Violencia en la marginalidad. El hombre en la
566
picota': en Los rostros de la violencia, ob. cit., p. 77. Basaglia, Franco-Basaglia, Franca, ob. cit., p. 83.
266 ALEJANDRO ALAG!A J RODRIGO CODINO
I:A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA
267

debían ser tomadas muy en cuenta para entender nuestra violencia. La


historia de América Latina, tal como lo señalaba Eduardo Galeano567,
la violencia estructural era determinante. Pero, además, esta violencia se !'
mantenía reforzada por la violencia institucional. La mayoría de los países
había sido la historia de i~usticia, rapiña y explotación que continuaba
d¡: América Latina se caracterizaban por formas de autoridad ilegítima
l
hasta nuestros días y se reflejaba no splo de afuera hacia adentro sino '
gue se mantenían en el poder gracias a la tortura, los encarcelamientos
dentro de nuestros propios países568. 1
ilegales y los asesinatos.
La criminología latinoamericana tenía que percibir la realidad de
nuestra región caracterizada por la injusticia en todos sus niveles y el pre-
dominio c\e una violencia estructural que tenía como corolario a la vio-
La cri111inología tradicional olvidaba estos hechos por no presentar
n¡ayor interés para su qisciplina. Esta criminología prefería limitarse a
l
estudiar, por ejemplo, cuando un campesino mataba a otro, cuál era la mo- 1
lencia institucional, decía Del Olmo. i
p~ación que le;> llevó a ser tan violento, y concluye generalmente que la
En América Latina no podía partirse de la violencia individual pues
esta no era más que el reflejo de aquella violencia y no producto exclu-
~.briedad era la responsable que se desencadenaran estos "instintos" agre-
sivos que ameritaban de un estudio psicológico. Para esta criminología,
¡
sivo de patologías indíviduales aisladas569. Para ello, teníamos que tener no, se trataba en ningin momento de ubicar ese hecho violento dentro 1
presente lo que había señalado Frant;z Fanon desde otra perspectiva
tercermundista. La criminalidad, la impulsividad y la violencia 'no eran
del contexto social, por cuanto eso implicaría profundizar en una rea-
.
lidad que le era demasiado perturbadora571.
¡
la consecuencia de une organización del sistema nervioso particular en
'
i
el individuo ni de una originalidad en el carácter sino consecuencia directa Rosa del Olmo también se preocupó por la diferencia entre la defi-
de la situación coloniaf57o. nición legal y real, es decir, de cómo se definía lo que era delito y quién 1
" e~a delincuente. En América Latina, deáa, solo eran calificados como de-
Si el criminólogo pretendía estudiar la violencia, según Rosa del lincuentes y cometían delitos los de "abajó; los de "arribá' responsables
Olmo, no podía limitarse solo al tipo de violencia individual porque se de asesinatos, torturas y encarcelamientos injustos nd eran delincuentes
1
1
obtendría ·una visión distorsionada de la realidad. En América Latina
no podía ignorarse la violencia del nordeste del Brasil o las poblaciones
indígenas del Altiplano, los obreros de las minas de estaño o cobre, los
en la praxis latinoamericana.

Por ejemplo, señalaba que el régimen brasileño se caracterizaba por


¡
1
trabajadores de los ingenios azucareros o los arrozales, o los habitantes insti,tucionalizar el terror, contar con más de doce mil presos polítiCos,
de los ranchos, de las villas miserias o las multitudes desnutridas, de la dos mil,ejecuciones cometidas por escuadrones de la m~erte y el genoci- 1
niñez condenada al analfabetismo y la ignorancia.
En estas condiciones de vida en las que se encontraba más de la mitad
dió dé indios, así como traficar con esclavos y emplear sistemáticamente
la ro/cura. En Uruguay se recurría a la tortura en forma generalizada
con métodos terribles como obligar a la persona a quedarse de pie por
¡
de la población latinoamericana la violencia era inevitable y, por lo tanto,
dos 'o tres días, aplicarle corriente eléctrica en partes sensibles del cuerpo 1
o ut.¡lizar "el submarinó; es decir, zambullidas en agua hasta dejar casi
567
Galeano, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Siglo XXI, México, 1971. iné0nsciente a la persona que lo sufría. En Chile, el golpe de Estado de
56
8 Del Olmo, Rosa, "Limitaciones para la prevención de la violencia. La realidad lari, Pinochet produjo treinta mil detenciones y mil quinientos muertos, entre
noamericana y la teoría criminológica': en Los rostros de la violencia, ob. cit., p. 297. otras cosas. En Guatemala, los miembros de los cuerpos de seguridad
569 Ídem, p. 298.

°
57
Fanon, Frantz, "Les damnés de la terre~ en Frantz Fanon Oeuvres, ob. cit., p. 672. 571
Del Olmo, Rosa, ob. cit., pp. 299-300.
268 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO
LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA
269

no tenían responsabilidad penal por homicidios y los partes policiales y


militares se consideraban plena prueba en los juicios. dominante aparecía entonces como el paso inicial para acabar con el
autoengaño porque únicamente de ese modo se podría planificar una
En América Latina los criminólogos latinoamericanos no querían ~riminología nueva, ojustada a nuestra realidad5 74.
reconocer que la violencia "ilegítimá' empezaba por la administración de
justicia misma, es decir, por el Estado. Fuera de las ponencias presentadas por los representantes de distin-
tos países que concurrieron a Venezuela en 1974, las anécdotas de lo
Esta situación, de la criminología y el criminólogo en particular, Rosa ocurrido en Maracaibo no dejan de cobrar sentido para entender lo que
de! Olmo la veía como una forma de dependencia."EI criminólogo latino- se, estaba discutiendo575:
americano como regla general obedece al modelo de hombre dominado,
ya que es dependiente del criminólogo extranjero y concretamente de los
.1) La embajada de un país latinoamericano se comunicó con el
temas de moda de la criminología de los países desarrollados"S72. ~omité organizador y, en ejercicio de funciones policiales, solicitó los
antecedentes y la filiación política de los participantes.
Esta colonización interna provocaba 4na fu.Jta qe correspondenci:¡
2) La presencia del sociólogo Robert Stapks puso en jaque la hege-
con la propia realidad socjal. Al criminólogo latinoamericano le intere-
monía del discurso de la sociología blanca norteamericana.
saba mucho más lo que pasaba en· Europa que lo q]le sucedía en su país
u otros de América Latina. 3) La Junta Militar del Gobierno chileno había ofrecido enviar una
delegación que participaría con una ponencia sobre "La psicología del
La falta de comprqmiso del criminólogo con la realidad en la que vivía,
,. extremista" y aunque esta nunca participó y el texto no fue enviado,
lo había llevado a ignorar una serie de hechos relacionados directamente
Lola Aniyar decía que le había impedido saber si el mismo no era más
cpn !a d!'lincu,en¡¡ia porque había seleccionado solq aquellos que se
que una anatomía de su propio sistema.
encontraban en ,m¡est;as cárceles y olvidado todos los procesos discrimi-
natorios o selectivos de la administración de justicia. 4) Las ponencias efecruadas por los representantes de Puerto
7
Rico5 6 y BrasiJ577 fueron objeto de rechazo por los participantes pues
Esta a1,1sencia de comprot¡:¡iso se explicaba para Del Olmo no solo por
s,u enojenación y deformación intelecrual frente a su realidad social, sino escamoteaban la realidad de la violencia en Brasil y porque falseaban
'las causas de la violencia y el delito en Puerro Rico, lo que motivó
también porque se habían formado dentro de la profesión del Derecho
'qu,e la delegación de este último país abandonara el Congreso con
que no tenía otra finalidad que preservar el orden establecido. La roma
de consciencia de lo que ocurría en las ciencias sociales debía servir para una carta de protesta. A lo~ representantes brasileños se le reprochaba
reconocer su estancamiento y desarrollar una criminología propia573,
' 574 Ibídem.
Para mirar hacia el futuro, la profesora venezolana, proponía explorar
575
en la propia realidad socia\. Casi en la totalidad de los países de América Estas referencias las reseñó detalladamente Lola Aniyar de Castro en: "La historia
Latina estaban sometidos .a modelos de Gobierno que podrían calificarse aun no contada de la criminología latinoamericana (1974-1986), en Criminología de
la liberación, Universidad del Zulia, Maracaibo, 1987, pp. 3-19.
como fascismos coloniales. El cuestionamiento de la propia criminología 576
Toro Calder, Jaime, "Violencia individual en Puerto Rico'; en Los rostros de la vio-
lincia, r. 11, ob. cit., pp.ll0·116.
572 Ídem_ p. 302. 577
Pizzoti Mendes, Nelson-Alves Da Silva, Edevaido, "A violencia na área Metro-
573 Ídem, p. 307. politana do grande Sao Paulo- Brasil'; en Los rostros de la violencia, t. IL ob. cit.,
pp. 38-70.
270 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 271
;·,.

haberse circunscripto a los delitos de tránsito en un momento en el por parte de quienes se interesaban en la violencia criminal. Estudiar al
cual el fenómeno de la violencia política en ese país era uno de los más t~rrorista y al genocida, estudia.r el fenómeno de la represión homicida
agudos y sangrientos de la época y los portorriqueños que hubiesen y las bandas fascistas, todo eso ,era objeto de nuestra ciencia y cerrar la
alegado que no era violencia que en Puerto Rico se les impusiera el V puerta a esa posibilidad era deshonesto, parcial y acientífico5 79.
inglés como lengua y el dólar como moneda porque su nacionalidad ~
era, en primera instancia, la norteamericana57s. '' Las síntesis de las conclusiones aprobadas en este Congreso afirmaban
.>'
en primer lugar la necesidad de elaborar un,,rensamiento o una reflexión
En las discusiones finales de este XXIII Curso Internacional de Cri- criminológica de América Latina sobre la base de sus comunes datos
minología, que se enmarcaban dentro de las actividades de la Sociedad vitales, esto es, subde8arrollo, inestabilidad política e injerencia de los
Internacional de Criminología que poseía un estatuto consultivo de las medios de comunicación masiva. Péro, además, se recomendaba algo muy
Naciones Unidas, los representantes del establishment -encabezados ;¡_¡ novedoso para esos tiempos: la eliminación progresiva de las (nstituciones
por su Presidente Jean Pinatel- afirmaron que no estaban dispues- ~
carcelarias cerradas, la incorporación & fórmulas legales que permitieran
tos a auspiciar o a publicitar problemas considerados de estricta natura- "'' suspender el proceso Y, la pena, la ,participación actjva de distintos gru-
leza política que pudieran comprometer la armonía interria del concierto pos sociales en la elaboración de las leyes, la progresiva eliminación de la
de naci~mes que la integraban, por lo ,que sugirieron que las conclusio- característica represiva y discriminatoria en la labor policial, la reorgani-
nes debían reflejar solo una preocupación local, es decir, tercermundista. zación de la justicia pe~al juvenil, entre otras propuest~s.
En el acto de clausura, Lola, Aniyar de Castro en calidad de directora Fue de singular trascendencia el repudjo ,de los actos de violencia
del Curso y secretaria general del Comité Organizador, rechazó esta pro- estatal ejercidos contra la población indígena eh los países latinoamerica-
puesta y sostuvo que sería deshonesto ignorar las proposiciones de más nos, la denuncia de la violenci¡¡ institucional en las dictaduras de Brasil,
de 250 participantes que representaban a más de 24 países y que fueran Gúatemala, Uruguay y Bolivia, la denuncia del régimen de terror fascista
redttcidas al ámbito de un encuentro regional. en, C,hile y la alerta al mundo para impedir la represión, lá tortura y el
Lola Aniyar de Castro sustentó con razón que, para la nueva crimino- fusilamiento de ciudadanos chilenosSBO; también lo fué la decisión de los
logíá larirtoamericana, el interés sociopolítico no podía ser ajeno al que- criminólogos de denunciar esta situación ante el Tribunal Russell II, que
hacer criminológico y, muy por el contrario, era el soporte fundamental s.e había constituido a fin de recoger las denuncias por violaciones a los
de esta nueva visión de la criminología, de este modo se acercaba a lo derechos humanos en América Latina.
establecido por sus colegas norteamericanos. El congreso de Maracaibo representó el inicio, para América Latina, de un
:.;
¡Dónde empezaba la criminología y dónde terminaba la criminalidad/ :~'
esfuerzo combinado por entender la criminología· en forma crítica y bajo
¡Era posible sostener que la preocupación sociopolítica enmascaraba el ~.
una concepción que la ubicaba, por vez primera, en el terreno sociopolítico581 ,
problema del crimen en nuestra realidad, como nos decía Pinatel/ !!',,
fq~
{ 579 Aniyar de Castro, Lela, "Palabras de clausurá: en Los rostros de la violencia, c. Il,
La tortura y la muerte oficializadas en esta enorme y populosa región !(
pb. cit., pp. 293-294.
del mundo eran criminalidad y, por lo tanto, debían ser objeto de estudio
580 Ver: "Síntesis de recomendaciones aprobadas por los participantes reunidos en
ocasión del XIII Curso Internacional de Criminología y II Jornadas Venezolanas de
Aniyar de Castro, Lola, "Un largo editorial: la historia no contada de la criminolo~
578
Crirninologia'; en Los rostros de la violencia, ob. cit., pp. 303·304.
gía latinoamericana~ Capitulo Criminológico, n° 9/10, ob. cit., p.14. S8l Aniyar de Castro, Lola, Criminolog{a de la liberación, ob. cic., p. 7.
272 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO ,LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 273

Las denuncias por represión y violación sistemática de los ·En noviembre de 1966, apenas algunos meses después de la reunión
derechos humanos en América Latina en el Tribunal Russell II de la Tricontinental en La Habana, Bertrand Russell convocó en Londres
y la doctrina de la seguridad nacional en la región a constiruir un organismo q¡¡e examinase y juzgase los crímenes cometi-
dos por los Estados Unidos en Vietnam, al que se denominó "Tribunal
Internacional para los Crímenes de Guerrá: aunque más tarde llevaría el
nombre de quien lo había propuesto; Tribunal Russell.
La primera reunión ruvo lugar en Estocolmo, en mayo de 1967, y
fue Eresidida por Jean Paul Sartre, la segunda en Copenhague bajo la
presidencia de Lelio Basso. Sartre señalaba que tenían plena consciencia
de no tener mandato alguno para la realización de este evenro pero que,
al mismo tiempo, nadie podría otorgarla. Este Tribunal -decía- no
sustiruía a ningún poder establecido, sino que había nacido en realidad
de un vacío instirucional.
Este vacío al que hacía alusión Sartre se refería a la falta de orga-
nismos internacionales oficialmente constiruidos y capaces de juzgar los
crímenes de guerra. Los Tribunales de Nuremberg y Tokio eran apenas
organismos que aplicaron el derecho de los vencedores y justamente por
eso se había cuestionado su legitimidad.
El coordinador de las sesiones fue el escritor yugoslavo y viejo comba- l
tiente de la resistencia europea, Vladimir Dedijier y entre las veinticinco
personalidades que la integraban se encontraban Günther Anders, Isaac i
D~utscher, Gisele Halimi, James Baldwin, Simoine de Beauvoir y tres
latinoamericanos: el escritor argentino Julio Cortázar, el expresidente
mexicano Lázaro Cárdenas y la cubana Melba Hernández582.
Años más tarde en Bruselas, en noviembre de 1973, nació un segundo
Tribunal que se llamaría, en homenaje a quien tomó esta iniciativa para
Vietnam,"Tribunal de Russell II para la represión en Brasil, Chile y Amé-
rica Latiná: cuyos encuentros tuvieron lugar durante dos años en Roma
TRiBUNALE RUSSELL Ir
PER LA REI'RESSIONE IN 58 2 Filippi, Alberto, "Derechos vs. dictaduras" en De las dictaduras a las democracias.
Experiencias institucionales comparadas: Brasil, Uruguay, Chile, Argentina (1964,
llf!ASILE. CILE E AMERICA LAriNA 2014), Filippi, Alberto· Niño, Luis (dir.), Editorial Ministerio de Justicia y Dere,
ches Humanos de la Nación, Buenos Aires, 2016, p. 38.
274
ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO · . LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA ' 275

(del 30 de marzo al 5 de abril de 1974), Bruselas (delll al18 de enero de


A fin de hacer frente a esta lucha, se firmó enRio de Janeiro el Tra-
1975) y nuevamente en Roma (del10 al17 de enero de 1976).Años más
ta4o)nteramericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947. Estados
tarde, en 1980, se expidió sobre el genocidio indígena en Brasil.
Unidos, de este modo, lograba un instrumento jurídico internacional de
Inicialmente, fue pensado para juzgar solamente la represión llevada acción, que le permitía afianzar su posición dominante en el continente
a cabo en Brasil desde el golpe de 1964, pero luego del golpe de Estado de,a~uerdo con la conveniencia del imperialismo norteamericano. No
en Chile en 1973, la viuda tle Salvador Allende solicitó formalmente que lÚe aplicado, por ejemplo, cuandó el coronel Castillo desde Honduras y
este Tribunal se Ócupara también de la situación chilena. No se trató, financiado por Estados Unidos invadió Guatemala y derrocó el Gobierno
decía Lelio Basso, de ir sumando países, sino que se advertía que entre nacionalista de Jacobo Arbenz en 1954, pero sí lo hizo a pedido del
el Ejército y la policía brasileños y chilenos existían acuerdos que con- ·Gobierno de Venezuela presidido por Rómulo Betancourt o más tarde
tribuyeron a la preparación del golpe de Estado en ese último país; lo cuando se invadió la República Dominicana en 1965 al considerar que
mismo ocurría en Uruguay y Bolivia. Esto demostraba que lo acontecido
' en pehgrosss.
estaba .
en Brasil no era solo un "caso" de dictadura militar sino un modelo que se Con posterioridad a la creación de la O EA, en 1948, y la firma de con-
extendía por toda América Latina5B3.
venios bilaterales y multilaterales, se creó la Escuela Superior de Guerra
Este modelo al que se recurría para explicar los.golpes de Estado en 'en 'Brasil que tenía como antecedente su símil norteamericano. Luego
América Latina no era otra cosa que el desarrollo de la visión geopolítica 'apareéerían nuevas esc,{elas militares como el Centro de Altos Estudios
o la idea de la guerra total que había surgido en Estados Unidos al finali- ~el fíjército Argentino, la Academia de Guerra del Ejército de Chile o el
zar la década del cuarenta.
.Centro de Altos Estudios Militares del Perú.

En 1946 el Gobierno norteamericano creó el National War College, Lps más calificados representantes de las fuerzas armadas acudían
en el cual se tratarían de estudiar y analizar los aspectos concernientes a \~§ academias de los Estados Unidos y el.canal de Panamá, en donde
a la seguridad nacional y desde donde se implementarían las políticas desarrollaban planes estratégicos para mantener una contrainsurgencia.
tendientes a la protección de pueblos amigos5B4. Cuando esto no fue posible de llevar a cabo por métodos no bélicos,
1¡} diplomacia norteamericana apeló a acciones violentas e ilegales como
La doctrina Truman, expuesta ante el Congreso americano en 1947,
el golpe de Estado contraJoao Goulart en Brasil en 1964, considerado
establecía como postulados fundamentales la necesidad de combatir el
como el principio de la institucionalización de la dictadura militar auto-
comunismo internacional en todos los lugares en que este amenazara
ritaria o la presión para la declaración de Estado de sitio permanente en
la existencia ,y paz de los "pueblos libres'; ya que estaría afectando, igual-
Colombia durante el Gobierno de Julio César Turbay Ayala5B6.
mente la seguridad de Estados Unidos.
El modelo al que hacía alusión Lelio Basso se perfeccionó a través
de distintas tesis que enfocaban los problemas de la geopolítica y la
Basso, Lelio, "Discurso inaugural~ 30 de marzo de 1974, en Chile, Bolivia y
583

Uruguay, Atas da Primeira Sesao do Tribunal Russell II (reedición del original en


italiano de 1975), Editora de la UFPB, Joao Pessoa, 2014, p. 36.
sss fdem, p. 67. Sobre la ocupación americana en República Donúnicana ver:
84
5 Riera, Argenis, "La doctrina de la seguridad nacional y los regímenes políticos Grimaldi, Hécror, Golpe y revolución. El derrocamiento de Juan Bosch y la intervención
contemporáneos'; en Criminología crítica, I Seminario, Universidad de Medellín, norteamericana, Santo Domingo, 2008.
Medellín, 1984, p. 66.
5B6 Riera, Argenis, oh. cit.
276 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO COD!NO . LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 277

geoestrategia desde diversos ángulos, que fue llamada "doctrina de la a).Brasil


seguridad nacional"587• Sus principales fuentes de inspiración habían
sido en efecto el pensamiento geopolítico europeo, la política estratégica La acusación contra el Gobierno de facto brasileño en el Tribunal
norteamericana·como la doctrina francesa de la contrainsurgenciasss. Russell II estuvo a cargo del exgobernador del estado de Pernambuco,
Fernando Tocora indicaba que estábamos frente a una ideologia del Migu'el Arraes.
~orden público" que pretendía el control total de la sociedad, al perseguir Atraes describió con precisión que desde el golpe militar del 1 de
toda ~esviación de sus concepciones. 'i\saltando al aparato estatal, los abril de 1964 el poder se encontraba concentrado en manos de un
militares la aplicaban, !lO importándoles que tuviesen que declarar una pequeño grupo de oficiales. El general que ocupaba la presidencia se
guerra. El enemigo: la sociedad. De esta manera, Estado y Sociedad arrogab~ facultades de cerrar el Congreso, las Asambleas Legislativas y
mostraban cómo podían llegar a un enfrentamiento an,tagónico. Si uno las Cámaras Municipales; poseía la facultad de revocar el mandato de los
de ellos estaba armado y el otro no, podían fácilmente preverse las con- senadores, diputados, jueces, militares~ funcionarios públicos; suspender
secuencias de esa guerra": los derechos políticos; confiscar bienes de cualquier ciudadano. El dere-
Pero además señaló que detrás de la doctrina de la s!'guridad nacional cho de habeas corpus, aunque se mantenía para los delitos comunes, fue
no solamente había up plan piloto, existía también un plan económico, ~boliclo para los prisioneros políticos.
en otras palabras: la salida del subdesarrollo comprendía un programa L:t'censura de la dictadura incluía a cualquier medio de divulgación a
inmediato de aumento de la pro~uctividad gracias al ir;cremento cuan- fin, de desinformar a la opinión pública: controles de diarios, radio, tele-
tioso de la inversión de capital extranjero a través de la deuda externa visión, cine, teatro, teléfonos, cartas, así como toda producción cultural y
contraída, En Brasil, país piloto en el continente de esta política hemisfé- artística, libros o músicas populares.
rica, se hablaría más tarde' de un "milagro económicó' 589.
Estas medidas estaban previstas por la legislación de la dictadura,
El tipo de régimen que se afianz;tba desde 1964 con el golpe de Estado pero los actos más graves eran practicados al margen de la ley: las tortu-
en Brasil presentaba rasgos de modelq,político590 y presentaría característi- ras r.las creaciones de órganos especiales para59 1•
ps sfmilares en Pruguay, Bolivia, Chile y, más tarde, en Argentina.
Si bien los bandos militares reformaron la Constitución brasileña, el
87
código penal de 1940 -tributario del Código Rocco italiano de 1930-
5 Sobre ello, el indispensable libro del criminólogo colombiano Tocara, Fernando, no'se modificó, salvo marginalmente, al mismo tiempo que procuraron
Política criminal en América Latina, Ediciones Librería del Profesional, Bogotá, 1990.
Sobre la doctrina de la seguridad nacional en Argentina, ver: Duhalde, Luis Eduardo, mantener la misma magistratura. Los militares en el poder preferían la
El Estado terrorista argentino, Argos Vergara, Buenos Aires, 1983, pp. 32 y ss. aplicación de un derecho penal especial (la ley de seguridad nacional) que
sss Riera, Argenis, ob. cit., p. 72. Sobre la influencia en la dictadura argentina y fuera aplicable indiscriminadamente a cualquier persona sospechada de
chilena, ver: Robin, Marie~Dominique, Escadrons de la mort, Ucole, Franyoise, La oponerse al régimen y que fuera llevada frente a tribunales de excepción
Découverte, Paris, 2004.
como los Consejos Militares.
589 Tocara, Fernando, "Política criminal y dictaduras militares de seguridad nacional
en América Latiná: Capítulo Criminológico, n° 14, Universidad del Zulia, Mara-
caibo, 1986, p. 124.
591 Arraes, Miguel, "Acusacao contra o governo brasileiro: en Brasil, violacao dos direi-
59o fdem, p. 79. tos humanos, Tribunal Russell II. en Editora de la UPFB,Joao Pessoa, 2014, p. 45.
278 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 279

A través de una academia complaciente con el Ejército y dispuesta a que tutelaban su propia conservación o, dicho de otro modo, no eran otra
avalar el golpe de Estado y la violación sistemática a los derechos y liber- cosa que un derecho de conservación de la· propia nación.
tades individuales cometidos por la dictadura brasileña, se intentó sentar
En la difícil coyuntura político social de estos años, creía Pessoa, las
las bases jurídicas fundando un derecho a la seguridad nacional.
¡eyes penales que se sancionaban eran ideológicas y combatían la subver-
El profesor de la Universidad Federal de Pernambuco, Mario Pessoa, sión interna-externa del comunismo internacional que pretendía una vio-
decía que "el derecho a la seguridad nacional, en sentido estricto, era un lenta sustitución institucional594•
conjunto de normas jurídicas, codificadas o no, las cuales objetivamente
tendían a conferir al Estado el mantenimiento de un orden socio-polí- El Código Penal y los jueces estaban, entonces, destinados a for-
tico-jurídico, indispensable para salvaguardar los valores o características mar parte de una fachada del régimen, una ilusoria apariencia de civismo
nacionales, con11].Ínando con penas a quienes mediante hechos criminales jurídico, completamente afuera del circuito de poder, que ofrecía la ima-
ofendieran o amenazaren a ese Estado"592, gen de un B.rasil indulgente con los ladrones de gallinas y severo con
otros delitos.
En'términos exacto's, agregaba, el derecho de la seguridad nacional tute-
laba aquello que era "nacional" o sea, la protección de aquellas características No obstante, esa fachada entraba en contradicción con una de las más
que hacían a la nación brasileña. Estas ehn, según este autor: meta raciales, brutales creaciones de la organización estatal brasileña: los· escuadrones
territoriales, idiomáticas, religiosa.s, históricas culturales y psicosociales. de la muerte 595 .

Este derecho, decía Pessoa, era un derecho especial vus specialis) pero Ir\l:nediatamente al golpe militar, el primer escuadrón de la muerte
con características definidas en el ámbito de las leyes penales o represivas nació en Rio de Janeiro para vengar el fallecimiento de un policía, en
en general. No se trataba de un derecho excepcional, es decir, transitorio, 1968 apareció en San Pablo, aunque más tarde se extenderían por todo
porque. a diferencia de este último, la especialidad le otorgaba la calidad el territorio. Desde ese entonces, las ejecuciones sumarias no solo fueron
de permanente593. contra quienes hubiesen cometido actos de violencia contra la propia
J?Olicía sino contra todo delincuente que esta misma policía consideraba
Desde otro punto de vista, para Pessoa, el derecho a la seguridad
nacional podía surgir de las normas positivas que regulaban la materia,
irrecuperable. En abril de 1970 se contaban 700 ejecuciones y alcanzaron
pero a la vez podía tener una fuente material que precedía a la ley pues el qoble en 1974.
funcionaba como un principio supremo fundamental, es decir, una suerte Los integrantes de los escuadrones de la muerte difundían sus actos
de ius naturalismo fundado en la r~zón de Estado. avisando a la prensa en dónde se encontraba la presencia del o los cuer-
Este derecho a la seguridad nacional-escrito o no- se traducía en el ·pos ejecutados. Los mismos se encontraban acribillados por múltiples
poder que tenía el Estado de actuar jurídicamente en defensa de las reglas Dalas y teníáh las iniciales EM con un cráneo y una tibia cruzados596 •

592 594 Ídem, p. 247.


Pessoa, Mario, O direito da securanca nacional, Biblioteca do Exerciro, Rio deJaneiro,
1971, p. 243. Esta obra estuvo dedicada a la memoria del sociólogo y antropólogo 595 Senese, Salvatore, '1\spectos jurídicos da ditadura militar instaurada no Brasil em
brasileño Gilberto Freyre, quien -entre otros inrelecruales- apoyó el golpe de 31 de marco de 1964'; en Brasil. violacao dos direitos humanos, Tribunal Russell II.
Estado militar de 1964. ob. cit., pp. 92-93.
"' Ídem, pp. 245-246. 596 Senese, Salvatore, ob. cic., p. 94.
280 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRlMINOLOG!A EN AMÉRICA 281

La tortura en Brasil .era tan común durante· la dictadura que exis- documento desapareció hasta que fue recién encontrado en noviembre
tía un catálogo de sufrimientos que se acercaban al infierno en vida. de 2012 en el Museo del Indio en Río de Janeiro599,
Entre los más conocidos :'la picana eléctrica en la región del coxis que
Esta Comisión daba cuenta de que, para tomar posesión de las tierras
pr<?vocaba el relajamiento de) esfínter (clister eléctrico), los golpes a reite-
y extinguir el derecho de propiedad de los indios, se utilizaron mecanis-
ración por dos torturadores (corr,.~or polones), la violencia homosexual
mos de extinción de pueblos enteros a través de alimentos envenenados,
sobre los presos (curra), los alambres introdgci,dos entre la piel y las
secuestros de niños o masacres con armas de fuego. También denunciab;
uñas (ferrinhos ), la víctima colgada en un palo de un árbol con fuego
la introducción deliberada de viruela, gripe, tuberculosis y sarampión
abajo (galeto ), la ingestión for:.:ada de una cantidad significativa de agua entre los indios600,,
(hidráulica), que· la víctima-caminara entre latas con bordes cortantes
hasta que los mismos entren en su carne (latinhas ), los aparatos para La dictadura brasileña, bajo el ropaje desarrollista, entendía que la
choques eléctricos con manivela (manivela), los golpes con la fnanos e'conomía iba a funcionar como un instrumento de la seguridad nacio-
cóncavas en los oídos para provocar la ruptura de la membrana del tím- nal y; para ello, se sancionaron decretos como el del1 de abril de 1971
pano (telefon~), el revólver con u,t;ta'única b,ala con la que se ejecutaba confiriendo al Consejo de Seguridad Nacional la competencia para la
a siegas a las. víctimas .(roleta rt¡ssa), los choques eléqricos en la lengua elaboración de normas que permitiesen la colonización o la concesión de
(hostia sagrad~), etc597. ti~rras, el establecimiento o la explotación de industrias que interesasen
a la seguridad nacionaJ60l, .
En 1971 Amni~tía Internaci"mal difundía documentos que preci-
saban el uso de la tortura en Brasil en la~ delegaciones policiales, los La dictadura militar brasileña, dice Pádua Fernandes, se caracterizó
cuarteles y las prisiones brasileñas. Se indicaban, además, los 11ombres por un marcado provincianismo en lo que toca al derecho internacional
de centenas de personas torturadas, los métodos, los lugates en· dónde de.. derechos humanos. No interesaron durante esta época el Pacto Inter-
ocurrían. Estas denuncias fueron énviadas al Gobierno brasileño y orga- nicional sobre Dereo;hos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU
nismos internacionales responsables de la protección de los derechos como tampoco la Convención Americana de Derechos Humanos de la
hum'anos. Los documentos de Amnistía no fueron desmentidos por las OEA. No obstante ello, fue una excepción su interés en la Convención
autoridades: la única respuesta que se conoció fue el decreto de 1972 contra todas las formas de discriminación racial, pero en un contexto de
que prohibía a la prensa brasileña cualquier noticia que proviniese de négación oficial de la existencia del racismo en Brasil.
Amnistía InternacionaJ59B, Para la dictadura militar la sola afirmación de la existencia de racismo
Algupos años antes, el informe del fis~al,Figueiredo Correa de 1967 en Brasil podia ser considerada como un ejemplo de "propaganda
denunci~ba y documentaba los abusos corr¡etidos por el Servicio Esta-
599
tal de Protección del Indio (SPI), que incluían la ocupación de tierras, Femandes, Pádua, "Seguranca nacional e os pavos indígenas, ontem e boje: os
el estupro, la tortura, la esclavitud y el genocidio de estos, pero este documentos sigilosos da ditadura militar no Brasil e ajurisprudencia atual do STF~
trabajo presentado en el III Encuentro Nacional de Antropología del Derecho,
Universidad de San Pablo, 29 de agosto de 2013.
597 Biocca, Ettore, "Tortura e esrratégia do terror no Brasil': en Brasil, violacao do~ 600 Comissao Nacional da Verdade, Rélatorio, CNV, volumen II, Brasilia, 2014,
direitos humanos, Tribunal Russell II, ob. cit., p. 223. p. 201.
598 Ídem, p.l20. 601 Fernades, Pádua, ob. cit.
282 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 283

psicológica adversá' utilizada por los "subversivos" del "comunismo de las fuentes de materias primas que en esa época se encontraban en
internacional" con el objeto de derrocar al Gobierno creando conflictos manos de empresas norteamericanas. Un gobierno 4e este tipo se con-
sociales602. vertía en un peligro para la estabilidad política de los dos centinelas de los
},
'üi.tereses de Estados Unidos en el continente6D6,
La Comisión Nacional de la Verdad603 en 2014, cincuenta años más
tarde del golpe militar, comprobó el genocidio de pueblos· indígenas du- -Según el escritor, no causaban sorpresa los viajes y consultas perma-
i~,.
rante la dictadura brasileña y estimó la muerte de 8.350 indios de diez nentes con Brasil y Argentina de los militares en la conspiración reaccio-
etnias diferentes604, naria: la injerencia externa en el golpe de Estado boliviano fue decisiva y
~~ l[evaría a Banzer al poder. ·
En las primeras actas del Tribunal Russell II de 1974, también se
''
hizo referencia a los golpes de Estado en Bolivia, Uruguay y Chile, así El golpe comenzó con la masacre de campesinos en agosto de 1971
como al anunciado golpe militar de 1976 en Argentina. en'Cochabamba quienes protestaban contra el aumento de precios y la
escasez de elementos básicos necesarios en el mercado. El golpe provocó
100 muertos y un centenar de heridos y duró tres días.
b) Bolivia
({1
El escritor Renato Prado Oropeza fue el encargado, desde el exilio, é}' chile
··'*.'F'
de dar cuenta de las circunstancias que rodearon el golpe de Estado del j'·
f.
general Hugo Banze~ Suárez en Bolivia en '1971. La situación geográfica ,-,:,.
;~· .•. El acta de acusación contra el Gobierno chileno fue realizada por
·.~ ..
de este país, decía, tenía una importancia decisiva en el juego hegemóni- el e¡nbajador del Gobierno destituido de "Unidad Popular" en Ro;,.,a,
co del continente porque se encontraba en el centt:o'de América Latina !=arlps Vassalo, quien denunciaba el régimen imperialista y fascista de
y· era vista por Brasil y Argentina como el terreno propicio por la lucha Pinóchet que comenzó elll de septiembre de 1973607,
para liderar la política latinoamericana.
Raúl Ampuero, exsenador y secretario del Partido Socialista Chi-
El derrocado gobierno de Juan José Torres -asesinado en Buenos leno, también presente en Roma, señalaba que Chile era un territorio
Aires años más tardé05 - parecía encaminado a presentar una alterna- sin !~y en donde pocos o ninguno podían salir. Miles de hombres y
tiva popular, mantener las conquistas obreras y planeaba la nacionalización muj~~e~ trataban de vivir o sobrevivir por cualquier medio a las per-
~ec,udones, la tortura y la muerte, pero las Fuerzas Armadas chilenas
imp edíah el acceso a emb~adas extranjeras en la capital y tenían órdenes
1
602 Ibídem. de disparar6Ds.
60 ' Fue creada por la ley 12.528 delll de noviembre de 2011.
604 Sobre ello: Fernandes, Í>ádua, '1\.s terras indígenas e a (in) justicia de rransicao: o 606
Prado Oropeza, Renato, "Na Boliviá; en Chile, Bolivia e Uruguai. Atas da Primeira
Suprymo Tribunal Federal e a legitimacao dos crimes da ditadura militar~ Ponencia
presentada en el V Seminario Nacional de Derechos, Investigación y Movimientos
Sesao do Tribunal Russell II. ob. cit., p. 301.
607
Sociales, Facultad de Derecho de Vicaria, Vit6ria-ES, 2015. 'Vasalo, Carlos, ''Auto de acusacao·: en Chile, Bolivia e Uruguai. Atas da Primeira
60s Se puede consultar sobre el presidente asesinado este extraordinario libro: Sivak,
Sesao do Tribunal Russell JI, ob. cit., p. 45-47.
MartÍn, El asesinato de Juan José Torres. Banzer y el Mercosur de la muerte, Ediciones 608
Ampuero, RauL "A violacao do direito de asilo~ en Chile, Bolivia e Uruguai. Atas da
del Pensamiento Nacional, Buenos Aires, 1998. Primeira Sesao do Tribunal Russell IL ob. cit., p. 72.
284 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMJNOLOGJA EN AMÉRICA 285

Desde el inicio de la constitución de la Junta Militar un bando auto- Llegamos a este Tribunal Russell -decía Michelini- para acusar
rizaba a los militares a fusilar en el lugar a roda persona que opusiera a la dictadura uruguaya, los civiles con cargos, las Fuerzas Armadas sin
resistencia armada, aunque esta autorización fue extendida también para excepción, de haber arrasado las instituciones, conculcado las libertades,
aquellas personas que fueran sorprendidas robando automóviles. Recién mancillado la tradición oriental, violado la Constitución, las leyes, los
a fines de 1973 el Ministro del Interior comunicaba la derogación del acuerdos internacionales. Los acusamos -;-continuaba- de haber perse-
bando, pero a pesar é!e ello, aparecían muertos por todas partes; la ¡¡erse- guido, acosado, torturado, vejado y asesinado a su pueblo, transformando
cución, la tortura y la Prisión eran masivas. las ,cárceles en lugares de su&imiento y de escarnio y de haber desen-
En el Tribunal Russell se decía que el número de muertos oscilaba cadenado el terror a todo su nivel. Los acusamos -seguía- de haber
entre 20.000 y 30.000, pero además había personas desaparecidas, tor- tratado por todos los medios de reducir al hombre común y anónimo, al
turadas y presas 609. Estas cifras, 'no obstante, no fueron del todo ex~ctas, que tan solo vive, así co'mo aquel que lucha p9r la liberación nacional, a
aunque indicaban el horror de los sucesos. meras cosas, incapaces de sentir y pensar, los acusamos de haber querido
destruir su nacionalidad y su fibra patriótica y de haber condenado a sus
En 2011, la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, hermanos de tierra al sufrimiento y al dolor611.
presidida por monseñor Sergio Valech (llamada "Comisión Valech") dio
a conocer que en el período comprendido entre el 11 de septiembre de La represión había alcanzado en Uruguay los límites de cualquier
1973 y ellO de marzo de 1990 -durante la dictadura de Pinochet- imaginación. Los uruguayos torturados superaban las cinco mil personas,
resulraron víct;imas del terrorismo estatal unas 40.018 personas, de las a través de las cárceles y cuarteles habían pasado más de cuarenta mil per-
cuales 3.065 fueron muertas o desaparecidas. sonas. Existían en las prisiones uruguayas más presos políticos· que presos
comunes, pero lo que hacía posible todo esto, para Michelini, era la institu-
cionalización de la tortura y el procedimiento por el cual todo ciudadano
d)·Uruguay
estaba sometido a la justicia militar o, mejor dicho, a los jueces militares612 .

La denuncia contra la dictadur.a en Uruguay estuvo a cargo del sena- La doctrina de la seguridad nacional tuvo a uno de sus mayores expo-
dor Zelmar Michelini y tuvo una especial significación, pues luego de nentes en el ámbito del derecho penal al profesor uruguayo Fernando
su discurso en Roma, en mayo de 1976, fue secuestradc;, torturado y Bayardo Bengoa, quien fue fiscal de Corte, Procurador. General de la
asesinado en Buenos Aires por el régimen militar uruguayo en el marco Nación y finalmente, en 1977, nombrado titular del Ministerio de Justicia
de la coordinación represiva denominada años más tarde como Plan recién creado por la dictadura6!3.
Cóndor610.
611
Michelini, Zdmar, '/\uro de acusacao~ en Chile. Bolivia e Uruguai. Atas da Primeim
609
Pizzoruso, Alessandro, "As violacoes dos direitos humanos verificadas no Chile Semo do Tribunal Russell JI, ob. cit., p. 211.
apos o Golpe de Estado'; Chile, Bolivia e Uruguai. Atas da Primeira Sesao do Tribunal 61 2 fdem, p. 208.
Russell II, ob. cit., p. 100.
613
Sobre su trayectoria académica y apoyo a la dictadura uruguaya, ver: Aller, German,
6
10 Michelini, Felipe, "El discurso de Zelmar Michelini ante el Tribunal Russell rr: "Síntesis histórica de la Cátedra y del Instituto de Derecho Penal en la Facultad
en De las dictaduras a las democracias. Experiencias institucionales comparadas: Brasil, de Derecho'; publicado en AA.VV., Nexo, año 15, n° 129, Montevideo, Facultad de
Uruguay, Chile, Argentina (1964·2014), Filipp~ Alberto-Niño, Luis (dir.), ob. cic, Derecho, noviembre/ diciembre, 2009. Aller señala, entre otras cosas, el doctorado
p. 50.
;Honoris Causa que recibió por parte de la Universidad de Buenos Aires en 1980
286 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 287

Su libro, quizás más emblemático, Protección Penal de la Nación, fue punición y así lo señ~laba: "organizaciones con respaldo internacional e
publicado en 1975614 . Rodolfo Schurmann Pacheco, destacado profesor ideología totalmente antagónica a la que profesa por su esencia la misma
de la Universidad de la República y abogado comprometido en la lucha Nación uruguaya, han pretendido y pretenden destruir las instituciones
por la defensa de los derechos humanos en su país -que había estado y subvertir la esencia de la propia nación, por comportamientos que han
encarcelado y sometido a la justicia militar- no titubeó en subtitular ido desde actos ·bélicos, hasta infiltraciones ideológícas en la enseñanza
socarronamente uno de sus ejemplares:·: .. o una forma de obtener un pública, en distintas ramas de la administración, y en algún Poder del
Ministerio de Justicia". Estado, pasando luego por sabotajes económicos, privaciones de liber-
tad, rapiñas y homicidios de agente de la autoridad, y aun de ciudadanos
La sanción de una ley en 1972 que incorporaba al Código Penal Mili-
tar los delitos de "lesa Nación' fUe la excusa perfecta para desarrollar, inerp1es"616 •
probablemente, una de las más completas teorizaciones de la doctrina de Para el catedrático uruguayo, la excepcionalidad del derecho a aplicar
la seguridad nacional de la región. encontraba sustento en la idea de la "guerrá; pero no cualquiera, esta tenía
Bayardo Bengoa comenzó su opúsculo al señalar las coincidencias la particularidad de que las agresiones venían de "adentro'; se trataba de
históricas de esta nueva norma con los llamados delitos de lesa majestad una"guerra interná' o una "guerra malá' por lo que carecía de importancia
en la antisüedad: los comportamientos que se debían reprimir encontra- la·cuestión de su declaración para comenzar a actuar617,
ban su germen en aquellos. En consecuencia, la legitimidad de la intervención de la jurisdicción
La agresión que justificaba las normas de excepción no se refería al militar en' supuestos de Estado de guerra era inconteStable. Para Bayardo
ataque a un orden de gobierno sino a la "esenciá' de la nación. La "ontolo- Bengoa había "un delincuente máximo'' quien emprendía conductas des·
gía" de esta nueva forma de delincuencia no era exactamente una delin- tinadas a conculcar la nación.
cuencia política, sino una "subversión ideológíco-cultural de la sustancia Respecto a posibles problemas de autoría, consideraba que no era
de la Naciórí'615,
objetable que un civil pudiera responder por un delito militar, a con-
EJ. Código Penal de 1934, ,según este autor, quedaba obsoleto para dición de que el delito previsto por la ley perial militar no excluyese a
enfrentar la nueva realidad política que requería de nuevas formas de los civiles de su autoría y que las limitara a la esfera ae actuación de los
militares, cuestión que quedaba zanjada, pues el Código Penal Militar
uruguayo no lo hacía61B,
otorgado por acadénúcos estrechamente vinculados a la dictadura argentina
como también el rechazo de este autor a la doctrina finalista formulada por Hans En su argumentación sobre lo que debía entenders~ como "subversivo';
Welzel que no permitió avam;ar en el debate que se estaba produciendo a lo largo
jnvocaba la autorid~d del penalista y criminólogo argentino, Francisco
de América Latina. Bayardo Bengoa expUcaba en una publicación el "peligro político
de esta doctriná' y afirmaba insólitamente que "el derecho penal podría convertirse La Plaza, para quien la "criminología científicá' no debía limitarse al con·
en el instrumento técnico para asegurar la preservación de las masas proletarias" (ver cepto jurídico del "deliro" sino que debía investigar la conducta humana
sobre ello, Bayardo Bengoa, Fernando, Dogmática jurídico penal, Ediciones Jurídicas
Amalio Fernández, Montevideo, 1983, p. 58).
61 6~6 Ibídem.
4 Bayardo Bengoa, Fernando, Protección penal de la nación, Librería Editorial Amalio
M. Fernández, Montevideo, 1975. 617 fdem, p. 16.
615 fdem, p.ll. 618 Ídem, p. 34.
288 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 289

objetivamente peligrosa para el individuo, la sociedad y el Estado619, De Cielito subversivo no era un ataque a una forma de poder (democrático o
este modo, el catedrático argentino entendía que: "Si los 'criminales' son autoritario), sino el ataque profundo a la forma de orden básico en que se
solamente los que detentan el poder político y los desposeídos de este apbyaba la sociedad". Si bien se trataba de delitos comunes, estos tenían
-hagan lo que hagan- son los únicos instrumentadores de la verda- características muy particulares que afectaban al Estado por cuanto en
dera justicia, se comprenderá que el derecho penaL con su actual catá- definitiva buscaban la destrucción de todo el conjunto de valoraciones
logo de delitos y de penas está en vías de ser engullido por las trombas que aquel debía tutelar, por tratarse del orden público global622,
revolucionarias"620 .
En el delito subversivo -agregaba- "la primera dirección percep-
La respuesta .frente a este peligro revolucionario, 4ecía Bayardo tible del ataque (contra el orden político) no era suficiente como pauta
Bengoa, es que: "no desaparece ni puede desaparecer el derecho penal, aglutinante de la 'dirección final', según la terminología de Maurach, para
toda vez que no puede menos que subsistir -y hasta exacerbada- su colmar el contenido del tipo legal y de su antijuricidad': Por el contra-
eficacia punitiva; y nada obstará en •consecuencia, a ·que la conducta rio, el bien jurídico que resultaba apto para caracterizar el disvalor de la
humána objetiva y subjetivamente delictuosa, y aún peligrosa para la acción y la dirección del delito que, precisamente, aparecía en la médula
Socie,dad, y para el Estado, sea investigada y juzgada sin ataduras políti- ~e la descripción típica como bien jurídico que rectoraba la figura y
cas; sin deformaciones -ideológicas y sin dependencias de cuños -legales, echaba los contornos al dibujar la infracción, era la nación afectada en su
correspondientes al viejo derecho pena!"621, existencia623.
Este derecJ:10 penal <;le excepciónJundamentado en conjurar el riesgo La denominación elegida en la incorporación en el Código Penal
de la desaparición del elenco,de qtálpgos delictuales tradicionales, daba Militar como "delitos de Lesa Nación'; para Bayardo Bengoa, dibujaba el
pie a reprimlr nuevas conductas penales que "respirando un clíma de orden público mismo lesionado y encerraba un contenido cultural inte-
violencia tendían. fi;,alísticamente a la sustitución del orden culturaL gral que lo elevaba al rango de verdad axiomática en la historia superior
políticrry socioeconómico de la Nación': del pensamiento humano acorde a contingencias de lugar y tiempo624 .
El <¡rime'?- "subvers~vo·; para, Bayardo ,Bengoa, era bien distinto al Quienes exteriorizaban conductas que agredían a la nación partían,
"delito .p9lítico" pues no se trataba de vn ataque a la organización misma según Bayardo Bengoa, del supuesto previo indispensable del apogeo de
del·Estado, sino al delineami,ento. de un nuev~. concepto que perseguía .uha clase social (la proletaria). El comunismo necesariamente pretendía
no solamente el ataque mencionado (que era polí~ico en sí), sino que erigirse por una revolución en clase dominante, lo que lo convertía en
asimismo y juntamente, buscaba la destrucción y el cambio del orden una filosofía de la destrucción. Esta destrucción se proyectaba s9bre valores
social y 'económico; la sustitución del orden cultural todo, y de cuanto permanentes, como los de patria, nacionalidad, moraL sentimientos y
pueda ser el estilo de vida nacionaL En otras palabras -continuaba- "el todo ese consorcio de aquello que en definitiva integraba la cultura según
la concepción de un estilo de vida nacional-occidental625.
19
6 La Plaza, Francisco, "Notas a un programa para estudio de la criminologíá; Revista
622 Ídem, p. 29.
de Derecho Penal, Criminología y Criminalística, n° 3, La Ley; Buenos Aires, 1972,
p.438. 623 fdem, p. 42.
620 Ibídem. 624 fdem, p. 31.
621 Bayardo Bengoa, Fer!lando, oh. cit., p. 27. 62s fdern, pp. 38-39.
290 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 291

El profesor uruguayo confesaba finalmente que se debía respetar Un mes después del golpé28, la dictadura militar argentina encargó
como una realidad la vigencia de las teorías peligrosistas dentro de la a' una comisión de juristas encabezada por Sebastián Soler la reforma
ciencia de la disciplina penal. El juez que individualizaba la pena debía integral del Código Penal que recién entregaría el proyecto a fines de
tener en cuenta para establecer su proporcionalidad la peligrosidad cri- 1979629.
minal del subversivo pues el análisis sobre su conducta futura no podía
,En julio de 1976, Videla, no obstante, modificó el Código Penal
ser extraña626.
argentino reinstaurando la pena de muerte. Esta debía ser cumplida por
fusilamiento y éjecutada en el lugar y por las fuerzas que el Poder Ejecu-
e) Argentina tivd designara, dentro de las 48 horas de encontrarse firme la sentencia630.
:~ Su existencia legal no sería obstáculo para que el régimen de terror
El ejemplo de la situación política en Argentina también fue tratado ~
~statal en Argentina la ·aplicara de ot;ra forma, constituyendo ·lo que los
por el Tribunal Russell II, pese a que aún no se había producido el golpe T
t •riminólogos regionales definirían luego como un sistema penal subte-
de Estado del24 de marzo de 1976, pero se observaba que la militariza- rráneo en 'el que la pena, de muerte extralegal era moneda co,rriente.
ción de las instituciones políticas y la legislación represiva impuesta por
la dictadura militar entre 1966 y 1973 no se había interrumpido final- El nuevo Código Penal proyectado -según sus redactores,, conforme
mente por la abolición de estas durante el corto mandato del presidente a, la-elevación efectuada ante el Ministro de Justicia de ese entonces-
Héctor Cámpora. estuv,o pensado "para una sociedad pacificada, pero sin desconocer la
situación excepcional y gravísima que atravesaba el país':
En ese texto se daba cuenta de que, inmedi'atamente después de esa
presidencia, aparecieron normas jurídicas consideradas como de "guerrá: La úni¡::a ·discrepancia originada en la Parte General -se señalaba
entre otras, por ejemplo, el Estado de sitio decretado desde noviembre en el ~ocumento- se refería a 1~ pena de m'!'-erce. Los argumento~ de la
1974 o los decretos de aniquilamiento de la subversión de 1975. mayoría ~e los integrantes de la comisión indicaron que revestía especial
. imp~rtancia destacar la larga y gravísima serie de acciones criminales
Por ante este Tribunal se denunciaba el surgimiento de una policía or$anizadas' bajo la forma de guerrilla que había desbordado y con
páralela denominada Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), como rh1,1cho el ámbito del Código Penal. Aquel alzamiento criminal -con-
también la feroz represión militar y policial de 1975, lo que en realidad timi,;:ban- resultó directamente vinculado a ciertas corrientes políticas
representaba una continuación de 1a dictadura precedente, llevada a cabo que deliberadamente incluyeron estas técnicas entre los medios de con-
por mandos militares, en una democracia solo de carácter formal 627, quisca.: el poder, pues una vez logrado este, en un acto político inconsulto
donde la prisión y la muerte paraestatal eran comunes. y tumultuario, b,Yo la forma de amnistía se había devuelto al seno social

6
626
1& Por res,olución n' 72 del14 de abril de 1976.
Ídem, pp. 35-36.
629
La comisión estuvo integrada, además de Soler, por Luis María Cabra!, Eduardo
627 Laffonr, Robert~Meyer, Philippe, "O exemplo da Argenriná: en Contrarrevolucao
Águirre O barrio y Luis María Ri2::ri y elevó el proyecto el6 de noviembre de 1979.
na America Latina. Subversao militar e instrumentalizacao dos sindicatos, da cultura,
630
das igrejas, Tribunal Russell II, Roma 10-17 de enero de 1976, Editora da UFPB, Artículos 5 y 5 bis de la ley 21.338 publicada en el Boledn Oficial el1 de julio de
Joao Pessoa, Paraiba, 2014, pp. 73·92. 1976.
292 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA ,293

como héroes triunfantes, a una turba de delincuentes ensoberbecidos y También en 1979, entre el23 de julio y el1 de agosto, se programó la
dispuestos a la revancha, esta vez en gran escala y con tolerancia y a XII Reunión Plenaria de la Comisión Redac;:tora del Código Penal Tipo
v,eces, con apoyo interno e internacional631. para América Latina. De forma casi burlesca Francisco La Plaza se expre-
Los autores del proyecto agregaban, además, que esa agresión organi- saba -cuando la comunidad internacional y los familiares reclamaban
zada y desplegada en el plano nacional debió ser repelida en ese mismo por la aparición con vida de los desaparecidos y el fin de la represión en
nivel y directamente por la fuerza, como correspondía a toda acción el país- diciendo: "en tiempos de violencia y de terror, en momentos casi
beligerante. Lo que ocurrió en esa época para la Comisión era que el apocalípticos, perseguimos el mejoramiento de las leyes penales, suprema
país estaba en guerra y un Código Penal no estaba destinado a regular la garantía de los derechos de todos y de cada unó'633.
guerra, como lo señalaba Carrara.
~"¿,¡'J
Para los redactores de este proyecto, esa rebelión había sido vencida
en el plano que podía y debía serlo y, a su juicio, no había motivo para ' ' ~

que se mantuviese la tradición legislativa de excluir la pena de muerte de


su normativa632 •

631
La comisión designada por Videla se refería a la ley de amnistía sancionada por el
Gobierno elegido democráticamente en mayo de 1973 que llevó a la presidencia a
l Héctor Cámpora. En enero de 1973, siendo _;¡ún candidato a la presidencia, Cám~
pora señalaba la necesidad de reformar en profundidad las leyes penales que habían
sido sancionadas durante los últimos Gobiernos de ficto, entre ellas, el Estado de
sitio vigente, h creación de tribunales especiales para delitos políticos que atenta~
ba.p. contra el artículo 18 de la Constitución Nacional, sustrayendo la garantía del
debido proceso y el juez natural. Cámpora sostenía que había que reparar la injusta
situación de quienes estaban privados de su libertad como consecuencia de sus
ideas o su militancia política. Por ello, reclamaba -en caso de' ser electo- que los
representantes del pueblo procedieran a dictar una amplia y generosa ley de amnis~
tía para todas aquellas personas procesadas o condenadas como consecuencia de Prof~sores de derecho penal y criminología
haber transgredido una norma penal obedeciendo a móviles políticos. Cámpora en Amé rita Latina con Jorge Rafael Vi del a.
deda que la existencia de presos políticos, estudiantiles y gremiales, constituía
una cabal demostración del clima de injusticia social que vivía el país. La etapa
que culminaría con el acceso del pueblo al poder implicaría la consagración de un
No podemos desconocer que los criminólogos y los penalistas vinie-
Gobierno legítimo, fundado en la ley y no en la prepotencia política; un Gobierno ron ~n auxilio de los regímenes dictatoriales.
representativo de los intereses populares no necesitaba ni leyes de excepción ni
cárceles pobladas de opositores (ver: Cámpora, Héctor, J., "Exposición ante los El recibimiento que les hicieron tanto Jorge Rafael Videla como
carididatos del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) del20 de enero de 1973': Augusto Pinochet a los profesores de la región en Santiago (1975) y
en La revolución peronista. Héctor J. Cámpora, 2 edición, Eudeba, Buenos Aires,
2014, pp. 63'64).
633
La Plaza, Francisco, XII Reunión Plenaria de la Comisión Redactora del Código
632 Soler, Sebastián, Proyecto de Código Penal, Buenos Aires, 1980, pp. 9~ 10.
Penal Tipo para Latinoamérica, 23 de julio~! de agosto, Buenos Aires, 1979.
294 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGlA EN AMÉRICA 295
i"IH

"'11
Buenos Aires (1979) en las últimas reuniones sobre el proyecto de Julio Cortázar señalaba que cuando se tomaba contacto con testimo-
Código Penal Tipo para América Latina 634, fue significativo pues su nios personales o documentos sobre los desaparecidos en Argentina, la
apoyo no era menor para las dictaduras. presencia de lo diabólico hacía irrupción. Para el escritor argentino, era
imposible enfrentar el hecho de las desapariciones sin que algo en noso-
tros sintiera la presencia de un elemento infrahumano, una fuerza -que
La criminología activa no académica de las Madres de Plaza parecía venir de las profundidades, de esos abismos donde inevitable-
de Mayo
mente la imaginación terminaba por situar a todos a¡¡uellos que habían
desaparecido. Lo diabólico, para él, era humano, demasiado humano.
Quienes habían orquestado esta técnica sistemática sabían que para ellos
ese procedimiento tenía una doble ventaja: la de eliminar al adversario
real o potencial (sin hablar de los que no lo eran, pero caían en la trampa
por juegos del azar, de la brutalidad o el sadismo) y a la vez injertar,
mediante la más monstruosa de las cirugías, la doble presencia del miedo
y la esperanza en aquellos a quienes les tocaba vivir la desaparición de
seres queridos635.
Gortázar se refería a lo diabólico con las desapariciones masivas ocu-
rtidas en Argentina desde 1976, aunque algunos años antes otras des-
apariciones anticipaban el inicio de aquella técnica que se amplificaría.
F~lipe Vallese636, obrero metalúrgico, militante del partido peronista
¡lros'i:ripto, de 22 años, fue detenido por un grupo de policías de la pro-
vincia de Buenos Aires el 23 de agosto de 1962 en la capital -con la
complicidad de la policía federal- bajo la suposición de que se trataba
de un militante amigo suyo llamado Alberto Rearte que, según la policía,
habría asesinado a dos agentes de seguridad provincial en un confuso
episodio en el que resultaba poco clara su participación63 7 •

Madres de Plaza de Mayo


635 Cortázar, Julio, "Negación del olvidó: Archivo Histórico de la Asociación Madres
de Plaza de Mayo, reproducido en Le refus de l'oubli, La politique de disparition forcé
de persormes, Colloque de Paris, janvier~février 1981, Berget. . Levrault, Paris, 1982,
6
34 Sobre ello, resaltamos la oportuna intervención de Zaffaroni quien señaló la p.12.
inconsistencia y ,el pe,ligro,para los derechos humanos que implicaba este código
636 Ortega Peña, Rodolfo~Duhalde, Eduardo, Felipe Valiese. Proceso al sistema, Unión
penal tipo regional (ver Zaffaroni, E. R., "La reacción penal en el Código Penal
Obrera Metalúrgica, Buenos Aires, 1965.
Tipo Latinoamericano frente a la Convención Americana de Derechos Humanos
y a las actuales demandas de la política criminal continental: en Politica Criminal 637 Para Ortega Peña y Eduardo Duhalde exisda la versión de que el Ministerio
Latinoamericana, Hammurabi, Buenos Aires, 1982, pp.llS y ss.). del Interio~ había dictado una resolución que sostenía que el ciroteo en d que
296 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO LA'DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 297

La detención Vallese, junto a otros compañeros, la tortura y su pos- po~ apremios ilegales y, finalmente, en 1974 el mandato conferido a la
terior desaparición daba comienzo a un drama que no cerraría jamás, Comisión llegó a su fin.
pero que anticipaba el reclamo de la aparición con vida en la patria de los
Durante los años 1974 y 1975 con la triple A638 en el poder, la cifra
argentinos.
de secuestrados alcanzó aproximadamente 6QQ639 y se volvieron masivas
Diez años más tarde, el28 de noviembre de 1972, con 23 años, el esm- a partir del golpe de Estado de 1976, cuando alcanzó la cifra de treinta
diante Angel Enrique Brandazza, fue detenido, torturado y desaparecido mil detenidos-desaparecidos, aunque este número puede ser aún mayor
por fuerza~ de seguridad en la ciudad de Rosario, aproximadamente a pues entre 1976 y 1977 ya habían sido denunciados más. de veinte mil64°
280 'km de Buenos Aires. y la dictadura recién concluiría a fines de 1983.
Brandazza trabajaba en un esrudi9. contable pero además lo hacía en Las madres de estos primeros desaparecidos,habían comenzado a pe-
los barrios marginales de aquella ciuda_d con actividades solidarias. El regrinar para reclamar información a distintos organismos públicos, aun-
día de su desaparición, fue allanada ¡;u vivienda, fueron detenidos sus que también acudían a pedir. auxilio a la Iglesia, los partidos políticos, e
familiares e incautadas sus pe;ten)'ncias como otros objetos de valor. incluso organismos de derechos humanos que ya existían tales como la
Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Asamblea Permanente
El caso Brandazza tuvo mucha repercusión porque había tenido lugar
por los Derechos Humanos o los familiares de desaparecidos y deteni-
luego de la masacre de Trelew de agosto de 1972 en la que f\Ieron fusi-
lados 16 presos políticos que habían logrado fugarse de un penal de la dos por razones políticas641.
Patagonia, pero fPeron recapturados y asesinados mediante la aplicación De forma individual presentaban habeas corpus ante la justicia, sin
de la "Ley de Fuga': obtener ningún resultado, recorrían diversos cuarteles, vi~itaban pá,rro-
cos y obispos, realizaban presentaciones ante el Ministerio del Interior en
Ya en democracia, con la elección de Héctor Cámpora como presi-
dónde no se suministraba ninguna noticia del paradero de sus hijos .."No
dente, se constituyó una Comisión Bicameral en la Provincia de Santa Fe
s~bíamos quienes éramos -señala Hebe de Sonafini- solo máquinas
para investigar esta desaparición. Las conclusiones a las q\'e llegaría esta.
sin mente ni consciencia, impulsadas por una extraña energía, que· nos
investigación eran contundentes: Ángel Brandazza había sido detenido
' llevaba a innumerables juzgados, a las sacristías,, a los despachos de los
por integrantes de un comando formado por personal militar, la policía
federal y la policía santafesina; la víctima esmvo alojada en una secciona! jueces que, impávidos, contestaban que no"6 42.
policial; Brandazza falleció víctima de las torturas que había padecido. Su
cadáver nunca fue encontrado, se trataba de un detenido-desaparecido. 638 Alianza Anticomunista Argentina.
639 Esta cifra se desprende del Informe de la Comisión Nacional sobre la desapari·
Esta investigación permitió que fueran detenidos varios miembros de
ción de personas que señala la constancia de denuncias en sus archivos. Sobre ello:
Jas fuerzas de seguridad, aunque a fines de 1973 la persecución penal Nunca más, Eudeba, Buenos Aires, 1984, p. 16.
perdió entidad por el nombramiento de un juez militar que asumía la 640 Lotesztain, Israel-Bufano.. Sergio (comp.), Rodolfo, Walsh y la Agencia de Noticias
competencia. La justicia federal solo procesó a algunos de sus autores Clandestina (1976-1977), Ediciones Sudestada, Buenos Aires, 2014, p. 121.
641 Ver, por ejemplo:· Mary, Cloude, Laura Bonapartr!. Una madre de Plaza de Mayo
resultaron muertos dos policías bonaerenses se habría producido por error entre contra el olvido, Marea, Buenos Aires, 2011).
policías provinciales y federales (seguimos la segunda edición de este libro: Valles e, 642 Bonafini, Hebe de, Historias de vida, Fraterna/ del Nuevo Extremos, Buenos Aires,
Felipe, ProcesO al sistema, Editorial Sudestada, Buenos Aires, 1967, p. 24). 1985, pp. 94-95.
298 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 299

Una rara excepción en esta búsqueda fue la actitud del obispo cas-
trense, Monseñor Emilio Gracelli, quien ocultaba en realidad sus verda-
deras intenciones de delator, pues era quien se ocupaba de convencer a
las Madres de que sus hijos habían pasado a la clandestinidad o estaban
ya muertos, pero a la vez les solicitaba que volvieran para conversar643.
"Este obispo -decía Juana Pargement- nos hacía ir todas las semanas y
lógicamente íbamos, una madre desesperada concurre, pero descubrimos
que detrás había una mentira, porque debajo de la sotana había botas"644.
,,
Monseñor Gracelli a veces señalaba que los jóvenes estaban en un
operativo de rehabilitación en "casas" que se habían armado a tal efecto y
que eran bien tratados. El sacerdote decía que Videla había sido el alma
caritativa que había urdido este plan para no perder las inteligencias ... ,
se trabajaba con los jóvenes con psicólogos y sociólogos, había cuerpos
médicos para la salud y, a los irrecuperables, era posible que "alguien pia-
dosó' les haya dado una inyección para que se durmiesen para siempre645.
La prensa también se expresaba de ese modo, incluso manifestando que la
presencia de las Madres de Plaza de Mayo era un "show del dolor".
Todas las Madres golpeaban las mismas puertas y de ahí se comenzaron
a conocer entre ellas. Así lo manifestaban:"Empezar a mirarnos en un espejo
que reflejaba el horror, fue comenzar a ver esa otra mujer que, acorralada
entre la angustia y la impotencia, teníamos frente a frente en cada minuto
de nuestra búsqueda incesante. Y preguntarnos: ¡cómo puede estar ella acá
parada/ expectante, como la semana anterior, como hace dos tres o cuatro 1

meses!, pensando que una no podría soportarlo. Así fueron las primeras
reacciones ante la evidencia de la monstruosidad que veíamos crecer, que
muy pocos quisieron ver, que muchos contribuyeron a acrecentar646':

643
Madres de Plaza de Mayo, Memomndum. Dejamos expreso relato de las actuaciones que
hemos realizado hasta el presente, Archivos Madres Plaza de Mayo, septiembre de 1977.
644 Bonafini, Hebe de, Traniformaciones del pañuelo blanco: entrevistas a las Madres de
Plaza de Mayo, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires, 2008, p. 52.
64s Denuncia presentada por la desaparición de Carlos Osear Lorenzo, legajo n° 1.560,
en Nunca Más, ob. cit., p. 260.
646
Madres de Plaza de Mayo, "Prólogo'; en Nuestros hijos, Editorial Contrapunto,
Buenos Aires, 1987, p. 7.
300 ALEJANDRO ALAGJA J RODRIGO CODINO L:A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRJMJNOLOGfA EN AMÉRICA

Luego del pedido infructuoso de información en la iglesia de los ase- en la Plaza eran todas iguales. Para Bonafini, la Plaza tenía un significado
sinos, cuenta Hebe de Bonafini, que era la iglesia Stella Maris en donde particular: agrupaba y permitía consolidarse650 . Azucena Villaflor seña-
Gracelli daba sus misas, muchas madres decidieron que era conveniente laba que las mujeres querían estar solas: "como madres me parece que
ir a la Plaza de Mayo, redactar cartas, pedir audiencias y reclamar públi- sentimos distinto y los otros grupos no nos alcanzan. Pensamos que es
camente qué es lo que había ocurrido con sus hijos647; mejor gestionar solas ..."651.
Azucena Villa'llOt: de Vicenti, impulsora, de ,la propuesta, señalaba La estrategia junto a Azucena Villaflor, dice Hebe de Bonalini, no era
-según el recuerdo de María Adela Gard de Antokoletz- que había hacer cosas ocultas, como en las catacumbas, sino hacer todo público,
que pensar en la historia argentina, cuando la gente quería saber se reu- es decir, documentos públicos, hablar en público, para que se viera que
nía en la Plaza de Mayo, desgraciadamente las Madres serían muchas no había nada que ocultar. Había que hacer exactamente lo contrario de
porque era mucha la gente que estaba desapareciendo648. lo que habían pasado sus hijos, que debieron c:illar y permanecer en el
La primera vez que se reunieron en la Plaza fue un sábado 30 de abril anonimato para que no les cayera el peso de la represión.
de 1977, pero estas Madres ,advirtierblf rápidamente que no •tenía sen- 'fambién estas Madres habían hablado de no expresar el dolor frente
tido haced~ ese día porque perderían v'isipilidad. Luego decidieron que a las autoridades, que no debían verlas débiles, que se los debía enfrentar
volverían ~l viernes y esa misma semana optaron que sería más apropiado todo lo que se podía y que los escritos fueran duros.
reunirse los jueves.
En un principio los documentos fueron contra las autoridades, pero
Por el Esta1o de sitio impuesto por'la dictadura s.e impedía cualquier no contra el Poder Judicial. Al Poder Judicial se lo hostigaba de otra
reuni6n de·tres personaS o J11ás, por ser.potencialmente subversiva. Las forma: en Tribunales.
autoridades les ordenaron 'Hminar'; "circular" por la Plaza de Mayo. Ellas
se pusieron a caqlinar y circular ·alrededor del monumento a Belgrano, Con Azucena Villaflor, dice Hebe de Bonafini, se llegaron a presentar
en sehtido contrario a las agujas del reloj: como rebelándose contra cada hasta 150 habeas corpus en una sola vez y los jueces no querían aceptar-
minuto sifi sus hijos. "El !lecho de reunirse, romper el aislamiento, buscar lo's; otras veces, los jueces cobraban por recibirlos.
lt sus hijos, se convirtió en sí· mismo en un delito"~49. Lo que siempre ocurrió -confiesa Bonafini- fue el hecho de ser
" .
Hebe de Bonafini explica, desde la más admirable franqueza, que la muy maltratadas. En un momento, no obstante, empezaron a advertir lo
creación de este grupo se debía a la distancia que había con otros orga- que les habían clicho sus hijos sobre que el plan económico de la dicta-
nismos pues con ellos había siempre un escritorio de por medio, es decir, dura era de hambre y muerte. Este tenía que ver con las desapariciones y
exisría·una cuestión más burocrática que había que superar, mientras que por eso se las acusaba de hacer política652.
Es posible hallar en los Archivos de las Madres de Plaza de Mayo el
647 Bonafini, Hebe, Cont:erencia pronunCiada el 6 d~ julio de 1988 en Liber/ Arte, registro documentado de esta lucha inmensa. Su lectura permite recorrer
en Historid d~ las Mqdres de Plaza de Mayo, Documentos .Página 12, Buenos Aires,
1988, p. lO.
8 65° Bonafini, Hebe de, Conferencia pronunciada d 6 de julio de 1988 en Liber/ Arte,
64 Citado por Uki Goñi, El injlitrado, Astiz, las Madres y el Herald, Ariel, Buenos
Aires, 2018, p. 55. ob. cit., p. 11

64
9
Bayer, Osvaldo, "Prólogo'; en Imágenes de la vida. Asociación Madres de Plaza de 651 Bonafini, Hebe de, Historias de vida, ob. cit., p.l15.
Mayo, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires, 2007. 652 Entrevista a Hebe de Bonafini, Buenos Aires, 6 de febrero de 2018.
302 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 303

con detalles cada paso que daban en búsqueda de información que les Sin embargo, los primeros registros de sus actividades, que fueron
permitiera reclamar por la aparición con vida de sus hijos653. .durante 1976, no pudieron nunca ser hallados por la prematura deten-
ción y desaparición forzada de una de las fundadoras, Azucena Villaflor
653
de Vicenti.
Los documentos son elocuentes: carta enviada al papa Pablo VI relatando su
padecer y solicitándole su ayuda ( 6 de junio de 1977); carta dirigida al monseñor Pero antes que ello sucediera, las actividades de las Madres se inten-
Primaresra como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina solicitando sificaron. Además de 'reunirse los jueves, los otros días de la sem~na se
interceder por ante la situación que padecían (1 de julio de 1977); pedido de
audiencia al embajador de Estados Unidos en Buenos Aires y carta al subsecretario ocupaban de reclamar y hacer sentir su presencia en distintos ámbitos.
de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado Terence Todman (2 de
El pedido de audiencia ante los jueces al presentar los habeas corpus
agosto de 1977); audiencia solicitada a los senadores norteamericanos del Subco~
miré para América Latina (4 de agosto de 1977); solicitud de audiencia al general se multiplicaban. Las Madres que no residían en la Capital argentina,
Videla acompañando esa solicitud con una carta abierta, que se entregó a los dia~ luego de agotar todas las instancias en sus lugares de residencia y ante los
rios de la Capital sin que se publicara en ninguno de ellos absolutamente nada (13 organismos locales, emprendían una nueva retorrida ante las autoridades
de septiembre de 1977); carta dirigitla al cardenal Primatesta ame la proximidad de
su viaje,a Roma manifestándole que le haga llegar al Santo Padre el dolor que
n'acionales.
desgarraba a tantos hogares argentinos y el trémendo dolor que vivían las madres
Por ello, se encontraban las mismas caras. en distintos ámbitos, como
de desaparecidos (24 de septiembre de 1977); carta dirigida al'secretario general de
Amnesty Imernational,. David Ennals, manifestando que pasaron largos meses sin en el I ,Cuerpo de Ejército de la Capital. la Plaza de Mayo, el Ministerio
que pudieran obtener por ningún medio información sobre sus familiares desapa~ del Interior que en ese entonces funcionaba en la Casa Rosada. Esa era
recidos, hab1endo agotado rodas las ihstancias sin poder modiflcar la realidad de 1~ oportunidad para poder reunirse, juntar a otras Madres que pedían
vivir condenados a la más cruel de las torturas 'el silencio" y no comprender cuáles
eran las motivaciones de las autoridades del país a negar el derecho a los seres que~
información e incluso redactaron una carta a Videla654 •
ridos a que fueran sometidos a procesos legales, conocer cómo y dónde estaban y En ese momento, reconoce Bonaflni, "ninguna de nosotras pensaba
si se encontraban vivos o muertos (13 de octubre de 1977); carta d,irigida al Secre~
tari'o de Estado de los Estados Unidos, Cyrus Vanee, haciéndole saber que eran las
que nuestra espera sin hijos fuera a demorar más que un par de meses
madres de los jóvenes desaparecidos, secuestrados por las fuerzas de seguridad, a ni que aquella búsqueda inicial llegara algún día a transformarse en esta
quieQ.eS se les negaba la información de dónde estaban, que et:Jn única y ex:dusi~ hi~toria penosá'.
vamente Madres que frente a la casa de Gobierno pedian por la pronta aparición
de sus hijos que les habían sido arrebatados, que jamás habían exigido su libertad A un año de la dictadura, la Agencia de Noticia~ Clandestina, diri-
sino solamente que les dijeran en dónde estaban, que fueran juzgados si habían gida por Rodolfo Walsh, señalaba trescientos mil exiliados, más de veinre
cometidos delitos pero que cesara esta doble tortura: la física que seguramente ellos
sufrían y la de las Madres que ya había destrozado corazones (3 de octubre de
mil presos o, desaparecidos, familias enteras destrozadas, centenares de
1977); carta dirigida al Comando en Jefe del Ejército con el objeto de hacerle llegar huérfanos. Este era el saldo de un año de "lucha antisubversivá' llevada a
el clamor y lograr de esa insQrución y la de sus hombres la compresión de su drama, cabo por la Junta Militar.
pidiéndoles que se les dijera la verdad sobre los desaparecidos y dónde estaban
(20 de octubre de 1977); carta dirigida al señor ministro de Justicia Brigadier
Auditor Julio Arnaldo Gómez (20 de octubre de 1977); solicitud de entrevista
al señor comandante en jefe del Ejército, Roberto Viola (28 de octubre de 1977);
carta dirigida al escritor argentino Jorge Luis Borges, implorándole. como hombre
que vivía viendo al hombre por dentro, a que dijera algo sobre esta situación e 654 Por ejemplo, Carta de Hebe de Bonafini a Jorge Rafael Videla, el 26 de abril de
invitándolo con respeto y admiración a caminar con ellas algún jueves en la Plaza a 1977, o la redactada por Azucena Villaflor y otras Madres por la misma fecha (ver,
las 15:30 horas {25 de noviembre de 1977). Bonafini, Hebe de, Historias de vida, ob. cit., pp.112, 114).
304 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 305

El almirante Emilio Massera definía en septiembre de 1976' que el


objetivo de la Junta era limpiar al país de la subversión, péro sostenía
además que había que entender que no solo eran subversivas las organi-
zaciones terroristas, sino que subversivos eran también "los sab,oteadores
ideológicos, que con soluciones fáciles, incitaban a una nueva postergación
de nuestro destino"655. El presidente Videla, a su vez, negaba rotunda- Emilio Massera
mente que existiesen en Argentina campos de concentración o detenidos
en establecimientoS' militares más allá del tiempo indispensable para Mientras tanto, desde abril de 1977 los periodistas internacionales
indagar a una persona capturada en un procedimiento y antes de pasar a qtie se interesaban en las reuniones de las Madres los jueves, consulta-
un establecimiento carcelário656. bim en la presidencia argentina cuál era la reacción frente a esas mani-
festaciones. La respuesta oficial era que no les preocupaban porque
eran locas65 7 ,

655 Ancla, cable dell5 de marzo de 1977, "A un año dd golpe militar~ en Lot:esztain,
65? Así lo expresan tanto Jean Pierre Bousquet de la Agencia France Presse como
Israel~Bufano, Sergio (comp.), Rodolfo Walsh y la Agencia de Noticias Clandestina
Robert Cox y Uk.i Goñi del Buenos Aires Herald. Ver: Bousquet, Jean Pierre, Les
(1976-1977), pp.l21-122.
folles de la Place de Mai, Stock, Paris, 1980, traducción castellana, Las locas de la
6 6
5 Declaraciones de Jorge Rafael Vidda, Revista Gente, Buenos Aires, 22 de diciem- Pla:m de Mayo, El Cid Editor, Buenos Aires, 1982; Goñi, Uki,]udas, el infiltrado,
bre de 1977. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1996.
306 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO I.A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 307

Hacia el mes de junio de 1977, las Madres tenían una organización Hebe de Bonafini relataba que todo se transformaba en un rompeca-
práctica. Algunas se repartían tareas de trámites y averiguaciones; otras, bezas ,siniestro: el perseguido alcanzaba al perseguidor en ese infierno ,en
cubrían los juzgados u otras reparticiones estatales, es decir, hacían en {. el que habían transformado al país. Este infierno c;ra de hombres, sangre
forma conjunta lo que antes era solitario. ';~'; y ~_ri¡pinales. La dictadura las habla obligado a convertirse en otro servicio
:-'1
Al mes siguiente, se entrevistaron con el ministro del Interior, Albano se,reto de información: al principio s,abían los relatos de memoria. Luego
\'.' ~ub.o, que escribir la información, los nombres, las historias, que eran
Harguindeguy, quien negó conocer el paradero de los hijos, pero reco- .-,,
noció que una cantidad de jóvenes estaban siendo interrogados por las dema,siadas porque en la memoria no se podía confiar. Cuando empezó
fuerzas armadas. la búsqueda -confiesa- los hijos estaban vivos, pero no las oían66°.

En agosto, dieciséis Madres fueron detenidas por la policía y alojadas :fo cierto era que los Servicios de Inteligencia del Estado estaban tras
~¡,
en una secciona! por largas horas; en septiembre, en la Plaza eran más de " suqFsos. Un ejemplo de este seguimiento lo demuestra un parte que
fu.:
cincueqta Madres que sentían,menos miedo y más fortaleza. '~·:_ señala que Hebe de Bonafini había tomado contacto epistolar con una
~: persop.a en México a los efectos de denunciar la desaparición de uno de
"En el banco lateral de la Plaza nos sentíamos desafiantes -con- ' sus hijos en febrero de 1977 y que había presentado hasta agosto cuatro
fiesa Hebe de Bonafini- casi invencibles por -algunos minutos. Ellos habeqs. corpus661.
no sabían qué hacer con nosotras, esa era la verdad. Eso nos mantenía
a salvo por el momentq, pensaban que estábamos trastornadas por el !?ara ese entonces, las Madres de Plaza de Mayo ya habían sido infiltra-
dolor, que duraríamos ahí hasta que nos Stnsár¡¡mos de estar de pie con das un tiempo antes por servicios de la Armada. Esa cara visible, además,
tantas várices o hasta que nos fulminara un infarto. Era tan lamentable ~e insertaba para conocer a las Madres más allá de la Plaza. Alfredo Astiz,
que cada vez fuésemos más, pero podíamos mirar mejor el balcón de la bajo el pseudónimo de Gustavo Niño -fingiendo ser un hermano de un
Rosada: nos hubiese gustado preguntarle muchas cosas al asesino. A él d~saparecido-, había·llegado con la tarea de destruir a la naciente orga-
también empezábamos a inquietarlo"65B. nización. Con ese fin, comenzó a concurrir a la iglesia de la Santa Cruz,
junto a algunas Madres y con otro grupo de hermanos de desaparecidos
En octubre, para el día de la Madre, alrededor de mil personas conip él. La iglesia pertenecía a una congregación irlandesa, los Pasionis-
acompañaron un petitorio ante la Junta Militar para tener información tas, que se habían preocupado por los desaparecidos, siguiendo su antigua
sobre las detenciones y el paradero de los ¡niles de secuestros efectuados
'consigna: amemos a Cristo en los crucificados de hoy662 ,
por las fuerzas de seguridad, en el Congreso de la Nación. La policía
uniformada y de civil las dispersaron viole¡ltamente y al no conseguirlo, Luego de la manifestación multitudinaria de octubre y, como fruto de
'_::
dispararon al aire. Luego de cercar a las Madres, se llevaron detenidas a '-~ su unidad, surgió la idea de una gran solicitada que aparecería en el diario
trescientas personas a quienes se fichó tratándolas como delincuentes. Las ..:J. La Nación, ellO de diciembre de 1977, día Internacional de los Derechos
Madres estaban acompañadas por corresponsales de la prensa extranjera, Humanos. La recaudación de dinero, que era equivalente al costo de un
sacerdotes y misioneras, entre ellas, la monja francesa Alice Domon659.
:'· 660 Bonafini, Hebe de, Historias de vid!i, ob. cit., p. 126.
658 Bonafini, Hebe de, Historias de vida, ob. cit., pp.137~138. 661 Informe de la SIDE, con fecha 31 de agosto de 1977, en Archivo Histórico de las
659 Relato de los hechos en la carta dirigida por las Madres de Pl~a de Mayo a los Madres de Plaza de Mayo.
Suboficiales de las Fuerzas Armadas, 27 de octubre de 1977, Archivo Histórico de 662 Asociación Madres de Plaza de Mayo, Massera. El genocida, Editorial La página,
las Madres de Plaza de Mayo. Buenos Aires, Página 12, 1999, p.ll2.
...

308 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 309

departamento en el centro de Buenos Aires, se haría dos días antes en En 1978 comenzaba para las Madres el año más dificil porque además
tres iglesias distintas. Un grupo de· tareas de la Escuela Mecánica de la de haber sido alcanzadas por la violencia estatal en su núcleo, Argentina
Armada en la iglesia de la Santa Cruz; se llevaría detenidas a doce per- era sede del Mundial de Fútbol, por lo que el reclamo por las desapari-
sonas, entre ella-s, dos de las Madres que eran el motor del movimiento ciones podía diluirse. A pesar de ello, desde enero se reclamaba la ayuda
y a una monja francesa: Esther Ballestrino de Careaga, Mary Ponce de deAmnesty International667, como también ala representación argentina de
Bianco y Alice Domon. Al día siguiente, era detenida otra misionera la ONU se le solicitaba realizar una huelga de hambre en su sede: para
francesa, Léonie Duquet. liberar a los familiares y religiosas francesas detenidas, para que se publi-
care la lista completa de los secuestrados por las Fuerzas de Seguridad del
Hebe de Bonafini propuso postergar la solicitada para buscar a las Estado que sumaban decenas de miles, para que se eliminen las cárceles
Madres desaparecidas, pero como habían robado una gran parte del ilegales y se liberen los presos políticos668,
dinero recaudado en la iglesia de la Santa Cruz;, Azucena Villaflor insis-
tió en publicarla ellO de diciembre. Ese mismo día, en el que la solicitada ·En el mes de mayo de 1978, ante la proximidad de aquel evento inter-
se publicó en el diario, secuestraron a la Madre fi.mdadora663, quien sería n~cional, las fuerzas de seguridad impedían el acceso a Plaza de Mayo, y
luego torturada, asesinada y su cuerpo arrojado al agua en los llamados las Madres debían esforzarse para reunirse.
vuelos de la muerte, junto a las otras Madres y las monjas francesás664, El 1 de junio, cuando se inauguraba el Mundial, las locas del pañuelo
El texto de esa solicitada histórica se iniciaba con este título: "Solo blanco, con una plaza más vacía que nunca, realizaron su silenciosa marcha
peaimos la verdad"665. y lograron que la televisión holandesa pasara por las pantallas de ese país
lo que ocurría frente a la sede del Gobierno argentino, imágenes que se
Volver a la Pla:;;a después de las detenciones de tres de las Madres, diíi.mdieron mundialmente. Esto, dice Gorini, "había sido un golpe duro
d~cía Hebe de Bonafini, había sido el mayor esfuerzo porque era nece- en el rostro impertérrito de los miembros de la Junta Militar" 669 ,
sario encontrarle un $entido valedero a ese cuadrilátero hostil, lleno de
La solidaridad internacional se transformaba en la lucha más efectiva
rostros indiferentes, cachiporr;¡s, celulares y uniformes, pero había que
para que el mundo tomara conciencia de lo que ocurría en Argentina,
recordar)as palabras de Azucena Vill~flor: bajar los .brazos era permitir
la impunidad666. pero salir del país a denunciar la represión era, para !ajunta, según Hebe de
Bonafini, sin duda el mayor delito. "Que viajáramos para denunciar no so·
tras mismas, con cartas probatorias, copias de habeas rechazados, etcétera,
663 Asociación Madres de Plaza de Mayo, Massera. El genocida, ob. cit., p.ll9. era mucho más valioso que las protestas de cientos de exiliados"67°.
664 Sobre su historia, Viñoles, Diana Beatriz, Las religiosas francesas desaparecidas:
biografía de Alice Domon (1937-1977), Editora Patria Grande, Buenos Aires, 2014.
667 Ver Carta dirigida a Amnesry Internacional del12 de enero de 1978, en Archivo
665 La publicación de los documentos que-componen el Archivo histórico de la Aso- histórico de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
ciación Madres de Plaza de 1977 -y los personales de algunas de sus integran;
668 Carta dirigida a la representación argentina de la Organización de Naciones
tes- recién fueron publicados por primera vez a fines de 2018, período que es
Unidas, 20 de enero de 1978, en Archivo Histórico de las Madres de Plaza de Mayo.
considerado por Gorini como el primero en la historia de las Madres (pueden verse
estos textos en versión facsimilar en: Madres de Plaza de Mayo. Documentos. 1977 669 Ver sobre ello Gorini, Ulises, La rebelión de las Madres. Historia de las Madres de
Los primeros pasos, selección y notas de Ulises Gorini, Undav Ediciones~ Asociación Plaza de Mayo, t.l, 1976~1983, Ediciones Biblioteca Nacional, Buenos Aires, 2015,
Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología, Buenos Aires, 2018). pp. 206 y ss.
666 Bonafini, Hebe de, Historias de vida, ob. cit., p. 153. 670 Bonafini, Hebe de, Historia de vida, ob. cit., p.174.
310 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 311

"A nosotras nos habían hecho creer -dice Bonafini - que había Para el obispo brasileño Helder Cámara las Madres habían desper-
que llevar todo a Naciones Unidas, porque ahí había justicia, porque tado la atención del mundo entero "sobre la ignominia de negarles la
iban a encontrar a nuestros hijos, aunque finalmente no sirvió para nada. triste y conmovedora alegría de acunar, una úlrima vez, el cuerpo amado,
Pero en ese momento se exigía presentar un certificado del rechazo del f~rmado en el seno maternó'674.
habeas corpus solicitado y los jueces rechazaban otorgarlo. Como acto
Las Madres afrontaron -afirmaba el obispo- sacrificios, amena-
de justicia se nos ocurrió a dos o tres Madres robarle a un juez el sello
zas, incomprensiones, insultos, prisión, solo por ayudar a despertar la
y las hojas. De ese modo -como los jueces no lo daban- lo hacíamos
nosotras"671 •
conciencia humana sobre la máldita obra maestra de la crueldad de
lá que habían sido víctimas.
Hacia fines de 1978 llegaron a Estados Unidos y estuvieron en las
La marcha de las Madres era finalmente un grito profundo que había
oficinas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos672, En
surgido de las entrañas de un pueblo sometido a la tortura, el hambre,
septiembre de 1979, este organismo de la Organización de Estados
las humillaciones y la marginacióC:675.
Americanos visitó Argentina, recibiendo miles de testimonios acerca
de la represión en nuestro país. Más allá de la visita y el informe que El pas,Ye de este grupo de mujeres "desde las relaciones de sangre a
cuestionaba severamente la violación a los derechos humanos en las relaciones políticas'; nos señala Gorini, no fue "el simple resultado de
Argentina, para Hebe de Bonafini, "no pasó absolutamente nada. No su supervivencia, es decir, el mero producto de haber evitado ser exter-
pasó nada porque sirvió para blanqueo, para matar más gente, para minadas por el poder':
más terror"673.
La tesis de Ulises Gorini sobre el surgimiento de un nuevo sujeto
'Ese mismo año las Madres decidieron crear la Asociación Madres de político676, quizás fue la idea más acertada sobre el sentido sociopolítico
Plaza de Mayo. En 1980, se publicó el Boletín dedicado a la difusión de la actividad militante de las Madres de Plaza de Mayo, lo que las
de poricias sobre el problema de detenidos-desaparecidos, que tuvo colocó como actoras centrales de. una criminología activa no académica
el mérito de ser up instrumento de contrainformación que intentó abrir el entendida como una crírica al control.social dominante en su faz más
,.cerrojo que existía en los medios de comunicación masiva, muchos de perversa, tanto en su vertiente formal (denuncia al sistema penal apa-
ellos fervientes colaboradores de la dictadura argentina. rente y al subterráneo) como informal (interpelación sin precedentes a
medios de comunicación masiva y a la Iglesia por su complicidad con las
En 1981, llegarían la primera Marcha de la Resistencia -que duraba
masacres estatales). Un poema quizás nos permita entender la impor-
24 horas-, los ayunos, la toma de Iglesias y catedrales y la consigna:
"aparición con vida': tancia de esta crítica:

6
71 Bonafiini, Hebe de, La justicia que necesita el pueblo, tex:ro inédito de la Cátedra 674 Cámara, Helder, "Carta a las Madres de Plaza de Mayó; 19 de marzo de 1983, en
Libre sobre Criminología de la Liberación, Alpec~ Asociación Madres de Plaza de Archivo histórico de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, reproducido en Chants
Mayo, 2018. des mires de la place de Mai, Préface, !=erf, Paris, 1984, pp. 9-10.
6
72 Gorini, Ulises, ob. cit., pp. 206 y ss. 675 Ibídem.
673
Bonafini, Hebe, Conferencia pronunciada d 6 de julio de 1988 en Liber/ Arte, en 076 Gorini, Ulises, "Introducción': en La rebelión de las Madres. Historia de las Madres
Historia de las Madres de Plaza de Mayo, ob. cit., p. 25. de Plaza de Mayo, t. 1 ob. cit., pp. 19-53.
312 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODJNO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGJA EN AMÉRICA 313

•Quién llora en Pla::a de Mayo~ Díganme si está con vida.


Sangre de mis entrañas Díganme si ya lo han muerto.
Mi Cristo crucificado, Dime tú, Malena Gainza,
¡Dónde estás/ ¡dónde te han puesto/ Dime tú, Alicia Jurado,
¡Estás preso o enterrado! ¡Por qué incluso han secuestrado
Dios te dej& en mi vientre a dos monjas, trece madres,
Nueve meses t.e he gestado, de aquí, de Plaza de Mayo/
te arrancaron de mi vientre Tú, que pasas distraído
mutilada me han dejado. y que ignoras en silencio:
El camino de la cruz Dime si hay dolor tan grande
y de lavarse las manos. como un funeral sin muerto.
El camino que creyeron ¡Dime, no pases de largo!
Terminaba en el calvario ¡Y no te laves las manás!
Estalló eri resurrección ¡No olvides que hay otros cristos
Tumba vacía y sudario C!e nuevo crucificados!
El camino de mi cruz Y' María, su madre, llora
por cárceles y juzgados. de nuevo en Plaza de Mayo.
(¡El cardenal nos recibe!) En el día de la Madre, [979677,
La Asamblea y luego el M.E.D.H.
Y Grasselli y Ruiz Palacios,
Gorini sostiene, con razón, que no alcanza para entender este
Mi camino recurrente movimiento como expresión de resistencia al régimen genocida una
Tremenda cruz sin calvario, visión naturalizadora del accionar de sus integrantes, porque la mater-
N o lleva a ninguna parte nidad tiene que ver con las circunstancias históricas, que siempre varían.
táh solo a Plaza de Mayo. La respuesta que dieron las Madres excede en mucho a la de una madre,
¡Ay, ustedes periodistas! al menos la de aquella consagrada en las representaciones y en la praxis
¡Ay ustedes reporteros! ~?cial dominantes67B,
¡Por qué La Opinión no opina/
La maternidad, según Gorini, ~umplió un rol esencial en el nacimiento
i'{La Voz guarda silencio/
del movimiento -negarlo sería un error pues no sería valorarla
¡Por qué La Nación no habla,
casi nunca de mi duelo!
6
Díganme ¡dónde lo han puesto/ 'n Poema escrito por las Madres de Plaza de Mayo. Copia cedida del archivo personal
de una de ellas: Claudia Perepichay de San Martín, a quien agradecemos profunda~
Digan ¡por qué esta tortura/ mente esta gentileza.
Díganme ¡por qué el secuestro/ 678 Gorini, Ulises, ob. cit., pp. 22~23.
314 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRlGO CODINO , LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 315

adecuadamente-, pero el movimiento de las Madres se dio en un sis· '•


Desde la finalización de las reuniones en Roma y Bruselas deL Tribu-
tema político en que la impunidad era un componente esencial para su nal Russell II, las actividades de los exiliados o familiares de víctimas de
funcionamiento: "lo que estructuró y funcionó bajo la dictadura iniciada " terrorismo de Estado latinoamericano no cesaron de acrecentarse para
en el 76 fue un complejo sistema de relaciones de fuerza, que tuvo entre que la comunidad internacional interviniese. El impulso de las Madres
sus primeros objetivos el aniquilamiento de un vasto sector de nuestra de Plaza de Mayo en su reclamo incesante por la aparición con vida de
sociedad y que, al mismo tiempo, tendía a garantizar los efectos de la sus hijos fue decisivo porque provocaron que la temática sobre los des·
represión a través de la impunidad"679. ~parecidos apareciera como prioritario en las reuniones internacionales,
ya que a esta altura no se podia desconocer lo que ocurría en América
El coloquio de París sobre la desaparición forzada de personas Latina.
4•
, Una nueva técnica de repr~sión había sido aplicada en distintos paí·
\es de la región desde los años sesenta, pero había sido la Junta Militar
argentina quien la había desarrollado de manera masiva y sistemática.
Esta práctica de la desaparición de personas implicaba la supresión
~e todo principio jurídico que exigía al menos para su detención, la exis-
tencia de un delito, la realización de un proceso1 la formulación de una
acusación y finalmente la condena dictada por jueces naturales conforme
a la Constitución. La realidad mostraba que la detención era éfectuada
por fuerzas de seguridad que actuaban fuera de todo control judicial, o
sp, descontroladas.
Con la desaparición forzada de personas -denunciaban los aboga·
dos argentinos exiliados en Francia- se imponía el terror del Gobierno
sbbre toda la población, ya que toda persona sospechada de ser peligrosa
para el orden público corría el riesgo de desaparecer.
Juan Gelman decía que era "verdad que hubo muchas víctimas inocen·
tes de la dictadura militar. Por ejemplo, niños con vida y niños no nacidos
todavía. Ho¡:nbres y mujeres sin militancia alguna que solo pertenecían
a esa secreta intimidad llamada pueblo y que fueron también asesinados.
La dictadura militar consideró "culpables" a decenas de periodistas que
nc¡ pensaban como ella. A centenares de intelectuales que no pensaban
como ella. A sacerdotes, abogados y a miles de obreros y estudiantes que
'no pensaban como ella. A los familiares de personas que no pensaban
como ella. Y también a muchos que deseaban cambiar la vida, como
679 fdem, p. 33. pidió Rimbaud, y lo intentaban por distintos caminos". ·
316 ALEJANDRO ALAGJA 1 RODRIGO CODINO LA'DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 317

Todos ellos, se preguntaba Gelman, sea que canalizaran su voluntad internacional, deberían ocuparse de esta población fantasmal que era, a
de cambio por escrito, desde el púlpito, la cátedra, los sindicatos, ceo. la vez, tan cercana como lejana682.
tros estudiantiles, organizaciones populares, partidos políticos, o por las
En efecto, para explicar esta ausencia, las Madres de Plaza de Mayo, en
armas ¡no fueron víctimas de la dictadura militar! o ¡hubo que ser "ino-
la' voz de Elida Galetti, manifestaron cuál era esta diferencia entre muerte
cente" para tener acceso a la categoría de" víctima de la dictadura militar"!
y desaparición a la que hacía alusión ~1 escritor argentino: "Cuando la
Su hijo, decía el poeta, no lo fue. No fue "inocenté; sí víctima. muerte se trata de un ser querido, aunque sea violenta o prematura, uno
"Marcelo Ariel Gelman tenía 20 años cuando fue secuestrado en va acompañando a ese ser querido y lo sigue viendo hasta la inhumación,
su casa por un comando militar, el24 de agosto de 1976. También fue ;"
buscando consuelo en los recuerdos y las vivencias, acompañando esto
secuestrada su esposa Claudia, encinta de siete meses. Los restos de con los ritos pre-impuestos aun en el inconsciente, hasta que la figura se
v~ desdibujando".
Marcelo fueron hallados a fines de 1989, gracias a la abnegada labor del
Equipo Argentino de Antropología Forense. Fue asesinado de un tiro en
la nuca disparado a medio metro de distancia"6so.
1
1
Otra madre lo explicaba de este modo: "Cuando se trata de un des-
aparecido, se establece una relación desconocida, no culturizada, en la
~,· que el desaparecido agoniza en su impotencia con, la convicción de que
La primera investigación de Amnesty Internacional sobre el problema
de las "desapariciones" en Argentina fue publicada en el Informe sobre su vida será totalmente borrada de la faz de la tierra, que nadie más sabrá
Argentina, llevada a cabo entre el 6 y 15 de noviembre de 1976. Más sobre él. De la misma manera, la madre vive la agonía de la incertidum-
tarde, ante la negativa del Gobierno argentino de brindar información, a bre, y no puede evitar que su pensamiento acompañe a su desaparecido
principios de 1978, se lanzó una campaña para llamar la atención mun- en todos los instantes. En la oscuridad, en el hambre, en la enfermedad, en
lá tortura, en el clamor por su madre, en la mugre y en la vejación. En la
dial sobre. el fenómeno de estas detenciones no reconocidas. En 1980, se
muerte, en la descomposición de esa materia tan querida, en la podre-
publica un importante texto que recoge los testimonios sobre los campos
de detención secretos eh nuestro país68I, dumbre de sus huesos.
"Cuando sobreviene la muerte, los deudos conocen la historia, con
A fines de enero de 1981, se realizó en París uno de los eventos más
tódos los detalles y matices: pueden relatar y transmitir cronológicamen-
importantes sobre la represión ilegal en Argentina, un Coloquio Inter-
te 1~ sucedido hasta el desenlace final. Se sabe todo. Y es una necesidad
nacional sobre la Política de Desaparición Forzada de Personas, cuyo
d~ los deudos relatar y escuchar una y otra vez esos detalles.
libro llevó el nombre de su "Prefacio" y fue escrito por el escritor Julio
Cortázar: La negación del olvido. "Con respecto a una desaparición forzosa todo queda envuelto en una
maraña de conjeturas, de indefiniciones, de dudas.
Para Cortázar toda' muerte humana traía consigo una irrevocable
ausencia, pero lo que ocurría en Argentina con la represión ilegal y las "Cada miembro de la familia que recibe la noticia elabora su propia his-
desapariciones, era el círculo que faltaba en el infierno de Dante. Las toria, pero el destino del desaparecido está condenado al eterno misterió'683,
consideraciones jurídicas, la búsqueda de normas de derecho interno o
682 Cortázar, Julio, "Préfacé; en Le refus de l'oubli, La politique de disparition forcé de
680
Gdman, Juan, "Elogio de la culpá; en Página 12, Buenos Aires, 14 de enero de 2014. personnes, Colloque de Paris,janvierpfévrier 1981, Berget~Levrault, Paris, 1982, p.13.
68l Amnesry Imernational, Argentine: Temoignage sur les camps de détention secrets, 683 Mellibovsky, Matilde (Madre de Plaza de Mayo), Círculo de amor sobre la muerte,
Efai, Londces, 1980. Ediciones del Pensamiento Nacional, Colihue, Buenos Aires, 2006, p. 43.
318 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 319

El Coloquio sobre la Desaparición Forzada de Personas comenzó el31 Para ello, este autor creía necesario intentar señalar algunos rasgos
de enero de 1981 en el Senado de la República Francesa, pero ante la que caracterizaran el fenómeno del que se ocupaba:
cantidad de personas que asistieron, ~uvo que trasladarse a la sede de
a) la detención de uno o varios opositores al régimen dictatorial por
la Asamblea Nacional de ese país. Su presidente era el recientemente
fuerzas policiales y1o de grupos paramilitares armados que obran con el
Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquive!.
apoyo del Gobierno; b) la negación por parte de los responsables de las
Asistieron, además de los abogados exiliados argentinos en Francia deténciones de brindar informaciones a los padres, amigos o defensores
y otras personalidades, dos expresidentes latinoamericanos derrocados de los detenidos sobre su suerte; e) el rechazo del Gobierno de toda res-
por golpes de Estado: Arturo Illia de Argentina (1966) y Lidia Gueiler pbnsabilidad en los hechos y la negación de proceder a la búsqueda eficaz
de Bolivia (1980). qu,e permita determinar en donde se encuentra detenido; d) la prolon-
gación indefinida \:le la incertidumbre sobre la suerte de los detenidos a
Distintos juristas analizaron el fenómeno de la detención-des~pa­
rición forzada de personas, entre los que se destacaron los penalistas f: pesar de haber agotado todas los procedimientos administrativos y judi-
ciales por parte de sus parientes, amigos, defensores o correligionarios.
chilenos Eduardo Novoa Momea! y Juan Bustos Ramírez, el penalista
argentino Enrique Bacigalupo y el constitucionalista Eduardo Barcesat, A esto, habría que agregar -nos señalaba- otras características que
entre otros. si bieq no definían la desaparición de personas permitían agravarla. Por
ej~mplo: las amenazas anteriores a quien iba a ser detenido, la organiza-
Eduardo Novoa Momea! realizó en París un análisis jurídico sobre
ción de emboscadas para proc,eder a la d~tención, la violencia ejercida al
la desaparición d.e personas. Si bien a primera vista, decía, podríamos
momento del arresto, la no identificación de los responsables, la utiliza-
pensar que los principios actualmente en vigor sobre derechos huma-
ción de vehículos con placas de inmatriculación modificadas o sin ellas,
nos alcanzarían para condenar este tipo de violaciones, esto era inexacto.
las mentiras a los parientes sobre las razones de la detención y sobre la
La particular gravedad de la desaparición de personas sobrepasa la suma
suerte que corre el detenido, etc684,
de estas distintas violaciones de diversos derechos humanos. No se tra-
taba aquí de una adición sino de una multiplicación progresiva de males Bustos Ramírez destacó eón. precisión las dificultades 'que existían
dada la manera en cómo se desarrollaban, las características se agravaban para definir. los bienes jurídicos protegidos pues si bien era posible
en este contexto, por lo que no se podía desmembrar las diferentes vio- hacerlo con las normas existentes respecto a actos individuales, en la
laciones tradicionales a los derechos humanos. desaparición forzada de personas,aparecían 1,1na nueva serie de circuns-
tancias. A diferencia de los hechos cometidos por los particulares, aquí se
Por ello, decía Novoa, era necesario estudiar el fenómeno a la luz de
trataba de una política de Estado de carácter discriminatorio en relación
los principios jurídicos, medir la complejidad y el alcance y demostrar la
eón un grupo de personas por sus opiniones políticas. En consecuencia, a
necesidad de una nueva normativa en la materia que tendría en cuenta
partir del monopolio de la fuerza y el poder (posición de violencia, en
todos sus elementos.
definitiva) de un grupo, se negaba los derechos humanos más elementa-
Para el penalista chileno una definición exacta de la "desaparición de les a otro. Nos encontrábamos, según Bustos, frente a hechos que tenían
personas" debía apoyarse en distintas fuentes porque, según los países y
lugares, tuvo formas particulares que debían considerarse. 684 Novoa Monreal, Eduardo,'l\_nalyse juridique de la disparition de personnes'; en Le
refus de l'oubli, La politique de disparition forcé de personnes, ob. cit., pp. 81·82.
320 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO J:,A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 321

características. cuantitativas y cualitativas semejantes a las de un genoci- la Constitución Nacional y los principios jurídicos universalmente reco-
dio, la esclavitud y crímenes contra la hurrianidad6Ss. nocidos, no fue jamás utilizado regularmente ni en su totalidad. Era una
Uno de los discursos políticos más encendidos fue el del exsenador suerte de seguro o amenaza latente pero no había sido puesto en práctica.
argentino Vicente Leonidas Saadi, quien se refirió a la necesidad de Por el contrario, las diferentes disposiciones de carácter secreto, que
encontrar soluciones al problema de desaparecidos en Argentina y toda col)stituían el segundo plano normativo, al cual Mignone definía como la
América Latina, e inst9 a .resolver el tema de miles de ciudadanos exilia- doctrina del paralelismo global, fueron aplicadas sin restricciones y carac-
dos. Saadi .decía que, para hablar de derechos h\m;tanos era indispensa- terizaban el tipo de represión política adoptada por las fuerzas armadas
ble hablar. de democracia, pero de una verdadero democracia, es decir, de ar$entinas.
dirigentes elegidos por la voluntad del pueblo y no de usurpadores que
se transformaban en la guardia pretoriana de las mul~in,acionales686. Ji En el seno de esta doctrina de la represión, la detención seguida de la
-~_!?:_ desaparición de personas consideradas como sospechosas, disidentes o
Entre los testimonios más importantes cabe se'ñ;tlar el de Emilio Fer- ~
,,..1' ideológicamente peligrosas, como la' negación de una participación oficial
mín Mignone, presidente del Centro de Estudios l:eg'ales y Sociales de en'los hechos, constituía el elemento principal687.
Argentina (CELS),
Un grupo de Madres de Plaza de Mayo participó en este Coloquio6ss.
Mignone destacaba que el análisis de la acéión represiva desplegada
Eri él, expresaron que la ronda que se había iniciado a partir de 1977
por las Fuerzas Armadas desde 1974 y, particularmente, a partir del
y que se realizaba en torno a la Pirámide de la Plaza, crecía a medida
golpe de Estado' dé 1976, permitía remarcar la existencia de dos niveles
qU:e aumentaba la locura de la represión estatal. Su presencia perturbaba el
normativos.
silencio que debía recubrir las desapariciones y era la razón por la cual
El primero, de carácter público, estaba consíiftiido por el conjunto el Gobierno las expulsaba. No obstante ello, se mantuvieron unidas,
de normas ju~ídicas aprobadas antes y después del golpe de Estado, des- c<;mstituyendo una forma de resistencia pacífica.
tinado a encuadrar formalmente estas acciones. El segundo, de carácter
Las Madres dijeron que su nombre estaba umbilicalmente ligado a
secreto, pero susceptible de ser reconstituido gracias a los hechos, los
testimonios, el examen de los aspecto's de las operaciones como los textos las Üesapariciones. Para ellas, sus hijos estaban con vida y, por eso, la
disponibles, estaba compuesto por ordenes y· reglas de organización y búsqueda era perpetua e infatigable.
'
aécióh propuestas por los servicios de inteligencia y· los jefes de las tres La responsabilidad -decían en París- era exclusiva de los militares.
fuerzas armadas, aprobados por sus comandos respectivos. No se podía hablar de una 'guerra suciá' ni de una 'guerra no queridá',
El primer plano normativo señalado, de carácter excepcional, que como lo hacían habitualmente. Un Estado no podia elaborar ni poner
emanaba de un poder absoluto, que se encontraba como violatorio de en práctica un sistema de lucha que no pudiese ser explicado hasta sus
últimas consecuencias, de la primera a la última acción.
685 Bustos Ramírez,Juanjosé, "Le délit de disparition forcée crime centre l 'humanicé
et mesures préventives internacionales'; en Le rifus de l'oubli, La politique de dispari, 687 Mignone, Emilio Fermín, "Les dédarations abusives de disparitions insrrument
tion forcé de personnes, oh. cit., pp.ll8,119. d' une politique~ en Le rejus de l'oubli, La politique de disparition forcé de personnes,
686 Testiffionio de Vicente Leonidas Saadi; en Le rejus de l'oubli, La politique de dispa, ob. cit., pp.lSl-183.
rition forcé de ftersonnes, ob. cit.~ pp. 141-142. 688 Concurrieron a este evento: Marta Vásquez, Reneé Epelbaum y Elida Galetti.
322 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO 11A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 323

La censura y la autocensura, el miedo, el terror, la desesperación por El compromiso político de la primera escuela de criminología
falta de trabajo, el deseo de preservar la familia que quedaba, eran los latinoamericana cobra sus primeras víctimas: hacia una
factores que provocaban el silencio del pueblo argentino frente a estas criminología de la liberación en el I Encuentro de Criminólogos
violaciones de los derechos humanos. Pero la verdad un día aparecería Críticos
-según las Madres- y alcanzaría a los culpables como a todos aque-
llos que callaron, lo que no era sino una forma de aprobación de lo que Mientras que las Madres de Plaza de Mayo sufrían en carne propia el
ocurría. poder,punitivo irracional y descontrolado del Estado y, desde el exterior,
Nuestros desaparecidos -reclamaban las Madres en Francia- son
se. manifestaban los exiliados o los familiares de víctimas de violaciones
"; los derechos humanos en América Latina, los criminólogos críticos
seres fantasmales, desconocidos que se debatían entre ser y no ser. Jamás
de nuestro continente promovieron actividades que reflejaban, el com·
la interrogación de Hamlet había sido tan trágica. En nombre de estos
J>romiso con la realidad política regional: esta participación también les
desaparecidos, la voz de estas Madres se levantaba en favor de cada uno
costó la vida a algunos de entre ellos.
y de todos ellos, pero ahora había que encontrar la solución. No desea- ,.
ban pasar a la historia como un mito. Luego del Congreso de Maracaibo de 1974, se acordó que el Centro de
Investigaciones de la Universidad d~l Zulia, dirigido por Lola Aniyar
Por ello, exigieron que surgieran del Coloquio proposiciones con·
de Castro, conformara y coordinara un Grupo de Investigación Compa·
cretas en el pl~no internacional: ~) la aparición con vida de los desapa·
nda regional.
recidos; b) hacer imposible en el futuro las detenciones-desapariciones
forzadas. de personas y; e) encontrar el consenso internacional para De este modo, comenzó a realizarse una tarea importantísima en la
sancionar esta forma de violación ,de los derechos humanos mediante ~riminología crítica latinoamerican,a de la que surgieron tres grandes
normas específicas que los condenen689. proyectos en los que participarían profesores de la región: sobre violen·
,cia, delitos de cuello blanco y control social en América Latina.
También en ese mismo año, pero en nuestro continente, se realizó el I
Congreso Latinoamericano de Familiares de Detenidos- Desaparecidos, El Primer Seminario de Investigación Comparada sobre violencia
en San José de Costa Rica, que daría lugar al surgimiento de la Fede· tuvo lugar en Quito en 1976, donde se presentaron distintas investiga-
ración Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos· ciones realizadas hasta esa fecha y esbozos de cómo se desarrollaría el
Desaparecidos (FEDEFAM). trabajo en las etapas posteriores. Para ello, se distinguió a la violencia
estructural de la violencia de contenido criminológico-penal.
La violencia estructural podía ser estudiada como: a) institucionali-
zada, que se basaba en los instrumentos legales mediante los cuales se
manifestaba la violencia del sistema; b) económica, que era la violencia
que ejercía el sistema de producción sobre la población desposeída, así
como la de los países extranjeros que despojaban sus riquezas materiales
689 Testimonio de las Madres de·Plaza de Mayo por ante el Coloquio de París de
enero de 1981, en Le refus de l'oubli, La politique de disparition forcé de personnes,
a los países no industrializados; d) propiamente política, que era la pro ve·
ob. cit., pp. 227·230. niente de la; instituciones como la violación de derechos constitucionales
324 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO COD!NO
.L'A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGlA EN AMÉRICA 325

o la violencia político-social que buscaba un sistema alternativo o final-


Atilio Ramírez Amaya, profesor de la Universidad del Salvador,
mente, la cultural, es decir, la educación, la religión o los medios de comu,
nícación social. iniciador de la cátedra de Criminología a partir de su experiencia con el
Grupo de Criminología Comparada, Juez de Instrucción a quien le tocó
La violencia de contenido criminológico-penal podía ser analizada instruir el asesinato del arzobispo Osear Arnulfo Romero, fue objeto de
como: a) violencia institucional, que eran los delitos cometidos por las ins- un atentado con ametralladoras en su domicilio y debió escapar con su
tituciones o sus órganos, tales como el genocidio, las torturas, los malos familia a Costa Rica.
tratos en prisión, la denegación de justicia, etc.; b) los comportamientos
Elías Carranza, quien había investigado la desaparición de Ángel
violentos individuales como los homicidios, lesiones, delitos sexuales, robo,
Brandazza y otros tres detenidos en Argentina, fue secuestrado cuando
etc.; los comportamientos violentos colectivos que eran los delitos cometidos
volvía a su casa, rodeado de tres automóviles y secuestrado en la ciu-
por grupos, asociaciones criminales, etc690.
dad de Rosario. Al prestar declaración testimonial en 2011 -en una
Además del proyecto sobre violencia en América Latina que después causa seguida a militares por delitos de lesa humanidad-, Carranza se
de Quito se realizó en Lima (JI Seminario de Investigación Comparada, refería a las torturas padecidas por él y otra detenida, quienes además
1977) y Bogotá (III Seminario de Investigación Comparada, 1978), h':)bían compartido un paseo en un denigrante viaje en camión.
nuestros criminólogos críticos se ocuparon de los delitos de los podero-
Un día -declaró en el juicio- en una cuarta o quinta sesión fue
sos, por ejemplo, los de las multinacionales que provocaban mayor daño
l~nzado en medio de· un grupo de siete u ocho personas y golpeado
social que los delitos convencionales individuales (Seminarios de Bogotá
qrutalmente en la cara, el pecho y la zona baja. Le pusieron la picana
de 19781.Río de Janeiro de 1979 y Valencia-Venezuela- en 1980).
en el pecho y le decían: ¡así que ustedes investigaban esto/ Uno de los
Esc;¡s dos experiencias en investigación comparada iban á orientar torturadores le dio pistas para que supiera que era uno de los policías
los nuevos estudios hacia la totalidad del control social, y abarcaban el presos por el caso Brandazza. Después de un mes, lo trasladaron a otra
control social informal, es· decir, los medios de comunicación masiva, la ciudad.
educación, el rol d~ las.Iglesias, etc.
Carranza estuvo tres meses en la cárcel y lo soltaron el6 de junio de
La investigación 1nicial sobre violencia institucional cobró sus prime- 1977, pero antes le dijeron que lo iban a matar, que se fuera del país, lo
ras víctimas· en Centroamérica, pero también en el Cono Sur: la violencia que efectivamente hizo hacia Costa Rica en febrero de 1978.
se ejercía hacia toda mirada que molestara al poder de turno.
Elías Carranza, el criminólogo que había sufrido en carne propia
En 1977,Jorge Enrique Torres Lezama,jurista y sociólogo guatemal- el terror estatal, dirigió hasta hace poco el Instituto Latinoamericano
teco que había participado del grupo de cri¡ninología comparada, sufrió de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento de
un extraño "accidente de tránsito". Tanto él como su esposa resultaron Delincuentes691 •
gravemente heridos y debieron exiliarse en Costa Ríca.
Menos afortunados fueron Guillermo Monzón Paz y Jorge Palacios
Morra, profesores de derecho penal y de criminologia de la Universidad
69o Sobre ello, Aniyar de Castro Lola, "Primer Seminario de Investigación Comparada
sobre Violencia en América Lariná; Capftulo Criminológico, n° 4, Universidad del
Zulia, Maracaibo, 1976, pp. 385-388, 69l Tessa. Sonia, "Los torruradores del 72 se vengaron en el 76'; en Rosario 12, miér~
coles 6 de abril de 2011.
326 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 327

San Carlos de Guatemala, quienes fueron asesinados a tiros por grupos del mapa a más de 600 comunidades. La violencia sexual se utilizó contra
paramilitares a principios de 1981692. las mujeres como parte de la estrategia de la guerra y sus cuerpos fueron
mutilados, torturados y violentados. En Guatemala se cometió genocidio
En 2011, la hija de Monzón Paz, la periodista Maridos Monzón
escribía:, y se''instauró un régimen de terror para mantener un sistema económico
de dominación y exclusión, que aún hoy, persiste. El ejército y las fuerzas
"Este año se cumplieron tres décadas del asesinato de mi padre, Gui- civiÍes de seguridad se convirtieron en los verdugos de la población so
llermo Alfonso Monzón Paz. El 27 de febrero de 1981 fue acribillado pretexto de controlar 'la amenaza comunistá.
dentro de su automóvil cuando se dirigía a su bufete. Ese mismo día siete
profesionales más, todos catedráticos de la Universidad de San Carlos, "¡Qué hizo un joven abogado penalista para que le asesinara un
fueron ultimados. escuadrón de la muerte/ ¡Quién le f0ó semejante sentencia y por qué/
¡Qué delito cometía cuando presentaba recursos de habeas corpus a favor
"Eran días de sangre y plomo, días de tragedia personal y colectiva. de guatemaltecos desaparecidos/ ¡Fue su libro La violencia institucionali-
Abundaban los cadáveres con señales de tortura y tiro de gracia en las zada en América Latina, el caso de Guatemala suficiente afrenta para sus
principales calles de la ciudad. Las desapariciones de dirigentes gremiales, asesinos/ Aún hoy, 30 años después, no tengo todas las respuestas a estas
estudiantiles, de profesores universitarios, líderes sindicales y sociales, preguntas.
catequistas, obreros y campesinos eran comunes e iban en aumento. La
"Dificil para una niña de 10 años comprender la magnitud de lo que
década del80 marcó el inicio de las masacres en comunidades indígenas y
ocurría en su país, y más dificil aún, entender el asesinato de su padre en
rurales y la venta de bebés cuyas madres fueron asesinadas en cárceles
clandestinas. una transitada calle de Ciudad de Guatemala. Con el paso de los años,
esta niña, convertida hoy en periodista, entendería que lo ocurrido fue
"Gobernaba el país Romeo Lucas García, su ministro de Goberna- una acción sistemática del Éstado guatemalteco, en el marco de la doc-
ción era Donaldo Álvarez Ruiz y el jefe de la Policía, Germán Chupina trina de seguridad nacional, y del dominio de la oligarquía, que terminó
Barahona, quien junto a Pedro García Arreciando y Manuel de Jesús con la vida de cientos de miles de personas cuyo delito fue pensar dife-
Valiente Téllez, organizaron los escuadrones de la muerte. rente, actuar y querer transformar la injusta realidad.
"En enero de 1980, las fuerzas de seguridad asaltaron e incendiaron "El régimen de impunidad que se instauró en aquellos años de las
la sede de la En{bajada de' España, quemando vivas a 37 personas, entre dictaduras militares, y aún hoy luchamos por romper, ha protegido a
campesinos y estudiantes. En junio del mismo año, 27 dirigentes sindicales estos asesinos -materiales e intelectuales- y ha impedido la justicia.
de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) fueron desaparecidos y Por eso los otrora escuadrones de la muerte, hoy aparatos ilegales y cuer-
dos meses más tarde, 17 sindicalistas más, pertenecientes a la CNT y a la pos clandestinos, siguen actuando a sus anchas, infiltrados en las institu-
Escuela de Orientación Sindical de la USAC, corrieron la misma suerte. ciones públicas, enquistados en la empresa privada y en los gremios, en
A las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales le siguie- las cortes y en la academia. Su objetivo es que nada cambie, porque este
ron las masacres y la política de tierra arrasada que prácticamente borró sistema les es absolutamente funcional.
"Pero habemos otros, que nos negamos a aceptar que se ha perdido
6
92 Sobre ello, Aniyar de Castro, "Un largo editorial: La historia aun no contada de la la batalla. Que entendemos que no hay democracia posible si no se
criminología latinoamericana, ob. cit., p. 18. alcanza la verdad y la justicia. Que No hay Estado de derecho basado
328 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 329

en la impunidad. Que ·pensamos que el compromiso por derrotarla es en Maracaibo hacía algunos años atrás y las investigaciones que sobre
personal y colectivó'693. violencia se realizaban desde 1976697,
ta realidad, como vemos, reflejaba que el criminólogo y el jurista no •· El texto hacía hincapié en las realidades sociales de América Latina que,
ignbraban que todos los crímenes de Estado producidos en los países de lunque diversas entre sí, respondían a una lógíca que había sido dictada
América Latina sobrepasaban -cientos de veces- el número de homi- por la política que dividía al mundo en países centrales y periféricos. A
cidios, heridas y otras infracciones del "derecho común': porque también ésa lógíca -se señalaba- habían respondido las situaciones nacionales
fueron víctimas de la violencia estatal: hacer criminología crítica en ¡;',ternas. En ellas había primado los privilegios de grupo en detrimento de
América Latina era extremadamente peligroso694, las mayorías. Las distintas oligarquías ejercieron su dominación e impu-
sieron políticas más apropiadas para sus propósitos de usufructo de las
En México, en junio de 1'981, pese a que las balas pasaban cerca, la
riquezas naturales y la explotación de los recursos humanos.
im;itación de Luis Marcó del Pont -Coordinador del Departamento
de Derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana de Azcapot- 'El tipo de disciplina necesaria para que las relaciones en los países
ialco-, a un Congres9 sobre"El delito de los poderosos" permitió que periféricos se mantuviesen dentro del marco previsto por las potencias
se constituyera el Grupo Latinoamericano de criminólogos críticos, en imperiales condicionaba la suerte y las formas de los sistemas de control
lo que fue el I Encuentro de Criminología Crítica. Estos se pronun- social.
ciarían a t'avés de un Manifiesto que contó con la pl}lma exquisita de
Las relaciones de producción basadas en la explotación del hombre
Roberto Bergalli, Lola Aniyar de Castro, Julio Mayaudón y Emiro San-
y generadoras de desocupación, el analfabetismo, la mortalidad infantil,
doval Huertas. Este documento no tuvo precedentes en la criminología
qs grandes masas de marginados, etc., eran -según este Manifiesto-
crítica mundial, pues fue mucho más allá del Manifiesto del Grupo
entre otros, los medios útiles con que se mantenía el sometimiento, se
Europeo para el estudio de la desviación y el control social de febrero
de 197869>: fo¡talecía el poder de ciertas minorías y el capital trasnacional obtenía
cuantiosas ganancias. La violencia estatal y la represión se habían consti-
El Manifiesto de Criminólogos Críticos de Azcapotzalco sería fundacio- tuido como herramientas básicas de aquel control.
nal para los postulados de la criminoÍogía de la liberación latinoameri-
Pero además se indicaba la complicidad del derecho penal pues había
cana, ya que se erigía como una propuesta para la formulación de una
servido como instrumento para profundizar las diferencias sociales y la
crítica aC'adémica al control social69§ pues complementaba lo sostenido
c(encia jurídica penal había justificado la intervención punitiva oficial en
auxilio de privilegios minoritarios.
693
Monzón, Maridos, Discurso pronuri.ciado elll de abril de 2011 en oportunidad
del homenaje a Guillermo Monzón Paz, en la Universidad San Carlos de Guate- Para los criminólogos críticos latinoamericanos, la criminología hasta
mala, Ciudad de Guatemala. ese entonces había cumplido una tarea legitimadora de ese orden social
94
6 Szabo, Oenis-Rico, José María, "Criminología y represión en América Latina'; por lo que era necesaria la elaboración de nuevas estrategias alternati-
Capitulo Criminológico, n" 9/10, ob. cit., pp.153-156.
vas para el control social en nuestros países.
69
5 "Manifiesto del Grupo Europeo': Capítulo Criminológico, n° 9/10, oh. cit.,
pp.141-143.
696 Manifiesto Criminológico Latinoamericano, Capítulo Criminológico, n° 9/10,
Sobre ello, González Vidaurri, Alicia-Sánchez Sandoval Augusto, Criminología, '697
Porrúa, México, 2005, XVII". ob. cit., pp.135-137.
330 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 331

El movimiento liberador debía dirigir sus esfuerzos, según ellos, para deductivos, entendieran lo que los criminólogos críticos estaban diciendo
que el empleo del sistema penal tuviese en cuenta, fundamentalmente, la e investigando ni sus particularidades y, para aquellos, novedosas meto-
protección de los derechos sociales más numerosos y desprotegidos, así ..Iologias698.
CO!l)O la superación de ,los factores que generaban esas desigualdades y
finalmente, una transformación profunda y democrática de los mecanis- La primera consecuencia relevante de un proyecto de estas caracterís-
mos de control social. 'ticas no eran las posibilidades de colaboración sino de integración entre
la.criminología que no podía ser otra que la crítica, y un derecho penal
también crítico. El 'garantismó; o respeto, vigilancia o garantía de los de-
La investigación sobre los sistemas penales en América Latina '
recl,los humanos, se convertiría en la zona de coincidencia de ambos
c(rculos y en objetivo de alto nivel en la escala de prioridades de ambas
Hacia los años ochenta el Instituto Laeinoamericano de Derechos d/sc,iplinas699.
Humanos encomendó un proyecto de investigación sobre sistemas pena-
Esta investigación tuvo, entre otros aciertos, el de señalar las condi-
les y derechos humanos ett América Latina. Ese proyecto, coordinado
ciqnes de vida de nuestra región y la distancia que existía con los países
por Raúl Zaffaroni, comenzó a desarrollarse en 1982 y culminó en 1986.
llamados del Primer Mundo. El aumento de la concentración urbana no
La particularidad de este proyecto era que se analizaba la realidad iba acompañado, de un crecimiento ind~strial de modo que se generaba
ideológica, política, económica y social del continente y tenía como factor !m continuo aumento de la población urbana marginal.
de referencia los derechos humanos.
Este desplazamiento urbano generaba conflicto entre sectores de alto
Esta investigación representó, sin duda, un' punto de inflexión en el y bajo (casi nulo) poder adquisitivo y tendía a que las funciones del sis-
camino pionero de los estudios críticos del control social, y se centró tema penal fueran las siguientes:
en el estudio de las instituciones penales, contravencionales, procesales, a) intimidación de sectores marginados y de clase media ascendente;
tutelares, militares, penitenciarias y algunas similares, como las psiquiá-
b) fortalecimiento simbólico de poder; e) garantía de invulnerabilidad
tricas. Los temas eran relativos a los elementos de la dogmática como al para ciertos sectores muy minoritarios de la criminalidad económica;
funcionamiento y represivida~ de las correspondientes instituciones, y su él)' concentración de poder social (eliminación de controles)700.
lesión a los derechos fundamentales.
Pero, además, permitió distinguir claramente dos sistemas penales
Los dos volúmenes en los que el proyecto fue recogido, bien podían ¡;xistentes en el complejo sistema social: un sistema penal aparente y un
ser una novedosa guía de reflexión sobre casi todo el sistema punitivo
en nuestros países. Sin embargo, lo que hizo a este proyecto más signifi- 698 Aniyar de Castro, Lola~Codino, Rodrigo, Manual de criminolog!a sociopolltica,
cativo fue la invitación a que se incorporen criminólogos del continente ob. cit., p. 267.
además de los especialist<l.s en materia penal. '
·(i99 Aniyar de Castro, Lola, "Derechos humanos, modelo integral de la ciencia penal
Por primera vez, criminólogos y penalistas de toda la reg1on se y sistema penal subterráneo': en Zaffaroni, E. R. (coord.), Sistemas penales y dere·
chos humanos en América Latina, Primer Informe, Depalma, Buenos Aires, 1984,
sentaban frente a frente a analizar tanto las teorías penales como las pp. 239·240.
realidades y su funcionamiento. En las primeras reuniones, no fue fácil 700 Zaffaroni, E. R. (coord.), Sistemas penales y derechos humanos en América Latina.
que los dogmáticos, acostumbrados a procesos cognitivos básicamente Informe final, Depalma, Buenos Aires, 1986, pp. 391-392.
332 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO !:A DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA EN AMÉRICA 333

>i>tema penal >ubter.ráneo701 • Este sistema subterráneo a la vez operaría en forma primaria de criminalizar subterráneamente era el mantenimiento
diferentes niveles del sistema social, es decir, no solo en los mecanismos de de la marginalidad social, la cual privaba a grandes porciones de la pobla-
control social formal (como el sistema penal) sino también en el informal. ción a los derechos humanos y sociales; en el sistema penal aparente las
Las diferencias entre el sistema penal formal y subterráneo se daban cosas se resolvían al invocar el principio de igualdad ante la ley.
tanto .en el proceso de criminalización de conductas como en el proceso La presunción de inocencia frente a cualquier ilícito afirmada en el
de criminalización de individuos. sistema penal aparente no se producía en los sectores vulnerables, como
En el primero, mientras en el sistema penal aparente lo que era "maló' los indígenas, los inmigrantes por razones económicas, los negros, los
estaba expresamente formulado en los códigos a trav~s de incrimina- jóvenes de clase baja, las minorías sexuales y los disidentes, quienes eran
ciones, en el si'stema penal subterráneo era el que decretaría lo que era el objeto principal de las redadas policiales sin motivo.
"buenó' y, en consecuencia, quienes eran los "buenos" del sistema social. En el sistema penal aparente existían actos prohibidos pero que se apli-
Así, encontrábamos en el subterráneo la no criminalización, o c;aban exclusivamente contra las clases subalternas como los allanamien-
diferente sanción, de conductas de grave daño y costo social que eran tos sin orden judicial, las violencias policiales, la violación de la propia
características del rol de las clases hegemónicas en el sistema global y su imagen, las detenciones preventivas indefinidas, etc.; el principio del juez
contrapartida, el .sistema penal aparente criminalizaba prioritariamen- n~tural propiciado por el sistema penal aparente no lo gozaban tampoco

te conductas que eran más fácilmente ubicables en el ámbito de las clases las minorías émicas, religiosas, sexuales o de cualquier índole, como tam-
subalternas. poco 'los marginales, ni los disidentes políticos, lo que demostraba una
vez más la presencia de un sistema penal subterráneo.
En el sistema penal subterráneo encontrábamos criminalizaciones de
hecho de las disidencias ideológicas operadas por los servicios de inteli- Zaffaroni describió con precisión, al concluir la inyestigación, lo que
gencia, que obraban con discrecionalidad amparados en la impunidad; él denominó los "fenómenos fácticos violatorios de derechos humanos"
en, el sistema aparent~, las legislaciones contravencionales eran fuerte- en América Latina, aunque solo nos detendremos en algo que señalaba
mente selectivas, castigando por lo general a miembros de las clases más pero que tenía fundamental importancia, pues describía una realidad de
desfavorecidas. (leyes sobre drogas .y alcohol, prostitución, vagabundaje, los sistemas penales regionales que incluso hoy en día no nos es ajena.
alteración de la paz pública). Si bien la investigación no fue especialmente orientada hacia la repre·
sión directamente política era sumamente dificil escindir la represión del
Respecto al proceso de criminalización de individuos, en el sistema
sistema penal "común' u ordinaria y la directamente política, particular-
penal aparente la criminalización se produciría por efecto de la condena
mente cuando esta última se llevaba a cabo por los mismos medios.
formal, mientras que en el subterráneo los grandes depósitos de procesa-
dos funcionaban al margen de las pautas del primero. En los países que se ejercía una represión política directa, decía
Zaffaroni, se utilizaba para ello a personas que integraban o pululaban
Además de que la criminalización primaria se ejercía a través del este-
en torno al sistema penal y se producía una agudización de los caracteres
reotipo del delincuente como siempre perteneciente a la clase baja, otra
negativos del sistema: los segmentos policiales y penitenciarios se milita-
rizaban más, se incrementaba la corrupción como resultado del aumento
70
1 Seguimos lo descripto por Aniyar de Castro, Lola, "Derechos humanos, modelo del margen de arbitrariedad y, en definitiva, quedaban estos segmentos
integral de la ciencia penal y sistema penal subterráneo~ ob. cit., pp. 243·246. como dueños del sistema.
334 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA-DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 335

El poder hacía que el sistema penal, según Zaffaroni, se concentrara esta situación seguramente causaría alarma. Sin embargo, nos encontrá-
en segmentos que dependían del Poder Ejecutivo, en forma tal que, bamos frente a una causa de muerte a la que no se le deparaba atención
incluso superado el momento de represión política, generaba estructuras en la región. Así, afirmaba que, de alguna manera, la opinión pública
de poder que no se desmontaban espontáneamente. La concentración de latinoamericana estaba aplaudiendo Auschwitz, la tortura y la ejecución
poder -que volvía arbitrario y desequilibrante al sistema penal- no sin proceso704 .
se revertía jamás en forll\a espontánea.
Las características negativas de los sistemas penales latinoamerica- Por ,la senda de la liberación: el II Encuentro de Criminología
nos, por regla general, se fueron produciendo como resultado del poder Crítica de Medellín
concentrado en momentos de represión política directa y nunca se re-
virtieron -a veces, ni siquiera parcialmente-, pese a manifestaciones J;ln 1983, los criminólogos críticos reunidos en ocasión de un semi-
en contrario del propio poder político. Las imágenes de "democratiza- nario organizado por el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas,
ción nunca coincidieron con procesos de desconcentración del poder en acordaron realizar al año siguiente el II Encuentro de Criminología
forma efectiva 702. c'rítica7os, que tuvo sede en Medellín.

Años más tarde, esta investigación culminó con otra publicación que Tal como había sido previsto en el Manifie5to de México de 1981 el
centró su atención en el derecho humano a la vida en los países latinoa- programa consistía en desarrollar una teoría crítica al control social que
mencanos. lo entendía en su totalidad. De esta manera, se parda de la base que, para
entender al control social formal, también había que ocuparse del control
El problema mayor con el que nos enfrentábamos -se señalaba-
so~ial informal.
era el tenómenb de las "muertes anunciadas". Estas eran, según Zaffaroni,
las muertes que, en forma masiva y normalizada, causaban la operativi- ,Lola Aniyar distinguía claramente la existencia de un control 5ocial
dad violema del sistema penal. En el concepto de muertes anunciadas se formal integradc¡, entre otros elementos, por el sistema penal en el que apa-
agrupaban varios supuestos de muertes vinculadas con el sistema penal, recían las instituciones de represión y tratamiento como la policía, los
entre ellas, las múertes institucionales, las muertes extrainstitucionales, tribunales, las cárceles, los institutos de menores y otro control 5ocial, que
las muertes parainstitucionales, las muertes cqntrainstitucionales y las no era formal, es decir, era informal o más bien extrapenal, conformado por
muert~s me~ainstitucionales703. la religión, la familia, la escuela, los medios de comunicación masiva, etc.

En relación con las muertes institucionales del sistema penal lati- Para la profesora venezolana, el control social había que analizarlo en
noamericano, estas arrojaban una temible realidad: las cifras eran cien su totalidad, sin excepciones, porque ambos se encontraban implicados
veces superiores a las de Europa y Estados Unidos. Imaginémonos, decía
Zaffaroni, que el resultado de estas muertes hubiese sido provocado por 704 Zaffaroni, E. R., Hacia un realismo jurídico penal marginal, Monte Ávila, Caracas,
una enfermedad y que afectase a la población más joven de los países: 1993.
705 Estuvieron presentes: Lola Aniyar de Castro, Argenis Riera, Emperatri7: Arreaza
Camero, Rosa del Olmo {Venezuela), Emilio Garda Méndez, Raúl Zaffaroni,
702 Zaffaroni, E. R. (coord.), Sistemas penales y derechos humanos en América Latina, Roberto Bergalli (Argentina), Emiro Sandoval Huertas, Alfonso Reyes Echandía
Informe final, ob. cit., pp. 396-397.
(Colombia), Juan Bustos Ranúrez (Chile), Alessandro Baratta, Massimo Pavarini
703 Zaffaroni, E. R., Muertes anunciadas, Temis, Bogotá, 1993, pp. 12~ 13. {Italia) y Louck Hulsman (Holanda).
336 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGlA EN AMÉRICA 337

en la. definición o señalamiento de lo que era delito, quién era delin- objeto central de una teoría crítica no podía ser sino la liberación. Y esta
·1:
cuente, cuál era la delincuencia y, por lo tanto, en los llamados procesos ~' liberación, debía ser entendida en su sentido ideológico y·cultural como
de criminalización706, -'~·+ '
'{i en las funciones de práctica teórica que poseía?os.
No obstante ello, la criminología no podía abarcar todos sus aspectos ni ··,!,' Emperatriz Arreaza, por su parte, reconocía esta delimitación en el
siquiera pretenderlo. Para poder analizarlo era preciso contar con la tarea "..-.
.::<.
objeto de estudio de la criminología de la liberación, pero no dudó en
:.(
de otras disciplinas que, en sus campos de aplicación y estudio, vinieran
~w octiparse de uno de los enfoques críticos que, sobre la religión, hacía la
en auxilio, como, pdr ejemplo, la teología de la liberación, la filosofia de la teología de la liberación en nuestro. continente, es decir, se interesó en
liberación, la pedagogía de la liberación, etc. l' up.o de los aspectos del·,control social informal.
Para Jos !l}ilirantes de una criminología de la liberación, decía Lola 'Si bien la Iglesia -decía- generalmente había legitimado los con-
Aniyar, la función debía centrarse tan solo en la parte del control social que
conducía directamente a los procesos de criminalización, pero sin desconocer
que la iglesia, la familia, la escuela o la ciencia, eran generadores de acri-
tudes y valores que incidían en esos mismos procesos de criminalización.
En este sentido;- la criminología debía 'interesarse en los enfoques críticos
t .;r
(i·
:0.

~:
flictos y procesos de control social existentes entre los sectores dominan-
~es y los sectores dominados, entre lo permitido y lo prohibido, entre
el inocente y el culpable, entre lo sagrado y lo profano, no era menos
cierto que en situaciones coyunturales había actuado como instrumento
de liberación en una praxis política concreta.
desarrollados sobre los ru.ismos707,
1· Para el científico social era importante evidenciar esta realidad dentro
La teoría crítica al control social propuesta era una prioridad, tal .¡¡·
del contexto político actual de los países latinoamericanos, donde se habían
~~
como se había propuesto en México, el!~ era el estudio de la dominación, i !'gudizado de tal manera las contradicciones dentro de la Iglesia institucio-
pero debía ser emprendida por una confederación de especialistas dis- " nal, que habían generado el surgimiento de una "Iglesia popular" que era
puestos a esta tarea emancij:>atoria. l:a iniciativa de este llamado podía tl p~rticipante activa en los procesos de liberación nacional, aun cuando se
ser asumida por la criminología de la liberación cfado que ella debelaba hallase enfrentada y; a veces, negada, por la jerarquía eclesiástica tradicional
lás formas más brutales ·y netas de la dominación manifestadas en los que continuaba legitimando los sistemas autoritarios y1o imperialistas709•
procesos de criminalización. Y quizás esta erá la propuesta para el avenir.
La intervención de Roberto Bergalli en este seminario fue novedosa
En definitiva, para Aniyar de Castr,o, lo importante para el criminó- pues iba a precisar o, mejor dicho, rectificar lo sostenido algunos años
logo, aunque no lo único, era la criminalización de conductas, de clases antes en México. A fin de no mezclar los contenidos de las distintas activi-
sociales, de individuos. Pero esta criminalización no era ni podía ser el dades investigadoras -decía- estas debían responder a epígrafes distin-
objeto central de una teoría crítica al control social, entendido en sus
vertientes formales o informales. Si el control social era la dominación, el 1

~·'
tos, para no caer en la falta de claridad y recibir reproches o acusaciones de
provocar confusiones metodológicas y falacias epistemológicas al seguir
~mpleando el nombre de Criminología aunque se adjetive de "críticá:
¡;.'

706 Aniyar de Castro, Lola, "Nocas para la discusión de un control social alternativo'; en
Criminología Crítica, I Seminario, Universidad de Medellín, Medellín, 1984, p. 85. 708 Aniyar de Castro, Lola, "La educación entendida como forma de control social':
7
07 Aniyar de Castro, Lela, "La educación enrendida1 como forma de control social: Capftulo Criminológico, n° 11/12, ob. cit., p. 41.
Cap(tulo Criminológico, n° 11/12, Universidad del Zulia, Facultad de Derecho, 709 Arreaza Camero, Emperatriz, 'í\lgunas aproximaciones al estudio de la rdigi6n
1983/1984, Maracaibo, p. 40,
como control social': Capítulo Criminológico, n° 11/12, ob. cit., p. 31.
338 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 339

Una de las conferencias más importantes, que presagiaba lo que


ocurriría con el juicio a la Junta Militar argentina un año más t~rde en
Buenos Aires, fue la de la criminóloga venezolana Rosa del Olmo que
se refirió a la detención-desaparición de persona; en América Latina, pero
con la particularidad de considerarla a la vez como un crimen y como un
ca;tigo711 •
Lo remarcable de esta ponencia fue que desde la academia se recono- l
cía el reclamo que se venía produciendo en las calles, es decir, algo similar ¡
Roberto Bergalli

En consecuencia, para Bergalli, se debía reservar el nombre de teoría


a.lo que había ocurrido con la criminología radical norteamericana que
incorporaba a su saber la protesta callejera, fundamentalmente de los
movimientos sociales o sectores minoritarios negros.
l
críticá del control social a las conclusiones que emergieran del análisis . La profesora venezolana reconocía que habían sido las Madres de
del más vasto sector que cubría los controle; informales operantes fuera del Plaza de Mayo las que la alertaron sobre el hecho de que si se aceptaba 1
contexto del sistema punitivo concreto, es decir, los que se manifestaban el concepto de desaparición por sí solo sería como aceptar un hecho con- ¡
eq las etapas que se conocían como socialización primaria. sumado que no lo era porque había algo anterior que lo producía -un
proceso previo-, que era la detención, con características bien sofistica-
La denominación de sociología del control penal, según Bergalli, debía
das. Esta distinción era importante pues significaba la responsabilidad
1
servir para el estudio de todas aquellas instancias, instrumentos, catego-
criminal del Estado en todo el proceso712,
rías y momentos solo previsto; por la; norma; jurídico-penales que promo-
vían la legitimación del orden, pero no ya en su dimensión dogmática sino Rosa del Olmo recordaba que esta práctica de la detención-desapa-
en aquella dialéctica que pretendía demostrar cuáles eran los i"ntereses rición se había iniciado rudimentariamente en la Alemania nazi, entre
socioculturales y políticos económicos que articularlos en el sistema de l939 y 1942 y, concretamente, en las instrucciones del Comandante en
producción estaban en su génesis, desarrollo y aplicación. Jefe de las Fuerzas Armadas Alemanas cuando. hablaba de detenidos
traídos secretamente a Alemania y la necesidad de que el inculpado des-
Finalmente, la criminología, para Bergalli, quedaría destinada a desig-
apareciera sin dejar trazas y que no se dé ninguna información posterior.
nar el trabajo clínico, orientado por el método positivo a la técnica clasi-
De estos documentos, el más famoso era el de Noche y niebla, donde
ficatoria de inaividuos, actividad que ya no podría despertar inquietudes
se especificaba que nadie debía saber la suerte de los detenidos ni estos
al crítico sistema penal puesto que las categorías que habían de gobernar
teher contacto alguno con el mundo exterior. A raíz de esta orden, siete
semejante labor habrían sido oportunamente remozadas por el examen
mil personas fueron arrestadas y enviadas a Alemania7!3.
sociológico de las mismas710.

711
Del Olmo, Rosa, "La detención y desaparición en América Latina: ¿crimen o cas~
710 rigo?, en Criminología Crítica, 1 Seminario, Universidad de Medellín, ob. cit., p. 37.
Bergalli, Roberto, "Sentido y contenido de una sociología del control penal para
J! Ídem, p. 40.
América Latina~ en Criminologfa Crftica, I Seminario, Universidad de Medellín, 712
ob. cit., pp.190-191. 713
Ídem, p. 41-42.
340 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 341

En los archivos sobre los detenidos-desaparecidos judíos en Argen- Ello explicaba las características comunes de esta práctica en los
tina estas directivas aparecen mencionadas: ·: .. Los prisioneros serán diferentes países en donde se aplicaba, es decir, la continentalización
secretamente transportados a Alemania .. ,", "Estas medidas tendrán de los detenidos-desaparecidos manifestada en la práctica a través de
efecto disuasivo porque: a) los prisioneros desaparecerán sin dejar nin- la cooperación entre los diferentes aparatos de seguridad. Este tráfico
gún rastro; b) no podr:í darse ninguna información sobre el lugar en que internacional de detenidos-desaparecidos evidenciaba la existencia de una
se encuentr~n ni cuál es su suerte..." (directivas dadas a sus subordina- verdadera trasnacionalización de la represión.
dos por el Mariscal Wilheln Keicel; jefe del Alto Comando Alemán en
febrero de 1942 referidas a la aplicación del decreto'Noche y niebla)114. La represión había optado por esta modalidad que era más funcio-
nal: se evitaba apresar a tanta gente, con el costo que ello acarreaba, sobre
En América Latina, decía Del Olmo, Guatemala recogió el método todo cuando se pensaba que eran totalmente irreducables.
nazi y lo practicó de forma masiva desde 1966, también Brasil después
del golpe de 1964 y C'"ile desde 1973, pero fue en Argentina en donde Pero, además -señalaba Del Olmo- esta práctica podía dirigirse
este método de terror se refinaba e institucionalizaba. no solo al individuo solicitado sino a todo su grupo de pertenencia y
éomo la familia era la célula base de la sociedad para la Doctrina de
La criminóloga venezolana advertía que era evidente que se trataba la Seguridad Nacional, la práctica de la detención-desaparición permi-
de un crimen contra Ía humanidad por lo que permitía calificarlo como de tía extenderse hacia esas familias que constituían un "mal ejempló' para la
lesa humanidad, tal como se venía reclamando desde distintas organiza- civilización occidentaL Ello explicaba la práctica de llevarse a los hijos,
ciones como Amnistía Internacional a raíz de los Informes sobre Argen- los numerosos casos de recién nacidos, infantes o niños fundamental-
tina de la CIDH de la OEA, sobre: Chile de la CDH de la ONU y mente en Argentina716.
del Informe del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas o los Coloquios
o Congresos sobre Detenidos- Desapare~idos de París o del I Congreso La práctica de detener y desaparecer a las personas no por la comi-
Latinoamericano de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de San José sión de un delito, sino porque podían cometerlo tenía su fundamento
l '
de Costa Rica115, en la peligrosidad de estas personas, o, en otras palabras -decía Del
Olmo-, en el "peligro de ser peligroso"71 7 •
Pero además agregaba, desde la perspectiva de las autoridades, es decir,
de los Gobiernos de los países en los que se lo practicaba, la detención- Ahora bien, el castigo infligido para Rosa del Olmo era equiparable,
desaparición era un castigo. Castigo dirigido a impedir la alteración del con algunas diferencias, a una medida de seguridad y no a una pena.
orden interno, no solo 'en cada país sino a escala continental, al seguir Las medidas de seguridad que aparecieron como ideas reformadoras
los lineamientos de la doctrina de la seguridad nacional que justificaba del' derecho penal tendían a la eliminación de delincuentes inadapta-
cualquier medio para cumplir su objetivo.
bles y aunque este se refería tan solo a separarlos de la sociedad, en
el supuesto de los detenidos-desaparecidos el objetivo fue eliminarlos
714
Esta disposición del régimen nazista que transcribimos aparece en el "Listado
matándolos.
incompleto de judíos argentinos detenidos desaparecidos según la publicación Des~
aparecidos en la Argentina del Comité de Defensa de Derechos Humanos en el Cono
Sur {Clamor)~ en Archivo Histórico de la Asociación Madres dr: Plaza de Mayo. 716 fdem, p. 56.
715 Del Olmo, Rosa, ob. cit., p. 51. 717 Ídem, p. 57.
342 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 343

Estas medidas también pretendían la "readaptación a la vida'; aunque Para este autor, contrariamente al escepticismo europeo, la esperanza
en el caso de los detenidos-desaparecidos, el terrorismo estatal conside- imperante en América Latina reflejaba una situación en .[a que aparecía
raba imposible en este tipo de individuos porque eran irreducables71B. con claridad la relación inmediata entre la violencia del sistema penal' y la
violencia estructural, una situación en la c~~lla frontera de la lucha entre
El único punto que quizás faltó destacar en el extraordinario ra-
dominantes y dominados era más evidente720.
zonamiento de la criminóloga venezolana fue el análisis de lo que ocurría
con los hijos de los detenidos-desaparecidos. Como hecho de trascendencia política conviene destacar el mensaje
dirigido por los asistentes al II Encuentro de Criminología Crítica al
En este caso, no podría hablarse de una medida de seguridad elimi-
presidente de Colombia, Belisario Betancur Cuartas y al presidente de la
natoria pues los militares argentinos pusieron en práctica la apropiación
Comisión de Paz, Jhon Agudelo Rios.
de bebés o niños durante la dictadura a quienes -a diferencia de lo
er
ocurrido en nazismo con los niños judíos que también eran irrecupera- Allí sostuvieron que: "Como estudiosos de la criminalidad conside-
bles- se los podía "mejorar" por lo que, a su respecto, no podría tratarse ramos que ella no es más que el reflejo. de una situación socioéconómica
de medidas eliminatorias sino de medidas de seguridad que pretendían y política concreta, origínada entre orros factores, en la acrecentada y
ser educativas, teniendo como consecuencia la privación de la identidad cotidiana dependencia del capital extranjero.
para. cumplirlas.
"La exacción que las multinacionales hacen de los recursos naturales
En Medellín, el criminólogo italiano Alessandro Baratta echaba por de los países de América Latina, también tiene postrados a los Estados en
tierra con las especulaciones sobre la inexistencia de una criminología una dependencia política, convirtiéndolos en Estados criminógenos al no
crítica regíonal de quienes aducían que lo que se hacía en América Latina poder desarrollar una estrategia política en beneficio de las necesidades
no era. otra cosa que una importación cultural del pensamiento euro- vitales de las mayorías desposeídas. Sin olvidar que en el plano interno de
peo719, la mayoría de estos países de la América Latina la dominación externa ha
contado con la aquiescencia de sectores de las clases dominantes internas.
Baratta iba a reforzar la idea -ya sostenida por Lola Aniyar de Cas-
tro- de que América Latina contaba con una experiencia criminológica '"Estas mayorías irremediablemente son lanzadas a la lucha, ya por la
propia y bien diferente a la producida en los países centrales, y reconocía ,subsistencia ~ por sus reivindicaciones sociales y políticas, recibiendo por
por el contrario la influencia que ejercieron en el pensamiento europeo este elemental derecho un trato de dominaciói) no por las vías políticas ni
el resultado de las investigaciones que sobre violencia se habían realizado de convivencia sino por la violencia oficial que origína a, su vez respuestas de
en nuestro continente. Desde que había tomado contacto con esta expe- autodefensa, siendo un factor de agudización del conflicto social.
riencia en Maracaibo en 1978, decía Baratta, la violencia y la dominación
"Como criminólogos, no podemos desconocer los perniciosos efectos
se habían convertido en el hilo conductor de su propia criminología.
que la deuda externa ocasiona a los países de América Latina, pues son la cau-
sa fundamental de los déficits, reduciendo entonces las capacidades econó-
ns Ibídem. micas del Estado para satisfacer sus elementales deberes de asistencia social.
719 Ver, entre ellos, a Sozzo, Máximo, "Traduttore, Tradittore. Traducción, importa~
ción cultural e historia del presente de la criminología en América latina': en Sozzo,
Máximo (coord.), Reconstruyendo criminologías críticas, Ad Hoc, Buenos Aires, no Baratta, Alessandro, "Discurso de agradecimiento': en Criminología Critica, I Semi~
2006, pp. 406-407. nario, Universidad de Medellín, ob. cit., pp. 227 ~228.
344 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 345

"Los diferentes factores económicos estructurales caracterizan fun- El Congreso de Managua fue uno de los más importantes para el
damentalmente formas hegemónicas de dominación antidemocráticas ~ompromiso de una criminología de la liberación con la realidad social
que consolidan regímenes autoritarios, totalitarios, militares, gérmenes regíonal pues el mismo se desarrolló en una convulsionada Centroamé-
de corrupción burocrática y atentado a los derechos humanos. ric~723. Nicaragua había sido uno de los países más golpeados por las
dictaduras del siglo XX, que tuvo a una dinastía en el poder por más de
"Es también un mandato para todo criminólogo el enjuiciamiento de
cuarenta años: la familia Somoza.
la salida militarista y guerrista a la actual crisis latinoamericana, esa es la
razón de esta declaración para demostrarle a la opinión pública mundial La ciudad los había sorprendido por carecer de un centro histórico,
nuestra solidaridaq con los anhelos de paz y democracia del movimiento tal como lo relatan Alicia González Vidaurri y Augusto Sánchez Sando-
político colombiano donde convergen amplias mayorías populares, sin yal. Allí, decían, los terremotos, la dictadura de Anastasia Somoza y la
desconocer que ese proceso político no se podrá materializar si no hay guerra de la liberación habían arrasado todo y los matorrales descuidados
reformas políticas, econÓmicas y sociales profundas que satisfagan dere- i::uprían los espacios724.
chos inalienables. La revolución de julio de 1979 instauró un Gobierno popular, qu·e se
"Este pronunciamiento surge de la ,preocupación porque se inicie y legítimaría, algunos años más tarde, en las urnas con las elecciones pre-
d~sarrolle una política criminal alternativa que, rechazando la represión, sidenciales de 1984, no sin antes sufrir una contrarrevolución sangrienta
busque un derecho penal menos desigual. Así entendemos la criminolo- marcada por la intervención de los Estados Unidos y los países aliados.
gía de la liberación"721. · Uno de los temas de aquel encuentro tuvo como eje principal nue-
vámente la violencia institucional pero que reconocía su origen en
En Managua el imperialismo es un crimen Gobiernos extranjeros, es decir, se señalaba como actos terroristas a los
cometidos también por otros Estados.
El III Encuentro de Criminología Crítica tuvo lugar en Nicaragua El canadiense Gordon West señalaba al respecto que si bien habían
entre el 20 y el 22 de se~tiembre de 1985, a instancias de la Corte sido los criminólogos radicales norteamericanos, en especial, los esfuer-
Suprema de ese país, que"sirvió de anfitrión. La invitación había sido zos originales de los esposos Schwedingers los que habían intentado
cursada por su vicepresidenta, Vilma Núñez de Escorcia, quien ya había r~definir al imperialismo como un crimen, una formulación académica
participad'a en l;,s ~ncuentros anteriores como una reconocida defensora adecuada a esta problemática teórica solo podía hacerse si se tomaba en
de los derechos humanos en su país722 y a quien su férrea oposición a la s;uenta la labor emprendida por la criminología crítica latinoamericana,
dictadura somoziita, le hapía costado la tortura y la prisión.
723 Asistieron a este Encuentro, entre otros: Luis Marcó del Ponr, Roberto Bergalli
721 Mensaje dirigido por los asistentes al II Enuenrro de Criminología Crítica Lati~ (Argentina), Lela Aniyar de Castro, Thamara Santos (Venezuela), Carmen Antony
~oamericana •al señor Presidente de la República, Dr. Belisario Berancur Cuartas y {Panamá), Alicia González Vidaurri (México), Josefina Alvarez {República Domi-
al Dr. Jhon AguClelo Ríos, presidente de la Comisión de Paz, en Criminología Crítica, nicana), Atilio Ramirez Amaya (El Salvador), Gordon West {Canadá), Alessandro
I Seminario, ob. cit., pp. 231~232. Baratea y Massimo Pavarini (Italia).
724
'
González Vidaurri, Alicia. .Sánchez Sandoval, Augusto, "De la biopolíticaa la cana. .
722 De sus investigaciones sobre criminología crítica, vale destacar: Núñez de Escorcia,
Vilma, "Transformación revolucionaria y control social de la delincuencia': Capítulo cologíá; en Tenorio Tagle, Fernando (coord.), El sistema de justicia penal y nuevas
Criminológico, n° 13, Universidad del Zulia, Maracaibo, 1985, pp.!Ol y ss. formas de observar la cuestión criminal, Inacipe, México, 2015, p. 183_.
346 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA'DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 347

en especial, el contexto de dependencia en los países del tercer mundo l,a doctrina de la seguridad nacional en Centroamérica, en efecto,
que de ella se desprendía725, había tenido sus distintas versiones a lo largo de la década del setenta,
.a,unque, como bien lo señalaba el criminólogo canadiense, cada una de
Para este autor, las teorías tradicionales de la violencia habían con-
ell¡ts' contó además con un actor de peso como los Estados Unidos que
siderado fundamentalmente a la muerte y al homicidio como hechos
contribuía con armas o ayuda económica a impedir las diferentes formas
principales, pero analizándolos individualmente. Lo cierto era que estas
teorías individualistas (sobre las modificaciones del comportamiento, la de liberación que se sucedían.
asociación diferencial, la teoría del control, las teorías de las subculturas, J3n El Salvador las diferentes dictaduras desencadenaron una guerra
etc.) jugaban un papel secundario para explicar la violencia terrorista, que civil hacia el año 1981 en el que la rebelión nacionalista se enfrentaba con la
necesitaba la comprensión de los problemas de Gobierno y dominación estructura represiva del Estado. Entre 1972 y 1975la dictadura de Arturo
como referencia indispensable. Arlfiando Malina había iniciado una escalada represiva sin precedentes de
• persecución, careos y masacres, que comenzaron con hr ocupación militar
Las definiciones de terrorismo que se habían sostenido hasta ese
entonces parecían neutrales y objetivas, pero nunca contemplaban la
de la Universidad del Salvador, institución acusada de albergar a secto-
r~· armados de la izquierda y culminaron con la matanza de estudiantes
utilización del terror por las democracias liberales de Occidente.
universitarios. Su· sucesor, el general Carlos Humberto Romero, gobernó
Por el contrario, la teoría de la dependencia sugería que el terror en apenas dos años antes de ser depuesto por otq> golpe militar.
el Tercer Mundo debía ser examinado de modo de explorar sus vincu- •
A partir de 1979, las fuerzas armadas intentaron detener la rebelión
laciones con los centros del imperialismo mundial. Las muertes masivas
popular con un Gobierno integrado por una junta mixta en la que se
de campesinos, por ejemplo, no podían ser atribuidas solamente a los
ir¡corporaron civiles, pero 'e! régimen ya no podía conciliar los distintos
soldados como individuos. 'Detrás de ellos, estaban los Gobiernos elegi- ~·.
')'·
intereses que estaban en juego. La oligarquía utilizó todos los segmentos
dos formalmente, la ayuda imperialista, la ayuda para el desarrollo y la .\· del poder del Estado para intentar perpetuar sus privilegios e impunidad
ayuda internacional incorporada más concretamente a través de algunos
banqueros bien vestidos dé Zúrich o Nueva York726. :.;; y, con ese fin, empleó cuerpos de seguridad públicos para actividades
t,~q:oristas727, una de ellas, fue la matanza del Río Sumpul de mayo de
En Nicaragua, específicamente, afirmaba Gordon West, había exis- ~~80 en la que fueron bombardeados campesinos en la frontera con '
tido un Estado basado en la seguridad nacional afirmado en el terror "Honduras, en la que murieron más de 600 personas en su mayoría
/'
hasta la revolución de 1979 pero la restauración de este terror después •i mujeres y niños .
de esa fecha fue casi enteramente contrarrevolucionaria, pero a la vez .f
!1·
En esta época, aparecieron los escuadrones de la muerte que asesi-
internacional. Por ello, concluía que la mayoría de las muertes violentas
habían sido efectuadas por el terrorismo internacional del Estado nor- 1·'
'' naron, entre otros miles, al arzobispo Arnulfo Romero, quien tiempo
teamericano. antes solicitaba en una carta pública al presidente norteamericano
Jimmy Carter que ese gobierno se abstuviera de seguir ayudando a esta
junta cívico-militar alegando que esta solo había recurrido a la violencia
72
S Gordon West, W., "El terror imernacional en Nicaragua'; Capftulo Criminológico,
n° 13, ob. cit., p. 189. 727 Sancho (Cienfuegos), Enrique."El conflicto armado en El Salvador'; en El Salvador.
726 Ídem, p.190. Historia general, ob. cit., pp.154·155.
348 ALEJANDRO ALAG!A J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGfA EN AMÉRICA 349

represiva produciendo un saldo de muertos y heridos mucho mayor que De un memorandum en los archivos desclasificados del Departamento
los pasados regímenes militares 728. de Estado norteamericano surgía que Lucas García creía que la política de
La existencia de una resistencia armada a esta opresión desencadenó represión estaba funcionando, pues el éxito estaba dado por el extermi-
una guerra civil en un teatro de operaciones extenso y disperso en varios \'io de las guerrillas, sus colaboradores y simpatizantes. Más tarde, Ríos
frentes lo que impactó en las Fuerzas Armadas y provocó la interven- Montt decía que se encontraba "arrasando comunistas': A fines de 1982,
ción de los Estados Unidos, potencia que, a partir de 1981, envió armas, y· antes de una reunión entre el presidente Reagan y el presidente gua-
entrenamiento y dinero, ya con Ronald Regan en el poder729, tem'alteco, otrd informe confidencial señalaba que Ríos Montt había
comepzado a implementar una contraofensiva contrainsurgente rigurosa
En Guatemala, los movimientos revolucionarios que intentaban
a la qüe por lo menos había que apoyar en el corto plazo734,
poner fin a la consolidación en el poder del Estado oligárquico, como a
'
los distintos Gobiernos militares, llegaron a su apogeo entre 1980 y 1983. HoJlduras no escapaba a esta realidad centroamericana de regíme-
Por primera vez en la historia de este país, ~arias de las organizaciones nes m(\itares que habían estado durante más de veinte años en el poder.
incorporaron la población indígena a sus filas y asumierorr que la lucha Recién en 1982 parecía que ese destino se interrumpiría con la elección
contra el racismo era uno de los puntos claves en sus reivindicaciones de un médico en la Presidencia de la República, Roberto Suazo Córdoba,
políticas e ideológicas73o. pero la designación como jefe de las Fuerzas Armadas de un militar reco-
nocido por sus posiciones reaccionarias y anticomunistas, sus actuado~
El hecho de que el indígena pasara a ser objeto de su propia historia y
nes represivas en la zona norte del país, su formación contrainsurgente
se incorporara a la vida política a través de organizaciones revolucionarias
en i}rgentina y sus estrechos vínculos con militares norteamericanos, 1
¡
desa,tó un exterminio que llevaría a la muerte a más de 200.000 personas
señalaba exactamente lo contrario735, j
entre muertos y desaparecidos, 626 aldeas masacradas y más de medio
millón de refugiados y desplazados entre 1978 y 1983731, J~rt efecto, los militares no habían abandonado el poder y Honduras '
serviría como uná base militar para usos especiales del Pentágono y la
El Centro para la, Acción Legal en Derechos Hum~nos (CALO H)
Central Intelligence Agency (CIA). El embajador norteamericano desde
1
señalaba que en Guatemala el racismo hist,órico-socio-cultural había sido J
1981 hasta 1985 fueJohn Dimitri Negroponte, quien hábía participado
un factor clave en determinar la naturaleza y la brutalidad de la violencia
en las operaciones clandestinas en Indochina y se lo llamó "procónsul" de 1
durante los gobiernos de Fernando Romeo Lucas García (1978-1982) y
Honduras.
'Efraín Ríos Montt (1982-1983)732 que condujo al genocidio m. 1
1
Este país se había transformado en un enclave bélico, que había
728 Carta de Monseñor Arnulfo Romero al presidente Jimmy Carter, San Salvador, 17 de mutado de una neocolonia frutera en una base virtual y eje de una ope-
febrero de 1980. ración militar y espionaje que ya cubría todo el istmo centroamericano,
729 Sancho (Cienfuegos), Enrique, ob. cit., p.156.
730 Casaús Arzu, Marta Elena, Genocidio: ¿la mdxima expresión del racismo en Guate~ 733
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, Genocidio, la máxima expre·
mala!, F&G Editores, Guatemala, 2008, pp. 54-55. sión del racismo, Caldh, Guatemala, 2004, p. 22.
7
31 Ídem, p. 57; Comisión para. el Esclarecimiento Histórico (CEH), Guatemala. 734
Sanford, Victoria, Violencia y genocidio en Guatemala, F&G Editores, Guatemala,
Memoria del silencio, CEH, Guatemala, 1999, tomo 5. 2003, pp. 33-34.
732 735
Sobre ello, ver: GiL Rosario,Orantes Lemus, Esruardo, Sociología de Guatemala, Arancibia, Juan,. "Prólogo'; en Selser, Gregario, Honduras, República alquilada,
7° edición, Editorial Estudiantil Fénix, Guatemala.. 2007. Mex·Sur Editorial, México, 1983, pp. 10-ll.
350 ALEJANDRO ALAG!A 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 351

pero que tenía como blancos prioritarios a los movimientos revolu- El punto más alto de la Casa Blanca contra el pueblo nicaragüense fue
cionarios de Nicaragua y el Salvador. En pos de esos objetivos, decía en 1984, cuando se descubrió que la CIA había minado los principales
Selser, James Carter y Ronald Reagan habían hecho de Honduras una puertos de Nicaragua. El rechazo fue mundial~ pero significó para el
"República alquiladá'736. Gobierno de Managua la posibilidad de demandar ante la Corte Inter-
Estados Unidos h;¡bía conformado durante largos años un grupo de nacional de Justicia de La Haya. Nicaragua ganó el pleito y los Estados
Unidos fueron condenados, lo que motivó que el Congreso norteame-
operarios de acciones clandestinas y terroristas, que integraban lo que se
ricano prohibiera el financiamiento a la "Contrá' de cualquier forma
denominó el equipo de choque de la CIA. Estos 11)iembros habían sido
utilizados en todas partes del mundo y habían intervenido en Cuba, o agredir a ese país directa o indirectamente con operaciones militares o
Vietnam, Laos, República Dominicana, Angola, Congo, Argentina, paramilitares739.
Chile, Nicaragua. Todo· había comenzado con el golpe de Estado en Este era el contexto sociopolítico en el cual los criminólogos habían
Guatemala de Jacobo J\rbenz en 1954 cuando Washington había deci- 4ecidido aceptar la invitación a participar de un congreso internacional y
dido combatir al comunismo interna~ional o al menos esa fu,e la razón lo valioso de ese compromiso con la realidad regional.
esgrimida737.
Lola Aniyar de Castro repetía en Managua que las aspiraciones de la
Lo sucedido contra la Nicaragua sandinista en la década del ochenta, nueva criminología latinoamericana eran convertirse en una teoría crítica
había sido una operación parecida a la desarrollada en la Guatemala de de todo el control social, tanto el formal como del informal. Del mismo
Arbenz: si Vietnam fue el colegio del grupo de choque de la CIA, Nica- modo que había sido cuestionada 1~ funci6n ideológica de la criminologia
ragua era la Universidad738. convencional, debían serlo la religión, la educación y las formas culturales
Mientras que el presidente Ronald Reagan declaraba que los sandi- impuestas especialmente a través de los medios de comunicación, en la
medida en que eran elementos reproductores que conformaban el pri-
nistas constiruían una amenaza excepcional, su vicepresidente Georges
mer nivel de la socialización (socialización primaria). Estas modalidades
Bt¡sh -que había sido director de laCIA-, deshacía los cambios que
informales del control no eran ajenas al campo de acción de la crimino-
había realizado tiempo antes Jimmy Carter en la agencia mediante la
qpulsión de varios de sus miembros. logia, ya que esta había funcionado siempre en torno a la socialización
secundaria o resocialización, en la medida en que esta se imponía frente
La guerra psicológica y las campañas de desinformación y propa- al'fracaso de la socialización primaria740.
ganda contra la reyolución sandinista, fueron una cara de la política
Tal como había sostenido en el Seminario de Medellín, Lola Aniyar
norteamericana; el boicot económico, el embargo, fue otra. No obstante,
insistía en la necesidad de hacer un llamado al tratamiento interdiscipli-
la más preocupante, la constituyó el apoyo económico y militar a los
"contras" para ejercer actos de violencia en ese país. nario del control so'cial, al reiterar la experiencia que se había realizado

736 Ídem, p. 40. '" Ídem, pp. 148-149.


!' 740 Aniyar de Castro, Lola, "Orígenes, fundamentos, aportes y líneas de desarrollo
737 Calvo Ospina, Hernando, HPresentación~ en El equipo de choque de la CIA, El viejo
futuro de una criminología de la liberación en América Latina como aporte a la
Topo, Madrid, 2010, p. 11.
teoría crítica dd control social", en Hacia una teoría crítica del control social. Seminario
738 · Ídem, p. 14 L interdi.sciplinario sobre la liberación, Universidad del Zulia, Maracaibo, 1986, p.17.
LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA EN AMÉRICA 353
352 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO

a escala nacional. en Maracaibo ese mismo año. Esta reunión no había "Nosotros, criminólogos de diversos países, presentes en Nicaragua
representado, en efecto, una visión orgánica del control social pero sí la para discutir temas de justicia penal y de control social en general mani-
más variada visión de posibles enfoques liberacionistas. festamos:

En Nicaragua, Lola Aniyar de Castro propuso recapitular, afinar la L Nicaragua había emprendido la construcción de soluciones a los
denominación, contestar algunos cuestionamientos y prever el desarrollo problemas sociales; específicamente, formas nuevas y democráticas de
futuro de una de criminología que quería seguir llamando "de la libera- justicia penal; con particular consideración de los derechos humanos.
ción; tanto por su contenido, como por el compromiso que explícita- 2. Todo ello, a pesar de las emergencias provocadas por el acoso eco-
mente contenía. nómico y las agresiones militares directa o indirectamente puestas
Uno de sus aspectos era que el estudio del derecho penal formaba en práctica por el Gobierno de Estados Unidos, para obstaculizar el
parte del objeto de eStudio de la criminología que había dejado de ser proceso de creación de uña sociedad libre y justa y reprimir su dere-
una ciencia auxiliar de aquel, acrítica y sumisa, pues el derecho penal cho al desarrollo.
era uno de los múltiples elementos· que componían el control social. 3, Para lograr sus objetivos~ los Estados Unidos habían cometido gra-
Para ello, devenía indispensable que la· criminología se ocupara, entre vísimas acciones delictivas, tales como el terroristh.o dé Estado, el mer-
otras cosas, de la reformu)ación,de los contenidos de los códigos penales cenarismo y el genocidio, a través de sus agencias y el financiamiento
al tener ei'l cuenfa el compromiso de los criminólogos con las gran- y la orgar¡ización de grupos criminale~; desafiando así la conciencia
des mayorías marginales en América Latina, ya que no podía elaborarse jurídica int,e'fnacional y descpnociendo la autor_idad de las más pres-
una propuesta transformadora en abstracto sin inclinarse por optar por tigiosas instituciones que regulaban las relaciones entre los pueblos,
la parte más débil- del conflicto7t1• ,En Estados Unidos, los cónyuges como era el caso de la Corte Internacional de Justicia de la Haya.
Scl-iwendinger, decía Aniyar, postulaban como objeto de estudio de la
4. El costó social, humano y económico ocasionado por estas accio-
criminología la violación de intereses y necesidades alternativos a los
nes, superaba en mucho el generado por la suma de todos los delitos
tradicionales, deducidos de una interpretación de'los derechos humanos
y ese era un posible camino 742. convencionales registrados en el continente.
5. Esto había provocado el aislamiento del Gobierno norteamericano
En Managua, el III Encuentro de Criminología Crítica, culminó con
en la opini~n pública mundial y la solidaridad de todos los pueblos
una declaración histórica para la región.
con la valerosa resistencia de su gente,. a la agresión. Ellos reconocían
El pronunciamiento de los criminólogos críticos, la mayoría de ellos en Nicaragua un modelo de liberación de los poderes opresores del
latinoamericanos, indicaba al terrorismo internacional contra Nicaragua imperialismo y veían representadas en su desarrollo las aspiraciones
como delito contra el derecho humano al desarrollo de los pueblos, pero de paz y de libertad de todos los hombres (Managua, 20 de septiem-
con la particularidad de que los terroristas eran los Estados y no los indi- bre de 1985)"74>.
viduos o grupos de individuos y así lo expresaban:

743 Pronunciamiento de los criminólogos críticos: "El terrorismo internacional con~


741 ldem, pp. 13-15. tra Nicaragua como deliro contra el derecho al desarrollo'; Capítulo Criminológico,

742 fdem, p.16. no 13, ob. cit., p. 267.


354 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 355

Algunos de estos criminólogos críticos fueron reconocidos por sus Alfonso Reyes Echandía y su colaborador Emiro Sandoval Huertas;
actividades en defensa de los derechos humanos. En esta oportunidad ambos habían formado parte de los grupos de criminología crítica lati- i
fueron galardonados como personalidades ilustres Lola Aniyar de Cas- noamericana y dédicaron mucho de sus trabajos a investigar la violencia .f
tro, Carmen Antony y Alessandro Baratea en una ceremonia en las que institucionali:<:ada en nuestra región.
estuvieron los máxi~os referentes del Frente Sandinista por la Libera-
La criminóloga vene:<:olana, Lola Aniyar de Castro, señalaba que
ción Nacional: los escritores y poetas Tomás Borge, Ernesto Cardenal y
esto~ asesinatos venían a ratificar muchos de los señalamientos que la
Ornar Cabe:¡;as. Este último pronunció un discurso emotivo en el que les criminología alternativa latinoamericana había hecho en relación con
expresaba a nuestros criminólogos que su pueblo "estaba muriendo para
la estructura y el funcionamiento del poder en nuestro continente. El
qtie otros vlvieran"744.
Poder Judicial había sido salvajemente sacrificado por el acto fascista de
un Gobierno que sucumbió a las presiones del Ejército745. ·
·, Si bien era probable que no existiera solo t¡n factor que determinara
la decisión gubernamental de incendiar el Palacio de Justicia colombiano,
entre ellos la amena:<:a invocada sobre las actividades del Movimiento 19
<;\.¡Abril (M-19), las ideas de nuestros criminólogos e¡-an incómodas para
el poder político de ese entonces, más aún si las mismas se plasmaban en
textos jurídicos desde uno de los poderes del Estado.

Carmen Antony y Lola Aniyar de Castro

En Bogotá incendian la justicia

No obstante, este ma~nífico deseo de pn y entrega fraterna, dos Alfonso Reyes Echandía
meses más tarde, en Colombia,, se producía uno de los hechos de vio-
lencia institucional más aberrante. En él, fueron asesinados, en la quema Tanto Alfonso Reyes Echandía como Emiro Sandoval Huertas
del Palacio de Justicia de Bogotá, cerca de un centenar de personas entre 1,1abían denunciado la formación del personal militar y policial colom-
las que se encontraban el presidente de la Corte Suprema de Justicia, biano en Estados Unidos y Panamá y la injerencia norteamericana en

744 Entrevista a Carmen Antony, Buenos Aires, 1 de mayo de 2018.


745 Aniyar de Castro, Lola, "Editorial~ Capítulo Criminológico, n° 13, oh. cit., XI.
356 ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRlMINOLOGfA EN AMÉRICA 357

asuntos internos con la presencia de tropas en suelo latinoamericano; La criminología combatiente latinoamericana, como decía Lo la Ani-
señalaron que la justicia militar había suplantado a la ordinaria y le con- y~r, había perdido a otros dos de sus mejores conductores asesinados
fería la potestad, de administrar la justicia penal, lo que era claramente por- el Estado. El mensaje era claro: los actos delictivos estatales no eran
inconstitucional; indicaron que la creación de la ley penal constituía un crímenes o no podían ser definidos como tales, sin asumir un riesgo letal.
acto de violencia e~tructural interclasista interna, porque emanaba de
Tuvieron que pasar 30 años para que un organismo internacional
un consenso coactivo manipulado por una minoría económica-política
interviniese y aportara claridad a lo ocurrido en el Palacio de Justicia.
que detentaba el poder y que golpeaba frecuentemente a la mayoritaria
clase dominada; sostuviet<;m que el delincuente era la, persona a quienes El 14 de noviembre de 2014, la Corte Interamericana de Derechos
los autores de la ley definían como tal pero que había otros "delincuentes" Humanos dictó una sentencia mediante la cual declaró responsable
que eran señalados por los medios de comunicación masiva como si fue- internacionalmente al· Estado de Colombia por violaciones a los dere-
sen tales sin importar si eran inocentes746, chós humanos cometidas en el marco de los sucesos conocidos como la
toma y la retoma del Palacio de Justicia, en la ciudad de Bogotá, los días
Alfonso Reyes además tuvo un rol protagónico en la: política de paci-
6 y 7 de noviembre de 1985.
ficación intentada· hacia 1984 que había separad9 a las fuerzas armadas
en su rol protagónico en un país qué vivió casi me1lio siglo en Estado de En particular, la Corte sostuvo que el Estado era responsable por las
sitio. La labor de Reye_s cbp10 redactor del texto quizis había sido un reto ' y ejecuciones extrajudiciales, por haber violado
desapariciones forzadas
excesivo para la ideología belicista del poder armado. el.deber de garantizar el derecho a la vida en la falta de determinación
del paradero de algunas personas desaparecidas hasta la actualidad,
El hecho más sobresaliente del Gobierno del presidente Belisario detenciones y torturas, tratos crueles y degradantes; por la falta de
Betancur Cuartas ( 1982-1986) había sido su tentativa ¡>or lograr la paz ésclarecimiento judicial de los hechos y la violación del derecho a la
en su país. Los contactos con diversos grupos guerrilleros, en especial, integridad personal en perjuicio de los familiares de las víctimas, así
con' el M-19 y las FARC, había llegado a numerosos diálogos, acuerdos, como el incumplimiento de su deber de prevención frente al riesgo en
treguas y la propuesta de una ley de amnistía para los alz'ados en armas. que se encontraban las personas que se encontraban en el Palacio de
El asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, en 1984 JÚsticia748 .
puso fin a esa tentativa de paz que terminó con lo que se ha denomi-
nado el "Holocausto del Palacio de Justicia" el 6 de noviembre de 1985
Una mirada desde el jardín
y aunque la historia oficial señalara solo como responsables al comando
M: 19747, -la responsabilidad del Estado por muertes y desapariciones en Las preocupaciones de los criminólogos latinoamericanos con la rea-
ese evento fue esclarecida por una Corte Internacional.
lidad del continente, tal como las venimos exponiendo, se formularon a
través de distintos encuentros~ congresos, seminarios, investigaciones~
746
Ver: Reyes Echandía, Alfonso, Criminología, Temis, Bogorá,l985; Sandoval Huer· a título individual o mediante la conformación de grupos en países dife-
ras, Emiro, Sistema penal y criminología crítica, Temis, Bogotá, 1985; de este último:
rentes.
La violencia 4,,e contenido criminológico, Tesis de Magíster, Universidad EKtemado de
Colombia, Bogotá, 1979.
747 Corte Interamericana de Derechos Humanos, "Rodríguez Vera y otros ( desapare-
Ver, por ejemplo: Ocampo López,Javier, Historia básica de Colombia, Plaza &Janés 748

Editores de Colombia LTA, Bogotá, 1984, pp. 321-325. cidos del Palacio de Justicia) vs. Colombia'; sentencia dell4 de noviembre de 2014.
1
3.58 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRJ'MINOLOGIA EN AMÉRICA 359 ¡¡
Las distintas perspectivas abrieron el marco para ciertas inquietudes pensar en un concepto integrado de ciencia penal-criminológica749, pero
entre los propios criminólogos acerca de lo que debía o no ser conside- en sentido diametralmente opuesto al imaginado por el positivismo que
rado como objeto de estudio de esta nueva criminología que bien podía llegó a pensar que una criminología científica se "tragaría" al derecho
pretenderse como tercermundista, pero mucho más para los penalistas penal, se¡¡ún la famosa frase acuñada por Luis Jiménez de Asúa.
que veían que la criminología dejaba de ser esa ciencia auxiliar que se No obstante esta proximidad, la primera confrontación de magnitud
conocía hasta ese entonces. sobre el quehacer de la criminología comenzó con el profesor chileno
El Congreso de Maracaibo fue fundacional en la historia de la crimi- E3uardo Novoa Monreal, quien, en un famoso artículo, cuestionaba la
nología mundial pues en esa ciudad, en .o,rortunidad de una reunión de incoherencia"epistemológícá' y la posible formulación de una "teoría crítica
criminólogos del mundo entero, la violencia institucional masacradora del control social" enarbolada por los criminólogos críticos de la regíón75o.
aparecía -como nunca- en el centro de la discusión de esta disciplina. Para uno de los penalistas más reputados del continente, "muchas
El concepto de violencia estatal e institucionalizada que surgíó en esta conciencias sensibles" o "cultivadores de los conocimientos penales",
periferia del mundo fue el disparador de una escuela ,latinoamericana "inflamados de entusiasmo, se pasaron con armas y bag'0es al nuevo
que se fue consolidando con investigaciones emJ?Íricas y discusiones enfoqué' en América Latina, pero a diferencia de los europeos, carecían
académicas. de una visión de conjunto consistente y coherente ya que estos últimos de
manera "reflexiva" entendian el problema penal como especie y el control
En el encuentro de Azcapotzalco aquel concepto de violencia del po-
social como género, entre otras precisiones "racionalizadas".
der esbozado en Venezuela se precisó al tener en cuenta que aquella no
era más que una herramienta básica de un control social derivado de las La objeción de Novoa no se refería a las opiniones manifestadas so-
relaciones entre países centrales y periféricos, ya que los primeros condi- bre las injustas estructuras políticas, económicas y sociales existentes
cionaban la suerte y las formas de ese controL en América Latina, pues el profesor chileno nunca fue insensible a las
condiciones de nuestro continente golpeado por la miseria, el hambre, la
En Medellín, los criminólogos y penalistas hablaron de la necesidad
ignorancia y la desocupación, que se c!ebía a la "condición dependiente en
de un control social alternativo que enfrentara al control social domi-
lo económico y en lo cultural y al saqueo de sus riquezas consumado por
nante; en Managua, se comenzó a delinear el alcance de lo "criminaliza- los poderes centrales"751,.
blé', definición que era mucho más amplia de lo que se entendía hasta ese
entonces como "bien jurídico tuteladó' en el derecho penaL
749 Alessandro Baratta lo llamó "nuevo modelo integral de ciencia penal" en el que solo
Entre tanto, la invesrigación sobre sistemas penales y derechos huma- una ciencia social comprometida podía desempeñar un papel de control y de guía
nos en la región daba sus frutos y mostraba una realidad que causaba frente a la técnica jurídica (ver: Baratea, Alessandro, Criminologfa crítica y crítica del
derecho penal, Siglo XXI, México, 1986, p. 163. Vale señalar, por su importancia
estupor. Los estudios de campo sobre la cuestión penal habían permitido histórica, que su primera edición en italiano .fue en 1982, por lo que sus ideas ya
un acercamiento entre penalistas críticos del sistema penal y una nueva circulaban en nuestro medio drsde esa época: Baratta, Alessandro, Criminologia
visión de la criminología. critica e critica del diritto penale, Ed. 11 Mulino, Bolonia, 1982).
750 Novoa Monreal, Eduardo, "¿Desorientación epistemológica de la Criminología
Durante más de 10 años los conceptos jurídicos y los criminológícos crítica?'; Doctrina Penal, n° 30 !abril~junio), Buenos Aires, 1985, pp. 263~275.
se aproximaron, ta\lto el derecho penal como la criminología habían 7 51 Recordemos~ por ejemplo, d compromiso político manifestado por este autor en
incorporado a su análisis el elemento sociopolítico, lo que permitía el Coloquio de París sobre desaparición forzada de personas y en la investigación sobre
LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOG!A EN AMÉRICA 361
360 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO CODINO

únicamente de leyes penales o extrapenales, es decir, de Derecho o nor·


Lo que a Novoa le parecía inadmisible era la confusión entre la cri-
mas j\¡rídicas, sino que se ampliaba el horizonte del conocimiento hacia el
minología y control sociaL que hubiera campe;rdo una posición "bastante
arrebatadá; que confundiera. el campo de una investigación "considerada control. social.
ciencíficá' bon el de "la lucha· social". Más aún, este autor cuestionaba que El control social, que era el objeto de la nueva criminología latinoa·
algunos criminólogos entendieran su conocimiento como "estrecho e merid.na, para Lo la Aniyar, no era otra cosa que un conjunto de estra-
improductivo" para incursionar en temas políticos, sociales y económicos tegias teóricas y prácticas dirigídas a mantener un orden de dominación
y s,eW.laba g,ue esos mismo~ criminólogos se veían a sí mismos como una d!'terminado y la criminología de la liberación postulada debía entonces
especie de" vanguardia política, encargada de procurar la liberación de las erigirse como una teoría crítica de la· totalidad del control social.
cla~es postergadas de ~us países y del mundo, mediante el enunciado de Pero, a diferencia de lo sostenido por Novoa, esta teoría no significaba
fórmulas y. recetas de índole económico-social': abandonar el espacio de reflexión criminológico tradicional sobre el con·
l
Novoa Monreal veía un riesgo en esta "voluntad revolucionariá' pues
si la transformación se producía, el resultado sería (eliz, de lo contrario
trol, ni ·sobre los valores, ni sobre el daño social. Se trataba, más bien de
intentar valores, controles y conceptualizaciones sobre el daño social que
1
no constituiría más que una confusión de materias con un daño irrepa·
rabie esl?eciafmente en e\"plano epistemqlógíco':
·La crítica demoledora a la criminología de la liberación tenía en mira
.,
fues~n renovadores y que estuviesen basados en intereses alternativos.
El "tren" de la "criminalización'' -decía Lola Aniyar- permitía al
c~irhinólogo crítico penetrar en el denso tejido de todo el control social
l
las formulaciones efectuadas principalmente por Lola Aniyar de Castro, y ver 'allí sus propias condicionantes y limitaciones. Esto era así, porque
a la vez que dejaba a salvo la posición asumida tanto por Roberto Bergalli los controles informales, que eran los que construían ideología, estaban 1
como por Emilio García Méndez752. ampliamente incorporados a coda la realidad de la criminología tradicio·
nal Y, del control social formaF5 4 •
La respuesta nq tardó en llegar pues Lola Aniyar recogíó el guante y
contestó en un texto memorable753. Lo que caracterizaba a este movimiento, según Lola Aniyar, era que
le había perdido el respeto a la ciencia, tal como era, a1 me11os, entendida
La novela de José Donoso, El jardín de aliado, le permitía a la profesora por el positivismo en las que había verdades absolutas o respuestas defi-
venezolana responder las obJeciones al situarse en un lugar que llamó
jardín criminológico, el que los penalístas, según esta autora, miraban nitivas.
por la ventana lo que veían con desconfianza, pues aquí no se hablaba Para esta nueva corriente del pensamiento latinoamericano el nombre
de "criminologíá' no interesaba demasiado, porque en definitiva esta se
trató siempre de control social aun sin expresarlo. Mantener el campo nomi-
Sistemas.Penales y Derechos Humanos en América Latina, así como su extraordinario
libro El derecho como obs,táculo al cambio social, publicado por Siglo XXI en México, nal' significaba no abandonarlo a los "enemigos" para que quedaran en
en 1975. solitario en la misma "tarea de manipular mitos en su función solapada
75 2 Novoa Monrealle reconocía a Bergalli el haber reducido el ámbito de estudio de ingeniería social". Tampoco se debía abandonar, para esta autora, los
crítico' a "una sociología del contrOl penal':~diferente a la criminología, y a Garda
Méndez, su proximidad con las ideas "consistentes" de Alessandro Baratta.
754 Aniyar de Castro, Lola, "El debate sobre la criminología latinoamericana. Un
753 Aniyar de Casrro,~Lola, "'El jardín de aliado: o respondiendo a Novoa sobre la
debate sin 'punto final": en Democracia y justicia penal, Ediciones dd Congreso de la
,criminología críticá; Doctrina Penal, n° 33-34 (enero-junio), Buenos Aires, 1986,
República, Caracas, 1992, pp. 287-288.
pp. 315-322.
362
'
ALEJANDRO ALAGIA J RODRIGO CODINO ::L<\:DESCOLONIZACIÓN DE LA CRJMJNOLOGIA EN AMÉRICA 363

institutos de criminología, las asociaciones con este nombre, las publi- del sistema se ha presentado y activado, según los diferentes regímenes
caciones que de ello se ocupaban,' dado que lo que se había llamado ·políticos,·además del grado de desarrollo de las fuerzas productivas756,
criminología era falso, pero tenía un "intenso e injusto impacto social".
Como el espacio existía -decía- era necesario hacer "una toma política Aniyar de Castro introducía algo que iba a perdurar a lo largo de
y estratégicá: Para Aniyar de Castro, la nueva criminología no era menos la construcción de esta criminología alternativa. En América Latina
.~decía- los habitantes no eran participantes porque en muchos paí-
científica porque fuera política. La política, en suma, no solo era una
ciencia, sino que era parte de la ciencia. sés ni siquiera revestían la calidad de ciudadanos. La ciudadanía era el
lugar que ocupaba el individuo en las relaciones con el Estado y aunque
Por otra parte, la teoría crítica del control social no debía ser exclu- (ás: sociedades aparecieran como pasivamente integradas, muchas de las
siva obra del criminólogo como dejaba entrever Novoa. Esta no podía veces, no se podía hablar ni t!e participación ni de consenso.
generarse únicamente desde y por el ámbito (sea tradicional o crítico) .,
criminológíco, sino a través de los "esfuerzos de grandes contingentes Pero había más, par~ la profesora venezolana, no había dudas de que
intelectuales interdisciplinarios ya no más atrincherados en sus respecti- lih orden de dominación podía ser nacional o internacional. El orden
vas células, inermes, de reflexión especializada': d'< dominación internacional tenía, en efecto, una estructura similar
,a_t'de la dominación ejercida en el ámbito nacional porque hacía uso de
La aproximación al control social, que proponía Lola Aniyar, tenía
eJementos del control formal, propios de la llamada sociedad política y
que ser abordada desde los más diversos ángulos, tales como la ciencia también elementos del control informal, propios de la llamada sociedad
política, la literatura, la comunicación social, la pedagogía, la sociología,
civil, generadores de consenso757,
la antropología, la teología, la lingüística, la historia o la fi!osofla. Se tra-
taba, en suma, de insistir sobre la necesidad de reconstituir la totalidad El respeto selectivo de los derechos humanos de países que habían
del conocimiento, especialmente cuando se trataba de comprender los >enido regímenes coloniales era un buen indicador para las definiciones.
caminos de la dorr¡inación 755. Esos países imperialistas, colonialistas o neocolonialistas contradecían,
fUera de sus fronteras, el discurso "impoluto" referido hacia sus propios
<:;on la dominación como eje se construyó la criminología de la libe-
ciudadanos, al violentar los derechos humanos de países subalternos7ss.
ración. Lo la Aniyar de Castro decía brillantemente: "una discusión sobre
liberación no es otra cosa que una discusión sobre la dominación, y la El proyecto "Control social en América Latiná: ¡:¡ue estaba en curso,
dominación justamente requiere de eso que se llama 'control social": permitiría saber qué era lo propio y qué lo ajeno, si había manifestacio-
El rumbo de esa criminología propuesta no podía escapar a la investi- nes de resistencia o interrelación entre la base dominada y la dominante.
gación sobre el control social en América Latina y necesariamente debía Esto solo podía hacerse con una criminología latinoamericana, algo
seguir los pasos de \a hi5toria de la dominación en nuestro continente, a
través de las modificaciones del control que se habían producido, desde ''7S6 Aniyar de Castro, Lola, "Orígenes, fundamentos, aporres y líneas de desarrollo
la época precolombina hasta el presente, pasando por la colonia, las pri- futuro de una criminología de la liberación en América Latina como aporte a la reo~
ría crítica del control social'; en Hacia una teoría crftica del control social, Universidad
meras legislaciones escritas a partir de la Independencia y la evolución de del Zu~a, Maracaibo, 1986, p. 2
la formación de los Estados nacionales; hasta la manera como ese control 757 Aniyar de Castro, Lola, "Los derechos humanos como dimensión política de la
justicia nacional e internacional'; en D~mocracia y justicia penal, ob. cit., p. 126.
755 fdem, p. 281. 758 ldem, pp.l27-128.
364 · ALEJANDRO ALAG!A J RODRIGO CODINO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGJA EN AMÉRICA 365

que era imposible con el positivismo de ·cuño europeo, cuyos criterios ,,además, que el hecho de que en la práctica hubiese predominado un uso
antropológicos de corte racista habían señalado en el indio y en el negro de la criminología desrinado fundamentalmente al mantenimiento y la
incapacidades ontológicas.
reproducción de un orden social injusto, lejos de constituir un síntoma
Cercano a esta concepción, desde México, Fernando Tenorio Tagle para decretar su caducidad y extensión, debía constituir un desafio para
señaló que esto llevaba a romper la condición hegemónica del poder y replantear su reformulación 761.
ver las múltiples instancias en las que podía manifestarse. De este modo, Precisamente esta teoría crítica, sostenía Lola Aniyar, solo era enemiga
el control social se asur,nía no solo como un qbjetp de estudio, sino tam- del poder en los sistemas políticos injustos, en cambio, en los órdenes
bién,como una categoría que guiaba la lectura de las relaciones sociales de sociales más justos, por el contrario, debía servir los legítimos intereses
la que formamos parte, tanto en aquellas que eran de conflicto, como en de las mayorías populares y proponer una política criminal alternativa,
aquellas que las positivizaba o las instauraba como neurrales759, que claramente no se oponía a "una petición de un nuevo orden social
En sentido parecido lo ~xpresaban otros profesores mexicanos como para todos". Si esto último no se producía, tampoco debía inmovilizar
Augusto Sánchez Sandoval y Alicia González Vidaurri al afirmar que o paralizar una reflexión de ese tipo. No era necesario esperar una trans-
el principal objeto de estudio de la criminología crítica latinoamericana formación radical de la sociedad para pronunciarse dado que la historia
lo habían constituido las formas del control social, término que, afirma- mostraba que por la lucha se ganaban muchos espacios, fundamental-
ban, ,tenía. connotaciones diferentes pero que lo definían como r~ferido mente de aquellas clases subalternas en el sistema penaF62.
al "desarrollo de las instituciones ideológicas y a la acción de prácticas de 1
Si bien Rosa del Olmo apareció como una contradictora de la lla-
coerción, que permiten mantener la disciplina social, pero que a la vez mada "criminología de la liberación' es conveniente recordar su enfoque,
sirven para reproducir el cOnsenso respecto a los principios axiológicos en porque propuso un paréntesis necesario en la construcción teórica hasta
que se basan las sociedades", tanto no se contaran con más datos de la realidad que proviniesen de
D,e esta manera, estos úlrimos autores entendían que el concepto de con- investigaciones exhaustivas.
trol social se había abierto "no solo al estudio de l:t represión de la disidencia, Para Del Olmo, entonces, se requería más investigación empírica para
sino también a conocer las estrategias que se requerían para alcanzar de la delimitar el objeto de estudio antes que seguir ofreciendo una defini-
sociedad' civil el consentimiento espontáneo, que otorgaban las mayorías, ción discursiva. Del mismo modo que había que seguir desmontando el
a la óriehtación que imprimían a la vida social los grupos dominantes"760, discurso de la criminología tradicional y el de todo el Derecho -y no
Emilio García Méndez agregaba que cuanto mayor era el nivel de con- solo el penal-, también había que hacer lo propio con el"europeizante y
flictividad social en una sitUación determinada, mayor era la necesidad fantástico discurso de la criminología críticá:
de incorporar la cuestión política al análisis del control social y señalaba, Para esta otra autora venezolana, en suma, la aproximación al
conocimiento criminológico latinoamericano requería, en una primera
759 Tenorio Tagle, Fernando, El control social de las drogas en México, Inacipe, México,
1991, p.45. 761
García Méndez, Emilio, Autoritarismo y control social, Hammurabi, Buenos Aires,
760 Sánchez Sandoval, Augusro-González Vidaurri, Alicia, "Criminología: objetos y 1985, p. 247.
métodos de estudio'; Capítulo Criminológico, vol. 30, n° 4, octubre-diciembre, Uni- 762
Aniyar de Castro, Lela, "El debate sobre la criminología latinoamericana. Un
versidad dd Zulia, Maracaibo, 2002, p. 107.
debate sin 'punto final": ob. cit., p. 290.
366 ALEJANDRO ALAGIA 1 RODRIGO COD!NO LA DESCOLONIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGf¡\ EN AMÉRICA 367

instancia, una fase de investigación, como aquella que venían desarrollando El debate sobre la existencia o no de un jardín, distinto al que acos-
efectivamente en América Latina los grupos de criminología comparada: tumbraban a transitar los penalistas, probablemente no tuvo un final
Pero para elaborar una gran teoría crítica, primero había que dar respuesta como se pretendió765, Con lucidez, Lola Aniyar advertía que de tenerlo
a una serie de. interrogantes que estaban estrechamente vinculadas con la habría congelado, formalizado el discurso teórico y, como consecuencia,
ecuación criminalidad/criminalización y, en coincidencia con Lola Aniyar se habría vuelto no crítico y "desantropologizado':
l.
de Castro, así como con Jos primeros textos criminológicos de Zaffa-
roni763, sostenía que la realidad europea tenía poco que ver con la nuestra. Para Lola Aniyar, aún faltaba narrar la historia completa de la nueva
criminología latinoamericana, que había tenido por ser nueva, "incohe-
Sin respuesta a esos interrogantes era poco probable que pudiera rencias, contaminaciones, agregados, rectificaciones".
teorizarse sobre una criminología crítica latinoamericana. Entre Jos nu-
merosos ejemplos que requerían investigarse, para Del Olmo, algunos No fue ingenuo haber elegido la novela de José Donoso para contes-
mantienen plena vigencia: tár al penalismo en general enfrascado en la dogmática jurídico-penal
fundamentalmente de vertiente europea, en especial, alemana.
a) ¡Cuál es la relación entre la deuda externa, la calidad de vida y la
criminalidad "evitable" 1 En el'}ardín de alladó' aparecían las· propuestas novedosas sobre la
denominada questione crimina/e, como la llamaban en Italia. En el jardín
b) ¡Cuál es el alcance real deJos derechos humanos/ 'de la dogmática penal todavía aparecían sin respuesta cuestiones tales
e) ¡Por qué los delitos de los poderosos se convierten en multas, sin como el clasismo, el racismo en general o las "razas inferiores" en particu-
castigo al cuerpo de los individuos/ lar, ignoradas en la elaboración de sus teorías. Lo que surgía de lo narrado
por Julio Méndez, protagonista y personaje principal de la novela de
d) ¡Qué tipo de Estado tenemos en el capitalismo periférico y cómo se
Donoso, era la esperanza de encontrar un sentido en el jardín de aliado
articula en el Centro/, ¡por qué se hace necesaria la militarización de la
porque en el suyo se sentía definitivamente derrotado.
justicia, el surgimiento de policías paralelas o el genocidio de poblaciones/
El funcionamiento del sistema penal, para graficarlo en el jardín al
e) ¡Por qué ocupa un lugar prioritario en la política criminal de los
que hacía alusión Lola Aniyar, podría ser resumido según lo señalado por
Estados latinoamericanos el tema de las drogas y no otros/
el criminólogo brasileño Salo de Carvalho:
f) ¡'Por qué tiene mayor legitimidad un comando policial norteameri-
cano que un juez nacional/
Universidad Aur6noma de Bucaramanga, Colombia, 1988, reproducida en Del
g) ¡Qué relación hay entre el desarrollo de las empresas tras nacionales Ohno, Rosa, Segunda ruptura crimin~lógica, Universidad Central de Venezuela,
Caracas, 1990, pp. 212-213.
y la posibilidad reguladora del Estado nacional y qué papel desempe-
76 5 La discusión siguió algún tiempo con la respuesta de Novoa a Aniyar de Castro,
ñan las policías privadas en todo esto/764
la intervención de Roberto Bergalli, un nuevo artículo de Novoa, esta vez respon~
diendo a Bergalli y otro de Bravo Dávila (ver: Novoa Monreal, Eduardo, "Lo que
76
3
En especial los distintos escritos reunidos bajo el título Política criminallatinoame· hay aliado no es un jardín; mi réplica a L. Aniyar'; Doctrina Penal, n° 33~34, 1986,
ricana, Hammurabi, Buenos Aires, 1982; y su Criminología. Aproximación desde un Buenos Aires; Bergalli, Roberto, "Una intervención equidistante pero en favor de
margen, Temis, Bogotá, 1987. la sociología dd control penal'; Doctrina Penal, n° 36, Buenos Aires, 1986; Novoa
Monreal, "En procura de una clarificación~ Doctrina Penal, n° 36, Buenos Aires,
Del Olmo, Rosa, "La criminología de América Latina y su objeto de estudio~
4
76 1986; Bravo Dá.vila, Luis, "A propósito del debate crítico: anexando ingredientes
ponencia presentada en el Seminario Internacional de Derecho Penal y Criminología, tradicionales, Doctrina Penal, Buenos Aires, 1987).
368 ALEJANDRO ALAGIA [ RODRIGO CODINO

"Lo bueno (valor penal), lo bello (valor criminológico), lo verdadero


(valor procesal) y lo justo (valor jurídico) son los valores morales que CAPÍTULO III
sustentan las ciencias criminales. Cualquier ser humano inadecuado a
la moral punitiva o a la estética criminológica pasa a ser percibido coma
objeto a ser eliminado, como enemigo"766.
CRIMINOLOGÍA GAUCHA
En efecto, hasta hoy en día; el derecho penal carga postulados dog-
máticos considerados por la criminología crítica como ficciones en la
realidad sociopolítica latinoamericana, entre ellas, la igualdad ante la ley
Criminología del injusto culpable
o la presunción de inocencia, que aparecen como principios universales
vinculados a los derechos humanos pero que son extremadamente selec-
Resulta curioso que el nombre de la disciplina criminológica hable
tivos en nuestra región767,
del crimen, pero se ocupe del criminal, de cómo nace o se hace un delin-
No sin razón, la visionaria profesora venezolana, Lola Aniyar de cuente y cómo combatirlo ¡Por qué la criminología renunció a la crítica
Castro, entendía que 1~ nueva criminología Jebía ser normativa (pues del delito/ Para peor, el criminal como objeto de estudio lo es por la de-
estaba en función, no de lo que era, sinq de lo que debía ser la sociedad), finición de deliro que hace la ley penal, no existe un delincuente natural.
lo que d'espertaba selos y recelos en la disciplina de las normas por exce- Todo el conocimiento criminológico académico tuvo como marco el
lencia, como el derecho penál. 'material que le aporcaron los códigos penales modernos. Puede ser un
Una criminología normativa y un derecho penal más enfocado en la caso único el de una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la
realidad, esa era la propuesta que aparecía en el 'Jardín de allado"76S. voluntad de la autoridad punitiva.

La dogmática jurídico-penal, para tomar contacto con esta realidad, Cuando occidente con los griegos escribe los primeros testimonios
requería ser crítica y reformulada, pues las ficciones se multiplicaban en de la esencia de la política y la justicia, descubre que la autoridad crea de-
torno al derecho penal. litos a su voluntad hasta el punto, en casos extremos, donde el pueblo ve
castigo donde no hay perjuicio. Esta es una, entre muchas, de las razo-
La tarea más importante quizás fue desentrañar las falacias de las nes por las cuales la ciencia criminológica, que hizo famosa la imagen
teorías de la pena y las inconsistencias de las teorías del delito, que era lo del delincuente nato, no encuentra lugar que le pertenezca por derecho
que debatían los penalistas. Algunas muy importantes fueron finalmente propio, si es la medicina, el derecho, \a sociología o la jefatura de policía.
desarticuladas por Raúl Zaffaroni, al inaugurar lo que podríamos deno- Hasta que el saber criminológico no se independizó de las definiciones
minar la segunda etapa de esta escuela latinoamericana. del delito y, por canto, de la idea de delincuente que le proporciona la
ley de un país, los estudios fueron marcadamente conservadores y racis-
766
De Carvalho, Salo, Antimanual de Criminología, Lumen Juris, Río de Janeiro, 2008, tas. Es un mal escenario para los derechos humanos de una población en
p.123.
un territorio colonizado.
767
Sobre las ficciones del derecho penal ver: Aniyar de Castro, LoJa,Codino, Rodrigo,
Manual de criminología sociopolltica, ob. cit., 2013, pp. 291,302. Si el delito es una invención del que manda, delincuente puede ser
768 Aniyar de Castro, Lola, "El debate sobre la criminología latinoamericana. Un simplemente el que molesta a la autoridad, la mala vida, la mujer insumisa,
debate 'sin punto final"; ob. cit., p. 279. la vejez, los jóvenes rebeldes, la enfermedad, y la criminología perderse en

También podría gustarte