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Descripción de las características psicológicas relacionadas con la salud mental en la


situación de emergencia de salud pública originada por el COVID-19

Andrade Mayorca, María Fernanda


Campo Vanegas, Daniela
Díaz Botero, Valentina
Flórez Gutiérrez, Dahiana Erlinda.
Mayorca Bonilla, Laura Daniela
Ortiz Umaña, María Alejandra
Ramírez Calderón, Stephani
Ruiz Hidalgo, Cindy Viviana
Santos Muñoz, Stefanía
Santofinio Vega, Andrés Camilo.
Yosa Trujillo, Paola Andrea

Universidad Cooperativa de Colombia


Facultad de Psicología
Neiva
2020
2

Descripción de las características psicológicas relacionadas con la salud mental en la


situación de emergencia de salud pública originada por el COVID-19

Andrade Mayorca, María Fernanda


Campo Vanegas, Daniela
Díaz Botero, Valentina
Flórez Gutiérrez, Dahiana Erlinda.
Mayorca Bonilla, Laura Daniela
Ortiz Umaña, María Alejandra
Ramírez Calderón, Stephani
Ruiz Hidalgo, Cindy Viviana
Santos Muñoz, Stefanía
Santofinio Vega, Andrés Camilo.
Yosa Trujillo, Paola Andrea

Bonilla Santos, Gisella


Docente

Trabajo de grado para optar el título de Psicólogos

Universidad Cooperativa de Colombia


Facultad de Psicología
Neiva
2020
3

Resumen

La pandemia por el coronavirus ha afectado sustancialmente a toda la población, impactando

negativamente múltiples aspectos de la vida humana, en lo físico, psicológico, económico, social

y cultural. La investigación realizada ha buscado describir las características psicológicas

relacionadas con la salud mental en la situación de emergencia de salud pública actual. A partir,

de un estudio descriptivo que contó con la participación de 174 personas que presentan algún

vínculo con la Universidad Cooperativa de Colombia. Para la recolección de la información se

diseñó un cuestionario que permitió identificar las características sociodemográficas y clínicas de

la muestra de estudio, el evento de interés: riesgo para presentar una alteración en salud mental,

se estimó a partir del instrumento de tamizaje, Cuestionario de Síntomas Self-Reporting

Questionnaire. Se concluyó que las condiciones sociodemográficas y económicas de la población

analizada, así como, las medidas de aislamiento y cuarentena para prevenir la propagación de la

pandemia, podrían constituir factores de riesgo o protectores para la aparición de trastornos

mentales.

Palabras claves: Ansiedad, coronavirus, depresión, trastorno mental, aislamiento social


4

Abstract

The coronavirus pandemic has substantially affected the lives of the entire world population,

affecting multiple aspects of human life, physically, psychologically, economically, socially and

culturally. The research carried out has sought to describe the psychological characteristics

related to mental health in the current public health emergency situation. Starting from a

descriptive study that included the participation of 174 people who have some connection with

the Universidad Cooperativa de Colombia. To collect the information, a questionnaire was

designed to identify the sociodemographic and clinical characteristics of the study sample. The

event of interest: risk to present an alteration in mental health, was estimated from the screening

instrument, Symptom Questionnaire. Self-Reporting Questionnaire. It was concluded that the

sociodemographic and economic conditions of the analyzed population, as well as the isolation

and quarantine measures to prevent the spread of the pandemic, could constitute risk or

protective factors for the appearance of mental disorders.

Keywords: Anxiety, coronavirus, depression, mental disorder, social isolation


5

Tabla de Contenido

Introducción .................................................................................................................................... 6
Planteamiento y formulación del problema .................................................................................... 8
Justificación .................................................................................................................................. 13
Objetivos de la investigación ........................................................................................................ 15
Marco referencial .......................................................................................................................... 16
Marco teórico ................................................................................................................................ 23
La salud mental, evolución del concepto .................................................................................. 23
Principales síndromes de salud mental ..................................................................................... 26
Ansiedad ................................................................................................................................... 26
Depresión .................................................................................................................................. 27
El estrés postraumático ............................................................................................................. 28
Factores que influyen en la salud mental .................................................................................. 29
Factores genéticos ..................................................................................................................... 30
Factores psicosociales ............................................................................................................... 30
La salud mental y la naturaleza biopsicosocial del ser humano ............................................... 32
Marco legal ................................................................................................................................... 35
Diseño metodológico .................................................................................................................... 37
Proceso investigativo ................................................................................................................ 37
Población y muestra .................................................................................................................. 38
Técnicas e instrumentos de recolección de la información y sistematización .......................... 39
Consideraciones éticas .................................................................................................................. 39
Resultados ..................................................................................................................................... 40
Discusión....................................................................................................................................... 46
Conclusiones ................................................................................................................................. 48
Bibliografía ................................................................................................................................... 50
Anexos .......................................................................................................................................... 59
1. Cronograma........................................................................................................................ 59
2. Cuestionario de caracterización sociodemográfica y clínica ............................................. 60
6

Introducción

La pandemia declarada por lo Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado mes de

marzo de 2020, como consecuencia del COVID 19, y cuyo inicio se dio en Wuhan, China, a

finales del año 2019, ha provocado a nivel mundial una crisis que ocupa la atención de

científicos y de la comunidad internacional en todos los órdenes. El virus desde su aparición ha

cobrado miles de muertes en cada uno de los continentes, sembrando, no sólo el pánico, en la

población de cada país, sino que ha afectado notablemente la economía de las naciones,

generando cierre de empresas, ruptura de contratos laborales y, en consecuencia, desempleo

(AGENCIAS, 2020); la educación ha tenido que abandonar las aulas escolares, para desarrollar

la academia desde las clases remotas en las casas y la vida productiva ha tenido que reorientar

sus actividades con el teletrabajo, utilizando las herramientas que brinda la virtualidad.

La situación descrita ha alterado las dinámicas de la vida cotidiana, lo que afecta la

estabilidad emocional de las personas. Las medidas adoptadas por los Estados, entre ellas el

aislamiento y la cuarentena, han causado malestares y cambios en el comportamiento de las

personas. La presente investigación, en el propósito de generar una reflexión sobre la pandemia y

para realizar aportes a los estudios que pudieran robustecerse con la información aquí brindada,

se ha orientado a describir las características relacionadas con la salud mental en la comunidad

vinculada a la Universidad Cooperativa de Colombia, durante el aislamiento preventivo

obligatorio por el COVID-19. Al mismo tiempo, realiza una caracterización de los factores

sociodemográficos y laborales de los participantes del estudio, buscando identificar las

condiciones familiares y conductuales de los participantes, durante la medida de aislamiento

preventivo obligatorio, mientas se identifican en ellos los síntomas relacionados con depresión,
7

ansiedad, convulsión y consumo de alcohol. Para ello, se tomó una muestra de 174 personas y,

para la obtención de los datos, se aplicó un cuestionario para identificar las características

sociodemográficas y clínicas, diseñado por el equipo de investigación y el instrumento de

tamizaje Cuestionario de Síntomas Self-Reporting Questionnaire, validado por la Organización

Mundial de la Salud para explorar riesgos en salud mental (MinSalud, 2015); respecto a la

recolección de la información, ésta se realizó mediante un formulario de Google Drive.

La caracterización sociodemográfica permitió identificar que la mayoría de los participantes

el 67% son estudiantes jóvenes que no tienen personas a cargo, por el contrario, ellos reciben el

apoyo de sus familias para continuar con el proceso de educación, lo cual, se puede interpretar

como una condición favorable para asumir la situación de confinamiento. Sin embargo, los

resultados relacionados con la salud mental permitieron identificar manifestaciones de riesgo en

depresión y ansiedad en el 20% de los participantes, síntomas psicóticos 70% y alcohol 29%.

Las implicaciones que se derivan, directa o indirectamente, a causa del virus son amplias, si se

consideran las repercusiones mismas que trae en la salud humana y las consecuencias que se

derivan por las medidas de control tomadas por los gobiernos, como el aislamiento y las

cuarentenas, las cuales ya están ocasionando situaciones de emergencia social como las crisis

económicas, los conflictos laborales, con sus implicaciones jurídicas y, especialmente, el estado

de confusión por la incertidumbre.


8

Planteamiento y formulación del problema

Una de las variables del desarrollo humano es el propósito esencial de lograr un progreso

social, económico, cultural y político. La salud física y mental de las personas es un

condicionante para que exista crecimiento en todos los elementos estructurales de la sociedad.

Un universo saludable en todo sentido es un universo que prospera. Lo contrario logra efectos

adversos; si la humanidad está enferma, el mundo entero detiene su avance hacia el progreso y

parecería que involucionara (González, 2009), citado por Yorde (2014). Es precisamente lo que

está sucediendo con el nuevo coronavirus, que se dio a conocer, inicialmente, como el 2019-

nCoV, y hace referencia a un virus de nombre SARS-CoV2 y COVID-19, para denominar a la

enfermedad perteneciente al grupo de los coronavirus (CoV). El SARS-CoV2 tiene tal

nominación a causa de su composición genética, puesto que ésta se asemeja a la del SARS

(Síndrome Respiratorio Agudo Severo), otro coronavirus que apareció en el año 2003, por

primera y única vez, generando una pandemia con una cifra superior a las 8.000 personas

infectadas y 800 muertes (OMS, 2020)

Según la OMS, los coronavirus pueden ocasionar diferentes consecuencias en la salud que

van desde un resfriado común, hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de

Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-

CoV). De acuerdo con la OMS (2020), “esas infecciones suelen causar fiebre y síntomas

respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). Las personas mayores y que padecen

afecciones médicas subyacentes, como la hipertensión arterial, los problemas cardíacos o la

diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar esta enfermedad grave, de manera

contundente; en los casos más complejos, puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo
9

severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte”. Sin embargo, la mayoría de las personas se

recupera de la enfermedad, sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial (OMS, 2020).

El impacto que ha generado el COVID-19 es amplio, debido a la facilidad con la que se

propaga, y a las afectaciones que ha ocasionado. Según los datos iniciales de propagación del

virus, se estimaba que la tasa de contagio era de 1,4 a 2,5. Sin embargo, datos posteriores

sugirieron que el rango aumentó entre 2 y 3. Lo anterior indica que cada persona infectada podría

a su vez infectar 2 o 3 personas más. Aunque, en casos particulares, una misma persona

sintomática o asintomática puede contagiar hasta 16 personas, según la prevalencia del contacto

en tiempo y extensión (OMS, 2020). Dadas esas consecuencias, la medida principal de control de

la infección, que son el aislamiento y la cuarentena se han constituido en una forma de prevenir

la propagación del virus. Es una forma de evitar que los estados de experiencias traumáticas que

han venido afectando notablemente la salud física y mental de la población, continúen trayendo

reacciones de estrés, ansiedad y depresión, las cuales pueden presentarse en el individuo con

reacciones físicas, psicológicas y emocionales, a saber: dolores de cabeza, tensión en el cuello,

problemas gastrointestinales, bajo apetito; preocupaciones relacionadas con miedo e inseguridad;

sentir pánico cuando se aborda el tema del virus, impotencia, visión negativa de cosas o eventos

diarios, irritabilidad, agresión y pesimismo desesperanzador (Ramírez, Castro, Lerma y Escobar,

2020).

De acuerdo con el informe de situación 61, sobre el COVID-19 dado a conocer el 21 de

marzo de 2020, se evidenció que la pandemia había llegado a seis nuevos territorios: dos

regiones de África, una región de Europa, una región de las Américas, una región de Asia

Sudoriental y una en el Pacífico Occidental (OMS, 2020). En ese momento, había infectadas

315.647 personas, de las cuales 13.570 habían fallecido y 95.489 recuperado satisfactoriamente.
10

Por su parte, entre los 177 países con presencia del COVID-19, los de mayores cifras de

infectados eran China con 81.566, Italia era el país más afectado de Europa, con 28.572 casos.

Entre Corea del Sur, Irán e Italia sumaban más de 75.000 positivos, casi el 30% del total de los

casos de contagio. Según la OMS, el continente europeo se había convertido en el epicentro de la

pandemia, con una cifra de 130.000 contagiados.

Respecto al continente americano, EEUU era el país más afectado con 20.000 positivos,

seguido de Canadá con 1.087. En América Latina, Brasil, Perú, Chile y México, están en la lista

de los 15 países más afectados (Universidad de Johns Hopkings, 2020). En el caso particular de

Colombia, la situación avanza en el número de víctimas y la curva sigue en ascenso: existen

57.046 casos diagnosticados y 1.864 muertes. Se han recuperado 21.326 personas. El

comportamiento de las regiones señala un aumento considerable desde el pasado 20 de mayo

cuando se superó la barrera de los 1.000 por día. En el departamento del Huila la cifra actual es

de 281 personas identificadas con el virus, repartidos en Neiva, Timaná, Pitalito, Algeciras y

Palermo (INS, 2020). La mayoría de contagios son personas cuyas edades oscilan entre los 9 y

75 años. En resumen, a nivel nacional la infección es mayor en hombres con 30.861 casos,

mientras que en las mujeres se registran 24.070; el grupo poblacional con mayor contagio son los

adultos jóvenes entre 20 a 29 años con 12.157 y el rango de 30 a 39 años, donde se han reportado

12.196. (Semana, 2020).

En lo referente a la salud mental, un estudio realizado en Canadá identificó factores de

estrés psicológico en los trabajadores de la salud principalmente, como percepción de estar en

riesgo de contraer la infección, el impacto del brote en la vida laboral, ánimo depresivo, por

laborar en una unidad de alto riesgo, o el desespero por la sobrecarga laboral, dado el aumento de

casos (Ramírez et. al, 2020).


11

En el campo de la psicopatología, se ha identificado que las situaciones descritas incrementan

la probabilidad de presentar problemas mentales y se exacerban las enfermedades preexistentes,

tanto a corto como a largo plazo (Brooks et al, 2020; Caballero & Campo, 2020). Un estudio

reciente de Ríos y Palacios (2020), citado por San Martín (2020) sugiere, a través de análisis

descriptivos, que en adultos paraguayos de todas las edades hay alta prevalencia de síntomas

ansiosos y depresivos a raíz de la crisis sanitaria y sus medidas asociadas.

La pandemia por el COVID-19 ha puesto a prueba a la población mundial sobre su capacidad

para resistir el virus, su poder científico, tecnológico y técnico para afrontar los efectos directos

debidos a la infección, y los efectos relacionados con las medidas de control de tipo social,

como el aislamiento, la exposición a noticias sobre el creciente número de víctimas fatales, las

exigencias tele-laborales, la convivencia en espacios reducidos y la incertidumbre económica,

constituyen aspectos que pueden desbordar los mecanismos de afrontamiento de las personas.

(CEPAL, 2020)

Las medidas de aislamiento social y/o cuarentena se traducen en un impacto psicológico

asociado con la duración de la medida, el miedo a la infección, el peligro de desabastecimiento,

las pérdidas de finanzas y la inadecuada información recibida (Bravo, Kosakowski, Núñez,

Sánchez y Ascarruz, 2020). Existe preocupación por la seguridad personal y familiar, y con esto

la aparición de millones de preguntas que, aunque parezcan muy personales son comunes en

situaciones como éstas (Quintero, 2011). Es importante mencionar que, así como estar expuesto

a un virus representa un reto para el sistema inmunológico, estar en un ambiente como el que

atraviesa el mundo actualmente, de una pandemia, con excesiva información y aislamiento

social, representa un reto para la psique y para el sistema nervioso central.

De acuerdo a lo mencionado, la investigación ha formulado la siguiente pregunta:


12

¿Cuáles son las características psicológicas durante la situación de emergencia de salud

pública originada por el COVID19, en una comunidad educativa universitaria de carácter

privado?
13

Justificación

La salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la

comunidad (OMS, 2018). Si el individuo no va bien, la colectividad se ve afectada también en

sus formas de pensar, interactuar, de manifestar sentimientos, de disfrutar la vida e incluso, de

ganar el sustento. La salud mental precaria se asocia con los cambios sociales repentinos, por

formas de trabajo estresante, exclusión social, discriminación de género, a los modos de vida

poco saludables, a los riesgos de violencia, mala salud física y a las violaciones de los derechos

humanos (OMS, 2018).

Ante la emergencia sanitaria mundial por el COVID-19, los medios de comunicación y de la

información han venido asumiendo un papel protagónico y mediático, cuyos contenidos

noticiosos han causado un fuerte impacto en la salud mental de la población, más allá de lo que

significa la enfermedad en su dimensión física y biológica. Generando confusión, ira y síntomas

de estrés postraumático, sobre todo, en relación con las medidas que se han venido adoptando

para no contraer la enfermedad y evitar su propagación, como el aislamiento social y las

cuarentenas que se han aplicado en los países que luchan contra este flagelo (Brooks et al, 2020).

De acuerdo con Wessely (2020), citado por Conor (2020), las cuarentenas prolongadas

son difíciles de mantener, dado que de estas medidas se derivan consecuencias psicológicas,

manifestadas en síntomas como el enojo, la ansiedad, el aburrimiento, depresión y

disfuncionalidad en la vida productiva. Así, se espera que, a largo plazo, aumenten condiciones

psiquiátricas como la depresión, ansiedad y estrés postraumático (Conor, 2020). El impacto

psicosocial puede exceder la capacidad de manejo de la población afectada. Sin embargo, al

igual que en otras emergencias sanitarias, no todas las condiciones mentales que se presenten
14

podrán calificarse como enfermedades; muchas serán reacciones normales ante una situación

anormal (OPS/OMS).

Respecto al tema, se han publicado estudios que identifican síntomas relacionados con

alteraciones en salud y bienestar mental de la población expuesta a la cuarentena por el COVID-

19, reportando que los principales efectos psicológicos negativos son estrés postraumático,

confusión e ira, además de ansiedad. Los factores que más estresan a las personas aisladas son no

conocer el tiempo que va a durar la cuarentena, temores a infectarse, frustración, aburrimiento,

suministros o información inadecuados, posibles pérdidas financieras y que, al salir, se queden

con el estigma de la enfermedad (Orgaz, 2020).

Se ha podido evidenciar que el miedo a la infección, el temor a carecer de suministros básicos

(comida, agua, ropa, alojamiento) causan frustración y desosiego, sentimientos que tienden a

agravarse, si no hay acceso a la información adecuada, en particular, si se carece de pautas, o si

las hay poco claras o contradictorias, acerca del comportamiento necesario durante el

confinamiento y la confusión acerca de su propósito (Quezada-Scholz, 2020).

Desde la formación como psicólogos, se buscó asumir un compromiso ético, teniendo en

cuenta, que es responsabilidad de los profesionales de la salud mental, aportar desde las

diferentes áreas del conocimiento, alternativas que permitan obtener una información amplia de

la situación, para mejorar su comprensión y a partir de ello, poder diseñar propuestas de

intervención que respondan efectivamente a las necesidades sentidas de la población.


15

Objetivos de la investigación
2.1. General

Describir las características relacionadas con la salud mental en la comunidad

vinculada a una institución educativa universitaria de carácter privado, durante el

aislamiento preventivo obligatorio por el COVID-19.

2.2 Específicos

- Caracterizar los factores sociodemográficos y laborales de los participantes del estudio.

- Identificar las condiciones familiares y conductuales de los participantes, durante la

medida de aislamiento preventivo obligatorio.

- Identificar en los participantes, los síntomas relacionados con depresión, ansiedad,

síntomas psicóticos y consumo de alcohol.


16

Marco referencial

Antecedentes del problema (Estado del arte)

De acuerdo con el comportamiento del virus, los países asiáticos seguidos por los europeos

lideran actualmente el desarrollo de estudios científicos relacionados con los efectos psicológicos

de la pandemia y sus medidas de control. A continuación, se describen algunos de ellos, con sus

objetivos, métodos y conclusiones.

En China, Liu et al (2020), determinaron los síntomas somáticos y de preocupación con

respecto a COVID 19, mediante el cuestionario transversal SSS (Study-Social Support Survey)

administrado a estudiantes. En las universidades, participaron 198 estudiantes (130 mujeres y 68

hombres) mientras que en primaria lo respondieron 209 (116 mujeres y 93 hombres). El

cuestionario estuvo dividido en tres partes: las necesidades de la vida diaria, la eficacia de las

medidas de control y prevención del coronavirus y, por último, la percepción de los estudiantes

sobre la amenaza para la vida y la salud planteada por COVID 19, tanto para el encuestado como

para su familia. La fiabilidad del test SSS fue del .96% e incluyó 20 preguntas, valoradas en una

escala de 1 a 4, que buscaban medir síntomas somáticos, ansiedad, depresión y síntomas

combinados. En primaria, 127 estudiantes eran de quinto grado y 82 eran de sexto. A nivel

universitario, 55 eran del primer año, 40 del segundo año, 56 de tercer año y 47 de último año.

Los resultados del estudio encontraron que la prevención temprana y el control de COVID 19

confiere protección contra la angustia psicológica y permite que haya bajos niveles de ansiedad,

tal como sucedió durante el brote del SARS en 2003 (Wang et al, 2020; Liu et al, 2020). Se

asoció la prevención y el control con un sistema de educación en salud eficaz, ya que de esa

forma pueden entender que las medidas de prevención y control los protegen de la infección,
17

reduciendo las preocupaciones en torno a la amenaza contra sus vidas. La educación sanitaria

sobre el COVID 19 ayuda a mantener una actitud optimista (Urzúa, Vera, Caqueo & Polanco,

2020). Los estudiantes universitarios mostraron sus preocupaciones con respecto a necesidades

de la vida diaria, la eficacia de la prevención y el control de medidas, en particular la amenaza

para la vida que implica el COVID 19 (63.6%), considerando la ansiedad y la depresión. En

cuanto a los síntomas somáticos, la incidencia fue de 34.85% (leve, 26.26% y moderado 8.59%).

En primaria, los participantes estaban preocupados por la amenaza para la vida y la salud que

significa el COVID 19 (39.7%), asociada esta preocupación a la ansiedad, pero no con la

depresión; mientras que los problemas somáticos fueron mínimos (2.39%).

A partir de los resultados, los autores refieren que el estrés causado por el COVID 19 se

manifiesta de manera diferente en los dos niveles analizados. En los universitarios, quienes han

logrado independencia, tienden a estar más preocupados por todos los aspectos del COVID 19,

por lo que su sintomatología somática fue superior y más severa que en los estudiantes de

primaria, quienes cuentan con la protección de padres y la misma escuela, por lo que lo somático

es menor, no obstante, se muestran más preocupados por la amenaza directa a la vida y la salud,

mientras que los papás se preocupan más por las necesidades de la vida diaria de sus hijos y la

eficacia de los materiales de prevención y control. En ese sentido, la investigación propone que

los gobiernos que establezcan una diferenciación entre las medidas adoptadas, según el nivel

educativo, podrían posibilitar la creación de alternativas que mitiguen el impacto generado por el

COVID19 no sólo en los educandos, sino además en los padres de familia o acudientes.

Huang & Zhao (2020), realizaron otro estudio sobre la carga de salud mental en China

durante la pandemia de COVID 19, evaluó a 7.236 personas con trastornos de ansiedad, síntomas

depresivos e insomnio. Del universo seleccionado, 3.284 eran hombres (45.4%) y 3952 eran
18

mujeres (54.6%) y las edades oscilaban entre 35 a 56 años. El 31.1% eran trabajadores de la

salud. Los cuestionarios fueron respondidos de manera anónima, con una tasa de respuesta de

85.3% y a través de éste las personas se identificaron en edad, género y ocupación; igualmente,

aportaron información específica sobre la pandemia (conocimiento del COVID 19) y

diligenciaron tres cuestionarios estandarizados que buscaban evaluar la ansiedad generalizada de

los participantes, TAG-7, (Cuevas et al, 2016), síntomas depresivos (Zhang y Shu, 2010) y

calidad del sueño (Liu et al, 2020). El cuestionario fue transmitido en internet mediante la

plataforma pública WeChat, Weibo y foro en línea.

Los resultados sugieren la siguiente prevalencia general de los trastornos: ansiedad (35.1%),

síntomas depresivos (20.1%) y la calidad del sueño (18.2%), los jóvenes reportaron mayores

frecuencias comparado con los mayores. En lo referente a la ocupación, se halló que los

trabajadores de la salud presentaron una gran carga de salud mental durante la evolución de la

pandemia, por lo que esta población, igual que los jóvenes, tenían un alto riesgo de enfermedad

mental. Se encontró que uno de cada tres participantes de la investigación, mostraría trastornos

relacionados con la ansiedad y el estado de ánimo, sin que hubiera diferencias entre hombres y

mujeres. Se concluyó, finalmente, que el virus ha traído síntomas depresivos y problemas de

sueño e incertidumbre entre la población por la progresión de la complejidad del mismo como

detonante de estimulación de la crisis en las personas.

Finalmente, Deblina et al. (2020), evaluó el conocimiento, la actitud, la experiencia de

ansiedad y necesidad percibida de salud mental entre la población hindú adulta durante la

pandemia de COVID 19, para lo cual se realizó una encuesta utilizando un cuestionario

semiestructurado basado en formularios de google y el enlace fue enviado por correo electrónico,

WhatsApp y otras redes sociales. Se usó una técnica de muestreo de bola de nieve no
19

probabilística, con una muestra de 662 respuestas, de la cual la mitad eran profesionales de la

salud. El 51.2% eran mujeres y el 48.6 eran hombres. El estudio fue transversal observacional y

se realizó en línea. El 80% de los participantes eran del área urbana y pertenecían a 25 estados

del país. Se incluyeron variables sociodemográficas como la edad, el género, la ocupación, el

nivel educativo, el área de residencia y la religión. El cuestionario constaba de cuatro partes, a

saber: conocimiento (seis preguntas), actitud (7), ansiedad (18) y necesidades percibidas de

atención de salud mental durante la pandemia (4) (Deblina et al., 2020).

El estudio reveló que sólo el 43% de los encuestados consideraban al coronavirus como una

enfermedad altamente contagiosa y el 97% reconoció que el lavarse las manos con frecuencia

podría detener la propagación de la infección y únicamente el 18.2% consideró la fiebre como un

síntoma principal de la enfermedad (conocimiento). A nivel del segundo ítem (actitudinal), más

del 96% aceptó que sí era recomendable aislarse si tenían fiebre y tos, en tanto que el 98%

consideró pertinente el distanciamiento social para evitar que el virus se propagara. En lo

referente al tercer aspecto (ansiedad) el 80% de los participantes mostraron preocupación por la

pandemia, el 40% se mostró paranoide ante la idea de contraer el virus y el 12% manifestó tener

problemas para dormir. Ante esa situación, el 82% había reducido el contacto social y el 90% no

había vuelto a reunirse en grupos y se vieron obligados a obtener en el mercado los productos de

protección esenciales. En el cuarto aspecto, las necesidades percibidas de salud mental, el 75%

aceptaba la idea de que la enfermedad genera pánico por lo que requieren atención en salud

mental. Más del 80% sintió la necesidad del profesional en la salud mental y ayuda de expertos

para tratar los problemas emocionales y otros problemas psicológicos originados por la

pandemia. Los resultados del estudio permitieron concluir que el 35% de la población estudiada

experimentó estrés psicológico, un 29,29% de leve a moderado y un 5,14% severo; siendo más
20

frecuente en las mujeres. Las personas menores de 18 años presentaron menos estrés, los cual se

puede explicar por dos factores de protección: una relativa baja morbilidad en este grupo etario y

una limitada exposición a la epidemia debido a la cuarentena en casa. Así, los investigadores

sugieren que, debido a la intensidad de las pandemias, la población se ve afectada negativamente

en el bienestar mental, con signos de miedo y ansiedad.

En Latinoamérica, San Martín (2020) analizó el efecto del aislamiento social y la cuarentena

sobre el bienestar subjetivo, en una muestra de 175 chilenos adultos, 158 mujeres (90.3%) y 17

hombres (9.7%), que habían estado en aislamiento social o cuarentena como mínimo por una

semana. Para ello, los autores administraron y adaptaron una aplicación on-line del instrumento

Escala de afecto positivo y negativo. El propósito del análisis fue comparar las medias de las dos

escalas, obtenidas en el grupo expuesto a la cuarentena (grupo experimental) con los resultados

de la muestra chilena (grupo control) realizado por Arancibia (2019), citado por San Martín

(2020) para la validación del instrumento. El autor reportó diferencias estadísticamente

significativas entre los grupos, tanto para la escala de afecto positivo (t=-7,943 p=.000) como

para la escala de afecto negativo (t=5,479 p=.000), lo cual, le permite estadísticamente rechazar

la hipótesis nula y sugerir que el bienestar subjetivo de los adultos puede verse afectado por las

condiciones de la cuarentena, lo que conlleva a una alteración de la percepción y expresión de

estados afectivos positivos y negativos. Sin embargo, estos hallazgos deben ser tratados con

cautela, dada las limitaciones reportados por el autor, entre ellas, se debe considerar un tamaño

reducido de la muestra y el desbalance en la variable sexo, donde hay una mínima participación

de hombres (Ahumada, 2020)

A partir de los hallazgos de los estudios originales, Martínez (2020), desarrolló la guía

intervención y psicoterapia en crisis en tiempos del coronavirus, que tiene como objetivos
21

explicar cómo la infección pone a prueba los estados físicos y psicológicos de las personas. Los

resultados de su gestión plantean, que los efectos asociados tales como el aislamiento, la

exposición a noticias sobre el creciente número de víctimas fatales, las exigencias tele-laborales,

la convivencia en espacios reducidos y la incertidumbre económica, constituyen aspectos que sin

duda desbordan los mecanismos de afrontamiento de las personas (Martínez, 2020). En este caso,

el evento desencadenante del coronavirus ha pasado a ser universalmente estresante y afecta

diversas áreas del funcionamiento humano (Martínez, 2020), es por eso que se genera

confusión e incertidumbre; conflictos relacionales, pánico no consciente, manejo de afectos

irregulares, sentimientos de ansiedad, aburrimiento y frustración, a consecuencia de pérdidas

laborales y económicas; la reducción de la libertad de movilidad, el distanciamiento con otros

familiares. Cuando un evento que produce una crisis psicológica supera los mecanismos y

estrategias que una persona suele utilizar para manejar sus efectos, lo habitual es que aparezcan

síntomas psicológicos o reacciones comportamentales de diferente tipo, tan diversas como el ser

humano (Martínez, 2020).

En virtud de los antecedentes analizados, se podría concluir en términos generales que los

contextos sugieren tratamientos distintos para las afecciones del coronavirus en las personas y

cada cultura asume la problemática de manera diferente. Se asume como real el peligro que

implica esta pandemia y cómo la prevención temprana y el control del COVID 19 confieren

protección a la población, pero las normas de bioseguridad es una opción de cada quien para

protegerse. En ese sentido, se ha considerado como pertinente y efectivo el acatar el

distanciamiento social para evitar la propagación del virus a un mayor número de la población.

Se puede inferir que la población adulta tiende a tener más preocupaciones por la pandemia, en

tanto que los jóvenes han tomado el asunto con mayor tranquilidad. Entre los trastornos en los
22

mayores se hallan la ansiedad, la depresión y el insomnio, esto debido a la convivencia en

espacios reducidos, el hecho de hacer siempre lo mismo, lo cual supera los mecanismos de

afrontamiento.
23

Marco teórico

El presente estudio, realizado desde la facultad de psicología de la Universidad

Cooperativa de Colombia, con sede en Neiva, ha pretendido describir las características

relacionadas con la salud mental en su propia comunidad universitaria durante el aislamiento

preventivo obligatorio por el COVID-19, caracterizando los factores sociodemográficos y

laborales de la población participante en el estudio, identificando sus condiciones familiares y

conductuales durante la medida de aislamiento preventivo obligatorio e identificar los síntomas

relacionados con riesgo de depresión, ansiedad, psicosis, síntomas convulsivos y consumo de

alcohol en estas personas.

Para alcanzar ese propósito, la perspectiva conceptual de la investigación está constituida

por un análisis del concepto de salud mental, su evolución y su relación con el fenómeno de la

pandemia, teniendo en cuenta la naturaleza biopsicosocial del ser humano. En ese contexto, se

busca darle la relevancia a la salud mental en situaciones de emergencias sanitarias, identificando

los factores que influyen en la misma, que irrumpen en los estilos de vida, causando complejas

afecciones en el comportamiento de las personas que, al sentirse vulnerables por los efectos de la

infección se desestabilizan emocionalmente debido a la cuarentena.

La salud mental, evolución del concepto

El concepto de salud mental se ha transformado y complejizado con el tiempo. Hace unos

siglos, se refería a la ausencia total de trastornos en el funcionamiento del organismo humano.

Desde esa postura, la salud mental constituía una característica individual atribuible a las

personas que no mostraban alteraciones significativas en su manera de pensar, sentir o actuar

(Braunstein, 1979). La salud mental no era un problema del cual hubiera que preocuparse,
24

porque era vista como un asunto fundante de cada individuo, de su interioridad, sin que se

consideren las variables intercurrentes del mundo externo (Esteban et al, 2012). Hacia el siglo

XVIII, se empezó a destacar la importancia de la salud física y mental, tanto para el individuo

como para la sociedad, lo cual dio paso a que, en el siglo XIX, surgiera la relación entre la salud

y las condiciones de vida como determinantes de enfermedad.

Con el avance del concepto, la salud mental comenzó a concebirse como el resultado de las

relaciones que los individuos establecen con las demás personas, con los grupos sociales y el

ambiente (Carrazana, 2003). El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales

(DSM-III), presentó el trastorno mental como un resultado y configuración de diferentes

aspectos de la vida humana. Desde esa nueva perspectiva, se analiza la salud mental teniendo en

cuenta las presiones y tensiones psicosociales y el grado de adaptación de las personas a los

eventos que ocurren en su mundo externo (Barreira, 2015), citado por Camacho y Mayorga

(2017).

En el siglo XX, se presentaron a la comunidad científica, los enfoques biomédicos,

comportamentales y socioeconómicos, aumentando la complejidad del constructo de salud

mental, ya que se define desde diferentes ámbitos, entre ellos, el clínico, el social y el cultural,

convirtiéndola en un campo plural e interdisciplinario que recibe aportaciones de diferentes

disciplinas (Macaya, Pihan, y Vicente, 2018), coincidiendo con Jerwis:

“Es evidente que el trastorno o los problemas mentales no son un asunto que incumba

únicamente al individuo, sino a las relaciones del individuo con los demás; pero si ello es así,

también la salud mental debe verse como un problema de relaciones sociales, interpersonales e

intergrupales, que hará crisis, según los casos, en un individuo o en un grupo familiar, en una

institución o en una sociedad entera” (Jerwis, 1979, p.81).


25

Al respecto, es necesario comprender que la salud mental, no solo concierne el tema del

diagnóstico psiquiátrico, existen otras esferas que son fundamentales para la adaptación y

funcionalidad de las personas, entre ellas, está el componente emocional y psicosocial, que son

determinantes para el desarrollo de la vida cotidiana y el logro de objetivos, esta concepción se

articula con la propuesta por la OMS, que la refiere como “un estado de completo bienestar

físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Por

consiguiente, cuando se hace referencia a la salud mental es importante considerar que se

presente un desarrollo normal de la capacidad intelectual y el logro de la estabilidad emocional y

afectiva.

En Colombia, la salud mental también se concibe como un constructo multidimensional y

consistente con lo planteado hasta el momento; al respecto, la Ley 1616 del 2013 dice

textualmente: “Es un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del

comportamiento y la interacción de manera que permite a los sujetos individuales y colectivos

desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana,

para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad… Es un

derecho fundamental, un bien de interés público y finalmente se convierte en un componente

esencial del bienestar general y del mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos”.

En conclusión, la salud mental ha sido entendida como un estado dinámico en donde se

expresan todas las potencialidades y capacidades que tiene una persona para transitar dentro de

un concepto de vida satisfactoria, productiva y que redunda en el beneficio tanto individual como

colectivo. En concordancia, la salud mental de las personas infectadas con COVID-19 y/o de sus

familiares, se pueden ver comprometida debido al impacto que la enfermedad genera en las

distintas áreas de funcionamiento del individuo, alterando así el estado de bienestar que la
26

persona posee (Ramírez, 2020). En el contexto de la emergencia sanitaria, ésta es interpretada

como un estado de bienestar en el que la persona es consciente de sus propias capacidades,

afrontando las situaciones o dificultades que la vida diaria presenta, y trabajando de forma

productiva y eficaz (MinSalud, 2018). Por lo tanto, cuando se habla de una alteración en la salud

mental, puede implicar problemas de tipo emocional, cognitivo y conductual, donde se ven

afectados los procesos psicológicos básicos y complejos, tales como, la emoción, la motivación,

la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje,

etc., lo cual dificulta los procesos de adaptación (AVIFES, s.f.).

Principales síndromes de salud mental

Ansiedad

La ansiedad es una experiencia implícita a la condición humana, cuya finalidad es adaptar

y mejorar el rendimiento del individuo; sin embargo, también puede constituir una de las causas

generadoras de un importante sufrimiento psicológico (Gómez, 2012). Cuando eso ocurre, se

hace referencia a un estado de miedo e inquietud, de sudoración, tensión y palpitación como

reacción a una situación que resulta estresante, ya sea personal, social, de catástrofe natural o una

enfermedad, ante la cual se tienen impulsos, a veces incontrolables, o sensaciones abrumadoras,

que podrían interferir en la cotidianidad de quien está padeciendo esta afección. (Bados, 2015).

La ansiedad comprende episodios de fobia y preocupaciones sobre dimensionadas persistentes,

manifestadas en un desespero evidente por lo que vendrá en el futuro, con síntomas reiterados de

mareo, temblor, dolores o pánico. En ocasiones, hay un estado de irritabilidad y enfado,

acompañado de dolores de cabeza o de estómago, fatiga y náuseas (CDC, 2020).

Cuando ocurren esos episodios de ansiedad, se pueden generar efectos colaterales como cierta

incapacidad para el desarrollo normal del pensamiento, desajustes emocionales e interacciones


27

fallidas, en distintos ámbitos de la vida social, sea, por ejemplo, en lo familiar y laboral (Guitart,

2007). En algunas personas, se dan síntomas fisiológicos como el aumento de la frecuencia

cardíaca, la disnea; igualmente, se vuelven retraídas y acuden a medicamentos como los

analgésicos, la cafeína u otras sustancias como los estupefacientes o el alcohol (NIMH, 2017).

Depresión

“La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de

300 millones de personas… presentando variaciones habituales del estado de ánimo y de las

respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un

problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a

grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares.

En el peor de los casos puede llevar al suicidio” (OMS, 2020). La depresión implica sentimientos

de desesperanza, de pérdida y de indefensión; quienes padecen esta sintomatología pierden el

interés por las cosas y hasta por la vida misma; los patrones de alimentación se alteran y se

pierde el sentido de la alegría y la diversión; se originan trastornos del sueño, agravado por un

estado de inutilidad o culpabilidad, de tal forma que se vuelve casi como una constante

autolesionarse o pensar en conductas suicidas (Byrne et al., 2012). Además, del vacío existencial

que produce en la persona, generando incapacidad, sobre todo en las mujeres, quienes tienen

mayor prevalencia con este trastorno y en las cuales es más evidente el sentimiento de culpa, la

baja autoestima y la duración y recurrencia de la depresión (Zarragoitìa, 2011), debido a esas

características se constituye en una enfermedad clínica severa.


28

El estrés postraumático

El estrés, a lo largo del tiempo, ha dejado de ser visto como un conjunto de aspectos

sintomáticos direccionados a una enfermedad, para ser caracterizado en la actualidad, como un

estado subjetivo que agrupa variables físicas, culturales, económicas, psicosociales y espirituales

que contribuyen al bienestar del individuo (OMS, 2009). Precisamente, este estado puede ser

alterado a causa de diversas exposiciones respecto a las situaciones referidas, donde el individuo

emite respuestas fisiológicas que alteran el normal funcionamiento de sistema nervioso central,

endocrino e inmunológico, un ejemplo de ello, es la hiperactividad del eje hipotálamo-

hipofisario-adrenal, generando aumento en los niveles de cortisol, lo cual se ha relacionado con

afectaciones en el sistema de sueño-vigilia, que a su vez, conlleva a la generación de ansiedad o

depresión (Duval, González y Rabia, 2010).

En el mismo plano, hablando específicamente de las experiencias que se tienen

eventualmente, aparece el estrés traumático, desencadenando una serie de comportamientos que

no corresponden a lo que normalmente la persona mostraba. Ante un desastre natural, la muerte

repentina de un ser querido, una agresión violenta o acceso sexual forzado; la guerra, una

enfermedad mortal, y el no tener un apoyo cercano o social en el momento del evento, se

generan episodios de pánico que cambian la estructura física y mental de un individuo,

ocasionando liberación de hormonas, el aumento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la

respiración (Hernández & Rodríguez, 2006). La reviviscencia del evento y sus reacciones

fisiológicas y psicológicas se conoce como trastorno de estrés postraumático (TEPT),

caracterizado por una constante angustia y miedo, pesadillas, pensamientos negativos,

provocando evasión, hipervigilancia y reactividad, de tal manera que se altera significativamente

el desarrollo de las actividades cotidianas de quien padece dicho trastorno (NIH, 2020).
29

Las personas con TEPT pierden la emoción positiva, tienen persistentes ataques de

irascibilidad y se niegan a expresar sus sentimientos o ideas sobre lo que les sucedió (Jones,

1999)

Factores que influyen en la salud mental

Los trastornos mentales son frecuentes y causan una alta discapacidad, se conoce que una de

cada cuatro personas ha sido diagnosticada con esta alteración en el último año y un 40% en

algún momento de la vida (OMS, 2019). Se ha podido inferir que se han visibilizado trastornos

del estado de ánimo (episodio depresivo mayor), ansiedad (angustia, agorafobia, fobia social y

específica, estrés traumático); alcohol (dependencia y abuso) (MinSalud, 2017). No obstante,

también se ha podido comprobar que la prevalencia de estos trastornos depresivos disminuye con

los años de educación formal (Estella, Rodríguez, Castro, de la Torre, y Sendín, 2008)

Como ya se ha mencionado, la salud mental es un estado de equilibrio que se da entre el ser

individual y colectivo de una persona, en un entorno sociocultural determinado, teniendo en

cuenta que ello implica el bienestar a nivel emocional, físico y social, para que el individuo

pueda desarrollarse plenamente en cada una de sus funciones en su comunidad (Carrazana,

2003). Si ese equilibrio se rompe, afectando abruptamente el estado de bienestar, se estaría ante

la posibilidad de un trastorno mental, en la medida en que afecte las formas de pensar, de sentir o

de actuar de la persona (Carrazana, 2003). El desequilibrio se origina por múltiples factores, sin

que exista ningún tipo de discriminación, Está vinculado con factores genéticos, psicológicos,

neurológicos, ambientales o sociales, que, desde la perspectiva de la salud mental, afectan la

calidad de vida y pueden actuar aisladamente o interactuar de formas diferentes en un individuo,

una familia o un grupo social (Morales, 2010).


30

Factores genéticos

A nivel mundial se están llevando a cabo múltiples estudios y proyectos de investigación

acerca de las implicaciones de los aspectos genéticos en el desarrollo de trastornos mentales y su

relación con la eficacia de los tratamientos farmacológicos instaurados para dichos

padecimientos. Estos estudios buscan la identificación de variantes genéticas implicadas en la

aparición de los trastornos mentales (Salamanca, Vergara, Escobar, Rodríguez y Caminos, 2014).

Se ha demostrado que varios trastornos psiquiátricos tienen su base de origen, en factores

hereditarios y se considera que el primer componente determinante de la personalidad es el

genético (Jara y Ferrer, 2005). Los hallazgos de los estudios realizados en Europa, indican que

los genes constituyen, entre un 17 y 28% un factor de riesgo determinante de los trastornos

mentales, en el trastorno bipolar 75% y en la depresión 37% (OMS, 2019)

Factores psicosociales

En el ámbito de la salud mental, existen factores protectores y de riesgo, los primeros hacen

referencia a las condiciones de diferente tipo, ya sea individual, familiar, colectiva o ambiental,

que se constituyen en mecanismos que coadyuvan a que la persona tenga un bienestar acorde con

sus expectativas y aspiraciones (Meléndez, 2009). Esas ventajas le permiten a la persona gozar

de beneficios, potenciar capacidades y vivir de acuerdo con su interpretación de lo que significa

la felicidad y que, eventualmente, les da la fortaleza suficiente para afrontar situaciones difíciles

o de adversidad (Páramo, 2011). En el lado opuesto, los factores de riesgo son las condiciones

que estando subyacentes o presentes impactan el normal desarrollo y desenvolvimiento de la

vida de una persona. Son eventos transitorios o permanentes que generan estrés y reducen las

posibilidades de sentirse bien consigo mismo y con las demás, al punto de propiciar un trastorno

mental (Trucco, 2002). En ocasiones, estos factores se combinan (biológicos y psicosociales),


31

interactúan en la misma persona y causan un efecto bastante negativo y se convierten en cadenas

de riesgo que pueden acabar con la vida, después de una incidencia acumulativa en su salud

física y mental (OMS, 2019). Al respecto, se ha demostrado que la desventaja socioeconómica es

un factor de riesgo determinante para afectar la salud mental de una persona, generando

dificultades en la adaptabilidad y el manejo de conflictos o resolución de problemas (Novell,

Rueda, Salvador, y Forgas, 2009). Variables como la explosión demográfica, el desempleo, la

ausencia de recursos económicos, las migraciones campo-ciudad, el estrato social en el cual se

vive, por ejemplo, son factores socioeconómicos que inciden para que se dé un trastorno mental

(Alcañiz, 2008).

En el contexto de los factores psicosociales, los problemas de salud mental tienen que ver

con dificultades que se pueden convertir en conflictos de distinta magnitud entre padres e hijos,

entre hermanos, en las relaciones de pareja, en las relaciones laborales, entre maestros y

alumnos, entre vecinos, entre familias, y pueden generar diversas formas de maltrato emocional,

acoso y abuso sexual, e incluso el síndrome de burnout (Gamarra, 2016). Igualmente, quien ha

estado expuesto en su ambiente a situaciones de estrés como la violencia doméstica, el abuso, el

consumo de sustancias, tiene un 25% de probabilidades de tener trastornos mentales, un 2.5%,

depresión, 5% alcoholismo, 17% problemas de conducta y 3% problemas laborales, 30%

dependencia a drogas ilícitas (OMS, 2018).

La comorbilidad también es un aspecto predisponente a tener en cuenta como factor asociado

al contagio del virus y, por ende, a las alteraciones en la salud mental, puesto que el mayor

número de muertes está relacionado con enfermedades como la hipertensión, enfermedad

coronaria, tabaquismo y diabetes. En cuanto al género, la evidencia emergente sugiere

que mueren más hombres que mujeres, posiblemente debido a la inmunología basada en el sexo,
32

es decir, a factores biológicos como una mayor resistencia de las mujeres a las infecciones, a

factores culturales como un mayor tabaquismo entre hombres o a una combinación de ambos

factores (OMS, 2020).

Considerados los factores asociados a la pérdida de la salud mental, se infiere que el

confinamiento obligatorio desencadena una serie de circunstancias anómalas que alteran el día a

día de todas las personas que lo experimentan, generando de esta forma, un malestar en el

individuo o el surgimiento de enfermedades mentales.

La salud mental y la naturaleza biopsicosocial del ser humano

Tal como se ha venido analizando, en la cotidianidad, el ser humano se armoniza en el

encuentro con los demás. Su mundo interior está en contacto permanente con los demás, porque

su naturaleza no le permite vivir aislado y es por esa razón que se complementa como persona,

en sus deseos, en sus ideales y en sus sentimientos, con las personas que le rodean (Echeverría,

1996). Su ser individual, su psicología, sus valores, adquieren sentido en virtud de las demandas

y privilegios que encuentra en la comunidad, ya sea familiar o de grupos. Eso significa que el ser

humano es una entidad biopsicosocial y todo lo que ello implica (Carrazana, 2003).

Lo humano significa entidad, existencia, que vive (bio), que pertenece a la naturaleza y

está en el mundo (Monclus, 2011). Su componente psico se refiere a que tiene mente, que es

consciente, que está en capacidad de sentir emociones; además, es un ente social porque se

encuentra en contacto con el otro, puede ser influenciado o influenciar a sus congéneres e

interactúa con otros seres en su ambiente físico, en el marco del desarrollo de su vida en

comunidad, a fin de vivir una vida saludable, física y mentalmente (Crespo, 1995).
33

Desde esa realidad, es que son asumidas cada una de las perspectivas científicas que

buscan interpretar los trastornos mentales y desde esa condición biopsicosocial es que son

abordados los mismos para su tratamiento. El Modelo biopsicosocial propuesto por Engel

(1977), citado por Ramos (2015), el cual integra tres esferas, la biológica, la social y la psíquica,

ve la enfermedad como un proceso integral, en donde se articulan aspectos biológicos, psíquicos

y sociales, los cuales interactúan y se estructuran en causas necesarias, desencadenantes,

coadyuvantes y asociadas en dicho proceso. De esa manera, la salud mental es analizada de

forma integradora, comprensiva y sistémica, teniendo en cuenta la naturaleza individual del

sujeto, su estar en el contexto global y su conformación biológica (Macaya et al, 2018).

La salud mental en la situación de emergencia del COVID-19.

Las altas probabilidades de contagio que ha demostrado tener el virus y la gran cantidad de

casos confirmados y de muertes que día a día se reportan, afectan la salud mental de la población

en el mundo, generando emociones y pensamientos negativos, por el miedo a la muerte y los

sentimientos de soledad, tristeza e irritabilidad (Huarcaya, 2020)

Un aspecto que influye negativamente en la salud mental es la desinformación por redes

sociales, las noticias sensacionalistas de algunos medios y el poco conocimiento que se tiene del

virus, lo que provoca una comprensión errónea de los síntomas y efectos del virus, así como de

las acciones preventivas que deben seguirse durante la emergencia sanitaria, originando el

surgimiento de sentimientos y sensaciones de angustia en las personas (El Tiempo, 2020) Así

mismo, el aislamiento social y la cuarentena han ocasionado un incremento de problemas

psicológicos y trastornos mentales, ya que las personas sienten que han perdido algo fundamental

en sus vidas como es el encuentro interpersonal, lo que hace que sean más vulnerables y
34

propensas a presentar depresión y ansiedad o incluso que se intensifiquen los episodios en

sujetos que ya padecen estas enfermedades (Huarcaya, 2020)

Las personas con altos niveles de ansiedad en el contexto de esta pandemia tienden a

relacionar cualquier señal corporal con síntomas del virus y entran en escenarios de temor y

desespero. En sentido contrario, hay quienes tienen bajos niveles de ansiedad y recurren a

mecanismos de defensa evasivos, lo cual hace que crean que no pueden ser contagiadas y no

acaten las recomendaciones de aislamiento social y asuman el virus como algo inexistente (El

Tiempo, 2020). Otro factor determinante de la ansiedad es la muerte de un ser querido debido al

COVID-19, lo cual genera un duelo patológico perjudicial para la conducta, debido a la

prohibición de despedirse, lo cual ocasiona síntomas de un episodio depresivo como

desesperanza, inutilidad, pesimismo y culpa (Huarcaya, 2020).

Una población que se ha visto involucrada psicológicamente con las medidas impuestas son

los adultos mayores de 65 años, puesto que al ser una población más vulnerable al momento de

experimentar la sintomatología y de tener alto riesgo a contraer la enfermedad, junto con los

niños niñas y adolescentes y los sujetos que han sido diagnosticados con afecciones subyacentes

como, enfermedades pulmonares crónicas, afecciones cardíacas graves, bajos niveles del sistema

inmunitario, obesidad grave, diabetes, enfermedades renales crónicas en tratamiento de diálisis y

enfermedades hepáticas, se han visto involucrados en la decisión que el gobierno colombiano ha

tomado en cuanto a que, este grupo permanezca por más tiempo en aislamiento obligatorio,

previniendo así el aumento de casos positivos y fallecidos por el coronavirus (CDC, 2020)

Con la emergencia sanitaria del COVID-19, en la población colombiana, se han podido

evidenciar manifestaciones clínicas como las alteraciones a nivel cognitivo, emocional y

conductual, relacionadas con la salud mental y entre los diagnósticos de trastornos más
35

frecuentes se encuentran la ansiedad, el estrés y la depresión; le siguen ideación suicida,

trastornos alimenticios como consecuencia de las medidas de prevención, contención, mitigación

y supresión del COVID-19 (Ramírez et al., 2020). Estas alteraciones también han sido

identificadas en otros países y en el caso particular de esta investigación la información se pudo

obtener mediante un screening o tamizaje con el SRQ, que a través de sus ítems permitió

explorar riesgo para trastornos depresivos, ansiosos, convulsivos, psicóticos y de consumo de

sustancias psicoactivas, particularmente el alcohol.

Marco legal

La legislación que se ha emitido por causa del COVID 19 está fundamentada en la

Constitución de 1991, los acuerdos internacionales y la Ley Estatutaria 1751 de 2015, que tiene

como finalidad consagrar la salud como un derecho fundamental autónomo. Así, el gobierno

nacional emitió algunos decretos que se han venido constituyendo en el referente normativo para

orientar todas las medidas emergentes que se han requerido durante la pandemia, para regular la

vida de los ciudadanos y de toda la dinámica social del país. El 6 de marzo de 2020, el Ministerio

de Salud y de la Protección Social confirmó el primer caso de brote de la enfermedad por

Coronavirus, COVID-19, en el territorio nacional, razón por la cual el gobierno requirió de las

autoridades regionales y locales; de las empresas, de las familias y de las personas una acción

efectiva e inmediata para enfrentar el virus. Por esa razón, el 10 de marzo, el gobierno nacional,

mediante resolución 0000380, adoptó medidas preventivas sanitarias de aislamiento y cuarentena

por 14 días para todas las personas que en adelante arribaran a Colombia desde China, Francia,

Italia y España. Posteriormente, el 12 de marzo, con la resolución 385, declaró el estado de

emergencia sanitaria por causa del coronavirus en todo el territorio nacional hasta el 30 de mayo
36

de 2020 y, en consecuencia, adoptó una serie de medidas con objeto de prevenir y controlar la

propagación de la enfermedad y mitigar sus efectos.

Con referencia a la salud mental, se han dinamizado realidades jurídicas alrededor del decreto

3039 de 2007, y la Ley 1616 de 2013 de salud mental, las cuales se retoman, en el contexto del

Plan Nacional de Salud Pública, para garantizar el ejercicio pleno del derecho a la salud mental,

mediante su prevención, su atención integral con base en lo establecido constitucionalmente

(Art.49) y con enfoque de derechos. Esto incluye mejorar la salud mental, prevención de riesgos

y recuperación de daños, a través de un sistema general de seguridad social en salud. El objeto de

esta ley reza: “garantizar el ejercicio pleno del Derecho a la Salud Mental a la población

colombiana”.
37

Diseño metodológico
Enfoque y tipo de investigación

La investigación se desarrolló desde el enfoque cuantitativo; se partió de la concepción de una

idea que se fue delimitando, alrededor del planteamiento y formulación de un problema en

particular, y luego de la aplicación de las técnicas pertinentes para la obtención de los datos, se

realizó la sistematización de los mismos a fin de confrontar los resultados con los objetivos

formulados.

El diseño fue descriptivo, con el propósito de explorar las características y propiedades de las

variables de interés, identificadas a partir de los antecedentes y el referente conceptual. Para ello,

se realizó la medición, cuantificación, sistematización, análisis e interpretación de cada variable.

Proceso investigativo

Fase 1.

La investigación partió de la identificación del problema y la elección del tema. A partir de

ahí, se inició la búsqueda sistemática de información mediante la revisión de literatura acerca del

coronavirus, de la salud y trastornos mentales, así como, de la normatividad nacional e

internacional existente sobre la pandemia, ya sea por parte de los organismos como la OMS y el

gobierno colombiano. En esta misma etapa del proceso, se formuló la pregunta de investigación

y se determinaron las variables de estudio.

Fase 2.

Se realizó la construcción del planteamiento y formulación del problema y se inició la

organización de la información para el diseño del marco teórico, incluyendo el estado del arte, el

marco legal y el marco conceptual. Al realizar la sistematización de la información, se consolidó

el proceso de elaboración del informe final.

Fase 3
38

Se realizó el diseño de investigación, incluyendo el instrumento de medición y el programa

de sistematización de la información. Se aplicó un cuestionario para identificar las características

sociodemográficas y clínicas, diseñado por el equipo de investigación y el instrumento de

tamizaje Cuestionario de Síntomas Self-Reporting Questionnaire, validado por la OMS para

explorar riesgos en salud mental. Dada la situación de aislamiento social, los instrumentos

mencionados se transcribieron a un formulario de Google Drive, por el cual, se realizó la

recolección de la información y luego la sistematización mediante el programa estadístico SPSS.

En la misma fase, se realizó la aplicación del cuestionario, enviando los enlaces a las sedes de la

UCC para ser diligenciada por los participantes que decidieron hacerlo voluntariamente.

Fase 4

Se realizó la interpretación de los resultados, se consolidaron variables, en relación con los

objetivos, se analizaron las tablas de frecuencia y se desarrolló la discusión respectiva,

cualificando resultados.

Población y muestra

La población objeto de estudio fueron hombres y mujeres, mayores de edad relacionados

de alguna manera (estudiantes, egresados, empleados) con la Universidad Cooperativa de

Colombia en las distintas sedes del país. La muestra se conformó por 174 personas, 76%

mujeres (131) y 24% hombres (42), quienes respondieron al formulario “Consecuencias

psicológicas derivadas del aislamiento preventivo frente a la emergencia de salud pública por

COVID-19”, divulgado por la plataforma virtual Google Drive.


39

Técnicas e instrumentos de recolección de la información y sistematización

Se realizó una revisión de literatura de manera sistemática, incluyendo una serie de

artículos de investigación y de revisión que reflexionaran sobre la temática en cuestión e

investigaciones que pudieran brindar información sobre la salud mental, los trastornos mentales

y el fenómeno del coronavirus, a fin de construir un estado del arte y un marco teórico con

información pertinente acerca de la problemática estudiada. Se aplicó una encuesta generada por

la plataforma virtual Google, con base en un instrumento de tamizaje propuesto para identificar

problemas de salud mental, a partir de la medición de cinco áreas específicas: depresión,

ansiedad, alcoholismo, psicosis y epilepsia (Salud Mental, 2013), consta de 30 preguntas de fácil

indagación, pues presentan opciones de respuesta de SI y NO, permitiendo explorar condiciones

que puedan estar afectando la salud mental (Cuestionario SRQ). Respecto al plan de análisis de

los datos, éste se realizó a partir de la elaboración de tablas de frecuencia mediante el programa

estadístico SPSS.

Consideraciones éticas

La investigación, se rigió por los aspectos éticos, lineamientos y temas generales que

dispone la normatividad colombiana. En este sentido, a partir del Régimen de Protección de

Datos Personales en Colombia, expuesto en la Constitución Política en sus artículos 15 y 20, la

Ley Estatutaria 1581 de 2012, en donde se dictan disposiciones generales para la protección de

datos personales y sus respectivas reglamentaciones, se promueve de forma importante el respeto

con la preservación de los datos de los participantes. La información personal fue tratada de

manera adecuada, respetando la confidencialidad de acuerdo con las leyes, las directivas, los

reglamentos y los principios aplicables a la protección de datos personales y respetando las

consideraciones éticas del código deontológico del psicólogo, Ley 1090 de 2006.
40

Resultados

En relación con el primer objetivo de esta actividad investigativa, cuya meta fue la

caracterización de los factores sociodemográficos y laborales de los participantes del estudio, la

tabla 1 presenta los resultados que se describen a continuación: dado que se contó con la

participación de diferentes sedes de la universidad, se tuvo en cuenta la ubicación geográfica

como variable a analizar, clasificándose por regiones, de acuerdo con el estudio nacional de

salud mental. Así, se identificó una mayor participación de la región central con el 86% de la

muestra, conformada por los departamentos del Huila, Caquetá, Antioquia, Tolima, Caldas y

Risaralda. Referente a las variables demográficas, se identificó predominancia de las mujeres con

el 76%, la mayoría de estado civil soltero con una proporción del 85%, en contraste con el

casado del 6%. El 82% de la muestra tiene estudios superiores, de ellos el 48% finalizados y

están cursando un postgrado, el restante se encuentra en formación de pregrado.

Con respecto a variables específicas de tipo social, se tuvo el sistema de salud, dado que se

relaciona con las condiciones en salud física y mental. Así, se indagó por el régimen en los

servicios asistenciales de salud, siendo el contributivo el más frecuente con el 67%, este

resultado, junto con la edad y actividad reportada, podría sugerir que los participantes realizan

alguna actividad económica que les permite contribuir al sistema a través del pago de la

seguridad social en salud, o dependen económicamente de sus familias y se encuentran afiliados

en la modalidad de beneficiarios. El tipo o forma de vivienda, también fue de interés dado, que

se puede relacionar con cierto grado de estabilidad económica y como un factor que podría

reducir o aumentar niveles de angustia, por el pago de un canon de arrendamiento o similar. Así,

se observó una distribución casi equitativa entre las categorías de vivienda propia, familiar y

arrendada, con una pequeña diferencia en la familiar con el 36%. Finalmente, se identificó que el
41

ingreso económico recibido mensualmente en el 90% de los grupos familiares de los

participantes, oscila entre <1 a 4 SMMLV, con una distribución equitativa del 34 y 32%

respectivamente de menos de un salario y entre uno a dos salarios.

Tabla 1.

Caracterización sociodemográfica

Variable Categorías Frecuencia Porcentaje


Atlántica y pacífica 4 2
Región Oriental 21 12
Central 149 86
Hombre 42 24
Sexo (n=173)
Mujer 131 76
Casado 11 6
Estado Civil Soltero 148 85
Unión Libre 15 9
Universitario-Posgrado 84 48
Universitario Incompleto 59 34
Nivel de Escolaridad
Técnico-Tecnología 15 9
Secundaria 16 9
Contributivo 114 67
Subsidiado 35 20
Régimen de Salud (n=171)
Excepción-Especial 13 8
Ninguno 9 5
Propia 59 34
Tipo de Vivienda Familiar 62 36
Arrendada 53 30
Empleado Formal 29 17
Empleado Informal e
19 11
Actividad Independiente
Estudiante Universitario 117 67
Desempleado 9 5
Menos de 1 SMMLV 59 34
Entre 1 a 2 SMMLV 55 32
Ingreso Económico Mensual
Entre 2 a 4 SMMLV 42 24
Más de 4 SMMLV 18 10
Fuente: propia
42

El segundo objetivo fue identificar las características familiares y clínicas, que de acuerdo

con la literatura pueden estar relacionadas con condiciones de salud mental durante la medida de

aislamiento preventivo, las cuales se describen a continuación y se observan en la tabla 2 y 3

respectivamente. Referente a las variables familiares, se exploró la responsabilidad u obligación

de tener personas ya sean menores o mayores a cargo y la presencia del virus en algún familiar o

conocido cercano, encontrándose que el 80% de los participantes no tiene hijos, de forma

relacionada con esta variable, se encuentra el tener menores a cargo donde el 25% respondió de

forma positiva, así se observa una diferencia del 5% con respecto a los que refirieron tener hijos,

lo que podría interpretarse, como una pequeña parte de participantes que deben ayudar con el

cuidado de un menor, probablemente un hermano o sobrino. De igual forma, se observó que

aproximadamente una quinta parte (21%), reportó tener adultos mayores a cargo. Estas variables

se consideraron de interés, debido a que las responsabilidades y roles que debe desempeñar una

persona durante el confinamiento y el desarrollo de la vida cotidiana, se relacionan con la carga

de salud mental. Referente a la aproximación del virus, se encontró que ningún participante

había presentado el diagnóstico y el 9% manifestó tener un familiar o conocido cercano con la

enfermedad.

Tabla 2.
Características familiares

Factores Familiares Frecuencia Porcentaje


Hijos 34 20%
Menores a cargo 43 25%
Mayores a Cargo 36 21%
Familiar o Conocido Dx
16 9%
Covid-19
Fuente: propia
43

Con relación a las características clínicas que se pueden presentar como probables factores

de protección o riesgo en un futuro estudio con intereses comparativos; en la tabla 3 se describe

la percepción o auto concepto de salud de los participantes, donde el 68% consideró tener un

estado de salud bueno, referente al hábito de realizar actividad física, de acuerdo a las

recomendaciones médicas de mínimo 150 minutos en la semana, se encontró que solo el 9% de

los participantes realizan más de 120 minutos de ejercicio físico semanalmente y el 40% no

realiza prácticas deportivas o física, siendo está una posible condición de riesgo para la salud

mental y física. El consumo de sustancias psicoactivas y la experiencia de un evento traumático

en los últimos 30 días, también fueron explorados como posibles factores de riesgo encontrando

para los dos una proporción del 7%. Se resalta la frecuencia de pensamientos negativos de

muertes por causa del COVID-19.

La tabla 3 también presenta los antecedentes clínicos relacionados con la salud mental y

física de la muestra de estudio. Referente a los primeros, el 28% manifestó presentar condiciones

previas de salud mental, además de forma comórbida, es decir con más de un diagnóstico,

especialmente entre ansiedad, depresión y estrés; siendo la ansiedad el antecedente más frecuente

con el 22%, seguido por insomnio con el 19%; mientras que los trastornos de alimentación

fueron el antecedente de menor participación con el 2%. Por último, se encuentran los

antecedentes de enfermedades orgánicas relacionadas con la gravedad de los síntomas de la

infección por el coronavirus, encontrando que el 15% de los participantes presentó por lo menos

un antecedente clínico de riesgo, también se presenta comorbilidades, especialmente con

hipertensión arterial (HTA) y enfermedad renal. Así, se observa que el 9% indicó padecer de

algún tipo de afección respiratoria y el 5% de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer,

(HTA) y lesión renal.


44

Tabla 3.
Características familiares
Factores Clínicos Frecuencia Porcentaje
Autoconcepto de Salud
Excelente 41 24%
Buena 118 68%
Ejercicio físico semanal
< 120 minutos 89 51%
>120 minutos 16 9%
No realiza 69 40%
Consumo de Sustancias 12 7%
Experiencia traumática* 12 7%
Pensamientos muerte por 54 31%
Covid-19
Dx previo en salud mental 49 28%
Ansiedad 38 22%
Depresión 20 11%
Estrés 27 16%
Insomnio 33 19%
Trastorno de la alimentación 4 2%
Dx previo enfermedad 26 15%
Crónicas 9 5%
Respiratorias (asma, EPOC) 15 9%
Cardiovascular 3 2%
Neurológica 1 1%
*En los últimos 30 días

Fuente: Propia

Tabla 4.

Descripción condiciones de salud mental de acuerdo con el SRQ


Frecuencia % Frecuencia %
Variable Descripción
SI NO
Depresión – Riesgo. Se requiere evaluación especializada
34 20 140 80
ansiedad psicología/ psiquiatría

Trastorno Riesgo. Se requiere evaluación especializada


122 70 52 30
psicótico psicología/ psiquiatría

Consumo de Riesgo. Se requiere evaluación especializada


51 29 123 71
alcohol psicología/ psiquiatría

Fuente: propia
45

Referente a los resultados del SRQ, se identificó riesgo para las tres dimensiones

explorados en salud mental, siendo los síntomas relacionados con trastorno psciótico los de

mayor proporción con el 70%, para está dimensión los síntomas más frecuentes fueron: se siente

una persona mucho más importante de lo que piensan los demás (50.9%) y siente usted que

alguien ha tratado de herirlo en alguna forma (29.1%). El 20% de los participantes reportaron

más de tres síntomas relacionados con depresión-angustia, entre los más frecuences se

encuentran cefalea (46%), insomnio (55%), sensación de nervios y aburrimiento (58.9%),

emoción de tristeza y apatía (39.4%). Finalmente, se observó un reporte de aumento de consumo

de alcohol 29%.
46

Discusión

La investigación tuvo como objetivo describir las características relacionadas con la salud

mental en la comunidad vinculada a la Universidad Cooperativa de Colombia, durante el

aislamiento preventivo obligatorio por el COVID-19, al respecto se encontró que el 20% refirió

síntomas relacionados con depresión-ansiedad, hallazgo que coincide con lo resportado por

Liu et al. (2020), quienes encontraron que los niveles de ansiedad más altos se encuentran

entre la población de los estudiantes que ya han avanzado en la escala de ascenso educativo,

siendo más conscientes de la amenaza para la vida que implica el COVID-19 (63.6%)

La población participante en Colombia, en su mayoría universitarios (67%), manifiestan

tener una mayor serenidad con respecto a los alcances del virus, fortalecida esta variable

educativa por la estabilidad económica que poseen, mientras que en los estudiantes chinos

encuestados se manifiestan más preocupados por la acción severa de la enfermedad en sus vidas.

Por su parte, Huang & Zhao (2020), en otro estudio, al evaluar la ansiedad generalizada de los

participantes, encuentra que la pandemia evidentemente está causando ansiedad (35.1%),

depresión (20.1%) y malestar en la calidad del sueño (18.2%), en los jóvenes chinos, quienes

presentan mayores afectaciones psicológicas que los adultos mayores, a pesar de que esta

población está considerada entre las vulnerables para contraer el virus. La ubicación en el nivel

educativo de la población participante en Colombia (91% en el nivel superior) representa un

factor protector en lo referente a sentir seguridad con respecto a la pandemia, alejados de

manifestaciones y estados de ansiedad y estrés debido al coronavirus.

En el análisis de los antecedentes de la investigación, en la India, encuentran que la actitud y

el comportamiento, en general, la salud mental de los hindúes, se han visto afectada durante la

pandemia con marcadas experiencias de ansiedad y trastornos conductuales. Se considera


47

igualmente al virus como una enfermedad muy peligrosa (97%), razón por la cual le tienen

pánico y recurren a las medidas de protección para evitar riesgos de ser contagiados. En ese

contexto, los resultados de este estudio y en el desarrollado por Deblina, Sarvodaya, Sujita,

Nivedita, Sudhir y Vikas (2020) se evidencian estados de paranoia en un 40% (Deblin et al.,

2020) y la propensión a una psicosis del 70% de los participantes en Colombia. De la misma

forma, en ambos casos hay afectaciones con el insomnio. Los resultados dicen que el 35% de la

población estudiada experimenta estrés psicológico, estableciendo así una similitud de actuación

psicosomática de los participantes en ambos estudios.

De acuerdo con los resultados, se observa una tendencia de reacción en salud mental

compartida a pesar de la diferencia cultural entre los países. El problema de emergencia sanitaria

tiene incidencias políticas y socioculturales similares, aunque en magnitud diferentes en los

países según la vida que han llevado, la forma cómo se han educado y el funcionamiento del

sistema en el cual han estado inmersos. En virtud de eso, la toma de conciencia sobre los hechos

es distinta, al igual que las reacciones y adaptación a las nuevas circunstancias.

Una limitación de este estudio es el muestreo. No fue probabilístico lo que significa que la

muestra no es representativa de la población y por ende se presenta un sesgo de selección, dado

que la participación fue voluntaria, tanto de profesores, administrativos, personal de servicios y

padres de familia. La opinión corresponde fundamentalmente a la región central del país (86%)

lo cual es una visión parcial del problema, ya que no abarca las demás regiones en las que está

situada la universidad.
48

Conclusiones

Referente a las características sociodemográficas y laborales de los participantes del estudio,

se contó con una participación predominante de mujeres, especialmente jóvenes que se

encuentran realizando estudios universitarios, razón por la cual, es probable que sean personas

que dependen económicamente de terceros como padres u otros familiares

En cuanto a la identificación de las condiciones familiares y conductuales de los

participantes, durante la medida de aislamiento preventivo obligatorio, se concluyó que el estar

confinados, con mínimos momentos semanales para movilizarse con libertad, pero controlados

con una serie de estrategias, les ha marcado en su estabilidad física y mental. Los resultados del

estudio exponen síntomas como dolores de cabeza, pérdida del apetito, insomnio, malestar

estomacal; temores de infección, aburrimiento y pensamiento suicida.

Finalmente, la investigación realizó un análisis del marco legal que sustenta las garantías

que deben existir desde los Estados, desde las normas internacionales y las nacionales, para

proteger la integridad de la población, en general, en términos de la salud, en tiempos de

emergencia sanitaria. En Colombia, se implementaron las disposiciones legales bajo la luz de la

Ley estatutaria 1751 de 2015, para garantizar el derecho fundamental a la salud, para lo cual

generó el Decreto Nacional 457 de 2020, que tiene como objetivo hacer frente a la emergencia

sanitaria declarada mediante la Resolución 385 de 2020 del Ministerio de Salud y Protección

social. En ese escenario, debido a las afectaciones del coronavirus a nivel nacional, las entidades

de salud mental tienen un compromiso serio con la sociedad, en la medida en que ha de asumir

responsabilidades con las personas que durante la pandemia hayan sufrido o sufren trastornos
49

mentales, a fin de reducir el desarrollo del impacto psicológico y de los síntomas psiquiátricos,

en un proceso de reacción pertinente y efectiva.


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disease (COVID-19) epidemic among the general population in China. International Journal of

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Yorde, S. (2014). Cómo lograr una vida saludable. Caracas: Revista Anales venezolanos de

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Physics, Vol. 229 (23), 8918-8934. Recuperado de:

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0021999110004535
59

Anexos
1. Cronograma

Mes
Marzo Abril Mayo Junio Julio
Ítem Nombre de la tarea
Semana
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

1 Inicio de propuesta
2 Se realizó entrega de la guía de trabajo
Se dio inicio a la realización de la guía de
trabajo (planteamiento de problema,
3 justificación y antecedentes
Corrección y envío de la primera guía de
4 trabajo
Realización del resumen enfocado a la
emergencia sanitaria de salud pública COVID-
5 19
Realización del cuestionario: "Consecuencias
psicológicas derivadas del aislamiento
preventivo frente a la emergencia de salud
6 pública por COVID-19"
Finalización de las correcciones pertinentes
realizadas al cuestionario: "Consecuencias
psicológicas derivadas del aislamiento
preventivo frente a la emergencia de salud
7 pública por COVID-19"
Divulgación del cuestionario por medio de
8 plataformas digitales
Última modificación de las correcciones
9 realizadas en la primera guía de trabajo
Iniciación de la II guía de trabajo (referente
10 conceptual)
Se hizo entrega del referente conceptual
11 ajustado con las correcciones pertinentes
Realización y envío de la metodología con sus
12 ajustes pertinentes
Tabulación y análisis de los resultados
obtenidos del cuestionario: "Consecuencias
psicológicas derivadas del aislamiento
preventivo frente a la emergencia de salud
pública por COVID-19" en el programa de
software SPSS; en la ejecución de la tarea se
tuvo presente la caracterización, correlación
13 de las variables e indicadores clínicos.
14 Envío de la primera entrega del trabajo de tesis
60

Envío de la segunda entrega del trabajo de


15 tesis ajustado con las correcciones pertinentes
Envío de la tercera entrega del trabajo de tesis
16 ajustado con las correcciones pertinentes
Envío número IV del trabajo de tesis ajustado
17 con las correcciones pertinentes

2. Cuestionario de caracterización sociodemográfica y clínica

Consecuencias psicológicas derivadas del aislamiento preventivo frente a la emergencia de

salud pública por covid-19

La situación de emergencia sanitaria relacionada con el COVID-19 (Coronavirus) y las

medidas de aislamiento preventivo obligatorio pueden conllevar a niveles de estrés superiores a

los manejados en la vida cotidiana e influir en la salud mental. El psicólogo dentro de su

ejercicio debe prestar sus servicios al ser humano y/o la sociedad que lo necesite en situaciones

determinadas como en estado de urgencia, emergencia o catástrofe, velando por la integridad del

usuario en cuestión según lo establecido en la Ley 1090 del 2006. Por ello, docentes y

estudiantes de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Neiva; Universidad Surcolombiana

y la Fundación Universitaria Navarra, nos proponemos conocer el estado actual de la salud

mental de la población para identificar sus necesidades y canalizarlas al personal de salud en

caso de ser necesario.

CUESTIONARIO.
Cree un código de identificación que incluya las iniciales de su nombre, apellidos, mes

y año de nacimiento. Ejemplo soy Lorena Castro Sánchez y nací en octubre de 1996. El código

sería LCS101996

______________________________________
Edad
_________
61

Género
a) Mujer
b) Hombre
c) Otro: _________________

Estado civil
a) Soltero/a
b) Casado/a
c) Viudo/a
d) Unión libre
e) Separado/a
f) Divorciado/a

1. ¿Considera que la espiritualidad es un factor que permite afrontar la situación


actual?
a) Sí
b) No
2. ¿Institución educativa a la que pertenece o es egresado?
________________________________
3. ¿Indique su departamento de residencia?
________________________________
4. ¿Indique su ciudad o municipio de residencia?
_________________________________
5. Área de Residencia
a) Urbana
b) Rural
6. ¿El aislamiento lo está haciendo en su lugar de residencia?
a) Sí
b) No
7. ¿El aislamiento lo está haciendo en su lugar de residencia?
a) Sí
b) No
8. Indique el número de días que lleva en aislamiento:

___________
9. ¿Está pasando sola/o el tiempo de aislamiento?
62

a) Sí, estoy solo/a


b) No, estoy con mi familia
c) No, estoy con mi pareja
d) No, estoy con mis compañeras/os de hogar/casa/apartamento
e) Otro: _______________________
10. ¿A qué grupo étnico pertenece?

___________________________
11. ¿Cuenta actualmente con sistema de salud?
a) Contributivo
b) Subsidiado
c) Excepción - Especial
d) Ninguno
e) Otro: ______________________

12. ¿Tiene hijos?


a) Sí
b) No
13. ¿Cuántos hijos tiene?

_______________
14. ¿Tiene personas a su cargo?

_______________
15. ¿Tiene adultos mayores a su cargo?
a) Si, uno
b) Si, dos
c) Si, tres o mas
d) No tengo adultos mayores a mi cargo

16. ¿Cuál es su tipo de vivienda?


a) Propia
b) Arrendada
c) Familiar

17. ¿Cuál es su nivel de escolaridad?


_________________
18. ¿Cuál es su actividad?
a) Empleado formal
63

b) Empleado informal
c) Independiente
d) Estudiante de secundaria
e) Estudiante universitario
f) No tengo un empleo
g) Ama de casa

19.Si respondió "Empleado formal" en la pregunta anterior, ¿Qué tipo de contrato


tiene actualmente?
a) Término fijo
b) Prestación de Servicios
c) Término Indefinido
d) Por Bolsa de empleo.

20. ¿Indique si pertenece a alguno de los siguientes grupos profesionales?


a) Sanitario/a (enfermera/o, médico/a, auxiliar, vigilante, etc.)
b) Policía o cuerpo de seguridad
c) Servicios sociales
d) Psicóloga/o
e) Ninguno
f) Otro: _________________________

21. Si en la pregunta anterior indicó que es sanitario/a, por favor, especifique su


profesión y lugar de trabajo. P. ej.: enfermera/o de cuidados intensivos. En el caso de
ser estudiante voluntario, especifíquelo.
____________________________________
22. ¿Cuál es su condición laboral durante el confinamiento?
a) Teletrabajo
b) Suspensión de mi actividad laboral total o parcial
c) Mi actividad laboral no se ha visto alterada
d) Soy estudiante
e) Estoy desempleado/a
f) Estoy jubilado/a

23.Indique el rango de ingreso económico mensual que tiene su núcleo familiar según
el Salario Mínimo Mensual Legal Vigente (SMMLV).
a) Menor a 1 SMMLV ($877,802)
b) Entre 1 a 2 SMMLV
64

c) Entre 2 a 4 SMMLV
d) Entre 4 a 6 SMMLV
e) Mayor a 6 SMMLV

24.En general, usted diría que su salud es:


a) Excelente
b) Buena
c) Regular
d) Mala

25. ¿Cuánto tiempo realiza ejercicio o actividad física durante la semana?


___________
26. ¿Se encuentra en estado de embarazo?
a) Si
b) No

27.Si su respuesta anterior fue "sí", ¿Cuántas semanas de gestación tiene?


___________
28. ¿Ha sido diagnosticado con alguna de las siguientes enfermedades?
a) Diabetes
b) Hipertensión arterial (tensión alta)
c) Cáncer
d) Enfermedades respiratorias (asma, EPOC, etc.)
e) Enfermedad cardiovascular
f) Enfermedad neurológica
g) Enfermedad renal
h) Ninguna

29. ¿Ha estado vinculado/a, en los últimos 30 días en alguna experiencia traumática
como, muerte de un ser querido, violencia física, verbal o de otra índole?
a) Sí
b) No

30. ¿Presenta diagnóstico de alguna condición relacionada con la salud mental, como
ansiedad, depresión, estrés, insomnio, trastornos alimenticios o de consumo de
sustancias psicoactivas? etc.)
a) Sí.
b) No
65

31.Si respondió "SI" en la pregunta anterior, seleccione en cuál de las siguientes


condiciones fue diagnosticado. (Marque una o más)
__ Depresión.
__ Ansiedad.
__ Estrés.
__ Insomnio.
__ Trastornos alimenticios.
__ Trastornos de consumo de sustancias psicoactivas.
__ Epilepsia
__ Esquizofrenia
__ Trastorno bipolar
32. ¿Consume en la actualidad algún tipo de fármaco para manejo de epilepsia,
depresión, ansiedad, trastorno del sueño o sintomatología similar?
A. Sí.
B. No.
33. ¿Ha estado en terapia psicológica en algún momento de su vida?
a) Sí
b) No

34.Si su respuesta fue "SI" ¿hace cuánto estuvo en terapia psicológica?


__________
35 ¿Consume alguna sustancia psicoactiva?
a) Sí.
b) No

36. ¿Fuma?
a) Sí
b) No

37.Durante los días de aislamiento ha aumentado el consumo de sustancias como


(señale varias opciones si es necesario)
__ Tabaco
__ Cannabis
__ Cocaína
__ Bebidas energizantes
__ Alucinógenos
__ Alcohol
66

__ Medicamentos o sustancias naturales para dormir o relajarse


__ No he aumentado el consumo de ninguna sustancia
__ No consumo ninguna de las sustancias anteriores
38. ¿Ha sido diagnosticado con el COVID-19?
a) Sí, he sido diagnosticado y me encuentro el aislamiento actualmente
b) Sí, pero ya estoy recuperado
c) No, no he sido diagnosticado con COVID-19

39. ¿Tiene usted algún conocido/familiar/amigo que haya sido diagnosticado con
COVID-19?
a) Sí
b) No

40. ¿Ha tenido pensamientos recurrentes asociados a la muerte ya sea de un familiar o


incluso de sí mismo a causa del COVID- 19?
a) Sí
b) No
67

1. Cuestionario de Síntomas Self-Reporting Questionnaire (SRQ)

No Si
Ítem
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
¿Tiene frecuentes dolores de cabeza? 92 52,6 82 46,9
¿Tiene mal apetito? 145 82,9 29 16,6
¿Duerme mal? 77 44 97 55,4
¿Se asusta con facilidad? 119 68 55 31,4
¿Sufre de temblor de manos? 156 89,1 18 10,3
¿Se siente nervioso, tenso o aburrido? 71 40,6 103 58,9
¿Sufre de mala digestión? 117 66,9 57 32,6
¿No puede pensar con claridad? 116 66,3 58 33,1
¿Se siente triste? 105 60 69 39,4
¿Llora usted con mucha frecuencia? 143 81,7 31 17,7
¿Tiene dificultad en disfrutar sus
119 68 55 31,4
actividades diarias?
¿Tiene dificultad para tomar
133 76 41 23,4
decisiones?
¿Tiene dificultad para hacer su trabajo?
139 79,4 35 20
(¿Sufre usted con su trabajo?)
¿Es incapaz de desempeñar un papel
160 91,4 14 8,6
útil en su vida?
¿Ha perdido interés en las cosas? 91 52 83 47,4
¿Siente que usted es una persona inútil? 146 83,4 28 16,6
¿Ha tenido la idea de acabar con su
157 89,7 17 9,7
vida?
¿Se siente cansado todo el tiempo? 117 66,9 57 32,6
¿Tiene sensaciones desagradables en su
130 74,3 44 25,1
estómago?
¿Se cansa con facilidad? 112 64 62 35,4
¿Siente usted que alguien ha tratado de
123 70,3 51 29,1
herirlo en alguna forma?
¿Es usted una persona mucho más
importante de lo que piensan los 85 48,6 89 50,9
demás?
¿Ha notado interferencias o algo raro en
131 74,9 43 24,6
su pensamiento?
68

¿Oye voces sin saber de dónde vienen o


165 94,3 7 4
que otras personas no pueden oír?

No Si
Ítem
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
¿Ha tenido convulsiones, ataques o caídas
al suelo, o movimientos de brazos y
173 98,9 1 0,6
piernas; con mordedura de la lengua o
pérdida del conocimiento?
¿Alguna vez le ha parecido a su familia,
sus amigos, su médico, o a su sacerdote
154 88 20 11,4
que usted estaba bebiendo demasiado
licor?
¿Alguna vez ha querido dejar de beber,
155 88,6 19 10,9
pero no ha podido?
¿Ha tenido alguna vez dificultades en el
trabajo (o estudio) a causa de la bebida,
168 96 6 3,4
como beber en el trabajo o en el colegio, o
faltar a ellos?
¿Ha estado en riñas o lo han detenido
171 97,7 3 1,7
estando borracho?
¿Le ha parecido alguna vez que usted
138 78,9 36 20,6
bebía demasiado?

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