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UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABI

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CATEDRA DE TRAUMATOLOGIA ¨C¨

Revisión bibliográfica sobre fractura escafoides


carpiano, fracturas del 1er metacarpiano y 5to
metacarpiano

SANDRA NICOLE CHINGA MACIAS

DOCENTE:
DR. PEDRO MIGUEL GARCIA LABRADA

PERIODO
NOVIEMBRE-MARZO 2021
FRACTURAS DEL ESCAFOIDES

La patología traumática del escafoides carpiano tiene una serie de peculiaridades que deben
conocerse para poder realizar un tratamiento correcto:

• El escafoides es un hueso muy importante en la cinemática de la muñeca, pues actúa de nexo


entre el radio y la articulación mediocarpiana.

• Por su incidencia, esta fractura es la más frecuente de todas las que afectan a los huesos del
carpo.

• La vascularización del escafoides predispone a la pseudoartrosis y a la necrosis avascular en


determinadas fracturas.

DIAGNÓSTICO CLÍNICO

Es muy importante la descripción del paciente de la forma de apoyar la muñeca en la caída o la


actividad que estuviese realizando. Existe dolor a la palpación de la tabaquera anatómica, que
se incrementa al realizar telescopaje o compresión del primer y segundo dedo contra la muñeca.
Suele apreciarse tumefacción del borde radial de la muñeca.

DIAGNÓSTICO RADIOLÓGICO Ante la sospecha clínica de fractura de escafoides, es necesario


realizar cuatro proyecciones:

• Póstero-anterior (PA) en desviación radial: se ve el escafoides en flexión y por tanto acortado.

• Póstero-anterior en desviación cubital: se ve el escafoides en extensión, con toda su longitud.

• Lateral pura.

• Oblicua en 45º de pronación.

Es conveniente realizar las dos proyecciones PA con los dedos flexionados, ya que esta maniobra
permite apreciar mejor si existe inestabilidad escafo-semilunar (que se identifica por la apertura
del espacio articular entre los dos huesos).

Si a pesar de la sospecha clínica no se aprecia de forma clara la fractura en la radiografía, hay


que colocar una férula o yeso antebraquial que incluya el primer dedo para permitir la flexo-
extensión de la falange distal y repetir un examen radiológico diez días después. Si existe
fractura, se visualizará mejor por la osteopenia secundaria a la hiperemia que rodea al foco
fracturario. No suele ser necesario recurrir inicialmente a otras pruebas diagnósticas, como la
gammagrafía, la tomografia computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM).

CLASIFICACION Y TRATAMIENTO

En la actualidad, la más utilizada es la clasificación de Herbert, que describe la morfología de la


fractura y su estabilidad, y proporciona pautas para realizar un tratamiento adecuado.

FRACTURAS ESTABLES O TIPO A DE HERBERT


Comprende las fracturas del tubérculo del escafoides y las incompletas del cuerpo. No son muy
frecuentes y el tratamiento se lleva a cabo mediante inmovilización con yeso antebraquial
incluyendo el primer dedo en oposición (como cogiendo un vaso) y dejando la articulación
interfalángica libre con la muñeca en posición neutra y con ligera desviación radial. El tiempo de
inmovilización es de diez a doce semanas. Es conveniente realizar al menos dos estudios
radiológicos: uno durante la inmovilización para comprobar que no se ha producido
desplazamiento, y otro control al retirar el yeso para comprobar la consolidación. En caso de
duda en la consolidación, se recomienda realizar una TC.

FRACTURAS INESTABLES (TIPOS B, C Y D DE HERBERT)

Son las fracturas completas y las que se asocian a fracturas-luxaciones tranescafo-perilunares.


Las que afectan al polo proximal tienen un índice más alto de pseudoartrosis y necrosis avascular
por la vascularización más precaria que posee esta parte del escafoides. El tratamiento de las
inestables es quirúrgico. Consiste en la colocación de un tornillo a compresión de forma
percutánea en las no desplazadas y en la reducción abierta y osteosíntesis con tornillo en las
desplazadas. Estas fracturas pueden asociar disociación del semilunar por rotura de los
ligamentos escafosemilunares. Cuando existe daño ligamentoso, como en la disociación escafo-
semilunar y en la fractura-luxación tranescafo-perilunar, es necesario realizar una reparación de
los ligamentos radiocarpianos e intercarpianos. El periodo de inmovilización oscila entre cuatro
y ocho semanas en función del tipo de lesión y de la estabilidad lograda con la osteosíntesis. El
tratamiento quirúrgico permite comenzar antes la rehabilitación, que es importante para
conseguir una recuperación funcional más rápida.

FRACTURA DE BENNETT

Corresponde a la luxo-fractura de la base del primer metacarpiano, comprometiendo la


articulación trapecio metacarpiano con un fragmento triangular que queda en su lugar
anatómico, mientras el resto del metacarpiano se desplaza hacia radial y proximal por la tracción
muscular del abductor largo del pulgar. Fue descripta por el cirujano irlandés Edward Hallaran
Bennett en 1882.

Es la fractura mas frecuente de la articulación del dedo pulgar. Se ve más comunmente en


pacientes de sexo masculino. Están más predispuestos a sufrir esta fractura traumática los
pacientes jóvenes que practiquen ciertos deportes tales como el boxeo, volley, handball,
arqueros de fútbol, esquiadores. Otros factores predisponentes de menor frecuencia son
aquellos relacionados con la edad avanzada, como la osteoporosis y diversas situaciones que
debiliten la resistencia ósea provocando como consecuencia esta luxo-fractura.
Mecanismo de producción:

En general está dado por la compresión violenta del eje de la articulación carpometacarpiano
sumado a la aducción parcial o total de la articulación, provocando la fractura con cizallamiento
del primer hueso metacarpiano en su región proximal, comprometiendo la articulación
trapeciometacarpiano con un fragmento triangular que queda en su lugar anatómico, mientras
el resto del metacarpiano se desplaza hacia radial y proximal por la tracción muscular del
abductor largo. Es una fractura intracapsular, es decir una fractura inestable.

Clínica.

La mayoría de las fracturas de los metacarpianos son consecuencia de traumatismos indirectos,


manifestándose los mismos con una sintomatología algo difusa de edematizacion, aparición
tardía de zonas de equimosis que se pueden presentar tanto en la palma como en el dorso de la
mano, siendo mas prominente en la base del 1er metacarpiano, el paciente se presenta con gran
dolor, a diferencia de las fracturas que cursan sin luxación o subluxacion que no presentan tanto
dolor.

Es característico el desplazamiento con alteración de la angulación debido a la diferencia de


presiones ejercidas por acción del abductor largo y los músculos tenares provocando un ascenso
y retroceso del primer metacarpiano, dejando un fragmento triangular, el más palmar de la base
del primer metacarpiano, en su lugar, retenido por el ligamento anterior oblicuo dado que en
este caso el ligamento es más resistente que el hueso.

Por otro lado se produce el desplazamiento lateral del resto del metacarpiano, mantenido por
el músculo abductor largo del pulgar, que lo lleva hacia proximal. Con detenimiento se puede
observar un acortamiento del 1er metacarpiano en comparación con la mano contraria, no tan
notorio como la alteración de la anulación de la misma. Dado que es una lesión articular parcial,
es considerada como “lesión inestable”, por lo que debe ser reducida a la brevedad.

Diagnóstico.

El médico hace el diagnóstico con una buena anamnesis, un examen físico completo y exámenes
complementarios. En el examen físico del paciente nos hallamos ante una mano hinchada y que
a la simple inspección no podemos precisar un lugar de lesión. Es imperativa la realización de
exámenes complementarios como la radiología y en caso de duda diagnóstica se podrá recurrir
a la Resonancia Nuclear Magnética

• Radiografías: examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética


para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa. En este
podemos ver algún signo indirecto en la radiografía de frente al observar superposiciones a nivel
de la línea articular carpo-metacarpiana. La radiografía de perfil mostrará el desplazamiento
dorsal del metacarpiano con respecto al eje del carpo.

Tratamiento.

El tratamiento puede ser conservador, pero al existir un desplazamiento de la fractura articular,


se corre el riesgo de que bajo un yeso la reducción obtenida se pierda, ya que el mismo tono
muscular del abductor largo del pulgar, provocará el desplazamiento como en el caso de la
luxación pura de la articulación. El tratamiento puede ser ortopédico o quirúrgico. Dentro del
tratamiento ortopédico tenemos 2 opciones: el médico de forma manual tracciona el pulgar y
comprime la base del primer metacarpiano seguido de un yeso antebraquiopalmar con el pulgar
en abducción. Puede no creerse en el tratamiento conservador, ya que bajo el yeso la reducción
que podamos obtener se perderá, por el tono del abductor largo del pulgar. Por lo tanto puede
complementarse con tracción continua. Reducción y fijación percutánea comprendiendo el
primer metacarpiano y el trapecio, seguido de inmovilización. La fijación se realiza con agujas de
kirschner. Esta técnica se recomienda cuando el fragmento es menos de 15 a 20%.

Si el fragmento es mayor del 15-20%, se puede pensar en una reducción abierta, método
quirúrgico, estabilizando el fragmento con un método de osteosíntesis que lo mantenga en esta
reducción y pueda soportar la contracción muscular. Se pueden usar tornillos de
minifragmentos.

FRACTURA DEL 5TO METACARPIANO

Las clasificamos en función del segmento afectado: Cabeza, cuello, diáfisis y base.

Fracturas de la diáfisis

• La geometría de la fractura puede ser transversa, oblicua corta o larga, espiral o


conminuta. Las fracturas transversas suelen tener un ápex dorsal debido a la acción de
los músculos interóseos. De las deformidades, la rotacional es la que más secuelas
funcionales producirá y debe ser buscadas con los dedos en flexión, donde el dedo
afecto pierde el paralelismo con los demás. El tratamiento conservador está indicado
para fracturas reducibles y estables y aquellas fracturas con angulaciones menores de
10º en los dedos segundo y tercero, 20º en el cuarto dedo y 30º grados en el quinto
dedo.
• En las fracturas transversales y oblicuas cortas se puede realizar una reducción cerrada
y estabilización mediante agujas de Kirschner intramedulares, agujas cruzadas, y
mediante técnica de Iselin cuando exista defecto óseo o bien fractura-luxación. Estos
métodos requieren una inmovilización similar a la del tratamiento ortopédico. También
se puede realizar una reducción abierta y fijación mediante una placa que permite una
movilización precoz.
• En las fracturas oblicuas largas y espiroideas está indicada la osteosíntesis con tornillos
interfragmentarios a compresión. Esta síntesis permitirá reducir el tiempo de
inmovilización. En fracturas abiertas hay que realizar las mismas pautas de tratamiento
que las de cualquier otra localización.

Fracturas del cuello

Son lesiones secundarias a traumatismo directo sobre la cabeza del metacarpiano, provocando
un desplazamiento en flexión de la cabeza con o sin desviación lateral o malrotación. La
localización más frecuente es en el quinto metacarpiano, la denominada "fractura del
boxeador".

El quinto metacarpiano es el más móvil y por tanto el que más tolera deformidades angulares.
El riesgo reside en dejar un déficit de extensión de la articulación, dolor en la palma de la mano
y ausencia de nudillo si no realizamos una correcta reducción. Esto se consigue controlar en la
mayoría de los casos mediante el tratamiento conservador. En las fracturas sin desplazamiento
o poco desplazadas, el tratamiento consiste en una inmovilización de tres semanas,
manteniendo la articulación metacarpo-falángica

En el tratamiento conservador son tolerables angulaciones volares de hasta 40º en el quinto


metacarpiano, 30º para el anular y solo 10º en el segundo y tercer dedo.
Ante una fractura con reducción inaceptable o con trastorno rotacional, debemos indicar un
tratamiento quirúrgico, normalemte de forma cerrada mediante aguja de Kirschner.

Fracturas de la cabeza

Las fracturas de la cabeza de los metacarpianos son menos frecuentes pero requieren una mayor
exigencia en cuanto a la reducción anatómica, por eso se intentará la reconstrucción con síntesis
abierta siempre que sea posible. En caso de fractura conminuta de la cabeza del metacarpiano,
sin posibilidad de reconstrucción, se tratará mediante una sindactilia para intentar la
remodelación articular.

Base del MTC

Las fracturas de la base del 5º metacarpiano son más frecuentes que las del resto de
metacarpianos. Ésta puede ser extraarticular, siendo tratada igual que el resto de
metacarpianos, o puede ser una fractura-luxación, en cuyo caso se produce un desplazamiento
hacia dorsal y proximal del fragmento distal por tracción del extensor cubital del carpo. Si este
tipo de lesión no se reduce correctamente puede originar una consolidación viciosa, que
producirá dolor articular y disminución de la prensión de la mano.

El tratamiento consiste en reducción mediante tracción y presión digital en la base del


metacarpiano, seguido de un enclavado percutáneo mediante agujas de Kirschner e
inmovilización de cuatro semanas con yeso antebraquial. En caso de secuelas artrósicas o
consolidación viciosa de las fracturas articulares de la base del quinto metacarpiano,
procederemos a la corrección mediante artroplastia de resección o artrodesis carpo-
metacarpiana.

BIBLIOGRAFIA

• Ronald McRae. Tratamiento práctico de fracturas, 4º Ed McGraw-Hill Interamericana;


2009.
• Salter RB. Trastornos y lesiones del sistema musculoesquelético. Barcelona: Ed. Masón
S.A.; 2010.
• Usabiaga Zarranz J, Placeres Espino S. Valoración del Daño Corporal en Traumatología.
Módulo B2 y B3. Máster Universitario en Medicina Evaluadora. Tercera Edición 2006-
2008. Universidad del País Vasco.
• F.J.Ballina García. Fibromialgia. En: Blanco García FJ, et al. Manual de enfermedades
reumáticas de la Sociedad Española de Reumatología - 4ª ed.- Madrid: Médica
Panamericana, (2004)

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